Una Apuesta A La Vida Nº 261

$80
AÑO 23 - 2017
NÚMERO 261
SOLTAR…
DA LUGAR
A LO NUEVO
CONTENCIÓN
EMOCIONAL
DAS…?
RECIBES…?
LA INDIFERENCIA
ES VIOLENCIA
UNA TRAMPA
GANAS MÁS,
GASTAS MÁS
TU
CONVERSACIÓN
INTERIOR CREA
TU MUNDO
22 años de edición

❝ ❞
el hombre En cada recibe paseo mucho por más la naturaleza,
de lo que busca
John Muir
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ABRIL 2017 - AÑO 23 - Nº 261

EDITORIAL AÑO 23 - Número 261
Nos tapábamos los ojos y apoyábamos la cabeza contra
lo que fuera, jugando a las escondidas. Y cuando llegaba el
momento de dejar de cubrirnos, salíamos en la búsqueda de
nuestros amigos.
Recuerdas lo que sentíamos?
El entusiasmo que recorría nuestras venas era indescriptible,
dispuestos al asombro.
Una búsqueda que disfrutábamos con alegría, preparados
para lo inesperado.
La audacia se hacía presente y no dudábamos hasta en buscar
en los lugares que más temíamos.
Podíamos sentir los latidos de nuestro corazón.
Quizás cada día, cuando despertamos, sería bueno poder
recordar aquello que sentíamos y prepararnos para la gran
aventura que es la vida.
Ir tras las metas con audacia.
Saber que siempre puede sorprendernos el minuto siguiente.
Disfrutar de ello con alegría.
Convertirnos en observadores silenciosos, como cuando en
aquella primera mirada a nuestro alrededor, buscábamos señales
que nos indicaran por dónde ir y encontrar a aquellos
que nos esperaban muy escondidos con una sonrisa cómplice.
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ABRIL 2017
SUMARIO
REFLEXIÓN DEL MES
CONTENCIÓN
EMOCIONAL
DAS? RECIBES?
SABIAS QUE
UNA TRAMPA
GANAS MÁS, GASTAS
MÁS
UNA ANÉCDOTA DE MI VIDA
LA INDIFERENCIA
ES VIOLENCIA
“La vida es una
aventura,
no un viaje
organizado.”
Eckhart Tolle
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23
26
28
FÁBULA
EL ELEFANTE EN LA
OSCURIDAD
TU CONVERSACIÓN
INTERIOR CREA
TU MUNDO
UNA EXPERIENCIA
TRANSFORMADORA
LOS DOS DÓLARES
SOLTAR. DA LUGAR
A LO NUEVO
NIÑOS DEL
SIGLO XXI
SUPLEMENTO PARA LA VIDA
AFRONTANDO
ESTOS TIEMPOS QUE
VIVIMOS
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ABRIL 2017 - AÑO 23 - Nº 261

Reflexión del mes
CONTENCIÓN
EMOCIONAL
DAS?
RECIBES?
Es esencial en la vida de todo ser humano,
sentir que puede contar con alguien que lo
contenga emocionalmente cuando está viviendo
ciertas experiencias.
Muchos pueden no tener este apoyo, tanto
por ausencia de personas en su entorno en las
que se sienta confiado y seguro, o por su dificultad
en compartir sentimientos y vivencias.
Si es tan fundamental la contención emocional
para cualquier ser humano, es importante
apreciarla cuando la recibimos y saber
brindarla a otros.
Contención significa contener una cosa en
sí misma o moderar los impulsos, pasiones,
instintos, etc.
Contención y comprensión podemos decir
que están enlazados entre sí.
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Había un denominador común en esa contención-comprensión
que recibía y que agradezco
infinitamente: el amor y la incondicionalidad.
En mi etapa adolescente y casi adulta, una
amiga íntima fue de la que siempre recibí su
apoyo emocional.
Ambas nos uníamos cuando narrábamos
nuestros conflictos personales y familiares.
Era una ida y venida entre ambas.
Comprender significa abarcar, incluir.
En un punto se unen ambos términos.
Recuerdo que en mi niñez, contaba especialmente
con dos personas a las que recurría
cuando los necesitaba: mi tía Pocha y mi
abuelo Pancho.
Era como si ellos siempre estuvieran con
sus brazos abiertos para recibirme. Podía ser
por alguna penitencia que me ponía mi madre
o cuando buscaba cobijo por algo que tenía
que resolver y no podía.
Cuando tuve que comer la olla de helado
de crema por haber tenido una actitud egoísta,
mi abuelo me apoyaba diciéndome que
ya iba a terminar mientras me acariciaba la
cabeza. Que faltaba poco (aunque no era así).
Y también cuando veía que ya no podía más,
suplicaba a mi madre que no me obligara a
terminarla.
Era como sentirme dentro de él, cobijada,
sostenida, protegida.
Lo mismo con mi tía. Era mi cómplice en
paseos y deseos.
Los amigos son personas muy importantes
para darnos sostén.
Para ello es imprescindible que no esté presente
la crítica. Sí, la sugerencia, la opinión
del otro, prevaleciendo la complicidad, el
acompañamiento.
Recuerdo cómo necesité esa misma contención
del médico, de la enfermera, para no sentirme
tan sola en ciertas situaciones que viví.
Y no olvidaré jamás cuando unas manos
pequeñas se apoyaron en mis hombros (la
enfermera) para sostenerme no física, sino
emocionalmente, ante el pronóstico médico
que ella conocía y yo aún no.
Cuando por varios años di sesiones personales
como terapeuta, con cada consultante
ponía la intención de que se sintiera cómodo,
confiado, seguro de que no saldría de mi
boca ningún juzgamiento, sólo apoyo y compañía,
para encontrar el camino y recuperar
su bienestar.
Era como si mis brazos imaginarios lo rodearan.
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Tengamos en cuenta lo importante que
es cuando un niño llega al mundo, ser sostenido,
mirado y nutrido emocionalmente
por la madre o quien cumple su función.
Contenido en un mundo desconocido y que
le es ajeno.
Viene de un vientre que le proveyó lo que
necesitaba y se encuentra con esta inmensidad.
Por ello ser arropado, cargado junto al
pecho y sostenido con firmeza será fundamental
para su edad adulta, especialmente
para percibir el mundo de una manera más
segura y menos amenazante.
Estemos atentos cuando hijos, nietos, familiares,
amigos o cualquier otra persona requiera
de contención emocional...
Allí, además de acompañar, comprender,
sostener, empatizar y tener una escucha activa
para que la otra persona pueda abrir su
mundo emocional y compartirlo, es esencial
ayudar a empoderarse para que resuelva su
situación o clarifique su camino.
“Sentimos la contención emocional,
cuando desde el corazón
brota la comprensión y la empatía”.
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Sabias que…
Días pasados, recorriendo
el Jardín Japonés de la ciudad
de Buenos Aires, me encontré
con una gran sorpresa de la
Madre Naturaleza.
En un cantero de dicho lugar
vi el árbol Hibakujyumoku,
único superviviente natural
de la bomba de Hiroshima.
Especie: Kaki
Nombre científico: Diospyros
Kaki
Procedencia: Ciudad de Hiroshima,
Japón
QUE LA PAZ Y EL CUIDA-
DO DEL MEDIO AMBIENTE
PREVALEZCAN EN EL
MUNDO.
Estos tres ejemplares que
pueden verse en dicho lugar,
son descendientes de árboles de la ciudad de
Hiroshima que sobrevivieron a este hecho tan
dramático.
Recordemos que el 6 de agosto de 1945 cayó
sobre Hiroshima la primera bomba atómica
que se usaba como arma de guerra. Murieron
en la ciudad nipona al instante 140.000 personas,
cifra que fue aumentando en los días siguientes
hasta llegar a alrededor de 350.000.
Los edificios quedaron arrasados y la devastación
fue casi total.
En 55 sitios dentro del radio de 200 metros
alrededor del hipocentro, el municipio de
Hiroshima ha registrado 170 árboles “a-bombardeados”.
Son identificados por una placa
especial y un nombre único:
Hibakujyumoku
(Árbol sobreviviente al bombardeo atómico)
NO DEJES CRECER
LA HIERBA EN EL
CAMINO
DE LA AMISTAD
PLATÓN
Espacio de Apoyo
Anónimo
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Una trampa
Ganas más, gastas más
Hay un momento en la infancia que se empieza
a comprender la importancia del dinero
para obtener lo que se desea, y para esto se
depende de los padres.
Muchos niños siendo pequeños buscan
formas de adquirirlo con ideas como ponerse
en una vereda u ofrecer golosinas, pulseras…a
familiares y vecinos.
La necesidad de dinero se hace mayor en la
adolescencia. Algunos jóvenes se las ingenian
para trabajar o ponen en práctica alguna idea
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y así pueden obtenerlo. Otros sólo cuentan
como recurso lo que les dan sus padres.
Será muy significativo para sus vidas, lo
que hayan observado en su hogar en cuanto
al manejo y la relación con el dinero.
Como adulto, cuando ya se tiene un trabajo
y después de un tiempo, se empieza a sentir
que es insuficiente, para las necesidades o
para vivir de mejor manera. Indudablemente
que es un derecho de todos. El problema
comienza cuando se logra un mayor sueldo y
sigue siendo insuficiente.
¿Qué es lo que sucede?
Es normal que las expectativas vayan en
aumento, el peligro es cuando se entra en un
círculo de insatisfacción.
La carrera de la rata es una situación
como la que ya se mencionó. Es cuando
se empieza a ganar dinero se piensa en
comprar el coche, se empieza a usar tarjetas
de crédito para poder darse algunos
gustos. Llegan los hijos y hay que trabajar
más para ganar algo más de dinero. Cuando
se consigue desahogar se adquiere un
coche nuevo porque el primero ha quedado
pequeño.
Después se piensa en cambiar la casa por
otra más grande, o hacer una gran reforma
o quizás en comprar una segunda vivienda
para las vacaciones. Y así se continúa en una
carrera sin fin.
Este patrón se resume en: levantarse, trabajar,
pagar las cuentas, levantarse, ir a trabajar.
Si se recibe más ingreso todo permanece
igual, excepto más gastos.
Dos emociones rigen este patrón de conducta:
el miedo y el deseo.
El miedo a no tener dinero hace ir a trabajar.
No se puede negar que el dinero es imprescindible
para vivir. Al otro día el miedo
está en pie y eso motiva a seguir trabajando.
“Más gano, más gasto”.
Se entra en una rueda que gira y es de nunca
acabar.
El libro “Padre rico, padre pobre” de Robert
Kiyosaki ha conseguido despertar en
muchas personas el interés por salir de lo que
él llama “la carrera de la rata” para alcanzar
la libertad financiera gracias a los ingresos
pasivos.
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También se trabaja por el deseo. Es normal
querer cubrir las necesidades o comprar algo
más bonito, más grande, más cómodo. Se busca
la alegría que puede producir eso. Pero ocurre
que dura poco y pronto se necesita más dinero
para adquirir otros objetos para obtener más
alegría, más comodidad, más seguridad…
Es lo que han enseñado, se ha visto y es lo
que se hace.
Podemos definir también la carrera de la
rata como:
Es el afán del hombre por alcanzar todas
aquellas cosas que el mundo le ofrece y que
lo muestra insistentemente a través de los
distintos medios de comunicación. Sin darse
cuenta se mete en una jaula con un cilindro
– similar a las jaulas de los hámsteres – que
corren y corren, sólo para comer y dormir.
Se puede decidir continuar en esta carrera o
abandonarla.
Si se decide salir de la carrera de la rata estas
son algunas sugerencias:
Afrontar y ser honesto a los problemas de dinero.
Si hay endeudamiento, hacer un plan para
finalizarlo.
Gastar menos de lo que se gana. Para esto hacer
un seguimiento de los gastos y así tener conciencia.
Evitar las compras impulsivas.
Reorganizar el presupuesto estableciendo
prioridades. No pensar que es privación sino es
considerar qué es lo que mejora la calidad de
vida y dan crecimiento al negocio, profesión, conocimiento…
que hace potenciar lo que genera
dinero. Como se dice: “darle de comer a la gallina
de los huevos de oro”.
Actuar con responsabilidad en el uso de créditos
o de tarjetas.
A la hora de gastar diferenciar entre querer y
necesitar. Luego aplicar el sentido común para
decidir.
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Crear el hábito del ahorro que será lo que lleva
posteriormente a la inversión.
Tener en claro el objetivo en cada etapa. Si no
se va sin rumbo y la energía se dispersa.
Para lograr libertad financiera y que el dinero
trabaje para uno, no uno para el dinero,
es necesario ir logrando durante la vida los
ingresos pasivos.
Estos son los que no dependen del trabajo
propio.
Un ejemplo claro puede ser los inmuebles
alquilados.
Ganar más no nos hace más independientes.
No se ha recibido educación financiera y
sólo se es víctima del sistema que busca que
todas las personas consuman más y más y así
se endeuden y necesiten trabajar más.
A la misma vez quedan de lado cosas tan
importantes como pasar tiempo con la familia,
disfrutar de la vida, tener tiempo libre y
muchas otras cosas.
Lo más importante no es ganar más para poder
ahorrar más, lo importante y lo que cuenta es
gastar menos de lo que se gana, para poder ahorrar
el resto y cumplir con la cuarta ley del dinero
que es Invertir.
Aclaración: Estoy comprendiendo que muchas
palabras que decimos las repetimos mecánicamente
sin escuchar su significado. Por ello
cuando pronunciamos la palabra gastar, lo que
nuestro subconsciente entiende es que lo que se
gasta no se recupera. Se dificulta cambiarla porque
todos la usamos pero una posibilidad es decir
–invierto – en mí, en mi casa, en alimentos,
en mis hijos. Cuando sea abonar un servicio puedo
hablar de inversiones fijas en lugar de gastos
fijos como ose, ute, antel… Es un reto cambiar las
palabras pero tiene valor ir tomando conciencia
de estas pequeñas acciones.
***
No se puede obtener un
resultado diferente
haciendo lo mismo todo el
tiempo.
***
Una Apuesta a la vida
en Facebook
unaapuestaalavida
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Una anécdota de mi vida
LA INDIFERENCIA
ES VIOLENCIA
Hace algunos años fui al médico por una
consulta y después de atenderme me dijo que
le iba tomar unos minutos hacerme unas preguntas
sobre la violencia de género. Fui contestando
mientras repasaba acontecimientos
de mi infancia, adolescencia y adultez.
Cuando terminó me miró y dijo: “usted sufrió
violencia de género”
Quedé impactada por su forma categórica.
Le pregunté qué datos le habían llevado a
esa conclusión.
Contestó: “que una persona no hable por
varios días y actúe en forma indiferente es
una forma de violencia”.
Mientras iba caminando hacia mi casa, recordé
que cuando alguna conducta de mi padre
hería a mi madre, su forma de hacérselo
Muchas personas se
pierden las pequeñas
alegrías mientras
aguardan la gran
felicidad.
Pearl S. Buck
Espacio de Apoyo
Anónimo
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saber era no hablando. También viene a mi
memoria esa niña, que los miraba y observaba
cuando volvían a hablarse. Y cuando lo
hacían - ¡Ahhh, qué alivio!!! era como si todo
volviera a la normalidad. Sentía paz en mi
corazón.
Esto lo viví por muchísimos años.
Y así como tantos autores lo han escrito,
generalmente algunos patrones de conducta
paternos, uno los vuelve a atraer. Generalmente
con la pareja.
Así fue.
Podía pasar él una semana sin hablarme,
y yo, mirándole, sin saber cuál había sido el
motivo. Realmente me generaba mucho sufrimiento
emocional y mental.
Un pensamiento tras otro me agitaba y el
dolor aumentaba ya que incesantemente me
hacía la pregunta de qué habría hecho para
que tuviera esa conducta.
Y el día menos esperado, cuando quizás ya
no podía sostenerse así, comenzaba a hablarme.
Su intención no sólo era de dar el mensaje
de que algo lo molestó sino una forma de
castigo silencioso.
Cuando alguien es significativo para nosotros,
y elige la indiferencia como una manera
de expresar su enojo y castigar, es muy desconcertante
y genera un vacío emocional.
Es una forma de violencia encubierta.
“La indiferencia emocional
como violencia silenciosa
daña más que
una expresión hiriente
o de rechazo”.
Siempre esperamos relacionarnos con las
personas, saber lo que piensan, lo que sienten.
Por ello cuando hay silencio, inacción, incomunicación
e indiferencia, surge la incertidumbre,
el desasosiego, la intranquilidad y el
desconcierto.
Al no saber qué les pasa, y qué sienten,
tampoco sabemos cómo reaccionar, dejando
como saldo la inseguridad.
La indiferencia no es ausencia de respuesta,
transmite un mensaje.
“El camino más
sencillo
hacia el universo
es a través de los
bosques”
John Muir
Espacio de apoyo anónimo
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La ansiedad se incrementa ya que no se
sabe qué le pasa al otro y esto genera estrés.
Cuando una persona actúa con agresividad,
se sabe lo que le está pasando. En la indiferencia,
uno se agota imaginando cuál pudo
ser el motivo.
Al ir pasando los días, una profunda soledad
sobreviene en el interior y esto va dejando
huellas que en lugar de integrar va separando
a la pareja o a cualquier relación.
Imaginemos lo que un niño puede sentir
(que también lo viví) cuando uno de los padres,
el que tiene que dar cariño, proteger y cobijar,
deja de hablar y se muestra indiferente.
En cierta ocasión en una sesión terapéutica
atendí a una niña y me contó que cuando se
enojaba con su mamá o su papá, ella dejaba
de hablar. Le expliqué el daño que esto ocasionaba
y que si seguía con esa conducta la iba a
tener con sus futuros hijos y pareja. Me escuchó
atentamente y pareció aceptarlo.
La madre se encontraba esperándola.
Cuando nos reunimos las tres, hice este comentario
y les sugerí que cuando esta pequeña
volviera a esa forma de reaccionar cuando
se irritaba, establecieran un acuerdo para
recordarse e ir dejando atrás este patrón de
conducta. Cuando la madre escuchó mi comentario
me di cuenta que ya había aceptado
como “normal” que su hija no hablara y se
mostrara indiferente.
Las personas que se muestran así, es porque
otras lo han hecho con ellas. Es la forma
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que aprendieron para relacionarse cuando
están enojados.
Esto nos puede suceder con un jefe, amigo,
compañero de trabajo…
No podemos elegir a nuestra familia, sí a
las personas de nuestro entorno.
Si entramos en este juego de aceptar la indiferencia
estaremos entregando el poder a
esa otra persona sobre nosotros.
Si es uno el que tiene este mecanismo, se
ha comprendido el daño que se causa. Por lo
tanto vale buscar otra forma de comunicación
que no afecte tanto.
Sucede, porque se elige culpar y castigar
al otro por haber actuado equivocadamente.
Esto nos aleja realmente de encontrar una
solución o salida. Hemos sido educados más
para culpar que para descubrir lo que necesitamos.
No nos damos permiso para expresarlo
sólo quedamos atrapados en la ira expresándola
de la forma que aprendimos.
La indiferencia ignora las necesidades
mentales y emocionales de la “víctima”.
Este maltrato emocional no deja huellas ni
moretones.
Sí se siente, y las huellas quedan en nuestro
interior y son profundas…
LA INDIFERENCIA ES UNA ACTITUD
PASIVO - AGRESIVA
DE MAL TRATO.
“El amor no necesita
ser entendido,
sólo necesita
ser demostrado”.
Paulo Coelho
Espacio de Apoyo
Anónimo
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Fábula
El elefante en la oscuridad
Esta fábula del gigante Sufi Jalaluddin
Rumi, la cual tiene más de setecientos años
de antigüedad, la cuenta en su libro místico
“El Masnawi”.
Dice más o menos así:
Dícese de una vez en que el sultán, deseoso
siempre por ilustrar a su pueblo,
mandó traer un elefante de la India, y
para que el pánico no se apoderara de aquellas
gentes que nunca habían visto un animal más
grande que un caballo, mandó encerrarlo en un
establo y envió, como primera providencia, a los
cinco hombres más sabios de la ciudad a que lo
examinaran, y seguidamente explicaran al pueblo
lo que habían visto, para que fueran acostumbrándose
a aquel fenómeno.
Los sabios fueron al establo a cumplir con el
mandato del sultán. Era de noche y el lugar estaba
a oscuras, y no tomaron la precaución de llevar
lámparas con ellos. De modo que decidieron
conocerlo por medio del tacto.
Cada uno de ellos, con las prisas por ser el
primero en lanzar sus doctas explicaciones a la
gente palpó una parte distinta del elefante y una
vez creyó saber de qué se trataba aquel fenómeno
salió rápidamente a explicarlo.
– Ese animal es como una manguera –dijo
aquel que tocó la trompa.
– No, no es así –replicó el que había tocado
una oreja-. Es más bien como abanico.
– Ambos están locos –intervino el que sintió el
lomo del elefante-. Eso es como un trono.
– Los tres están mintiendo –espetó el que había
tocado una de las patas-. La única verdad es
que ese animal es como una columna.
– ¡Qué equivocados están todos ustedes! – Vociferó
el que tanteó uno de los colmillos–. Eso era
duro y afilado como una lanza.
– Que absurdo –expresó el que palpó la cola–.
Esa cosa es sólo como una cuerda parecida a
una serpiente con un plumero al final para espantar
moscas.
Y así comenzó una discusión acalorada entre
ellos, porque todos afirmaban ser poseedores
de la verdad y acusaban a los demás de locos o
mentirosos. Y cada uno decidió darle un nombre
distinto al elefante.
Rumí añade que si ellos hubieran llevado
una vela encendida (una conciencia iluminada),
no hubiesen tenido tantas diferencias
de opinión entre ellos, ya que bajo la luz de
la vela hubiesen podido contemplar directamente
la forma completa del elefante.
Reflexión: Tal es el condicionamiento cultural
de la inmensa mayoría de la humanidad que, en
una discusión, sobre el tema que sea, muy pocas veces
nos paramos a pensar que nuestro interlocutor
puede poseer una parte de razón y nosotros otra y
en vez de tratar de imponer nuestra parte, nuestro
punto de vista a toda costa, lo mejor que podríamos
hacer es compartir.
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TU CONVERSACIÓN
INTERIOR CREA
TU MUNDO
Me motivó compartir este tema después de
haber visto la película “El ladrón de orquídeas”
donde claramente se muestra
esa conversación interior que solemos
tener sin evaluar las consecuencias.
En su comienzo, uno de los personajes
principales (lo representa el
actor Nicolas Cage) tiene esta conversación
interior:
¿Tengo un pensamiento original en mi
cabeza? ¿En mi cabeza calva? Quizás si
fuera más feliz no se me caería el pelo. La vida es
corta necesito aprovecharla al máximo. Hoy es el
primer día del resto de mi vida. Soy un cliché ambulante.
Necesito ir al doctor para que me vea la
pierna. Tengo un bulto. Volvió a llamar el dentista.
Tengo que ir. Si no pospusiera todo sería más feliz.
Me paso la vida sentado en mi… […] Debería volver
a correr 8 km al día. Pero esta vez en serio. O trepar
rocas. Necesito cambiar mi vida. ¿Qué necesito
hacer? Necesito enamorarme. Necesito tener una
novia. Necesito leer más, mejorarme a mí mismo.
¿Qué tal si aprendo ruso? O tocar un instrumento.
Podría hablar chino. Sería el guionista que habla
chino y toca el oboe. Sería genial. Debería llevar
el pelo corto… dejar de actuar
como si tuviera una
melena (el personaje tiene
algo de calvicie). Eso es patético. Debo ser yo y
actuar con confianza. Eso atrae a las mujeres. Los
hombres no necesitan ser atractivos. Pero eso no es
cierto hoy en día. Los hombres tienen presión casi
como las mujeres. ¿Por qué debo pedir disculpas
por mi existencia? Quizás es mi química cerebral.
Eso es lo que tengo, mala química. Todos mis problemas
y mi ansiedad vienen de un desequilibrio
químico… o de sinapsis descoordinadas. Necesito
ayuda. Pero aún así voy a ser feo. Eso no lo puedo
cambiar.
Cuando llegues al
fondo del pozo, dí:
Este es el comienzo
de mi ascensión.
Ituzaingó 407
Alejandro Jodorowsky
Espacio de Apoyo Anónimo
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ABRIL 2017 - AÑO 23 - Nº 261

En nuestra vida cotidiana reflexionamos
sobre lo que vivimos, lo que queremos realizar
y sobre las cosas que nos pasan.
La mayor parte de este diálogo es inconsciente.
Hemos aprendido a estar tan enfocados
afuera que generalmente no escuchamos
nuestra conversación interior.
Siempre estamos interactuando con esa
vocecita mental.
El diálogo que mantenemos en forma permanente
con nosotros, puede alimentarnos,
motivarnos, darnos vitalidad, empoderarnos,
como también debilitar nuestra autoestima,
culparnos, desvalorizarnos, restar motivación…
El pensamiento es creador, ya no hay duda
de esto.
Y generalmente los pensamientos se expresan
en palabras que son manifestadoras de
realidades.
ABRIL 2017 - AÑO 23 - Nº 261 19

Comprender el poder
de nuestra conversación
interior,
es empoderarnos en nuestra
vida.
Muchas veces un juicio sobre nosotros mismos
lo repetimos numerosas veces en forma
inconsciente.
Esto drena nuestra energía y hace que
atraigamos más situaciones que lo reafirman.
Sin darnos cuenta, nosotros fuimos los
creadores.
Esa vocecita que habla, es necesario escucharla
para examinar nuestros pensamientos.
La mayor parte de las cosas que nos decimos
no las estamos eligiendo, sólo repitiendo lo
que nos dijeron alguna vez nuestros padres,
maestros, amigos, autoridades…
Hacemos nuestro lo que no es nuestro.
Hoy podemos elegir qué decirnos, sabiendo
que será significativo en la creación de
nuestro mundo.
Como un árbol que tiene oculta sus raíces,
aquí lo oculto es la conversación interior que
dará lugar a las palabras, a los sentimientos,
a las acciones y veremos qué flores y frutos
manifestamos con ello.
No se ve, sin embargo en algún momento
se hará visible.
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ABRIL 2017 - AÑO 23 - Nº 261

Lo que nos decimos sobre la salud, el dinero,
nuestras relaciones, sobre nosotros mismos…
tiene EL PODER de fortalecernos o debilitarnos.
Conocemos que nuestro sistema inmunológico
tiene que defendernos permanentemente
de bacterias, virus… Sorprende saber
que las investigaciones médicas y científicas,
han concluido que el enemigo más temido
para el organismo no son los microbios, sino
los pensamientos y palabras de cada día.
Si ese diálogo interior siempre es a nuestro
favor, y esa vocecita no juzga ni critica sólo
habla amorosamente o nutriendo, el sistema
inmunológico se verá fortalecido.
La biología que lleva años investigando,
sabe hasta ahora que cuando se tiene un pensamiento
el cerebro produce sustancias que
afectan a la persona y lo que ésta siente, es la
producción y asimilación de sustancias llamadas
neuropéptidos.
Y se descubrió que en la membrana de cada
uno de los linfocitos que defienden el cuerpo
de bacterias, virus, hongos, parásitos… - de
toda ENFERMEDAD- hay un punto concreto
que recibe los neuropéptidos y es aquí donde
se pone inquietante. Al sistema inmune le
importa lo que pensamos. Esto significa que
nuestras conversaciones interiores lo afectan
tanto positiva como negativamente.
Conclusión: La respuesta del sistema inmune
está condicionada por nuestros pensamientos
y reacciona ante nuestro diálogo interior.
Sólo haz un pequeño ejercicio y así
aprenderás cómo salir de esa conversación
cuando no te afecta bien.
Observa sólo tu cuerpo y descubre qué sientes
(mandíbula apretada, tensión en los hombros,
dolor en el pecho…).
Luego qué estoy sintiendo (angustia, rabia,
impotencia, miedo, desesperanza…).
Continúa preguntándote qué me estoy diciendo
a mí mismo para sentir todo esto. Observa el
pensamiento.
Elige qué te podrías decir para sentirte mejor
(que soy una persona responsable, que muchas
cosas me han salido bien…).
Ahora qué cambio empiezo a sentir (evalúo).
Qué noto en mi cuerpo.
Podré constatar el cambio que se produce al
modificar la conversación interior.
Proponte cuando no te sientas bien, hacer el
proceso anterior para que fácilmente no te dejes
controlar por tu diálogo interior sino que tú tomes
el timón de tu barco.
Es necesario que cuides cómo piensas,
porque esto determina tus palabras,
tus actos, tus emociones…
y hasta crea tu MUNDO.
ABRIL 2017 - AÑO 23 - Nº 261 21

Una experiencia transformadora
Los dos dólares
Esta experiencia está narrada en el libro “Millonario en un minuto” de Mark Victor Hansen
y Robert Allen en el capítulo titulado “Las palabras transforman”.
“Chasquéate” con la goma del millonario
durante varios días cada vez que pienses
algo negativo. Luego fíjate en las palabras
que dices: la palabra hablada tiene un tremendo
impacto en tu realidad tanto externa
como interna. Las palabras tienen poder,
todo lo que dices acaba volviendo a ti como
un búmeran; de ahí que sea fundamental
usar bien las palabras.
Marshall Thurber, socio de una de las inmobiliarias
más prósperas de San Francisco,
contó un gran experimento que realizó con
su personal de la oficina.
“Toda mi organización se transformó de
inmediato con una medida que surgió de
una reunión semanal de lunes por la mañana,
de la empresa en pleno. En esta reunión
leí una página de un libro sobre la vida del
chamán indio americano Rolling Thunder”.
La gente tiene que hacerse responsable
de sus pensamientos, ha de aprender a
controlarlos. Sin duda no es fácil, pero se
puede. En primer lugar, si no deseas pensar
ciertas cosas, no las digas; igual que
no hay por qué comerse todo lo que uno
ve, tampoco hay por qué decir todo lo que
se piensa. Por eso hay que empezar por
vigilar nuestras palabras y hablar sólo
con un buen propósito en mente.
Al leer esta cita, todo el personal de Thurber
se comprometió a hablar sólo con un
buen propósito en mente: “Si decirlo no vale
para nada, me callo”. Según sus reglas, si se
sorprendía a alguien incumpliendo el precepto
de hablar con un buen propósito en
mente, el infractor tenía que echar dos dólares
en un frasco guardado en la oficina; y al
final del mes, el dinero del frasco se donaba
a obras benéficas.
El simple acto de echar dos dólares en un
frasco fue una experiencia que transformó
toda la empresa. Según Thurber, nada que
hubiera hecho antes o haya hecho después
ha tenido un impacto tan fuerte sobre un
grupo de personas.
Tómatelo como un reto: escoge bien las palabras,
no hables más que con un buen propósito
en mente. Si no vale para nada, no lo digas, si
te sorprendes diciendo palabras que no sirven,
mete dos dólares en un frasco, y observa los
efectos en tu propia vida.
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ABRIL 2017 - AÑO 23 - Nº 261

Soltar
DA LUGAR
A LO
NUEVO
Soltar, dejar ir, es abrir un espacio para lo
nuevo, es liberar toda la energía ya densa para
renovarla, es dejar atrás lo habitual para experimentar
lo diferente…
Sí, esto nos llena de incertidumbre.
El miedo muchas veces nos paraliza logrando
aferrarnos más aún a lo que ya no tiene
sentido en nuestra vida.
Tienes relaciones que te impiden avanzar
en tu crecimiento? Hay más desencuentros
que encuentros?
Qué objetos ocupan un lugar y no cumplen
ninguna función?
Has evaluado tus hábitos o los repites por
costumbre?
Te dejas aprisionar por la rutina?
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Tu trabajo te enriquece, te da satisfacción
o no?
Guardas en tu corazón sentimientos que te
agobian, anclan, atormentan?
Como podrá llegar lo nuevo si los espacios
están ocupados?
Como pueden abrirse nuevos ciclos si no se
han cerrado los anteriores?
Soltar todo aquello que no nos produce
bienestar, que está detenido, que no tiene
sentido en nuestra evolución es abrirse para
que llegue todo aquello que renueva nuestra
energía y que nos haga sentir “vivos”.
“A veces el dejar ir es un acto
de mucho más poder que
defenderse o aferrarse”.
Eckkart Tolle
“Siempre me ha parecido espectacular
la caída de una hoja.
Las hojas no caen, se sueltan.
Siempre me ha parecido espectacular
la caída de una hoja. Ahora, sin embargo,
me doy cuenta que ninguna hoja “se cae”
sino que llegado el escenario del otoño inicia
la danza maravillosa del soltarse.
Cada hoja que se suelta es una invitación
a nuestra predisposición al desprendimiento.
Las hojas no caen, se desprenden en un
gesto supremo de generosidad y profundo
de sabiduría: la hoja que no se aferra
a la rama y se lanza al vacío del aire sabe
del latido profundo de una vida que está
Está bien respetarnos el miedo, la inseguridad
que nos provoca, la postergación… En algún
momento estaremos prontos para ir dejando
espacios vacíos y así prepararnos para
la renovación.
En este otoño que estamos disfrutando, la
naturaleza se ha coloreado de tonos naranjas,
amarillos y rojizos. Cada hoja que veo
desprenderse me recuerda la importancia de
soltar y la confianza que siento en que la primavera
llegará y ese vacío que mostrarán los
árboles en el invierno, se colmará de todo lo
nuevo en la primavera.
Comparto este otoñal texto del libro “La
Sabiduría de Vivir” de José María Toro , que
nos hará reflexionar profundamente.
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ABRIL 2017 - AÑO 23 - Nº 261

siempre en movimiento y en actitud de renovación.
La hoja que se suelta comprende
y acepta que el espacio vacío dejado
por ella es la matriz generosa que albergará
el brote de una nueva hoja.
La coreografía de las hojas soltándose
y abandonándose a la sinfonía del viento
traza un indecible canto de libertad y
supone una interpelación constante y
contundente para todos y cada uno de los
árboles humanos que somos nosotros.
Cada hoja al aire me está susurrando al
oído del alma ¡suéltate!, ¡entrégate!, ¡abandónate!
y ¡confía!.
Cada hoja que se desata queda unida
invisible y sutilmente a la brisa de su propia
entrega y libertad.
Con este gesto la hoja realiza su más
impresionante movimiento de creatividad
ya que con él está gestando el irrumpir de
una próxima primavera.
Reconozco y confieso públicamente,
ante este público de hojas moviéndose al
compás del aire de la mañana, que soy un
árbol al que le cuesta soltar muchas de sus
hojas.
Tengo miedo ante la incertidumbre del
nuevo brote.
¡Me siento tan cómodo tan seguro con
estas hojas predecibles, con estos hábitos
perennes, con estas conductas fijadas,
con estos pensamientos arraigados, con
este entorno ya conocido…
Quiero, en este tiempo, sumarme a esa
sabiduría, generosidad y belleza de las hojas
que “se dejan caer”.
Quiero lanzarme a ese abismo otoñal
que me sumerge en un auténtico espacio
de fe, de confianza, de esplendidez y de
entrega.
Sé que cuando soy yo quien se suelta,
desde su propia consciencia y libertad, el
desprenderse de la rama es mucho menos
doloroso y más hermoso. Sólo las hojas
que se resisten, que niegan lo obvio, que
se apegan, tendrán que ser arrancadas
por un viento mucho más agresivo e impetuoso
y caerán al suelo por el peso de su
propio dolor”.
RVO
INMOBILIARIA
Administración de propiedades
Martirené 1692 - Tel: 4567 2381
YOUNG – RIO NEGRO
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Niños del siglo XXI
“Lo que actualmente puede ser observado como imágenes
en las familias y las escuelas, puede ser considerado como una protesta
del alma humana: un protesta contra el mundo de los adultos.”
George Kulhewind
Estamos en el umbral de un cambio de era.
Tenemos la gran posibilidad de dar el salto a
un mundo más espiritual y armonioso. Los
niños necesitan que se cambie la forma de
educarlos, así como los adultos necesitamos
penetrar en el corazón de ellos para lograr una
comprensión más integral de la humanidad, y
de esa menar poder subir un escalón en nuestra
propia evolución.
La educación necesita un nuevo enfoque,
una nueva mirada para estar a la altura de las
necesidades que traen los niños del siglo XXI.
Es necesario integrar el arte, la espiritualidad y
la autodisciplina para que puedan desarrollarse
como seres humanos íntegros.
Debemos proveerlos de las herramientas necesarias
y generar un ambiente armonioso para
que puedan conectarse fluidamente con su propia
naturaleza y, a su vez, propiciarles el espacio
para crear sus propias realidades, conectándose
con su sabiduría interior.
Como padres o educadores debemos estar
abiertos para una comunicación real, escuchando
todas la voces, señales y puntos de vista para
lograr una apertura de conciencia. Los niños
nos exigen que elevemos los mecanismos familiares
y educativos, ya que debido a su agudiza-
da percepción, se dan cuenta exactamente del
instante en que se les miente, y les cuesta mucho
sobrellevarlo.
Ellos necesitan un ambiente amable, contenedor
y coherente, en el que dejemos de lado
los rótulos, las etiquetas y el doble mensaje. Esto
es beneficioso para ambas partes. También es
necesario que se los valore individualmente, ya
que cada uno tiene la posibilidad de ofrecer algo
diferente. Si les proporcionamos el espacio para
manifestar con libertad su individualidad e integrarla
en lo grupal, podremos enriquecernos
mutuamente.
Como los padres ejercen una influencia, deben
ser sumamente honestos, no mentirles ni
ocultar su vulnerabilidad. Mostrarles honestamente
sus partes fuertes como también sus
“Cuando hay una tormenta
los pajaritos se esconden,
pero las águilas
vuelan más alto”.
Gandhi
Espacio de Apoyo Anónimo
NO SOY EL RESULTADO
DE LO QUE ME PASA
SINO
EL RESULTADO DE
MIS DECISIONES.
Sthepen Covey
Espacio de Apoyo
Anónimo
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ABRIL 2017 - AÑO 23 - Nº 261

propios temores y, sobre todo, darles el ejemplo
de cómo se pueden sobrellevar y resolver las dificultades.
Hemos observado en muchos casos que niños
con problemas de conducta y agresividad
resultaron ser poseedores de una gran comprensión
sobre temas relacionados con lo espiritual,
o que tenían una gran conciencia ecológica
y humanitaria.
Pero para que esta sabiduría fluya, necesitamos
aprender a comunicarnos desde el corazón,
abriendo un espacio para el diálogo. Cada
persona es un ser único e irrepetible, pero el
antiguo paradigma busca encasillarla dentro
de un patrón de normalidad. Cuando el niño se
siente incomprendido se desvaloriza, y bloquea
sus dones naturales por miedo a ser diferente.
Esto genera un sentimiento de soledad y separación.
Como adultos les proyectamos todos
nuestros deseos, lo que nos gustaría que fueran.
Queremos que vean el mundo a través de
nuestros ojos y que disfruten de lo mismo que
nosotros, y a menudo les inculcamos nuestras
propias frustraciones. Lo que en realidad necesitan
es nuestra guía para desarrollar su propio
pensamiento y ser los arquitectos de su propia
realidad.
[…] Muchas veces nos preguntamos por qué
un niño, adolescente o joven ha llegado a desarrollar
conductas autodestructivas. Una persona,
antes de llegar a abusar de las drogas o el
alcohol seguramente ha dado innumerables señales
que no fueron tomadas en cuenta, ya sea
porque no pudimos o no quisimos verlas.
Los niños piden atención de la forma que pueden,
y somos nosotros los que debemos abrir
nuestro campo perceptivo para comprenderlos.
Ellos son esponjas energéticas y debemos ayudarlos
a expresarse, ya se verbalmente o a través
del arte, la pintura o la música. Esto les ayudará
a saber diferenciar dónde termina su energía y
dónde empieza la energía del ambiente, y a escuchar
su voz interior y sentirse plenos.
[…] Con la llegada de esta nueva era, debemos
plantearnos cuál es el lugar que ocupamos como
seres humanos. A causa del egoísmo, la intolerancia
y la incomprensión, hemos desarrollado
mecanismos para protegernos del dolor.
Psicogra a de Benjamin Solari Parravicini
Ha llegado el momento de desprendernos de
tales mecanismos que no son sanos para nosotros
mismos ni para los demás, y rescatar lo que
hemos aprendido a través de ellos.
La llegada de estos Niños nos mueve a hacer
una revisión de nuestra propia niñez, y nos da
la posibilidad de ser los artífices del cambio planetario.
Estamos aquí para relacionarnos, ayudarnos,
cuidarnos y comunicarnos. Junto a los
niños podremos transformarnos en servidores
de la humanidad, pero necesitamos conectarnos
con la humildad y la simpleza, ya que les hemos
dejado un mundo muy complejo Ellos son
los mensajeros del mañana y necesitan sentir la
libertad que proviene de la simplicidad.
[…] Muchas veces caemos en la trampa de
querer ayudarlos, como si conociéramos sus
verdaderas necesidades, y no nos damos cuenta
de que lo que necesitan de nosotros es simplemente
cuidado, confianza y contención.
No hay nada que les facilite más el cumplimiento
de su misión que nuestro propio cambio.
[…]
Fragmento extraído del libro Niños Indigo
de los autores Sandra Aisenberg
y Eduardo Melamud
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SUPLEMENTO EDUCATIVO PARA LA VIDA
AFRONTANDO ESTOS
TIEMPOS QUE VIVIMOS
“La Madre Tierra
y los seres humanos
han estado y están
en una metamofosis
evolutiva”.
Es un gran desafío lo que está viviendo la
Humanidad en estos tiempos.
Es un momento de la vida donde nos encontramos
en cruces de caminos, sin mapas
ni señales. Sólo podemos confiar.
Considero que será un tiempo histórico.
Los cambios de época o transformaciones
no son una novedad.
El último ocurrió hace más de 200 años,
cuando la Revolución Industrial condujo a
las sociedades desde el trabajo agrario hacia
el industrialismo, generando incerti-
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ABRIL 2017 - AÑO 23 - Nº 261

dumbre, discontinuidad, inestabilidad, desorientación,
inseguridad, perplejidad y, por
lo tanto, vulnerabilidad.
Ahora, tres revoluciones -sociocultural, tecnológica
y económica - están haciendo obsoleta
la época del industrialismo y forjando la
época del informacionalismo. Este proceso no
ocurre de forma clara ni sin contradicciones,
que son propias de un cambio de época porque
lo anterior trata de permanecer.
Algunos no hablan de cambio sino de metamorfosis
de la conciencia. Se siente algo
interior que quiere evolucionar al igual que
lo está haciendo nuestro Planeta.
Ya venimos sintiendo el cambio vertiginoso
y no dudamos que así seguirá.
Esto nos llena de ansiedad, nos atemoriza,
sentimos que perdemos el control.
También nos requiere de estar atentos a
lo que hay que transformar y encontrar las
nuevas oportunidades.
Esta época pide dejar atrás viejas formas
para abrirnos a lo nuevo.
Están conviviendo señales de agonía de
fin de ciclos, formas, estructuras y a la misma
vez vamos viendo surgir lo nuevo.
Hay una danza de ambas energías que en
algunos casos generan situaciones tumultuosas.
Sistemas de creencias van quedando atrás
que se han sostenido por generaciones y generaciones..
La apertura de conciencia es cada vez más
significativa en los seres humanos.
Se está necesitando andar nuevos caminos,
dejando de recorrer los que nos señalaron
nuestros padres, maestros y otras personas
que tomamos como referentes.
Muchas costumbres se vuelven obsoletas.
Podemos girar la cabeza para no ver los
acontecimientos pero habrá un momento
que habrá que mirarlos de frente.
ABRIL 2017 - AÑO 23 - Nº 261
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No hay duda de que esto nos repercute a
nivel físico, mental, emocional y social. La
metamorfosis es en todos los aspectos.
Comprender lo que está ocurriendo, saber
de qué maneras podemos afrontarlo
nos conduce a vivirlo con una mejor calidad
de vida.
Esto no sólo nos beneficia a nosotros, sino
a los otros y por añadidura a TODOS.
“La Tierra ostenta infinitas cicatrices de
origen humano: chatarra de todo tipo, paisajes
esfumados, acidificación de océanos,
sobrexplotación ictícola, desaparición de
masas forestales, deterioro de la capa de
ozono, agotamiento de flora y fauna, calentamiento
global, destrucción de los corales,
aberraciones biotecnológicas, acumulación
de armamentos apocalípticos,
metrópolis insalubres, virus implacables,
dispersión de desechos radiactivos, y acumulación
de plagas exterminadoras”
“Estamos en un momento evolutivo
culminante de la travesía sensible de
nuestra especie en el planeta Tierra, víspera
de un itinerario sin precedentes en
el hecho de “ser humanos”, o sea rumbo
al homo cosmicus, la siguiente epopeya
universal de nuestra sensibilidad psíquica.
No somos personas que a veces tenemos
experiencias espirituales, sino seres
espirituales implicados en experiencias
humanas. Quien lo entienda y asuma no
necesita más detalles. Una y muchas otras
verdades surgen de dicha percepción, en
el planeta entero, entre individuos sensibles
que se asumen como fundadores”
– Ludovica Squirru -
¿Qué está sucediendo?
Todo el mundo está convulsionado.
Ocurren hechos que nos sorprenden, inesperados
y en muchos casos no estamos ni
preparados para vivirlos.
Acontecimientos planetarios como inundaciones,
terremotos, tornados, volcanes
que entran en erupción, derrumbes… nos
sorprenden y afectan.
A nivel social hechos agresivos también
nos han impactado.
Se ha ido instalando un descreimiento y
duda con respecto a la política, economía,
religión, ciencia.
Lo que antes sostenía ahora ya no está
cumpliendo su rol.
Las estructuras se están cayendo y obliga
a construir nuevas formas.
Hechos que se ocultaban están saliendo a
la luz.
Fábricas, empresas, profesiones que por
un largo tiempo se sostuvieron hoy están requiriendo
cambios importantes.
También estos tiempos son mayormente
científicos. El siglo (XX) pasado experimentó
un extraordinario aumento del conocimiento
en todas las áreas de la ciencia y la
tecnología, desde la microbiología hasta la
astrofísica. Millones de páginas de literatura
científica y tecnológica son publicadas
cada año. Incluso los especialistas consideran
muy difícil mantenerse al frente ante
la acumulación de descubrimientos en sus
propias áreas. A gran velocidad avanzan los
descubrimientos científicos.
Cada vez más seres humanos se están responsabilizando
por sus actos sabiendo que
toda acción tiene su consecuencia.
La sensibilidad por la Madre Tierra y las
relaciones humanas va despertando. El nivel
de conciencia va en aumento.
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¿Cómo podemos acompañar
esta metamorfosis?
Aminorando el ritmo de vida, encontrando
espacios de silencio, contemplando la naturaleza.
Soltando lo que ya no tiene sentido
poseer. Consumiendo con responsabilidad.
Alimentándonos en forma sana. Tener espacios
libres de tanto hacer.
Situarnos con frecuencia en el Aquí y Ahora.
No distraernos en el pasado y el futuro. Disfrutar
el momento. Realizar los actos diarios
y hábitos con conciencia. Caminar, conducir y
otras actividades estando en el presente.
Como formamos parte de un ser vivo mayor
como lo es la Tierra es hora de respetarla y cuidarla
agradeciéndonos todo lo que nos da.
Es importante comprender que cada época
tiene sus desafíos y es perfecta para lo que
hay que experimentar, crecer y evolucionar.
Por eso estos cambios de estos tiempos
también son Perfectos.
Como la oruga que en su transformación
va aceptando todo lo que va sucediendo.
El viejo tiempo es tan perfecto como el
que está viniendo.
En medio de la turbulencia mantenernos
en el centro como en un huracán que en su
“ojo” hay paz, quietud, calma y serenidad
aunque sea en medio del torbellino.
Que las acciones provengan más del corazón.
Desarrollar la confianza para que no anide
en el corazón la inseguridad, la crítica, el
miedo.
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En lo personal
También ocurren situaciones de crisis
personales, familiares, sociales al estar todo
más convulsionado.
Situaciones en que las parejas se separan,
crisis existenciales, relaciones tóxicas que necesitan
sanarse, violencia de género, dificultad
con los adolescentes por no aceptar los límites,
los niños que no son compatibles con la educación
que se imparte, las adicciones, personas
que cesan en sus trabajos después de un largo
tiempo que permanecieron en ellos…
Muchas cosas requieren una transformación
y se necesita ya.
¿Cómo afrontar estos retos?
Podemos decir que los tiempos pasados
fueron mejor, pero lo cierto es que cada época
ha enfrentado sus propios retos y a nosotros
no han tocado estos.
Frente a una situación conflictiva la forma
de actuar primera es reconocerla, no ignorarla.
“Aceptar es librarse de
anticuadas
formas de ser que ya no sirven”.
Después de reconocer ya se puede transitar
el camino para resolverla.
La autoobservación y aceptación son dos
actitudes necesarias.
Otro aspecto fundamental es no luchar contra
la situación de crisis. Sabemos que al final
nos dejará un aprendizaje y sabremos encontrarle
el sentido que tiene.
*Puede que el instinto impulse a luchar
contra la crisis.
*Puede parecer que aceptar el cambio es
aceptar una derrota.
*Puede que se trate con todas las fuerzas de
hacer que la vida vuelva a su antiguo carril
La verdad es que:
no es posible controlar
los cambios.
Es importante cesar de luchar.
Es liberador y produce
mucho alivio.
La autoobservación nos permitirá reconocer
los sentimientos que tenemos con
respecto a la situación: ira, culpa, ansiedad,
desprotegido, amenazado, atemorizado,
perdido, tristeza…
*Los sentimientos son.
*No tienen lógica.
*No están ni bien ni mal. Simplemente
están ahí.
*Si los aceptamos, se quedan un tiempo y
luego se van.
Al observar lo que se piensa y se siente con
respecto a la situación a resolver nos vamos
adueñando de nosotros mismos para dar
pasos que nos acerquen a la solución. Hay
que cuidar al crítico interno que nos puede
menoscabar la energía positiva que estamos
necesitando. Es necesario darnos mensajes
positivos, motivadores…
Somos dueños
de nuestras decisiones,
y sólo dependerá de cada uno,
seguir un proceso de cambio.
Si nos encontramos culpando sepamos
que puede aliviarnos temporalmente pero
luego termina estancándonos. Corremos el
riesgo de caer en el papel de víctima. Y esto
nos resta empoderamiento.
Puede que necesitemos apoyo de otras
personas que aporten una visión diferente
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de la situación. Que escuchen, no juzguen,
despierten confianza, que sientan empatía
por lo que estamos viviendo.
Compartir nos permite a acceder a oportunidades
que están frente a nosotros pero
que los sentimientos no nos permiten ver.
Compartir despierta la creatividad en esa
interacción para encontrar de forma más
sencilla el bienestar nuevamente.
Finalmente en el momento que uno sienta
propicio es necesario comenzar a decidir y
accionar. Transitar ese camino que nos parece
el adecuado para resolver la situación
conflictiva. Sabiendo que también es posible
errar. Si no actuamos no llegaremos a ningún
lado. Sólo permaneceremos en el dolor.
Las situaciones no se resuelven por sí solas
ni al instante, y todos sabemos que lleva
un proceso y que se requiere de paciencia,
confianza y sintonizar con el fluir de la vida.
Las cinco etapas del cambio o
transformación
La negación: Cuesta aceptar la situación,
no se quiere ni hablar ni pensar en ello.
Las personas viajan grandes
distancias
para maravillarse de
las altas montañas,
de las enormes olas de
los mares,
de las largas trayectorias
de los ríos,
de la inmensidad del océano
y del movimiento de
las estrellas.
Y sin embargo ellas pasan
por sus propias vidas sin
maravillarse.
San Agustín
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La rabia: Cuando se empieza a aceptar
la situación que se está viviendo, el aturdimiento
da paso a una profunda ira. En
esta etapa resulta fácil culpar. Hay formas
de expresarla sin herirse a sí mismo ni a los
demás. La rabia es algo sano y natural si la
canalizamos positivamente.
El regateo: Si se cree en algo superior se trata
de negociar. Es en realidad un intento de
controlar el cambio o retrasar lo inevitable.
La tristeza y depresión: Toda situación
conflictiva o crisis significa que algo tiene
que finalizar para comenzar algo nuevo.
Que no será igual. Es un pérdida. En esta
etapa puede que se tenga poca energía a
nivel físico, emocional, mental y espiritual.
Pero a la noche siempre le sigue el día. Esto
no se vivirá eternamente.
La aceptación: Ya las cosas se empiezan
a ver de otra forma. Externamente todo es
igual pero interiormente uno se siente diferente.
Aceptación no equivale a derrota en
realidad es lo que nos empodera para resolver
la situación.
Nos gusta creer que controlamos
nuestras vidas, pero ¿hasta qué punto es
esto cierto?
No podemos controlar lo que los demás
piensan, sienten o hacen.
No podemos controlar los desastres
naturales ni los grandes eventos mundiales,
como una guerra o una recesión
económica.
Cada día ocurren, en el mundo que
nos rodea y en nuestro interior, cambios
que no podemos controlar.
En definitiva, nuestro control es pura
ilusión.
Lo que se siente en cada etapa es necesario
y valioso por duro que resulte. La única
salida es pasar por esto. Es un intenso proceso
que se va desplegando hasta alcanzar su
fin natural. No se puede saber de antemano
cuánto va a durar las etapas ni en qué orden
se sucederán. Se puede pasar por una y más
tarde volver nuevamente a ella.
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Estimados lectores:
El tiempo parece que se ha desvanecido cuando me encuentro
escribiendo nuevamente, recordando la vez que antes lo hice.
Por esta sensación de que se nos escapan entre los dedos las horas,
los minutos, los segundo, se convierte en algo muy valioso decidir
“qué hacer” en cada día de nuestras vidas.
Cuando la conciencia del momento huye a los recuerdos del pasado,
viaja al futuro, o la inconsciencia permite que otros (personas,
medios de comunicación, redes sociales…) dispongan de
nuestra vida, sólo nos queda vacío.
¿Qué es lo importante para nosotros?
La sensación de la brevedad de la vida se acentúa cada día.
“Pasaré sólo una vez por esta vida.
Por lo tanto, cualquier bien que pueda hacer
o cualquier bondad que pueda mostrar
hacia cualquier criatura,
la haré ahora, porque no pasaré
de nuevo por este camino.”
Étienne de Grellet
Cada vez que ofrecemos algo a los demás, una sensación de placer
nos inunda.
Una palabra, un conocimiento, una caricia, compartir,
dar contención…
Lo mismo ocurre cuando nos regalamos espacios para nutrir
nuestro interior. Es un tiempo vivido, un tiempo de
enriquecimiento personal.
Una lectura, una charla, una película, una experiencia de
aprendizaje…
Tú, sólo tú decides!!!
Este encuentro llena de regocijo mi interior y es el deseo que
también ustedes lo sientan en cada página.
Silvia Rodríguez Borges
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