Ruta Libre - Recorriendo El Salvador

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HAGAMOS
¡GRANDE
EL SALVADOR!
El Salvador, un país territorialmente pequeño. Un
país que ha enfrentado y enfrenta dificultades económicas,
sociales, políticas, etc. pero un país valiente,
con mucho por crecer y con mucho que ofrecer.
Un país ideal para hacer turismo.
Es común escuchar a los extranjeros decir que El Salvador
es el país de los 45 minutos, lo que lo vuelve un destino
perfecto para disfrutar de diferentes escenarios; en
un momento estas en la cuidad, disfrutando de la gastronomía
y de hoteles de nivel internacional, un momento
después puedes estar disfrutando de las playa, sol mar y
arena, surfeando en las mejores olas, playas ideales para
este deporte reconocidas a nivel mundial y terminar el
día en la montaña, o en el volcán, con un clima fresco y
con vistas espectaculares. Esa variedad hace al país un
gran destino.
En los últimos años el turismo se ha vuelto, para el
país uno de los pilares que sostiene la economía, que
más ingresos genera, y es que no cabe duda que la creación
del Ministerio de Turismo fortaleció su desarrollo,
su proyección y alcances. Esto aunado a la Policía de
Turismo volvió atractivas las actividades y despertó el
deseo de recorrer cada rincón del país y sentirse seguro.
La política que ha lanzado el gobierno de “Un Pueblo,
Un Producto” permite a los municipios de toda la región
destacar y mostrar las habilidades de sus pobladores.
Todo eso está muy bien, pero aquí viene la contraparte.
La seguridad, que ahora se esta viendo tan vulnerada
con los grupos delincuenciales armados, especializados
en terrorismo, y una política de seguridad que no está dando
los frutos deseados, aun cuando las autoridades se esmeran
en resaltar cifras positivas y hasta parecería que se niegan a
ver los peligros que cada habitante vive en sus zonas de residencia
o de trabajo.
de un asalto o un ataque armado es una posibilidad.
La inseguridad no es un tema que se vaya a erradicar en
un futuro próximo, es de imaginar que a este nivel al que
se ha llegado, tardará como mínimo una década en comenzar
a revertirse los efectos de la transculturización tras las
migraciones por el conflicto armado, la inequidad social y
el desempleo; pero apoyar las políticas positivas es un buen
paso inicial.
En este año preelectoral sería bueno
hacer un llamado a las fuerzas políticas
para exigir nuevas estrategias que
fortalezcan el empoderamiento de los
municipios, el crecimiento del turismo,
pero sobre todo la igualdad y equidad
de los pueblos, el respeto a sus riquezas
naturales y la seguridad para sus
habitantes. El turismo también se debe
defender desde las urnas, significa para
muchos sectores empleo y crecimiento
y para todo un país, desarrollo y
reconocimiento.
El Salvador es grande, y puede ser aún más grande, el día
en que sus pueblos, su gobierno y las demás instituciones
reconozcan su grandeza y se impulse de manera positiva, sin
explotar hasta devastar, sin generar inequidad y valorando
cada riqueza cultural que puede ofrecer.
Es una lástima que al planear un paseo con familiares o
amigos deba ponerse en perspectiva la situación de seguridad
de cada lugar, ya no se puede visitar un municipio como
Panchimalco, o la playa San diego en La Libertad, o bien El
Llano del Muerto en Morazán, solo por mencionar algunos,
sin antes conocer si ahí hay dominio de alguna pandilla, si
no se registran a menudo asaltos o asesinatos. Aun visitar un
centro comercial pude volverse un riesgo, ser víctima de un