Una Apuesta A La Vida N° 264

Son esas personas que si ven reírse un
grupo de gente a su alrededor, piensan que
se están burlando de ellos, aunque no tenga
nada que ver.
En estos casos se ha entregado el poder de
la vida a otros.
Para trascender esto, hay que comprender
que ante cualquier comentario o actitud, se
puede elegir cómo reaccionar. O se entrega
el poder a otros o la persona se empodera.
La emoción de vergüenza es normal, todo
el mundo la experimenta en algún momento
en su vida y es imposible hacerla desaparecer
del todo. Lo que hay que aprender es a reducir
su intensidad, para que no paralice, ni haga
perder cosas importantes en la vida.
Sugerencias para superar la vergüenza:
Compartir lo que se siente. Hablar sobre
las emociones es una manera de gestionarlas
mejor. Cuando se comparte se va teniendo
una mejor visión de la situación y se valora
en su justa medida sin exageración.
Desinhibirse. Hay personas que sienten
vergüenza hasta por lo más insignificante.
En estos casos es conveniente realizar actividades
que ayuden a trascender ese miedo
al ridículo como el teatro o la risoterapia.
Otra opción es hacer alguna terapia ya
que la vergüenza es muy limitante.
Aceptación. Es un sentir humano. Aceptarla
hace que pase con mayor rapidez. Observarse
en lo que se siente, es poner distancia
a las emociones y ser más amable consigo
mismo.
La vergüenza es una sensación
desestabilizadora
que si no se trasciende
puede convertirse
en el encarcelamiento
dentro de uno mismo.
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JUNIO 2017 - AÑO 23 - Nº 263