infancia y salud
noviembre diciembre 2017
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Concluyendo…
Tanto pediatras como psicólogos infantiles
hacen hincapié en la importancia de que niños
y niñas pasen tiempo al aire libre, al menos
una hora al día en espacios abiertos, ya que
está demostrado que les ayuda a aumentar su
bienestar físico y emocional. No necesitan
grandes cosas para crecer sanos y felices, basta
con que los adultos –padres, madres y educadores–
les proporcionemos el espacio y el clima
adecuados.
Por todo ello, es importante que demos al
recreo la importancia que se merece, destinándole
el tiempo necesario y convirtiendo el
patio en un espacio lo suficientemente estimulante.
Son muchos los maestros que opinan que el
recreo debería ser parte del currículo. No hemos
de caer en la tentación de considerarlo un premio,
ya que es mucho más que eso. Los niños y
las niñas deben tener la oportunidad de salir a
la calle, de airearse. No es momento de quedarse
terminando las tareas pendientes. A su vez, el
patio nos proporciona una información muy
valiosa a los maestros, información que debe ser
aprovechada, ya que es el único espacio del centro
educativo en donde se puede observar cómo
actúan los niños de forma real.
Tal y como cuidamos el interior de los centros
educativos, también deberíamos cuidar el
exterior, repensar los patios y transformarlos
para que sean estimuladores del juego, ofreciendo
a cada etapa educativa la oportunidad
de jugar al aire libre en un espacio adaptado a
sus necesidades. Debemos ser especialmente
cuidadosos durante la primera etapa de la
vida, en la que se establecen las bases para
aprendizajes futuros, esa etapa en la que se
adquieren conocimientos, habilidades, capacidades
y competencias que determinarán lo
que serán en un futuro.
•
Arene Ruiz, psicóloga y maestra
de Educación Infantil.
Webgrafía
Tierra en las manos: www.tierraenlasmanos.com
El Nou Safareig:
https://elnousafareig.org/
Bosquescuela learning in nature:
http://bosquescuela.com/
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