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Lactopress Diciembre 2017

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la gran variabilidad de cinco mezclas de yogurt congelado basadas en diferentes especies de<br />

Bifidobacterium spp. durante 60 días de almacenamiento a -18 °C. Las cargas fueron los coeficientes<br />

de las variables originales de cada componente principal. El porcentaje de inercia y las variables<br />

correlacionadas para los ejes 1 y 2 se muestran en la Tabla 3. El eje 1 explicó el 55.08% de la inercia<br />

total. El eje 2 explicó el 21.27% de la inercia. Con respecto a las variables explicativas, la Figura 9<br />

muestra cuatro grupos de mezclas. El primer grupo incluía C + A y C + B, mientras que el segundo, el<br />

tercero y el cuarto grupo eran C, A + B y C + A + B, respectivamente, individualizados.<br />

CONCLUSIÓN<br />

La Bifidobacterium spp. puede crecer bien y tener la capacidad de soportar diferentes condiciones<br />

de acidez y bilis. Además, el yogurt congelado puede servir como un excelente vehículo para la<br />

incorporación dietética de bacterias probióticas. Por el contrario, el almacenamiento congelado<br />

de los productos tiene pocos efectos sobre la supervivencia de Bifidobacterium spp., Que son suficientes<br />

para ofrecer los efectos terapéuticos sugeridos. Se ha encontrado que la suplementación<br />

con Bifidobacterium spp. ejerce un pequeño efecto sobre el sabor o las características de composición<br />

del yogurt helado. Nuestro estudio anterior indicó que no hubo cambios significativos en la<br />

diferencia (p> 0.05) durante la adición de diferentes Bifidobacterium spp. en la evaluación fisioquímica<br />

o sensorial del yogurt congelado.<br />

REFERENCIAS<br />

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4. M. E. Sanders, F. Guarner, R. Guerrant et al., “An update on the use and investigation of probiotics in health<br />

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6. R. Tojo, A. Suarez, and M. G. Clemente, “Intestinal microbiota in health and disease: role of bifidobacteria in<br />

gut homeostasis,” World Journal of Gastroenterology, vol. 20, no. 41, pp. 15163–15176, 2014.<br />

7. P. H. P. Prasanna, A. S. Grandison, and D. Charalampopoulos, “Screening human intestinal Bifidobacterium<br />

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