Periódico nº 16 - Diciembre 2017.

Leemos. Nº 16
VISITAMOS
MÁGIA EN EL TEATRO GÓNGORA. 6º
La excursión al Teatro Góngora fue
muy entretenida y educativa porque
aprendimos que se puede viajar a la luna sin
tener medio de transporte: podemos viajar
mediante la imaginación.
Nuestro “viaje a la luna” empezó con
un círculo formado por distintos transportes
como un avión de papel o una paloma.
Nuestro amigo el mago nos puso un cohete
sobre el círculo y nos dijo que pensáramos
en nuestro número favorito del uno al quince
y que empezásemos a contar desde el
cohete hasta nuestro número. Entonces
empezaríamos a contar hasta nuestro
número. Después nos dijo que cambiásemos
de dirección en la que estábamos contando.
Puso un ejemplo en el que contó hasta el
número once y le tocó viajar en avión de
papel. A medida que los niños contábamos
iba eliminando los transportes hasta que
llegó a adivinar el transporte que habíamos
elegido; la mayoría de los presentes eligió el
avión de papel.
A continuación sacó a dos niños. A
uno de ellos le dio una cartera con 15
dólares. Entonces les dijo que contasen once
billetes en la mano del mago y los restantes
se los dio a otro niño.
El mago comenzó a contar los billetes
por si se había equivocado y , en efecto,
faltaba uno. Lo intentaron muchas veces, pero
siempre faltaba o sobraba uno.
Luego sacó a nuestro compañero de
clase, Iván, e hicieron una competición que
consistía en meter bolas de papel en una
papelera. Lo intentaron varias veces, pero no
lo conseguían. Iván estuvo a punto de encestar
la bola, pero el mago se lo impidió poniendo
una tabla de madera tapando la papelera.
Poco después el mago tuvo una idea, que
consistió en coger un secador de pelo, y, con el
aire de este, aunque les costó, consiguieron
meter la bola en la papelera. Cuando acabaron
el juego Iván tiró tres bolas de papel hacia el
público.
Los que cogieron las bolas salieron al
escenario. El mago le dijo a Víctor que pensara
en una carta de la baraja francesa y pensó en
el 3 de picas. El mago les pidió a los niños que
abrieran sus bolas de papel y cuando las
abrieron apareció la carta que Víctor había
pensado. Poco después los niños volvieron a
sus asientos, excepto Víctor. El mago le
preguntó que si llevaba dinero. Él rebuscó en
su bolsillo y sacó una moneda de 20 céntimos
a la que le hizo una marca. Entonces la tapó
con un pequeño trapo. El mago le pidió a
Víctor que cogiese la pecera que contenía un
ovillo de lana. Empezó a tirar de un extremo
del ovillo hasta llegar al final del teatro.(...)
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