REVISTA Nº 16 (Enero 2018)

“Padel, cars, ropa, menaje, ocio”
“No tenía ni idea que había una escuela Infantil”
Los vecinos encuestados, ya
en edad de jubilación y otros
sin trabajo, intentan evitar
las horas punta para salir y
entrar de La Cañada y pasar
por la zona industrial.
Alguno de los encuestado
usa el camino que hay junto
al instituto de la Cañada
que conecta con la segunda
fase y otros vecinos, si tienen
que acudir a Paterna o a la
ciudad de Valencia, intentan
evitar el polígono y van
por caminos paralelos.
Los vecinos se encuentran
satisfechos con los servicios
que le ofrece La Cañada
“y en ningún momento
me había planteado que
en el polígono se podía ir a
comprar ropa, jugar al
padel, ir al gimnasio o
ir a unos cars”, asegura
Martín, un vecino de unos
50 años de edad, y que vive
en la Cañada durante toda
su vida. “La verdad es que
de los años que llevo viviendo
aquí, poco uso le he dado
al polígono y además poco
nos hemos enterado de lo
que iban poniendo. Mi trabajo
estaba en Valencia y
únicamente venía a La Cañada
a dormir y pasar los
fines de semana. Entonces
utilizaba los servicios que
me prestaba mi barrio y si
no, siempre encontraba algo
por las inmediaciones de mi
trabajo. El polígono siempre
lo he intentado evitar
por las grandes retenciones
que se producen tanto dirección
Valencia como al
revés, aunque eso sólo pasa
en hora punta.
Aún así el 80% de los
encuestados sí usa el
polígono industrial
para ir al banco, al
concesionario de coches
o ir al taller a pedir
algún presupuesto.
Estos servicios son los que
están desde el principio, y
quizá por eso, la gente lo relaciona
sólo a ellos.
23