LIGHT! 001 | Gestión del agua mediante tecnologías fotónicas
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CALIDAD DEL AGUA<br />
AIMEN<br />
Sensores de fibra óptica<br />
Otro mecanismo de detección se basa en la<br />
interacción física <strong>del</strong> campo evanescente modal<br />
(presente en el transductor), con el bioreceptor<br />
(donde se produce un cambio <strong>del</strong><br />
índice de refracción). El campo evanescente se<br />
puede conseguir usando la reflexión total de<br />
luz, confinando la luz en el orden de la<br />
longitud de onda, excitando plasmones<br />
superficiales en metales, etc. El mecanismo<br />
interferométrico permite incrementar la<br />
sensibilidad de la señal.<br />
En el proyecto ACACIA se desarrolló, en colaboración<br />
con la USC, un sensor de tipo<br />
interferométrico bimodal para determinar<br />
pesticidas.<br />
En general, los biosensores presentan las<br />
ventajas de ser muy sensibles, específicos al<br />
analito, de tamaño muy reducido y de bajo<br />
coste. Combinados con una optoelectrónica y<br />
sistemas embebidos de control compactos, se<br />
convierten en sistemas de medida muy<br />
atractivos para campo, frente a los dispositivos<br />
de laboratorio convencionales.<br />
Los sensores de fibra óptica son una tecnología en<br />
la que tanto los sensores como los canales de<br />
comunicación son de fibra óptica. Por tanto, su<br />
funcionamiento consiste en medir los cambios<br />
producidos en la luz que se propaga por el interior<br />
de los sensores, que, a su vez, son sensibles a<br />
propiedades <strong>del</strong> medio en el que se encuentran.<br />
La fibra óptica de los sensores es <strong>del</strong> mismo tipo y<br />
características que la usada en las redes de<br />
comunicación terrestres de telefonía y datos. Son<br />
pequeños y ligeros (diámetro de 125 μm). Su<br />
composición, mayoritariamente sílice, los hace resistentes<br />
a entornos hostiles en un rango de<br />
temperatura entre 250 ºC y 1000 ºC y son inmunes<br />
a las perturbaciones eléctricas. Además,<br />
dadas las pocas pérdidas que sufre la luz al<br />
propagarse por la fibra óptica, permiten la<br />
posibilidad <strong>del</strong> sensado remoto, donde la distancia<br />
entre sensores puede llegar a trescientos<br />
kilómetros. Finalmente, una misma red puede<br />
albergar cientos de sensores simultáneos, dadas<br />
las propiedades de multiplexación de la fibra<br />
óptica.