Analisis del resultado del proceso de aprendizaje

Análisis del test de los estilos de aprendizaje
Los escenarios de aprendizaje que más de destacan en mi caso personal son la experimentación activa y la conceptualización
abstracta, con 45 y 40 puntos del test de Kolb correspondientemente. Estos dos escenarios sobresalientes de mi estilo de
aprendizaje los aplica mi cerebro automáticamente a mi actividad profesional en base diaria. Teniendo un background
profesional como chef, cada día me enfrento al reto de reproducir un plato deseado por mi comensal o que me propongo
hacer para ofrecer a mis clientes. Solo quiero un buen resultado. Si queda mejor me alegraré. Si queda peor, no me sentiré
orgulloso para nada. El talento para cocinar un delicioso platillo es tan sólo un ingrediente de todos los componente que hacen
un buen cocinero –sólo estoy hablando de juzgar a un buen cocinero según sus platos.
Las herramientas que yo uso a la hora de preparar una deliciosa paella son;
a) Los recuerdos, las experiencias pasadas. En aquel viaje a valencia cuando mi amigo Luis me recibió en su casa y bajo los
azahares en verano cocinamos esa paella en el mismo cacharro donde fue disfrutada, con un aroma delicioso a marisco y
azafrán, textura crocante en la parte del cucayo y más húmeda en la parte superior, un arroz de una calidad inigualable cocido
al dente. Todo conjugado correctamente con las especias (aroma) indicadas, los ingredientes (marisco, arroz bomba de la
familia japónica) y un vientecillo bajo la sombra de los azahares que con una copa de blanco frio hicieron mi día.
b) La dimensión del sabor. Es una teoría propuesta por mí en la que se establecen parámetros para la consecución de la
textura, sabor, aroma, y diferentes aspectos de la presentación de un platillo que sabe a lo que se supone que debe saber, a
eso se resume mi teoría de la dimensión del sabor: el mejor ingrediente para mi preparación, las especias adecuadas, la
temperatura apropiada, etc.
En conclusión la experimentación activa sobre un plato que quiero reproducir me lleva a recordar a qué sabe ese plato, qué
textura tiene, cuál es la temperatura de servicio, su ritual de servicio y otros aspectos culinarios sobre la preparación. Mientras
que la conceptualización abstracta de ese plato me lleva a pensar en la calidad de la materia que preciso, cómo la voy a
manipular, qué procesos le voy a aplicar, a qué técnica de cocción la voy a someter, a qué temperatura y en qué ambiente.
Entonces me sintetizo el resultado ideal y ahora tengo más claro a qué le apunto y qué ruta debo seguir para conseguirlo.