12.02.2018 Views

WILLIAMS, George H. (1979) La Reforma Radical, Harvard University, Massachusetts (1)

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

con el derecho común y no propiamente de acuerdo con la Biblia) a un seglar que en opinión de<br />

todos Í era extravagante, y que había repudiado también unos votos sacramentales, en su caso los<br />

del matrimonio, para casarse por segunda vez "dentro de la alianza" al hacerse anabaptista y al<br />

ver que la primera esposa se negaba a seguirlo en la alianza bautismal. A decir verdad, Frey<br />

acabó por ir mucho más allá de la cuestión concreta de tal (re)matrimonio dentro de la alianza, y<br />

propuso una teología bastante elaborada del matrimonio espiritual diciendo que éste era el medio<br />

de la redención, con lo cual les planteó a los magistrados y teólogos de Estrasburgo un problema<br />

particularmente engorroso; y, en vista de sus pretensiones mesiánicas, es ciertamente<br />

extraordinario que le hayan permitido expresarse con tanto detenimiento y hayan diferido toda<br />

acción contra él durante tanto tiempo.<br />

Dedicado al negocio de la peletería, y hermano de un concejal de la población de<br />

Rottenburg, Nicolás Frey, que anteriormente había tomado parte en la Guerra de los Campesinos,<br />

fue bautizado por un emisario procedente de Zurich y se hizo miembro del conventículo<br />

anabaptista que se reunía en Windsheim (cap. vni.2). Fue encarcelado y puesto más tarde en<br />

libertad, una vez que hubo abjurado de su separatismo, pero en su corazón seguía Fiel al nuevo<br />

movimiento. Durante algún tiempo se quedó en casa, muy atormentado, hablando con su esposa<br />

acerca de las cuestiones de la fe. Temeroso de nuevas persecuciones, abandonó prudentemente el<br />

lugar y se marchó a Nuremberg, adonde su mujer le envió ciento cincuenta florines de oro para<br />

ayudarlo en el destierro. Desde su posición de relativa seguridad, él le escribió suplicándole que<br />

se uniera a la alianza, que vendiera la casa y se trasladara a Nuremberg con los siete u ocho hijos<br />

que tenían. Después de algunas vacilaciones, sin duda de índole religiosa y práctica a la vez, ella<br />

se negó a seguirlo, y entonces, acusándolo de abandono de sus obligaciones domésticas, además<br />

de haber comprobado con claridad cada vez mayor lo dado que era Frey a las excentricidades<br />

religiosas, la comunidad anabaptista de Rottenburg-Windsheim decretó la excomunión contra él.<br />

En la residencia que poseía cerca de Bamberg el barón Jorge Pfersfelder, hombre favorablemente<br />

dispuesto para con el anabaptismo y para con la especulación espiritualista, Frey trabó<br />

conocimiento con la hermana del barón, que era viuda. Fue tal vez en estos momentos cuando la<br />

interpretación que hacía Frey de su propia misión, con especial referencia al matrimonio, sufrió<br />

una transformación extraordinaria, que nos hace pensar en el cósmico y redentor mesianismo<br />

andrógino de Guillermo Postel y de Paracelso (cf. infra, cap. xx).<br />

<strong>La</strong> dócil viuda, Isabel, corroborada por una visión nocturna, aceptó el camino de la<br />

Gelassenheit y se entregó en cuerpo y alma al carismático visionario. Frey llegó a considerar su<br />

unión espiritual con Isabel como un hecho de valor redentor para todos cuantos prestaran oídos<br />

al mensaje: que significaba. De manera un tanto oscura, relacionó a Isabel (llamándola la nueva<br />

María y la nueva Eva) y a sí mismo (llamándose una epifanía de: Cristo y la cabeza visible de la<br />

iglesia invisible) con la Trinidad, y de su^ visiones y oráculos decía que habían sido recibidos<br />

por él "en la Trinidad", Hizo la declaración, bastante incoherente en verdad, de que Isabel fue<br />

"virgen antes de su nacimiento, durante su nacimiento y después de su nacimiento" y, a<br />

consecuencia de ello, "madre de todos los creyentes" y "fundadora de la verdadera fe cristiana".<br />

Hasta tal extremo llegó Frey en su equiparación de Isabel con Eva y con María, que cuando<br />

Catalina, su, primera mujer, llegó a Nuremberg para sacarlo de allí, y la celosa Isabel le asestó un<br />

golpe en la cabeza a su rival, él dijo que este golpe era el que daba la nueva Eva a Satanás y sus<br />

engaños, y adujo el pasaje evangélico (Lucas, 14:26) en que Jesús aconseja dejar mujer e hijos<br />

para sancionar su entrada en "la alianza de Dios" simbolizada ahora, ya no por el bautismo, sino<br />

por el matrimonio espiritual.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!