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BENDER ManuaL By Luis Vallester

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<strong>By</strong> <strong>Luis</strong> <strong>Vallester</strong> "Valle <strong>Vallester</strong>"<br />

TEST GUESTÁLTICO VISOMOTOR 197<br />

A los 6 años ya es capaz de dibujar cuadrados cerrados y en posición oblicua, y hasta<br />

de representar relaciones de oblicuidad mediante dos redondeles entreabiertos, y un<br />

segmento de redondel en relación con otro. Puede hacer, asimismo, círculos tan pequeños<br />

que en verdad constituyen puntos y representan puntos en el espacio; y en consecuencia,<br />

le es posible reproducir de manera correcta las figuras A, 1, 4 y 5. Suele trazar también<br />

series verticales aisladas, u otras en sentido horizontal, por perseveración; o combinar<br />

varias de estas funciones en una determinada figura, de modo que no sólo es capaz de<br />

cruzar líneas sino también líneas onduladas. La Fig. 5 suele ofrecer otras variaciones: un<br />

círculo abierto hecho de pequeños puntos con un trazo oblicuo en la parte superior,<br />

etcétera.<br />

Después de los 7 años obsérvase un sólo progreso en lo que respecta a las relaciones<br />

de oblicuidad y al aumento de la capacidad combinatoria. Así, en la Fig. 2, el problema<br />

de formar una sucesión vertical de tres redondelitos en posición oblicua resulta una tarea<br />

difícil. Aun en los casos en que se la logra, nótase que el patrón total tiende a tomar una<br />

dirección oblicua, semejante a la de las series aludidas. Esto es muy frecuento a los 9<br />

años y, por lo general, solo cuando el niño llega a los 10 años es capaz de producir una<br />

perseveración dextrorsa horizontal de sucesiones oblicuas verticales compuestas por tres<br />

círculos. A los 11 años se le exige al niño que trace la Fig. 3 como una serie dextrorsa<br />

horizontal de ángulos obtusos de amplitud creciente, en lugar de dibujar los arcos<br />

concéntricos que emplean los niños menores. Sólo Los adultos no comunes son capaces<br />

de percibir las exactas relaciones espaciales existentes entre los puntos agrupados en<br />

pares de la Fig. 1.<br />

Las tablas y gráficos muestran la estandarización de los datos obtenidos. Permiten<br />

apreciar que a los 6 años el niño reproduce las Figs. A, 1, 4 y 5; a los 7, La Fig. 8; a los 8,<br />

La Fig. 6; a Los 10 años, las Figs. 2 y 7; a los 11, la Fig. 3; y sólo alrededor de un tercio<br />

de los adultos los puntos en pares de la Fig. 1.<br />

La Lámina 62 constituye una tabla resumen del tipo de respuestas según las edades.<br />

El porcentaje de niños capaces de dar el tipo de respuesta descrito, o de superarlo, se<br />

indica en el ángulo superior izquierdo de cada casillero. Dicha tabla puede utilizarse<br />

como una escala para determinar el nivel de maduración no sólo de los niños, sino de los<br />

adultos deficientes mentales, a quienes puede solicitárseles que dibujen estas figuras. En

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