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como la propuesta de su ministro del interior, Ignátiev, de crear una especie de parlamento,
conocido como Sobor, destituyendo al propio funcionario. Se cerraron periódicos, se
prohibieron libros, incluidos los de las grandes glorias de las letras contemporáneas rusas y de
autores europeos, y se establecieron estados de excepción en algunas provincias.
Por otro lado, el reinado de Alejandro III se caracterizó por una política de intensa rusificación
sobre las etnias y pueblos no rusos del imperio, es decir, la obligación a aprender y usar la
lengua y cultura rusas. La persecución a los judíos se hizo especialmente intensa con violentos
pogromos y prohibiciones.
En el último tercio del siglo XIX se desarrolló la oposición política al sistema zarista. En el seno
de la oposición se pueden establecer hasta cuatro grupos. En primer lugar, estarían los
liberales moderados, pertenecientes a la alta burguesía y a algunos miembros de la nobleza, y
que pretendían el desarrollo de los zemstvos, bajo su tutela. El liberalismo ruso tenía una
versión más progresista en el seno de la clase intelectual y pequeño burguesa, más afín al
liberalismo occidental. Sus protagonistas pretendían la creación de un verdadero parlamento y
que se caminase hacia una progresiva democratización del sistema político para evitar que
fuera desbordado por la revolución social.
Los populistas pretendían, por su parte, una vuelta al mundo rural y defendían la reforma
agraria para que los campesinos tuvieran tierra. Eran defensores de las esencias rusas frente a
las influencias occidentales. El movimiento se conoce como Narodnik. Un ala radical del mismo
–los nihilistas- optaron por la solución del terrorismo.
Por fin, el socialismo ruso se vinculó más hacia el mundo urbano e industrial, siguiendo los
principios del marxismo. Dicho pensamiento había sido introducido en Rusia por Plejánov.
Pero en el seno del socialismo ruso terminaron por establecerse dos grandes tendencias: una
más moderada, preocupada por conquistar primero la libertad política, y otra más radical,
dirigida por Lenin, partidaria de la revolución.
Auge de la economia
En el año de 1861, el zar Alejandro II abolió la servidumbre dando libertad a los campesinos
para que adquiriera su tierra, pero este proyecto fracaso y se realiza una reforma
agraria, al cual solo beneficiaba a los terratenientes dueños de los feudos
donde vivían los campesinos.
Luego de ser abolido el régimen de servidumbre, las grandes fábricas desplazan el trabajo
manual, se incrementa la extracción de minerales como
el carbón, hierro, petróleo, cobre y hulla: Se incrementa la población, la
mano de obra libre, la agricultura y la ganadería adquieren un carácter
mercantil. Para la explotación de la tierra se incrementa una serie de
tecnología que hace que los antiguos centros rurales se conviertan en un
conjunto de centros productores de grano y carne.
Este auge económico hace que surja de la sociedad Rusa una clase
denominada la gran burguesía. Se mejoran las vías de transporte y