Henua, o la invitación a contemplar A menudo en las call<strong>es</strong> y plazas de la vida, en los mar<strong>es</strong> y mont<strong>es</strong>, en poblado y d<strong>es</strong>ierto, <strong>no</strong>s asalta el d<strong>es</strong>eo acuciante de Contemplar; pero enseguida también la impotencia de <strong>no</strong> saber lograrlo. No r<strong>es</strong>ulta sencillo. No <strong>es</strong> algo que llevemos troquelado en los gen<strong>es</strong>. A lo largo de mil<strong>es</strong> de milenios nu<strong>es</strong>tra herramienta de supervivencia ha tenido dos filos para la adaptación: Moverse y Transformar. Explorar y Alterar. Buscar terre<strong>no</strong> nuevo, y amoldarlo a <strong>no</strong>sotros. Así ha sido, así <strong>es</strong>, y así será, valle tras valle, isla tras isla, planeta tras planeta. No somos ti<strong>es</strong>os álamos, anclados en <strong>un</strong> sitio y tirador<strong>es</strong> de hoja para asumir el frío. Hace diez mil años que somos abrumadoramente sedentarios, pero hace solo mil que poblamos los confin<strong>es</strong> de Henua, la Madre Tierra de los polin<strong>es</strong>ios; y <strong>es</strong> que tal vez se trate simplemente de <strong>un</strong> alto en el cami<strong>no</strong>, porque hemos sido nómadas durante dos millon<strong>es</strong>. Lo nu<strong>es</strong>tro <strong>es</strong> d<strong>es</strong>plazar<strong>no</strong>s, y convencer al <strong>es</strong>cenario <strong>no</strong>vedoso de que debe plegarse a nu<strong>es</strong>tra vol<strong>un</strong>tad. Sin embargo, en <strong>es</strong>ta <strong>es</strong>trategia inexorable surge <strong>un</strong>a fuerte paradoja. Nu<strong>es</strong>tra nec<strong>es</strong>idad vital de comprender por completo el entor<strong>no</strong> <strong>no</strong>s obliga a detener<strong>no</strong>s, a leer ciclos y caracter<strong>es</strong>, excepcion<strong>es</strong> y reglas, formas y tamaños, combinacion<strong>es</strong> y ritmos. Y así, al entenderlos a cabalidad, convertimos los territorios en paisaj<strong>es</strong>, y decidimos cuál<strong>es</strong> preferimos y de cuál<strong>es</strong> otros <strong>es</strong> mejor apartarse. En la <strong>no</strong>che de los tiempos, los aún frágil<strong>es</strong> e indefensos huma<strong>no</strong>s comenzamos a elegir, amar y proteger los lugar<strong>es</strong> cuyo aspecto <strong>no</strong>s prometía cobijo, agua, sustento, variedad. Hoy son muchas más las señal<strong>es</strong> que pueblan Henua, y mucho más diversas, y los indicador<strong>es</strong> de preferencia se han sofisticado; pero si algo ha seguido creciendo por encima de cualquier otra cosa, <strong>es</strong> nu<strong>es</strong>tra capacidad de interpretar. Nos fijamos en todo, y a todo atribuimos rostros, relacion<strong>es</strong>, valor<strong>es</strong>, propiedad<strong>es</strong>. Y entonc<strong>es</strong>, a la hora de seguir avanzando, de seguir transformando, r<strong>es</strong>urge, ¡oh, sorpr<strong>es</strong>a! la antigua contradicción. De repente nec<strong>es</strong>itamos, exigimos, las r<strong>es</strong>pu<strong>es</strong>tas del Contemplar. Nos va la vida en ello, porque sin dar<strong>no</strong>s cuenta, de tanto analizar, <strong>no</strong>s hemos asomado al alma de la sínt<strong>es</strong>is; queriendo medir, hemos r<strong>es</strong>catado el aliento de la primera impr<strong>es</strong>ión. Y si el ahogo <strong>es</strong>tá en la incertidumbre, el oxíge<strong>no</strong> <strong>es</strong>tá en dejar pasar, en sumergirse en lo avistado, en identificarse con el perfume de la brisa. Por <strong>un</strong>a vez (o a lo mejor por muchas) percibir inter<strong>es</strong>a más que hacer; Contemplar se torna más importante que Transformar. Contemplar se vuelve Arma de Construcción Masiva. El problema <strong>es</strong> que <strong>no</strong> hay costumbre de manejar la extraña energía que brota de <strong>es</strong>a abstención. Nos da vergüenza argumentar sentimiento, enamorar<strong>no</strong>s sin más del pa<strong>no</strong>rama. Pensamos que r<strong>es</strong>ultan nec<strong>es</strong>arias determinadas cualidad<strong>es</strong> que <strong>no</strong> tenemos (ni d<strong>es</strong>eamos alcanzar). Pero Contemplar <strong>es</strong> contagioso, y con <strong>un</strong> poco de suerte, en el periplo de <strong>es</strong>tas páginas puede emerger algún ejemplo, alg<strong>un</strong>a prueba de que <strong>no</strong> se requiere nada extraordinario. No hay nada que calcular, que juzgar, que comparar. No hay nada que cambiar. A vec<strong>es</strong> (para fort<strong>un</strong>a de los más reacios) <strong>no</strong> hay ni que detenerse. Basta con Estar. Porque permitir que la <strong>es</strong>encia del aire <strong>no</strong>s atravi<strong>es</strong>e el cuerpo y el <strong>es</strong>píritu, y <strong>no</strong>s rocíe y atalante con <strong>un</strong>as gotas de su bendita pluralidad, consiste solo en <strong>es</strong>o, en <strong>es</strong>tar dispu<strong>es</strong>to a que suceda. En cualquier alcoba, pasillo, o rincón de Henua, ante cualquier objeto de tertulia o de silencio, tiene cabida el prodigio impr<strong>es</strong>cindible de Contemplar. Disfrutémoslo. Sedentarios o nómadas, <strong>no</strong>s ayudará. 12 13
incertidumbr<strong>es</strong> 14 15
- Page 2 and 3: No es un Mundo Cualquiera conversac
- Page 4 and 5: Índice Henua, o la invitación a c
- Page 8 and 9: alfombra Cuando menos lo esperas, e
- Page 10 and 11: lapso En un punto cualquiera del ca
- Page 12 and 13: perspectiva Pensando en actuar por
- Page 14 and 15: fluctuación ¿Y si la esencia, el
- Page 16 and 17: peces “¿Hay peces en la noche?
- Page 18 and 19: piramidal ¿Qué mundo hemos armado
- Page 20 and 21: arid zona He soñado con un hallazg
- Page 22 and 23: ab urbe condita El Papa bajaba al m
- Page 24 and 25: derroteros 48 49
- Page 26 and 27: el momento Todo Presente -éste, si
- Page 28 and 29: usiness Si amenaza tempestad, no pa
- Page 30 and 31: igualdad Con agradable frecuencia s
- Page 32 and 33: éxodo …Y el dinosaurio cerró la
- Page 34 and 35: 1722 Guié una expedición al altar
- Page 36 and 37: cruzar Mirar a ambos lados, estar a
- Page 38 and 39: convócame 2 No me convoques en van
- Page 40 and 41: teitoso Hermano Oso, ermitaño del
- Page 42 and 43: filas Pretenden exigirnos que acuda
- Page 44 and 45: itzá Que los dioses nos pongan poc
- Page 46 and 47: 92 93 saludos
- Page 48 and 49: en todas partes Sobre la historia,
- Page 50 and 51: encuentro La Dama mira al viajero d
- Page 52 and 53: urgo El casco viejo de una ciudad d
- Page 54 and 55: onirilipsis 2 Estantiguas de venado
- Page 56 and 57:
onirilipsis 4 Presos del miedo lím
- Page 58 and 59:
onirilipsis 6 Gnomos y caballos jal
- Page 60 and 61:
lujos Tres son los lujos principale
- Page 62 and 63:
madera No se ha escrito suficiente
- Page 64 and 65:
equilibrios 128 129
- Page 66 and 67:
árbol enarbolado 1 Soy Árbol porq
- Page 68 and 69:
árbol enarbolado 3 No sé cómo ll
- Page 70 and 71:
menos mal que siempre nos quedarán
- Page 72 and 73:
un cachito de cambio climático En
- Page 74 and 75:
y de lo poco, poco Un pedazo de asa
- Page 76 and 77:
cañón Un grito hacia las alturas,
- Page 78 and 79:
grados ¿Qué hacer cuando incluso
- Page 80 and 81:
power 1 Identificar alamares con id
- Page 82 and 83:
sobre la arista Ser esférico es pr
- Page 84 and 85:
168 169