Revista Ejemplo 1

“ ” Florentino Pérez Raya Presidente del Consejo General de Enfermería Constantes vitales La salud de los niños es prioritaria Cuando se debatía la Ley Antitabaco, hace casi una década, recuerdo los ánimos encendidos de muchos fumadores ante lo que veían como un ataque hacia su persona y sus derechos. No iban a poder fumar en los restaurantes, en los bares, en las oficinas… Se creían víctimas de una persecución liberticida. Algunos —acorralados e irritados— insistían en que ellos eran dueños de su salud y si fumaban sólo se perjudicaban a sí mismos. Ese pueril argumento pasa por alto el hecho de que el humo de la combustión del cigarrillo y el que exhala tras cada aspiración era respirado por fumadores pasivos. Personas que no habían decidido fumar conscientes de que no quieren introducir en su organismo ninguna de las 250 sustancias nocivas —70 de ellas directamente cancerígenas— que contiene el tabaco. Además, muchos de ellos son niños, cuyo sistema respiratorio no está plenamente desarrollado y sobre el que el humo impacta con mucha más fuerza. Esta exposición temprana multiplica por cuatro el riesgo de sufrir cáncer de pulmón cuando lleguen a la edad adulta y también aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante. La Ley Antitabaco fue un hito en materia de salud pública en nuestro país, nadie puede negarlo. Sin embargo, desde hace varios años muchos colectivos sanitarios y entidades sociales clamaban por una laguna presente en esta regulación: el coche particular. No se puede fumar en los medios de transporte público, pero sí en el vehículo privado aunque viajen menores o embarazadas. Por nuestra responsabilidad como agentes de salud no podemos consentir ni un minuto más que no se tomen medidas para acabar con esta situación injusta para quien no ha elegido fumar y se ve obligado a respirar el humo acumulado en un habitáculo cerrado y pequeño. Algunos estudios revelan que en un viaje de cuatro horas con los padres fumando —en vacaciones, por ejemplo— el niño habrá inhalado el humo equivalente a ocho cigarrillos. Por todo ello hemos puesto en marcha la campaña Coche Sin Humo a la que espero que, como profesional comprometido con la salud de la sociedad, te sumes y ayudes a su difusión. Entre todos lo conseguiremos.