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Revista Microrrelatos 2018

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descubrió ser su verdad; real,<br />

Sonrió abriendo los ojos, mientras<br />

encontré el micrófono. Nadie sabía<br />

DESTINO Y<br />

MUERTE<br />

qué un micrófono? Recordé el<br />

¿Por<br />

de su fallecimiento y la motivación<br />

día<br />

a hacer lo que me gustaba.<br />

posterior<br />

lo que siempre me había<br />

Era<br />

inculcado. Me llevé el micrófono a<br />

POR MATEO HOMBRE GARCÍA, 4º<br />

casa y comprobé que no funcionaba.<br />

Tuve que llevarlo a arreglar. Tardó un<br />

ESO - IES RAMÓN MENÉNDEZ<br />

PIDAL<br />

par de semanas, pero funcionaba<br />

Aquel era un hombre normal, como<br />

perfectamente y con eso me bastaba.<br />

Siempre me ha gustado la música, y<br />

cualquiera de nuestra época. Se<br />

encontraba en el último albor de su<br />

siempre he odiado las peleas por la<br />

herencia. La gente se mueve por el<br />

vida y ella se encontraba frente a él<br />

con los ojos cerrados. Sabía de sobra<br />

dinero y propiedades. Siempre fui<br />

feliz, pero más ahora. ¿Qué mejor<br />

que aquella temible e inmutable loba<br />

legado que una herramienta para<br />

tenía un propósito. Él había vivido<br />

como cualquier hombre, como<br />

cualquier…<br />

ATADA<br />

toda su vida como cualquier persona,<br />

hacer lo que me gusta?<br />

Y sintió su mirada dentro de lo que<br />

POR SOFÍA SOBRINO ABEIJÓN, 4º<br />

ESO - IES RAMÓN MENÉNDEZ<br />

inmutable, y comprendió que era<br />

PIDAL<br />

suya.<br />

Cuando lo conocí, enseguida<br />

aquella bayoneta atravesaba su<br />

conectamos. Al principio yo era muy<br />

feliz: pensaba que al fin había<br />

pecho y su portador continuaba el<br />

avance bajo una bandera inexistente y<br />

encontrado a la persona adecuada.<br />

EL DÍA MÁS<br />

HERMOSO<br />

llena de felicidad. Pero, un día,<br />

vida<br />

la pata y todo cambió. Se volvió<br />

metí<br />

ya no era el de antes. Vivía<br />

violento,<br />

constante tensión. Me insultaba,<br />

en<br />

pegaba, me encerraba y me<br />

me<br />

una marea de finales.<br />

Me trataba genial, y me ofrecía una<br />

sometía a otros castigos. Y así hasta<br />

POR SARA GAGINO ALLO, 4º ESO<br />

hoy, que para mí es mi último día. No<br />

Y aquellas palabras fueron llevadas<br />

IES RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL<br />

por el viento junto con mi último<br />

supe defenderme, ya que en el fondo<br />

Aquel día fui elogiada, alabada. Fui<br />

una persona bella para todo el<br />

mundo, gente por todos lados reunida<br />

hablando de mi persona. Reunida por<br />

ápice de existencia.<br />

EL LEGADO<br />

sigo queriendo, lo que me provocó<br />

lo<br />

herida que me costará la vida, sin<br />

una<br />

que me acompañe en mis<br />

nadie<br />

momentos. Si simplemente<br />

últimos<br />

mí. Según sus palabras, aquel día fui<br />

POR JORGE TOSAR, 4º ESO<br />

fuera humana, hubiera tenido la<br />

alguien memorable, una gran<br />

IES RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL<br />

oportunidad de pedir auxilio. Pero mi<br />

persona.<br />

Entre los cajones y estanterías<br />

realidad es diferente: una perrita<br />

“Entonces fue un gran día”, pensará<br />

como yo debe ser fiel a su dueño.<br />

todo el mundo. Y así sería si no fuese<br />

por qué mi abuelo habría comprado<br />

porque las siguientes palabras de<br />

algo así. Mi abuelo era veterinario,<br />

aquel discurso que alguien me otorgó<br />

militar de oficio y pintor en sus ratos<br />

fueron: “Que en paz descanse”.<br />

libres.

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