Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
RAFAEL GARCÍA HERREROS<br />
En las propias<br />
entrañas<br />
Todas las tardes va el pescador a pescar en<br />
el mar. Durante el trabajo, se mantiene de<br />
pie, con el arpón en la mano, aguardando a que pase el<br />
pez que se lo ha de llevar hundido en las espaldas.<br />
El cuerpo del pescador, quemado a todos los soles,<br />
se destaca hermoso y fuerte sobre el rojo sangriento de<br />
las tardes. El pescador ignora absolutamente la espléndida<br />
silueta que forma sobre el horizonte su busto de acero<br />
bruñido. A él sólo le interesa su oficio. Cuando el viento<br />
sopla de la tierra al mar, se vuelve malhumorado a su<br />
casa, porque entonces no coge nada. Pero cuando la brisa<br />
viene del mar, entonces llega alegre al hogar, con sobra de<br />
ganancias para los gastos del día.<br />
Por la mañana, lleva lo pescado a la plaza y ahí lo<br />
vende al tendero. Después charla del mar y del tiempo<br />
con los amigos y a horas de mediodía vuelve a su casa, a<br />
almorzar y a preparar las redes y el arpón para la tarde.<br />
El otro día estaba un estudiante en la tienducha<br />
donde al arponero vende el pescado, leyendo un libro<br />
134