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TEC-17

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ciantes. ¿Pero qué sucede cuando se<br />

trata de vender candidatos electorales?<br />

“Han desarrollado estrategias brillantes<br />

de persuasión activa. Pero también<br />

han abierto la puerta a excesos que pueden<br />

dañar el interés público y la cultura<br />

política, debilitando la integridad de la<br />

democracia. En eso difiere la propaganda<br />

de precisión de la publicidad digital”,<br />

advierte Dipayan Ghosh. Es decir, lo<br />

peor que te puede pasar es que seas manipulado<br />

en tu modo de sentir, en tu<br />

visión política... y en tu voto. Y, contigo,<br />

millones de personas más.<br />

LA TÉCNICA DEL ENGAÑO<br />

Aunque parezca sorprendente, la desinformación<br />

es legal. Está protegida por la<br />

libertad de expresión; por eso es difícil<br />

de frenar. Lo que sí se puede parar son<br />

técnicas como el “Black Hat SEO”, diseñado<br />

para “engañar al algoritmo de<br />

búsqueda de Google y dominar las redes<br />

de búsqueda durante unas horas,<br />

antes de que Google corrija la distorsión.<br />

Es un arma crítica en el arsenal de<br />

propaganda de precisión”, explica Dipayan<br />

Ghosh. Es lo que también se conoce<br />

como manipulación estratégica de las<br />

páginas de resultados de los buscadores<br />

(SREP, por sus siglas en inglés).<br />

“Los resultados de búsqueda sobre<br />

temas de actualidad juegan un papel<br />

clave para dar forma a la opinión pública.<br />

Por eso, su manipulación es un<br />

peligro para la integridad del debate<br />

QUÉ<br />

SABEN<br />

DE TI<br />

político”, advierte Ghosh. Por ejemplo,<br />

cuando quieres enterarte de qué dijo tal<br />

candidato en su reciente aparición y lo<br />

googleas, el Black Hat SEO en acción<br />

puede hacer que los primeros puestos<br />

de resultados sean de páginas con información<br />

falsa o sesgada en contra de<br />

ese personaje en cuestión.<br />

Imagina que no te pasa sólo a ti. Imagina<br />

que esas noticias falsas están tan<br />

bien redactadas, resultan tan verosímiles<br />

y atractivas, que no sólo te las crees,<br />

sino que las compartes a tus amigos.<br />

Eso, multiplicado por millones. En menos<br />

de lo que tarda en cantar un gallo,<br />

ya se ha hecho viral. Aunque Google<br />

necesite 45 minutos para darse cuenta,<br />

reparar su buscador y hacer que los primeros<br />

puestos de resultados vuelvan a<br />

ser de medios de prensa confiables con<br />

la noticia contrastada y expuesta con<br />

objetividad, el daño a la imagen del candidato<br />

ya está hecho. Lo mismo ocurre<br />

si se pretende promocionarlo y decir<br />

maravillas de él que no son ciertas. En<br />

Rusia, por ejemplo, los cinco primeros<br />

puestos de resultados en las búsquedas<br />

sobre política suelen ser de webs patrocinadas<br />

por el Kremlin.<br />

La onda expansiva es inmensa, para<br />

empezar, porque Google es un buscador<br />

que emplea el 85 % de los internautas<br />

del mundo. Y porque los cinco primeros<br />

resultados de la búsqueda se llevan<br />

el 75 % del tráfico en la red. Y el primero<br />

se lleva 95 %. Por eso es tan peligroso el<br />

Black Hat SEO, un programa que confunde<br />

al buscador para que asigne a<br />

La clave está en el big<br />

data, “la huella que<br />

dejamos atrás en cada<br />

paso que damos en<br />

los medios digitales.<br />

Se estima que, por<br />

cada individuo de<br />

Estados Unidos, hay<br />

como 5,000 puntos de<br />

datos disponibles para<br />

el análisis”, señaló<br />

Martin Hilbert en una<br />

conferencia sobre<br />

democracia en la era<br />

digital, en Valparaíso,<br />

en 20<strong>17</strong>. Hay tanta<br />

información<br />

disponible de cada<br />

internauta, y<br />

tantísimos internautas<br />

en el mundo, que la<br />

suma de todo el big<br />

data es enorme. Para<br />

poner un poco de<br />

orden, clasificar y<br />

buscar lo que interesa,<br />

están los algoritmos<br />

de inteligencia<br />

artificial, que “extraen<br />

conocimiento del mar<br />

de información digital<br />

con procesos que<br />

encuentran patrones<br />

en los datos”. Estos<br />

algoritmos se<br />

alimentan de cada<br />

post que publicas,<br />

cada foto, cada<br />

opinión que tuiteas<br />

para ir dibujando tu<br />

perfil. También<br />

registran cada vez que<br />

das click en algo, cada<br />

búsqueda, cada vez<br />

que compartes algo,<br />

cada vez que inicias<br />

sesión... su misión es<br />

agrupar a los usuarios<br />

en segmentos de<br />

audiencia. También<br />

les dan de comer las<br />

cookies que, cada vez<br />

que visitas una web,<br />

quedan vinculadas a<br />

tu dispositivo como<br />

una especie de<br />

anzuelo, y siguen tus<br />

pasos por internet.<br />

Si son cookies de<br />

terceros, ni siquiera<br />

sabes a quién le llega<br />

la información de lo<br />

que has hecho, porque<br />

se cargaron en tu<br />

dispositivo desde una<br />

página A, pero actúan<br />

como espías para una<br />

página B que no<br />

conoces.<br />

MAYO / JUNIO 2018<br />

<strong>TEC</strong> REVIEW<br />

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