El Mundo Sobrenatural Mayo 2018 - La Expedición Desaparecida de Franklin

Pág in a 35
inculparles. Para ello, seleccionaron
minuciosamente el escenario y planificaron
al detalle cada uno de los acontecimientos
que debía tener lugar a lo
largo de aquel fin de semana, en busca
del crimen perfecto. Sin embargo, y
además, encajan dentro de los asesinos
de ipo instrumental-oportunista,
por su intención de obtener beneficio
económico de la vícima, usando para
tal fin un arma de oportunidad (una
navaja adquirida esa misma tarde,
pues Dominga ya había entregado la
canidad de dinero solicitada).
Tres días después de ser encontrado
el cadáver, José y Francisca
fueron detenidos en Valladolid. Él
mostró signos de abaimiento y, derrumbado,
confesó el crimen, mientras
ella se mantuvo aliva, sonriente, sarcásica
y fría. Fueron obligados a reconstruir
el crimen, para ser
condenados a pena de muerte y a
pagar una indemnización de 50.000
pesetas a los herederos de la vícima.
Posteriormente, ambas penas fueron
conmutadas por 30 años de privación
de libertad; se sabe que Francisca
murió al poco de recobrar la libertad,
mientras José rehízo su vida, conviriéndose
en un próspero empresario
de la construcción.
M E NTES C RI M INALES
“Seleccionaron minuciosamente
el
escenario y planificaron
al detalle
cada uno de los
acontecimientos
que debía tener
lugar a lo largo de
aquel fin de semana,
en busca del
crimen perfecto”
Fotograma de la película “Amantes”
dad, una especie de patrón general de
grandiosidad manifestado en su necesidad
de admiración y, por ende, de
falta de empaía. Solía exagerar sus logros
y capacidades a la hora de hablar
de su modo de vida y de su habilidad
para la estafa, mostrando una gran
preocupación por alcanzar el éxito, sin
importar cuánto costase alcanzarlo.
Francisca se creía una persona especial,
única, excesivamente pretenciosa,
arrogante y soberbia, lo que se manifestaba
en su expectaiva irrazonable
de ser ella la única desinataria de los
afectos de su amante, a sabiendas de
que éste tenía novia formal y que se
iba a casar. Solía burlarse coninuamente
de Dominga, aquella “cocinera”
o “fregona” que osaba a arrebatarle a
su amado, fiel reflejo de la envidia que
senía hacia ella, y se comportaba
como una explotadora en cuanto a lo
que senimientos se refiere: Francisca
uilizaba su experiencia sexual para
sacar provecho de su amante y consenesta,
con una gran capacidad para
menir y engañar, bastante impulsiva y
agresiva cuando las cosas no acontecían
tal y como había planeado: sus
celos de Dominga sacaban su cara sarcásica
y burlona, y siempre estaba dispuesta
a discuir. Despreocupada e
irresponsable, experimentaba una
gran ausencia de remordimientos y
empaía, indicada por su capacidad
para planificar un crimen al detalle y,
después, escenificarlo en el papel de
vícima. Se observa, por tanto, a una
mujer con un esquema de valores muy
diferente a los de la población general,
seguramente, crecida en un entorno
familiar diícil, con un encanto especial
y capaz de uilizar todo cuanto encontraba
a su alcance para saisfacer sus
deseos.
Además, y muy en consonancia
con el anterior, también se observan
en Francisca algunas señales de
Trastorno Narcisista de la Personali-
Por su parte, Francisca podía
padecer un Trastorno Anisocial de la
Personalidad, según los criterios diagnósicos
del DSM-5 (2003). Su trayectoria
vital reflejaba el fracaso a la hora
de adaptarse a las normas sociales por
lo que respecta al comportamiento
legal, pues el delito de estafa se había
converido en su modo de vida. Francisca
era, además, una persona desho-