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Revista-Ciencia Conocimiento Tecnología - N°99-

Revista N°99, del 30 de octubre al 12 de noviembre de 2009 “CIENCIA CONOCIMIENTO TECNOLOGIA”, revista quincenal. Editor responsable: Dr. Luis Eugenio Todd Pérez. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2008- 052311205700-102. Número de Certificado de Licitud de Título: No. 14158 Número de Certificado de Licitud de Contenido: No. 11731. Domicilio de la Publicación: Andes No. 2722 Col. Jardín Obispado, Monterrey, Nuevo León. Imprenta: Milenio Diario de Monterrey, S.A. de C.V., con domicilio en Ave. Avena No. 17 Col. Granja Sanitaria Ixtapalapa, Estado de México. Distribuidor: Milenio Diario de Monterrey, S.A. de C.V. con domicilio en Ave. Eugenio Garza Sada Sur No. 2245 Monterrey, Nuevo León.”

Revista N°99, del 30 de octubre
al 12 de noviembre de 2009
“CIENCIA CONOCIMIENTO
TECNOLOGIA”, revista quincenal.
Editor responsable: Dr. Luis
Eugenio Todd Pérez. Número de
Certificado de Reserva otorgado
por el Instituto Nacional del
Derecho de Autor: 04-2008-
052311205700-102. Número de
Certificado de Licitud de Título:
No. 14158
Número de Certificado de Licitud
de Contenido: No. 11731.
Domicilio de la Publicación: Andes
No. 2722 Col. Jardín Obispado,
Monterrey, Nuevo León.
Imprenta: Milenio Diario de
Monterrey, S.A. de C.V., con
domicilio en Ave. Avena No. 17
Col. Granja Sanitaria Ixtapalapa,
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Distribuidor: Milenio Diario
de Monterrey, S.A. de C.V. con
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Sada Sur No. 2245 Monterrey,
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LA CIENCIA DEL<br />

PSICÓPATA<br />

Directorio<br />

Gobernador Constitucional del<br />

Estado de Nuevo León<br />

Licenciado Rodrigo Medina de la Cruz<br />

Director General<br />

Doctor Luis Eugenio Todd<br />

Subdirector<br />

Licenciado Juan Roberto Zavala<br />

Director Editorial<br />

Félix Ramos Gamiño<br />

Educación<br />

Profesor Ismael Vidales Delgado<br />

<strong>Ciencia</strong>s Básicas y del Ambiente<br />

Doctor Juan Lauro Aguirre<br />

Desarrollo Urbano y Social<br />

Ingeniero Gabriel Todd<br />

<strong>Ciencia</strong>s Médicas<br />

Doctor David Gómez Almaguer<br />

<strong>Ciencia</strong>s Políticas y / o de<br />

Administración Pública<br />

Contador Público José<br />

Cárdenas Cavazos<br />

<strong>Ciencia</strong>s de la Comunicación<br />

Doctora Patricia Liliana Cerda Pérez<br />

La <strong>Ciencia</strong> es Cultura<br />

Licenciado Jorge Pedraza<br />

Educación Física y Deporte<br />

Doctor Óscar Salas Fraire<br />

Las Universidades y la <strong>Ciencia</strong><br />

Doctor Mario César<br />

Salinas Carmona<br />

Redacción<br />

Licenciado Carlos Joloy<br />

Diseño<br />

Lindsay Jiménez Espinosa<br />

Javier Estrada Ceja<br />

Arte Gráfico<br />

Arquitecto Rafael Adame Doria<br />

Circulación<br />

Profesor Oliverio Anaya Rodríguez<br />

Asistente Editorial<br />

Licenciada Edith Flores<br />

3<br />

4<br />

11<br />

15<br />

20<br />

24<br />

27<br />

31<br />

35<br />

39<br />

42<br />

Editorial<br />

Psicópata el uno por ciento de la población mundial<br />

LA CIENCIA DEL PSICÓPATA<br />

El lado oscuro de la personalidad<br />

Doctor Robert Hare<br />

El cerebro del psicópata<br />

Doctora Feggy Ostrosky<br />

Psicopatía y delincuencia<br />

Maestro Erick Gómez Tagle<br />

No soy un psicópata<br />

Maestro Rodrigo Soto<br />

Genética de la conducta psicópata<br />

Doctora María del Carmen Esmer<br />

Neuroimagen de la psicopatía<br />

Maestro Roberto Emmanuele Mercadillo Caballero<br />

Lesiones cerebrales y psicopatía<br />

Doctor José Alfonso Ontiveros Sánchez de la Barquera<br />

El psicópata ¿nace o se hace?<br />

Licenciado Mario Alberto Loredo Villa<br />

Bases cognitivo emocionales de la psicopatía<br />

Doctor Ernesto O. López Ramírez<br />

Comorbilidad del trastorno de personalidad antisocial<br />

(psicopatía)<br />

Doctor Daniel Ojeda Torres<br />

Doctor César González González<br />

Doctor Eduardo Ángel Madrigal de León<br />

45 Factores de riesgo en adolescentes para el desarrollo de<br />

psicopatía<br />

Doctor Mario Cáceres Vargas<br />

47 La conducta psicopática<br />

Doctor Javier Lugoleos Cano<br />

CONTENIDO<br />

Una de las características<br />

de los psicópatas, dice el<br />

doctor Robert Hare, es su<br />

falta de conciencia, su falta<br />

de remordimiento por<br />

dañar a sus semejantes,<br />

página 4; la psicopatía,<br />

sostiene la doctora Feggy<br />

Ostrosky, página 11, no<br />

es un trasstorno mental,<br />

sino un trastorno de la<br />

personalidad; en opinión<br />

del maestro Erick Gómez<br />

Tagle, página 15, muchos<br />

delincuentes padecen trastornos<br />

psíquicos, particularmente<br />

cuando se trata<br />

de delincuentes seriales o<br />

cuando actúan sin motivo<br />

aparente.<br />

Científicos ingleses –cita el<br />

maestro Rodrigo Soto- página<br />

20, han encontrado<br />

en sus investigaciones<br />

que psicópatas autores de<br />

asesinatos, de matanzas,<br />

de múltiples violaciones y<br />

estrangulamientos, entre<br />

otras barbaridades, tienen<br />

“baches” o lesiones en regiones<br />

críticas del cerebro;<br />

la conducta psicópata se<br />

caracteriza -sostiene la<br />

doctora María del Carmen<br />

Esmer-, página 24, por un<br />

daño severo a la capacidad<br />

afectiva, pero las manifestaciones<br />

y la magnitud de<br />

ellas son tan variadas, que<br />

probablemente no haya<br />

dos individuos psicópatas<br />

cuyos comportamientos<br />

anormales sean exactamente<br />

idénticos.


CONTENIDO<br />

LA CIENCIA DEL<br />

PSICÓPATA<br />

Consejo Editorial<br />

Presidente del Consejo<br />

de <strong>Ciencia</strong> y <strong>Tecnología</strong><br />

de Nuevo León<br />

Ingeniero Juan Antonio<br />

González Aréchiga<br />

N. L. Gob.<br />

Licenciado Eloy Garza<br />

Director del Programa Ciudad<br />

Internacional del <strong>Conocimiento</strong><br />

Ingeniero Jaime Parada Ávila<br />

CAINTRA<br />

Ingeniero Enrique Espino Barros<br />

Lozano<br />

ITESM<br />

M. C. Silvia Patricia Mora Castro<br />

UANL<br />

Doctor Mario César<br />

Salinas Carmona<br />

Doctora Diana Reséndez Pérez<br />

Doctor Alan Castillo Rodríguez<br />

Ingeniero Jorge Mercado Salas<br />

“CIENCIA CONOCIMIENTO<br />

TECNOLOGIA”, revista quincenal.<br />

Editor responsable: Dr. Luis<br />

Eugenio Todd Pérez. Número de<br />

Certificado de Reserva otorgado<br />

por el Instituto Nacional del<br />

Derecho de Autor: 04-2008-<br />

052311205700-102. Número de<br />

Certificado de Licitud de Título:<br />

No. 14158<br />

Número de Certificado de Licitud<br />

de Contenido: No. 11731.<br />

Domicilio de la Publicación: Andes<br />

No. 2722 Col. Jardín Obispado,<br />

Monterrey, Nuevo León.<br />

Imprenta: Milenio Diario de<br />

Monterrey, S.A. de C.V., con<br />

domicilio en Ave. Avena No. 17<br />

Col. Granja Sanitaria Ixtapalapa,<br />

Estado de México.<br />

Distribuidor: Milenio Diario<br />

de Monterrey, S.A. de C.V. con<br />

domicilio en Ave. Eugenio Garza<br />

Sada Sur No. 2245 Monterrey,<br />

Nuevo León.”<br />

Teléfonos en la redacción:<br />

8346 7351 y 8346 7499<br />

info@conocimientoenlinea.com<br />

51 La psicopatía y las adicciones<br />

Doctor Francisco Javier Rodríguez Lara<br />

54<br />

58<br />

61<br />

63<br />

65<br />

68<br />

70<br />

73<br />

78<br />

83<br />

84<br />

85<br />

86<br />

88<br />

El poder a través del psicópata<br />

Doctor Javier Lugoleos Cano<br />

Anomalía cerebral tras la conducta psicópata<br />

Horacio Salazar<br />

¿Serán los psicópatas los hombres del futuro?<br />

Profesor Ismael Vidales<br />

Psicópata el uno por ciento de la población mundial<br />

Doctora Patricia Liliana Cerda Pérez<br />

Causas o etiología familiar de la psicopatía<br />

Maestra Blanca Cecilia Martínez Núñez<br />

Tratamiento integral para la psicopatía<br />

Doctor José Castillo Ruiz<br />

Falla de los adolescentes ante las normas sociales de educación<br />

media superior<br />

Doctor Prisciliano de León Dávalos<br />

Aspectos legales de la pericial psicológica en el psicópata<br />

Maestro José Héctor Cuello Sepúlveda<br />

Jonrón<br />

Keith Raniere<br />

Participan los 20 planteles CECyTENL en el<br />

Concurso Estatal Cívico<br />

Celebra Nuevo León la Semana Nacional de<br />

<strong>Ciencia</strong> y <strong>Tecnología</strong><br />

Presentan el libro Metanfetaminas: lo que los<br />

padres deben saber<br />

Reconocimiento<br />

Licenciado Juan Roberto Zavala<br />

Las opiniones expresadas en los artículos son responsabilidad exclusiva de sus autores.<br />

Luce obra monumental de José Luis Cuevas en<br />

el Paseo Santa Lucía<br />

Portada<br />

La psicopatía, sostiene el<br />

maestro Roberto Mercadillo,<br />

página 27, se ubica en la categoría<br />

de Trastorno Antisocial<br />

de la Personalidad, que,<br />

según el Manual Diagnóstico<br />

y Estadístico de los Trastornos<br />

Mentales (DSM IV), se<br />

caracteriza por la ocurrencia<br />

de violaciones constantes de<br />

los derechos de los otros; Los<br />

pacientes con personalidad<br />

antisocial y los que exhiben<br />

conductas antisociales tienen<br />

una historia de conducta antisocial<br />

crónica y continua y de<br />

violación de los derechos de<br />

otros, asegura, página 31, el<br />

doctor José Alfonso Ontiveros.<br />

El maestro Mario Alberto<br />

Loredo, página 35, es enfático:<br />

“no podemos atender un<br />

trastorno únicamente en el<br />

presente del paciente, sino<br />

que tenemos que subirnos al<br />

tren y viajar hacia su pasado<br />

para escudriñar las heridas<br />

emocionales que se le infirieron<br />

y que en el momento actual<br />

le están causando un grave<br />

problema de adaptación. En<br />

el individuo psicópata, el reconocimiento<br />

de emociones<br />

negativas es deficiente o nulo,<br />

y el patrón de activación cerebral<br />

ligado al reconocimiento<br />

de emociones positivas es<br />

minimizado y diferente al de<br />

una persona típica, cita el doctor<br />

Ernesto O. López Ramírez,<br />

página 39.


EDITORIAL<br />

LA CIENCIA DEL<br />

PSICÓPATA<br />

Psicópata el uno por ciento<br />

de la población mundial<br />

Las psicopatías en general, y el psicópata en lo particular,<br />

resultan un tema extraordinariamente complejo,<br />

pues ambos tienen que ver con el alma, prototipo<br />

espiritual de la metafísica, de modo que darle<br />

un enfoque científico resulta extremadamente difícil y<br />

aventurado.<br />

Sin embargo, se trata de un tema intrínsecamente<br />

importante, dado que los padecimientos psicopáticos<br />

afectan a un amplio sector de la población de nuestro<br />

país, por la gran tendencia a la depresión y a la ansiedad<br />

que caracterizan a la sociedad moderna.<br />

Y si consideramos la situación mundial, nos daremos<br />

cuenta de que el problema adquiere visos de gravedad,<br />

puesto que, según estimaciones de estudiosos de<br />

irreprochable prestigio y de capacidad intelectual y<br />

científica a toda prueba, a una de cada cien personas se<br />

le puede aplicar –por las características anormales de<br />

su comportamiento- el calificativo de psicópata.<br />

Esta conducta anormal de los individuos en relación<br />

con el entorno cultural o las circunstancias, ha o-<br />

bligado a estudiar los motivos de este comportamiento,<br />

y por ello nació la ciencia de la psiquiatría, que trata<br />

de encontrar procesos reproducibles en las llamadas<br />

enfermedades de la mente y / o del espíritu. Y por eso<br />

tales padecimientos han sido englobados en el término<br />

psicopatología.<br />

Desde luego, el tratamiento de las psicopatías ha<br />

registrado una notable evolución histórica, a partir del<br />

abordaje religioso y metafísico o diabólico que en sus<br />

inicios se daba al proceso. Gradualmente hemos llegado<br />

a territorios más racionales y más objetivos –pero<br />

también más humanos- con el avance científico en esta<br />

disciplina<br />

Desde los estudios de Charcot sobre las mujeres<br />

histéricas, o el análisis del subconsciente de Freud,<br />

para la comprensión psicológica de los individuos,<br />

hasta las actuales investigaciones sobre patología cerebral,<br />

flujos vasculares o bioquímica del comportamiento<br />

humano, que culminaron con el brillante estudio de<br />

Cricks, Premio Nobel de Medicina, se ha dado un trato<br />

diferente a las llamadas enfermedades del alma y a las<br />

personas que las padecen.<br />

Como corolario de lo que aquí describen diferentes<br />

autores, con amplia experiencia y conocimiento del ser<br />

humano, así como de las enfermedades del alma y su<br />

tratamiento, podemos concluir que el psicópata de los<br />

tiempos modernos plantea uno de los más grandes<br />

retos a la civilización contemporánea, y que para tratarlo<br />

y procurar alivio a sus males, debemos buscar el<br />

“American<br />

Psycho”,<br />

Bret Easton<br />

Ellis<br />

faro luminoso de la paz espiritual y de la satisfacción<br />

comprometida con el deber cumplido de dar y<br />

de amar, que es la única acción que nos acerca a la<br />

esquiva musa de la felicidad, que siempre buscamos<br />

como fin primario y fin último de nuestra existencia.<br />

Los temas que se abordan en esta edición constituyen<br />

una síntesis de los esfuerzos que se realizan<br />

globalmente por darles tratamiento racional, con<br />

base en una metodología científica, a los afectados<br />

por patologías diversas; todo lo cual, sin embargo,<br />

no representa una verdad absoluta, porque, como señalamos<br />

nosotros en alguna ocasión, la psiquiatría<br />

ha llegado tarde a la bioquímica del comportamiento<br />

humano; de allí nuestra profunda decepción.<br />

Pienso, luego existo<br />

DESCARTES<br />

1596 a 1650<br />

Todavía hay, en el campo<br />

de las enfermedades<br />

–y de los enfermos- del<br />

alma, gran cantidad de<br />

experiencias y tratamientos<br />

sin base científica, pero a<br />

muchos médicos les falta<br />

humildad para reconocer la<br />

ignorancia en esta área


4<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

NOTA DE LA REDACCIÓN<br />

El lado oscuro<br />

de la personalidad<br />

Robert D. Hare<br />

Agradecemos las esmeradas gestiones de Bonny Berger,<br />

cónsul y delegada comercial en jefe del Consulado General<br />

de Canadá en Monterrey, quien estableció la comunicación<br />

con el Dr. Robert D. Hare para su participación en este<br />

número.<br />

Agradecemos también al propio doctor Hare, quien<br />

modificó y actualizó este artículo, para la <strong>Revista</strong> CIENCIA,<br />

CONOCIMIENTO, TECNOLOGÍA; y a la Fundación Banco<br />

Santander, de España, por permitirnos la utilización de la<br />

traducción al español de este texto del doctor Hare.<br />

Robert D. Hare<br />

Doctor en Psicología<br />

Universidad de British<br />

Columbia<br />

y Darkstone Research<br />

Group, Vancouver<br />

contact@hare.org<br />

www.hare.org<br />

1 Hare,2003a<br />

2 Silver, Mulvey<br />

y Monahan, 1999,<br />

p. 244<br />

En la película El último hombre, de 1996, Bruce Willis<br />

interpreta a John Smith, un asesino a sueldo muy<br />

aproximado a un psicópata. En una escena, Felina, interpretada<br />

por Karina Lombard, le dice: “Mi maldición es<br />

el miedo. ¿Cuál es la tuya?” Él responde: “Que no tengo<br />

conciencia”.<br />

¿Verían los psicópatas de la vida real esa cualidad<br />

genética como una maldición o como una bendición? ¿O la<br />

tratarían con absoluta indiferencia? No sabemos la respuesta,<br />

pero es claro que carecer de conciencia tiene sus ventajas<br />

y sus desventajas. Por un lado, nos permitiría ir por la<br />

vida sin ningún “bagaje emocional” y sin tener que preocuparnos<br />

por los sentimientos, el dolor y el bienestar de<br />

los demás. También nos facilitaría planear y realizar cosas<br />

que a la mayoría de la gente le resultarían imposibles o<br />

muy difíciles de hacer: engañar, manipular, intimidar, dañar,<br />

dominar y controlar a otros.<br />

El dolor físico y emocional infligido a otros no sería<br />

para nosotros causa de mayor preocupación; sino más<br />

bien un “trámite”, una consecuencia indirecta de lo que<br />

realmente importa: la consecución de los propios fines e<br />

intereses. Para algunos, una vida sin preocupaciones por<br />

los demás, sin sentir culpa, remordimientos, recriminaciones<br />

o vergüenza, sería muy satisfactoria, incluso una<br />

“bendición”. Por otro lado, no tener conciencia podría ser<br />

considerada como una prescripción para cometer actos<br />

antisociales y delictivos, incluidas la agresión y la violencia<br />

1 . En el peor de los casos, el individuo correría un gran<br />

riesgo de sufrir rechazo social y sanciones legales.<br />

Silver, Mulvey y Monahan (1999) han señalado que “las<br />

características distintivas de la psicopatía (…) establecen<br />

un vínculo conceptual directo entre la violencia y la psicopatía”<br />

2 . Este vínculo es el tema de este artículo.<br />

AGRESIÓN Y VIOLENCIA<br />

La agresividad y la violencia interpersonales son resultado<br />

de complejas interacciones de factores genético-biológicos,<br />

psicológicos, sociales y del entorno. Sabemos lo suficiente<br />

sobre las correlaciones sociales y ambientales de la<br />

violencia individual o de grupo para, al menos, proponer<br />

estrategias preventivas, siempre y cuando contemos con<br />

la presión de la opinión pública y de la voluntad política.<br />

Aún nos falta mucho por aprender sobre las raíces<br />

biológicas y psicológicas de la violencia humana y las<br />

complejas formas en que interactúan con las fuerzas sociales<br />

y de otro tipo. No obstante, los últimos avances en<br />

la genética del comportamiento, la investigación sobre la<br />

evolución del desarrollo de la agresividad hasta la edad<br />

adulta y las técnicas de neuroimagen están empezando a<br />

llenar las lagunas de nuestro conocimiento.


CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

5<br />

Puede ser que nunca tengamos una teoría unificada de la<br />

violencia. Sin embargo, creo que empezamos a vislumbrar<br />

los tímidos comienzos de lo que podría denominarse una<br />

“miniteoría” de la violencia predatoria humana, basada<br />

en las investigaciones clínicas y experimentales sobre la<br />

psicopatía. Podría argumentarse que buena parte de la<br />

agresividad y la violencia de los psicópatas es instrumental<br />

y se debe en la misma medida a su naturaleza y a las<br />

fuerzas sociales y ambientales que contribuyen a inducir<br />

la mayor parte de otros tipos de violencia.<br />

Antes de describir las últimas teorías e investigaciones<br />

sobre la psicopatía y la violencia, conviene señalar que<br />

la mayor parte de la gente se pregunta, con justa razón,<br />

por qué algunos individuos se<br />

muestran tan inclinados a la<br />

agresión, a la violencia y a la<br />

criminalidad. Pero otra forma<br />

de verlo sería preguntarnos<br />

por qué la mayoría de nosotros<br />

no encaja en esos comportamientos.<br />

¿Qué factores,<br />

procesos y fuerzas reprimen<br />

o inhiben a la mayoría de los<br />

seres humanos de infringir<br />

gravemente las normas y reglas<br />

sociales y jurídicas? Es<br />

evidente que las razones son<br />

complejas y diversas, pero<br />

abarcan las normas y los valores<br />

sociales y culturales comunes,<br />

la influencia de la familia,<br />

los amigos, las escuelas<br />

y los grupos de iguales, los<br />

modelos y el aprendizaje social,<br />

factores socioeconómicos<br />

y las creencias religiosas<br />

y filosóficas. Muchas de estas<br />

influencias en nuestras creencias,<br />

actitudes y comportamientos<br />

evidencian el hecho<br />

de que somos, por naturaleza,<br />

animales sociales.<br />

Existen también varios<br />

rasgos de personalidad que ayudan a establecer vínculos<br />

sociales y emocionales y a inhibir el comportamiento antisocial.<br />

Entre ellos, se encuentra la capacidad de sentir un<br />

conjunto normal de emociones como la empatía, el amor,<br />

el miedo, la culpa y el remordimiento. Sin esta capacidad,<br />

podremos adquirir un conocimiento cognitivo de las reglas<br />

y expectativas de la sociedad, pero careceremos de los<br />

componentes emocionales necesarios para la formación<br />

de conciencia y el desarrollo y observancia de comportamiento<br />

prosocial. Al parecer, las personas a quienes denominamos<br />

psicópatas carecen de, o tienen muy menguados,<br />

estos componentes emocionales.<br />

PSICOPATÍA<br />

Para la mayor parte de la gente, el término psicópata evoca<br />

la imagen de asesinos en serie, asesinos, violadores y otros<br />

criminales violentos. En parte esto se debe a la aparición<br />

de crímenes escandalosos en los medios de comunicación<br />

y el consiguiente, y a menudo compasivo, retrato de estos<br />

individuos en la televisión y el cine. Si bien es cierto<br />

que muchos de estos individuos tienen rasgos psicopáticos,<br />

los asesinatos y la violencia no son comportamientos<br />

exclusivos de los psicópatas, ni todos los psicópatas son<br />

asesinos o violentos. De hecho, podemos encontrar a muchos<br />

de ellos en los organismos empresariales, gubernamentales,<br />

militares y de otra clase. 3<br />

El concepto moderno de la psicopatía es el resultado<br />

de cientos de años de investigación clínica y especulaciones<br />

por parte de los psiquiatras y psicólogos europeos<br />

y norteamericanos. 4<br />

“La psicopatía fue el<br />

primer trastorno de<br />

personalidad que se<br />

identificó en la psiquiatría.<br />

El concepto tiene<br />

una larga tradición<br />

histórica y clínica y<br />

en la última década<br />

cada vez más investigaciones<br />

vienen a respaldar<br />

su validez” 5 .<br />

La psicopatía también<br />

se ha descrito como<br />

“el que puede ser más<br />

importante concepto<br />

forense de principios<br />

del siglo XXI; el<br />

único y más importante<br />

y útil constructo<br />

clínico descubierto<br />

hasta ahora para las<br />

políticas de justicia en<br />

el sistema de derecho<br />

penal 6 . Aunque la etiología,<br />

la dinámica y<br />

los límites conceptuales<br />

de este trastorno<br />

de la personalidad<br />

siguen siendo objeto<br />

de debate e investigación, existe una sólida tradición<br />

clínica y experimental con respecto a sus características<br />

afectivas, interpersonales y de comportamiento. Entre ellas,<br />

podemos hablar del engaño, la manipulación, la irresponsabilidad,<br />

la impulsividad, la búsqueda de estímulos, el<br />

poco autocontrol, la afectividad inapropiada o restringida,<br />

la carencia de empatía, culpa o remordimiento, la promiscuidad<br />

y un conjunto de comportamientos inmorales y<br />

antisociales.<br />

El concepto clínico de la psicopatía está comprendido<br />

y evaluado en la escala que contiene 20 características,<br />

Psychopathy Checklist-Revised (PCL-R) 7 o en las versiones<br />

posteriores u otros trabajos relacionados, como la escala<br />

de 12 características Psychopathy Checklist: Screening Version<br />

(PCL:SV), que he descrito en términos menos técnicos<br />

en Sin Conciencia 8 . Cada instrumento utiliza entrevistas e<br />

3- Babiak y Hare,<br />

2006<br />

4- Hervé, 2007;<br />

Patrick, 2006<br />

5- Millon, Simonsen,<br />

Birket-Smith y<br />

Davis, 1998, p. 28<br />

6-Hare, 1996<br />

7- Hare, 2003a;<br />

Moltó y Torrubia,<br />

2000


6<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

8- Hare, 2003b<br />

9- Frick y Marsee,<br />

2006; Lynam y<br />

Gudonis, 2005<br />

información colateral de archivos para señalar los elementos<br />

sobre la base de criterios explícitos. Los elementos<br />

de cada instrumento han sido agrupados en<br />

cuatro factores o dimensiones. Por ejemplo, las características<br />

contenidas en las distintas dimensiones<br />

del PCL:SV son: interpersonal (superficialidad, egocentrismo,<br />

tendencia a mentir); afectivo (ausencia de<br />

remordimiento, ausencia de empatía, no aceptar la responsabilidad<br />

de los propios actos); estilo de vida (impulsividad,<br />

ausencia de objetivos, irresponsabilidad) y<br />

antisocial (poco autocontrol, conducta antisocial en la<br />

adolescencia, conducta antisocial en la edad adulta).<br />

Cada una de las características se puntúa en una<br />

escala de tres calificaciones (0, 1, 2) en función del<br />

grado en el que se ajusten a un individuo. Las puntuaciones<br />

finales de la escala PCL-R oscilan entre 0 y<br />

40 y las de la escala PCL:SV, entre 0 y 24. En todos los<br />

casos, la puntuación refleja el grado en el que un individuo<br />

se acerca al psicópata prototípico.<br />

CARACTERÍSTICAS DE LA PSICOPATÍA<br />

La psicopatía no puede entenderse únicamente, ni tampoco<br />

principalmente, en términos de las influencias y<br />

fuerzas sociales y ambientales. Los factores genéticos<br />

contribuyen de manera significativa a la formación de<br />

los rasgos de la personalidad y el temperamento considerados<br />

fundamentales para la psicopatía. Los rasgos<br />

y comportamientos que definen la psicopatía en<br />

la edad adulta comienzan a manifestarse en los primeros<br />

años de la infancia 9 . Sin embargo la expresión del desorden<br />

a lo largo de la vida es producto de complejas interacciones<br />

de las pre-disposiciones biológico-temperamentales<br />

y de las fuerzas sociales.<br />

El uso de la tecnología de la neurociencia cognitivoafectiva<br />

y de neuroimagen han incrementado de manera<br />

notable nuestro conocimiento de la función que desempeñan<br />

las emociones en el desarrollo y el mantenimiento de<br />

la psicopatía.<br />

Existe nueva evidencia de que la psicopatía puede ser<br />

comprendida como parte de un modelo neural de cognición<br />

moral.<br />

La investigación mediante las técnicas de neuroimagen<br />

es demasiado amplia para abordarla aquí, pero sí pueden<br />

exponerse algunas conclusiones generales.<br />

En general, los descubrimientos son ampliamente consistentes<br />

con las proyecciones clínicas de los psicópatas<br />

como individuos sin profundidad o comprensión emocional,<br />

aparentemente asociadas con anomalías funcionales y<br />

estructurales (tal vez déficits) en las regiones del cerebro<br />

que intervienen en los procesos emocionales y en la integración<br />

de la cognición y la emoción. Ellos comprenden el<br />

significado cognitivo de un acontecimiento o experiencia<br />

mejor que su significado emocional. Para ellos lo que debería<br />

ser una experiencia emocional es apenas poco más<br />

que un acontecimiento cognitivo o intelectual.<br />

Ésta “pobreza” emocional es evidente (pero no exclusiva)


CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

7<br />

en su lenguaje, lo que da lugar a expresiones tales como:<br />

“saben la letra pero no la música” y “de las palabras sólo<br />

saben el significado que viene en el diccionario”. En cierto<br />

sentido se parecen al personaje Spock de la Guerra de las<br />

Galaxias, sólo que la falta de emociones de Spock no va<br />

acompañada por, o relacionada con una imposibilidad de<br />

adaptarse a las normas y expectativas sociales.<br />

Un modelo más general, propuesto por Newman 10 , indica<br />

que la psicopatía resulta de<br />

la imposibilidad de responder<br />

automáticamente a los impulsos<br />

que normalmente<br />

guiarían o modularían<br />

el comportamiento. Los<br />

modelos basados en la<br />

psicología evolutiva ven la<br />

psicopatía menos como un<br />

trastorno y más como una<br />

estrategia “oculta” evolucionada<br />

para transmitir el<br />

acervo genético 11 . Algunos<br />

investigadores describen y<br />

explican la psicopatía en términos<br />

de los meca-nismos<br />

y procesos psico- dinámicos<br />

12<br />

. Otros consideran que la<br />

psicopatía es una variante<br />

patológica de la personalidad<br />

normal 13 . Este último<br />

planteamiento concuerda<br />

con las pruebas más recientes<br />

que muestran que<br />

el PCL-R mide una construcción<br />

dimensional 14 , y que<br />

los rasgos psicopáticos están<br />

repartidos por toda la<br />

población general 15 .<br />

A pesar de la variedad<br />

de anomalías cognitivas y emocionales, la mayoría de las<br />

jurisdicciones consideran a los psicópatas legal y mentalmente<br />

sanos y en plena posesión de sus facultades. Comprenden<br />

las “reglas del juego”, pero deciden respetarlas o<br />

hacer caso omiso de ellas, en función de lo que se adecue<br />

mejor a sus propios intereses. Sin embargo, es posible que<br />

en el futuro próximo las cortes utilicen los descubrimientos<br />

de la neurociencia para determinar hasta qué punto los<br />

psicópatas son legalmente responsables de sus acciones.<br />

Éstas y otras consideraciones son objeto de importantes<br />

investigaciones y debates de parte de los científicos,<br />

juristas, moralistas y filósofos.<br />

PSICOPATÍA Y DELINCUENCIA<br />

En los últimos años se ha producido un cambio radical en<br />

la percepción y en el lugar que ocupa realmente la psicopatía<br />

en el sistema de derecho penal. Hasta ahora, la opinión<br />

generalizada era que los diagnósticos clínicos, como<br />

el de la psicopatía, eran de poca ayuda para entender y<br />

predecir los comportamientos delictivos. Sin embargo,<br />

muchas de las características importantes que inhiben<br />

el comportamiento antisocial, delictivo y violento (la empatía,<br />

los vínculos emocionales fuertes, el miedo al castigo<br />

o la culpa) no están presentes, o si lo están es de forma<br />

muy deficiente, en los psicópatas. Además, su egocentrismo,<br />

su vanidad, su necesidad de figurar, su impulsividad<br />

y su falta general de inhibiciones del comportamiento<br />

inevitablemente les provocan conflictos con la sociedad.<br />

Los psicópatas representan tan sólo el 1 por 100 de la población<br />

general, pero representan<br />

del 15 al 20 por ciento<br />

de la población penitenciaria.<br />

Les resulta fácil victimizar<br />

a los más vulnerables<br />

y emplear la intimidación y la<br />

violencia como herramientas<br />

para dominar y controlar a<br />

otros. Esta relación entre la<br />

psicopatía y el delito parece<br />

darse en hombres y mujeres,<br />

en distintos grupos étnicos<br />

y culturas y en contextos sociales,<br />

económicos y políticos<br />

diferentes.<br />

AGRESIVIDAD DEPREDA-<br />

DORA Y VIOLENCIA<br />

Muchas de las actitudes y<br />

los comportamientos de los<br />

psicópatas tienen un carácter<br />

depredador. Por ejemplo,<br />

Woodworth y Porter (2002)<br />

investigaron la relación entre<br />

la psicopatía y la naturaleza<br />

de los homicidios cometidos<br />

por varios agresores canadienses.<br />

Descubrieron que los<br />

crímenes cometidos por los<br />

psicópatas eran de naturaleza<br />

fundamentalmente instrumental (“a sangre fría”, sin<br />

despertar emociones o alterarse con especial intensidad),<br />

mientras que los cometidos por el resto de los agresores<br />

eran principalmente reactivos (muy alterados, “crímenes<br />

pasionales”, de reacción ante una amenaza).<br />

Esta violencia depredadora también se da en los<br />

maltratadores psicopáticos de sus parejas. Echeburúa y<br />

Fernández-Montalvo (2007) estudiaron a españoles que<br />

cumplían sentencia por una agresión grave contra su<br />

pareja. Describieron al maltratador psicopático como<br />

un “agresor a sangre fría que, sin muestras previas de<br />

inestabilidad emocional, agrede brutalmente, de forma<br />

cruel e insensible”. También descubrieron que este tipo<br />

de agresores tenía la misma probabilidad de matar a su<br />

pareja que otros maltratadores, un resultado que concuerda<br />

con los de otras investigaciones. La mayoría de los que<br />

mataron a sus parejas eran inestables emocionalmente,<br />

habían consumido drogas o alcohol o habían cometido la<br />

agresión en un ataque de ira o de celos (un crimen pasional).<br />

10- P. ej., Newman,<br />

Brinkley, Lorenz,<br />

Hiatt y MacCoon,<br />

2007<br />

11- Harris y Rice,<br />

2006<br />

12- Véase Kernberg,<br />

1984; Meloy y<br />

Shiva, en prensa<br />

13- Hicklin y<br />

Widiger, 2005<br />

14- Guay, Ruscio,<br />

Knight y Hare, en<br />

prensa<br />

15- Coid et al.,<br />

2007; Neumann y<br />

Hare, 2006


8<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

16- P. ej. véanse<br />

Monahan et al.,<br />

2001; Quinsey,<br />

Harris, Rice y<br />

Cormier, 1998<br />

17- Vease Hare,<br />

2003a, en prensa;<br />

Hervé y Yuille,<br />

2007; Monahan et<br />

al., 2001; Patrick,<br />

2006<br />

18- Harris, Rice y<br />

Camilleri, 2004, p.<br />

1070<br />

19- Harris, Rice y<br />

Camilleri, 2004, p.<br />

1072<br />

20- Harris y Rice,<br />

2006<br />

21- Wong y Hare,<br />

2005<br />

EL RIESGO DE DELINCUENCIA Y VIOLENCIA<br />

En otros trabajos se estudian en profundidad las teorías<br />

y metodologías de la evaluación del riesgo 16 . La última<br />

generación de métodos para evaluar el riesgo sustituye a<br />

los cálculos clínicos desestructurados que se empleaban<br />

anteriormente para hacer evaluaciones clínicas estructuradas<br />

o con conjuntos actuariales de variables derivados de<br />

la investigación experimental. Debido a su importancia en<br />

la evaluación del riesgo de la psicopatía, que las escalas<br />

PCL-R o PCL:SV se encargan de medir, se incluye en varios<br />

métodos clínicos estructurados y en métodos actuariales.<br />

Ofrecer una explicación detallada de la psicopatía en<br />

términos del riesgo de reincidencia y violencia excede los<br />

límites de este artículo 17 . Su relevancia como un importante<br />

factor de riesgo en la aparición de problemas en las<br />

instituciones, de reincidencia en general y de violencia en<br />

particular, está sobradamente demostrada. El valor predictivo<br />

de la psicopatía no sólo se aplica a los delincuentes<br />

varones adultos, sino también a las mujeres adultas, a los<br />

adolescentes y a los pacientes de la psiquiatría forense o<br />

civil. De hecho, en muchos casos la psicopatía es el mejor<br />

pronosticador de la reincidencia y la violencia.<br />

Harris, Rice y Camilleri observaron que incluso aunque<br />

la tasa base de psicopatía o de rasgos psicopáticos de una<br />

población sea relativamente baja, “los rasgos de personalidad<br />

asociados a la psicopatía se encuentran entre las causas<br />

más importantes de agresión” 18 . Además, señalaron<br />

que el hecho de que “la psicopatía sea un pronosticador<br />

tan sólido de la violencia en todas las poblaciones, sugiere<br />

que los rasgos de personalidad asociados al trastorno psicopático<br />

se encuentran entre sus causas más importantes” 19 ..<br />

AGRESORES SEXUALES<br />

En los últimos años se ha incrementado notablemente la<br />

atención pública y profesional prestada a los agresores<br />

sexuales, particularmente a aquellos que reinciden tras su<br />

puesta en libertad o la finalización de un tratamiento. Se<br />

ha admitido desde hace mucho tiempo que los agresores<br />

sexuales psicopáticos plantean problemas especiales a los<br />

terapeutas y el sistema de derecho penal. En general, la<br />

prevalencia de la psicopatía es mucho menor en los pederastas<br />

que en los violadores o en agresores con víctimas<br />

tanto infantiles como adultas.<br />

Quinsey, Rice y Harris (1995) concluyeron, a partir de<br />

su investigación, que la psicopatía funciona como pronosticador<br />

general de la reincidencia sexual y violenta. Las<br />

agresiones de los violadores psicopáticos no sólo suelen<br />

ser más violentas que las de otros agresores sexuales, sino<br />

que tienden a ser más sádicas también. En casos extremos,<br />

por ejemplo entre los asesinos en serie, la comorbilidad de<br />

la psicopatía y el sadismo es muy alta.<br />

Una de las combinaciones más fuertes que han revelado<br />

las últimas investigaciones sobre los agresores sexuales es<br />

la de la psicopatía asociada con las perversiones sexuales,<br />

definidas por una desviación del estímulo sexual, como<br />

con los niños o los impulsos de violación o de violencia no<br />

sexual. Los agresores que poseen esta combinación presentan<br />

un alto grado de riesgo de violencia sexual.<br />

TRATAMIENTO<br />

A diferencia de la mayor parte de los delincuentes, los<br />

psicópatas no ven nada malo en sus actitudes y comportamientos<br />

y sólo solicitan tratamiento cuando pueden utilizarlo<br />

en beneficio de sus intereses, para obtener la libertad<br />

provisional o condicional o cuando se les da a elegir<br />

entre ingresar en prisión o someterse a un programa de<br />

tratamiento comunitario.<br />

Los programas penitenciarios habituales no han demostrado<br />

ser muy eficaces con este tipo de personas, en<br />

especial los que tratan de desarrollar la empatía, la conciencia<br />

y las habilidades interpersonales. Es más, la terapia<br />

de grupo y los programas de terapia psicodinámica<br />

pueden ayudar a los psicópatas a perfeccionar los métodos<br />

para manipular, engañar y utilizar a las personas, pero<br />

sirven de poco para que se comprendan a sí mismos. Es<br />

difícil que los programas que no tienen en cuenta la naturaleza<br />

de los delincuentes psicópatas sean eficaces 20 .<br />

Eso no significa que las actitudes y los comportamientos<br />

de los delincuentes y pacientes psicópatas sean inmutables<br />

o que “no funcione nada”, tan sólo que los programas<br />

que son eficaces con la mayoría de los delincuentes<br />

no son útiles con los agresores psicópatas. En lugar de<br />

desanimarnos, deberíamos hacer un esfuerzo conjunto<br />

para diseñar procedimientos nuevos orientados específicamente<br />

a los delincuentes psicópatas. Ya se dispone de<br />

una amplia serie de directrices para elaborar un programa<br />

diseñado específicamente para tratar las psicopatías 21 .<br />

En resumen, proponemos que las técnicas de prevención de<br />

recaídas se integren con elementos de los mejores progra


CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

9<br />

mas penitenciarios cognitivo-conductuales disponibles. El<br />

programa no está tan enfocado al desarrollo de la empatía<br />

y la conciencia o en modificar la personalidad, sino a convencer<br />

a los participantes de que son los únicos responsables<br />

de su comportamiento y que pueden aprender formas más<br />

prosociales de utilizar sus puntos fuertes y habilidades<br />

para satisfacer sus necesidades y deseos.<br />

Implica, además, una supervisión y un control estricto,<br />

tanto en la institución como durante la reinserción en la<br />

sociedad. Naturalmente, un programa de este tipo sería<br />

muy costoso y muchos centros no dispondrán de los recursos<br />

para ponerlos en marcha. Todavía queda por ver si<br />

serán eficaces para moderar la naturaleza violenta de los<br />

psicópatas.<br />

PSICOPATÍA COLECTIVA<br />

La mayoría de las investigaciones sobre la psicopatía se<br />

basan en delincuentes o pacientes de la psiquiatría forense,<br />

en gran medida por la prevalencia relativamente alta<br />

de este trastorno en estas poblaciones y por la facilidad de<br />

acceso a los datos de archivo y la información complementaria<br />

para realizar evaluaciones fiables. Sin embargo,<br />

hace tiempo que se ha admitido que la psicopatía no se<br />

circunscribe exclusivamente a los delincuentes sentenciados.<br />

22 Existen varios trabajos acerca de las investigaciones<br />

recientes sobre la psicopatía y sus manifestaciones colectivas.<br />

23<br />

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Oliveira-Souza,<br />

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Hare, en prensa;<br />

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2006; Neumann y<br />

Hare, 2006


10<br />

la ciencia del psicópata<br />

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CONOCIMIENTO<br />

El cerebro del psicópata<br />

la ciencia del 11<br />

Ilustración: Víctor Powell<br />

Feggy Ostrosky-Solís<br />

El concepto de maldad y los seres que lo personifican<br />

ha sido objeto de fascinación a lo<br />

largo de la historia. Todos nos hemos creado<br />

una representación real o imaginaria de un psicópata.<br />

Algunos piensan en personajes de películas,<br />

como Hannibal Lecter, caracterizado por Anthony<br />

Hopkinks, en el Silencio de los inocentes; otros evocan<br />

a genocidas históricos, como Adolfo Hitler, o recrean<br />

la imagen de criminales más actuales y locales,<br />

como Juana Barraza Samperio, la “Mataviejitas”, cuyos<br />

crímenes provocan horror, desafío y al mismo tiempo<br />

despiertan nuestra más morbosa curiosidad. Pero también<br />

hay quienes relacionan el término con algunas personas<br />

con las que interactúan cotidianamente, como su<br />

jefe, su socio e, incluso, su pareja. Lo más sorprendente<br />

–y espeluznante—es que probablemente no están del<br />

todo equivocados.<br />

Aunque los psicópatas son personas muy trastornadas,<br />

no se puede afirmar que están “locos”, entendido<br />

el término en el sentido de no estar conectados con la<br />

realidad. Es decir, los psicópatas no presentan graves<br />

alteraciones en el pensamiento y la percepción, como<br />

pueden ser las alucinaciones y los pensamientos alterados<br />

que caracterizan a los esquizofrénicos. De tal<br />

manera, una primera e importante generalización es<br />

señalar que la psicopatía no es un trastorno mental,<br />

sino un trastorno de la personalidad.<br />

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD<br />

La personalidad es nuestra manera de ser. La psicopatía<br />

es una forma de actuar en el mundo. Los trastornos de<br />

la personalidad son esquemas de comportamiento y relación<br />

con el ambiente, relativamente fijos, inflexibles y,<br />

lo más importante, socialmente inadaptables, lo que in<br />

Doctora Feggy<br />

Ostrosky-Solís<br />

Directora del<br />

Laboratorio<br />

de Neuropsicología<br />

y Psicofisiología<br />

Facultad de<br />

Psicología<br />

Universidad<br />

Nacional Autónoma<br />

de México<br />

feggyostrosky@<br />

gmail.com


12y77.indd 1<br />

12<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

volucra una gran diversidad de situaciones. Los psicópatas<br />

pueden ser personas aparentemente normales, lo que<br />

los convierte en una amenaza psicológica para quienes se<br />

relacionan con ellos. Su frialdad, egoísmo y falsedad corroen<br />

sus relaciones sociales a todos los niveles. A pesar de<br />

estas características, pueden actuar con un gran encanto<br />

superficial que, aunado a su flexibilidad moral, y falta de<br />

remordimiento, les permite ser muy exitosos en la sociedad.<br />

El trastorno de personalidad que padecen los psicópatas<br />

se manifiesta en tres cauces a la vez: en sus relaciones<br />

con los demás, en su afectividad y en su conducta.<br />

En el primero de ellos, los psicópatas tienden a<br />

manipular y a engañar a los demás. En lo afectivo, adolecen<br />

de empatía: son incapaces de ponerse en el lugar<br />

del otro. En cuanto a la conducta, presentan un comportamiento<br />

antisocial.<br />

Doctor Hannibal Lecter.<br />

A los psicópatas se les ha descrito coloquialmente como “humanos a los que<br />

les falta el alma”. Esta falta de calidad espiritual los convierte, por decirlo de<br />

alguna manera, en máquinas muy eficientes. Por estas características, es muy<br />

común encontrar una relación estrecha entre la psicopatía y el comportamiento<br />

antisocial.<br />

Aunque, como se dijo anteriormente, no todos los psicópatas caen en la<br />

delincuencia y la criminalidad, es un hecho que, cuando así sucede, se distinguen<br />

del resto de los criminales porque su comportamiento tiene un carácter<br />

terriblemente predador: ven a los demás como presas emocionales, físicas y<br />

económicas.<br />

MARIDOS “ENCANTADORES Y EXITOSOS”<br />

Los psicópatas son responsables de mucha de la miseria<br />

que existe en nuestro entorno, puesto que alteran<br />

de manera negativa las vidas de las personas que los<br />

rodean. Un ejemplo clásico y desafortunadamente muy<br />

frecuente lo encarnan aquellos esposos que externamente<br />

son encantadores y exitosos en el trabajo, pero en el hogar<br />

son fríos y egoístas, sin mostrar interés en la vida de<br />

los hijos y la pareja. Muchos de ellos son figuras dominantes,<br />

que mantienen “encarceladas” a sus esposas, y las<br />

someten constantemente al abuso físico y psicológico.<br />

Las personalidades psicópatas pueden llevar una vida<br />

ordinaria. Trabajan, se casan y pueden ser prominentes<br />

profesionistas, aunque los rasgos de su personalidad impiden<br />

que su empleo y matrimonio sean duraderos. Se ha<br />

reportado que entre 25 y 30 por ciento de los maridos<br />

que maltratan a sus esposas de manera reiterada son<br />

psicópatas, y que en la actualidad están en un programa<br />

de tratamiento impuesto por un tribunal.<br />

ASESINOS EN SERIE<br />

Los psicópatas predominan entre los asesinos en serie, que planifican fríamente<br />

los asesinatos. Tienen gran habilidad para camuflarse (engañar y manipular);<br />

así como para acechar y localizar los “cotos de caza”, que suelen ritualizar sus<br />

asesinatos, con el toque final del trofeo de su víctima simbolizado en una prenda<br />

u otro objeto que toman como recuerdo. Un ejemplo es el patético caso de Luis<br />

Alberto Garavito, el asesino colombiano que mató a más de 200 niños, en la década<br />

de los noventa. Este pederasta y asesino serial solía llevarse como trofeo la<br />

fotografía de la ficha de identificación de los niños (que se utiliza en Colombia)<br />

y las coleccionaba dentro de una caja de madera.<br />

Jack Nicholson, en su personaje de la película “El Resplandor”.


27/10/2009 04:57:01 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

13<br />

ABUNDAN ENTRE LOS DELINCUENTES<br />

Pero, más allá de que se conviertan o no en<br />

asesinos seriales, lo cierto es que los psicópatas<br />

abundan entre los delincuentes. El<br />

estudio para la evaluación de riesgo de violencia<br />

de la fundación MacArthur, la investigación<br />

más amplia y exhaustiva que existe<br />

sobre el tema, reporta que su incidencia en<br />

la población normal es del uno al tres por<br />

ciento; mientras que, en la población reclusa,<br />

el porcentaje de individuos con psicopatía<br />

llega a ser hasta del 25 por ciento.<br />

Asimismo, investigaciones realizadas<br />

por Robert Hare de la Universidad de Colmbia<br />

Británica, en Vancouver, Canadá,<br />

muestran que entre los psicópatas la tasa<br />

de reincidencia criminal es muy alta. Esto<br />

es, antes de transcurridos seis años después<br />

de su puesta en libertad, más del 80 por<br />

ciento de los psicópatas, frente al 20 por<br />

ciento de los que no presentan este trastorno,<br />

reinciden en la violencia, una violencia<br />

llevada a cabo de manera fría y depredadora,<br />

y que parece aumentar de intensidad con la<br />

reincidencia.<br />

EMOCIONALMENTE SUBACTIVADOS<br />

Desde el punto de vista biológico, se considera que los psicópatas están fisiológicamente<br />

subactivados; esto es, que se trata de personas que experimentan<br />

menos miedo y ansiedad que el común de la gente. Así lo de-mostró<br />

el psicólogo Christopher Patrick, de la Universdad de Minnesota, quien realizó,<br />

junto con sus colaboradores, un experimento con sujetos normales y con psicópatas.<br />

En la investigación se obtuvo el nivel de activación de los sujetos a través<br />

del registro de la respuesta galvánica de la piel (RGP), la cual mide la activación<br />

de las glándulas sudoríparas de la piel asociada con el estado emocional (como<br />

cuando nos sudan las palmas de las manos en situaciones emocionales). Cuanto<br />

más activación de las glándulas, mayor es la RGP. Los participantes tenían que<br />

averiguar cuál de cuatro palancas encendía un foco verde. Sin embargo, si la persona<br />

accionaba una palanca equivocada, recibía como penalización un choque<br />

eléctrico.<br />

Patrick encontró que ambos grupos cometieron el mismo número de errores,<br />

pero el grupo sano presentó RGP muy amplias, y aprendió más rápido a evitar<br />

los choques, en tanto que los psicópatas, no presentaron esta respuesta y<br />

además les tomó mucho más tiempo lograrlo.<br />

Aparentemente, se encontraban subactivados; el castigo no provocaba respuestas<br />

emocionales, y justamente esta necesidad de emociones fuertes es la que<br />

provoca que el psicópata busque situaciones peligrosas.<br />

EL CEREBRO DE UN PSICÓPATA<br />

Las técnicas actuales de neuroimagen permiten estudiar con precisión milimétrica<br />

las estructuras cerebrales y los cambios que se producen en el cerebro,<br />

asociados al pro-cesamiento emocional.<br />

Con ellas se ha detectado que existen asesinos que cometen sus crímenes<br />

literalmente a sangre fría; esto es, despachan a la víctima experimentando poca<br />

o ninguna emoción. Este tipo de individuos contrasta con los asesinos apasionados<br />

y que podemos llamar “de sangre caliente”, que aniquilan a su víctima en un<br />

momento de emoción descontrolada. La pregunta aquí es si el asesino depredador<br />

posee un funcionamiento cerebral más regulado y controlado frente al<br />

asesino afectivo, que mata en un momento<br />

de pasión sin regulación y control cerebral.<br />

El profesor de psicología Adrian Raine,<br />

de la Universidad del Sur de California, utilizó<br />

las técnicas de neuroimagen para investigar<br />

si existen diferencias en la actividad<br />

cerebral entre estas dos formas de agresión.<br />

Dividieron a los asesinos estudiados en dos<br />

grupos: 15 depredadores y 9 afectivos. Es<br />

decir, el primer grupo estaba conformado<br />

por asesinos controlados que planificaban<br />

su crimen, carecían de afectividad y que<br />

habían atacado a personas extrañas.<br />

Los integrantes del segundo grupo eran<br />

asesinos afectivos, que actuaban de forma<br />

mucho menos planificada, bajo una emoción<br />

muy intensa, y principalmente lo hacían en<br />

el propio hogar. El psicólogo y sus colaboradores<br />

encontraron que la corteza prefrontal<br />

de los asesinos afectivos presentaba tasas<br />

de actividad bajas. Recordemos que precisamente<br />

en esta parte del cerebro se localiza el<br />

mecanismo encargado de controlar los impulsos<br />

agresivos.<br />

Por otra parte, las investigaciones arrojaron que los asesinos<br />

depredadores mostraban un funcionamiento prefrontal<br />

relativamente bueno. Así quedó corroborada la hipótesis<br />

de que una corteza prefrontal intacta les permite<br />

mantener bajo control su comportamiento, adecuándolo<br />

así a sus nefastos fines. Raine también concluyó que, en<br />

comparación con las personas normales, ambos grupos<br />

de asesinos presentaban mayores tasas de actividad<br />

en las estructuras que integran el “cerebro emocional”,<br />

incluidos la amígdala, el hipocampo y el hipotálamo.<br />

Aparentemente, debido al exceso de actividad en estas<br />

estructuras, los asesinos de uno y otro grupo podían ser<br />

más proclives a comportarse agresivamente. No obstante,<br />

lo que distinguía a los depredadores era que tenían un<br />

funcionamiento prefrontal lo bastante bueno para regular<br />

sus impulsos agresivos y poder manipular a otros para<br />

alcanzar sus propias metas.<br />

En tanto, los asesinos afectivos, por carecer de control<br />

prefrontal sobre sus impulsos, tenían arranques agresivos,<br />

impulsivos e incontrolados. En este mismo estudio,<br />

también se descubrió que, en algunos casos, lo que se encontraba<br />

afectado no eran las estructuras del cerebro en<br />

sí, sino las fibras que las conectaban. Es decir, que existía<br />

una comunicación ineficaz entre las regiones prefrontales<br />

y las áreas “emocionales del cerebro”.<br />

COMUNICACIÓN CEREBRAL DEFICIENTE<br />

Esta deficiente comunicación cerebral podría ser la consecuencia<br />

del maltrato recibido en las primeras etapas<br />

de la vida. Algunas investigaciones, como la de Joan Mc-<br />

Cord, profesor de criminología de la Universidad Temple,<br />

en Pennsylvania, han señalado que la gran mayoría de los<br />

delincuentes violentos provienen de hogares en los que<br />

padecieron algún tipo de maltrato. Una hipótesis probable<br />

es que si, de forma reiterada, un bebé es zaran


14y75.indd 1<br />

14<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

deado bruscamente, es altamente posible que las fibras<br />

blancas que ligan su corteza con las otras estructuras<br />

cerebrales se rompan, dejando así el resto del cerebro<br />

fuera del control prefrontal. Otros factores detectados<br />

que pueden propiciar esta misma ruptura de fibras y afectar<br />

la morfología cerebral del producto, son alcoholismo y<br />

drogadicción de la madre durante el embarazo.<br />

Por su parte, Candice Skrapace, profesora del Departamento<br />

de Criminología de la Universidad Estatal de California,<br />

ha relacionado los niveles de agresión con la concentración<br />

sanguínea de hormonas y neurotransmisores.<br />

En sus investigaciones, ha encontrado que algunos asesinos<br />

violentos muestran niveles altos de testosterona. La<br />

testosterona es una hormona que se relaciona con la extroversión<br />

y con las conductas de sociabilidad y la búsqueda<br />

de sensaciones y experiencias extremas, así como la huida<br />

de la monotonía. Aunque también se ha determinado que<br />

la testosterona en sí no es la responsable de que se actúe<br />

con agresión, se sabe que disminuye el umbral para que<br />

ésta se dispare.<br />

Asimismo, se ha encontrado que nuestro grado de impulsividad<br />

depende, en parte, de los niveles de serotonina<br />

que tenemos en el cerebro. La concentración de este neurotransmisor<br />

puede disminuir por el consumo de alcohol.<br />

A su vez, nuestra agresividad depende del nivel de testosterona<br />

en circulación. Este nivel se puede aumentar,<br />

por ejemplo, con el consumo de esteroides.<br />

Así, personas que abusan del alcohol y consumen esteroides<br />

y otras drogas, provocan que se altere la química<br />

cerebral. La combinación de los bajos niveles de serotonina<br />

que se encarga de accionar los “frenos” para no<br />

cometer actos violentos, junto con los altos niveles de<br />

testosterona, son una terrible combinación, que lleva a la<br />

persona a cometer conductas violentas.<br />

REGIDOS POR LA GÉNETICA<br />

Se han detectado otros casos cuyas acciones violentas<br />

tienen como origen ciertas alteraciones genéticas de la<br />

persona. En una investigación realizada por Michelle<br />

Gotz y colaboradores, del Departamento de Psiquiatría<br />

del Hospital de Edinburgo, en Gran Bretaña, se analizó a<br />

diversas familias integradas por varios criminales. El factor<br />

común entre ellos resultó estar asociado con la alteración<br />

en un gen que contribuye a la producción de una<br />

enzima conocida como monoamina oxidasa tipo A. Esta<br />

enzima es conocida por la regulación de la producción de<br />

neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, las<br />

cuales son muy importantes para la regulación del estado<br />

emocional.<br />

Las personas que presentan este tipo de alteración experimentan<br />

continuos estados de agresión explosiva. Otro<br />

estudio, realizado por la investigadora Terrie Moffitt, del<br />

Instituto de Psiquiatría de Londres, señaló que además<br />

de esta alteración, las personas violentas mostraban una<br />

historia de abuso infantil. Esto es, de manera aislada, con<br />

sólo poseer la alteración genética, lo que se generaba era<br />

individuos con una baja tolerancia a la frustración y que<br />

se enojaban fácilmente; sin embargo, en los asesinos violentos<br />

que analizó, además de la alteración genética, existía<br />

una historia de abuso infantil. De acuerdo a los hallazgos de Moffit,<br />

la alteración genética o el abuso infantil de manera aislada resulta en individuos<br />

con personalidades explosivas, irritables y con poca tolerancia a la<br />

frustración, pero cuando los dos factores (genética y medio ambiente) están<br />

presentes, se generan personalidades peligrosamente violentas, incluidos asesinos<br />

y multihomicidas.<br />

NO TODO ES BIOLOGÍA<br />

Por supuesto que no todo está determinado por la química cerebral. Existen ciertos<br />

rasgos psicopáticos que se pueden observar desde la infancia. Por ejemplo,<br />

las crueldades hacia los animales o los otros niños; el desprecio por las jerarquías<br />

escolares, las aberraciones de conducta que suelen ser “amortiguadas”<br />

por los docentes y los familiares, con el pretexto de que se trata de “problemas<br />

emocionales” o “travesuras”. En este contexto, se han identificado una serie<br />

de factores medioambientales. Por ejemplo, algunos psicólogos, como Kenneth<br />

Levy, del Departamento de Psicología de la Universidad de Pennsylvania, señalan<br />

que los psicópatas pueden haber sido criados por padres que los sobreprotegían<br />

y, entonces, los niños aprenden a esperar un trato especial de todos y a lograr<br />

sin obstáculos lo que desean. Otras investigaciones, como las llevadas a cabo en<br />

ase-sinos seriales por el Departamento de Justicia Criminal de la Universidad<br />

de Carolina del Norte, afirman que se trata de niños deprivados o descuidados,<br />

que desarrollan un trastorno de personalidad como mecanismo protector para<br />

esconder su baja autoestima. En este caso, las condiciones que propiciarían el<br />

trastorno de la personalidad serían la privación de calor humano, el descuido<br />

por parte de los padres, que los obliga a depender de ellos mismos y aquellos<br />

problemas que afectan el apego emocional entre padres e hijo; ya sea por daño<br />

en el niño o por dificultades con los padres.<br />

MUNDO SIN AMOR<br />

De esta manera, el niño aprende que el mundo es frío, sin amor, y que, por<br />

tanto, él vive en un lugar vicioso. Para protegerse de este mundo hostil, desarrolla<br />

características de autoprotección, como la agresividad, las maneras<br />

beligerantes, el engaño, el resentimiento hacia la autoridad y la habilidad<br />

de “encender” y “apagar” su encanto. Irónicamente, estos rasgos repelen a los<br />

demás y así se confirma la visión del mundo como un lugar hostil. El resultado<br />

final de este círculo vicioso es la psicopatía. En resumen, para poder desarrollar<br />

una personalidad psicópata en el sentido estricto del concepto, es necesario<br />

sumar varios factores: las características temperamentales heredadas;<br />

deficiencias en el funcionamiento cerebral; la ausencia de control y aprendizaje<br />

emocional; experiencias de abuso durante la infancia; y una relación<br />

padre-hijo sin apego. Por su parte, el síndrome de criminalidad es producto de<br />

predisposiciones biológicas, incluidas las genéticas, para, por ejemplo, llegar a<br />

cometer acciones de tipo impulsivo y violento; así como de sus interacciones<br />

con factores psicológicos y sociales. Los procesos fisiológicos se encuentran en<br />

la base y delimitan el sustrato biológico sobre el cual el ambiente ejerce su influencia.<br />

Es como una mano de póquer: para llegar a ser un criminal, se han tener<br />

todas las cartas necesarias.<br />

Para mayor información,<br />

consultar el libro Mentes<br />

asesinas. La violencia en tu<br />

cerebro. Feggy Ostrosky-Solis.<br />

Editorial Quo. 2008.


74y15.indd 1<br />

74<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

De allí que las psicologías criminal y forense, adaptadas<br />

a ese tipo de variables, actúan en la actividad pericial,<br />

lo que se entiende como el “medio de prueba al que recurren,<br />

ya sean las partes en un juicio o el mismo juez, cuando,<br />

para asegurar la existencia de un hecho o su simple posibilidad,<br />

se requieren conocimientos técnicos, o cuando,<br />

siendo ésta la materialidad del hecho, es necesario para<br />

conocer su índole, cualidad o sus consecuencias, mediante<br />

un conjunto de conocimientos técnicos o científicos”.<br />

Siguiendo con esta línea comprensiva, el psicólogo<br />

puede participar en los juicios en dos posibilidades: la primera,<br />

como testigo de hecho, por ser responsable de la<br />

aplicación de un tratamiento determinado, en la que actúa<br />

como profesional; pero la información que le es solicitada<br />

se compone de sus observaciones directas y material proveniente<br />

de su trabajo sobre su paciente; la segunda, como<br />

experto (perito) con objeto de informar bajo juramento al<br />

juzgador sobre los puntos en litigio, en cuanto se relacionan<br />

con su especial saber acerca de un sujeto evaluado en<br />

un contexto judicial.<br />

Así pues, en el contexto del Derecho Penal, por ser éste<br />

el encargado de sancionar las conductas delictivas, la función<br />

del psicólogo es informar sobre el estado de salud<br />

mental de un acusado o de una víctima, lo que conlleva la<br />

precisión de dos cuestiones fundamentales: si conoce el<br />

valor moral y jurídico de sus actos y si, como consecuencia<br />

de su estado de salud mental, es capaz de actuar conforme<br />

a ese conocimiento, con lo que surgen las opciones<br />

de Imputablidad versus Inimputablidad, en referencia a<br />

su responsabilidad penal. También puede participar el<br />

psicólogo en la valoración del delincuente enfermo mental<br />

o el delincuente que enferma mentalmente.<br />

LLAMADO A PSIQUIATRAS Y PSICÓLOGOS<br />

Ahondando en la actividad interdisciplinaria, mientras que<br />

los juristas prestan atención a los discursos y a los actos,<br />

con objeto de juzgar el estado mental de un individuo, los<br />

jueces encargados, motu proprio o por medio de la promoción<br />

de alguna o ambas partes, tomando en consideración<br />

que existen errores de percepción y se requiere por<br />

tanto de conocimientos técnicos y profesionales, llaman a<br />

psiquiatras y psicólogos.<br />

Éstos, aunque con poca diversidad en las concepciones<br />

y herramientas teóricas y técnicas, ambos utilizan los mismos<br />

instrumentos taxonómicos, conocidos como Manual<br />

Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales<br />

(DSM-IV), editado por la Asociación Psiquiátrica Americana,<br />

y la Clasificación Internacional de Enfermedades<br />

(CIE-10), emanada de la Organización Mundial de la Salud,<br />

los cuales fueron obtenidos de cuerpos colegiados donde<br />

previamente se pusieron de acuerdo más de un centenar<br />

de especialistas en la codificación de la problemática revisada.<br />

A partir de ello, los citados profesionales, para lograr<br />

su encomienda, se aplican a estudiar la fisonomía, las particularidades<br />

físicas y las psíquicas representadas especialmente<br />

en el modo de pensar y por la guisa de cómo se<br />

exteriorizan sus sentimientos, que habrán de explicar a<br />

los inmersos en el litigio.<br />

TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO<br />

En el mismo sentido, es necesario retomar la concepción de la forma dentro de<br />

un juicio como elemento preponderante. Cuando no se está de acuerdo con la<br />

resolución de un juez, el modo de agotar el procedimiento de continuidad hasta<br />

esferas superiores de revisión y decisión, se encuentra en la labor de tres magistrados,<br />

que se denominan “Tribunales Colegiados de Circuito”, o en su defecto<br />

la Suprema Corte de Justicia de la Nación, compuesta de once ministros, los<br />

cuales, de manera “colegiada”, deciden sobre las peticiones de los ciudadanos o<br />

de sus representantes legales. Por ende, la consideración doctrinaria de que más<br />

de uno tome la decisión, permite una uniformidad de criterios, lo cual, invocado<br />

por el Derecho, le proporciona al juez más elementos de convicción sobre su<br />

cometido.


16y73.indd 1<br />

16<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

El actuar por interés no es sólo el de sospechosos y<br />

delincuentes, sino también el de padres que disputan la custodia<br />

de los hijos, víctimas que sufren las consecuencias<br />

de delitos, guardias encargados de la seguridad, así como<br />

los procesos que internamente experimentan los miembros<br />

del Poder Judicial, por citar ejemplos.<br />

El psicoanálisis y la psiquiatría también han contribuido<br />

al respecto, aunque desde enfoques diferentes.<br />

El primero, también llamado psicología profunda, fue iniciado<br />

por Sigmund Freud, el cual sostiene que la clave del<br />

actuar humano es el inconsciente, y el impulso de vida,<br />

la sexualidad. En el caso de la segunda, es un área de la<br />

medicina que se especializa en la prevención, evaluación,<br />

diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los trastornos<br />

de la salud mental. El tratamiento incluye psicofármacos,<br />

aunque puede recomendar psicoterapia.<br />

APROXIMACIONES SOCIOLÓGICAS<br />

AL COMPORTAMIENTO CRIMINAL<br />

La sociología estudia la producción y reproducción de la<br />

sociedad y de lo social, a través del análisis de sus estructuras<br />

y sistemas, así como de la forma en que interactúan<br />

con los individuos y los grupos. Al igual que la psicología,<br />

mantiene relación con otros campos del saber, como antropología,<br />

filosofía, trabajo social, y se divide en especialidades.<br />

La sociología criminológica investiga la criminalidad<br />

de una sociedad determinada, sus causas generales: variables<br />

demográficas, condiciones socioeconómicas; su relación<br />

con otros fenómenos: sociales, culturales, económicos,<br />

políticos, y la evolución de sus índices.<br />

La sociología de la desviación y del control social<br />

se encarga del análisis de las conductas calificadas como<br />

desviadas: parasociales y antisociales, en función de las<br />

exigencias institucionales: prescripciones normativas; de<br />

las expectativas sociales: preceptos morales, y de la falta<br />

de efectividad de los mecanismos de control: discurso<br />

ideológico del derecho y otras normas sociales. A diferencia<br />

de la sociología criminológica, se desarrolla en un nivel<br />

más teórico.<br />

UNIÓN DE ESFUERZOS: CRIMINOLOGÍA<br />

Elucidar los actos socialmente sancionados, por considerarlos<br />

moralmente graves y por ser contrarios a las normas<br />

institucionalmente establecidas, implica una lectura<br />

integral, amplia, tanto del sujeto trasgresor, como de la<br />

sociedad de la que forma parte. Una conducta desviada<br />

o divergente es la expresión comportamental de la disociación<br />

entre las aspiraciones culturalmente establecidas<br />

(vgr. éxito pecuniario, fama, poder) y los medios estructuralmente<br />

dados para arribar a ellas, por lo que sería simplista<br />

reducir la explicación a un problema de adaptación<br />

individual.<br />

El ambiente, como dominio generalizado de las relaciones<br />

sociedad-naturaleza, en el cual se incluye el campo<br />

material y abstracto de los entretejes de cultura, población,<br />

trabajo y mundo vital, es tan importante como la personalidad<br />

de cada uno; es decir, las pautas de pensamiento,<br />

percepción y comportamiento relativamente estables, propias<br />

de cada sujeto. Visión de las personas como seres<br />

bio-psico-sociales que compartimos.<br />

Razones por las cuales la criminología es una ciencia<br />

sintética que busca la descripción, clasificación, explicación<br />

y reducción de las conductas criminales, tanto<br />

en lo general (criminalidad), como en lo relativo a casos<br />

concretos a través de la criminología clínica. Potencial<br />

analítico que le permite abarcar desde delitos en estados<br />

de emoción violenta hasta actos dolosos preparados con<br />

antelación.<br />

La violencia, pese a los estudios y tratamientos biológicos,<br />

cognitivos, neuroquímicos, psicodinámicos y sociales,<br />

persiste en amplio número de hogares. Hombres y mujeres<br />

participan en procesos distorsionados de interacción,<br />

donde las amenazas, las comparaciones, los insultos<br />

y los silencios prolongados son la constante.<br />

El estado psicológico y la salud mental de quienes<br />

agraden, por supuesto influye, pero no son suficientes<br />

para aclarar la selección de las víctimas, el escenario de<br />

la agresión, el confinamiento al ámbito privado, el encubrimiento<br />

y la justificación reiterada del castigo como el<br />

ejercicio de un derecho.<br />

En una interacción violenta, el comportamiento de uno<br />

sirve para justificar el del otro. Determinados mensajes,<br />

verbales y no verbales, interpretados como amenaza o<br />

rebeldía —independientemente de la intención del emisor—,<br />

determinan el pasaje al acto. Proceso interaccional<br />

y comunicativo que debe analizarse, considerando que<br />

la particular interpretación de los mensajes depende del<br />

universo cognitivo de quien lo hace; hecho por el que la<br />

cultura ocupa un lugar fundamental en las explicaciones,<br />

sobre todo si atestiguamos la heterodesignación de identidad<br />

y la socialización de género.


CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

17<br />

EXPERIENCIAS TRAUMÁTICAS<br />

Las prácticas violentas no son naturales, sino aprendidas.<br />

En ocasiones, relacionadas con experiencias traumáticas<br />

durante la niñez y la adolescencia: transmisión intergeneracional<br />

basada en modalidades vinculares sustentadas<br />

en la agresión; conductas habituales u ocasionales que remiten<br />

a una tipología diferenciada del agresor: psicopáticos,<br />

hipercontrolados o cíclicos emocionalmente inestables.<br />

1<br />

La distinción se basa en la acumulación de frustración,<br />

el afán de dominio, la existencia de “doble personalidad”,<br />

la falta de seguridad propia, la inhabilidad<br />

para expresar ideas (analfabetismo comunicacional), la<br />

introducción de justificaciones al maltrato, el manejo de<br />

los sentimientos, el nivel de autocontrol, los objetivos de<br />

la conducta, la posesividad, la posibilidad de mejora bajo<br />

tratamiento terapéutico, la presencia de sentimientos de<br />

culpa y la selectividad victimal.<br />

En la parte de discusión de los resultados, la criminología<br />

cuestiona las explicaciones psiquiátricas y psicológicas,<br />

cuando éstas, por sí solas, son insuficientes para<br />

explicar las distorsiones de tipo cognitivo asociadas con la<br />

construcción social del género, los escenarios de interacción,<br />

los problemas de comunicación y las relaciones víctima-victimario.<br />

Predisposición no es, por tanto, sinónimo<br />

de determinismo.<br />

You and You, Dominika Timoszuk (Ben Heine).<br />

LAS PSICOPATÍAS<br />

Pese a los factores ambientales y socioculturales señalados,<br />

sÍ hay trastornos específicos, de carácter dinámico,<br />

que descifran el comportamiento de quienes habitualmente<br />

quebrantan las leyes y las normas sociales. Una psicopatía<br />

es una enfermedad mental o más propiamente<br />

una anomalía psíquica por obra de la cual, a pesar de<br />

la integridad de las funciones perceptivas y mentales,<br />

se halla patológicamente alterada la conducta social de<br />

quien la padece.<br />

Para Luis Barragán, en su Compendio de psicopatología<br />

criminológica, “Entre las personalidades psicopáticas<br />

tienen importancia desde el punto de vista criminológico,<br />

sobre todo los fanáticos, los amorales y los anormales<br />

sexuales”, cuestión a la que agrega:<br />

“Los psicópatas amorales o inmorales se pueden subdividir<br />

en dos grupos: los amorales impulsivos y agresivos,<br />

y los amorales fríos, áridos, e incapaces de la mínima<br />

simpatía humana y consideraciones sentimentales. Unos y<br />

otros, usualmente, manifiestan sus características de personalidad<br />

psicopática desde la infancia: inquietos, intolerantes<br />

a toda disciplina, prepotentes, ladronzuelos, torturadores<br />

de animales los primeros; egoístas, calculadores<br />

fríos y calumniadores de los demás los segundos. La vida,<br />

con sus exigencias de orden y de respeto social, no dilata<br />

en hacer emerger y acentuar estos caracteres” 2.<br />

Disertar sobre “amoralidad” y “anormalidad sexual”<br />

resulta inquietante, por la carga axiológica de los vocablos,<br />

además del uso corriente, poco científico, que de los<br />

mismos se puede desprender. Etiquetar las sexualidades<br />

como anormales, desviadas, disidentes, diversas, perversas<br />

o transgresoras, implica sostener la heterosexualidad


18y71.indd 1<br />

18<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

normada como único parámetro de lo sano, ignorando la<br />

variedad de expresiones comportamentales de la sexualidad.<br />

PSICÓPATAS SEXUALES<br />

En 1886, Richard von Krafft-Ebing escribió: Psychopathia<br />

sexualis. En él, los violadores, exhibicionistas, homosexuales<br />

y voyeuristas eran calificados de psicópatas sexuales.<br />

Su idea era que los agresores tenían apetito sexual desmedido.<br />

La moralidad “deficiente” y “depravada” se exhibía<br />

mediante la masturbación en edad temprana y con la violación,<br />

el incesto y los ataques en la adultez.<br />

En la actualidad, esas ideas están superadas y los especialistas<br />

optan por otras expresiones. Es el caso de las<br />

parafilias, referente a los comportamientos sexuales o excitaciones<br />

ante estímulos inapropiados, cuya intensidad,<br />

fijación, actos, sujetos u objetos de deseo son excéntricos<br />

y socialmente inaceptables. Algunas parafilias, que incluyen<br />

sujetos no conscientes: animales, cadáveres, niños,<br />

pueden ser imputables como delitos.<br />

¿PSICÓPATAS, SOCIÓPATA O PSICÓTICOS?<br />

Abundemos en las psicopatías mediante la distinción de<br />

tres vocablos que a menudo se confunden:<br />

* El sociópata presenta comportamiento psicopático en<br />

algunas áreas de su vida, pero en otras no muestra dificultad<br />

para sentir emociones, característica propia del<br />

psicópata. Por ejemplo, un sicario puede parecer psicópata<br />

en la manera en que interactúa con sus víctimas, pero no<br />

cumple los criterios cuando se observa su conducta en la<br />

interacción con seres afectivamente más cercanos, como<br />

su madre o hermanos.<br />

Durante las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado<br />

era común utilizar este concepto en vez del de psicópata,<br />

aunque aparentemente se referían a lo mismo. En la<br />

actualidad, los psicólogos emplean más la acepción de<br />

psicópata, mientras que otras disciplinas optan por la de<br />

sociópata para referir los orígenes o contextos sociales<br />

que podrían explicar este proceder. 3<br />

* El psicópata padece una disfunción emocional, pues es<br />

incapaz de generar emociones empáticas y ponerse “en el<br />

lugar del otro”, aunque sí puede hablar al respecto, describir<br />

sentimientos e incluso decir que los experimenta,<br />

aunque éstos sean superficiales. Por sus características<br />

es peligroso, manipulador, mentiroso y adaptable socialmente.<br />

En torno a esta acepción, existe la clasificación de<br />

psicópatas integrados y marginales, así como la que los<br />

divide en primarios y secundarios. Esto obedece a los<br />

niveles de integración y funcionamiento sociales. En consecuencia,<br />

no debe considerarse sinónimo del trastorno<br />

de personalidad antisocial descrito en el Manual DSM IV,<br />

dado que un individuo con larga carrera delictiva podría<br />

satisfacer los criterios de diagnóstico de este trastorno sin<br />

cumplir con la principal axioma de la psicopatía que es la<br />

disfunción emocional.<br />

* Un psicótico es quien padece psicosis, la cual es una enfermedad<br />

caracterizada por delirios o alucinaciones, como<br />

la esquizofrenia y la paranoia. La confusión, la reiteración


27/10/2009 04:56:04 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

19<br />

1<br />

Whaley, Jesús<br />

Violencia intrafamiliar,<br />

México, Plaza y<br />

Valdés, 2001.<br />

2<br />

Barragán, Luis<br />

Compendio de<br />

psicopatología<br />

criminológica,<br />

México, Universidad<br />

de Colima, Plaza y<br />

Valdés, 2007, pp.<br />

201-203.<br />

3<br />

Gómez Tagle Erick<br />

Derecho & Sociedad.<br />

Glosario de<br />

criminología y ciencias<br />

sociales, México,<br />

asesoríADN, BUAP,<br />

ISSPE, UCA, UPM,<br />

2009.<br />

de pensamientos absurdos y la incoherencia son signos<br />

de lo antes descrito. El delirio paranoide, por ejemplo, es<br />

un síndrome atenuado de la paranoia representado por<br />

egolatría, manía persecutoria, suspicacia y agresividad.<br />

En el caso de las alucinaciones, son engaños mediante<br />

los cuales las personas creen percibir algo, pero cuyo contenido<br />

es relativo a su actividad cerebral. Es una sensación<br />

subjetiva que no va precedida de impresión en los sentidos.<br />

Verbigracia, quienes sufren de esquizofrenia pueden<br />

creer que alguien escucha sus pensamientos o controla<br />

sus sentimientos, acciones o impulsos.<br />

¿LAS PSICOPATÍAS GENERAN INIMPUTABILIDAD?<br />

En materia jurídica, la imputabilidad es la posibilidad<br />

de responsabilizar penalmente a una persona, pues se<br />

considera que entiende, con base en su madurez y salud<br />

mentales, el carácter ilícito de un determinado hecho, y<br />

que es capaz de conducirse, de manera libre, conforme a<br />

ese entendimiento. Además, existe la imputabilidad disminuida,<br />

la disminución temporal de la imputabilidad y<br />

la inimputabilidad, cuestiones relacionadas con la culpabilidad,<br />

el cual es un presupuesto de la imposición de la<br />

pena, basada en la capacidad de una persona para actuar<br />

de modo no ilícito en una situación concreta.<br />

Un homicida serial, definido como quien comete dos<br />

o más asesinatos en forma secuencial, con periodos de<br />

enfriamiento emocional, suele ser imputable, debido a<br />

que es consciente de sus acciones, pese a no generar empatía<br />

con sus víctimas, lo que le permite actuar de forma<br />

inteligente, es decir, con “sangre fría”.<br />

La ausencia de culpa y de remordimiento puede convertir<br />

en serial a un violador o a un asesino. Clínicamente,<br />

pueden ser psicópatas y penalmente imputables: punto<br />

diferencial con los psicóticos, quienes por lo general son<br />

inimputables, aunque también hay excepciones. Aspectos<br />

para abundar en otra oportunidad.<br />

Maestro Erick Gómez Tagle<br />

Charles Manson, es un conocido criminal estadounidense,<br />

fundador y líder de “La Familia”, un grupo que perpetró varios<br />

asesinatos. Foto: LIFE<br />

Doctorando en <strong>Ciencia</strong>s Penales y Política Criminal por el<br />

Instituto Nacional de <strong>Ciencia</strong>s Penales (INACIPE). Maestro<br />

en Estudios Políticos y Sociales, con mención honorífica,<br />

por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).<br />

Diplomado en Historia y Cultura Contemporáneas en<br />

América Latina, así como licenciado en Sociología, con<br />

mención honorífica, ambos también por la UNAM.<br />

Profesor de tiempo completo y Coordinador de Investigación<br />

en la Universidad Pontificia de México (UPM). Docente<br />

en las Maestrías de Criminalística, <strong>Ciencia</strong>s Penales,<br />

Criminología, Derecho Penal, Política Criminal y Procuración<br />

de Justicia Federal, así como en la Especialidad en Función<br />

Ministerial en el INACIPE. Profesor invitado en las Maestrías<br />

de Criminología y <strong>Ciencia</strong>s Forenses en la Universidad<br />

Autónoma de Tamaulipas (UAT) y de <strong>Ciencia</strong> Política y<br />

Administración Pública en la Universidad de Colima (UCol).<br />

Asimismo, en la Especialidad de Justicia Integral para<br />

Adolescentes en el Instituto Superior de Seguridad Pública<br />

del Estado de Sonora (ISSPE).<br />

En licenciatura, ha sido docente en la UNAM, la Universidad<br />

del Pedregal (UDELP) y el Centro Universitario Incarnate<br />

Word (CIW). Capacitador invitado en la Escuela Libre de<br />

Derecho (ELD) y en Procuradurías de Justicia. Instructor en<br />

los diplomados: Bioética, <strong>Ciencia</strong>s Penales, Derecho Procesal<br />

Penal, Diseños y Técnicas Normativas, Internacional en<br />

Psicología Criminológica, Investigación y Persecución contra la<br />

Delincuencia Organizada, Perfiles Criminológicos, Psicología<br />

Criminal y Temas Selectos de Derecho Parlamentario.


20<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

Soy el guardián entre el centeno<br />

No soy un psicópata… Tengo una lesión<br />

en mi amígdala y en mi córtex cerebral<br />

Mark se encontraba en su habitación del hotel. Estaba acomodando ciertos<br />

objetos frente al mueble del espejo: una carta de recomendación por sus<br />

trabajo con los niños vietnamitas, su pasaporte, un par de fotografías de<br />

sus viajes por el mundo, la Biblia, una fotografía de la película del Mago de Oz,<br />

entre otros artículos.<br />

Se dijo a sí mismo: “Todo está listo para que, cuando alguien llegue: la policía<br />

o quien sea, quienquiera que desee saber quién y cómo era yo, lo sepa, y sepa<br />

también en qué me había convertido. Si me encuentran incapaz de hablar, esto<br />

les hablará por mí”.<br />

Poniéndose su gabardina negra, para soportar el frío neoyorquino, abrió<br />

el paquete que tenía escondido y envuelto en una toalla. Allí estaba su arma:<br />

un revólver 38, que introdujo en el bolsillo de su gabardina, para posteriormente<br />

practicar en repetidas ocasiones el desenfundarla lo más rápido posible,<br />

y amagar un disparo. Terminada esta acción, Mark se miró fijamente al espejo y<br />

dijo: “Yo soy Holden”.<br />

Mark creía realmente en Holden Caulfield, personaje del libro El Guardián<br />

entre el Centeno (The Catcher in the Rye), y lo que profesaba el mismo. Sobre<br />

todo, pensaba que la gente era falsa, y más que eso, pues sentía que él era el<br />

personaje Holden Caulfield en la vida real.<br />

Después pensó: “Me voy ahora… para convertirme en algo nuevo” y salió con<br />

rumbo a West 72 Street y Central Park, en la Ciudad de Nueva York. Hizo una<br />

parada en una librería y compró su libro favorito.<br />

Con su volumen de El Guardián entre el Centeno, y el álbum en “long play” de<br />

Double Fantasy, sintió que todo estaba listo y completo. Pero faltaba algo. Abrió<br />

el libro, y escribió en la página del título: “Para Holden Caulfield… De Holden<br />

Caulfield… Ésta es mi declaración”.<br />

Ahora pensaba en lo que, en su momento, le había dicho a su madre: “Yo<br />

sabía que iba a hacer algo grande; solamente que no sabía si iba a ser bueno<br />

o malo”.<br />

Maestro Rodrigo<br />

Soto<br />

Consultor /<br />

Economía de las<br />

Ideas<br />

rsotomoreno@<br />

yahoo.com<br />

EL ASESINATO DE JOHN LENNON<br />

Aquel 8 de diciembre de 1980, mientras volvía a su edificio<br />

llamado Dakota, Mark David Chapman disparó en cinco<br />

ocasiones contra John Lennon. Una leyenda de la música<br />

moría a manos de un fanático psicópata, que, según declararía<br />

años más tarde, mató a Lennon con el fin de robarle<br />

su fama mundial.<br />

Lo descrito anteriormente está consignado en la película<br />

Chapter 27, protagonizada por Jared Leto. El nombre de<br />

la cinta proviene de lo que, figurativamente, podría ser el<br />

siguiente capítulo de El Guardián entre el Centeno, pues el<br />

mismo termina en el capítulo 26, y este libro, según dijo<br />

Chapman, fue su inspiración para cometer el crimen.<br />

Aparte de una magnífica actuación de Leto, Chapter<br />

27 nos muestra la lucha interna de Chapman consigo<br />

mismo, pues escucha voces que le dicen que no asesine<br />

a Lennon, aunque las mismas voces le decía en otras<br />

ocasiones que lo hiciera.<br />

El Guardián entre el Centeno muestra a Holden Caulfield,<br />

descrito por Wikipedia como un antihéroe que simboliza<br />

la rebelión adolescente. En un análisis más profundo,<br />

Caulfield tiene formas antisociales y una agresividad<br />

latente que invita a romper las reglas y paradigmas sociales<br />

establecidos.<br />

Lo más interesante del libro es cuando se explica por<br />

qué es Holden el guardián entre el centeno. La explicación<br />

ha sido tomada de Wikipedia: “lo único que a Caulfield le<br />

gustaría hacer en la vida es: estar en un campo de cen-<br />

20y69.indd 1


27/10/2009 04:55:49 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

21<br />

teno, al borde de un precipicio. En el campo hay miles de niños jugando, y él<br />

evita que ellos caigan en el abismo. Él seria el guardián entre el centeno”.<br />

COMPORTAMIENTOS ADOLESCENTES ANTISOCIALES<br />

Volveremos a esta explicación; pero ahora centrémonos en que la mención de la<br />

novela anterior tiene un objetivo, y es el de identificar comportamientos adolescentes<br />

antisociales, agresivos, faltos de empatía humana, carentes de emociones<br />

normales de un adolescente, entre otros, pues de esa forma podremos, tal vez,<br />

identificar a futuros psicópatas.<br />

En el artículo de “The Violent Brain”, de Daniel Struebber y Monika Lueck,<br />

así como en nota de Reuters del 7 de agosto de 2009, por Kate Kelland, titulado<br />

“Psychopaths have faulty brain connections, scientist find”, se nos habla primero<br />

de cómo en un estudio de mil personas nacidas en Nueva Zelanda, a las<br />

que se les ha dado seguimiento durante 34 años, los investigadores Terrie E.<br />

Moffit y Avshalom Caspi, ambos del King´s College of London, de la Wisconsin<br />

– Madison University, han examinado comportamiento antisocial ligado a<br />

violencia física.<br />

Sus resultados son que los individuos que muestran comportamiento antisocial<br />

tienen edades de 13 a 15 años, y su nivel antisocial y de delincuencia<br />

decrece tan rápido como surge. Sin embargo, un reducido porcentaje muestra<br />

comportamientos antisociales desde los cinco años de edad, y éstos se siguen<br />

manifestando hasta la edad adulta.<br />

Es interesante señalar, como lo dice el estudio de Moffit y Avshalom, que<br />

el último grupo minoritario, que continúa desde los cinco años hasta la edad<br />

adulta con conductas antisociales, son hombres en su mayoría.<br />

EL VARÓN, DETONANTE DE VIOLENCIA<br />

Incluso las estadísticas mostradas por Struebber y Lueck señalan que el sexo<br />

masculino es un detonante importante para la violencia física, mientras que<br />

la mujer muchas veces muestra violencia de otro tipo: agresión indirecta y<br />

encubierta. Siguiendo las cifras, tenemos que, de acuerdo con el FBI (Federal<br />

Bureau of Investigation) el 90.1 por ciento de los arrestos por asesinato en el año<br />

2004 fueron hombres, y el sexo masculino obtuvo también el 82.1 por ciento del<br />

total de crímenes violentos perpetrados.<br />

La violencia ligada a comportamientos antisociales que se traducen en psicópatas<br />

asesinos, ha abierto en fecha reciente una nueva puerta, como lo comenta<br />

Kelland, ya que investigaciones del doctor Michael Craig, del Institute of Psychiatry,<br />

del London´s King´s College Hospital, muestran que los psicópatas que<br />

asesinan y violan tienen conexiones defectuosas en el cerebro, conexiones<br />

que normalmente están ligadas a las emociones y que manejan nuestra parte<br />

impulsiva y de toma de decisiones.<br />

Científicos ingleses como Craig dicen que sus investigaciones han encontrado<br />

que psicópatas autores de asesinatos, de matanzas, de múltiples violaciones,<br />

y estrangulamientos, entre otras barbaridades, tienen “baches” o “lesiones” en<br />

regiones críticas del cerebro. Es decir, la amígdala, que procesa las emociones,<br />

y el córtex orbitofrontal, que maneja las emociones y los impulsos, son estructuralmente<br />

y funcionalmente diferentes en los psicópatas.<br />

Jared Leto en “Chapter 27”.<br />

AUSENCIA DE REMORDIMIENTO<br />

Podemos inferir que las lesiones en estas áreas son causa de que los perpetradores<br />

de estos hechos de violencia física, que terminan con la muerte de otro ser<br />

humano, no muestren remordimiento alguno por sus actos, pues la parte emotiva<br />

y racional de comportamiento no se encuentra activada en su cerebro.<br />

Es muy complicado identificar a un psicópata, y es por ello que diversos<br />

científicos están a favor de que se permita el uso de resonancias más potentes y<br />

precisas, como es el caso de la Imagen por Resonancia Magnética con Tensor de<br />

Difusión (DT-MRI), mencionada por Craig, y que ayudaría a detectar ciertas conductas<br />

psicópatas a tiempo, para poder prevenir que estos individuos antisociales<br />

y agresivos caminen entre nosotros sin que nos demos cuenta. La propuesta


22<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

de Craig es sencilla: cuando se detecte un comportamiento antisocial<br />

agresivo en la edad temprana de un ser humano, se le debe someter a pruebas<br />

de DT-MRI, para escudriñar en su cerebro y poder, de manera estadística,<br />

predecir si el individuo analizado tiene tendencias de psicopatía, y prevenir que<br />

sus acciones terminen con la vida o vidas de otros seres humanos.Otros estudios<br />

llevados a cabo por Abigail Marsh, del National Institute of Mental Health,<br />

comentados por Bering, en su artículo “The problem with psychopaths. A fearful<br />

face doesn´t deter them”, han determinado que los psicópatas son catalogados<br />

como “crueles y sin sentimientos”.<br />

Marsh comenta que éstos padecen un déficit cognitivo muy importante:<br />

“tradicionalmente ellos tienen problemas para reconocer, procesar y responder<br />

normalmente a la expresión facial de miedo en otra persona”. La respuesta normal,<br />

de acuerdo con Marsh, sería ofrecer ayuda a la persona con miedo y calmarla.<br />

¿QUÉ ES EL MIEDO?<br />

Incluso, consigna también el escrito de Bering, la psicóloga Marsh platica una<br />

anécdota con una colega, Essi Viding. Ella analizaba las reacciones de una asesina<br />

psicópata, a la que le mostraba rostros con diferentes emociones. Pero, cuando<br />

a la asesina le fue presentada la foto de una persona con miedo, la rayó y dijo:<br />

“no entiendo cómo se llama esa expresión, pero sé que es así como se ven las<br />

personas justo antes de que las acuchille”.<br />

Por increíble que parezca, las personas con daños en la parte de la amígdala<br />

y el córtex, donde procesamos emociones y toma de decisiones, parecen diferir<br />

en demasía respecto del sentimiento de solidaridad humana y compasión hacia<br />

nuestros semejantes que un individuo normal presentaría.<br />

Siguiendo con la psicóloga Abigail Marsh y el artículo de Bering , tenemos<br />

que en un afán de determinar el porqué para algunos individuos es complicado<br />

detectar una expresión de miedo y demostrar que es un problema neurológico,<br />

se llevó a cabo un estudio, publicado en el American Journal of Psychiatry.<br />

En él, Marsh y sus colegas analizaron a 36 niños de entre 7 y 10 años de<br />

edad. Se les fueron proyectando imágenes catalogadas<br />

como neutrales, expresiones de miedo y expresiones de<br />

agresividad, mientras que los niños estaban conectados<br />

a una imagen por resonancia magnética, para medir sus<br />

reacciones. Usando diferentes métodos de estudio, como<br />

el “Psychopathy Checklist” y el “Antisocial Screening Device”,<br />

los resultados que se obtuvieron fueron que 12 de<br />

los niños fueron catalogados como “crueles y sin sentimientos”,<br />

mientras que otros 12 fueron catalogados<br />

con el déficit de atención por desorden de hiperactividad<br />

(Attention Deficit Hyperactivity Disorder ADHD).<br />

Los niños restantes niños fueron catalogados como sanos<br />

o dentro de los estándares normales.<br />

Otro punto interesante del escrito de Bering es cuando<br />

comenta que un grupo de psiquiatras alemanes analizaron<br />

las respuestas emocionales de 25 prisioneros psicópatas,<br />

y encontraron que muchos de ellos carecían de miedo; es<br />

decir, no reaccionaban con desagrado, ni se inmutaban en<br />

algunos casos, cuando se les presentaba un estímulo desagradable.<br />

ASESINO FRÍO, CALCULADOR<br />

Es probable que por ello las películas siempre nos muestren<br />

a asesinos seriales, como lo ejemplifica Kelland, al estilo<br />

de Hannibal Lecter en el Silencio de los Inocentes, cuyo<br />

patrón de comportamiento es frío, calculador, inmutable<br />

a veces, retador, sin miedo, nada amigable, con aparente<br />

carencia de empatía humana y remordimiento por sus acciones.<br />

Estudios como el anterior deben utilizarse con mayor<br />

frecuencia para captar a individuos con comportamientos<br />

22y67.indd 1


27/10/2009 04:55:31 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

00<br />

o patrones antisociales que puedan derivar en un futuro<br />

en psicópatas violentos. De nueva cuenta vemos que el<br />

mapeo cerebral, apoyado por la imagenología de la resonancia<br />

magnética, es una herramienta científica que nos<br />

permite conocer en específico el funcionamiento de nuestro<br />

cerebro.<br />

Volviendo al libro de El Guardián en el Centeno, que<br />

ha sido asociado a otros actos violentos, como el intento<br />

de asesinato contra el presidente de los Estados Unidos,<br />

Ronald Reagan, es común que una novela pueda ser un<br />

detonante de inspiración para cometer crímenes. Al final<br />

del día, estamos hablando de personas cuya realidad es<br />

otra y cuyas conexiones neuronales les mandan diferente<br />

información de lo que perciben a su alrededor.<br />

Creo que Bertrand Russell tiene razón al decir que el<br />

ser humano busca trascender a toda costa, Para el caso de<br />

los psicópatas, es más importante ser el Guardián en el<br />

Centeno, que aprieta el gatillo, como fue el caso de Chapman,<br />

que el trascender en la vida por obras de beneficio a<br />

la humanidad.<br />

IGNORAN QUE ESTÁN MAL<br />

Si analizamos todo lo descrito, nos daremos cuenta de<br />

que los psicópatas tal vez no entiendan que están mal.<br />

Sus lesiones cerebrales les hacen vernos como peones en<br />

un juego de ajedrez, sin algún valor especial y sin las herramientas<br />

psiquiátricas y psicológicas que nos ayuden.<br />

Como lo han comentado otros colaboradores de esta revista,<br />

podemos pensar que podemos haber convivido con<br />

un psicópata, ya sea en una tienda, en el ambiente de trabajo,<br />

en la escuela, con algún amigo.<br />

No lo sabemos, e incluso nosotros mismos podemos<br />

tener tendencias o predisposición a la psicopatía. Tal vez<br />

sólo nos falta encontrar nuestro Guardián en el Centeno.<br />

¿No lo creen?<br />

REFERENCIAS<br />

The Catcher in the Rye, http://en.wikipedia.org/<br />

wiki/The_Catcher_in_the_Rye<br />

Chapter 27, http://es.wikipedia.org/wiki/<br />

Chapter_27<br />

Kelland, Kate. Psyhopats have faulty brain<br />

connections, scientists find, Reuters, 7 Agosto, 2009.<br />

Original Sinners?, Psychopathy, The Economist, May<br />

26th 2009.<br />

Bering, Jesse. The Problem with psychopaths: a<br />

fearful face doesn´t deter them, Scientific American,<br />

September 30th 2009.<br />

Struebber, Daniel. Lueck, Monika. The Violent Brain,<br />

Scientific American Mind, December 2006 / January<br />

2007.


24y65.indd 1<br />

24<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

Genética de la conducta<br />

psicópata<br />

María del Carmen Esmer<br />

Doctora María del<br />

Carmen Esmer<br />

Profesora Investigadora<br />

del Departamento de<br />

Genética de la Facultad<br />

de Medicina / UANL<br />

carmenesmer@hotmail.<br />

com<br />

“…el ser humano no está hecho como si fuera una máquina<br />

donde pueda analizarse su conducta; en las viejas<br />

teorías sobre la conducta se presentaba al hombre como<br />

un autómata, visión influida por la visión de máquina que<br />

prevalecía en el siglo XIX, pero las cosas han cambiado.<br />

Si se tratara de una máquina, sólo lo sería en el sentido<br />

de un sistema muy complejo que se comporta de acuerdo<br />

a ciertos principios, pero que es de una complejidad extraordinaria”<br />

(Skinner, 1972).<br />

Las variaciones en el comportamiento del ser humano,<br />

al igual que cualquier otro rasgo biológico, están condicionadas<br />

por la interacción de factores ambientales y factores<br />

genéticos.<br />

Aunque la heredabilidad de la conducta ha estado clara<br />

desde los estudios realizados por Sir Francis Dalton en el<br />

siglo XIX, no ha sido sino hasta los últimos años cuando<br />

los avances en el conocimiento del genoma humano han<br />

permitido conducir investigaciones con el fin de establecer<br />

una relación entre los cambios en la secuencia de<br />

bases del ácido desoxirribonucléico y la psicopatología.<br />

DEFINIENDO LA ENFERMEDAD<br />

El comportamiento humano muestra complejidades que<br />

complican las conclusiones de los análisis de causalidad<br />

genómica. En la definición del rasgo por estudiar, podría<br />

encontrarse la primera dificultad, dado que a menudo es<br />

difícil conceptualizar el comportamiento en cuestión. La<br />

conducta psicópata se caracteriza por un daño severo a la<br />

capacidad afectiva, pero las manifestaciones y la magnitud<br />

de ellas son tan variadas, que probablemente no haya dos<br />

individuos psicópatas cuyos comportamientos anormales<br />

sean exactamente idénticos.<br />

La inteligencia es un ejemplo clásico de las dificultades<br />

para definir un rasgo de comportamiento y luego<br />

concluir sobre los determinantes genéticos del mismo.<br />

¿Es la inteligencia la capacidad para resolver un determinado<br />

tipo de problema?, ¿Es la capacidad de tener éxito en<br />

la vida diaria? ¿O sólo debiera definirse como “la capacidad<br />

de obtener una buena puntuación en una prueba de<br />

coeficiente intelectual?”.<br />

Durante el verano de 1999, un biólogo molecular de<br />

Princeton publicó resultados impresionantes de una investigación<br />

en la que insertó un gen en ratones, a los que<br />

hizo producir una proteína relacionada con la memoria<br />

en las células cerebrales. Debido a que los animales de experimentación<br />

se desempeñaron mejor que los controles<br />

en una serie de pruebas de aprendizaje tradicionales, la<br />

prensa llamó a este gen “el gen inteligente” y el “gen de


27/10/2009 04:55:11 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

25<br />

CI”, como si mejorar la memoria fuera el punto central,<br />

o incluso el único el criterio para definir la inteligencia.<br />

La contraparte humana existe en el Síndrome de<br />

Asperger, en el que algunos de estos individuos podrían<br />

tener la capacidad de memorizar cantidades enormes de<br />

información, y, sin embargo, las limitaciones que tienen<br />

en su funcionamiento diario podrían ser tan importantes<br />

que no pueden salir sin un<br />

acompañante que les oriente<br />

sobre cómo llegar a un destino.<br />

Después de haber establecido<br />

una definición para<br />

fines de investigación, el<br />

investigador aún tiene que<br />

medir el comportamiento<br />

con grados aceptables de<br />

validez y fiabilidad. Y en<br />

ese punto se encuentran<br />

grandes dificultades para<br />

dimensionar o medir a la<br />

conducta psicopática ante<br />

la carencia de instrumentos<br />

confiables.<br />

LA CONDUCTA ES UN<br />

RASGO HEREDADO<br />

La evidencia en los seres<br />

vivos confirma que la conducta<br />

es un rasgo heredado<br />

entre miembros de la<br />

misma familia, de la misma<br />

camada o de la misma especie.<br />

Entre las aves, por<br />

ejemplo, los rituales de alimentación<br />

y apareamiento<br />

pueden llegar a ser tan<br />

específicos, que permitan<br />

distinguir especies estrechamente<br />

relacionadas.<br />

Los perros labradores<br />

heredan a su descendencia<br />

el instinto de recuperación de presas, así como los collies<br />

tienden a repetir la postura entre individuos con el mismo<br />

ancestro. El modelo de similitud conductual más dramático<br />

existe entre los chimpancés y los humanos. Genéticamente,<br />

la diferencia es del dos por ciento de las secuencias<br />

del ADN que determina que las conductas de cuidado de<br />

las crías, amamantamiento, apareamiento, comunicación,<br />

altruismo y expresividad facial se compartan en un grado<br />

importante.<br />

Hablando de trastornos psiquiátricos, como la<br />

depresión, la ansiedad, la esquizofrenia y el trastorno<br />

bipolar, se ha demostrado agregación familiar entre padres<br />

e hijos y entre hermanos.<br />

HERENCIA DE LA CONDUCTA PSICÓPATA<br />

Los estudios de los genes y el comportamiento psicópata<br />

requieren del análisis de las familias y de las poblaciones<br />

para realizar comparaciones entre los que tienen el rasgo<br />

en cuestión contra los que no lo poseen. El resultado suele<br />

ser una declaración de “heredabilidad”, una construcción<br />

estadística que calcula la cantidad de variación en una población<br />

que es atribuible a factores genéticos.<br />

Entre los diseños más exitosos para demostrar la<br />

heredabilidad de la conducta psicópata, se encuentran los<br />

estudios de concordancia<br />

en gemelos. Los gemelos<br />

idénticos (monocigotos)<br />

muestran una concordancia<br />

en los niveles de criminalidad<br />

que no exhiben<br />

los dicigotos. El promedio<br />

de la concordancia es de<br />

un 50 por ciento para los<br />

monocigotos y de un 20,6<br />

por ciento para los dicigotos.<br />

Aun en estudios realizados<br />

en gemelos que<br />

fueron dados en adopción<br />

y por lo tanto expuestos<br />

a ambientes familiares<br />

diferentes, la heredabilidad<br />

se mantiene.<br />

Mednick y col., en Dinamarca,<br />

estudiaron a 14<br />

mil 427 niños adoptados<br />

antes de los dos años de<br />

edad (1927-1947). Al analizar<br />

65 mil 516 expedientes<br />

jurídicos, se observó que<br />

cuando ambos padres<br />

–biológicos y adoptivosno<br />

son criminales y por<br />

consiguiente no habría<br />

influencia ni genética,<br />

ni ambiental, 13,5 por<br />

ciento de los adoptados<br />

tenían un registro criminal.<br />

Esta proporción subió<br />

a 14,7 por ciento cuando<br />

solamente los padres adoptivos eran criminales.<br />

Cuando los padres biológicos eran criminales, el nivel<br />

de condena ascendía al 20 por ciento, y cuando ambos<br />

padres, adoptivos y biológicos, eran criminales, la cifra de<br />

condenas ascendía a 24,5 por ciento. En el mismo estudio<br />

se observó que si los padres biológicos tenían numerosas<br />

condenas, aumentaban las condenas de los hijos adoptados.<br />

Otro trabajo sobre este tópico lo realizó Cloninger. El<br />

estudio incluyó a 862 individuos respecto de los cuales se<br />

analizaron antecedentes de criminalidad en los padres y el<br />

ambiente de la familia adoptiva. Cuando ambos factores:<br />

el hereditario y el ambiente nocivo estaban presentes, el<br />

40 por ciento de los adoptados eran criminales, comparados<br />

con 12,1 por ciento cuando solamente los factores<br />

genéticos estaban presentes, 6,7 por ciento si sólo el ambiente<br />

era deletéreo, y 2,9 por ciento si ambas variables


26<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

estaban ausentes. Resumiendo: igual contribuye una constitución<br />

genética predisponente que un ambiente familiar<br />

desfavorable al momento de crear una mente psicópata.<br />

GENES DE LA CONDUCTA PSICOPATA<br />

Las pruebas indican que el sistema nervioso del psicópata<br />

es distinto; experimenta menos miedo y ansiedad que el<br />

común de las personas, de tal manera que los principales<br />

genes candidatos son precisamente los que codifican para<br />

neurotransmisores, sus receptores, sus transportadores y<br />

las enzimas que participan en su metabolismo.<br />

En 1983, Brunner y colaboradores publicaron el estudio<br />

de una familia en la que varios miembros masculinos<br />

mostraban retardo mental limítrofe y conducta violenta,<br />

con estallidos de agresión, incendio intencional, intento<br />

de violación y exhibicionismo.<br />

El análisis de la orina demostró marcada alteración del<br />

metabolismo de las monoaminas, causada por deficiencia<br />

de la actividad enzimática de la monoaminoxidasa A<br />

(MAOA). En los hombres afectados, se demostró una mutación<br />

que cambió el codón de la glutamina (CAG) por un<br />

codón de paro (TAG) lo que causó que faltara un fragmento<br />

de la enzima.<br />

Posteriormente se realizó un estudio en que se introdujo<br />

esta mutación en una cepa de ratones CH3H, cuyos<br />

miembros se caracterizan por su mansedumbre. Los ratones<br />

transgénicos, con el gen MAO anormal, mostraron<br />

una conducta agresiva. Los niveles de serotonina en el<br />

cerebro de las crías transgénicas reveló que tenían siete<br />

veces más serotonina que los controles de la misma edad.<br />

También se observaron cambios estructurales en su<br />

cerebro. La corteza somato-sensorial perdía su estructura<br />

bien delineada en columnas y se observó que el<br />

tratamiento con drogas que inhiben la serotonina, restauraban<br />

la estructura normal de la región somato-sensorial.<br />

Los autores terminan por advertir que en el hombre<br />

el desarrollo del cerebro continúa largo tiempo después<br />

del nacimiento, y que las condiciones ambientales moldean<br />

un cerebro que mantiene su capacidad de plasticidad<br />

durante toda su vida. Las experiencias de la vida son<br />

importantes para moldear la mente, pero se necesitan herramientas<br />

y una de ellas es la MAOA.<br />

Nelson y cols., del Massachussets General Hospital,<br />

junto con investigadores del Johns Hopkins University, en<br />

una publicación de Nature de noviembre de 1995, crearon<br />

mutantes con una ausencia de la enzima sintasa del óxido<br />

nítrico (NOS) neuronal. El óxido nítrico es un neurotransmisor<br />

de alta densidad en las áreas que controlan la emoción,<br />

y las cepas mutantes, carentes de NOS, muestran<br />

un alto nivel de agresividad, rasgo común en el comportamiento<br />

psicópata.<br />

El sistema dopaminérgico es un sistema químico de<br />

gran importancia en la transmisión de impulsos en el cerebro,<br />

y que regula ciertos tipos de comportamiento. Este<br />

sistema establece la producción de dopamina, sustancia<br />

encargada de mantener nuestros pensamientos y percepciones<br />

de acuerdo con la realidad del medio que nos rodea.<br />

En particular se producen pequeños cambios en la secuencia<br />

de ADN del gen DRD2 con las adicciones y la conducta<br />

agresiva. De estas observaciones se desprende que no<br />

puede haber un solo “Gen Psicópata”. Necesariamente la<br />

predisposición hereditaria debe resultar de la interacción<br />

de una pluralidad de genes, algunos que activan y otros<br />

que inhiben. De tal manera que cuando el desarrollo de<br />

ciertas partes del cerebro es frenado por causas genéticas,<br />

y los padres del infante son abusivos, irresponsables o<br />

manipuladores, se han juntado todos los ingredientes necesarios<br />

para crear una mentalidad psicópata.


CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

27<br />

Neuroimagen de la psicopatía<br />

Roberto Emmanuele Mercadillo Caballero<br />

LA<br />

A<br />

LOCURA MORAL<br />

principios del siglo XX, la psicopatía era comúnmente<br />

denominada la “locura moral” en diversas instituciones<br />

psiquiátricas de México y del mundo. Tal denominación<br />

se entendía bien, dado que los pacientes que<br />

padecían algún tipo de psicopatía manifestaban diversas<br />

actitudes antisociales, tales como despreocupación por los<br />

sentimientos y seguridad de los demás, quebrantamiento<br />

constante de las reglas y las obligaciones sociales, y propensión<br />

a causar daño a otros para satisfacer deseos propios.<br />

En la actualidad, la psicopatía se ubica en la categoría<br />

de Trastorno Antisocial de la Personalidad,<br />

que, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de<br />

los Trastornos Mentales (DSM IV), se caracteriza<br />

por la ocurrencia de violaciones constantes<br />

de los derechos de los otros en al menos<br />

tres de los siguientes criterios:<br />

a) Fallas en acatar normas sociales y legales,<br />

que suelen conducir al arresto.<br />

b) Mentir y usar a otras personas en<br />

su beneficio.<br />

c) Impulsividad y fallas de planeación.<br />

d) Agresividad, asaltos y peleas violentas.<br />

e) Poco cuidado de la seguridad propia y<br />

ajena.<br />

f) Inestabilidad financiera.<br />

g) Falta de remordimiento.<br />

Roberto<br />

Emmanuele<br />

Mercadillo<br />

Caballero<br />

Maestro en<br />

<strong>Ciencia</strong>s<br />

(Neurobiología)<br />

Docente de la<br />

Escuela Nacional<br />

de Antropología e<br />

Historia<br />

Estudiante del<br />

Doctorado<br />

en <strong>Ciencia</strong>s<br />

Biomédicas<br />

Universidad<br />

Nacional Autónoma<br />

de México<br />

xofiel@hotmail.com<br />

Algunas manifestaciones obvias<br />

de este trastorno se ejemplifican<br />

con ofensores y quebrantadores<br />

de la ley, cuyos actos<br />

a la luz pública han denotado<br />

crueldad, planeación y falta<br />

de remordimiento. Me refiero<br />

a los casos de Juana Barraza Samperio,<br />

“La Mataviejitas”; José Luis Calva<br />

Zepeda, “El Caníbal de la Gue-rrero”, y<br />

Daniel Arizmendi López, “El Mochaorejas”.<br />

En noviembre del año 2008, la distinguida<br />

académica de la UNAM, Feggy<br />

Ostrosky, señalo que cerca del uno por<br />

ciento de la población mexicana (aproximadamente<br />

900 mil personas), muestran<br />

características psicopatológicas que<br />

podrían vincularse con el comportamiento<br />

antisocial.


28y61.indd 1<br />

28<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

LA PSICOPATÍA, DIFÍCIL DE RECONOCER<br />

Estos datos han incrementado el interés por el estudio<br />

de la psicopatía, la cual, a diferencia de otros trastornos<br />

mentales, no es fácil de reconocer, debido a que quién la<br />

padece puede llevar una vida escolar, laboral y familiar<br />

aparentemente normal.<br />

De esta forma, la mayoría de los pacientes a quienes<br />

se les ha diagnosticado Trastorno Antisocial de la Personalidad,<br />

son cautivos una vez que han cometido una<br />

acción de tipo ilegal o criminal, pero difícilmente se les<br />

puede identificar durante su vida cotidiana.<br />

Debido a la dificultad para reconocer síntomas psicopáticos<br />

y, por tanto, aislar una muestra numerosa de<br />

estos pacientes, gran parte de los estudios académicos dirigidos<br />

a investigar sus bases biológicas no solamente han<br />

utilizado poblaciones a las que se les ha diagnosticado psicopatía,<br />

sino manifestaciones antisociales similares, tales<br />

como la criminalidad o la violencia.<br />

A continuación se describen algunos de estos hallazgos<br />

en el ámbito cognitivo y del comportamiento.<br />

COGNICIÓN Y COMPORTAMIENTO<br />

DE LOS PSICÓPATAS<br />

Por cognición se entiende la manera en que nuestros sistemas<br />

mental y nervioso procesan la información proveniente<br />

del medio exterior; por ejemplo, el espacio físico<br />

o las acciones de otros, y de nuestro medio interno; es<br />

decir, nuestra memoria, experiencia emocional y señales<br />

que provienen de nuestro cuerpo. En este ámbito, los pacientes<br />

psicópatas manifiestan reducida ansiedad y reacciones<br />

psicofisiológicas atenuadas ante estímulos que<br />

normalmente causan aversión o rechazo en los humanos.<br />

Por ejemplo, en comparación con poblaciones sanas,<br />

se ha reportado que los criminales varones no exhiben el<br />

reflejo de cerrar los ojos o mover la cabeza cuando observan<br />

escenas de victimización y de amenaza; tampoco<br />

muestran un incremento en el latido cardiaco frente a<br />

estas situaciones. También se ha reportado que tienen deficiencias<br />

para identificar expresiones faciales de otros, en<br />

particular cuando se expresa ira o enojo.<br />

Es curioso, sin embargo, constatar que no presentan<br />

dificultad en la habilidad de la teoría de la mente, necesaria<br />

para inferir los estados psicológicos otros. Es decir,<br />

conservan intacta la habilidad para suponer cuando<br />

otra persona se encuentra triste, alegre, enojada; o, bien,<br />

suponer sus intenciones y pensamientos.<br />

Para estudiar la cognición en la psicopatía, también se<br />

ha aplicado el paradigma Stroop (ver Figura 1). Éste consiste<br />

en una prueba computarizada, durante la cual se<br />

proyectan en una pantalla varias palabras que denominan<br />

colores.<br />

El individuo debe indicar el color en el que está escrita<br />

la palabra. Sin embargo, el color de la tinta y el color que<br />

denomina pueden ser diferentes. Por ejemplo, la palabra<br />

AZUL, puede estar escrita en tinta roja.<br />

Esta incongruencia provoca una interferencia cognitiva<br />

que lleva al sujeto a discriminar o seleccionar entre ambos<br />

tipos de estímulos. Los pacientes con psicopatía manifiestan<br />

una inadecuada ejecución de esta tarea, similar a la<br />

que manifiestan los pacientes a quienes se les ha diagnosticado con el Trastorno<br />

por Déficit de Atención (TDA).<br />

TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN<br />

Esto es relevante, si se considera que un alto porcentaje de los pacientes con<br />

TDA también manifiestan conductas violentas y agresivas, así como falta de<br />

activación de la corteza anterior del cíngulo cuando ejecutan esta tarea. De esta<br />

forma, la atención puede constituir un proceso alterado en la psicopatía, ya<br />

que permite controlar la conducta y los impulsos emocionales, a partir de<br />

proyecciones neuronales entre el cíngulo, el sistema límbico y la corteza frontal.<br />

A partir de los datos mencionados arriba, es posible suponer que en la psicopatía<br />

se identifican alteraciones relacionadas con el control de impulsos y con<br />

el sistema afectivo, el cual permite experimentar emociones y reconocerlas en<br />

otros. Estos datos, sin embargo, son insuficientes para entender las bases biológicas<br />

de la psicopatía; es necesario vincular las funciones cognitivas con sus<br />

correlatos cerebrales normales, y posteriormente detectar alteraciones en las<br />

estructuras cerebrales y en sus funciones. Esto último es precisamente una de<br />

los objetivos de la neuroimagen, cuya descripción se plantea en los siguientes<br />

párrafos.<br />

Figura 1. Diseño de la tarea Stroop y la corteza anterior del cíngulo.<br />

IMÁGENES DEL CEREBRO ANTISOCIAL<br />

La neuroimagen se refiere a un conjunto de técnicas que permiten observar la<br />

forma y estructura del cerebro de un individuo, así como identificar la activación<br />

de algunos de sus grupos de neuronas durante la ejecución de alguna tarea; por<br />

ejemplo, la evocación del algún recuerdo o la resolución de tareas de memoria,<br />

de atención, de aprendizaje o de experiencias emocionales.<br />

Dos de las técnicas de neuroimagen más utilizadas en la actualidad son<br />

el análisis de morfometría por voxel y la resonancia magnética funcional.<br />

En el primero, se introduce al sujeto en un equipo de resonancia magnética, se<br />

obtiene una imagen anatómica de alta resolución de su cerebro y se comparan<br />

las medidas de algunas de sus regiones con las que presentan poblaciones sanas<br />

(ver Figura 2).


27/10/2009 04:54:37 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

29<br />

Figura 2. Las técnicas de morfometría por voxel y de resonancia<br />

magnética funcional.<br />

Figura 3. Localización y conexiones de la corteza prefrontal.<br />

A partir de la técnica de morfometría por voxel, se ha reportado que los<br />

pacientes que manifiestan criterios de psicopatía presentan un volumen reducido<br />

de la amígdala y del hipocampo, dos estructuras localizadas en el<br />

centro del cerebro, cuya función cognitiva permite una adecuada experiencia<br />

de emociones y memoria de eventos aversivos (ver Figura 4).<br />

También presentan disminución en el volumen de la materia gris de la corteza<br />

cerebral en su región prefrontal y temporal. La corteza cerebral se refiere a<br />

la capa más superficial del cerebro, con un espesor de entre dos y tres milímetros.<br />

Las diferencias en el volumen de la corteza cerebral en los psicópatas es<br />

un dato de gran interés, ya que la región prefrontal ha sido relacionada con el<br />

aprendizaje de tipo social, ético y moral.<br />

De hecho, los individuos que presentan lesiones o alteraciones en esta zona,<br />

debidas a accidentes cardiovasculares o golpes severos, manifiestan conductas<br />

antisociales posteriores a la aparición de la lesión. Esta región mantiene proyecciones<br />

neuronales con la amígdala, con la corteza anterior del cíngulo, con el<br />

hipocampo y con la corteza temporal, lo cual permite controlar impulsos e integrar<br />

la información emocional a la de tipo moral; es decir, a la capacidad de<br />

valorar un acto como correcto o incorrecto, o bien, bueno o malo.<br />

Dicho de otra forma, la acción de la corteza prefrontal permite inhibir comportamientos<br />

que pueden causar daño a otros. En la Figura 3 se muestra la localización<br />

de la corteza prefrontal y algunas de sus conexiones neuronales.<br />

Por otro lado, a partir de la resonancia magnética funcional, se detectan las<br />

regiones de actividad cerebral con base en los requerimientos de oxígeno de las<br />

neuronas para mantenerse activas (ver Figura 2).<br />

En comparación con sujetos normales, los pacientes con psicopatía presentan<br />

menor actividad en la amígdala durante la ejecución de tareas que<br />

consisten en memorizar palabras que denotan significados o valoraciones<br />

negativas, tales como crimen, muerte o asesinato. También con el uso de esta<br />

técnica, se ha observado que los criminales violentos tienen una actividad cerebral<br />

disminuida en la corteza prefrontal (ver Figura 3).<br />

NEURONAS ESPEJO<br />

Un hallazgo de gran interés es el que muestra el sistema<br />

de neuronas espejo. Este sistema constituye una propuesta<br />

neurobiológica reciente, que se refiere a una red<br />

de regiones cerebrales formadas por diversos grupos de<br />

neuronas. Estas neuronas responden, o se activan, cuando<br />

la persona realiza un movimiento o experimenta una sensación<br />

corporal; por ejemplo, dolor. Pero también se activan<br />

cuando se observa que alguien más está realizando un<br />

movimiento o teniendo una sensación en su cuerpo.<br />

De esta forma, el sistema de neuronas espejo se ha<br />

propuesto como las bases neuronales de la empatía; es<br />

decir, la capacidad de entender (y en ocasiones contagiarse<br />

de) las emociones y sensaciones de otros. Para realizar<br />

experimentos bajo el sistema de neuronas espejo, las<br />

personas son colocadas en un equipo de resonancia magnética<br />

funcional, para registrar su actividad cerebral mientras<br />

observan videos con escenas que causan dolor. Por<br />

ejemplo, el video puede mostrar una aguja introduciéndose<br />

severamente en el brazo de una persona.<br />

Contrariamente a lo que podría esperarse, cuando los<br />

pacientes psicópatas observan este tipo de escenas, manifiestan<br />

una actividad cerebral normal de las neuronas espejo.<br />

Este hallazgo nos indica que los individuos psicópatas<br />

muestran un adecuado funcionamiento neuronal que les<br />

posibilita entender los sentimientos de los otros, de tal<br />

forma que la disfunción puede deberse no a la carencia<br />

de empatía en sí misma, sino a la integración de la experiencia<br />

empática con los juicios morales.


30<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

Otra región cerebral que se ha observado afectada en la<br />

psicopatía es el núcleo caudado, que constituye un grupo<br />

de neuronas localizadas en el centro del cerebro, cuyas<br />

funciones se han vinculado principalmente con el control<br />

de movimientos, la empatía y la experiencia emocional de<br />

amor, en particular amor maternal.<br />

DEMENCIA FRONTO-TEMPORAL<br />

Finalmente, una fuente para entender el comportamiento<br />

antisocial proviene de análisis clínicos neurológicos en<br />

pacientes con demencia fronto-temporal. En términos generales,<br />

este tipo de demencia indica cambios en las actitudes<br />

y en el comportamiento de los pacientes, a partir<br />

de la disfunción de la dinámica cerebral en la corteza prefrontal,<br />

orbitofrontal y temporal.<br />

Las actitudes que manifiestan los pacientes son de tipo<br />

antisocial, y se caracterizan por la pérdida de empatía, de<br />

inhibición de normas sociales e inadecuados juicios de<br />

tipo moral. La Figura 4 ilustra las principales regiones cerebrales<br />

vinculas con la psicopatía y el comportamiento<br />

antisocial.<br />

Figura 4. Localización de las principales regiones cerebrales relacionadas con<br />

la empatía.<br />

INTERPRETACIÓN DE HALLAZGOS<br />

Y SUS CONSECUENCIAS SOCIALES<br />

Las regiones cerebrales mostradas en la Figura 4 representan<br />

funciones cognitivas relacionadas con procesos<br />

emocionales y de empatía, que permiten entender los<br />

sentimientos y sufrimiento de otros, así como memorizar<br />

situaciones aversivas o dañinas. También participan en el<br />

aprendizaje de normas y códigos sociales que posibilitan<br />

la ejecución de juicios de tipo moral y legal.<br />

La interpretación de estos hallazgos no es fácil, ya que<br />

en ocasiones la disfunción de una región cerebral no implica<br />

necesariamente una alteración en su correlato cognitivo<br />

o en el comportamiento del individuo. Por ejemplo,<br />

aunque algunas de las regiones cerebrales se vinculan con<br />

el proceso de teoría de la mente y planeación a futuro,<br />

éstos son dos procesos que parecen estar intactos en los<br />

pacientes psicópatas.<br />

Entonces, aunque la “locura moral” se caracteriza por<br />

una distorsión en la interpretación o aplicación de los<br />

valores morales socialmente aprendidos, tal distorsión<br />

podría estar relacionada con una alteración de los vínculos<br />

entre el sistema afectivo y la valoración moral, más<br />

que con una disfunción en los procesos cognitivos que subyacen al aprendizaje<br />

social y moral en sí mismos.<br />

El debate de los mecanismos neuronales que subyacen a la psicopatía es álgido,<br />

y no se ha llegado a un consenso al respecto. Sin embargo, independientemente<br />

de su explicación neurobiológica, los hallazgos indican alteraciones en<br />

el sistema mental y neuronal de los individuos psicópatas. Esto último conlleva<br />

discusiones que abarcan niveles legales, morales, criminológicos e incluso bioéticos.<br />

Las discusiones se centran en la manera en que el sistema institucional<br />

de justicia debe juzgar y tratar a estos pacientes.<br />

Es decir, si la psicopatía conforma un síndrome caracterizado por alteraciones<br />

neurológicas, ¿es viable atribuir culpabilidad a los ofensores, aun cuando éstos<br />

son conscientes de sus actos? Si bien la neurobiología ha aportado hallazgos<br />

referentes al comportamiento y bases biológicas de la psicopatía y el comportamiento<br />

antisocial, la decisión de la acción para identificar a estos individuos<br />

y la manera de actuar hacia ellos recaen en la sociedad en su conjunto y en la<br />

integración del pensamiento procedente de diversas áreas del conocimiento.<br />

REFERENCIAS<br />

Anderson S, Bechara A, Damasio H, Tranel D, Damasio<br />

AR. 1999. Impairment of social and moral behavior related<br />

to early damage in human prefrontal cortex. Nature<br />

Neuroscience, 2(11): 1032-1037.<br />

Blair, RJ. 2003. Neurobiological basis of psychopathy.<br />

Brithish Journal of Psychiatry, 182: 5-7.<br />

Bufkin JL, Luttrell VR. 2005. Neuroimaging studies of<br />

aggressive and violent behavior: current findings and<br />

implications for criminology and criminal justice. Trauma,<br />

violence and abuse. 6(2): 176-191.<br />

Hoptman MJ. 2003. Neuroimaging studies of violence and<br />

antisocial behavior. Journal of Psychiatric Practice, 9(4):<br />

265-278.<br />

Mercadillo RE, Díaz JL, Barrios FA. 2007. Neurobiología de<br />

las emociones morales. Salud mental, 30(3): 1-11.<br />

30y59.indd 1


CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

31<br />

José Alfonso Ontiveros Sánchez de la Barquera<br />

LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL<br />

Y LAS CONDUCTAS ANTISOCIALES<br />

Los pacientes con personalidad antisocial y los que exhiben<br />

conductas antisociales tienen una historia de<br />

conducta antisocial crónica y continua y de violación<br />

de los derechos de otros. Son incapaces de controlar sus<br />

impulsos y posponer gratificaciones inmediatas; muestran<br />

insensibilidad hacia las emociones de otros; son egocéntricos,<br />

egoístas y demandan en exceso. Frecuentemente no<br />

tienen ansiedad ni remordimiento.<br />

Los síntomas del trastorno de personalidad antisocial<br />

(DSM-IV-TR) (1) incluyen:<br />

• Inicio después de los 18 años.<br />

• Evidencia de trastornos conductuales antes de los 15<br />

años.<br />

• Un patrón persistente por violar los derechos de otros<br />

que ocurre desde los 15 años de edad y que es indicado<br />

por tres elementos de los siguientes:<br />

1. Falla para adaptarse a las normas sociales<br />

Doctor en<br />

Medicina<br />

José Alfonso<br />

Ontiveros<br />

Sánchez de la<br />

Barquera<br />

Instituto de<br />

Información<br />

e Investigación<br />

en Salud Mental<br />

A.C.<br />

Doctor Enrique<br />

Peña 122, Col.<br />

Doctores,<br />

Monterrey N.L. CP<br />

64710<br />

ontiverosalf@gmail.<br />

com<br />

Lesiones cerebrales<br />

y psicopatía<br />

2. Irritabilidad y agresividad<br />

3. Consistente irresponsabilidad<br />

4. Impulsividad y falla en planear a futuro<br />

5. Deshonestidad<br />

6. Falta de cuidado en la seguridad de si mismo o<br />

de otros<br />

7. Falta de arrepentimiento<br />

Algunas conductas antisociales se ven precipitadas<br />

por daño cerebral, secundario a traumatismo de cabeza o<br />

encefalitis. En este caso, el diagnóstico más apropiado es<br />

el de cambio en la personalidad, debido a una condición<br />

médica (Scully 1996) (2).<br />

CAMBIOS EN LA PERSONALIDAD<br />

POR CONDICIONES MÉDICAS<br />

Las alteraciones en la personalidad debidas a condiciones<br />

médicas pueden incluir labilidad en un amplio rango de<br />

alteraciones, entre las que se incluyen emotividad, pobre<br />

control de impulsos, agresividad y explosiones de ira, y<br />

apatía o suspicacia.<br />

La personalidad, como función cerebral, puede verse<br />

alterada por factores que modifican esta función en forma<br />

transitoria o permanente. El objeto de este artículo es revisar<br />

someramente la evidencia que sustenta la relación<br />

entre las lesiones cerebrales y la conducta psicopática.<br />

Este campo de la investigación neurofisiológica y neuropsiquiátrica<br />

pone de manifiesto el complejo origen de<br />

la personalidad y de las funciones morales y su sustento<br />

neurobiológico a través de sus alteraciones.


32y57.indd 1<br />

32<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

PERSONALIDAD Y LÓBULO FRONTAL<br />

Desde hace más de un siglo el lóbulo frontal y sus funciones<br />

se han asociado con la personalidad.<br />

El lóbulo frontal y la región prefrontal (áreas 4 y 6 de<br />

Brodman) en relación con la superficie total de los hemisferios<br />

cerebrales, ocupa el 32.8 por ciento en el humano,<br />

y la superficie relativa del mismo es mayor que en otros<br />

primates.<br />

El lóbulo frontal se ha asociado con la capacidad intelectual<br />

y funciones motoras y premotoras complejas,<br />

con el lenguaje y socialización, por lo que no es sorprendente<br />

que también esté asociado con la personalidad (3).<br />

Localizar la personalidad en una región cerebral es una<br />

tarea difícil. Múltiples estructuras cerebrales parecen colaborar<br />

en la estructuración de los denominados rasgos de<br />

la personalidad.<br />

Diversos estudios han ayudado a localizar las funciones<br />

responsables del temperamento, inhibición e impulsividad.<br />

Se ha observado que la realización de una tarea predecible<br />

activa diferentes regiones del lóbulo frontal. Una<br />

tarea esperada secuencial activa la corteza prefrontal medial<br />

anterior y el estrium ventral, en tanto que una tarea<br />

impredecible incluye el polo prefrontal y el estrium dorsolateral<br />

(Koechlin et al 2000) (4).<br />

El razonamiento basado en el análisis social incluye<br />

la activación del giro frontal superior izquierdo y giro orbitofrontal.<br />

Esto se ha demostrado en estudios con resonancia<br />

magnética funcional, en los que se ha observado la activación<br />

de la corteza frontopolar y giro frontal medial al<br />

establecer juicios sin significado emocional, en tanto que<br />

los juicios morales activan regiones en la corteza temporal<br />

derecha, núcleo lenticular y cerebelo (Moll et al 2001) (5).<br />

Si bien el lóbulo frontal no es la única estructura encargada<br />

de las funciones de la personalidad, sí juega un papel<br />

esencial en ella y en especial en el razonamiento social<br />

y moral. Así, no es sorprendente que diversas patologías<br />

que lo afecten pueden dar lugar a conductas sociopáticas.<br />

Tabla I. Anormalidades observadas en pacientes con leucotomía prefrontal<br />

y lesiones de cualquier causa:<br />

Anormalidades<br />

Cambio en la personalidad<br />

Disminución leve intelectual<br />

Psicomotricidad<br />

Anormalidades motoras<br />

Falta de conciencia sobre las<br />

consecuencias de cualquier acción<br />

Indiferencia social<br />

Placidez<br />

Falta de agresión<br />

Falta de ansiedad<br />

Afecto depresivo<br />

Excitabilidad infantil (Moria de Jastrowitz)<br />

Bromas inapropiadas<br />

Inestabilidad emocional<br />

Superficialidad<br />

Falta de concentración<br />

Vacilación de la atención<br />

Inestabilidad en llevar y planear<br />

actividades<br />

Dificultad en cambiar de una tarea a otra<br />

Alteración leve de la memoria<br />

Falta de iniciativa<br />

Impulsividad<br />

Abulia<br />

Reducción en la actividad<br />

Retardo psíquico<br />

Akinesis o mutismo<br />

Ataxia<br />

Rigidez paratónica<br />

Reflejo de prensión<br />

Reflejo de succión<br />

Incontinencia de esfínteres<br />

SÍNDROMES DEL LÓBULO FRONTAL<br />

El efecto de las lesiones frontales en el humano no ha dejado<br />

de ser objeto de controversia.<br />

El daño bilateral de los lóbulos frontales en las áreas<br />

premotoras (áreas 9, 10 y 11 de Brodman), y su implicación<br />

en diversos cambios en la personalidad ha sido reconocido<br />

desde hace más de cien años.<br />

Los pacientes con lesiones frontales muestran cambios<br />

en la personalidad y en la conducta social.<br />

Es frecuente cierto grado de apatía, irritabilidad, pobre<br />

juicio, conducta social desinhibida, falta de motivación y<br />

de dirección conductual y euforia.<br />

El síndrome varía de paciente en paciente y se relaciona<br />

con la locación de la lesión frontal.<br />

En especial, los pacientes con lesiones en la porción<br />

basal orbital muestran desinhibición, agresividad y combatividad.<br />

También se ha observado desinhibición sexual e irritabilidad<br />

(6).


CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

33<br />

En 1978, Lezak (7) describió una serie de alteraciones en la personalidad, luego<br />

de traumatismo craneal severo:<br />

Falla en la perceptividad social.<br />

Falla en el autocontrol y auto-regulación.<br />

Conducta ligada al estímulo.<br />

Cambios emocionales.<br />

Falta de habilidad para aprender de la experiencia social.<br />

Estos cambios conductuales pueden pasar desapercibidos para el paciente<br />

y se muestran como un cambio narcisista o antisocial de la personalidad. Se ha<br />

discutido que conciencia o insight de las fallas conductuales es en realidad una<br />

agnosia (falla en reconocer la propia conducta) y en ocasiones se ha descrito<br />

como negación orgánica.<br />

Las lesiones graves del lóbulo frontal que pueden causar los denominados<br />

síndromes frontales incluyen malformaciones arteriovenosas, enfermedades<br />

neoplásicas y eventos hemorrágicos o lesiones quirúrgicas o traumáticas.<br />

Las lesiones orbitofrontales, luego de contusiones con daño del tejido neural<br />

contra la base anterior del cráneo, pueden sucederse en pacientes que han caído<br />

hacia atrás, golpeando el occipucio contra el suelo. Una disfunción leve en el<br />

olfato (nervio craneal I) puede detectarse luego de tal lesión y tal cambio suele<br />

acompañarse de alteraciones neuroconductuales, que incluyen impulsividad, euforia<br />

y síntomas maniacos.<br />

Hibbard y colaboradores (2000) (8) emplearon la entrevista SCID-II para trastornos<br />

de la personalidad del DSM-IV y encontraron que dos tercios de sujetos<br />

con lesiones cerebrales mostraban algún trastorno de la personalidad, independientemente<br />

de la severidad de la lesión, edad del sujeto y tiempo de evolución<br />

de la lesión. Es interesante señalar que traumas focales en los polos de lóbulos<br />

temporales, regiones orbitofrontales y convexidad del frontal pueden ocurrir sin<br />

evidencia neuro radiológica.<br />

Diversos estudios sugieren evidencia de la presencia de factores premórbidos<br />

de la personalidad para estos cambios postlesionales y, por tanto, una<br />

población de pacientes más vulnerables para anormalidades frontales luego de<br />

lesiones traumáticas (O´Shanick y O´Shanick 2005) (3).<br />

CAMBIOS EN LA PERSONALIDAD DE PACIENTES CON EPILEPSIA<br />

La epilepsia, en especial con origen en el lóbulo temporal, se ha asociado con<br />

cambios en la personalidad de los pacientes. Algunos de estos cambios incluyen<br />

conductas antisociales que merecen ser revisadas.<br />

El síndrome de Gastaut-Geschwind destacaba un grupo de cambios en la personalidad,<br />

que se creían asociados a la epilepsia del lóbulo temporal: emociones<br />

profundas, circunstancialidad, alteraciones religiosas, preocupaciones sexuales<br />

e hipergrafia (10, 11). Bear y Fedio (1977) (12) extendieron el denominado síndrome<br />

de la personalidad de Gastaut-Geschwind a 18 rasgos basados en la revisión<br />

de la literatura.<br />

Tabla II. Rasgos reportados por Bears y Fedio:<br />

Rasgo<br />

Agresividad<br />

Alteraciones en el interés<br />

sexual<br />

Disminución de la emotividad<br />

Dependencia, pasividad<br />

Elación, euforia<br />

Culpa<br />

Sobriedad y falta de humor<br />

Hipergrafia<br />

Hipermoralismo<br />

Hipomoralismo<br />

Aumento de emotividad<br />

Irritabilidad<br />

Obsesividad<br />

Paranoia, celos<br />

Intereses filosóficos<br />

Religiosidad<br />

Depresión<br />

Sentido de un destino<br />

personal<br />

Viscosidad<br />

Observación Clínica<br />

Hostilidad abierta, ataques<br />

de rabia, crímenes violentos,<br />

asesinato<br />

Falta de libido,<br />

hiposexualidad, fetichismo,<br />

trasvestismo, exhibicionismo,<br />

episodios de hipersexualidad<br />

Indiferencia emocional,<br />

falta de iniciativa, torpeza,<br />

hiperexcitabilidad<br />

Necesidad de ayuda,<br />

requerir siempre asistencia<br />

Grandiosidad, humor<br />

exhilarante, diagnóstico de<br />

trastorno bipolar<br />

Tendencia al autoescrutinio y<br />

autorecriminación<br />

Preocupaciones<br />

sobregeneralizadas, falta de<br />

humor o ideosincracias<br />

Hacer diarios extensos,<br />

notas detalladas, escribir<br />

Atención a las reglas con<br />

inhabilidad para distinguir el<br />

significado de infracciones<br />

menores, deseo de castigo<br />

Falta de atención a las<br />

reglas. Falla en entender el<br />

significado de bueno y malo<br />

Emociones profundas, afecto<br />

intenso sostenido, aumento<br />

de la sensibilidad<br />

Aumento de la irritabilidad,<br />

ira<br />

Ritualismo, orden, atención<br />

compulsiva a los detalles<br />

Sospecha,<br />

sobreinterpretación<br />

de motivos y eventos,<br />

diagnóstico de esquizofrenia<br />

paranoide<br />

Metafísica naciente o<br />

especulaciones morales,<br />

teorías cosmológicas<br />

Creencias religiosas<br />

profundas, idiosincráticas,<br />

conversiones múltiples,<br />

estados místicos<br />

Desesperanza,<br />

descorazonamiento,<br />

autodepreciación, depresión,<br />

intentos suicidas<br />

Egocentrismo. Eventos<br />

personales cambiantes, guía<br />

divina descrita a muchos<br />

eventos de la vida personal<br />

Tendencia a la repetición,<br />

viscosidad de la<br />

personalidad


34y55.indd 1<br />

34<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

Si bien aún existe controversia sobre la presencia de<br />

estos cambios con epilepsia del lóbulo temporal, puede<br />

observarse que muchos de estos cambios antagónicos en<br />

la personalidad de los pacientes con epilepsia parcial incluyen<br />

conductas agresivas, criminales, disminución de<br />

la percepción moral de la conducta, egocentrismo, indiferencia<br />

y alteraciones en la conducta sexual. Estos cambios<br />

en la personalidad de pacientes con epilepsia del lóbulo<br />

temporal pueden ser indistinguibles de los observados en<br />

lesiones del lóbulo frontal (11).<br />

EPILEPSIA DEL LÓBULO FRONTAL<br />

Los lóbulos frontales son importantes en la personalidad,<br />

y sus trastornos pueden afectar la personalidad, el<br />

juicio y las funciones ejecutivas. La corteza posterior orbitofrontal,<br />

y el giro cingulado anterior, dos áreas críticas<br />

paralímbicas del lóbulo frontal, intervienen en estas funciones.<br />

Los pacientes con epilepsia focal del cíngulo anterior<br />

pueden desarrollar psicosis, agresividad, conducta<br />

psicopática, desviaciones sexuales, irritabilidad, trastorno<br />

obsesivo-compulsivo y pobre control de impulsos. Las lesiones<br />

orbitofrontales producen hiperfagia, falla de ligas<br />

autonómicas para guiar la conducta, respuestas emocionales<br />

aberrantes, aumento de la agresividad, conducta social<br />

disfuncional, conducta desinhibida y confabulación (13).<br />

EPILEPSIA GENERALIZADA<br />

Los problemas de personalidad en la epilepsia no están<br />

restringidos a las formas de epilepsia parcial; ocurren en<br />

los síndromes de epilepsia generalizada, tales como la epilepsia<br />

mioclónica juvenil y las ausencias. En la epilepsia<br />

mioclónica juvenil, se han reportado rasgos de personalidad<br />

en los pacientes, que incluyen irresponsabilidad, falla<br />

en el control de impulsos, descuido de responsabilidades,<br />

exageración, desinterés personal, inestabilidad emocional,<br />

inconsideración, rabia súbita y distractibilidad. Janz<br />

(1969) (14) observó también que estos pacientes niegan<br />

tener problemas o conflictos sobre problemas de juicio<br />

evidentes.<br />

Se desconoce el origen de los cambios en la personalidad<br />

y en especial de aquellos relacionados con el control<br />

de la conducta social y percepción moral y por tanto<br />

de las conductas antisociales en pacientes con epilepsia<br />

generalizada. Estos cambios en la personalidad ponen de<br />

manifiesto la compleja tarea que implica estudiarlos y los<br />

retos futuros para la investigación neurobiológica.<br />

Tabla III. Problemas psicosociales y de personalidad que<br />

ocurren más frecuentemente en pacientes con historia de<br />

epilepsia versus artritis reumatoide juvenil:<br />

Problemas<br />

Académicos<br />

Psicosociales<br />

Conducta<br />

Ocupacional<br />

Requerir educación especial<br />

Bajo desempeño académico<br />

Repetir grado<br />

Falla en graduarse de<br />

preparatoria o carrera<br />

Retrasarse en la escuela<br />

Mala relación con hermanos<br />

Salir poco con amigos o<br />

compañeros<br />

Embarazo no deseado en<br />

adolescentes<br />

Historia de alto uso de<br />

alcohol<br />

Problemas conductuales<br />

reportados por padres y<br />

maestros<br />

Dificultades emocionales y<br />

psiquiátricas<br />

Pocos meses de empleo en<br />

el último año<br />

Alto grado de trabajo poco<br />

calificado<br />

Pobre satisfacción en el<br />

trabajo<br />

CONCLUSIONES<br />

La personalidad, como producto de las complejas funciones<br />

cerebrales, puede verse alterada en diversas patologías<br />

que afecten en forma transitoria o permanente<br />

su funcionamiento. Conductas antisociales y cambios antisociales<br />

de la personalidad se han observado en diversos<br />

trastornos neurológicos que afectan la función cerebral,<br />

como sucede en las epilepsias generalizadas y en especial<br />

en la epilepsia parcial con origen en los lóbulos temporales<br />

y frontales. Lesiones discretas del lóbulo frontal,<br />

en especial de la corteza posterior orbitofrontal y el giro<br />

cingulado anterior, y lesiones mayores en los denominados<br />

síndromes del lóbulo frontal, han sido también extensamente asociadas<br />

con conductas antisociales. El campo de investigación de la conducta “moral”<br />

es promisorio, y esperamos que en un futuro próximo los frutos de la investigación<br />

neurobiológica se reflejen en los sujetos con trastorno de la personalidad<br />

antisocial primario y en aquellos debidos a condiciones médicas como las que<br />

acabamos de revisar.<br />

REFERENCIAS<br />

1. American Psychiatric Association. Diagnosis and Statistical Manual of Mental<br />

Disorders, 4th Edition. Text Revision. Washington DC, 2000<br />

2. Scully J.H. Psychiatry 3d. Edition NMS. Williams & Wilkins. Honk Kong 1996.<br />

3. O´Shanick GJ, O´Shanick AM. Personality Disorders. Siver JM, McAllister TW, Yudofsky<br />

SC (editors). Textbook of Traumatic Brain Injury. American Psychiatric Publishing Inc.<br />

Washington DC, London, 2005. 245-258<br />

4. Koechlin E. Corrado G, Piegtrini P, et al. Dissociating the role of the medial and lateral<br />

anterior prefrontal cortex in human planning. Proc Natl Acad Sci 97: 7651-7656, 2000.<br />

5. Moll J. Eslinger PJ, Oliveira-Souza R: Frontopolar and anterior temporal cortex<br />

activation in a moral judgment task: preliminar functional MRI results in normal<br />

subjects. Arq Neuropsychiatr. 59: 657.667, 2001.<br />

6. Adams R, Victor M. Deragements of Intellect, Behavior, and Language due to diffuse<br />

and focal Cerebral Disease. En: Principles of Neurology 2d. Ed. McGraw-Hill Book<br />

Company, New York, 1997, 273-322.<br />

7. Lezak MD: The problema of assessing executive functions. Int J Pyschol 17: 281-197,<br />

1978<br />

8. Hibbard y colaboradores (2000) (Hibbard MR, Bogdany J. Uysal S, et al. Axis II<br />

psychopathology in individuals with traumatic brain injury. Brain Inj 14: 45-61, 2000.<br />

9. Meythaler JM, Peduzzi-Nelson J. Eleftheriou E. et al. Current concepts: diffuse axonal<br />

injury associated traumatic brain injury. Arch Phys Med Rehabil 82: 1461-1471, 2001.<br />

10. Strub R, Black F. Organic Brain Syndromes. F.A. Davis Company. Philadelphia. 1981.<br />

11. Trimble M. The Gastaut-Geschwind Syndrome. En The Temporal Lobe and the Limbic<br />

System. Ed. Trimble MR y Bolwin TG. Wrightson Biomedical Publishing Ltd, 1992, 137-<br />

147<br />

12. Bear DM Fedio P. Quantitative analysis of interictal behavior in temporal lobe<br />

epilepsy: Arch Neurol 1977; 34: 454-467.<br />

13. Ritaccio AL, Devinsky O. Personality Disorders in Epilepsy. En Psychiatric Issues in<br />

Epilepsy. A practical guide to diagnosis and treatment. Ettinger AB, Kanner AM (editors).<br />

Lippincott Williams & Wilkins. Philadelpia PA 1001. 147-161<br />

14. Janz D. Die epilepsie. Sturtgart: Georg Thieme, 1969<br />

15. Wirrell EC, Camfiel CS, Camfield PR et al. Long-term psychosocial outcome in typical<br />

absence epilepsy. Sometimes a wolf in sheep´s clothin. Arch Pediatr Adolesc Med 1997;<br />

151: 152-158)


27/10/2009 04:53:47 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

35<br />

¿Infancia es destino?<br />

?<br />

El psicópata<br />

nace o<br />

se hace?<br />

Mario Alberto Loredo Villa<br />

Dentro de mi desarrollo profesional en la criminología<br />

y psicología clínica he llegado a la conclusión de que<br />

algunas de las perturbaciones mentales en la vida<br />

adulta tienen su origen en la infancia.<br />

No es mi deseo mostrar un perfil determinista o reduccionista;<br />

pero, en los 14 años que tengo tratando las<br />

dolencias psíquicas de mis pacientes, en la intimidad del<br />

consultorio privado, así como en las prisiones, determinando<br />

las causas de las conductas antisociales, he comprobado<br />

no en todos los casos pero sí en una mayoría<br />

significativa, que algunas personas traen consigo, en su<br />

pasado histórico, un niño o una niña herida, que está<br />

gritando en forma de actitudes su problemática.<br />

Hago la aclaración de que las intervenciones y revisiones<br />

que se realizan en lo privado y en el área carcelaria<br />

tienen una diferencia abismal. En el ambiente penitenciario<br />

he entrevistado a un centenar de sujetos, ya sea para<br />

un diagnóstico de peligrosidad, para determinar la crimino<br />

génesis o para mantenerlos en el tratamiento grupal e<br />

individual y encaminarlos de manera gradual y paulatina a<br />

la erradicación de los factores que los llevaron a cometer<br />

la conducta que los tiene en cautiverio; labor difícil pero<br />

enriquecedora.<br />

Existe el mito de que todos los sujetos que están en<br />

prisión son psicópatas. La realidad es otra; me atrevo a<br />

escribir que hay presos que no deberían estar detrás<br />

de las bardas perimetrales de las penitenciarias, ya que<br />

no cuentan con una tipología criminal, y se les podría<br />

tratar de manera ambulatoria; pero hay otros que necesariamente<br />

tienen que estar en internamiento para su<br />

tratamiento; éstos son los psicópatas.<br />

PATRÓN GENERAL<br />

Pero, ¿quienes son los psicópatas? Sabemos que tienen un<br />

patrón general de desprecio y violación de los derechos<br />

de los demás; carecen de capacidad para adaptarse a las<br />

normas sociales, específicamente de orden legal; son mitómanos,<br />

hedonistas, fácilmente irritables, agresivos, imprudentes<br />

con su seguridad y la de los demás, carentes de<br />

sensaciones de remordimiento o culpas; tendientes a la actuación,<br />

utilizan a los demás para lograr fines perso-nales;<br />

cuentan con una alta incapacidad de insight, un ego<br />

Mario Alberto<br />

Loredo Villa<br />

Licenciado en<br />

Criminología.<br />

Licenciado en<br />

Psicología,<br />

con Especialidad<br />

en Violencia<br />

Familiar<br />

Estudiante de<br />

la Maestría en<br />

Psicología.<br />

Catedrático de<br />

la Facultad de<br />

Derecho<br />

y Criminología de la<br />

UANL<br />

Psicoterapeuta<br />

Privado.<br />

loredovillam@<br />

yahoo.com


36y53.indd 1<br />

36<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

centrismo muy marcado, juicio irracional; son insensibles<br />

al dolor ajeno; carecen de capacidad para crear lazos afectivos<br />

duraderos, etcétera.<br />

Todas estas características de personalidad, muy marcadas,<br />

llevan al sujeto a cometer de manera compulsiva<br />

conductas delictivas, desde un robo hasta asesinatos seriales.<br />

Pero, la pregunta que nos hacemos al buscar una<br />

etiología de tal personalidad es: ¿El psicópata nace o se<br />

hace?<br />

Quiero mencionar en este apartado que en algunos pacientes<br />

que padecen; por ejemplo, de claustrofobia, he encontrado<br />

que tuvieron complicaciones muy severas en el<br />

momento de la concepción; se estaban asfixiando y estuvieron<br />

a punto de morir. Esto fue condicionante con otras<br />

causas ambientales que se presentaron durante la niñez<br />

temprana y adolescencia, para desarrollar tal fobia.<br />

En pacientes con alteraciones como bulimia y a-<br />

norexia, he encontrado, al realizar un viaje retrospectivo<br />

a la primera infancia; ofensas verbales y sistemáticas<br />

en un periodo prolongado por parte de sus cuidadores<br />

(padres, hermanos, tíos, abuelos), con respecto a su apariencia<br />

física, lo que les genera una herida emocional tan<br />

grande que, combinada con otros factores ambientales,<br />

desemboca en estos trastornos de la alimentación.<br />

TEORÍA DE LA PERSONALIDAD<br />

A principios del siglo XX, Freud desarrolló su teoría de<br />

la personalidad, la cual enfatiza la importancia del desarrollo<br />

en la infancia temprana. La perspectiva psicoanalítica<br />

de Freud acerca del desarrollo del niño es evidente en su<br />

bien conocido análisis del caso del pequeño Hans, un niño<br />

cuya fobia a los caballos la atribuyó al complejo de Edipo.<br />

Con esto quiero dejar claro que no podemos atender<br />

un trastorno únicamente en el presente del paciente,<br />

sino que tenemos que subirnos al tren y viajar hacia su<br />

pasado para escudriñar las heridas emocionales que se<br />

le infirieron y que en el momento actual le están causando<br />

un grave problema de adaptación.<br />

En las entrevistas que realicé a sujetos con una psicopatía<br />

muy estructurada, encontré una niñez con ciertas<br />

características muy adversas; una de las primeras preguntas<br />

que les hago, cuando ya se ha establecido el contacto,<br />

es si recuerdan si fueron deseados por sus padres,<br />

y la respuesta en el mayor de los casos es que no. Esto<br />

se combinó con factores de privación material y afectiva<br />

dentro de los primeros 15 años de su vida, lo que culminó<br />

en una psicopatía.<br />

Es claro que nadie pasa de repente, a los 35 años de<br />

edad, de ser una persona perfectamente normal a tener<br />

un comportamiento profundamente malvado, disruptivo<br />

y homicida. Los comportamientos precursores del delito<br />

siempre han estado presentes y llevan mucho tiempo<br />

desarrollándose, desde la infancia.<br />

Los años infantiles se han olvidado; a pesar de ello,<br />

quedan, como en las ciudades perdidas, restos que sirven<br />

para reconstruir su arquitectura. Los recuerdos encubridores<br />

son una representación condensada, sintética y a<br />

menudo simbólica de los años infantiles olvidados. Freud<br />

señaló que el sujeto no recuerda nada de lo olvidado o<br />

reprimido, sino que lo vive de nuevo. No lo reproduce como recuerdo sino como<br />

acto.<br />

Kardiner señala que los tipos de reacción más comunes no representan idiosincrasias,<br />

y, por lo tanto, no pueden atribuirse a diferencias genéticas, sino a<br />

las diferencias del proceso integrativo o de construcción que caracteriza a la<br />

personalidad humana; estos tipos están determinados por variaciones en las<br />

características específicas de los padres, por los usos y las costumbres y por las<br />

condiciones a las que el individuo debe adaptarse desde el nacimiento hasta la<br />

edad adulta.<br />

ENUNCIADOS BÁSICOS<br />

Uno de los hallazgos sobresalientes de la psicología contemporánea es la postulación<br />

de unos cuantos enunciados básicos:<br />

1.- La conducta se encuentra motivada, consciente o inconscientemente.<br />

2.- Los motivos generadores de conducta son fundamentalmente infantiles y<br />

se encuentran anclados en el pasado.<br />

3.- En el curso de la vida infantil se estructuran modelos, los cuales constituyen<br />

fórmulas transactivas, particularmente funcionales en su época, operativas<br />

y económicas.<br />

4.- En el curso de la evolución se estructuran sistemas defensivos que con<br />

frecuencia tratan de encubrir el modelo fundamental, el cual, sin embargo,<br />

emergerá ante cualquier situación de peligro que ponga en movimiento el modelo<br />

más estable y primitivo.<br />

De la misma manera que un sujeto elige unos cuantos recuerdos para poner<br />

encima de ellos toda la temática de su historia infantil, asimismo solamente<br />

elegirá algunos fragmentos de la realidad actual, mostrando una inatención selectiva,<br />

para todo aquello que no le permita la repetición sistemática, económica<br />

y automática de su modelo.<br />

Ejemplifiquemos: un sujeto recuerda un episodio, en él ve a su padre violento<br />

e iracundo señalándole que debe ser limpio. El modelo con el cual el sujeto<br />

manejó la emergencia ante el padre autoritario, fue la de someterse sumisamente<br />

y evadir sus reacciones de protesta y hostilidad. Este mismo sujeto, al que<br />

por otra parte le unían para con su padre sentimientos tiernos y de dependencia<br />

positiva, va a elegir aquellas personas que le permitan repetir la pauta aprendida:<br />

de las múltiples características de los seres con los cuales entre en contacto,<br />

solamente elegirá aquellas que le permitan repetir el modelo.<br />

Todas las que se le opongan serán omitidas o simplemente no las percibirá.<br />

En ocasiones, el manejo de las situaciones infantiles le permite al sujeto<br />

repetir su pauta o modelo, no simplemente a manera de calca, sino encubriéndola<br />

y revistiéndola en una forma por lo demás particular.


27/10/2009 04:53:30 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

37<br />

La figura adulta más importante para un niño entre<br />

el nacimiento y los seis o siete años es la madre; y es<br />

durante este periodo cuando el niño también aprende<br />

lo que es el amor. Resulta que los psicópatas, en su mayoría,<br />

tuvieron una madre fría, distante, negligente y nada<br />

cariñosa. Para ellos hubo poco contacto físico, calor afectivo<br />

o aprendizaje de las formas en que los seres humanos<br />

normales se miman y demuestran su afecto e interdependencia.<br />

Estos niños carecieron de algo más importante que el<br />

dinero: el amor. Acabaron pagando por esa privación durante<br />

el resto de su vida, y no sólo ellos, sino también la<br />

sociedad, porque quitaron la vida a muchas personas y<br />

dejaron cicatrices permanentes en muchas otras.<br />

volvía, le tiraba un poco de comida y lo dejaba otra vez<br />

con el televisor hasta que regresaba a casa. Otro sujeto<br />

contó que durante su infancia, lo encerraban en su cuarto<br />

por la noche; cuando salía de su habitación e iba a la sala,<br />

lo mandaban a otra parte, porque la noche era el momento<br />

en que su papá y su mamá querían estar solos. El niño<br />

creció pensando que era un huésped indeseado en su propia<br />

casa. Estos niños se criaron en un ambiente que hacia<br />

caso omiso de sus actos, donde nadie ponía límite a lo que<br />

podían hacer.<br />

Una de las tareas de los padres es enseñarles a sus hijos<br />

la diferencia entre lo bueno y lo malo. Los psicópatas,<br />

sin embargo, llegaron a la edad adulta sin que nadie les<br />

hubiera enseñado que no se le debe introducir algo en el<br />

ojo a un cachorro, porque causa daño, o que destruir la<br />

propiedad ajena no esta permitido.<br />

SOCIALIZACIÓN DEL NIÑO<br />

El trabajo que deben llevar a cabo los padres durante los<br />

primeros seis años es la socialización del niño, enseñarle<br />

que vive en un mundo en el que también viven otras personas<br />

y que es importante interactuar bien con ellas. El niño<br />

cuya crianza lo encamina hacia el asesinato, interpreta el<br />

mundo en términos egocéntricos, porque sus profesores;<br />

y principalmente su madre, no ha impartido bien esta crucial<br />

asignatura.<br />

La calidad de los vínculos de apego con los otros familiares<br />

se considera el factor más importante a la hora<br />

de determinar cómo se relacionará el niño con los miembros<br />

de la sociedad que no son sus familiares, y cómo<br />

los valorará.<br />

En su infancia sufrieron tanto maltrato físico como psicológico.<br />

Hasta cierto punto, la sociedad ha comprendido<br />

que el maltrato físico es un precursor de la violencia,<br />

pero el componente emocional puede ser de igual importancia.<br />

Una madre solía dejar a su bebé en una caja de cartón<br />

delante del televisor mientras se iba al trabajo; cuando


38<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

Ahora bien, en las familias de los psicópatas, las relaciones<br />

con los hermanos y otros familiares; es decir, con<br />

las personas que podrían haber compensado la frialdad<br />

del padre o de la madre en estas situaciones, fueron igual<br />

de deficientes. Estos niños, criados de forma inadecuada<br />

en la primera infancia, no tuvieron a nadie a mano a quien<br />

poder recurrir. Por esta razón, fueron incapaces de formar<br />

vínculos de apego con los familiares más cercanos y crecieron<br />

en un ambiente cada vez más solitario y aislado.<br />

Es verdad que la mayoría de los niños que han tenido<br />

una infancia anómala no acaban matando o cometiendo<br />

actos antisociales violentos; ello se debe a que se salvan<br />

gracias a la intervención de una figura fuerte en la siguiente<br />

fase de la infancia, la pre-adolescencia.<br />

A los psicópatas nadie los salvó cuando se estaban<br />

ahogando; más bien, al contrario: se les empujó todavía<br />

más hacia el fondo. Entre los ocho y doce años, todas las<br />

tendencias negativas a las que han estado expuestos, se<br />

presentan exacerbadas y reforzadas. Lo que un niño realmente<br />

necesita en esta fase es a un padre, y es justamente<br />

en este momento cuando encontramos que esta figura<br />

desapareció: unos padres murieron; otros son encarcelados;<br />

otros se divorciaron, y otros, aunque físicamente presentes,<br />

se alejaron emocionalmente.<br />

ALGUNOS CASOS<br />

A manera de ejemplo, señalo lo siguiente:<br />

mató a cinco de ellas, y lo hizo antes de cumplir 19 años. Sus padres se divorciaron<br />

cuando él tenia siete años de edad, y su madre se mudó en coche, de Virginia<br />

a California, llevándose a sus tres hijos. Monte era el hijo menor y lloró durante<br />

todo el viaje. Cuando lo entrevistaron en la cárcel, muchos años después, dijo<br />

que si le hubieran dejado ir con su padre en vez de con su madre, estaría en la<br />

Facultad de Derecho y no en la cárcel, condenado a cadena perpetua. Su conclusión<br />

es cuestionable, pero el sentimiento era real. Monte inició su vida como<br />

bebé RH. Es decir, le tuvieron que hacer una transfusión de sangre completa,<br />

pero después estuvo sano, aunque siempre fue bajito de estatura para su edad.<br />

Sus padres se pelearon durante varios años, hasta que finalmente se divorciaron.<br />

Monte afirmaba que sus hermanos mayores le hicieron probar la marihuana y el<br />

alcohol antes de los siete años.<br />

Su primera conducta disocial ocurrió a los nueve años. Su madre y su nuevo<br />

padrastro pasaban mucho tiempo a solas, dejando que los niños se supervisaran<br />

entre ellos castigándolos luego arbitrariamente si algo salía mal. En las entrevistas,<br />

Monte repitió varias veces que su padrastro no sabia educar y que eso se<br />

debía a que el hombre había trabajado en el ejército durante la mayor parte<br />

de su vida. Solía traer regalos para sus hijastros, en un intento de comprar su<br />

amor, pero era el único modo que conocía de relacionarse con ellos.<br />

Con tan sólo nueve años, Monte dio rienda suelta a su ira, disparando contra<br />

un familiar con una escopeta de aire comprimido que su padrastro le había regalado.<br />

Después del incidente, su padrastro rompió la escopeta y le propino una<br />

paliza con el cañón del arma. Cuando tenía doce años, el segundo matrimonio<br />

de su madre fracasó, y Monte pensaba que su hermana y él eran responsables<br />

de lo ocurrido. Entre los trece y quince años de edad fue detenido por diversas<br />

faltas y dos abusos sexuales. En este segundo ejemplo, observamos que el sujeto<br />

tuvo un inicio temprano en su carrera delictiva, y el desarrollo antisocial fue<br />

progresivo.<br />

LA INFANCIA Y EL FUTURO<br />

Preguntemos ahora: “¿El desarrollo de la niñez será condicionante de la conducta<br />

delictiva del futuro?”.<br />

Siempre es posible intervenir en la vida de un niño potencialmente peligroso,<br />

y existen modos de retrasar sus conductas delictivas hasta los doce años de<br />

edad. Puede aparecer un nuevo padrastro cariñoso, un maestro o un hermano<br />

mayor que ejerza una influencia positiva sobre él. O se puede precisar que la<br />

terapia psicológica llegue a la etiología del problema y lleve al niño a su cura.<br />

La problemática de la psicopatía viene desarrollándose desde la infancia.<br />

Estos sujetos nunca han sabido relacionarse adecuadamente con otros seres<br />

humanos. Una habilidad interpersonal tan básica no es algo que se pueda<br />

enseñar fácilmente en la cárcel. Hay que reeducarlos, y, aunque suene ilógico,<br />

enseñarles a sentir cariño por otros seres humanos, como individuos. Convertir<br />

a hombres enfadados, resentidos y agresivos en personas sensibles ¿será esta<br />

tarea imposible?<br />

No cabe duda que el criminólogo y psicólogo clínico tiene una consigna<br />

difícil, pero no imposible.<br />

REFERENCIAS<br />

John Gacy.<br />

1.- John Gacy mató a 33 varones jóvenes, y los enterró<br />

debajo de su casa, antes de ser detenido. Durante su infancia,<br />

su padre solía llegar a casa, bajar al sótano y sentarse<br />

a beber en un sillón; cuando ya estaba borracho, subía a<br />

cenar, provocaba conflictos y acababa agrediendo físicamente<br />

a su mujer y a sus hijos.<br />

2.- Monte Ralph Rissell violó a una docena de mujeres,<br />

Cullari S. (2001). Fundamentos de Psicología Clínica.<br />

México, Primera Edición: Editorial Pearson Educación.<br />

Ramírez S. (2006). Infancia es Destino. México,<br />

Vigésima Edición: Editorial Siglo XXi Editores.<br />

Ressler R. (2005). Asesinos en Serie Barcelona, Primera<br />

Edición: Editorial Ariel, S. A.


27/10/2009 04:53:06 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

39<br />

Bases cognitivo<br />

emocionales<br />

de la psicopatía<br />

Ernesto O. López Ramírez<br />

PERFILES DE UN PSICÓPATA<br />

Imagine por un momento, que usted, estimado lector,<br />

llegara a un estado de consciencia en el cual no siente<br />

remordimiento ni pena por actos inmorales que pudiera<br />

cometer o por el daño que usted comete o ha cometido en<br />

perjuicio de otros, sin importar cuán relacionadas estén<br />

con usted estas personas. En general, imagine que se le<br />

reconoce como a una persona de sangre fría, que no se<br />

deja llevar por sus emociones y que no se interesa en tener<br />

empatía con los demás.<br />

Doctor Ernesto O.<br />

López Ramírez<br />

Profesor e<br />

Investigador<br />

Facultad de<br />

Psicología / UANL<br />

psicologoso@<br />

hotmail.com


40y49.indd 1<br />

40<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

Bien, muchos académicos podrían entonces clasificarlo<br />

a usted con rasgos de psicopatía (sociópata). Es curioso<br />

ver que la mayoría de las personas no entrenadas en el<br />

desorden de la personalidad reconocen este perfil conductual<br />

emocional como asociado a individuos disfuncionales,<br />

que cometen crímenes violentos y que probablemente<br />

acaben tras las rejas.<br />

En realidad, esto sucede con frecuencia, y podemos<br />

catalogar a este tipo de personas como sociópatas sin<br />

éxito social. Sin embargo, existen también los psicópatas<br />

socialmente exitosos. Martha Stout (2005) documenta<br />

casos de doctores, hombres de negocios y otros profesionistas<br />

sociópatas, e incluso se documentan casos de cómo<br />

personas del sexo opuesto encuentran sumamente atractivos<br />

estos rasgos de personalidad (Cleckley, 1988).<br />

Ni qué decir de películas o programas de televisión<br />

donde personajes despiadados, carentes de empatía ante<br />

el dolor humano ajeno, son idealizados como modelos<br />

deseables de éxito social (Hyat, 1994). En general, se reporta<br />

que, al menos en Estados Unidos, del 7 al 15 por<br />

ciento de la población que está en prisión son psicópatas,<br />

mientras que el uno por ciento de la población general<br />

que no está en prisión lo son también.<br />

zonas del cerebro que no integran actividad frontal (zona<br />

pensante, reflexiva) e incluye la activación de zonas primitivas<br />

del cerebro relacionadas con la agresión (Hoff, Beneventi,<br />

Galta, & Wik, 2009).<br />

INCAPACIDAD EMOCIONAL<br />

En sí, este cuadro señala que el psicópata posee incapacidad<br />

emocional para la codificación apropiada de aspectos<br />

de negatividad, y que, en conjunto con su incapacidad de<br />

sentir emociones sociales de empatía y gratitud, se constituye<br />

como un rasgo de personalidad disfuncional.<br />

Esto puede explicar por qué, cuando un psicópata<br />

evalúa una situación de conveniencia social, puede infligir<br />

dolor y sufrimiento a otros, sin preocuparse de los<br />

aspectos negativos morales o de remordimiento, ya que<br />

él en sí no es capaz de construir una perspectiva emocional<br />

negativa adecuada de otros individuos con los que se<br />

relaciona.<br />

EL MUNDO COGNITIVO<br />

EMOCIONAL DEL PSICÓPATA<br />

Muchos de los rasgos de personalidad que se les atribuyen<br />

a los psicópatas han sido relacionados con déficits en el<br />

sistema emocional de su cerebro. Por ejemplo, supongamos<br />

que a usted, amigo lector, se le sienta enfrente de<br />

una computadora y se le presentan rápidamente (en 250<br />

milisegundos) las siguientes caras, una por una, al mismo<br />

tiempo que se le registra su actividad cerebral:<br />

El cerebro de una persona típica tiende a responder en<br />

cuestión de milisegundos al reconocimiento de las emociones,<br />

y seguramente sus registros cerebrales mostrarán<br />

el patrón de activación cerebral típico del reconocimiento<br />

facial de las emociones positivas y negativas (López,<br />

2009).<br />

El caso del individuo psicópata es muy diferente. El<br />

reconocimiento de emociones negativas es deficiente<br />

o nulo, y el patrón de activación cerebral ligado al reconocimiento<br />

de emociones positivas es minimizado y<br />

diferente al de una persona típica (Deeley, Daly, Surguladze,<br />

Tunstall, Mezey, Beer, Ambikapathy, Robertson,<br />

Gianpietro, Brammer, Clarke, Dowsett, Fahy, Phillips &<br />

Murphy, 2006).<br />

Por otra parte, el reconocimiento facial emocional y de<br />

otros eventos sociales emocionales parece activar otras<br />

No es que él no entienda que está haciendo algo inmoral;<br />

de hecho, hay evidencia de que, en pruebas de juicio<br />

moral, tienden a salir más altos que los individuos típicos<br />

(Link, Scherer, & Byrne, 1977). Lo que pasa es que en realidad<br />

no les importa ni les afecta.<br />

Por otra parte, tampoco es el caso de que este tipo de<br />

personas no puedan sentir enojo, dolor o tristeza; es sólo<br />

que dicho repertorio emocional lo aplican exclusivamente<br />

en aspectos relacionados con ellos mismos, de tal forma<br />

que son muy sensibles a la humillación y la vergüenza, ante<br />

lo cual reaccionan rápidamente con enojo y agresión.<br />

LECCIONES SOBRE<br />

LA MENTE DEL PSICÓPATA<br />

Todos los individuos de la especie humana somos seres<br />

emocionales. En términos evolutivos, nos hemos desarrollado<br />

primero como entidades emocionales, y luego adquirimos<br />

aquellas habilidades intelectuales que nos tipifican<br />

como humanos: el pensamiento y el lenguaje. Esto<br />

es, somos seres emocionales con pensamiento, y, como<br />

tales, poseemos un cerebro que nos provee de un reper-


27/10/2009 04:52:48 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

41<br />

torio emocional e intelectual que nos permite adaptarnos a la sociedad que nos<br />

circunda.<br />

En ocasiones, ciertos individuos usan estas capacidades intelectuales emocionales<br />

para comportarse como psicópatas, aun y cuando genéticamente no<br />

tienen la disposición como una forma de adaptación social.<br />

Existen ejemplos famosos de soldados y líderes que, durante la Segunda<br />

Guerra Mundial, exhibieron conductas antisociales, al grado de poder ser catalogados<br />

como sociópatas. Miles de individuos incurrieron en esta guerra en<br />

conductas sociópatas, y eran individuos que se asumían civilizados y capaces de<br />

vivir en armonía.<br />

PSICÓPATAS DE SEGUNDO ORDEN<br />

Este tipo de pseudo-psicópatas son también conocidos como psicópatas de segundo<br />

orden (Fagan, & Lira, 1980) y representan un mensaje claro de que ciertos<br />

contextos culturales favorecen la emulación de dichas conductas antisociales.<br />

Uno podría pensar de inmediato que la conducta de un psicópata de primer<br />

orden y la conducta antisocial de un psicópata de segundo orden son cosas<br />

diferentes, ya que los primeros son el resultado de un déficit de base genética.<br />

Sin embargo, los individuos normales pueden, ya sea de una forma directa o<br />

indirecta, poner su sistema emocional en estado de déficit y crear un sistema<br />

cognitivo intelectual cruel y antisocial.<br />

Esto es así porque los mecanismos cognitivo cerebrales que evalúan el<br />

sufrimiento de otros, y aspectos negativos de eventos sociales, no son fijos<br />

sino modificables… sobre todo en edades tempranas.<br />

De esta forma, niños o jóvenes que frecuentemente son expuestos a modelos<br />

de crueldad y violencia como estrategia de éxito, poseen altas probabilidades de<br />

actuar con base en dichos modelos, al grado de modificar sus mecanismos de<br />

procesamiento de información social emocional.<br />

ENORME DAÑO SOCIAL<br />

Si bien es cierto que no todos los individuos son cognitivamente vulnerables a<br />

esta influencia, ya que poseen habilidades para afrontar la constante perversa<br />

influencia de dichos modelos, (Alloy, & Riskind, 2006), también hay que entender<br />

que existen individuos que nunca tuvieron dichas estrategias de afrontar<br />

la influencia de estos roles sociales. Basta con unos cuantos, sobre todo si son<br />

psicópatas de segundo orden exitosos para causar un gran mal social.<br />

REFERENCIAS<br />

Alloy, L.B. & Riskind, J.H. (2006). Cognitive vulnerability to<br />

emotional disorders. Mahwah, New Jersey: LEA .<br />

Cleckley, H. (1988) The mask of Sanity: An Attempt to<br />

Clarify Some Issues About the so-called psychopathic<br />

personality. Georgia, Mosby Medical Library.<br />

Deeley, Q., Daly, E., Surguladze, S., Tunstall, N., Mezey, G.,<br />

Beer, D., Ambikapathy, A., Robertson, D., Gianpietro, V.,<br />

Brammer, M.J., Clarke, A., Dowsett, J., Fahy, T., Phillips,<br />

M.L. & Murphy, D.G. (2006). Facial emotion processing in<br />

criminal psychopathy. The British Journal of Psychiatry,<br />

189: 533-539.<br />

Fagan, T.J. & Lira, F.T. (1980). The primary and secondary<br />

sociopathic personality: Differences in frequency and<br />

severity of antisocial behaviors. Journal of Abnormal<br />

Psychology 89(3):493-496<br />

Hoff. H., Beneventi, H., Galta, K. & Wik, G. (2009). Evidence<br />

of Deviant Emotional Processing in Psychopathy: A fMRI<br />

Case Study. International Journal of neuroscience, Vol. 116,<br />

No. 6, pags 857 – 878.<br />

Hyat, C.S. (1994). The psychopaths´ Bible. USA: New Falcon<br />

Publications.<br />

Link, N.F., Scherer, S.E. & Byrne, P.N. (1977). Moral<br />

judgement and moral conduct in the psychopath. Canadian<br />

Psychiatry Journal. Vol 22, No. 7, pags 341-346.<br />

López, R.E.O. (2009). Las emociones: La naturaleza cognitiva<br />

de las emociones humanas. México, D.F.: Trillas<br />

Stout, M. (2005). The sociopath next door. New York,<br />

Broadway Books.<br />

Wiers, R.W., Teachman, B.A. & Houwer, J.D. (2007). Implicit<br />

cognitive processes in psychopathology: An introduction.<br />

Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry,<br />

Vol 38, No. 2, pags 95-104.


42y47.indd 1<br />

42<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

Doctor Daniel<br />

Ojeda Torres<br />

Médico Psiquiatra<br />

Director del Instituto<br />

Jalisciense<br />

de Salud Mental<br />

dojeda@<br />

salmejalisco.gob.<br />

mx<br />

Doctor César<br />

González<br />

González<br />

Médico Psiquiatra<br />

Jefe de<br />

Investigación<br />

del Instituto<br />

Jalisciense<br />

de Salud Mental<br />

Investigador<br />

asociado “A” de la<br />

Secretaría de Salud<br />

cesar_gonzalez_<br />

gonzalez@msn.<br />

com<br />

Comorbilidad del trastorno<br />

de personalidad antisocial (psicopatía)<br />

Daniel Ojeda Torres<br />

César González González<br />

Eduardo Ángel Madrigal de León<br />

Doctor Eduardo<br />

Ángel<br />

Madrigal de León<br />

Médico Psiquiatra y<br />

Psicoterapeuta<br />

Profesor<br />

Investigador Titular<br />

B<br />

Centro Universitario<br />

de <strong>Ciencia</strong>s<br />

de la Salud /<br />

Universidad de<br />

Guadalajara<br />

Subdirector<br />

de Desarrollo<br />

Institucional<br />

Instituto Jalisciense<br />

de Salud Mental<br />

emadrigal@<br />

salmejalisco.gob.<br />

mx<br />

INTRODUCCIÓN<br />

El trastorno de personalidad antisocial que en el desarrollo<br />

de este trabajo llamaremos psicopatía, se expresa<br />

tempranamente, a través de conflictos con las normas,<br />

la ausencia de remordimiento, la impulsividad, la<br />

búsqueda de la novedad, la mentira, la superficialidad de<br />

las relaciones interpersonales y el encanto superficial.<br />

La psicopatía puede tener diferentes grados de manifestación<br />

y funcionalidad; desde las personas abusivas,<br />

que no tienen trascendencia legal, hasta los grandes criminales;<br />

pero, en general, se trata de individuos condenados<br />

a la inadaptación. 1<br />

La personalidad psicopática es la gran simuladora, ya<br />

que puede dar manifestaciones de múltiples trastornos<br />

mentales, sin llegar a constituir ninguno de ellos.<br />

Además de ser una gran simuladora, la psicopatía<br />

puede coexistir con un sinnúmero de conductas disrupti-<br />

vas y trastornos mentales que agravan la funcionalidad y<br />

el pronóstico de este trastorno de personalidad.<br />

El objetivo de esta revisión es brindar un panorama<br />

amplio de la comorbilidad psiquiátrica que sufren las personas<br />

con trastorno de personalidad antisocial o psicopatía.<br />

PSICOPATÍA Y CONDUCTAS DISRUPTIVAS<br />

Un aspecto importante que se debe considerar es la comorbilidad<br />

que presenta la psicopatía. No hay muchas dudas<br />

de que las personas que manifiestan un tipo de conducta<br />

psicopática también muestran otros tipos de conducta y,<br />

por eso, esta conducta es más versátil que especializada. 6,7<br />

Un estudio de Cambridge demostró la frecuencia de otras<br />

manifestaciones conductuales que acompañan a la psicopatía.<br />

Por ejemplo, los jóvenes psicópatas sentenciados


27/10/2009 04:52:30 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

43<br />

hasta los 18 años (por robo y hurto) eran más disruptivos<br />

que los delincuentes sentenciados después de esa edad.<br />

Los jóvenes sentenciados bebían más cerveza, se<br />

emborrachaban más a menudo y decían que el alcohol<br />

los hacía violentos. Fumaban y habían empezado a hacerlo<br />

a edad más temprana, y tenían más probabilidades<br />

de ser jugadores empedernidos.<br />

También tenían más probabilidades de haber sido encontrados<br />

culpables de delitos menores, de manejar en<br />

estado de ebriedad y de haberse lesionado en accidentes<br />

de tráfico. Fueron más frecuentes sus relaciones sexuales,<br />

especialmente con varias parejas y a partir de una edad<br />

temprana.<br />

A los 18 años, los delincuentes<br />

sentenciados ya<br />

tenían antecedentes laborales<br />

erráticos, con periodos<br />

de desempleo. Muchos<br />

vivían lejos del hogar familiar<br />

y reportaban no llevarse<br />

bien con sus padres. Era<br />

más probable que usaran<br />

tatuajes. Tendían a vagar<br />

en grupos de cuatro o más<br />

y se mezclaban en actos de<br />

vandalismo o violencia en<br />

grupo.<br />

Habían participado frecuentemente<br />

en riñas, iniciadas<br />

por ellos mismos; portaban<br />

armas, y las usaban en<br />

los pleitos. 5<br />

FARMACODEPENDENCIA Y<br />

PSICOPATÍA<br />

No se ha identificado un<br />

tipo de personalidad especialmente<br />

vulnerable a la<br />

farmacodependencia. Sin<br />

embargo, el farmacodependiente<br />

tiene antecedentes<br />

s i g n i f i c a t i v o s d e i m p u l s i -<br />

vidad o ansiedad. Estos antecedentes<br />

se han relacionado con la etiología de la dependencia<br />

a través del refuerzo positivo y negativo. 6<br />

Las personas impulsivas, lo son precisamente por su<br />

incapacidad para controlar los impulsos. Esta carencia se<br />

observa típicamente en el trastorno antisocial (psicópata)<br />

y por déficit de la atención. Algunos farmacodependientes<br />

presentan durante la infancia estos trastornos, pero entonces<br />

su impulsividad se manifiesta en las actividades<br />

propias de esta etapa de la vida.<br />

Con la llegada de la adolescencia se producen las primeras<br />

ingestas de alcohol y otras sustancias, y surge el<br />

deseo de consumir, por la euforia y el placer experimentados.<br />

Entonces, la impulsividad se manifiesta también en<br />

una insuficiente capacidad de control sobre el deseo de<br />

consumir alcohol u otras sustancias. 6,7<br />

Las variables de personalidad que se han relacionado<br />

con el consumo de drogas, de acuerdo a Zavaleta (2001),<br />

son: búsqueda de sensaciones, conflicto de identidad,<br />

poca tolerancia a la frustración, rasgos antisociales (psicopatía),<br />

impulsividad, autoestima y autoconcepto inadecuados;<br />

sentimientos de culpa; miedo o temores irracionales;<br />

tensión; ansiedad asociada a sentimientos de inferioridad<br />

e inadecuación.<br />

RASGOS DESADAPTATIVOS<br />

DE PERSONALIDAD<br />

De Macedo (2006) encontró una elevada prevalencia de<br />

rasgos desadaptativos de personalidad entre los farmacodependientes;<br />

el 65<br />

por ciento presentó seis<br />

rasgos o más 2 . Los rasgos<br />

desadaptativos de<br />

mayor prevalencia en el<br />

grupo de farmacodependientes<br />

fueron: compulsivo<br />

(81.5 por ciento);<br />

antisocial o psicopático<br />

(78.7 por ciento); histriónico<br />

(71.3 por ciento),<br />

y agresivo sádico (70.4<br />

por ciento) 2 .<br />

En los sujetos<br />

jóvenes, la prevalencia<br />

de rasgos histriónicos y<br />

psicopáticos fue la más<br />

frecuente. 2<br />

SUICIDIO Y PSICOPATÍA<br />

Las causas de la conducta<br />

suicida son complejas,<br />

tanto las que se refieren<br />

a la tentativa, como las<br />

relativas al suicidio consumado.<br />

Algunos individuos<br />

parecen especialmente<br />

vulnerables al<br />

suicidio cuando se ven<br />

enfrentados a sucesos<br />

ambientales o acontecimientos<br />

vitales difíciles, o cuando están expuestos a una<br />

combinación de distintos estresores.<br />

Así, los trastornos de personalidad representan un amplio<br />

campo de interacción entre el entorno y los factores<br />

biológicos que sitúan al individuo en un nivel de mayor<br />

riesgo de conductas suicidas. Es la interacción de los factores<br />

ambientales con la personalidad del individuo lo que<br />

determina el resultado final. 6,7<br />

Las personalidades proclives al suicidio, en general<br />

expresan rigidez, inestabilidad y hostilidad (trastorno<br />

narcisista y borderline de la personalidad). Desde esta<br />

perspectiva, en los años sesenta se creía que los psicópatas<br />

eran inmunes al suicidio; sin embargo, Verona y Cols.<br />

(2001), hallaron una sustancial evidencia a favor de una<br />

correlación positiva entre conducta antisocial y actos suicidas.<br />

Franke y col. reportaron (2003) que el alcoholismo


44<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

de internos de penitenciarías con personalidad psicopática<br />

se asociaba con episodios depresivos, trastornos de ansiedad,<br />

dependencia de la cocaína, y tentativas suicidas. 3<br />

Lester y col. (1989), compararon 182 pacientes con psicopatía<br />

con otra muestra de 109 pacientes deprimidos con<br />

tentativas suicidas. El grupo de psicópatas registró puntuaciones<br />

similares en los inventarios de depresión. No<br />

obstante, las tentativas del grupo de psicópatas poseían<br />

menor intencionalidad suicida que las del grupo de pacientes<br />

diagnosticados con depresión, y poseían un mayor<br />

número de tentativas previas que los pacientes deprimidos.<br />

3<br />

TRASTORNO DEL CONTROL<br />

DE LOS IMPULSOS Y PSICOPATÍA<br />

Los trastornos del control de los impulsos incluyen el<br />

trastorno explosivo intermitente, la cleptomanía, la piromanía,<br />

el juego patológico y la tricotilomanía. 6,7<br />

El trastorno explosivo intermitente se asocia con<br />

los trastornos de personalidad, aunque no hay estudios<br />

sistemáticos que avalen esta información. Wise y cols.<br />

(1996), ponen de manifiesto una extensa serie de factores<br />

asociados, entre los que destacan los orgánicos, los trastornos<br />

de personalidad y las adicciones. 6,7<br />

En el caso del juego patológico, los trastornos de personalidad<br />

son muy frecuentes. Según Kruedelbach y cols.<br />

(2006), el 61.1 por ciento de los pacientes con juego patológico<br />

presentaban algún trastorno de personalidad.<br />

Los trastornos de personalidad llamados inmaduros<br />

son los que se asocian al juego patológico; el más frecuente<br />

es el trastorno narcisista de la personalidad (18.5<br />

por ciento), seguido del trastorno límite de la personalidad<br />

(11.7 por ciento); el trastorno antisocial de la personalidad<br />

(psicópata), con el 9.9 por ciento, y el trastorno histriónico<br />

de la personalidad, (6.8 por ciento). 4<br />

Por último, no se ha encontrado evidencia científica<br />

que asocie la tricotilomanía, cleptomanía y piromanía con<br />

los trastornos de personalidad, aunque en forma empírica<br />

se han observado conductas piromaníacas en algunos<br />

psicópatas. 6,7<br />

TRASTORNO POR DÉFICIT<br />

DE ATENCIÓN Y PSICOPATÍA<br />

El trastorno por déficit de la atención (TDAH) es un<br />

padecimiento caracterizado por un patrón persistente de<br />

inatención y/o hiperactividad que condiciona rituales de<br />

aprendizaje y conducta desadaptativos con una evidente<br />

alteración funcional. 1<br />

Los niños con TDAH, cuyos síntomas persisten durante<br />

la adolescencia, tienen un riesgo elevado de desarrollar<br />

un trastorno de conducta. Aproximadamente un 50 por<br />

ciento de niños con trastorno de conducta desarrollan un<br />

trastorno de personalidad antisocial (psicopatía) durante<br />

la vida adulta. Los niños con TDAH y conducta disocial<br />

también tienen riesgo de desarrollar un trastorno relacionado<br />

con el consumo de sustancias. 6,7<br />

SIMULACIÓN Y PSICOPATÍA<br />

La simulación se caracteriza por la presencia de síntomas<br />

físicos o psíquicos, producidos intencionadamente, o fingidos,<br />

motivados por la existencia de incentivos externos,<br />

no psicológicos, como puede ser evitar responsabilidades<br />

laborales o militares, evitar procesamientos penales, obtener<br />

tóxicos o conseguir pensiones.<br />

El paciente psicópata invariablemente se encuentra expuesto<br />

a estas encrucijadas, por lo que tiene que recurrir<br />

a la simulación, para evitar responsabilidades, penas, castigos,<br />

o para obtener beneficios adicionales en la interacción<br />

con los demás. 1,6,7<br />

CONCLUSIONES<br />

La psicopatía es un trastorno de personalidad cuyas<br />

características de interacción social lo hacen muy desadaptativo<br />

en sí mismo, y que desafortunadamente no está<br />

solo, sino que tiene múltiples alteraciones de conducta<br />

asociados, y, lo que es peor, está acompañado por un sinnúmero<br />

de trastornos mentales que complican aún más la<br />

funcionalidad de los pacientes, y deterioran gravemente<br />

sus relaciones interpersonales.<br />

Si desea contactar a estos autores<br />

puede escribir a:<br />

Instituto Jalisciense de Salud Mental<br />

Av. Zoquipan 1000 “A”, colonia Zoquipan<br />

Zapopan, Jalisco, C.P. 45170<br />

REFERENCIAS<br />

1.- American Psychiatric Association: Manual<br />

diagnóstico y estadístico de los trastornos<br />

mentales (DSM IV TR), cuarta edición revisada,<br />

Barcelona, Masson, 2002.<br />

2.- De Macedo N: Relación entre rasgos<br />

desadaptativos de la personalidad y<br />

farmacodependencia. Persona 2006; 9:171-178.<br />

3.- Marco RG, Benítez M H, Morera A L: Conducta<br />

suicida en trastornos de personalidad. Rev Esp<br />

Sanid Penit 2006; 8: 108-111.<br />

4.- Kruedelbach N, Walker H I, Chapman H<br />

A, Haro G, Mateu C, Leal C: Comorbilidad<br />

de trastornos con pérdida del control de<br />

impulsos: ludopatía, adicciones y trastornos de<br />

personalidad. Actas Esp Psiquiatr 2006; 34 (2):<br />

76-82.<br />

5.- Farrington D P: Análisis crítico de la<br />

investigación sobre el desarrollo de la conducta<br />

antisocial desde el nacimiento hasta la edad<br />

adulta, en: Stoff DM, Breiling J, Maser J: Conducta<br />

antisocial, causas, evaluación y Tratamiento.<br />

México, Ed. Oxford University, 2002.<br />

6.- Sadock B.J., Sadock V.A.: Kaplan and Sadock’s<br />

Synopsis of Clinical Psychiatry, U S A, Lippincott<br />

William & Wilkins, 2005: 145-169.<br />

7.- Vallejo Ruiloba J.: Introducción a la<br />

psicopatología y la psiquiatría. España, Ed.<br />

Masson, 2002.<br />

44y45.indd 1


CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

45<br />

Factores de riesgo en<br />

adolescentes para el desarrollo<br />

de psicopatía<br />

Mario Cáceres Vargas<br />

Primero que nada, definiremos la adolescencia como<br />

la edad cronológica comprendida de los 12 a los 18<br />

años; divididos en adolescencia inicial, de los 12 a los<br />

14 años; adolescencia intermedia, de los 14 a los 16 años,<br />

y adolescencia tardía, de los 16 a los 18 años.<br />

La adolescencia se caracteriza por múltiples cambios<br />

físicos, endocrinológicos y sociales.<br />

El término psicopatía incluye diversas perspectivas,<br />

como la irresponsabilidad, impulsividad, falta de objetivos<br />

realistas a largo plazo, conducta sexual promiscua. Estos<br />

problemas suelen ocurrir desde temprana edad. Además,<br />

se caracterizan por un estilo de vida parasitaria, crueldad,<br />

falta de culpa o remordimiento, necesidad de estimulación<br />

y proclividad al aburrimiento, sensación de grandiosidad y<br />

elocuencia asociada a encanto superficial.(1)<br />

ABUSO DE SUSTANCIAS<br />

En Estados Unidos, la prevalencia del trastorno antisocial<br />

de la personalidad es del dos por ciento, común en ciu-<br />

Doctor Mario<br />

Cáceres Vargas<br />

Médico externo,<br />

adscrito<br />

al Servicio de<br />

Psiquiatría<br />

Infantil y de la<br />

Adolescencia<br />

Departamento de<br />

Psiquiatría<br />

Hospital<br />

Universitario /<br />

UANL<br />

caceresmarioh@<br />

hotmail.com


46y43.indd 1<br />

46<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

dades grandes empobrecidas; la mayoría son varones, y<br />

existe una alta asociación con el uso y abuso de sustancias,<br />

así como con conductas criminales.<br />

En cuanto a la etiología de la psicopatía, existen factores<br />

biológicos de riesgo, como el temperamento, que<br />

puede ser fuerte, intrépido, agresivo; generalmente no<br />

respeta el castigo y es muy difícil de manejar.<br />

Cleckley menciona que los psicópatas carecen de capacidad<br />

innata para atender y expresar el significado de<br />

las experiencias emocionales y para la comprensión del<br />

lenguaje normal.<br />

REFERENCIAS<br />

1. Gabbard, Psiquiatría Psicodinámica en la práctica<br />

clínica,<br />

3ª. Edición, Editorial Médica Panamericana (2002).<br />

CAMBIOS EN LA ACTIVIDAD CEREBRAL<br />

Otro aspecto biológico que se ha asociado a la psicopatía<br />

son los cambios en la actividad cerebral, en el área de los<br />

lóbulos frontales. También se ha encontrado que niveles<br />

bajos de serotonina se asocian al comportamiento agresivo<br />

y violento.<br />

El ambiente familiar también se ha correlacionado<br />

como factor de riesgo para la psicopatía, ya que se ha observado<br />

que un 60 por ciento de la conducta antisocial<br />

del adolescente puede ser causada por conducta parental<br />

negativa y conflictiva, dirigida especialmente al mismo; se<br />

ha observado que el rechazo materno temprano, la inconsistencia<br />

en el manejo de reglas, la violencia interfamiliar<br />

y el abuso físico y psicológico también juegan un<br />

rol importante en el desarrollo de psicopatías.<br />

Ambientes que fomenten el desapego en las relaciones<br />

y experiencias afectivas, así como las que favorezcan vínculos<br />

sádicos basados en la destructividad y poder también<br />

son factores de riesgo.<br />

Hay que considerar, asimismo, algunas condiciones<br />

médicas, psiquiátricas, como es el caso del Trastorno por<br />

Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), con y sin<br />

atención, que es una entidad biológica caracterizada por<br />

una serie de síntomas por hiperactividad y de inatención e<br />

impulsividad, que al evolucionar sin tratamiento, encuentra<br />

una alta comorbilidad con conducta antisocial y abuso<br />

de sustancias.<br />

TOLERANCIA DE LA VIOLENCIA<br />

Otro factor asociado es el acoso escolar o “bullying”, en<br />

donde el victimario y los observadores desarrollan un aumento<br />

de tolerancia de la violencia en todas sus formas.<br />

Esas conductas han sido estudiadas ampliamente en países<br />

como Finlandia.<br />

Algunas otras condiciones psiquiátricas en la adolescencia,<br />

como la ansiedad y la depresión, evolucionan<br />

de manera crónica, y, sin tratamiento, pudieran llevar a<br />

trastornos de conducta por el abuso de sustancias.<br />

Finalmente, el uso y abuso de sustancias durante esta<br />

etapa tan importante parece ser un denominador común<br />

como factor de riesgo para el desarrollo de la psicopatía<br />

y criminalidad.<br />

Es importante señalar que la adolescencia es una etapa<br />

de reorganización psíquica, en la que, por un lado, se<br />

pueden reinternalizar y modificar aspectos disfuncionales<br />

previos o, por el contrario, permitir y fomentar la<br />

expresión de los mismos.


CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

47<br />

La conducta psicopática<br />

Javier Lugoleos Cano<br />

UN RETRATO HABLADO<br />

Juan tiene 26 años; en su infancia fue un niño “difícil”,<br />

pero llegaba a caer bien cuando recién se le conocía,<br />

ya que tenía mucha labia y era atractivo físicamente;<br />

sin embargo, tendía a maltratar a ciertos compañeros de<br />

su clase, y tenía la costumbre de salir a la calle a matar<br />

pájaros y apedrear gatos. A los perros no les hacía nada,<br />

pues temía que lo mordieran. Su padre murió cuando él<br />

tenía seis años, por lo que su madre tenía que trabajar, y<br />

se ausentaba de la casa.<br />

Conforme Juan fue creciendo, se volvió terco y fanfarrón,<br />

aunque conservaba ese encanto superficial. A los 14<br />

años empezó a usar drogas y a cometer robos en casa;<br />

comenzó a faltar a la escuela, por lo que su familia le consiguió<br />

un trabajo para hacerlo más responsable.<br />

Juan consideró que el empleo no estaba a su altura y<br />

lo dejó. Decidió dedicarse a la venta de drogas para hacer<br />

frente a sus gastos y mantener su consumo. A los 18 años<br />

ya había estado tres veces a disposición del Tribunal de<br />

Menores por robo en tiendas, daño a terceros en riñas con<br />

arma blanca y abuso sexual de una vecina, cargo este último<br />

que la madre logró negociar con la familia de la víctima<br />

y el juez, para atenuar la pena.<br />

Los vecinos afirmaban que era una persona muy resentida,<br />

con la que era imposible llevarse bien, y se sentían<br />

intimidados por su actitud provocadora y desafiante.<br />

A los 20 años, un conocido lo introdujo en la religión<br />

cristiana; intentó aprender valores, pero al final sólo terminó<br />

utilizando a sus compañeros, a los que robaba, así<br />

que aprendió a presentar una mejor fachada.<br />

A los pocos meses logró entrar a trabajar en la policía,<br />

por unos “favores” que hizo al golpear a unas personas.<br />

Ahí podía obtener ganancias, mediante la protección que<br />

brindaba a delincuentes.<br />

Sin embargo, era impulsivo, y varias veces fue denunciado<br />

por abuso de autoridad, hasta que salió por no poder<br />

encajar en el circulo de corrupción de la policía.<br />

Actualmente está detenido por haberse peleado con<br />

su vecino y por haber alterado el orden público. Aceptó<br />

acudir con el psicólogo para evitar la cárcel; pero, si lo van<br />

a “refundir”, mejor no va.<br />

Éste es sólo un retrato de los muchos que puede haber<br />

de un psicópata. Quizás sea de los más evidentes, pero<br />

hay algunos más difíciles de detectar.<br />

Doctor Javier<br />

Lugoleos Cano<br />

Médico Psiquiatra,<br />

Psicoterapeuta<br />

Individual, de<br />

Grupo, Pareja y<br />

Familia<br />

jlugoleos@hotmail.<br />

com<br />

27/10/2009 04:51:53 p.m.


48y41.indd 1<br />

48<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

CRMINALIDAD Y CONDUCTA ANTISOCIAL<br />

Los términos “psicopatía”, “sociopatía” y trastorno antisocial<br />

de la personalidad” suelen emplearse como equivalentes.<br />

Gran parte de la literatura existente se ve limitada<br />

por el uso intercambiable de estas expresiones.<br />

La criminalidad es un concepto legal; la conducta<br />

antisocial es un concepto clínico psiquiátrico y critica<br />

al DSM, porque plantea la definición de la personalidad<br />

antisocial en términos de conducta criminal.<br />

El término tradicional para el tema que estamos tratando,<br />

era de persona psicopática. Luego fue reacción antisocial,<br />

y el término contemporáneo es personalidad antisocial.<br />

En este artículo lo referiremos como psicópata.<br />

En la persona antisocial, la maldad y la enfermedad<br />

mental parecen entremezclarse. En primera instancia, tendríamos<br />

que saber a qué nos referimos cuando hablamos<br />

de conducta psicopática.<br />

CONOCIMIENTO DEL PSICÓPATA<br />

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos<br />

Mentales (DSM), los psicópatas son personas que<br />

violan de manera flagrante y repetida los derechos de los<br />

demás; parecen carecer de conciencia; frecuentemente<br />

carecen de empatía, y tienden a ser insensibles, cínicos y<br />

a menospreciar los sentimientos, derechos y penalidades<br />

de los demás.<br />

El concepto que tienen de sí mismos los puede hacer<br />

arrogantes; la falta de empatía, el engreimiento y el encanto<br />

superficial son características que normalmente<br />

han sido incluidas entre las concepciones tradicionales<br />

de la psicopatía, y pueden ser especialmente distintivas<br />

del trastorno antisocial de la personalidad en el medio carcelario<br />

o forense, en el que los actos delictivos o agresivos<br />

probablemente son inespecíficos.<br />

Estos sujetos también pueden ser irresponsables y explotadores<br />

en sus relaciones sexuales. Pueden ser irresponsables<br />

como padres. Los sujetos con trastorno antisocial<br />

de la personalidad tienen más probabilidades que la<br />

población en general de morir prematuramente por causas<br />

violentas, como suicidio, accidente y homicidio.<br />

Estos individuos también pueden experimentar disforia,<br />

incluidas quejas de tensión, incapacidad para tolerar<br />

el aburrimiento y estado de ánimo depresivo. Pueden presentar,<br />

de forma asociada, trastornos de ansiedad, trastornos<br />

depresivos, trastornos relacionados con sustancias,<br />

trastorno de somatización, juego patológico y otros trastornos<br />

del control de los impulsos.<br />

El maltrato o el abandono en la infancia, el comportamiento<br />

inestable o variable de los padres o la inconsistencia<br />

en la disciplina aumentan las probabilidades de que<br />

un trastorno disocial (en la infancia) evolucione hasta un<br />

trastorno antisocial de la personalidad.<br />

CONDUCTAS ANTISOCIALES<br />

Las conductas que observaríamos en el Trastorno Antisocial<br />

de la Personalidad, que son las del psicópata propiamente,<br />

serían las siguientes, según el DSM-VI-TR:<br />

1. Fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que<br />

respecta al comportamiento legal, como lo indica el perpetrar<br />

repetidamente actos que son motivo de detención.<br />

2. Deshonestidad, indicada por mentir repetidamente,<br />

utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio<br />

personal o por placer.<br />

3. Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.<br />

4. Irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas<br />

repetidas o agresiones.<br />

5. Despreocupación imprudente por su seguridad o la<br />

de los demás.<br />

6. Irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad<br />

de mantener un trabajo con constancia o de<br />

hacerse cargo de obligaciones económicas.<br />

7. Falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia<br />

o la justificación del haber dañado, maltratado o robado<br />

a otros.<br />

Hay personas que pueden tener sólo “rasgos” de una<br />

personalidad psicopática, sin llegar a serlo; tener un trastorno<br />

antisocial propiamente, como aquellas personas que<br />

presentan algunas de las características antes descritas o<br />

que en determinado momento de su vida o ante determinadas<br />

circunstancias han cometido delitos, como el adicto<br />

a las drogas, que roba para conseguir la sustancia, pero<br />

que no es una personalidad antisocial propiamente.<br />

ENTENDIMIENTO DEL PSICÓPATA<br />

El psicópata actúa de acuerdo con su propia lógica, que<br />

no es la nuestra. Por eso no entendemos por qué hace lo<br />

que hace; por qué daña, sin pensar en las consecuencias,<br />

o, aun enterado de ellas, comete actos que el resto de las<br />

personas no haría. Y, si es impune, quizás promueva un<br />

mayor descaro o gravedad en sus actos antisociales.<br />

Las reglas sociales; los valores, como el respeto, el<br />

civismo, el trabajo en equipo, la honestidad, el sociópata<br />

los entiende de manera diferente. Los usa o manipula<br />

para obtener lo que desea, con sus intereses particulares<br />

al frente.<br />

Es una persona con relaciones interpersonales parciales;<br />

esto es, no llega a integrar un vínculo de amor o<br />

relación plena o total; está como partido o escindido, lo<br />

cual hace que al dar sólo partes de él, crea confusión.


27/10/2009 04:51:33 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

49<br />

Tiende a armar problemas entre las personas; da sólo parte de la información,<br />

de tal manera que pueda mantener su estado de control sádico sobre<br />

las personas con las que convive.<br />

ATRACCIÓN Y VIOLENCIA<br />

Puede ser violento y atractivo; con amenazas o con seducción, mantiene a su<br />

pareja a su lado; la desgasta, como si fuera de su propiedad, una extensión de sí<br />

mismo, a la que puede manipular para lograr sus objetivos.<br />

Explota a su familia, conocidos o comunidades, y se vuelve un parásito de<br />

ellas. No toma a los demás como personas con derechos, sino como cosas.<br />

El psicópata siempre trabaja para sí mismo, aunque en su discurso diga<br />

todo lo contrario. La gente es un mero instrumento. Carece de la habilidad<br />

emocional de la empatía, que es la capacidad de cualquier persona normal de<br />

ponerse en el lugar del otro.<br />

Los psicópatas juegan como buenos histriónicos narcisos con la seducción<br />

inicial que envuelve, si tienen buena inteligencia lógico-matemática. En caso de<br />

tener menos recursos intelectuales, son burdos y no pasan de ser personas adictas,<br />

que cometen robos o están a las órdenes de otros psicópatas.<br />

CÓMO PIENSA EL PSICÓPATA<br />

“Si va en función mía, entonces lo acepto”, diría un psicópata. En esencia, la<br />

sociopatía es, dentro del espectro del narcisismo, el estado más patológico y<br />

dañino. El sociópata es un narciso maligno o negativo, para quien el arrepentimiento<br />

es cosa de otros, y cuando es capaz de reparar los daños, lo hace<br />

“para que no me vaya mal”, y no por la conciencia de la culpa empática.<br />

O lo hace, “para que no me pesquen y vaya a la cárcel” o “para que no me<br />

quiten mi dinero”, y nunca por: “como me hace daño el dolor de esta persona,<br />

quisiera que dejara de sufrir. ¿Cómo le puedo ayudar?”.<br />

El psicópata no anda pregonando su juego, sus piezas de juego, por una<br />

razón simple: los otros, pueden enterarse y arruinarle la partida. Tal vez pueda<br />

comentarlos una vez conseguidos sus objetivos, y con personas muy selectas.<br />

Cuando uno se da cuenta de contradicciones en la información, y lo confronta,<br />

normalmente hay una nueva explicación y todo parece claro. Muchas veces<br />

uno siente como que todo hace sentido, pero cuando nos alejamos nada hace<br />

sentido; hay un engaño sutil, crónico; y la confusión que crea gradualmente nos<br />

habla de estar frente a un psicópata.<br />

Si es sorprendido robando, dice que está muy triste y tiene tremendos remordimientos.<br />

Si le preguntáramos si ha tenido otras conductas antisociales,<br />

las negara, y después nos enteráramos, por medio de otras personas o familiares,<br />

que hubo, por ejemplo, otro robo importante hace un par de meses, y le<br />

hiciéramos ver que no dijo la verdad, quizás diga que se le olvidó, y muestre<br />

una contradicción entre la culpa expresada que es sólo hacia aquello que ya es<br />

conocido.<br />

Por carecer de capacidad para identificarse con la<br />

estructura moral interna de otras personas -en el caso anterior<br />

de darnos cuenta que no nos dijo la verdad- pensará<br />

que estamos enojados con él. No podrá entender que hay<br />

una reacción de tristeza o duelo en la persona engañada,<br />

y que no se trata de un ataque, sino de un sentimiento<br />

de pena por la pérdida de confianza en la persona.<br />

NIVELES DEL NARCISISMO<br />

Para conocer datos conductuales que presentaría un individuo<br />

en el aspecto narcisista, se describen los siguientes<br />

tres niveles:<br />

a) Rasgos narcisistas positivos o de menor disfuncionalidad.<br />

Como ejemplos, a este narciso le angustian el<br />

envejecer, la calvicie, las arrugas, las canas, el enfermar;<br />

cuando enferma, le es difícil pedir ayuda; le atrae la exhibición;<br />

tiene la necesidad de demostrar a su pareja una<br />

y otra vez su potencia; se complace hablando de sí mismo;<br />

se halla dominado por la culpa más que por la vergüenza;<br />

en él predomina el vínculo erótico; esto es, relaciones más<br />

cercanas a lo constructivo y al amor.<br />

b) Narcisismo patológico. Este problema se caracteriza<br />

por autorreferencia excesiva, grandiosidad, tendencia a<br />

superioridad exhibicionista, dependencia excesiva de admiración<br />

por parte de otros, superficialidad emocional,<br />

crisis de inseguridad, que alterna con la grandiosidad<br />

usual; tendencia a grandes cambios de ánimo; tendencia<br />

a estar regido por la vergüenza en vez de la culpa; el incurrir<br />

en actos antisociales. En este sentido, el temor a que<br />

lo pillen determina su honradez, y no el sentimiento de<br />

una moral interna.<br />

Quiere ser admirada (o), porque es la más rica, la que tiene<br />

más objetos, porque es la más bonita, la mejor vestida,<br />

en contraste por querer ser estimada por los valores más<br />

adultos.<br />

c) Narcisismo maligno y psicopatía. En este caso, se presenta<br />

conducta antisocial desde la infancia (mentir, robar,<br />

falsificar cheques, prostituirse, asalto, robo, asesinato,<br />

robo armado). Hay ausencia de una auténtica capacidad<br />

de sentimiento de culpa y de remordimiento. Esto es importante,<br />

porque el psicópata puede presumir de remordimientos,<br />

y una vez que lo han agarrado (no antes), puede<br />

aparentar sentido de culpabilidad y mostrarse arrepentido,<br />

simplemente para conseguir una atenuación de la pena.


50y39.indd 1<br />

50<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

SER O NO SER… PSICOPÁTICO<br />

El rompimiento de las reglas o el conducirse psicopáticamente podría ir en función de aspectos culturales, narcisistas o grandiosos, o de<br />

rasgos psicopáticos. La diferencia estaría en la permanencia de las conductas, las circunstancias y el momento o etapa de vida y la capacidad<br />

de cambio y reparación de daño a través de la culpa generada o de la toma de conciencia.<br />

Pensemos respecto de las siguientes conductas antisociales y<br />

delictivas: ¿hasta dónde llegaríamos o cuáles reglas ya hemos roto?<br />

1. Comer el postre que está en el refrigerador sin preguntar, sin que<br />

se den cuenta.<br />

2. Tomar, sin permiso, el automóvil del familiar.<br />

3. Copiar en un examen.<br />

4. Alborotar o silbar en una reunión, lugar público o de trabajo.<br />

5. Salir sin permiso (del trabajo, de casa o del colegio).<br />

6. Entrar en un sitio prohibido.<br />

7. Ensuciar las calles/aceras, rompiendo botellas o volcando cestos<br />

de basura).<br />

8. Decir “groserías” o palabras altisonantes.<br />

9. Molestar o engañar a personas desconocidas.<br />

10. Llegar tarde al trabajo, etcétera.<br />

11. Hacer trampas<br />

12. Hacer grafitti en lugares prohibidos.<br />

13. Tomar frutas de un jardín ajeno.<br />

14. Gastar bromas pesadas a la gente.<br />

15. Llegar a propósito más tarde de lo permitido (a la casa, al trabajo,<br />

etcétera).<br />

16. Arrancar o pisotear flores o plantas de un parque o jardín.<br />

17. Comer cuando está prohibido.<br />

18. Contestar mal a un superior o autoridad.<br />

19. Negarse a hacer las tareas encomendadas.<br />

20. Utilizar influencias económicas o políticas para obtener un beneficio,<br />

a pesar de no merecerlo o merecerlo menos que otra persona<br />

que ha trabajado para obtenerlo.<br />

21. Meterse a la fila del cine u otro sitio.<br />

22. Pelear con otros.<br />

23. Pertenecer a una pandilla que arma líos, se mete en peleas o<br />

crea disturbios.<br />

24. Tomar el coche o la moto de un desconocido para dar un paseo,<br />

con la única intención de divertirse.<br />

24. Forzar la entrada de un almacén, garaje, bodega o tienda de<br />

abarrotes.<br />

25. Entrar en una tienda que esté cerrada, robando o sin robar.<br />

26. Robar cosas de los coches.<br />

27. Llevar algún arma, por si es necesaria en una pelea.<br />

28. Planear de antemano entrar en una casa, apartamento, etcétera,<br />

para robar.<br />

29. Tomar la bicicleta de un desconocido y quedarse con ella.<br />

30. Entrar en una casa o apartamento y robar algo sin haberlo planeado<br />

antes.<br />

31. Robar materiales o herramientas a gente que está trabajando.<br />

32. Gastar frecuentemente en el juego más dinero del que se<br />

puede.<br />

33. Robar ropa de un tendedero o cosas de los bolsillos de ropa<br />

colgada en un perchero.<br />

34. Conseguir dinero amenazando a personas más débiles.<br />

35. Destrozar o dañar cosas en lugares públicos.<br />

36. Dañar a personas con armas en una riña.<br />

37. Quitarle la vida a una persona en una riña.<br />

38. Asesinar premeditadamente a una persona.<br />

39. Dañar o asesinar personas por dinero.<br />

40. Secuestrar a alguien y pedir rescate.<br />

41. Planear un atentado terrorista.<br />

Quizás muchos han roto reglas sociales, y han presentado<br />

conductas consideradas antisociales en algún momento<br />

de su vida, por distintos motivos, sin llegar al acto<br />

delictivo.<br />

Hay que tomar conciencia de que las personas que<br />

presentaron algunos rasgos psicopáticos en la infancia<br />

o adolescencia, y sus familias, deben recibir atención<br />

profesional, y tener claro que a veces es difícil de entrada<br />

saber que se está frente a un psicópata, y que, si lo hemos<br />

detectado, debemos protegernos, tomando en cuenta que,<br />

hasta el momento, no existen estrategias efectivas para<br />

ayudarlos a un cambio.<br />

Una adecuada rehabilitación carcelaria es una opción<br />

para limitar el daño, que sería uno de los objetivos principales<br />

ante la psicopatía. El psicópata no se ve enfermo, y<br />

cabe la pregunta: “¿Lo es?”.<br />

La realidad es que, donde hay un psicópata, hay una<br />

víctima o varias que, si necesitan ayuda, deberían tomarla,<br />

y son en quienes debemos enfocarnos, ya que están enfermas<br />

por la violencia y el desgaste de convivir con un<br />

psicópata.<br />

REFERENCIAS<br />

Otto F. Kernberg. Agresividad, narcisismo y autodestrucción en la relación<br />

psicoterapéutica. El Manual Moderno. 2005.<br />

Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Ed. Masson.<br />

2002<br />

Tratado de Psiquiatría. Robert E. Hales y otros. 3ª edición. Ed. Masson.<br />

Hernán Solís Garza. Los que se creen dioses. Plaza y Valdez Editores. 2000.


27/10/2009 04:51:16 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

51<br />

La psicopatía y las adicciones<br />

Francisco Javier Rodríguez Lara<br />

Existen modelos en psiquiatría que describen una asociación<br />

entre rasgos de personalidad patológicos y el<br />

desarrollo del trastorno por uso de sustancias.<br />

Una teoría que habla sobre esto, nos dice que existe<br />

una vía patológica de desinhibición conductual que lleva<br />

hacia el abuso de sustancias y predice que aquellos individuos<br />

con rasgos de personalidad antisocial e impulsividad,<br />

tienen menos fortaleza para evitar desviaciones<br />

en la conducta, y recurren al abuso de alcohol y drogas.<br />

Existen numerosos estudios en la literatura que evidencian<br />

una asociación entre la presencia de trastornos de<br />

personalidad o rasgos de personalidad patológicos, sobre<br />

todo aquéllos con un problema en el control de los impulsos<br />

y el abuso de sustancias.<br />

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD<br />

Por ejemplo, el estudio de Zimmerman y Coryell, en 1989,<br />

hecho en la población general, encontró que los individuos<br />

que presentaban un trastorno por uso de sustancias,<br />

tenían 17.2 veces más comúnmente un trastorno de personalidad<br />

antisocial que los que no tenían problemas con<br />

las drogas.<br />

Algunos estudios longitudinales, como el de Caspi y colaboradores,<br />

en 1997: Clonninger y colaboradores, en 1998;<br />

Krueger y colaboradores, en 1996, entre otros, mencionan<br />

que encontraron como factores predictivos de abuso de<br />

drogas en la adolescencia y en la adultez temprana, a<br />

aquellos niños, particularmente varones, a quienes sus<br />

maestros puntuaron alto en cuanto a falta de capacidad<br />

de contención y reparación; bajo en evitación de<br />

daño; alto en falta de conformidad social; ser poco convencionales,<br />

ser antisociales y mostraban altos índices de<br />

agresión.<br />

El mismo patrón se observó en estudiantes universitarios,<br />

según dice el estudio de Sher y colaboradores, del<br />

año 2000.<br />

Un estudio reciente (Bahlman y colaboradores, 2002),<br />

encontró que el inicio de las características del trastorno<br />

antisocial de la personalidad venía precedido de la dependencia<br />

del alcohol, por aproximadamente cuatro años.<br />

La asociación entre la desinhibición de la conducta y el<br />

inicio temprano de la conducta adictiva es probablemente<br />

mediada a través de una socialización deficiente, fallas<br />

escolares, y la afiliación con compañeros desviados en la<br />

conducta.<br />

Doctor<br />

Francisco Javier<br />

Rodríguez Lara<br />

Catedrático del<br />

Departamento de<br />

Psiquiatría<br />

Hospital<br />

Universitario /<br />

UANL<br />

www.edifam.com


52y37.indd 1<br />

52<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

DEPENDENCIA DEL ALCOHOL<br />

El patrón de desinhibición de la conducta es asociado con<br />

el inicio temprano en el beber, un más rápido desarrollo<br />

de la dependencia del alcohol una vez que se empieza a<br />

beber, y síntomas más severos que en sujetos no antisociales.<br />

Una de las más complejas situaciones clínicas sucede<br />

cuando los jóvenes con trastornos de conducta empiezan<br />

a consumir sustancias psicoactivas en el contexto de otro<br />

tipo de comportamientos disfuncionales y perturbadores,<br />

tales como robos, mentiras, manipulación de los padres,<br />

evitación de responsabilidades y asociación delictiva con<br />

compañeros, entre otros.<br />

Esto lleva a graves daños<br />

a largo plazo para estos<br />

adolescentes, sus familias<br />

y los sistemas sociales<br />

involucrados.<br />

Estos muchachos<br />

generalmente parecen<br />

estar enojados y hostiles,<br />

con una severa negación<br />

del impacto de<br />

los trastornos de conducta<br />

en ellos mismos y<br />

los demás. Presentan escaso<br />

sentido de culpabilidad<br />

o, en la mayoría de<br />

los casos, ningún sentido<br />

de culpa, con tendencia<br />

a la proyección masiva<br />

contra el mundo adulto.<br />

Justifican comportamientos<br />

impulsivos de<br />

una manera muy convincente,<br />

a pesar de estar violando<br />

las convenciones<br />

sociales sobre cómo se<br />

debe interactuar con<br />

los demás y estar plenamente<br />

conscientes sobre<br />

los límites de lo aceptable<br />

y legal. Con argumentaciones<br />

y mediante<br />

la explotación de las<br />

inconsistencias parentales, logran evitar las consecuencias<br />

negativas del medio ambiente, lo que perpetúa el problema.<br />

PROBLEMAS DE CONDUCTA Y VIOLENCIA<br />

Una vez establecido el trastorno de personalidad antisocial,<br />

es común que estos sujetos se vean involucrados en<br />

problemas de conducta, que en muchos casos caen en la<br />

ilegalidad o la presencia de actos violentos.<br />

La violencia se define como el empleo de la fuerza<br />

con la intención de lastimar, ya sea a uno mismo o a otra<br />

persona o grupo. Puede comprometer las esferas, física,<br />

psicológica y social. Desde el punto de vista clínico, la intencionalidad,<br />

la conducta lesiva y la emoción definen internamente<br />

a todas las conductas agresivas. Por ejemplo:<br />

a) Conducta agresiva reactiva: es una reacción a la provocación;<br />

se tiende a reaccionar en forma exagerada y sin<br />

control. Podríamos decir que es un mecanismo de defensa<br />

de la persona.<br />

b) Conducta agresiva preactiva: es una acción fría y calculada;<br />

se da como comportamiento antisocial. (Dodge K.<br />

1991).<br />

Factores de riesgo en la generación de violencia pueden<br />

ser:<br />

* Condiciones personales: baja autoestima, pobre<br />

comunicación.<br />

Familiares: desorganización,<br />

violencia, drogas.<br />

Sociales: pobreza, racismo,<br />

eventos incitantes.<br />

Comunitarias: drogas,<br />

prostitución, etcétera.<br />

Las drogas contribuyen a<br />

crear o agravar las conductas<br />

desorganizadas, en muchos<br />

casos generadas por<br />

estos factores de riesgo. Las<br />

drogas, por sus propios<br />

efectos bioquímicos en el<br />

organismo o en la mente<br />

humana, no generan delitos,<br />

no hacen del hombre un<br />

delincuente. Las drogas no<br />

son sustancias que causen<br />

la violencia por su esencia,<br />

sino por el manejo que se<br />

hace de las mismas y por la<br />

multicausalidad de los factores<br />

predisponentes, muchos<br />

de ellos violentos, que<br />

llevan al consumo y de ahí<br />

a la dependencia o adicción.<br />

ALCOHOL Y<br />

ESTIMULANTES<br />

Es así como, en sujetos vulnerables,<br />

el alcohol y los<br />

estimulantes pueden incrementar<br />

características<br />

agresivas latentes. Algunas benzodiacepinas y la escopolamina,<br />

entre otras, pueden favorecer la ejecución de actos<br />

violentos, y, en muchos casos, son suministradas a terceros<br />

para que ejecuten actos de violencia.<br />

Un psicópata podrá desarrollar agresividad con la droga;<br />

pero, aun sin ella, delinque. El efecto de las drogas,<br />

aunado a las condiciones del entorno, genera comportamientos<br />

de violencia consigo mismo, con su entorno<br />

familiar y aun con su entorno social y comunitario.<br />

La estigmatización del drogadicto es tan severa, que se<br />

ve ante sí mismo y ante los demás como un delincuente, y<br />

así, rotas las pautas morales y jurídicas, resulta más fácil<br />

la idea de llegar al delito para lograr tóxicos, sea directa o<br />

indirectamente.


27/10/2009 04:51:01 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

53<br />

Muchas personas que padecen un trastorno antisocial<br />

de la personalidad se ven involucradas no solamente en el<br />

consumo y dependencia de sustancias psicoactivas, sino<br />

también en la red de producción, distribución y venta de<br />

sustancias ilegales.<br />

Sobre el autor<br />

El doctor Francisco Javier Rodríguez Lara<br />

cursó sus estudios de Licenciatura como médico<br />

cirujano y partero en la Universidad Autónoma<br />

de Nuevo León (1983-1989). Hizo estudios de<br />

especialización en Psiquiatría General, en el Hospital<br />

Universitario “Doctor José Eleuterio González”, de<br />

la UANL, en Monterrey, N.L., de 1991 a 1994, con<br />

subespecialización en Psiquiatría Infantil y de la<br />

Adolescencia en esta misma institución, de 1995 a<br />

1997.<br />

Cuenta, además, con estudios en psiquiatría de<br />

enlace y psicoterapia de grupo, pareja y familia en<br />

esta misma institución, en los años 1994-2003.<br />

Tiene Maestría en Neurociencias, por la Universidad<br />

Oberta de Cataluña, Barcelona, España, así como<br />

Maestría Internacional en Pedagogía Médica por la<br />

Universidad de Castilla La Mancha, Albacete, España.<br />

(2004-2006); Diplomado de Psicopatología Infantil<br />

y de la Adolescencia, en la Facultad de Psicología,<br />

UANL, Monterrey, N.L.(2005).<br />

REFERENCIAS:<br />

American Psychiatric Association: Diagnostic<br />

and Statistical Manual of Mental Disorders, 4th<br />

Edition, Text Revision. Washington, DC, American<br />

Psychiatric Association, 2000.<br />

Bahlman M, Preuss UW, Soyka M. Chronological<br />

relationship between antisocial personality disorder<br />

and alcohol dependence. Eur Addict Res 8:195-200,<br />

2002.<br />

Baistrochi, R, Fernández Labriola R. Manual de<br />

Adicciones. Buenos Aires: Gabas; 2004.<br />

Caspi A, Begg D, Dickson N, et al: Personality<br />

differences predict health-risk behaviors in young<br />

adulthood: evidence from a longitudinal study. J<br />

Pers Soc Psychol 73:1052-1063, 1997.<br />

Clonninger CR, Sigvardsson S, Bohman M:<br />

Childhood personality predicts alcohol abuse in<br />

young adults. Alcohol Clin Exp Res 12:494-505,<br />

1988.<br />

Krueger RF, Caspi A, Moffit TE, et al: Personality<br />

traits are differentially linked to mental disorders:<br />

a multitrait-multidiagnosis study of an adolescent<br />

birth cohort. J Abnorm Psychol 105:299-312, 1996.<br />

Oldman J, Skodol A, Bender D. Textbook of<br />

Personality Disorders. Substance Abuse. The<br />

American Psychiatric Publishing 30:463-475. 2005.<br />

Sher KJ, Bartholow BD, Wood MD: Personality<br />

and substance use disorders: a prospective study. J<br />

Consult Clin Psychol 68:818-829, 2000.<br />

Zimmerman M, Coryell WH: DSM-III personality<br />

disorder diagnoses in a nonpatient sample:<br />

demographic correlates and comorbidity. Arch Gen<br />

Psychiatry 46:682-689, 1989.


54<br />

El poder<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

a través del<br />

psicópata<br />

La diferencia entre los hombres<br />

buenos y malos es que los primeros<br />

se conforman con pensar lo que los<br />

segundos actúan.<br />

Doctor Javier<br />

Lugoleos Cano<br />

Médico Psiquiatra,<br />

Psicoterapeuta<br />

Individual,<br />

de Grupo, Pareja y<br />

Familia<br />

jlugoleos@hotmail.<br />

com<br />

Javier Lugoleos Cano<br />

¿<br />

Cómo ve la vida y su medio, un individuo<br />

que desprecia a otros seres, que los usa,<br />

que se cree cuasi Dios, que desconfía de los<br />

demás y asume en su locura que tiene un<br />

destino divino en la tierra y que a través de la política<br />

o buen destino económico accede a dirigir o gobernar<br />

desde una empresa hasta un pueblo o nación?<br />

Visualicemos al prototipo de “héroe” de novela, Robin<br />

Hood, o al astuto asesino en serie, Dexter, a quien<br />

pintan como el… “más justo” o ¿asesino bueno? ¿Se<br />

puede ser ladrón y asesino siendo buena persona, o incluso<br />

no ser sociópata? ¿Son entonces válidas las justificaciones<br />

que dan por sus actos o son meros romanticismos<br />

de aquéllos a quienes les gustan las historias.<br />

O visualicemos a políticos como Adolf Hitler, que, a<br />

través de idealizaciones nacionalistas y un sistema militar<br />

que representaban la grandeza expansionista “de la entonces<br />

Alemania de principios de siglo XX” sedujo a una<br />

nación para que le permitiesen cumplir con “su destino”.<br />

Dirigió enteramente el gobierno del autoproclamado<br />

Tercer Reich, y ejerció el poder durante un período de<br />

crisis económica, social y política, sumado a un descontento<br />

y frustración popular en Alemania. A lo largo de su<br />

mandato político, utilizó la propaganda estatal y su fuerte<br />

oratoria carismática para persuadir a las masas y protagonizar,<br />

junto a su pueblo, la Segunda Guerra Mundial y el<br />

exterminio sistemático y masivo de enemigos políticos y<br />

personas consideradas racialmente “inferiores” o “subhumanas”<br />

en el doloroso “Holocausto”.<br />

Dexter


CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

55<br />

INCONSCIENTE COLECTIVO<br />

¿Es en verdad el inconsciente colectivo el que habló por estos<br />

hechos o fue la manipulación de mentes con trastornos<br />

narcisistas graves o malignos que, ante la vulnerabilidad<br />

de los sistemas sociales y su inmadurez, se dejan llevar<br />

por seres psicopáticos ante su vacío social o su apatía? La<br />

pregunta sigue ahí, pues ahora sigue ocurriendo lo mismo<br />

en diferentes empresas, pueblos y países.<br />

Una de las características de personas que llegan<br />

al poder político es su histrionismo y su facilidad para<br />

convencer a los demás; su inteligencia, que se apoya en<br />

la manipulación; y su falta de escrúpulos para hacer todo<br />

aquello que las lleve a lograr sus objetivos, por más daño<br />

que estos puedan causar a terceras personas.<br />

Las preguntas que surgen son si estos seres nacen o<br />

se hacen, y si podemos protegernos de situaciones semejantes<br />

a las que la historia nos remite una y otra vez.<br />

EL ACCESO AL PODER<br />

¿Es válido limitar el acceso al poder, si lo identificamos, en<br />

personas con tendencias psicopáticas o trastorno antisocial<br />

de la personalidad?<br />

Shoko Asahra, japonés, líder de La Verdad Suprema;<br />

Jim Jones, norteamericano, premiado en varias ocasiones<br />

como ciudadano excepcional por su trabajo con los marginados<br />

sociales en California; David Koresh, norteamericano,<br />

líder de Los Davinianos. Predicaba la necesidad de<br />

armarse hasta los dientes para hacer frente al Estado.<br />

Éstos son sólo algunos de los líderes sectarios internacionales<br />

que han llevado a cientos a través del fanatismo<br />

y de sociedades en conflicto a la muerte o a actos<br />

degradantes, bajo la bandera de una causa que llenaba el<br />

vacío de muchos de ellos o se aprovechaba de sus debilidades<br />

o conflictos.<br />

Sin embargo, no todo aquél que está en o busca posiciones<br />

de poder es psicópata. Las posiciones de poder son<br />

buscadas, son atractivas para el psicópata, que las transforma<br />

en su propio beneficio. Usa cual pañuelo desechable<br />

a las personas que le rodean, para obtener sus fines.<br />

CARACTERÍSTICAS DEL LÍDER PSICOPÁTICO<br />

Varios seguramente reflexionamos en el término “líder<br />

psicopático, a raíz de las elecciones de 2006 en México,<br />

y a partir de la oleada de líderes en América Latina, que<br />

en fechas recientes han decidido perpetuarse en el poder,<br />

a pesar de que sus leyes lo prohibían al inicio de sus<br />

administraciones, sin darse cuenta de que su función era<br />

preservar el orden y seguridad de sus ciudadanos y crear<br />

o mantener bienes públicos y no adinerarse, compensar<br />

sus deficientes autoestimas, necesidades narcisistas y distorsiones<br />

de la realidad, con el control total del destino de<br />

un pueblo que, amenazado, no sabe cómo salir de las ya<br />

comunes dictaduras.<br />

1. Una característica básica del psicópata es que es<br />

un mentiroso, pero no es un mentiroso cualquiera. Es un<br />

artista. Miente con la palabra, pero también con el cuerpo;<br />

actúa, puede, incluso, fingir sensibilidad. Uno le cree una y<br />

otra vez, porque es muy convincente. Un dirigente común<br />

sabe que tiene que cumplir su función durante un tiempo<br />

determinado. Y, cumplida su misión, se va. Al psicópata, en cambio, una vez<br />

que está arriba, no lo saca nadie: quiere estar una vez, dos veces, tres veces. No<br />

deja el poder, y mucho menos lo delega. Otra característica es la manipulación<br />

que hace de la gente. Alrededor del dirigente psicópata se mueven obsecuentes,<br />

gente que, bajo su efecto persuasivo, es capaz de hacer cosas que de otro<br />

modo no haría. (Hugo Marietan, entrevista La Nación).<br />

2. Necesita ser reconocido como el salvador o el gran gobernante, provocando<br />

crisis. Vive en busca de sus enemigos, paranoides o perseguidos; por<br />

esto, aquéllos a quienes gobiernan les depara el destino la miseria en el conflicto<br />

constante.<br />

3. La bandera que usa es sobrepersonal: no es por mí por el que van a<br />

luchar. Tenemos un enemigo exterior o una causa especial (pelear por la patria,<br />

ser la raza superior, exterminar a los pervertidores del espíritu nacional,<br />

una nación unida, por la ideas de alguna religión, un gobierno ilegítimo, por la<br />

democracia, etcétera).<br />

4. Es especialista en fabricar conflictos. Vivir en crisis es esencial para<br />

perpetuarse en su posición; la necesita para justificar sus acciones.<br />

5. Tiene poca tolerancia a la frustración. Cuando las cosas no salen bien,<br />

se desorganiza mentalmente; puede tener pobre control de sus impulsos, empezando<br />

una cadena de actos torpes y confusos.<br />

6. Las “cosas”, para el líder político con estas características, tienen que<br />

estar a su servicio: personas, dinero, la famosa caja, para comprar voluntades.<br />

Utiliza el dinero como un elemento de presión, porque usa la coerción. La<br />

pregunta del accionar psicopático típico es: “¿Cómo doblego la voluntad del<br />

otro? ¿Con un cargo, con un plan, con un subsidio?<br />

7. Utiliza a las personas para construir su propio poder: te doy y obtengo<br />

algo, pero como yo te lo pido, y así creo un compromiso personal para manipular<br />

a mi antojo. El psicópata es un maestro en crear incertidumbres, inseguridades<br />

y a su vez asomos de esperanzas, de ilusiones.<br />

8. Nunca cambia a pesar de sus errores o de confrontaciones.<br />

El juego del psicópata es un juego de poder, juega con los otros bajo sus<br />

propias reglas.<br />

Mientras más carismático o atractivo sea el líder, mayor poder ejercerá sobre<br />

las masas y mayor será el grado de dependencia psicológica y peligrosidad<br />

del grupo.<br />

Al carisma del líder hay que adornarlo con las características de psicópata.<br />

Parece, a primera vista, muy normal, interesante e incluso encantador y humildad.<br />

Pero en realidad es violento y no soporta que se le lleve la contraria en<br />

nada. Es autoritario, al grado de que él mismo se constituye en la ley, y la puede<br />

violar porque está por encima de ella. De hecho, él es su creador.<br />

Adolf Hitler


56y33.indd 1<br />

56<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

MENTIROSO COMPULSIVO<br />

Este tipo de líder es un mentiroso compulsivo, adicto a la mentira; miente siempre,<br />

aun cuando no lo necesite. No le importa mentir, y lo hace con la mayor<br />

frialdad del mundo. Incluso cuando es obvio que miente, insiste tranquilamente<br />

en la mentira y la sostiene ante cualquier tribunal.<br />

El endiosamiento o divinización es otra característica común a todos los líderes<br />

sectarios. Por eso, parte de la fabricación de la mentira que sustenta el<br />

engaño se basa en autoproclamarse divino.<br />

Estos líderes tienen delirios de grandeza. Creen que son semidioses, mesías,<br />

ángeles, enviados o escogidos. Por eso es frecuente que acompañen sus nombres<br />

con epítetos como “Reencarnación de Juan el Bautista”, de “Jesucristo” o del<br />

mismo Dios. “El Mesías”, “El Profeta”, “El Vidente”, etcétera. Juran y perjuran<br />

que todo les pertenece por derecho propio, desde la verdad hasta las personas,<br />

a quienes consideran objetos personales para su consumo.<br />

EL DELINCUENTE DE GUANTE BLANCO<br />

Policías, agentes de tránsito y gobernantes se han conformado a través de la<br />

historia como los principales delincuentes de nuestra sociedad; pueden terminar<br />

como pseudotrabajadores al servicio de una comunidad; su posición de poder<br />

con el objetivo de hacer que se cumplan las leyes y se dé seguridad, facilita su<br />

transformación a delincuentes que pueden pasar sin consecuencias por mucho<br />

tiempo en un sistema de perversidad y colusión, donde el dinero pudiera ser el<br />

motor de su mantenimiento o en el caso de los gobernantes el endiosamiento de<br />

sus personas que implica poder económico, político, etcétera.<br />

¿SE PUEDE HACER ALGO?<br />

Hagamos un breve ejercicio de reflexión. Visualicemos a un individuo que llega<br />

al poder político a través de su partido.<br />

Todo parece decirnos que es honesto, sus valores familiares son firmes, y<br />

su estructura de carácter lo perfila como una persona con conflictos promedio.<br />

Hasta aquí pensaríamos que seguramente alcanzó sus metas por su esfuerzo;<br />

que su capacidad de rechazar situaciones psicopáticas es factible, ante sus valores<br />

y calidad de culpa.<br />

Sin embargo, nos enteramos de que, en su adolescencia, tendía a maltratar<br />

animales, y llegó incluso a provocar daño físico severo a un compañero de escuela,<br />

y devaluaba a la muchacha que les ayudaba en su casa, sin ser limitado por<br />

sus padres, quienes promovían en él una actitud de soberbia.<br />

En ese momento, la situación cambia; las incongruencias aparecen; quizás no<br />

es el candidato ideal para gobernar, pero es agradable, de “buen verbo”; quizás,<br />

pensamos, fue una época de su vida y seguramente aprendió de ella y lo hizo<br />

más fuerte, así que lo consideramos un carácter narcisista e histriónico con antecedentes<br />

sociopáticos en la infancia y niñez que esperamos superados en la<br />

actualidad.<br />

lo que sí sabe hacer: señalar los errores de los demás y<br />

dar en qué ocupar la mente de la gente, como erradicar<br />

la pobreza o mejorar la infraestructura del país, hasta naciones<br />

intervencionistas que deben ser aplastadas, hasta<br />

imperios del mal, donde claro, ellos que representan al<br />

bien deben perpetuarse en el poder para luchar contra el<br />

mal de la gente pobre o de quienes por ejemplo, asumen,<br />

provocan el hambre mundial.<br />

NADIE MEJOR QUE ÉL<br />

Se convence, ya entrado en los años de su mandato, que<br />

nadie puede hacer las cosas mejor que él y decide lanzar<br />

un decreto para que pueda reelegirse un período más;<br />

además, los pobres le aclaman con el bono que les da<br />

quincenalmente; y deciden por voluntad propia votar un<br />

referéndum a su favor para otro período, sin quedar duda<br />

de que el pueblo es quién manda.<br />

Con los años se convierte en un hombre acaudalado, al<br />

que nadie puede cuestionar, pues hacerlo es ir en contra<br />

de los principios de la nación y el pueblo que él representa.<br />

Es cuando a la mayoría le cae el “veinte” de lo que<br />

pasa: que un psicópata los gobierna y que es necesario<br />

deshacerse de él.<br />

Así que se forman grupos de poder; periodistas y sociedad<br />

civil protestan e intentan diversas formas para<br />

que esto se acabe, incluso van ante los organismos internacionales,<br />

así que solo hay pocas opciones a este nivel<br />

pare tener la posibilidad de recuperar su libertad.<br />

El dice que hay golpe de estado y tiene que reforzar<br />

aún más la seguridad del pueblo, asentándose más en el<br />

control de la gente y fiscalizando del todo sus vidas. Y<br />

créanme que no me estoy refiriendo a nadie en particular,<br />

aunque tengamos muchos ejemplos que pueden venirnos<br />

a la mente.<br />

Benito Amilcare<br />

Andrea Mussolini<br />

YA EN EL PODER …<br />

Aquel prometedor gobernante hace negocios para aumentar la infraestructura<br />

del país; con muchos coludidos, obtiene beneficios económicos personales<br />

extras por el bien de la nación o del lugar que gobierna, entendiendo que esto<br />

puede darse desde el típico presidente municipal analfabeta o con apenas estudios<br />

medios o preparatorios, hasta el presidente de una nación.<br />

En este punto, el perfil nos cambia; ya encontramos francos signos de conductas<br />

antisociales, que pueden ser justificadas de distintas formas, desde “la<br />

filosofía personal” de que su puesto y responsabilidad le hacen merecedor de<br />

ganancias extras, hasta la creencia de que Dios le provee y él toma, entre tantas<br />

otras posibles, o como la clásica expresión de que: “el que no transa no<br />

avanza”.<br />

Como buen narciso, el político sociopata “nunca se equivoca”; esto es, no<br />

puede aceptar sus errores, y responsabiliza de ellos a sus subalternos, o busca<br />

guerras exteriores en pro de causas a veces poco justificadas, para dedicarse a


27/10/2009 04:50:29 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

57<br />

LA SOCIEDAD PSICOPÁTICA<br />

Las personas, por el hecho de vivir en sociedad, tienen<br />

valores y normas que les permiten la convivencia, y se<br />

ajustan a su entorno, aunque hay un rango de desajuste<br />

o tolerancia, aceptado, a sus normas. Estos márgenes, aunados<br />

a los principios personales, permiten un sistema de<br />

seguridad o resguardo.<br />

Un psicópata en el poder puede llegar a romper<br />

varias reglas, pero no todas, pues sería detectado y expulsado<br />

inmediatamente; sin embargo, puede sortear las<br />

normas y convertirse en un estafador, delincuente o revolucionario.<br />

Un cabeza de grupo psicopatita puede crear<br />

sistemas psicopáticos que, con el tiempo, se conviertan en<br />

parte de la sociedad como instituciones gubernamentales,<br />

la propia policía y tránsito, etcétera.<br />

LA MENTIRA, HERRAMIENTA<br />

“DE TRABAJO” DEL PSICÓPATA<br />

Recordemos que la mentira es una herramienta de trabajo<br />

en el sistema psicopático; entonces, si quieres pertenecer<br />

a este grupo, tienes que llevar “estas normas” o “aquéllas”<br />

“tú” y dejarme que yo me las salte; tú podrás hacerlo más<br />

adelante, sí yo consigo mi objetivo.<br />

Debemos buscar controles de calidad en quienes trabajan<br />

en posiciones de poder, y hablamos de todo tipo<br />

de poder, desde el sacerdote, que tiene un poder religioso;<br />

hasta el médico, que influyen en la salud y sustentan una<br />

posición de poder; y los terapeutas, directores de empresas,<br />

etcétera.<br />

No sólo hablamos de políticos. La calidad moral es un<br />

ingrediente fundamental en el desempeño de todos estos<br />

tipos de responsabilidades; si así como existen candados<br />

de calidad a la educación médica y su ejercicio, se hiciere<br />

lo propio con el resto de las altas responsabilidades políticas,<br />

se reduciría en gran medida la posibilidad de que accedieran<br />

a la direccióndel sistema social.<br />

Los antecedentes de una persona son importantes, así como la monitorización<br />

externa continua de sus funciones.<br />

Sí podemos evitar que esto siga pasando, empezando por entender nuestras<br />

propias necesidades narcisistas, de aprobación o de sobresalir, pensando<br />

en nuestro vacío interior con relación a la sociedad y de nuestra idea de necesitar<br />

dioses terrenales en quienes creer, en donde ver que nos resuelvan la vida,<br />

buscando “padres” omnipotentes, estas figuras que deben hacernos sentir protegidos<br />

y con sentido de vida, reyes, príncipes, etc., parece que en nuestro interior<br />

así es como lo queremos, en vez de crear figuras de responsabilidad en<br />

funciones específicas; desde la presidencia de la república o la dirección de una<br />

empresa con puestos de liderazgo donde nuestras cualidades como administradores<br />

o emprendedores se manifiestan, puestos públicos donde el narcisismo<br />

se compensa, favoreciendo el crecimiento personal y de quienes nos rodean,<br />

y no figuras de poder ciego, donde los que se creen dioses ven la oportunidad<br />

de recrear en la realidad terrenal sus fantasías y pervertir las que deberían ser<br />

funciones públicas o privadas.<br />

Se puede hacer mucho en la prevención de estos fenómenos sociales, bajo<br />

la conciencia de que la pobreza en todos sus sentidos (educativa, económica, de<br />

valores, etcétera) es caldo de cultivo para fomentar la psicopatía en el poder.<br />

EDUCACIÓN EN LOS VALORES<br />

Carlos Báez refiere, para evitar la proliferación de este tipo de individuos, que<br />

hay que volver a una educación de las personas en los valores del servicio público,<br />

de la ética, de la política, como una actividad de servicio dirigido al bien<br />

común, y no como una actividad mercantil anómala, dirigida al logro de riqueza,<br />

a obtener cada vez mayor poder personal discrecional y de honores y prestigio<br />

social, siempre a costa del bienestar de los ciudadanos y del interés público.<br />

Sin embargo, esa perspectiva ética no basta para frenar a esas personalidades<br />

malvadas. Hay que tomar medidas eficaces para evitar la acumulación<br />

de poder personal, y una de ellas, en sociedades con una institucionalidad<br />

democrática débil, con una sociedad civil no muy potente y poco articulada,<br />

es el desarrollo de contrapoderes políticos eficaces y la limitación legal de la<br />

prolongación en el poder.<br />

Entre ellos se encuentra, sin duda, la prohibición de la reelección sucesiva<br />

del presidente de la república.<br />

REFERENCIAS<br />

www. victimasectas.com<br />

Adolf Hitler. Wikipedia<br />

Otto F. Kernberg. Agresividad, narcisismo y autodestrucción en la<br />

relación psicoterapéutica. El Manual Moderno. 2005.<br />

Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Ed. Masson.<br />

2002.<br />

Tratado de Psiquiatría. Robert E. Hales y otros. 3ª edición. Ed. Masson.<br />

Hernán Solís Garza. Los que se creen dioses. Plaza y Valdez Editores.<br />

2000.<br />

Adolf Hitler, propaganda Nazi.


58<br />

la ciencia del psicópata<br />

Hallan anormalidad anatómica en un haz de fibras que conecta dos regiones clave<br />

CONOCIMIENTO<br />

(Tomado de Milenio /<br />

Diario de Monterrey)<br />

Una mente criminal, ¿nace o se hace? Esta pregunta<br />

siempre suscita serias discusiones, porque, según<br />

se responda, se descarga la responsabilidad de la<br />

delincuencia sobre los genes o los procesos sociales.<br />

De ahí que un nuevo estudio, hecho por científicos británicos<br />

seguramente causará polémica.


CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

59<br />

Lo que lograron tres científicos, con una nueva técnica<br />

de captación de imágenes, fue probar una diferencia entre<br />

los cerebros de psicópatas y los de gente normal.<br />

Declan Murphy, Michael Craig y Marco Catani, del Instituto<br />

de Psiquiatría del King’s College de Londres, encontraron<br />

daños en haces de materia blanca que conectan dos<br />

regiones cerebrales asociadas a emociones y su control.<br />

Murphy y sus colegas reclutaron a nueve psicópatas<br />

que habían estado en prisión por crímenes que iban desde<br />

violaciones múltiples hasta asesinato, y compararon las<br />

imágenes de su fascículo uncinato con las de la misma<br />

franja tomada en personas normales.<br />

AYUDA PARA LA COMPRENSIÓN<br />

Los científicos aclararon que no están diciendo que el daño<br />

en estas fibras sea causa de la psicopatía, lo que tendría<br />

profundas consecuencias. Eso sí: la presencia del daño<br />

podría considerarse una forma de comprender por qué<br />

los psicópatas tienen conductas antisociales y carentes de<br />

sentido moral.<br />

Un psicópata es incapaz de controlar sus impulsos.<br />

En general es una persona que manipula y actúa de manera<br />

agresiva y aprovechada, sin sentir culpa o remordimiento<br />

por abusar de otros.<br />

Esta irresponsabilidad por la conducta se traduce a<br />

menudo en conducta criminal y reincidencias, y las fuerzas<br />

de la ley saben que si bien no hay una conexión directa<br />

entre psicopatía y crimen, siempre que están frente a un<br />

psicópata deben cuidarse.<br />

REGIONES SOSPECHOSAS<br />

Ya se había propuesto la noción de que, detrás<br />

de la conducta psicópata, seguramente<br />

había regiones disfuncionales del cerebro.<br />

Se creía, por ejemplo, que una zona particular<br />

podría ser la amígdala, vinculada con<br />

emociones muy primarias, como el temor y<br />

la agresión.<br />

Otra zona sospechosa era la llamada<br />

corteza orbitofrontal, puesto que a ella se<br />

le asocia no sólo cierto control sobre el modo en que la<br />

amígdala responde ante la agresión, sino también la toma<br />

de decisiones y las llamadas emociones sociales, como los<br />

celos, el orgullo, la culpa y otras.<br />

Si se creía que disfunciones en estas dos áreas pudieran<br />

estar detrás de la conducta psicópata, era natural que<br />

se sospechara del llamado fascículo uncinato, una franja<br />

de materia blanca que conecta la amígdala con la corteza<br />

orbitofrontal. Los fascículos son ramilletes de axones (que<br />

conectan unas neuronas con otras), haces de fibras envueltas<br />

en mielina.<br />

No había estudios concretos que vincularan este fascículo<br />

con la conducta psicópata. La razón es que la materia<br />

blanca no aparece bien en los equipos para capturar<br />

en vivo imágenes del cerebro, que usan la resonancia magnética<br />

nuclear.<br />

NUEVA TÉCNICA PARA CREAR IMÁGENES<br />

Pero en los últimos años se ha hecho común un equipo<br />

que usa el modo en que se difunde el agua para crear imágenes.<br />

La técnica, llamada resonancia magnética por tensor<br />

de difusión, o DT-MRI, permite capturar muy bien la<br />

estructura de los haces de fibras nerviosas en el cerebro.<br />

El reporte<br />

debe ser<br />

confirmado,<br />

pues puede<br />

tener serias<br />

implicaciones<br />

El haz de fibras que aparece bordeando el centro de esta imagen<br />

es el fundamental fascículo uncinato.<br />

Foto: American Journal of Neuroradiology<br />

Los científicos, que publicaron su estudio<br />

en Molecular Psychiatry, hallaron dos<br />

datos clave. El primero es que las partículas<br />

que conforman el fascículo uncinato de los<br />

psicópatas están dañadas; la estructura no<br />

está completa. El segundo es que el nivel del<br />

daño es proporcional al grado de psicopatía:<br />

el fascículo aparece más dañado en las personas<br />

a las que se diagnosticó una psicopatía<br />

más grave.<br />

“Tiene que haber una conexión entre estas dos áreas<br />

del cerebro, que manejan emociones y el control de<br />

emociones”, dijo el doctor Craig. “Si no funciona (la conexión),<br />

puede verse cómo ello podría conducir a problemas”.<br />

Y el profesor Murphy dijo que estos hallazgos ofrecen<br />

la más persuasiva evidencia a la fecha de que detrás<br />

de la conducta psicópata puede haber una anormalidad<br />

anatómica en el cerebro.


60<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

ACTOR DE VARIOS ROLES<br />

Era de suponerse que una estructura que conecta dos regiones<br />

importantes apareciera en más estudios relacionados<br />

con anormalidades de la conducta. Y el fascículo<br />

uncinato parece ser ajonjolí de varios moles.<br />

Por ejemplo, un estudio demostró que anormalidades<br />

en esa estructura también pudieron ubicarse en pacientes<br />

con psicosis de primer episodio. Y es que los lóbulos frontal<br />

y temporal, también conectados por el fascículo, están<br />

fuertemente implicados en la esquizofrenia.<br />

Lo que hallaron los científicos que estudiaron esta<br />

anomalía fueron variaciones en la alineación de las fibras<br />

y su coherencia espacial dentro del haz. En otras palabras,<br />

es como si dentro de un ramillete hubiera muchos<br />

entrecruzamientos de los tallos.<br />

Otros científicos valoraron el papel del fascículo uncinato<br />

en el llamado deterioro cognitivo amnésico leve, un<br />

precursor del mal de Alzheimer. Este equipo usó la misma<br />

tecnología de imágenes por tensor de difusión, y encontró<br />

relación con dos problemas: el reconocimiento de expresiones<br />

faciales de temor y el desempeño de la memoria<br />

emocional. Se vio asociación con alteraciones microestructurales<br />

dentro del haz de fibras.<br />

CLAVES / OPINIONES<br />

• El doctor Michael Craig dijo que el estudio pone<br />

de relieve el valor de las nuevas tecnologías de captura<br />

de imagen para entender más a fondo lo que<br />

hay detrás de la mente psicópata.<br />

• El experto del King’s College agregó: “La sugerencia<br />

de un déficit estructural claro en los cerebros de<br />

los psicópatas tiene profundas implicaciones para<br />

clínicos, científicos investigadores y el sistema de<br />

justicia criminal”.<br />

• Pero si se verifica la conexión entre psicopatía<br />

y alambrado cerebral, se abriría la perspectiva de<br />

usar análisis cerebrales como ayuda para diagnosticar<br />

a psicópatas, y daría ideas para desarrollar<br />

nuevas terapias.<br />

Monterrey • Horacio Salazar<br />

http://impreso.milenio.com/node/8619546


CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

61<br />

Ismael Vidales Delgado<br />

¿Serán los<br />

?<br />

psicópatas<br />

los hombres del<br />

futuro?<br />

Profesor Ismael<br />

Vidales Delgado<br />

Director del Centro<br />

de Altos Estudios<br />

e Investigación<br />

Pedagógica<br />

ividales@att.net.mx<br />

La psicopatía es un trastorno de la personalidad que<br />

consiste en una incapacidad importante para sentir<br />

emociones y empatía hacia los demás. Los psicópatas<br />

hacen lo que hacen sin complejo de culpa; no tienen<br />

aparato de censura, no tienen remordimiento. Miran a<br />

los demás como objetos; los utilizan y manipulan para<br />

conseguir sus objetivos, para satisfacer sus intereses personales.<br />

Un psicópata no es un loco; sabe que está haciendo<br />

daño al otro; pero, por no tener sentimientos, simplemente<br />

no comprende el daño que causa a otras personas.<br />

No se sabe exactamente cuál es el origen de este trastorno,<br />

aunque hay una o dos teorías al respecto. El psicópata<br />

tiene sus capacidades intelectuales normales, sin que alcance<br />

niveles de genialidad.<br />

DISFUNCIÓN CEREBRAL<br />

Noticias recientes informan que científicos ingleses han<br />

estudiado grupos de psicópatas que cumplían condenas<br />

por delitos como violaciones u homicidios, y descubrieron<br />

un mecanismo para comprender por qué algunas personas<br />

adquieren este trastorno, concluyendo que, al parecer<br />

el detonante del comportamiento psicópata es una comunicación<br />

defectuosa entre la parte del cerebro relacionada<br />

con las emociones y otra parte encargada de la toma de<br />

decisiones razonadas.<br />

Sin embargo, los mismos especialistas afirman que<br />

eso no es suficiente para diagnosticar la psicopatía, pues<br />

puede tratarse de otro desorden psíquico, pero contribuye<br />

a explicarlo.<br />

Dicen los expertos que en la realidad la cantidad<br />

de sicóticos como los muestra el cine -especialmente el<br />

norteamericano- es exagerada. El cine muestra al psicópata<br />

como asesino en serie. La realidad es que la mayoría<br />

de los psicópatas no son asesinos, y los asesinos no son<br />

necesariamente psicópatas.<br />

Ciertamente, en el mundo real hay muchas personas<br />

con comportamientos psicópatas en los grupos políticos,<br />

policiales, de negocios y religiosos. La mayoría de<br />

estas personas aman el poder y son mentirosos; manipulan<br />

a otros que son capaces de hacer verdaderas indecencias<br />

obsecuentes a favor de quien les ordena; se aferran<br />

al poder como verdaderos desequilibrados; mienten de<br />

manera deliberada.<br />

EL PODER TRANSFORMA<br />

El ejercicio del poder puede ir transformando a los políticos,<br />

policías, hombres de negocios y líderes religiosos en<br />

psicópatas funcionales; es decir, en individuos que pueden<br />

cometer cualquier tipo de abusos y tropelías sin que ello<br />

les represente algún problema moral o de conciencia.<br />

Estas personas apelan a la salvación de la ciudadanía<br />

común y corriente según sus propias ideas, y actúan “en<br />

el nombre de Dios”. Afirman que actúan inspirados por<br />

un mandato supremo; se asumen como salvadores de<br />

cuerpos y almas y del mundo. Lo peor de todo es que<br />

esta gente no tiene remedio.


62<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

Existe un test, denominado Lista de Comprobación de<br />

la Psicopatía (PCL-R, en inglés) con 20 ítems, que trata de<br />

descubrir la falta de empatía con los demás como posible<br />

origen de la psicopatía. A través de una entrevista y con<br />

datos del historial de la persona, el médico obtiene una<br />

puntuación por cada ítem. Si es cero, no tendrá nada psicopático<br />

y si es dos, será un psicópata muy claro.<br />

Este instrumento psicométrico -con todo y la desconfianza<br />

que se da hacia los tests- ha mostrado que el 99.9<br />

por ciento de los psicópatas no matan. Hay muchos en la<br />

política, la policía, los negocios y los grupos religiosos.<br />

Son insensibles como máquinas, sin emociones. Se<br />

calcula que alrededor del 15 por ciento de los asesinos<br />

encarcelados son psicópatas y el uno por ciento de la sociedad<br />

en general lo es, y que la prevalencia es mayor en<br />

los varones que en las mujeres.<br />

PSICOPATOLOGÍA Y POLÍTICA<br />

El investigador norteamericano Harold D. Lasswell, estudió<br />

en 1930 a un amplio grupo de políticos que tenían problemas<br />

psicológicos y psiquiátricos. Como producto de<br />

esa investigación, publicó su libro Psicopatología y política.<br />

En esta obra el autor escribe que algunas personas que se<br />

dedican a la política, cuando adquieren el poder, actúan de<br />

manera desquiciada; personas aparentemente normales se<br />

transforman con el poder y muestran una faceta de déspotas<br />

y dictadores.<br />

Estos individuos llegan a creerse únicos e insustituibles,<br />

incluso llegan a creer que son la reencarnación<br />

de otros personajes que han tenido mucho poder, y en<br />

fases de delirio, llegan a considerarse predestinados,<br />

convencidos de que su destino mesiánico es ser jefes o<br />

caudillos, por la “gracia de Dios”. El poder los convierte<br />

en verdaderos monstruos, insaciables de riqueza, de aduladores,<br />

y necesitados hasta límites enfermizos, de servidores<br />

incondicionales.<br />

EDUCACIÓN ÉTICA<br />

Para evitar la proliferación de este tipo de individuos -que<br />

pudieran ser una importante mayoría en el futuro cercano-<br />

hay que inducir la educación ética en los servidores<br />

públicos, en los políticos, en la policía, en los hombres de<br />

negocios, en los líderes religiosos, para que dimensionen<br />

su actividad como servicio dirigido al bien común, y no<br />

como una conducta anómala, dirigida al logro de poder,<br />

riqueza, fama, servidores incondicionales que les da cada<br />

vez mayor discrecionalidad, honores y “prestigio social”,<br />

siempre a costa del bienestar de los ciudadanos y del interés<br />

público.<br />

También hay que tomar medidas eficaces para evitar<br />

la acumulación de poder personal, y esto sólo puede ser<br />

a través de los valores de la democracia real; el establecimiento<br />

de un Estado de Derecho tangible; el desarrollo<br />

de contrapoderes políticos eficaces, y la limitación<br />

legal de la prolongación en el poder; esto es, la reelección.<br />

De lo contrario, los hombres del futuro estaremos a merced<br />

de un grupo cada vez mayor de psicópatas… y eso no<br />

está bien.


CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

63<br />

Tesis<br />

Psicópata<br />

del investigador Robert Hare<br />

el uno por ciento de<br />

la población mundial<br />

Patricia Liliana Cerda Pérez<br />

Con más de 150 millones de neuronas en el cerebro humano,<br />

es complicado tratar de comprender la mente<br />

del hombre y, más complejo aún resulta buscar entender<br />

la mente de un psicópata.<br />

La psicopatología, ciencia que estudia las conductas y<br />

ámbitos del comportamiento anómalo o enfermizo, desde<br />

los puntos de vista de la biología, la psiquiatría, la psicología<br />

y la sociología, revolucionó sus modelos y esquemas<br />

para erigirse, a lo largo de los últimos 30 años, en<br />

una de las disciplinas más dinámicas del siglo XXI.<br />

PSICÓPATAS EN TODOS LOS TIEMPOS<br />

Desde Hipócrates, considerado uno de los precursores en<br />

el diagnóstico de las enfermedades mentales; hasta filósofos<br />

como Platón, Aristóteles o Humes, quienes disertaban<br />

sobre la condición humana desde sus dogmas filosóficos;<br />

o grandes literatos, como William Shakespeare, las sociedades<br />

de todos los tiempos han enfrentado psicópatas o<br />

personalidades psicópatas que -diagnosticados o no- han<br />

sido descritas por la mismísima Biblia, con el famoso<br />

ejemplo de crímenes en familia, como es el caso de Abel<br />

y Caín.<br />

Doctora<br />

Patricia Liliana<br />

Cerda Pérez<br />

Coordinadora del<br />

Centro<br />

de Investigaciones<br />

FCC/UANL<br />

cerda35@hotmail.<br />

com<br />

Caín y Abel<br />

27/10/2009 04:48:16 p.m.


64y25.indd 1<br />

64<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

Los psicópatas han tenido diversos destinos, conforme<br />

la época y las sociedades en las cuales se desenvolvían.<br />

En la antigua Roma, los esclavos y los dementes<br />

eran devorados por los leones, para “divertir o entretener”<br />

a los ciudadanos libres; en la Edad Media, cuando las enfermedades<br />

mentales en Occidente se clasificaban como<br />

un síntoma de posesión demoniaca, a los enfermos no se<br />

les buscaba un alivio o cura; simplemente eran confinados<br />

en cárceles o quemados en la hoguera.<br />

Con excepciones honrosas, como Santo Tomás de<br />

Aquino, quien pensaba que la locura o los trastornos<br />

mentales se debían a daños en algún órgano, la demencia<br />

en general, entre el clero católico, estaba vinculada con demonios<br />

y posesiones, para lo cual se elaboraron manuales<br />

completos de demonología.<br />

ENVIADOS DE DIOS<br />

En contraparte, en Oriente, donde el profeta Mahoma<br />

afirmaba que los trastornados mentales eran enviados de<br />

Dios, a quienes había de cuidarse, se crearon hospitales<br />

psiquiátricos en pleno medioevo.<br />

No fue sino hasta el siglo XIX cuando surgieron las<br />

primeras ideas sobre la psicopatología, al asumirse que<br />

los desórdenes mentales tienen un origen anatómico, tesis<br />

enriquecidas posteriormente con el psicoanálisis.<br />

Hoy en día, los científicos y profesionales de este ámbito<br />

analizan las enfermedades mentales desde un modelo<br />

biopsicosocial, que incluye hasta tomografías para<br />

analizar la capacidad de empatía -a través del análisis de<br />

estímulos-, de quienes se sospecha tienen personalidad<br />

psicópata.<br />

LOS REMORDIMIENTOS,<br />

AJENOS AL PSICÓPATA<br />

Según los psiquiatras, los psicópatas tienen -entre otras-,<br />

conductas tales como utilizar a las personas como si fueran<br />

objetos, a fin de lograr sus objetivos; y esto lo hacen<br />

sin remordimiento o arrepentimiento, pues sólo sienten<br />

culpa cuando transgreden sus propios códigos morales y<br />

no los generalmente admitidos para el bienestar común.<br />

En una sociedad globalmente neocapitalista y utilitaria,<br />

la lista de conductas o comportamientos psicópatas<br />

tiende a multiplicarse. Sin embargo, el doctor Robert<br />

Hare, investigador sobre Psicología Criminal, quien define<br />

la personalidad psicopática con una lista de 20 características<br />

como base de su trabajo, estima que cerca del uno<br />

por ciento de la población mundial es psicópata.<br />

No nos limitemos a pensar que sólo los grandes asesinos<br />

son psicópatas. Existen personas que sin causar daños<br />

físicos, manipulan, engañan o chantajean, en pleno uso de<br />

su personalidad psicópata, sólo para imponer su voluntad<br />

o poder.<br />

El psiquiatra polaco Andrew M. Lobaczewski, inventó<br />

la ponerología, el estudio interdisciplinario de las causas<br />

de los períodos de injusticia social, donde el psicópata es<br />

un elemento central.<br />

En su libro Ponerología Política: Una <strong>Ciencia</strong> de la Naturaleza<br />

mal Ajustada a Propósitos Políticos, Lobaczewski<br />

concluye: “la patocracia es una enfermedad de grandes<br />

Robert Hare<br />

Robert Hare es Doctor en Psicología y<br />

profesor emérito de la University of British<br />

Columbia de Canadá. Lleva más de treinta<br />

años investigando sobre la psicopatía,<br />

y es el autor de la conocida escala PCL<br />

(Psychopathy Checklist) y su revisión<br />

(PCL-R), considerados los más precisos<br />

para estimar el riesgo de conducta<br />

violenta. Forma parte del CASMIRC (Child<br />

Abduction and Serial Murder Investigative<br />

Resources Center) perteneciente al FBI<br />

y creado en 1998. También ha formado parte del consejo<br />

de prisiones en Reino Unido, desarrollando programas<br />

de tratamiento para delincuentes psicópatas, además de<br />

pertenecer al International Criminal Investigative Analysis<br />

Fellowship (ICIAF). Ha recibido numerosos reconocimientos,<br />

entre ellos la Medalla de Planta del Centro Reina Sofía<br />

(España) en 1999.<br />

Andrew M. Lobaczewski<br />

El Psiquiatra polaco Andrew M.<br />

Lobaczewski nació en el año de 1921.<br />

Trabajó en Polonia durante muchos años,<br />

lejos de centros políticos y culturales<br />

activos. Es allí donde llevó a cabo una serie<br />

de pruebas detalladas y de observaciones<br />

que serían combinadas con el propósito<br />

de producir una introducción global para la<br />

comprensión de la psicopatía en general.<br />

Autor del libro “Ponerología Política:<br />

Una <strong>Ciencia</strong> de la Naturaleza mal<br />

Ajustada a Propósitos Políticos”, obra donde expone<br />

que la Ponerología se revela a sí misma como una nueva<br />

rama de la ciencia, nacida de la necesidad histórica y las<br />

realizaciones más recientes de la medicina y la psicología.<br />

A la luz de un lenguaje objetivo, naturalísimo, estudia los<br />

componentes causales y procesos del génesis del mal, sin<br />

importar el último alcance social.<br />

movimientos sociales, seguidos por sociedades enteras,<br />

así como por naciones e imperios.<br />

“Durante el transcurso de la historia de la humanidad,<br />

ha afectado a movimientos sociales, políticos y religiosos,<br />

al igual que a las ideologías que la acompañan... Y los ha<br />

convertido en caricatura de ellos mismos... Esto ocurrió<br />

como resultado de la participación de agentes patológicos<br />

en un proceso patodinámico similar”.<br />

“Esto explica por qué todas las patocracias del mundo<br />

son, o han sido, tan similares en sus propiedades e-<br />

senciales”. (1)<br />

Si la tesis de este psiquiatra polaco es cierta, queda<br />

tan sólo preguntarnos si con los actuales niveles de injusticia<br />

social prevaleciente en el mundo, ese uno por ciento<br />

de psicópatas estimado por Hare, como operante en toda<br />

la población mundial, es una cifra que necesariamente debiera<br />

multiplicarse.


27/10/2009 04:47:57 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

65<br />

Causas o etiología<br />

familiar de<br />

la psicopatía<br />

Jude<br />

Blanca Cecilia Martínez Núñez<br />

La enfermedad mental -en este caso la Psicopatía- tiene<br />

un significado social y científico, y cuenta con una<br />

revisión histórica, lo que nos obliga a considerar su<br />

contexto y su implicación en forma integral.<br />

La salud social depende de la salud individual, dado<br />

que la sociedad no es sino una multiplicación masiva de<br />

personas, en donde interactuamos permanentemente,<br />

no siempre de forma adecuada, lo que nos lleva o nos<br />

puede llevar a la enfermedad.<br />

Un ambiente suficientemente bueno (la familia) facilita<br />

el desarrollo, lo cual puede significar un adecuado<br />

proceso de madurez desde la adaptación biológica; o sea,<br />

las necesidades básicas fisiológicas, (hambre, frío, calor,<br />

limpieza, confort, seguridad, etcétera) lo que facilita la<br />

adaptación al medio ambiente.<br />

Por lo general, la persona que satisface estas necesidades<br />

es la madre o sustituto de ella, y a partir de ella y de<br />

la representación del padre, se inicia la construcción del<br />

aparato psíquico (inconsciente, preconsiente y consciente)<br />

del bebé, quien continúa su inserción en el sistema social,<br />

pues ya lo inició desde el deseo de la madre, a partir de la<br />

preconcepción.<br />

El psicoanálisis postula la importancia de los primeros<br />

años de vida de una persona, pues es cuando se forja<br />

su “destino “. Desde el momento del nacimiento; más<br />

bien, desde la preconcepción, se originan los cimientos de<br />

la personalidad; es decir, la base del comportamiento y<br />

desarrollo, como se aborda en el artículo de S. Freud: “Los<br />

tres ensayos de una teoría sexual”.<br />

Maestra Blanca<br />

Cecilia Martínez<br />

Núñez<br />

Licenciada en<br />

Psicología<br />

con acentuación en<br />

Clínica Infantil<br />

Especialidad<br />

en Psicoterapia<br />

Psicoanalítica<br />

Maestría en<br />

Psicoterapia<br />

con Orientación<br />

Psicoanalítica<br />

Docente de la<br />

Facultad de<br />

Psicología desde<br />

1981<br />

Coordinadora del<br />

Departamento<br />

de Servicio Social<br />

Docente<br />

blanca_<br />

psicosocial@<br />

yahoo.com.mx


66y23.indd 1<br />

00<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

CONSTRUCCIÓN DE LA PERSONALIDAD<br />

La construcción de esta personalidad se da a lo largo de las etapas del desarrollo psicosexual, en donde nos queda claro<br />

que las primeras son la base y los cimientos para dimensionar cómo será capaz el individuo de afrontar las situaciones<br />

conflictivas, duelos, manejo de frustración, nivel de tolerancia, pues las experiencias vividas en la infancia quedan como<br />

representaciones que se evocan en etapas posteriores, dependiendo de la forma de procesarlas.<br />

La importancia de la elaboración de los futuros duelos, tanto de la madre como del infante; las fantasías agresivas<br />

propias de la época pre genital en el niño, así como lo menciona M. Klein en su obra Desarrollo en Psicoanálisis, lo cual<br />

es registrado en su realidad interior, lo que le va a permitir o a limitar en sus recursos para los procesos de elaboración<br />

posterior y así lograr la integración de su “ Yo”, se da en función de la calidad del vinculo materno infantil.<br />

¿A qué nos referimos por construcción del “ YO”? Es la instancia psíquica que se forma a partir de la percepción<br />

de la calidad en la relación con la “madre”, la cual debe ser lo suficientemente fuerte, pues va a regular la exigencias<br />

del yo; o sea, las necesidades de satisfacción y placer. Esto significa que la madre debe ser lo suficientemente sana para<br />

poder ayudar a controlar las emociones y su motricidad, y así su conducta esté dirigida por un proceso adecuado y<br />

maduro de pensamiento.<br />

Las funciones del Yo son:<br />

PRUEBA DE REALIDAD: Distinguir entre los estímulos internos y los externos.<br />

JUICIO: Anticipar las consecuencias de la conducta.<br />

SENTIDO DE REALIDAD: Grado en que el sujeto ha desarrollado su individualidad, su yo corporal y<br />

autoestima.<br />

REGULACION Y CONTROL DE LOS IMPLULSOS: Eficiencia en la demora de los mecanismos de control.<br />

RELACIONES DE OBJETO: Grado, calidad, consistencia y tipo de relaciones personales e interpersonales.<br />

PROCESO DE PENSAMIENTO: Grado de adaptación en memoria, concentración, atención, conceptualización,<br />

lenguaje, y congruencia en la comunicación.<br />

REGRESION ADAPTATIVA AL SERVICIO DEL YO: Uso controlado del proceso primario del pensamiento.<br />

BARRERA DE ESTIMULOS: Umbral de sensibilidad a estímulos externos e internos, grado de adaptación,<br />

integración, organización a los estímulos sensoriales.<br />

FUNCIONAMIENTO AUTÓNOMO: Nivel de atención, concentración, memoria, aprendizaje, percepción,<br />

motricidad e intención.<br />

FUNCIONAMIENTO SINTÉTICO INTEGRATIVO: Grado de integración actitudes, valores, afectos, conducta,<br />

roles, sobre todo en la adolescencia; capacidad de dominio y competencia, grado subjetivo de lo<br />

que yo sé que domino, de lo que puedo ser capaz o no.<br />

FUNCIONES DEFENSIVAS: Funcionamiento adecuado y pertinente de las defensas: represión, proyección,<br />

negación, introspección, regresión, formación reactiva, aislamiento, desplazamiento, intelectualización,<br />

racionalización y sublimación.<br />

“Mimetismo”<br />

Remedios Varo.<br />

Para lograr que el YO se constituya de manera adecuada, madura, y alcance el funcionamiento neurótico,<br />

que sería lo esperado, es fundamental la ayuda del control asertivo y contenedor de las figuras<br />

reguladoras del YO, que son la madre en primera instancia, y de forma inmediata, a través de la madre,<br />

la figura del padre.<br />

CONDUCTA PSICÓPATA<br />

Cuando el ambiente y la relación con la familia es hostil,<br />

agresivo o, por otro lado, negligente, distante o de desaprensión,<br />

se dificulta que las funciones del YO y sus mecanismos<br />

defensivos se instalen adecuadamente, de tal manera<br />

que la conducta disociada o psicópata se construye<br />

debido a la desintegración con respecto al tipo y calidad<br />

de vínculos con las primeras relaciones.<br />

Su prueba de realidad no le permite diferenciar entre<br />

lo interno y lo externo, lo que genera un problema en la<br />

interpretación del tiempo y el espacio; sucede lo mismo<br />

con la forma de procesamiento del pensamiento, pues su<br />

memoria, concentración, atención, lenguaje, y representación<br />

de la comunicación no le permiten conceptualizar<br />

adecuadamente, y esto afecta su percepción, lo que impacta<br />

en el manejo y regulación del control de impulsos, en<br />

donde su capacidad adaptativa no permite la recuperación<br />

adecuada ante estímulos desagradables.<br />

Está claramente afectado, pues la consistencia en las<br />

relaciones con los demás se evidencia como deficiente; su<br />

nivel de interlocución es deficiente; su mirada y contacto<br />

físico está afectado, pues representa las situaciones do


27/10/2009 04:47:38 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

67<br />

lorosas de etapas primitivas que no se elaboraron adecuadamente,<br />

pues el Yo no está preparado para su buen funcionamiento.<br />

Una función fundamental que evidencia su nivel de deterioro es el<br />

JUICIO, pues no logra anticipar la consecuencia legal, social y emocional<br />

de la conducta manifiesta; no logra ser consciente de sus conductas;<br />

no armoniza emocionalmente con la realidad. Su realidad está<br />

construida desde adentro, sin diferenciar lo interno-externo.<br />

IMPORTANCIA DEL DIAGNÓSTICO ADECUADO<br />

Se debe considerar de forma determinante la importancia de un adecuado<br />

diagnóstico, basado en decisiones explicitas e implícitas referentes<br />

a una adecuada ruta para trazar el tratamiento pertinente,<br />

de acuerdo a las características (edad, gÉnero, motivo de consulta,<br />

tipo de familia, situación sociográfica, etcétera) propias de la persona<br />

evaluada en su contexto.<br />

El concepto de “elección de tratamiento” nos indica que dicha<br />

elección depende por un lado de la naturaleza de la enfermedad del<br />

paciente y, por otra parte, de las posibilidades de instrumentación<br />

de que se disponga en la sociedad.<br />

Es evidente que la posibilidad de “tratamiento” en el área de la<br />

psicopatía aparentemente ha aumentado, pues anteriormente se<br />

trabajaba con ellos sólo en un proceso como de custodia, algo así<br />

como de cuidadores de que sus conductas no irrumpan en el sistema<br />

familiar y social.<br />

Mas no es así, pues resultó y resulta difícil todavía, o, más bien<br />

complicado, comprender la trascendencia de la interacción de los<br />

procesos psicológicos de la persona y la dinámica de la familia,<br />

la cual tiene un impacto tremendo en esta estructuración, pues no<br />

escuchamos las expresiones de demanda que se gritan en forma de<br />

síntomas en nuestro sistema familiar y social.<br />

La forma de vincularnos, de escucharnos, de no marcar limites, o<br />

de ser intransigente con ellos en los primeros años de la vida de un<br />

ser humano, son determinantes en la construcción de la salud o de<br />

la enfermedad.<br />

Es importante comprender cómo los eventos a los cuales nos<br />

enfrentamos en nuestra vida, la forma de afrontarlos o de elaborarlos,<br />

depende de las huellas o representaciones almacenadas, y éstas<br />

están allí a partir de la forma en que, en etapas tempranas, fueron<br />

vividas, y actualmente nuestros recursos del YO nos permiten reunificarlas.<br />

PROCESO DE CONSTRUCCIÓN<br />

El diagnóstico en etapas tempranas o en niños es más elaborado y<br />

complicado, pues el niño está en proceso de construcción, en proceso<br />

de madurez, lo cual facilita que en ocasiones se pueda confundir<br />

cuándo una conducta es parte de esa etapa de transición del desarrollo,<br />

o es un rasgo de carácter.<br />

El diagnóstico debe evaluar y señalar los conflictos y ansiedades<br />

específicas, así como las capacidades sanas del Yo, en su proceso de<br />

adaptación y de desarrollo normal, entendido como una maniobra<br />

defensiva de retraimiento y como un intento de adecuación en ese<br />

proceso de construcción al servicio de la restitución y recuperación,<br />

considerando las relaciones entre y con los padres, dentro de un<br />

sistema familiar en su contexto.<br />

El ser humano aprende a ser creativo jugando; el juego es la<br />

primera actividad a través de la cual crea y descubre su universo<br />

interior, el mundo de los objetos primarios; y también expresa<br />

afectos y deseos relacionados con esos primeros objetos que se encuentran<br />

regularmente dentro del sistema familiar. Así va el hombre<br />

aprendiendo a no temerle a su mundo interno, como ocurre en el<br />

tratamiento psicoanalítico, en el cual se “construye” un espacio que<br />

propicia la manifestación de fantasías agresivas y/o sexuales dirigidas<br />

a los seres queridos (padres) y a otras figuras significativas, las<br />

cuales suelen ser dolorosas.<br />

Es en este campo ilusorio donde vamos construyendo otra realidad<br />

más sana; otra realidad que no está determinada o influenciada<br />

por dichas fantasías; esto es, a partir de las funciones del YO, éste es<br />

el camino de la salud, ciertamente similar al del juego y la creatividad.<br />

Recordemos que la salud y la enfermedad son constructos sociales.<br />

“Ruptura”<br />

Remedios Varo.


68y21.indd 1<br />

68<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

Tratamiento integral para la psicopatía<br />

José Castillo Ruiz<br />

Un joven británico de 15 años asesinó a un amigo, asfixiándolo,<br />

y posteriormente colocó su cadáver en las<br />

vías del ferrocarril, para aparentar un accidente. Un<br />

mes después de este crimen, que conmocionó a toda Inglaterra,<br />

la policía siguió las pesquisas del crimen, y, con la<br />

ayuda de un informante anónimo, logró capturar al joven<br />

delincuente, el cual fue llevado a juicio, y declarado culpable<br />

un año después.<br />

Con ello inició un proceso de internamiento en una unidad<br />

de readaptación forense y psicológica en Gran Bretaña.<br />

Con el tiempo, debido a que el escándalo arruinó su<br />

reputación y su posible reincorporación a la sociedad, el<br />

equipo terapéutico de la mencionada clínica decidió un<br />

cambio de la identidad de esta persona, a fin de que, al<br />

término de su condena y de su tratamiento, se reincorporase<br />

a la sociedad.<br />

La historia anterior parecería ser un extracto de una<br />

novela de terror de Alfred Hitchcock. Sin embargo, es un<br />

caso real que ilustra la misión de los equipos multidisciplinarios<br />

de tratamiento de pacientes psicópatas.<br />

A continuación haré un resumen de lo que se considera<br />

un tratamiento integral para esta clase de pacientes.<br />

PACIENTES PSICÓPATAS<br />

Lynam, et al (2009), citando a Cleckley (1941) y Hare (2003),<br />

mencionan que, a pesar de que la psicopatía no se encuentra<br />

dentro de la nomenclatura de diagnósticos oficiales, sí<br />

es tomada en cuenta como un trastorno psicológico.<br />

Quienes presentan este trastorno se caracterizan por<br />

contar con una falta de remordimiento y de afectividad,<br />

así como por ser egocéntricos, manipuladores, impulsivos,<br />

irrealistas.<br />

Para el tratamiento del trastorno psicopático, en primer<br />

instancia se debe tomar en cuenta que sí es posible<br />

brindar dicho tratamiento a este trastorno, aun cuando<br />

años atrás se consideraba que no se podía intervenir con<br />

pacientes con este trastorno. (Benveniste, 1996)<br />

El tratamiento integral debe estar conformado por las siguientes<br />

modalidades:<br />

Hospitalización en caso necesario<br />

Psicoterapia<br />

Farmacoterapia (en ocasiones)<br />

Terapia Familiar<br />

Terapia de Grupo<br />

Doctor José<br />

Castillo Ruiz<br />

Director Médico de<br />

Clínica CASA,<br />

afiliado al Hospital<br />

Muguerza<br />

Director de Vida<br />

Nueva, A.C.<br />

josecastilloruiz@<br />

terra.com.mx<br />

HOSPITALIZACIÓN<br />

La hospitalización en caso necesario debe realizarse en<br />

una unidad especial de tratamiento psiquiátrico, bajo las<br />

medidas dictadas por el código forense del país. Cada unidad<br />

cuenta con servicio de seguridad mayor al del hospital<br />

convencional, para prevenir incidentes frecuentes en este<br />

tipo de pacientes, tales como fugas, agresiones, intentos<br />

de suicidio, entre otros.<br />

El tratamiento en estas unidades de internamiento<br />

forense, incluye personal multidisciplinario, como<br />

enfermeros, personal de rehabilitación, psicólogos,<br />

psiquiatras, personal de apoyo legal, a fin de brindar un<br />

tratamiento integral a estos pacientes.


CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

69<br />

PSICOTERAPIA<br />

La aplicación de modelos de psicoterapia psicodinámica<br />

se basa en la gran aportación científica que Freud imprimió<br />

a su creación del psicoanálisis. Esta teoría, cuando es<br />

empleada en el tratamiento de pacientes psicópatas, intenta<br />

enfatizar la importancia de la estructura de la personalidad<br />

del individuo y del desarrollo a través de su<br />

vida. Asimismo, investiga las motivaciones instintivas<br />

y mecanismos de defensa de estos pacientes, haciendo<br />

conscientes sus motivaciones primarias e intentando gradualmente<br />

favorecer la instalación de un sistema de valores<br />

y conductas empáticas en su persona.<br />

Terapia Cognitiva<br />

En la Terapia Cognitiva, se intenta reconfigurar los esquemas<br />

mentales del paciente psicópata hacia una forma más<br />

congruente y realista de la vida.<br />

Esta psicoterapia está orientada a que la persona<br />

con este diagnóstico forme actitudes congruentes del<br />

yo, tales como lógica, sentido de la realidad, culpa reparatoria,<br />

valores, empatía, activación de las neuronas espejo<br />

-que promueven la adquisición de comportamientos con<br />

lógica y responsabilidad.<br />

Psicoterapia Conductual<br />

El tratamiento conductual enfatiza el empleo de la teoría<br />

del aprendizaje, a fin de que las conductas maladaptativas<br />

del paciente psicópata se conviertan en nuevas formas<br />

de actuar consigo mismo y con los demás. Otras técnicas<br />

conductuales se basan en terapias aversivas, sistemas de<br />

restricción y promoción de privilegios en función de cuál<br />

sea el grado de modificación conductual del psicópata.<br />

Dentro de este esquema conductual, el uso de mascotas,<br />

fomenta las funciones de empatía, responsabilidad y<br />

compromiso social en este tipo de pacientes.<br />

REFERENCIAS<br />

Benveniste, D. H. (1996) Diagnosis and Treatment of Sociopaths and<br />

Clients with Sociopathic. Oakland, CA: New Harbinger Publications.<br />

Lynam, D., Charnigo, R., Moffit, T., Raine, A., Loeber, R. & Stouthamer-<br />

Loeber, M. (2009) The stability of psychopathy across adolescence.<br />

Development and Psychopathology 21, 1133–1153<br />

Doctor José Castillo Ruiz<br />

Cursó la carrera de Médico Cirujano y de Psiquiatría por la Universidad<br />

Autónoma de Nuevo León.<br />

Obtuvo Maestría en Investigación, por la Escuela de Salud Pública de la<br />

Universidad de Harvard.<br />

Realizó estudios de Especialidad en Psicofarmacología por la Facultad de<br />

Medicina de La Universidad de Harvard.<br />

Ha publicado artículos en revistas internacionales, tales como el<br />

American Journal of Psychiatry, Clinical Psychiatry, y el Journal of<br />

Psychopharmacology.<br />

Es autor de cuatro libros: Tú eres lo que te imaginas, El laberinto del<br />

Cerebro, Teoterapia: La Fé como Terapia y el Efecto Boyle Potts a Nivel<br />

Cerebral (este último en prensa).<br />

Actualmente es Director Médico de Clínica CASA, afiliado al Hospital<br />

Muguerza, Director de Vida Nueva, A.C.<br />

Co-Fundador de Ingenium, A.B.P.<br />

Médico Adscrito al Servicio Médico de la Universidad Autónoma de Nuevo<br />

León,<br />

Profesor de Psiquiatría de la Universidad de Monterrey, Co-fundador y<br />

Apoderado Legal del Colegio de Médicos Psiquiatras de Nuevo León, A.C.<br />

Psicoterapia de Grupo<br />

En esta modalidad de tratamiento, se fomenta que el paciente<br />

psicópata, a través de la educación y comunicación<br />

con los demás miembros del grupo, logre desarrollar confianza<br />

genuina, empatía, sentido comunitario y encuentre<br />

el valor de las redes sociales en su tratamiento.<br />

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO<br />

Este tratamiento forma parte importante en el manejo integral<br />

del paciente psicopático.<br />

La Farmacoterapia sirve de gran utilidad cuando<br />

existen diagnósticos duales, incluyendo Trastorno por<br />

Déficiti de la Atención, Alcoholismo, Drogadicción, Psicosis,<br />

Trastornos del Afecto (Depresión y Bipolaridad).<br />

El rango de psicofármacos incluye antidepresivos, ansiolíticos,<br />

antipsicóticos, y psicoestabilizadores (Anticonvulsivos<br />

y Litio).<br />

TERAPIA FAMILIAR<br />

EL enfoque de la terapia familiar involucra a la esposa y a<br />

los hijos, a fin de crear mejores lazos de afecto, comunicación<br />

y compromiso hacia un mejor horizonte de vida en<br />

los integrantes de este núcleo social.


70y19.indd 1<br />

70<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

Y estudio para la prevención de la psicopatía<br />

Falla de los adolescentes ante las normas<br />

sociales de educación media superior<br />

(El presente es un avance de la investigación<br />

sobre evaluación del superyó, en una población<br />

de adolescentes en la zona metropolitana<br />

de Monterrey, en preparatorias públicas y<br />

privadas).<br />

Prisciliano de León Dávalos<br />

JUSTIFICACIÓN<br />

La adolescencia es la edad que se ubica entre la infancia,<br />

época en la que el niño es dependiente del adulto, y la<br />

edad adulta, etapa en la que se asume que el individuo<br />

es autosuficiente, consciente y responsable de sus actos.<br />

Suponemos que tal conciencia y responsabilidad se adquieren<br />

paulatinamente. ¿Es que entonces el adolescente<br />

ya es capaz de reconocer su lugar en la sociedad? ¿Cuándo<br />

lo hace? ¿Cómo percibe las normas sociales? Y, sobre<br />

todo, ¿cómo actúa ante las normas sociales y qué motiva<br />

tal conducta?<br />

Las investigaciones reportadas generalmente se dirigen<br />

a identificar las variables sociales de estos aspectos,<br />

mientras que a nosotros nos interesan las tendencias psico-sociales.<br />

Doctor Prisciliano<br />

de León Dávalos<br />

Médico Psiquiatra<br />

y Psicoanalista<br />

de niños y adultos<br />

priscileon@gmail.<br />

com<br />

LA VIOLENCIA, EN AUMENTO<br />

Por otra parte, existe en la sociedad actual una gran preocupación<br />

relacionada con el incremento de las diversas<br />

formas de violencia social: los delitos parecen ir en aumento,<br />

lo mismo que las diversas formas de delincuencia,<br />

sea llamada menor, organizada o juvenil. Éstos son ahora<br />

temas cotidianos en los diversos grupos sociales.<br />

El derecho penal de menores se ha ido modificando, influido<br />

por diversas corrientes teóricas y sociales. El menor<br />

delincuente fue sustraído del derecho penal común, con lo<br />

que se modificó de raíz la idea de punibilidad e imputabilidad<br />

de los delitos cometidos por niños o adolescentes, y<br />

se sustituyó el principio fundamental de culpa por el de<br />

peligrosidad.<br />

Un delito representa, por lo general, un ataque directo<br />

a los derechos individuales (integridad física, propiedad,<br />

etcétera) y siempre atenta contra los derechos del cuerpo<br />

social, por lo que, contravenir la ley es un atentado en contra<br />

del orden social regulado por la ley.<br />

DELINCUENCIA Y DELINCUENCIA JUVENIL<br />

La importancia de este estudio es que se han incrementado<br />

los actos delictivos y antisociales entre los jóvenes<br />

en este rango de gravedad, y no existe ningún estudio


27/10/2009 04:46:35 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

71<br />

que tenga un propósito de identificación temprana y de<br />

pronóstico, como la presente investigación, con la aplicación<br />

de pruebas específicas para la detección temprana<br />

de conductas y o síntomas que se observan en personas<br />

identificadas como delincuentes o como delincuentes juveniles.<br />

En México, en el año 2002, existían 54 centros de internamiento<br />

para menores, que albergaban una población<br />

de cuatro mil 749 internos, de los cuales, cuatro mil 496<br />

eran varones y 253 eran mujeres. Éstos son atendidos por<br />

los Consejos Tutelares, que tienen como base el principio<br />

de que la conducta antisocial de los menores de edad no<br />

necesita castigo, sino tratamiento.<br />

En esta investigación se busca la elaboración de un perfil<br />

de funciones superyoicas, en una población del norte de<br />

la republica mexicana, de adolescentes entre 14 y 18 años<br />

de edad, de ambos sexos. Ésta es una investigación que<br />

puede definir un perfil sobre funciones del superyó en relación<br />

con el control consciente de conductas delictivas y<br />

antisociales, a través de dos pruebas estandarizadas para<br />

la población mexicana, que son el “Inventario multifásico<br />

de la personalidad Minnesota para adolescentes” MMPI-A,<br />

y el “Cuestionario de Conductas Antisociales-Delictivas”,<br />

A-D, los que comparan los hallazgos, entre población escolar<br />

de nivel preparatorio y equivalente. Son de carácter<br />

público, privado y técnico.<br />

METODOLOGÍA<br />

Es una investigación transversal, descriptiva y correlacionada,<br />

que, a través del método inductivo, puede definir<br />

un perfil de actitudes y conductas de los adolescentes,<br />

estudiantes de nivel medio-superior ante las normas sociales,<br />

evaluado a través de dos pruebas psicológicas<br />

estandarizadas para la población mexicana, que son: el<br />

Inventario Multifásico de la Personalidad Minnesota para<br />

adolescentes (MMPI-A) y el Cuestionario de Conductas Antisociales<br />

y delictivas (A- D).<br />

POBLACIÓN<br />

El universo del estudio son tres preparatorias: una pública,<br />

una privada y una técnica pública. Se determinó una<br />

muestra de ambos sexos Se obtuvo una muestra de 281,<br />

y se descartaron 39 casos, por invalidez de pruebas y por<br />

salirse del rango de edad. Así, se seleccionaron 242 casos,<br />

de los cuales 108 son varones y 134, mujeres.<br />

La administración de las pruebas se realizó en las aulas<br />

de la escuela co-rrespondiente y estuvo a cargo de los<br />

propios autores, con el apoyo de un equipo de aplicación,<br />

integrado por colegas psicólogos, y con respeto a las normas<br />

de estandarización para la aplicación, revisión del<br />

material e interpretación de las pruebas.<br />

ESTRATEGIA DE ANALISIS<br />

PROPÓSITO Y MÉTODO<br />

Se aplicarán dos pruebas a estudiantes de preparatorias<br />

privadas, públicas y técnicas, en una ciudad del norte de la<br />

república mexicana, en Monterrey, Nuevo León.<br />

Una de la hipótesis planteadas es sobre la pregunta de<br />

si existe un perfil de adolescentes identificable con los reactivos<br />

de conductas de las pruebas MMPI-A y [ (A- D)], que<br />

denota una falla en las funciones de control de conductas<br />

delictivas y antisociales.<br />

Se da por cierto, con los resultados de las encuestas<br />

y de su análisis, con las características como factores de<br />

prevención en los adolescentes.<br />

Algunas definiciones pertinentes:<br />

El Superyó es una construcción dentro de la teoría estructural<br />

tripartita (ello, yo y superyó) del psicoanálisis, para<br />

explicar el funcionamiento mental normal y patológico. El<br />

superyó es una de esas categorías teóricas.<br />

Las funciones conscientes del superyó son:<br />

• La regulación de la autoestima y de la autocrítica.<br />

• Control de impulsos.<br />

• La regulación del acatamiento a la norma.<br />

• La expresión de la sexualidad<br />

• La regulación empática con seres humanos y seres vivos.<br />

• La regulación de la identificación consciente de valores,<br />

religiosos, morales, étnicos, filosóficos y éticos.<br />

• La regulación de la culpa y de la reparación.<br />

• La veneración, idealización consciente y la actividad social.<br />

• La respuesta de defensa frente a la agresión.


72y17.indd 1<br />

72<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

Para el análisis de los datos, se empleo el Statical Product and Service Solution<br />

(SPSS, version12), aplicando frecuencia y porcentaje, coeficiente de correlación,<br />

análisis factorial y comparación de dos variables nominales UD MAN, WHIT-<br />

NEY.<br />

RESULTADOS<br />

La aplicación se llevó a cabo con selección de variables de ambas, un constructo<br />

a investigar el Superyó consciente, en adolescentes de educación media, del norte<br />

de la república, a través de las pruebas de MMPI y de A-D, que son las siguientes.<br />

Generales (clave, número de casos, edad, sexo). De validez de las pruebas (INAVR<br />

= Invalidez, F1 = Infrecuencia, F2 = Infrecuencia 2,<br />

F =Infrecuencia), Clínicas Generales ( L = mentira K = Defensividad, D = Depresión,<br />

IS = aislamiento, M /F = Masculino Femenino,) Clínicas Específicas (Dp = Desviación<br />

Psicopática, IS = Aislamiento, BAE-A = Baja Autoestima Adolescente,<br />

ESC-A =Problemas Escolares Adolescente, ISO-A = Incomodidad Social Adolescente,<br />

ENJ -A = Enojo- Adolescente, DEP- A = Depresión Adolescente, FAM-A =<br />

Problemas Familiares Adolescente,<br />

CIN-A = Cinismo- Adolescente, PCO-A = Problemas de Conducta Adolescente,<br />

R-A = Represión, Antisocial, Delincuencia, Gpo. (Claves de identificación de grupos<br />

y escuelas, no publicadas para este documento.)<br />

Variables de validez F1, F2, F, L, K, D<br />

Claves de constructo: IS, D, Dp, CIN, ENJ, BAE, R-A y D<br />

Comparando contra: Esc - A, FAM- A, PSCO- A, ISO- A<br />

Y con prueba de conductas Antisociales y Delictivas; prueba de A y D.<br />

Se usó estadística descriptiva, Prueba de Confiabilidad de Alfa de Cronbach’s,<br />

Prueba de (distribución Normal) Kolmogorv Smirnov,<br />

Análisis factorial<br />

Pruebas estadísticas efectuadas, Tucky and Gabe Howie<br />

Kruskal Wall. S análisis de Factor variables con correlación de .6 a 1<br />

Alpha Confiabilidad de .6 a 1 las lecturas de .77 Factor1, Ega Value de 1 o más<br />

Varimax, Kolmogor S. >.05 Distribución, Histograma Distribución Normal.<br />

Resultados del Análisis factorial:<br />

VARIABLES FACTOR I FACTOR II FACTOR III FACTOR IV<br />

IS .246<br />

ISO .232<br />

D .228<br />

CIN .276<br />

ENJ .188<br />

Del .421<br />

A .342<br />

DP .226<br />

F/M .410<br />

Se agruparon con los siguientes conceptos:<br />

Factor I.<br />

Factor II.<br />

Factor III.<br />

Deficiencia del manejo de la conducta social adecuada y Factor de riesgo.<br />

Factor IV. Factor De Fragilidad del Superyó con relación al género, mas en el<br />

varón que en la mujer.<br />

DETERMINACIÓN DE LA MUESTRA<br />

Se seleccionó con la aplicación de fórmula estadística para muestra pequeña en<br />

función de la población, utilización de tablas aleatorias sobre listado de alumnos,<br />

e invitación a participar bajo contrato de anonimato<br />

y que acepten participar libre e informadamente.<br />

CONCLUSIONES<br />

Se encontraron cinco agrupaciones estadísticas significativas<br />

con las siguientes variables:<br />

Is es aislamiento, ISO aislamiento Social, D depresión, CIN<br />

cinismo, ENJ enojo, DEL factores de delincuencia, conductas<br />

antisociales, desviación sicopática y la variable.<br />

Se definen como factor de segregación social la<br />

depresión el aislamiento afectivo y el aislamiento social,<br />

como factores pre-disponentes a la conducta antisocial y<br />

a la violación de normas escolares; la baja autoestima, la<br />

generación de envidia y resentimiento y la ira y la tristeza<br />

reprimida son factores que potencian la emergencia de<br />

impulsos destructivos, favorecen también el consumo de<br />

alcohol y drogas psicotrópicas.<br />

El segundo lo llamo el factor provocador de conductas<br />

delictivas y antisociales y se encuentran el enojo y el<br />

cinismo. Ambos nos hablan de impulsividad presente, que<br />

se potencia en grupo y con la ingesta de alcohol y drogas<br />

psicotrópicas, pero no son necesarias. Las pandillas,<br />

la violencia el robo, el maltrato y el abuso son ejemplos<br />

de la condición.<br />

El tercer grupo es un factor de riesgo, donde se abre<br />

claramente la inclinación al delito, y las funciones del<br />

Superyó se encuentran seriamente lesionadas o son inoperantes;<br />

son adolescentes que ya han transgredido las<br />

normas con plena conciencia y placer, así como la utilización<br />

de las ganancias secundarias del acto delictivo,<br />

como es la obtención del dinero y el poder del abuso y el<br />

sometimiento sin consideración a las personas, a las que<br />

se trata como sujetos de explotación, en un proceso de<br />

deshumanización hacia sus semejantes.<br />

El último grupo es la variable del género, donde se<br />

observa una mayor tendencia del género femenino de<br />

concentrarse más en los grupos de segregación social.<br />

El género masculino presenta una mayor debilidad de los<br />

controles internos y la impulsividad.<br />

Es de resaltar que si bien sabemos por la clínica que<br />

los factores depresivos son tierra fértil para el adolescente<br />

para iniciar el consumo tóxico de estimulantes psicotrópicos<br />

y alcohol, no da en un porcentaje alto en combinación<br />

con conductas como el cinismo.<br />

El cinismo es traducido por ellos a “me vale” o “poco<br />

importan los demás”, “falta de consideración hacia los<br />

demás” falta de respeto a la propiedad ajena, consciente<br />

y voluntariamente.<br />

Es un dato importante, y una información de alarma<br />

es que está asociada en todos los perfiles sociales, en<br />

todos los grupos y en ambos géneros, y es un indicador<br />

claro, junto con el enojo, de una deficiente integración del<br />

Superyó, y que esto facilita y potencia las conductas de<br />

bajo rendimiento escolar, abandono escolar, vandalismo,<br />

delitos menores, violencia, abuso, y la formación de pandillas.


16y73.indd 1<br />

16<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

El actuar por interés no es sólo el de sospechosos y<br />

delincuentes, sino también el de padres que disputan la custodia<br />

de los hijos, víctimas que sufren las consecuencias<br />

de delitos, guardias encargados de la seguridad, así como<br />

los procesos que internamente experimentan los miembros<br />

del Poder Judicial, por citar ejemplos.<br />

El psicoanálisis y la psiquiatría también han contribuido<br />

al respecto, aunque desde enfoques diferentes.<br />

El primero, también llamado psicología profunda, fue iniciado<br />

por Sigmund Freud, el cual sostiene que la clave del<br />

actuar humano es el inconsciente, y el impulso de vida,<br />

la sexualidad. En el caso de la segunda, es un área de la<br />

medicina que se especializa en la prevención, evaluación,<br />

diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los trastornos<br />

de la salud mental. El tratamiento incluye psicofármacos,<br />

aunque puede recomendar psicoterapia.<br />

APROXIMACIONES SOCIOLÓGICAS<br />

AL COMPORTAMIENTO CRIMINAL<br />

La sociología estudia la producción y reproducción de la<br />

sociedad y de lo social, a través del análisis de sus estructuras<br />

y sistemas, así como de la forma en que interactúan<br />

con los individuos y los grupos. Al igual que la psicología,<br />

mantiene relación con otros campos del saber, como antropología,<br />

filosofía, trabajo social, y se divide en especialidades.<br />

La sociología criminológica investiga la criminalidad<br />

de una sociedad determinada, sus causas generales: variables<br />

demográficas, condiciones socioeconómicas; su relación<br />

con otros fenómenos: sociales, culturales, económicos,<br />

políticos, y la evolución de sus índices.<br />

La sociología de la desviación y del control social<br />

se encarga del análisis de las conductas calificadas como<br />

desviadas: parasociales y antisociales, en función de las<br />

exigencias institucionales: prescripciones normativas; de<br />

las expectativas sociales: preceptos morales, y de la falta<br />

de efectividad de los mecanismos de control: discurso<br />

ideológico del derecho y otras normas sociales. A diferencia<br />

de la sociología criminológica, se desarrolla en un nivel<br />

más teórico.<br />

UNIÓN DE ESFUERZOS: CRIMINOLOGÍA<br />

Elucidar los actos socialmente sancionados, por considerarlos<br />

moralmente graves y por ser contrarios a las normas<br />

institucionalmente establecidas, implica una lectura<br />

integral, amplia, tanto del sujeto trasgresor, como de la<br />

sociedad de la que forma parte. Una conducta desviada<br />

o divergente es la expresión comportamental de la disociación<br />

entre las aspiraciones culturalmente establecidas<br />

(vgr. éxito pecuniario, fama, poder) y los medios estructuralmente<br />

dados para arribar a ellas, por lo que sería simplista<br />

reducir la explicación a un problema de adaptación<br />

individual.<br />

El ambiente, como dominio generalizado de las relaciones<br />

sociedad-naturaleza, en el cual se incluye el campo<br />

material y abstracto de los entretejes de cultura, población,<br />

trabajo y mundo vital, es tan importante como la personalidad<br />

de cada uno; es decir, las pautas de pensamiento,<br />

percepción y comportamiento relativamente estables, propias<br />

de cada sujeto. Visión de las personas como seres<br />

bio-psico-sociales que compartimos.<br />

Razones por las cuales la criminología es una ciencia<br />

sintética que busca la descripción, clasificación, explicación<br />

y reducción de las conductas criminales, tanto<br />

en lo general (criminalidad), como en lo relativo a casos<br />

concretos a través de la criminología clínica. Potencial<br />

analítico que le permite abarcar desde delitos en estados<br />

de emoción violenta hasta actos dolosos preparados con<br />

antelación.<br />

La violencia, pese a los estudios y tratamientos biológicos,<br />

cognitivos, neuroquímicos, psicodinámicos y sociales,<br />

persiste en amplio número de hogares. Hombres y mujeres<br />

participan en procesos distorsionados de interacción,<br />

donde las amenazas, las comparaciones, los insultos<br />

y los silencios prolongados son la constante.<br />

El estado psicológico y la salud mental de quienes<br />

agraden, por supuesto influye, pero no son suficientes<br />

para aclarar la selección de las víctimas, el escenario de<br />

la agresión, el confinamiento al ámbito privado, el encubrimiento<br />

y la justificación reiterada del castigo como el<br />

ejercicio de un derecho.<br />

En una interacción violenta, el comportamiento de uno<br />

sirve para justificar el del otro. Determinados mensajes,<br />

verbales y no verbales, interpretados como amenaza o<br />

rebeldía —independientemente de la intención del emisor—,<br />

determinan el pasaje al acto. Proceso interaccional<br />

y comunicativo que debe analizarse, considerando que<br />

la particular interpretación de los mensajes depende del<br />

universo cognitivo de quien lo hace; hecho por el que la<br />

cultura ocupa un lugar fundamental en las explicaciones,<br />

sobre todo si atestiguamos la heterodesignación de identidad<br />

y la socialización de género.


74y15.indd 1<br />

74<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

De allí que las psicologías criminal y forense, adaptadas<br />

a ese tipo de variables, actúan en la actividad pericial,<br />

lo que se entiende como el “medio de prueba al que recurren,<br />

ya sean las partes en un juicio o el mismo juez, cuando,<br />

para asegurar la existencia de un hecho o su simple posibilidad,<br />

se requieren conocimientos técnicos, o cuando,<br />

siendo ésta la materialidad del hecho, es necesario para<br />

conocer su índole, cualidad o sus consecuencias, mediante<br />

un conjunto de conocimientos técnicos o científicos”.<br />

Siguiendo con esta línea comprensiva, el psicólogo<br />

puede participar en los juicios en dos posibilidades: la primera,<br />

como testigo de hecho, por ser responsable de la<br />

aplicación de un tratamiento determinado, en la que actúa<br />

como profesional; pero la información que le es solicitada<br />

se compone de sus observaciones directas y material proveniente<br />

de su trabajo sobre su paciente; la segunda, como<br />

experto (perito) con objeto de informar bajo juramento al<br />

juzgador sobre los puntos en litigio, en cuanto se relacionan<br />

con su especial saber acerca de un sujeto evaluado en<br />

un contexto judicial.<br />

Así pues, en el contexto del Derecho Penal, por ser éste<br />

el encargado de sancionar las conductas delictivas, la función<br />

del psicólogo es informar sobre el estado de salud<br />

mental de un acusado o de una víctima, lo que conlleva la<br />

precisión de dos cuestiones fundamentales: si conoce el<br />

valor moral y jurídico de sus actos y si, como consecuencia<br />

de su estado de salud mental, es capaz de actuar conforme<br />

a ese conocimiento, con lo que surgen las opciones<br />

de Imputablidad versus Inimputablidad, en referencia a<br />

su responsabilidad penal. También puede participar el<br />

psicólogo en la valoración del delincuente enfermo mental<br />

o el delincuente que enferma mentalmente.<br />

LLAMADO A PSIQUIATRAS Y PSICÓLOGOS<br />

Ahondando en la actividad interdisciplinaria, mientras que<br />

los juristas prestan atención a los discursos y a los actos,<br />

con objeto de juzgar el estado mental de un individuo, los<br />

jueces encargados, motu proprio o por medio de la promoción<br />

de alguna o ambas partes, tomando en consideración<br />

que existen errores de percepción y se requiere por<br />

tanto de conocimientos técnicos y profesionales, llaman a<br />

psiquiatras y psicólogos.<br />

Éstos, aunque con poca diversidad en las concepciones<br />

y herramientas teóricas y técnicas, ambos utilizan los mismos<br />

instrumentos taxonómicos, conocidos como Manual<br />

Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales<br />

(DSM-IV), editado por la Asociación Psiquiátrica Americana,<br />

y la Clasificación Internacional de Enfermedades<br />

(CIE-10), emanada de la Organización Mundial de la Salud,<br />

los cuales fueron obtenidos de cuerpos colegiados donde<br />

previamente se pusieron de acuerdo más de un centenar<br />

de especialistas en la codificación de la problemática revisada.<br />

A partir de ello, los citados profesionales, para lograr<br />

su encomienda, se aplican a estudiar la fisonomía, las particularidades<br />

físicas y las psíquicas representadas especialmente<br />

en el modo de pensar y por la guisa de cómo se<br />

exteriorizan sus sentimientos, que habrán de explicar a<br />

los inmersos en el litigio.<br />

TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO<br />

En el mismo sentido, es necesario retomar la concepción de la forma dentro de<br />

un juicio como elemento preponderante. Cuando no se está de acuerdo con la<br />

resolución de un juez, el modo de agotar el procedimiento de continuidad hasta<br />

esferas superiores de revisión y decisión, se encuentra en la labor de tres magistrados,<br />

que se denominan “Tribunales Colegiados de Circuito”, o en su defecto<br />

la Suprema Corte de Justicia de la Nación, compuesta de once ministros, los<br />

cuales, de manera “colegiada”, deciden sobre las peticiones de los ciudadanos o<br />

de sus representantes legales. Por ende, la consideración doctrinaria de que más<br />

de uno tome la decisión, permite una uniformidad de criterios, lo cual, invocado<br />

por el Derecho, le proporciona al juez más elementos de convicción sobre su<br />

cometido.


27/10/2009 04:46:03 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

75<br />

Otro aspecto por revisar en la concepción de la forma, se encuentra<br />

establecido en los artículos 251 y 234 de los códigos de Procedimientos<br />

Penales, del Estado y Federal respectivamente, que a la letra<br />

manifiestan: “Los peritos practicarán todas las operaciones y experimentos<br />

que su ciencia o arte les sugiera, y expresarán los hechos y<br />

circunstancias que sirvan de fundamento a su dictamen.”<br />

Para cumplir adecuadamente la labor, en el caso del dictamen<br />

pericial psicológico, éste debe seguir una argumentación propia; es<br />

decir, un proceso cognitivo especializado, que se realiza mediante la<br />

articulación de inferencias diagnósticas concatenadas con los datos<br />

de la causa judicial, coherentes, exhaustivas, basadas en la razón suficiente<br />

y con conocimiento idóneo sobre el caso de que se trata, para<br />

llegar así a conclusiones fundadas .<br />

PELIGROSIDAD SOCIAL<br />

En el ámbito de la legalidad, uno de los aspectos requeridos primordialmente<br />

al valorar a un sujeto activo de un delito, es la peligrosidad<br />

social. En respuesta a ello, con base en las operaciones que la ciencia<br />

sugiere, es menester la utilización de los manuales citados, puesto<br />

que revisan la presencia de un posible trastorno de la personalidad.<br />

Más aún, en la Psicología existen pruebas (tests) que detectan una<br />

infinidad de factores relacionados con el ser humano, entre ellas el<br />

nivel de peligrosidad, concebida ésta como la capacidad o probabilidad<br />

que una persona tiene para devenir actora de un delito o dañar<br />

o lastimar a otra. En este contexto, la peligrosidad del indiciado es la<br />

probabilidad de que una anormalidad mental o del comportamiento<br />

produzca alteraciones de la conducta que impliquen riesgo para<br />

quien los padece o para las personas u objetos que le rodean, incluida<br />

la posibilidad de cometer actos delictivos.<br />

Como herramientas en la consecución de estas determinaciones,<br />

la psicología cuenta con pruebas que miden los rasgos de personalidad,<br />

siendo una de las más utilizadas la denominada “Inventario<br />

Multifásico de la Personalidad Minnesota ” (MMPI, por sus siglas en<br />

inglés.). Dicho instrumento posee, además del establecimiento de rasgos<br />

de personalidad, la capacidad de diagnosticar la tendencia de los<br />

sujetos a falsear la prueba, o que los sujetos traten de representar<br />

rasgos diferentes a lo que en realidad es propio de ellos (mendacidad).<br />

Otro elemento es que dicha prueba ya puede ser aplicada sobre<br />

una computadora, cuyo software se encuentra encriptado, y proporciona<br />

la presunción legal y humana al juez que evita la posibilidad de<br />

que al ser revisados los datos se sospeche se hubiesen manipulado<br />

los resultados, puesto que la misma máquina revisa, interpreta y grafica<br />

los productos obtenidos, diferente a si ello es aplicado de manera<br />

personal sobre un formato simple y a mano.


76y13.indd 1<br />

76<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

FUNDAMENTO DEL DICTAMEN<br />

Otra línea de revisión formal de los artículos citados se<br />

refiere a los “hechos y circunstancias que sirven de fundamento<br />

al dictamen”, bajo el fundamento de que, dentro<br />

de los juicios, la autoridad escucha a las partes, las<br />

cuales exponen sus manifestaciones, dependiendo del<br />

lado procesal desde el cual se sitúen, por ser doctrinariamente<br />

dos las partes comprometidas que se sitúan en su<br />

respectiva perspectiva: fiscalía y defensa. Por ello, la Psicología,<br />

utilizando las herramientas desarrolladas a través<br />

de los años y de la misma interdisciplinariedad, retoma<br />

las mismas afirmaciones en uno u otro sentido, con objeto<br />

de determinar técnicamente la veracidad o mendacidad,<br />

utilizando procedimientos de revisión, ya sean fisiológicos<br />

(dilatación pupilar, sudoración, espasmos musculares,<br />

etcétera); motores (posición corporal y cambios intempestuosos<br />

al responder, movimientos de las manos, ojos, etcétera);<br />

verbales (la comparación de lo dicho cuando se<br />

le repetía la misma pregunta en un momento posterior;<br />

reacción ante la interrupción brusca de una declaración,<br />

preguntando otras no relacionadas, omisiones, contradicciones,<br />

etcétera); y paralingüísticos: lapso de tiempo entre<br />

el fin de la pregunta y el principio de la respuesta, cambios<br />

de volumen en la voz, cambios en la velocidad de la<br />

declaración, etcétera).<br />

Habida cuenta de que, si dentro de la ciencia del<br />

Derecho el elemento básico de la desestimación de una<br />

declaración es la contradicción, dentro de la Psicología,<br />

además de la contradicción, las omisiones de información<br />

y las inconsistencias entre los referentes citados en el párrafo<br />

inmediato anterior son los que determinan la credibilidad<br />

de un sujeto sometido a valoración.<br />

Para el caso concreto, una prueba utilizada en psicópatas<br />

y que parte de datos proporcionados por el sujeto en<br />

una entrevista semi-estructurada, entre otras variables, es<br />

la denominada “Hare Psychopathy Checklist-Revised (PCL-<br />

R)”, o su forma abreviada (PCL-SV) . Esta prueba, junto con<br />

información complementaria penal, personal y biográfica<br />

de un sujeto, permite evaluar el Trastorno Psicopático de<br />

Personalidad (TPP).<br />

Consiste en una entrevista que evalúa las respuestas<br />

de un sujeto y la información que se obtiene de los archivos<br />

disponibles. Consta de doce ítems que evalúan los<br />

rasgos conductuales de los trastornos de la personalidad<br />

psicopatológica (antisocial). Proporciona dos factores de<br />

psicopatía: Factor 1 (egoísmo, insensibilidad, ausencia de<br />

remordimientos) y Factor 2 (estilo de vida crónicamente<br />

inestable y antisocial). Con esta prueba se logra obtener su<br />

riesgo de reincidencia (o peligrosidad social), y sus limitaciones<br />

a la hora de seguir un tratamiento terapéutico.<br />

La simple aplicación de lo revisado no basta para<br />

convencer a un juez. Otro aspecto por revisar es que el<br />

psicólogo, dentro de su encomienda de tasación, al describir<br />

los resultados bajo la tesitura de hechos y circunstancias,<br />

independientemente de su forma especializada de<br />

representación, como lo sería la utilización de términos<br />

técnicos, debe comprometerse, según el precepto citado,<br />

a explicarlo de una manera tal de comprensión a los no<br />

inmersos en esa área del conocimiento invocada, como<br />

lo son los representantes legales y sobre todo el juez,<br />

puesto que de lo que se descubra dependerá la decisión<br />

y sobre todo la implicación de una responsabilidad penal,<br />

tal como en el caso del asunto que se está tratando en el<br />

presente articulo.


27/10/2009 04:45:47 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

77<br />

CONFLICTO CON LA SOCIEDAD<br />

Una vez vistos algunos elementos de forma inmersos en<br />

los debates judiciales, pasemos ahora a entender la psicopatía.<br />

Ésta, bajo la lupa del Derecho Positivo, donde todo<br />

concepto por revisar debe tener una definición, se considera<br />

un trastorno de la personalidad, donde el sujeto<br />

presenta un conjunto de características y comportamientos<br />

que entran en conflicto con la sociedad, debido a que<br />

rechaza conformarse a las reglas establecidas; carece de<br />

sentido de lealtad y es incapaz de aprender de las experiencias<br />

.<br />

En el mismo sentido, esta conducta antisocial se ha<br />

usado para definir a una persona cuyo comportamiento<br />

no se ha ajustado a la normativa social o moral. De allí que<br />

su comportamiento se caracterice por estar inadaptado<br />

desde su interior, mas no por lo que refleja exteriormente<br />

ante los demás.<br />

Por tanto, una de las motivaciones de las que se parte<br />

para ser el psicólogo llamado a juicio, es que determine la<br />

denominada peligrosidad social. Esto es, la inclinación de<br />

un sujeto a delinquir. Si esta inclinación se manifiesta en<br />

ocasión de cometer un delito, se denomina peligrosidad<br />

criminal, y si se manifiesta aunque no se cometiera delito,<br />

se denomina peligrosidad social o pre-delictiva. Las formas<br />

de valorar se mencionaron en párrafos precedentes.<br />

INIMPUTABILIDAD<br />

Ahora bien, tomando como referencia que para acreditarse<br />

una psicopatía donde el resultado sea producto de<br />

la personalidad como un todo , y el acusado invoque una<br />

inimputabilidad o actio liberae in causa, lo que significa<br />

que pretenda demostrar una carencia de la capacidad de<br />

comprender el carácter ilícito del hecho o de determinarse<br />

de acuerdo con esa comprensión, tal y como lo establece<br />

tanto el Código Penal Federal en su artículo 15, párrafo<br />

VII; y la respectiva Codificación local en su primer párrafo<br />

del artículo 22, ¿cómo podría un psicópata apelar la<br />

inimputabilidad como argumento procesal de tal forma<br />

que lo excluyera de la pena corporal o pena de prisión<br />

respectiva?<br />

Tal respuesta se basa primeramente en la revisión del<br />

artículo 14 constitucional, donde se establece imperativamente<br />

que en el ámbito penal sólo se debe aplicar una<br />

pena decretada por el delito de que se trata. Interpretando<br />

lo anterior, significa que se debe encontrar una clasificación<br />

tal que reúna la categorización motivo del presente<br />

objeto de estudio en este artículo.<br />

Basado en esto y en concordancia con la Psicología,<br />

una de cuyas herramientas es el Manual Diagnóstico y<br />

Estadístico de los Trastornos Mentales, tal y como se describió<br />

anteriormente, un aspecto de forma es el hecho<br />

que si bien posee la siguiente denominación: “Trastorno<br />

Antisocial de la Personalidad”, es en este rubro que no se<br />

contempla la psicopatía como comprendida en tal clasificación,<br />

lo que provocaría que el representante legal de un<br />

psicópata que fuera muy competente pero sin escrúpulos,<br />

o el mismo procesado, al momento de llamar a comparecer<br />

al perito psicólogo con el objeto de ratificar el dictamen<br />

emitido, lo interrogaría de tal forma que llegara éste<br />

a reconocer la no existencia de tal concepto en el manual<br />

citado, pudiendo promover un incidente en el juicio o planear<br />

estratégicamente un juicio de amparo donde se revise<br />

lo anterior.<br />

Afortunadamente lo anterior no acontece con la Clasificación<br />

Internacional de Enfermedades (CIE 10), ya que<br />

en ésta sí se configura tal patología, con síntomas tales<br />

como:<br />

a) Cruel despreocupación por los sentimientos de los<br />

demás y falta de capacidad de empatía.<br />

b) Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y<br />

despreocupación por las normas, reglas y obligaciones sociales;<br />

c) Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas;<br />

d) Muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para<br />

descargas de agresividad, dando incluso lugar a un comportamiento<br />

violento.<br />

e) Incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia,<br />

en particular del castigo.<br />

f) Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer<br />

racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo,<br />

entre otros factores.<br />

Debido a la restricción metodológica espacial del presente<br />

trabajo, no es posible revisar los demás elementos<br />

relativos a esta problemática. Sin embargo, lo importante<br />

es que en todo caso dependerá de la capacidad práctica<br />

del perito psicólogo, al llevar a cabo las encomiendas judiciales,<br />

y sobre todo no caer en contradicciones al momento<br />

de ser llamado a comparecer ante la autoridad, en virtud<br />

de que, en la actualidad, los abogados, sin ser la excepción<br />

del resto de los demás profesionales, se han vuelto cada<br />

vez más competitivos y, por tanto, más perceptivos en su<br />

actividad facultativa.


78y11.indd 1<br />

78<br />

Jonrón<br />

por Keith Raniere<br />

Este artículo es de hecho la continuación de uno que publiqué en esta revista,<br />

sobre el mismo tema, hace más de 2 años. En aquel artículo intentamos,<br />

entre otras cosas, crear una experiencia de lo que sería pensar como un<br />

psicópata. Este artículo no será tan personalmente perturbador; intentaré examinar<br />

la lucha, que creo que muchos de nosotros tenemos, al relacionarnos con<br />

nuestras respuestas emocionales no tan nobles. También expandiré mi teoría<br />

del origen de la psicopatía.<br />

Creo que hay 7 niveles de respuesta moral demostrados por las personas.<br />

Cada nivel subsecuente se aleja más y más de la compasión:<br />

1. El amor incondicional como libertad<br />

Este es el más compasivo y menos apegado. Muchos de nosotros experimentamos<br />

este ámbito esporádicamente en instancias aisladas; pocos de nosotros<br />

reciprocamos primordialmente desde este estadio. En esta modalidad, si un<br />

hombre choca accidentalmente conmigo en el elevador, estaré preocupado por<br />

su bienestar—no tendré sentimientos negativos asociados con esta particular<br />

intrusión en mi vida. Esto se extiende al más subconsciente de los niveles: no<br />

hay parte de mi que interprete este evento como una amenaza. Esta condición<br />

verdaderamente pacífica es mucho más poco común de lo que podría uno imaginarse.<br />

Es un estado de compasión en el que el “intruso” es experimentado íntimamente<br />

como el propio ser. En este nivel el amor es la moralidad que tiene por<br />

ética a la conducta correcta.<br />

(Ilustración de<br />

www.<br />

rainbowserpent.<br />

co.uk)<br />

2. La responsabilidad como el fin de la ira, el miedo y el<br />

sufrimiento<br />

Ojalá que al menos algunas de nuestras reacciones del día<br />

con día residan aquí o en el nivel anterior. Aquí estamos al<br />

menos levemente conscientes de nuestra respuesta natural<br />

primitiva a una intrusión percibida. En el caso del hombre<br />

en el elevador nuestra fisiología, medida por instrumentos<br />

de laboratorio, registra una perturbación emocional,<br />

pero procesamos mentalmente nuestra emoción bruta con<br />

nuestro intelecto; sabemos que el hombre no pretendía<br />

lastimarnos; nos vemos a nosotros mismos como responsables<br />

de nuestra experiencia de la situación. Al nivel más<br />

profundo, primitivo y físico, sí percibimos momentáneamente<br />

que este hombre es un invasor de nuestro espacio<br />

y una amenaza; a nivel más intelectual reconocemos que<br />

este hombre está haciendo colisión con nosotros accidentalmente<br />

y sin hacernos daño—y nos rehusamos a ceder<br />

a impulso alguno de sufrimiento o violencia. También sabemos<br />

que es muy probable que hayamos cometido las<br />

mismas acciones que este hombre muchas veces. La base<br />

moral aquí es la felicidad con la equidad como guía ética.<br />

3. Culpa y negación<br />

Muchas personas experimentan esta forma de interacción<br />

como estándar. Es idéntica a la anterior excepto que los<br />

riesgos percibidos de la responsabilidad o la honestidad<br />

emocional son demasiado atemorizantes para poderse<br />

soportar. Así que se inserta un nivel adicional de control–<br />

cognición a la mezcla. Este proceso de decepción adicionado<br />

permite la negación de incluso haber tenido impulsos<br />

primitivos. Un individuo atrapado en esta conducta quiere<br />

aparecer ya sea sin responsabilidad por las circunstancias,<br />

ó en paz incorruptible (para ser visto como una persona<br />

“muy amable”). Mientras más éxito tenga esta persona con<br />

estas estrategias, menos potencia tendrá sobre las circunstancias<br />

que crean estas emociones. Este es el nivel de la<br />

ira mal dirigida y el sufrimiento para experimentar cuidados.<br />

La felicidad se vuelve una mercancía cuya obtención<br />

depende del capricho de los demás; la felicidad tiene que<br />

ganarse por la fuerza o mendigarse mediante hacerse la<br />

víctima. En el peor y más contrahecho de los casos, una<br />

máscara falsa de actitud placentera, facilitada a través de<br />

la negación de los verdaderos sentimientos, cubre un “sufrimiento<br />

silencioso” o una “olla exprés de ira” invisible al<br />

observador casual.<br />

Aunque esta fachada puede ser un camuflaje socialmente<br />

efectivo, no engañaría a las mediciones fisiológicas cientí-


27/10/2009 04:45:31 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

79<br />

ficas. En este nivel, como en los anteriores, tenemos<br />

compasión hasta cierto punto por nuestros semejantes<br />

y los vemos como a nosotros mismos. Es vital denotar,<br />

sin embargo: lo que sienten las personas por ellas mismas<br />

es lo que sienten—debido a la proyección—por los<br />

demás y viceversa. En este estado, la persona afligida está<br />

disminuyendo su capacidad de ser la fuente de sus emociones<br />

y humanizar a los demás.<br />

existencia, el ser humano es muy parecido a un animal en cuanto a motivación<br />

aunque las acciones y conductas pueden ser más complejas y socialmente integradas.<br />

En este nivel de moralidad, debido a la represión terminal de las emociones, la<br />

autoestima continúa disminuyendo hasta llegar a fin de cuentas al fondo del<br />

ámbito de la depresión y el auto-aborrecimiento. Los individuos en esta zona de<br />

la experiencia se retraen de las personas, con frecuencia escondiendo su estilo<br />

de vida para evitar ser observados. El hombre en el elevador no es visto como<br />

persona sino como un elemento perturbador en el universo. Si estamos atados a<br />

este dominio, temiendo la recriminación u otras consecuencias adversas, frenamos<br />

nuestros deseos básicos en base a una motivación no-compasiva. Esta es la<br />

primera categoría de conducta en esta jerarquía que es basada completamente<br />

en el miedo. El amor, la humanidad y la compasión están subordinadas a las<br />

corrientes del miedo, la envidia y la ira.<br />

Si nuestro torpe caballero del elevador es visto como un vehículo para el desahogo<br />

físico, puede incluso ser que llegue a resultar significativamente lesionado.<br />

Los sentimientos de placer y saciedad dictan la moralidad y la viabilidad es el<br />

único estándar ético.<br />

5. Hostilidad<br />

Finalmente, conforme los prospectos de felicidad mueren y son reemplazados<br />

por placeres sensoriales, las monedas circunstanciales y anti-humanitarias de la<br />

ira, la venganza, el peligro, la perversión y el poder de destrucción se vuelven<br />

cada vez más placenteras en su intensidad—en un desierto estéril de supervivencia<br />

sin gozo, la “excitación” de estas dinámicas inspira una especie de vida<br />

oscura.<br />

(Ilustración de Lee Youngheui).<br />

Desde esta perspectiva, surgen las primeras técnicas de<br />

envidia, rencor y venganza. La resultante experiencia de la<br />

vida y de los demás, victimizada, árida y sin amor, conduce<br />

a una muy baja autoestima. Esto significa que el hombre<br />

en el elevador puede resultar empujado en represalia, dependiendo<br />

de las circunstancias, con posibles disculpas<br />

posteriores. La motivación moral es ahora el poder con la<br />

ética calibradora del control.<br />

Si un individuo viaja por debajo de este nivel, su autoestima (creencia en su propia<br />

capacidad) aumenta dramáticamente, pero se basa en resultados negativos.<br />

Yo diferencio entre la autoestima de resultados positivos y la autoestima de resultados<br />

negativos al referirme a esta última como autoestima negativa. La única<br />

cosa que separa a una persona en esta abyecta condición de caer aún más es<br />

su conciencia; la lucha entre la tentación (y garantía) de un intenso placer y todo<br />

lo que la persona sabe intelectualmente que es correcto o bueno. La moralidad<br />

es controlada por la intensidad de los sentimientos pero la ética es mixta y en<br />

conflicto (y a veces incluso este conflicto es percibido como placentero): hacer<br />

cosas malas se siente bien, pero hacer el mal sin restricciones se siente mal. Este<br />

lazo final inesperado existe debido al vestigio restante de su conciencia.<br />

4. Saciedad y retracción<br />

Con el suficiente rechazo continuo de los sentimientos<br />

emocionales, y la expansión de las estrategias y procesos<br />

de pensamiento de víctima, la vida se vuelve sombría y<br />

gris. Los únicos placeres se vuelven la saciedad del cuerpo<br />

a través de la gratificación de necesidades de supervivencia<br />

y la estimulación sensorial. Cualquier obstrucción a<br />

esta meta es vista como algo que temer o destruir.<br />

Este es el dominio de los saciadores, que no tienen sentido<br />

abstracto del amor o la humanidad. Bueno es aquello<br />

que resulte placentero a los sentidos, malo es todo aquello<br />

que interfiera con la indulgencia. En esta cuarta forma de


80y9.indd 1<br />

80<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

6. Psicopatía básica<br />

Actualmente no se sabe si algunas personas nacen irrevocablemente en este<br />

sexto nivel de interacción humana. En este dominio, las demás personas han<br />

sido completamente convertidas en objetos—son vistas sólo como accesorios<br />

usados para ganar o conservar placeres—y no hay limitaciones impuestas por<br />

esa molesta (y ahora exterminada) conciencia.<br />

Sin remordimientos restantes, cortada la correa de la humanidad, se abre amplio<br />

un mundo de posibilidades. Removido para siempre el peso acumulado de la<br />

culpabilidad actual y potencial por acciones destructivas pasadas, una recién<br />

descubierta sensación de libertad, posibilidades, vivacidad y facilidad de vida<br />

brotan explosivamente en lo que podría describirse como una “catarsis negra”.<br />

¿Regresaría alguna vez una persona así al ámbito de la conciencia?<br />

Naturaleza o ambiente<br />

Yo conocí a una niña pelirroja de nombre Ann cuando estaba<br />

yo en tercer año. Supongo que este fue uno de mis<br />

primeros “enamoramientos” infantiles. Ella era tan bonita<br />

y pecosa; sospecho que yo me sonrojaba cada vez que ella<br />

me miraba en el patio de la escuela. Siempre acababa yo<br />

haciendo alguna tontería sólo para obtener su atención.<br />

Mi mamá insistía en que mis sentimientos eran lo que ella<br />

llamaba puppy love, (una especie de amor infantil) pero yo<br />

sabía que no era así. ¡No pasaba un día sin que yo sintiera<br />

mariposas en el estómago por mi emocional e intenso tesoro<br />

pelirrojo! De vez en cuando incluso comíamos juntos<br />

a la hora del lunch.<br />

Yo creo que es virtualmente imposible. Ya que con cada premio logrado a través<br />

de este descubrimiento corrupto, una barrera más grande es construida separando<br />

al individuo de una vida con conciencia. Me imagino que la fuerza de este<br />

descubrimiento se auto-acelera y es virtualmente imparable—la intensa libertad,<br />

placer y autoestima obtenidos a través del poder destructivo. En este punto,<br />

la moralidad se basa en la intensidad de la sensación con una ética de máxima<br />

obtención.<br />

7. Psicopatía desarrollada<br />

La práctica hace al maestro. Un verdadero psicópata no es tan fácil de detectar<br />

como uno se imaginaría. A veces se les describe como superficialmente<br />

calmos, de buen humor, con alta autoestima, y de trato placentero. ¿Porqué?<br />

Porque la mayoría de las cosas que conducen a los dilemas éticos, cuestiones de<br />

conciencia, o consideración del bienestar del prójimo les son irrelevantes; sin<br />

conciencia, ninguna de estas cosas aplican. Muchas dificultades y temores que<br />

enfrentan los individuos normales simplemente no tienen peso alguno para el<br />

psicópata. Al igual que con cualquier quehacer relacionado con la conducta, el<br />

psicópata pueden practicar y mejorar sus habilidades. Sospecho, que para algunos<br />

psicópatas llega el momento en que aprenden el valor de la paciencia.<br />

Actualmente se cree que la mayoría, si no es que todos los psicópatas, alcanzan<br />

este estado de enfermedad a muy temprana edad. Como tales, no habrían desarrollado<br />

aún el intelecto adulto. Conforme el niño psicópata crece y se acerca a la<br />

edad adulta—obteniendo los dones de pensamiento más abstracto y estratégico<br />

que otorga la pubertad—el valor de la paciencia y la planeación de largo plazo<br />

puede ser aprendido y aplicado a cuestiones de destrucción. Algunos psicópatas<br />

dominan muchas estrategias y tácticas de decepción, lo que les permite<br />

planear complicadas estratagemas destructivas.<br />

Las personas que han caído a este más bajo de los niveles de la condición humana<br />

han aplicado los beneficios de los procesos humanos de pensamiento a su<br />

motivación base de poder y destrucción. Ya no son gobernados por los impulsos<br />

a corto plazo de sus cuerpos y han hecho la transición a una posición estratégica<br />

superior en la vida. Comparados con las personas de conciencia, los psicópatas<br />

tienen más opciones de conducta. Pueden imitar a una persona de conciencia<br />

y también hacer cosas que una persona de conciencia jamás consideraría. Esto<br />

conduce a una superioridad innata en asuntos superficiales de relaciones, negocios,<br />

liderazgo y organización social. No es sorprendente que algunos psicópatas<br />

hayan vencido a millones para volverse líderes de vastas empresas, organizaciones<br />

o incluso países.<br />

Sólo recuerde, dadas iguales condiciones entre dos personas en una situación<br />

competitiva, la persona con más opciones tiene la mayor probabilidad de ganar.<br />

Sin conciencia, los psicópatas tienen más opciones de conducta.<br />

Al ir creciendo llegué a conocer a muchas pelirrojas de<br />

diferentes temperamentos. Parecía que la mayoría de ellas,<br />

aún en ambos extremos de la escala energética (ya fueran<br />

hiperactivas y eléctricas o tranquilas y flemáticas),<br />

seguían teniendo una variabilidad emocional atípicamente<br />

alta para su tipo energético. Me pregunto si esta aparente<br />

vicisitud emocional de las pelirrojas se relaciona con una<br />

característica genética.<br />

Por supuesto, hasta hace muy poco era mal visto declarar<br />

que cualquier atributo psicológico estaba relacionado<br />

con la genética. Un psicólogo norteamericano de nombre<br />

William Sheldon realizó un estudio fotografiando a unos<br />

4,000 estudiantes universitarios a principios del siglo 20.<br />

Creó un sistema de clasificación por somatotipos y lo<br />

aplicó a las características de personalidad.<br />

Después de algunos de los problemas sociales enfrentados<br />

durante la Segunda Guerra Mundial, la reacción común<br />

ante cualquier intento de estereotipar la personalidad por<br />

raza, tipo de cuerpo o antecedentes genéticos era considerado<br />

incivilizado. A fin de cuentas, la compilación fotográfica<br />

de Sheldon fue destruida debido a este sesgo.<br />

¿Me pregunto cuantos eran pelirrojos y qué descubrió de<br />

ellos?


27/10/2009 04:45:16 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

81<br />

No está claro si la psicopatía tiene orígenes genéticos. Hay<br />

grandes mentes científicas (y estudios) en cada lado de<br />

este debate. Sospecho que naturaleza y ambiente forman<br />

un sistema, lo que significa que están co-involucrados en<br />

la creación psicopática. Es probable que haya ciertas características<br />

genéticas que den lugar a una mayor probabilidad<br />

de psicopatía. Esto no significa que un psicópata<br />

tenga que tener alguna de estas características genéticas;<br />

sólo que la presencia de tales características hace que la<br />

condición sea más probable. Igualmente, no hay condiciones<br />

ambientales estándar (más allá de posiblemente<br />

predicamentos que causen daño cerebral) que creen a un<br />

psicópata en todos los casos. Así que no hay condiciones<br />

de naturaleza o ambiente que sean ni necesarios ni suficientes<br />

para la creación de este síndrome.<br />

Su ganancia mi pérdida<br />

¿Porqué algunos de nosotros renunciamos a nuestra conciencia<br />

mientras que otros en circunstancias de crianza<br />

más adversas nos elevamos a los más altos estándares<br />

humanitarios? ¿Compartimos ciertas experiencias que<br />

puedan dar luz a la experiencia psicopática de la vida?<br />

Yo era un niño muy activo y atlético. Uno de los sentimientos<br />

positivos más memorables que tuve daría forma más<br />

adelante a mi forma de ver la acción violenta.<br />

Hay un juego infantil, común en las ciudades del norte de<br />

los Estados Unidos, llamado stickball (similar al béisbol,<br />

stick = palo, ball = pelota). El stickball no tiene liga formal<br />

y ni siquiera reglas que sean estándares de un vecindario<br />

a otro. Aunque hay principios generalmente aceptados,<br />

para el juego y el equipo considerado usual, cualquiera<br />

de estas cosas puede ser modificada o abandonada. El<br />

stickball es un juego infantil de la calle que se puede jugar<br />

donde sea, empleando las reglas que sean decididas en el<br />

acto, y utilizando cualquier entorno y equipo disponibles.<br />

Sólo hay 2 piezas requeridas de equipo: una pelota (preferiblemente<br />

suave y de caucho, pero en el peor de los casos<br />

hasta una piedra funciona) y alguna especie de palo con<br />

el que pegarle a dicha pelota (con frecuencia un palo de<br />

escoba). También, ojalá, se pueda contar con al menos dos<br />

jugadores (aunque juegos de una sola persona son ideados<br />

con frecuencia en tardes flojas y solitarias de domingo).<br />

Fue en una de esas sesiones, como incipiente jonronero,<br />

usando una viga de madera bastante pesada de casi un<br />

metro de largo, que cree una maravillosa sensación de desahogo.<br />

Era una de esas situaciones de stickball: jugando con niños<br />

mayores, un cierto tipo de pelota pequeña y pesada de<br />

hule, un pitcher veloz y una determinación inagotable. Era<br />

mi turno de batear y en ese día, en ese jardín, nadie había<br />

podido pegarle bien a la pelota. Yo era especialmente inepto<br />

debido a la falta de experiencia y a que enfrentaba a<br />

un pitcher 3 años mayor que yo.<br />

Bajo un sol ardiente en ese caluroso día de verano, con<br />

el sudor chorreando por mi frente, no había nada que yo<br />

quisiera más que pegarle, y digo pegarle bien, a esa molesta<br />

pelotita. Pero sin importar cuánto tratara, el abanicar<br />

con todas mis fuerzas sólo me ganaba las burlas de mis<br />

compañeros y aullidos de, “¡Qué buena brisa! Hace mucho<br />

calor, ¿puedes abanicarle más?”. No podía conectar esa<br />

pelota.<br />

Sentí la tensión acumulándose en mi cuerpo. Mientras<br />

más me lo proponía, menos ágiles eran mis intentos. Finalmente,<br />

respiré profundo y me relajé.<br />

Es interesante que al abanicar con todas nuestras fuerzas<br />

hay una especie de vacío insatisfecho y doloroso que nos<br />

deja con ganas de más oportunidades. Con el riesgo de<br />

dar un giro demasiado brusco y posiblemente caerme (con<br />

el probable resultado de adquirir un apodo vitalicio conmemorando<br />

el incidente) decidí abanicar tan fuerte como<br />

pudiera gritando mi frustración con la esperanza fantasiosa<br />

de atinarle a la pelota.<br />

Fue la experiencia física más increíble de mis seis años<br />

en esta tierra. Al girar el bate le pegó a la pelota justo en<br />

el lugar correcto, el peso de la pelota se sintió perfecto<br />

contra la forma del palo. Era como si toda mi energía<br />

y frustración acumuladas fueran transferidas a la pelota<br />

conforme iniciaba un magnifico vuelo (bueno, magnífico a<br />

los ojos de un niño de seis años) hacia la distancia. Jamás<br />

había sentido un desahogo así ni la resultante paz física<br />

conectada. Añoraba más.<br />

No fue sino hasta los catorce años que volví a pegarle a<br />

la pelota. Bueno, eso último es broma, pero pasaron muchas<br />

veces al bate antes de poder re-experimentar tal harmonía.<br />

Me imagino que así se ha de sentir, si hemos convertido<br />

completamente en objeto a otra persona y no tenemos<br />

conciencia respecto a violentamente forzarle a hacer nuestra<br />

voluntad o castigarle si actúa en contra de la misma—<br />

o demuestra voluntad propia. La fuerza de mi fortaleza<br />

desahogada realmente me inquieta. Pienso en las veces<br />

que he aplicado todo mi cuerpo a levantar un objeto pesado<br />

o romper algún obstáculo legítimo. Si tal ferocidad<br />

pudiera incluso ser dirigida hacia otro ser humano, con


82y7.indd 1<br />

82<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

abandono, el resultado sería impensable. Sospecho que los psicópatas reciben<br />

un sentimiento de desahogo así cada vez que ejercen poder. Esto da miedo.<br />

Cuando ejerzo fuerza sobre otra persona, por ejemplo en una colisión accidental<br />

en la cancha de voleibol, inmediatamente me preocupa la posibilidad de haberle<br />

lastimado. Incluso en mis días de torneos de judo, durante las más extremas<br />

confrontaciones físicas, si vencía a mi oponente jamás lo hacía con imprudencia<br />

o un deseo de lastimarle. Si mi salvaguarda psicológica contra violentar a otras<br />

personas no existiera, puedo imaginarme capaz de cosas monstruosas.<br />

Practicamos lo que repetimos<br />

Utilizo una experiencia adicional en mis intentos por armar el rompecabezas<br />

del funcionamiento de una persona con psicopatía (una forma más propia, sin<br />

embargo torpe, de demostrar que las personas son separadas de, y más grandes<br />

que, sus condiciones). Esta experiencia es lo que yo considero un evento raíz que<br />

conduce al schadenfreude (disfrute obtenido de las desventuras del prójimo).<br />

Recuerdo que mis padres organizaron una competencia de baile para mis amigos<br />

y yo en mi cuarto cumpleaños. Yo quería ser especial y, como era mi cumpleaños,<br />

me sentía con más derecho a ser especial.<br />

Pero ganar esta competencia de baile no estaba en mi futuro. Aún con sugerencias<br />

de mis padres yo no fui juzgado tan bueno como mi amigo. Recuerdo que<br />

con cada nuevo paso de baile suyo, yo sentía que sus logros me hacían menos<br />

especial. Durante un giro en particular, con exuberancia incrementada, él se<br />

cayó y mis padres comentaron que ese movimiento no era muy bueno.<br />

Creo que este es el hábito más difícil de romper, porque es<br />

natural, y viene como reflejo de la creencia errónea de que<br />

nuestra felicidad, gozo, naturaleza especial y amor provienen<br />

del mundo exterior.<br />

Si aceptamos esta falacia, hemos tomado el primer paso<br />

para convertir a los demás seres humanos en esa pequeña<br />

pelota de hule.<br />

A toda costa debemos, como valor primario, construir la<br />

capacidad humanizante de la compasión—el experimentar<br />

el dolor y el gozo de los demás como propio.<br />

Debemos trabajar en esto como nuestra labor primaria de<br />

vida poniendo esfuerzos cada día en esta dirección.<br />

Si pasamos por la vida, sin el reconocimiento de la natural<br />

y triste tendencia del schadenfreude, podemos no sólo<br />

construir un hábito de gozar por el fracaso de los demás,<br />

podemos sentir ira o sufrimiento por sus éxitos.<br />

Y si nos permitimos sin freno estas indulgencias de falta<br />

de compasión, algunos de nosotros puede que llevemos a<br />

cabo la violencia del desahogo, en palabra o acción, contra<br />

nuestros semejantes convertidos en objetos.<br />

De cierta forma, estas son las acciones llevadas a cabo<br />

fácilmente por una persona con psicopatía; nosotros sólo<br />

estamos practicando.<br />

Traducción del inglés por Farouk Rojas<br />

En ese momento sentí felicidad acerca de su fracaso.<br />

Acerca de Executive Success Programs, Inc.<br />

Executive Success Programs, Inc.MR (ESP) ofrece<br />

programas de entrenamiento enfocados en crear<br />

consistencia en todas las áreas y ayudar a desarrollar<br />

las habilidades prácticas, emocionales e intelectuales<br />

que la gente necesita para alcanzar su máximo<br />

potencial. Todos los programas de ESP utilizan una<br />

tecnología punta con patente en trámite llamada<br />

Cuestionamiento Racional MR, una ciencia basada<br />

en la creencia que entre más consistentes sean las<br />

creencias y patrones de conducta de un individuo, más<br />

exitoso será en todo lo que haga. El Cuestionamiento<br />

RacionalMR permite a las personas volver a examinar<br />

e incorporar percepciones que pueden ser la base de<br />

limitaciones autoimpuestas.<br />

Mayores informes: info@nxivm.com<br />

Mujer con envidia obsesiva /<br />

Theodore Gericault


27/10/2009 04:44:51 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

83<br />

Con la intervención de 514 alumnos<br />

Participan los 20 planteles CECyTE-NL<br />

en el Concurso Estatal Cívico<br />

Un total de 514 estudiantes de los 20 planteles del<br />

Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos de<br />

Nuevo León (CECYTE) participaron en la octava<br />

edición del Concurso Estatal Cívico, el pasado 29 de septiembre,<br />

en el Gimnasio Nuevo León.<br />

ESCOLTAS<br />

En la competencia de Escoltas se contó con la representación<br />

completa de todos los planteles que conforman el<br />

sub sistema educativo en el Estado. En esta disciplina participaron<br />

144 estudiantes, y la escolta del CECYTE Apodaca<br />

obtuvo el primer lugar; el grupo de Linares se colocó<br />

en el segundo puesto, y el de Zaragoza en tercero.<br />

HIMNO NACIONAL<br />

La interpretación del Himno Nacional fue la segunda disciplina,<br />

y la que contó con mayor participación, al registrar a<br />

241 estudiantes de 13 planteles: Allende, Apodaca, Bustamente,<br />

Cadereyta, Escobedo, Estanzuela, García, Lampazos,<br />

Linares, Marín, Mier y Noriega, Sabinas Hidalgo y Salinas<br />

Victoria. El grupo del plantel Salinas Victoria se llevó<br />

el primer lugar, mientras que los representantes de los<br />

planteles Estanzuela y Apodaca alcanzaron el segundo y<br />

tercer lugares, respectivamente.<br />

BANDAS DE GUERRA<br />

La tercera disciplina evaluada en el concurso fue la competencia<br />

de Bandas de Guerra, evento en el que compitieron<br />

129 jóvenes divididos en seis equipos, representativos de<br />

los planteles Apodaca, Cadereyta, García, Linares, Sabinas<br />

Hidalgo y Salinas Victoria.<br />

Luego de la deliberación por parte del jurado conformado<br />

por elementos de la VII Zona Militar, se otorgó el<br />

primer lugar en el encuentro de Bandas al equipo del<br />

plantel Linares; el segundo, a los representantes del<br />

municipio de Apodaca, y el tercero fue para el plantel<br />

Marín.<br />

MARCO DISCIPLINARIO<br />

En el evento, el doctor Luis Eugenio Todd, director general<br />

de CECYTE Nuevo León, dijo sentirse orgulloso por la disciplina<br />

demostrada por los alumnos, tanto en este tipo de<br />

actividades, como en el nivel educativo.<br />

“Este evento representa –señaló- el marco disciplinario<br />

que la educación debe tener para alcanzar metas y objetivos<br />

concretos y darles a ustedes un mejor nivel de vida.<br />

Es evidente que sin tenacidad, disciplina, honestidad y<br />

autenticidad, los seres humanos se pierden en los rumbos<br />

inciertos de las adicciones, de las drogas, de los conflictos<br />

personales. Por eso es imperativo -y me da mucho<br />

gusto que estén aquí todos los directores de los CECYTESque<br />

la disciplina de nuestra tradición, que forma parte del<br />

emblema simbólico de un país grande como el nuestro,<br />

sea adscrita al proceso educativo del Colegio de Estudios<br />

Científicos y Tecnológicos”.<br />

En el concurso estuvieron presentes también otras<br />

autoridades de la dependencia, como Lorena González,<br />

directora administrativa, y Roberto Méndez, director de<br />

Vinculación, además de los directores de los planteles participantes<br />

y público en general.


84y5.indd 1<br />

84<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

En el marco de la realización de la Décima Sexta Semana<br />

Nacional de <strong>Ciencia</strong> y <strong>Tecnología</strong>, del 26 al 30<br />

de octubre, en Nuevo León se realizaron diferentes<br />

actividades en todo el sistema educativo, con la participación<br />

de instituciones de educación superior, museos,<br />

iniciativa privada y el Consejo Nacional de <strong>Ciencia</strong> y <strong>Tecnología</strong><br />

(CONACYT).<br />

Entre los trabajos más significativos destacó la realización<br />

de talleres y conferencias, particularmente los que<br />

se impartieron en la Facultad de <strong>Ciencia</strong>s Físico Matemáticas<br />

de la Universidad Autónoma de Nuevo León y en el<br />

Horno 3 del Parque Fundidora. Tan sólo cada uno de estos<br />

lugares recibió la visita diaria de unos 600 niños.<br />

Destacaron también el ciclo de conferencias que se<br />

impartió en los planteles CECYTE alrededor del Estado;<br />

las conferencias y talleres en la Universidad Valle de<br />

Celebra Nuevo León la Semana<br />

Nacional de <strong>Ciencia</strong> y <strong>Tecnología</strong><br />

300 mil personas en todo el país, mientras que en 2008<br />

se registraron siete millones de participantes.<br />

“De manera coloquial, decimos que la Semana Nacional<br />

ya se ha convertido en un equivalente de la Semana<br />

Nacional de Salud, porque es un evento simultáneo donde<br />

todas las actividades que la semana trae se llevan a cabo<br />

en diferentes instituciones. El reto que tenemos es que<br />

llegue a más y más entidades y a los municipios y esto<br />

sólo se podrá lograr a través de la alianza que hemos<br />

venido fomentando y al apoyo que hemos recibido en el<br />

caso del Estado de Nuevo León”.<br />

Por su parte José Antonio González Treviño, secretario<br />

de Educación en el Estado, y director de la Unidad<br />

de Integración Educativa de Nuevo León, reiteró el compromiso<br />

que tiene el gobierno para promover la ciencia, la<br />

tecnología, la innovación y la creatividad.<br />

México, así como las réplicas de los talleres de robótica<br />

que miles de niños realizaron en sus escuelas. Inició<br />

también un diplomado dirigido a los maestros en enseñanza<br />

de la ciencia que se realizó gracias a la coordinación<br />

de diferentes instituciones como el CINVESTAV y la Secretaría<br />

de Educación de Nuevo León.<br />

INAUGURACIÓN EN EL PLANETARO ALFA<br />

La inauguración formal de los trabajos de la semana se<br />

llevó a cabo el pasado lunes 26 de octubre, en el Planetario<br />

Alfa, donde jóvenes de diferentes escuelas mostraron los<br />

conocimientos que adquirieron durante el año en robótica,<br />

al presentar sus trabajos y avances en esta materia.<br />

En el evento, Óscar Vázquez Montiel. Director regional<br />

noreste del CONACYT, destacó la importancia de las actividades<br />

que se realizan como parte de esta semana, pero<br />

dijo que es necesario llegar a más gente.<br />

Como ejemplo, dijo que la participación en 1994, fecha<br />

en que se inició la semana nacional, fue de apenas<br />

“Que todas las actividades como las que se realizaron<br />

durante esta semana nos sirvan para inspirar a niños y<br />

a jóvenes, a las nuevas generaciones, para encontrar una<br />

oportunidad para que desarrollen su talento, su creatividad;<br />

y estas actividades constituyen una oportunidad muy<br />

importante para identificar todas las opciones que tiene<br />

una comunidad que aspira a mejorar su calidad de vida y<br />

que aspira, a través de la educación, a mejorar su desarrollo<br />

personal y profesional”, explicó el funcionario estatal.<br />

En el presidium estuvieron presentes también: Jesús<br />

Áncer Rodríguez, rector electo de la Universidad Autónoma<br />

de Nuevo León; Norma Patricia Saucedo Moreno, titular<br />

de la Oficina de Servicios Federales de Apoyo a la Educación<br />

en el Estado; Martha Leal González, directora de<br />

Impulso al Software; Julia Moreira, directora del Planetario<br />

Alfa y Juan Roberto Zavala Treviño, director de Cultura<br />

Científica de la Coordinación de <strong>Ciencia</strong> y <strong>Tecnología</strong> de<br />

Nuevo León, en representación del director general, Luis<br />

Eugenio Todd Pérez.


27/10/2009 04:44:32 p.m.<br />

CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />

85<br />

Compilación del Centro de Integración Juvenil<br />

Presentan el libro Metanfetaminas,<br />

lo que los padres deben saber<br />

“Metanfetaminas: lo que los padres deben saber” es<br />

una compilación publicada por los Centros de Integración<br />

Juvenil, A.C., que busca convertirse en una<br />

herramienta de prevención ante el consumo de este tipo<br />

de drogas.<br />

El libro fue compilado por Carmen Fernández Cáceres,<br />

directora general de CIJ y colaboradores. A lo largo de<br />

ocho capítulos, el texto reúne toda la información acerca<br />

de las metanfetaminas, explica qué son, cuáles son los<br />

problemas que producen, en México, quiénes las consumen,<br />

y cómo se puede detectar el uso de estas drogas.<br />

El texto incluye también información acerca de prevención<br />

en el consumo, y datos sobre el tratamiento, además<br />

de una sección de las preguntas más frecuentes que las<br />

personas puedan tener acerca de las mentanfetaminas.<br />

PRESENTACIÓN<br />

La presentación oficial del libro se llevó a cabo el pasado<br />

14 de octubre, en el marco de la Feria Internacional del Libro<br />

Monterrey 2009. En el evento se contó con los comentarios<br />

de Otoniel Cárdenas Elizondo, director nacional de<br />

Tratamiento, de los Centros de Integración Juvenil.<br />

El especialista realizó una presentación a nombre de<br />

Carmen Fernández, y explicó capítulo por capítulo el contenido<br />

del volumen, además de brindar diversos ejemplos<br />

y anécdotas. Reiteró la importancia preventiva que el<br />

texto tiene en algunas zonas del país, como Nuevo León,<br />

en dónde el consumo de este tipo de drogas aún no adquiere<br />

visos de gravedad.<br />

“Es del interés de CIJ, si podemos, cada año, hacer algún<br />

tipo de publicación para toda nuestra población objetivo,<br />

y procuramos que se vayan intercalando textos técnicos<br />

con textos que puedan ser usados por la población<br />

en general. En este caso, pretendemos que los padres de<br />

familia lo lean y, de ser posible, formen algún grupo y se<br />

discuta en círculos de lectura que ya hemos desarrollado<br />

durante mucho tiempo, y que sabemos que son los que tal<br />

vez tengan más éxito con los padres en las escuelas”.<br />

RESPÓNSABILIDAD DE LOS PADRES.<br />

Adriana Dávila Benavides, presidenta de la Asociación<br />

Estatal de Padres de Familia, ofreció también algunos comentarios<br />

acerca del libro, e insistió en que los padres<br />

tienen en sus manos la responsabilidad y oportunidad de<br />

prevenir el consumo de drogas por parte de sus hijos.<br />

“Es importantísimo que ustedes, que tienen en sus manos<br />

este ejemplar, lo revisen, lo analicen y lo compartan<br />

con quienes tengan oportunidad de hacerlo; en sus propias<br />

familias, con sus hijos, platiquen con ellos. Aquí hay<br />

consejos muy importantes que nosotros debemos tomar<br />

en cuenta. Debemos fortalecer la autoestima ante cualquier<br />

situación, de cada uno de nuestros hijos, para que sean<br />

capaces de resistir cualquier tentación y sean capaces de<br />

decir: “no, no lo quiero”.<br />

En la presentación del libro estuvo presente también<br />

María San Juana Covarrubias Salinas, coordinadora regional<br />

noreste de CIJ.


86<br />

la ciencia del psicópata<br />

Por gestiones de la directora de la Pinacoteca<br />

CONOCIMIENTO<br />

Luce obra monumental de<br />

José Luis Cuevas<br />

en el Paseo Santa Lucía<br />

La Pinacoteca de Nuevo León cerró con broche de oro su ciclo administrativo<br />

2008-2009, encabezado por la señora Elvira Lozano de<br />

Todd, al instalar la escultura monumental “Beatriz del Carmen y<br />

José Luis Cuevas”, obra de éste, en el Paseo Santa Lucía.<br />

El pasado 29 de septiembre, el ahora exgobernador, José Natividad<br />

González Parás, develó la pieza de la autoría de Cuevas en la Plaza de<br />

Acceso número 9 Norte del Paseo Santa Lucía. Frente a la escultura en<br />

bronce, que mide seis metros de altura y que pesa cinco toneladas,<br />

González Parás destacó los esfuerzos que se han realizado para que el<br />

paseo cuente con importantes expresiones artísticas que ofrecer a sus<br />

visitantes.<br />

“Hablamos de la posibilidad (con Cuevas) de que una de sus esculturas<br />

estuviera en Santa Lucía, y ahí es donde apareció Elvira Todd, que,<br />

como mujer ejecutiva que es”, hizo esfuerzos muy grandes en este sentido”,<br />

manifestó.<br />

Y así, “aun en época de crisis presupuestal, con la participación y<br />

con el apoyo de miembros de la comunidad que aportaron donativos<br />

adquiriendo réplicas pequeñas de esta escultura, y con la donación<br />

generosa de su autor a esta ciudad, hoy aquí estamos, develando esta<br />

muestra de arte, que va a ser admirada a lo largo de los tiempos por<br />

muchas generaciones de nuevoleoneses, de mexicanos y de extranjeros<br />

que vengan a pasear a Santa Lucía”.


27/10/2009 04:44:10 p.m.<br />

CONOCIMIENTO<br />

Exposición del<br />

la ciencia del psicópata<br />

87<br />

CENTRO CULTURAL ALEMÁN<br />

Elvira Lozano de Todd inauguró también la exposición “Paula Modersohn-Becker<br />

y los de Worspwede”, acompañada de Michael Greszus<br />

David, director del Centro Cultural Alemán, y Álvaro Ríos, director de<br />

Cultura de la misma institución.<br />

La exposición, que se presenta por primera vez en México, contiene 65<br />

trabajos sobre papel, gráficas, fotografías y libros realizados entre 1895<br />

y 1906 por varios artistas de origen alemán, encabezados por Paula<br />

Modersohn-Becker y Otto Modersohn.<br />

La muestra permanecerá abierta al público hasta el mes de enero de<br />

2010, en la sala temporal de la planta baja de la Pinacoteca de Nuevo<br />

León.<br />

CONJUNCIÓN DE VOLUNTADES<br />

A su vez, la señora Lozano de Todd destacó el esfuerzo de<br />

voluntades que se requirió para hacer realidad el sueño de<br />

tener esta pieza en el Paseo Santa Lucía, instalación que se<br />

llevó a cabo en coordinación con la Agencia de Planeación<br />

del Desarrollo Urbano de Nuevo León y la Secretaría de<br />

Obras Públicas del Estado.<br />

“Es muy significativo –señaló- que esta emblemática<br />

obra sea inaugurada durante la celebración de la segunda<br />

edición del Festival Internacional Santa Lucía. Queremos<br />

expresar nuestra gratitud a quienes colaboraron para<br />

hacer realidad esta obra; agradecemos profundamente a<br />

los benefactores de este proyecto cultural: empresarios,<br />

funcionarios y coleccionistas que, con su valiosa aportación<br />

y generosidad, hicieron posible la instalación de<br />

esta escultura monumental.<br />

“A todos ellos les decimos, a nombre de los nuevoleoneses,:<br />

muchas gracias. Enviamos un agradecimiento especial<br />

al arquitecto Alejandro Velasco, de la Ciudad de<br />

México encargado de realizar la fundición, el traslado e<br />

instalación de la obra”.<br />

APRECIO POR NUEVO LEÓN<br />

Por su parte, José Luis Cuevas, quien estuvo acompañado<br />

por su esposa, Beatriz del Carmen Bazán, comentó diversas<br />

anécdotas de vida con los asistentes, y concluyó su intervención<br />

recordando su aprecio por la gente de Nuevo<br />

León.<br />

“Quiero decirle a toda la gente de Monterrey que los<br />

quiero mucho, que tengo por todos ustedes un gran afecto;<br />

los quiero, los admiro; es (Nuevo León) un Estado que<br />

ha dado mucho a la cultura mexicana, abriendo museos.<br />

Elvira Todd ha sido una gran directora de museos, una<br />

mujer con un sentido de organización verdaderamente excepcional”,<br />

manifestó el artista.<br />

Sobre la pieza, dijo que se trata de un doble homenaje:<br />

en primer lugar para su esposa, Beatriz del Carmen, y,<br />

al mismo tiempo, una demostración de su amor por el<br />

Estado de Nuevo León y la ciudad de Monterrey.


88<br />

la ciencia del psicópata<br />

CONOCIMIENTO<br />

RECONOCIMIENTO<br />

A personajes nuestros en el área de la psiquiatría<br />

Juan Roberto Zavala<br />

zavat_2004@yahoo.com.mx<br />

Doctora Adelina Alcorta Garza<br />

Con importantes investigaciones en las áreas de Medicina<br />

de Enlace, Psicometría y Educación, Psicooncología,<br />

Psicoanálisis, Salud Psicosocial y su correlación con el<br />

desempeño académico de los estudiantes de la Facultad de<br />

Medicina de la UANL, Adelina Alcorta Garza es actualmente<br />

jefa del Departamento de Psiquiatría del Hospital<br />

Universitario de la UANL y autora de capítulos en libros;<br />

editora del libro Psicoanálisis en América Latina, publicado<br />

por Grafo Print Editores; editora de seis anuales y autora de más de 30<br />

artículos publicados en revistas especializadas.<br />

En 1994 fue reconocida por Lippincott Williams & Wilkins por ser coautora<br />

del artículo más solicitado al Nursing Research. Es médico cirujano y<br />

partero por la UANL. Entre otras, hizo las especialidades de Psiquiatría<br />

General en el HU de la UANL y de Psicoanálisis de Adultos y Psicoanálisis de<br />

Niños y Adolescentes, ambos del ARPAC. Tiene una Maestría en Pedagogía<br />

Médica, de la Universidad de Castilla-La Mancha, en España, y el Doctorado<br />

en Medicina, con especialidad en Psicometría, Perfiles de Salud Psicosocial<br />

y Educación, de la UANL.<br />

Nuevo León.<br />

Doctor Francisco Javier Rodríguez Lara<br />

Dedicado desde hace varios años a la psicoterapia de grupo,<br />

de pareja, de familia; en psiquiatría y medicina de enlace y<br />

psicoterapia de adultos, el doctor Francisco Javier Rodríguez<br />

Lara es también experto en manejo psicofarmacológico de<br />

los trastornos mentales, entre los cuales están las diferentes<br />

modalidades de tratamiento de las drogo-dependencias.<br />

Actualmente es maestro en el Departamento de Psiquiatría<br />

del Hospital Universitario de la Universidad Autónoma de<br />

Es médico cirujano, especialista en Psiquiatría General y en Medicina de<br />

Enlace y tiene dos maestrías: una en Neurociencias, de la Universidad<br />

Oberta de Cataluña, España, y otra en Pedagogía Médica, de la Universidad<br />

de Castilla-La Mancha. Hizo también el curso de grupo, pareja y familia en<br />

la UANL y el diplomado de Psicopatología Infantil y de la Adolescencia.<br />

Doctor Teodoro Brosig Herrera<br />

Con un gran interés y experiencia en la docencia y en<br />

la práctica clínica hospitalaria, pues para 1974 era ya<br />

coordinador de la Sala de Hospitalización Psiquiátrica del<br />

Departamento de Psiquiatría del Hospital Universitario<br />

de la UANL, Teodoro Brosig Herrera fundó, en 1977, con<br />

la colaboración de maestros, residentes y personal de<br />

enfermería y trabajo social, la Comunidad Terapéutica<br />

como modalidad asistencial, de enseñanza académica y de<br />

investigación, que es pionera en la República Mexicana.<br />

Es médico cirujano partero por la UANL, y tiene la especialidad en<br />

Psiquiatría, con subespecialidad de Psicoanalista, así como Psicoterapeuta<br />

con entrenamiento en Grupo, Pareja y Familia. Actualmente es profesor de<br />

posgrado del Departamento de Psiquiatría del Hospital Universitario de<br />

la UANL; director general de la Clínica ARPAC, y realiza práctica privada<br />

como psiquiatra.<br />

Doctor Ricardo Salinas Ruiz<br />

Con una larga trayectoria como maestro de la Facultad de<br />

Medicina de la UANL, donde es decano, durante sus 55 años<br />

de trabajo se ha desempeñado en los departamentos de<br />

Alergias y Dermatología y continúa activo, pues actualmente<br />

es maestro de tiempo completo en el Departamento de<br />

Psiquiatría, Ricardo Salinas Ruiz fue fundador y primer<br />

subdirector de Educación Continua, y de 1983 a 1993, jefe<br />

del Departamento de Psiquiatría de la misma institución.<br />

Es autor de numerosos trabajos científicos y publicaciones, y practica la<br />

medicina privada.<br />

Es médico cirujano y partero por la UANL, y tiene estudios de posgrado en<br />

Alergologías e Inmunología Clínica; Dermatología y Psiquiatría General y<br />

Psicoanálisis de Grupo, Pareja y Familia. Es miembro fundador y presidente<br />

de la Sociedad de Psicoterapia Sicoanalítica de SAGMO.<br />

Doctor Javier Lugoleos Cano<br />

Dedicado desde 1999 al diagnóstico y tratamiento de<br />

las enfermedades mentales, agudas y crónicas, como<br />

trastornos de la personalidad, adicciones y problemas de<br />

ansiedad, así como el cuidado del paciente hospitalizado<br />

en comunidades terapéuticas y de cuidados intensivos,<br />

Javier Lugoleos Cano es maestro de pregrado y posgrado<br />

en la Facultad de Medicina, y coordinador de los Servicios<br />

Clínicos Hospitalarios del Departamento de Psiquiatría, del<br />

Hospital Universitario de la UANL.<br />

Es médico cirujano y partero, y tiene una especialidad en psiquiatría, ambos<br />

grados académicos por la UANL. Su maestría en Pedagogía Médica es de<br />

la Universidad de Castilla-La Mancha y de la UANL. Es también terapeuta<br />

de grupo, pareja y familia, y psiquiatra de enlace por el Departamento de<br />

Psiquiatría de la UANL y médico psiquiatra en el Centro de Integración<br />

Juvenil. Es autor de numerosos artículos publicados en revistas indexadas<br />

y de divulgación.<br />

Doctor Hernán Solís Garza<br />

Uno de los más prestigiados psiquiatras de nuestra<br />

comunidad, quien ha realizado investigación en las áreas<br />

de cualitativa-hermenéutica en psicoanálisis, psicoterapia<br />

dinámica, literatura, parejas, familia e instituciones y<br />

psicoanálisis aplicado, el doctor Hernán Solís Garza es autor<br />

de las obras Los mexicanos del Norte, publicada por Editorial<br />

Nuestro Tiempo; Los que se creen dioses. Estudios sobre el<br />

narcisismo, de Editorial Plaza y Valdés; Los mexicanos del<br />

Norte. 30 años después, publicado por Ediciones Rebal y La pluma es lengua<br />

del alma, bajo el sello de CONARTE-CONALEP.<br />

Asimismo, es coautor de 14 capítulos en libros y de más de 192 artículos<br />

publicados en revistas especializadas. Es médico cirujano partero por<br />

la Universidad Autónoma de Nuevo León e hizo estudios de Posgrado<br />

en Psiquiatría en el Hospital Resurrección, en Chicago, y residencias en<br />

el Colorado State Hospital, de Búfalo, Nueva York. Es también egresado<br />

del Instituto de Psicoanálisis de la APN y doctor en Psicoterapia por la<br />

Asociación Psicoanalítica Mexicana/Secretaría de Educación Pública.

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