Revista-Ciencia Conocimiento Tecnología - N°99-
Revista N°99, del 30 de octubre al 12 de noviembre de 2009 “CIENCIA CONOCIMIENTO TECNOLOGIA”, revista quincenal. Editor responsable: Dr. Luis Eugenio Todd Pérez. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2008- 052311205700-102. Número de Certificado de Licitud de Título: No. 14158 Número de Certificado de Licitud de Contenido: No. 11731. Domicilio de la Publicación: Andes No. 2722 Col. Jardín Obispado, Monterrey, Nuevo León. Imprenta: Milenio Diario de Monterrey, S.A. de C.V., con domicilio en Ave. Avena No. 17 Col. Granja Sanitaria Ixtapalapa, Estado de México. Distribuidor: Milenio Diario de Monterrey, S.A. de C.V. con domicilio en Ave. Eugenio Garza Sada Sur No. 2245 Monterrey, Nuevo León.”
Revista N°99, del 30 de octubre
al 12 de noviembre de 2009
“CIENCIA CONOCIMIENTO
TECNOLOGIA”, revista quincenal.
Editor responsable: Dr. Luis
Eugenio Todd Pérez. Número de
Certificado de Reserva otorgado
por el Instituto Nacional del
Derecho de Autor: 04-2008-
052311205700-102. Número de
Certificado de Licitud de Título:
No. 14158
Número de Certificado de Licitud
de Contenido: No. 11731.
Domicilio de la Publicación: Andes
No. 2722 Col. Jardín Obispado,
Monterrey, Nuevo León.
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Monterrey, S.A. de C.V., con
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LA CIENCIA DEL<br />
PSICÓPATA<br />
Directorio<br />
Gobernador Constitucional del<br />
Estado de Nuevo León<br />
Licenciado Rodrigo Medina de la Cruz<br />
Director General<br />
Doctor Luis Eugenio Todd<br />
Subdirector<br />
Licenciado Juan Roberto Zavala<br />
Director Editorial<br />
Félix Ramos Gamiño<br />
Educación<br />
Profesor Ismael Vidales Delgado<br />
<strong>Ciencia</strong>s Básicas y del Ambiente<br />
Doctor Juan Lauro Aguirre<br />
Desarrollo Urbano y Social<br />
Ingeniero Gabriel Todd<br />
<strong>Ciencia</strong>s Médicas<br />
Doctor David Gómez Almaguer<br />
<strong>Ciencia</strong>s Políticas y / o de<br />
Administración Pública<br />
Contador Público José<br />
Cárdenas Cavazos<br />
<strong>Ciencia</strong>s de la Comunicación<br />
Doctora Patricia Liliana Cerda Pérez<br />
La <strong>Ciencia</strong> es Cultura<br />
Licenciado Jorge Pedraza<br />
Educación Física y Deporte<br />
Doctor Óscar Salas Fraire<br />
Las Universidades y la <strong>Ciencia</strong><br />
Doctor Mario César<br />
Salinas Carmona<br />
Redacción<br />
Licenciado Carlos Joloy<br />
Diseño<br />
Lindsay Jiménez Espinosa<br />
Javier Estrada Ceja<br />
Arte Gráfico<br />
Arquitecto Rafael Adame Doria<br />
Circulación<br />
Profesor Oliverio Anaya Rodríguez<br />
Asistente Editorial<br />
Licenciada Edith Flores<br />
3<br />
4<br />
11<br />
15<br />
20<br />
24<br />
27<br />
31<br />
35<br />
39<br />
42<br />
Editorial<br />
Psicópata el uno por ciento de la población mundial<br />
LA CIENCIA DEL PSICÓPATA<br />
El lado oscuro de la personalidad<br />
Doctor Robert Hare<br />
El cerebro del psicópata<br />
Doctora Feggy Ostrosky<br />
Psicopatía y delincuencia<br />
Maestro Erick Gómez Tagle<br />
No soy un psicópata<br />
Maestro Rodrigo Soto<br />
Genética de la conducta psicópata<br />
Doctora María del Carmen Esmer<br />
Neuroimagen de la psicopatía<br />
Maestro Roberto Emmanuele Mercadillo Caballero<br />
Lesiones cerebrales y psicopatía<br />
Doctor José Alfonso Ontiveros Sánchez de la Barquera<br />
El psicópata ¿nace o se hace?<br />
Licenciado Mario Alberto Loredo Villa<br />
Bases cognitivo emocionales de la psicopatía<br />
Doctor Ernesto O. López Ramírez<br />
Comorbilidad del trastorno de personalidad antisocial<br />
(psicopatía)<br />
Doctor Daniel Ojeda Torres<br />
Doctor César González González<br />
Doctor Eduardo Ángel Madrigal de León<br />
45 Factores de riesgo en adolescentes para el desarrollo de<br />
psicopatía<br />
Doctor Mario Cáceres Vargas<br />
47 La conducta psicopática<br />
Doctor Javier Lugoleos Cano<br />
CONTENIDO<br />
Una de las características<br />
de los psicópatas, dice el<br />
doctor Robert Hare, es su<br />
falta de conciencia, su falta<br />
de remordimiento por<br />
dañar a sus semejantes,<br />
página 4; la psicopatía,<br />
sostiene la doctora Feggy<br />
Ostrosky, página 11, no<br />
es un trasstorno mental,<br />
sino un trastorno de la<br />
personalidad; en opinión<br />
del maestro Erick Gómez<br />
Tagle, página 15, muchos<br />
delincuentes padecen trastornos<br />
psíquicos, particularmente<br />
cuando se trata<br />
de delincuentes seriales o<br />
cuando actúan sin motivo<br />
aparente.<br />
Científicos ingleses –cita el<br />
maestro Rodrigo Soto- página<br />
20, han encontrado<br />
en sus investigaciones<br />
que psicópatas autores de<br />
asesinatos, de matanzas,<br />
de múltiples violaciones y<br />
estrangulamientos, entre<br />
otras barbaridades, tienen<br />
“baches” o lesiones en regiones<br />
críticas del cerebro;<br />
la conducta psicópata se<br />
caracteriza -sostiene la<br />
doctora María del Carmen<br />
Esmer-, página 24, por un<br />
daño severo a la capacidad<br />
afectiva, pero las manifestaciones<br />
y la magnitud de<br />
ellas son tan variadas, que<br />
probablemente no haya<br />
dos individuos psicópatas<br />
cuyos comportamientos<br />
anormales sean exactamente<br />
idénticos.
CONTENIDO<br />
LA CIENCIA DEL<br />
PSICÓPATA<br />
Consejo Editorial<br />
Presidente del Consejo<br />
de <strong>Ciencia</strong> y <strong>Tecnología</strong><br />
de Nuevo León<br />
Ingeniero Juan Antonio<br />
González Aréchiga<br />
N. L. Gob.<br />
Licenciado Eloy Garza<br />
Director del Programa Ciudad<br />
Internacional del <strong>Conocimiento</strong><br />
Ingeniero Jaime Parada Ávila<br />
CAINTRA<br />
Ingeniero Enrique Espino Barros<br />
Lozano<br />
ITESM<br />
M. C. Silvia Patricia Mora Castro<br />
UANL<br />
Doctor Mario César<br />
Salinas Carmona<br />
Doctora Diana Reséndez Pérez<br />
Doctor Alan Castillo Rodríguez<br />
Ingeniero Jorge Mercado Salas<br />
“CIENCIA CONOCIMIENTO<br />
TECNOLOGIA”, revista quincenal.<br />
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Derecho de Autor: 04-2008-<br />
052311205700-102. Número de<br />
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8346 7351 y 8346 7499<br />
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51 La psicopatía y las adicciones<br />
Doctor Francisco Javier Rodríguez Lara<br />
54<br />
58<br />
61<br />
63<br />
65<br />
68<br />
70<br />
73<br />
78<br />
83<br />
84<br />
85<br />
86<br />
88<br />
El poder a través del psicópata<br />
Doctor Javier Lugoleos Cano<br />
Anomalía cerebral tras la conducta psicópata<br />
Horacio Salazar<br />
¿Serán los psicópatas los hombres del futuro?<br />
Profesor Ismael Vidales<br />
Psicópata el uno por ciento de la población mundial<br />
Doctora Patricia Liliana Cerda Pérez<br />
Causas o etiología familiar de la psicopatía<br />
Maestra Blanca Cecilia Martínez Núñez<br />
Tratamiento integral para la psicopatía<br />
Doctor José Castillo Ruiz<br />
Falla de los adolescentes ante las normas sociales de educación<br />
media superior<br />
Doctor Prisciliano de León Dávalos<br />
Aspectos legales de la pericial psicológica en el psicópata<br />
Maestro José Héctor Cuello Sepúlveda<br />
Jonrón<br />
Keith Raniere<br />
Participan los 20 planteles CECyTENL en el<br />
Concurso Estatal Cívico<br />
Celebra Nuevo León la Semana Nacional de<br />
<strong>Ciencia</strong> y <strong>Tecnología</strong><br />
Presentan el libro Metanfetaminas: lo que los<br />
padres deben saber<br />
Reconocimiento<br />
Licenciado Juan Roberto Zavala<br />
Las opiniones expresadas en los artículos son responsabilidad exclusiva de sus autores.<br />
Luce obra monumental de José Luis Cuevas en<br />
el Paseo Santa Lucía<br />
Portada<br />
La psicopatía, sostiene el<br />
maestro Roberto Mercadillo,<br />
página 27, se ubica en la categoría<br />
de Trastorno Antisocial<br />
de la Personalidad, que,<br />
según el Manual Diagnóstico<br />
y Estadístico de los Trastornos<br />
Mentales (DSM IV), se<br />
caracteriza por la ocurrencia<br />
de violaciones constantes de<br />
los derechos de los otros; Los<br />
pacientes con personalidad<br />
antisocial y los que exhiben<br />
conductas antisociales tienen<br />
una historia de conducta antisocial<br />
crónica y continua y de<br />
violación de los derechos de<br />
otros, asegura, página 31, el<br />
doctor José Alfonso Ontiveros.<br />
El maestro Mario Alberto<br />
Loredo, página 35, es enfático:<br />
“no podemos atender un<br />
trastorno únicamente en el<br />
presente del paciente, sino<br />
que tenemos que subirnos al<br />
tren y viajar hacia su pasado<br />
para escudriñar las heridas<br />
emocionales que se le infirieron<br />
y que en el momento actual<br />
le están causando un grave<br />
problema de adaptación. En<br />
el individuo psicópata, el reconocimiento<br />
de emociones<br />
negativas es deficiente o nulo,<br />
y el patrón de activación cerebral<br />
ligado al reconocimiento<br />
de emociones positivas es<br />
minimizado y diferente al de<br />
una persona típica, cita el doctor<br />
Ernesto O. López Ramírez,<br />
página 39.
EDITORIAL<br />
LA CIENCIA DEL<br />
PSICÓPATA<br />
Psicópata el uno por ciento<br />
de la población mundial<br />
Las psicopatías en general, y el psicópata en lo particular,<br />
resultan un tema extraordinariamente complejo,<br />
pues ambos tienen que ver con el alma, prototipo<br />
espiritual de la metafísica, de modo que darle<br />
un enfoque científico resulta extremadamente difícil y<br />
aventurado.<br />
Sin embargo, se trata de un tema intrínsecamente<br />
importante, dado que los padecimientos psicopáticos<br />
afectan a un amplio sector de la población de nuestro<br />
país, por la gran tendencia a la depresión y a la ansiedad<br />
que caracterizan a la sociedad moderna.<br />
Y si consideramos la situación mundial, nos daremos<br />
cuenta de que el problema adquiere visos de gravedad,<br />
puesto que, según estimaciones de estudiosos de<br />
irreprochable prestigio y de capacidad intelectual y<br />
científica a toda prueba, a una de cada cien personas se<br />
le puede aplicar –por las características anormales de<br />
su comportamiento- el calificativo de psicópata.<br />
Esta conducta anormal de los individuos en relación<br />
con el entorno cultural o las circunstancias, ha o-<br />
bligado a estudiar los motivos de este comportamiento,<br />
y por ello nació la ciencia de la psiquiatría, que trata<br />
de encontrar procesos reproducibles en las llamadas<br />
enfermedades de la mente y / o del espíritu. Y por eso<br />
tales padecimientos han sido englobados en el término<br />
psicopatología.<br />
Desde luego, el tratamiento de las psicopatías ha<br />
registrado una notable evolución histórica, a partir del<br />
abordaje religioso y metafísico o diabólico que en sus<br />
inicios se daba al proceso. Gradualmente hemos llegado<br />
a territorios más racionales y más objetivos –pero<br />
también más humanos- con el avance científico en esta<br />
disciplina<br />
Desde los estudios de Charcot sobre las mujeres<br />
histéricas, o el análisis del subconsciente de Freud,<br />
para la comprensión psicológica de los individuos,<br />
hasta las actuales investigaciones sobre patología cerebral,<br />
flujos vasculares o bioquímica del comportamiento<br />
humano, que culminaron con el brillante estudio de<br />
Cricks, Premio Nobel de Medicina, se ha dado un trato<br />
diferente a las llamadas enfermedades del alma y a las<br />
personas que las padecen.<br />
Como corolario de lo que aquí describen diferentes<br />
autores, con amplia experiencia y conocimiento del ser<br />
humano, así como de las enfermedades del alma y su<br />
tratamiento, podemos concluir que el psicópata de los<br />
tiempos modernos plantea uno de los más grandes<br />
retos a la civilización contemporánea, y que para tratarlo<br />
y procurar alivio a sus males, debemos buscar el<br />
“American<br />
Psycho”,<br />
Bret Easton<br />
Ellis<br />
faro luminoso de la paz espiritual y de la satisfacción<br />
comprometida con el deber cumplido de dar y<br />
de amar, que es la única acción que nos acerca a la<br />
esquiva musa de la felicidad, que siempre buscamos<br />
como fin primario y fin último de nuestra existencia.<br />
Los temas que se abordan en esta edición constituyen<br />
una síntesis de los esfuerzos que se realizan<br />
globalmente por darles tratamiento racional, con<br />
base en una metodología científica, a los afectados<br />
por patologías diversas; todo lo cual, sin embargo,<br />
no representa una verdad absoluta, porque, como señalamos<br />
nosotros en alguna ocasión, la psiquiatría<br />
ha llegado tarde a la bioquímica del comportamiento<br />
humano; de allí nuestra profunda decepción.<br />
Pienso, luego existo<br />
DESCARTES<br />
1596 a 1650<br />
Todavía hay, en el campo<br />
de las enfermedades<br />
–y de los enfermos- del<br />
alma, gran cantidad de<br />
experiencias y tratamientos<br />
sin base científica, pero a<br />
muchos médicos les falta<br />
humildad para reconocer la<br />
ignorancia en esta área
4<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
NOTA DE LA REDACCIÓN<br />
El lado oscuro<br />
de la personalidad<br />
Robert D. Hare<br />
Agradecemos las esmeradas gestiones de Bonny Berger,<br />
cónsul y delegada comercial en jefe del Consulado General<br />
de Canadá en Monterrey, quien estableció la comunicación<br />
con el Dr. Robert D. Hare para su participación en este<br />
número.<br />
Agradecemos también al propio doctor Hare, quien<br />
modificó y actualizó este artículo, para la <strong>Revista</strong> CIENCIA,<br />
CONOCIMIENTO, TECNOLOGÍA; y a la Fundación Banco<br />
Santander, de España, por permitirnos la utilización de la<br />
traducción al español de este texto del doctor Hare.<br />
Robert D. Hare<br />
Doctor en Psicología<br />
Universidad de British<br />
Columbia<br />
y Darkstone Research<br />
Group, Vancouver<br />
contact@hare.org<br />
www.hare.org<br />
1 Hare,2003a<br />
2 Silver, Mulvey<br />
y Monahan, 1999,<br />
p. 244<br />
En la película El último hombre, de 1996, Bruce Willis<br />
interpreta a John Smith, un asesino a sueldo muy<br />
aproximado a un psicópata. En una escena, Felina, interpretada<br />
por Karina Lombard, le dice: “Mi maldición es<br />
el miedo. ¿Cuál es la tuya?” Él responde: “Que no tengo<br />
conciencia”.<br />
¿Verían los psicópatas de la vida real esa cualidad<br />
genética como una maldición o como una bendición? ¿O la<br />
tratarían con absoluta indiferencia? No sabemos la respuesta,<br />
pero es claro que carecer de conciencia tiene sus ventajas<br />
y sus desventajas. Por un lado, nos permitiría ir por la<br />
vida sin ningún “bagaje emocional” y sin tener que preocuparnos<br />
por los sentimientos, el dolor y el bienestar de<br />
los demás. También nos facilitaría planear y realizar cosas<br />
que a la mayoría de la gente le resultarían imposibles o<br />
muy difíciles de hacer: engañar, manipular, intimidar, dañar,<br />
dominar y controlar a otros.<br />
El dolor físico y emocional infligido a otros no sería<br />
para nosotros causa de mayor preocupación; sino más<br />
bien un “trámite”, una consecuencia indirecta de lo que<br />
realmente importa: la consecución de los propios fines e<br />
intereses. Para algunos, una vida sin preocupaciones por<br />
los demás, sin sentir culpa, remordimientos, recriminaciones<br />
o vergüenza, sería muy satisfactoria, incluso una<br />
“bendición”. Por otro lado, no tener conciencia podría ser<br />
considerada como una prescripción para cometer actos<br />
antisociales y delictivos, incluidas la agresión y la violencia<br />
1 . En el peor de los casos, el individuo correría un gran<br />
riesgo de sufrir rechazo social y sanciones legales.<br />
Silver, Mulvey y Monahan (1999) han señalado que “las<br />
características distintivas de la psicopatía (…) establecen<br />
un vínculo conceptual directo entre la violencia y la psicopatía”<br />
2 . Este vínculo es el tema de este artículo.<br />
AGRESIÓN Y VIOLENCIA<br />
La agresividad y la violencia interpersonales son resultado<br />
de complejas interacciones de factores genético-biológicos,<br />
psicológicos, sociales y del entorno. Sabemos lo suficiente<br />
sobre las correlaciones sociales y ambientales de la<br />
violencia individual o de grupo para, al menos, proponer<br />
estrategias preventivas, siempre y cuando contemos con<br />
la presión de la opinión pública y de la voluntad política.<br />
Aún nos falta mucho por aprender sobre las raíces<br />
biológicas y psicológicas de la violencia humana y las<br />
complejas formas en que interactúan con las fuerzas sociales<br />
y de otro tipo. No obstante, los últimos avances en<br />
la genética del comportamiento, la investigación sobre la<br />
evolución del desarrollo de la agresividad hasta la edad<br />
adulta y las técnicas de neuroimagen están empezando a<br />
llenar las lagunas de nuestro conocimiento.
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
5<br />
Puede ser que nunca tengamos una teoría unificada de la<br />
violencia. Sin embargo, creo que empezamos a vislumbrar<br />
los tímidos comienzos de lo que podría denominarse una<br />
“miniteoría” de la violencia predatoria humana, basada<br />
en las investigaciones clínicas y experimentales sobre la<br />
psicopatía. Podría argumentarse que buena parte de la<br />
agresividad y la violencia de los psicópatas es instrumental<br />
y se debe en la misma medida a su naturaleza y a las<br />
fuerzas sociales y ambientales que contribuyen a inducir<br />
la mayor parte de otros tipos de violencia.<br />
Antes de describir las últimas teorías e investigaciones<br />
sobre la psicopatía y la violencia, conviene señalar que<br />
la mayor parte de la gente se pregunta, con justa razón,<br />
por qué algunos individuos se<br />
muestran tan inclinados a la<br />
agresión, a la violencia y a la<br />
criminalidad. Pero otra forma<br />
de verlo sería preguntarnos<br />
por qué la mayoría de nosotros<br />
no encaja en esos comportamientos.<br />
¿Qué factores,<br />
procesos y fuerzas reprimen<br />
o inhiben a la mayoría de los<br />
seres humanos de infringir<br />
gravemente las normas y reglas<br />
sociales y jurídicas? Es<br />
evidente que las razones son<br />
complejas y diversas, pero<br />
abarcan las normas y los valores<br />
sociales y culturales comunes,<br />
la influencia de la familia,<br />
los amigos, las escuelas<br />
y los grupos de iguales, los<br />
modelos y el aprendizaje social,<br />
factores socioeconómicos<br />
y las creencias religiosas<br />
y filosóficas. Muchas de estas<br />
influencias en nuestras creencias,<br />
actitudes y comportamientos<br />
evidencian el hecho<br />
de que somos, por naturaleza,<br />
animales sociales.<br />
Existen también varios<br />
rasgos de personalidad que ayudan a establecer vínculos<br />
sociales y emocionales y a inhibir el comportamiento antisocial.<br />
Entre ellos, se encuentra la capacidad de sentir un<br />
conjunto normal de emociones como la empatía, el amor,<br />
el miedo, la culpa y el remordimiento. Sin esta capacidad,<br />
podremos adquirir un conocimiento cognitivo de las reglas<br />
y expectativas de la sociedad, pero careceremos de los<br />
componentes emocionales necesarios para la formación<br />
de conciencia y el desarrollo y observancia de comportamiento<br />
prosocial. Al parecer, las personas a quienes denominamos<br />
psicópatas carecen de, o tienen muy menguados,<br />
estos componentes emocionales.<br />
PSICOPATÍA<br />
Para la mayor parte de la gente, el término psicópata evoca<br />
la imagen de asesinos en serie, asesinos, violadores y otros<br />
criminales violentos. En parte esto se debe a la aparición<br />
de crímenes escandalosos en los medios de comunicación<br />
y el consiguiente, y a menudo compasivo, retrato de estos<br />
individuos en la televisión y el cine. Si bien es cierto<br />
que muchos de estos individuos tienen rasgos psicopáticos,<br />
los asesinatos y la violencia no son comportamientos<br />
exclusivos de los psicópatas, ni todos los psicópatas son<br />
asesinos o violentos. De hecho, podemos encontrar a muchos<br />
de ellos en los organismos empresariales, gubernamentales,<br />
militares y de otra clase. 3<br />
El concepto moderno de la psicopatía es el resultado<br />
de cientos de años de investigación clínica y especulaciones<br />
por parte de los psiquiatras y psicólogos europeos<br />
y norteamericanos. 4<br />
“La psicopatía fue el<br />
primer trastorno de<br />
personalidad que se<br />
identificó en la psiquiatría.<br />
El concepto tiene<br />
una larga tradición<br />
histórica y clínica y<br />
en la última década<br />
cada vez más investigaciones<br />
vienen a respaldar<br />
su validez” 5 .<br />
La psicopatía también<br />
se ha descrito como<br />
“el que puede ser más<br />
importante concepto<br />
forense de principios<br />
del siglo XXI; el<br />
único y más importante<br />
y útil constructo<br />
clínico descubierto<br />
hasta ahora para las<br />
políticas de justicia en<br />
el sistema de derecho<br />
penal 6 . Aunque la etiología,<br />
la dinámica y<br />
los límites conceptuales<br />
de este trastorno<br />
de la personalidad<br />
siguen siendo objeto<br />
de debate e investigación, existe una sólida tradición<br />
clínica y experimental con respecto a sus características<br />
afectivas, interpersonales y de comportamiento. Entre ellas,<br />
podemos hablar del engaño, la manipulación, la irresponsabilidad,<br />
la impulsividad, la búsqueda de estímulos, el<br />
poco autocontrol, la afectividad inapropiada o restringida,<br />
la carencia de empatía, culpa o remordimiento, la promiscuidad<br />
y un conjunto de comportamientos inmorales y<br />
antisociales.<br />
El concepto clínico de la psicopatía está comprendido<br />
y evaluado en la escala que contiene 20 características,<br />
Psychopathy Checklist-Revised (PCL-R) 7 o en las versiones<br />
posteriores u otros trabajos relacionados, como la escala<br />
de 12 características Psychopathy Checklist: Screening Version<br />
(PCL:SV), que he descrito en términos menos técnicos<br />
en Sin Conciencia 8 . Cada instrumento utiliza entrevistas e<br />
3- Babiak y Hare,<br />
2006<br />
4- Hervé, 2007;<br />
Patrick, 2006<br />
5- Millon, Simonsen,<br />
Birket-Smith y<br />
Davis, 1998, p. 28<br />
6-Hare, 1996<br />
7- Hare, 2003a;<br />
Moltó y Torrubia,<br />
2000
6<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
8- Hare, 2003b<br />
9- Frick y Marsee,<br />
2006; Lynam y<br />
Gudonis, 2005<br />
información colateral de archivos para señalar los elementos<br />
sobre la base de criterios explícitos. Los elementos<br />
de cada instrumento han sido agrupados en<br />
cuatro factores o dimensiones. Por ejemplo, las características<br />
contenidas en las distintas dimensiones<br />
del PCL:SV son: interpersonal (superficialidad, egocentrismo,<br />
tendencia a mentir); afectivo (ausencia de<br />
remordimiento, ausencia de empatía, no aceptar la responsabilidad<br />
de los propios actos); estilo de vida (impulsividad,<br />
ausencia de objetivos, irresponsabilidad) y<br />
antisocial (poco autocontrol, conducta antisocial en la<br />
adolescencia, conducta antisocial en la edad adulta).<br />
Cada una de las características se puntúa en una<br />
escala de tres calificaciones (0, 1, 2) en función del<br />
grado en el que se ajusten a un individuo. Las puntuaciones<br />
finales de la escala PCL-R oscilan entre 0 y<br />
40 y las de la escala PCL:SV, entre 0 y 24. En todos los<br />
casos, la puntuación refleja el grado en el que un individuo<br />
se acerca al psicópata prototípico.<br />
CARACTERÍSTICAS DE LA PSICOPATÍA<br />
La psicopatía no puede entenderse únicamente, ni tampoco<br />
principalmente, en términos de las influencias y<br />
fuerzas sociales y ambientales. Los factores genéticos<br />
contribuyen de manera significativa a la formación de<br />
los rasgos de la personalidad y el temperamento considerados<br />
fundamentales para la psicopatía. Los rasgos<br />
y comportamientos que definen la psicopatía en<br />
la edad adulta comienzan a manifestarse en los primeros<br />
años de la infancia 9 . Sin embargo la expresión del desorden<br />
a lo largo de la vida es producto de complejas interacciones<br />
de las pre-disposiciones biológico-temperamentales<br />
y de las fuerzas sociales.<br />
El uso de la tecnología de la neurociencia cognitivoafectiva<br />
y de neuroimagen han incrementado de manera<br />
notable nuestro conocimiento de la función que desempeñan<br />
las emociones en el desarrollo y el mantenimiento de<br />
la psicopatía.<br />
Existe nueva evidencia de que la psicopatía puede ser<br />
comprendida como parte de un modelo neural de cognición<br />
moral.<br />
La investigación mediante las técnicas de neuroimagen<br />
es demasiado amplia para abordarla aquí, pero sí pueden<br />
exponerse algunas conclusiones generales.<br />
En general, los descubrimientos son ampliamente consistentes<br />
con las proyecciones clínicas de los psicópatas<br />
como individuos sin profundidad o comprensión emocional,<br />
aparentemente asociadas con anomalías funcionales y<br />
estructurales (tal vez déficits) en las regiones del cerebro<br />
que intervienen en los procesos emocionales y en la integración<br />
de la cognición y la emoción. Ellos comprenden el<br />
significado cognitivo de un acontecimiento o experiencia<br />
mejor que su significado emocional. Para ellos lo que debería<br />
ser una experiencia emocional es apenas poco más<br />
que un acontecimiento cognitivo o intelectual.<br />
Ésta “pobreza” emocional es evidente (pero no exclusiva)
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
7<br />
en su lenguaje, lo que da lugar a expresiones tales como:<br />
“saben la letra pero no la música” y “de las palabras sólo<br />
saben el significado que viene en el diccionario”. En cierto<br />
sentido se parecen al personaje Spock de la Guerra de las<br />
Galaxias, sólo que la falta de emociones de Spock no va<br />
acompañada por, o relacionada con una imposibilidad de<br />
adaptarse a las normas y expectativas sociales.<br />
Un modelo más general, propuesto por Newman 10 , indica<br />
que la psicopatía resulta de<br />
la imposibilidad de responder<br />
automáticamente a los impulsos<br />
que normalmente<br />
guiarían o modularían<br />
el comportamiento. Los<br />
modelos basados en la<br />
psicología evolutiva ven la<br />
psicopatía menos como un<br />
trastorno y más como una<br />
estrategia “oculta” evolucionada<br />
para transmitir el<br />
acervo genético 11 . Algunos<br />
investigadores describen y<br />
explican la psicopatía en términos<br />
de los meca-nismos<br />
y procesos psico- dinámicos<br />
12<br />
. Otros consideran que la<br />
psicopatía es una variante<br />
patológica de la personalidad<br />
normal 13 . Este último<br />
planteamiento concuerda<br />
con las pruebas más recientes<br />
que muestran que<br />
el PCL-R mide una construcción<br />
dimensional 14 , y que<br />
los rasgos psicopáticos están<br />
repartidos por toda la<br />
población general 15 .<br />
A pesar de la variedad<br />
de anomalías cognitivas y emocionales, la mayoría de las<br />
jurisdicciones consideran a los psicópatas legal y mentalmente<br />
sanos y en plena posesión de sus facultades. Comprenden<br />
las “reglas del juego”, pero deciden respetarlas o<br />
hacer caso omiso de ellas, en función de lo que se adecue<br />
mejor a sus propios intereses. Sin embargo, es posible que<br />
en el futuro próximo las cortes utilicen los descubrimientos<br />
de la neurociencia para determinar hasta qué punto los<br />
psicópatas son legalmente responsables de sus acciones.<br />
Éstas y otras consideraciones son objeto de importantes<br />
investigaciones y debates de parte de los científicos,<br />
juristas, moralistas y filósofos.<br />
PSICOPATÍA Y DELINCUENCIA<br />
En los últimos años se ha producido un cambio radical en<br />
la percepción y en el lugar que ocupa realmente la psicopatía<br />
en el sistema de derecho penal. Hasta ahora, la opinión<br />
generalizada era que los diagnósticos clínicos, como<br />
el de la psicopatía, eran de poca ayuda para entender y<br />
predecir los comportamientos delictivos. Sin embargo,<br />
muchas de las características importantes que inhiben<br />
el comportamiento antisocial, delictivo y violento (la empatía,<br />
los vínculos emocionales fuertes, el miedo al castigo<br />
o la culpa) no están presentes, o si lo están es de forma<br />
muy deficiente, en los psicópatas. Además, su egocentrismo,<br />
su vanidad, su necesidad de figurar, su impulsividad<br />
y su falta general de inhibiciones del comportamiento<br />
inevitablemente les provocan conflictos con la sociedad.<br />
Los psicópatas representan tan sólo el 1 por 100 de la población<br />
general, pero representan<br />
del 15 al 20 por ciento<br />
de la población penitenciaria.<br />
Les resulta fácil victimizar<br />
a los más vulnerables<br />
y emplear la intimidación y la<br />
violencia como herramientas<br />
para dominar y controlar a<br />
otros. Esta relación entre la<br />
psicopatía y el delito parece<br />
darse en hombres y mujeres,<br />
en distintos grupos étnicos<br />
y culturas y en contextos sociales,<br />
económicos y políticos<br />
diferentes.<br />
AGRESIVIDAD DEPREDA-<br />
DORA Y VIOLENCIA<br />
Muchas de las actitudes y<br />
los comportamientos de los<br />
psicópatas tienen un carácter<br />
depredador. Por ejemplo,<br />
Woodworth y Porter (2002)<br />
investigaron la relación entre<br />
la psicopatía y la naturaleza<br />
de los homicidios cometidos<br />
por varios agresores canadienses.<br />
Descubrieron que los<br />
crímenes cometidos por los<br />
psicópatas eran de naturaleza<br />
fundamentalmente instrumental (“a sangre fría”, sin<br />
despertar emociones o alterarse con especial intensidad),<br />
mientras que los cometidos por el resto de los agresores<br />
eran principalmente reactivos (muy alterados, “crímenes<br />
pasionales”, de reacción ante una amenaza).<br />
Esta violencia depredadora también se da en los<br />
maltratadores psicopáticos de sus parejas. Echeburúa y<br />
Fernández-Montalvo (2007) estudiaron a españoles que<br />
cumplían sentencia por una agresión grave contra su<br />
pareja. Describieron al maltratador psicopático como<br />
un “agresor a sangre fría que, sin muestras previas de<br />
inestabilidad emocional, agrede brutalmente, de forma<br />
cruel e insensible”. También descubrieron que este tipo<br />
de agresores tenía la misma probabilidad de matar a su<br />
pareja que otros maltratadores, un resultado que concuerda<br />
con los de otras investigaciones. La mayoría de los que<br />
mataron a sus parejas eran inestables emocionalmente,<br />
habían consumido drogas o alcohol o habían cometido la<br />
agresión en un ataque de ira o de celos (un crimen pasional).<br />
10- P. ej., Newman,<br />
Brinkley, Lorenz,<br />
Hiatt y MacCoon,<br />
2007<br />
11- Harris y Rice,<br />
2006<br />
12- Véase Kernberg,<br />
1984; Meloy y<br />
Shiva, en prensa<br />
13- Hicklin y<br />
Widiger, 2005<br />
14- Guay, Ruscio,<br />
Knight y Hare, en<br />
prensa<br />
15- Coid et al.,<br />
2007; Neumann y<br />
Hare, 2006
8<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
16- P. ej. véanse<br />
Monahan et al.,<br />
2001; Quinsey,<br />
Harris, Rice y<br />
Cormier, 1998<br />
17- Vease Hare,<br />
2003a, en prensa;<br />
Hervé y Yuille,<br />
2007; Monahan et<br />
al., 2001; Patrick,<br />
2006<br />
18- Harris, Rice y<br />
Camilleri, 2004, p.<br />
1070<br />
19- Harris, Rice y<br />
Camilleri, 2004, p.<br />
1072<br />
20- Harris y Rice,<br />
2006<br />
21- Wong y Hare,<br />
2005<br />
EL RIESGO DE DELINCUENCIA Y VIOLENCIA<br />
En otros trabajos se estudian en profundidad las teorías<br />
y metodologías de la evaluación del riesgo 16 . La última<br />
generación de métodos para evaluar el riesgo sustituye a<br />
los cálculos clínicos desestructurados que se empleaban<br />
anteriormente para hacer evaluaciones clínicas estructuradas<br />
o con conjuntos actuariales de variables derivados de<br />
la investigación experimental. Debido a su importancia en<br />
la evaluación del riesgo de la psicopatía, que las escalas<br />
PCL-R o PCL:SV se encargan de medir, se incluye en varios<br />
métodos clínicos estructurados y en métodos actuariales.<br />
Ofrecer una explicación detallada de la psicopatía en<br />
términos del riesgo de reincidencia y violencia excede los<br />
límites de este artículo 17 . Su relevancia como un importante<br />
factor de riesgo en la aparición de problemas en las<br />
instituciones, de reincidencia en general y de violencia en<br />
particular, está sobradamente demostrada. El valor predictivo<br />
de la psicopatía no sólo se aplica a los delincuentes<br />
varones adultos, sino también a las mujeres adultas, a los<br />
adolescentes y a los pacientes de la psiquiatría forense o<br />
civil. De hecho, en muchos casos la psicopatía es el mejor<br />
pronosticador de la reincidencia y la violencia.<br />
Harris, Rice y Camilleri observaron que incluso aunque<br />
la tasa base de psicopatía o de rasgos psicopáticos de una<br />
población sea relativamente baja, “los rasgos de personalidad<br />
asociados a la psicopatía se encuentran entre las causas<br />
más importantes de agresión” 18 . Además, señalaron<br />
que el hecho de que “la psicopatía sea un pronosticador<br />
tan sólido de la violencia en todas las poblaciones, sugiere<br />
que los rasgos de personalidad asociados al trastorno psicopático<br />
se encuentran entre sus causas más importantes” 19 ..<br />
AGRESORES SEXUALES<br />
En los últimos años se ha incrementado notablemente la<br />
atención pública y profesional prestada a los agresores<br />
sexuales, particularmente a aquellos que reinciden tras su<br />
puesta en libertad o la finalización de un tratamiento. Se<br />
ha admitido desde hace mucho tiempo que los agresores<br />
sexuales psicopáticos plantean problemas especiales a los<br />
terapeutas y el sistema de derecho penal. En general, la<br />
prevalencia de la psicopatía es mucho menor en los pederastas<br />
que en los violadores o en agresores con víctimas<br />
tanto infantiles como adultas.<br />
Quinsey, Rice y Harris (1995) concluyeron, a partir de<br />
su investigación, que la psicopatía funciona como pronosticador<br />
general de la reincidencia sexual y violenta. Las<br />
agresiones de los violadores psicopáticos no sólo suelen<br />
ser más violentas que las de otros agresores sexuales, sino<br />
que tienden a ser más sádicas también. En casos extremos,<br />
por ejemplo entre los asesinos en serie, la comorbilidad de<br />
la psicopatía y el sadismo es muy alta.<br />
Una de las combinaciones más fuertes que han revelado<br />
las últimas investigaciones sobre los agresores sexuales es<br />
la de la psicopatía asociada con las perversiones sexuales,<br />
definidas por una desviación del estímulo sexual, como<br />
con los niños o los impulsos de violación o de violencia no<br />
sexual. Los agresores que poseen esta combinación presentan<br />
un alto grado de riesgo de violencia sexual.<br />
TRATAMIENTO<br />
A diferencia de la mayor parte de los delincuentes, los<br />
psicópatas no ven nada malo en sus actitudes y comportamientos<br />
y sólo solicitan tratamiento cuando pueden utilizarlo<br />
en beneficio de sus intereses, para obtener la libertad<br />
provisional o condicional o cuando se les da a elegir<br />
entre ingresar en prisión o someterse a un programa de<br />
tratamiento comunitario.<br />
Los programas penitenciarios habituales no han demostrado<br />
ser muy eficaces con este tipo de personas, en<br />
especial los que tratan de desarrollar la empatía, la conciencia<br />
y las habilidades interpersonales. Es más, la terapia<br />
de grupo y los programas de terapia psicodinámica<br />
pueden ayudar a los psicópatas a perfeccionar los métodos<br />
para manipular, engañar y utilizar a las personas, pero<br />
sirven de poco para que se comprendan a sí mismos. Es<br />
difícil que los programas que no tienen en cuenta la naturaleza<br />
de los delincuentes psicópatas sean eficaces 20 .<br />
Eso no significa que las actitudes y los comportamientos<br />
de los delincuentes y pacientes psicópatas sean inmutables<br />
o que “no funcione nada”, tan sólo que los programas<br />
que son eficaces con la mayoría de los delincuentes<br />
no son útiles con los agresores psicópatas. En lugar de<br />
desanimarnos, deberíamos hacer un esfuerzo conjunto<br />
para diseñar procedimientos nuevos orientados específicamente<br />
a los delincuentes psicópatas. Ya se dispone de<br />
una amplia serie de directrices para elaborar un programa<br />
diseñado específicamente para tratar las psicopatías 21 .<br />
En resumen, proponemos que las técnicas de prevención de<br />
recaídas se integren con elementos de los mejores progra
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
9<br />
mas penitenciarios cognitivo-conductuales disponibles. El<br />
programa no está tan enfocado al desarrollo de la empatía<br />
y la conciencia o en modificar la personalidad, sino a convencer<br />
a los participantes de que son los únicos responsables<br />
de su comportamiento y que pueden aprender formas más<br />
prosociales de utilizar sus puntos fuertes y habilidades<br />
para satisfacer sus necesidades y deseos.<br />
Implica, además, una supervisión y un control estricto,<br />
tanto en la institución como durante la reinserción en la<br />
sociedad. Naturalmente, un programa de este tipo sería<br />
muy costoso y muchos centros no dispondrán de los recursos<br />
para ponerlos en marcha. Todavía queda por ver si<br />
serán eficaces para moderar la naturaleza violenta de los<br />
psicópatas.<br />
PSICOPATÍA COLECTIVA<br />
La mayoría de las investigaciones sobre la psicopatía se<br />
basan en delincuentes o pacientes de la psiquiatría forense,<br />
en gran medida por la prevalencia relativamente alta<br />
de este trastorno en estas poblaciones y por la facilidad de<br />
acceso a los datos de archivo y la información complementaria<br />
para realizar evaluaciones fiables. Sin embargo,<br />
hace tiempo que se ha admitido que la psicopatía no se<br />
circunscribe exclusivamente a los delincuentes sentenciados.<br />
22 Existen varios trabajos acerca de las investigaciones<br />
recientes sobre la psicopatía y sus manifestaciones colectivas.<br />
23<br />
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10<br />
la ciencia del psicópata<br />
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CONOCIMIENTO<br />
El cerebro del psicópata<br />
la ciencia del 11<br />
Ilustración: Víctor Powell<br />
Feggy Ostrosky-Solís<br />
El concepto de maldad y los seres que lo personifican<br />
ha sido objeto de fascinación a lo<br />
largo de la historia. Todos nos hemos creado<br />
una representación real o imaginaria de un psicópata.<br />
Algunos piensan en personajes de películas,<br />
como Hannibal Lecter, caracterizado por Anthony<br />
Hopkinks, en el Silencio de los inocentes; otros evocan<br />
a genocidas históricos, como Adolfo Hitler, o recrean<br />
la imagen de criminales más actuales y locales,<br />
como Juana Barraza Samperio, la “Mataviejitas”, cuyos<br />
crímenes provocan horror, desafío y al mismo tiempo<br />
despiertan nuestra más morbosa curiosidad. Pero también<br />
hay quienes relacionan el término con algunas personas<br />
con las que interactúan cotidianamente, como su<br />
jefe, su socio e, incluso, su pareja. Lo más sorprendente<br />
–y espeluznante—es que probablemente no están del<br />
todo equivocados.<br />
Aunque los psicópatas son personas muy trastornadas,<br />
no se puede afirmar que están “locos”, entendido<br />
el término en el sentido de no estar conectados con la<br />
realidad. Es decir, los psicópatas no presentan graves<br />
alteraciones en el pensamiento y la percepción, como<br />
pueden ser las alucinaciones y los pensamientos alterados<br />
que caracterizan a los esquizofrénicos. De tal<br />
manera, una primera e importante generalización es<br />
señalar que la psicopatía no es un trastorno mental,<br />
sino un trastorno de la personalidad.<br />
TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD<br />
La personalidad es nuestra manera de ser. La psicopatía<br />
es una forma de actuar en el mundo. Los trastornos de<br />
la personalidad son esquemas de comportamiento y relación<br />
con el ambiente, relativamente fijos, inflexibles y,<br />
lo más importante, socialmente inadaptables, lo que in<br />
Doctora Feggy<br />
Ostrosky-Solís<br />
Directora del<br />
Laboratorio<br />
de Neuropsicología<br />
y Psicofisiología<br />
Facultad de<br />
Psicología<br />
Universidad<br />
Nacional Autónoma<br />
de México<br />
feggyostrosky@<br />
gmail.com
12y77.indd 1<br />
12<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
volucra una gran diversidad de situaciones. Los psicópatas<br />
pueden ser personas aparentemente normales, lo que<br />
los convierte en una amenaza psicológica para quienes se<br />
relacionan con ellos. Su frialdad, egoísmo y falsedad corroen<br />
sus relaciones sociales a todos los niveles. A pesar de<br />
estas características, pueden actuar con un gran encanto<br />
superficial que, aunado a su flexibilidad moral, y falta de<br />
remordimiento, les permite ser muy exitosos en la sociedad.<br />
El trastorno de personalidad que padecen los psicópatas<br />
se manifiesta en tres cauces a la vez: en sus relaciones<br />
con los demás, en su afectividad y en su conducta.<br />
En el primero de ellos, los psicópatas tienden a<br />
manipular y a engañar a los demás. En lo afectivo, adolecen<br />
de empatía: son incapaces de ponerse en el lugar<br />
del otro. En cuanto a la conducta, presentan un comportamiento<br />
antisocial.<br />
Doctor Hannibal Lecter.<br />
A los psicópatas se les ha descrito coloquialmente como “humanos a los que<br />
les falta el alma”. Esta falta de calidad espiritual los convierte, por decirlo de<br />
alguna manera, en máquinas muy eficientes. Por estas características, es muy<br />
común encontrar una relación estrecha entre la psicopatía y el comportamiento<br />
antisocial.<br />
Aunque, como se dijo anteriormente, no todos los psicópatas caen en la<br />
delincuencia y la criminalidad, es un hecho que, cuando así sucede, se distinguen<br />
del resto de los criminales porque su comportamiento tiene un carácter<br />
terriblemente predador: ven a los demás como presas emocionales, físicas y<br />
económicas.<br />
MARIDOS “ENCANTADORES Y EXITOSOS”<br />
Los psicópatas son responsables de mucha de la miseria<br />
que existe en nuestro entorno, puesto que alteran<br />
de manera negativa las vidas de las personas que los<br />
rodean. Un ejemplo clásico y desafortunadamente muy<br />
frecuente lo encarnan aquellos esposos que externamente<br />
son encantadores y exitosos en el trabajo, pero en el hogar<br />
son fríos y egoístas, sin mostrar interés en la vida de<br />
los hijos y la pareja. Muchos de ellos son figuras dominantes,<br />
que mantienen “encarceladas” a sus esposas, y las<br />
someten constantemente al abuso físico y psicológico.<br />
Las personalidades psicópatas pueden llevar una vida<br />
ordinaria. Trabajan, se casan y pueden ser prominentes<br />
profesionistas, aunque los rasgos de su personalidad impiden<br />
que su empleo y matrimonio sean duraderos. Se ha<br />
reportado que entre 25 y 30 por ciento de los maridos<br />
que maltratan a sus esposas de manera reiterada son<br />
psicópatas, y que en la actualidad están en un programa<br />
de tratamiento impuesto por un tribunal.<br />
ASESINOS EN SERIE<br />
Los psicópatas predominan entre los asesinos en serie, que planifican fríamente<br />
los asesinatos. Tienen gran habilidad para camuflarse (engañar y manipular);<br />
así como para acechar y localizar los “cotos de caza”, que suelen ritualizar sus<br />
asesinatos, con el toque final del trofeo de su víctima simbolizado en una prenda<br />
u otro objeto que toman como recuerdo. Un ejemplo es el patético caso de Luis<br />
Alberto Garavito, el asesino colombiano que mató a más de 200 niños, en la década<br />
de los noventa. Este pederasta y asesino serial solía llevarse como trofeo la<br />
fotografía de la ficha de identificación de los niños (que se utiliza en Colombia)<br />
y las coleccionaba dentro de una caja de madera.<br />
Jack Nicholson, en su personaje de la película “El Resplandor”.
27/10/2009 04:57:01 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
13<br />
ABUNDAN ENTRE LOS DELINCUENTES<br />
Pero, más allá de que se conviertan o no en<br />
asesinos seriales, lo cierto es que los psicópatas<br />
abundan entre los delincuentes. El<br />
estudio para la evaluación de riesgo de violencia<br />
de la fundación MacArthur, la investigación<br />
más amplia y exhaustiva que existe<br />
sobre el tema, reporta que su incidencia en<br />
la población normal es del uno al tres por<br />
ciento; mientras que, en la población reclusa,<br />
el porcentaje de individuos con psicopatía<br />
llega a ser hasta del 25 por ciento.<br />
Asimismo, investigaciones realizadas<br />
por Robert Hare de la Universidad de Colmbia<br />
Británica, en Vancouver, Canadá,<br />
muestran que entre los psicópatas la tasa<br />
de reincidencia criminal es muy alta. Esto<br />
es, antes de transcurridos seis años después<br />
de su puesta en libertad, más del 80 por<br />
ciento de los psicópatas, frente al 20 por<br />
ciento de los que no presentan este trastorno,<br />
reinciden en la violencia, una violencia<br />
llevada a cabo de manera fría y depredadora,<br />
y que parece aumentar de intensidad con la<br />
reincidencia.<br />
EMOCIONALMENTE SUBACTIVADOS<br />
Desde el punto de vista biológico, se considera que los psicópatas están fisiológicamente<br />
subactivados; esto es, que se trata de personas que experimentan<br />
menos miedo y ansiedad que el común de la gente. Así lo de-mostró<br />
el psicólogo Christopher Patrick, de la Universdad de Minnesota, quien realizó,<br />
junto con sus colaboradores, un experimento con sujetos normales y con psicópatas.<br />
En la investigación se obtuvo el nivel de activación de los sujetos a través<br />
del registro de la respuesta galvánica de la piel (RGP), la cual mide la activación<br />
de las glándulas sudoríparas de la piel asociada con el estado emocional (como<br />
cuando nos sudan las palmas de las manos en situaciones emocionales). Cuanto<br />
más activación de las glándulas, mayor es la RGP. Los participantes tenían que<br />
averiguar cuál de cuatro palancas encendía un foco verde. Sin embargo, si la persona<br />
accionaba una palanca equivocada, recibía como penalización un choque<br />
eléctrico.<br />
Patrick encontró que ambos grupos cometieron el mismo número de errores,<br />
pero el grupo sano presentó RGP muy amplias, y aprendió más rápido a evitar<br />
los choques, en tanto que los psicópatas, no presentaron esta respuesta y<br />
además les tomó mucho más tiempo lograrlo.<br />
Aparentemente, se encontraban subactivados; el castigo no provocaba respuestas<br />
emocionales, y justamente esta necesidad de emociones fuertes es la que<br />
provoca que el psicópata busque situaciones peligrosas.<br />
EL CEREBRO DE UN PSICÓPATA<br />
Las técnicas actuales de neuroimagen permiten estudiar con precisión milimétrica<br />
las estructuras cerebrales y los cambios que se producen en el cerebro,<br />
asociados al pro-cesamiento emocional.<br />
Con ellas se ha detectado que existen asesinos que cometen sus crímenes<br />
literalmente a sangre fría; esto es, despachan a la víctima experimentando poca<br />
o ninguna emoción. Este tipo de individuos contrasta con los asesinos apasionados<br />
y que podemos llamar “de sangre caliente”, que aniquilan a su víctima en un<br />
momento de emoción descontrolada. La pregunta aquí es si el asesino depredador<br />
posee un funcionamiento cerebral más regulado y controlado frente al<br />
asesino afectivo, que mata en un momento<br />
de pasión sin regulación y control cerebral.<br />
El profesor de psicología Adrian Raine,<br />
de la Universidad del Sur de California, utilizó<br />
las técnicas de neuroimagen para investigar<br />
si existen diferencias en la actividad<br />
cerebral entre estas dos formas de agresión.<br />
Dividieron a los asesinos estudiados en dos<br />
grupos: 15 depredadores y 9 afectivos. Es<br />
decir, el primer grupo estaba conformado<br />
por asesinos controlados que planificaban<br />
su crimen, carecían de afectividad y que<br />
habían atacado a personas extrañas.<br />
Los integrantes del segundo grupo eran<br />
asesinos afectivos, que actuaban de forma<br />
mucho menos planificada, bajo una emoción<br />
muy intensa, y principalmente lo hacían en<br />
el propio hogar. El psicólogo y sus colaboradores<br />
encontraron que la corteza prefrontal<br />
de los asesinos afectivos presentaba tasas<br />
de actividad bajas. Recordemos que precisamente<br />
en esta parte del cerebro se localiza el<br />
mecanismo encargado de controlar los impulsos<br />
agresivos.<br />
Por otra parte, las investigaciones arrojaron que los asesinos<br />
depredadores mostraban un funcionamiento prefrontal<br />
relativamente bueno. Así quedó corroborada la hipótesis<br />
de que una corteza prefrontal intacta les permite<br />
mantener bajo control su comportamiento, adecuándolo<br />
así a sus nefastos fines. Raine también concluyó que, en<br />
comparación con las personas normales, ambos grupos<br />
de asesinos presentaban mayores tasas de actividad<br />
en las estructuras que integran el “cerebro emocional”,<br />
incluidos la amígdala, el hipocampo y el hipotálamo.<br />
Aparentemente, debido al exceso de actividad en estas<br />
estructuras, los asesinos de uno y otro grupo podían ser<br />
más proclives a comportarse agresivamente. No obstante,<br />
lo que distinguía a los depredadores era que tenían un<br />
funcionamiento prefrontal lo bastante bueno para regular<br />
sus impulsos agresivos y poder manipular a otros para<br />
alcanzar sus propias metas.<br />
En tanto, los asesinos afectivos, por carecer de control<br />
prefrontal sobre sus impulsos, tenían arranques agresivos,<br />
impulsivos e incontrolados. En este mismo estudio,<br />
también se descubrió que, en algunos casos, lo que se encontraba<br />
afectado no eran las estructuras del cerebro en<br />
sí, sino las fibras que las conectaban. Es decir, que existía<br />
una comunicación ineficaz entre las regiones prefrontales<br />
y las áreas “emocionales del cerebro”.<br />
COMUNICACIÓN CEREBRAL DEFICIENTE<br />
Esta deficiente comunicación cerebral podría ser la consecuencia<br />
del maltrato recibido en las primeras etapas<br />
de la vida. Algunas investigaciones, como la de Joan Mc-<br />
Cord, profesor de criminología de la Universidad Temple,<br />
en Pennsylvania, han señalado que la gran mayoría de los<br />
delincuentes violentos provienen de hogares en los que<br />
padecieron algún tipo de maltrato. Una hipótesis probable<br />
es que si, de forma reiterada, un bebé es zaran
14y75.indd 1<br />
14<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
deado bruscamente, es altamente posible que las fibras<br />
blancas que ligan su corteza con las otras estructuras<br />
cerebrales se rompan, dejando así el resto del cerebro<br />
fuera del control prefrontal. Otros factores detectados<br />
que pueden propiciar esta misma ruptura de fibras y afectar<br />
la morfología cerebral del producto, son alcoholismo y<br />
drogadicción de la madre durante el embarazo.<br />
Por su parte, Candice Skrapace, profesora del Departamento<br />
de Criminología de la Universidad Estatal de California,<br />
ha relacionado los niveles de agresión con la concentración<br />
sanguínea de hormonas y neurotransmisores.<br />
En sus investigaciones, ha encontrado que algunos asesinos<br />
violentos muestran niveles altos de testosterona. La<br />
testosterona es una hormona que se relaciona con la extroversión<br />
y con las conductas de sociabilidad y la búsqueda<br />
de sensaciones y experiencias extremas, así como la huida<br />
de la monotonía. Aunque también se ha determinado que<br />
la testosterona en sí no es la responsable de que se actúe<br />
con agresión, se sabe que disminuye el umbral para que<br />
ésta se dispare.<br />
Asimismo, se ha encontrado que nuestro grado de impulsividad<br />
depende, en parte, de los niveles de serotonina<br />
que tenemos en el cerebro. La concentración de este neurotransmisor<br />
puede disminuir por el consumo de alcohol.<br />
A su vez, nuestra agresividad depende del nivel de testosterona<br />
en circulación. Este nivel se puede aumentar,<br />
por ejemplo, con el consumo de esteroides.<br />
Así, personas que abusan del alcohol y consumen esteroides<br />
y otras drogas, provocan que se altere la química<br />
cerebral. La combinación de los bajos niveles de serotonina<br />
que se encarga de accionar los “frenos” para no<br />
cometer actos violentos, junto con los altos niveles de<br />
testosterona, son una terrible combinación, que lleva a la<br />
persona a cometer conductas violentas.<br />
REGIDOS POR LA GÉNETICA<br />
Se han detectado otros casos cuyas acciones violentas<br />
tienen como origen ciertas alteraciones genéticas de la<br />
persona. En una investigación realizada por Michelle<br />
Gotz y colaboradores, del Departamento de Psiquiatría<br />
del Hospital de Edinburgo, en Gran Bretaña, se analizó a<br />
diversas familias integradas por varios criminales. El factor<br />
común entre ellos resultó estar asociado con la alteración<br />
en un gen que contribuye a la producción de una<br />
enzima conocida como monoamina oxidasa tipo A. Esta<br />
enzima es conocida por la regulación de la producción de<br />
neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, las<br />
cuales son muy importantes para la regulación del estado<br />
emocional.<br />
Las personas que presentan este tipo de alteración experimentan<br />
continuos estados de agresión explosiva. Otro<br />
estudio, realizado por la investigadora Terrie Moffitt, del<br />
Instituto de Psiquiatría de Londres, señaló que además<br />
de esta alteración, las personas violentas mostraban una<br />
historia de abuso infantil. Esto es, de manera aislada, con<br />
sólo poseer la alteración genética, lo que se generaba era<br />
individuos con una baja tolerancia a la frustración y que<br />
se enojaban fácilmente; sin embargo, en los asesinos violentos<br />
que analizó, además de la alteración genética, existía<br />
una historia de abuso infantil. De acuerdo a los hallazgos de Moffit,<br />
la alteración genética o el abuso infantil de manera aislada resulta en individuos<br />
con personalidades explosivas, irritables y con poca tolerancia a la<br />
frustración, pero cuando los dos factores (genética y medio ambiente) están<br />
presentes, se generan personalidades peligrosamente violentas, incluidos asesinos<br />
y multihomicidas.<br />
NO TODO ES BIOLOGÍA<br />
Por supuesto que no todo está determinado por la química cerebral. Existen ciertos<br />
rasgos psicopáticos que se pueden observar desde la infancia. Por ejemplo,<br />
las crueldades hacia los animales o los otros niños; el desprecio por las jerarquías<br />
escolares, las aberraciones de conducta que suelen ser “amortiguadas”<br />
por los docentes y los familiares, con el pretexto de que se trata de “problemas<br />
emocionales” o “travesuras”. En este contexto, se han identificado una serie<br />
de factores medioambientales. Por ejemplo, algunos psicólogos, como Kenneth<br />
Levy, del Departamento de Psicología de la Universidad de Pennsylvania, señalan<br />
que los psicópatas pueden haber sido criados por padres que los sobreprotegían<br />
y, entonces, los niños aprenden a esperar un trato especial de todos y a lograr<br />
sin obstáculos lo que desean. Otras investigaciones, como las llevadas a cabo en<br />
ase-sinos seriales por el Departamento de Justicia Criminal de la Universidad<br />
de Carolina del Norte, afirman que se trata de niños deprivados o descuidados,<br />
que desarrollan un trastorno de personalidad como mecanismo protector para<br />
esconder su baja autoestima. En este caso, las condiciones que propiciarían el<br />
trastorno de la personalidad serían la privación de calor humano, el descuido<br />
por parte de los padres, que los obliga a depender de ellos mismos y aquellos<br />
problemas que afectan el apego emocional entre padres e hijo; ya sea por daño<br />
en el niño o por dificultades con los padres.<br />
MUNDO SIN AMOR<br />
De esta manera, el niño aprende que el mundo es frío, sin amor, y que, por<br />
tanto, él vive en un lugar vicioso. Para protegerse de este mundo hostil, desarrolla<br />
características de autoprotección, como la agresividad, las maneras<br />
beligerantes, el engaño, el resentimiento hacia la autoridad y la habilidad<br />
de “encender” y “apagar” su encanto. Irónicamente, estos rasgos repelen a los<br />
demás y así se confirma la visión del mundo como un lugar hostil. El resultado<br />
final de este círculo vicioso es la psicopatía. En resumen, para poder desarrollar<br />
una personalidad psicópata en el sentido estricto del concepto, es necesario<br />
sumar varios factores: las características temperamentales heredadas;<br />
deficiencias en el funcionamiento cerebral; la ausencia de control y aprendizaje<br />
emocional; experiencias de abuso durante la infancia; y una relación<br />
padre-hijo sin apego. Por su parte, el síndrome de criminalidad es producto de<br />
predisposiciones biológicas, incluidas las genéticas, para, por ejemplo, llegar a<br />
cometer acciones de tipo impulsivo y violento; así como de sus interacciones<br />
con factores psicológicos y sociales. Los procesos fisiológicos se encuentran en<br />
la base y delimitan el sustrato biológico sobre el cual el ambiente ejerce su influencia.<br />
Es como una mano de póquer: para llegar a ser un criminal, se han tener<br />
todas las cartas necesarias.<br />
Para mayor información,<br />
consultar el libro Mentes<br />
asesinas. La violencia en tu<br />
cerebro. Feggy Ostrosky-Solis.<br />
Editorial Quo. 2008.
74y15.indd 1<br />
74<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
De allí que las psicologías criminal y forense, adaptadas<br />
a ese tipo de variables, actúan en la actividad pericial,<br />
lo que se entiende como el “medio de prueba al que recurren,<br />
ya sean las partes en un juicio o el mismo juez, cuando,<br />
para asegurar la existencia de un hecho o su simple posibilidad,<br />
se requieren conocimientos técnicos, o cuando,<br />
siendo ésta la materialidad del hecho, es necesario para<br />
conocer su índole, cualidad o sus consecuencias, mediante<br />
un conjunto de conocimientos técnicos o científicos”.<br />
Siguiendo con esta línea comprensiva, el psicólogo<br />
puede participar en los juicios en dos posibilidades: la primera,<br />
como testigo de hecho, por ser responsable de la<br />
aplicación de un tratamiento determinado, en la que actúa<br />
como profesional; pero la información que le es solicitada<br />
se compone de sus observaciones directas y material proveniente<br />
de su trabajo sobre su paciente; la segunda, como<br />
experto (perito) con objeto de informar bajo juramento al<br />
juzgador sobre los puntos en litigio, en cuanto se relacionan<br />
con su especial saber acerca de un sujeto evaluado en<br />
un contexto judicial.<br />
Así pues, en el contexto del Derecho Penal, por ser éste<br />
el encargado de sancionar las conductas delictivas, la función<br />
del psicólogo es informar sobre el estado de salud<br />
mental de un acusado o de una víctima, lo que conlleva la<br />
precisión de dos cuestiones fundamentales: si conoce el<br />
valor moral y jurídico de sus actos y si, como consecuencia<br />
de su estado de salud mental, es capaz de actuar conforme<br />
a ese conocimiento, con lo que surgen las opciones<br />
de Imputablidad versus Inimputablidad, en referencia a<br />
su responsabilidad penal. También puede participar el<br />
psicólogo en la valoración del delincuente enfermo mental<br />
o el delincuente que enferma mentalmente.<br />
LLAMADO A PSIQUIATRAS Y PSICÓLOGOS<br />
Ahondando en la actividad interdisciplinaria, mientras que<br />
los juristas prestan atención a los discursos y a los actos,<br />
con objeto de juzgar el estado mental de un individuo, los<br />
jueces encargados, motu proprio o por medio de la promoción<br />
de alguna o ambas partes, tomando en consideración<br />
que existen errores de percepción y se requiere por<br />
tanto de conocimientos técnicos y profesionales, llaman a<br />
psiquiatras y psicólogos.<br />
Éstos, aunque con poca diversidad en las concepciones<br />
y herramientas teóricas y técnicas, ambos utilizan los mismos<br />
instrumentos taxonómicos, conocidos como Manual<br />
Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales<br />
(DSM-IV), editado por la Asociación Psiquiátrica Americana,<br />
y la Clasificación Internacional de Enfermedades<br />
(CIE-10), emanada de la Organización Mundial de la Salud,<br />
los cuales fueron obtenidos de cuerpos colegiados donde<br />
previamente se pusieron de acuerdo más de un centenar<br />
de especialistas en la codificación de la problemática revisada.<br />
A partir de ello, los citados profesionales, para lograr<br />
su encomienda, se aplican a estudiar la fisonomía, las particularidades<br />
físicas y las psíquicas representadas especialmente<br />
en el modo de pensar y por la guisa de cómo se<br />
exteriorizan sus sentimientos, que habrán de explicar a<br />
los inmersos en el litigio.<br />
TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO<br />
En el mismo sentido, es necesario retomar la concepción de la forma dentro de<br />
un juicio como elemento preponderante. Cuando no se está de acuerdo con la<br />
resolución de un juez, el modo de agotar el procedimiento de continuidad hasta<br />
esferas superiores de revisión y decisión, se encuentra en la labor de tres magistrados,<br />
que se denominan “Tribunales Colegiados de Circuito”, o en su defecto<br />
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, compuesta de once ministros, los<br />
cuales, de manera “colegiada”, deciden sobre las peticiones de los ciudadanos o<br />
de sus representantes legales. Por ende, la consideración doctrinaria de que más<br />
de uno tome la decisión, permite una uniformidad de criterios, lo cual, invocado<br />
por el Derecho, le proporciona al juez más elementos de convicción sobre su<br />
cometido.
16y73.indd 1<br />
16<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
El actuar por interés no es sólo el de sospechosos y<br />
delincuentes, sino también el de padres que disputan la custodia<br />
de los hijos, víctimas que sufren las consecuencias<br />
de delitos, guardias encargados de la seguridad, así como<br />
los procesos que internamente experimentan los miembros<br />
del Poder Judicial, por citar ejemplos.<br />
El psicoanálisis y la psiquiatría también han contribuido<br />
al respecto, aunque desde enfoques diferentes.<br />
El primero, también llamado psicología profunda, fue iniciado<br />
por Sigmund Freud, el cual sostiene que la clave del<br />
actuar humano es el inconsciente, y el impulso de vida,<br />
la sexualidad. En el caso de la segunda, es un área de la<br />
medicina que se especializa en la prevención, evaluación,<br />
diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los trastornos<br />
de la salud mental. El tratamiento incluye psicofármacos,<br />
aunque puede recomendar psicoterapia.<br />
APROXIMACIONES SOCIOLÓGICAS<br />
AL COMPORTAMIENTO CRIMINAL<br />
La sociología estudia la producción y reproducción de la<br />
sociedad y de lo social, a través del análisis de sus estructuras<br />
y sistemas, así como de la forma en que interactúan<br />
con los individuos y los grupos. Al igual que la psicología,<br />
mantiene relación con otros campos del saber, como antropología,<br />
filosofía, trabajo social, y se divide en especialidades.<br />
La sociología criminológica investiga la criminalidad<br />
de una sociedad determinada, sus causas generales: variables<br />
demográficas, condiciones socioeconómicas; su relación<br />
con otros fenómenos: sociales, culturales, económicos,<br />
políticos, y la evolución de sus índices.<br />
La sociología de la desviación y del control social<br />
se encarga del análisis de las conductas calificadas como<br />
desviadas: parasociales y antisociales, en función de las<br />
exigencias institucionales: prescripciones normativas; de<br />
las expectativas sociales: preceptos morales, y de la falta<br />
de efectividad de los mecanismos de control: discurso<br />
ideológico del derecho y otras normas sociales. A diferencia<br />
de la sociología criminológica, se desarrolla en un nivel<br />
más teórico.<br />
UNIÓN DE ESFUERZOS: CRIMINOLOGÍA<br />
Elucidar los actos socialmente sancionados, por considerarlos<br />
moralmente graves y por ser contrarios a las normas<br />
institucionalmente establecidas, implica una lectura<br />
integral, amplia, tanto del sujeto trasgresor, como de la<br />
sociedad de la que forma parte. Una conducta desviada<br />
o divergente es la expresión comportamental de la disociación<br />
entre las aspiraciones culturalmente establecidas<br />
(vgr. éxito pecuniario, fama, poder) y los medios estructuralmente<br />
dados para arribar a ellas, por lo que sería simplista<br />
reducir la explicación a un problema de adaptación<br />
individual.<br />
El ambiente, como dominio generalizado de las relaciones<br />
sociedad-naturaleza, en el cual se incluye el campo<br />
material y abstracto de los entretejes de cultura, población,<br />
trabajo y mundo vital, es tan importante como la personalidad<br />
de cada uno; es decir, las pautas de pensamiento,<br />
percepción y comportamiento relativamente estables, propias<br />
de cada sujeto. Visión de las personas como seres<br />
bio-psico-sociales que compartimos.<br />
Razones por las cuales la criminología es una ciencia<br />
sintética que busca la descripción, clasificación, explicación<br />
y reducción de las conductas criminales, tanto<br />
en lo general (criminalidad), como en lo relativo a casos<br />
concretos a través de la criminología clínica. Potencial<br />
analítico que le permite abarcar desde delitos en estados<br />
de emoción violenta hasta actos dolosos preparados con<br />
antelación.<br />
La violencia, pese a los estudios y tratamientos biológicos,<br />
cognitivos, neuroquímicos, psicodinámicos y sociales,<br />
persiste en amplio número de hogares. Hombres y mujeres<br />
participan en procesos distorsionados de interacción,<br />
donde las amenazas, las comparaciones, los insultos<br />
y los silencios prolongados son la constante.<br />
El estado psicológico y la salud mental de quienes<br />
agraden, por supuesto influye, pero no son suficientes<br />
para aclarar la selección de las víctimas, el escenario de<br />
la agresión, el confinamiento al ámbito privado, el encubrimiento<br />
y la justificación reiterada del castigo como el<br />
ejercicio de un derecho.<br />
En una interacción violenta, el comportamiento de uno<br />
sirve para justificar el del otro. Determinados mensajes,<br />
verbales y no verbales, interpretados como amenaza o<br />
rebeldía —independientemente de la intención del emisor—,<br />
determinan el pasaje al acto. Proceso interaccional<br />
y comunicativo que debe analizarse, considerando que<br />
la particular interpretación de los mensajes depende del<br />
universo cognitivo de quien lo hace; hecho por el que la<br />
cultura ocupa un lugar fundamental en las explicaciones,<br />
sobre todo si atestiguamos la heterodesignación de identidad<br />
y la socialización de género.
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
17<br />
EXPERIENCIAS TRAUMÁTICAS<br />
Las prácticas violentas no son naturales, sino aprendidas.<br />
En ocasiones, relacionadas con experiencias traumáticas<br />
durante la niñez y la adolescencia: transmisión intergeneracional<br />
basada en modalidades vinculares sustentadas<br />
en la agresión; conductas habituales u ocasionales que remiten<br />
a una tipología diferenciada del agresor: psicopáticos,<br />
hipercontrolados o cíclicos emocionalmente inestables.<br />
1<br />
La distinción se basa en la acumulación de frustración,<br />
el afán de dominio, la existencia de “doble personalidad”,<br />
la falta de seguridad propia, la inhabilidad<br />
para expresar ideas (analfabetismo comunicacional), la<br />
introducción de justificaciones al maltrato, el manejo de<br />
los sentimientos, el nivel de autocontrol, los objetivos de<br />
la conducta, la posesividad, la posibilidad de mejora bajo<br />
tratamiento terapéutico, la presencia de sentimientos de<br />
culpa y la selectividad victimal.<br />
En la parte de discusión de los resultados, la criminología<br />
cuestiona las explicaciones psiquiátricas y psicológicas,<br />
cuando éstas, por sí solas, son insuficientes para<br />
explicar las distorsiones de tipo cognitivo asociadas con la<br />
construcción social del género, los escenarios de interacción,<br />
los problemas de comunicación y las relaciones víctima-victimario.<br />
Predisposición no es, por tanto, sinónimo<br />
de determinismo.<br />
You and You, Dominika Timoszuk (Ben Heine).<br />
LAS PSICOPATÍAS<br />
Pese a los factores ambientales y socioculturales señalados,<br />
sÍ hay trastornos específicos, de carácter dinámico,<br />
que descifran el comportamiento de quienes habitualmente<br />
quebrantan las leyes y las normas sociales. Una psicopatía<br />
es una enfermedad mental o más propiamente<br />
una anomalía psíquica por obra de la cual, a pesar de<br />
la integridad de las funciones perceptivas y mentales,<br />
se halla patológicamente alterada la conducta social de<br />
quien la padece.<br />
Para Luis Barragán, en su Compendio de psicopatología<br />
criminológica, “Entre las personalidades psicopáticas<br />
tienen importancia desde el punto de vista criminológico,<br />
sobre todo los fanáticos, los amorales y los anormales<br />
sexuales”, cuestión a la que agrega:<br />
“Los psicópatas amorales o inmorales se pueden subdividir<br />
en dos grupos: los amorales impulsivos y agresivos,<br />
y los amorales fríos, áridos, e incapaces de la mínima<br />
simpatía humana y consideraciones sentimentales. Unos y<br />
otros, usualmente, manifiestan sus características de personalidad<br />
psicopática desde la infancia: inquietos, intolerantes<br />
a toda disciplina, prepotentes, ladronzuelos, torturadores<br />
de animales los primeros; egoístas, calculadores<br />
fríos y calumniadores de los demás los segundos. La vida,<br />
con sus exigencias de orden y de respeto social, no dilata<br />
en hacer emerger y acentuar estos caracteres” 2.<br />
Disertar sobre “amoralidad” y “anormalidad sexual”<br />
resulta inquietante, por la carga axiológica de los vocablos,<br />
además del uso corriente, poco científico, que de los<br />
mismos se puede desprender. Etiquetar las sexualidades<br />
como anormales, desviadas, disidentes, diversas, perversas<br />
o transgresoras, implica sostener la heterosexualidad
18y71.indd 1<br />
18<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
normada como único parámetro de lo sano, ignorando la<br />
variedad de expresiones comportamentales de la sexualidad.<br />
PSICÓPATAS SEXUALES<br />
En 1886, Richard von Krafft-Ebing escribió: Psychopathia<br />
sexualis. En él, los violadores, exhibicionistas, homosexuales<br />
y voyeuristas eran calificados de psicópatas sexuales.<br />
Su idea era que los agresores tenían apetito sexual desmedido.<br />
La moralidad “deficiente” y “depravada” se exhibía<br />
mediante la masturbación en edad temprana y con la violación,<br />
el incesto y los ataques en la adultez.<br />
En la actualidad, esas ideas están superadas y los especialistas<br />
optan por otras expresiones. Es el caso de las<br />
parafilias, referente a los comportamientos sexuales o excitaciones<br />
ante estímulos inapropiados, cuya intensidad,<br />
fijación, actos, sujetos u objetos de deseo son excéntricos<br />
y socialmente inaceptables. Algunas parafilias, que incluyen<br />
sujetos no conscientes: animales, cadáveres, niños,<br />
pueden ser imputables como delitos.<br />
¿PSICÓPATAS, SOCIÓPATA O PSICÓTICOS?<br />
Abundemos en las psicopatías mediante la distinción de<br />
tres vocablos que a menudo se confunden:<br />
* El sociópata presenta comportamiento psicopático en<br />
algunas áreas de su vida, pero en otras no muestra dificultad<br />
para sentir emociones, característica propia del<br />
psicópata. Por ejemplo, un sicario puede parecer psicópata<br />
en la manera en que interactúa con sus víctimas, pero no<br />
cumple los criterios cuando se observa su conducta en la<br />
interacción con seres afectivamente más cercanos, como<br />
su madre o hermanos.<br />
Durante las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado<br />
era común utilizar este concepto en vez del de psicópata,<br />
aunque aparentemente se referían a lo mismo. En la<br />
actualidad, los psicólogos emplean más la acepción de<br />
psicópata, mientras que otras disciplinas optan por la de<br />
sociópata para referir los orígenes o contextos sociales<br />
que podrían explicar este proceder. 3<br />
* El psicópata padece una disfunción emocional, pues es<br />
incapaz de generar emociones empáticas y ponerse “en el<br />
lugar del otro”, aunque sí puede hablar al respecto, describir<br />
sentimientos e incluso decir que los experimenta,<br />
aunque éstos sean superficiales. Por sus características<br />
es peligroso, manipulador, mentiroso y adaptable socialmente.<br />
En torno a esta acepción, existe la clasificación de<br />
psicópatas integrados y marginales, así como la que los<br />
divide en primarios y secundarios. Esto obedece a los<br />
niveles de integración y funcionamiento sociales. En consecuencia,<br />
no debe considerarse sinónimo del trastorno<br />
de personalidad antisocial descrito en el Manual DSM IV,<br />
dado que un individuo con larga carrera delictiva podría<br />
satisfacer los criterios de diagnóstico de este trastorno sin<br />
cumplir con la principal axioma de la psicopatía que es la<br />
disfunción emocional.<br />
* Un psicótico es quien padece psicosis, la cual es una enfermedad<br />
caracterizada por delirios o alucinaciones, como<br />
la esquizofrenia y la paranoia. La confusión, la reiteración
27/10/2009 04:56:04 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
19<br />
1<br />
Whaley, Jesús<br />
Violencia intrafamiliar,<br />
México, Plaza y<br />
Valdés, 2001.<br />
2<br />
Barragán, Luis<br />
Compendio de<br />
psicopatología<br />
criminológica,<br />
México, Universidad<br />
de Colima, Plaza y<br />
Valdés, 2007, pp.<br />
201-203.<br />
3<br />
Gómez Tagle Erick<br />
Derecho & Sociedad.<br />
Glosario de<br />
criminología y ciencias<br />
sociales, México,<br />
asesoríADN, BUAP,<br />
ISSPE, UCA, UPM,<br />
2009.<br />
de pensamientos absurdos y la incoherencia son signos<br />
de lo antes descrito. El delirio paranoide, por ejemplo, es<br />
un síndrome atenuado de la paranoia representado por<br />
egolatría, manía persecutoria, suspicacia y agresividad.<br />
En el caso de las alucinaciones, son engaños mediante<br />
los cuales las personas creen percibir algo, pero cuyo contenido<br />
es relativo a su actividad cerebral. Es una sensación<br />
subjetiva que no va precedida de impresión en los sentidos.<br />
Verbigracia, quienes sufren de esquizofrenia pueden<br />
creer que alguien escucha sus pensamientos o controla<br />
sus sentimientos, acciones o impulsos.<br />
¿LAS PSICOPATÍAS GENERAN INIMPUTABILIDAD?<br />
En materia jurídica, la imputabilidad es la posibilidad<br />
de responsabilizar penalmente a una persona, pues se<br />
considera que entiende, con base en su madurez y salud<br />
mentales, el carácter ilícito de un determinado hecho, y<br />
que es capaz de conducirse, de manera libre, conforme a<br />
ese entendimiento. Además, existe la imputabilidad disminuida,<br />
la disminución temporal de la imputabilidad y<br />
la inimputabilidad, cuestiones relacionadas con la culpabilidad,<br />
el cual es un presupuesto de la imposición de la<br />
pena, basada en la capacidad de una persona para actuar<br />
de modo no ilícito en una situación concreta.<br />
Un homicida serial, definido como quien comete dos<br />
o más asesinatos en forma secuencial, con periodos de<br />
enfriamiento emocional, suele ser imputable, debido a<br />
que es consciente de sus acciones, pese a no generar empatía<br />
con sus víctimas, lo que le permite actuar de forma<br />
inteligente, es decir, con “sangre fría”.<br />
La ausencia de culpa y de remordimiento puede convertir<br />
en serial a un violador o a un asesino. Clínicamente,<br />
pueden ser psicópatas y penalmente imputables: punto<br />
diferencial con los psicóticos, quienes por lo general son<br />
inimputables, aunque también hay excepciones. Aspectos<br />
para abundar en otra oportunidad.<br />
Maestro Erick Gómez Tagle<br />
Charles Manson, es un conocido criminal estadounidense,<br />
fundador y líder de “La Familia”, un grupo que perpetró varios<br />
asesinatos. Foto: LIFE<br />
Doctorando en <strong>Ciencia</strong>s Penales y Política Criminal por el<br />
Instituto Nacional de <strong>Ciencia</strong>s Penales (INACIPE). Maestro<br />
en Estudios Políticos y Sociales, con mención honorífica,<br />
por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).<br />
Diplomado en Historia y Cultura Contemporáneas en<br />
América Latina, así como licenciado en Sociología, con<br />
mención honorífica, ambos también por la UNAM.<br />
Profesor de tiempo completo y Coordinador de Investigación<br />
en la Universidad Pontificia de México (UPM). Docente<br />
en las Maestrías de Criminalística, <strong>Ciencia</strong>s Penales,<br />
Criminología, Derecho Penal, Política Criminal y Procuración<br />
de Justicia Federal, así como en la Especialidad en Función<br />
Ministerial en el INACIPE. Profesor invitado en las Maestrías<br />
de Criminología y <strong>Ciencia</strong>s Forenses en la Universidad<br />
Autónoma de Tamaulipas (UAT) y de <strong>Ciencia</strong> Política y<br />
Administración Pública en la Universidad de Colima (UCol).<br />
Asimismo, en la Especialidad de Justicia Integral para<br />
Adolescentes en el Instituto Superior de Seguridad Pública<br />
del Estado de Sonora (ISSPE).<br />
En licenciatura, ha sido docente en la UNAM, la Universidad<br />
del Pedregal (UDELP) y el Centro Universitario Incarnate<br />
Word (CIW). Capacitador invitado en la Escuela Libre de<br />
Derecho (ELD) y en Procuradurías de Justicia. Instructor en<br />
los diplomados: Bioética, <strong>Ciencia</strong>s Penales, Derecho Procesal<br />
Penal, Diseños y Técnicas Normativas, Internacional en<br />
Psicología Criminológica, Investigación y Persecución contra la<br />
Delincuencia Organizada, Perfiles Criminológicos, Psicología<br />
Criminal y Temas Selectos de Derecho Parlamentario.
20<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
Soy el guardián entre el centeno<br />
No soy un psicópata… Tengo una lesión<br />
en mi amígdala y en mi córtex cerebral<br />
Mark se encontraba en su habitación del hotel. Estaba acomodando ciertos<br />
objetos frente al mueble del espejo: una carta de recomendación por sus<br />
trabajo con los niños vietnamitas, su pasaporte, un par de fotografías de<br />
sus viajes por el mundo, la Biblia, una fotografía de la película del Mago de Oz,<br />
entre otros artículos.<br />
Se dijo a sí mismo: “Todo está listo para que, cuando alguien llegue: la policía<br />
o quien sea, quienquiera que desee saber quién y cómo era yo, lo sepa, y sepa<br />
también en qué me había convertido. Si me encuentran incapaz de hablar, esto<br />
les hablará por mí”.<br />
Poniéndose su gabardina negra, para soportar el frío neoyorquino, abrió<br />
el paquete que tenía escondido y envuelto en una toalla. Allí estaba su arma:<br />
un revólver 38, que introdujo en el bolsillo de su gabardina, para posteriormente<br />
practicar en repetidas ocasiones el desenfundarla lo más rápido posible,<br />
y amagar un disparo. Terminada esta acción, Mark se miró fijamente al espejo y<br />
dijo: “Yo soy Holden”.<br />
Mark creía realmente en Holden Caulfield, personaje del libro El Guardián<br />
entre el Centeno (The Catcher in the Rye), y lo que profesaba el mismo. Sobre<br />
todo, pensaba que la gente era falsa, y más que eso, pues sentía que él era el<br />
personaje Holden Caulfield en la vida real.<br />
Después pensó: “Me voy ahora… para convertirme en algo nuevo” y salió con<br />
rumbo a West 72 Street y Central Park, en la Ciudad de Nueva York. Hizo una<br />
parada en una librería y compró su libro favorito.<br />
Con su volumen de El Guardián entre el Centeno, y el álbum en “long play” de<br />
Double Fantasy, sintió que todo estaba listo y completo. Pero faltaba algo. Abrió<br />
el libro, y escribió en la página del título: “Para Holden Caulfield… De Holden<br />
Caulfield… Ésta es mi declaración”.<br />
Ahora pensaba en lo que, en su momento, le había dicho a su madre: “Yo<br />
sabía que iba a hacer algo grande; solamente que no sabía si iba a ser bueno<br />
o malo”.<br />
Maestro Rodrigo<br />
Soto<br />
Consultor /<br />
Economía de las<br />
Ideas<br />
rsotomoreno@<br />
yahoo.com<br />
EL ASESINATO DE JOHN LENNON<br />
Aquel 8 de diciembre de 1980, mientras volvía a su edificio<br />
llamado Dakota, Mark David Chapman disparó en cinco<br />
ocasiones contra John Lennon. Una leyenda de la música<br />
moría a manos de un fanático psicópata, que, según declararía<br />
años más tarde, mató a Lennon con el fin de robarle<br />
su fama mundial.<br />
Lo descrito anteriormente está consignado en la película<br />
Chapter 27, protagonizada por Jared Leto. El nombre de<br />
la cinta proviene de lo que, figurativamente, podría ser el<br />
siguiente capítulo de El Guardián entre el Centeno, pues el<br />
mismo termina en el capítulo 26, y este libro, según dijo<br />
Chapman, fue su inspiración para cometer el crimen.<br />
Aparte de una magnífica actuación de Leto, Chapter<br />
27 nos muestra la lucha interna de Chapman consigo<br />
mismo, pues escucha voces que le dicen que no asesine<br />
a Lennon, aunque las mismas voces le decía en otras<br />
ocasiones que lo hiciera.<br />
El Guardián entre el Centeno muestra a Holden Caulfield,<br />
descrito por Wikipedia como un antihéroe que simboliza<br />
la rebelión adolescente. En un análisis más profundo,<br />
Caulfield tiene formas antisociales y una agresividad<br />
latente que invita a romper las reglas y paradigmas sociales<br />
establecidos.<br />
Lo más interesante del libro es cuando se explica por<br />
qué es Holden el guardián entre el centeno. La explicación<br />
ha sido tomada de Wikipedia: “lo único que a Caulfield le<br />
gustaría hacer en la vida es: estar en un campo de cen-<br />
20y69.indd 1
27/10/2009 04:55:49 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
21<br />
teno, al borde de un precipicio. En el campo hay miles de niños jugando, y él<br />
evita que ellos caigan en el abismo. Él seria el guardián entre el centeno”.<br />
COMPORTAMIENTOS ADOLESCENTES ANTISOCIALES<br />
Volveremos a esta explicación; pero ahora centrémonos en que la mención de la<br />
novela anterior tiene un objetivo, y es el de identificar comportamientos adolescentes<br />
antisociales, agresivos, faltos de empatía humana, carentes de emociones<br />
normales de un adolescente, entre otros, pues de esa forma podremos, tal vez,<br />
identificar a futuros psicópatas.<br />
En el artículo de “The Violent Brain”, de Daniel Struebber y Monika Lueck,<br />
así como en nota de Reuters del 7 de agosto de 2009, por Kate Kelland, titulado<br />
“Psychopaths have faulty brain connections, scientist find”, se nos habla primero<br />
de cómo en un estudio de mil personas nacidas en Nueva Zelanda, a las<br />
que se les ha dado seguimiento durante 34 años, los investigadores Terrie E.<br />
Moffit y Avshalom Caspi, ambos del King´s College of London, de la Wisconsin<br />
– Madison University, han examinado comportamiento antisocial ligado a<br />
violencia física.<br />
Sus resultados son que los individuos que muestran comportamiento antisocial<br />
tienen edades de 13 a 15 años, y su nivel antisocial y de delincuencia<br />
decrece tan rápido como surge. Sin embargo, un reducido porcentaje muestra<br />
comportamientos antisociales desde los cinco años de edad, y éstos se siguen<br />
manifestando hasta la edad adulta.<br />
Es interesante señalar, como lo dice el estudio de Moffit y Avshalom, que<br />
el último grupo minoritario, que continúa desde los cinco años hasta la edad<br />
adulta con conductas antisociales, son hombres en su mayoría.<br />
EL VARÓN, DETONANTE DE VIOLENCIA<br />
Incluso las estadísticas mostradas por Struebber y Lueck señalan que el sexo<br />
masculino es un detonante importante para la violencia física, mientras que<br />
la mujer muchas veces muestra violencia de otro tipo: agresión indirecta y<br />
encubierta. Siguiendo las cifras, tenemos que, de acuerdo con el FBI (Federal<br />
Bureau of Investigation) el 90.1 por ciento de los arrestos por asesinato en el año<br />
2004 fueron hombres, y el sexo masculino obtuvo también el 82.1 por ciento del<br />
total de crímenes violentos perpetrados.<br />
La violencia ligada a comportamientos antisociales que se traducen en psicópatas<br />
asesinos, ha abierto en fecha reciente una nueva puerta, como lo comenta<br />
Kelland, ya que investigaciones del doctor Michael Craig, del Institute of Psychiatry,<br />
del London´s King´s College Hospital, muestran que los psicópatas que<br />
asesinan y violan tienen conexiones defectuosas en el cerebro, conexiones<br />
que normalmente están ligadas a las emociones y que manejan nuestra parte<br />
impulsiva y de toma de decisiones.<br />
Científicos ingleses como Craig dicen que sus investigaciones han encontrado<br />
que psicópatas autores de asesinatos, de matanzas, de múltiples violaciones,<br />
y estrangulamientos, entre otras barbaridades, tienen “baches” o “lesiones” en<br />
regiones críticas del cerebro. Es decir, la amígdala, que procesa las emociones,<br />
y el córtex orbitofrontal, que maneja las emociones y los impulsos, son estructuralmente<br />
y funcionalmente diferentes en los psicópatas.<br />
Jared Leto en “Chapter 27”.<br />
AUSENCIA DE REMORDIMIENTO<br />
Podemos inferir que las lesiones en estas áreas son causa de que los perpetradores<br />
de estos hechos de violencia física, que terminan con la muerte de otro ser<br />
humano, no muestren remordimiento alguno por sus actos, pues la parte emotiva<br />
y racional de comportamiento no se encuentra activada en su cerebro.<br />
Es muy complicado identificar a un psicópata, y es por ello que diversos<br />
científicos están a favor de que se permita el uso de resonancias más potentes y<br />
precisas, como es el caso de la Imagen por Resonancia Magnética con Tensor de<br />
Difusión (DT-MRI), mencionada por Craig, y que ayudaría a detectar ciertas conductas<br />
psicópatas a tiempo, para poder prevenir que estos individuos antisociales<br />
y agresivos caminen entre nosotros sin que nos demos cuenta. La propuesta
22<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
de Craig es sencilla: cuando se detecte un comportamiento antisocial<br />
agresivo en la edad temprana de un ser humano, se le debe someter a pruebas<br />
de DT-MRI, para escudriñar en su cerebro y poder, de manera estadística,<br />
predecir si el individuo analizado tiene tendencias de psicopatía, y prevenir que<br />
sus acciones terminen con la vida o vidas de otros seres humanos.Otros estudios<br />
llevados a cabo por Abigail Marsh, del National Institute of Mental Health,<br />
comentados por Bering, en su artículo “The problem with psychopaths. A fearful<br />
face doesn´t deter them”, han determinado que los psicópatas son catalogados<br />
como “crueles y sin sentimientos”.<br />
Marsh comenta que éstos padecen un déficit cognitivo muy importante:<br />
“tradicionalmente ellos tienen problemas para reconocer, procesar y responder<br />
normalmente a la expresión facial de miedo en otra persona”. La respuesta normal,<br />
de acuerdo con Marsh, sería ofrecer ayuda a la persona con miedo y calmarla.<br />
¿QUÉ ES EL MIEDO?<br />
Incluso, consigna también el escrito de Bering, la psicóloga Marsh platica una<br />
anécdota con una colega, Essi Viding. Ella analizaba las reacciones de una asesina<br />
psicópata, a la que le mostraba rostros con diferentes emociones. Pero, cuando<br />
a la asesina le fue presentada la foto de una persona con miedo, la rayó y dijo:<br />
“no entiendo cómo se llama esa expresión, pero sé que es así como se ven las<br />
personas justo antes de que las acuchille”.<br />
Por increíble que parezca, las personas con daños en la parte de la amígdala<br />
y el córtex, donde procesamos emociones y toma de decisiones, parecen diferir<br />
en demasía respecto del sentimiento de solidaridad humana y compasión hacia<br />
nuestros semejantes que un individuo normal presentaría.<br />
Siguiendo con la psicóloga Abigail Marsh y el artículo de Bering , tenemos<br />
que en un afán de determinar el porqué para algunos individuos es complicado<br />
detectar una expresión de miedo y demostrar que es un problema neurológico,<br />
se llevó a cabo un estudio, publicado en el American Journal of Psychiatry.<br />
En él, Marsh y sus colegas analizaron a 36 niños de entre 7 y 10 años de<br />
edad. Se les fueron proyectando imágenes catalogadas<br />
como neutrales, expresiones de miedo y expresiones de<br />
agresividad, mientras que los niños estaban conectados<br />
a una imagen por resonancia magnética, para medir sus<br />
reacciones. Usando diferentes métodos de estudio, como<br />
el “Psychopathy Checklist” y el “Antisocial Screening Device”,<br />
los resultados que se obtuvieron fueron que 12 de<br />
los niños fueron catalogados como “crueles y sin sentimientos”,<br />
mientras que otros 12 fueron catalogados<br />
con el déficit de atención por desorden de hiperactividad<br />
(Attention Deficit Hyperactivity Disorder ADHD).<br />
Los niños restantes niños fueron catalogados como sanos<br />
o dentro de los estándares normales.<br />
Otro punto interesante del escrito de Bering es cuando<br />
comenta que un grupo de psiquiatras alemanes analizaron<br />
las respuestas emocionales de 25 prisioneros psicópatas,<br />
y encontraron que muchos de ellos carecían de miedo; es<br />
decir, no reaccionaban con desagrado, ni se inmutaban en<br />
algunos casos, cuando se les presentaba un estímulo desagradable.<br />
ASESINO FRÍO, CALCULADOR<br />
Es probable que por ello las películas siempre nos muestren<br />
a asesinos seriales, como lo ejemplifica Kelland, al estilo<br />
de Hannibal Lecter en el Silencio de los Inocentes, cuyo<br />
patrón de comportamiento es frío, calculador, inmutable<br />
a veces, retador, sin miedo, nada amigable, con aparente<br />
carencia de empatía humana y remordimiento por sus acciones.<br />
Estudios como el anterior deben utilizarse con mayor<br />
frecuencia para captar a individuos con comportamientos<br />
22y67.indd 1
27/10/2009 04:55:31 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
00<br />
o patrones antisociales que puedan derivar en un futuro<br />
en psicópatas violentos. De nueva cuenta vemos que el<br />
mapeo cerebral, apoyado por la imagenología de la resonancia<br />
magnética, es una herramienta científica que nos<br />
permite conocer en específico el funcionamiento de nuestro<br />
cerebro.<br />
Volviendo al libro de El Guardián en el Centeno, que<br />
ha sido asociado a otros actos violentos, como el intento<br />
de asesinato contra el presidente de los Estados Unidos,<br />
Ronald Reagan, es común que una novela pueda ser un<br />
detonante de inspiración para cometer crímenes. Al final<br />
del día, estamos hablando de personas cuya realidad es<br />
otra y cuyas conexiones neuronales les mandan diferente<br />
información de lo que perciben a su alrededor.<br />
Creo que Bertrand Russell tiene razón al decir que el<br />
ser humano busca trascender a toda costa, Para el caso de<br />
los psicópatas, es más importante ser el Guardián en el<br />
Centeno, que aprieta el gatillo, como fue el caso de Chapman,<br />
que el trascender en la vida por obras de beneficio a<br />
la humanidad.<br />
IGNORAN QUE ESTÁN MAL<br />
Si analizamos todo lo descrito, nos daremos cuenta de<br />
que los psicópatas tal vez no entiendan que están mal.<br />
Sus lesiones cerebrales les hacen vernos como peones en<br />
un juego de ajedrez, sin algún valor especial y sin las herramientas<br />
psiquiátricas y psicológicas que nos ayuden.<br />
Como lo han comentado otros colaboradores de esta revista,<br />
podemos pensar que podemos haber convivido con<br />
un psicópata, ya sea en una tienda, en el ambiente de trabajo,<br />
en la escuela, con algún amigo.<br />
No lo sabemos, e incluso nosotros mismos podemos<br />
tener tendencias o predisposición a la psicopatía. Tal vez<br />
sólo nos falta encontrar nuestro Guardián en el Centeno.<br />
¿No lo creen?<br />
REFERENCIAS<br />
The Catcher in the Rye, http://en.wikipedia.org/<br />
wiki/The_Catcher_in_the_Rye<br />
Chapter 27, http://es.wikipedia.org/wiki/<br />
Chapter_27<br />
Kelland, Kate. Psyhopats have faulty brain<br />
connections, scientists find, Reuters, 7 Agosto, 2009.<br />
Original Sinners?, Psychopathy, The Economist, May<br />
26th 2009.<br />
Bering, Jesse. The Problem with psychopaths: a<br />
fearful face doesn´t deter them, Scientific American,<br />
September 30th 2009.<br />
Struebber, Daniel. Lueck, Monika. The Violent Brain,<br />
Scientific American Mind, December 2006 / January<br />
2007.
24y65.indd 1<br />
24<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
Genética de la conducta<br />
psicópata<br />
María del Carmen Esmer<br />
Doctora María del<br />
Carmen Esmer<br />
Profesora Investigadora<br />
del Departamento de<br />
Genética de la Facultad<br />
de Medicina / UANL<br />
carmenesmer@hotmail.<br />
com<br />
“…el ser humano no está hecho como si fuera una máquina<br />
donde pueda analizarse su conducta; en las viejas<br />
teorías sobre la conducta se presentaba al hombre como<br />
un autómata, visión influida por la visión de máquina que<br />
prevalecía en el siglo XIX, pero las cosas han cambiado.<br />
Si se tratara de una máquina, sólo lo sería en el sentido<br />
de un sistema muy complejo que se comporta de acuerdo<br />
a ciertos principios, pero que es de una complejidad extraordinaria”<br />
(Skinner, 1972).<br />
Las variaciones en el comportamiento del ser humano,<br />
al igual que cualquier otro rasgo biológico, están condicionadas<br />
por la interacción de factores ambientales y factores<br />
genéticos.<br />
Aunque la heredabilidad de la conducta ha estado clara<br />
desde los estudios realizados por Sir Francis Dalton en el<br />
siglo XIX, no ha sido sino hasta los últimos años cuando<br />
los avances en el conocimiento del genoma humano han<br />
permitido conducir investigaciones con el fin de establecer<br />
una relación entre los cambios en la secuencia de<br />
bases del ácido desoxirribonucléico y la psicopatología.<br />
DEFINIENDO LA ENFERMEDAD<br />
El comportamiento humano muestra complejidades que<br />
complican las conclusiones de los análisis de causalidad<br />
genómica. En la definición del rasgo por estudiar, podría<br />
encontrarse la primera dificultad, dado que a menudo es<br />
difícil conceptualizar el comportamiento en cuestión. La<br />
conducta psicópata se caracteriza por un daño severo a la<br />
capacidad afectiva, pero las manifestaciones y la magnitud<br />
de ellas son tan variadas, que probablemente no haya dos<br />
individuos psicópatas cuyos comportamientos anormales<br />
sean exactamente idénticos.<br />
La inteligencia es un ejemplo clásico de las dificultades<br />
para definir un rasgo de comportamiento y luego<br />
concluir sobre los determinantes genéticos del mismo.<br />
¿Es la inteligencia la capacidad para resolver un determinado<br />
tipo de problema?, ¿Es la capacidad de tener éxito en<br />
la vida diaria? ¿O sólo debiera definirse como “la capacidad<br />
de obtener una buena puntuación en una prueba de<br />
coeficiente intelectual?”.<br />
Durante el verano de 1999, un biólogo molecular de<br />
Princeton publicó resultados impresionantes de una investigación<br />
en la que insertó un gen en ratones, a los que<br />
hizo producir una proteína relacionada con la memoria<br />
en las células cerebrales. Debido a que los animales de experimentación<br />
se desempeñaron mejor que los controles<br />
en una serie de pruebas de aprendizaje tradicionales, la<br />
prensa llamó a este gen “el gen inteligente” y el “gen de
27/10/2009 04:55:11 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
25<br />
CI”, como si mejorar la memoria fuera el punto central,<br />
o incluso el único el criterio para definir la inteligencia.<br />
La contraparte humana existe en el Síndrome de<br />
Asperger, en el que algunos de estos individuos podrían<br />
tener la capacidad de memorizar cantidades enormes de<br />
información, y, sin embargo, las limitaciones que tienen<br />
en su funcionamiento diario podrían ser tan importantes<br />
que no pueden salir sin un<br />
acompañante que les oriente<br />
sobre cómo llegar a un destino.<br />
Después de haber establecido<br />
una definición para<br />
fines de investigación, el<br />
investigador aún tiene que<br />
medir el comportamiento<br />
con grados aceptables de<br />
validez y fiabilidad. Y en<br />
ese punto se encuentran<br />
grandes dificultades para<br />
dimensionar o medir a la<br />
conducta psicopática ante<br />
la carencia de instrumentos<br />
confiables.<br />
LA CONDUCTA ES UN<br />
RASGO HEREDADO<br />
La evidencia en los seres<br />
vivos confirma que la conducta<br />
es un rasgo heredado<br />
entre miembros de la<br />
misma familia, de la misma<br />
camada o de la misma especie.<br />
Entre las aves, por<br />
ejemplo, los rituales de alimentación<br />
y apareamiento<br />
pueden llegar a ser tan<br />
específicos, que permitan<br />
distinguir especies estrechamente<br />
relacionadas.<br />
Los perros labradores<br />
heredan a su descendencia<br />
el instinto de recuperación de presas, así como los collies<br />
tienden a repetir la postura entre individuos con el mismo<br />
ancestro. El modelo de similitud conductual más dramático<br />
existe entre los chimpancés y los humanos. Genéticamente,<br />
la diferencia es del dos por ciento de las secuencias<br />
del ADN que determina que las conductas de cuidado de<br />
las crías, amamantamiento, apareamiento, comunicación,<br />
altruismo y expresividad facial se compartan en un grado<br />
importante.<br />
Hablando de trastornos psiquiátricos, como la<br />
depresión, la ansiedad, la esquizofrenia y el trastorno<br />
bipolar, se ha demostrado agregación familiar entre padres<br />
e hijos y entre hermanos.<br />
HERENCIA DE LA CONDUCTA PSICÓPATA<br />
Los estudios de los genes y el comportamiento psicópata<br />
requieren del análisis de las familias y de las poblaciones<br />
para realizar comparaciones entre los que tienen el rasgo<br />
en cuestión contra los que no lo poseen. El resultado suele<br />
ser una declaración de “heredabilidad”, una construcción<br />
estadística que calcula la cantidad de variación en una población<br />
que es atribuible a factores genéticos.<br />
Entre los diseños más exitosos para demostrar la<br />
heredabilidad de la conducta psicópata, se encuentran los<br />
estudios de concordancia<br />
en gemelos. Los gemelos<br />
idénticos (monocigotos)<br />
muestran una concordancia<br />
en los niveles de criminalidad<br />
que no exhiben<br />
los dicigotos. El promedio<br />
de la concordancia es de<br />
un 50 por ciento para los<br />
monocigotos y de un 20,6<br />
por ciento para los dicigotos.<br />
Aun en estudios realizados<br />
en gemelos que<br />
fueron dados en adopción<br />
y por lo tanto expuestos<br />
a ambientes familiares<br />
diferentes, la heredabilidad<br />
se mantiene.<br />
Mednick y col., en Dinamarca,<br />
estudiaron a 14<br />
mil 427 niños adoptados<br />
antes de los dos años de<br />
edad (1927-1947). Al analizar<br />
65 mil 516 expedientes<br />
jurídicos, se observó que<br />
cuando ambos padres<br />
–biológicos y adoptivosno<br />
son criminales y por<br />
consiguiente no habría<br />
influencia ni genética,<br />
ni ambiental, 13,5 por<br />
ciento de los adoptados<br />
tenían un registro criminal.<br />
Esta proporción subió<br />
a 14,7 por ciento cuando<br />
solamente los padres adoptivos eran criminales.<br />
Cuando los padres biológicos eran criminales, el nivel<br />
de condena ascendía al 20 por ciento, y cuando ambos<br />
padres, adoptivos y biológicos, eran criminales, la cifra de<br />
condenas ascendía a 24,5 por ciento. En el mismo estudio<br />
se observó que si los padres biológicos tenían numerosas<br />
condenas, aumentaban las condenas de los hijos adoptados.<br />
Otro trabajo sobre este tópico lo realizó Cloninger. El<br />
estudio incluyó a 862 individuos respecto de los cuales se<br />
analizaron antecedentes de criminalidad en los padres y el<br />
ambiente de la familia adoptiva. Cuando ambos factores:<br />
el hereditario y el ambiente nocivo estaban presentes, el<br />
40 por ciento de los adoptados eran criminales, comparados<br />
con 12,1 por ciento cuando solamente los factores<br />
genéticos estaban presentes, 6,7 por ciento si sólo el ambiente<br />
era deletéreo, y 2,9 por ciento si ambas variables
26<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
estaban ausentes. Resumiendo: igual contribuye una constitución<br />
genética predisponente que un ambiente familiar<br />
desfavorable al momento de crear una mente psicópata.<br />
GENES DE LA CONDUCTA PSICOPATA<br />
Las pruebas indican que el sistema nervioso del psicópata<br />
es distinto; experimenta menos miedo y ansiedad que el<br />
común de las personas, de tal manera que los principales<br />
genes candidatos son precisamente los que codifican para<br />
neurotransmisores, sus receptores, sus transportadores y<br />
las enzimas que participan en su metabolismo.<br />
En 1983, Brunner y colaboradores publicaron el estudio<br />
de una familia en la que varios miembros masculinos<br />
mostraban retardo mental limítrofe y conducta violenta,<br />
con estallidos de agresión, incendio intencional, intento<br />
de violación y exhibicionismo.<br />
El análisis de la orina demostró marcada alteración del<br />
metabolismo de las monoaminas, causada por deficiencia<br />
de la actividad enzimática de la monoaminoxidasa A<br />
(MAOA). En los hombres afectados, se demostró una mutación<br />
que cambió el codón de la glutamina (CAG) por un<br />
codón de paro (TAG) lo que causó que faltara un fragmento<br />
de la enzima.<br />
Posteriormente se realizó un estudio en que se introdujo<br />
esta mutación en una cepa de ratones CH3H, cuyos<br />
miembros se caracterizan por su mansedumbre. Los ratones<br />
transgénicos, con el gen MAO anormal, mostraron<br />
una conducta agresiva. Los niveles de serotonina en el<br />
cerebro de las crías transgénicas reveló que tenían siete<br />
veces más serotonina que los controles de la misma edad.<br />
También se observaron cambios estructurales en su<br />
cerebro. La corteza somato-sensorial perdía su estructura<br />
bien delineada en columnas y se observó que el<br />
tratamiento con drogas que inhiben la serotonina, restauraban<br />
la estructura normal de la región somato-sensorial.<br />
Los autores terminan por advertir que en el hombre<br />
el desarrollo del cerebro continúa largo tiempo después<br />
del nacimiento, y que las condiciones ambientales moldean<br />
un cerebro que mantiene su capacidad de plasticidad<br />
durante toda su vida. Las experiencias de la vida son<br />
importantes para moldear la mente, pero se necesitan herramientas<br />
y una de ellas es la MAOA.<br />
Nelson y cols., del Massachussets General Hospital,<br />
junto con investigadores del Johns Hopkins University, en<br />
una publicación de Nature de noviembre de 1995, crearon<br />
mutantes con una ausencia de la enzima sintasa del óxido<br />
nítrico (NOS) neuronal. El óxido nítrico es un neurotransmisor<br />
de alta densidad en las áreas que controlan la emoción,<br />
y las cepas mutantes, carentes de NOS, muestran<br />
un alto nivel de agresividad, rasgo común en el comportamiento<br />
psicópata.<br />
El sistema dopaminérgico es un sistema químico de<br />
gran importancia en la transmisión de impulsos en el cerebro,<br />
y que regula ciertos tipos de comportamiento. Este<br />
sistema establece la producción de dopamina, sustancia<br />
encargada de mantener nuestros pensamientos y percepciones<br />
de acuerdo con la realidad del medio que nos rodea.<br />
En particular se producen pequeños cambios en la secuencia<br />
de ADN del gen DRD2 con las adicciones y la conducta<br />
agresiva. De estas observaciones se desprende que no<br />
puede haber un solo “Gen Psicópata”. Necesariamente la<br />
predisposición hereditaria debe resultar de la interacción<br />
de una pluralidad de genes, algunos que activan y otros<br />
que inhiben. De tal manera que cuando el desarrollo de<br />
ciertas partes del cerebro es frenado por causas genéticas,<br />
y los padres del infante son abusivos, irresponsables o<br />
manipuladores, se han juntado todos los ingredientes necesarios<br />
para crear una mentalidad psicópata.
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
27<br />
Neuroimagen de la psicopatía<br />
Roberto Emmanuele Mercadillo Caballero<br />
LA<br />
A<br />
LOCURA MORAL<br />
principios del siglo XX, la psicopatía era comúnmente<br />
denominada la “locura moral” en diversas instituciones<br />
psiquiátricas de México y del mundo. Tal denominación<br />
se entendía bien, dado que los pacientes que<br />
padecían algún tipo de psicopatía manifestaban diversas<br />
actitudes antisociales, tales como despreocupación por los<br />
sentimientos y seguridad de los demás, quebrantamiento<br />
constante de las reglas y las obligaciones sociales, y propensión<br />
a causar daño a otros para satisfacer deseos propios.<br />
En la actualidad, la psicopatía se ubica en la categoría<br />
de Trastorno Antisocial de la Personalidad,<br />
que, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de<br />
los Trastornos Mentales (DSM IV), se caracteriza<br />
por la ocurrencia de violaciones constantes<br />
de los derechos de los otros en al menos<br />
tres de los siguientes criterios:<br />
a) Fallas en acatar normas sociales y legales,<br />
que suelen conducir al arresto.<br />
b) Mentir y usar a otras personas en<br />
su beneficio.<br />
c) Impulsividad y fallas de planeación.<br />
d) Agresividad, asaltos y peleas violentas.<br />
e) Poco cuidado de la seguridad propia y<br />
ajena.<br />
f) Inestabilidad financiera.<br />
g) Falta de remordimiento.<br />
Roberto<br />
Emmanuele<br />
Mercadillo<br />
Caballero<br />
Maestro en<br />
<strong>Ciencia</strong>s<br />
(Neurobiología)<br />
Docente de la<br />
Escuela Nacional<br />
de Antropología e<br />
Historia<br />
Estudiante del<br />
Doctorado<br />
en <strong>Ciencia</strong>s<br />
Biomédicas<br />
Universidad<br />
Nacional Autónoma<br />
de México<br />
xofiel@hotmail.com<br />
Algunas manifestaciones obvias<br />
de este trastorno se ejemplifican<br />
con ofensores y quebrantadores<br />
de la ley, cuyos actos<br />
a la luz pública han denotado<br />
crueldad, planeación y falta<br />
de remordimiento. Me refiero<br />
a los casos de Juana Barraza Samperio,<br />
“La Mataviejitas”; José Luis Calva<br />
Zepeda, “El Caníbal de la Gue-rrero”, y<br />
Daniel Arizmendi López, “El Mochaorejas”.<br />
En noviembre del año 2008, la distinguida<br />
académica de la UNAM, Feggy<br />
Ostrosky, señalo que cerca del uno por<br />
ciento de la población mexicana (aproximadamente<br />
900 mil personas), muestran<br />
características psicopatológicas que<br />
podrían vincularse con el comportamiento<br />
antisocial.
28y61.indd 1<br />
28<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
LA PSICOPATÍA, DIFÍCIL DE RECONOCER<br />
Estos datos han incrementado el interés por el estudio<br />
de la psicopatía, la cual, a diferencia de otros trastornos<br />
mentales, no es fácil de reconocer, debido a que quién la<br />
padece puede llevar una vida escolar, laboral y familiar<br />
aparentemente normal.<br />
De esta forma, la mayoría de los pacientes a quienes<br />
se les ha diagnosticado Trastorno Antisocial de la Personalidad,<br />
son cautivos una vez que han cometido una<br />
acción de tipo ilegal o criminal, pero difícilmente se les<br />
puede identificar durante su vida cotidiana.<br />
Debido a la dificultad para reconocer síntomas psicopáticos<br />
y, por tanto, aislar una muestra numerosa de<br />
estos pacientes, gran parte de los estudios académicos dirigidos<br />
a investigar sus bases biológicas no solamente han<br />
utilizado poblaciones a las que se les ha diagnosticado psicopatía,<br />
sino manifestaciones antisociales similares, tales<br />
como la criminalidad o la violencia.<br />
A continuación se describen algunos de estos hallazgos<br />
en el ámbito cognitivo y del comportamiento.<br />
COGNICIÓN Y COMPORTAMIENTO<br />
DE LOS PSICÓPATAS<br />
Por cognición se entiende la manera en que nuestros sistemas<br />
mental y nervioso procesan la información proveniente<br />
del medio exterior; por ejemplo, el espacio físico<br />
o las acciones de otros, y de nuestro medio interno; es<br />
decir, nuestra memoria, experiencia emocional y señales<br />
que provienen de nuestro cuerpo. En este ámbito, los pacientes<br />
psicópatas manifiestan reducida ansiedad y reacciones<br />
psicofisiológicas atenuadas ante estímulos que<br />
normalmente causan aversión o rechazo en los humanos.<br />
Por ejemplo, en comparación con poblaciones sanas,<br />
se ha reportado que los criminales varones no exhiben el<br />
reflejo de cerrar los ojos o mover la cabeza cuando observan<br />
escenas de victimización y de amenaza; tampoco<br />
muestran un incremento en el latido cardiaco frente a<br />
estas situaciones. También se ha reportado que tienen deficiencias<br />
para identificar expresiones faciales de otros, en<br />
particular cuando se expresa ira o enojo.<br />
Es curioso, sin embargo, constatar que no presentan<br />
dificultad en la habilidad de la teoría de la mente, necesaria<br />
para inferir los estados psicológicos otros. Es decir,<br />
conservan intacta la habilidad para suponer cuando<br />
otra persona se encuentra triste, alegre, enojada; o, bien,<br />
suponer sus intenciones y pensamientos.<br />
Para estudiar la cognición en la psicopatía, también se<br />
ha aplicado el paradigma Stroop (ver Figura 1). Éste consiste<br />
en una prueba computarizada, durante la cual se<br />
proyectan en una pantalla varias palabras que denominan<br />
colores.<br />
El individuo debe indicar el color en el que está escrita<br />
la palabra. Sin embargo, el color de la tinta y el color que<br />
denomina pueden ser diferentes. Por ejemplo, la palabra<br />
AZUL, puede estar escrita en tinta roja.<br />
Esta incongruencia provoca una interferencia cognitiva<br />
que lleva al sujeto a discriminar o seleccionar entre ambos<br />
tipos de estímulos. Los pacientes con psicopatía manifiestan<br />
una inadecuada ejecución de esta tarea, similar a la<br />
que manifiestan los pacientes a quienes se les ha diagnosticado con el Trastorno<br />
por Déficit de Atención (TDA).<br />
TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN<br />
Esto es relevante, si se considera que un alto porcentaje de los pacientes con<br />
TDA también manifiestan conductas violentas y agresivas, así como falta de<br />
activación de la corteza anterior del cíngulo cuando ejecutan esta tarea. De esta<br />
forma, la atención puede constituir un proceso alterado en la psicopatía, ya<br />
que permite controlar la conducta y los impulsos emocionales, a partir de<br />
proyecciones neuronales entre el cíngulo, el sistema límbico y la corteza frontal.<br />
A partir de los datos mencionados arriba, es posible suponer que en la psicopatía<br />
se identifican alteraciones relacionadas con el control de impulsos y con<br />
el sistema afectivo, el cual permite experimentar emociones y reconocerlas en<br />
otros. Estos datos, sin embargo, son insuficientes para entender las bases biológicas<br />
de la psicopatía; es necesario vincular las funciones cognitivas con sus<br />
correlatos cerebrales normales, y posteriormente detectar alteraciones en las<br />
estructuras cerebrales y en sus funciones. Esto último es precisamente una de<br />
los objetivos de la neuroimagen, cuya descripción se plantea en los siguientes<br />
párrafos.<br />
Figura 1. Diseño de la tarea Stroop y la corteza anterior del cíngulo.<br />
IMÁGENES DEL CEREBRO ANTISOCIAL<br />
La neuroimagen se refiere a un conjunto de técnicas que permiten observar la<br />
forma y estructura del cerebro de un individuo, así como identificar la activación<br />
de algunos de sus grupos de neuronas durante la ejecución de alguna tarea; por<br />
ejemplo, la evocación del algún recuerdo o la resolución de tareas de memoria,<br />
de atención, de aprendizaje o de experiencias emocionales.<br />
Dos de las técnicas de neuroimagen más utilizadas en la actualidad son<br />
el análisis de morfometría por voxel y la resonancia magnética funcional.<br />
En el primero, se introduce al sujeto en un equipo de resonancia magnética, se<br />
obtiene una imagen anatómica de alta resolución de su cerebro y se comparan<br />
las medidas de algunas de sus regiones con las que presentan poblaciones sanas<br />
(ver Figura 2).
27/10/2009 04:54:37 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
29<br />
Figura 2. Las técnicas de morfometría por voxel y de resonancia<br />
magnética funcional.<br />
Figura 3. Localización y conexiones de la corteza prefrontal.<br />
A partir de la técnica de morfometría por voxel, se ha reportado que los<br />
pacientes que manifiestan criterios de psicopatía presentan un volumen reducido<br />
de la amígdala y del hipocampo, dos estructuras localizadas en el<br />
centro del cerebro, cuya función cognitiva permite una adecuada experiencia<br />
de emociones y memoria de eventos aversivos (ver Figura 4).<br />
También presentan disminución en el volumen de la materia gris de la corteza<br />
cerebral en su región prefrontal y temporal. La corteza cerebral se refiere a<br />
la capa más superficial del cerebro, con un espesor de entre dos y tres milímetros.<br />
Las diferencias en el volumen de la corteza cerebral en los psicópatas es<br />
un dato de gran interés, ya que la región prefrontal ha sido relacionada con el<br />
aprendizaje de tipo social, ético y moral.<br />
De hecho, los individuos que presentan lesiones o alteraciones en esta zona,<br />
debidas a accidentes cardiovasculares o golpes severos, manifiestan conductas<br />
antisociales posteriores a la aparición de la lesión. Esta región mantiene proyecciones<br />
neuronales con la amígdala, con la corteza anterior del cíngulo, con el<br />
hipocampo y con la corteza temporal, lo cual permite controlar impulsos e integrar<br />
la información emocional a la de tipo moral; es decir, a la capacidad de<br />
valorar un acto como correcto o incorrecto, o bien, bueno o malo.<br />
Dicho de otra forma, la acción de la corteza prefrontal permite inhibir comportamientos<br />
que pueden causar daño a otros. En la Figura 3 se muestra la localización<br />
de la corteza prefrontal y algunas de sus conexiones neuronales.<br />
Por otro lado, a partir de la resonancia magnética funcional, se detectan las<br />
regiones de actividad cerebral con base en los requerimientos de oxígeno de las<br />
neuronas para mantenerse activas (ver Figura 2).<br />
En comparación con sujetos normales, los pacientes con psicopatía presentan<br />
menor actividad en la amígdala durante la ejecución de tareas que<br />
consisten en memorizar palabras que denotan significados o valoraciones<br />
negativas, tales como crimen, muerte o asesinato. También con el uso de esta<br />
técnica, se ha observado que los criminales violentos tienen una actividad cerebral<br />
disminuida en la corteza prefrontal (ver Figura 3).<br />
NEURONAS ESPEJO<br />
Un hallazgo de gran interés es el que muestra el sistema<br />
de neuronas espejo. Este sistema constituye una propuesta<br />
neurobiológica reciente, que se refiere a una red<br />
de regiones cerebrales formadas por diversos grupos de<br />
neuronas. Estas neuronas responden, o se activan, cuando<br />
la persona realiza un movimiento o experimenta una sensación<br />
corporal; por ejemplo, dolor. Pero también se activan<br />
cuando se observa que alguien más está realizando un<br />
movimiento o teniendo una sensación en su cuerpo.<br />
De esta forma, el sistema de neuronas espejo se ha<br />
propuesto como las bases neuronales de la empatía; es<br />
decir, la capacidad de entender (y en ocasiones contagiarse<br />
de) las emociones y sensaciones de otros. Para realizar<br />
experimentos bajo el sistema de neuronas espejo, las<br />
personas son colocadas en un equipo de resonancia magnética<br />
funcional, para registrar su actividad cerebral mientras<br />
observan videos con escenas que causan dolor. Por<br />
ejemplo, el video puede mostrar una aguja introduciéndose<br />
severamente en el brazo de una persona.<br />
Contrariamente a lo que podría esperarse, cuando los<br />
pacientes psicópatas observan este tipo de escenas, manifiestan<br />
una actividad cerebral normal de las neuronas espejo.<br />
Este hallazgo nos indica que los individuos psicópatas<br />
muestran un adecuado funcionamiento neuronal que les<br />
posibilita entender los sentimientos de los otros, de tal<br />
forma que la disfunción puede deberse no a la carencia<br />
de empatía en sí misma, sino a la integración de la experiencia<br />
empática con los juicios morales.
30<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
Otra región cerebral que se ha observado afectada en la<br />
psicopatía es el núcleo caudado, que constituye un grupo<br />
de neuronas localizadas en el centro del cerebro, cuyas<br />
funciones se han vinculado principalmente con el control<br />
de movimientos, la empatía y la experiencia emocional de<br />
amor, en particular amor maternal.<br />
DEMENCIA FRONTO-TEMPORAL<br />
Finalmente, una fuente para entender el comportamiento<br />
antisocial proviene de análisis clínicos neurológicos en<br />
pacientes con demencia fronto-temporal. En términos generales,<br />
este tipo de demencia indica cambios en las actitudes<br />
y en el comportamiento de los pacientes, a partir<br />
de la disfunción de la dinámica cerebral en la corteza prefrontal,<br />
orbitofrontal y temporal.<br />
Las actitudes que manifiestan los pacientes son de tipo<br />
antisocial, y se caracterizan por la pérdida de empatía, de<br />
inhibición de normas sociales e inadecuados juicios de<br />
tipo moral. La Figura 4 ilustra las principales regiones cerebrales<br />
vinculas con la psicopatía y el comportamiento<br />
antisocial.<br />
Figura 4. Localización de las principales regiones cerebrales relacionadas con<br />
la empatía.<br />
INTERPRETACIÓN DE HALLAZGOS<br />
Y SUS CONSECUENCIAS SOCIALES<br />
Las regiones cerebrales mostradas en la Figura 4 representan<br />
funciones cognitivas relacionadas con procesos<br />
emocionales y de empatía, que permiten entender los<br />
sentimientos y sufrimiento de otros, así como memorizar<br />
situaciones aversivas o dañinas. También participan en el<br />
aprendizaje de normas y códigos sociales que posibilitan<br />
la ejecución de juicios de tipo moral y legal.<br />
La interpretación de estos hallazgos no es fácil, ya que<br />
en ocasiones la disfunción de una región cerebral no implica<br />
necesariamente una alteración en su correlato cognitivo<br />
o en el comportamiento del individuo. Por ejemplo,<br />
aunque algunas de las regiones cerebrales se vinculan con<br />
el proceso de teoría de la mente y planeación a futuro,<br />
éstos son dos procesos que parecen estar intactos en los<br />
pacientes psicópatas.<br />
Entonces, aunque la “locura moral” se caracteriza por<br />
una distorsión en la interpretación o aplicación de los<br />
valores morales socialmente aprendidos, tal distorsión<br />
podría estar relacionada con una alteración de los vínculos<br />
entre el sistema afectivo y la valoración moral, más<br />
que con una disfunción en los procesos cognitivos que subyacen al aprendizaje<br />
social y moral en sí mismos.<br />
El debate de los mecanismos neuronales que subyacen a la psicopatía es álgido,<br />
y no se ha llegado a un consenso al respecto. Sin embargo, independientemente<br />
de su explicación neurobiológica, los hallazgos indican alteraciones en<br />
el sistema mental y neuronal de los individuos psicópatas. Esto último conlleva<br />
discusiones que abarcan niveles legales, morales, criminológicos e incluso bioéticos.<br />
Las discusiones se centran en la manera en que el sistema institucional<br />
de justicia debe juzgar y tratar a estos pacientes.<br />
Es decir, si la psicopatía conforma un síndrome caracterizado por alteraciones<br />
neurológicas, ¿es viable atribuir culpabilidad a los ofensores, aun cuando éstos<br />
son conscientes de sus actos? Si bien la neurobiología ha aportado hallazgos<br />
referentes al comportamiento y bases biológicas de la psicopatía y el comportamiento<br />
antisocial, la decisión de la acción para identificar a estos individuos<br />
y la manera de actuar hacia ellos recaen en la sociedad en su conjunto y en la<br />
integración del pensamiento procedente de diversas áreas del conocimiento.<br />
REFERENCIAS<br />
Anderson S, Bechara A, Damasio H, Tranel D, Damasio<br />
AR. 1999. Impairment of social and moral behavior related<br />
to early damage in human prefrontal cortex. Nature<br />
Neuroscience, 2(11): 1032-1037.<br />
Blair, RJ. 2003. Neurobiological basis of psychopathy.<br />
Brithish Journal of Psychiatry, 182: 5-7.<br />
Bufkin JL, Luttrell VR. 2005. Neuroimaging studies of<br />
aggressive and violent behavior: current findings and<br />
implications for criminology and criminal justice. Trauma,<br />
violence and abuse. 6(2): 176-191.<br />
Hoptman MJ. 2003. Neuroimaging studies of violence and<br />
antisocial behavior. Journal of Psychiatric Practice, 9(4):<br />
265-278.<br />
Mercadillo RE, Díaz JL, Barrios FA. 2007. Neurobiología de<br />
las emociones morales. Salud mental, 30(3): 1-11.<br />
30y59.indd 1
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
31<br />
José Alfonso Ontiveros Sánchez de la Barquera<br />
LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL<br />
Y LAS CONDUCTAS ANTISOCIALES<br />
Los pacientes con personalidad antisocial y los que exhiben<br />
conductas antisociales tienen una historia de<br />
conducta antisocial crónica y continua y de violación<br />
de los derechos de otros. Son incapaces de controlar sus<br />
impulsos y posponer gratificaciones inmediatas; muestran<br />
insensibilidad hacia las emociones de otros; son egocéntricos,<br />
egoístas y demandan en exceso. Frecuentemente no<br />
tienen ansiedad ni remordimiento.<br />
Los síntomas del trastorno de personalidad antisocial<br />
(DSM-IV-TR) (1) incluyen:<br />
• Inicio después de los 18 años.<br />
• Evidencia de trastornos conductuales antes de los 15<br />
años.<br />
• Un patrón persistente por violar los derechos de otros<br />
que ocurre desde los 15 años de edad y que es indicado<br />
por tres elementos de los siguientes:<br />
1. Falla para adaptarse a las normas sociales<br />
Doctor en<br />
Medicina<br />
José Alfonso<br />
Ontiveros<br />
Sánchez de la<br />
Barquera<br />
Instituto de<br />
Información<br />
e Investigación<br />
en Salud Mental<br />
A.C.<br />
Doctor Enrique<br />
Peña 122, Col.<br />
Doctores,<br />
Monterrey N.L. CP<br />
64710<br />
ontiverosalf@gmail.<br />
com<br />
Lesiones cerebrales<br />
y psicopatía<br />
2. Irritabilidad y agresividad<br />
3. Consistente irresponsabilidad<br />
4. Impulsividad y falla en planear a futuro<br />
5. Deshonestidad<br />
6. Falta de cuidado en la seguridad de si mismo o<br />
de otros<br />
7. Falta de arrepentimiento<br />
Algunas conductas antisociales se ven precipitadas<br />
por daño cerebral, secundario a traumatismo de cabeza o<br />
encefalitis. En este caso, el diagnóstico más apropiado es<br />
el de cambio en la personalidad, debido a una condición<br />
médica (Scully 1996) (2).<br />
CAMBIOS EN LA PERSONALIDAD<br />
POR CONDICIONES MÉDICAS<br />
Las alteraciones en la personalidad debidas a condiciones<br />
médicas pueden incluir labilidad en un amplio rango de<br />
alteraciones, entre las que se incluyen emotividad, pobre<br />
control de impulsos, agresividad y explosiones de ira, y<br />
apatía o suspicacia.<br />
La personalidad, como función cerebral, puede verse<br />
alterada por factores que modifican esta función en forma<br />
transitoria o permanente. El objeto de este artículo es revisar<br />
someramente la evidencia que sustenta la relación<br />
entre las lesiones cerebrales y la conducta psicopática.<br />
Este campo de la investigación neurofisiológica y neuropsiquiátrica<br />
pone de manifiesto el complejo origen de<br />
la personalidad y de las funciones morales y su sustento<br />
neurobiológico a través de sus alteraciones.
32y57.indd 1<br />
32<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
PERSONALIDAD Y LÓBULO FRONTAL<br />
Desde hace más de un siglo el lóbulo frontal y sus funciones<br />
se han asociado con la personalidad.<br />
El lóbulo frontal y la región prefrontal (áreas 4 y 6 de<br />
Brodman) en relación con la superficie total de los hemisferios<br />
cerebrales, ocupa el 32.8 por ciento en el humano,<br />
y la superficie relativa del mismo es mayor que en otros<br />
primates.<br />
El lóbulo frontal se ha asociado con la capacidad intelectual<br />
y funciones motoras y premotoras complejas,<br />
con el lenguaje y socialización, por lo que no es sorprendente<br />
que también esté asociado con la personalidad (3).<br />
Localizar la personalidad en una región cerebral es una<br />
tarea difícil. Múltiples estructuras cerebrales parecen colaborar<br />
en la estructuración de los denominados rasgos de<br />
la personalidad.<br />
Diversos estudios han ayudado a localizar las funciones<br />
responsables del temperamento, inhibición e impulsividad.<br />
Se ha observado que la realización de una tarea predecible<br />
activa diferentes regiones del lóbulo frontal. Una<br />
tarea esperada secuencial activa la corteza prefrontal medial<br />
anterior y el estrium ventral, en tanto que una tarea<br />
impredecible incluye el polo prefrontal y el estrium dorsolateral<br />
(Koechlin et al 2000) (4).<br />
El razonamiento basado en el análisis social incluye<br />
la activación del giro frontal superior izquierdo y giro orbitofrontal.<br />
Esto se ha demostrado en estudios con resonancia<br />
magnética funcional, en los que se ha observado la activación<br />
de la corteza frontopolar y giro frontal medial al<br />
establecer juicios sin significado emocional, en tanto que<br />
los juicios morales activan regiones en la corteza temporal<br />
derecha, núcleo lenticular y cerebelo (Moll et al 2001) (5).<br />
Si bien el lóbulo frontal no es la única estructura encargada<br />
de las funciones de la personalidad, sí juega un papel<br />
esencial en ella y en especial en el razonamiento social<br />
y moral. Así, no es sorprendente que diversas patologías<br />
que lo afecten pueden dar lugar a conductas sociopáticas.<br />
Tabla I. Anormalidades observadas en pacientes con leucotomía prefrontal<br />
y lesiones de cualquier causa:<br />
Anormalidades<br />
Cambio en la personalidad<br />
Disminución leve intelectual<br />
Psicomotricidad<br />
Anormalidades motoras<br />
Falta de conciencia sobre las<br />
consecuencias de cualquier acción<br />
Indiferencia social<br />
Placidez<br />
Falta de agresión<br />
Falta de ansiedad<br />
Afecto depresivo<br />
Excitabilidad infantil (Moria de Jastrowitz)<br />
Bromas inapropiadas<br />
Inestabilidad emocional<br />
Superficialidad<br />
Falta de concentración<br />
Vacilación de la atención<br />
Inestabilidad en llevar y planear<br />
actividades<br />
Dificultad en cambiar de una tarea a otra<br />
Alteración leve de la memoria<br />
Falta de iniciativa<br />
Impulsividad<br />
Abulia<br />
Reducción en la actividad<br />
Retardo psíquico<br />
Akinesis o mutismo<br />
Ataxia<br />
Rigidez paratónica<br />
Reflejo de prensión<br />
Reflejo de succión<br />
Incontinencia de esfínteres<br />
SÍNDROMES DEL LÓBULO FRONTAL<br />
El efecto de las lesiones frontales en el humano no ha dejado<br />
de ser objeto de controversia.<br />
El daño bilateral de los lóbulos frontales en las áreas<br />
premotoras (áreas 9, 10 y 11 de Brodman), y su implicación<br />
en diversos cambios en la personalidad ha sido reconocido<br />
desde hace más de cien años.<br />
Los pacientes con lesiones frontales muestran cambios<br />
en la personalidad y en la conducta social.<br />
Es frecuente cierto grado de apatía, irritabilidad, pobre<br />
juicio, conducta social desinhibida, falta de motivación y<br />
de dirección conductual y euforia.<br />
El síndrome varía de paciente en paciente y se relaciona<br />
con la locación de la lesión frontal.<br />
En especial, los pacientes con lesiones en la porción<br />
basal orbital muestran desinhibición, agresividad y combatividad.<br />
También se ha observado desinhibición sexual e irritabilidad<br />
(6).
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
33<br />
En 1978, Lezak (7) describió una serie de alteraciones en la personalidad, luego<br />
de traumatismo craneal severo:<br />
Falla en la perceptividad social.<br />
Falla en el autocontrol y auto-regulación.<br />
Conducta ligada al estímulo.<br />
Cambios emocionales.<br />
Falta de habilidad para aprender de la experiencia social.<br />
Estos cambios conductuales pueden pasar desapercibidos para el paciente<br />
y se muestran como un cambio narcisista o antisocial de la personalidad. Se ha<br />
discutido que conciencia o insight de las fallas conductuales es en realidad una<br />
agnosia (falla en reconocer la propia conducta) y en ocasiones se ha descrito<br />
como negación orgánica.<br />
Las lesiones graves del lóbulo frontal que pueden causar los denominados<br />
síndromes frontales incluyen malformaciones arteriovenosas, enfermedades<br />
neoplásicas y eventos hemorrágicos o lesiones quirúrgicas o traumáticas.<br />
Las lesiones orbitofrontales, luego de contusiones con daño del tejido neural<br />
contra la base anterior del cráneo, pueden sucederse en pacientes que han caído<br />
hacia atrás, golpeando el occipucio contra el suelo. Una disfunción leve en el<br />
olfato (nervio craneal I) puede detectarse luego de tal lesión y tal cambio suele<br />
acompañarse de alteraciones neuroconductuales, que incluyen impulsividad, euforia<br />
y síntomas maniacos.<br />
Hibbard y colaboradores (2000) (8) emplearon la entrevista SCID-II para trastornos<br />
de la personalidad del DSM-IV y encontraron que dos tercios de sujetos<br />
con lesiones cerebrales mostraban algún trastorno de la personalidad, independientemente<br />
de la severidad de la lesión, edad del sujeto y tiempo de evolución<br />
de la lesión. Es interesante señalar que traumas focales en los polos de lóbulos<br />
temporales, regiones orbitofrontales y convexidad del frontal pueden ocurrir sin<br />
evidencia neuro radiológica.<br />
Diversos estudios sugieren evidencia de la presencia de factores premórbidos<br />
de la personalidad para estos cambios postlesionales y, por tanto, una<br />
población de pacientes más vulnerables para anormalidades frontales luego de<br />
lesiones traumáticas (O´Shanick y O´Shanick 2005) (3).<br />
CAMBIOS EN LA PERSONALIDAD DE PACIENTES CON EPILEPSIA<br />
La epilepsia, en especial con origen en el lóbulo temporal, se ha asociado con<br />
cambios en la personalidad de los pacientes. Algunos de estos cambios incluyen<br />
conductas antisociales que merecen ser revisadas.<br />
El síndrome de Gastaut-Geschwind destacaba un grupo de cambios en la personalidad,<br />
que se creían asociados a la epilepsia del lóbulo temporal: emociones<br />
profundas, circunstancialidad, alteraciones religiosas, preocupaciones sexuales<br />
e hipergrafia (10, 11). Bear y Fedio (1977) (12) extendieron el denominado síndrome<br />
de la personalidad de Gastaut-Geschwind a 18 rasgos basados en la revisión<br />
de la literatura.<br />
Tabla II. Rasgos reportados por Bears y Fedio:<br />
Rasgo<br />
Agresividad<br />
Alteraciones en el interés<br />
sexual<br />
Disminución de la emotividad<br />
Dependencia, pasividad<br />
Elación, euforia<br />
Culpa<br />
Sobriedad y falta de humor<br />
Hipergrafia<br />
Hipermoralismo<br />
Hipomoralismo<br />
Aumento de emotividad<br />
Irritabilidad<br />
Obsesividad<br />
Paranoia, celos<br />
Intereses filosóficos<br />
Religiosidad<br />
Depresión<br />
Sentido de un destino<br />
personal<br />
Viscosidad<br />
Observación Clínica<br />
Hostilidad abierta, ataques<br />
de rabia, crímenes violentos,<br />
asesinato<br />
Falta de libido,<br />
hiposexualidad, fetichismo,<br />
trasvestismo, exhibicionismo,<br />
episodios de hipersexualidad<br />
Indiferencia emocional,<br />
falta de iniciativa, torpeza,<br />
hiperexcitabilidad<br />
Necesidad de ayuda,<br />
requerir siempre asistencia<br />
Grandiosidad, humor<br />
exhilarante, diagnóstico de<br />
trastorno bipolar<br />
Tendencia al autoescrutinio y<br />
autorecriminación<br />
Preocupaciones<br />
sobregeneralizadas, falta de<br />
humor o ideosincracias<br />
Hacer diarios extensos,<br />
notas detalladas, escribir<br />
Atención a las reglas con<br />
inhabilidad para distinguir el<br />
significado de infracciones<br />
menores, deseo de castigo<br />
Falta de atención a las<br />
reglas. Falla en entender el<br />
significado de bueno y malo<br />
Emociones profundas, afecto<br />
intenso sostenido, aumento<br />
de la sensibilidad<br />
Aumento de la irritabilidad,<br />
ira<br />
Ritualismo, orden, atención<br />
compulsiva a los detalles<br />
Sospecha,<br />
sobreinterpretación<br />
de motivos y eventos,<br />
diagnóstico de esquizofrenia<br />
paranoide<br />
Metafísica naciente o<br />
especulaciones morales,<br />
teorías cosmológicas<br />
Creencias religiosas<br />
profundas, idiosincráticas,<br />
conversiones múltiples,<br />
estados místicos<br />
Desesperanza,<br />
descorazonamiento,<br />
autodepreciación, depresión,<br />
intentos suicidas<br />
Egocentrismo. Eventos<br />
personales cambiantes, guía<br />
divina descrita a muchos<br />
eventos de la vida personal<br />
Tendencia a la repetición,<br />
viscosidad de la<br />
personalidad
34y55.indd 1<br />
34<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
Si bien aún existe controversia sobre la presencia de<br />
estos cambios con epilepsia del lóbulo temporal, puede<br />
observarse que muchos de estos cambios antagónicos en<br />
la personalidad de los pacientes con epilepsia parcial incluyen<br />
conductas agresivas, criminales, disminución de<br />
la percepción moral de la conducta, egocentrismo, indiferencia<br />
y alteraciones en la conducta sexual. Estos cambios<br />
en la personalidad de pacientes con epilepsia del lóbulo<br />
temporal pueden ser indistinguibles de los observados en<br />
lesiones del lóbulo frontal (11).<br />
EPILEPSIA DEL LÓBULO FRONTAL<br />
Los lóbulos frontales son importantes en la personalidad,<br />
y sus trastornos pueden afectar la personalidad, el<br />
juicio y las funciones ejecutivas. La corteza posterior orbitofrontal,<br />
y el giro cingulado anterior, dos áreas críticas<br />
paralímbicas del lóbulo frontal, intervienen en estas funciones.<br />
Los pacientes con epilepsia focal del cíngulo anterior<br />
pueden desarrollar psicosis, agresividad, conducta<br />
psicopática, desviaciones sexuales, irritabilidad, trastorno<br />
obsesivo-compulsivo y pobre control de impulsos. Las lesiones<br />
orbitofrontales producen hiperfagia, falla de ligas<br />
autonómicas para guiar la conducta, respuestas emocionales<br />
aberrantes, aumento de la agresividad, conducta social<br />
disfuncional, conducta desinhibida y confabulación (13).<br />
EPILEPSIA GENERALIZADA<br />
Los problemas de personalidad en la epilepsia no están<br />
restringidos a las formas de epilepsia parcial; ocurren en<br />
los síndromes de epilepsia generalizada, tales como la epilepsia<br />
mioclónica juvenil y las ausencias. En la epilepsia<br />
mioclónica juvenil, se han reportado rasgos de personalidad<br />
en los pacientes, que incluyen irresponsabilidad, falla<br />
en el control de impulsos, descuido de responsabilidades,<br />
exageración, desinterés personal, inestabilidad emocional,<br />
inconsideración, rabia súbita y distractibilidad. Janz<br />
(1969) (14) observó también que estos pacientes niegan<br />
tener problemas o conflictos sobre problemas de juicio<br />
evidentes.<br />
Se desconoce el origen de los cambios en la personalidad<br />
y en especial de aquellos relacionados con el control<br />
de la conducta social y percepción moral y por tanto<br />
de las conductas antisociales en pacientes con epilepsia<br />
generalizada. Estos cambios en la personalidad ponen de<br />
manifiesto la compleja tarea que implica estudiarlos y los<br />
retos futuros para la investigación neurobiológica.<br />
Tabla III. Problemas psicosociales y de personalidad que<br />
ocurren más frecuentemente en pacientes con historia de<br />
epilepsia versus artritis reumatoide juvenil:<br />
Problemas<br />
Académicos<br />
Psicosociales<br />
Conducta<br />
Ocupacional<br />
Requerir educación especial<br />
Bajo desempeño académico<br />
Repetir grado<br />
Falla en graduarse de<br />
preparatoria o carrera<br />
Retrasarse en la escuela<br />
Mala relación con hermanos<br />
Salir poco con amigos o<br />
compañeros<br />
Embarazo no deseado en<br />
adolescentes<br />
Historia de alto uso de<br />
alcohol<br />
Problemas conductuales<br />
reportados por padres y<br />
maestros<br />
Dificultades emocionales y<br />
psiquiátricas<br />
Pocos meses de empleo en<br />
el último año<br />
Alto grado de trabajo poco<br />
calificado<br />
Pobre satisfacción en el<br />
trabajo<br />
CONCLUSIONES<br />
La personalidad, como producto de las complejas funciones<br />
cerebrales, puede verse alterada en diversas patologías<br />
que afecten en forma transitoria o permanente<br />
su funcionamiento. Conductas antisociales y cambios antisociales<br />
de la personalidad se han observado en diversos<br />
trastornos neurológicos que afectan la función cerebral,<br />
como sucede en las epilepsias generalizadas y en especial<br />
en la epilepsia parcial con origen en los lóbulos temporales<br />
y frontales. Lesiones discretas del lóbulo frontal,<br />
en especial de la corteza posterior orbitofrontal y el giro<br />
cingulado anterior, y lesiones mayores en los denominados<br />
síndromes del lóbulo frontal, han sido también extensamente asociadas<br />
con conductas antisociales. El campo de investigación de la conducta “moral”<br />
es promisorio, y esperamos que en un futuro próximo los frutos de la investigación<br />
neurobiológica se reflejen en los sujetos con trastorno de la personalidad<br />
antisocial primario y en aquellos debidos a condiciones médicas como las que<br />
acabamos de revisar.<br />
REFERENCIAS<br />
1. American Psychiatric Association. Diagnosis and Statistical Manual of Mental<br />
Disorders, 4th Edition. Text Revision. Washington DC, 2000<br />
2. Scully J.H. Psychiatry 3d. Edition NMS. Williams & Wilkins. Honk Kong 1996.<br />
3. O´Shanick GJ, O´Shanick AM. Personality Disorders. Siver JM, McAllister TW, Yudofsky<br />
SC (editors). Textbook of Traumatic Brain Injury. American Psychiatric Publishing Inc.<br />
Washington DC, London, 2005. 245-258<br />
4. Koechlin E. Corrado G, Piegtrini P, et al. Dissociating the role of the medial and lateral<br />
anterior prefrontal cortex in human planning. Proc Natl Acad Sci 97: 7651-7656, 2000.<br />
5. Moll J. Eslinger PJ, Oliveira-Souza R: Frontopolar and anterior temporal cortex<br />
activation in a moral judgment task: preliminar functional MRI results in normal<br />
subjects. Arq Neuropsychiatr. 59: 657.667, 2001.<br />
6. Adams R, Victor M. Deragements of Intellect, Behavior, and Language due to diffuse<br />
and focal Cerebral Disease. En: Principles of Neurology 2d. Ed. McGraw-Hill Book<br />
Company, New York, 1997, 273-322.<br />
7. Lezak MD: The problema of assessing executive functions. Int J Pyschol 17: 281-197,<br />
1978<br />
8. Hibbard y colaboradores (2000) (Hibbard MR, Bogdany J. Uysal S, et al. Axis II<br />
psychopathology in individuals with traumatic brain injury. Brain Inj 14: 45-61, 2000.<br />
9. Meythaler JM, Peduzzi-Nelson J. Eleftheriou E. et al. Current concepts: diffuse axonal<br />
injury associated traumatic brain injury. Arch Phys Med Rehabil 82: 1461-1471, 2001.<br />
10. Strub R, Black F. Organic Brain Syndromes. F.A. Davis Company. Philadelphia. 1981.<br />
11. Trimble M. The Gastaut-Geschwind Syndrome. En The Temporal Lobe and the Limbic<br />
System. Ed. Trimble MR y Bolwin TG. Wrightson Biomedical Publishing Ltd, 1992, 137-<br />
147<br />
12. Bear DM Fedio P. Quantitative analysis of interictal behavior in temporal lobe<br />
epilepsy: Arch Neurol 1977; 34: 454-467.<br />
13. Ritaccio AL, Devinsky O. Personality Disorders in Epilepsy. En Psychiatric Issues in<br />
Epilepsy. A practical guide to diagnosis and treatment. Ettinger AB, Kanner AM (editors).<br />
Lippincott Williams & Wilkins. Philadelpia PA 1001. 147-161<br />
14. Janz D. Die epilepsie. Sturtgart: Georg Thieme, 1969<br />
15. Wirrell EC, Camfiel CS, Camfield PR et al. Long-term psychosocial outcome in typical<br />
absence epilepsy. Sometimes a wolf in sheep´s clothin. Arch Pediatr Adolesc Med 1997;<br />
151: 152-158)
27/10/2009 04:53:47 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
35<br />
¿Infancia es destino?<br />
?<br />
El psicópata<br />
nace o<br />
se hace?<br />
Mario Alberto Loredo Villa<br />
Dentro de mi desarrollo profesional en la criminología<br />
y psicología clínica he llegado a la conclusión de que<br />
algunas de las perturbaciones mentales en la vida<br />
adulta tienen su origen en la infancia.<br />
No es mi deseo mostrar un perfil determinista o reduccionista;<br />
pero, en los 14 años que tengo tratando las<br />
dolencias psíquicas de mis pacientes, en la intimidad del<br />
consultorio privado, así como en las prisiones, determinando<br />
las causas de las conductas antisociales, he comprobado<br />
no en todos los casos pero sí en una mayoría<br />
significativa, que algunas personas traen consigo, en su<br />
pasado histórico, un niño o una niña herida, que está<br />
gritando en forma de actitudes su problemática.<br />
Hago la aclaración de que las intervenciones y revisiones<br />
que se realizan en lo privado y en el área carcelaria<br />
tienen una diferencia abismal. En el ambiente penitenciario<br />
he entrevistado a un centenar de sujetos, ya sea para<br />
un diagnóstico de peligrosidad, para determinar la crimino<br />
génesis o para mantenerlos en el tratamiento grupal e<br />
individual y encaminarlos de manera gradual y paulatina a<br />
la erradicación de los factores que los llevaron a cometer<br />
la conducta que los tiene en cautiverio; labor difícil pero<br />
enriquecedora.<br />
Existe el mito de que todos los sujetos que están en<br />
prisión son psicópatas. La realidad es otra; me atrevo a<br />
escribir que hay presos que no deberían estar detrás<br />
de las bardas perimetrales de las penitenciarias, ya que<br />
no cuentan con una tipología criminal, y se les podría<br />
tratar de manera ambulatoria; pero hay otros que necesariamente<br />
tienen que estar en internamiento para su<br />
tratamiento; éstos son los psicópatas.<br />
PATRÓN GENERAL<br />
Pero, ¿quienes son los psicópatas? Sabemos que tienen un<br />
patrón general de desprecio y violación de los derechos<br />
de los demás; carecen de capacidad para adaptarse a las<br />
normas sociales, específicamente de orden legal; son mitómanos,<br />
hedonistas, fácilmente irritables, agresivos, imprudentes<br />
con su seguridad y la de los demás, carentes de<br />
sensaciones de remordimiento o culpas; tendientes a la actuación,<br />
utilizan a los demás para lograr fines perso-nales;<br />
cuentan con una alta incapacidad de insight, un ego<br />
Mario Alberto<br />
Loredo Villa<br />
Licenciado en<br />
Criminología.<br />
Licenciado en<br />
Psicología,<br />
con Especialidad<br />
en Violencia<br />
Familiar<br />
Estudiante de<br />
la Maestría en<br />
Psicología.<br />
Catedrático de<br />
la Facultad de<br />
Derecho<br />
y Criminología de la<br />
UANL<br />
Psicoterapeuta<br />
Privado.<br />
loredovillam@<br />
yahoo.com
36y53.indd 1<br />
36<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
centrismo muy marcado, juicio irracional; son insensibles<br />
al dolor ajeno; carecen de capacidad para crear lazos afectivos<br />
duraderos, etcétera.<br />
Todas estas características de personalidad, muy marcadas,<br />
llevan al sujeto a cometer de manera compulsiva<br />
conductas delictivas, desde un robo hasta asesinatos seriales.<br />
Pero, la pregunta que nos hacemos al buscar una<br />
etiología de tal personalidad es: ¿El psicópata nace o se<br />
hace?<br />
Quiero mencionar en este apartado que en algunos pacientes<br />
que padecen; por ejemplo, de claustrofobia, he encontrado<br />
que tuvieron complicaciones muy severas en el<br />
momento de la concepción; se estaban asfixiando y estuvieron<br />
a punto de morir. Esto fue condicionante con otras<br />
causas ambientales que se presentaron durante la niñez<br />
temprana y adolescencia, para desarrollar tal fobia.<br />
En pacientes con alteraciones como bulimia y a-<br />
norexia, he encontrado, al realizar un viaje retrospectivo<br />
a la primera infancia; ofensas verbales y sistemáticas<br />
en un periodo prolongado por parte de sus cuidadores<br />
(padres, hermanos, tíos, abuelos), con respecto a su apariencia<br />
física, lo que les genera una herida emocional tan<br />
grande que, combinada con otros factores ambientales,<br />
desemboca en estos trastornos de la alimentación.<br />
TEORÍA DE LA PERSONALIDAD<br />
A principios del siglo XX, Freud desarrolló su teoría de<br />
la personalidad, la cual enfatiza la importancia del desarrollo<br />
en la infancia temprana. La perspectiva psicoanalítica<br />
de Freud acerca del desarrollo del niño es evidente en su<br />
bien conocido análisis del caso del pequeño Hans, un niño<br />
cuya fobia a los caballos la atribuyó al complejo de Edipo.<br />
Con esto quiero dejar claro que no podemos atender<br />
un trastorno únicamente en el presente del paciente,<br />
sino que tenemos que subirnos al tren y viajar hacia su<br />
pasado para escudriñar las heridas emocionales que se<br />
le infirieron y que en el momento actual le están causando<br />
un grave problema de adaptación.<br />
En las entrevistas que realicé a sujetos con una psicopatía<br />
muy estructurada, encontré una niñez con ciertas<br />
características muy adversas; una de las primeras preguntas<br />
que les hago, cuando ya se ha establecido el contacto,<br />
es si recuerdan si fueron deseados por sus padres,<br />
y la respuesta en el mayor de los casos es que no. Esto<br />
se combinó con factores de privación material y afectiva<br />
dentro de los primeros 15 años de su vida, lo que culminó<br />
en una psicopatía.<br />
Es claro que nadie pasa de repente, a los 35 años de<br />
edad, de ser una persona perfectamente normal a tener<br />
un comportamiento profundamente malvado, disruptivo<br />
y homicida. Los comportamientos precursores del delito<br />
siempre han estado presentes y llevan mucho tiempo<br />
desarrollándose, desde la infancia.<br />
Los años infantiles se han olvidado; a pesar de ello,<br />
quedan, como en las ciudades perdidas, restos que sirven<br />
para reconstruir su arquitectura. Los recuerdos encubridores<br />
son una representación condensada, sintética y a<br />
menudo simbólica de los años infantiles olvidados. Freud<br />
señaló que el sujeto no recuerda nada de lo olvidado o<br />
reprimido, sino que lo vive de nuevo. No lo reproduce como recuerdo sino como<br />
acto.<br />
Kardiner señala que los tipos de reacción más comunes no representan idiosincrasias,<br />
y, por lo tanto, no pueden atribuirse a diferencias genéticas, sino a<br />
las diferencias del proceso integrativo o de construcción que caracteriza a la<br />
personalidad humana; estos tipos están determinados por variaciones en las<br />
características específicas de los padres, por los usos y las costumbres y por las<br />
condiciones a las que el individuo debe adaptarse desde el nacimiento hasta la<br />
edad adulta.<br />
ENUNCIADOS BÁSICOS<br />
Uno de los hallazgos sobresalientes de la psicología contemporánea es la postulación<br />
de unos cuantos enunciados básicos:<br />
1.- La conducta se encuentra motivada, consciente o inconscientemente.<br />
2.- Los motivos generadores de conducta son fundamentalmente infantiles y<br />
se encuentran anclados en el pasado.<br />
3.- En el curso de la vida infantil se estructuran modelos, los cuales constituyen<br />
fórmulas transactivas, particularmente funcionales en su época, operativas<br />
y económicas.<br />
4.- En el curso de la evolución se estructuran sistemas defensivos que con<br />
frecuencia tratan de encubrir el modelo fundamental, el cual, sin embargo,<br />
emergerá ante cualquier situación de peligro que ponga en movimiento el modelo<br />
más estable y primitivo.<br />
De la misma manera que un sujeto elige unos cuantos recuerdos para poner<br />
encima de ellos toda la temática de su historia infantil, asimismo solamente<br />
elegirá algunos fragmentos de la realidad actual, mostrando una inatención selectiva,<br />
para todo aquello que no le permita la repetición sistemática, económica<br />
y automática de su modelo.<br />
Ejemplifiquemos: un sujeto recuerda un episodio, en él ve a su padre violento<br />
e iracundo señalándole que debe ser limpio. El modelo con el cual el sujeto<br />
manejó la emergencia ante el padre autoritario, fue la de someterse sumisamente<br />
y evadir sus reacciones de protesta y hostilidad. Este mismo sujeto, al que<br />
por otra parte le unían para con su padre sentimientos tiernos y de dependencia<br />
positiva, va a elegir aquellas personas que le permitan repetir la pauta aprendida:<br />
de las múltiples características de los seres con los cuales entre en contacto,<br />
solamente elegirá aquellas que le permitan repetir el modelo.<br />
Todas las que se le opongan serán omitidas o simplemente no las percibirá.<br />
En ocasiones, el manejo de las situaciones infantiles le permite al sujeto<br />
repetir su pauta o modelo, no simplemente a manera de calca, sino encubriéndola<br />
y revistiéndola en una forma por lo demás particular.
27/10/2009 04:53:30 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
37<br />
La figura adulta más importante para un niño entre<br />
el nacimiento y los seis o siete años es la madre; y es<br />
durante este periodo cuando el niño también aprende<br />
lo que es el amor. Resulta que los psicópatas, en su mayoría,<br />
tuvieron una madre fría, distante, negligente y nada<br />
cariñosa. Para ellos hubo poco contacto físico, calor afectivo<br />
o aprendizaje de las formas en que los seres humanos<br />
normales se miman y demuestran su afecto e interdependencia.<br />
Estos niños carecieron de algo más importante que el<br />
dinero: el amor. Acabaron pagando por esa privación durante<br />
el resto de su vida, y no sólo ellos, sino también la<br />
sociedad, porque quitaron la vida a muchas personas y<br />
dejaron cicatrices permanentes en muchas otras.<br />
volvía, le tiraba un poco de comida y lo dejaba otra vez<br />
con el televisor hasta que regresaba a casa. Otro sujeto<br />
contó que durante su infancia, lo encerraban en su cuarto<br />
por la noche; cuando salía de su habitación e iba a la sala,<br />
lo mandaban a otra parte, porque la noche era el momento<br />
en que su papá y su mamá querían estar solos. El niño<br />
creció pensando que era un huésped indeseado en su propia<br />
casa. Estos niños se criaron en un ambiente que hacia<br />
caso omiso de sus actos, donde nadie ponía límite a lo que<br />
podían hacer.<br />
Una de las tareas de los padres es enseñarles a sus hijos<br />
la diferencia entre lo bueno y lo malo. Los psicópatas,<br />
sin embargo, llegaron a la edad adulta sin que nadie les<br />
hubiera enseñado que no se le debe introducir algo en el<br />
ojo a un cachorro, porque causa daño, o que destruir la<br />
propiedad ajena no esta permitido.<br />
SOCIALIZACIÓN DEL NIÑO<br />
El trabajo que deben llevar a cabo los padres durante los<br />
primeros seis años es la socialización del niño, enseñarle<br />
que vive en un mundo en el que también viven otras personas<br />
y que es importante interactuar bien con ellas. El niño<br />
cuya crianza lo encamina hacia el asesinato, interpreta el<br />
mundo en términos egocéntricos, porque sus profesores;<br />
y principalmente su madre, no ha impartido bien esta crucial<br />
asignatura.<br />
La calidad de los vínculos de apego con los otros familiares<br />
se considera el factor más importante a la hora<br />
de determinar cómo se relacionará el niño con los miembros<br />
de la sociedad que no son sus familiares, y cómo<br />
los valorará.<br />
En su infancia sufrieron tanto maltrato físico como psicológico.<br />
Hasta cierto punto, la sociedad ha comprendido<br />
que el maltrato físico es un precursor de la violencia,<br />
pero el componente emocional puede ser de igual importancia.<br />
Una madre solía dejar a su bebé en una caja de cartón<br />
delante del televisor mientras se iba al trabajo; cuando
38<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
Ahora bien, en las familias de los psicópatas, las relaciones<br />
con los hermanos y otros familiares; es decir, con<br />
las personas que podrían haber compensado la frialdad<br />
del padre o de la madre en estas situaciones, fueron igual<br />
de deficientes. Estos niños, criados de forma inadecuada<br />
en la primera infancia, no tuvieron a nadie a mano a quien<br />
poder recurrir. Por esta razón, fueron incapaces de formar<br />
vínculos de apego con los familiares más cercanos y crecieron<br />
en un ambiente cada vez más solitario y aislado.<br />
Es verdad que la mayoría de los niños que han tenido<br />
una infancia anómala no acaban matando o cometiendo<br />
actos antisociales violentos; ello se debe a que se salvan<br />
gracias a la intervención de una figura fuerte en la siguiente<br />
fase de la infancia, la pre-adolescencia.<br />
A los psicópatas nadie los salvó cuando se estaban<br />
ahogando; más bien, al contrario: se les empujó todavía<br />
más hacia el fondo. Entre los ocho y doce años, todas las<br />
tendencias negativas a las que han estado expuestos, se<br />
presentan exacerbadas y reforzadas. Lo que un niño realmente<br />
necesita en esta fase es a un padre, y es justamente<br />
en este momento cuando encontramos que esta figura<br />
desapareció: unos padres murieron; otros son encarcelados;<br />
otros se divorciaron, y otros, aunque físicamente presentes,<br />
se alejaron emocionalmente.<br />
ALGUNOS CASOS<br />
A manera de ejemplo, señalo lo siguiente:<br />
mató a cinco de ellas, y lo hizo antes de cumplir 19 años. Sus padres se divorciaron<br />
cuando él tenia siete años de edad, y su madre se mudó en coche, de Virginia<br />
a California, llevándose a sus tres hijos. Monte era el hijo menor y lloró durante<br />
todo el viaje. Cuando lo entrevistaron en la cárcel, muchos años después, dijo<br />
que si le hubieran dejado ir con su padre en vez de con su madre, estaría en la<br />
Facultad de Derecho y no en la cárcel, condenado a cadena perpetua. Su conclusión<br />
es cuestionable, pero el sentimiento era real. Monte inició su vida como<br />
bebé RH. Es decir, le tuvieron que hacer una transfusión de sangre completa,<br />
pero después estuvo sano, aunque siempre fue bajito de estatura para su edad.<br />
Sus padres se pelearon durante varios años, hasta que finalmente se divorciaron.<br />
Monte afirmaba que sus hermanos mayores le hicieron probar la marihuana y el<br />
alcohol antes de los siete años.<br />
Su primera conducta disocial ocurrió a los nueve años. Su madre y su nuevo<br />
padrastro pasaban mucho tiempo a solas, dejando que los niños se supervisaran<br />
entre ellos castigándolos luego arbitrariamente si algo salía mal. En las entrevistas,<br />
Monte repitió varias veces que su padrastro no sabia educar y que eso se<br />
debía a que el hombre había trabajado en el ejército durante la mayor parte<br />
de su vida. Solía traer regalos para sus hijastros, en un intento de comprar su<br />
amor, pero era el único modo que conocía de relacionarse con ellos.<br />
Con tan sólo nueve años, Monte dio rienda suelta a su ira, disparando contra<br />
un familiar con una escopeta de aire comprimido que su padrastro le había regalado.<br />
Después del incidente, su padrastro rompió la escopeta y le propino una<br />
paliza con el cañón del arma. Cuando tenía doce años, el segundo matrimonio<br />
de su madre fracasó, y Monte pensaba que su hermana y él eran responsables<br />
de lo ocurrido. Entre los trece y quince años de edad fue detenido por diversas<br />
faltas y dos abusos sexuales. En este segundo ejemplo, observamos que el sujeto<br />
tuvo un inicio temprano en su carrera delictiva, y el desarrollo antisocial fue<br />
progresivo.<br />
LA INFANCIA Y EL FUTURO<br />
Preguntemos ahora: “¿El desarrollo de la niñez será condicionante de la conducta<br />
delictiva del futuro?”.<br />
Siempre es posible intervenir en la vida de un niño potencialmente peligroso,<br />
y existen modos de retrasar sus conductas delictivas hasta los doce años de<br />
edad. Puede aparecer un nuevo padrastro cariñoso, un maestro o un hermano<br />
mayor que ejerza una influencia positiva sobre él. O se puede precisar que la<br />
terapia psicológica llegue a la etiología del problema y lleve al niño a su cura.<br />
La problemática de la psicopatía viene desarrollándose desde la infancia.<br />
Estos sujetos nunca han sabido relacionarse adecuadamente con otros seres<br />
humanos. Una habilidad interpersonal tan básica no es algo que se pueda<br />
enseñar fácilmente en la cárcel. Hay que reeducarlos, y, aunque suene ilógico,<br />
enseñarles a sentir cariño por otros seres humanos, como individuos. Convertir<br />
a hombres enfadados, resentidos y agresivos en personas sensibles ¿será esta<br />
tarea imposible?<br />
No cabe duda que el criminólogo y psicólogo clínico tiene una consigna<br />
difícil, pero no imposible.<br />
REFERENCIAS<br />
John Gacy.<br />
1.- John Gacy mató a 33 varones jóvenes, y los enterró<br />
debajo de su casa, antes de ser detenido. Durante su infancia,<br />
su padre solía llegar a casa, bajar al sótano y sentarse<br />
a beber en un sillón; cuando ya estaba borracho, subía a<br />
cenar, provocaba conflictos y acababa agrediendo físicamente<br />
a su mujer y a sus hijos.<br />
2.- Monte Ralph Rissell violó a una docena de mujeres,<br />
Cullari S. (2001). Fundamentos de Psicología Clínica.<br />
México, Primera Edición: Editorial Pearson Educación.<br />
Ramírez S. (2006). Infancia es Destino. México,<br />
Vigésima Edición: Editorial Siglo XXi Editores.<br />
Ressler R. (2005). Asesinos en Serie Barcelona, Primera<br />
Edición: Editorial Ariel, S. A.
27/10/2009 04:53:06 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
39<br />
Bases cognitivo<br />
emocionales<br />
de la psicopatía<br />
Ernesto O. López Ramírez<br />
PERFILES DE UN PSICÓPATA<br />
Imagine por un momento, que usted, estimado lector,<br />
llegara a un estado de consciencia en el cual no siente<br />
remordimiento ni pena por actos inmorales que pudiera<br />
cometer o por el daño que usted comete o ha cometido en<br />
perjuicio de otros, sin importar cuán relacionadas estén<br />
con usted estas personas. En general, imagine que se le<br />
reconoce como a una persona de sangre fría, que no se<br />
deja llevar por sus emociones y que no se interesa en tener<br />
empatía con los demás.<br />
Doctor Ernesto O.<br />
López Ramírez<br />
Profesor e<br />
Investigador<br />
Facultad de<br />
Psicología / UANL<br />
psicologoso@<br />
hotmail.com
40y49.indd 1<br />
40<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
Bien, muchos académicos podrían entonces clasificarlo<br />
a usted con rasgos de psicopatía (sociópata). Es curioso<br />
ver que la mayoría de las personas no entrenadas en el<br />
desorden de la personalidad reconocen este perfil conductual<br />
emocional como asociado a individuos disfuncionales,<br />
que cometen crímenes violentos y que probablemente<br />
acaben tras las rejas.<br />
En realidad, esto sucede con frecuencia, y podemos<br />
catalogar a este tipo de personas como sociópatas sin<br />
éxito social. Sin embargo, existen también los psicópatas<br />
socialmente exitosos. Martha Stout (2005) documenta<br />
casos de doctores, hombres de negocios y otros profesionistas<br />
sociópatas, e incluso se documentan casos de cómo<br />
personas del sexo opuesto encuentran sumamente atractivos<br />
estos rasgos de personalidad (Cleckley, 1988).<br />
Ni qué decir de películas o programas de televisión<br />
donde personajes despiadados, carentes de empatía ante<br />
el dolor humano ajeno, son idealizados como modelos<br />
deseables de éxito social (Hyat, 1994). En general, se reporta<br />
que, al menos en Estados Unidos, del 7 al 15 por<br />
ciento de la población que está en prisión son psicópatas,<br />
mientras que el uno por ciento de la población general<br />
que no está en prisión lo son también.<br />
zonas del cerebro que no integran actividad frontal (zona<br />
pensante, reflexiva) e incluye la activación de zonas primitivas<br />
del cerebro relacionadas con la agresión (Hoff, Beneventi,<br />
Galta, & Wik, 2009).<br />
INCAPACIDAD EMOCIONAL<br />
En sí, este cuadro señala que el psicópata posee incapacidad<br />
emocional para la codificación apropiada de aspectos<br />
de negatividad, y que, en conjunto con su incapacidad de<br />
sentir emociones sociales de empatía y gratitud, se constituye<br />
como un rasgo de personalidad disfuncional.<br />
Esto puede explicar por qué, cuando un psicópata<br />
evalúa una situación de conveniencia social, puede infligir<br />
dolor y sufrimiento a otros, sin preocuparse de los<br />
aspectos negativos morales o de remordimiento, ya que<br />
él en sí no es capaz de construir una perspectiva emocional<br />
negativa adecuada de otros individuos con los que se<br />
relaciona.<br />
EL MUNDO COGNITIVO<br />
EMOCIONAL DEL PSICÓPATA<br />
Muchos de los rasgos de personalidad que se les atribuyen<br />
a los psicópatas han sido relacionados con déficits en el<br />
sistema emocional de su cerebro. Por ejemplo, supongamos<br />
que a usted, amigo lector, se le sienta enfrente de<br />
una computadora y se le presentan rápidamente (en 250<br />
milisegundos) las siguientes caras, una por una, al mismo<br />
tiempo que se le registra su actividad cerebral:<br />
El cerebro de una persona típica tiende a responder en<br />
cuestión de milisegundos al reconocimiento de las emociones,<br />
y seguramente sus registros cerebrales mostrarán<br />
el patrón de activación cerebral típico del reconocimiento<br />
facial de las emociones positivas y negativas (López,<br />
2009).<br />
El caso del individuo psicópata es muy diferente. El<br />
reconocimiento de emociones negativas es deficiente<br />
o nulo, y el patrón de activación cerebral ligado al reconocimiento<br />
de emociones positivas es minimizado y<br />
diferente al de una persona típica (Deeley, Daly, Surguladze,<br />
Tunstall, Mezey, Beer, Ambikapathy, Robertson,<br />
Gianpietro, Brammer, Clarke, Dowsett, Fahy, Phillips &<br />
Murphy, 2006).<br />
Por otra parte, el reconocimiento facial emocional y de<br />
otros eventos sociales emocionales parece activar otras<br />
No es que él no entienda que está haciendo algo inmoral;<br />
de hecho, hay evidencia de que, en pruebas de juicio<br />
moral, tienden a salir más altos que los individuos típicos<br />
(Link, Scherer, & Byrne, 1977). Lo que pasa es que en realidad<br />
no les importa ni les afecta.<br />
Por otra parte, tampoco es el caso de que este tipo de<br />
personas no puedan sentir enojo, dolor o tristeza; es sólo<br />
que dicho repertorio emocional lo aplican exclusivamente<br />
en aspectos relacionados con ellos mismos, de tal forma<br />
que son muy sensibles a la humillación y la vergüenza, ante<br />
lo cual reaccionan rápidamente con enojo y agresión.<br />
LECCIONES SOBRE<br />
LA MENTE DEL PSICÓPATA<br />
Todos los individuos de la especie humana somos seres<br />
emocionales. En términos evolutivos, nos hemos desarrollado<br />
primero como entidades emocionales, y luego adquirimos<br />
aquellas habilidades intelectuales que nos tipifican<br />
como humanos: el pensamiento y el lenguaje. Esto<br />
es, somos seres emocionales con pensamiento, y, como<br />
tales, poseemos un cerebro que nos provee de un reper-
27/10/2009 04:52:48 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
41<br />
torio emocional e intelectual que nos permite adaptarnos a la sociedad que nos<br />
circunda.<br />
En ocasiones, ciertos individuos usan estas capacidades intelectuales emocionales<br />
para comportarse como psicópatas, aun y cuando genéticamente no<br />
tienen la disposición como una forma de adaptación social.<br />
Existen ejemplos famosos de soldados y líderes que, durante la Segunda<br />
Guerra Mundial, exhibieron conductas antisociales, al grado de poder ser catalogados<br />
como sociópatas. Miles de individuos incurrieron en esta guerra en<br />
conductas sociópatas, y eran individuos que se asumían civilizados y capaces de<br />
vivir en armonía.<br />
PSICÓPATAS DE SEGUNDO ORDEN<br />
Este tipo de pseudo-psicópatas son también conocidos como psicópatas de segundo<br />
orden (Fagan, & Lira, 1980) y representan un mensaje claro de que ciertos<br />
contextos culturales favorecen la emulación de dichas conductas antisociales.<br />
Uno podría pensar de inmediato que la conducta de un psicópata de primer<br />
orden y la conducta antisocial de un psicópata de segundo orden son cosas<br />
diferentes, ya que los primeros son el resultado de un déficit de base genética.<br />
Sin embargo, los individuos normales pueden, ya sea de una forma directa o<br />
indirecta, poner su sistema emocional en estado de déficit y crear un sistema<br />
cognitivo intelectual cruel y antisocial.<br />
Esto es así porque los mecanismos cognitivo cerebrales que evalúan el<br />
sufrimiento de otros, y aspectos negativos de eventos sociales, no son fijos<br />
sino modificables… sobre todo en edades tempranas.<br />
De esta forma, niños o jóvenes que frecuentemente son expuestos a modelos<br />
de crueldad y violencia como estrategia de éxito, poseen altas probabilidades de<br />
actuar con base en dichos modelos, al grado de modificar sus mecanismos de<br />
procesamiento de información social emocional.<br />
ENORME DAÑO SOCIAL<br />
Si bien es cierto que no todos los individuos son cognitivamente vulnerables a<br />
esta influencia, ya que poseen habilidades para afrontar la constante perversa<br />
influencia de dichos modelos, (Alloy, & Riskind, 2006), también hay que entender<br />
que existen individuos que nunca tuvieron dichas estrategias de afrontar<br />
la influencia de estos roles sociales. Basta con unos cuantos, sobre todo si son<br />
psicópatas de segundo orden exitosos para causar un gran mal social.<br />
REFERENCIAS<br />
Alloy, L.B. & Riskind, J.H. (2006). Cognitive vulnerability to<br />
emotional disorders. Mahwah, New Jersey: LEA .<br />
Cleckley, H. (1988) The mask of Sanity: An Attempt to<br />
Clarify Some Issues About the so-called psychopathic<br />
personality. Georgia, Mosby Medical Library.<br />
Deeley, Q., Daly, E., Surguladze, S., Tunstall, N., Mezey, G.,<br />
Beer, D., Ambikapathy, A., Robertson, D., Gianpietro, V.,<br />
Brammer, M.J., Clarke, A., Dowsett, J., Fahy, T., Phillips,<br />
M.L. & Murphy, D.G. (2006). Facial emotion processing in<br />
criminal psychopathy. The British Journal of Psychiatry,<br />
189: 533-539.<br />
Fagan, T.J. & Lira, F.T. (1980). The primary and secondary<br />
sociopathic personality: Differences in frequency and<br />
severity of antisocial behaviors. Journal of Abnormal<br />
Psychology 89(3):493-496<br />
Hoff. H., Beneventi, H., Galta, K. & Wik, G. (2009). Evidence<br />
of Deviant Emotional Processing in Psychopathy: A fMRI<br />
Case Study. International Journal of neuroscience, Vol. 116,<br />
No. 6, pags 857 – 878.<br />
Hyat, C.S. (1994). The psychopaths´ Bible. USA: New Falcon<br />
Publications.<br />
Link, N.F., Scherer, S.E. & Byrne, P.N. (1977). Moral<br />
judgement and moral conduct in the psychopath. Canadian<br />
Psychiatry Journal. Vol 22, No. 7, pags 341-346.<br />
López, R.E.O. (2009). Las emociones: La naturaleza cognitiva<br />
de las emociones humanas. México, D.F.: Trillas<br />
Stout, M. (2005). The sociopath next door. New York,<br />
Broadway Books.<br />
Wiers, R.W., Teachman, B.A. & Houwer, J.D. (2007). Implicit<br />
cognitive processes in psychopathology: An introduction.<br />
Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry,<br />
Vol 38, No. 2, pags 95-104.
42y47.indd 1<br />
42<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
Doctor Daniel<br />
Ojeda Torres<br />
Médico Psiquiatra<br />
Director del Instituto<br />
Jalisciense<br />
de Salud Mental<br />
dojeda@<br />
salmejalisco.gob.<br />
mx<br />
Doctor César<br />
González<br />
González<br />
Médico Psiquiatra<br />
Jefe de<br />
Investigación<br />
del Instituto<br />
Jalisciense<br />
de Salud Mental<br />
Investigador<br />
asociado “A” de la<br />
Secretaría de Salud<br />
cesar_gonzalez_<br />
gonzalez@msn.<br />
com<br />
Comorbilidad del trastorno<br />
de personalidad antisocial (psicopatía)<br />
Daniel Ojeda Torres<br />
César González González<br />
Eduardo Ángel Madrigal de León<br />
Doctor Eduardo<br />
Ángel<br />
Madrigal de León<br />
Médico Psiquiatra y<br />
Psicoterapeuta<br />
Profesor<br />
Investigador Titular<br />
B<br />
Centro Universitario<br />
de <strong>Ciencia</strong>s<br />
de la Salud /<br />
Universidad de<br />
Guadalajara<br />
Subdirector<br />
de Desarrollo<br />
Institucional<br />
Instituto Jalisciense<br />
de Salud Mental<br />
emadrigal@<br />
salmejalisco.gob.<br />
mx<br />
INTRODUCCIÓN<br />
El trastorno de personalidad antisocial que en el desarrollo<br />
de este trabajo llamaremos psicopatía, se expresa<br />
tempranamente, a través de conflictos con las normas,<br />
la ausencia de remordimiento, la impulsividad, la<br />
búsqueda de la novedad, la mentira, la superficialidad de<br />
las relaciones interpersonales y el encanto superficial.<br />
La psicopatía puede tener diferentes grados de manifestación<br />
y funcionalidad; desde las personas abusivas,<br />
que no tienen trascendencia legal, hasta los grandes criminales;<br />
pero, en general, se trata de individuos condenados<br />
a la inadaptación. 1<br />
La personalidad psicopática es la gran simuladora, ya<br />
que puede dar manifestaciones de múltiples trastornos<br />
mentales, sin llegar a constituir ninguno de ellos.<br />
Además de ser una gran simuladora, la psicopatía<br />
puede coexistir con un sinnúmero de conductas disrupti-<br />
vas y trastornos mentales que agravan la funcionalidad y<br />
el pronóstico de este trastorno de personalidad.<br />
El objetivo de esta revisión es brindar un panorama<br />
amplio de la comorbilidad psiquiátrica que sufren las personas<br />
con trastorno de personalidad antisocial o psicopatía.<br />
PSICOPATÍA Y CONDUCTAS DISRUPTIVAS<br />
Un aspecto importante que se debe considerar es la comorbilidad<br />
que presenta la psicopatía. No hay muchas dudas<br />
de que las personas que manifiestan un tipo de conducta<br />
psicopática también muestran otros tipos de conducta y,<br />
por eso, esta conducta es más versátil que especializada. 6,7<br />
Un estudio de Cambridge demostró la frecuencia de otras<br />
manifestaciones conductuales que acompañan a la psicopatía.<br />
Por ejemplo, los jóvenes psicópatas sentenciados
27/10/2009 04:52:30 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
43<br />
hasta los 18 años (por robo y hurto) eran más disruptivos<br />
que los delincuentes sentenciados después de esa edad.<br />
Los jóvenes sentenciados bebían más cerveza, se<br />
emborrachaban más a menudo y decían que el alcohol<br />
los hacía violentos. Fumaban y habían empezado a hacerlo<br />
a edad más temprana, y tenían más probabilidades<br />
de ser jugadores empedernidos.<br />
También tenían más probabilidades de haber sido encontrados<br />
culpables de delitos menores, de manejar en<br />
estado de ebriedad y de haberse lesionado en accidentes<br />
de tráfico. Fueron más frecuentes sus relaciones sexuales,<br />
especialmente con varias parejas y a partir de una edad<br />
temprana.<br />
A los 18 años, los delincuentes<br />
sentenciados ya<br />
tenían antecedentes laborales<br />
erráticos, con periodos<br />
de desempleo. Muchos<br />
vivían lejos del hogar familiar<br />
y reportaban no llevarse<br />
bien con sus padres. Era<br />
más probable que usaran<br />
tatuajes. Tendían a vagar<br />
en grupos de cuatro o más<br />
y se mezclaban en actos de<br />
vandalismo o violencia en<br />
grupo.<br />
Habían participado frecuentemente<br />
en riñas, iniciadas<br />
por ellos mismos; portaban<br />
armas, y las usaban en<br />
los pleitos. 5<br />
FARMACODEPENDENCIA Y<br />
PSICOPATÍA<br />
No se ha identificado un<br />
tipo de personalidad especialmente<br />
vulnerable a la<br />
farmacodependencia. Sin<br />
embargo, el farmacodependiente<br />
tiene antecedentes<br />
s i g n i f i c a t i v o s d e i m p u l s i -<br />
vidad o ansiedad. Estos antecedentes<br />
se han relacionado con la etiología de la dependencia<br />
a través del refuerzo positivo y negativo. 6<br />
Las personas impulsivas, lo son precisamente por su<br />
incapacidad para controlar los impulsos. Esta carencia se<br />
observa típicamente en el trastorno antisocial (psicópata)<br />
y por déficit de la atención. Algunos farmacodependientes<br />
presentan durante la infancia estos trastornos, pero entonces<br />
su impulsividad se manifiesta en las actividades<br />
propias de esta etapa de la vida.<br />
Con la llegada de la adolescencia se producen las primeras<br />
ingestas de alcohol y otras sustancias, y surge el<br />
deseo de consumir, por la euforia y el placer experimentados.<br />
Entonces, la impulsividad se manifiesta también en<br />
una insuficiente capacidad de control sobre el deseo de<br />
consumir alcohol u otras sustancias. 6,7<br />
Las variables de personalidad que se han relacionado<br />
con el consumo de drogas, de acuerdo a Zavaleta (2001),<br />
son: búsqueda de sensaciones, conflicto de identidad,<br />
poca tolerancia a la frustración, rasgos antisociales (psicopatía),<br />
impulsividad, autoestima y autoconcepto inadecuados;<br />
sentimientos de culpa; miedo o temores irracionales;<br />
tensión; ansiedad asociada a sentimientos de inferioridad<br />
e inadecuación.<br />
RASGOS DESADAPTATIVOS<br />
DE PERSONALIDAD<br />
De Macedo (2006) encontró una elevada prevalencia de<br />
rasgos desadaptativos de personalidad entre los farmacodependientes;<br />
el 65<br />
por ciento presentó seis<br />
rasgos o más 2 . Los rasgos<br />
desadaptativos de<br />
mayor prevalencia en el<br />
grupo de farmacodependientes<br />
fueron: compulsivo<br />
(81.5 por ciento);<br />
antisocial o psicopático<br />
(78.7 por ciento); histriónico<br />
(71.3 por ciento),<br />
y agresivo sádico (70.4<br />
por ciento) 2 .<br />
En los sujetos<br />
jóvenes, la prevalencia<br />
de rasgos histriónicos y<br />
psicopáticos fue la más<br />
frecuente. 2<br />
SUICIDIO Y PSICOPATÍA<br />
Las causas de la conducta<br />
suicida son complejas,<br />
tanto las que se refieren<br />
a la tentativa, como las<br />
relativas al suicidio consumado.<br />
Algunos individuos<br />
parecen especialmente<br />
vulnerables al<br />
suicidio cuando se ven<br />
enfrentados a sucesos<br />
ambientales o acontecimientos<br />
vitales difíciles, o cuando están expuestos a una<br />
combinación de distintos estresores.<br />
Así, los trastornos de personalidad representan un amplio<br />
campo de interacción entre el entorno y los factores<br />
biológicos que sitúan al individuo en un nivel de mayor<br />
riesgo de conductas suicidas. Es la interacción de los factores<br />
ambientales con la personalidad del individuo lo que<br />
determina el resultado final. 6,7<br />
Las personalidades proclives al suicidio, en general<br />
expresan rigidez, inestabilidad y hostilidad (trastorno<br />
narcisista y borderline de la personalidad). Desde esta<br />
perspectiva, en los años sesenta se creía que los psicópatas<br />
eran inmunes al suicidio; sin embargo, Verona y Cols.<br />
(2001), hallaron una sustancial evidencia a favor de una<br />
correlación positiva entre conducta antisocial y actos suicidas.<br />
Franke y col. reportaron (2003) que el alcoholismo
44<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
de internos de penitenciarías con personalidad psicopática<br />
se asociaba con episodios depresivos, trastornos de ansiedad,<br />
dependencia de la cocaína, y tentativas suicidas. 3<br />
Lester y col. (1989), compararon 182 pacientes con psicopatía<br />
con otra muestra de 109 pacientes deprimidos con<br />
tentativas suicidas. El grupo de psicópatas registró puntuaciones<br />
similares en los inventarios de depresión. No<br />
obstante, las tentativas del grupo de psicópatas poseían<br />
menor intencionalidad suicida que las del grupo de pacientes<br />
diagnosticados con depresión, y poseían un mayor<br />
número de tentativas previas que los pacientes deprimidos.<br />
3<br />
TRASTORNO DEL CONTROL<br />
DE LOS IMPULSOS Y PSICOPATÍA<br />
Los trastornos del control de los impulsos incluyen el<br />
trastorno explosivo intermitente, la cleptomanía, la piromanía,<br />
el juego patológico y la tricotilomanía. 6,7<br />
El trastorno explosivo intermitente se asocia con<br />
los trastornos de personalidad, aunque no hay estudios<br />
sistemáticos que avalen esta información. Wise y cols.<br />
(1996), ponen de manifiesto una extensa serie de factores<br />
asociados, entre los que destacan los orgánicos, los trastornos<br />
de personalidad y las adicciones. 6,7<br />
En el caso del juego patológico, los trastornos de personalidad<br />
son muy frecuentes. Según Kruedelbach y cols.<br />
(2006), el 61.1 por ciento de los pacientes con juego patológico<br />
presentaban algún trastorno de personalidad.<br />
Los trastornos de personalidad llamados inmaduros<br />
son los que se asocian al juego patológico; el más frecuente<br />
es el trastorno narcisista de la personalidad (18.5<br />
por ciento), seguido del trastorno límite de la personalidad<br />
(11.7 por ciento); el trastorno antisocial de la personalidad<br />
(psicópata), con el 9.9 por ciento, y el trastorno histriónico<br />
de la personalidad, (6.8 por ciento). 4<br />
Por último, no se ha encontrado evidencia científica<br />
que asocie la tricotilomanía, cleptomanía y piromanía con<br />
los trastornos de personalidad, aunque en forma empírica<br />
se han observado conductas piromaníacas en algunos<br />
psicópatas. 6,7<br />
TRASTORNO POR DÉFICIT<br />
DE ATENCIÓN Y PSICOPATÍA<br />
El trastorno por déficit de la atención (TDAH) es un<br />
padecimiento caracterizado por un patrón persistente de<br />
inatención y/o hiperactividad que condiciona rituales de<br />
aprendizaje y conducta desadaptativos con una evidente<br />
alteración funcional. 1<br />
Los niños con TDAH, cuyos síntomas persisten durante<br />
la adolescencia, tienen un riesgo elevado de desarrollar<br />
un trastorno de conducta. Aproximadamente un 50 por<br />
ciento de niños con trastorno de conducta desarrollan un<br />
trastorno de personalidad antisocial (psicopatía) durante<br />
la vida adulta. Los niños con TDAH y conducta disocial<br />
también tienen riesgo de desarrollar un trastorno relacionado<br />
con el consumo de sustancias. 6,7<br />
SIMULACIÓN Y PSICOPATÍA<br />
La simulación se caracteriza por la presencia de síntomas<br />
físicos o psíquicos, producidos intencionadamente, o fingidos,<br />
motivados por la existencia de incentivos externos,<br />
no psicológicos, como puede ser evitar responsabilidades<br />
laborales o militares, evitar procesamientos penales, obtener<br />
tóxicos o conseguir pensiones.<br />
El paciente psicópata invariablemente se encuentra expuesto<br />
a estas encrucijadas, por lo que tiene que recurrir<br />
a la simulación, para evitar responsabilidades, penas, castigos,<br />
o para obtener beneficios adicionales en la interacción<br />
con los demás. 1,6,7<br />
CONCLUSIONES<br />
La psicopatía es un trastorno de personalidad cuyas<br />
características de interacción social lo hacen muy desadaptativo<br />
en sí mismo, y que desafortunadamente no está<br />
solo, sino que tiene múltiples alteraciones de conducta<br />
asociados, y, lo que es peor, está acompañado por un sinnúmero<br />
de trastornos mentales que complican aún más la<br />
funcionalidad de los pacientes, y deterioran gravemente<br />
sus relaciones interpersonales.<br />
Si desea contactar a estos autores<br />
puede escribir a:<br />
Instituto Jalisciense de Salud Mental<br />
Av. Zoquipan 1000 “A”, colonia Zoquipan<br />
Zapopan, Jalisco, C.P. 45170<br />
REFERENCIAS<br />
1.- American Psychiatric Association: Manual<br />
diagnóstico y estadístico de los trastornos<br />
mentales (DSM IV TR), cuarta edición revisada,<br />
Barcelona, Masson, 2002.<br />
2.- De Macedo N: Relación entre rasgos<br />
desadaptativos de la personalidad y<br />
farmacodependencia. Persona 2006; 9:171-178.<br />
3.- Marco RG, Benítez M H, Morera A L: Conducta<br />
suicida en trastornos de personalidad. Rev Esp<br />
Sanid Penit 2006; 8: 108-111.<br />
4.- Kruedelbach N, Walker H I, Chapman H<br />
A, Haro G, Mateu C, Leal C: Comorbilidad<br />
de trastornos con pérdida del control de<br />
impulsos: ludopatía, adicciones y trastornos de<br />
personalidad. Actas Esp Psiquiatr 2006; 34 (2):<br />
76-82.<br />
5.- Farrington D P: Análisis crítico de la<br />
investigación sobre el desarrollo de la conducta<br />
antisocial desde el nacimiento hasta la edad<br />
adulta, en: Stoff DM, Breiling J, Maser J: Conducta<br />
antisocial, causas, evaluación y Tratamiento.<br />
México, Ed. Oxford University, 2002.<br />
6.- Sadock B.J., Sadock V.A.: Kaplan and Sadock’s<br />
Synopsis of Clinical Psychiatry, U S A, Lippincott<br />
William & Wilkins, 2005: 145-169.<br />
7.- Vallejo Ruiloba J.: Introducción a la<br />
psicopatología y la psiquiatría. España, Ed.<br />
Masson, 2002.<br />
44y45.indd 1
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
45<br />
Factores de riesgo en<br />
adolescentes para el desarrollo<br />
de psicopatía<br />
Mario Cáceres Vargas<br />
Primero que nada, definiremos la adolescencia como<br />
la edad cronológica comprendida de los 12 a los 18<br />
años; divididos en adolescencia inicial, de los 12 a los<br />
14 años; adolescencia intermedia, de los 14 a los 16 años,<br />
y adolescencia tardía, de los 16 a los 18 años.<br />
La adolescencia se caracteriza por múltiples cambios<br />
físicos, endocrinológicos y sociales.<br />
El término psicopatía incluye diversas perspectivas,<br />
como la irresponsabilidad, impulsividad, falta de objetivos<br />
realistas a largo plazo, conducta sexual promiscua. Estos<br />
problemas suelen ocurrir desde temprana edad. Además,<br />
se caracterizan por un estilo de vida parasitaria, crueldad,<br />
falta de culpa o remordimiento, necesidad de estimulación<br />
y proclividad al aburrimiento, sensación de grandiosidad y<br />
elocuencia asociada a encanto superficial.(1)<br />
ABUSO DE SUSTANCIAS<br />
En Estados Unidos, la prevalencia del trastorno antisocial<br />
de la personalidad es del dos por ciento, común en ciu-<br />
Doctor Mario<br />
Cáceres Vargas<br />
Médico externo,<br />
adscrito<br />
al Servicio de<br />
Psiquiatría<br />
Infantil y de la<br />
Adolescencia<br />
Departamento de<br />
Psiquiatría<br />
Hospital<br />
Universitario /<br />
UANL<br />
caceresmarioh@<br />
hotmail.com
46y43.indd 1<br />
46<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
dades grandes empobrecidas; la mayoría son varones, y<br />
existe una alta asociación con el uso y abuso de sustancias,<br />
así como con conductas criminales.<br />
En cuanto a la etiología de la psicopatía, existen factores<br />
biológicos de riesgo, como el temperamento, que<br />
puede ser fuerte, intrépido, agresivo; generalmente no<br />
respeta el castigo y es muy difícil de manejar.<br />
Cleckley menciona que los psicópatas carecen de capacidad<br />
innata para atender y expresar el significado de<br />
las experiencias emocionales y para la comprensión del<br />
lenguaje normal.<br />
REFERENCIAS<br />
1. Gabbard, Psiquiatría Psicodinámica en la práctica<br />
clínica,<br />
3ª. Edición, Editorial Médica Panamericana (2002).<br />
CAMBIOS EN LA ACTIVIDAD CEREBRAL<br />
Otro aspecto biológico que se ha asociado a la psicopatía<br />
son los cambios en la actividad cerebral, en el área de los<br />
lóbulos frontales. También se ha encontrado que niveles<br />
bajos de serotonina se asocian al comportamiento agresivo<br />
y violento.<br />
El ambiente familiar también se ha correlacionado<br />
como factor de riesgo para la psicopatía, ya que se ha observado<br />
que un 60 por ciento de la conducta antisocial<br />
del adolescente puede ser causada por conducta parental<br />
negativa y conflictiva, dirigida especialmente al mismo; se<br />
ha observado que el rechazo materno temprano, la inconsistencia<br />
en el manejo de reglas, la violencia interfamiliar<br />
y el abuso físico y psicológico también juegan un<br />
rol importante en el desarrollo de psicopatías.<br />
Ambientes que fomenten el desapego en las relaciones<br />
y experiencias afectivas, así como las que favorezcan vínculos<br />
sádicos basados en la destructividad y poder también<br />
son factores de riesgo.<br />
Hay que considerar, asimismo, algunas condiciones<br />
médicas, psiquiátricas, como es el caso del Trastorno por<br />
Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), con y sin<br />
atención, que es una entidad biológica caracterizada por<br />
una serie de síntomas por hiperactividad y de inatención e<br />
impulsividad, que al evolucionar sin tratamiento, encuentra<br />
una alta comorbilidad con conducta antisocial y abuso<br />
de sustancias.<br />
TOLERANCIA DE LA VIOLENCIA<br />
Otro factor asociado es el acoso escolar o “bullying”, en<br />
donde el victimario y los observadores desarrollan un aumento<br />
de tolerancia de la violencia en todas sus formas.<br />
Esas conductas han sido estudiadas ampliamente en países<br />
como Finlandia.<br />
Algunas otras condiciones psiquiátricas en la adolescencia,<br />
como la ansiedad y la depresión, evolucionan<br />
de manera crónica, y, sin tratamiento, pudieran llevar a<br />
trastornos de conducta por el abuso de sustancias.<br />
Finalmente, el uso y abuso de sustancias durante esta<br />
etapa tan importante parece ser un denominador común<br />
como factor de riesgo para el desarrollo de la psicopatía<br />
y criminalidad.<br />
Es importante señalar que la adolescencia es una etapa<br />
de reorganización psíquica, en la que, por un lado, se<br />
pueden reinternalizar y modificar aspectos disfuncionales<br />
previos o, por el contrario, permitir y fomentar la<br />
expresión de los mismos.
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
47<br />
La conducta psicopática<br />
Javier Lugoleos Cano<br />
UN RETRATO HABLADO<br />
Juan tiene 26 años; en su infancia fue un niño “difícil”,<br />
pero llegaba a caer bien cuando recién se le conocía,<br />
ya que tenía mucha labia y era atractivo físicamente;<br />
sin embargo, tendía a maltratar a ciertos compañeros de<br />
su clase, y tenía la costumbre de salir a la calle a matar<br />
pájaros y apedrear gatos. A los perros no les hacía nada,<br />
pues temía que lo mordieran. Su padre murió cuando él<br />
tenía seis años, por lo que su madre tenía que trabajar, y<br />
se ausentaba de la casa.<br />
Conforme Juan fue creciendo, se volvió terco y fanfarrón,<br />
aunque conservaba ese encanto superficial. A los 14<br />
años empezó a usar drogas y a cometer robos en casa;<br />
comenzó a faltar a la escuela, por lo que su familia le consiguió<br />
un trabajo para hacerlo más responsable.<br />
Juan consideró que el empleo no estaba a su altura y<br />
lo dejó. Decidió dedicarse a la venta de drogas para hacer<br />
frente a sus gastos y mantener su consumo. A los 18 años<br />
ya había estado tres veces a disposición del Tribunal de<br />
Menores por robo en tiendas, daño a terceros en riñas con<br />
arma blanca y abuso sexual de una vecina, cargo este último<br />
que la madre logró negociar con la familia de la víctima<br />
y el juez, para atenuar la pena.<br />
Los vecinos afirmaban que era una persona muy resentida,<br />
con la que era imposible llevarse bien, y se sentían<br />
intimidados por su actitud provocadora y desafiante.<br />
A los 20 años, un conocido lo introdujo en la religión<br />
cristiana; intentó aprender valores, pero al final sólo terminó<br />
utilizando a sus compañeros, a los que robaba, así<br />
que aprendió a presentar una mejor fachada.<br />
A los pocos meses logró entrar a trabajar en la policía,<br />
por unos “favores” que hizo al golpear a unas personas.<br />
Ahí podía obtener ganancias, mediante la protección que<br />
brindaba a delincuentes.<br />
Sin embargo, era impulsivo, y varias veces fue denunciado<br />
por abuso de autoridad, hasta que salió por no poder<br />
encajar en el circulo de corrupción de la policía.<br />
Actualmente está detenido por haberse peleado con<br />
su vecino y por haber alterado el orden público. Aceptó<br />
acudir con el psicólogo para evitar la cárcel; pero, si lo van<br />
a “refundir”, mejor no va.<br />
Éste es sólo un retrato de los muchos que puede haber<br />
de un psicópata. Quizás sea de los más evidentes, pero<br />
hay algunos más difíciles de detectar.<br />
Doctor Javier<br />
Lugoleos Cano<br />
Médico Psiquiatra,<br />
Psicoterapeuta<br />
Individual, de<br />
Grupo, Pareja y<br />
Familia<br />
jlugoleos@hotmail.<br />
com<br />
27/10/2009 04:51:53 p.m.
48y41.indd 1<br />
48<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
CRMINALIDAD Y CONDUCTA ANTISOCIAL<br />
Los términos “psicopatía”, “sociopatía” y trastorno antisocial<br />
de la personalidad” suelen emplearse como equivalentes.<br />
Gran parte de la literatura existente se ve limitada<br />
por el uso intercambiable de estas expresiones.<br />
La criminalidad es un concepto legal; la conducta<br />
antisocial es un concepto clínico psiquiátrico y critica<br />
al DSM, porque plantea la definición de la personalidad<br />
antisocial en términos de conducta criminal.<br />
El término tradicional para el tema que estamos tratando,<br />
era de persona psicopática. Luego fue reacción antisocial,<br />
y el término contemporáneo es personalidad antisocial.<br />
En este artículo lo referiremos como psicópata.<br />
En la persona antisocial, la maldad y la enfermedad<br />
mental parecen entremezclarse. En primera instancia, tendríamos<br />
que saber a qué nos referimos cuando hablamos<br />
de conducta psicopática.<br />
CONOCIMIENTO DEL PSICÓPATA<br />
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos<br />
Mentales (DSM), los psicópatas son personas que<br />
violan de manera flagrante y repetida los derechos de los<br />
demás; parecen carecer de conciencia; frecuentemente<br />
carecen de empatía, y tienden a ser insensibles, cínicos y<br />
a menospreciar los sentimientos, derechos y penalidades<br />
de los demás.<br />
El concepto que tienen de sí mismos los puede hacer<br />
arrogantes; la falta de empatía, el engreimiento y el encanto<br />
superficial son características que normalmente<br />
han sido incluidas entre las concepciones tradicionales<br />
de la psicopatía, y pueden ser especialmente distintivas<br />
del trastorno antisocial de la personalidad en el medio carcelario<br />
o forense, en el que los actos delictivos o agresivos<br />
probablemente son inespecíficos.<br />
Estos sujetos también pueden ser irresponsables y explotadores<br />
en sus relaciones sexuales. Pueden ser irresponsables<br />
como padres. Los sujetos con trastorno antisocial<br />
de la personalidad tienen más probabilidades que la<br />
población en general de morir prematuramente por causas<br />
violentas, como suicidio, accidente y homicidio.<br />
Estos individuos también pueden experimentar disforia,<br />
incluidas quejas de tensión, incapacidad para tolerar<br />
el aburrimiento y estado de ánimo depresivo. Pueden presentar,<br />
de forma asociada, trastornos de ansiedad, trastornos<br />
depresivos, trastornos relacionados con sustancias,<br />
trastorno de somatización, juego patológico y otros trastornos<br />
del control de los impulsos.<br />
El maltrato o el abandono en la infancia, el comportamiento<br />
inestable o variable de los padres o la inconsistencia<br />
en la disciplina aumentan las probabilidades de que<br />
un trastorno disocial (en la infancia) evolucione hasta un<br />
trastorno antisocial de la personalidad.<br />
CONDUCTAS ANTISOCIALES<br />
Las conductas que observaríamos en el Trastorno Antisocial<br />
de la Personalidad, que son las del psicópata propiamente,<br />
serían las siguientes, según el DSM-VI-TR:<br />
1. Fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que<br />
respecta al comportamiento legal, como lo indica el perpetrar<br />
repetidamente actos que son motivo de detención.<br />
2. Deshonestidad, indicada por mentir repetidamente,<br />
utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio<br />
personal o por placer.<br />
3. Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.<br />
4. Irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas<br />
repetidas o agresiones.<br />
5. Despreocupación imprudente por su seguridad o la<br />
de los demás.<br />
6. Irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad<br />
de mantener un trabajo con constancia o de<br />
hacerse cargo de obligaciones económicas.<br />
7. Falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia<br />
o la justificación del haber dañado, maltratado o robado<br />
a otros.<br />
Hay personas que pueden tener sólo “rasgos” de una<br />
personalidad psicopática, sin llegar a serlo; tener un trastorno<br />
antisocial propiamente, como aquellas personas que<br />
presentan algunas de las características antes descritas o<br />
que en determinado momento de su vida o ante determinadas<br />
circunstancias han cometido delitos, como el adicto<br />
a las drogas, que roba para conseguir la sustancia, pero<br />
que no es una personalidad antisocial propiamente.<br />
ENTENDIMIENTO DEL PSICÓPATA<br />
El psicópata actúa de acuerdo con su propia lógica, que<br />
no es la nuestra. Por eso no entendemos por qué hace lo<br />
que hace; por qué daña, sin pensar en las consecuencias,<br />
o, aun enterado de ellas, comete actos que el resto de las<br />
personas no haría. Y, si es impune, quizás promueva un<br />
mayor descaro o gravedad en sus actos antisociales.<br />
Las reglas sociales; los valores, como el respeto, el<br />
civismo, el trabajo en equipo, la honestidad, el sociópata<br />
los entiende de manera diferente. Los usa o manipula<br />
para obtener lo que desea, con sus intereses particulares<br />
al frente.<br />
Es una persona con relaciones interpersonales parciales;<br />
esto es, no llega a integrar un vínculo de amor o<br />
relación plena o total; está como partido o escindido, lo<br />
cual hace que al dar sólo partes de él, crea confusión.
27/10/2009 04:51:33 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
49<br />
Tiende a armar problemas entre las personas; da sólo parte de la información,<br />
de tal manera que pueda mantener su estado de control sádico sobre<br />
las personas con las que convive.<br />
ATRACCIÓN Y VIOLENCIA<br />
Puede ser violento y atractivo; con amenazas o con seducción, mantiene a su<br />
pareja a su lado; la desgasta, como si fuera de su propiedad, una extensión de sí<br />
mismo, a la que puede manipular para lograr sus objetivos.<br />
Explota a su familia, conocidos o comunidades, y se vuelve un parásito de<br />
ellas. No toma a los demás como personas con derechos, sino como cosas.<br />
El psicópata siempre trabaja para sí mismo, aunque en su discurso diga<br />
todo lo contrario. La gente es un mero instrumento. Carece de la habilidad<br />
emocional de la empatía, que es la capacidad de cualquier persona normal de<br />
ponerse en el lugar del otro.<br />
Los psicópatas juegan como buenos histriónicos narcisos con la seducción<br />
inicial que envuelve, si tienen buena inteligencia lógico-matemática. En caso de<br />
tener menos recursos intelectuales, son burdos y no pasan de ser personas adictas,<br />
que cometen robos o están a las órdenes de otros psicópatas.<br />
CÓMO PIENSA EL PSICÓPATA<br />
“Si va en función mía, entonces lo acepto”, diría un psicópata. En esencia, la<br />
sociopatía es, dentro del espectro del narcisismo, el estado más patológico y<br />
dañino. El sociópata es un narciso maligno o negativo, para quien el arrepentimiento<br />
es cosa de otros, y cuando es capaz de reparar los daños, lo hace<br />
“para que no me vaya mal”, y no por la conciencia de la culpa empática.<br />
O lo hace, “para que no me pesquen y vaya a la cárcel” o “para que no me<br />
quiten mi dinero”, y nunca por: “como me hace daño el dolor de esta persona,<br />
quisiera que dejara de sufrir. ¿Cómo le puedo ayudar?”.<br />
El psicópata no anda pregonando su juego, sus piezas de juego, por una<br />
razón simple: los otros, pueden enterarse y arruinarle la partida. Tal vez pueda<br />
comentarlos una vez conseguidos sus objetivos, y con personas muy selectas.<br />
Cuando uno se da cuenta de contradicciones en la información, y lo confronta,<br />
normalmente hay una nueva explicación y todo parece claro. Muchas veces<br />
uno siente como que todo hace sentido, pero cuando nos alejamos nada hace<br />
sentido; hay un engaño sutil, crónico; y la confusión que crea gradualmente nos<br />
habla de estar frente a un psicópata.<br />
Si es sorprendido robando, dice que está muy triste y tiene tremendos remordimientos.<br />
Si le preguntáramos si ha tenido otras conductas antisociales,<br />
las negara, y después nos enteráramos, por medio de otras personas o familiares,<br />
que hubo, por ejemplo, otro robo importante hace un par de meses, y le<br />
hiciéramos ver que no dijo la verdad, quizás diga que se le olvidó, y muestre<br />
una contradicción entre la culpa expresada que es sólo hacia aquello que ya es<br />
conocido.<br />
Por carecer de capacidad para identificarse con la<br />
estructura moral interna de otras personas -en el caso anterior<br />
de darnos cuenta que no nos dijo la verdad- pensará<br />
que estamos enojados con él. No podrá entender que hay<br />
una reacción de tristeza o duelo en la persona engañada,<br />
y que no se trata de un ataque, sino de un sentimiento<br />
de pena por la pérdida de confianza en la persona.<br />
NIVELES DEL NARCISISMO<br />
Para conocer datos conductuales que presentaría un individuo<br />
en el aspecto narcisista, se describen los siguientes<br />
tres niveles:<br />
a) Rasgos narcisistas positivos o de menor disfuncionalidad.<br />
Como ejemplos, a este narciso le angustian el<br />
envejecer, la calvicie, las arrugas, las canas, el enfermar;<br />
cuando enferma, le es difícil pedir ayuda; le atrae la exhibición;<br />
tiene la necesidad de demostrar a su pareja una<br />
y otra vez su potencia; se complace hablando de sí mismo;<br />
se halla dominado por la culpa más que por la vergüenza;<br />
en él predomina el vínculo erótico; esto es, relaciones más<br />
cercanas a lo constructivo y al amor.<br />
b) Narcisismo patológico. Este problema se caracteriza<br />
por autorreferencia excesiva, grandiosidad, tendencia a<br />
superioridad exhibicionista, dependencia excesiva de admiración<br />
por parte de otros, superficialidad emocional,<br />
crisis de inseguridad, que alterna con la grandiosidad<br />
usual; tendencia a grandes cambios de ánimo; tendencia<br />
a estar regido por la vergüenza en vez de la culpa; el incurrir<br />
en actos antisociales. En este sentido, el temor a que<br />
lo pillen determina su honradez, y no el sentimiento de<br />
una moral interna.<br />
Quiere ser admirada (o), porque es la más rica, la que tiene<br />
más objetos, porque es la más bonita, la mejor vestida,<br />
en contraste por querer ser estimada por los valores más<br />
adultos.<br />
c) Narcisismo maligno y psicopatía. En este caso, se presenta<br />
conducta antisocial desde la infancia (mentir, robar,<br />
falsificar cheques, prostituirse, asalto, robo, asesinato,<br />
robo armado). Hay ausencia de una auténtica capacidad<br />
de sentimiento de culpa y de remordimiento. Esto es importante,<br />
porque el psicópata puede presumir de remordimientos,<br />
y una vez que lo han agarrado (no antes), puede<br />
aparentar sentido de culpabilidad y mostrarse arrepentido,<br />
simplemente para conseguir una atenuación de la pena.
50y39.indd 1<br />
50<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
SER O NO SER… PSICOPÁTICO<br />
El rompimiento de las reglas o el conducirse psicopáticamente podría ir en función de aspectos culturales, narcisistas o grandiosos, o de<br />
rasgos psicopáticos. La diferencia estaría en la permanencia de las conductas, las circunstancias y el momento o etapa de vida y la capacidad<br />
de cambio y reparación de daño a través de la culpa generada o de la toma de conciencia.<br />
Pensemos respecto de las siguientes conductas antisociales y<br />
delictivas: ¿hasta dónde llegaríamos o cuáles reglas ya hemos roto?<br />
1. Comer el postre que está en el refrigerador sin preguntar, sin que<br />
se den cuenta.<br />
2. Tomar, sin permiso, el automóvil del familiar.<br />
3. Copiar en un examen.<br />
4. Alborotar o silbar en una reunión, lugar público o de trabajo.<br />
5. Salir sin permiso (del trabajo, de casa o del colegio).<br />
6. Entrar en un sitio prohibido.<br />
7. Ensuciar las calles/aceras, rompiendo botellas o volcando cestos<br />
de basura).<br />
8. Decir “groserías” o palabras altisonantes.<br />
9. Molestar o engañar a personas desconocidas.<br />
10. Llegar tarde al trabajo, etcétera.<br />
11. Hacer trampas<br />
12. Hacer grafitti en lugares prohibidos.<br />
13. Tomar frutas de un jardín ajeno.<br />
14. Gastar bromas pesadas a la gente.<br />
15. Llegar a propósito más tarde de lo permitido (a la casa, al trabajo,<br />
etcétera).<br />
16. Arrancar o pisotear flores o plantas de un parque o jardín.<br />
17. Comer cuando está prohibido.<br />
18. Contestar mal a un superior o autoridad.<br />
19. Negarse a hacer las tareas encomendadas.<br />
20. Utilizar influencias económicas o políticas para obtener un beneficio,<br />
a pesar de no merecerlo o merecerlo menos que otra persona<br />
que ha trabajado para obtenerlo.<br />
21. Meterse a la fila del cine u otro sitio.<br />
22. Pelear con otros.<br />
23. Pertenecer a una pandilla que arma líos, se mete en peleas o<br />
crea disturbios.<br />
24. Tomar el coche o la moto de un desconocido para dar un paseo,<br />
con la única intención de divertirse.<br />
24. Forzar la entrada de un almacén, garaje, bodega o tienda de<br />
abarrotes.<br />
25. Entrar en una tienda que esté cerrada, robando o sin robar.<br />
26. Robar cosas de los coches.<br />
27. Llevar algún arma, por si es necesaria en una pelea.<br />
28. Planear de antemano entrar en una casa, apartamento, etcétera,<br />
para robar.<br />
29. Tomar la bicicleta de un desconocido y quedarse con ella.<br />
30. Entrar en una casa o apartamento y robar algo sin haberlo planeado<br />
antes.<br />
31. Robar materiales o herramientas a gente que está trabajando.<br />
32. Gastar frecuentemente en el juego más dinero del que se<br />
puede.<br />
33. Robar ropa de un tendedero o cosas de los bolsillos de ropa<br />
colgada en un perchero.<br />
34. Conseguir dinero amenazando a personas más débiles.<br />
35. Destrozar o dañar cosas en lugares públicos.<br />
36. Dañar a personas con armas en una riña.<br />
37. Quitarle la vida a una persona en una riña.<br />
38. Asesinar premeditadamente a una persona.<br />
39. Dañar o asesinar personas por dinero.<br />
40. Secuestrar a alguien y pedir rescate.<br />
41. Planear un atentado terrorista.<br />
Quizás muchos han roto reglas sociales, y han presentado<br />
conductas consideradas antisociales en algún momento<br />
de su vida, por distintos motivos, sin llegar al acto<br />
delictivo.<br />
Hay que tomar conciencia de que las personas que<br />
presentaron algunos rasgos psicopáticos en la infancia<br />
o adolescencia, y sus familias, deben recibir atención<br />
profesional, y tener claro que a veces es difícil de entrada<br />
saber que se está frente a un psicópata, y que, si lo hemos<br />
detectado, debemos protegernos, tomando en cuenta que,<br />
hasta el momento, no existen estrategias efectivas para<br />
ayudarlos a un cambio.<br />
Una adecuada rehabilitación carcelaria es una opción<br />
para limitar el daño, que sería uno de los objetivos principales<br />
ante la psicopatía. El psicópata no se ve enfermo, y<br />
cabe la pregunta: “¿Lo es?”.<br />
La realidad es que, donde hay un psicópata, hay una<br />
víctima o varias que, si necesitan ayuda, deberían tomarla,<br />
y son en quienes debemos enfocarnos, ya que están enfermas<br />
por la violencia y el desgaste de convivir con un<br />
psicópata.<br />
REFERENCIAS<br />
Otto F. Kernberg. Agresividad, narcisismo y autodestrucción en la relación<br />
psicoterapéutica. El Manual Moderno. 2005.<br />
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Ed. Masson.<br />
2002<br />
Tratado de Psiquiatría. Robert E. Hales y otros. 3ª edición. Ed. Masson.<br />
Hernán Solís Garza. Los que se creen dioses. Plaza y Valdez Editores. 2000.
27/10/2009 04:51:16 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
51<br />
La psicopatía y las adicciones<br />
Francisco Javier Rodríguez Lara<br />
Existen modelos en psiquiatría que describen una asociación<br />
entre rasgos de personalidad patológicos y el<br />
desarrollo del trastorno por uso de sustancias.<br />
Una teoría que habla sobre esto, nos dice que existe<br />
una vía patológica de desinhibición conductual que lleva<br />
hacia el abuso de sustancias y predice que aquellos individuos<br />
con rasgos de personalidad antisocial e impulsividad,<br />
tienen menos fortaleza para evitar desviaciones<br />
en la conducta, y recurren al abuso de alcohol y drogas.<br />
Existen numerosos estudios en la literatura que evidencian<br />
una asociación entre la presencia de trastornos de<br />
personalidad o rasgos de personalidad patológicos, sobre<br />
todo aquéllos con un problema en el control de los impulsos<br />
y el abuso de sustancias.<br />
TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD<br />
Por ejemplo, el estudio de Zimmerman y Coryell, en 1989,<br />
hecho en la población general, encontró que los individuos<br />
que presentaban un trastorno por uso de sustancias,<br />
tenían 17.2 veces más comúnmente un trastorno de personalidad<br />
antisocial que los que no tenían problemas con<br />
las drogas.<br />
Algunos estudios longitudinales, como el de Caspi y colaboradores,<br />
en 1997: Clonninger y colaboradores, en 1998;<br />
Krueger y colaboradores, en 1996, entre otros, mencionan<br />
que encontraron como factores predictivos de abuso de<br />
drogas en la adolescencia y en la adultez temprana, a<br />
aquellos niños, particularmente varones, a quienes sus<br />
maestros puntuaron alto en cuanto a falta de capacidad<br />
de contención y reparación; bajo en evitación de<br />
daño; alto en falta de conformidad social; ser poco convencionales,<br />
ser antisociales y mostraban altos índices de<br />
agresión.<br />
El mismo patrón se observó en estudiantes universitarios,<br />
según dice el estudio de Sher y colaboradores, del<br />
año 2000.<br />
Un estudio reciente (Bahlman y colaboradores, 2002),<br />
encontró que el inicio de las características del trastorno<br />
antisocial de la personalidad venía precedido de la dependencia<br />
del alcohol, por aproximadamente cuatro años.<br />
La asociación entre la desinhibición de la conducta y el<br />
inicio temprano de la conducta adictiva es probablemente<br />
mediada a través de una socialización deficiente, fallas<br />
escolares, y la afiliación con compañeros desviados en la<br />
conducta.<br />
Doctor<br />
Francisco Javier<br />
Rodríguez Lara<br />
Catedrático del<br />
Departamento de<br />
Psiquiatría<br />
Hospital<br />
Universitario /<br />
UANL<br />
www.edifam.com
52y37.indd 1<br />
52<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
DEPENDENCIA DEL ALCOHOL<br />
El patrón de desinhibición de la conducta es asociado con<br />
el inicio temprano en el beber, un más rápido desarrollo<br />
de la dependencia del alcohol una vez que se empieza a<br />
beber, y síntomas más severos que en sujetos no antisociales.<br />
Una de las más complejas situaciones clínicas sucede<br />
cuando los jóvenes con trastornos de conducta empiezan<br />
a consumir sustancias psicoactivas en el contexto de otro<br />
tipo de comportamientos disfuncionales y perturbadores,<br />
tales como robos, mentiras, manipulación de los padres,<br />
evitación de responsabilidades y asociación delictiva con<br />
compañeros, entre otros.<br />
Esto lleva a graves daños<br />
a largo plazo para estos<br />
adolescentes, sus familias<br />
y los sistemas sociales<br />
involucrados.<br />
Estos muchachos<br />
generalmente parecen<br />
estar enojados y hostiles,<br />
con una severa negación<br />
del impacto de<br />
los trastornos de conducta<br />
en ellos mismos y<br />
los demás. Presentan escaso<br />
sentido de culpabilidad<br />
o, en la mayoría de<br />
los casos, ningún sentido<br />
de culpa, con tendencia<br />
a la proyección masiva<br />
contra el mundo adulto.<br />
Justifican comportamientos<br />
impulsivos de<br />
una manera muy convincente,<br />
a pesar de estar violando<br />
las convenciones<br />
sociales sobre cómo se<br />
debe interactuar con<br />
los demás y estar plenamente<br />
conscientes sobre<br />
los límites de lo aceptable<br />
y legal. Con argumentaciones<br />
y mediante<br />
la explotación de las<br />
inconsistencias parentales, logran evitar las consecuencias<br />
negativas del medio ambiente, lo que perpetúa el problema.<br />
PROBLEMAS DE CONDUCTA Y VIOLENCIA<br />
Una vez establecido el trastorno de personalidad antisocial,<br />
es común que estos sujetos se vean involucrados en<br />
problemas de conducta, que en muchos casos caen en la<br />
ilegalidad o la presencia de actos violentos.<br />
La violencia se define como el empleo de la fuerza<br />
con la intención de lastimar, ya sea a uno mismo o a otra<br />
persona o grupo. Puede comprometer las esferas, física,<br />
psicológica y social. Desde el punto de vista clínico, la intencionalidad,<br />
la conducta lesiva y la emoción definen internamente<br />
a todas las conductas agresivas. Por ejemplo:<br />
a) Conducta agresiva reactiva: es una reacción a la provocación;<br />
se tiende a reaccionar en forma exagerada y sin<br />
control. Podríamos decir que es un mecanismo de defensa<br />
de la persona.<br />
b) Conducta agresiva preactiva: es una acción fría y calculada;<br />
se da como comportamiento antisocial. (Dodge K.<br />
1991).<br />
Factores de riesgo en la generación de violencia pueden<br />
ser:<br />
* Condiciones personales: baja autoestima, pobre<br />
comunicación.<br />
Familiares: desorganización,<br />
violencia, drogas.<br />
Sociales: pobreza, racismo,<br />
eventos incitantes.<br />
Comunitarias: drogas,<br />
prostitución, etcétera.<br />
Las drogas contribuyen a<br />
crear o agravar las conductas<br />
desorganizadas, en muchos<br />
casos generadas por<br />
estos factores de riesgo. Las<br />
drogas, por sus propios<br />
efectos bioquímicos en el<br />
organismo o en la mente<br />
humana, no generan delitos,<br />
no hacen del hombre un<br />
delincuente. Las drogas no<br />
son sustancias que causen<br />
la violencia por su esencia,<br />
sino por el manejo que se<br />
hace de las mismas y por la<br />
multicausalidad de los factores<br />
predisponentes, muchos<br />
de ellos violentos, que<br />
llevan al consumo y de ahí<br />
a la dependencia o adicción.<br />
ALCOHOL Y<br />
ESTIMULANTES<br />
Es así como, en sujetos vulnerables,<br />
el alcohol y los<br />
estimulantes pueden incrementar<br />
características<br />
agresivas latentes. Algunas benzodiacepinas y la escopolamina,<br />
entre otras, pueden favorecer la ejecución de actos<br />
violentos, y, en muchos casos, son suministradas a terceros<br />
para que ejecuten actos de violencia.<br />
Un psicópata podrá desarrollar agresividad con la droga;<br />
pero, aun sin ella, delinque. El efecto de las drogas,<br />
aunado a las condiciones del entorno, genera comportamientos<br />
de violencia consigo mismo, con su entorno<br />
familiar y aun con su entorno social y comunitario.<br />
La estigmatización del drogadicto es tan severa, que se<br />
ve ante sí mismo y ante los demás como un delincuente, y<br />
así, rotas las pautas morales y jurídicas, resulta más fácil<br />
la idea de llegar al delito para lograr tóxicos, sea directa o<br />
indirectamente.
27/10/2009 04:51:01 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
53<br />
Muchas personas que padecen un trastorno antisocial<br />
de la personalidad se ven involucradas no solamente en el<br />
consumo y dependencia de sustancias psicoactivas, sino<br />
también en la red de producción, distribución y venta de<br />
sustancias ilegales.<br />
Sobre el autor<br />
El doctor Francisco Javier Rodríguez Lara<br />
cursó sus estudios de Licenciatura como médico<br />
cirujano y partero en la Universidad Autónoma<br />
de Nuevo León (1983-1989). Hizo estudios de<br />
especialización en Psiquiatría General, en el Hospital<br />
Universitario “Doctor José Eleuterio González”, de<br />
la UANL, en Monterrey, N.L., de 1991 a 1994, con<br />
subespecialización en Psiquiatría Infantil y de la<br />
Adolescencia en esta misma institución, de 1995 a<br />
1997.<br />
Cuenta, además, con estudios en psiquiatría de<br />
enlace y psicoterapia de grupo, pareja y familia en<br />
esta misma institución, en los años 1994-2003.<br />
Tiene Maestría en Neurociencias, por la Universidad<br />
Oberta de Cataluña, Barcelona, España, así como<br />
Maestría Internacional en Pedagogía Médica por la<br />
Universidad de Castilla La Mancha, Albacete, España.<br />
(2004-2006); Diplomado de Psicopatología Infantil<br />
y de la Adolescencia, en la Facultad de Psicología,<br />
UANL, Monterrey, N.L.(2005).<br />
REFERENCIAS:<br />
American Psychiatric Association: Diagnostic<br />
and Statistical Manual of Mental Disorders, 4th<br />
Edition, Text Revision. Washington, DC, American<br />
Psychiatric Association, 2000.<br />
Bahlman M, Preuss UW, Soyka M. Chronological<br />
relationship between antisocial personality disorder<br />
and alcohol dependence. Eur Addict Res 8:195-200,<br />
2002.<br />
Baistrochi, R, Fernández Labriola R. Manual de<br />
Adicciones. Buenos Aires: Gabas; 2004.<br />
Caspi A, Begg D, Dickson N, et al: Personality<br />
differences predict health-risk behaviors in young<br />
adulthood: evidence from a longitudinal study. J<br />
Pers Soc Psychol 73:1052-1063, 1997.<br />
Clonninger CR, Sigvardsson S, Bohman M:<br />
Childhood personality predicts alcohol abuse in<br />
young adults. Alcohol Clin Exp Res 12:494-505,<br />
1988.<br />
Krueger RF, Caspi A, Moffit TE, et al: Personality<br />
traits are differentially linked to mental disorders:<br />
a multitrait-multidiagnosis study of an adolescent<br />
birth cohort. J Abnorm Psychol 105:299-312, 1996.<br />
Oldman J, Skodol A, Bender D. Textbook of<br />
Personality Disorders. Substance Abuse. The<br />
American Psychiatric Publishing 30:463-475. 2005.<br />
Sher KJ, Bartholow BD, Wood MD: Personality<br />
and substance use disorders: a prospective study. J<br />
Consult Clin Psychol 68:818-829, 2000.<br />
Zimmerman M, Coryell WH: DSM-III personality<br />
disorder diagnoses in a nonpatient sample:<br />
demographic correlates and comorbidity. Arch Gen<br />
Psychiatry 46:682-689, 1989.
54<br />
El poder<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
a través del<br />
psicópata<br />
La diferencia entre los hombres<br />
buenos y malos es que los primeros<br />
se conforman con pensar lo que los<br />
segundos actúan.<br />
Doctor Javier<br />
Lugoleos Cano<br />
Médico Psiquiatra,<br />
Psicoterapeuta<br />
Individual,<br />
de Grupo, Pareja y<br />
Familia<br />
jlugoleos@hotmail.<br />
com<br />
Javier Lugoleos Cano<br />
¿<br />
Cómo ve la vida y su medio, un individuo<br />
que desprecia a otros seres, que los usa,<br />
que se cree cuasi Dios, que desconfía de los<br />
demás y asume en su locura que tiene un<br />
destino divino en la tierra y que a través de la política<br />
o buen destino económico accede a dirigir o gobernar<br />
desde una empresa hasta un pueblo o nación?<br />
Visualicemos al prototipo de “héroe” de novela, Robin<br />
Hood, o al astuto asesino en serie, Dexter, a quien<br />
pintan como el… “más justo” o ¿asesino bueno? ¿Se<br />
puede ser ladrón y asesino siendo buena persona, o incluso<br />
no ser sociópata? ¿Son entonces válidas las justificaciones<br />
que dan por sus actos o son meros romanticismos<br />
de aquéllos a quienes les gustan las historias.<br />
O visualicemos a políticos como Adolf Hitler, que, a<br />
través de idealizaciones nacionalistas y un sistema militar<br />
que representaban la grandeza expansionista “de la entonces<br />
Alemania de principios de siglo XX” sedujo a una<br />
nación para que le permitiesen cumplir con “su destino”.<br />
Dirigió enteramente el gobierno del autoproclamado<br />
Tercer Reich, y ejerció el poder durante un período de<br />
crisis económica, social y política, sumado a un descontento<br />
y frustración popular en Alemania. A lo largo de su<br />
mandato político, utilizó la propaganda estatal y su fuerte<br />
oratoria carismática para persuadir a las masas y protagonizar,<br />
junto a su pueblo, la Segunda Guerra Mundial y el<br />
exterminio sistemático y masivo de enemigos políticos y<br />
personas consideradas racialmente “inferiores” o “subhumanas”<br />
en el doloroso “Holocausto”.<br />
Dexter
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
55<br />
INCONSCIENTE COLECTIVO<br />
¿Es en verdad el inconsciente colectivo el que habló por estos<br />
hechos o fue la manipulación de mentes con trastornos<br />
narcisistas graves o malignos que, ante la vulnerabilidad<br />
de los sistemas sociales y su inmadurez, se dejan llevar<br />
por seres psicopáticos ante su vacío social o su apatía? La<br />
pregunta sigue ahí, pues ahora sigue ocurriendo lo mismo<br />
en diferentes empresas, pueblos y países.<br />
Una de las características de personas que llegan<br />
al poder político es su histrionismo y su facilidad para<br />
convencer a los demás; su inteligencia, que se apoya en<br />
la manipulación; y su falta de escrúpulos para hacer todo<br />
aquello que las lleve a lograr sus objetivos, por más daño<br />
que estos puedan causar a terceras personas.<br />
Las preguntas que surgen son si estos seres nacen o<br />
se hacen, y si podemos protegernos de situaciones semejantes<br />
a las que la historia nos remite una y otra vez.<br />
EL ACCESO AL PODER<br />
¿Es válido limitar el acceso al poder, si lo identificamos, en<br />
personas con tendencias psicopáticas o trastorno antisocial<br />
de la personalidad?<br />
Shoko Asahra, japonés, líder de La Verdad Suprema;<br />
Jim Jones, norteamericano, premiado en varias ocasiones<br />
como ciudadano excepcional por su trabajo con los marginados<br />
sociales en California; David Koresh, norteamericano,<br />
líder de Los Davinianos. Predicaba la necesidad de<br />
armarse hasta los dientes para hacer frente al Estado.<br />
Éstos son sólo algunos de los líderes sectarios internacionales<br />
que han llevado a cientos a través del fanatismo<br />
y de sociedades en conflicto a la muerte o a actos<br />
degradantes, bajo la bandera de una causa que llenaba el<br />
vacío de muchos de ellos o se aprovechaba de sus debilidades<br />
o conflictos.<br />
Sin embargo, no todo aquél que está en o busca posiciones<br />
de poder es psicópata. Las posiciones de poder son<br />
buscadas, son atractivas para el psicópata, que las transforma<br />
en su propio beneficio. Usa cual pañuelo desechable<br />
a las personas que le rodean, para obtener sus fines.<br />
CARACTERÍSTICAS DEL LÍDER PSICOPÁTICO<br />
Varios seguramente reflexionamos en el término “líder<br />
psicopático, a raíz de las elecciones de 2006 en México,<br />
y a partir de la oleada de líderes en América Latina, que<br />
en fechas recientes han decidido perpetuarse en el poder,<br />
a pesar de que sus leyes lo prohibían al inicio de sus<br />
administraciones, sin darse cuenta de que su función era<br />
preservar el orden y seguridad de sus ciudadanos y crear<br />
o mantener bienes públicos y no adinerarse, compensar<br />
sus deficientes autoestimas, necesidades narcisistas y distorsiones<br />
de la realidad, con el control total del destino de<br />
un pueblo que, amenazado, no sabe cómo salir de las ya<br />
comunes dictaduras.<br />
1. Una característica básica del psicópata es que es<br />
un mentiroso, pero no es un mentiroso cualquiera. Es un<br />
artista. Miente con la palabra, pero también con el cuerpo;<br />
actúa, puede, incluso, fingir sensibilidad. Uno le cree una y<br />
otra vez, porque es muy convincente. Un dirigente común<br />
sabe que tiene que cumplir su función durante un tiempo<br />
determinado. Y, cumplida su misión, se va. Al psicópata, en cambio, una vez<br />
que está arriba, no lo saca nadie: quiere estar una vez, dos veces, tres veces. No<br />
deja el poder, y mucho menos lo delega. Otra característica es la manipulación<br />
que hace de la gente. Alrededor del dirigente psicópata se mueven obsecuentes,<br />
gente que, bajo su efecto persuasivo, es capaz de hacer cosas que de otro<br />
modo no haría. (Hugo Marietan, entrevista La Nación).<br />
2. Necesita ser reconocido como el salvador o el gran gobernante, provocando<br />
crisis. Vive en busca de sus enemigos, paranoides o perseguidos; por<br />
esto, aquéllos a quienes gobiernan les depara el destino la miseria en el conflicto<br />
constante.<br />
3. La bandera que usa es sobrepersonal: no es por mí por el que van a<br />
luchar. Tenemos un enemigo exterior o una causa especial (pelear por la patria,<br />
ser la raza superior, exterminar a los pervertidores del espíritu nacional,<br />
una nación unida, por la ideas de alguna religión, un gobierno ilegítimo, por la<br />
democracia, etcétera).<br />
4. Es especialista en fabricar conflictos. Vivir en crisis es esencial para<br />
perpetuarse en su posición; la necesita para justificar sus acciones.<br />
5. Tiene poca tolerancia a la frustración. Cuando las cosas no salen bien,<br />
se desorganiza mentalmente; puede tener pobre control de sus impulsos, empezando<br />
una cadena de actos torpes y confusos.<br />
6. Las “cosas”, para el líder político con estas características, tienen que<br />
estar a su servicio: personas, dinero, la famosa caja, para comprar voluntades.<br />
Utiliza el dinero como un elemento de presión, porque usa la coerción. La<br />
pregunta del accionar psicopático típico es: “¿Cómo doblego la voluntad del<br />
otro? ¿Con un cargo, con un plan, con un subsidio?<br />
7. Utiliza a las personas para construir su propio poder: te doy y obtengo<br />
algo, pero como yo te lo pido, y así creo un compromiso personal para manipular<br />
a mi antojo. El psicópata es un maestro en crear incertidumbres, inseguridades<br />
y a su vez asomos de esperanzas, de ilusiones.<br />
8. Nunca cambia a pesar de sus errores o de confrontaciones.<br />
El juego del psicópata es un juego de poder, juega con los otros bajo sus<br />
propias reglas.<br />
Mientras más carismático o atractivo sea el líder, mayor poder ejercerá sobre<br />
las masas y mayor será el grado de dependencia psicológica y peligrosidad<br />
del grupo.<br />
Al carisma del líder hay que adornarlo con las características de psicópata.<br />
Parece, a primera vista, muy normal, interesante e incluso encantador y humildad.<br />
Pero en realidad es violento y no soporta que se le lleve la contraria en<br />
nada. Es autoritario, al grado de que él mismo se constituye en la ley, y la puede<br />
violar porque está por encima de ella. De hecho, él es su creador.<br />
Adolf Hitler
56y33.indd 1<br />
56<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
MENTIROSO COMPULSIVO<br />
Este tipo de líder es un mentiroso compulsivo, adicto a la mentira; miente siempre,<br />
aun cuando no lo necesite. No le importa mentir, y lo hace con la mayor<br />
frialdad del mundo. Incluso cuando es obvio que miente, insiste tranquilamente<br />
en la mentira y la sostiene ante cualquier tribunal.<br />
El endiosamiento o divinización es otra característica común a todos los líderes<br />
sectarios. Por eso, parte de la fabricación de la mentira que sustenta el<br />
engaño se basa en autoproclamarse divino.<br />
Estos líderes tienen delirios de grandeza. Creen que son semidioses, mesías,<br />
ángeles, enviados o escogidos. Por eso es frecuente que acompañen sus nombres<br />
con epítetos como “Reencarnación de Juan el Bautista”, de “Jesucristo” o del<br />
mismo Dios. “El Mesías”, “El Profeta”, “El Vidente”, etcétera. Juran y perjuran<br />
que todo les pertenece por derecho propio, desde la verdad hasta las personas,<br />
a quienes consideran objetos personales para su consumo.<br />
EL DELINCUENTE DE GUANTE BLANCO<br />
Policías, agentes de tránsito y gobernantes se han conformado a través de la<br />
historia como los principales delincuentes de nuestra sociedad; pueden terminar<br />
como pseudotrabajadores al servicio de una comunidad; su posición de poder<br />
con el objetivo de hacer que se cumplan las leyes y se dé seguridad, facilita su<br />
transformación a delincuentes que pueden pasar sin consecuencias por mucho<br />
tiempo en un sistema de perversidad y colusión, donde el dinero pudiera ser el<br />
motor de su mantenimiento o en el caso de los gobernantes el endiosamiento de<br />
sus personas que implica poder económico, político, etcétera.<br />
¿SE PUEDE HACER ALGO?<br />
Hagamos un breve ejercicio de reflexión. Visualicemos a un individuo que llega<br />
al poder político a través de su partido.<br />
Todo parece decirnos que es honesto, sus valores familiares son firmes, y<br />
su estructura de carácter lo perfila como una persona con conflictos promedio.<br />
Hasta aquí pensaríamos que seguramente alcanzó sus metas por su esfuerzo;<br />
que su capacidad de rechazar situaciones psicopáticas es factible, ante sus valores<br />
y calidad de culpa.<br />
Sin embargo, nos enteramos de que, en su adolescencia, tendía a maltratar<br />
animales, y llegó incluso a provocar daño físico severo a un compañero de escuela,<br />
y devaluaba a la muchacha que les ayudaba en su casa, sin ser limitado por<br />
sus padres, quienes promovían en él una actitud de soberbia.<br />
En ese momento, la situación cambia; las incongruencias aparecen; quizás no<br />
es el candidato ideal para gobernar, pero es agradable, de “buen verbo”; quizás,<br />
pensamos, fue una época de su vida y seguramente aprendió de ella y lo hizo<br />
más fuerte, así que lo consideramos un carácter narcisista e histriónico con antecedentes<br />
sociopáticos en la infancia y niñez que esperamos superados en la<br />
actualidad.<br />
lo que sí sabe hacer: señalar los errores de los demás y<br />
dar en qué ocupar la mente de la gente, como erradicar<br />
la pobreza o mejorar la infraestructura del país, hasta naciones<br />
intervencionistas que deben ser aplastadas, hasta<br />
imperios del mal, donde claro, ellos que representan al<br />
bien deben perpetuarse en el poder para luchar contra el<br />
mal de la gente pobre o de quienes por ejemplo, asumen,<br />
provocan el hambre mundial.<br />
NADIE MEJOR QUE ÉL<br />
Se convence, ya entrado en los años de su mandato, que<br />
nadie puede hacer las cosas mejor que él y decide lanzar<br />
un decreto para que pueda reelegirse un período más;<br />
además, los pobres le aclaman con el bono que les da<br />
quincenalmente; y deciden por voluntad propia votar un<br />
referéndum a su favor para otro período, sin quedar duda<br />
de que el pueblo es quién manda.<br />
Con los años se convierte en un hombre acaudalado, al<br />
que nadie puede cuestionar, pues hacerlo es ir en contra<br />
de los principios de la nación y el pueblo que él representa.<br />
Es cuando a la mayoría le cae el “veinte” de lo que<br />
pasa: que un psicópata los gobierna y que es necesario<br />
deshacerse de él.<br />
Así que se forman grupos de poder; periodistas y sociedad<br />
civil protestan e intentan diversas formas para<br />
que esto se acabe, incluso van ante los organismos internacionales,<br />
así que solo hay pocas opciones a este nivel<br />
pare tener la posibilidad de recuperar su libertad.<br />
El dice que hay golpe de estado y tiene que reforzar<br />
aún más la seguridad del pueblo, asentándose más en el<br />
control de la gente y fiscalizando del todo sus vidas. Y<br />
créanme que no me estoy refiriendo a nadie en particular,<br />
aunque tengamos muchos ejemplos que pueden venirnos<br />
a la mente.<br />
Benito Amilcare<br />
Andrea Mussolini<br />
YA EN EL PODER …<br />
Aquel prometedor gobernante hace negocios para aumentar la infraestructura<br />
del país; con muchos coludidos, obtiene beneficios económicos personales<br />
extras por el bien de la nación o del lugar que gobierna, entendiendo que esto<br />
puede darse desde el típico presidente municipal analfabeta o con apenas estudios<br />
medios o preparatorios, hasta el presidente de una nación.<br />
En este punto, el perfil nos cambia; ya encontramos francos signos de conductas<br />
antisociales, que pueden ser justificadas de distintas formas, desde “la<br />
filosofía personal” de que su puesto y responsabilidad le hacen merecedor de<br />
ganancias extras, hasta la creencia de que Dios le provee y él toma, entre tantas<br />
otras posibles, o como la clásica expresión de que: “el que no transa no<br />
avanza”.<br />
Como buen narciso, el político sociopata “nunca se equivoca”; esto es, no<br />
puede aceptar sus errores, y responsabiliza de ellos a sus subalternos, o busca<br />
guerras exteriores en pro de causas a veces poco justificadas, para dedicarse a
27/10/2009 04:50:29 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
57<br />
LA SOCIEDAD PSICOPÁTICA<br />
Las personas, por el hecho de vivir en sociedad, tienen<br />
valores y normas que les permiten la convivencia, y se<br />
ajustan a su entorno, aunque hay un rango de desajuste<br />
o tolerancia, aceptado, a sus normas. Estos márgenes, aunados<br />
a los principios personales, permiten un sistema de<br />
seguridad o resguardo.<br />
Un psicópata en el poder puede llegar a romper<br />
varias reglas, pero no todas, pues sería detectado y expulsado<br />
inmediatamente; sin embargo, puede sortear las<br />
normas y convertirse en un estafador, delincuente o revolucionario.<br />
Un cabeza de grupo psicopatita puede crear<br />
sistemas psicopáticos que, con el tiempo, se conviertan en<br />
parte de la sociedad como instituciones gubernamentales,<br />
la propia policía y tránsito, etcétera.<br />
LA MENTIRA, HERRAMIENTA<br />
“DE TRABAJO” DEL PSICÓPATA<br />
Recordemos que la mentira es una herramienta de trabajo<br />
en el sistema psicopático; entonces, si quieres pertenecer<br />
a este grupo, tienes que llevar “estas normas” o “aquéllas”<br />
“tú” y dejarme que yo me las salte; tú podrás hacerlo más<br />
adelante, sí yo consigo mi objetivo.<br />
Debemos buscar controles de calidad en quienes trabajan<br />
en posiciones de poder, y hablamos de todo tipo<br />
de poder, desde el sacerdote, que tiene un poder religioso;<br />
hasta el médico, que influyen en la salud y sustentan una<br />
posición de poder; y los terapeutas, directores de empresas,<br />
etcétera.<br />
No sólo hablamos de políticos. La calidad moral es un<br />
ingrediente fundamental en el desempeño de todos estos<br />
tipos de responsabilidades; si así como existen candados<br />
de calidad a la educación médica y su ejercicio, se hiciere<br />
lo propio con el resto de las altas responsabilidades políticas,<br />
se reduciría en gran medida la posibilidad de que accedieran<br />
a la direccióndel sistema social.<br />
Los antecedentes de una persona son importantes, así como la monitorización<br />
externa continua de sus funciones.<br />
Sí podemos evitar que esto siga pasando, empezando por entender nuestras<br />
propias necesidades narcisistas, de aprobación o de sobresalir, pensando<br />
en nuestro vacío interior con relación a la sociedad y de nuestra idea de necesitar<br />
dioses terrenales en quienes creer, en donde ver que nos resuelvan la vida,<br />
buscando “padres” omnipotentes, estas figuras que deben hacernos sentir protegidos<br />
y con sentido de vida, reyes, príncipes, etc., parece que en nuestro interior<br />
así es como lo queremos, en vez de crear figuras de responsabilidad en<br />
funciones específicas; desde la presidencia de la república o la dirección de una<br />
empresa con puestos de liderazgo donde nuestras cualidades como administradores<br />
o emprendedores se manifiestan, puestos públicos donde el narcisismo<br />
se compensa, favoreciendo el crecimiento personal y de quienes nos rodean,<br />
y no figuras de poder ciego, donde los que se creen dioses ven la oportunidad<br />
de recrear en la realidad terrenal sus fantasías y pervertir las que deberían ser<br />
funciones públicas o privadas.<br />
Se puede hacer mucho en la prevención de estos fenómenos sociales, bajo<br />
la conciencia de que la pobreza en todos sus sentidos (educativa, económica, de<br />
valores, etcétera) es caldo de cultivo para fomentar la psicopatía en el poder.<br />
EDUCACIÓN EN LOS VALORES<br />
Carlos Báez refiere, para evitar la proliferación de este tipo de individuos, que<br />
hay que volver a una educación de las personas en los valores del servicio público,<br />
de la ética, de la política, como una actividad de servicio dirigido al bien<br />
común, y no como una actividad mercantil anómala, dirigida al logro de riqueza,<br />
a obtener cada vez mayor poder personal discrecional y de honores y prestigio<br />
social, siempre a costa del bienestar de los ciudadanos y del interés público.<br />
Sin embargo, esa perspectiva ética no basta para frenar a esas personalidades<br />
malvadas. Hay que tomar medidas eficaces para evitar la acumulación<br />
de poder personal, y una de ellas, en sociedades con una institucionalidad<br />
democrática débil, con una sociedad civil no muy potente y poco articulada,<br />
es el desarrollo de contrapoderes políticos eficaces y la limitación legal de la<br />
prolongación en el poder.<br />
Entre ellos se encuentra, sin duda, la prohibición de la reelección sucesiva<br />
del presidente de la república.<br />
REFERENCIAS<br />
www. victimasectas.com<br />
Adolf Hitler. Wikipedia<br />
Otto F. Kernberg. Agresividad, narcisismo y autodestrucción en la<br />
relación psicoterapéutica. El Manual Moderno. 2005.<br />
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Ed. Masson.<br />
2002.<br />
Tratado de Psiquiatría. Robert E. Hales y otros. 3ª edición. Ed. Masson.<br />
Hernán Solís Garza. Los que se creen dioses. Plaza y Valdez Editores.<br />
2000.<br />
Adolf Hitler, propaganda Nazi.
58<br />
la ciencia del psicópata<br />
Hallan anormalidad anatómica en un haz de fibras que conecta dos regiones clave<br />
CONOCIMIENTO<br />
(Tomado de Milenio /<br />
Diario de Monterrey)<br />
Una mente criminal, ¿nace o se hace? Esta pregunta<br />
siempre suscita serias discusiones, porque, según<br />
se responda, se descarga la responsabilidad de la<br />
delincuencia sobre los genes o los procesos sociales.<br />
De ahí que un nuevo estudio, hecho por científicos británicos<br />
seguramente causará polémica.
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
59<br />
Lo que lograron tres científicos, con una nueva técnica<br />
de captación de imágenes, fue probar una diferencia entre<br />
los cerebros de psicópatas y los de gente normal.<br />
Declan Murphy, Michael Craig y Marco Catani, del Instituto<br />
de Psiquiatría del King’s College de Londres, encontraron<br />
daños en haces de materia blanca que conectan dos<br />
regiones cerebrales asociadas a emociones y su control.<br />
Murphy y sus colegas reclutaron a nueve psicópatas<br />
que habían estado en prisión por crímenes que iban desde<br />
violaciones múltiples hasta asesinato, y compararon las<br />
imágenes de su fascículo uncinato con las de la misma<br />
franja tomada en personas normales.<br />
AYUDA PARA LA COMPRENSIÓN<br />
Los científicos aclararon que no están diciendo que el daño<br />
en estas fibras sea causa de la psicopatía, lo que tendría<br />
profundas consecuencias. Eso sí: la presencia del daño<br />
podría considerarse una forma de comprender por qué<br />
los psicópatas tienen conductas antisociales y carentes de<br />
sentido moral.<br />
Un psicópata es incapaz de controlar sus impulsos.<br />
En general es una persona que manipula y actúa de manera<br />
agresiva y aprovechada, sin sentir culpa o remordimiento<br />
por abusar de otros.<br />
Esta irresponsabilidad por la conducta se traduce a<br />
menudo en conducta criminal y reincidencias, y las fuerzas<br />
de la ley saben que si bien no hay una conexión directa<br />
entre psicopatía y crimen, siempre que están frente a un<br />
psicópata deben cuidarse.<br />
REGIONES SOSPECHOSAS<br />
Ya se había propuesto la noción de que, detrás<br />
de la conducta psicópata, seguramente<br />
había regiones disfuncionales del cerebro.<br />
Se creía, por ejemplo, que una zona particular<br />
podría ser la amígdala, vinculada con<br />
emociones muy primarias, como el temor y<br />
la agresión.<br />
Otra zona sospechosa era la llamada<br />
corteza orbitofrontal, puesto que a ella se<br />
le asocia no sólo cierto control sobre el modo en que la<br />
amígdala responde ante la agresión, sino también la toma<br />
de decisiones y las llamadas emociones sociales, como los<br />
celos, el orgullo, la culpa y otras.<br />
Si se creía que disfunciones en estas dos áreas pudieran<br />
estar detrás de la conducta psicópata, era natural que<br />
se sospechara del llamado fascículo uncinato, una franja<br />
de materia blanca que conecta la amígdala con la corteza<br />
orbitofrontal. Los fascículos son ramilletes de axones (que<br />
conectan unas neuronas con otras), haces de fibras envueltas<br />
en mielina.<br />
No había estudios concretos que vincularan este fascículo<br />
con la conducta psicópata. La razón es que la materia<br />
blanca no aparece bien en los equipos para capturar<br />
en vivo imágenes del cerebro, que usan la resonancia magnética<br />
nuclear.<br />
NUEVA TÉCNICA PARA CREAR IMÁGENES<br />
Pero en los últimos años se ha hecho común un equipo<br />
que usa el modo en que se difunde el agua para crear imágenes.<br />
La técnica, llamada resonancia magnética por tensor<br />
de difusión, o DT-MRI, permite capturar muy bien la<br />
estructura de los haces de fibras nerviosas en el cerebro.<br />
El reporte<br />
debe ser<br />
confirmado,<br />
pues puede<br />
tener serias<br />
implicaciones<br />
El haz de fibras que aparece bordeando el centro de esta imagen<br />
es el fundamental fascículo uncinato.<br />
Foto: American Journal of Neuroradiology<br />
Los científicos, que publicaron su estudio<br />
en Molecular Psychiatry, hallaron dos<br />
datos clave. El primero es que las partículas<br />
que conforman el fascículo uncinato de los<br />
psicópatas están dañadas; la estructura no<br />
está completa. El segundo es que el nivel del<br />
daño es proporcional al grado de psicopatía:<br />
el fascículo aparece más dañado en las personas<br />
a las que se diagnosticó una psicopatía<br />
más grave.<br />
“Tiene que haber una conexión entre estas dos áreas<br />
del cerebro, que manejan emociones y el control de<br />
emociones”, dijo el doctor Craig. “Si no funciona (la conexión),<br />
puede verse cómo ello podría conducir a problemas”.<br />
Y el profesor Murphy dijo que estos hallazgos ofrecen<br />
la más persuasiva evidencia a la fecha de que detrás<br />
de la conducta psicópata puede haber una anormalidad<br />
anatómica en el cerebro.
60<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
ACTOR DE VARIOS ROLES<br />
Era de suponerse que una estructura que conecta dos regiones<br />
importantes apareciera en más estudios relacionados<br />
con anormalidades de la conducta. Y el fascículo<br />
uncinato parece ser ajonjolí de varios moles.<br />
Por ejemplo, un estudio demostró que anormalidades<br />
en esa estructura también pudieron ubicarse en pacientes<br />
con psicosis de primer episodio. Y es que los lóbulos frontal<br />
y temporal, también conectados por el fascículo, están<br />
fuertemente implicados en la esquizofrenia.<br />
Lo que hallaron los científicos que estudiaron esta<br />
anomalía fueron variaciones en la alineación de las fibras<br />
y su coherencia espacial dentro del haz. En otras palabras,<br />
es como si dentro de un ramillete hubiera muchos<br />
entrecruzamientos de los tallos.<br />
Otros científicos valoraron el papel del fascículo uncinato<br />
en el llamado deterioro cognitivo amnésico leve, un<br />
precursor del mal de Alzheimer. Este equipo usó la misma<br />
tecnología de imágenes por tensor de difusión, y encontró<br />
relación con dos problemas: el reconocimiento de expresiones<br />
faciales de temor y el desempeño de la memoria<br />
emocional. Se vio asociación con alteraciones microestructurales<br />
dentro del haz de fibras.<br />
CLAVES / OPINIONES<br />
• El doctor Michael Craig dijo que el estudio pone<br />
de relieve el valor de las nuevas tecnologías de captura<br />
de imagen para entender más a fondo lo que<br />
hay detrás de la mente psicópata.<br />
• El experto del King’s College agregó: “La sugerencia<br />
de un déficit estructural claro en los cerebros de<br />
los psicópatas tiene profundas implicaciones para<br />
clínicos, científicos investigadores y el sistema de<br />
justicia criminal”.<br />
• Pero si se verifica la conexión entre psicopatía<br />
y alambrado cerebral, se abriría la perspectiva de<br />
usar análisis cerebrales como ayuda para diagnosticar<br />
a psicópatas, y daría ideas para desarrollar<br />
nuevas terapias.<br />
Monterrey • Horacio Salazar<br />
http://impreso.milenio.com/node/8619546
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
61<br />
Ismael Vidales Delgado<br />
¿Serán los<br />
?<br />
psicópatas<br />
los hombres del<br />
futuro?<br />
Profesor Ismael<br />
Vidales Delgado<br />
Director del Centro<br />
de Altos Estudios<br />
e Investigación<br />
Pedagógica<br />
ividales@att.net.mx<br />
La psicopatía es un trastorno de la personalidad que<br />
consiste en una incapacidad importante para sentir<br />
emociones y empatía hacia los demás. Los psicópatas<br />
hacen lo que hacen sin complejo de culpa; no tienen<br />
aparato de censura, no tienen remordimiento. Miran a<br />
los demás como objetos; los utilizan y manipulan para<br />
conseguir sus objetivos, para satisfacer sus intereses personales.<br />
Un psicópata no es un loco; sabe que está haciendo<br />
daño al otro; pero, por no tener sentimientos, simplemente<br />
no comprende el daño que causa a otras personas.<br />
No se sabe exactamente cuál es el origen de este trastorno,<br />
aunque hay una o dos teorías al respecto. El psicópata<br />
tiene sus capacidades intelectuales normales, sin que alcance<br />
niveles de genialidad.<br />
DISFUNCIÓN CEREBRAL<br />
Noticias recientes informan que científicos ingleses han<br />
estudiado grupos de psicópatas que cumplían condenas<br />
por delitos como violaciones u homicidios, y descubrieron<br />
un mecanismo para comprender por qué algunas personas<br />
adquieren este trastorno, concluyendo que, al parecer<br />
el detonante del comportamiento psicópata es una comunicación<br />
defectuosa entre la parte del cerebro relacionada<br />
con las emociones y otra parte encargada de la toma de<br />
decisiones razonadas.<br />
Sin embargo, los mismos especialistas afirman que<br />
eso no es suficiente para diagnosticar la psicopatía, pues<br />
puede tratarse de otro desorden psíquico, pero contribuye<br />
a explicarlo.<br />
Dicen los expertos que en la realidad la cantidad<br />
de sicóticos como los muestra el cine -especialmente el<br />
norteamericano- es exagerada. El cine muestra al psicópata<br />
como asesino en serie. La realidad es que la mayoría<br />
de los psicópatas no son asesinos, y los asesinos no son<br />
necesariamente psicópatas.<br />
Ciertamente, en el mundo real hay muchas personas<br />
con comportamientos psicópatas en los grupos políticos,<br />
policiales, de negocios y religiosos. La mayoría de<br />
estas personas aman el poder y son mentirosos; manipulan<br />
a otros que son capaces de hacer verdaderas indecencias<br />
obsecuentes a favor de quien les ordena; se aferran<br />
al poder como verdaderos desequilibrados; mienten de<br />
manera deliberada.<br />
EL PODER TRANSFORMA<br />
El ejercicio del poder puede ir transformando a los políticos,<br />
policías, hombres de negocios y líderes religiosos en<br />
psicópatas funcionales; es decir, en individuos que pueden<br />
cometer cualquier tipo de abusos y tropelías sin que ello<br />
les represente algún problema moral o de conciencia.<br />
Estas personas apelan a la salvación de la ciudadanía<br />
común y corriente según sus propias ideas, y actúan “en<br />
el nombre de Dios”. Afirman que actúan inspirados por<br />
un mandato supremo; se asumen como salvadores de<br />
cuerpos y almas y del mundo. Lo peor de todo es que<br />
esta gente no tiene remedio.
62<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
Existe un test, denominado Lista de Comprobación de<br />
la Psicopatía (PCL-R, en inglés) con 20 ítems, que trata de<br />
descubrir la falta de empatía con los demás como posible<br />
origen de la psicopatía. A través de una entrevista y con<br />
datos del historial de la persona, el médico obtiene una<br />
puntuación por cada ítem. Si es cero, no tendrá nada psicopático<br />
y si es dos, será un psicópata muy claro.<br />
Este instrumento psicométrico -con todo y la desconfianza<br />
que se da hacia los tests- ha mostrado que el 99.9<br />
por ciento de los psicópatas no matan. Hay muchos en la<br />
política, la policía, los negocios y los grupos religiosos.<br />
Son insensibles como máquinas, sin emociones. Se<br />
calcula que alrededor del 15 por ciento de los asesinos<br />
encarcelados son psicópatas y el uno por ciento de la sociedad<br />
en general lo es, y que la prevalencia es mayor en<br />
los varones que en las mujeres.<br />
PSICOPATOLOGÍA Y POLÍTICA<br />
El investigador norteamericano Harold D. Lasswell, estudió<br />
en 1930 a un amplio grupo de políticos que tenían problemas<br />
psicológicos y psiquiátricos. Como producto de<br />
esa investigación, publicó su libro Psicopatología y política.<br />
En esta obra el autor escribe que algunas personas que se<br />
dedican a la política, cuando adquieren el poder, actúan de<br />
manera desquiciada; personas aparentemente normales se<br />
transforman con el poder y muestran una faceta de déspotas<br />
y dictadores.<br />
Estos individuos llegan a creerse únicos e insustituibles,<br />
incluso llegan a creer que son la reencarnación<br />
de otros personajes que han tenido mucho poder, y en<br />
fases de delirio, llegan a considerarse predestinados,<br />
convencidos de que su destino mesiánico es ser jefes o<br />
caudillos, por la “gracia de Dios”. El poder los convierte<br />
en verdaderos monstruos, insaciables de riqueza, de aduladores,<br />
y necesitados hasta límites enfermizos, de servidores<br />
incondicionales.<br />
EDUCACIÓN ÉTICA<br />
Para evitar la proliferación de este tipo de individuos -que<br />
pudieran ser una importante mayoría en el futuro cercano-<br />
hay que inducir la educación ética en los servidores<br />
públicos, en los políticos, en la policía, en los hombres de<br />
negocios, en los líderes religiosos, para que dimensionen<br />
su actividad como servicio dirigido al bien común, y no<br />
como una conducta anómala, dirigida al logro de poder,<br />
riqueza, fama, servidores incondicionales que les da cada<br />
vez mayor discrecionalidad, honores y “prestigio social”,<br />
siempre a costa del bienestar de los ciudadanos y del interés<br />
público.<br />
También hay que tomar medidas eficaces para evitar<br />
la acumulación de poder personal, y esto sólo puede ser<br />
a través de los valores de la democracia real; el establecimiento<br />
de un Estado de Derecho tangible; el desarrollo<br />
de contrapoderes políticos eficaces, y la limitación<br />
legal de la prolongación en el poder; esto es, la reelección.<br />
De lo contrario, los hombres del futuro estaremos a merced<br />
de un grupo cada vez mayor de psicópatas… y eso no<br />
está bien.
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
63<br />
Tesis<br />
Psicópata<br />
del investigador Robert Hare<br />
el uno por ciento de<br />
la población mundial<br />
Patricia Liliana Cerda Pérez<br />
Con más de 150 millones de neuronas en el cerebro humano,<br />
es complicado tratar de comprender la mente<br />
del hombre y, más complejo aún resulta buscar entender<br />
la mente de un psicópata.<br />
La psicopatología, ciencia que estudia las conductas y<br />
ámbitos del comportamiento anómalo o enfermizo, desde<br />
los puntos de vista de la biología, la psiquiatría, la psicología<br />
y la sociología, revolucionó sus modelos y esquemas<br />
para erigirse, a lo largo de los últimos 30 años, en<br />
una de las disciplinas más dinámicas del siglo XXI.<br />
PSICÓPATAS EN TODOS LOS TIEMPOS<br />
Desde Hipócrates, considerado uno de los precursores en<br />
el diagnóstico de las enfermedades mentales; hasta filósofos<br />
como Platón, Aristóteles o Humes, quienes disertaban<br />
sobre la condición humana desde sus dogmas filosóficos;<br />
o grandes literatos, como William Shakespeare, las sociedades<br />
de todos los tiempos han enfrentado psicópatas o<br />
personalidades psicópatas que -diagnosticados o no- han<br />
sido descritas por la mismísima Biblia, con el famoso<br />
ejemplo de crímenes en familia, como es el caso de Abel<br />
y Caín.<br />
Doctora<br />
Patricia Liliana<br />
Cerda Pérez<br />
Coordinadora del<br />
Centro<br />
de Investigaciones<br />
FCC/UANL<br />
cerda35@hotmail.<br />
com<br />
Caín y Abel<br />
27/10/2009 04:48:16 p.m.
64y25.indd 1<br />
64<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
Los psicópatas han tenido diversos destinos, conforme<br />
la época y las sociedades en las cuales se desenvolvían.<br />
En la antigua Roma, los esclavos y los dementes<br />
eran devorados por los leones, para “divertir o entretener”<br />
a los ciudadanos libres; en la Edad Media, cuando las enfermedades<br />
mentales en Occidente se clasificaban como<br />
un síntoma de posesión demoniaca, a los enfermos no se<br />
les buscaba un alivio o cura; simplemente eran confinados<br />
en cárceles o quemados en la hoguera.<br />
Con excepciones honrosas, como Santo Tomás de<br />
Aquino, quien pensaba que la locura o los trastornos<br />
mentales se debían a daños en algún órgano, la demencia<br />
en general, entre el clero católico, estaba vinculada con demonios<br />
y posesiones, para lo cual se elaboraron manuales<br />
completos de demonología.<br />
ENVIADOS DE DIOS<br />
En contraparte, en Oriente, donde el profeta Mahoma<br />
afirmaba que los trastornados mentales eran enviados de<br />
Dios, a quienes había de cuidarse, se crearon hospitales<br />
psiquiátricos en pleno medioevo.<br />
No fue sino hasta el siglo XIX cuando surgieron las<br />
primeras ideas sobre la psicopatología, al asumirse que<br />
los desórdenes mentales tienen un origen anatómico, tesis<br />
enriquecidas posteriormente con el psicoanálisis.<br />
Hoy en día, los científicos y profesionales de este ámbito<br />
analizan las enfermedades mentales desde un modelo<br />
biopsicosocial, que incluye hasta tomografías para<br />
analizar la capacidad de empatía -a través del análisis de<br />
estímulos-, de quienes se sospecha tienen personalidad<br />
psicópata.<br />
LOS REMORDIMIENTOS,<br />
AJENOS AL PSICÓPATA<br />
Según los psiquiatras, los psicópatas tienen -entre otras-,<br />
conductas tales como utilizar a las personas como si fueran<br />
objetos, a fin de lograr sus objetivos; y esto lo hacen<br />
sin remordimiento o arrepentimiento, pues sólo sienten<br />
culpa cuando transgreden sus propios códigos morales y<br />
no los generalmente admitidos para el bienestar común.<br />
En una sociedad globalmente neocapitalista y utilitaria,<br />
la lista de conductas o comportamientos psicópatas<br />
tiende a multiplicarse. Sin embargo, el doctor Robert<br />
Hare, investigador sobre Psicología Criminal, quien define<br />
la personalidad psicopática con una lista de 20 características<br />
como base de su trabajo, estima que cerca del uno<br />
por ciento de la población mundial es psicópata.<br />
No nos limitemos a pensar que sólo los grandes asesinos<br />
son psicópatas. Existen personas que sin causar daños<br />
físicos, manipulan, engañan o chantajean, en pleno uso de<br />
su personalidad psicópata, sólo para imponer su voluntad<br />
o poder.<br />
El psiquiatra polaco Andrew M. Lobaczewski, inventó<br />
la ponerología, el estudio interdisciplinario de las causas<br />
de los períodos de injusticia social, donde el psicópata es<br />
un elemento central.<br />
En su libro Ponerología Política: Una <strong>Ciencia</strong> de la Naturaleza<br />
mal Ajustada a Propósitos Políticos, Lobaczewski<br />
concluye: “la patocracia es una enfermedad de grandes<br />
Robert Hare<br />
Robert Hare es Doctor en Psicología y<br />
profesor emérito de la University of British<br />
Columbia de Canadá. Lleva más de treinta<br />
años investigando sobre la psicopatía,<br />
y es el autor de la conocida escala PCL<br />
(Psychopathy Checklist) y su revisión<br />
(PCL-R), considerados los más precisos<br />
para estimar el riesgo de conducta<br />
violenta. Forma parte del CASMIRC (Child<br />
Abduction and Serial Murder Investigative<br />
Resources Center) perteneciente al FBI<br />
y creado en 1998. También ha formado parte del consejo<br />
de prisiones en Reino Unido, desarrollando programas<br />
de tratamiento para delincuentes psicópatas, además de<br />
pertenecer al International Criminal Investigative Analysis<br />
Fellowship (ICIAF). Ha recibido numerosos reconocimientos,<br />
entre ellos la Medalla de Planta del Centro Reina Sofía<br />
(España) en 1999.<br />
Andrew M. Lobaczewski<br />
El Psiquiatra polaco Andrew M.<br />
Lobaczewski nació en el año de 1921.<br />
Trabajó en Polonia durante muchos años,<br />
lejos de centros políticos y culturales<br />
activos. Es allí donde llevó a cabo una serie<br />
de pruebas detalladas y de observaciones<br />
que serían combinadas con el propósito<br />
de producir una introducción global para la<br />
comprensión de la psicopatía en general.<br />
Autor del libro “Ponerología Política:<br />
Una <strong>Ciencia</strong> de la Naturaleza mal<br />
Ajustada a Propósitos Políticos”, obra donde expone<br />
que la Ponerología se revela a sí misma como una nueva<br />
rama de la ciencia, nacida de la necesidad histórica y las<br />
realizaciones más recientes de la medicina y la psicología.<br />
A la luz de un lenguaje objetivo, naturalísimo, estudia los<br />
componentes causales y procesos del génesis del mal, sin<br />
importar el último alcance social.<br />
movimientos sociales, seguidos por sociedades enteras,<br />
así como por naciones e imperios.<br />
“Durante el transcurso de la historia de la humanidad,<br />
ha afectado a movimientos sociales, políticos y religiosos,<br />
al igual que a las ideologías que la acompañan... Y los ha<br />
convertido en caricatura de ellos mismos... Esto ocurrió<br />
como resultado de la participación de agentes patológicos<br />
en un proceso patodinámico similar”.<br />
“Esto explica por qué todas las patocracias del mundo<br />
son, o han sido, tan similares en sus propiedades e-<br />
senciales”. (1)<br />
Si la tesis de este psiquiatra polaco es cierta, queda<br />
tan sólo preguntarnos si con los actuales niveles de injusticia<br />
social prevaleciente en el mundo, ese uno por ciento<br />
de psicópatas estimado por Hare, como operante en toda<br />
la población mundial, es una cifra que necesariamente debiera<br />
multiplicarse.
27/10/2009 04:47:57 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
65<br />
Causas o etiología<br />
familiar de<br />
la psicopatía<br />
Jude<br />
Blanca Cecilia Martínez Núñez<br />
La enfermedad mental -en este caso la Psicopatía- tiene<br />
un significado social y científico, y cuenta con una<br />
revisión histórica, lo que nos obliga a considerar su<br />
contexto y su implicación en forma integral.<br />
La salud social depende de la salud individual, dado<br />
que la sociedad no es sino una multiplicación masiva de<br />
personas, en donde interactuamos permanentemente,<br />
no siempre de forma adecuada, lo que nos lleva o nos<br />
puede llevar a la enfermedad.<br />
Un ambiente suficientemente bueno (la familia) facilita<br />
el desarrollo, lo cual puede significar un adecuado<br />
proceso de madurez desde la adaptación biológica; o sea,<br />
las necesidades básicas fisiológicas, (hambre, frío, calor,<br />
limpieza, confort, seguridad, etcétera) lo que facilita la<br />
adaptación al medio ambiente.<br />
Por lo general, la persona que satisface estas necesidades<br />
es la madre o sustituto de ella, y a partir de ella y de<br />
la representación del padre, se inicia la construcción del<br />
aparato psíquico (inconsciente, preconsiente y consciente)<br />
del bebé, quien continúa su inserción en el sistema social,<br />
pues ya lo inició desde el deseo de la madre, a partir de la<br />
preconcepción.<br />
El psicoanálisis postula la importancia de los primeros<br />
años de vida de una persona, pues es cuando se forja<br />
su “destino “. Desde el momento del nacimiento; más<br />
bien, desde la preconcepción, se originan los cimientos de<br />
la personalidad; es decir, la base del comportamiento y<br />
desarrollo, como se aborda en el artículo de S. Freud: “Los<br />
tres ensayos de una teoría sexual”.<br />
Maestra Blanca<br />
Cecilia Martínez<br />
Núñez<br />
Licenciada en<br />
Psicología<br />
con acentuación en<br />
Clínica Infantil<br />
Especialidad<br />
en Psicoterapia<br />
Psicoanalítica<br />
Maestría en<br />
Psicoterapia<br />
con Orientación<br />
Psicoanalítica<br />
Docente de la<br />
Facultad de<br />
Psicología desde<br />
1981<br />
Coordinadora del<br />
Departamento<br />
de Servicio Social<br />
Docente<br />
blanca_<br />
psicosocial@<br />
yahoo.com.mx
66y23.indd 1<br />
00<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
CONSTRUCCIÓN DE LA PERSONALIDAD<br />
La construcción de esta personalidad se da a lo largo de las etapas del desarrollo psicosexual, en donde nos queda claro<br />
que las primeras son la base y los cimientos para dimensionar cómo será capaz el individuo de afrontar las situaciones<br />
conflictivas, duelos, manejo de frustración, nivel de tolerancia, pues las experiencias vividas en la infancia quedan como<br />
representaciones que se evocan en etapas posteriores, dependiendo de la forma de procesarlas.<br />
La importancia de la elaboración de los futuros duelos, tanto de la madre como del infante; las fantasías agresivas<br />
propias de la época pre genital en el niño, así como lo menciona M. Klein en su obra Desarrollo en Psicoanálisis, lo cual<br />
es registrado en su realidad interior, lo que le va a permitir o a limitar en sus recursos para los procesos de elaboración<br />
posterior y así lograr la integración de su “ Yo”, se da en función de la calidad del vinculo materno infantil.<br />
¿A qué nos referimos por construcción del “ YO”? Es la instancia psíquica que se forma a partir de la percepción<br />
de la calidad en la relación con la “madre”, la cual debe ser lo suficientemente fuerte, pues va a regular la exigencias<br />
del yo; o sea, las necesidades de satisfacción y placer. Esto significa que la madre debe ser lo suficientemente sana para<br />
poder ayudar a controlar las emociones y su motricidad, y así su conducta esté dirigida por un proceso adecuado y<br />
maduro de pensamiento.<br />
Las funciones del Yo son:<br />
PRUEBA DE REALIDAD: Distinguir entre los estímulos internos y los externos.<br />
JUICIO: Anticipar las consecuencias de la conducta.<br />
SENTIDO DE REALIDAD: Grado en que el sujeto ha desarrollado su individualidad, su yo corporal y<br />
autoestima.<br />
REGULACION Y CONTROL DE LOS IMPLULSOS: Eficiencia en la demora de los mecanismos de control.<br />
RELACIONES DE OBJETO: Grado, calidad, consistencia y tipo de relaciones personales e interpersonales.<br />
PROCESO DE PENSAMIENTO: Grado de adaptación en memoria, concentración, atención, conceptualización,<br />
lenguaje, y congruencia en la comunicación.<br />
REGRESION ADAPTATIVA AL SERVICIO DEL YO: Uso controlado del proceso primario del pensamiento.<br />
BARRERA DE ESTIMULOS: Umbral de sensibilidad a estímulos externos e internos, grado de adaptación,<br />
integración, organización a los estímulos sensoriales.<br />
FUNCIONAMIENTO AUTÓNOMO: Nivel de atención, concentración, memoria, aprendizaje, percepción,<br />
motricidad e intención.<br />
FUNCIONAMIENTO SINTÉTICO INTEGRATIVO: Grado de integración actitudes, valores, afectos, conducta,<br />
roles, sobre todo en la adolescencia; capacidad de dominio y competencia, grado subjetivo de lo<br />
que yo sé que domino, de lo que puedo ser capaz o no.<br />
FUNCIONES DEFENSIVAS: Funcionamiento adecuado y pertinente de las defensas: represión, proyección,<br />
negación, introspección, regresión, formación reactiva, aislamiento, desplazamiento, intelectualización,<br />
racionalización y sublimación.<br />
“Mimetismo”<br />
Remedios Varo.<br />
Para lograr que el YO se constituya de manera adecuada, madura, y alcance el funcionamiento neurótico,<br />
que sería lo esperado, es fundamental la ayuda del control asertivo y contenedor de las figuras<br />
reguladoras del YO, que son la madre en primera instancia, y de forma inmediata, a través de la madre,<br />
la figura del padre.<br />
CONDUCTA PSICÓPATA<br />
Cuando el ambiente y la relación con la familia es hostil,<br />
agresivo o, por otro lado, negligente, distante o de desaprensión,<br />
se dificulta que las funciones del YO y sus mecanismos<br />
defensivos se instalen adecuadamente, de tal manera<br />
que la conducta disociada o psicópata se construye<br />
debido a la desintegración con respecto al tipo y calidad<br />
de vínculos con las primeras relaciones.<br />
Su prueba de realidad no le permite diferenciar entre<br />
lo interno y lo externo, lo que genera un problema en la<br />
interpretación del tiempo y el espacio; sucede lo mismo<br />
con la forma de procesamiento del pensamiento, pues su<br />
memoria, concentración, atención, lenguaje, y representación<br />
de la comunicación no le permiten conceptualizar<br />
adecuadamente, y esto afecta su percepción, lo que impacta<br />
en el manejo y regulación del control de impulsos, en<br />
donde su capacidad adaptativa no permite la recuperación<br />
adecuada ante estímulos desagradables.<br />
Está claramente afectado, pues la consistencia en las<br />
relaciones con los demás se evidencia como deficiente; su<br />
nivel de interlocución es deficiente; su mirada y contacto<br />
físico está afectado, pues representa las situaciones do
27/10/2009 04:47:38 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
67<br />
lorosas de etapas primitivas que no se elaboraron adecuadamente,<br />
pues el Yo no está preparado para su buen funcionamiento.<br />
Una función fundamental que evidencia su nivel de deterioro es el<br />
JUICIO, pues no logra anticipar la consecuencia legal, social y emocional<br />
de la conducta manifiesta; no logra ser consciente de sus conductas;<br />
no armoniza emocionalmente con la realidad. Su realidad está<br />
construida desde adentro, sin diferenciar lo interno-externo.<br />
IMPORTANCIA DEL DIAGNÓSTICO ADECUADO<br />
Se debe considerar de forma determinante la importancia de un adecuado<br />
diagnóstico, basado en decisiones explicitas e implícitas referentes<br />
a una adecuada ruta para trazar el tratamiento pertinente,<br />
de acuerdo a las características (edad, gÉnero, motivo de consulta,<br />
tipo de familia, situación sociográfica, etcétera) propias de la persona<br />
evaluada en su contexto.<br />
El concepto de “elección de tratamiento” nos indica que dicha<br />
elección depende por un lado de la naturaleza de la enfermedad del<br />
paciente y, por otra parte, de las posibilidades de instrumentación<br />
de que se disponga en la sociedad.<br />
Es evidente que la posibilidad de “tratamiento” en el área de la<br />
psicopatía aparentemente ha aumentado, pues anteriormente se<br />
trabajaba con ellos sólo en un proceso como de custodia, algo así<br />
como de cuidadores de que sus conductas no irrumpan en el sistema<br />
familiar y social.<br />
Mas no es así, pues resultó y resulta difícil todavía, o, más bien<br />
complicado, comprender la trascendencia de la interacción de los<br />
procesos psicológicos de la persona y la dinámica de la familia,<br />
la cual tiene un impacto tremendo en esta estructuración, pues no<br />
escuchamos las expresiones de demanda que se gritan en forma de<br />
síntomas en nuestro sistema familiar y social.<br />
La forma de vincularnos, de escucharnos, de no marcar limites, o<br />
de ser intransigente con ellos en los primeros años de la vida de un<br />
ser humano, son determinantes en la construcción de la salud o de<br />
la enfermedad.<br />
Es importante comprender cómo los eventos a los cuales nos<br />
enfrentamos en nuestra vida, la forma de afrontarlos o de elaborarlos,<br />
depende de las huellas o representaciones almacenadas, y éstas<br />
están allí a partir de la forma en que, en etapas tempranas, fueron<br />
vividas, y actualmente nuestros recursos del YO nos permiten reunificarlas.<br />
PROCESO DE CONSTRUCCIÓN<br />
El diagnóstico en etapas tempranas o en niños es más elaborado y<br />
complicado, pues el niño está en proceso de construcción, en proceso<br />
de madurez, lo cual facilita que en ocasiones se pueda confundir<br />
cuándo una conducta es parte de esa etapa de transición del desarrollo,<br />
o es un rasgo de carácter.<br />
El diagnóstico debe evaluar y señalar los conflictos y ansiedades<br />
específicas, así como las capacidades sanas del Yo, en su proceso de<br />
adaptación y de desarrollo normal, entendido como una maniobra<br />
defensiva de retraimiento y como un intento de adecuación en ese<br />
proceso de construcción al servicio de la restitución y recuperación,<br />
considerando las relaciones entre y con los padres, dentro de un<br />
sistema familiar en su contexto.<br />
El ser humano aprende a ser creativo jugando; el juego es la<br />
primera actividad a través de la cual crea y descubre su universo<br />
interior, el mundo de los objetos primarios; y también expresa<br />
afectos y deseos relacionados con esos primeros objetos que se encuentran<br />
regularmente dentro del sistema familiar. Así va el hombre<br />
aprendiendo a no temerle a su mundo interno, como ocurre en el<br />
tratamiento psicoanalítico, en el cual se “construye” un espacio que<br />
propicia la manifestación de fantasías agresivas y/o sexuales dirigidas<br />
a los seres queridos (padres) y a otras figuras significativas, las<br />
cuales suelen ser dolorosas.<br />
Es en este campo ilusorio donde vamos construyendo otra realidad<br />
más sana; otra realidad que no está determinada o influenciada<br />
por dichas fantasías; esto es, a partir de las funciones del YO, éste es<br />
el camino de la salud, ciertamente similar al del juego y la creatividad.<br />
Recordemos que la salud y la enfermedad son constructos sociales.<br />
“Ruptura”<br />
Remedios Varo.
68y21.indd 1<br />
68<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
Tratamiento integral para la psicopatía<br />
José Castillo Ruiz<br />
Un joven británico de 15 años asesinó a un amigo, asfixiándolo,<br />
y posteriormente colocó su cadáver en las<br />
vías del ferrocarril, para aparentar un accidente. Un<br />
mes después de este crimen, que conmocionó a toda Inglaterra,<br />
la policía siguió las pesquisas del crimen, y, con la<br />
ayuda de un informante anónimo, logró capturar al joven<br />
delincuente, el cual fue llevado a juicio, y declarado culpable<br />
un año después.<br />
Con ello inició un proceso de internamiento en una unidad<br />
de readaptación forense y psicológica en Gran Bretaña.<br />
Con el tiempo, debido a que el escándalo arruinó su<br />
reputación y su posible reincorporación a la sociedad, el<br />
equipo terapéutico de la mencionada clínica decidió un<br />
cambio de la identidad de esta persona, a fin de que, al<br />
término de su condena y de su tratamiento, se reincorporase<br />
a la sociedad.<br />
La historia anterior parecería ser un extracto de una<br />
novela de terror de Alfred Hitchcock. Sin embargo, es un<br />
caso real que ilustra la misión de los equipos multidisciplinarios<br />
de tratamiento de pacientes psicópatas.<br />
A continuación haré un resumen de lo que se considera<br />
un tratamiento integral para esta clase de pacientes.<br />
PACIENTES PSICÓPATAS<br />
Lynam, et al (2009), citando a Cleckley (1941) y Hare (2003),<br />
mencionan que, a pesar de que la psicopatía no se encuentra<br />
dentro de la nomenclatura de diagnósticos oficiales, sí<br />
es tomada en cuenta como un trastorno psicológico.<br />
Quienes presentan este trastorno se caracterizan por<br />
contar con una falta de remordimiento y de afectividad,<br />
así como por ser egocéntricos, manipuladores, impulsivos,<br />
irrealistas.<br />
Para el tratamiento del trastorno psicopático, en primer<br />
instancia se debe tomar en cuenta que sí es posible<br />
brindar dicho tratamiento a este trastorno, aun cuando<br />
años atrás se consideraba que no se podía intervenir con<br />
pacientes con este trastorno. (Benveniste, 1996)<br />
El tratamiento integral debe estar conformado por las siguientes<br />
modalidades:<br />
Hospitalización en caso necesario<br />
Psicoterapia<br />
Farmacoterapia (en ocasiones)<br />
Terapia Familiar<br />
Terapia de Grupo<br />
Doctor José<br />
Castillo Ruiz<br />
Director Médico de<br />
Clínica CASA,<br />
afiliado al Hospital<br />
Muguerza<br />
Director de Vida<br />
Nueva, A.C.<br />
josecastilloruiz@<br />
terra.com.mx<br />
HOSPITALIZACIÓN<br />
La hospitalización en caso necesario debe realizarse en<br />
una unidad especial de tratamiento psiquiátrico, bajo las<br />
medidas dictadas por el código forense del país. Cada unidad<br />
cuenta con servicio de seguridad mayor al del hospital<br />
convencional, para prevenir incidentes frecuentes en este<br />
tipo de pacientes, tales como fugas, agresiones, intentos<br />
de suicidio, entre otros.<br />
El tratamiento en estas unidades de internamiento<br />
forense, incluye personal multidisciplinario, como<br />
enfermeros, personal de rehabilitación, psicólogos,<br />
psiquiatras, personal de apoyo legal, a fin de brindar un<br />
tratamiento integral a estos pacientes.
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
69<br />
PSICOTERAPIA<br />
La aplicación de modelos de psicoterapia psicodinámica<br />
se basa en la gran aportación científica que Freud imprimió<br />
a su creación del psicoanálisis. Esta teoría, cuando es<br />
empleada en el tratamiento de pacientes psicópatas, intenta<br />
enfatizar la importancia de la estructura de la personalidad<br />
del individuo y del desarrollo a través de su<br />
vida. Asimismo, investiga las motivaciones instintivas<br />
y mecanismos de defensa de estos pacientes, haciendo<br />
conscientes sus motivaciones primarias e intentando gradualmente<br />
favorecer la instalación de un sistema de valores<br />
y conductas empáticas en su persona.<br />
Terapia Cognitiva<br />
En la Terapia Cognitiva, se intenta reconfigurar los esquemas<br />
mentales del paciente psicópata hacia una forma más<br />
congruente y realista de la vida.<br />
Esta psicoterapia está orientada a que la persona<br />
con este diagnóstico forme actitudes congruentes del<br />
yo, tales como lógica, sentido de la realidad, culpa reparatoria,<br />
valores, empatía, activación de las neuronas espejo<br />
-que promueven la adquisición de comportamientos con<br />
lógica y responsabilidad.<br />
Psicoterapia Conductual<br />
El tratamiento conductual enfatiza el empleo de la teoría<br />
del aprendizaje, a fin de que las conductas maladaptativas<br />
del paciente psicópata se conviertan en nuevas formas<br />
de actuar consigo mismo y con los demás. Otras técnicas<br />
conductuales se basan en terapias aversivas, sistemas de<br />
restricción y promoción de privilegios en función de cuál<br />
sea el grado de modificación conductual del psicópata.<br />
Dentro de este esquema conductual, el uso de mascotas,<br />
fomenta las funciones de empatía, responsabilidad y<br />
compromiso social en este tipo de pacientes.<br />
REFERENCIAS<br />
Benveniste, D. H. (1996) Diagnosis and Treatment of Sociopaths and<br />
Clients with Sociopathic. Oakland, CA: New Harbinger Publications.<br />
Lynam, D., Charnigo, R., Moffit, T., Raine, A., Loeber, R. & Stouthamer-<br />
Loeber, M. (2009) The stability of psychopathy across adolescence.<br />
Development and Psychopathology 21, 1133–1153<br />
Doctor José Castillo Ruiz<br />
Cursó la carrera de Médico Cirujano y de Psiquiatría por la Universidad<br />
Autónoma de Nuevo León.<br />
Obtuvo Maestría en Investigación, por la Escuela de Salud Pública de la<br />
Universidad de Harvard.<br />
Realizó estudios de Especialidad en Psicofarmacología por la Facultad de<br />
Medicina de La Universidad de Harvard.<br />
Ha publicado artículos en revistas internacionales, tales como el<br />
American Journal of Psychiatry, Clinical Psychiatry, y el Journal of<br />
Psychopharmacology.<br />
Es autor de cuatro libros: Tú eres lo que te imaginas, El laberinto del<br />
Cerebro, Teoterapia: La Fé como Terapia y el Efecto Boyle Potts a Nivel<br />
Cerebral (este último en prensa).<br />
Actualmente es Director Médico de Clínica CASA, afiliado al Hospital<br />
Muguerza, Director de Vida Nueva, A.C.<br />
Co-Fundador de Ingenium, A.B.P.<br />
Médico Adscrito al Servicio Médico de la Universidad Autónoma de Nuevo<br />
León,<br />
Profesor de Psiquiatría de la Universidad de Monterrey, Co-fundador y<br />
Apoderado Legal del Colegio de Médicos Psiquiatras de Nuevo León, A.C.<br />
Psicoterapia de Grupo<br />
En esta modalidad de tratamiento, se fomenta que el paciente<br />
psicópata, a través de la educación y comunicación<br />
con los demás miembros del grupo, logre desarrollar confianza<br />
genuina, empatía, sentido comunitario y encuentre<br />
el valor de las redes sociales en su tratamiento.<br />
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO<br />
Este tratamiento forma parte importante en el manejo integral<br />
del paciente psicopático.<br />
La Farmacoterapia sirve de gran utilidad cuando<br />
existen diagnósticos duales, incluyendo Trastorno por<br />
Déficiti de la Atención, Alcoholismo, Drogadicción, Psicosis,<br />
Trastornos del Afecto (Depresión y Bipolaridad).<br />
El rango de psicofármacos incluye antidepresivos, ansiolíticos,<br />
antipsicóticos, y psicoestabilizadores (Anticonvulsivos<br />
y Litio).<br />
TERAPIA FAMILIAR<br />
EL enfoque de la terapia familiar involucra a la esposa y a<br />
los hijos, a fin de crear mejores lazos de afecto, comunicación<br />
y compromiso hacia un mejor horizonte de vida en<br />
los integrantes de este núcleo social.
70y19.indd 1<br />
70<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
Y estudio para la prevención de la psicopatía<br />
Falla de los adolescentes ante las normas<br />
sociales de educación media superior<br />
(El presente es un avance de la investigación<br />
sobre evaluación del superyó, en una población<br />
de adolescentes en la zona metropolitana<br />
de Monterrey, en preparatorias públicas y<br />
privadas).<br />
Prisciliano de León Dávalos<br />
JUSTIFICACIÓN<br />
La adolescencia es la edad que se ubica entre la infancia,<br />
época en la que el niño es dependiente del adulto, y la<br />
edad adulta, etapa en la que se asume que el individuo<br />
es autosuficiente, consciente y responsable de sus actos.<br />
Suponemos que tal conciencia y responsabilidad se adquieren<br />
paulatinamente. ¿Es que entonces el adolescente<br />
ya es capaz de reconocer su lugar en la sociedad? ¿Cuándo<br />
lo hace? ¿Cómo percibe las normas sociales? Y, sobre<br />
todo, ¿cómo actúa ante las normas sociales y qué motiva<br />
tal conducta?<br />
Las investigaciones reportadas generalmente se dirigen<br />
a identificar las variables sociales de estos aspectos,<br />
mientras que a nosotros nos interesan las tendencias psico-sociales.<br />
Doctor Prisciliano<br />
de León Dávalos<br />
Médico Psiquiatra<br />
y Psicoanalista<br />
de niños y adultos<br />
priscileon@gmail.<br />
com<br />
LA VIOLENCIA, EN AUMENTO<br />
Por otra parte, existe en la sociedad actual una gran preocupación<br />
relacionada con el incremento de las diversas<br />
formas de violencia social: los delitos parecen ir en aumento,<br />
lo mismo que las diversas formas de delincuencia,<br />
sea llamada menor, organizada o juvenil. Éstos son ahora<br />
temas cotidianos en los diversos grupos sociales.<br />
El derecho penal de menores se ha ido modificando, influido<br />
por diversas corrientes teóricas y sociales. El menor<br />
delincuente fue sustraído del derecho penal común, con lo<br />
que se modificó de raíz la idea de punibilidad e imputabilidad<br />
de los delitos cometidos por niños o adolescentes, y<br />
se sustituyó el principio fundamental de culpa por el de<br />
peligrosidad.<br />
Un delito representa, por lo general, un ataque directo<br />
a los derechos individuales (integridad física, propiedad,<br />
etcétera) y siempre atenta contra los derechos del cuerpo<br />
social, por lo que, contravenir la ley es un atentado en contra<br />
del orden social regulado por la ley.<br />
DELINCUENCIA Y DELINCUENCIA JUVENIL<br />
La importancia de este estudio es que se han incrementado<br />
los actos delictivos y antisociales entre los jóvenes<br />
en este rango de gravedad, y no existe ningún estudio
27/10/2009 04:46:35 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
71<br />
que tenga un propósito de identificación temprana y de<br />
pronóstico, como la presente investigación, con la aplicación<br />
de pruebas específicas para la detección temprana<br />
de conductas y o síntomas que se observan en personas<br />
identificadas como delincuentes o como delincuentes juveniles.<br />
En México, en el año 2002, existían 54 centros de internamiento<br />
para menores, que albergaban una población<br />
de cuatro mil 749 internos, de los cuales, cuatro mil 496<br />
eran varones y 253 eran mujeres. Éstos son atendidos por<br />
los Consejos Tutelares, que tienen como base el principio<br />
de que la conducta antisocial de los menores de edad no<br />
necesita castigo, sino tratamiento.<br />
En esta investigación se busca la elaboración de un perfil<br />
de funciones superyoicas, en una población del norte de<br />
la republica mexicana, de adolescentes entre 14 y 18 años<br />
de edad, de ambos sexos. Ésta es una investigación que<br />
puede definir un perfil sobre funciones del superyó en relación<br />
con el control consciente de conductas delictivas y<br />
antisociales, a través de dos pruebas estandarizadas para<br />
la población mexicana, que son el “Inventario multifásico<br />
de la personalidad Minnesota para adolescentes” MMPI-A,<br />
y el “Cuestionario de Conductas Antisociales-Delictivas”,<br />
A-D, los que comparan los hallazgos, entre población escolar<br />
de nivel preparatorio y equivalente. Son de carácter<br />
público, privado y técnico.<br />
METODOLOGÍA<br />
Es una investigación transversal, descriptiva y correlacionada,<br />
que, a través del método inductivo, puede definir<br />
un perfil de actitudes y conductas de los adolescentes,<br />
estudiantes de nivel medio-superior ante las normas sociales,<br />
evaluado a través de dos pruebas psicológicas<br />
estandarizadas para la población mexicana, que son: el<br />
Inventario Multifásico de la Personalidad Minnesota para<br />
adolescentes (MMPI-A) y el Cuestionario de Conductas Antisociales<br />
y delictivas (A- D).<br />
POBLACIÓN<br />
El universo del estudio son tres preparatorias: una pública,<br />
una privada y una técnica pública. Se determinó una<br />
muestra de ambos sexos Se obtuvo una muestra de 281,<br />
y se descartaron 39 casos, por invalidez de pruebas y por<br />
salirse del rango de edad. Así, se seleccionaron 242 casos,<br />
de los cuales 108 son varones y 134, mujeres.<br />
La administración de las pruebas se realizó en las aulas<br />
de la escuela co-rrespondiente y estuvo a cargo de los<br />
propios autores, con el apoyo de un equipo de aplicación,<br />
integrado por colegas psicólogos, y con respeto a las normas<br />
de estandarización para la aplicación, revisión del<br />
material e interpretación de las pruebas.<br />
ESTRATEGIA DE ANALISIS<br />
PROPÓSITO Y MÉTODO<br />
Se aplicarán dos pruebas a estudiantes de preparatorias<br />
privadas, públicas y técnicas, en una ciudad del norte de la<br />
república mexicana, en Monterrey, Nuevo León.<br />
Una de la hipótesis planteadas es sobre la pregunta de<br />
si existe un perfil de adolescentes identificable con los reactivos<br />
de conductas de las pruebas MMPI-A y [ (A- D)], que<br />
denota una falla en las funciones de control de conductas<br />
delictivas y antisociales.<br />
Se da por cierto, con los resultados de las encuestas<br />
y de su análisis, con las características como factores de<br />
prevención en los adolescentes.<br />
Algunas definiciones pertinentes:<br />
El Superyó es una construcción dentro de la teoría estructural<br />
tripartita (ello, yo y superyó) del psicoanálisis, para<br />
explicar el funcionamiento mental normal y patológico. El<br />
superyó es una de esas categorías teóricas.<br />
Las funciones conscientes del superyó son:<br />
• La regulación de la autoestima y de la autocrítica.<br />
• Control de impulsos.<br />
• La regulación del acatamiento a la norma.<br />
• La expresión de la sexualidad<br />
• La regulación empática con seres humanos y seres vivos.<br />
• La regulación de la identificación consciente de valores,<br />
religiosos, morales, étnicos, filosóficos y éticos.<br />
• La regulación de la culpa y de la reparación.<br />
• La veneración, idealización consciente y la actividad social.<br />
• La respuesta de defensa frente a la agresión.
72y17.indd 1<br />
72<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
Para el análisis de los datos, se empleo el Statical Product and Service Solution<br />
(SPSS, version12), aplicando frecuencia y porcentaje, coeficiente de correlación,<br />
análisis factorial y comparación de dos variables nominales UD MAN, WHIT-<br />
NEY.<br />
RESULTADOS<br />
La aplicación se llevó a cabo con selección de variables de ambas, un constructo<br />
a investigar el Superyó consciente, en adolescentes de educación media, del norte<br />
de la república, a través de las pruebas de MMPI y de A-D, que son las siguientes.<br />
Generales (clave, número de casos, edad, sexo). De validez de las pruebas (INAVR<br />
= Invalidez, F1 = Infrecuencia, F2 = Infrecuencia 2,<br />
F =Infrecuencia), Clínicas Generales ( L = mentira K = Defensividad, D = Depresión,<br />
IS = aislamiento, M /F = Masculino Femenino,) Clínicas Específicas (Dp = Desviación<br />
Psicopática, IS = Aislamiento, BAE-A = Baja Autoestima Adolescente,<br />
ESC-A =Problemas Escolares Adolescente, ISO-A = Incomodidad Social Adolescente,<br />
ENJ -A = Enojo- Adolescente, DEP- A = Depresión Adolescente, FAM-A =<br />
Problemas Familiares Adolescente,<br />
CIN-A = Cinismo- Adolescente, PCO-A = Problemas de Conducta Adolescente,<br />
R-A = Represión, Antisocial, Delincuencia, Gpo. (Claves de identificación de grupos<br />
y escuelas, no publicadas para este documento.)<br />
Variables de validez F1, F2, F, L, K, D<br />
Claves de constructo: IS, D, Dp, CIN, ENJ, BAE, R-A y D<br />
Comparando contra: Esc - A, FAM- A, PSCO- A, ISO- A<br />
Y con prueba de conductas Antisociales y Delictivas; prueba de A y D.<br />
Se usó estadística descriptiva, Prueba de Confiabilidad de Alfa de Cronbach’s,<br />
Prueba de (distribución Normal) Kolmogorv Smirnov,<br />
Análisis factorial<br />
Pruebas estadísticas efectuadas, Tucky and Gabe Howie<br />
Kruskal Wall. S análisis de Factor variables con correlación de .6 a 1<br />
Alpha Confiabilidad de .6 a 1 las lecturas de .77 Factor1, Ega Value de 1 o más<br />
Varimax, Kolmogor S. >.05 Distribución, Histograma Distribución Normal.<br />
Resultados del Análisis factorial:<br />
VARIABLES FACTOR I FACTOR II FACTOR III FACTOR IV<br />
IS .246<br />
ISO .232<br />
D .228<br />
CIN .276<br />
ENJ .188<br />
Del .421<br />
A .342<br />
DP .226<br />
F/M .410<br />
Se agruparon con los siguientes conceptos:<br />
Factor I.<br />
Factor II.<br />
Factor III.<br />
Deficiencia del manejo de la conducta social adecuada y Factor de riesgo.<br />
Factor IV. Factor De Fragilidad del Superyó con relación al género, mas en el<br />
varón que en la mujer.<br />
DETERMINACIÓN DE LA MUESTRA<br />
Se seleccionó con la aplicación de fórmula estadística para muestra pequeña en<br />
función de la población, utilización de tablas aleatorias sobre listado de alumnos,<br />
e invitación a participar bajo contrato de anonimato<br />
y que acepten participar libre e informadamente.<br />
CONCLUSIONES<br />
Se encontraron cinco agrupaciones estadísticas significativas<br />
con las siguientes variables:<br />
Is es aislamiento, ISO aislamiento Social, D depresión, CIN<br />
cinismo, ENJ enojo, DEL factores de delincuencia, conductas<br />
antisociales, desviación sicopática y la variable.<br />
Se definen como factor de segregación social la<br />
depresión el aislamiento afectivo y el aislamiento social,<br />
como factores pre-disponentes a la conducta antisocial y<br />
a la violación de normas escolares; la baja autoestima, la<br />
generación de envidia y resentimiento y la ira y la tristeza<br />
reprimida son factores que potencian la emergencia de<br />
impulsos destructivos, favorecen también el consumo de<br />
alcohol y drogas psicotrópicas.<br />
El segundo lo llamo el factor provocador de conductas<br />
delictivas y antisociales y se encuentran el enojo y el<br />
cinismo. Ambos nos hablan de impulsividad presente, que<br />
se potencia en grupo y con la ingesta de alcohol y drogas<br />
psicotrópicas, pero no son necesarias. Las pandillas,<br />
la violencia el robo, el maltrato y el abuso son ejemplos<br />
de la condición.<br />
El tercer grupo es un factor de riesgo, donde se abre<br />
claramente la inclinación al delito, y las funciones del<br />
Superyó se encuentran seriamente lesionadas o son inoperantes;<br />
son adolescentes que ya han transgredido las<br />
normas con plena conciencia y placer, así como la utilización<br />
de las ganancias secundarias del acto delictivo,<br />
como es la obtención del dinero y el poder del abuso y el<br />
sometimiento sin consideración a las personas, a las que<br />
se trata como sujetos de explotación, en un proceso de<br />
deshumanización hacia sus semejantes.<br />
El último grupo es la variable del género, donde se<br />
observa una mayor tendencia del género femenino de<br />
concentrarse más en los grupos de segregación social.<br />
El género masculino presenta una mayor debilidad de los<br />
controles internos y la impulsividad.<br />
Es de resaltar que si bien sabemos por la clínica que<br />
los factores depresivos son tierra fértil para el adolescente<br />
para iniciar el consumo tóxico de estimulantes psicotrópicos<br />
y alcohol, no da en un porcentaje alto en combinación<br />
con conductas como el cinismo.<br />
El cinismo es traducido por ellos a “me vale” o “poco<br />
importan los demás”, “falta de consideración hacia los<br />
demás” falta de respeto a la propiedad ajena, consciente<br />
y voluntariamente.<br />
Es un dato importante, y una información de alarma<br />
es que está asociada en todos los perfiles sociales, en<br />
todos los grupos y en ambos géneros, y es un indicador<br />
claro, junto con el enojo, de una deficiente integración del<br />
Superyó, y que esto facilita y potencia las conductas de<br />
bajo rendimiento escolar, abandono escolar, vandalismo,<br />
delitos menores, violencia, abuso, y la formación de pandillas.
16y73.indd 1<br />
16<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
El actuar por interés no es sólo el de sospechosos y<br />
delincuentes, sino también el de padres que disputan la custodia<br />
de los hijos, víctimas que sufren las consecuencias<br />
de delitos, guardias encargados de la seguridad, así como<br />
los procesos que internamente experimentan los miembros<br />
del Poder Judicial, por citar ejemplos.<br />
El psicoanálisis y la psiquiatría también han contribuido<br />
al respecto, aunque desde enfoques diferentes.<br />
El primero, también llamado psicología profunda, fue iniciado<br />
por Sigmund Freud, el cual sostiene que la clave del<br />
actuar humano es el inconsciente, y el impulso de vida,<br />
la sexualidad. En el caso de la segunda, es un área de la<br />
medicina que se especializa en la prevención, evaluación,<br />
diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los trastornos<br />
de la salud mental. El tratamiento incluye psicofármacos,<br />
aunque puede recomendar psicoterapia.<br />
APROXIMACIONES SOCIOLÓGICAS<br />
AL COMPORTAMIENTO CRIMINAL<br />
La sociología estudia la producción y reproducción de la<br />
sociedad y de lo social, a través del análisis de sus estructuras<br />
y sistemas, así como de la forma en que interactúan<br />
con los individuos y los grupos. Al igual que la psicología,<br />
mantiene relación con otros campos del saber, como antropología,<br />
filosofía, trabajo social, y se divide en especialidades.<br />
La sociología criminológica investiga la criminalidad<br />
de una sociedad determinada, sus causas generales: variables<br />
demográficas, condiciones socioeconómicas; su relación<br />
con otros fenómenos: sociales, culturales, económicos,<br />
políticos, y la evolución de sus índices.<br />
La sociología de la desviación y del control social<br />
se encarga del análisis de las conductas calificadas como<br />
desviadas: parasociales y antisociales, en función de las<br />
exigencias institucionales: prescripciones normativas; de<br />
las expectativas sociales: preceptos morales, y de la falta<br />
de efectividad de los mecanismos de control: discurso<br />
ideológico del derecho y otras normas sociales. A diferencia<br />
de la sociología criminológica, se desarrolla en un nivel<br />
más teórico.<br />
UNIÓN DE ESFUERZOS: CRIMINOLOGÍA<br />
Elucidar los actos socialmente sancionados, por considerarlos<br />
moralmente graves y por ser contrarios a las normas<br />
institucionalmente establecidas, implica una lectura<br />
integral, amplia, tanto del sujeto trasgresor, como de la<br />
sociedad de la que forma parte. Una conducta desviada<br />
o divergente es la expresión comportamental de la disociación<br />
entre las aspiraciones culturalmente establecidas<br />
(vgr. éxito pecuniario, fama, poder) y los medios estructuralmente<br />
dados para arribar a ellas, por lo que sería simplista<br />
reducir la explicación a un problema de adaptación<br />
individual.<br />
El ambiente, como dominio generalizado de las relaciones<br />
sociedad-naturaleza, en el cual se incluye el campo<br />
material y abstracto de los entretejes de cultura, población,<br />
trabajo y mundo vital, es tan importante como la personalidad<br />
de cada uno; es decir, las pautas de pensamiento,<br />
percepción y comportamiento relativamente estables, propias<br />
de cada sujeto. Visión de las personas como seres<br />
bio-psico-sociales que compartimos.<br />
Razones por las cuales la criminología es una ciencia<br />
sintética que busca la descripción, clasificación, explicación<br />
y reducción de las conductas criminales, tanto<br />
en lo general (criminalidad), como en lo relativo a casos<br />
concretos a través de la criminología clínica. Potencial<br />
analítico que le permite abarcar desde delitos en estados<br />
de emoción violenta hasta actos dolosos preparados con<br />
antelación.<br />
La violencia, pese a los estudios y tratamientos biológicos,<br />
cognitivos, neuroquímicos, psicodinámicos y sociales,<br />
persiste en amplio número de hogares. Hombres y mujeres<br />
participan en procesos distorsionados de interacción,<br />
donde las amenazas, las comparaciones, los insultos<br />
y los silencios prolongados son la constante.<br />
El estado psicológico y la salud mental de quienes<br />
agraden, por supuesto influye, pero no son suficientes<br />
para aclarar la selección de las víctimas, el escenario de<br />
la agresión, el confinamiento al ámbito privado, el encubrimiento<br />
y la justificación reiterada del castigo como el<br />
ejercicio de un derecho.<br />
En una interacción violenta, el comportamiento de uno<br />
sirve para justificar el del otro. Determinados mensajes,<br />
verbales y no verbales, interpretados como amenaza o<br />
rebeldía —independientemente de la intención del emisor—,<br />
determinan el pasaje al acto. Proceso interaccional<br />
y comunicativo que debe analizarse, considerando que<br />
la particular interpretación de los mensajes depende del<br />
universo cognitivo de quien lo hace; hecho por el que la<br />
cultura ocupa un lugar fundamental en las explicaciones,<br />
sobre todo si atestiguamos la heterodesignación de identidad<br />
y la socialización de género.
74y15.indd 1<br />
74<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
De allí que las psicologías criminal y forense, adaptadas<br />
a ese tipo de variables, actúan en la actividad pericial,<br />
lo que se entiende como el “medio de prueba al que recurren,<br />
ya sean las partes en un juicio o el mismo juez, cuando,<br />
para asegurar la existencia de un hecho o su simple posibilidad,<br />
se requieren conocimientos técnicos, o cuando,<br />
siendo ésta la materialidad del hecho, es necesario para<br />
conocer su índole, cualidad o sus consecuencias, mediante<br />
un conjunto de conocimientos técnicos o científicos”.<br />
Siguiendo con esta línea comprensiva, el psicólogo<br />
puede participar en los juicios en dos posibilidades: la primera,<br />
como testigo de hecho, por ser responsable de la<br />
aplicación de un tratamiento determinado, en la que actúa<br />
como profesional; pero la información que le es solicitada<br />
se compone de sus observaciones directas y material proveniente<br />
de su trabajo sobre su paciente; la segunda, como<br />
experto (perito) con objeto de informar bajo juramento al<br />
juzgador sobre los puntos en litigio, en cuanto se relacionan<br />
con su especial saber acerca de un sujeto evaluado en<br />
un contexto judicial.<br />
Así pues, en el contexto del Derecho Penal, por ser éste<br />
el encargado de sancionar las conductas delictivas, la función<br />
del psicólogo es informar sobre el estado de salud<br />
mental de un acusado o de una víctima, lo que conlleva la<br />
precisión de dos cuestiones fundamentales: si conoce el<br />
valor moral y jurídico de sus actos y si, como consecuencia<br />
de su estado de salud mental, es capaz de actuar conforme<br />
a ese conocimiento, con lo que surgen las opciones<br />
de Imputablidad versus Inimputablidad, en referencia a<br />
su responsabilidad penal. También puede participar el<br />
psicólogo en la valoración del delincuente enfermo mental<br />
o el delincuente que enferma mentalmente.<br />
LLAMADO A PSIQUIATRAS Y PSICÓLOGOS<br />
Ahondando en la actividad interdisciplinaria, mientras que<br />
los juristas prestan atención a los discursos y a los actos,<br />
con objeto de juzgar el estado mental de un individuo, los<br />
jueces encargados, motu proprio o por medio de la promoción<br />
de alguna o ambas partes, tomando en consideración<br />
que existen errores de percepción y se requiere por<br />
tanto de conocimientos técnicos y profesionales, llaman a<br />
psiquiatras y psicólogos.<br />
Éstos, aunque con poca diversidad en las concepciones<br />
y herramientas teóricas y técnicas, ambos utilizan los mismos<br />
instrumentos taxonómicos, conocidos como Manual<br />
Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales<br />
(DSM-IV), editado por la Asociación Psiquiátrica Americana,<br />
y la Clasificación Internacional de Enfermedades<br />
(CIE-10), emanada de la Organización Mundial de la Salud,<br />
los cuales fueron obtenidos de cuerpos colegiados donde<br />
previamente se pusieron de acuerdo más de un centenar<br />
de especialistas en la codificación de la problemática revisada.<br />
A partir de ello, los citados profesionales, para lograr<br />
su encomienda, se aplican a estudiar la fisonomía, las particularidades<br />
físicas y las psíquicas representadas especialmente<br />
en el modo de pensar y por la guisa de cómo se<br />
exteriorizan sus sentimientos, que habrán de explicar a<br />
los inmersos en el litigio.<br />
TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO<br />
En el mismo sentido, es necesario retomar la concepción de la forma dentro de<br />
un juicio como elemento preponderante. Cuando no se está de acuerdo con la<br />
resolución de un juez, el modo de agotar el procedimiento de continuidad hasta<br />
esferas superiores de revisión y decisión, se encuentra en la labor de tres magistrados,<br />
que se denominan “Tribunales Colegiados de Circuito”, o en su defecto<br />
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, compuesta de once ministros, los<br />
cuales, de manera “colegiada”, deciden sobre las peticiones de los ciudadanos o<br />
de sus representantes legales. Por ende, la consideración doctrinaria de que más<br />
de uno tome la decisión, permite una uniformidad de criterios, lo cual, invocado<br />
por el Derecho, le proporciona al juez más elementos de convicción sobre su<br />
cometido.
27/10/2009 04:46:03 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
75<br />
Otro aspecto por revisar en la concepción de la forma, se encuentra<br />
establecido en los artículos 251 y 234 de los códigos de Procedimientos<br />
Penales, del Estado y Federal respectivamente, que a la letra<br />
manifiestan: “Los peritos practicarán todas las operaciones y experimentos<br />
que su ciencia o arte les sugiera, y expresarán los hechos y<br />
circunstancias que sirvan de fundamento a su dictamen.”<br />
Para cumplir adecuadamente la labor, en el caso del dictamen<br />
pericial psicológico, éste debe seguir una argumentación propia; es<br />
decir, un proceso cognitivo especializado, que se realiza mediante la<br />
articulación de inferencias diagnósticas concatenadas con los datos<br />
de la causa judicial, coherentes, exhaustivas, basadas en la razón suficiente<br />
y con conocimiento idóneo sobre el caso de que se trata, para<br />
llegar así a conclusiones fundadas .<br />
PELIGROSIDAD SOCIAL<br />
En el ámbito de la legalidad, uno de los aspectos requeridos primordialmente<br />
al valorar a un sujeto activo de un delito, es la peligrosidad<br />
social. En respuesta a ello, con base en las operaciones que la ciencia<br />
sugiere, es menester la utilización de los manuales citados, puesto<br />
que revisan la presencia de un posible trastorno de la personalidad.<br />
Más aún, en la Psicología existen pruebas (tests) que detectan una<br />
infinidad de factores relacionados con el ser humano, entre ellas el<br />
nivel de peligrosidad, concebida ésta como la capacidad o probabilidad<br />
que una persona tiene para devenir actora de un delito o dañar<br />
o lastimar a otra. En este contexto, la peligrosidad del indiciado es la<br />
probabilidad de que una anormalidad mental o del comportamiento<br />
produzca alteraciones de la conducta que impliquen riesgo para<br />
quien los padece o para las personas u objetos que le rodean, incluida<br />
la posibilidad de cometer actos delictivos.<br />
Como herramientas en la consecución de estas determinaciones,<br />
la psicología cuenta con pruebas que miden los rasgos de personalidad,<br />
siendo una de las más utilizadas la denominada “Inventario<br />
Multifásico de la Personalidad Minnesota ” (MMPI, por sus siglas en<br />
inglés.). Dicho instrumento posee, además del establecimiento de rasgos<br />
de personalidad, la capacidad de diagnosticar la tendencia de los<br />
sujetos a falsear la prueba, o que los sujetos traten de representar<br />
rasgos diferentes a lo que en realidad es propio de ellos (mendacidad).<br />
Otro elemento es que dicha prueba ya puede ser aplicada sobre<br />
una computadora, cuyo software se encuentra encriptado, y proporciona<br />
la presunción legal y humana al juez que evita la posibilidad de<br />
que al ser revisados los datos se sospeche se hubiesen manipulado<br />
los resultados, puesto que la misma máquina revisa, interpreta y grafica<br />
los productos obtenidos, diferente a si ello es aplicado de manera<br />
personal sobre un formato simple y a mano.
76y13.indd 1<br />
76<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
FUNDAMENTO DEL DICTAMEN<br />
Otra línea de revisión formal de los artículos citados se<br />
refiere a los “hechos y circunstancias que sirven de fundamento<br />
al dictamen”, bajo el fundamento de que, dentro<br />
de los juicios, la autoridad escucha a las partes, las<br />
cuales exponen sus manifestaciones, dependiendo del<br />
lado procesal desde el cual se sitúen, por ser doctrinariamente<br />
dos las partes comprometidas que se sitúan en su<br />
respectiva perspectiva: fiscalía y defensa. Por ello, la Psicología,<br />
utilizando las herramientas desarrolladas a través<br />
de los años y de la misma interdisciplinariedad, retoma<br />
las mismas afirmaciones en uno u otro sentido, con objeto<br />
de determinar técnicamente la veracidad o mendacidad,<br />
utilizando procedimientos de revisión, ya sean fisiológicos<br />
(dilatación pupilar, sudoración, espasmos musculares,<br />
etcétera); motores (posición corporal y cambios intempestuosos<br />
al responder, movimientos de las manos, ojos, etcétera);<br />
verbales (la comparación de lo dicho cuando se<br />
le repetía la misma pregunta en un momento posterior;<br />
reacción ante la interrupción brusca de una declaración,<br />
preguntando otras no relacionadas, omisiones, contradicciones,<br />
etcétera); y paralingüísticos: lapso de tiempo entre<br />
el fin de la pregunta y el principio de la respuesta, cambios<br />
de volumen en la voz, cambios en la velocidad de la<br />
declaración, etcétera).<br />
Habida cuenta de que, si dentro de la ciencia del<br />
Derecho el elemento básico de la desestimación de una<br />
declaración es la contradicción, dentro de la Psicología,<br />
además de la contradicción, las omisiones de información<br />
y las inconsistencias entre los referentes citados en el párrafo<br />
inmediato anterior son los que determinan la credibilidad<br />
de un sujeto sometido a valoración.<br />
Para el caso concreto, una prueba utilizada en psicópatas<br />
y que parte de datos proporcionados por el sujeto en<br />
una entrevista semi-estructurada, entre otras variables, es<br />
la denominada “Hare Psychopathy Checklist-Revised (PCL-<br />
R)”, o su forma abreviada (PCL-SV) . Esta prueba, junto con<br />
información complementaria penal, personal y biográfica<br />
de un sujeto, permite evaluar el Trastorno Psicopático de<br />
Personalidad (TPP).<br />
Consiste en una entrevista que evalúa las respuestas<br />
de un sujeto y la información que se obtiene de los archivos<br />
disponibles. Consta de doce ítems que evalúan los<br />
rasgos conductuales de los trastornos de la personalidad<br />
psicopatológica (antisocial). Proporciona dos factores de<br />
psicopatía: Factor 1 (egoísmo, insensibilidad, ausencia de<br />
remordimientos) y Factor 2 (estilo de vida crónicamente<br />
inestable y antisocial). Con esta prueba se logra obtener su<br />
riesgo de reincidencia (o peligrosidad social), y sus limitaciones<br />
a la hora de seguir un tratamiento terapéutico.<br />
La simple aplicación de lo revisado no basta para<br />
convencer a un juez. Otro aspecto por revisar es que el<br />
psicólogo, dentro de su encomienda de tasación, al describir<br />
los resultados bajo la tesitura de hechos y circunstancias,<br />
independientemente de su forma especializada de<br />
representación, como lo sería la utilización de términos<br />
técnicos, debe comprometerse, según el precepto citado,<br />
a explicarlo de una manera tal de comprensión a los no<br />
inmersos en esa área del conocimiento invocada, como<br />
lo son los representantes legales y sobre todo el juez,<br />
puesto que de lo que se descubra dependerá la decisión<br />
y sobre todo la implicación de una responsabilidad penal,<br />
tal como en el caso del asunto que se está tratando en el<br />
presente articulo.
27/10/2009 04:45:47 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
77<br />
CONFLICTO CON LA SOCIEDAD<br />
Una vez vistos algunos elementos de forma inmersos en<br />
los debates judiciales, pasemos ahora a entender la psicopatía.<br />
Ésta, bajo la lupa del Derecho Positivo, donde todo<br />
concepto por revisar debe tener una definición, se considera<br />
un trastorno de la personalidad, donde el sujeto<br />
presenta un conjunto de características y comportamientos<br />
que entran en conflicto con la sociedad, debido a que<br />
rechaza conformarse a las reglas establecidas; carece de<br />
sentido de lealtad y es incapaz de aprender de las experiencias<br />
.<br />
En el mismo sentido, esta conducta antisocial se ha<br />
usado para definir a una persona cuyo comportamiento<br />
no se ha ajustado a la normativa social o moral. De allí que<br />
su comportamiento se caracterice por estar inadaptado<br />
desde su interior, mas no por lo que refleja exteriormente<br />
ante los demás.<br />
Por tanto, una de las motivaciones de las que se parte<br />
para ser el psicólogo llamado a juicio, es que determine la<br />
denominada peligrosidad social. Esto es, la inclinación de<br />
un sujeto a delinquir. Si esta inclinación se manifiesta en<br />
ocasión de cometer un delito, se denomina peligrosidad<br />
criminal, y si se manifiesta aunque no se cometiera delito,<br />
se denomina peligrosidad social o pre-delictiva. Las formas<br />
de valorar se mencionaron en párrafos precedentes.<br />
INIMPUTABILIDAD<br />
Ahora bien, tomando como referencia que para acreditarse<br />
una psicopatía donde el resultado sea producto de<br />
la personalidad como un todo , y el acusado invoque una<br />
inimputabilidad o actio liberae in causa, lo que significa<br />
que pretenda demostrar una carencia de la capacidad de<br />
comprender el carácter ilícito del hecho o de determinarse<br />
de acuerdo con esa comprensión, tal y como lo establece<br />
tanto el Código Penal Federal en su artículo 15, párrafo<br />
VII; y la respectiva Codificación local en su primer párrafo<br />
del artículo 22, ¿cómo podría un psicópata apelar la<br />
inimputabilidad como argumento procesal de tal forma<br />
que lo excluyera de la pena corporal o pena de prisión<br />
respectiva?<br />
Tal respuesta se basa primeramente en la revisión del<br />
artículo 14 constitucional, donde se establece imperativamente<br />
que en el ámbito penal sólo se debe aplicar una<br />
pena decretada por el delito de que se trata. Interpretando<br />
lo anterior, significa que se debe encontrar una clasificación<br />
tal que reúna la categorización motivo del presente<br />
objeto de estudio en este artículo.<br />
Basado en esto y en concordancia con la Psicología,<br />
una de cuyas herramientas es el Manual Diagnóstico y<br />
Estadístico de los Trastornos Mentales, tal y como se describió<br />
anteriormente, un aspecto de forma es el hecho<br />
que si bien posee la siguiente denominación: “Trastorno<br />
Antisocial de la Personalidad”, es en este rubro que no se<br />
contempla la psicopatía como comprendida en tal clasificación,<br />
lo que provocaría que el representante legal de un<br />
psicópata que fuera muy competente pero sin escrúpulos,<br />
o el mismo procesado, al momento de llamar a comparecer<br />
al perito psicólogo con el objeto de ratificar el dictamen<br />
emitido, lo interrogaría de tal forma que llegara éste<br />
a reconocer la no existencia de tal concepto en el manual<br />
citado, pudiendo promover un incidente en el juicio o planear<br />
estratégicamente un juicio de amparo donde se revise<br />
lo anterior.<br />
Afortunadamente lo anterior no acontece con la Clasificación<br />
Internacional de Enfermedades (CIE 10), ya que<br />
en ésta sí se configura tal patología, con síntomas tales<br />
como:<br />
a) Cruel despreocupación por los sentimientos de los<br />
demás y falta de capacidad de empatía.<br />
b) Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y<br />
despreocupación por las normas, reglas y obligaciones sociales;<br />
c) Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas;<br />
d) Muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para<br />
descargas de agresividad, dando incluso lugar a un comportamiento<br />
violento.<br />
e) Incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia,<br />
en particular del castigo.<br />
f) Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer<br />
racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo,<br />
entre otros factores.<br />
Debido a la restricción metodológica espacial del presente<br />
trabajo, no es posible revisar los demás elementos<br />
relativos a esta problemática. Sin embargo, lo importante<br />
es que en todo caso dependerá de la capacidad práctica<br />
del perito psicólogo, al llevar a cabo las encomiendas judiciales,<br />
y sobre todo no caer en contradicciones al momento<br />
de ser llamado a comparecer ante la autoridad, en virtud<br />
de que, en la actualidad, los abogados, sin ser la excepción<br />
del resto de los demás profesionales, se han vuelto cada<br />
vez más competitivos y, por tanto, más perceptivos en su<br />
actividad facultativa.
78y11.indd 1<br />
78<br />
Jonrón<br />
por Keith Raniere<br />
Este artículo es de hecho la continuación de uno que publiqué en esta revista,<br />
sobre el mismo tema, hace más de 2 años. En aquel artículo intentamos,<br />
entre otras cosas, crear una experiencia de lo que sería pensar como un<br />
psicópata. Este artículo no será tan personalmente perturbador; intentaré examinar<br />
la lucha, que creo que muchos de nosotros tenemos, al relacionarnos con<br />
nuestras respuestas emocionales no tan nobles. También expandiré mi teoría<br />
del origen de la psicopatía.<br />
Creo que hay 7 niveles de respuesta moral demostrados por las personas.<br />
Cada nivel subsecuente se aleja más y más de la compasión:<br />
1. El amor incondicional como libertad<br />
Este es el más compasivo y menos apegado. Muchos de nosotros experimentamos<br />
este ámbito esporádicamente en instancias aisladas; pocos de nosotros<br />
reciprocamos primordialmente desde este estadio. En esta modalidad, si un<br />
hombre choca accidentalmente conmigo en el elevador, estaré preocupado por<br />
su bienestar—no tendré sentimientos negativos asociados con esta particular<br />
intrusión en mi vida. Esto se extiende al más subconsciente de los niveles: no<br />
hay parte de mi que interprete este evento como una amenaza. Esta condición<br />
verdaderamente pacífica es mucho más poco común de lo que podría uno imaginarse.<br />
Es un estado de compasión en el que el “intruso” es experimentado íntimamente<br />
como el propio ser. En este nivel el amor es la moralidad que tiene por<br />
ética a la conducta correcta.<br />
(Ilustración de<br />
www.<br />
rainbowserpent.<br />
co.uk)<br />
2. La responsabilidad como el fin de la ira, el miedo y el<br />
sufrimiento<br />
Ojalá que al menos algunas de nuestras reacciones del día<br />
con día residan aquí o en el nivel anterior. Aquí estamos al<br />
menos levemente conscientes de nuestra respuesta natural<br />
primitiva a una intrusión percibida. En el caso del hombre<br />
en el elevador nuestra fisiología, medida por instrumentos<br />
de laboratorio, registra una perturbación emocional,<br />
pero procesamos mentalmente nuestra emoción bruta con<br />
nuestro intelecto; sabemos que el hombre no pretendía<br />
lastimarnos; nos vemos a nosotros mismos como responsables<br />
de nuestra experiencia de la situación. Al nivel más<br />
profundo, primitivo y físico, sí percibimos momentáneamente<br />
que este hombre es un invasor de nuestro espacio<br />
y una amenaza; a nivel más intelectual reconocemos que<br />
este hombre está haciendo colisión con nosotros accidentalmente<br />
y sin hacernos daño—y nos rehusamos a ceder<br />
a impulso alguno de sufrimiento o violencia. También sabemos<br />
que es muy probable que hayamos cometido las<br />
mismas acciones que este hombre muchas veces. La base<br />
moral aquí es la felicidad con la equidad como guía ética.<br />
3. Culpa y negación<br />
Muchas personas experimentan esta forma de interacción<br />
como estándar. Es idéntica a la anterior excepto que los<br />
riesgos percibidos de la responsabilidad o la honestidad<br />
emocional son demasiado atemorizantes para poderse<br />
soportar. Así que se inserta un nivel adicional de control–<br />
cognición a la mezcla. Este proceso de decepción adicionado<br />
permite la negación de incluso haber tenido impulsos<br />
primitivos. Un individuo atrapado en esta conducta quiere<br />
aparecer ya sea sin responsabilidad por las circunstancias,<br />
ó en paz incorruptible (para ser visto como una persona<br />
“muy amable”). Mientras más éxito tenga esta persona con<br />
estas estrategias, menos potencia tendrá sobre las circunstancias<br />
que crean estas emociones. Este es el nivel de la<br />
ira mal dirigida y el sufrimiento para experimentar cuidados.<br />
La felicidad se vuelve una mercancía cuya obtención<br />
depende del capricho de los demás; la felicidad tiene que<br />
ganarse por la fuerza o mendigarse mediante hacerse la<br />
víctima. En el peor y más contrahecho de los casos, una<br />
máscara falsa de actitud placentera, facilitada a través de<br />
la negación de los verdaderos sentimientos, cubre un “sufrimiento<br />
silencioso” o una “olla exprés de ira” invisible al<br />
observador casual.<br />
Aunque esta fachada puede ser un camuflaje socialmente<br />
efectivo, no engañaría a las mediciones fisiológicas cientí-
27/10/2009 04:45:31 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
79<br />
ficas. En este nivel, como en los anteriores, tenemos<br />
compasión hasta cierto punto por nuestros semejantes<br />
y los vemos como a nosotros mismos. Es vital denotar,<br />
sin embargo: lo que sienten las personas por ellas mismas<br />
es lo que sienten—debido a la proyección—por los<br />
demás y viceversa. En este estado, la persona afligida está<br />
disminuyendo su capacidad de ser la fuente de sus emociones<br />
y humanizar a los demás.<br />
existencia, el ser humano es muy parecido a un animal en cuanto a motivación<br />
aunque las acciones y conductas pueden ser más complejas y socialmente integradas.<br />
En este nivel de moralidad, debido a la represión terminal de las emociones, la<br />
autoestima continúa disminuyendo hasta llegar a fin de cuentas al fondo del<br />
ámbito de la depresión y el auto-aborrecimiento. Los individuos en esta zona de<br />
la experiencia se retraen de las personas, con frecuencia escondiendo su estilo<br />
de vida para evitar ser observados. El hombre en el elevador no es visto como<br />
persona sino como un elemento perturbador en el universo. Si estamos atados a<br />
este dominio, temiendo la recriminación u otras consecuencias adversas, frenamos<br />
nuestros deseos básicos en base a una motivación no-compasiva. Esta es la<br />
primera categoría de conducta en esta jerarquía que es basada completamente<br />
en el miedo. El amor, la humanidad y la compasión están subordinadas a las<br />
corrientes del miedo, la envidia y la ira.<br />
Si nuestro torpe caballero del elevador es visto como un vehículo para el desahogo<br />
físico, puede incluso ser que llegue a resultar significativamente lesionado.<br />
Los sentimientos de placer y saciedad dictan la moralidad y la viabilidad es el<br />
único estándar ético.<br />
5. Hostilidad<br />
Finalmente, conforme los prospectos de felicidad mueren y son reemplazados<br />
por placeres sensoriales, las monedas circunstanciales y anti-humanitarias de la<br />
ira, la venganza, el peligro, la perversión y el poder de destrucción se vuelven<br />
cada vez más placenteras en su intensidad—en un desierto estéril de supervivencia<br />
sin gozo, la “excitación” de estas dinámicas inspira una especie de vida<br />
oscura.<br />
(Ilustración de Lee Youngheui).<br />
Desde esta perspectiva, surgen las primeras técnicas de<br />
envidia, rencor y venganza. La resultante experiencia de la<br />
vida y de los demás, victimizada, árida y sin amor, conduce<br />
a una muy baja autoestima. Esto significa que el hombre<br />
en el elevador puede resultar empujado en represalia, dependiendo<br />
de las circunstancias, con posibles disculpas<br />
posteriores. La motivación moral es ahora el poder con la<br />
ética calibradora del control.<br />
Si un individuo viaja por debajo de este nivel, su autoestima (creencia en su propia<br />
capacidad) aumenta dramáticamente, pero se basa en resultados negativos.<br />
Yo diferencio entre la autoestima de resultados positivos y la autoestima de resultados<br />
negativos al referirme a esta última como autoestima negativa. La única<br />
cosa que separa a una persona en esta abyecta condición de caer aún más es<br />
su conciencia; la lucha entre la tentación (y garantía) de un intenso placer y todo<br />
lo que la persona sabe intelectualmente que es correcto o bueno. La moralidad<br />
es controlada por la intensidad de los sentimientos pero la ética es mixta y en<br />
conflicto (y a veces incluso este conflicto es percibido como placentero): hacer<br />
cosas malas se siente bien, pero hacer el mal sin restricciones se siente mal. Este<br />
lazo final inesperado existe debido al vestigio restante de su conciencia.<br />
4. Saciedad y retracción<br />
Con el suficiente rechazo continuo de los sentimientos<br />
emocionales, y la expansión de las estrategias y procesos<br />
de pensamiento de víctima, la vida se vuelve sombría y<br />
gris. Los únicos placeres se vuelven la saciedad del cuerpo<br />
a través de la gratificación de necesidades de supervivencia<br />
y la estimulación sensorial. Cualquier obstrucción a<br />
esta meta es vista como algo que temer o destruir.<br />
Este es el dominio de los saciadores, que no tienen sentido<br />
abstracto del amor o la humanidad. Bueno es aquello<br />
que resulte placentero a los sentidos, malo es todo aquello<br />
que interfiera con la indulgencia. En esta cuarta forma de
80y9.indd 1<br />
80<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
6. Psicopatía básica<br />
Actualmente no se sabe si algunas personas nacen irrevocablemente en este<br />
sexto nivel de interacción humana. En este dominio, las demás personas han<br />
sido completamente convertidas en objetos—son vistas sólo como accesorios<br />
usados para ganar o conservar placeres—y no hay limitaciones impuestas por<br />
esa molesta (y ahora exterminada) conciencia.<br />
Sin remordimientos restantes, cortada la correa de la humanidad, se abre amplio<br />
un mundo de posibilidades. Removido para siempre el peso acumulado de la<br />
culpabilidad actual y potencial por acciones destructivas pasadas, una recién<br />
descubierta sensación de libertad, posibilidades, vivacidad y facilidad de vida<br />
brotan explosivamente en lo que podría describirse como una “catarsis negra”.<br />
¿Regresaría alguna vez una persona así al ámbito de la conciencia?<br />
Naturaleza o ambiente<br />
Yo conocí a una niña pelirroja de nombre Ann cuando estaba<br />
yo en tercer año. Supongo que este fue uno de mis<br />
primeros “enamoramientos” infantiles. Ella era tan bonita<br />
y pecosa; sospecho que yo me sonrojaba cada vez que ella<br />
me miraba en el patio de la escuela. Siempre acababa yo<br />
haciendo alguna tontería sólo para obtener su atención.<br />
Mi mamá insistía en que mis sentimientos eran lo que ella<br />
llamaba puppy love, (una especie de amor infantil) pero yo<br />
sabía que no era así. ¡No pasaba un día sin que yo sintiera<br />
mariposas en el estómago por mi emocional e intenso tesoro<br />
pelirrojo! De vez en cuando incluso comíamos juntos<br />
a la hora del lunch.<br />
Yo creo que es virtualmente imposible. Ya que con cada premio logrado a través<br />
de este descubrimiento corrupto, una barrera más grande es construida separando<br />
al individuo de una vida con conciencia. Me imagino que la fuerza de este<br />
descubrimiento se auto-acelera y es virtualmente imparable—la intensa libertad,<br />
placer y autoestima obtenidos a través del poder destructivo. En este punto,<br />
la moralidad se basa en la intensidad de la sensación con una ética de máxima<br />
obtención.<br />
7. Psicopatía desarrollada<br />
La práctica hace al maestro. Un verdadero psicópata no es tan fácil de detectar<br />
como uno se imaginaría. A veces se les describe como superficialmente<br />
calmos, de buen humor, con alta autoestima, y de trato placentero. ¿Porqué?<br />
Porque la mayoría de las cosas que conducen a los dilemas éticos, cuestiones de<br />
conciencia, o consideración del bienestar del prójimo les son irrelevantes; sin<br />
conciencia, ninguna de estas cosas aplican. Muchas dificultades y temores que<br />
enfrentan los individuos normales simplemente no tienen peso alguno para el<br />
psicópata. Al igual que con cualquier quehacer relacionado con la conducta, el<br />
psicópata pueden practicar y mejorar sus habilidades. Sospecho, que para algunos<br />
psicópatas llega el momento en que aprenden el valor de la paciencia.<br />
Actualmente se cree que la mayoría, si no es que todos los psicópatas, alcanzan<br />
este estado de enfermedad a muy temprana edad. Como tales, no habrían desarrollado<br />
aún el intelecto adulto. Conforme el niño psicópata crece y se acerca a la<br />
edad adulta—obteniendo los dones de pensamiento más abstracto y estratégico<br />
que otorga la pubertad—el valor de la paciencia y la planeación de largo plazo<br />
puede ser aprendido y aplicado a cuestiones de destrucción. Algunos psicópatas<br />
dominan muchas estrategias y tácticas de decepción, lo que les permite<br />
planear complicadas estratagemas destructivas.<br />
Las personas que han caído a este más bajo de los niveles de la condición humana<br />
han aplicado los beneficios de los procesos humanos de pensamiento a su<br />
motivación base de poder y destrucción. Ya no son gobernados por los impulsos<br />
a corto plazo de sus cuerpos y han hecho la transición a una posición estratégica<br />
superior en la vida. Comparados con las personas de conciencia, los psicópatas<br />
tienen más opciones de conducta. Pueden imitar a una persona de conciencia<br />
y también hacer cosas que una persona de conciencia jamás consideraría. Esto<br />
conduce a una superioridad innata en asuntos superficiales de relaciones, negocios,<br />
liderazgo y organización social. No es sorprendente que algunos psicópatas<br />
hayan vencido a millones para volverse líderes de vastas empresas, organizaciones<br />
o incluso países.<br />
Sólo recuerde, dadas iguales condiciones entre dos personas en una situación<br />
competitiva, la persona con más opciones tiene la mayor probabilidad de ganar.<br />
Sin conciencia, los psicópatas tienen más opciones de conducta.<br />
Al ir creciendo llegué a conocer a muchas pelirrojas de<br />
diferentes temperamentos. Parecía que la mayoría de ellas,<br />
aún en ambos extremos de la escala energética (ya fueran<br />
hiperactivas y eléctricas o tranquilas y flemáticas),<br />
seguían teniendo una variabilidad emocional atípicamente<br />
alta para su tipo energético. Me pregunto si esta aparente<br />
vicisitud emocional de las pelirrojas se relaciona con una<br />
característica genética.<br />
Por supuesto, hasta hace muy poco era mal visto declarar<br />
que cualquier atributo psicológico estaba relacionado<br />
con la genética. Un psicólogo norteamericano de nombre<br />
William Sheldon realizó un estudio fotografiando a unos<br />
4,000 estudiantes universitarios a principios del siglo 20.<br />
Creó un sistema de clasificación por somatotipos y lo<br />
aplicó a las características de personalidad.<br />
Después de algunos de los problemas sociales enfrentados<br />
durante la Segunda Guerra Mundial, la reacción común<br />
ante cualquier intento de estereotipar la personalidad por<br />
raza, tipo de cuerpo o antecedentes genéticos era considerado<br />
incivilizado. A fin de cuentas, la compilación fotográfica<br />
de Sheldon fue destruida debido a este sesgo.<br />
¿Me pregunto cuantos eran pelirrojos y qué descubrió de<br />
ellos?
27/10/2009 04:45:16 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
81<br />
No está claro si la psicopatía tiene orígenes genéticos. Hay<br />
grandes mentes científicas (y estudios) en cada lado de<br />
este debate. Sospecho que naturaleza y ambiente forman<br />
un sistema, lo que significa que están co-involucrados en<br />
la creación psicopática. Es probable que haya ciertas características<br />
genéticas que den lugar a una mayor probabilidad<br />
de psicopatía. Esto no significa que un psicópata<br />
tenga que tener alguna de estas características genéticas;<br />
sólo que la presencia de tales características hace que la<br />
condición sea más probable. Igualmente, no hay condiciones<br />
ambientales estándar (más allá de posiblemente<br />
predicamentos que causen daño cerebral) que creen a un<br />
psicópata en todos los casos. Así que no hay condiciones<br />
de naturaleza o ambiente que sean ni necesarios ni suficientes<br />
para la creación de este síndrome.<br />
Su ganancia mi pérdida<br />
¿Porqué algunos de nosotros renunciamos a nuestra conciencia<br />
mientras que otros en circunstancias de crianza<br />
más adversas nos elevamos a los más altos estándares<br />
humanitarios? ¿Compartimos ciertas experiencias que<br />
puedan dar luz a la experiencia psicopática de la vida?<br />
Yo era un niño muy activo y atlético. Uno de los sentimientos<br />
positivos más memorables que tuve daría forma más<br />
adelante a mi forma de ver la acción violenta.<br />
Hay un juego infantil, común en las ciudades del norte de<br />
los Estados Unidos, llamado stickball (similar al béisbol,<br />
stick = palo, ball = pelota). El stickball no tiene liga formal<br />
y ni siquiera reglas que sean estándares de un vecindario<br />
a otro. Aunque hay principios generalmente aceptados,<br />
para el juego y el equipo considerado usual, cualquiera<br />
de estas cosas puede ser modificada o abandonada. El<br />
stickball es un juego infantil de la calle que se puede jugar<br />
donde sea, empleando las reglas que sean decididas en el<br />
acto, y utilizando cualquier entorno y equipo disponibles.<br />
Sólo hay 2 piezas requeridas de equipo: una pelota (preferiblemente<br />
suave y de caucho, pero en el peor de los casos<br />
hasta una piedra funciona) y alguna especie de palo con<br />
el que pegarle a dicha pelota (con frecuencia un palo de<br />
escoba). También, ojalá, se pueda contar con al menos dos<br />
jugadores (aunque juegos de una sola persona son ideados<br />
con frecuencia en tardes flojas y solitarias de domingo).<br />
Fue en una de esas sesiones, como incipiente jonronero,<br />
usando una viga de madera bastante pesada de casi un<br />
metro de largo, que cree una maravillosa sensación de desahogo.<br />
Era una de esas situaciones de stickball: jugando con niños<br />
mayores, un cierto tipo de pelota pequeña y pesada de<br />
hule, un pitcher veloz y una determinación inagotable. Era<br />
mi turno de batear y en ese día, en ese jardín, nadie había<br />
podido pegarle bien a la pelota. Yo era especialmente inepto<br />
debido a la falta de experiencia y a que enfrentaba a<br />
un pitcher 3 años mayor que yo.<br />
Bajo un sol ardiente en ese caluroso día de verano, con<br />
el sudor chorreando por mi frente, no había nada que yo<br />
quisiera más que pegarle, y digo pegarle bien, a esa molesta<br />
pelotita. Pero sin importar cuánto tratara, el abanicar<br />
con todas mis fuerzas sólo me ganaba las burlas de mis<br />
compañeros y aullidos de, “¡Qué buena brisa! Hace mucho<br />
calor, ¿puedes abanicarle más?”. No podía conectar esa<br />
pelota.<br />
Sentí la tensión acumulándose en mi cuerpo. Mientras<br />
más me lo proponía, menos ágiles eran mis intentos. Finalmente,<br />
respiré profundo y me relajé.<br />
Es interesante que al abanicar con todas nuestras fuerzas<br />
hay una especie de vacío insatisfecho y doloroso que nos<br />
deja con ganas de más oportunidades. Con el riesgo de<br />
dar un giro demasiado brusco y posiblemente caerme (con<br />
el probable resultado de adquirir un apodo vitalicio conmemorando<br />
el incidente) decidí abanicar tan fuerte como<br />
pudiera gritando mi frustración con la esperanza fantasiosa<br />
de atinarle a la pelota.<br />
Fue la experiencia física más increíble de mis seis años<br />
en esta tierra. Al girar el bate le pegó a la pelota justo en<br />
el lugar correcto, el peso de la pelota se sintió perfecto<br />
contra la forma del palo. Era como si toda mi energía<br />
y frustración acumuladas fueran transferidas a la pelota<br />
conforme iniciaba un magnifico vuelo (bueno, magnífico a<br />
los ojos de un niño de seis años) hacia la distancia. Jamás<br />
había sentido un desahogo así ni la resultante paz física<br />
conectada. Añoraba más.<br />
No fue sino hasta los catorce años que volví a pegarle a<br />
la pelota. Bueno, eso último es broma, pero pasaron muchas<br />
veces al bate antes de poder re-experimentar tal harmonía.<br />
Me imagino que así se ha de sentir, si hemos convertido<br />
completamente en objeto a otra persona y no tenemos<br />
conciencia respecto a violentamente forzarle a hacer nuestra<br />
voluntad o castigarle si actúa en contra de la misma—<br />
o demuestra voluntad propia. La fuerza de mi fortaleza<br />
desahogada realmente me inquieta. Pienso en las veces<br />
que he aplicado todo mi cuerpo a levantar un objeto pesado<br />
o romper algún obstáculo legítimo. Si tal ferocidad<br />
pudiera incluso ser dirigida hacia otro ser humano, con
82y7.indd 1<br />
82<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
abandono, el resultado sería impensable. Sospecho que los psicópatas reciben<br />
un sentimiento de desahogo así cada vez que ejercen poder. Esto da miedo.<br />
Cuando ejerzo fuerza sobre otra persona, por ejemplo en una colisión accidental<br />
en la cancha de voleibol, inmediatamente me preocupa la posibilidad de haberle<br />
lastimado. Incluso en mis días de torneos de judo, durante las más extremas<br />
confrontaciones físicas, si vencía a mi oponente jamás lo hacía con imprudencia<br />
o un deseo de lastimarle. Si mi salvaguarda psicológica contra violentar a otras<br />
personas no existiera, puedo imaginarme capaz de cosas monstruosas.<br />
Practicamos lo que repetimos<br />
Utilizo una experiencia adicional en mis intentos por armar el rompecabezas<br />
del funcionamiento de una persona con psicopatía (una forma más propia, sin<br />
embargo torpe, de demostrar que las personas son separadas de, y más grandes<br />
que, sus condiciones). Esta experiencia es lo que yo considero un evento raíz que<br />
conduce al schadenfreude (disfrute obtenido de las desventuras del prójimo).<br />
Recuerdo que mis padres organizaron una competencia de baile para mis amigos<br />
y yo en mi cuarto cumpleaños. Yo quería ser especial y, como era mi cumpleaños,<br />
me sentía con más derecho a ser especial.<br />
Pero ganar esta competencia de baile no estaba en mi futuro. Aún con sugerencias<br />
de mis padres yo no fui juzgado tan bueno como mi amigo. Recuerdo que<br />
con cada nuevo paso de baile suyo, yo sentía que sus logros me hacían menos<br />
especial. Durante un giro en particular, con exuberancia incrementada, él se<br />
cayó y mis padres comentaron que ese movimiento no era muy bueno.<br />
Creo que este es el hábito más difícil de romper, porque es<br />
natural, y viene como reflejo de la creencia errónea de que<br />
nuestra felicidad, gozo, naturaleza especial y amor provienen<br />
del mundo exterior.<br />
Si aceptamos esta falacia, hemos tomado el primer paso<br />
para convertir a los demás seres humanos en esa pequeña<br />
pelota de hule.<br />
A toda costa debemos, como valor primario, construir la<br />
capacidad humanizante de la compasión—el experimentar<br />
el dolor y el gozo de los demás como propio.<br />
Debemos trabajar en esto como nuestra labor primaria de<br />
vida poniendo esfuerzos cada día en esta dirección.<br />
Si pasamos por la vida, sin el reconocimiento de la natural<br />
y triste tendencia del schadenfreude, podemos no sólo<br />
construir un hábito de gozar por el fracaso de los demás,<br />
podemos sentir ira o sufrimiento por sus éxitos.<br />
Y si nos permitimos sin freno estas indulgencias de falta<br />
de compasión, algunos de nosotros puede que llevemos a<br />
cabo la violencia del desahogo, en palabra o acción, contra<br />
nuestros semejantes convertidos en objetos.<br />
De cierta forma, estas son las acciones llevadas a cabo<br />
fácilmente por una persona con psicopatía; nosotros sólo<br />
estamos practicando.<br />
Traducción del inglés por Farouk Rojas<br />
En ese momento sentí felicidad acerca de su fracaso.<br />
Acerca de Executive Success Programs, Inc.<br />
Executive Success Programs, Inc.MR (ESP) ofrece<br />
programas de entrenamiento enfocados en crear<br />
consistencia en todas las áreas y ayudar a desarrollar<br />
las habilidades prácticas, emocionales e intelectuales<br />
que la gente necesita para alcanzar su máximo<br />
potencial. Todos los programas de ESP utilizan una<br />
tecnología punta con patente en trámite llamada<br />
Cuestionamiento Racional MR, una ciencia basada<br />
en la creencia que entre más consistentes sean las<br />
creencias y patrones de conducta de un individuo, más<br />
exitoso será en todo lo que haga. El Cuestionamiento<br />
RacionalMR permite a las personas volver a examinar<br />
e incorporar percepciones que pueden ser la base de<br />
limitaciones autoimpuestas.<br />
Mayores informes: info@nxivm.com<br />
Mujer con envidia obsesiva /<br />
Theodore Gericault
27/10/2009 04:44:51 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
83<br />
Con la intervención de 514 alumnos<br />
Participan los 20 planteles CECyTE-NL<br />
en el Concurso Estatal Cívico<br />
Un total de 514 estudiantes de los 20 planteles del<br />
Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos de<br />
Nuevo León (CECYTE) participaron en la octava<br />
edición del Concurso Estatal Cívico, el pasado 29 de septiembre,<br />
en el Gimnasio Nuevo León.<br />
ESCOLTAS<br />
En la competencia de Escoltas se contó con la representación<br />
completa de todos los planteles que conforman el<br />
sub sistema educativo en el Estado. En esta disciplina participaron<br />
144 estudiantes, y la escolta del CECYTE Apodaca<br />
obtuvo el primer lugar; el grupo de Linares se colocó<br />
en el segundo puesto, y el de Zaragoza en tercero.<br />
HIMNO NACIONAL<br />
La interpretación del Himno Nacional fue la segunda disciplina,<br />
y la que contó con mayor participación, al registrar a<br />
241 estudiantes de 13 planteles: Allende, Apodaca, Bustamente,<br />
Cadereyta, Escobedo, Estanzuela, García, Lampazos,<br />
Linares, Marín, Mier y Noriega, Sabinas Hidalgo y Salinas<br />
Victoria. El grupo del plantel Salinas Victoria se llevó<br />
el primer lugar, mientras que los representantes de los<br />
planteles Estanzuela y Apodaca alcanzaron el segundo y<br />
tercer lugares, respectivamente.<br />
BANDAS DE GUERRA<br />
La tercera disciplina evaluada en el concurso fue la competencia<br />
de Bandas de Guerra, evento en el que compitieron<br />
129 jóvenes divididos en seis equipos, representativos de<br />
los planteles Apodaca, Cadereyta, García, Linares, Sabinas<br />
Hidalgo y Salinas Victoria.<br />
Luego de la deliberación por parte del jurado conformado<br />
por elementos de la VII Zona Militar, se otorgó el<br />
primer lugar en el encuentro de Bandas al equipo del<br />
plantel Linares; el segundo, a los representantes del<br />
municipio de Apodaca, y el tercero fue para el plantel<br />
Marín.<br />
MARCO DISCIPLINARIO<br />
En el evento, el doctor Luis Eugenio Todd, director general<br />
de CECYTE Nuevo León, dijo sentirse orgulloso por la disciplina<br />
demostrada por los alumnos, tanto en este tipo de<br />
actividades, como en el nivel educativo.<br />
“Este evento representa –señaló- el marco disciplinario<br />
que la educación debe tener para alcanzar metas y objetivos<br />
concretos y darles a ustedes un mejor nivel de vida.<br />
Es evidente que sin tenacidad, disciplina, honestidad y<br />
autenticidad, los seres humanos se pierden en los rumbos<br />
inciertos de las adicciones, de las drogas, de los conflictos<br />
personales. Por eso es imperativo -y me da mucho<br />
gusto que estén aquí todos los directores de los CECYTESque<br />
la disciplina de nuestra tradición, que forma parte del<br />
emblema simbólico de un país grande como el nuestro,<br />
sea adscrita al proceso educativo del Colegio de Estudios<br />
Científicos y Tecnológicos”.<br />
En el concurso estuvieron presentes también otras<br />
autoridades de la dependencia, como Lorena González,<br />
directora administrativa, y Roberto Méndez, director de<br />
Vinculación, además de los directores de los planteles participantes<br />
y público en general.
84y5.indd 1<br />
84<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
En el marco de la realización de la Décima Sexta Semana<br />
Nacional de <strong>Ciencia</strong> y <strong>Tecnología</strong>, del 26 al 30<br />
de octubre, en Nuevo León se realizaron diferentes<br />
actividades en todo el sistema educativo, con la participación<br />
de instituciones de educación superior, museos,<br />
iniciativa privada y el Consejo Nacional de <strong>Ciencia</strong> y <strong>Tecnología</strong><br />
(CONACYT).<br />
Entre los trabajos más significativos destacó la realización<br />
de talleres y conferencias, particularmente los que<br />
se impartieron en la Facultad de <strong>Ciencia</strong>s Físico Matemáticas<br />
de la Universidad Autónoma de Nuevo León y en el<br />
Horno 3 del Parque Fundidora. Tan sólo cada uno de estos<br />
lugares recibió la visita diaria de unos 600 niños.<br />
Destacaron también el ciclo de conferencias que se<br />
impartió en los planteles CECYTE alrededor del Estado;<br />
las conferencias y talleres en la Universidad Valle de<br />
Celebra Nuevo León la Semana<br />
Nacional de <strong>Ciencia</strong> y <strong>Tecnología</strong><br />
300 mil personas en todo el país, mientras que en 2008<br />
se registraron siete millones de participantes.<br />
“De manera coloquial, decimos que la Semana Nacional<br />
ya se ha convertido en un equivalente de la Semana<br />
Nacional de Salud, porque es un evento simultáneo donde<br />
todas las actividades que la semana trae se llevan a cabo<br />
en diferentes instituciones. El reto que tenemos es que<br />
llegue a más y más entidades y a los municipios y esto<br />
sólo se podrá lograr a través de la alianza que hemos<br />
venido fomentando y al apoyo que hemos recibido en el<br />
caso del Estado de Nuevo León”.<br />
Por su parte José Antonio González Treviño, secretario<br />
de Educación en el Estado, y director de la Unidad<br />
de Integración Educativa de Nuevo León, reiteró el compromiso<br />
que tiene el gobierno para promover la ciencia, la<br />
tecnología, la innovación y la creatividad.<br />
México, así como las réplicas de los talleres de robótica<br />
que miles de niños realizaron en sus escuelas. Inició<br />
también un diplomado dirigido a los maestros en enseñanza<br />
de la ciencia que se realizó gracias a la coordinación<br />
de diferentes instituciones como el CINVESTAV y la Secretaría<br />
de Educación de Nuevo León.<br />
INAUGURACIÓN EN EL PLANETARO ALFA<br />
La inauguración formal de los trabajos de la semana se<br />
llevó a cabo el pasado lunes 26 de octubre, en el Planetario<br />
Alfa, donde jóvenes de diferentes escuelas mostraron los<br />
conocimientos que adquirieron durante el año en robótica,<br />
al presentar sus trabajos y avances en esta materia.<br />
En el evento, Óscar Vázquez Montiel. Director regional<br />
noreste del CONACYT, destacó la importancia de las actividades<br />
que se realizan como parte de esta semana, pero<br />
dijo que es necesario llegar a más gente.<br />
Como ejemplo, dijo que la participación en 1994, fecha<br />
en que se inició la semana nacional, fue de apenas<br />
“Que todas las actividades como las que se realizaron<br />
durante esta semana nos sirvan para inspirar a niños y<br />
a jóvenes, a las nuevas generaciones, para encontrar una<br />
oportunidad para que desarrollen su talento, su creatividad;<br />
y estas actividades constituyen una oportunidad muy<br />
importante para identificar todas las opciones que tiene<br />
una comunidad que aspira a mejorar su calidad de vida y<br />
que aspira, a través de la educación, a mejorar su desarrollo<br />
personal y profesional”, explicó el funcionario estatal.<br />
En el presidium estuvieron presentes también: Jesús<br />
Áncer Rodríguez, rector electo de la Universidad Autónoma<br />
de Nuevo León; Norma Patricia Saucedo Moreno, titular<br />
de la Oficina de Servicios Federales de Apoyo a la Educación<br />
en el Estado; Martha Leal González, directora de<br />
Impulso al Software; Julia Moreira, directora del Planetario<br />
Alfa y Juan Roberto Zavala Treviño, director de Cultura<br />
Científica de la Coordinación de <strong>Ciencia</strong> y <strong>Tecnología</strong> de<br />
Nuevo León, en representación del director general, Luis<br />
Eugenio Todd Pérez.
27/10/2009 04:44:32 p.m.<br />
CONOCIMIENTO la ciencia del psicópata<br />
85<br />
Compilación del Centro de Integración Juvenil<br />
Presentan el libro Metanfetaminas,<br />
lo que los padres deben saber<br />
“Metanfetaminas: lo que los padres deben saber” es<br />
una compilación publicada por los Centros de Integración<br />
Juvenil, A.C., que busca convertirse en una<br />
herramienta de prevención ante el consumo de este tipo<br />
de drogas.<br />
El libro fue compilado por Carmen Fernández Cáceres,<br />
directora general de CIJ y colaboradores. A lo largo de<br />
ocho capítulos, el texto reúne toda la información acerca<br />
de las metanfetaminas, explica qué son, cuáles son los<br />
problemas que producen, en México, quiénes las consumen,<br />
y cómo se puede detectar el uso de estas drogas.<br />
El texto incluye también información acerca de prevención<br />
en el consumo, y datos sobre el tratamiento, además<br />
de una sección de las preguntas más frecuentes que las<br />
personas puedan tener acerca de las mentanfetaminas.<br />
PRESENTACIÓN<br />
La presentación oficial del libro se llevó a cabo el pasado<br />
14 de octubre, en el marco de la Feria Internacional del Libro<br />
Monterrey 2009. En el evento se contó con los comentarios<br />
de Otoniel Cárdenas Elizondo, director nacional de<br />
Tratamiento, de los Centros de Integración Juvenil.<br />
El especialista realizó una presentación a nombre de<br />
Carmen Fernández, y explicó capítulo por capítulo el contenido<br />
del volumen, además de brindar diversos ejemplos<br />
y anécdotas. Reiteró la importancia preventiva que el<br />
texto tiene en algunas zonas del país, como Nuevo León,<br />
en dónde el consumo de este tipo de drogas aún no adquiere<br />
visos de gravedad.<br />
“Es del interés de CIJ, si podemos, cada año, hacer algún<br />
tipo de publicación para toda nuestra población objetivo,<br />
y procuramos que se vayan intercalando textos técnicos<br />
con textos que puedan ser usados por la población<br />
en general. En este caso, pretendemos que los padres de<br />
familia lo lean y, de ser posible, formen algún grupo y se<br />
discuta en círculos de lectura que ya hemos desarrollado<br />
durante mucho tiempo, y que sabemos que son los que tal<br />
vez tengan más éxito con los padres en las escuelas”.<br />
RESPÓNSABILIDAD DE LOS PADRES.<br />
Adriana Dávila Benavides, presidenta de la Asociación<br />
Estatal de Padres de Familia, ofreció también algunos comentarios<br />
acerca del libro, e insistió en que los padres<br />
tienen en sus manos la responsabilidad y oportunidad de<br />
prevenir el consumo de drogas por parte de sus hijos.<br />
“Es importantísimo que ustedes, que tienen en sus manos<br />
este ejemplar, lo revisen, lo analicen y lo compartan<br />
con quienes tengan oportunidad de hacerlo; en sus propias<br />
familias, con sus hijos, platiquen con ellos. Aquí hay<br />
consejos muy importantes que nosotros debemos tomar<br />
en cuenta. Debemos fortalecer la autoestima ante cualquier<br />
situación, de cada uno de nuestros hijos, para que sean<br />
capaces de resistir cualquier tentación y sean capaces de<br />
decir: “no, no lo quiero”.<br />
En la presentación del libro estuvo presente también<br />
María San Juana Covarrubias Salinas, coordinadora regional<br />
noreste de CIJ.
86<br />
la ciencia del psicópata<br />
Por gestiones de la directora de la Pinacoteca<br />
CONOCIMIENTO<br />
Luce obra monumental de<br />
José Luis Cuevas<br />
en el Paseo Santa Lucía<br />
La Pinacoteca de Nuevo León cerró con broche de oro su ciclo administrativo<br />
2008-2009, encabezado por la señora Elvira Lozano de<br />
Todd, al instalar la escultura monumental “Beatriz del Carmen y<br />
José Luis Cuevas”, obra de éste, en el Paseo Santa Lucía.<br />
El pasado 29 de septiembre, el ahora exgobernador, José Natividad<br />
González Parás, develó la pieza de la autoría de Cuevas en la Plaza de<br />
Acceso número 9 Norte del Paseo Santa Lucía. Frente a la escultura en<br />
bronce, que mide seis metros de altura y que pesa cinco toneladas,<br />
González Parás destacó los esfuerzos que se han realizado para que el<br />
paseo cuente con importantes expresiones artísticas que ofrecer a sus<br />
visitantes.<br />
“Hablamos de la posibilidad (con Cuevas) de que una de sus esculturas<br />
estuviera en Santa Lucía, y ahí es donde apareció Elvira Todd, que,<br />
como mujer ejecutiva que es”, hizo esfuerzos muy grandes en este sentido”,<br />
manifestó.<br />
Y así, “aun en época de crisis presupuestal, con la participación y<br />
con el apoyo de miembros de la comunidad que aportaron donativos<br />
adquiriendo réplicas pequeñas de esta escultura, y con la donación<br />
generosa de su autor a esta ciudad, hoy aquí estamos, develando esta<br />
muestra de arte, que va a ser admirada a lo largo de los tiempos por<br />
muchas generaciones de nuevoleoneses, de mexicanos y de extranjeros<br />
que vengan a pasear a Santa Lucía”.
27/10/2009 04:44:10 p.m.<br />
CONOCIMIENTO<br />
Exposición del<br />
la ciencia del psicópata<br />
87<br />
CENTRO CULTURAL ALEMÁN<br />
Elvira Lozano de Todd inauguró también la exposición “Paula Modersohn-Becker<br />
y los de Worspwede”, acompañada de Michael Greszus<br />
David, director del Centro Cultural Alemán, y Álvaro Ríos, director de<br />
Cultura de la misma institución.<br />
La exposición, que se presenta por primera vez en México, contiene 65<br />
trabajos sobre papel, gráficas, fotografías y libros realizados entre 1895<br />
y 1906 por varios artistas de origen alemán, encabezados por Paula<br />
Modersohn-Becker y Otto Modersohn.<br />
La muestra permanecerá abierta al público hasta el mes de enero de<br />
2010, en la sala temporal de la planta baja de la Pinacoteca de Nuevo<br />
León.<br />
CONJUNCIÓN DE VOLUNTADES<br />
A su vez, la señora Lozano de Todd destacó el esfuerzo de<br />
voluntades que se requirió para hacer realidad el sueño de<br />
tener esta pieza en el Paseo Santa Lucía, instalación que se<br />
llevó a cabo en coordinación con la Agencia de Planeación<br />
del Desarrollo Urbano de Nuevo León y la Secretaría de<br />
Obras Públicas del Estado.<br />
“Es muy significativo –señaló- que esta emblemática<br />
obra sea inaugurada durante la celebración de la segunda<br />
edición del Festival Internacional Santa Lucía. Queremos<br />
expresar nuestra gratitud a quienes colaboraron para<br />
hacer realidad esta obra; agradecemos profundamente a<br />
los benefactores de este proyecto cultural: empresarios,<br />
funcionarios y coleccionistas que, con su valiosa aportación<br />
y generosidad, hicieron posible la instalación de<br />
esta escultura monumental.<br />
“A todos ellos les decimos, a nombre de los nuevoleoneses,:<br />
muchas gracias. Enviamos un agradecimiento especial<br />
al arquitecto Alejandro Velasco, de la Ciudad de<br />
México encargado de realizar la fundición, el traslado e<br />
instalación de la obra”.<br />
APRECIO POR NUEVO LEÓN<br />
Por su parte, José Luis Cuevas, quien estuvo acompañado<br />
por su esposa, Beatriz del Carmen Bazán, comentó diversas<br />
anécdotas de vida con los asistentes, y concluyó su intervención<br />
recordando su aprecio por la gente de Nuevo<br />
León.<br />
“Quiero decirle a toda la gente de Monterrey que los<br />
quiero mucho, que tengo por todos ustedes un gran afecto;<br />
los quiero, los admiro; es (Nuevo León) un Estado que<br />
ha dado mucho a la cultura mexicana, abriendo museos.<br />
Elvira Todd ha sido una gran directora de museos, una<br />
mujer con un sentido de organización verdaderamente excepcional”,<br />
manifestó el artista.<br />
Sobre la pieza, dijo que se trata de un doble homenaje:<br />
en primer lugar para su esposa, Beatriz del Carmen, y,<br />
al mismo tiempo, una demostración de su amor por el<br />
Estado de Nuevo León y la ciudad de Monterrey.
88<br />
la ciencia del psicópata<br />
CONOCIMIENTO<br />
RECONOCIMIENTO<br />
A personajes nuestros en el área de la psiquiatría<br />
Juan Roberto Zavala<br />
zavat_2004@yahoo.com.mx<br />
Doctora Adelina Alcorta Garza<br />
Con importantes investigaciones en las áreas de Medicina<br />
de Enlace, Psicometría y Educación, Psicooncología,<br />
Psicoanálisis, Salud Psicosocial y su correlación con el<br />
desempeño académico de los estudiantes de la Facultad de<br />
Medicina de la UANL, Adelina Alcorta Garza es actualmente<br />
jefa del Departamento de Psiquiatría del Hospital<br />
Universitario de la UANL y autora de capítulos en libros;<br />
editora del libro Psicoanálisis en América Latina, publicado<br />
por Grafo Print Editores; editora de seis anuales y autora de más de 30<br />
artículos publicados en revistas especializadas.<br />
En 1994 fue reconocida por Lippincott Williams & Wilkins por ser coautora<br />
del artículo más solicitado al Nursing Research. Es médico cirujano y<br />
partero por la UANL. Entre otras, hizo las especialidades de Psiquiatría<br />
General en el HU de la UANL y de Psicoanálisis de Adultos y Psicoanálisis de<br />
Niños y Adolescentes, ambos del ARPAC. Tiene una Maestría en Pedagogía<br />
Médica, de la Universidad de Castilla-La Mancha, en España, y el Doctorado<br />
en Medicina, con especialidad en Psicometría, Perfiles de Salud Psicosocial<br />
y Educación, de la UANL.<br />
Nuevo León.<br />
Doctor Francisco Javier Rodríguez Lara<br />
Dedicado desde hace varios años a la psicoterapia de grupo,<br />
de pareja, de familia; en psiquiatría y medicina de enlace y<br />
psicoterapia de adultos, el doctor Francisco Javier Rodríguez<br />
Lara es también experto en manejo psicofarmacológico de<br />
los trastornos mentales, entre los cuales están las diferentes<br />
modalidades de tratamiento de las drogo-dependencias.<br />
Actualmente es maestro en el Departamento de Psiquiatría<br />
del Hospital Universitario de la Universidad Autónoma de<br />
Es médico cirujano, especialista en Psiquiatría General y en Medicina de<br />
Enlace y tiene dos maestrías: una en Neurociencias, de la Universidad<br />
Oberta de Cataluña, España, y otra en Pedagogía Médica, de la Universidad<br />
de Castilla-La Mancha. Hizo también el curso de grupo, pareja y familia en<br />
la UANL y el diplomado de Psicopatología Infantil y de la Adolescencia.<br />
Doctor Teodoro Brosig Herrera<br />
Con un gran interés y experiencia en la docencia y en<br />
la práctica clínica hospitalaria, pues para 1974 era ya<br />
coordinador de la Sala de Hospitalización Psiquiátrica del<br />
Departamento de Psiquiatría del Hospital Universitario<br />
de la UANL, Teodoro Brosig Herrera fundó, en 1977, con<br />
la colaboración de maestros, residentes y personal de<br />
enfermería y trabajo social, la Comunidad Terapéutica<br />
como modalidad asistencial, de enseñanza académica y de<br />
investigación, que es pionera en la República Mexicana.<br />
Es médico cirujano partero por la UANL, y tiene la especialidad en<br />
Psiquiatría, con subespecialidad de Psicoanalista, así como Psicoterapeuta<br />
con entrenamiento en Grupo, Pareja y Familia. Actualmente es profesor de<br />
posgrado del Departamento de Psiquiatría del Hospital Universitario de<br />
la UANL; director general de la Clínica ARPAC, y realiza práctica privada<br />
como psiquiatra.<br />
Doctor Ricardo Salinas Ruiz<br />
Con una larga trayectoria como maestro de la Facultad de<br />
Medicina de la UANL, donde es decano, durante sus 55 años<br />
de trabajo se ha desempeñado en los departamentos de<br />
Alergias y Dermatología y continúa activo, pues actualmente<br />
es maestro de tiempo completo en el Departamento de<br />
Psiquiatría, Ricardo Salinas Ruiz fue fundador y primer<br />
subdirector de Educación Continua, y de 1983 a 1993, jefe<br />
del Departamento de Psiquiatría de la misma institución.<br />
Es autor de numerosos trabajos científicos y publicaciones, y practica la<br />
medicina privada.<br />
Es médico cirujano y partero por la UANL, y tiene estudios de posgrado en<br />
Alergologías e Inmunología Clínica; Dermatología y Psiquiatría General y<br />
Psicoanálisis de Grupo, Pareja y Familia. Es miembro fundador y presidente<br />
de la Sociedad de Psicoterapia Sicoanalítica de SAGMO.<br />
Doctor Javier Lugoleos Cano<br />
Dedicado desde 1999 al diagnóstico y tratamiento de<br />
las enfermedades mentales, agudas y crónicas, como<br />
trastornos de la personalidad, adicciones y problemas de<br />
ansiedad, así como el cuidado del paciente hospitalizado<br />
en comunidades terapéuticas y de cuidados intensivos,<br />
Javier Lugoleos Cano es maestro de pregrado y posgrado<br />
en la Facultad de Medicina, y coordinador de los Servicios<br />
Clínicos Hospitalarios del Departamento de Psiquiatría, del<br />
Hospital Universitario de la UANL.<br />
Es médico cirujano y partero, y tiene una especialidad en psiquiatría, ambos<br />
grados académicos por la UANL. Su maestría en Pedagogía Médica es de<br />
la Universidad de Castilla-La Mancha y de la UANL. Es también terapeuta<br />
de grupo, pareja y familia, y psiquiatra de enlace por el Departamento de<br />
Psiquiatría de la UANL y médico psiquiatra en el Centro de Integración<br />
Juvenil. Es autor de numerosos artículos publicados en revistas indexadas<br />
y de divulgación.<br />
Doctor Hernán Solís Garza<br />
Uno de los más prestigiados psiquiatras de nuestra<br />
comunidad, quien ha realizado investigación en las áreas<br />
de cualitativa-hermenéutica en psicoanálisis, psicoterapia<br />
dinámica, literatura, parejas, familia e instituciones y<br />
psicoanálisis aplicado, el doctor Hernán Solís Garza es autor<br />
de las obras Los mexicanos del Norte, publicada por Editorial<br />
Nuestro Tiempo; Los que se creen dioses. Estudios sobre el<br />
narcisismo, de Editorial Plaza y Valdés; Los mexicanos del<br />
Norte. 30 años después, publicado por Ediciones Rebal y La pluma es lengua<br />
del alma, bajo el sello de CONARTE-CONALEP.<br />
Asimismo, es coautor de 14 capítulos en libros y de más de 192 artículos<br />
publicados en revistas especializadas. Es médico cirujano partero por<br />
la Universidad Autónoma de Nuevo León e hizo estudios de Posgrado<br />
en Psiquiatría en el Hospital Resurrección, en Chicago, y residencias en<br />
el Colorado State Hospital, de Búfalo, Nueva York. Es también egresado<br />
del Instituto de Psicoanálisis de la APN y doctor en Psicoterapia por la<br />
Asociación Psicoanalítica Mexicana/Secretaría de Educación Pública.