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Rasca Cielos 20180701

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7LIGAS<br />

CAMPEONES POR UN<br />

CHANCHO<br />

Cuando la belleza es sorda | Como el Ave Fénix, la Jenny | Los venezolanos de la esquina |<br />

El Q’iwa Gerardo | Sublime nikkei | Miguel Vargas | Ojo al parche


2<br />

www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 1 DE JULIO 23|18


6<br />

IDENTIKIT / Casera, ¿me das un<br />

v e rd e ? / Isabel Navia<br />

Pa s i o n e s<br />

de a siete<br />

Hay un hombre cotizado por su talento en las ligas<br />

deportivas del fútbol barrial paceño que juega gratis,<br />

“es mi manera de retribuir y agradecer a la vida por<br />

todo lo que me ha dado, por mi talento, por la ayuda de mis<br />

padres, por el cariño de la gente… ”, dice contento. Hay una<br />

chica que trabaja en una imprenta importante y que dejaría<br />

todo por ser entrenadora de un equipo de fútbol. Y hay otro<br />

que alguna vez jugó ocho partidos en un solo día y volvió a su<br />

casa feliz. Ellos son los “Sietel igas”, jugadores aficionados, en<br />

serio, a los que un solo campeonato les queda chico y cuyo<br />

trofeo bien puede ser una presa de chancho.<br />

Y es que las pasiones –tod as–no esperan recompensa,<br />

aunque ésta les llegue inevitablemente. Así sucede, por<br />

ejemplo, con Jenny Cárdenas que canta su nuevo disco, Ca mbio<br />

de estación, una y otra vez porque las ganas de vivir son el modo<br />

más sublime de honrar la vida misma. Una y otra vez también,<br />

las mujeres Rodo Boulanger: Graciela, Sandra y Karine crean<br />

–dan vida–maravillas, ya sea en cerámica, fotografía o<br />

pintura. Lo mismo que el extraordinario chef Mitsuharu<br />

Tsumura, creador de ese imprescindible restaurante de<br />

nombre Maido, en Lima, que acaba de ser elegido entre los<br />

siete mejores del mundo.<br />

Las pasiones son eso, son entrega desmedida. Por eso<br />

también tienen mucho de una suerte de suicidio con final feliz.<br />

Un salto al abismo afortunado. La historia del “Q’iwa Ge rardo”,<br />

en Sucre, así lo prueba: cantar y bailar su homosexualidad<br />

contra todas las tempestades, por los siglos de los siglos. Y<br />

nosotros con él y con ellas.<br />

Cecilia Lanza Lobo<br />

7<br />

8<br />

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27<br />

30<br />

32<br />

PATIPERRO / Cuando la belleza es<br />

sorda / Richard Mateos Rodríguez<br />

AG E N DA LaEscobaEscultural /<br />

Claudia Daza<br />

MÚSIC A / Como el Ave Fénix, la<br />

J e n ny / Cecilia Lanza Lobo<br />

FUTBOLÍN /Cristiano Ronaldo vs.<br />

Messi / “Piña”Pozo vs. Gabriela<br />

I ch a s o<br />

FOTOGALERÍA /Graciela Rodo<br />

Boulanger, Sandra Boulanger, Karine<br />

Boulanger<br />

CRONIQUITA / Los venezolanos de<br />

la esquina / Pablo Andrés Rivero<br />

CRÓNICA /Sieteligas: Campeones<br />

por un chancho / Willy Camacho<br />

ZONA TRANS /El Q’iwa Gerardo /<br />

David Aruquipa Pérez<br />

ZONA A LA CARTA /Sublime<br />

nikkei / Mónica Machicao Pacheco<br />

RETRATO /Miguel Vargas / Mabel<br />

Fra n c o<br />

CARTELERA /Ojo al parche /<br />

Adrián Nieve<br />

34 HISTORIETA / CINIC ’S por CAÍN<br />

Editora : Cecilia Lanza Lobo. Coordinadora : Claudia Daza. Redes : Fabiola Gutiérrez,<br />

Isabel Navia. Diseño editorial: Edmundo Morales. Fotografía : Víctor Gutiérrez,<br />

Freddy Barragán, Sara Aliaga y Agencias. Ilustraciones : Abel Bellido Córdova.<br />

DISEÑO DE PORTADA: Sergio Vega, D G R- U C B.<br />

<strong>Rasca</strong>cielos y la carrera de Diseño Gráfico de la Universidad<br />

Católica Boliviana se unen para el diseño de las portadas de<br />

esta revista.<br />

* <strong>Rasca</strong>cielos abre este espacio a la buena crónica, perfil, historieta,<br />

diario de viajes, testimonio, fotografía, fotoreportaje y otros vicios.<br />

Pueden enviar sus aportes a: ra s c a c i e l o s rev i sta @ g m a i l . c o m<br />

Las publicaciones estarán sujetas al criterio del comité editorial que se<br />

comunicará con la autora o autor.<br />

Compañía Editora Luna Llena S.A.<br />

Nº de Depósito Legal: 4-3-25-10<br />

D i re c c i ó n : Achumani, Calle 9 N°6, La Paz.<br />

Te l é fo n o s : Central: (591) 2-2611700;<br />

C o m e rc i a l : (591) 2-2611731 - 2611707 -<br />

2 6117 0 9 .<br />

Suscripciones: (591) 2-2611734.<br />

We b : www.paginasiete.bo - La Paz, Bolivia<br />

Directora : Isabel Mercado Heredia. Subdirectora : Mery Vaca Villa. Jefe de Redacción:<br />

Alcides Flores Moncada. Jefe de Informaciones: Juan Carlos Véliz Morejón.<br />

w w w. f a c e b o o k . c o m / rev i sta ra s c a c i e l o s<br />

@ Rev i sta RC i e l o s<br />

Presidente del Directorio: Raúl Garáfulic L. Vicepresidente Ejecutivo: Carlos<br />

Saravia. D. Gerente Comercial: Nadia Diab Linale. Distribución : Marco Téllez.<br />

Distribución nacional: Douglas Azurduy. I m p re s i ó n : Papel Principal S.A.<br />

DOMINGO 1 DE JULIO 21|18<br />

www. p a g i n a s i e te. b o<br />

3


PABLO ANDRÉS RIVERO<br />

hace campañas y viaja. Después<br />

de acostar a sus hijos<br />

se convierte en bloguero,<br />

curioso, lector y escribidor<br />

de textos aburridos, aunque<br />

a veces hay excepciones.<br />

GABRIELA ICHASO es escritora,<br />

mamá y abuela. Especialista<br />

en comunicación política<br />

y problemas comunes<br />

sin solución. De vuelta de casi<br />

todo, ama su trinchera en<br />

su vieja casa bajo el mango.<br />

“Siento luego existo. Pienso<br />

luego resisto”, dice.<br />

ISABEL NAVIA es comunicadora<br />

social de oficios variados<br />

y promotora del hedonismo<br />

de bajo presupuesto.<br />

Exploradora consuetudinaria<br />

de variedades de café,<br />

tanto como de películas que<br />

aún puedan sorprender.<br />

MÓNICA MACHICAO PA-<br />

CHECO es corresponsal de<br />

medios internacionales hace<br />

casi tres décadas. Entiende<br />

el mundo en varias lenguas,<br />

le apasiona la física de partículas<br />

y busca los placeres<br />

del sabor y de la música<br />

porque está convencida de<br />

que son un regalo que nos<br />

acerca a lo divino.<br />

COLABOR ADORES 23|18<br />

WILLY CAMACHO es paceño<br />

y boliviano. Dice ser un cholo<br />

urbandino orgulloso, por<br />

eso no se cansa de cantar<br />

esa cueca que dice: “. . .c h o l o,<br />

cholo he nacido, cholito voy<br />

a morir...”.<br />

CARMEN “P I Ñ A”POZO es<br />

la primera mujer periodista<br />

deportiva del país, cofundadora<br />

del programa y la revista<br />

deportiva y Las Super<br />

Poderos as.<br />

RICHARD MATEOS RODRÍ-<br />

GUEZ es patiperro. Corresponsal<br />

sin medios, es parte<br />

de Cieguito sin Frontera,<br />

una organización asamblearia,<br />

horizontal y democrática<br />

de la cual es el único miembro,<br />

fundador y presidente.<br />

DAVID ARUQUIPA PÉREZ<br />

es administrador de empresas,<br />

especialista en estudios<br />

de género, ha visibilizado<br />

los aportes de la diversidad<br />

sexual en las fiestas populares.<br />

Integra el Comité Impulsor<br />

de la candidatura de la<br />

Festividad del Gran Poder<br />

como Patrimonio Cultural<br />

Inmaterial de la Humanidad.<br />

4<br />

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5


IDENTIKIT<br />

Texto y foto de Isabel Navia<br />

Casera, ¿me das<br />

un verde?<br />

Muy temprano, cuando las calles<br />

aún están vacías de prisa y estrés,<br />

María Velásquez ya está firme<br />

en su puesto de trabajo, en días laborales,<br />

fines de semana y feriados. Como muchas<br />

otras mujeres, trabaja desde niña; cuando tenía<br />

siete años ayudaba a su tía en su puesto<br />

del Mercado Lanza. María ha crecido en medio<br />

de esos aromas frescos. Ya adulta, decidió<br />

instalar su propio quiosco en el barrio de San<br />

Miguel. Comenzó con zumos de naranja.<br />

“Había un señor que quería bajar su peso<br />

y me preguntó si tenía apio. ‘No’, le he dicho,<br />

y me ha respondido que él iba a traer. Volvió<br />

con su apio y su jengibre, yo le he puesto<br />

manzana y así hemos comenzado con el jugo<br />

verde, ahora todos lo hacen”, me cuenta. “Las<br />

señoras del gimnasio que veían el jugo, venían<br />

y me preguntaban qué le había dado al<br />

señor, ‘yo quiero igual’me decían. Con el<br />

tiempo hemos hecho más variedades como el<br />

rojo, con manzana, remolacha y zanahoria, y<br />

el azul, con naranja y arándano”.<br />

María conversa poco y observa mucho.<br />

Reconoce a sus clientes desde lejos, “¿cuál<br />

vas a querer, mamita?”,“acabá tu vaso, te voy<br />

a aumentar”, dice. Así se hace querer, simple<br />

y francamente, con esas manos hábiles y su<br />

mirada silenciosa que tanto dice.<br />

María Velásquez en su puesto de jugos en San Miguel.<br />

ISABEL NAVIA © 2018<br />

6<br />

www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 1 DE JULIO 23|18


PAT I P E R R O<br />

Richard Mateos<br />

Burlando fronteras<br />

Cuando la belleza es sorda<br />

“Nuestra reina de este año es una que es deficiente”, dice<br />

alguien en el mercado central de Cobija. Sus palabras<br />

pueden parecer duras, pero ella habla con alegre candidez<br />

de la noticia que se ha convertido en el chisme principal de una<br />

sociedad poco acostumbrada a las novedades: Liz Ericka, una chica<br />

con diversidad funcional auditiva (o sea, sorda) es la flamante reina<br />

del concurso de belleza departamental de Pando.<br />

La carrera de esta chica es vertiginosa pero no es fácil. A<br />

marchas forzadas tuvo<br />

que aprender la lengua<br />

de señas con la única<br />

intérprete de lengua de<br />

signos que existe en<br />

Pando, Nancy Portal,<br />

para poder presentarse<br />

al concurso y comunicarse<br />

con el jurado y la<br />

prensa. Liz Ericka<br />

afrontó el déficit educativo<br />

que atraviesan la<br />

mayoría de las personas<br />

sordas con tanta<br />

constancia que impresionó<br />

a los profesionales<br />

que trabajan en el<br />

Centro de Rehabilitación<br />

de Personas con<br />

Discapacidad Miki Maia<br />

ubicado en Cobija.<br />

Resulta curioso que<br />

Liz haya tenido que estudiar lengua de señas a sus 18 años para participar<br />

de un concurso de belleza y no antes para acceder al sistema<br />

educativo. Queda clara la utilización de las curvas de las mujeres<br />

para realzar los valores regionales, patrioteros, paternalistas y de<br />

sensiblería emocional. Tal vez veamos en el futuro que esto se sigue<br />

disfrazando mediante el uso de las minorías como mujeres de<br />

pueblos indígenas, afrodescendientes, etc.<br />

DOMINGO 1 DE JULIO 23|18<br />

Cuando la prensa se refirió al concurso lo hizo con los tópicos<br />

habituales: “Candidata a Miss Pando es sordomuda”, titula un diario;<br />

“La candidata derriba barreras”, dice el otro. Pero los medios no<br />

derriban las barreras del lenguaje que estereotipa a la diversidad<br />

funcional. De hecho, repiten un error tan básico como dar por hecho<br />

que las personas sordas no pueden hablar, cuando cuentan con<br />

cuerdas vocales y podrían aprender el lenguaje oral con la aplicación<br />

de ciertos métodos.<br />

Lo que no se dice<br />

es que si Liz, u otra<br />

persona sorda, fuera<br />

agredida, no podría<br />

denunciarlo en las<br />

comisarías ni Servicios<br />

Legales Integrales<br />

Municipales (SLIM) ya<br />

que no hay intérpretes,<br />

ni protocolo para atenderla.<br />

Tampoco la<br />

atenderían en un hospital<br />

público. Ni qué<br />

decir de otra instancia<br />

gubernamental para<br />

realizar cualquier<br />

trámite. La mayor<br />

parte de las veces, las<br />

personas sordas van<br />

con quienes entienden<br />

sus señas naturales,<br />

que suelen ser sus<br />

familiares, lo que reproduce relaciones de dependencia cuando en<br />

realidad debería haber acceso gratuito a intérpretes, según la Ley Nº<br />

223.<br />

¿Usarán la participación de Liz Ericka para decir que es un concurso<br />

con alma? ¿Servirá para la vanagloria de Promociones Gloria?<br />

¿De qué sirve la superación personal si tenemos una sociedad discapacitada?<br />

¿Para qué tanto esfuerzo si el Estado es plurideficiente?<br />

www. p a g i n a s i e te. b o<br />

7<br />

FOTO: PIXABAY


A G E N D A<br />

LA ESCOBA esCULTURAL<br />

Claudia Daza<br />

Juntando semillas en el cine<br />

ESTOY SENTADA aquí<br />

en la tierra contando<br />

cada semillita en el<br />

suelo. Con mi morral al<br />

hombro, me pongo a<br />

caminar y me cruzo con<br />

varios músicos con la<br />

guitarra a cuestas; se están yendo seguro<br />

a sus ensayos porque se vienen, se vienen<br />

conciertazos, obras de teatro y concursos<br />

a los cuales hay que ir.<br />

Nos vamos corriendo este 1 de julio<br />

al centro de La Paz, porque es tiempo ya<br />

de empezar nuestras fiestas julias y qué<br />

mejor que el Teatro Municipal. Allí tendremos<br />

una función especial de El Club<br />

de las Malcogidas, que ya estuvo<br />

sonando y armando turumba durante<br />

todos los miércoles del mes anterior. Allí,<br />

con precios populares, podremos disfrutar<br />

de 70 minutos de canto, teatro y de una<br />

historia que, por supuesto, nos sigue<br />

inter pelando.<br />

Otra alternativa para el mismo<br />

domingo será bailar o mirar cómo bailan<br />

en uno de los festivales más importantes<br />

del K-P OP en La Paz. El colegio Aya c u-<br />

cho se abre para el Megafest music<br />

100% K-POP donde estarán los torneos<br />

más top de Queens cute cover dance, fans<br />

jun ior y kings cover dance, además del<br />

karaoke y la fiesta de clausura. Una tarde<br />

llena de fans y de los máximos conocedores<br />

de la cultura de las coreografías del<br />

cover dance.<br />

Si el camino se hace muy pesado, a<br />

media semana tenemos algo céntrico y<br />

todo un festejo porque a la cabeza de<br />

nuestro querido Gonzalo Gómez se<br />

viene el noveno Fe s t i b l u e s . El cine teatro<br />

6 de Agosto se llenará el 5 de julio c on<br />

Joaquin Delemoine,Blues Band de<br />

8<br />

CO N C I E RTO FESTIBLUES /LA PAZ /5 y 6 de julio / Cine Teatro 6 de Agosto /<br />

av. 6 de Agosto / 19:30 / info: 71202035. CHARL AS /4 de julio / Thelonius Centro<br />

Cultural / final av. San Jorge/ 16:00 / info: 71202035. Jam Session /6 de julio / Equinoccio<br />

/ 22:00.<br />

Co c h ab a m b a ,La Chiva de S ucre y<br />

G o go b l u e s de La Paz. La pesada se viene<br />

al día siguiente con un homenaje al<br />

Cacho Cisneros de B l a c k Ja c k y con el<br />

concierto del argentino Willy Quiroga,<br />

miembro fundador del grupo Vox Dei<br />

que llega a nuestra city con 78 años<br />

jalando a todas las leyendas posibles en<br />

su voz. Pero, como es costumbre, no sólo<br />

habrá conciertos sino las habituales clínicas<br />

y charlas maravillosas como las que<br />

se manda Pedro Parodi, además de la<br />

exposición acerca del rock argentino que<br />

hará Willy Quiroga. Las charlas tendrán<br />

lugar el 4 de julio en el flamante y nuevo<br />

Th e l o n i o u s al final de la 6 de Agosto. Sin<br />

duda, una reunión a la cual hay que ir, por<br />

obligación musical. Por supuesto la ja m<br />

s e ss i on de honor se realizará el mismo 6 de<br />

julio en el Equinoccio con la presencia de<br />

la leyenda invitada.<br />

Paralelamente en el Teatro Nuna, la<br />

música se planteará como un sutil<br />

Cambio de Estación porque Je nny<br />

C árd en a s vuelve a deleitarnos con su<br />

más reciente trabajo discográfico. Ella<br />

sabe que ha de quedar una imagen viva en<br />

su guitarra, y por eso entregará su<br />

corazón y su voz junto a Ruddy Franco,<br />

Leo Rivas, Marcelo Montaño y Christian<br />

Bernal. Cantará con la misma voz que la<br />

acompañó en el medio de las montañas.<br />

Todo nos demostrará esta semana que<br />

vale la pena gastar un poquito y lanzarse<br />

al cine, al teatro, a la calle y a respirar<br />

nomás. Cuánta verdad habrá en cada una<br />

de esas vidas. Solamente habrá que vivir<br />

el presente, el presente y nada más.<br />

www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 1 DE JULIO 23|18


LA PAZ<br />

OTROS ANTOJOS<br />

Después de su gira por Europa, el<br />

grupo potosino visita el teatro cruceño<br />

para compartir sus grandes éxitos como<br />

El minero, Jacha Uru, además de los<br />

taquiraris instrumentales que seguro<br />

compartirán en tierra oriental.<br />

PARA VIAJEROS<br />

CO N C I E RTO JENNY CÁRDENAS /<br />

LA PAZ /6 de julio / Teatro NUNA /<br />

c. 21 de Calacoto 8509 / 20:00.<br />

TEATRO MUNICIPAL EL CLUB<br />

DE LAS MALCOGIDAS /LA PAZ /<br />

1 de julio / c. Genaro Sanjinés esq.<br />

Indaburo / 19:30.<br />

K-POP MEGAFEST MUSIC /LA<br />

PA Z /1 de julio / colegio Ayacucho /<br />

c. Yanacocha, zona 10 / desde las 11:00.<br />

DOMINGO 1 DE JULIO 23|18<br />

Sesiones radicales bolivianas /martes y<br />

miércoles de julio / Cine 6 de Agosto /<br />

av. 6 de Agosto / 20:00.<br />

Proyección de películas radicales dirigidas<br />

por directores independientes de<br />

Bolivia. Las películas que se proyectarán<br />

son: Nana, Airampo, El corral y el viento,<br />

Eco de humo, El olor de tu ausencia y<br />

varios cortos.<br />

Milonga flamenca / LA PAZ /6 de julio /<br />

Magick / c. Presbítero Medina N° 2526<br />

esq. Pedro Salazar / 21:00 / info:<br />

70 559 03 3 .<br />

Manfariel Gitano y Tangos presentan<br />

un ensamble entre Tango y Flamenco<br />

junto con un show de baile de ambos<br />

géneros. El espectáculo estará a cargo de<br />

Cristian del Río, Luis Garzón, Efraín Blass,<br />

Ximena Vidaurre, Luis García, Alvarote<br />

Ibañez, Ángeles Ruiz y Sebastián Marco.<br />

Tra n s i l va n i a /7 de julio / Manzana 2 /<br />

c. Indaburo N° 1157 / 21:00.<br />

Por primera vez llega a la ciudad de<br />

La Paz la banda homenaje a Iron Maiden<br />

liderados por Hailfsen Pelaez Hollweg en<br />

la voz. Comenzará su gira en Bolivia con<br />

un show en escenarios paceños.<br />

SANTA CRUZ<br />

Savia Andina en concierto /7 y 8 de<br />

julio / Teatro René Moreno / c. René<br />

Romero N° 440 / 19:00<br />

Estando cerca o de tránsito, a veces<br />

se presentan artistas que vale la pena<br />

apoyar y conocer. Algunos de una trayectoria<br />

más que pesada y otros que<br />

emprenden vuelo para concretar la gira<br />

que sueñan nuestros músicos.<br />

M É X I CO<br />

YANN TIERSEN EN CONCIERTO /M É X I CO<br />

DF /7 de julio / Centro Cultural Universitario<br />

UNAM / Pedregal de San Ángel, al<br />

sur de la Ciudad Universitaria de la UNAM<br />

/ 20:30.<br />

El aclamado compositor Yann Tiersen<br />

vuelve a la ciudad de México, ahora en<br />

solitario, para dar un recital muy especial<br />

para todos sus fans. Tiersen ha estado<br />

concentrado en nueva poesía para<br />

canción folk, rock y música de película.<br />

Todos lo recordamos por sus propuestas<br />

para Amelie y Good bye Lennin.<br />

ESTADOS UNIDOS<br />

JALLALLA CHUKIAGO QUINTET EXPE-<br />

RIENCE EN CONCIERTO /<br />

1 de julio / WASHINGTON DC / Residencia<br />

de la Embajada de Bolivia / 18:30.<br />

3 de Julio / NEW YORK / Bona Vide /<br />

212 East 52 ND street, NY 10022 / 20:00.<br />

4 de julio / MERYLAND / Restaurante<br />

El Golfo / 8739 Flower av. Silver Spring<br />

MD 20901/ info: 6462711466<br />

El ensamble de músicos bolivianos<br />

como Christian Asturizaga (en la dirección),<br />

Viviana Asturizaga, Christian<br />

Laguna, Alfredo Paredes y Mateo<br />

Sánchez se va de gira por Estados Unidos<br />

llevando fusión de música folk, música<br />

del mundo, jazz y música clásica.<br />

www. p a g i n a s i e te. b o<br />

9


MÚSICA<br />

Cecilia Lanza Lobo<br />

Como el Ave Fénix, la JENNY<br />

“Yo sé que ha de quedar tu imagen viva en mi guitarra”.<br />

[JENN Y CÁ R D E NA S ]<br />

FOTO: FAMILIA CALLA CÁRDENAS<br />

Junto a su hija Valeria.<br />

SU ROSTRO COLOR chocolate tibio, la mirada<br />

dulce, a Jenny los años parecen pasarle de<br />

largo. Y eso ya es mucho decir porque las penas<br />

suelen asomar como grietas en el cuerpo. Las<br />

suyas han hecho surcos por dentro y las he<br />

visto alguna vez, pero nunca en llanto ni nada<br />

parecido sino en palabras que dichas por ella<br />

parecen siempre canciones; pero también en baile, en la cueca<br />

que Jenny baila como nadie, a la antigua,<br />

completita, siguiendo el ritual.<br />

Dos décadas duró su duelo, dice ella,<br />

aunque sabemos que el dolor por la<br />

pérdida de una hija se hace cicatriz, la más<br />

amada, y lo que hace Jenny hace mucho es<br />

aprender a respirar ese amor. Así lo hizo<br />

cuando después de muchos años de<br />

matrimonio volvió a casarse con su compañero,<br />

esa vez, con la bendición del tata<br />

10<br />

Cambio de estación es el disco que<br />

Jenny Cárdenas presentará el<br />

viernes 6 de julio en el TEATRO NUNA,<br />

Calacoto. 20:00.<br />

Ruddy Franco, teclados.<br />

Leo Rivas, guitarras.<br />

Marcelo Montaño, bajo.<br />

Christian Bernal, percusión y armónica.<br />

Xavier Albó como acto de fe en la vida, de fe en sí misma.<br />

Otra década hizo falta, con Jenny sublimando lo suyo en<br />

los boleros de caballería, esos cantos tristes, intensos como el<br />

terremoto que fue la Guerra del Chaco, a los que Jenny les<br />

dedicó investigación profunda, obsesiva, y canto, claro. Ese es<br />

quizás su mayor legado. Pero ciertamente es imposible<br />

separar su canto de la memoria de los años 80, en el desahogo<br />

de tanta dictadura. Su voz fue, es y será su compromiso político<br />

con el país democrático.<br />

Por eso es hermoso tenerla de vuelta<br />

no sólo renovada sino renacida “porque<br />

alguien tiene que hacerse cargo de tanta<br />

p o b r e z a”dice, y porque “somos resabios<br />

de un tiempo que aún busca en el viento,<br />

que nuestros buenos anhelos no caigan al<br />

desier to” 1 .<br />

[1] Del disco Cambio de e s ta c i ó n , 2018.<br />

www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 1 DE JULIO 23|18


Carmen “Piña”P ozo<br />

FUTBOLÍN<br />

Gabriela Ichaso Elcuaz<br />

Cristiano Ronaldo<br />

¡es mi ídolo!<br />

Me s s i ,<br />

el mejor<br />

VER JUGAR A CRISTIANO RONALDO<br />

en el Mundial Rusia 2018 es confirmar<br />

por qué es el mejor jugador del mundo.<br />

Se puso al hombro a su selección y como<br />

en todos los partidos se entrega hasta el<br />

último minuto. Con un estilo de juego<br />

completo, libre y rápido dentro de la<br />

cancha y una impresionante capacidad goleadora, Cristiano<br />

Ronaldo obviamente está entre los goleadores mund<br />

ialistas.<br />

Ser el mejor del mundo no responde al azar, sino a una<br />

decisión tomada cuando era pequeño. Desde entonces no ha<br />

parado. Su disciplina, responsabilidad y trabajo se reflejan<br />

en su juego. Lo que está haciendo el ganador de cinco<br />

Botines de Oro no lo hizo nadie: es el máximo goleador<br />

eur opeo.<br />

Detrás de la historia de un campeón, sin duda hay más<br />

historias. Ronaldo tuvo momentos duros como el alcoholismo<br />

de su padre y la drogadicción de su hermano, ayudó a<br />

ambos y no bajó las manos, siguió trabajando para ser el<br />

mejor jugador del mundo. Nada lo detuvo.<br />

Cómo no ser “f a n”de quien está jugando su cuarta copa<br />

mundial, ganador de tantas otras. Cristiano Ronaldo es ¡el<br />

mejor jugador del Universo!<br />

PARA MESSI EL FÚTBOL es un juego. Entra a<br />

la cancha y empieza a jugar aunque lo<br />

marquen entre cuatro adversarios o no lo<br />

acompañen sus compañeros. Él no solo quiere<br />

jugar: quiere la jugada perfecta. No le interesan<br />

las conferencias de prensa, los grandes<br />

titulares, las opiniones de los que miran la<br />

cancha desde afuera.<br />

Funciona distinto al común. No compite contra nadie, ni<br />

vive de la lisonja o de los pectorales. Juega y juega. Messi y la<br />

pelota se aman locamente dibujados dentro de un corazón.<br />

Era un niño cuando se lo llevaron de su barrio rosarino a las<br />

grandes ligas europeas justamente a eso: a jugar. Es lo único<br />

que le importa desde siempre. Barcelona es su lugar y aunque<br />

España lo hubiera recibido de brazos abiertos ofreciéndole su<br />

selección, Argentina es su patria.<br />

Si no hay equipo, no es su culpa. Si hay equipo, la pelota<br />

juega entre sus pies, pasa, recibe, dibuja los espacios con matemática<br />

precisión, la que pocas veces le ha fallado a la hora de<br />

patear con precisión una jugada de gol.<br />

Messi se concentra de otro modo. Juega el juego por el<br />

juego. Para Messi el juego es el fin.<br />

Leo Messi es el extremo silencioso, introvertido y humilde<br />

del buen futbolista.<br />

DOMINGO 1 DE JULIO 23|18<br />

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FOTO G A L E R Í A<br />

COPPER AND BRASS / KARINE BOULANGER<br />

VISIONES DE INDIA<br />

Graciela Rodo Boulanger, Karine<br />

Boulanger, Sandra Boulanger.<br />

MUSEO NACIONAL DE ARTE<br />

Del 6 de julio al 12 de agosto<br />

Sala Arturo Borda<br />

La idea de exponer conjuntamente,<br />

Karine Sandra y yo, empezó a germinar<br />

luego de nuestro primer viaje a la<br />

India. La magia indescriptible de ese país, con<br />

su espiritualidad, su colorido único, su riqueza<br />

arquitectónica y artística fue una fuente inagotable<br />

de inspiración para cada una de<br />

n o s o t ra s .<br />

Nuestra obra cambió…, nosotras también.<br />

La exposición que presenta el Museo<br />

Nacional de Arte es el resultado de nuestra<br />

búsqueda tanto interior como exterior, de<br />

innumerables conversaciones e intercambios<br />

entre mis hijas y yo, y del deseo de materializar<br />

y prolongar, cada una con su propio lenguaje<br />

artístico, esa experiencia renovadora e<br />

i n o l v i d a b l e.<br />

Graciela Rodo Boulanger<br />

12<br />

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EL AIRE DEL INSTANTE / SANDRA BOULANGER<br />

AL AMANECER / SANDRA BOULANGER<br />

RITMOS DE JAIPUR / GRACIELA RODO BOULANGER<br />

RITMO DE MUMBAI / GRACIELA RODO<br />

THE HAVELI SERIES / KARINE BOULANGER<br />

DOMINGO 1 DE JULIO 23|18<br />

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C R O N I Q U I TA<br />

Pablo Andrés Rivero<br />

Los venezolanos<br />

de la esquina<br />

En la frontera con Colombia,<br />

venezolanos en busca de esperanza.<br />

En Lima, Bogotá, Medellín, Santiago o<br />

La Paz hay un ciudadano venezolano con<br />

esperanza. Si usted ve alguno, “ay ú d e l o,<br />

ya usted sabe cómo está la cosa”.<br />

LIMA, 9 DE LA NOCHE de un sábado durante<br />

el Mundial. Al mediodía, Perú perdió 1 a 0<br />

contra Dinamarca y la ciudad aún no se recupera<br />

del golpe anímico, pues la fiesta estaba<br />

armada. Hace frío para los limeños aunque<br />

todavía es benigno para quienes venimos de<br />

climas más hostiles.<br />

En el lobby del hotel espero al conductor de la empresa que<br />

habitualmente nos hace el traslado al aeropuerto. Llega y tras<br />

un saludo intrascendente nos montamos en un Geely negro<br />

marcha china que gana terreno en América Latina. Como<br />

siempre, me subo al lado del conductor; no me gusta hablarle<br />

a la gente por la espalda.<br />

Eduardo, venezolano, cuarenta y tantos años, estatura<br />

mediana, ojos pequeños y un bigote fino sobre el rostro bien<br />

marcado por su delgadez. Viste todo de negro y lleva las<br />

mangas de la camisa arremangadas, cual si estuviera en el<br />

trópico. Fija el celular en el tablero y pone las instrucciones de<br />

navegación; conduce con cuidado.<br />

Antes de llegar al circuito de playas, vía rápida hacia el<br />

Callao, la conversación está instalada.<br />

Eduardo llegó hace tres meses a Lima y se siente tranquilo.<br />

Dice que fue la mejor decisión que pudo tomar y le agradece a<br />

su hija mayor, quien salió primero en noviembre de 2017, “pues<br />

allá no hay más que hacer, está todo perdido”. Le tomó nueve<br />

años levantar una tienda de artesanías en Caracas junto con su<br />

esposa y, a pesar de todo, la vida iba bien. Pero hace dos años la<br />

escasez se acentuaba y las ventas empeoraban; intentó volver<br />

al trabajo de su juventud, la construcción, pero no había material<br />

y el sector estaba paralizado. Decidió marchar.<br />

Eduardo dice que a su esposa le cuesta tolerar el frío estacional,<br />

que si bien ellos vienen de una zona templada de Venezuela,<br />

el frío del invierno en Lima la tiene a mal traer, "vea usted<br />

que esos pies son un hielo por la noche y no hay cómo calentarlos".<br />

Con todo, se sienten tranquilos. Me lo dice en un cruce de<br />

vías con el semáforo en rojo. “Fíjese, aquí vamos conversando y<br />

14<br />

sin peligro, tranquilos, llego a casa a las 10 u 11 de la noche sin<br />

problemas. Allá el peligro está en cada esquina, la gente mata<br />

y muere por miserias”.<br />

Primero llegó la hija mayor de Eduardo. Lo hizo a Lima, una<br />

ciudad en la que es ya común -como en Bogotá, Medellín, Santiago<br />

o tantas otras de Sudamérica- escuchar a la mesera o la<br />

empleada doméstica, al guachimán o incluso al vendedor<br />

ambulante, con acento venezolano.<br />

Eduardo agradece a dios varias veces, no entro en detalles<br />

pero está clara su fe. Me dice que agradece por tener comida y<br />

todo lo básico gracias al apoyo de mucha gente en Perú; desde<br />

la persona que les alquila un par de piezas hasta quien le dio el<br />

trabajo. Puede comprar pan, leche, café, azúcar, huevos, carne<br />

de res o papel higiénico, “es una cosa increíble, aquí hay de<br />

todo, y si uno trabaja, con lo que gana ya está tranquilo, come<br />

dos o tres veces al día, cubre todo lo que necesita”, sentencia.<br />

Hago un silencio ya muy cerca del Callao y me confronto<br />

mentalmente con la “nor malización”de la violencia, la<br />

escasez, el hambre.<br />

Eduardo dice que la crisis venezolana es responsabilidad<br />

del gobierno. “No sé si hay o no esa conspiración pero cómo es<br />

posible que el gobierno no haga algo por el pueblo: ellos allá<br />

www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 1 DE JULIO 23|18


AFP<br />

viviendo tranquilos, con todo ese dinero del oro y el petróleo,<br />

y la gente en las calles pasando hambre”.<br />

El viaje<br />

El atasco del tráfico en el Callao me da la oportunidad de<br />

preguntarle cómo fue su viaje.<br />

Eduardo, su esposa y su hija pequeña fueron a dormir tres<br />

noches a la calle, en una fila que se instala de manera informal<br />

en lugares señalados por empresas de transporte. “Allí hay que<br />

dormir pues pasan lista a las 9 de la noche, a las 12 noche y a las<br />

3 de la madrugada. Si alguien no está en su lugar sale automáticamente<br />

de la lista”.<br />

El bus rumbo a la frontera colombiana va con 50 personas<br />

y se demora más de 12 horas en conseguir el sello del pasaporte.<br />

“Viera la cantidad de gente cruzando ese puente, es<br />

todo un caos”, dice Eduardo. Luego viene el problema del bus<br />

colombiano. Ellos tuvieron suerte y lo consiguieron al día<br />

siguiente, durmieron sobre cartones en la calle, de nuevo en la<br />

calle. La frontera entre Colombia y Ecuador fue, nuevamente,<br />

un trámite de 8 horas para sellar pasaportes, aunque luego fue<br />

más fácil tomar el bus.<br />

Cansados y ya en el último tramo, Eduardo dice que no<br />

DOMINGO 1 DE JULIO 23|18<br />

hubo problema al cruzar hacia Perú, les tomó pocos minutos<br />

pues no había mucha gente. “Bienvenido a Perú, me dijeron.<br />

Usted no imagina la alegría que nos causó que nos dieran la<br />

bie nve nida”.<br />

“Aunque hay gente que se aprovecha y quiere pagar menos<br />

que el salario mínimo, o incluso acosan a las mujeres venezolanas,<br />

mucha gente en Perú nos entiende y ayuda, sabe que<br />

venimos aquí porque allí ya no se puede vivir”, aclara Eduardo,<br />

que ya está viendo cómo hacer para que sus dos hermanos lo<br />

sigan. Uno estará en Lima con ellos y el menor, de 30 años, irá<br />

a Arequipa; ya tiene conversado un puesto de trabajo para él.<br />

“A los que están en la calle, les compro un dulce o lo que sea.<br />

Son mis compatriotas y hay que darles una mano, aunque<br />

duele mucho verlos así. Sabrá dios lo que están pasando para<br />

escapar de esa situación”, me dice ya con pena y más conf<br />

ianza.<br />

Llegamos al aeropuerto Jorge Chávez y al bajarnos del<br />

Geely olor a plástico Eduardo saca mi maleta con diligencia.<br />

Le estiro la mano y él me la toma confiado, a lo que sigue un<br />

abrazo. Me desea buen viaje y sentencia: “si ve a un compatriota<br />

en las calles de su país, ayúdelo, ya usted sabe cómo está<br />

la cosa”.<br />

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15


CRÓNICA<br />

Willy Camacho<br />

7<br />

LIGAS :<br />

CAM PEONES<br />

POR UN<br />

CHANCHO<br />

Tener como trofeo<br />

un chancho, un<br />

toro, un cordero o<br />

algo de dinero, es<br />

lo de menos. Lo<br />

que cuenta es<br />

sudar la camiseta<br />

a pura pasión en<br />

d istintos<br />

c a m p e o n a to s,<br />

distintos equipos,<br />

el mismo día, y<br />

varias veces.<br />

16<br />

LLEGÓ EL GOL INDESEADO y el cielo dos,<br />

se oscureció. La lluvia comenzó a caer,<br />

parecía un mal presagio.<br />

“La cancha era de tierra, de por sí era<br />

difícil jugar, peor aún en el barro y ya con<br />

un gol en contra desde el inicio”,<br />

recuerda Carolina, la número 10 del<br />

equipo de las Catos. Era la semifinal del<br />

campeonato relámpago en Villa Salomé,<br />

uno de esos torneos que popularmente<br />

se denominan “pierde- chau”, pues una<br />

derrota significa quedar fuera del certamen.<br />

“Ya habíamos ganado tres parti-<br />

Carlos Verástegui<br />

estábamos a un paso de la final, pero<br />

las piernas ya no nos daban, además, las<br />

Leonas eran muy fuertes…”.<br />

Carolina no recuerda el nombre del<br />

equipo rival, las llama las Leonas porque<br />

eran unas “f ieras”.“Tampoco me<br />

acuerdo el nombre de nuestro equipo,<br />

pero la gente nos decía las Catos, porque<br />

tres éramos de la selección de la Universidad<br />

Católica”. De hecho, su entrenador,<br />

Víctor Hugo Nina, vecino de la<br />

zona, que también dirigía un equipo de<br />

fútbol 5 (sólo cinco jugadores) feme-<br />

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Carolina Ramírez<br />

Juan José Vaca<br />

nino integrado por muchachitas del<br />

barrio, las había animado a participar<br />

como refuerzos.<br />

Pese a que era el cuarto partido del<br />

día, Carolina no pone al cansancio<br />

como excusa. “Es normal, todos los<br />

Sieteligas juegan así, peor todavía,<br />

porque hay que jugar en varias ligas el<br />

mismo día”. Quizá por eso, no se desanimó<br />

tanto con la lluvia, total, a esa<br />

altura de la jornada, el agua servía para<br />

refrescar los músculos, aunque el barro<br />

exigía el doble de esfuerzo. “No estaba<br />

DOMINGO 1 DE JULIO 23|18<br />

desanimada, pero cuando la cosa se<br />

pone así, complicada, a veces dan ganas<br />

de soltar la toalla”, confiesa. “Al final<br />

de cuentas, no siempre se gana, ¿no?”.<br />

********<br />

En el ámbito futbolero amateur de La<br />

Paz, se considera “Sietel igas”a quien está<br />

inscrito en al menos cuatro torneos al<br />

mismo tiempo, lo que significa que debe<br />

disputar mínimo cuatro partidos en un<br />

mismo día. El término proviene de hace<br />

unas décadas, cuando había siete ligas<br />

barriales grandes en La Paz, como la del<br />

Kilómetro Siete, Villa Copacabana y<br />

Achachicala, y corría la leyenda urbana<br />

de ciertos jugadores que, supuestamente,<br />

jugaban en los siete campeonatos.<br />

“Sería muy difícil, porque los partidos<br />

tendrían que estar programados secuencialmente<br />

para que no se crucen”, dice don<br />

Efraín López, exdirigente vecinal de Villa<br />

Copacabana, quien no cree en la leyenda,<br />

aunque sí reconoce que ese fue el origen de la<br />

palabra. “Sin embargo, sí hay Sieteligas, y<br />

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17


CRÓNICA<br />

Mi esposa me daba dos pesos para el minibús<br />

y yo salía a jugar a las siete de la mañana,<br />

luego volvía a la media noche, c a n s a d o,<br />

bien comido, mareado y con plata.<br />

juegan a veces más de ocho partidos al día,<br />

aunque no en las principales canchas. Juegan<br />

donde pueden y donde les pagan”, revela.<br />

Cuesta creer que alguien pueda jugar<br />

tantos partidos en un día, pues los profesionales<br />

ni siquiera pueden jugar dos partidos<br />

sin un par de días de descanso. “Yo<br />

he llegado a jugar ocho partidos en<br />

canchas distintas”, dice Carlos Verástegui,<br />

inflando el pecho.<br />

A él cuesta creerle más, pues a primera<br />

vista, no tiene pinta de deportista. Luce<br />

algo excedido de peso, no tiene la figura de<br />

un CR7 (Cristiano Ronaldo) o cuando<br />

menos la de un Chumita (Alejandro Chumacero,<br />

jugador boliviano).“Las apariencias<br />

engañan”, aclara él, “he ganado varias<br />

apuestas en cancha porque los rivales pensaban<br />

que yo no jugaba nada, y luego me<br />

han querido pegar porque creían que yo<br />

era un timador, que me hacía pasar por<br />

chacra para ganar apuestas”, cuenta entre<br />

risas este Sieteligas que comenzó jugando,<br />

paradójicamente, en el equipo de “los chacr<br />

itas”.“Cuando era niño, en colegio,<br />

nunca me elegían para los equipos buenos,<br />

siempre quedaba para el equipo de los chacritas.<br />

Luego entré a la escuela de fútbol de<br />

The Strongest y comencé a mejorar”.<br />

Pero donde verdaderamente aprendió<br />

a jugar fue en Guayaramerín, población<br />

fronteriza con Brasil donde se fue a<br />

vivir desde sus 13 hasta sus 17 años. Allí<br />

había mucha discriminación contra los<br />

collas, y eso le dolía, pero gracias al fútbol<br />

se ganó el respeto de sus compañeros e<br />

hizo muchos amigos. “Era un campeonato<br />

intercolegial y yo hice el gol de la<br />

final, rematé desde treinta metros, fue un<br />

go l a zo ”, recuerda con nostalgia. “Para mí,<br />

el fútbol también ha servido para integrarme,<br />

para luchar contra el racismo y la<br />

d iscriminación”, asegura.<br />

18<br />

Además, el fútbol le ha ayudado a mantenerse<br />

en forma. En su cuarto, rodeado de<br />

decenas de fotografías de chicas en poca<br />

ropa, Carlos hace ejercicio todos los días. Le<br />

pregunto si su esposa no se molesta por las<br />

fotos, y él contesta con una sonrisa pícara:<br />

“No, porque son mi motivación”.<br />

******<br />

A pesar de los comentarios del<br />

público e incluso dentro de la misma<br />

cancha, que podían desmotivarlas<br />

porque las Catos no eran de la zona,<br />

Carolina no hacía caso del ambiente<br />

hostil, no escuchaba nada; “cuando estás<br />

en el campo, mejor es bloquearte, porque<br />

si haces caso a lo que la gente grita, terminas<br />

peleando con todos”, recomienda.<br />

La pelota avanzaba lento en el<br />

barro, las jugadas preparadas no funcionaban,<br />

su habilidad no podía desarrollarse<br />

plenamente y, a eso, se<br />

sumaban las adversarias quienes conocían<br />

su terreno y lo defendían con uñas<br />

y dientes, literalmente. “Recuerdo que<br />

me arañaron e incluso me mordieron,<br />

pero eso es normal en la cancha”.<br />

Apenas llegaron dos veces al arco de<br />

las Leonas, el partido estaba trabado y la<br />

lluvia no menguaba. De repente, Gabi<br />

logró soltar un pase elevado y Carolina<br />

ganó en la carrera a las defensoras, pero<br />

antes de que pudiera intentar un remate,<br />

se topó con la inmesa humanidad de la<br />

portera rival, se fue de bruces contra el<br />

barro. “Me abrí el dedo, no paraba de<br />

sangrar, pero yo no quería dejar la<br />

cancha; ahora sí estaba enojada”.<br />

*******<br />

“Las lesiones son frecuentes, pero<br />

nunca he tenido una grave”, dice Juan<br />

José Vaca, quien a sus 44 años sigue disputando<br />

cuatro ligas en la categoría<br />

se nior.“Hace tiempo salí lesionado de un<br />

partido en Los Rosales (zona sur de La<br />

Paz), me dolían los ligamentos de la<br />

rodilla derecha, no podía pisar, pero tenía<br />

que ir a jugar a Alto Irpavi. Allí, el dirigente<br />

me dijo, ‘no molestes Vaquita, vení,<br />

yo te voy a curar’, y me puso un analgésico<br />

en aerosol”. Más tarde comprendería que<br />

fue un error, porque si bien jugó el<br />

segundo partido sin molestias, la lesión<br />

seguía ahí y casi termina en intervención<br />

qui rúrgica.<br />

Los Sieteligas no cuentan con seguro<br />

médico ni nada parecido, así que cuando<br />

hay lesiones, graves o leves, no queda más<br />

que el apoyo de la familia. “Mis padres<br />

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siempre estuvieron a mi lado, llevándome<br />

a fisioterapia y al médico, porque cuando<br />

hay estos problemas son los jugadores los<br />

que corren con los gastos”, dice Carolina.<br />

Carlos, en cambio, apenas recuerda la<br />

lesión que sufrió en sus inicios, allá en<br />

Guayaramerín. Es como si él prefiriese<br />

borrar los recuerdos malos y solo quedarse<br />

con lo bueno que le ha dejado el<br />

fútbol, y a sus 35 años tiene mucha<br />

cancha recorrida. Él agradece el apoyo de<br />

su esposa, a quien, reconoce, a veces la<br />

hace renegar “porque salgo sábado y<br />

vuelvo domingo”, dice entre risas.<br />

Es que los festejos después de los partidos<br />

son habituales en el fútbol amateur.<br />

“Mi esposa me daba dos pesos para el<br />

minibús y yo salía a jugar a las siete de la<br />

mañana, luego volvía a la media noche,<br />

A Carlos no le creían que era un<br />

buen jugador. Ahora todos lo<br />

quieren en su equipo.<br />

cansado, bien comido, mareado y con<br />

p la t a”, cuenta Juan José. La señora desconfiaba<br />

de su marido, pues no podía<br />

creer que pudiese pasar todo un sábado<br />

pateando pelota y que de paso los dos<br />

pesos le alcanzaran para comer, tomar y<br />

traer mucho cambio. “Por eso, un día la<br />

llevé conmigo, salimos siete y media de la<br />

casa, fuimos a la zona sur, luego a El Alto,<br />

después a Achachicala y ya en la noche<br />

acabamos en Villa Copacabana. Yo<br />

terminé hecho bolsa porque fueron siete<br />

partidos en siete canchas distintas, pero<br />

terminé con unos 400 pesos que se los di<br />

a mi señora, y recién ella me creyó. Ahora,<br />

hay veces que ella me manda a jugar”.<br />

A los Sieteligas los tratan bien. No solo<br />

les pagan por jugar sino que los recogen y<br />

los llevan a las canchas, les dan buena<br />

comida, cervecitas, a veces ropa deportiva<br />

e incluso otros premios. “Una vez, en<br />

Pucarani, luego de ganar un campeonato,<br />

el dirigente me dijo ‘Vaquita, escogete un<br />

surco, lo que saques es para vos’y me dio<br />

una picota”, recuerda Juan José, que en esa<br />

oportunidad volvió a su casa con dos<br />

arrobas de papa y 150 bolivianos.<br />

Carolina llegó a cobrar 300 bolivianos<br />

por partido, pero no es un estándar,<br />

ni siquiera una norma, porque ella<br />

jugaría gratis. “En algunas ligas, los dirigentes<br />

se rajan y pagan bien para contratar<br />

refuerzos. Todo depende de sus posibilidades,<br />

a veces me han pagado 50<br />

pesos, otras 300”.<br />

Quien no cobra nada es Carlos y<br />

asegura que juega por pasión y devoción.<br />

“Es mi manera de retribuir y agradecer a<br />

la vida por todo lo que me ha dado; por mi<br />

talento, por la ayuda de mis padres, por el<br />

cariño de la gente…”. Eso sí, él no se priva<br />

de ese cariño y se siente muy feliz de que<br />

los dirigentes que lo contratan lo consientan<br />

en los festejos. “Cuando me<br />

llevan a jugar, conmigo son muy cariñosos,<br />

me quieren harto, eso es impagable,<br />

en las fiestas me tratan bien”.<br />

En el fútbol femenino es igual,<br />

también hay mucha euforia después de<br />

una victoria. “Hace un mes, por ejemplo,<br />

hemos ganado un campeonato en Miraflores<br />

y alguien dijo: ‘dos cervecitas’, y de<br />

la nada salieron dos cajas. Pero como<br />

algunas trabajamos y otras son muy<br />

changuitas, ahí la paramos, aunque otras<br />

veces se puede prolongar el festejo”, dice<br />

Carolina riendo, e inmediatamente<br />

añade: “además, era domingo, porque si<br />

hubiera sido sábado…”.<br />

*********<br />

Ese sábado, una venda de barro, se<br />

podría decir, cauterizó el sangrado del<br />

dedo y Carolina se despreocupó del<br />

asunto. Estaba a punto de terminar el<br />

primer tiempo y no quería irse al descanso<br />

en desventaja. Alentó a sus compañeras<br />

y ellas siguieron a su capitana, la<br />

número 10 del equipo. Isa y Nelsi avanzaron<br />

tocando de ida y vuelta el balón, eludiendo<br />

así la feroz marca de las Leonas.<br />

FOTO: WILLY CAMACHO<br />

DOMINGO 1 DE JULIO 23|18<br />

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19


CRÓNICA<br />

Cerca a la línea de fondo, Nelsi levantó<br />

un centro preciso que Carolina mató con<br />

el pecho para sacar un remate de volea<br />

que infló las redes. Empate y fin de la<br />

primera etapa. Las Catos salieron de la<br />

cancha festejando.<br />

Al principio, la esposa de<br />

Juan José desconfiaba.<br />

Ahora es ella la que a<br />

veces lo manda a jugar.<br />

*****<br />

Carolina Ramírez tiene 27 años, es<br />

diseñadora gráfica y encargada de la<br />

imprenta de la Fundación Cultural del<br />

Banco Central de Bolivia, pero su sueño<br />

es ser entrenadora de fútbol, si es que<br />

antes no juega a nivel profesional y eso no<br />

solo la entusiasma sino que es posible<br />

porque ahora los equipos de la Liga están<br />

obligados a tener división femenina. Hay<br />

una posibilidad en el club The Strongest<br />

y aunque el sueldo futbolero para las<br />

mujeres sería mínimo, a ella no le<br />

importa: “dejaría todo”, dice sin dudar.<br />

Antes de entrar al colegio empezó a<br />

jugar con sus primos, y luego, desde<br />

segundo de primaria, empezó a jugar con<br />

sus compañeros varones. “No tenía lío de<br />

jugar con chicos y jugaba a su mismo<br />

n ive l”, recuerda. “Al principio, tuve<br />

algunos problemas porque en el San<br />

Ignacio (su colegio) no dejaban que las<br />

chicas jueguen fútbol. Mi profesora Alicia<br />

me prohibía jugar con los chicos y yo me<br />

quedaba parada al borde de la cancha<br />

viendo a mis compañeros jugar. Luego me<br />

amotiné y me lancé a jugar nomás, aunque<br />

mis padres tuvieron que ir al cole para<br />

firmar un permiso especial”.<br />

Con ese permiso, Carolina pudo jugar<br />

en el equipo de varones del colegio, ya en<br />

secundaria, un par de años antes de que<br />

hubiese selección femenina en el San<br />

Ignacio. “No me tenían mucha consideración<br />

(los chicos), a veces he volado, otras<br />

he hechos buenas jugadas, he metido<br />

goles de rosco, de tiro libre, jugaba de<br />

igual a igual”, cuenta. Pero su papá,<br />

Marcel Ramírez, lo recuerda de manera<br />

distinta: “Sus compañeros la defendían<br />

harto, si algún rival se pasaba de fuerza<br />

con ella, de inmediato saltaban a recriminarlo.<br />

Incluso los rivales recriminaban al<br />

compañero que fuese brusco con ella.<br />

Prácticamente no la tocaban, jugaba<br />

como Evo Morales”, dice riendo.<br />

Esto, no obstante, no le resta méritos<br />

a lo hecho por Carolina, porque, además<br />

de ser pionera del fútbol femenino en su<br />

colegio, logrando que se crease un equipo<br />

de chicas, condujo a la selección del San<br />

Ignacio a ganar la Copa Nissan, el principal<br />

torneo intercolegial de La Paz en esos<br />

años (primera década del 2000). Luego,<br />

el fútbol pagó sus estudios en la Universidad<br />

Católica donde obtuvo una beca por<br />

deportes y, a partir de ahí, se hizo conocida<br />

y comenzó a recibir ofertas para<br />

jugar como refuerzo en varias ligas: se<br />

convirtió en Sieteligas.<br />

****************<br />

En el torneo relámpago de Villa<br />

Salomé, todavía con llovizna comenzó el<br />

segundo tiempo. Las Catos empezaron<br />

con impulso, lanzándose al ataque con<br />

peligro sobre el arco rival. El gol parecía<br />

cerca, ya se habían acostumbrado al<br />

barrial y Carolina, sobre todo, mostraba<br />

sus cualidades técnicas innegables driblando<br />

a sus oponentes que caían desparramadas<br />

a su paso. Sin embargo, el gol<br />

no llegaba y los minutos pasaban.<br />

“Cuando no es tu día, no es tu día”, dice la<br />

número 10, como citando un axioma<br />

irrefutable. De pronto, la arquera de las<br />

Leonas vio a su delantera sola en el<br />

campo de las Catos y le lanzó un pase<br />

largo que quizá hubiera salido de la<br />

cancha, pero el barro frenó su carrera y la<br />

pelota quedó inmóvil, cerca del punto<br />

penal, para que una menuda delantera<br />

fusilara a la portera visitante. Dos a uno, y<br />

la lluvia volvió a arreciar... así es el azar.<br />

20 www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 1 DE JULIO 23|18


******<br />

El caso de Juan José es casi una obra<br />

del azar. Él había renunciado a su trabajo<br />

en Santa Cruz, ciudad donde había<br />

crecido, y con el finiquito, unos cien<br />

dólares de la época (1994), vino a conocer<br />

la sede de gobierno. Tenía 19 años y<br />

muchos amigos, de modo que el dinero se<br />

acabó pronto. No le quedó más que<br />

buscar trabajo para reunir dinero y retornar<br />

a Santa Cruz. “Me llevaban a jugar a<br />

varios lugares y ganaba para solventar mi<br />

estadía. En esos años me pagaban unos 30<br />

pesos por juego, pero para mí era harto<br />

porque era una horita de partido<br />

haciendo lo que me gustaba”. Así terminó<br />

afincándose en La Paz y convirtiéndose<br />

en un Sieteligas.<br />

“Gracias al fútbol he conseguido<br />

trabajo, porque en todas las empresas<br />

tienen equipos de fútbol. Primero entré a<br />

trabajar en el Club Hípico. Era eventual,<br />

pero como veían que jugaba bien me<br />

metieron en planilla para que pudiera<br />

jugar en el campeonato que ellos disputaban<br />

en Obrajes”, cuenta Vaquita.<br />

Carlos Verástegui también se volvió<br />

Carolina condujo a su equipo<br />

a ganar la Copa Nissan.<br />

Sieteligas pronto, apenas regresó a La Paz<br />

tras terminar el colegio en Guayaramerín,<br />

pero primero tuvo la oportunidad de<br />

llegar al profesionalismo. “Mi papá<br />

conocía a un dirigente del Bolívar y allá en<br />

Guayaramerín le habló para que me hicieran<br />

una prueba. El señor me llamó y me<br />

dijo que me presentara el sábado en Tembladerani,<br />

pero como en ese entonces yo<br />

era adventista y en esa religión no se puede<br />

hacer nada los sábados, yo no fui a la<br />

prueba y perdí la oportunidad”. Hasta el<br />

día de hoy su esposa le reprocha por ello.<br />

“Siempre me dice que he sido un sonso por<br />

no ir al Bolívar, pero yo le respondo que si<br />

hubiera ido a esa prueba, nunca nos<br />

habríamos conocido”, dice Carlos.<br />

********<br />

Con el ánimo por el piso y casi sin<br />

energía, las Catos trataban de evitar el<br />

tercer gol de las Leonas. Parecían estar<br />

resignadas a la derrota, pero los jugadores<br />

distintos surgen en las situaciones<br />

complicadas, se ponen el equipo al<br />

hombro, hacen alguna genialidad que<br />

enciende el famoso “fuego sagrado”. Eso<br />

mismo sucedió esa tarde cuando Carolina<br />

tomó el balón en su campo, le hizo un<br />

caño a su marcadora y con un regate se<br />

libró de la segunda leona que le salió al<br />

paso. Enfiló sola hacia el área rival y,<br />

cuando estaba a punto de rematar, una<br />

defensora apareció de manera fantasmal<br />

para derribarla sin misericordia. Penal.<br />

Carolina no dudó, se levantó de inmediato<br />

y, sin limpiarse el barro de las mejillas,<br />

acomodó el balón en el punto de<br />

sentencia. Retrocedió cuatro pasos para<br />

tomar impulso y cobró la falta con un<br />

remate potente al ángulo izquierdo.<br />

Empate a dos, todavía había esperanza y<br />

cinco minutos de partido.<br />

*******<br />

“Yo fallé un penal en el minuto 90 de<br />

una final”, confiesa Carlos con cierta vergüenza,<br />

pero no tarda en soltar una<br />

suerte de justificación: “Un compañero<br />

peruano quería patear el penal, pero la<br />

gente quería que yo pateara porque<br />

sabían que yo le pegaba bien, entonces yo<br />

acomodé el balón en el punto y él se<br />

acercó y tocó la pelota, así creo que me ha<br />

es tid o, porque yo le pegué al centro,<br />

directo a las manos del arquero”.<br />

Esas situaciones inexplicables son<br />

frecuentes en el fútbol, si no, hay que<br />

recordar las macumbas brasileñas para<br />

su selección, los amarres peruanos para<br />

algunos equipos en la Libertadores…De<br />

ahí a que estas cosas funcionen es otra<br />

cosa, pero de que existen, existen. “En un<br />

campeonato en Pucarani, teníamos un<br />

equipazo pero estábamos jugando mal”,<br />

cuenta Juan José, “nos tropezábamos,<br />

hacíamos malos pases, no entendíamos<br />

qué nos pasaba. Yo noté que había un<br />

pájaro volando en círculos sobre la<br />

cancha, como gallinazo, pero no le di<br />

importancia. De repente, el pájaro cayó<br />

muerto y nos fijamos que tenía las patas<br />

amarradas con lanas de colores. Entonces,<br />

nuestro dirigente trajo un yatiri y nos<br />

hizo pasar con retama en los pies, nos<br />

hizo cambiar de pie las medias y así volvimos<br />

a la cancha. El segundo tiempo<br />

dimos la vuelta el partido, y los únicos<br />

que terminaron enojados fueron los<br />

FOTOS: ARCHIVOS PERSONALES<br />

DOMINGO 1 DE JULIO 23|18<br />

www. p a g i n a s i e te. b o<br />

21


CRÓNICA<br />

Carolina, la número 10.<br />

Cuando revirtieron el<br />

marcador ante la<br />

sospecha de un ave de<br />

mal agüero, los que<br />

terminaron peleados<br />

fueron los yatiris de<br />

ambos equipos que<br />

se gritaban amenazas<br />

de arco a arco.<br />

FOTOS: ARCHIVOS PERSONALES<br />

Como Juan José, que conduce un radiotaxi,<br />

los tres dejarían -casi- todo por el fútbol.<br />

yatiris de ambos equipos que se gritaban<br />

amenazas de arco a arco”.<br />

Y si de cosas extrañas se trata, habría<br />

que hablar de los premios que ganan los<br />

Sieteligas: chanchos, corderos y toros.<br />

“La vez que falle el penal, el segundo<br />

puesto igual ganaba un toro, por eso no<br />

me quedé tan triste”, dice Carlos, quien<br />

revela que, muchas veces, son los mismos<br />

dirigentes quienes ofrecen comprar el<br />

toro al equipo ganador, claro que ofreciendo<br />

la mitad de su valor, de modo que<br />

así recuperan parte de su inversión en<br />

re fuerzos.<br />

Entre risas, Juan José recuerda que en<br />

un campeonato dieron la vuelta olímpica<br />

corriendo detrás de su premio. “El toro<br />

iba delante de nosotros, mientras cantábamos<br />

we are the champions… Esa vez no<br />

vendimos el toro, lo carnearon y nos<br />

repartieron a todos. Yo tuve carne en la<br />

heladera durante un mes”.<br />

*******<br />

Para dar la vuelta olímpica, las<br />

Catos tenían primero que vencer esta<br />

semifinal. El tercer minuto de adición<br />

se estaba jugando. Viendo de lejos,<br />

parecería que hay una trifulca entre las<br />

jugadoras en el área de las Leonas. Atacantes<br />

y defensora patean el balón, o<br />

intentan hacerlo, con las pocas fuerzas<br />

que les quedan; es un desorden total, ya<br />

la técnica ni las estrategias importan,<br />

solo queda tratar de meter el balón o<br />

tratar de despejarlo, como sea. Pero de<br />

nuevo, en ese instante de desesperación,<br />

aparece la 10 de las Catos. Carolina<br />

hace un par de amagues y deja<br />

pagando a dos defensoras para acomodar<br />

el balón con sutileza junto al palo<br />

derecho. ¡Goooool....! y victoria<br />

agónica. Lo que parecía imposible se<br />

logró, pero no pueden festejar mucho:<br />

tienen una hora de descanso antes de<br />

jugar la final.<br />

********<br />

“La final fue un paseo. Ganamos 6-1”,<br />

recuerda Carolina, lamentando sin<br />

embargo que no pudo disfrutar su<br />

premio. “En vez de copa nos dieron un<br />

chancho, y a mí me tocó una pierna, pero<br />

en mi casa dudaban de la procedencia de<br />

la carne y me dijeron que la regalara, o sea<br />

que me quedé con antojo de lechoncito”.<br />

Carlos no le da tanta importancia a<br />

los premios sino a un récord particular.<br />

En los más de treinta equipos en los que<br />

jugó, siempre le dieron la camiseta 10.<br />

“Cuando no me la den, creo que ahí me<br />

voy a retirar”, dice, pero eso está lejos<br />

todavía, porque en cinco años cumplirá<br />

cuarenta y está decidido a continuar en la<br />

categoría se nior, donde Vaquita brilla<br />

hace casi un lustro.<br />

Carolina trabaja en la Fundación del<br />

Banco Central, Carlos hace trabajos<br />

eventuales de contabilidad y Juan José<br />

maneja un radiotaxi. Estos tres Sieteligas<br />

tienen vidas muy distintas pero algo en<br />

común: su pasión absoluta por el juego.<br />

Por eso, si bien Carolina no pudo saborear<br />

el chancho, lo único que le interesa<br />

conservar en la memoria es el sabor de la<br />

v ictoria.<br />

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ZONA TRANS<br />

David Aruquipa Pérez<br />

El Q’i wa Ge rardo<br />

Arropado por las polleras de sus amigas “claud inas”, Gerardo Rosas era el alma<br />

de la fiesta en las chicherías de Sucre. Cantante y precursor de algo así como el<br />

baile flamenco criollo, su simpatía llenaba los antros felices.<br />

DOMINGO 1 DE JULIO 23|18<br />

Clavelina deshojada viditay, no derrames<br />

tu semilla, si eres hija de familia…<br />

[CANCIÓN CL AVELINA DE SHOJADA]<br />

Y se va la primerita<br />

Tragos, risas y buena música. Era una de esas<br />

noches bohemias en la ciudad de Sucre, en<br />

casa de mi querido amigo Coco Besso<br />

–vaya apellido–, líder clave en la historia<br />

homosexual de esta ciudad. Escenario perfecto<br />

para escuchar la historia de Gerardo<br />

Rosas, conocido por la bohemia chuquisaqueña<br />

como el Q’i wa Gerardo, o por los más allegados como “la<br />

comadre Chunchuna”.<br />

Inspirado en las anécdotas de Coco emprendí mi propia<br />

búsqueda. Una vez más, la historia –of icial–de la cultura<br />

popular de nuestro país, ha omitido aportes importantes de la<br />

población homosexual. Así que busco su música en las disqueras<br />

piratas de Sucre, en el pasaje del Mercado Central donde<br />

una señora muy amable me pregunta si quiero escucharlo. Por<br />

supuesto. Y entonces escucho por primera vez su voz, la voz<br />

“q’i wa”: ahora entiendo a qué se refiere Henry Stobart, en su<br />

ensayo Tara y Q’iwa: Mundos de Sonidos y Significados, donde ejemplifica<br />

al q’i wa con el canto de los pájaros y los gemidos y<br />

www. p a g i n a s i e te. b o 23


ZONA TRANS<br />

quejidos agudos de las llamas. “Cualquier lloriqueo podría<br />

decirse q’i wa , particularmente cuando se refiere a los animales<br />

o los niños pequeños que lloran constantemente. En el contexto<br />

del q’i wa , se enfatiza el llanto ligado al dolor o la separac<br />

i ó n”.<br />

Qué revelación tuve al escucharlo una y otra vez: era un<br />

q’iwa dotado de talentos únicos como los describen en las crónicas<br />

antiguas: los q’i wa s eran seres especiales con talentos<br />

particulares para la costura, tejido, metalurgia, cerámica;<br />

seres espirituales capaces de comunicarse con las illas (dioses<br />

señores del mundo de arriba, representados en las montañas)<br />

y con la Pachamama (diosa del mundo de abajo, terrenal). De<br />

ahí la dualidad de su relación con el mundo espiritual masculino<br />

y femenino. Éxtasis total sentí al conectar mis lecturas<br />

antropológicas con la historia popular de un cantante llamado<br />

Q’i wa Gerardo. Ya no era solo la búsqueda de un personaje<br />

marica, sino de la memoria de extirpación católica de una<br />

época donde el vocablo q’i wa fue tratado según la interpretación<br />

española y cristiana como sodomita, homosexual o<br />

maricón, dándole ese uso peyorativo en el sentido social<br />

común.<br />

Nutrido de mi cancionero popular, que incluye la música<br />

de Gerardo Rosas, recorrí las pocas chicherías que aún conserva<br />

Sucre, esos lugares periféricos donde confluían todas las<br />

clases sociales, especialmente en Oruro, Cochabamba y Sucre.<br />

Novelas, ensayos y crónicas describen la importancia de esos<br />

espacios de socialización donde caballeros de alta jerarquía,<br />

hacendados, políticos y comerciantes compartían naturalmente<br />

con artesanos, empleados, músicos, artistas, estudiantes,<br />

cholas, homosexuales y otros personajes de la<br />

cultura popular.<br />

“Nunca desde que he nacido he conocido la dicha,<br />

porque siempre la desdicha anda delante de mí.<br />

[LETR A BA I L E C I TO DE SDICHA]<br />

Y se va la segundita<br />

Gerardo Rosas era vecino del conocido profesor Luis Ríos<br />

Quiroga, que lo describe como retratando a un artista retro:<br />

“era de estatura mediana, usaba tacos cubanos especialmente<br />

para el zapateado redoblado y andaba elegante, muy acicalado.<br />

Tenía la cabellera lacia pero con una especie de jopo por<br />

delante, creo que recurría a la ‘per manente’constanteme nte;<br />

la cara muy bien presentada en esa época en que no había<br />

maquillaje; de repente conseguía otros elementos porque su<br />

cara estaba siempre coqueta, presentable, le gustaba la camisa<br />

spor t abier ta”.<br />

24 www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 1 DE JULIO 23|18


La simpatía del Q’iwa, hizo de él una<br />

aka bandera: atraía a la gente a la<br />

chichería. Así que las mismas<br />

dueñas iban a buscarlo hasta su<br />

casa p a ra llevarlo a sus chicherías.<br />

Gerardito era muy conocido y apreciado en Sucre, especialmente<br />

por las cholas chuquisaqueñas de la época —cual<br />

las “claud inas”de la literatura boliviana—, como la señora<br />

Encarnación, “la Tigresa”, y la señora Máxima, conocida como<br />

la “Chu n c hu n a”, comadre de Gerardo. Se cuenta que la “Chu n -<br />

c hu n a”era una chola muy hermosa; vendía chicha y comida<br />

típica. Su apodo viene de un instrumento musical navideño, la<br />

ch unch una, hecho de tapacoronas de botellas de cerveza aplanadas<br />

y amarradas con un alambre cuyo sonido dice “c hu n<br />

c hu n”. La comadre de Gerardito adoraba al niñito Jesús al<br />

ritmo de la ch unch una.<br />

Tenía que conocer a la “Chu nc hun a”, amiga, comadre y<br />

única sobreviviente cercana al Q’i wa . La encuentro en una casa<br />

hogar una tarde soleada. Está en el patio sentada, erguida,<br />

desafiante, conversando con otras señoras. Lo primero que<br />

hace es preguntarme cuyo hijito soy. Cuando le digo que soy<br />

paceño, ya no pregunta más y arranca describiendo a su<br />

amigo Gerardo: “flaquito era, crespito, se hacía hacer permanente,<br />

también se hacía peinar. Bailaba y cantaba, él no componía,<br />

cantaba músicas de otros, jaleaba en su tono pues;<br />

zapateaba encima de una tabla de maderita y nadie le<br />

imitaba, se subía a la mesa en las chicherías donde iba; todas<br />

lo querían, quién no lo estimaba, iba pues con amigos, flaquito,<br />

alhajito, bien simpático era, más que todo era pues chuquisaqueño”.<br />

Me apasiona su historia, sigo buscando y encuentro a don<br />

Rosendo Alvis, dueño de una chichería en el barrio de Surapata,<br />

que acompañó con su armonio por mucho tiempo a<br />

Gerardito: “era medio afeminado pues y le gustaba llevarse a<br />

los jovencitos, se enamoraba de los jovencitos y se los llevaba<br />

(r isas)”.<br />

La admiración y simpatía que provocaba el Q’i wa , hicieron<br />

de él una aka bandera: una persona que atraía a la gente a la chichería.<br />

Así que las mismas dueñas iban a buscarlo hasta su casa<br />

para llevarlo a sus chicherías. Todas tenían una mesa resistente<br />

al zapateo del Q’i wa Gerardo porque de un salto subía y<br />

FOTOS: ARCHIVO PERSONAL.<br />

DOMINGO 1 DE JULIO 23|18<br />

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ZONA TRANS<br />

bailaba muy lindo. Era flamenco criollo, al estilo nacional, con<br />

música del bailecito y las cuecas chuquisaqueñas. Bailaba,<br />

jaleaba y zapateaba.<br />

Así participó en el programa Mensaje de Bolivianidad, de<br />

Radio La Plata, donde actuó muchas veces. Su música ha sido<br />

preservada gracias al sello Capital, empresa discográfica de<br />

esa época –fines de los 60 e inicios de los 70–. Intérpretes<br />

famosos estuvieron bajo aquel sello, como el reconocido<br />

armonista Casiano Tejeda o Alberto Vargas, uno de los<br />

mejores charanguistas de Sucre, y también Eugenio Sánchez.<br />

Ellos grabaron con Gerardo Rosas sus únicos tres discos. Don<br />

Eugenio Quispe, hijo del dueño de esta disquera, recuerda que<br />

Gerardo rompía taquilla, “hacían fila para la compra de sus<br />

d iscos”, dice.<br />

pero él respondía con ironía y sarcasmo a las burlas y los golpes<br />

de sus propios compatriotas. El profesor Ríos Quiroga<br />

recuerda la voz natural de Gerardito “desde luego algo afeminad<br />

a”. Él nunca ocultó su condición homosexual en un<br />

ambiente de tal prejuicio, por eso hay que considerarlo mil<br />

veces valiente.<br />

El “Q’iwa Gerardo se reía y su transgresión afloraba en las<br />

chicherías donde tenía el apoyo de sus cómplices, las “claud i-<br />

nas”. La Chunchuna recuerda cómo la ayudaba a atender a sus<br />

clientes, “sus ademanes como de mujer nomás hacía; se ponía<br />

mis polleras, se ponía platos hondos en vez de senos, grandes<br />

eran pues (risas). Era bien chistoso, molía llajwa vestido con<br />

mi mandil, así andaba, se hacía pegar algunas veces con mi<br />

esposo por defenderme”. Gerardo tampoco se limitaba a<br />

transformarse o vestirse con prendas femeninas en las chicherías<br />

sino también en los carnavales. Su amigo Rosendo Alvis<br />

también recuerda cómo Gerardo, petiso y flaco, se teñía el<br />

cabello, se pintaba las uñas largas y “apr ovechaba”las fiestas<br />

de Carnaval para salir bien pintada, vestida de chola, de chota,<br />

o de vestido.<br />

Gerardo Rosas vivió intensamente entre la bohemia y la<br />

sobrevivencia con su identidad sexual. Seducido por la<br />

bebida, su salud se deterioró. Bebía de todo y comía poco.<br />

“Quizás eso le hizo mal”, reflexiona la Chunchuna. La cosa es<br />

que en 1980 la muerte se llevó a Gerardo Rosas.<br />

El Q’i wa Gerardo incidió en los cambios sociales de su<br />

época desde su individualidad y posición pero no como actor<br />

de un movimiento organizado, y mucho menos con una intencionalidad<br />

o conciencia política. Su transgresión se evidencia<br />

en la aceptación y celebración de la fiesta popular, que es en sí<br />

misma transgresora, interpelando directa o indirectamente al<br />

poder y el orden social establecidos.<br />

Su epitafio dice: Gerardo Rosas V. (*)1924 (+) 4 de junio<br />

1980. ¡Salud Q’i wa Ge rardo!<br />

Cuando me vaya / recién comprenderás / y por mí llorarás /<br />

Cuando me ausente / recién comprenderás mi querer.<br />

[LETR A CUECA: PRET ENCIOSA]<br />

Y se va la tercerita<br />

La sociedad conservadora de Sucre fue el escenario donde<br />

se desenvolvió la evidente homosexualidad de Gerardo Rosas,<br />

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ZONA A LA CARTA<br />

Mónica Machicao<br />

Warmisapiens Umami<br />

Sublime nikkei<br />

El restaurante Maido, en Lima, Perú, acaba de ser incluido entre los 50 Best de la<br />

gastronomía. Es el séptimo mejor en el mundo. ¿Quiere usted saber lo que es probar algunos<br />

de sus platillos? Pase, cierre los ojos y goce.<br />

LA ENTRADA A<br />

Maido, un bastión<br />

de la buena cocina<br />

nikkei, es austera.<br />

La mesita minúscula,<br />

las minimalistas<br />

escaleras de<br />

madera en forma<br />

de caracol han sido<br />

pensadas para aportar al ansia de quien,<br />

tras semanas de reserva, está dispuesto a<br />

gastarse algún ahorro en un almuerzo de<br />

15 pasos que hasta que se lo experimenta<br />

permanece bajo el velo del misterio. Así<br />

de grande es la confianza de quienes<br />

buscan la mesa del chef Mitsuharu<br />

“Mi c h a”Ts umura.<br />

Ni bien se alcanza el primer piso, los<br />

cocineros en la barra reciben a los comensales<br />

con un grito: “¡ Ma i d o ! ”, dicen sonrientes<br />

para inmediatamente volver a preparar<br />

los platillos que se han ganado un<br />

importante reconocimiento. Maido,<br />

además de ser el mejor restaurante de<br />

América Latina en 2017, acaba de ser<br />

incluido entre los 50 Best, una especie de<br />

Oscar de la comida, como el mejor restaurante<br />

de la región, colocándolo en un envidiable<br />

puesto número siete en el mundo.<br />

El restaurante, discretamente decorado<br />

con un enso (instalación de sogas<br />

con la forma de la bandera de Japón y<br />

espejos) insinúa ya soltura, inspiración y<br />

libertad creativa. Asienta además la idea<br />

de una tradición que viene de Japón pero<br />

que alcanza su gloria en Perú.<br />

Este restaurante, que en 2009 tenía<br />

un menú peruano convencional de tiraditos<br />

y chupe de camarones, saltó al<br />

estrellato en Mist ura, el festival de gastronomía<br />

más importante del Cono Sur. La<br />

creación que los llevó a la notoriedad el<br />

2010 fue una tacu-chaufa: un arroz<br />

FOTOS: MÓNICA MACHICAO<br />

DOMINGO 1 DE JULIO 23|18<br />

www. p a g i n a s i e te. b o 27


ZONA A LA CARTA<br />

chaufa mezclado con tacu tacu (carne<br />

empanada con arroz y plátano), que<br />

ascendió a su creador a las altas esferas de<br />

la corte de cocineros limeños.<br />

Eso permitió abrir las puertas de la<br />

libertad creativa que se expresa en el<br />

menú de degustación llamado Ex periencia,<br />

donde los comensales no reciben una lista<br />

de los platillos sino explicaciones de los<br />

mismos, mientras éstos son servidos.<br />

Lo que más impresiona, sin embargo,<br />

es el respeto por los ingredientes, la<br />

cultura a la que representan y la manera<br />

armoniosa de mezclar estas herencias de<br />

ambos lados del Pacífico. Maido es tan<br />

japonés como profundamente peruano,<br />

de costa y sierra. Aprehender tan bien los<br />

ingredientes de lugares tan diversos<br />

hacen de “Mi c h a”, un cocinero excelso.<br />

El trabajo de años, desde que salió del<br />

colegio hasta que se fue a estudiar a los<br />

EEUU y luego a trabajar “por un plato de<br />

comid a”a Osaka, donde recuperó la<br />

memoria culinaria que lleva en la sangre,<br />

forjaron, con seguridad, un carácter que<br />

ahora se impone en cada bocadillo.<br />

Maido presenta un menú que va in<br />

cresce ndo. Son básicamente bocados como<br />

un cevichito con maracuyá y leche de<br />

tigre, en los que se encuentran impensables<br />

texturas tostadas y dulces. Sorprende<br />

el tratamiento de los ingredientes<br />

cuando al probarlos: el pescado, las cebollas,<br />

los ajíes, las canchitas, no han<br />

perdido su textura original, dando inicio<br />

a un festín con toques japoneses de salsa<br />

ponzu y crocante de calamar.<br />

Los puntos altos se suceden pensados<br />

para que el siguiente bocado sea mejor<br />

que el anterior. Lo que nos mantiene<br />

expectantes. Entre los más destacados<br />

están niguiris de foi de pato flameados<br />

con salsa de anguila y sal de maras, perfectamente<br />

decorados con huevos de<br />

codorniz pochados, que les da un sabor<br />

cremoso inolvidable.<br />

Un sudado de pescados es equilibrado<br />

con el sabor maravilloso de tres<br />

tipos de algas del lago Titicaca, que<br />

aportan un sabor levemente agrio, una<br />

textura suave y sorprendente.<br />

Entre los aperitivos están un sanguche<br />

de panceta bien horneada, que para<br />

ser nikkei, está presentado en un bollo<br />

hervido al vapor, claro. Qué más Perú y<br />

Japón que ese bollo con chicharrón.<br />

El bacalao a la parrilla con castañas<br />

tostadas en gel de pepino y manzana,<br />

ofrece una extraordinaria mezcla de<br />

sabores sutiles. Estas combinaciones<br />

impensadas y creativas, sin duda son la<br />

marca de este chef, que con maestría<br />

mezcla los Andes y el mar, tradición y<br />

novedad como con su cuy de tres cocciones.<br />

Ya el asado de tira cocido en s o u s - v id e ,<br />

28 www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 1 DE JULIO 23|18


una forma de cocer la carne por 50 horas a<br />

temperatura lenta en sus propios jugos;<br />

servido en un puré con notas de castaña,<br />

mantequilla de ajo negro y crocante de<br />

amaranto; es, simplemente, la consumación<br />

de una cocina de impecable técnica<br />

que demuestra que tiene su lugar ganado<br />

entre los corazones sibaritas en uno de<br />

los mercados gastronómicos más competitivos<br />

del mundo.<br />

Casi al final, el erizo se hace presente en<br />

un tacu tacu de arroz y pasta de palta, suave,<br />

cremosa, con un lenguado empanado. Un<br />

anticipo de lo que viene en los postres:<br />

Un sorbete fresco con leche de soya<br />

enfriado con nitrógeno, una nube de leche<br />

y sabor que se mezcla con toques ácidos<br />

dispuestos en gotas dentro de una copa. Y<br />

para terminar, una esponja de mar hecha<br />

de azúcar que tiene por debajo sorbete de<br />

mandarina, espuma de frutilla al medio y,<br />

para coronar, una almeja hecha de chocolate<br />

con helado de lúcuma (¡tenía que ser<br />

Perú!) decorada con frutos rojos congelados<br />

en nitrógeno y castañas amazónicas<br />

saladas. Es, claro está, el final imponente<br />

de esta sublime experiencia nikkei.<br />

Maido significa bienvenido en japonés. El restaurante de Mitsuharu “Micha”<br />

Tsumura, un nikkei nacido en Lima, se inauguró en 2010 y es visitado por más<br />

extranjeros que peruanos. Su bien ganada fama hace que comensales solitarios<br />

reserven espacio con meses de anticipación para sumergirse en ese particular<br />

universo que está a punto de extenderse a China, Argentina y Colombia.<br />

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FOTOS: MÓNICA MACHICAO<br />

DOMINGO 1 DE JULIO 23|18<br />

www. p a g i n a s i e te. b o 29


R E T R ATO<br />

Mabel Franco<br />

fotografía de Cecilia Fernández<br />

El Migue<br />

Si alguien parece no querer estar solo ni<br />

un ratito, ese alguien es Miguel Ángel<br />

Vargas Saldías, el Migue. El título de<br />

comunicador social, en su caso, es más<br />

que una adquisición universitaria: se<br />

trata de la esencia de una persona que<br />

vive intensamente hacia fuera, con los<br />

demás. Cuesta imaginárselo en la<br />

soledad de su dormitorio, por ejemplo,<br />

y, sin embargo, la vida interior se le desborda<br />

en su irreverente sentido del<br />

humor, en su capacidad para desmontar<br />

prejuicios ante las narices de los<br />

defensores de cualquier tipo de corset<br />

tejido por las buenas costumbres y las<br />

buenas apariencias.<br />

El Migue, periodista cultural, artista<br />

desde su niñez, amiguero, chistoso, un<br />

buen día decidió unir sus múltiples<br />

almas y así se erigió en la cabeza pensante<br />

y cuerpo actuante del grupo de<br />

humor cantado Las mentes ociosas.<br />

Este cuarteto canaliza las ideas que sus<br />

amigos hemos apreciado cotidianamente<br />

a su lado: sobre lo sublime de lo<br />

popular, sobre la hermosura de lo<br />

kitsch, sobre la coherencia de las cont<br />

ra d i c c i o n e s .<br />

El Migue es un ejemplo viviente, gran<br />

ejemplo en todos los sentidos, de que<br />

se puede remar contracorriente y ser<br />

feliz si a los demás se los persuade de<br />

no ser lastre, sino aire insuflado por la<br />

carcajada que despierta el descubrirse<br />

entrañablemente absurdo.<br />

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Miguel<br />

Va r ga s<br />

DOMINGO 1 DE JULIO 23|18<br />

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CARTELER A<br />

Ojo al parche<br />

por Adrián Nieve<br />

EL FÚTBOL: un deporte que despierta diferentes<br />

sentimientos en la gente. Algunos lo<br />

odian, otros lo aman, y estos últimos andan<br />

chochos porque pareciera que estos días todo<br />

es fútbol. Bueno, que me perdonen los que lo<br />

odian pues me voy a unir a ese particular tren<br />

de quienes lo aman, aprovechando para criticarlo<br />

un poco. O sea, veámosle lo divertido y lo terrible a con la<br />

lista de películas y documentales que les traigo. Para empezar,<br />

hablemos de una película que junta ambos aspectos: The<br />

Damned United (2009, Tom Hooper. Biográfica, drama) que<br />

cuenta cómo el legendario entrenador Brian Clough llegó al<br />

equipo donde hizo historia: el Nottingham Forest. En el filme<br />

lo vemos en su dramática temporada como entrenador del<br />

Derby County y sus desastrosos, horribles, olvidables 44 días<br />

The Dammed United<br />

como entrenador del Leeds United, el equipo donde alguna<br />

vez entrenó su némesis Don Revie.<br />

Como buen drama deportivo, The Damned United es una<br />

historia llena de competitividad, pero de la fiera; la clase de<br />

competencias que crea resentimientos entre dos hombres<br />

muy orgullosos y los lleva a ciertos extremos a la hora de intentar<br />

derrotar al otro. La virtud del filme es que no transforma el<br />

asunto en una lucha testosterónica entre machos. Para nada.<br />

En lugar de ello, nos transmite un sentido profundo del aire<br />

dramático que tiene el fútbol para los fanáticos, los jugadores,<br />

los administrativos y, especialmente, los técnicos.<br />

Esto gracias al muy buen guión de Peter Morgan. Sobrio<br />

pero dramático, lo suficientemente apegado a la historia real<br />

pero con licencias históricas que no ofenden a los involucrados,<br />

sino que ilustran los pequeños detalles de un episodio en<br />

la historia del fútbol; esos que cuando los charlas con un fanático<br />

le cambian el rostro, tanto que lo quieres ahorcar, y te dice:<br />

“es que no entiendes, tenías que vivirlo”.<br />

Al genial guión se suma la estupenda actuación de Michael<br />

Sheen, uno de los mejores actores en la actualidad, que capta<br />

muy bien el drama de Clough. Esto puede deberse a que Sheen<br />

y Morgan venían de colaborar en la superior Frost/Nixon,<br />

marcando su quinta colaboración. Viejos conocidos, lograron<br />

un filme que nos muestra al fútbol desde un lado que solemos<br />

ignorar. Así que dense un descansito de los partidos del<br />

Mundial y véanla. O, también, pueden maratonear las siguientes<br />

de la lista. Nos vemos en la Final. Fanáticos del Manchester<br />

City escríbanme a adriannieve1285@gmail.com.<br />

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6 pelis para la fiebre futbolera<br />

1MEAN MACHINE. 2001, Barry Skolnick. Comedia. Hay mil<br />

versiones de esta historia pero la de aquí es una las más divertida<br />

por su ácido humor inglés y la actuación de Vinnie Jones<br />

(exfutbolista) y Jason Statham.<br />

2EL AÑO QUE MIS PADRES SE FUERON DE VACACIO-<br />

NES. 2006, Cao Hamburguer. Drama. Una película tierna y<br />

triste, al mejor estilo brasileño, que muestra las luchas que a veces<br />

esconde un Mundial.<br />

3RUDO Y CURSI. 2015, Carlos Cuarón. Drama, comedia.<br />

Una muy genial actuada e hiperbólica historia sobre cómo el<br />

fútbol puede retratar a un país y marcar a una familia en específ<br />

ico.<br />

4FEVER PITCH. 1997, David Evans. Comedia, drama. Los<br />

fanáticos del Arsenal son gente peculiar y este filme lo<br />

retrata perfectamente. ¿Quieren entender a un fan extremo? ¿Qué<br />

tal reírse de él? Bueno, ésta es su película.<br />

5SHAOLIN SOCCER. 2001, Stephen Chow. Comedia,<br />

acción. Inspirada en la genial Super Campeones, llega una<br />

comedia llena de alucinantes acrobacias que ponen en vergüenza<br />

cualquier partido real.<br />

6THE FIRM. 1989, Alan Clarke. Drama. Los Hooligans, uno<br />

de los ejemplos de extremismo más deplorables en el<br />

deporte, es analizado a fondo en uno de los mejores filmes sobre el<br />

tema, que además cuenta con un joven Gary Oldman.<br />

6 documentales más allá del Mundial<br />

1PLANET FIFA. 2016, Jean-Louis Pérez. Documental. Ya lo<br />

dijo John Oliver: la FIFA es una organización asquerosa. Y este<br />

filme muestra meticulosamente 40 años de corrupción. ¿Quieren<br />

saber qué ocurre tras bambalinas? ¿Quieren saber desde dónde<br />

condenar a esta horrible organización? Vean este filme.<br />

2THE TWO ESCOBARS. 2010, Jeff y Michael Zimbalist.<br />

Documental. Un genial vistazo sociológico al egocentrismo<br />

y al fanatismo extremo, retratando un momento terrible en<br />

nuestro continente.<br />

3INSHALLAH, FOOTBALL. 2010, Ashvin Kumar. Documental.<br />

Una osada crítica al gobierno hindú a través de un<br />

joven jugador de fútbol que se enfrenta a discriminaciones políticas<br />

que lo truncan. No estará muy bien hecho pero sí muy bien<br />

pensado.<br />

4TR AINER! 2013, Aljoscha Pause. Documental. El coste de<br />

ser entrenador se ilustra a lo largo de más de dos horas en las<br />

que aprenderemos a ver de otra forma a ese pobre diablo que tiene<br />

que lidiar con tantas variables.<br />

5SOCCER CITY. 2010, Nick Fitzhugh. Documental. Filmado<br />

durante la Copa del Mundo de 2010, este documental da una<br />

rápida pero profunda mirada a cómo el fútbol puede influenciar<br />

en la vida de la gente.<br />

6LES BLEUS: UNE AUTRE HISTOIRE DE FRANCE. 2016,<br />

David Dietz, Sonia Dauger. Documental. Un brutal y sesudo<br />

análisis de cómo Francia pasó de la gloria absoluta del 98 al<br />

oprobio de 2002, y así hasta 2016. Muy buen documental sobre<br />

uno de los mejores equipos del mundo.<br />

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The Firm<br />

O Brother Where Art Thou<br />

El año que mis padres se fueron de vacaciones.<br />

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H I STO R I E TA<br />

CAÍN<br />

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