LA «ODISEA» COMO POESIA - InterClassica

LA «ODISEA» COMO POESIA
gares el hecho de que la prueba de la supresión nos
pone de manifiesto la estructura primitiva. Y es aquí
donde se basa precisamente nuestro análisis, un análisis
que no trata de separar y desunir, sino que,
según el precepto de Goethe, trata de desunir y unir
a un mismo tiempo. Nuestro análisis presupone que
se está en condiciones, por razón de vivencias personales
de la poesía, de «ver» esos soportes internos
y estructuras vivientes. De la importancia que
se dé a un tal estudio de las estructuras para la interpretación
de la poesía depende también, finalmente,
el reconocimiento o rechazo de los resultados
conseguidos sobre esta base.
No me es posible en la presente exposición detenerme
en el amplio y extenso estudio analítico de
pormenores. Intentaré, sin embargo, a base de tres
pasajes de nuestra Odisea, poner simultáneamente
de manifiesto un doble aspecto: cómo cada una de
las cerradas estructuras poéticas es rota por la inserción
de un redactor y cómo con la supresión de
estas inserciones se hace patente la estructura originaria
y, simultáneamente con ella, particularmente
la peculiaridad del poeta A.
En el canto XXIII de la Odisea (85 ss.) nos encontramos
con el diálogo entre Odiseo y Penèlope
en que el marido, después de haber dado muerte a
los pretendientes, es plenamente reconocido por su
esposa. Pero esto no sucede sin un último obstáculo,
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