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Ml volumen 10 5

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Mantenimiento<br />

ISSN 2357-6340<br />

en Latinoamérica<br />

La Revista para la Gestión Confiable de los Activos<br />

Volumen <strong>10</strong> N°5<br />

Septiembre – Octubre 2018<br />

Nos acostumbramos a declarar fallas de manera simple, sin la<br />

descripción adecuada de cual es realmente la condición del evento y<br />

este caso no solo aplica para instrumentación, sino solemos hacerlo<br />

para todos los equipos del activo, en realidad esta información no<br />

aporta valor….


Contenido


Editorial<br />

Como muchos de ustedes saben, cuando se trata de<br />

mantenimiento, estoy en MI SALSA, y es por ello que hace<br />

algún tiempo trabajo en unas conferencias que he llamado así<br />

“la salsa del mantenimiento”, igualmente por invitación de mi<br />

amigo Robinson Medina, hicimos una temporada de “La salsa<br />

del mantenimiento” en su emisora ASSET RADIO.<br />

En estas charlas seleccioné un tema muy pegajoso de Ismael<br />

Rivera titulado “Satélite” y como en la portada de este<br />

número, un elemento en la comunicación es la antena<br />

satelital, que como se puede observar, sin mantenimiento se<br />

deteriora de tal forma que se convierte en un elemento<br />

obsoleto y de difícil recuperación.<br />

La gestión del mantenimiento requiere de una antena<br />

emisora y una antena receptora, sin ellas, no tiene caso el<br />

tener claros objetivos, estrategias, planes. La emisión debe<br />

ser clara y motivadora, la recepción debe ser abierta y<br />

propositiva. Hoy muchos procesos estructurados con sumo<br />

cuidado fracasan al no haber tenido presente la comunicación<br />

entre los encargados de mantenimiento y entre<br />

mantenimiento y los demás encargados de los otros activos<br />

de la organización.<br />

Si le preguntas por ejemplo a el área financiera en qué van<br />

dentro del proceso basado en ISO 55000 probablemente les<br />

estas hablando en un idioma que no conocen o del cual han<br />

oído algo, pero con mucha interferencia, ni preguntarle a los<br />

encargados del activo humano o los intangibles, ellos<br />

probablemente dirían como expresamos coloquialmente en<br />

Colombia; ¿y eso con qué se come?, y es que la norma está<br />

estructurada pero se carece de una buena antena que<br />

transmita de forma clara lo que se espera con ella en la<br />

organización, no solo en el área de mantenimiento.<br />

Les pregunto como lo he hecho con algunos colegas:<br />

¿Qué quedaría hoy de Gestión de Activos – Norma ISO 55000<br />

si le quitamos el mantenimiento?, ¿Quiénes halarían los<br />

procesos de mejora en las empresas si retiramos el personal<br />

de mantenimiento que hoy trabaja en ello?<br />

Debemos por todos los medios generar una comunicación<br />

clara y efectiva, Maxime si se pretende estandarizar procesos<br />

tan importantes como los que hoy se “obligan” mediante la<br />

solicitud de certificación de empresas en elementos<br />

normativos como se solicita hoy en Colombia al sector<br />

eléctrico.<br />

“Onda corta y onda larga<br />

todo se ha tratado ya<br />

¿y qué es lo que pasa?<br />

que ignorándonos están, no responden.”<br />

Un abrazo!!!<br />

Mantenimiento<br />

en<br />

Latinoamérica<br />

Volumen <strong>10</strong> – N° 5<br />

EDITORIAL Y COLABORADORES<br />

Diana Fabiola León<br />

Luis Felipe Sexto<br />

Víctor D. Manríquez<br />

Juan Pablo Roma<br />

Juan Carlos Orrego Barrera<br />

El contenido de la revista no refleja<br />

necesariamente la posición del Editor.<br />

El responsable de los temas, conceptos e<br />

imágenes emitidos en cada artículo es la persona<br />

quien los emite.<br />

VENTAS y SUSCRIPCIONES:<br />

revista@mantenimientoenlatinoamerica.com<br />

Comité Editorial<br />

Juan Carlos Orrego B.<br />

Beatriz Janeth Galeano U.<br />

Tulio Héctor Quintero P.<br />

Carlos Andrés Saucedo.<br />

Juan Carlos Orrego Barrera<br />

Director


www.mantenimientoenlatinoamerica.com<br />

LA INSTRUMENTACIÓN NO SUELE FALLAR…<br />

FALLAMOS NOSOTROS.<br />

¿SUELES CULPAR A QUIÉN NO PUEDE HABLAR?<br />

Desde mi primer contacto con el mundo de la Confiabilidad, ha sido siempre<br />

recurrente el hecho de que quiénes ocupan la mayor parte en Pareto de Fallas en<br />

los análisis estadísticos son los instrumentos, el Sistema de Monitoreo, Protección<br />

y Control.<br />

Precisamente ante ese escenario, que es común en muchas instalaciones,<br />

solicitamos un MTBF estimado a un fabricante de componentes de sistemas<br />

Fieldbus, quien mencionó un promedio de 300 años, sí, 300 “ bajo condiciones<br />

normales de operación y en un contexto operacional definido“, entre comillas,<br />

porque la forma en la cual está definido este valor, no es clara y la mayoría de las<br />

veces inconsistente, el contexto operacional no es algo que permanece fijo de<br />

instalación a instalación y las fallas se manifiestan de diferente manera, bueno, a<br />

final de cuentas es el fabricante y él te va a proporcionar el dato con un escenario<br />

óptimo (cosa que pocas veces se tiene en la industria) un poco (o mucho) alejado<br />

de nuestra realidad… todos al ver la respuesta nos miramos con cara de ¿Qué<br />

pasa? ¿Pero si estamos remplazando estas refacciones con mucha frecuencia,<br />

incluso como menos de 5 años de servicio?<br />

Por:<br />

Diana Fabiola León P.<br />

Ingeniero de Confiabilidad<br />

Braskem Idesa<br />

diana.leon@braskem.com<br />

difalep@hotmail.com<br />

México<br />

La instrumentación no suele fallar…<br />

fallamos nosotros.<br />

¿Sueles culpar a quién no puede hablar?<br />

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Si bien, el patrón de falla que presenta un sistema electrónico<br />

es aleatorio, regularmente estos equipos son muy “nobles”,<br />

es normal experimentar casos de mortalidad infantil durante<br />

inicios de operación en activos y posterior restablecimiento y<br />

estabilización, es importante no dejarnos llevar por datos de<br />

los que no contemos del todo con la evidencia y realizar un<br />

análisis más profundo de las causas raíces reales que están<br />

provocando los disturbios dentro de nuestro sistema y toda la<br />

gran cantidad de eventos no deseados asociados a “fallas de<br />

instrumentos”, mal definida.<br />

Pero, ¿por qué las estadísticas nos dicen que la<br />

instrumentación falla? Regularmente al crear un aviso/nota<br />

para solicitud de correctivo, nos direccionamos al TAG<br />

(ubicación técnica) registrado en nuestro CMMS, dejando una<br />

huella en él (todo esto previo a una intervención para<br />

determinar el diagnóstico de falla y la causa real por la cual<br />

nuestro instrumento no está funcionando como nosotros<br />

deseamos) y declaramos: “Falla del instrumento XXX-PT”, la<br />

mayoría de las veces al final culpamos a quién en realidad<br />

resulta ser nuestra víctima aunado a una cultura del registro<br />

pobre, sin historiales de intervención y sin la descripción de la<br />

causa real de activación y el cierre de la orden de trabajo,<br />

esto es un punto fundamental que inicia a aportar claridad de<br />

por qué los equipos fallan tanto y erramos al suministrar<br />

remedios no efectivos para evitar se repita el mismo fallo u<br />

otros. No conocemos las causas de fallas, por consecuencia<br />

no es posible aportar acciones correctivas y preventivas<br />

efectivas.<br />

Sin esta data, en análisis posteriores al extraer la información<br />

del CMMS, esta nos dice lo que tiene, lo que nosotros<br />

“alimentamos” al sistema, lo que declaramos de inicio: “Falló<br />

el instrumento”, nos acostumbramos a declarar fallas de<br />

manera simple, sin la descripción adecuada de cual es<br />

realmente la condición del evento y este caso no solo aplica<br />

para instrumentación, sino solemos hacerlo para todos los<br />

equipos del activo, en realidad esta información no aporta<br />

valor, siempre he dicho, los sistemas de gestión son caros<br />

(mucho) como para que los subutilicemos no aprovechando<br />

todas las bondades, herramientas y soluciones que de ellos<br />

podemos obtener si registramos la data completa.<br />

Con un tiempo de análisis de porqué “fallan” procedo a listar<br />

casos, que nos dicen que en la mayoría de ellos la<br />

instrumentación no suele fallar… fallamos nosotros:<br />

• Errores en la selección (bajo rango, sobre rango,<br />

condiciones ambientales, condiciones de instalación, etc), “el<br />

instrumento se satura, presenta MODBAD”, pues resulta que<br />

este no fue adecuadamente seleccionado para el servicio y<br />

condiciones de proceso, o estas cambiaron y no se tomó en<br />

consideración la configuración previa del mismo, o caso<br />

contrario, “el instrumento no mide”, por ejemplo un<br />

transmisor de flujo ya sin el flujo suficiente para el que fue<br />

configurado a medir, de allí la importancia de nuestras<br />

adecuadas administraciones de cambio, seguimiento y<br />

verificaciones de condiciones de diseño.<br />

• Instalación inadecuada/deficiente durante el proceso<br />

de construcción o proyecto nuevo en el Activo, después de un<br />

tiempo de operación comienzan a presentarse falsos en la<br />

señal, se revisa y se encuentra que el “ponchado” de las<br />

terminales de conexión fue mal realizado, zapatas o<br />

conectores más grandes o más pequeños que los adecuados<br />

quedando el conductor semi-sujetado para “aguantar<br />

entrega”, cajas de conexiones sin empaques o con empaques<br />

inadecuados (imagínense que pasa en zonas con condiciones<br />

de lluvias imperantes) al revisarlas ¿qué encontramos?<br />

tarjetas con condiciones de humedad (si bien nos va), cajas<br />

inundadas, condiciones de corrosión elevada ¡Ah! pero ¡falló<br />

el instrumento!, y tengo más, cableado justo o radio de<br />

doblez (bend radius) demasiado cerrado que al final termina<br />

por dañar el conductor o posición inadecuada del cableado<br />

con facilidad de ingreso de agentes externos como agua (Fig.<br />

1).<br />

Fig. 1 Transmisor con alto potencial de ingreso de agua a<br />

electrónica por posición de conexionado.<br />

• Ejecución de mantenimientos preventivos con<br />

omisiones, sin verificación de condiciones posterior a la<br />

ejecución de los mismos. Intervenimos el instrumento, nos<br />

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conectamos, verificamos condición de operación pero al final<br />

no cerramos, ni ajustamos adecuadamente la carcasa o<br />

conectores, una semana después recibimos un reporte y un<br />

aviso/nota de nuestro CMMS por producción/operación<br />

reportando que el instrumento está en falla: “Transmisor<br />

XXX-TT en falla, no tenemos señal” pero… ¡¿si hace una<br />

semana le dimos mantenimiento?! ¿y bien? acude el técnico<br />

de mantenimiento, revisa y encuentra que el transmisor está<br />

inundado, porque no colocamos bien ni ajustamos los<br />

conectores glándula o la tapa del instrumento (algo tan<br />

simple ¿no? pero que solemos minimizar su impacto, ver Fig.<br />

2) y en casos críticos son transmisores de SIS que disparan un<br />

equipo vital o incluso planta o bien se realiza intervención a<br />

equipos mayores sin tomar en cuenta los asociados a él (Fig.<br />

3).<br />

función para la cual está diseñado, pero el CMMS nos dice<br />

que el que falló fue él. Cuando meses después realizamos un<br />

análisis, ¿por qué? pues porque en nuestro sistema no se<br />

registró la información histórica de la intervención en la que<br />

se describe que no falló el instrumento, sino fue por<br />

condiciones anormales del proceso y la orden de trabajo fue<br />

cerrada sin considerar tener esa información, una vez más<br />

falta de “cultura de registro del dato” tan importante y tan<br />

poco valorada en ocasiones.<br />

Y así podría listar una serie de casos, algunos incluso difíciles<br />

de creer en los que libero de culpa a mis amigos los<br />

instrumentos, que nos queda por hacer:<br />

• Asegurar que se cumpla, mediante una instrucción<br />

de trabajo que incluya un checklist de verificación que<br />

certifique que se dejen las condiciones adecuadas a la<br />

instrumentación posterior a una intervención preventiva o<br />

correctiva y de ser posible que un operador de campo<br />

verifique que así sea.<br />

• Efectuar correcciones de todas las desviaciones<br />

encontradas durante los procesos construcción/proyecto<br />

nuevo, asegurar que todas sean resueltas, que la necesidad<br />

de producir/arrancar no merme la confiabilidad de nuestros<br />

sistemas, no dejarlo para “después”… después los<br />

instrumentos tienen la culpa de los disparos y paros no<br />

programados. Optimizar recursos.<br />

Fig. 2 Condición encontrada posterior a intervención,<br />

desajuste de carcasa.<br />

• Definir correctamente el contexto operacional en el<br />

cual el instrumento va a operar, para de esta manera<br />

asegurarnos de una selección adecuada del mismo y si el<br />

contexto cambia verificar las condiciones de diseño y<br />

configuración por si es necesario un remplazo o<br />

reconfiguración.<br />

• Evitar los excesos, un sobre-ajuste en instalación<br />

también produce condiciones de falla.<br />

• Declarar los errores humanos cuando se trata de<br />

fallas, como lo que son, determinar la causa raíz real del<br />

evento para atacarla de manera eficaz, no necesitamos<br />

“maquillar” eventos, si el objetivo es mejorar en todos<br />

sentidos.<br />

Fig. 3 Ejecución de mantenimientos o intervenciones<br />

minimizando el impacto de la instrumentación ¿alcanzan a<br />

ver el transmisor?<br />

• Aquí va una de las que considero más críticas:<br />

“Transmisor presenta mediciones anormales, revisar porqué<br />

está fallando” al final resulta que lo que no estaba controlado<br />

era el proceso y el instrumento estaba realizando justo la<br />

• Utilizar la función de códigos de falla (generalmente<br />

basados en ISO 14224) dentro del CMMS, crear los avisos de<br />

atención completos, capturando todos los campos, validando<br />

la prioridad de la tarea, describiendo de manera detallada el<br />

evento y las actividades de correctivo realizadas para retornar<br />

a condiciones normales (si son requeridas) y si no, describir<br />

por qué no se considera falla de instrumento y tal vez los<br />

disturbios fueron por proceso.<br />

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MANTENIMIENTO, ROBÓTICA Y ROBOTIZACIÓN.<br />

¿UN ‘NUEVO DESAFÍO’?<br />

Por:<br />

Luis Felipe Sexto<br />

Ing. Msc.<br />

Member of European Technical<br />

Committee CEN/TC 319 -<br />

Maintenance<br />

Management Consultant<br />

Radical Management<br />

lsexto@radical-management.com<br />

Cuba-Italia<br />

La robótica combina diversas disciplinas para desarrollar, construir y operar<br />

robots. La robotización es la tendencia creciente, en la industria y la vida en<br />

general, a la sustitución del trabajo humano por robots. El mantenimiento, en<br />

pocas palabras, es la combinación de todas las acciones técnicas, administrativas y<br />

de gestión, durante el ciclo de vida de un activo, destinadas a mantenerlo o<br />

restablecerlo en un estado en el que pueda realizar sus funciones requeridas.<br />

Esencialmente, nos ocuparemos en este artículo de la robotización industrial. Si<br />

bien puede cambiar el contenido particular del comportamiento en fiabilidad y<br />

mantenibilidad de un robot industrial bajos ciertas condiciones operacionales, las<br />

técnicas de análisis y priorización de modos de fallos conocidas, como<br />

FMEA/FMECA, RCA, FTA y otras, se mantienen esencialmente inamovibles.<br />

Recordemos, por ejemplo, que el FMEA/FMECA tuvo su origen en los años 40 del<br />

pasado siglo para análisis en proyectos aeroespaciales y luego se ha difundido<br />

para procesos, productos y activos de cualquier tipo de industria o activo. Este<br />

hecho mantiene su total vigencia también para nuevas máquinas.<br />

Considerando que la robótica integra conocimientos de diferentes ingenierías<br />

como mecatrónica, mecánica, electrónica, electricidad, computación… resulta<br />

espontáneo pensar que las competencias para mantener la funcionalidad de los<br />

robots también necesitan actualización debido a su alto grado de especialización.<br />

Esencialmente, se necesitan nuevas competencias técnicas por la<br />

multidisciplinariedad contenida en el robot, pero desde el punto de vista de las<br />

técnicas de análisis, el robot es un activo y como tal se le pueden aplicar técnicas<br />

de análisis de fallos como a cualquier activo industrial.<br />

Lo anterior puede afirmarse porque cambia el contenido técnico atribuible a los<br />

robots y sus contextos operacionales, pero no la lógica de las técnicas para<br />

identificar los modos de fallos, sus consecuencias y la frecuencia de degradación<br />

natural para así poder establecer acciones de mantenimiento.<br />

Es oportuno ir ampliando la información acerca de las características de los robots<br />

industriales basándonos en la fuente y fiabilidad de los datos actuales acerca del<br />

comportamiento de los robots industriales, la previsión de recambios y la<br />

tendencia del crecimiento en el empleo de robots a nivel internacional.<br />

….pero sabemos que la aparición o la variación<br />

en el período de evolución de los fallos<br />

dependen de las condiciones del contexto<br />

operacional. En este sentido, está por verificar<br />

y estudiar las frecuencias adecuadas de<br />

actividades predeterminadas en cada ambiente<br />

real de operación.<br />

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SITUACIÓN ACTUAL DE LA ROBOTIZACIÓN INDUSTRIAL EN EL<br />

MUNDO<br />

Según la definición de ISO 8373: 2012 Robots and robotic<br />

devices – Vocabulary (actualmente en revisión), se define<br />

robot industrial como “Manipulador multifuncional,<br />

controlado automáticamente, reprogramable en tres o más<br />

ejes, que puede estar fijo o móvil para uso en aplicaciones de<br />

automatización industrial.”<br />

Según Junji Tsuda, Presidente de la Federación Internacional<br />

de Robótica, "la densidad de robots es un excelente estándar<br />

de comparación para tener en cuenta las diferencias en el<br />

grado de automatización de la industria manufacturera en<br />

varios países".<br />

Los <strong>10</strong> países más robotizados industrialmente del mundo son<br />

en orden como muestra la figura 1: Corea del Sur, Singapur,<br />

Alemania, Japón, Suecia, Dinamarca, EE.UU., Italia, Bélgica y<br />

Taiwán. Por debajo de la media internacional se encuentran<br />

Reino Unido, China, Portugal, Hungría y los demás mostrados<br />

en figura 2. Esto es de acuerdo con la Estadística Mundial de<br />

Robots 2017, publicada por la Federación Internacional de<br />

Robótica (IFR).<br />

Como se aprecia también en las figuras 1 y 2, la<br />

automatización de la producción por asimilación de robots se<br />

acelera internacionalmente: 74 unidades de robots<br />

industriales por cada <strong>10</strong> 000 empleados es el nuevo promedio<br />

mundial de densidad de robots en las industrias<br />

manufactureras (en 2015 eran 66 unidades).<br />

Figura 2. Países por debajo de la media en densidad de robots<br />

industriales cada <strong>10</strong> 000 empleados hasta 2016.<br />

MANTENIMIENTO Y ROBOTIZACIÓN<br />

La vida operativa media de los robots industriales se mueve<br />

entre 12 y 15 años, según estudios de IFR entre varias<br />

grandes empresas de construcción de robots industriales.<br />

Todos los robots, necesitan sin excepción, de actividades de<br />

mantenimiento preventivo para garantizar su operación<br />

prevista, durante su vida útil. En tal sentido, robotización no<br />

es sinónimo de ausencia de todos los procesos de<br />

mantenimiento asociados. Que van desde el establecimiento<br />

de objetivos, pasando por la planificación de acciones, la<br />

gestión de los recursos, la ejecución de las acciones y la<br />

mejora continua.<br />

Diferentes compañías de fabricación de robots recomiendan<br />

en sus manuales tiempos para la realización de<br />

mantenimiento preventivo (tanto predeterminado como<br />

basado en condición). La variabilidad en las recomendaciones<br />

acerca de la frecuencia para actividades preventivas<br />

predeterminadas de mantenimiento oscila entre las 3800 y<br />

<strong>10</strong>000 horas de operación. Esto es lo plasmado en manuales<br />

de fabricantes, pero sabemos que la aparición o la variación<br />

en el período de evolución de los fallos dependen de las<br />

condiciones del contexto operacional. En este sentido, está<br />

por verificar y estudiar las frecuencias adecuadas de<br />

actividades predeterminadas en cada ambiente real de<br />

operación.<br />

Figura 1. Países por encima de la media en densidad de<br />

robots industriales cada <strong>10</strong> 000 empleados hasta 2016.<br />

Sin embargo, la práctica extendida hasta el momento con los<br />

robots es caracterizada por la dependencia y el<br />

establecimiento con el fabricante de contratos de<br />

mantenimiento preventivos y asistencia técnica en caso de<br />

fallos de los robots. Cada constructor prácticamente tiene un<br />

control dominante sobre su robot. Los repuestos y su<br />

suministro, así como el conocimiento del diseño y cláusulas<br />

contractuales vinculantes, los coloca en posición ventajosa<br />

para los contratos de mantenimiento con los compradores<br />

y/o utilizadores.<br />

Para la selección de los robots industriales adecuados para<br />

cierto contexto productivo se deben considerar los problemas<br />

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que pueden surgir con el mantenimiento. Los fabricantes de<br />

robots producen sus propios sistemas de control y una parte<br />

significativa produce sus propios accionamientos. Esto implica<br />

que pueden existir diferencias sensibles en robots de<br />

diferentes fabricantes en cuanto a conexiones eléctricas,<br />

circuitos y dispositivos de alimentación, seguridad,<br />

señalización, lenguaje de programación y el software de<br />

operación, tipos de PLCs (controladores lógicos<br />

programables).<br />

Aunque se intenta la normalización, hasta el momento, no se<br />

ha logrado la estandarización de un lenguaje único de<br />

programación para los robots (Programming Language for<br />

Robots, PLR). Los fabricantes han continuado a tratar de<br />

demorar en lo posible la unificación y han dado prioridad a<br />

continuar por la línea de lenguajes propios buscando la<br />

diferenciación y el liderazgo sobre la competencia. Lo cual<br />

lleva también, como efecto, la dependencia de los<br />

compradores y utilizadores de cada fabricante en particular.<br />

El aspecto negativo para el comprador y utilizador es<br />

precisamente que al ser un mantenimiento prevalentemente<br />

sugerido o determinado por el fabricante, este último puede<br />

imponer condiciones en cuanto a tiempos y costos del<br />

mantenimiento. Lo anterior no puede hacer olvidar a los<br />

utilizadores que ciertas actividades pueden y deben ser<br />

realizadas por el personal propio del contexto operativo.<br />

• Limpieza con aire comprimido de las rejillas de ventilación<br />

y los filtros.<br />

• Engrase de bujes y elementos en movimiento.<br />

• Comprobar el apriete de los tornillos.<br />

• Reemplazo de las baterías del controlador y del brazo del<br />

robot cuando sea necesario.<br />

Para la concepción y desarrollo de contratos de<br />

mantenimiento sería recomendable prestar atención al<br />

estándar europeo EN 13269: 2016 Maintenance - Guideline<br />

on preparation of maintenance contracts. La norma europea,<br />

emitida por el Comité Europeo de Normalización en<br />

Mantenimiento (CEN / TC 319 Maintenance). El mencionado<br />

estándar viene desarrollándose desde hace años hasta llegar<br />

a la revisión actual del 2016.<br />

En la figura 3, se muestra el estimado de suministros de<br />

robots industriales por tipo de industria. A la cabeza en el uso<br />

de los robots esta la industria automotriz, seguida de la<br />

industria eléctrica y electrónica.<br />

A continuación, algunas actividades de mantenimiento<br />

generales a realizar en robots industriales durante su vida<br />

operativa por el personal predispuesto para el<br />

mantenimiento en ambientes industriales robotizados:<br />

• Realizar una copia de seguridad de la memoria del<br />

controlador.<br />

• Monitorizar el robot en movimiento regular,<br />

inspeccionando el robot, el arnés y los cables.<br />

• Inspección del funcionamiento de los frenos.<br />

• Comprobar la repetibilidad del robot.<br />

• Monitorear el comportamiento vibratorio y el ruido<br />

emitido.<br />

• Engrasar las juntas, según el manual específico del robot<br />

(o analizar la grasa si ya se ha realizado).<br />

• Inspección visual de los cables de la consola de<br />

programación y del controlador.<br />

• Comprobar la funcionalidad de las conexiones de cables,<br />

ventiladores de refrigeración, fuentes de alimentación,<br />

equipos de seguridad.<br />

• Prueba y reemplazo de baterías de ser necesario (si<br />

existen).<br />

Figura 3. Estimado del número de robots industriales y las<br />

industrias donde mayor es la robotización.<br />

Los robots industriales no se utilizan solamente para<br />

actividades relacionadas a la producción de bienes. También<br />

va creciendo las aplicaciones robóticas para asistir al<br />

mantenimiento. Los talleres de mantenimiento ferroviario<br />

son la localización más habitual de los robots, que realizan<br />

actividades como soldadura, esmerilado, limpieza y pintura.<br />

También se están desarrollando robots para realizar trabajos<br />

peligrosos en las líneas de trasmisión de alta tensión y para el<br />

mantenimiento de carreteras.<br />

Los robots tele operados son ampliamente utilizados para<br />

mantener las instalaciones bajo la superficie del océano,<br />

principalmente en servicio de la industria petrolera offshore.<br />

En la industria nuclear se utilizan con éxito desde hace más de<br />

40 años, para trabajos en áreas peligrosas, la explotación y el<br />

mantenimiento de instalaciones y laboratorios nucleares<br />

industriales, mantenimiento de reactores nucleares,<br />

desmantelamiento y cierre o dimisión de instalaciones<br />

nucleares.<br />

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La robotización crece y avanza en industrias donde el costo<br />

de uso del robot se hace inferior al costo de las personas o<br />

donde el riesgo de emplear personas es inaceptable. No sería<br />

exacto afirmar que hoy que en todas las actividades el robot<br />

supera al hombre. Muchas industrias manufactureras no<br />

invierten en robotización porque el costo de la mano de obra<br />

les resulta favorable y viven en la incertidumbre de la<br />

posibilidad de cambios en el mercado a corto plazo.<br />

La incertidumbre en la variación de la demanda de los<br />

mercados podría colocar a empresas que invierten en<br />

robotización de líneas o plantas enteras en una difícil<br />

situación para recuperar la inversión. Esto ha estimulado la<br />

deslocalización de industrias hacía países con abundante<br />

mano de obra a bajo costo. También hay ciertas actividades<br />

productivas de precisión o donde se necesitan acciones no<br />

lineares que los robots no han logrado superar en eficiencia<br />

y/o eficacia al ser humano.<br />

CONCLUSIONES<br />

1. La tendencia irreversible internacional a la robotización<br />

industrial no implica, en ningún caso, la omisión ni del<br />

necesario mantenimiento, ni de la gestión de repuestos.<br />

Aún en presencia de un alto nivel de robotización la<br />

oportuna gestión de mantenimiento será, y es requerida,<br />

para poder cumplir objetivos de producción y/o de<br />

mantenimiento.<br />

2. Los robots, como cualquier activo físico, sufren los<br />

procesos de deterioro tanto naturales como inducidos, y<br />

de consecuencia pueden fallar si no reciben la debida<br />

atención tanto operativa como de mantenimiento y<br />

restauración de su funcionalidad. La aplicación de técnicas<br />

de análisis para contrarrestar los modos de fallos en<br />

robots es también un imperativo, como para cualquier<br />

activo físico objeto de mantenimiento.<br />

3. Aunque la contratación adecuada del mantenimiento<br />

siempre ha resultado de extrema importancia, para el<br />

caso de la gestión de mantenimiento de los robots<br />

industriales resulta vital la concepción y/o aceptación de<br />

contratos de mantenimiento. Se recomienda la atención<br />

al estándar europeo EN 13269 para la formulación de<br />

contratos, considerando que en general son los propios<br />

constructores quienes se ocupan de los servicios de<br />

mantenimiento y suministro de repuestos.<br />

4. Aunque el mantenimiento de los robots industriales sea<br />

prevalentemente externalizado y vinculado con<br />

fabricantes (debido a que mayoritariamente cada<br />

fabricante produce sus propios sistemas y softwares en su<br />

propio lenguaje), es necesario para garantizar las<br />

condiciones operacionales y lograr las expectativas de<br />

vida útil, realizar actividades cotidianas de mantenimiento<br />

preventivo por el personal de mantenimiento y operación<br />

interno de la empresa utilizadora.<br />

5. Los robots industriales también se están desarrollando<br />

rápidamente para asistir en trabajos difíciles y peligrosos<br />

de mantenimiento en diferentes industrias y no solo para<br />

procesos de producción. La tendencia internacional indica<br />

que el futuro próximo conviviremos cada vez con mayor<br />

frecuencia con “colegas” robots para ejecutar algunas<br />

actividades de mantenimiento.<br />

6. Para ayudar en el empleo y mantenimiento de los robots<br />

industriales, aún se necesita de continuar insistiendo en la<br />

búsqueda y exigencia de estandarización en los lenguajes<br />

de programación y sistemas de accionamiento entre<br />

fabricantes de los mismos.<br />

7. A juicio del autor, la robotización no representa un nuevo<br />

desafío, sino que es la continuidad del desafío de la<br />

ingeniería y la gestión del mantenimiento para nuevas<br />

tecnologías y condiciones de contexto. En este caso de los<br />

robots industriales se exige mayor integración en cuanto a<br />

competencias específicas, repuestos, servicios y entre<br />

compradores, utilizadores y fabricantes. Es requerida una<br />

mayor atención a las condiciones de contratación del<br />

mantenimiento<br />

Referencias<br />

1. The International Federation of Robotics: www.ifr.org.<br />

Executive Summary World Robotics 2017 Industrial<br />

Robots.<br />

2. Handbook of Industrial Robotics, 2nd Edition, edited by<br />

Shimon Nof, 1998.<br />

3. EN 13269: 2016 Maintenance - Guideline on preparation<br />

of maintenance contracts.<br />

4. ISO 8373: 2012 Robots and robotic devices – Vocabulary.<br />

www.radical-management.com<br />

13


CULTURA ORGANIZACIONAL, GESTIÓN DEL CAMBIO Y<br />

LIDARAZGO<br />

Por:<br />

Víctor D. Manríquez<br />

Ingeniero Mecánico.<br />

CMRP, CAMA<br />

Mg. Energías Renovables<br />

Consultor & Docente en<br />

Mantenimiento, Confiabilidad &<br />

Gestión de Activos<br />

vmanriquez62@yahoo.es<br />

Perú<br />

El año 2004, luego de trabajar varios años en el interior del país, volví a laborar<br />

en Lima para una compañía manufacturera. Poco después, decidí comenzar un<br />

diplomado en sistemas de gestión de la calidad, Pregunté a mi empleador si podía<br />

brindarme apoyo financiero para capacitarme, pero su respuesta negativa. Concluí<br />

el diplomado con recursos propios y como trabajo final del mismo, mi equipo<br />

debía elaborar un proyecto de implementación de un sistema de gestión de la<br />

calidad, y lo propuse en esta misma compañía, era una oportunidad para ellos de<br />

ser el objeto de este proyecto sin costo alguno.<br />

Fui primero con mi jefe inmediato, el superintendente de planta, quien no mostró<br />

interés alguno en el proyecto. Seguí con la siguiente persona en la jerarquía, el<br />

gerente de producción, para hacerle llegar nuestra oferta de este estudio. Aún,<br />

recuerdo sus palabras “Hace 50 años que venimos haciendo las cosas de esta<br />

manera, y lo hacemos bien ¿Por qué cambiar las cosas?”. Aunque esta respuesta<br />

no era parte de ningún documento corporativo formal, encontré que la falta de<br />

interés por el cambio era el “leitmotiv” de esta empresa, un tema recurrente.<br />

Años después, el gobierno de mi país dentro de sus planes de apertura comercial<br />

inició la firma de tratados de libre comercio, que hicieron que ingresarán al país<br />

productos importados más competitivos que los similares producidos localmente.<br />

Esta empresa para la que había laborado vio reducidas sus utilidades y<br />

participación del mercado. Pero, era demasiado tarde para hacer los cambios<br />

necesarios que debieron haberse hecho años atrás.<br />

Mirando hacia atrás, entiendo ahora que esa fue una dura lección sobre “cultura<br />

organizacional”. Esta era (y aún lo es) una empresa con una cultura conservadora,<br />

no propensa a tratar cosas nuevas, ni siquiera a considerarlas desde una<br />

perspectiva de costo-beneficio. Su motivación era “Sigamos haciendo las mismas<br />

cosas de la misma manera”.<br />

Desde ese suceso, me he tomado el tiempo de revisar y tratar de comprender la<br />

cultura organizacional de las compañías para que las he laborado y considerar que<br />

posibilidad hay que una persona pueda cambiar la cultura corporativa de una<br />

organización. La mayoría de las veces, esa probabilidad es cercana a cero. Esto no<br />

es razón para desanimarnos, es solo la forma en que el mundo real funciona.<br />

Un ambiente de bajo riesgo y baja<br />

retroalimentación es improbable que un<br />

cambio mayor en el negocio esté basado en<br />

acciones llevadas a cabo por el cuerpo directivo<br />

www.mantenimientoenlatinoamerica.com<br />

14


CULTURA ORGANIZACIONAL Y GESTIÓN DEL CAMBIO EN EL<br />

CUERPO DEL CONOCIMIENTO DE LA SMRP.<br />

Las competencias técnicas no son las únicas necesarias para<br />

una gestión efectiva, como mi experiencia profesional me ha<br />

demostrado. Los aspectos de liderazgo han estado presentes<br />

en mis éxitos y fracasos como profesional de mantenimiento.<br />

¿Qué nos dice el Cuerpo del Conocimiento (BoK) en<br />

Mantenimiento y Confiabilidad de la SMRP sobre temas como<br />

la cultura organizacional, el cambio y el liderazgo?<br />

En el Pilar 1 del BoK – Gestión del Negocio, encontramos una<br />

referencia al cambio organizacional: “1.4 Gestionar los<br />

cambios organizacionales (desarrollar el proceso de gestión<br />

del cambio, comunicar los beneficios, etc.) La resistencia<br />

natural al cambio de una organización necesita un esfuerzo<br />

de liderazgo en sentido contrario para influenciar y sostener<br />

el cambio…Desarrollando un plan de gestión del cambio es<br />

importante porque afecta a la gente que desarrolla el<br />

trabajo…Las personas tienen diferente habilidad para el<br />

cambio, …Es importante desarrollar un plan de gestión del<br />

cambio con esto en mente.”<br />

En el Pilar 4 del BoK – Organización y Liderazgo, leemos: “4.5<br />

Liderazgo y gestión del personal (desarrollar habilidades de<br />

liderazgo, evaluar el desempeño, promover un ambiente de<br />

trabajo cooperativo, facilitar la comunicación) El rol más<br />

importante y más difícil de un gerente es liderar y gestionar<br />

personas. Los líderes deben liderar, motivar, inspirar y alentar<br />

a su personal. Los gerentes tienen que contratar, despedir,<br />

disciplinar y evaluar a su personal…Lo que los gerentes hagan<br />

de ellos, depende de cómo los traten, como los gestionen y<br />

como los lideren…”<br />

CULTURA CORPORATIVA Y ORGANIZACIONAL<br />

Primero lo primero, debemos definir que es “cultura<br />

organizacional”. En el libro de E. Schein “Organizational<br />

Culture and Leadership“(Cultura Organizacional y Liderazgo),<br />

se define la cultura organizacional como:<br />

“Un patrón de suposiciones básicas compartidas que el grupo<br />

aprende a medida que resuelve sus problemas de adaptación<br />

externa e integración interna que han funcionado lo<br />

suficientemente bien como para ser considerados válidos y,<br />

por lo tanto, para ser enseñados a los nuevos miembros como<br />

la forma correcta de percibir, pensar y sentir en relación con<br />

esos problemas.”<br />

Esta definición claramente describe los fundamentos sobre<br />

los cuales es construida la conducta de la organización. Nos<br />

da una imagen clara de cómo están integradas estas<br />

suposiciones, lo cual nos permite, entender cuán difícil podría<br />

ser promover un cambio.<br />

En un artículo publicado en la revista “Scientific American”,<br />

Krystal D’Costa remarca sobre la cultura organizacional:<br />

“La cultura organizacional se ubica en la intersección de la<br />

relación que la organización tiene con las communitas dentro<br />

de ella, y subsecuentemente con la gente de esa<br />

organización. Más en la misma manera que las communitas<br />

construyen confianza, conectividad y productividad, las<br />

organizaciones deberían trabajar para extender esto también<br />

a sus empleados. Comunicación transparente, invertir en los<br />

empleados y recompensar su lealtad es el fundamento de la<br />

cultura organizacional. No es algo a ser nombrado con una<br />

bulliciosa palabra de moda sino algo que sostenga a los<br />

empleados cuando los llamativos atractivos de los beneficios<br />

se hayan ido”.<br />

En “Corporate Cultures: The Rites and Rituals of Corporate<br />

Life” (Culturas Corporativas: Ritos y rituales de la vida<br />

corporativa), se establece una clasificación de los lugares de<br />

trabajo basados en la relación entre los riesgos del negocio y<br />

la retroalimentación.<br />

Cultura de Proceso: Un ambiente de bajo riesgo y baja<br />

retroalimentación, es improbable que un cambio mayor en el<br />

negocio esté basado en acciones llevadas a cabo por el<br />

cuerpo directivo.<br />

Cultura del tipo duro/macho: Los empleados toman grandes<br />

riesgos y reciben rápida retroalimentación sobre sus acciones.<br />

Es una mentalidad de todo o nada.<br />

Cultura de Trabajo duro/Juega duro: Rápida<br />

retroalimentación, pero minimizando el riesgo.<br />

Cultura de Apuesta por tu compañía: Alto riesgo con baja<br />

retroalimentación. Los autores relacionan es te tipo de<br />

cultura a negocios específicos: Boeing, Caterpillar, Exxon<br />

entre otros.<br />

Las características de la cultura organizacional atraviesan<br />

todas las áreas, funciones y procesos de una compañía,<br />

incluyendo mantenimiento y confiabilidad.<br />

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15


GESTIÓN DEL CAMBIO Y LIDERAZGO<br />

Compartir nuestro perfil y valores con los de la compañía<br />

sería una situación ideal, pero en la mayoría de los<br />

escenarios, necesitamos adaptarnos a la cultura o tratar de<br />

iniciar un cambio. Nuestros primeros intentos de cambio<br />

pueden toparse con una advertencia como “no mezas el<br />

bote”, “así se han hecho siempre las cosas” u otras frases<br />

similares. Este tipo de cultura no permitirá el cambio y si<br />

usted insiste, podría ser aislado dentro de la organización o<br />

invitado a retirarse. El entendimiento de la dificultad de<br />

aceptar el cambio es articulado de la mejor manera por<br />

Nicolás Maquiavelo en “El Príncipe”, publicado en 1531, hace<br />

casi 500 años:<br />

“Pues, debe considerarse que no hay nada más difícil de<br />

emprender, ni más dudoso de hacer triunfar, ni más peligroso<br />

de manejar, que el introducir nuevas leyes. Se explica: el<br />

innovador se transforma en enemigo de todos los que se<br />

beneficiaban con las leyes antiguas, y no se granjea sino la<br />

amistad tibia de los que se beneficiarán con las nuevas.<br />

Tibieza en éstos, cuyo origen es, por un lado, el temor a los<br />

que tienen de su parte a la legislación antigua, y por otro, la<br />

incredulidad de los hombres, que nunca fían en las cosas<br />

nuevas hasta que ven sus frutos.”<br />

Por ello, un importante elemento que incrementará la<br />

probabilidad de éxito de una iniciativa de cambio es al apoyo<br />

de las partes interesadas (stakeholders), principalmente de<br />

los líderes de la empresa, la alta dirección. Esto es<br />

recomendado en el Cuerpo del Conocimiento de la SMRP:<br />

“El apoyo para los recursos requeridos aumentará cuando la<br />

dirección entienda el valor provisto por el plan. Los líderes de<br />

M & R deben comunicar la visión a quienes participan en el<br />

proceso para lograr su compromiso con la implementación y<br />

ejecución del plan. Esto requerirá de campeones<br />

posicionados para liderar el esfuerzo y conseguir el apoyo de<br />

las partes interesadas.”<br />

Esta situación es referida por Patty Azzarello en su libro<br />

“Move: How Decisive Leaders EXecute Strategy despite<br />

Obstacles, Setback and Stalls” (Muévete: Cómo los líderes<br />

decisivos ejecutan la estrategia a pesar de obstáculos,<br />

retroceso y paradas), con la “Ecuación del Cambio”. La<br />

fórmula para el cambio fue creada por Richard Beckhard y<br />

David Gleicher en 1969, y luego fue popularizada y refinada<br />

por Kathie Dannemiller a principio de los años 90. Es algunas<br />

veces llamada la Fórmula Gleicher:<br />

Donde:<br />

D x V x F>R<br />

D = Insatisfacción con el estado actual de las cosas<br />

V = Visión del futuro<br />

F = Primeros pasos efectivos para el cambio<br />

R = Resistencia al cambio<br />

Lo que esta ecuación expresa, es que, si alguno de los<br />

factores en el lado izquierdo es cero, entonces, la resistencia<br />

al cambio, no importante cuan pequeña pueda ser, no podrá<br />

ser vencida, y el cambio no ocurrirá.<br />

Entonces, antes que pretendamos emprender una iniciativa<br />

de cambio en una organización, debemos estar<br />

completamente informados acerca de y entender la cultura<br />

organizacional, conocer el perfil y los intereses de las partes<br />

interesadas involucradas y tener el apoyo de la dirección de la<br />

empresa. Un plan estratégico para mantenimiento y<br />

confiabilidad puede ser una herramienta para organizar y dar<br />

coherencia a nuestra propuesta. Por último, pero no por ello<br />

menos importante, debemos poseer las competencias de<br />

liderazgo para conducir el cambio. Sí no, todo probablemente<br />

te regrese a su condición original. El proceso del cambio es<br />

víctima de la cultura organizacional, sin la apropiada atención<br />

a la cultura organizacional, el cambio en el largo plazo no es<br />

posible.<br />

Este artículo fue originalmente publicado en inglés en la<br />

Revista “Solutions” Volume 13 Issue 3, 2018 de la SMRP.<br />

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16


Aspectos claves de la gestión de inventarios MRO<br />

(Mantenimiento, Reparación y Operaciones)<br />

Por:<br />

La definición de inventario MRO puede variar dependiendo de su punto de vista<br />

o tipo de negocio. En este libro, materiales MRO son piezas y materiales<br />

comprados por una empresa para conformar adecuadamente el inventario de<br />

existencias que brindará apoyo a sus necesidades de funcionamiento interno.<br />

El mundo de la contabilidad considera MRO como "material indirecto", mientras<br />

que el "material directo" es todo aquel que forma parte del producto terminado.<br />

En esencia, inventarios MRO se refiere efectivamente a la gestión de piezas de<br />

repuesto para los equipos críticos de producción, instalaciones y equipos de<br />

transporte de los que las empresas dependen diariamente. El reto es mantener en<br />

almacén suficiente material para lograr altos niveles de disponibilidad.<br />

La solución más fácil e inmediata es, simplemente, mantener más piezas en el<br />

inventario. De esta forma, cualquiera que sea el nivel de servicio requerido, usted<br />

tiene el inventario a la mano, sea necesario o no. Pero mantener almacenes llenos<br />

con cantidades superiores a las realmente necesitadas origina costos reales<br />

adicionales para el negocio. El dinero queda inmovilizado, los estantes llenos de<br />

artículos innecesarios o utilizados con muy poca frecuencia que mayoritariamente<br />

tienden a convertirse en obsoletos y los costos se mantendrán vigentes hasta que<br />

ese inventario no sea eliminado. Los inventarios MRO pueden tener un fuerte<br />

impacto en la rentabilidad del negocio, pero administrado correctamente puede<br />

crear un valor significativo mediante una mayor eficiencia y competitividad de<br />

toda la organización.<br />

José Contreras.<br />

Ingeniero<br />

Consultor para la Gestión Eficiente<br />

del Mantenimiento<br />

jocomarquez@yahoo.com<br />

www.mantenimientoeficiente.com<br />

Venezuela ….hay una tendencia natural a<br />

sobreabastecerse para minimizar los<br />

riesgos de no poder disponer de los<br />

materiales al momento de necesitarlos.<br />

Las decisiones de gestión de inventarios son básicamente determinar cuándo,<br />

cuánto y cuáles artículos deben reponerse, los niveles de seguridad, cómo debe<br />

ser clasificado el inventario y qué consideraciones deben ser hechas para equipos<br />

viejos cuyos repuestos son escasos o posiblemente descontinuados.<br />

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17


Para la empresa existen muchas oportunidades en la<br />

gestión de inventarios MRO, mejorando el desempeño<br />

financiero y operacional, especialmente a través de:<br />

• Mejora de la disponibilidad de piezas<br />

• Reducción del número de artículos de inventario<br />

• Reducción del gasto anual a través de la reducción<br />

de costos del inventario<br />

• Disminución del tiempo para reparaciones<br />

Hay muchos factores que intervienen en la toma de<br />

decisiones sobre inventario MRO que se basan en las<br />

metas y objetivos particulares de la compañía, pero un<br />

elemento común a todas las empresas es la necesidad de<br />

utilizar técnicas y herramientas apropiadas para el análisis<br />

de inventario y así poder facilitar el proceso de toma de<br />

decisiones y reducir significativamente la exposición<br />

financiera y el riesgo para el negocio.<br />

Toda acción que conduzca a optimizar la gestión de<br />

inventarios de mantenimiento debe tomar en<br />

consideración cuatro aspectos claves que constituyen los<br />

objetivos principales para lograr el propósito de alcanzar la<br />

máxima rentabilidad de la necesaria inversión que debe<br />

hacerse para poder llevar a cabo una eficaz y eficiente<br />

gestión del mantenimiento. Los aspectos a los que se ha<br />

hecho referencia son los siguientes:<br />

• Eliminación del exceso de inventarios.<br />

• Fijación de los niveles iniciales de repuestos.<br />

• Mejorar la disponibilidad.<br />

• Establecer las mejores estrategias.<br />

A continuación, se hará una breve descripción de los<br />

aspectos mencionados.<br />

Eliminación del exceso de inventarios<br />

En muchas fábricas del mundo entero las estadísticas<br />

revelan que los niveles de inventario exceden entre el 20 %<br />

y el 50 % de las necesidades reales de la planta y esto en<br />

términos monetarios representa una inversión muy<br />

elevada que indudablemente afecta el desempeño<br />

financiero de las organizaciones.<br />

El principal obstáculo para la eliminación del exceso de<br />

materiales almacenados es la costumbre, probablemente<br />

durante muchos años, de mantener en inventario grandes<br />

cantidades de repuestos, sin justificación alguna, pero que<br />

brindan la tranquilidad de poder disponer ilimitadamente<br />

de cualquier artículo cuando es necesitado. Tratar de<br />

reducir el inventario a niveles apropiados sin poner en<br />

riesgo la continuidad de las operaciones creará un<br />

ambiente de inseguridad y seguramente producirá<br />

conflictos por la resistencia de las personas a enfrentarse a<br />

la incertidumbre de situaciones aparentemente más<br />

riesgosas.<br />

El exceso de inventarios normalmente se origina debido a<br />

que los niveles de existencias se han determinado por la<br />

combinación de opiniones de los vendedores, de<br />

ingenieros y del personal de mantenimiento. Esto implica la<br />

aparición de una gran diversidad de criterios,<br />

generalmente sustentados por intereses personales o<br />

grupales sin ningún tipo de consideración técnica o<br />

histórica. También es muy frecuente el hecho de que la<br />

gestión logística para la adquisición de los repuestos no es<br />

eficaz ni eficiente, por lo que hay una tendencia natural a<br />

sobreabastecerse para minimizar los riesgos de no poder<br />

disponer de los materiales al momento de necesitarlos.<br />

Fijación de los niveles iniciales de repuestos<br />

Al principio de la vida útil de cualquier activo no se cuenta<br />

con un historial de uso, por lo que determinar la cantidad<br />

apropiada de repuestos a mantener en inventario es una<br />

decisión muy difícil y generalmente la única información<br />

disponible es la recomendación de los vendedores. Fijar los<br />

niveles iniciales de repuestos basándose únicamente en<br />

estas recomendaciones es una decisión que podría resultar<br />

muy costosa debido al interés comercial presente en esta<br />

situación.<br />

Al momento de una negociación, es primordial exigir al<br />

proveedor información relacionada con la confiabilidad del<br />

activo que se está adquiriendo, esto es, se debería<br />

disponer al menos del Tiempo Medio Para Fallar - TMPF<br />

(Mean Time To Failure - MTTF) de cada uno de los<br />

componentes principales.<br />

Es muy común que los vendedores tiendan a ocultar esta<br />

información, por lo que es muy importante tener en cuenta<br />

que la disponibilidad de este tipo de información por parte<br />

del fabricante debe constituir un factor de peso al<br />

momento de tomar la decisión sobre la compra de un<br />

activo de alto valor.<br />

Mejorar la disponibilidad<br />

Una de las grandes preocupaciones del personal de<br />

mantenimiento es tener un nivel de inventario de<br />

repuestos suficientemente grande para evitar la pérdida de<br />

producción al momento de necesitarlos. Para minimizar<br />

ese riesgo se acude a las recomendaciones de los<br />

vendedores como elemento confiable y autorizado, en el<br />

que se podría justificar la responsabilidad de las decisiones<br />

tomadas, sin embargo, está demostrado que estas<br />

recomendaciones producen excedentes que pueden<br />

alcanzar hasta el 40 %. También se apela a la opinión del<br />

personal de mantenimiento, especialmente al de mayor<br />

experiencia, pero que en cualquier caso actuará en forma<br />

conservadora para no correr riesgos e igualmente este tipo<br />

de recomendaciones producirá excesos de inventarios<br />

entre de hasta el 50 %.<br />

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18


Se ha utilizado diversas técnicas y métodos para la gestión<br />

de inventarios, tales como las de pronósticos para estimar<br />

la demanda, pero en el caso de repuestos utilizados con<br />

poca frecuencia, estas técnicas son de muy poca utilidad ya<br />

que la demanda no sigue un patrón determinado y por<br />

tanto no es pronosticable. Los más grandes aportes para<br />

este campo los ha dado el Mantenimiento Centrado en<br />

Confiablidad, ya que mediante su metodología se recopila<br />

información muy valiosa relacionada con la durabilidad de<br />

los componentes y de esta manera se dispone de<br />

información fundamental para las decisiones de compra.<br />

Ante la incertidumbre asociada a la imposibilidad de<br />

determinar con cierta precisión la tasa de utilización de un<br />

repuesto determinado, se recurre al análisis del riesgo<br />

desde el punto de vista económico, de manera tal la<br />

decisión de mantener o no un repuesto en el almacén<br />

depende del costo financiero de la alternativa<br />

seleccionada.<br />

En cualquier caso, el enfoque que se debe tener cuando<br />

hay que fijar los niveles de inventarios para los repuestos<br />

es dar respuesta a los siguientes planteamientos:<br />

1) Si una pieza se necesita y la misma no está<br />

disponible en el almacén,<br />

¿Cuánto afectará esto a la producción?<br />

¿Cuál es la criticidad de la pieza?<br />

2) Cuando la pieza es instalada,<br />

¿Cuánto tiempo se estima que dure?<br />

Estime el TMPF (MTTF).<br />

El enfoque incorrecto sería tratar de determinar cuántas<br />

piezas se debería comprar.<br />

Establecer las mejores estrategias<br />

Hasta ahora se ha analizado suficientemente la<br />

importancia de mantener estrictamente el mínimo nivel de<br />

inventarios que garantice la continuidad de las operaciones<br />

significando esto mayor rentabilidad empresarial.<br />

Bajo esta premisa, la junta directiva siempre va a estar<br />

preocupada por una gestión eficiente de los inventarios y<br />

en este sentido debe definir las mejores estrategias en<br />

cuanto a las políticas a adoptar para el manejo de los<br />

diferentes tipos de materiales utilizados en<br />

mantenimiento. También definir los indicadores<br />

apropiados para controlar la gestión con base en las metas<br />

planteadas. Es por esto que en toda organización debe<br />

emprenderse un proyecto de optimización de la gestión de<br />

inventarios para mantenimiento de manera tal que se<br />

pueda definir para cada uno de los distintos tipos de<br />

materiales, las políticas específicas en función de la<br />

criticidad y costo particulares.<br />

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19


TRIZ, LA METODOLOGIA PARA<br />

LA OPTIMIZACIÓN DE SISTEMAS TECNOLÓGICOS<br />

TRIZ, la Teoría de Resolución de Problemas de Inventiva emplea un método<br />

estructurado orientado a evadir la “Inercia Psicológica” que gobierna los procesos<br />

de “Prueba y Error” bloqueando la capacidad de generar ideas originales de alto<br />

impacto y con resultados “out of the box”.<br />

El modelo solución de la teoría se concentra en evitar tomar el atajo desde un<br />

problema específico hacia una solución específica a través del “brainstorming”<br />

sino que obliga a redefinir el problema con mayor nivel de generalización para<br />

luego buscar soluciones al problema generalizado y finalmente solo resta adaptar<br />

la solución general hacia una solución específica.<br />

Por:<br />

Juan Pablo Roma<br />

Ingeniero Mecánico, MSc<br />

Management Engineering<br />

Ingeniero de Mantenimiento y<br />

Confiabilidad<br />

Desarrollo de Productos<br />

Mejora Continua<br />

Docente, Especialista TRIZ<br />

ing.jproma@gmail.com<br />

Argentina<br />

La teoría desarrollada por el Dr.Genrich<br />

Altshuller en la ex URSS en los años 1946 tiene<br />

un sustento científico robusto pues se basó en<br />

el estudio de más de 2 millones de patentes<br />

con el objetivo de crear un método de<br />

resolución de problemas estructurado que<br />

permitiera a cualquier persona<br />

independientemente de su creatividad innata,<br />

desarrollar soluciones innovadoras.<br />

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20


UNA VENTAJA COMPETITIVA PARA EL INGENIERO DE<br />

CONFIABILIDAD Y MANTENIMIENTO<br />

¿Qué es una buena idea? Seguramente Ud. debe enfrentar<br />

problemas técnicos continuamente, ha ensayado y probado<br />

decenas de variantes para lograr una buena solución. Pero,<br />

¿cuándo podemos estar seguros de que el concepto<br />

seleccionado es la mejor opción?<br />

Las soluciones óptimas reúnen tres características<br />

principales(1):<br />

Resuelven una contradicción: Prácticamente siempre, la<br />

mejora de un parámetro dentro de un sistema tecnológico<br />

(una máquina, equipo, repuesto, etc.) implica que otro<br />

parámetro se vea afectado negativamente por lo que el<br />

objetivo el ingeniero es normalmente aceptar soluciones de<br />

compromiso. Aumentar la resistencia mecánica del ala de un<br />

avión es muy fácil si se incrementa el espesor de los<br />

materiales pero esto incrementa el peso del avión lo cual es<br />

indeseable pues luego consumirá más combustible, entre<br />

otras desventajas. Es decir, no se resuelve la contradicción<br />

Resistencia/Peso. Para eliminar la contradicción la pregunta<br />

sería: “¿Cómo aumentar la resistencia del ala de un avión sin<br />

incrementar su peso?”. Seguramente con su conocimiento<br />

Ud. ya imaginará algunas alternativas para lograrlo, pero<br />

continuemos describiendo que más necesita una solución<br />

para considerarse óptima.<br />

Aumentan el nivel de “Idealidad” de un sistema: El concepto<br />

de Idealidad definido como el cociente entre la sumatoria de<br />

los beneficios del sistema y la sumatoria de los costos y daños<br />

desarrollados por el propio sistema:<br />

I=(∑ Beneficios)/(∑ Efectos nocivos+∑ Costos)<br />

De esta manera, si los efectos nocivos del denominador y los<br />

costos fueran muy pequeños, la Idealidad tendería a un valor<br />

infinito. Incrementar la velocidad de un automóvil a expensas<br />

de incrementar el consumo de combustible reduce la<br />

Idealidad del sistema, pues puede que la mejora en velocidad<br />

(numerador) sea menor que el incremento del consumo de<br />

combustible y además debemos considerar el incremento de<br />

los efectos nocivos como la contaminación. Si las soluciones<br />

que se plantean reducen la Idealidad del sistema no podemos<br />

hablar de una buena solución.<br />

Utilizan recursos disponibles en el sistema: Resolver un<br />

problema introduciendo nuevos componentes puede resultar<br />

costoso además de complejizar innecesariamente los<br />

sistemas desde el punto de vista de la fabricación, operación<br />

y/o mantenimiento es decir algunas o todas las fases del ciclo<br />

de vida. Los sistemas tecnológicos cuentan con muchos<br />

recursos directamente visibles o tangibles como los<br />

componentes propios del sistema. Pero existen otros que<br />

permanecen ociosos dentro del sistema o sus alrededores y<br />

que debemos considerar. Cuando vemos un conductor<br />

eléctrico identificamos inmediatamente el material conductor<br />

de cobre y el aislante polimérico, pero si por este circulara<br />

una corriente eléctrica, también debemos considerarla como<br />

recurso. Del mismo modo el aire que rodea al conductor o las<br />

impurezas dentro del metal conductor también son recursos.<br />

La longitud, la sección transversal, la forma, la resistencia<br />

eléctrica, el campo eléctrico, el campo magnético generado<br />

por el paso de la corriente a través del conductor son otros<br />

tipos de recursos que siempre están disponibles aunque no<br />

son visibles directamente. Evidentemente ahora que<br />

podemos asimilar una amplia variedad de recursos,<br />

podremos considerar un espectro de soluciones antes<br />

impensado.<br />

TRIZ, del análisis de patentes al desarrollo efectivo de<br />

soluciones y sistemas técnicos<br />

La teoría desarrollada por el Dr.Genrich Altshuller en la ex<br />

URSS en los años 1946 tiene un sustento científico robusto<br />

pues se basó en el estudio de más de 2 millones de patentes<br />

con el objetivo de crear un método de resolución de<br />

problemas estructurado que permitiera a cualquier persona<br />

independientemente de su creatividad innata, desarrollar<br />

soluciones innovadoras. A partir del análisis minucioso,<br />

interpretación y clasificación de las patentes, Altshuller sentó<br />

las herramientas básicas y conceptos del “TRIZ Clásico” que<br />

desarrollaremos en futuros artículos como los 39 Parámetros,<br />

los 40 Principios de Inventiva, Matriz de Contradicción,<br />

Resultado Final Ideal, Leyes de Evolución de los Sistemas<br />

Tecnológicos entre otros.<br />

Si Ud. escuchado sobre TRIZ lo más probable es que estas<br />

herramientas le resulten familiares pero afortunadamente la<br />

amplia aceptación de la teoría y los resultados obtenidos por<br />

las empresas que la utilizan han permitido una constante<br />

evolución del body of knowledge. El “TRIZ contemporáneo”<br />

es una teoría de evolución tecnológica y una metodología de<br />

desarrollo efectivo de sistemas técnicos2. Tiene dos ejes<br />

principales: un set de métodos para desarrollar diseños<br />

conceptuales de sistemas y un set de herramientas para la<br />

identificación y desarrollo de la próxima generación de<br />

tecnologías y productos.<br />

Referencias<br />

1. Simplified TRIZ – Ellen Domb<br />

2. www.matriz.org<br />

www.mantenimientoenlatinoamerica.com<br />

21


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Fortaleza y Debilidad<br />

Auto auditoría<br />

1<br />

12. Capacitación y entrenamiento en<br />

Mantenimiento<br />

11. Gestión y manejo de recursos físicos<br />

<strong>10</strong>. Manejo de recursos humanos en<br />

Mantenimiento<br />

01. Relación Mantenimiento y<br />

Producción<br />

<strong>10</strong>0,00%<br />

90,00%<br />

80,00%<br />

70,00%<br />

60,00%<br />

50,00%<br />

40,00%<br />

30,00%<br />

20,00%<br />

<strong>10</strong>,00%<br />

0,00%<br />

02. Percepción Jerarquías Superiores de<br />

Mantenimiento<br />

03. Percepción de Mantenimiento<br />

04. Disponibilidad de equipos<br />

09. Actividades y Roles del equipo de<br />

Mantenimiento<br />

05. Costos de Mantenimiento<br />

0,00% 20,00% 40,00% 60,00% 80,00%<br />

08. Manejo y gestión de inventarios<br />

06. Métodos y preparación de trabajos<br />

09. Actividades y Roles del equipo de Mantenimiento<br />

05. Costos de Mantenimiento<br />

07. Planeación de las actividades de<br />

Mantenimiento<br />

Datos a<br />

Septiembre 2018<br />

CONFIDENCIAL<br />

22


23


RE<br />

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26


Convocatoria de Artículos<br />

Mantenimiento en Latinoamérica<br />

La Revista para la Gestión Confiable de los Activos<br />

Responsables con el compromiso de convertirse en un espacio vital para que la comunidad de mantenedores de<br />

Latinoamérica, que reflexionen y generen nuevo conocimiento en la disciplina, se permite comunicar que su proceso de<br />

convocatoria de artículos para su número ordinario bimensual se encuentra abierto.<br />

La revista se constituye en un importante medio para la socialización y visibilidad de aportes que nuestras comunidades de<br />

mantenedores vienen desarrollando, en especial, aquellos relacionados con la administración del mantenimiento y la<br />

aplicación de labores tendientes a mejorar la confiabilidad de los activos físicos. Así mismo, son bienvenidos aquellos textos<br />

de orden interdisciplinario que aborden problemas de la realidad industrial Latinoamericana.<br />

Plazo de entrega: La convocatoria y recepción de artículos es permanente aquellos que se envíen antes del 15 de los<br />

meses de Febrero, Abril, Junio, Agosto, Octubre, Diciembre de cada año, serán considerados para el numero<br />

siguiente. Sin embargo pueden ser considerados en el Volumen <strong>10</strong>, Número 6 de la revista,<br />

aquellos que lleguen hasta el 15 de octubre de 2018.<br />

Política editorial: Quince días después de la fecha de recepción de las colaboraciones el Comité editorial notificará a sus<br />

autores si cumplen los requerimientos de calidad editorial y pertinencia temática por lo cual serán publicados.<br />

Pautas editoriales:<br />

1. Presentación del texto: enviar archivo electrónico en formato Word 2007, letra Arial, tamaño <strong>10</strong>, a espacio sencillo,<br />

hoja tamaño carta con una extensión máxima de 15 hojas.<br />

2. Contenido del texto: una portada que contenga: título del artículo y nombre del autor (o autores, sin son varios),<br />

títulos académicos o cargos que indiquen su autoridad en la materia.<br />

Adicionalmente, se debe incluir:<br />

o Fotografía del autor en formato JPG.<br />

o Las direcciones electrónicas y país de Origen.<br />

o Las citas bibliográficas, deben de ser escritas preferiblemente en forma manual y no con la función del Word.<br />

o Referencias: Bibliografía y/o Cibergrafía.<br />

o Ilustraciones, gráficos y fotografías: Deben ser originales, para mayor calidad al imprimir. Y de ser tomadas de otro<br />

autor citando su fuente y en lo posible adjuntar su permiso de utilización y deben ser en formato JPG.<br />

PARA TENER EN CUENTA:<br />

o Ni la Revista, ni el Comité Editorial se comprometen con los juicios emitidos por los autores de los textos. Cada<br />

escritor asume la responsabilidad frente a sus puntos de vista y opiniones.<br />

o Es tarea del Comité Editorial revisar cada texto y si es el caso, sugerir modificaciones. Igualmente puede devolver<br />

aquellos que no se ajusten a las condiciones exigidas.<br />

o No tienen que ser artículos de carácter “científico” la revista es de todos los mantenedores y quienes apoyen o<br />

interactúen con ellos.<br />

o Dirección de envío: Los artículos deben ser remitidos al editor de la revista a los siguientes correos electrónicos en<br />

los plazos indicados anteriormente: revista@mantenimientoenlatinoamerica.com<br />

¡Esperamos sus trabajos!<br />

27


Mantenimiento<br />

en<br />

Latinoamérica

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