REVISTA

C R O Q U I S
Revista de urbanismo
la Ciudad

CROQUIS
SEPTEIMBRE 2018
La arquitectura y la ciudad
Noralma Toy Gómez
Dirección general
Leonardo Velasco
Jefe de Redacción
Josué Chávez
Stephanie Mendez
Ximena Mejía
Reporteros
Regina González
Jefa del Departamento de diseño e investigación
Ximena Mejía
Fotografía

SUMARIO
4. CIUDAD QUE VIVE Regina González
7. LEFEBVRE, EL DERECHO A LA CIUDAD
Regina González
9. EL FENÓMENO URBANO, EVOLUCIÓN
HISTÓRICA Regina González
13. LA CIUDAD COMPACTA Josué Chávez
14. TRANSPORTES MAS LIMPIOS Josué
Chávez
16 ¿PARA QUÉ SIRVE EL METRO Leonardo
Velazco
18. EL OTRO LADO DE LA MONEDA ¿POR
QUÉ LOS PUEBLOS MÁGICOS YA NO
SON TAN MÁGICOS?
Ximena Mejía
20. VALLE DE BRAVO, EDO. DE MÉXICO
Ximena Mejía
22 ACTIVIDAD (CRUCIGRAMA)
24 LA TABACALERA Stephanie Mendez
25 EL “HERMOSO” PRESAGIO DEL
CENTRO COMERCIAL.
Leonardo Velazco

CIUDAD
De verdad sabemos lo que es una
ciudad?, ¿Cuántas veces hemos
escuchado este término sin saber
exactamente lo que significa?...
Sin duda tenemos una idea de lo que
es una ciudad, pero muy pocas veces
pensamos ¿Qué es realmente?,
caminamos por sus calles, visitamos
sus museos, o simplemente nos
detenemos a tomar una taza de café
en una tarde húmeda, ahí en tu
cafetería favorita, hacemos todo esto
sin preguntarnos ¿de dónde viene el
café que estoy tomando?, ¿Por qué
las calles tienen ese estilo tan
extranjero?, ¿de qué parte del mundo
viene ese señor alto, de tés blanca y
hablando un idioma extraño
admirando la pirámide del sol?
Otras veces solo nos limitamos a decir
que la ciudad es aquel lugar donde
no se ven las rancherías, esas
hectáreas y hectáreas de tierras para
cultivo y los animales domados desde
nacidos, pero ¿será?...
Así pues, podemos percibir a la
ciudad como un asentamiento
humano que cuenta con una gran
variedad de servicios y que puede
ofrecer diversos productos, no solo a
sus pobladores, sino también a
pobladores de otras ciudades, es
gracias a esto que posiblemente
mientras estás leyendo mis palabras
disfrutes de una refrescante Coca-
Cola, o posiblemente de algún café
importado...

EL ESPACIO.
Para que exista una ciudad debe
haber un espacio territorial en el que
se pueda desarrollar, actualmente nos
valemos de tecnologías que nos
permiten asentarnos en diferentes
partes, pero te apuesto que no era así
en el pasado, las civilizaciones que
conocemos se tuvieron que asentar
en espacios cercanos a cuerpos de
agua, porque el agua es vida ¿no?,
estas civilizaciones fueron llamadas
civilizaciones de agua.
LA POBLACIÓN.
¿Qué es una ciudad sin nadie que la
habite? Posiblemente eso nos lo
puedan responder las ciudades
prehispánicas en los diferentes
estados… pero bien, la población es
aquella que va a habitar la ciudad, es
la población la que le va a dar
importancia a la ciudad misma.
ELEMENTOS
QUE DEFINEN
UNA CIUDAD
LA IDENTIDAD Y LA
PERMANENCIA
Este punto es algo difícil de tratar, pero
dime ¿alguna vez has salido de tu
ciudad natal, y al pasar los días, te
llega el sentimiento de melancolía?
Bueno, eso es porque de alguna
manera eres uno en esa sociedad, y
has adoptado costumbres y
tradiciones que te identifican, aunque
bien, tal vez por necesidad has
cambiado de ciudad por mejores
oportunidades de trabajo, estudio,
etc. Esto hace que una ciudad pierda
población, mientras que otra los gana
y los mantiene ahí, esto último ha
LOS SERVICIOS PÚBLICOS.
¿Recuerdas que hace solo unos
cuantos renglones te mencione que la
ciudad en la antigüedad se podía
distinguir por sus servicios?, pues
actualmente eso sigue siendo
relevante, tanto que podemos
distinguir a una buena ciudad para
vivir de otra que no, estos diferentes
servicios nos dan una pequeña visión
de lo que será nuestra calidad de vida
si nos atrevemos a vivir ahí.
LA CONCIENCIA
COMUNITARIA
Finalmente, tanto tu como yo
sabemos que no todas las personas
pensamos igual, pero si podemos
tratar de pensar en el bien común, ya
que el ser humano aspira a lo mejor, y
para vivir mejor necesitamos de la
ayuda de los demás día a día. Es por
ello que generamos algo llamado
conciencia, que nos empuja a hacer
lo mejor para todos simplemente para
vivir en un entorno mejor.
h

LEFEBVRE
la
EL
ciudad
DERECHO A

Filósofo y sociólogo, intentaba responder a
las preguntas respecto al análisis del
mundo moderno.
Sus investigaciones se centran en el
estudio de la Crítica de la vida cotidiana y
la producción del espacio, y que intenta
dar cuenta de la forma en que se expresa
la reproducción social de todas las
distintas experiencias sociales.
En lugar de expresar y de reflexionar sobre el
movimiento del contenido,
la dialéctica produce ese movimiento.
No es tanto un método de análisis como un método
de construcción sintético y sistemático del
contenido.
..
El materialismo dialéctico
Henri Lefebvre
El derecho a la ciudad no es una
propuesta nueva. El término apareció en
1968, cuando Henri Lefebvre escribió El
derecho a la ciudad tomando en cuenta
el impacto negativo sufrido por las
ciudades en los países de economía
capitalista, con la conversión de la
ciudad en una mercancía al servicio
exclusivo de los intereses de la
acumulación del capital. Como
contrapropuesta a este fenómeno,
Lefebvre construye un planteamiento
político para reivindicar la posibilidad de
que la gente vuelva a ser dueña de la
ciudad.
Lefebvre inició una crítica a la sociología y
al urbanismo según él, al plantear la
organización de la ciudad en funciones
sociales (habitar, trabajar, consumir,
educarse y distraerse), de manera
definitiva a la fragmentación de la vida en
común, dejando al capitalismo y al Estado
al mando de las decisiones sobre la vida
urbana.
Lefebvre denominó la sociedad urbana e
industrial como sociedad de consumo,
que hizo de la clase obrera una
productora y a la vez consumidora de
mercancías y de espacio mercantilizado.
Por ejemplo, el acceso de los obreros a la
propiedad sobre la vivienda resolvía el
problema del habitar, pero tendía a
centrar sus preocupaciones políticas en los
derechos de propiedad.
Tomada por los intereses del capital, la
ciudad dejó de pertenecer a la gente,
por lo tanto Lefebvre aboga por «rescatar
al ciudadano como elemento principal,
protagonista de la ciudad que él mismo
ha construido». Se trata de restaurar el
sentido de ciudad, instaurar la posibilidad
del «buen vivir» para todos, y hacer de la
ciudad «el escenario de encuentro para
la construcción de la vida colectiva».

EL FENÓMENO
URBANO
EVOLUCIÓN
HISTÓRICA

La ciudad es el elemento articulador más
importante de las sociedades humanas
(espacio, relaciones e intercambios)
aunque esto no ha sido siempre igual a lo
largo de la historia. La urbanización ha
sido progresiva desde que aparecieron
las primeras ciudades en Mesopotamia.
Posteriormente crecerá durante la Plena
Edad Media, pero será el siglo XIX y la
Revolución Industrial, los momentos que
marcan el punto de inflexión hasta la
verdadera explosión de los últimos
cuarenta y cincuenta años.
En la actualidad podemos asegurar que
la ciudad es un trasunto fiel de la
evolución de las sociedades, de sus
preferencias estéticas y regímenes
políticos. Cómo veremos a lo largo del
tema, todos estos aspectos darán un
resultado u otro que modelarán los
paisajes urbanos de nuestro planeta.
La industria, tráfico, las construcciones
vistosas… las ciudades son vistas como
algo nuevo en la historia. Sin embargo, los
orígenes de las ciudades se remontan a
miles de años atrás y han pasado por tres
fases distintivas.
La primera fase comenzó entre 5 y 6 mil
años atrás con asentamientos que se
convirtieron en lo que conocemos como
las antiguas civilizaciones del valle de
Mesopotamia (hoy Irak), Egipto, India y
China.
Los primeros asentamientos dependían
mayormente de la agricultura y de
animales domésticos, pero, conforme la
civilización creció en tamaño y en rutas
de comercio, estos asentamientos se
convirtieron en centros para mercaderes,
artesanos y oficiales del gobierno.
La división entre "pueblo" y "ciudad",
"urbano" y "rural" había comenzado. Un
patrón similar fue seguido por las
civilizaciones Griega, Iraní, Romana y de
la Gran Zimbabwe.
Son estos cambios y sus ramificaciones los
que llaman la atención del sociólogo al
estudio de las diferencias entre los modos
de vida rural y urbano.
El mantenimiento de este interés es un
prerrequisito indispensable para la
comprensión y posible dominio de
algunos de los más cruciales problemas

Por lo tanto, y en un grado mayor o
menor, nuestra vida social muestra huellas
de una temprana sociedad rural, de la
que son modos característicos de
instalación las granjas, la hacienda
(“manor”) y la villa.
La segunda fase en el desarrollo de las
ciudades vino más adelante con la
revolución industrial en Europa a
mediados del siglo XVIII.
Las fábricas necesitaban de un gran
número de trabajadores y la actividad
comercial creció, creando oportunidades
nuevas en las ciudades.
Buscando empleo y una vida mejor, las
personas se mudaban de las zonas rurales
a las ciudades en grandes cantidades,
algo nunca antes visto.
La tercera fase comenzó después de la
Segunda Guerra Mundial.
contemporáneos de la vida social, pues
promete suministrar una de las
perspectivas más reveladoras para la
intelección de los cambios que están
ocurriendo en la naturaleza humana y en
el orden social.
Dado que la ciudad es producto del
crecimiento antes que de una creación
instantánea, puede suponerse que las
influencias que ejerce sobre los modos de
vida no logran extirpar por completo los
modos previamente dominantes de
asociación humana.
El más largo y rápido crecimiento en la
población urbana del mundo se ha
suscitado a partir de 1950. En tanto que la
economía mundial se volvió internacional
y creció en tamaño, las ciudades
alrededor del mundo crecieron a pasos
agigantados.
Mucho de este crecimiento se ha
concentrado en Asia, Latinoamérica y
África, aunque algunas ciudades de
Estados Unidos como Phoenix y Los
Ángeles han crecido al mismo ritmo.
Tal influencia histórica está reforzada por
la circunstancia de que la población de
la ciudad misma es en gran medida
reclutada en el campo, donde persiste un
modo de vida que recuerda aquella
forma primera.

De aquí que no nos sea dado esperar el
hallazgo de variaciones abruptas y
discontinuas entre los tipos urbano y rural
de personalidad.
La ciudad y el campo deben ser vistos
como dos polos y todos los
establecimientos humanos tienden a
acomodarse con relación a uno u otro de
ellos.
Tomando la sociedad urbana-industrial y
la sociedad folk-rural como tipos ideales
de comunidades, podemos obtener una
perspectiva para el análisis de los modelos
básicos de asociación humana, tal como
aparecen en la civilización
contemporánea reclutada en el campo,
donde persiste un modo de vida que
recuerda aquella forma primera.
De aquí que no nos sea dado esperar el
hallazgo de variaciones abruptas y
discontinuas entre los tipos urbano y rural
de personalidad.
La ciudad y el campo deben ser vistos
como dos polos y todos los
establecimientos humanos tienden a
acomodarse con relación a uno u otro de
ellos.
Tomando la sociedad urbana-industrial y
la sociedad folk-rural como tipos ideales
de comunidades, podemos obtener una
perspectiva para el análisis de los modelos
básicos de asociación humana, tal como
aparecen en la civilización
contemporánea.
Regina González

LA CIUDAD COMPACTA
una respuesta para el medio ambiente
No es difícil poder definir lo que es
una ciudad compacta, podríamos
decir que es en síntesis una ciudad
en la que se mezclan las
actividades económicas para
crear una ciudad más pequeña y
densa, incentivando así recorridos
mas cortos en transporte público,
menos que en autos.
De este mismo modo, no es
necesario contar con grandes
estudios estadísticos, ni con gran
conocimiento en el área para
determinar los beneficios que
presenta esta propuesta urbanista.
La OCDE propone un método de
estudio para estas ciudades, en las
que se usa una malla o retícula de
celdas de 1km x1km y midiendo el
número de habitantes contenido
en ellas.
Ésta es mucho más acertada y
aun cuando requiere de
información más detallada y
tiempo para recolectarla y
procesarla pareciera indicar el
camino a seguir, a diferencia de
otras metodologías que no reflejan
de una manera clara cual es la
realidad de la ciudad, y que solo
se estanca en un simple estudio.
Lo realmente importante en todo
esto es la evidencia clara de que
este modelo contribuye al medio
ambiente, pues emite menos
gases de efecto invernadero,
promoviendo recorridos de los
habitantes en transportes limpios,
del mismo modo usa una menor
área que se traduce como una
menor invasión de hábitats
naturales, cuidando áreas
agrícolas y reservas naturales,
dentro de las ciudades el
efecto de isla de calor
disminuye, sumando además
beneficios económicos.
De este modo podemos ver
que los esfuerzos que hagan las
ciudades por tener un
crecimiento controlado
ayudaran a que sean mas
sustentables y amigables con el
planeta. Los urbanistas deben
ver más allá del tiempo para
proveer los posibles
crecimientos y presentar una
opción mas viable que mejore
la calidad del ambiente y la
calidad de vida de la
población.

Transportes
más limpios

La cuarta principal fuente de emisiones de Gases
de Efecto Invernadero (GEI) es la quema de
combustibles fósiles generada por los medios de
transporte motorizado
La población de las ciudades de nuestro país
tiene una alta dependencia al uso del
automóvil, lo que es consecuencia de una
mala planificación de las ciudades que
crecen sin regulación, además de la falta de
normas que regulen de un modo claro los
transportes públicos.
Esto genera un alto índice de la
contaminación que afecta la calidad de vida
y de salud de las mismas personas que viven
ahí.
En el 2016 la ONU lanzo una aleta al gobierno
mexicano sobre un crecimiento de los autos
particulares que es preocupante, señalando
que para 2030 podría provocar que existan
cerca 70 millones de autos circulando por las
ciudades más importantes, que es
claramente preocupante.
Aunque México ha comenzado una
pequeña evolución de transporte pasando a
nuevos modelos que usen energías más
limpias, teniendo ante todo su compromiso
con los acuerdos firmados sobre cambio
climático, pero sin embargo no ha sido
suficiente por la inconstancia y el mal manejo
de estos.
Es importante que cada uno de nosotros
tomemos nuestra responsabilidad y
comencemos ha hacer nuestra labor,
exigiendo un mejor transporte público, mas
seguro y que sea amigable con el ambiente y
nosotros mismos lo usemos. Otro modo de
contribuir es usar otros métodos de transporte
como la bicicleta que además de
contaminar menos, mejora la salud de los que
la usan.
En 2015 el INEGI dio a conocer que el número
de vehículos que se encontraban registrados
y en circulación fue superior a los 36 millones,
que es técnicamente el doble de autos que
existían en el año 2000.
Por esto es necesario crear nuevas leyes y
normas que promuevan el uso de transportes
públicos no motorizados, así como que
destinen mas presupuesto para mejorar y
ampliar la infraestructura urbana para el
transporte publico y obligar de este modo a
la población a emigrar al uso de vehículos
que ayuden al ambiente, como lo son el
sistema de transporte público, autos híbridos y
eléctricos.
Es responsabilidad de la sociedad, ponerse a la altura de las exigencias que
tiene nuestro planeta en este momento.

¿Para qué sirve el metro?
¿Realmente este espacio va a responder una pregunta que parece obvia? Hay
más que decir del Metro (hablando de nuestro caso concreto, la Ciudad de
México), ¿aparte de ser la columna vertebral del transporte público? Tal vez uno
se sorprendería de saber que los motivos de construcción inicial involucraron
muchos intereses económicos y políticos adicionales a la intención del desarrollo
de la Ciudad. De forma directa el grupo monopólico constituido por ICA
garantiza un contrato multimillonario y la continuidad en la construcción del
Metro dadas sus características relativas de capacidad técnico-financiera. El
capital en su conjunto ve materializada una de las obras que le permiten
mantener su reproducción social. El gobierno en turno se presenta como
continuador de la imagen de una economía en crecimiento y como
representante fiel del estado benefactor e incluso la fracción de capital
transportista, supuestamente en contra de la construcción del Metro ve
aumentadas sus ganancias, al permitírsele acortar sus rutas y conseguir pasaje
cautivo en las estaciones terminales. Era un negocio redondo para todos,
pensando aún más en las cercanas olimpiadas de México 68. Todos los ojos del
mundo en la próxima potencia en crecimiento, con un transporte digno de las
ciudades a las que quería igualar. Dejando del lado el aspecto político, resulta
evidente el mejoramiento de la movilidad urbana, y posterior saturación, que
involucró la implementación de un sistema ferroviario.
Gracias a eso, en los años 70
el Metro experimentó su
mayor crecimiento, que
dejó las bases para el
trazado que conocemos
actualmente. Sus 12 líneas,
195 estaciones, 226
kilómetros de vías, 390 trenes
y 5.5 millones de usuarios
diarios nos dan la idea de la
complejidad y lo presente
que está en nuestras vidas.
Probablemente ningún traslado público se realice sin tocar al menos un tramo de
este sistema, y gracias a su costo subsidiado, es la única forma de llegar de Norte
al casi Sur de la ciudad con tan sólo 5 pesos. Parece maravilla, pero hay muchos
matices que tocar. Y el principal: el desarrollo de la ciudad no ha sido acorde a
los proyectos de expansión.
Así, la principal función del Metro (y en general, de todo transporte público) es
controlar el crecimiento urbano. Llegar a donde debe llegar, y detenerse en
cuanto la topografía, las áreas verdes, o los espacios de conservación lo
requieran. Ser el polo de desarrollo, y que signifique la terminal realmente “el
límite de la mancha social”.
Y ahí es donde los problemas empiezan, por haber construido las primeras líneas
en un momento histórico de expansión desordenada, y pocos mecanismos para
hacer cumplir la ley.

La vida urbana más atractiva, la centralización del gobierno y de los mejores
trabajos provocaron construcciones irregulares. Los urbanistas supieron trazarlo
en un plan de desarrollo, pero que hasta la fecha no se ha cumplido. Y hoy, en
pleno siglo XXI, la mayoría de las veces “llegar a la terminal”, solo significa el
término de un viacrucis para el inicio de otro, mucho más peligroso.
La mancha urbana ya nos alcanzó, y ahora el gobierno debe favorecer el
transporte público con el fin de no ver saturadas sus vías cada vez más escasas
y difíciles de construir. Las actualizaciones del Plan Maestro no han llegado con
la velocidad y la seriedad que deberían, y los proyectos que se hacen no siguen
los lineamientos mínimos de calidad y sentido urbano que deberían. Tal es el caso
de la Línea 12, proyectada por un costo político para los habitantes de Tlahuac,
que devastó áreas ecológicas enormes, y que su mala construcción seguimos
pagándola con mantenimientos necesarios. Y todo por no seguir los planes
originales de una vía planeada, el Eje 3 Oriente. Esto, sin mencionar las
expansiones no realizadas, los proyectos de Metrobús como sustitución 10 veces
más barata, la creación de autopistas urbanas, y otros insultos a la movilidad.
Cada día es más difícil subir a un tren vacío, y no sólo es culpa de nuestros
gobernantes. Nosotros no valoramos realmente lo que nos proporciona este
servicio, y cuidarlo como es debido.
Así es, el Metro tiene una utilidad más allá de la urbana. Todos los que han pisado
el gobierno se han colgado de él para presumir nuestro progreso. Pero ¿cuánto
tiempo podrán fingir hasta darse cuenta de la cirugía mayor que necesita?
¿Cuándo le ayudaremos a crecer hasta las zonas que hemos creado por mala
planeación? ¿Y cuándo dejaremos de ver a las terminales como algo
permanente, para convertirlas en verdaderos nodos de la zona metropolitana?
Ayudemos a exigir, que nuestra movilidad en Metro sea total. De calidad. Segura,
rápida, y eficiente. Planeando para el futuro, para evitar el caos por venir. Y así
decir que nuestro transporte sirve, y sirve de forma real.

Guanajuato, Gto.
EL OTRO LADO
¿POR QUÉ LOS PUEBLOS MÁGICOS
El patrimonio en sus diferentes
acepciones se ha planteado
como alternativa de desarrollo
socioeconómico.
En este contexto, el turismo se
asume como motor o
estrategia de desarrollo, en
torno al cual se implementan
planes o programas de
promoción turística, que no
siempre redundan en
crecimiento económico y
competitividad, como se
pretende desde la premisa de
la política pública de los planes
de desarrollo, sino en exclusión
social o deterioro del medio
ambiente (López y Fernández
2012).
En este entendido, este articulo
consiste en determinar la
eficacia de Programa Pueblos
Mágicos, es decir, la
capacidad operativa versus la
eficiencia, entendida como los
efectos socio-culturales,
económicos, políticos o
ambientales que han
trascendido con el programa.
Iniciemos con algunos
antecedentes; éste programa
se pone en funcionamiento en
el año de 2001 La idea central
era que los turistas que visitaran
algún centro turístico ya fuera
en playas o ciudades, pudieran
desplazarse para conocer
poblados cercanos.
Otra premisa que en ese
momento se sostuvo, era el de
aprovechar el turismo carretero
de tal forman que estos viajeros
pudieran considerar durante su
ruta el detenerse en algún
pueblo que se encontraran a su
paso.
El programa representa
ventajas para la localidad,
debido que al momento de
ingresar a este club recibe
beneficios como lo son fondos
federales y estales, además de
obras para “mejoramiento de
imagen urbana”, en estas
obras se pintan fachadas, se
mejoran calles principales,
dicho sea de paso, las que el

DE LA MONEDA
SON CADA VEZ MENOS MÁGICOS?
visitante ve, no las que el
habitante necesita, la CFE
realiza trabajos para cableado
subterráneo. Se dice que en
algunos pueblos se rescatan
monumentos patrimoniales y
también se afirma que se
ayuda en el desarrollo de
productos turísticos y en el
ordenamiento del comercio
informal, los anteriores son
algunos beneficios, pero la lista
es amplia.
Aunque por otro lado nos
encontramos con una serie de
problemáticas que en cierta
forman lograr opacar los logros
obtenidos con este programa;
Y es que es justo mencionar que
estos son lugares antiguos,
coloniales, pintorescos,
folclóricos, que muchas veces
tienen un cinturón de miseria
que no se ve.
Está la “indita” o el “indito”
vendiendo flores y la gente
piensa que es folclórico. ¡A seis
pesos los tulipanes!
Para el turismo entran cadenas
hoteleras y los hostales
desaparecen, además de que
también los costos de
hospedaje son muchísimo más
altos que en los hostales que
desaparecen o se quedan con
Pero también es necesario
mencionar que por otro lado
dentro de los espacios de
reserva o pueblos mágicos se
realizan una serie innumerable
de ecocidios con el objetivo de
aprovechar los mayores
espacios y recursos posibles
para la creación de espacios
“eco-turísticos” que exploten la
tierra desmedidamente.
Dando como resultado, calles
pavimentadas, tala de árboles,
explotación de la flora y fauna,
contaminación auditiva y
ambiental, entre otro sin
número de problemas.

x O Tal vez piensas que los indígenas o las
personas sin propiedades viven lejos, es por
decisión propia, pues, esto no es así. A las
etnias las aventaron a los rincones lejanos a
los cerros y los grandes empresarios se
quedaron con las casas en el centro. Vendes
la tierra y vendes el destino: ellos se quedan
con nada… es que esto no solo pasa en las
comunidades indígenas, sino también en las
localidades donde se implementen estos
proyectos y no son regulados
equitativamente, de forma que se favorezca
a la población local en mayor cantidad que
a los inversionistas foráneos.
Todo esto dejando como huella grandes
problemas de concentración urbana en las
comunidades que se encuentran en los límites
del Pueblo Mágico. Encontrando así barrios
en las peores condiciones de vida donde las
zonas menos visitadas por los turistas se
encuentran marginadas, en gran pobreza y
con caminos lodosos y sin pavimentar o peor
aún, poblados donde ni siquiera cuentan con
los servicios necesarios para la comunidad.
Dando como resultado espacios insalubres y
con las peores condiciones de vida. Poblados
que no cuentan con un programa de
desarrollo urbano y mucho menos con el
apoyo de los municipios a los que pertenecen
ya que el foco de atención no está dirigido
hacia estas comunidades.
Y es así como se comienza a expandir la
mancha urbana explotando los espacios
naturales como bosques, ríos, lagunas,
montañas, etc. Sin conciencia alguna, con el
único objetivo de sobrevivir a costa de los
recursos naturales que les ofrezcan estas
tierras y de los cuales les puedan sacar el
mayor provecho posible.
VALLE DE BRAVO,
EDO. DE MÉXICO.
El municipio de Valle de Bravo se
caracteriza por la diversidad de
componentes fisiográficos, biológicos y
culturales que en conjunto e interacción,
favorecen para que sea uno de los
principales destinos turísticos en el Estado
de México según la Secretaria de Turismo
Estatal (SECTUR, 2008).
Dicho municipio ha basado
principalmente su economía en las
actividades terciarias, desde que
cerraron las compuertas de la presa de
Valle de Bravo en 1947.
Durante el año 2009 se contó con
3,751,822 turistas que llegaron para
apreciar y gozar de los beneficios de la
zona, lo que generó una derrama de
2,617 millones de pesos anuales, con lo
que el turismo se centró como sector
clave del desarrollo de la economía
municipal; de igual manera se
incrementó el turismo residencial ya que
de acuerdo a la Secretaria de Turismo del
Estado de México 8,000 viviendas son
destinadas al turismo residencial, formado
principalmente por la clase alta y
empresarial del Estado de México y
Distrito Federal; también es importante
mencionar que ha venido en ascenso la
población del municipio ya que en 1990
se contaba con 36,195 habitantes y para
el año 2010 aumentó a 68,990 habitantes
y como consecuencia la demanda de
servicios y vivienda es cada vez mayor
(Censos de Población y Vivienda 1990,
2010).
Gpe. Ximena Mira Morales

En una comparación realizada en 1990 y
2000, se ha observado un crecimiento de
la mancha urbana hacia zonas que con
anterioridad eran dedicadas al uso
forestal y agrícola principalmente, entre
las que se encuentran la Reserva
Ecológica Estatal Monte Alto, la Reserva
Ecológica Estatal Cerro Colorado y la
Reserva Ecológica Estatal Cerro
Cualtenco. Lo que obligó, de alguna
manera, a incrementar los servicios
públicos e infraestructura urbana, para
satisfacer las necesidades tanto de los
habitantes locales como de los visitantes;
todos estos servicios incorporados al
municipio fueron regulados, en teoría,
conforme a los diferentes planes de
desarrollo municipal y a las leyes en
vigencia.
El significativo aumento que ha tenido la
población en Valle de Bravo, ha traído
como consecuencia un notorio
incremento en la demanda de servicios,
pues es necesario satisfacer las
necesidades ya no solo de los habitantes
locales sino también de los turistas, los que
muchas veces deciden radicar en el
municipio, y al tratar de satisfacer los
requerimientos de la población se hace
uso en ocasiones de manera indebida o
errónea de los recursos con que cuenta el
municipio.
Valle de Bravo se convirtió en ciudad
receptora de turismo para lo cual
evidentemente no estaba preparada,
generando con esto conflictos viales
derivados de una estructura no diseñada
para los volúmenes de transito actuales;
también se observa el deterioro
progresivo del medio ambiente, de
manera especial en zonas forestales y en
el vaso de la presa, cuya destrucción y
contaminación respectivamente,
amenazan seriamente la existencia de
dos de los grandes atractivos de Valle de
Bravo.
A pesar de que el municipio cuenta con
Planes de Desarrollo Municipal y de
Desarrollo Urbano no se ha podido
detener o al menos organizar el
crecimiento habitacional y de servicios en
zonas poco propicias para estos fines, lo
cual también se debe en gran medida a
la influencia de los Planes de Desarrollo
Estatales y Federales, en los que se está
proponiendo el auge de la actividad
turística sin considerar los beneficios ni
perjuicios que se causan al medio
ambiente.
siendo entre los perjuicios más notorios e
irreversibles el cambio de uso de suelo, así
mismo, es notorio el exceso de
producción de residuos sólidos, para lo
cual no se tienen espacios suficientes
para su disposición final, por lo que la
población se deshace de ella tirándola a
las barrancas, originando así nuevos
tiraderos a cielo abierto.

La colonia ubicada en la delegación
Cuauhtémoc norte y corazón de esta ciudad,
como pocas colonias su historia va a la par
con la de la ciudad misma, se cuentan
muchas crónicas desde el México
prehispánico donde era conocida como
Mazatziutamalco según Fernando de Alva
Ixtlilxóchitl este mismo también afirma que
durante la conquista Pedro de Alvarado
huyendo de los indígenas salto a un canal
para salvar su vida durante la famosa “Noche
triste” debido a ello se nombró “Puente de
Alvarado” a la avenida por la cual pasaba
ese canal.
Hoy en día también fue nombrada de la
misma forma a una estación de la línea 4 del
metrobus que pasa sobre ella; sobre Avenida
Insurentes al costado derecho de la colonia
pasa la línea 1 del metrobus (2005)
destacando principalmente la estación Plaza
de la Republica, siendo el transporte mas
importante creado en este siglo.
A principios de la colonia los criollos la
llamaron Zapotlán, siglos después los
independientes la llamaron “Barrio del
calvario” en donde Agustín de Iturbide
planeo la construcción de un Barrio Imperial,
este proyecto jamás vio luz como parte de
una gran lista de proyectos, como la
construcción de un penal y un museo sobre la
colonia; debido a causas económicas o
políticas no prosperaron.
No fue hasta el siglo XVIII que se construyó uno
de los edificios más representativos, “El
Palacio del Conde de Buenavista” mandado
a hacer por la Marquesa María Josefa de
Pinillos para su hijo, construido por Manuel
Tolsa. En 1898, se convirtió en la sede de la
“Tabacalera Mexicana Basagoiti Zaldo y Cía”
de ahí el nombre de esta colonia que
entonces olía a tabaco día y noche, en 1968,
se transformó en el “Museo Nacional de San
Carlos”,cque expone una colección de arte
de los siglos XIV al XIX.
La
tabacalera
El edificio protagonista de la colonia
actualmente es el Monumento a la Revolución
Mexicana, pensado originalmente como el
Palacio Legislativo mandado a hacer por
Porfirio Diaz, encontrándose con la revolución
su construcción de pospuso dejando una
estructura de acero que después sería
retomada por el arquitecto Obregón
Santacilia, que rescato la cúpula principal
convirtiendo el Palacio Francés a un
Monumento icono de la Revolución al estilo Art
Deco recubierto con piedra chiluca, piedra
negra y de una cúpula de cobre.
Con la Revolución Inicia una época de
crecimiento y desarrollo en el siglo XIX y XX con
ejemplos como el Monumento a la revolución,
el “Frontón México” punto de encuentro para
la elite de la ciudad, “El Moro” que fue el
edificio más alto de su época sede de la lotería
nacional también fue el primer edificio en el
mundo en tener el Sistema de Flotación
Elástica como cimentación; El Antiguo
“Sindicato de Ferrocarrileros”; todos ellos con
la característica del art déco en todo su
esplendor utilizando geometría, remates
escalonados; materiales como el mármol,
granito, acero, vidrio, y concreto.
La colonia carece de mercados, iglesias
debido a su uso comercial y laboral a
principios del siglo XX, aunque a partir de ahí
se fue habitando sus construcciones responde
a esas antiguas e icónicas necesidades,
delimitada por Puente de Alvarado, Reforma e
Insurgentes ha enamorado a los habitantes
noctámbulos de la ciudad en donde sus luces
jamás se apagan.

Sin duda alguna, al pensar en el símbolo
de la modernidad urbana debemos
incluir la figura del centro comercial.
Aquellos enormes espacios, donde lo
suntuoso se mezcla con lo ordinario, y que
cada vez toman más fuerza en el espacio
de una ciudad. Recorrer sus pasillos no es
tarea fácil, y menos si uno quiere salir con
la cartera intacta.
Gran labor de los arquitectos del siglo XXI
al hacer estos lugares cada vez más
atractivos, y darles de más servicios que
difícilmente encontraríamos en un solo
lugar.
Gracias a esto, se han vuelto nuestro punto de reunión
favorito, y el mejor plan para una tarde romántica. Cada
vez es más común “vernos en la plaza”, comprar un
helado de Nutrisa, un café en el omnipresente Starbucks,
pasar por una camisa que se veía hermosa en el
aparador de Bershka, admirar los hermosos productos
Apple, ver la más reciente producción de superhéroes en
Cinépolis, y rematar con una cena perfecta en Sanborns.
Pero hagamos una breve reflexión. ¿Realmente
convivimos de forma pública, o nos aislamos en un
entorno capitalista que nos obliga a “pagar para
pertenecer”?
Sigamos reflexionando. Nuestra pequeña “cita en un
espacio público” parece no haber costado nada. Nadie
nos negó la entrada. Pero el precio de pertenecer a esos
aparadores es muy alto, más de lo que realmente
deberíamos entregar a estas empresas que sólo nos
otorgan estatus. Un cálculo rápido y amigable de nuestro
paseo nos diría que tan sólo con las 8 horas que vagamos
de tienda en tienda gastamos alrededor de 1500 pesos.
¿Aún podemos llamarle “espacio público”? Quizá,
porque nadie nos obliga a caer en las redes de
marketing. Pero somos humanos en una ciudad de primer
mundo. Necesitamos encajar, mostrar que estamos
hechos de marcas. Y ahí está el boleto de entrada a un
lugar que es de todo tipo, menos público. En realidad, ese
no es el mayor problema.
El hilo negro es lo que provoca la voracidad inmobiliaria.
Gente como nosotros, con la necesidad de recorrer
menores distancias, por un producto diferenciador. Por
aquel brillo que nos otorga el vaso con la sirena, por
presumir que puedo vestir de lo mejor. Quizá no sería tan
grave el problema si no fuéramos tan consumistas. Pero la
realidad es otra, y la expansión del centro comercial es
cada vez más acelerada.

Pensemos un momento en la zona Sur de la Ciudad
de México, dominada por Plaza Universidad, la cual
construyó Sordo Madaleno. Epítome del desarrollo
estabilizador, permitió la transformación de una
zona habitacional en un polo comercial importante.
Y por muchos años funcionó como único punto de
reunión. Pero llega el siglo XXI, con su imperialismo, y
otros negociantes. Y aparecen Patio Universidad,
City Shops Del Valle, Universidad 767, por mencionar
algunos.
Sin ningún aspecto diferenciador real. Y creando
caos vial, pérdida de espacios verdes, y
contribuyendo al crecimiento de marcas extranjeras
consolidadas. Dejando del lado los planes de
desarrollo. ¿Y nosotros? Seguimos mostrando con
orgullo el vaso de sirena, ahora más cerca que
nunca.
He obviado hablar del proyecto más polémico de
esta zona por merecer una línea aparte. Oasis
Coyoacán, proyectado en suelo de conservación,
en una de las esquinas más complicadas de la zona,
sin ningún proyecto integrador del transporte
público, sólo pensando en el dinero de la elitista
Romero de Terreros.
Un cáncer urbano hecho volumen abierto, espacio
público para los juniors, creador de empleos mal
pagados… y una ilusión para la creciente clase
media, que observa como va perdiendo espacios
en bien del progreso, y en bien de una mayor
deuda. Todo por pertenecer, sin pensar en las
consecuencias.
El accidente con Artz, otro proyecto aún peor
planeado que Oasis, tan sólo es la punta del iceberg
que involucra corrupción, clientelismo, y mucho
dinero.
Quizá es hora de dejar de ver nuestro vaso de sirena
y entender lo que significa que estas empresas, las
inmobiliarias, el gobierno, los arquitectos, los
urbanistas, todos… le hemos hecho a la ciudad con
estos proyectos innecesarios.
Entender que la movilidad urbana involucra en
muchos puntos el desplazamiento de mayores
distancias para conseguir nuestros productos. Que lo
más importante es el espacio público real, y no el
que se disfraza de “estacionamiento para todos”.
Que convivir en un área verde, que comprarle al
señor que vende elotes en un carrito no involucra la
pérdida de estatus.
Que la ciudad la hacemos todos, y todos los
actores económicos y políticos deben
participar en bien de todos. Un centro
comercial no es sinónimo de progreso, sino de
vicio. El ordenar estos espacios, evitar que
crezcan de forma desmesurada, el darle
entrada a las PyMES mexicanas, el darle
prioridad al urbanismo… eso sí es progreso.
Arquitecto, está en tus manos. ¿Piensas en tu
futuro encerrado en una caja pública con
diversión privada? ¿La ciudad debe
restringirse a quién puede pagar más por un
diseño? ¿O entenderás tu papel, y crearás
espacios comunitarios reales? Aún es tiempo.
El medio ambiente, y las venas asfixiadas de la
ciudad te lo agradecerán.