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Año 9 - Num. 8 - <strong>Septiembre</strong> <strong>2018</strong>
Notas <strong>del</strong> director<br />
Directorio<br />
<strong>Tierra</strong> <strong>del</strong> <strong>Corazón</strong><br />
Director General<br />
Lic. Martha E. Olivares Ahumada<br />
(232) 118 2788<br />
Diseño y diagramación:<br />
William Smith Villalón (271) 1091388<br />
Ventas:<br />
Reina Pérez<br />
Cel. (232) 322 2100<br />
Dirección:<br />
Emiliano Zapata 98<br />
Col. Emiliano Zapata<br />
Martínez de la Torre, Ver.<br />
Síguenos:<br />
www.facebook.com/t<strong>del</strong>corazon/<br />
Todos los derechos reservados<br />
<strong>Tierra</strong> <strong>del</strong> corazón pertenece a Heartland AC<br />
Este mes nuestro país se viste<br />
de los colores de nuestra<br />
bandera y nos regala una<br />
fotografía impresionante en<br />
cada rincón de nuestras calles y<br />
plazas, en las cuales se respira un<br />
sentido de nacionalismo que nos<br />
contagia y envuelve.<br />
Este emblemático Mes<br />
escucharemos proclamaciones de<br />
libertad por todas partes, y estoy<br />
segura se te hace agua la boca,<br />
nada más de pensar en las <strong>del</strong>icias<br />
que se preparan en éstas fechas,<br />
que tal unas <strong>del</strong>iciosas quesadillas,<br />
sopes, tostadas o un picoso pero<br />
rico mole, ¿o no? La gastronomía<br />
mexicana es una de las más<br />
prestigiadas <strong>del</strong> mundo y las<br />
costumbres y tradiciones <strong>del</strong> mes<br />
de <strong>Septiembre</strong> son acompañadas<br />
invariablemente de platillos<br />
típicos de nuestra afamada cocina<br />
mexicana.<br />
Y en ésta colorida edición<br />
hablaremos de temas que nos<br />
hablarán de libertad.. de otro tipo<br />
de libertad, no de la que se logra<br />
mediante armas y batallas de<br />
guerra sino de una libertad mas<br />
profunda y mas significativa que<br />
es la libertad <strong>del</strong> alma la cual nos<br />
lleva a una paz que sobrepasa la<br />
comprensión humana, una paz<br />
lograda a través <strong>del</strong> perdón y <strong>del</strong><br />
amor de Dios.<br />
Así que te animo a que leas<br />
todo el contenido que hemos<br />
preparado para ti, hemos<br />
incluido hermosas historias que<br />
te harán reflexionar y te llevarán<br />
a una comprensión clara de los<br />
principios de vida que Dios quiere<br />
que abracemos para tener una<br />
vida maravillosa.<br />
También hemos incluido como<br />
cada mes en nuestra sección<br />
de “sabores de mi tierra” la<br />
receta <strong>del</strong> pozole, el cual es por<br />
excelencia uno de los más típicos<br />
y representativos platillos de<br />
México.<br />
Es septiembre y celebramos<br />
un México independiente, las<br />
condiciones sociales como país<br />
están dadas para que podamos<br />
vivir libremente, las condiciones<br />
espirituales para que no seas<br />
esclavo de nada, también están<br />
dadas por Jesucristo, aprende<br />
a vivir en esa libertad que te<br />
permite disfrutar tu vida y ser<br />
tú plenamente, caminar con<br />
confianza y claridad, amar<br />
libremente, soñar, anhelar, creer,<br />
crear, sentir, expresar, anhelar,<br />
pensar y manifestarte ante este<br />
mundo con todas tus diferencias<br />
y dejar en todo aquel que te<br />
conozca esa paz que tu mismo<br />
vives.<br />
Que tengas el mejor de los meses<br />
y nos leemos, en la próxima<br />
Martha Olivares<br />
Heartland Mexico
La clave es esta:<br />
aborda los<br />
problemas de hoy<br />
con la fuerza de<br />
hoy. No comiences<br />
a abordar los<br />
problemas de<br />
mañana hasta<br />
mañana. No<br />
tienes la fuerza de<br />
mañana aún. Tienes<br />
suficiente por hoy.<br />
4.-¿Cómo está tu corazón?<br />
5.- El inventario<br />
8.- La casa de los espejos<br />
9.- Gotas de aceite<br />
10.- Elige bien<br />
14.- ¿Qué es excatamente el desapego?<br />
18.- El ingenio deuna hormiga<br />
20.- Esto también pasará<br />
22.- Hojas de otoño<br />
23.- La Jaula<br />
24.-El desafio <strong>del</strong> trigo<br />
25.- La lata de leche<br />
26.- El amor<br />
contenido<br />
28.- Ahora lo entiendo<br />
29.- Te has dado cuenta<br />
30.- Sabores... Pozole verde
El pasado no tiene que<br />
ser tu prisión. Tienes una<br />
voz en tu destino. Tienes<br />
algo que decir en tu vida.<br />
Tienes una elección en el<br />
camino que tomes.<br />
¿Cómo<br />
es tu corazón?<br />
Un día un hombre joven se situó<br />
en el centro de un poblado<br />
y proclamó que él poseía el<br />
corazón más hermoso de toda la<br />
comarca. Una gran multitud se congregó<br />
a su alrededor y todos admiraron y<br />
confirmaron que su corazón era perfecto,<br />
pues no se observaban en él ni máculas, ni<br />
rasguños.<br />
Sí, concidieron todos que era el corazón<br />
más hermoso que hubieran visto. Al verse<br />
admirado, el joven se sintió mas orgulloso<br />
aún y con mayor fervor aseguró poseer el<br />
corazón más hermoso de todo lugar.<br />
De pronto un anciano se acercó y dijo:<br />
“¿Por qué dices eso, si tu corazón<br />
no es tan hermoso como el mío?”<br />
Sorprendidos, la multitud y el joven<br />
miraron el corazón <strong>del</strong> viejo y vieron que,<br />
si bien latía vigorosamente, éste estaba<br />
cubierto de cicatrices y hasta había zonas<br />
donde faltaban trozos, y éstos habían<br />
sido reemplazados por otros que no<br />
correspondían, pues se veían bordes y<br />
aristas irregulares. Es mas, había lugares<br />
con huecos, donde faltaban trozos<br />
profundos.<br />
La mirada de la gente se sobrecogió,<br />
“¿Cómo puede decir que su corazón<br />
es más hermoso?” pensaron. El joven<br />
contempló el corazón <strong>del</strong> anciano y al ver<br />
su estado se hechó a reir.<br />
“Debes estar bromeando” dijo, “comparar<br />
tu corazón con el mío ... el mío es perfecto,<br />
en cambio el tuyo es un conjunto de<br />
cicatrices y dolor”.<br />
“Es cierto” dijo el anciano, “tu corazón luce<br />
perfecto, pero yo jamás me involucraría<br />
contigo... mira, cada cicatriz representa<br />
una persona a la cuál entregué todo mi<br />
amor. Arranqué trozos de mi corazón<br />
para entregárselos a cada uno de aquellos<br />
que he amado, muchos, a su vez me<br />
han obsequiado un trozo <strong>del</strong> suyo, que<br />
he colocado en el lugar que quedó<br />
abierto. Como las piezas no eran iguales,<br />
quedaron los bordes por los cuáles me<br />
alegro, porque me recuerdan el amor que<br />
hemos compartido. Hubo oportunidades,<br />
en las cuáles entregué un trozo de mi<br />
corazón a alguien, pero esa persona no<br />
me ofreció un poco <strong>del</strong> suyo a cambio.<br />
De ahí quedaron los huecos, dar amor es<br />
arriesgado pero, a pesar <strong>del</strong> dolor que esas<br />
heridas me producen al haber quedado<br />
abiertas, me recuerdan que los sigo<br />
amando y alimentan la esperanza, que<br />
algún día regresen y llenen el vacío que<br />
han dejado en mi corazón. ¿Comprendes<br />
ahora lo que es verdaderamente<br />
hermoso?”<br />
El joven permaneció en silencio, lágrimas<br />
corrían por sus mejillas. Se acercó al<br />
anciano, arrancó un trozo de su hermoso y<br />
joven corazón y se lo ofreció.<br />
El anciano lo recibió y lo colocó en su<br />
corazón, luego a su vez, arrancó un trozo<br />
<strong>del</strong> suyo, ya viejo y maltrecho y con él<br />
tapó la herida abierta <strong>del</strong> joven. La pieza<br />
se amoldó pero no a la perfección. Al no<br />
haber sido idénticos los trozos, se notaban<br />
los bordes.<br />
El jóven miró su corazón que ya no era<br />
perfecto, pero lucía mucho más hermoso<br />
que antes, porque el amor <strong>del</strong> anciano<br />
fluía en su interior.<br />
¿Y tu corazón... cómo es?
<strong>Septiembre</strong> <strong>2018</strong> 05<br />
Un poco de lluvia<br />
puede cambiar el<br />
tallo de una flor. Un<br />
poco de amor puede<br />
cambiar una vida..<br />
el inventario<br />
A<br />
mi abuelo aquel día lo vi distinto.<br />
Tenía la mirada enfocada en lo<br />
distante.<br />
Casi ausente.<br />
Pienso ahora que tal vez presentía que ese<br />
era el último día de su vida.<br />
Me aproximé y le dije:<br />
-¡Buen día, abuelo!<br />
Y él extendió su silencio. Me senté junto a<br />
su sillón y luego de un misterioso instante,<br />
exclamó:<br />
-¡Hoy es día de inventario, hijo!<br />
-¿Inventario? (pregunté sorprendido).<br />
-Si. ¡El inventario de las cosas perdidas! Me<br />
contestó con cierta energía y no sé si con<br />
tristeza o alegría. Y prosiguió:<br />
-Del lugar de donde yo vengo, las<br />
montañas quiebran el cielo como<br />
monstruosas presencias constantes.<br />
Siempre tuve deseos de escalar la más<br />
alta. Nunca lo hice, no tuve el tiempo ni la<br />
voluntad suficientes para sobreponerme a<br />
mi inercia existencial.<br />
Recuerdo también, aquella chica que amé<br />
en silencio por cuatro años; hasta que un<br />
día se marchó <strong>del</strong> pueblo, sin yo saberlo.<br />
¿Sabes algo? También estuve a punto de<br />
estudiar ingeniería, pero mis padres no<br />
pudieron pagarme los estudios. Además,<br />
el trabajo en la carpintería de mi padre<br />
no me permitia viajar. ¡Tantas cosas no<br />
concluídas, tantos amores no declarados,<br />
tantas oportunidades perdidas!<br />
Luego, su mirada se hundió aún más en el<br />
vacío y se le humedecieron sus ojos.<br />
Y continuó:<br />
-En los treinta años que estuve casado con<br />
Rita, creo que solo cuatro o cinco veces le<br />
dije “te amo”.<br />
Luego de un breve silencio, regresó de su<br />
viaje mental y mirándome a los ojos me<br />
dijo:<br />
-Ӄste es mi inventario de cosas perdidas,<br />
la revisión de mi vida. A mí ya no me sirve.<br />
A ti sí. Te lo dejo como regalo para que<br />
puedas hacer tu inventario a tiempo”.<br />
Y luego, con cierta alegría en el rostro,<br />
continuó con entusiasmo y casi divertido:<br />
-¿Sabes qué he descubierto en estos días?<br />
-¿Qué, abuelo?<br />
Aguardo unos segundos y no contestó,<br />
solo me interrogó nuevamente:<br />
-¿Cuál es el pecado más grave en la vida de<br />
un hombre?<br />
La pregunta me sorprendió y solo atiné a<br />
decir, con inseguridad:<br />
-”No lo había pensado. Supongo que<br />
matar a otros seres humanos, odiar al<br />
prójimo y desearle el mal. ¿Tener malos<br />
pensamientos, tal vez?”<br />
Su cara reflejaba negativa. Me miró<br />
intensamente, como remarcando el<br />
momento y en tono grave y firme me<br />
señaló:<br />
-”El pecado más grave en la vida de un<br />
ser humano es el pecado por omisión.<br />
Y lo más doloroso es descubrir las<br />
cosas perdidas sin tener tiempo para<br />
encontrarlas y recuperarlas.”<br />
Al día siguiente, regresé temprano a casa,<br />
luego <strong>del</strong> entierro <strong>del</strong> abuelo, para realizar<br />
en forma urgente mi propio “inventario”<br />
de las cosas perdidas.<br />
El expresarnos nos deja muchas<br />
satisfacciones, así que no tengas miedo,<br />
y procura no quedarte con las ganas de<br />
nada... antes de que sea demasiado tarde...<br />
-Y tú, ¿ya hiciste tu inventario?...
¿Puedes imaginar<br />
una vida sin<br />
miedos? ¿Qué<br />
pasaría si la fe,<br />
no el miedo,<br />
fuese tu reacción<br />
por defecto a las<br />
amenazas?<br />
La casa de los<br />
espejos<br />
Se dice que hace tiempo, en un<br />
pequeño y lejano pueblo, había<br />
una casa abandonada. Cierto día,<br />
un perrito buscando refugio <strong>del</strong> sol,<br />
logró meterse por un agujero de una de las<br />
puertas de dicha casa.<br />
El perrito subió lentamente las viejas<br />
escaleras de madera. Al terminar de<br />
subirlas se encontró con una puerta<br />
semiabierta, lentamente se adentró al<br />
cuarto. Para su sorpresa se dió cuenta que<br />
dentro de ese cuarto había mil perritos<br />
más, observándolo tan fijamente como él<br />
los observaba a ellos. El perrito comenzó<br />
a mover la cola y a levantar sus orejas<br />
poco a poco. Los mil perritos hicieron lo<br />
mismo. Posteriormente sonrió y ladró<br />
alegremente a uno de ellos. El perrito<br />
se quedó sorprendido al ver que los mil<br />
perritos también le sonreían y ladraban<br />
alegremente con él. Cuando el perrito<br />
salió <strong>del</strong> cuarto se quedó pensando para<br />
sí mismo:<br />
¡Qué lugar tan agradable. Voy a venir más<br />
seguido a visitarlo!<br />
Tiempo después otro perrito callejero<br />
entró al mismo sitio y entró al mismo<br />
cuarto. Pero este perrito al ver a los<br />
otros mil perritos <strong>del</strong> cuarto, se sintió<br />
amenazado, ya que lo estaban mirando<br />
de una manera agresiva. Posteriormente<br />
empezó a gruñir, obviamente vió como<br />
los mil perritos le gruñían a él. Comenzó a<br />
ladrarles ferozmente y los otros mil perritos<br />
le ladraron también a él. Cuando este<br />
perrito salió <strong>del</strong> cuarto pensó:<br />
¡Qué lugar tan horrible es este. Nunca más<br />
volveré a entrar aquí!<br />
En el frente de dicha casa se encontraba<br />
un viejo letrero que decía: “La casa de los<br />
mil espejos.”<br />
Todos los rostros <strong>del</strong> mundo son espejos...<br />
Decide cuál rostro llevarás por dentro y<br />
ése será el que mostrarás. El reflejo de tus<br />
gestos y acciones es el que proyectas ante<br />
los demás.<br />
“Las cosas más bellas <strong>del</strong> mundo no se ven<br />
ni se tocan, solo se sienten en el corazón.”
<strong>Septiembre</strong> <strong>2018</strong> 09<br />
La mejor forma de<br />
animarte a ti mismo es<br />
animar a alguien más.<br />
-Nadie puede hacer<br />
todo, pero todos pueden<br />
hacer algo.<br />
gotas de aceite<br />
Cierto mercader envió a su hijo para<br />
aprender el secreto de la felicidad<br />
con el más sabio de todos los<br />
hombres. El joven anduvo durante<br />
cuarenta días por el desierto hasta llegar<br />
a un hermoso castillo, en lo alto de una<br />
montaña.<br />
Ahí vivía el sabio que buscaba. Sin<br />
embargo, en vez de encontrar a un<br />
hombre sabio, nuestro héroe entró en<br />
una sala, y vió una actividad inmensa;<br />
mercaderes que entraban y salían,<br />
personas conversando en los rincones, una<br />
pequeña orquesta que tocaba melodías<br />
suaves y una mesa repleta de los más<br />
<strong>del</strong>iciosos manjares de aquella región <strong>del</strong><br />
mundo.<br />
El sabio conversaba con todos, y el joven<br />
tuvo que esperar dos horas hasta que le<br />
llegara el turno de ser atendido.<br />
El sabio escuchó atentamente el motivo<br />
de su visita, pero le dijo que en aquel<br />
momento no tenía tiempo de explicarle el<br />
secreto de la felicidad.<br />
Le pidió que diese un paseo por el palacio<br />
y regresara dos horas más tarde.<br />
-Pero quiero pedirte un favor-completó el<br />
sabio,<br />
entregándole una cucharita de té, en la<br />
que dejo caer dos gotas de aceite,<br />
-mientras estés caminando, llévate esta<br />
cucharita cuidando de que el aceite no se<br />
derrame-<br />
El joven empezó a subir y bajar las<br />
escalinatas <strong>del</strong> palacio, manteniendo<br />
siempre los ojos fijos en la cuchara.<br />
Pasadas dos horas retorno a la presencia<br />
<strong>del</strong> sabio.<br />
-¿Qué tal?-preguntó el sabio.-¿Viste<br />
los tapetes de Persia que hay en mi<br />
comedor? ¿Viste el jardín que el maestro<br />
de los jardineros tardó diez años en crear?<br />
¿Reparaste en los bellos pergaminos de mi<br />
biblioteca?<br />
El joven, avergonzado, confesó que no<br />
había visto nada. Su única preocupación<br />
había sido no derramar las gotas de aceite<br />
que el sabio le había confiado.<br />
-Pues entonces vuelve y conoce las<br />
maravillas de mi mundo -dijo el sabio. -<br />
No puedes confiar en un hombre si no<br />
conoces su casa.<br />
Ya más tranquilo, el joven cogió<br />
nuevamente la cuchara y volvió a pasear<br />
por el palacio, esta vez mirando con<br />
atención todas las obras de arte que<br />
adornaban el techo y las paredes. Vió los<br />
jardines, las montañas a su alrededor, la<br />
<strong>del</strong>icadeza de las flores, el esmero con que<br />
cada obra de arte estaba colocada en su<br />
lugar. De regreso a la presencia <strong>del</strong> sabio le<br />
relató todo lo que había visto.<br />
-¿Pero dónde están las dos gotas de aceite<br />
que te confié? –preguntó el sabio.<br />
El joven miró la cuchara y se dió cuenta<br />
que las había derramado.<br />
-Pues es el único consejo que tengo para<br />
darte –le dijo el sabio de los sabios:<br />
“El secreto de la felicidad está en mirar<br />
todas las maravillas <strong>del</strong> mundo pero nunca<br />
olvidarse de las dos gotas de aceite en la<br />
cuchara”
elige vivir<br />
No hay forma de que nuestras<br />
pequeñas mentes entiendan el<br />
amor de Dios. Pero eso no hace<br />
que el no podamos recibirlo.
<strong>Septiembre</strong> <strong>2018</strong> 11<br />
Pepe era el tipo de persona<br />
que te encantaría ser.<br />
Siempre estaba de buen<br />
humor y siempre tenía<br />
algo positivo que decir.<br />
Cuando alguien le preguntaba<br />
cómo le iba, el respondía: “Si<br />
pudiera estar mejor, tendría un<br />
gemelo”.<br />
Era un gerente único porque<br />
tenía varias meseras que lo<br />
habían seguido de restaurante<br />
en restaurante. La razón por la<br />
que las meseras seguían a Pepe<br />
era por su actitud.<br />
El era un motivador natural: si<br />
un empleado tenía un mal día,<br />
Pepe estaba ahí para decirle<br />
al empleado como ver el lado<br />
positivo de la situación.<br />
Ver este estilo realmente me<br />
causó curiosidad, así que un día<br />
fui a buscar a Pepe y le pregunte:<br />
No lo entiendo... no es posible<br />
ser una persona positiva todo el<br />
tiempo ¿Cómo lo haces?...<br />
Pepe respondió: “Cada mañana<br />
me despierto y me digo a<br />
mi mismo: Pepe, tienes dos<br />
opciones hoy: puedes escoger<br />
estar de buen humor o puedes<br />
escoger estar de mal humor.”<br />
“Escojo estar de buen humor”.<br />
“Cada vez que sucede algo<br />
malo, puedo escoger entre ser<br />
una víctima o aprender de ello.<br />
Escojo aprender de ello”. “Cada<br />
vez que alguien viene a mí para<br />
quejarse, puedo aceptar su queja<br />
o puedo señalarle el lado positivo<br />
de la vida. Escojo señalarle el lado<br />
positivo de la vida”.<br />
Si, claro, pero no es tan fácil,<br />
protesté.<br />
“Si lo es”, dijo Pepe.<br />
“Todo en la vida es acerca de<br />
elecciones. Cuando quitas todo<br />
lo demás, cada situación es<br />
una elección”. “Tu eliges cómo<br />
reaccionas ante cada situación,<br />
tu eliges cómo la gente afectará<br />
tu estado de ánimo, tu eliges<br />
estar de buen humor o mal<br />
humor”.<br />
“En resumen, TU ELIGES COMO<br />
VIVIR LA VIDA”.<br />
Reflexioné en lo que Pepe me<br />
dijo... Poco tiempo después, deje<br />
la industria hotelera para iniciar<br />
mi propio negocio. Perdimos<br />
contacto, pero con frecuencia<br />
pensaba en Pepe, cuando tenía<br />
que hacer una elección en la vida<br />
en vez de reaccionar contra ella.<br />
Varios años más tarde, me enteré<br />
que Pepe hizo algo que nunca<br />
debe hacerse en un negocio<br />
de restaurante, dejó la puerta<br />
de atrás abierta y una mañana<br />
fue asaltado por tres ladrones<br />
armados. Mientras trataba de<br />
abrir la caja fuerte, su mano,<br />
temblando por el nerviosismo,<br />
resbaló de la combinación.<br />
Los asaltantes sintieron pánico<br />
y le dispararon. Con mucha<br />
suerte, Pepe fue encontrado<br />
relativamente pronto y llevado<br />
de emergencia a una clínica.<br />
Después de ocho horas de<br />
cirugía y semanas de terapia<br />
intensiva, Pepe fue dado de alta,<br />
aún con fragmentos de bala en<br />
su cuerpo.<br />
Me encontré con Pepe seis meses<br />
después <strong>del</strong> accidente y cuando<br />
le pregunté como estaba, me<br />
respondió: “Si pudiera estar<br />
mejor, tendría un gemelo”.<br />
Le pregunté que pasó por su<br />
mente en el momento <strong>del</strong> asalto.<br />
Contestó: “lo primero que vino<br />
a mi mente fue que debí haber<br />
cerrado con llave la puerta de<br />
atrás. Cuando estaba tirado en<br />
el piso, recordé que tenía dos<br />
opciones: podía elegir vivir o<br />
podía elegir morir. Elegí vivir”.<br />
“¿No sentiste miedo?” Le<br />
pregunté. Pepe continuó: “Los<br />
médicos fueron geniales. No<br />
dejaban de decirme que iba<br />
a estar bien. Pero cuando me<br />
llevaron al quirófano y vi las<br />
expresiones en las caras de los<br />
médicos y enfermeras, realmente<br />
me asusté.<br />
Podía leer en sus ojos: “es<br />
hombre muerto.”<br />
Supe entonces que debía tomar<br />
una decisión.<br />
“¿Qué hiciste?” Pregunté.<br />
“Bueno, uno de los médicos me<br />
preguntó si era alérgico a algo y<br />
respirando profundo grité: - “Si,<br />
a las balas” - Mientras reían, les<br />
dije: “estoy escogiendo vivir,<br />
opérenme como si estuviera<br />
vivo, no muerto”.<br />
Pepe vivió por la maestría de los<br />
médicos, pero sobre todo por su<br />
asombrosa actitud.<br />
Aprendió que cada día tenemos<br />
la elección de vivir plenamente,<br />
la ACTITUD, al final, lo es todo.<br />
Ahora tienes dos elecciones...<br />
Y recuerda, sólo se frustran<br />
aquellos que dejan de ver la<br />
parte positiva de sus resultados<br />
y de la vida...
El corazón de una<br />
mujer debería estar tan<br />
escondido en dios que<br />
un hombre tendría que<br />
buscar en dios solo para<br />
encontrarla.<br />
¿Qué es<br />
exáctamente<br />
el desapego?
<strong>Septiembre</strong> <strong>2018</strong> 15<br />
Primero, aclaremos lo que no es<br />
el desapego. El desapego no es<br />
un alejamiento frío, hostil; no<br />
es una aceptación resignada y<br />
desesperante de todo aquello que la<br />
vida y la gente nos tire en el camino;<br />
no es una manera robótica de ir por la<br />
vida, absortos, y totalmente indiferentes<br />
a la gente y a los problemas; no es una<br />
actitud de inocente dicha infantil; ni un<br />
desentendimiento de lo que son nuestras<br />
verdaderas responsabilidades hacia<br />
nosotros mismos y hacia los demás; ni una<br />
ruptura en nuestras relaciones. Tampoco<br />
es que retiremos nuestro amor y nuestra<br />
solicitud, aunque a veces estas formas de<br />
desapegarnos pueden ser las mejores a<br />
seguir, por el momento.<br />
De una manera ideal, desapegarnos<br />
es liberarnos o apartarnos de una<br />
persona o de un problema con amor.<br />
Mental, emocional y a veces físicamente<br />
nos desembarazamos de nuestro<br />
involucramiento insano ( y a menudo<br />
doloroso ) con la vida y responsabilidades<br />
de otra persona, y de los problemas que<br />
no podemos resolver, de acuerdo con<br />
un manual titulado Desapego que ha<br />
circulado durante muchos años en los<br />
grupos Al-Anón<br />
El desapego se basa en las premisas de<br />
que cada persona es responsable de sí<br />
misma, en que no podemos resolver<br />
problemas que no nos corresponde<br />
solucionar, y que preocuparnos no<br />
nos sirve de nada. Adoptamos una<br />
política de no meter las manos en las<br />
responsabilidades de otras personas y en<br />
vez de ello, de atender a las nuestras.<br />
Si la gente se ha fabricado desastres a<br />
sí misma, le permitimos enfrentar las<br />
consecuencias. Le permitimos a la gente<br />
ser como es en realidad. Le damos la<br />
libertad de ser responsable y de madurar.<br />
Y nos damos a nosotros mismos la misma<br />
libertad. Vivimos nuestra propia vida al<br />
máximo de nuestra capacidad. Luchamos<br />
para discernir qué es lo que podemos<br />
cambiar y qué es lo que no podemos<br />
cambiar.<br />
Luego dejamos de tratar de cambiar<br />
aquello que no podemos. Hacemos lo<br />
que podemos para resolver un problema,<br />
y luego dejamos de hacernos la vida de<br />
cuadritos.<br />
Si no podemos solucionar un problema<br />
después de intentarlo seriamente,<br />
aprendemos a vivir con ese problema o<br />
a pesar de él. Y tratamos de vivir felices,<br />
concentrándonos heroicamente en lo que<br />
de bueno tiene la vida hoy, y sintiéndonos<br />
agradecidos por ello. Aprendemos la<br />
mágica lección de que sacarle el máximo<br />
provecho a lo que tenemos multiplica lo<br />
bueno en nuestras vidas.<br />
El desapego implica - “ vivir el momento<br />
presente” - vivir en el aquí y en el ahora<br />
-. Permitimos que en la vida las cosas<br />
se den por sí solas en lugar de forzarlas<br />
y tratar de controlarlas. Renunciamos a<br />
los remordimientos por el pasado y a los<br />
miedos por el futuro. Sacamos el mayor<br />
provecho a cada día.<br />
El desapego también implica aceptar<br />
la realidad, los hechos. Requiere fe en<br />
nosotros mismos, en Dios, en otras<br />
personas, en el orden natural y en el<br />
destino de las cosas en este mundo.<br />
Nos liberamos de nuestros pesares y<br />
preocupaciones y nos damos a nosotros<br />
mismos la libertad para disfrutar de la<br />
vida a pesar de nuestros problemas no<br />
resueltos.<br />
Confiamos en que todo está bien a pesar<br />
de los conflictos. Confiamos en que<br />
Alguien más grande que nosotros sabe,<br />
ha ordenado y se preocupa de lo que está<br />
sucediendo. Entendemos que este Alguien<br />
puede hacer mucho más por resolver el<br />
problema que nosotros. De modo que<br />
tratamos de no estorbar su camino y dejar<br />
que Él lo haga.<br />
A su tiempo, sabremos que todo está<br />
bien porque vemos cómo las cosas más<br />
extrañas ( y a veces , las más dolorosas )<br />
se solucionan de la mejor manera y en<br />
beneficio de todos.<br />
Judi Hollis escribió acerca <strong>del</strong> desapego<br />
en una parte de su libro La obesidad es<br />
un problema familiar. Ahí ella describe<br />
el desapego como “una saludable<br />
neutralidad”.<br />
Desapegarnos no quiere decir que nada<br />
nos importe:<br />
Significa que aprendemos a amar, a<br />
preocuparnos y a involucrarnos sin<br />
volvernos locos. Dejamos de crear un caos<br />
en nuestra mente y en nuestro medio<br />
ambiente. Cuando no nos hallamos<br />
reaccionando de un modo ansioso y<br />
compulsorio, nos volvemos capaces de<br />
tomar buenas decisiones acerca de cómo<br />
amar a la gente y de cómo solucionar<br />
nuestros problemas. Nos liberamos para<br />
comprometernos y para amar de modo<br />
que podamos ayudar a los demás sin<br />
lastimarnos a nosotros mismos.<br />
Las recompensas que el desapego nos<br />
brinda son muchas: serenidad, una<br />
profunda sensación de paz interior, la<br />
capacidad de dar y recibir amor de una<br />
manera que nos enaltece y nos llena<br />
de energía, y la libertad para encontrar<br />
soluciones reales a nuestros problemas.<br />
Encontramos la libertad para vivir nuestra<br />
propia vida sin sentimientos excesivos de<br />
culpa o responsabilidad hacia los demás.<br />
En ocasiones el desapego llega a motivar<br />
y a liberar a la gente que se encuentra<br />
a nuestro alrededor para empezar a<br />
solucionar sus problemas.<br />
Dejamos de mortificarnos por ellos y<br />
lo perciben, de modo que finalmente<br />
comienzan a preocuparse por ellos<br />
mismos. Cada quien atiende sus propios<br />
asuntos.<br />
El desapego es una acción y un arte. Es un<br />
modo de vida. ¿ Cómo nos desapegamos?<br />
¿ Cómo separamos nuestras emociones<br />
, nuestra mente , espíritu y cuerpo de la<br />
agonía <strong>del</strong> involucramiento ? . Lo mejor<br />
que podemos . Y , probablemente,<br />
un poco torpemente al principio. Un<br />
antiguo dicho de A A y de Al-Anón<br />
sugiere una fórmula de tres partes<br />
llamada honestamente, abiertamente<br />
y con voluntad de intentarlo. Si nos<br />
desapegamos, estamos en una mejor<br />
posición para trabajar sobre (o a través) de<br />
nuestras resentidas emociones.<br />
“Si estamos apegados, probablemente<br />
no hagamos nada más que estar siempre<br />
irritados.”
el ingenio de una<br />
hormiga<br />
Perdona y da<br />
como si fuese<br />
la última<br />
oportunidad.<br />
Ama como si<br />
no hubiese un<br />
mañana, y si el<br />
mañana llega,<br />
ama de nuevo.<br />
Hace un tiempo me puse a observar detenidamente la vida de las hormigas, y confieso<br />
que quede asombrado al verlas trabajar con tanto orden y empeño. Pero una hormiga<br />
en particular atrajo mi atención. Negra y de tamaño mediano, la hormiga llevaba como<br />
carga una pajita que era seis veces más larga que ella misma.<br />
Después de avanzar casi un metro con semejante carga, llegó a una especie de grieta,<br />
estrecha pero profunda, formada entre dos grandes piedras. Probó cruzar de una<br />
manera y de otra, pero todo su esfuerzo fue en vano. Hasta que por fin la hormiguita<br />
hizo lo insólito. Con toda habilidad apoyó los extremos de la pajita en un borde y otro<br />
de la grieta, y asi se construyó su propio puente, sobre el cual pudo atravesar el abismo.<br />
Al llegar al otro lado, tomó nuevamente su carga y continuó su esforzado viaje sin<br />
inconvenientes.<br />
La hormiga supo convertir su carga en un puente, y así pudo continuar su viaje. De no<br />
haber tenido esa carga, que bien pesada era para ella, no habría podido avanzar en su<br />
camino... ¿Captamos la moraleja?<br />
¿Cuántas veces nos quejamos por los problemas, las cargas y las pruebas que debemos<br />
soportar? Pero sin darnos cuenta, esas mismas cargas -bien tomadas- pueden<br />
convertirse en puentes y peldaños que nos ayudan a triunfar.
Este espacio<br />
puede ser tuyo<br />
Llámanos (232) 322 2100
Esto también<br />
pasará
<strong>Septiembre</strong> <strong>2018</strong> 21<br />
Una vez, un rey citó a todos<br />
los sabios de la corte, y les<br />
manifestó:<br />
“Me he mandado hacer un<br />
precioso anillo con un diamante<br />
con uno de los mejores orfebres<br />
de la zona. Quiero guardar oculto<br />
dentro <strong>del</strong> anillo, algún mensaje que<br />
pueda ayudarme en momentos de<br />
desesperación total. Un mensaje al<br />
que yo pueda acudir en momentos de<br />
desesperación o desorientación. Me<br />
gustaría que ése mensaje ayude en el<br />
futuro a mis herederos y a los hijos de<br />
mis herederos. Tiene que ser pequeño,<br />
de forma tal, que quepa debajo <strong>del</strong><br />
diamante de mi anillo”.<br />
Todos aquellos que escucharon los<br />
deseos <strong>del</strong> Rey. eran grandes sabios,<br />
eruditos que podrían haber escrito<br />
grandes tratados ... pero ¿pensar en<br />
un mensaje que contuviera dos o tres<br />
palabras y que cupiera debajo <strong>del</strong><br />
diamante de un anillo? Muy difícil.<br />
Igualmente pensaron, y buscaron en<br />
sus libros de filosofía por muchas horas,<br />
sin encontrar nada que se ajustara a los<br />
deseos <strong>del</strong> poderoso Rey.<br />
El rey, tenía muy próximo a él, un<br />
sirviente muy querido. Este hombre,<br />
había sido también sirviente de su<br />
padre, y había cuidado de él, cuando su<br />
madre había muerto. Era tratado como<br />
de la familia, y gozaba de un enorme<br />
respeto de todos.<br />
El rey, por esos motivos, también lo<br />
consultó. Y éste le dijo:<br />
“No soy un sabio, ni un erudito, ni un<br />
académico, pero conozco el mensaje.’<br />
“Cómo lo sabes? preguntó el Rey”.<br />
‘Durante mi larga vida en el palacio, me<br />
he encontrado con todo tipo de gente,<br />
y en una oportunidad me encontré con<br />
un místico. Era un invitado de tu padre,<br />
y yo estuve a su servicio. Cuando nos<br />
dejó yo lo acompañé hasta la puerta<br />
para despedirlo, y como gesto de<br />
agradecimiento, me dio este mensaje”.<br />
En ese momento el anciano escribió<br />
en un diminuto papel el mencionado<br />
mensaje. Lo dobló y se lo entregó al rey.<br />
- ‘Pero no lo leas. - dijo. Manténlo<br />
guardado en el anillo. Ábrelo sólo<br />
cuando no encuentres salida a una<br />
situación”. Ese momento no tardó<br />
en llegar El país fue invadido y el rey<br />
perdió el reino.<br />
Estaba huyendo a caballo para salvar<br />
su vida, mientras sus enemigos<br />
lo perseguían. Estaba solo, y los<br />
perseguidores eran numerosos. En un<br />
momento, llegó a un lugar donde el<br />
camino se acababa. y frente a él, había<br />
un precipicio y un profundo valle,<br />
Caer por él, sería fatal. No podía volver<br />
atrás porque el enemigo le cerraba el<br />
camino.<br />
Podía escuchar el trotar de los caballos,<br />
las voces, la proximidad <strong>del</strong> enemigo.<br />
Fue entonces, cuando recordó lo<br />
<strong>del</strong> anillo. Sacó el papel, lo abrió y<br />
allí encontró un pequeño mensaje<br />
tremendamente valioso para el<br />
momento.<br />
Simplemente decía:” ÉSTO TAMBIÉN<br />
PASARÁ’. Fue en ése momento en que<br />
fue consciente de que se cernía sobre<br />
él, un gran silencio. Los enemigos<br />
que le perseguían debían haberse<br />
perdido en el bosque, o debían<br />
haberse equivocado de camino.<br />
Pero lo cierto, es que lo rodeó un<br />
inmenso silencio. Ya no se sentía el<br />
trotar de los caballos. El rey, se sintió<br />
profundamente agradecido al sirviente<br />
y al místico desconocido. Esas palabras<br />
habían resultado milagrosas. Dobló el<br />
papel. volvió a guardarlo en el anillo,<br />
reunió nuevamente sus ejércitos. y<br />
reconquistó su reinado. Ese día en que<br />
entraba nuevamente victorioso a su<br />
ciudad, hubo una gran celebración con<br />
música, bailes... y el rey. se sentía muy<br />
orgulloso de sí mismo.<br />
En ése momento, nuevamente el<br />
anciano estaba a su lado, y fue cuando<br />
le dijo:<br />
“Apreciado rey, ha llegado el momento<br />
para que leas nuevamente el mensaje<br />
<strong>del</strong> anillo”.<br />
¿Qué quieres decir? preguntó el rey.<br />
Ahora estoy viviendo una situación<br />
de euforia, las personas celebran mi<br />
retorno, hemos vencido al enemigo”.<br />
“Escucha dijo el anciano este mensaje<br />
no es únicamente para situaciones<br />
desesperadas. También es para<br />
situaciones placenteras. No es solo<br />
para cuando te sientas derrotado;<br />
también es para cuando te sientas<br />
victorioso. No es sólo para cuando eres<br />
el último; también es para cuando eres<br />
el primero”.<br />
El rey abrió el anillo y leyó el<br />
mensaje: “ESTO TAMBIÉN PASARÁ’,<br />
y nuevamente sintió la misma paz,<br />
el mismo silencio, en medio de la<br />
muchedumbre que celebraba y<br />
bailaba. Pero el orgullo, el ego, había<br />
desaparecido. El rey pudo terminar de<br />
comprender el mensaje. Lo malo era<br />
tan transitorio como lo bueno.<br />
Entonces el anciano le dijo:<br />
- “Recuerda que todo pasa. Ningún<br />
acontecimiento ni ninguna emoción<br />
son permanentes. Como el día y la<br />
noche:<br />
Hay momentos de alegría y momentos<br />
de tristeza. Acéptalos como parte de la<br />
dualidad de la naturaleza porque son la<br />
naturaleza misma de las cosas”.
Aunque no podamos<br />
ver su propósito y su<br />
plan, el señor de los<br />
cielos esta en su trono<br />
y en firme control <strong>del</strong><br />
universo y de nuestras<br />
vidas.<br />
hojas de otoño<br />
Cuando las hojas secas<br />
caen en otoño, el árbol<br />
queda desnudo por<br />
varios meses. Si alguien<br />
lo viera en esos momentos y<br />
no supiera que después, en la<br />
primavera, va a reverdecer con<br />
nuevas hojas y nuevos bríos,<br />
flores y frutos, pensaría que está<br />
muerto...<br />
Todos tenemos esos períodos<br />
en que las hojas caen y nos<br />
quedamos desnudos, algunos<br />
por haber perdido un amor o<br />
un ser querido, bien sea por<br />
la separación definitiva de la<br />
muerte, o la separación terrenal<br />
de los divorcios o alejamientos.<br />
Ese período desnudo puede<br />
ser causado por una etapa de<br />
mucha necesidad económica...<br />
o tal vez de una enfermedad,<br />
un accidente... o de pérdida de<br />
valores, status, una prisión u<br />
hospitalización.<br />
Sin embargo, siempre hay que<br />
tomar ejemplo en la naturaleza<br />
y vivir armoniosamente con<br />
ella, y de la misma manera que<br />
un árbol desnudo después va a<br />
reverdecer, así mismo tenemos<br />
que pensar que en esos períodos<br />
de desnudez, bien sea espiritual,<br />
económica, sentimental o de<br />
cualquier otro tipo, después<br />
vendrán nuevamente las hojas,<br />
las flores y los frutos... y el árbol<br />
habrá aprendido su lección y ya<br />
no estará triste cuando pierda las<br />
hojas.<br />
La gratitud eleva<br />
nuestra mirada,<br />
nos quita los ojos<br />
de las cosas que<br />
nos faltan para que<br />
podamos ver las<br />
bendiciones que<br />
poseemos. Nada<br />
acaba con el frío<br />
invernal <strong>del</strong> día<br />
como la brisa de la<br />
gratitud.
<strong>Septiembre</strong> <strong>2018</strong> 23<br />
Y cuando ores no<br />
te preocupes por<br />
tener las palabras<br />
correctas; preocúpate<br />
por tener el corazón<br />
correcto. Dios no<br />
busca la elocuencia,<br />
solo la honestidad.<br />
la jaula<br />
Ésta es la historia de un loro muy<br />
contradictorio. Desde hacía<br />
un buen número de años vivía<br />
enjaulado, y su propietario era<br />
un anciano al que el animal hacía<br />
compañía.<br />
Cierto día, el anciano invitó a un amigo<br />
a su casa a <strong>del</strong>eitar un sabroso té de<br />
Cachemira. Los dos hombres pasaron<br />
al salón donde, cerca de la ventana y en<br />
su jaula, estaba el loro. Se encontraban<br />
los dos hombres tomando té, cuando<br />
el loro comenzó a gritar insistente y<br />
vehementemente:<br />
- ¡Libertad, libertad, libertad!<br />
No cesaba de pedir libertad. Durante<br />
todo el tiempo en que estuvo el<br />
invitado en la casa, el animal no dejó<br />
de reclamar libertad. Hasta tal punto<br />
era desgarradora su solicitud, que el<br />
invitado se sintió muy apenado y ni<br />
siquiera pudo terminar de saborear su<br />
taza. Estaba saliendo por la puerta y el<br />
loro seguía gritando:<br />
“¡Libertad, libertad, libertad!!”<br />
Pasaron dos días. El invitado no podía<br />
dejar de pensar con compasión en<br />
el loro. Tanto le atribulaba el estado<br />
<strong>del</strong> animalillo que decidió que era<br />
necesario ponerlo en libertad. Tramó un<br />
plan. Sabía cuándo dejaba el anciano<br />
su casa para ir a efectuar la compra. Iba<br />
a aprovechar esa ausencia y a liberar al<br />
pobre loro.<br />
Un día después, el invitado se apostó<br />
cerca de la casa <strong>del</strong> anciano y, en<br />
cuanto lo vio salir, corrió hacia su casa,<br />
abrió la puerta con una ganzúa y entró<br />
en el salón, donde el loro continuaba<br />
gritando: “Libertad, libertad, libertad”.<br />
Al invitado se le partía el corazón.<br />
¿Quién no hubiera sentido piedad<br />
por el animalito? Presto, se acercó a la<br />
jaula y abrió la puertecilla de la misma.<br />
Entonces el loro, aterrado, se lanzó al<br />
lado opuesto de la jaula y se aferró con<br />
su pico y uñas a los barrotes de la jaula,<br />
negándose a abandonarla.<br />
El loro seguía gritando:¡Libertad,<br />
libertad, libertad!”<br />
El Maestro dice: Como ese loro, son<br />
muchos los seres humanos que dicen<br />
querer madurar y hallar la libertad<br />
interior, pero que se han acostumbrado<br />
a su jaula interna y no quieren<br />
abandonarla.
Dios te ama como eres,<br />
pero se niega a dejarte<br />
como estas. Quiere que<br />
seas como Jesús.<br />
La gente puede ser difícil<br />
de amar. Ámalos de<br />
todas maneras.<br />
El desafio <strong>del</strong> trigo<br />
Un día un viejo campesino fue a ver<br />
a Dios y le dijo:<br />
“Mira, tú puedes ser muy Dios y<br />
puedes haber creado el mundo,<br />
pero hay una cosa que tengo que decirte:<br />
No eres un campesino, no conoces ni<br />
siquiera el principio de la agricultura.<br />
Tienes algo que aprender”.<br />
Dios dijo: ¿Cuál es tu consejo?.<br />
El granjero le respondió: “Dame un año y<br />
déjame que las cosas se hagan como yo<br />
quiero y veamos que pasa. La pobreza no<br />
existirá más.<br />
Dios aceptó y le concedió al campesino<br />
un año. Naturalmente éste pidió lo<br />
mejor y sólo lo mejor... ni tormentas, ni<br />
ventarrones, ni peligros para el grano.<br />
Todo confortable y cómodo... y él era muy<br />
feliz. El trigo crecía altísimo. Cuando quería<br />
sol... había sol; cuando quería lluvia... había<br />
tanta lluvia como hiciera falta. Ese año<br />
todo fue perfecto, ¡ ¡Matemáticamente<br />
perfecto!.<br />
El trigo crecía tan alto que el granjero<br />
fue a ver a Dios y le dijo: “¡Mira!, esta vez<br />
tendremos tanto grano que si la gente<br />
no trabaja en 10 años, aun así tendremos<br />
comida suficiente”.<br />
Pero hubo un problema... cuando se<br />
recogieron los granos todos estaban<br />
vacíos. El granjero se sorprendió y le<br />
preguntó a Dios: “¿Qué pasó?, ¿qué error<br />
hubo?.<br />
Ante tal inquietud Dios le respondió:<br />
“Como no hubo desafío, no hubo conflicto,<br />
ni fricción, como tu evitaste todo lo que<br />
era malo, el trigo se volvió impotente.<br />
Un poco de lucha es imprescindible. Las<br />
tormentas, los truenos, los relámpagos,<br />
son necesarios, porque sacuden el alma<br />
dentro <strong>del</strong> trigo”.<br />
La noche es tan necesaria como el día y los<br />
días de tristeza son tan esenciales como los<br />
días de felicidad. A ésto se le llama lucha y<br />
esfuerzo.<br />
Entendiendo este secreto descubrirás<br />
cuán grande es la belleza de la vida, cuánta<br />
riqueza llueve sobre ti en todo momento,<br />
dejando de sentirte miserable porque las<br />
cosas no van de acuerdo con tus deseos.
<strong>Septiembre</strong> <strong>2018</strong> 25<br />
La lata de leche<br />
Dos hermanitos en puros<br />
harapos, uno de cinco<br />
años y el otro de diez,<br />
iban pidiendo un poco<br />
de comida por las casas de la<br />
calle que rodea la colina. Estaban<br />
hambrientos: “vaya a trabajar y<br />
no molesten”, se oía detrás de<br />
la puerta; “aquí no hay nada,<br />
pordiosero...”, decía otro... Las<br />
múltiples tentativas frustradas<br />
entristecían a los niños...<br />
Por fin, una señora muy atenta les<br />
dijo:<br />
“Voy a ver si tengo algo para<br />
ustedes... ¡Pobrecitos!”<br />
Y volvió con una lata de leche.<br />
¡Que fiesta! Ambos se sentaron en<br />
la acera.<br />
El más pequeño le dijo al de diez<br />
años: “tú eres el mayor, toma<br />
primero... y lo miraba con sus<br />
dientes blancos, con la boca medio<br />
abierta, relamiéndose”.<br />
Yo contemplaba la escena como<br />
tonto... ¡Si vieran al mayor mirando<br />
de reojo al pequeñito...!<br />
Se lleva la lata a la boca y, haciendo<br />
de cuenta que bebía, apretaba los<br />
labios fuertemente para que no le<br />
entre ni una sola gota de leche.<br />
Después, extendiéndole la lata,<br />
decía al hermano:<br />
“Ahora es tu turno. Sólo un<br />
poquito.”<br />
Y el hermanito, dando un trago<br />
exclamaba: “¡Está sabrosa!”<br />
“Ahora yo”, dice el mayor. Y<br />
llevándose a la boca la latita, ya<br />
medio vacía, no bebía nada.<br />
“Ahora tú”, “Ahora yo”, “Ahora tú”,<br />
“Ahora yo”...<br />
Y, después de tres, cuatro, cinco<br />
o seis tragos, el menorcito, de<br />
cabello ondulado, barrigudito, con<br />
la camisa afuera, se acababa toda<br />
la leche... él solito.<br />
Esos “ahora tú”, “ahora yo” me<br />
llenaron los ojos de lágrimas...<br />
Y entonces, sucedió algo que me<br />
pareció extraordinario.<br />
El mayor comenzó a cantar, a<br />
danzar, a jugar fútbol con la lata<br />
vacía de leche.<br />
Estaba radiante, con el estómago<br />
vacío, pero con el corazón<br />
rebosante de alegría.<br />
Brincaba con la naturalidad de<br />
quien no hace nada extraordinario,<br />
o aún mejor, con la naturalidad de<br />
quien está habituado a hacer cosas<br />
extraordinarias sin darles la mayor<br />
importancia.<br />
De aquél muchacho podemos<br />
aprender una gran lección: “Quien<br />
da es más feliz que quien recibe.”<br />
Es así que debemos amar.<br />
Sacrificándonos con tanta<br />
naturalidad, con tal elegancia, con<br />
tal discreción, que los demás ni<br />
siquiera puedan agradecernos el<br />
servicio que les prestamos.”<br />
¿Como podrías hoy encontrar un<br />
poco de esta “felicidad” y hacer<br />
la vida de alguien mejor, con más<br />
“gusto de ser vivida”?<br />
¡A<strong>del</strong>ante, levántate y haz lo que<br />
sea necesario!<br />
Cerca de nosotros puede haber<br />
un amigo que necesita de nuestro<br />
hombro, de nuestro consuelo y,<br />
quizá aún más, de un poco de<br />
nuestra paz...<br />
El perdón es<br />
abrir una puerta<br />
para liberar<br />
a alguien y<br />
darse cuenta de<br />
que tú eras el<br />
prisionero.
Mientras más nos<br />
enfocamos allá arriba,<br />
más inspiración<br />
tenemos aquí abajo.<br />
Nadie puede orar y<br />
quejarse al mismo<br />
tiempo.<br />
el amor<br />
Una pareja de jóvenes muy<br />
apuestos estaban muy<br />
enamorados y se iban a casar.<br />
Unos meses antes de la<br />
boda, la novia tuvo un accidente y<br />
quedó con el rostro quemado, muy<br />
desfigurado.<br />
No puedo casarme contigo-, le<br />
comunicó en una carta a su novio,<br />
-quedé marcada y muy fea para<br />
siempre; búscate a otra joven hermosa<br />
como tú te mereces, yo no soy digna<br />
de ti.<br />
A los pocos días, la muchacha recibió la<br />
siguiente carta de su novio.<br />
“El verdadero indigno soy yo, siento<br />
mucho tener que comunicarte<br />
que he enfermado de los ojos<br />
y el médico me dijo que estoy<br />
perdiendo aceleradamente la visión e<br />
irremisiblemente voy a quedar ciego.<br />
Si aún así estás dispuesta a aceptarme,<br />
yo sigo ardientemente deseando<br />
casarme contigo...”.<br />
Cuando se casaron, el novio estaba<br />
ya completamente ciego. Vivieron 20<br />
años de comprensión, felicidad y amor.<br />
Ella fue su lazarillo, se convirtió en sus<br />
ojos, en su luz. El amor le fue guiando<br />
por ese túnel de tinieblas.<br />
Cuando ella agonizaba, sólo sentía<br />
dejarlo solo en interminable noches<br />
de tinieblas. Murió y entonces él abrió<br />
sus ojos.<br />
-No estaba ciego-, dijo ante el<br />
desconcierto de todos, “fingí serlo<br />
para que mi mujer no se afligiera al<br />
pensar que podía verla con el rostro<br />
desfigurado, ahora mi amor descansa<br />
en ella”.<br />
El amor es sufrido, es benigno;<br />
el amor no tiene envidia, el<br />
amor no es jactancioso, no<br />
se envanece; no hace nada<br />
indebido, no busca lo suyo, no<br />
se irrita, no guarda rencor; no<br />
se goza de la injusticia, mas se<br />
goza de la verdad.<br />
Todo lo sufre, todo lo cree, todo<br />
lo espera, todo lo soporta.<br />
1Cor13
Dios es dios.<br />
Sabe lo que<br />
hace. Cuando no<br />
puedas darle la<br />
mano, confía en<br />
su corazón.<br />
ahora lo entiendo<br />
Siendo niño pertenecí al Movimiento<br />
Scout. Ahí nos enseñaban, entre<br />
otras cosas, la importancia de la<br />
“Buena Acción” que consistía en<br />
realizar todos los días actos generosos y<br />
nobles, como recoger algún papel en la<br />
calle y botarlo en la papelera, ayudar en<br />
la casa a lavar platos, cuidar la fauna y la<br />
flora, ayudar a alguna persona anciana o<br />
impedida a cruzar la calle, etc. Me gustaba<br />
mucho cumplir esa tarea.<br />
Un día caminaba por una calle de la ciudad<br />
de Coro y vi a un perro tirado en plena vía<br />
sin poder moverse. Estaba herido, un carro<br />
lo había atropellado y tenía rotas las dos<br />
patas traseras, los vehículos le pasaban<br />
muy de cerca y mi temor era que lo<br />
mataran porque era imposible que él solo<br />
pudiera levantarse.<br />
Vi allí una gran oportunidad para hacer la<br />
“Buena Acción” y como buen Scout detuve<br />
el tráfico, me dispuse a rescatar al perro<br />
herido y ponerlo a salvo para entablillarle<br />
las patas. Yo nunca había entablillado a<br />
nadie pero el “Manual Scout” decía cómo<br />
hacerlo. Con mucho amor y entrega me<br />
acerqué, lo agarré pero me clavó los<br />
dientes en las manos. Inmediatamente<br />
me llevaron a la Sanidad y me inyectaron<br />
contra la rabia, aunque la rabia por la<br />
mordida no se me quitó con la vacuna.<br />
Durante mucho tiempo no entendí por<br />
qué el perro me había mordido si yo sólo<br />
quería salvarlo y no hacerle daño, no sé<br />
que pasó y no me lo pude explicar. Yo<br />
quería ser su amigo, es más, pensaba<br />
curarlo, bañarlo, dejarlo para mí y cuidarlo<br />
mucho. Esta fue la primera decepción<br />
que sufrí por intentar hacer el bien, no lo<br />
comprendí. Que alguien haga daño al que<br />
lo maltrata es tolerable, pero que trate mal<br />
a quien lo quiera ayudar no es aceptable.<br />
Pasaron muchos años hasta que vi claro<br />
que el perro no me mordió, quien me<br />
mordió fue su herida; ahora si lo entiendo<br />
perfectamente.<br />
Cuando alguien está mal, no tiene paz,<br />
está herido <strong>del</strong> alma y si recibe amor o<br />
buen trato: ¡Muerde! Pero él no hunde sus<br />
dientes, es su herida la que los clava.<br />
Comprende el malestar de las personas<br />
que te rodean. Cuando alguien te grita,<br />
te ofende, te critica o te hace daño no lo<br />
hace porque te quiere mal sino porque<br />
está herido, está herido <strong>del</strong> alma, se siente<br />
mal o algo malo está pasando por su vida.<br />
No te defiendas ni lo critiques, mas bien<br />
comprén<strong>del</strong>o, acéptalo y ayúdalo.<br />
Ahora lo entiendo.
<strong>Septiembre</strong> <strong>2018</strong> 29<br />
La fe no es solo la<br />
creencia de que dios<br />
hará lo que tú quieras.<br />
Es la creencia de que<br />
Dios hará lo correcto.<br />
No midas el tamaño de<br />
la montaña, habla con<br />
el que la puede mover.<br />
Te has dado cuenta?<br />
Cuando otro actúa de una manera<br />
poco adecuada, decimos que tiene<br />
mal carácter;<br />
Pero cuando tú lo haces, son los<br />
nervios.<br />
Cuando otro se apega a sus métodos o a<br />
sus gustos, es obstinado;<br />
Pero cuando tú lo haces, es firmeza.<br />
Cuando a otro no le gusta tu amigo, tiene<br />
prejuicios;<br />
Pero cuando a ti no te gusta su amigo,<br />
sencillamente, muestras ser un buen juez<br />
de la naturaleza humana.<br />
Cuando otro hace las cosas con calma, es<br />
que va a paso de una tortuga;<br />
Pero cuando tú lo haces despacio, es<br />
porque te gusta pensar las cosas.<br />
Cuando otro encuentra defectos en las<br />
cosas, es un maniático;<br />
Pero cuando tú lo haces, es porque sabes<br />
discernir.<br />
Cuando otro tiene modales suaves y<br />
<strong>del</strong>icados, es débil;<br />
Pero cuando tú los tienes, eres cortés y<br />
amable.<br />
Cuando otro se compra un carro <strong>del</strong> año,<br />
es vanidad; Pero cuando tú te lo compras,<br />
es necesidad.<br />
Cuando a otro le da ira, es pecado;<br />
Pero cuando a ti te da ira, es porque “tu<br />
carácter es así.”<br />
Cuando otro te dice una verdad que no te<br />
gusta, es que no tiene amor;<br />
Pero cuando tú lo haces, es que eres<br />
sincero.<br />
Cuando otro no te saluda, es que es<br />
orgulloso;<br />
Pero cuando tú no saludas, es que no lo<br />
viste.<br />
Cuando otro no cumple con su deber, es<br />
un irresponsable;<br />
Pero cuando tú no cumples con tu deber,<br />
es que realmente no puedes.<br />
Cuando otro tiene serias dificultades, es<br />
que está en pecado;<br />
Pero cuando tú las tienes, es una prueba.<br />
Cuando otro no trabaja, es que es un vago;<br />
Pero cuando tú no trabajas, es que no<br />
consigues trabajo.<br />
Cuando otro sufre escasez, es que es un<br />
mal administrador;<br />
Pero cuando tú sufres escasez, es que no<br />
ganas suficiente.<br />
Cuando otro habla de los demás, es un<br />
calumniador;<br />
Pero cuando tú hablas de los demás, es<br />
para orar.<br />
Cuando otro cae en tentación, es un<br />
pecador;<br />
Pero cuando tú caes en tentación, es una<br />
debilidad.<br />
Cuando otro no acepta el reto, es un<br />
cobarde;<br />
Pero cuando tú no lo aceptas, es que no<br />
estas capacitado.<br />
Cuando otro recibe bendiciones, es por la<br />
misericordia de Dios;<br />
Pero cuando tú recibes bendiciones, es<br />
porque te las mereces.<br />
Cuando la hija de otro es rebelde, él es mal<br />
padre;<br />
Pero cuando tú hija es rebelde, es porque<br />
heredó el carácter <strong>del</strong> abuelo.<br />
Cuando otro paga mal por mal, es porque<br />
es un vengativo;<br />
Pero cuando tú lo haces, es porque estás<br />
haciendo justicia.<br />
Cuando otro cumple con su deber, es para<br />
acumular puntos;<br />
Pero cuando tú cumples con tu deber, es<br />
porque eres responsable.
Pozole verde<br />
Ingredientes<br />
1 kilo de maíz pozolero precocido<br />
1 cebolla entera<br />
1 cabeza de ajo entera<br />
2 hojas de laurel frescas<br />
2 ramitas de tomillo fresco<br />
2 ramitas de mejorana fresca<br />
2 ramitas de orégano fresco<br />
750 gramos de pierna de cerdo<br />
750 gramos de maciza de cerdo<br />
750 gramos de espinazo de cerdo<br />
1 manita de cerdo<br />
Sal de grano al gusto<br />
Salsa verde<br />
500 gramos de tomates verdes<br />
2 chiles serranos o al gusto<br />
5 hojas de epazote<br />
15 gramos de semillas de calabaza peladas<br />
y tostadas<br />
1 cucharadita de aceite vegetal<br />
Para servir<br />
1/2 lechuga romana, rebanada finamente<br />
10 rabanitos, rebanados finamente<br />
1 cebolla blanca, picada finamente<br />
5 limones, partidos por la mitad<br />
Salsa para pozole o chiltepín molido<br />
1 paquete de tostadas de maíz<br />
Modo de preparación<br />
Coloca el maíz en una olla grande junto<br />
con la cebolla, cabeza de ajo, laurel,<br />
tomillo, mejorana y orégano. Agrega 5<br />
litros de agua y calienta a fuego alto hasta<br />
que empiece a hervir, reduce el fuego a<br />
medio, tapa y cocina hasta que el maíz<br />
reviente (puede tomar de 30 minutos a 1<br />
hora).<br />
Enjuaga muy bien la carne y agrégala a la<br />
olla con el maíz ya reventado. A este punto<br />
(no antes) puedes agregar sal.<br />
Reduce el fuego a bajo, tapa y cocina,<br />
retirando la espuma de la superficie de vez<br />
en cuando, hasta que la carne esté suave,<br />
pero firme, aproximadamente 2 horas.<br />
Mientras, prepara la salsa. Hierve los<br />
tomates junto con los chiles durante unos<br />
minutos, cuidando que no se revienten.<br />
Muele tomates y chiles cocidos junto con<br />
las hojas de epazote, semillas de calabaza<br />
y un poco de agua, hasta tener una salsa<br />
uniforme.<br />
Calienta el aceite en una cacerola a fuego<br />
medio-bajo. Cuela la salsa y fríe en el aceite<br />
caliente hasta que los sabores se integren.<br />
Cuando la carne haya hervido durante 2<br />
horas, saca de la olla y corta en trozos de<br />
tamaño regular, retirando los huesos de la<br />
manita de puerco. Desecha la cebolla, ajo y<br />
hierbas de olor. Regresa la carne a la olla.<br />
Vierte la salsa verde dentro de la olla con el<br />
pozole y rectifica el sazón. Deja que todo<br />
hierva a fuego bajo hasta que la carne esté<br />
completamente suave.<br />
Sirve el pozole con lechuga, rabanitos y<br />
cebolla. Agrega jugo de limón y acompaña<br />
con tostadas de maíz.<br />
Consejo<br />
Amarra las hierbas con hilaza o envuélvelas<br />
en un trozo de manta de cielo para que<br />
sea más fácil retirarlas de la olla.