CONTRASTE nº212
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PROTAGONISTAS<br />
Opinión 26<br />
‘El hombre mosca’ salvado por un reloj<br />
Contraste Octubre 2018<br />
Cubiertas de la Iglesia Colegial del Divino Salvador de Sevilla<br />
Curiosidades historiográficas del reloj<br />
@ José Daniel Barquero, experto en<br />
historiografía, catalogación e inversión<br />
relojera antigua y fundador de<br />
MIARB<br />
En España, hace más de 70 años,<br />
Antonio Mendoza González, conocido<br />
con el sobrenombre de “El<br />
hombre mosca”, era el campanero<br />
titular de la parroquia del Divino<br />
Salvador de Sevilla.<br />
Los ciudadanos sevillanos de esa<br />
Protagonizó<br />
una escena<br />
al igual<br />
que Harold<br />
Lloyd en<br />
1923<br />
época, que acostumbraban a poner<br />
sobrenombres, al ver a Antonio<br />
Mendoza subir y bajar de la torre<br />
del campanario con total desenvoltura,<br />
llegando incluso a hacerlo con<br />
los ojos cerrados, así como arreglar<br />
las campanas, veletas y todo lo relativo<br />
al campanario, rápidamente lo<br />
bautizaron así: “El hombre mosca”.<br />
Tal fue su fama y era tan bueno<br />
en su oficio de campanero, que fue<br />
contratado para reparar la veleta<br />
del campanario del municipio de<br />
Salteras.<br />
Para reparar la misma, Mendoza<br />
tuvo que subir a la cúpula del<br />
campanario con la ayuda de un<br />
cable, pues así se lo exigió el párroco<br />
del pueblo por motivos de seguridad.<br />
Pero tal fue la mala fortuna que<br />
un día que utilizó el cable, este se<br />
soltó, iniciando Antonio Mendoza<br />
una precipitada caída al vacío que<br />
milagrosamente fue contenida,<br />
gracias a la experiencia de este, ya<br />
que se agarró hábilmente, y como<br />
pudo, a las manecillas del gran<br />
reloj de Salteras, agujas que resistieron<br />
sorprendentemente, según<br />
el párroco, todo el peso de su cuerpo<br />
a una altura de más de 50 metros.<br />
Muy rápidamente, movido<br />
por el pánico que le invadía, no le<br />
quedó más remedio que romper<br />
con tres puntapiés la esfera de<br />
cristal, penetrando como pudo en<br />
la torre por el mecanismo del reloj,<br />
al mismo tiempo que se inclinaba la<br />
aguja hacia abajo, lo que le hubiese<br />
costado la muerte. Todo esto ante<br />
el asombro de los transeúntes, que,<br />
atónitos, no daban crédito a sus<br />
ojos, pues estaban contemplando<br />
a un hombre colgado de las manecillas<br />
del reloj. Al igual que en la<br />
famosa película de cine mudo “El<br />
hombre mosca” (Safety Last!) protagonizada<br />
por Harold Lloyd y que se<br />
estrenó en 1923.<br />
Contraste recomienda<br />
Ver el vídeo oficial que relata la<br />
curiosa historia y muestra exteriores<br />
e interiores de la Iglesia<br />
Colegial del Divino Salvador de<br />
Sevilla, donde ejercía de campanero<br />
titular Antonio Mendoza.<br />
Relojes de cuarzo de alta precisión<br />
© Javier Gutierrez Chamorro,<br />
apasionado de la relojería y fundador<br />
de la web: www.javiergutierrezchamorro.com<br />
Desde que el reloj llegara a nuestras<br />
vidas hace siglos, su ingeniería ha ido<br />
en la búsqueda de la máxima precisión.<br />
Lograr medir el tiempo de la<br />
forma más exacta posible. Si apenas<br />
40 años atrás, los buenos relojes<br />
sufrían un atraso o un adelanto típico<br />
de un minuto a la semana, en nuestros<br />
días, hemos llegado a ¡solamente<br />
cinco segundos al año!<br />
Tal vez pensemos que con los<br />
relojes radio-controlados, los que<br />
incorporan GPS, o aquellos que<br />
ofrecen conectividad Bluetooth<br />
vinculada al teléfono móvil, la precisión<br />
se haya quedado en segundo<br />
plano, pero no es así, las grandes<br />
firmas relojeras, continúan apostando<br />
por la prcisión, y prueba de<br />
ello son los grandes progresos tecnológicos<br />
que han ido sucediéndose<br />
durante los últimos años.<br />
Alta frecuencia<br />
Como ya viéramos en el pasado<br />
artículo “Relojes mecánicos y relojes<br />
de cuarzo” (ver Contraste N. 211), los<br />
osciladores de cuarzo son el corazón<br />
que mueve a un reloj de esta denominación.<br />
Obtienen su precisión<br />
gracias a las vibraciones eléctricas<br />
que genera un cristal de ese material<br />
al conectarse con el paso de la<br />
corriente eléctrica. Cuantas más<br />
vibraciones haya, es decir, cuanto<br />
La bitácora<br />
más rápido oscile, mejor. El hercio<br />
o Hertz es la medida de frecuencia<br />
que se utiliza en el Sistema Internacional,<br />
siendo un Hz equivalente a<br />
una oscilación por segundo.<br />
Mientras que lo habitual son<br />
relojes a 32.768 Hz, que les permite<br />
acreditar un desfase medio en torno<br />
a 15 segundos/mes, hace tiempo que<br />
tenemos marcas como Bulova que<br />
con sus Precisionist han aumentado<br />
la frecuencia hasta en ocho veces,<br />
llegando a 262.144 Hz (262 KHz).<br />
Esta técnica les permite ofrecer<br />
una tolerancia no superior a los 10<br />
segundos por año, equivalente a la<br />
que ofrecen los suizos de ETA con<br />
sus calibres PreciDrive.<br />
Podemos explicarlo de una<br />
forma muy sencilla. Si pensamos<br />
que un segundo implicará esos<br />
30.000 saltos, y uno de esos saltos<br />
fallase, bien porque ocurre antes<br />
de tiempo, o bien porque ocurre<br />
después, estaríamos induciendo un<br />
error aproximado de unos 1/30000<br />
segundos. Si lo hacemos a mayor<br />
frecuencia, esa pérdida o ganancia<br />
sería de solamente 1/260000<br />
segundos, mucho más baja, y por<br />
tanto mucho más precisa.<br />
Aumentar la frecuencia no es<br />
nada fácil. Se requiere un nivel<br />
de pureza en el mineral casi del<br />
100%, mientras que las tolerancias<br />
en su tallado deben ser micrométricas.<br />
Para evitarlo, muchas veces<br />
se utilizan varios osciladores de<br />
cuarzo en paralelo en vez de sólo<br />
uno, de manera que sus oscila-<br />
Las grandes<br />
firmas<br />
relojeras<br />
continúan<br />
apostando<br />
por ello<br />
ciones se sumen.<br />
Hace unos meses, Citizen, recordemos<br />
que es la casa matriz de Bulova<br />
entre otras marcas, presentaba un<br />
revolucionario prototipo, el Caliber<br />
0100 Eco-Drive, con una frecuencia de<br />
8.388.608 Hz (8 MHz). A tal velocidad,<br />
el fabricante asegura una precisión<br />
que excede los +/- 1 segundos por año.<br />
Termocompensado<br />
La debilidad de los cristales<br />
de cuarzo es que, por más puros y<br />
bien tallados que sean, sus propiedades<br />
piezoeléctricas varían con la<br />
temperatura. Es lo que se le llama<br />
el coeficiente de expansión termal,<br />
y llevado al extremo, un reloj de<br />
cuarzo a 100ºC, suponiendo que<br />
siguiera funcionando, perdería<br />
hasta 20 segundos/día. ¡Más que<br />
muchos relojes mecánicos!<br />
En circunstancias normales, una<br />
variación de temperatura de 40ºC,<br />
es decir, la variación existente entre<br />
llevarlo puesto en la muñeca a 38ºC<br />
o dejarlo en una habitación fría a<br />
20ºC apenas supondrá más de medio<br />
segundo al día. Sin embargo, extrapolado<br />
a lo largo de un mes serán un<br />
total de 15 segundos acumulados.<br />
La forma de mitigarlo son los<br />
calibres de cuarzo termocompensados.<br />
Una tecnología que implementada<br />
de variadas formas se<br />
encarga de corregir estos efectos.<br />
Es decir, de “acelerar” el reloj cuando<br />
la temperatura sube o baja excesivamente.<br />
Una especie de termómetro<br />
que calibra varias veces por día las<br />
oscilaciones del cuarzo.<br />
Así tenemos los Seiko 9F y los<br />
Breitling Superquartz que ofrecen<br />
desfases en el rango de +/- 10<br />
segundos por año.<br />
Termocompensado y alta frecuencia<br />
Naturalmente la mejor precisión<br />
la obtendríamos combinando ambos<br />
procedimientos, es decir, oscilaciones<br />
de cuarzo de alta frecuencia,<br />
junto con la compensación de temperatura.<br />
Eso mismo es lo que ha conseguido<br />
Swatch Group con su Longines<br />
L288.2 y L289.2 de tecnología VHP<br />
(Very High Precision). Un módulo de<br />
cuarzo con oscilador a 400 KHz y que<br />
además es termo-compensado. Ello<br />
les permite garantizar una precisión<br />
de +/- 5 segundos por año. En 100<br />
años, no se habría desviado más que<br />
8 minutos.