Música Clásica 3.0 Nº1

ENTREVISTA A MARCELO LOMBARDERO///
En el caso de Oriana Favaro la conozco desde
La Plata, ella se formó ahí. Es una artista que
me emociona cuando está arriba del escenario
porque tiene una gran capacidad vocal e inteligencia
teatral muy pocas veces vista. Ella es una
rara avis, como Santiago Burgi que es un tenor
atípico. Con Hernán Iturralde me une una amistad
de hace muchos años, hemos hecho muchísimas
cosas juntos, hemos cantado y he tenido
la suerte de dirigirlo. Es un cantante excepcional,
un actor consumado, con una ductilidad y
una cultura musical fabulosa.
Toda la excelencia de los músicos y los artistas,
así como los técnicos, llevada a un gran
teatro de barrio como es el Centro Cultural
25 de Mayo, ¿qué significa trabajar allí?
Powder nació como una propuesta de coproducción,
que finalmente no se pudo llevar
adelante, ¿cómo ves las posibilidades de colaboraciones
entre teatros en la actualidad?
Para concretar coproducciones hace falta estructurar
una política cultural, y abordar el problema
de las asimetrías entre los espacios. Por
supuesto que otro problema son las mezquindades
personales. Pero el problema central es
que vivimos una falacia, en muchos sentidos:
si hacemos una reflexión rápida del final de la
temporada de los dos teatros más importantes
de latinoamérica, nos encontramos que
hicieron el mismo título, al mismo momento,
Poder ampliar el circuito yendo al barrio es también
la propuesta de la ópera de cámara, que se
basa en la idea de una compañía itinerante. Es
muy interesante lo que se produjo en el CC 25 de
Mayo, no sólo con Powder sino con los otros cuatro
títulos que presentamos allí. Esta es también
una de las maneras que tiene el Teatro Colón de
ampliarse. Ojalá haya más espacios en la ciudad
para hacer circular la ópera, el 25 de Mayo es realmente
un milagro, por su espacio, su acústica.
En la puesta de Powder exploraron y explotaron
muy bien el espacio desde todos los
ejes. Parecía prácticamente un trabajo de
relojería…
Sí, es una obra que te exige eso. Tiene una
enorme demanda de inmediatez, pensá que
son cuatro intérpretes en escena, hay cambios
de ropa enteros que suceden en treinta segundos.
La precisión también tiene que ver con
la capacidad del Colón para producir. Si bien
Powder es una producción liviana en términos
de estructura escenográfica, detrás de la puesta
hay un enorme expertise en cada cambio
de vestuario, en cada movimiento de telón, en
cada proyección. Esa es una gran exigencia
de la obra. No debemos olvidar que una de las
funciones principales del Teatro Colón, a parte
generar público, es formar a artistas y técnicos
de gran capacidad. Esta es una tradición que
debemos procurar mantener vigente. Hoy en el
Colón existen generaciones de grandes trabajadores
del arte, en especialidades musicales y
técnicas, que hacen que el Teatro sea lo que es
y tenga todo el potencial que tiene.
10 | Revista Música Clásica 3.0 | Enero 2019 | musicaclasicaba.com.ar