LA CAPTURA DE OSITRAN

de cualquier otra sospecha.
El reciente mensaje encriptado de Jorge Barata
guarda relación con este individuo: «Del Castillo
me llamó por teléfono para informarme que Juan
Carlos Zevallos había sido designado presidente
de OSITRAN».
La opinión nacional no ha sabido calibrar esta
explosiva declaración.
Nadie parece reparar que Barata está
involucrando a Jorge del Castillo en la luctuosa
captura de OSITRAN por los brasileños. Que de
su manifestación se desprende que fue Odebrecht
quien impuso a Juan Carlos Zevallos en la
presidencia de OSITRAN y que concertó su
designación con el entonces premier Jorge del
Castillo.
No obstante la capital importancia de este
gravísimo señalamiento dirigido contra Del Castillo,
los medios de comunicación más importantes del
país han apagado la noticia.
jorge barata: Lo llamaron por
teléfono
El poder tras el trono
Aupado a OSITRAN lo primero que hizo Zevallos fue deshacerse de la empresa que supervisaba los
tramos 2 y 3 de la Interoceánica. En nuestro artículo “La conexión del Apra” mostramos las triquiñuelas
de las que se valió, con la complicidad de la ex ministra Verónica Zavala, para que la empresa Alpha
Consult de Jorge Peñaranda −caserito de Odebrecht− haga de gato del despensero.
Es que en la supervisión de las obras radicaba todo el secreto de la corrupción.
De ese modo se fueron perfilando los tres más importantes cómplices de Odebrecht en esa etapa:
Jorge Peñaranda que fingía supervisar a Odebrecht, Zevallos que repartía generosamente las
certificaciones y Atala (Nava) que recibía la coima; ellos fueron las piezas claves del carnaval de
sobreprecios.
Sin embargo, estos tres nunca hubieran podido “echar a andar el carro” y por eso es bueno escuchar a
Barata para saber cómo funcionó aquella maquinaria: «Por esa época −ha dicho Barata− la ministra
de Transportes Verónica Zavala puso trabas en la Interoceánica Sur, pero luego de pagarle la primera
coima a Luis Nava, las obras se aceleraron».
Esta afirmación de Barata −en el contexto de la captura de OSITRAN− pone de manifiesto que Luis
Nava no tenía por qué coordinar con el despacho presidencial sino con la Presidencia del Consejo de
Ministros, porque Juan Carlos Zevallos −empoderado por una mañosa legislación que le permitía
hacer y deshacer en la supervisión de la Interoceánica – solo le rendía cuentas a Jorge del Castillo.