por santiago wirtz

Al llegar a casa y cuando la madre
de Josué vió su aleta lastimada se
puso a gritar como loca. Marta y
Rony querían irse a casa, pero la
madre de Josué no los dejaba.
“¡Quiero que me den una
explicación!,” les decía mientras
curaba a Josué. Eran tantos los
gritos que llegaron otras ballenas,
entre estas los padres de Marta y
Rony. “¿Qué pasó aquí?”, preguntó
la mamá de Marta. “Esta ballenitas
traviesas fueron a la superficie
solos,” dijo la madre de Josué. La
mamá de Rony lo vió con ojos de
enojo y él supo que estaba en
problemas. “Mamá, yo no quería ir a
la superficie, pero tampoco quería
que mis amigos fueran solos,” le
explicó Rony a su madre.
“Hablaremos de esto en casa,” dijo
la mamá muy enojada.