The Red Bulletin Julio 2019

BULLEVARD
Amazonas por la tormenta: Caramel Curves fungió como un grupo de apoyo emocional tras Katrina.
muchos residentes desplazados
de Nueva Orleans que
tuvieron que huir de la ciudad.
El club regresó un año más
tarde cuando se comenzó con
la reconstrucción de la ciudad,
pero esta vez Caramel Curves
Motorcycle Club era más que
un espacio social, también
brindaba un entorno en el que
sus miembros podían sanar.
“Cualquiera puede montar
una motocicleta y cualquiera
puede vestirse linda, pero
nosotras queríamos demostrar
que las mujeres podían unir
fuerzas”, dice Shanika Beatty,
alias Tru, una de las dos
miembros fundadoras, junto
con Nakosha Smith, quien
es conocida como Coco.
“Es agradable tener a otras
personas en quienes poder
confiar; gente a la que puedes
llamar si algo anda mal. Así,
nos hemos apoyado durante
la muerte de familiares, en
divorcios, en todo...”.
El nombre del grupo es una
declaración audaz acerca de
cuán diferentes son del resto
de las pandillas de motociclistas
en Estados Unidos. Tru lo
explica claro: “Nos llamamos
Caramel puesto que somos
“EN NUESTRO
CLUB, TIENES A
UNA HERMANA
A QUIEN LLAMAR
SIEMPRE”
mujeres afroamericanas
ligeras como caramelo. Nos
llamamos Curves porque
tomamos curvas en nuestras
motos mejor que los hombres.
No queríamos ser parte de
una organización masculina
más grande; lo nuestro es
empoderar a las mujeres”.
Con altísimos tacones de
aguja y (a veces) chaquetas
con lentejuelas, y sentadas
a horcajadas en sus Suzuki
Hayabusas, Gixxers y Can-Am
Spyders –algunas con rines
rosas pintados con aerógrafo–,
es difícil que las Caramel
¿Tacones altos? Sí. ¿Rines de la moto? Rosas.
Curves pasen desapercibidas
en la calle. Y cuando realizan
acrobacias como quemar
neumáticos –en los que permanecen
estáticas, pero giran
la llanta trasera para crear
humo–, y wheelies, el aire se
torna rosa.
“Una vez, cuando daba
acelerones, liberé humo rosa y
a todas las chicas les encantó”,
dice Tru. “Rápidamente se
convirtió en uno de nuestros
movimientos característicos.
Entonces, una de las chicas
le puso un mohawk rosa a su
casco y decidimos que todas
lo haríamos igual. Añadimos
un estilo al grupo para unirnos
más. Realmente solo queríamos
estar unidas”.
El mundo del motociclismo
es un espacio en su mayoría
masculino y este club sabe que
cuando ruedan juntas por las
calles son mucho más que un
simple desfile de vestimentas
alegres; su estilo representa
una declaración poderosa.
“Todas somos emprendedoras
o mujeres de negocios;
todas éramos motociclistas
habilidosas en lo individual,
pero juntas somos aún más
fuertes”, dice Tru. “Soy mamá,
esposa e hija de alguien. Tengo
dos negocios. Sin embargo,
cuando voy sobre mi moto,
puedo liberar mi mente y relajarme…
Es como mi terapia.
Es para mí”.
Las Caramel Curves disfrutan
ver sus filas crecer y tienen
a dos miembros candidatas
buscando unírseles en Nueva
Orleans, a la vez que suman
casi 90 mil seguidores a nivel
mundial en redes sociales.
“Definitivamente nos
gustaría tener otras secciones:
Curves en distintos países...
Curves en todas partes”, dice
Tru. “No tienen por qué ser
afroamericanas; aceptamos
asiáticas, hispanas… Estamos
completamente de acuerdo
en Curves de todas las nacionalidades
y etnias. ¿Que haya
otros grupos de mujeres igual
a nosotras en todas partes
del mundo? ¡Me encantaría
ver eso…!”.
Facebook: @Caramelcurves
AKASHA RABUT LOU BOYD
10 THE RED BULLETIN