Enfoque Nº 47

SOCIEDAD
JUNIO 2019
Foto gentileza: Javier Vera
Cusco y la magia de sus mercados
Un viaje a Cusco (Perú) puede servir para contactar con algunos de los principios del buen vivir. Una zona
que regala la dicha de una comida sana, nutritiva, accesible al bolsillo y al paso.
Por Ivana Roth
(Posadas)
Periodista.
tener alimentos de la tierra y poder asegurar
la subsistencia todo el año, más allá de
las cosechas buenas o malas.
Uno no termina de sorprenderse por la increíble
ingeniería desarrollada para sacar
mayor partido de la tierra (las famosas terrazas
escalonadas, que a su vez, de acuerdo
a la altura propician un tipo de cultivos
u otros) o del agua, con obras hídricas que
aseguraban el riego en una zona árida.
Asimismo, un sistema muy ordenado de
caminos (el “Qhapaq Ñan”, nada menos 30
mil kilómetros de ruta), que también organizaba
la provisión de alimento.
Todo, fruto de un profundo estudio del
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uando los españoles llegaron a estas
tierras se maravillaron por el oro
o la plata con que los incas forraban
sus templos u ornamentaban sus esculturas
en piedra. El brillo de los metales no les
permitió ver la verdadera riqueza que estos
pueblos andinos habían logrado cultivar.
Que era, justamente, su habilidad para obcielo,
de las estrellas y de las ruedas de las
estaciones.
Esa era la riqueza de los pueblos americanos,
que hoy sigue presente.
Viajero... ve a los mercados
Aprendimos que en los mercados se esconde
la verdad de los pueblos. Con un
poco de práctica se logra ver a través de
ese enjambre de olores, colores y sabores
lo que la gente produce, valora y consume.
En los mercados se intercambia mucho
más que mercancías.
Ir al mercado San Pedro de Cusco (Perú) es
una aventura en sí misma. Y si además es