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MondoSonoro Febrero 2020

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MONDOVINILOS<br />

The Black Lips evolucionan mirando al pasado<br />

The Black Lips<br />

In A World That’s<br />

Falling Apart<br />

Fire<br />

ROCK / Lo de The Black Lips va a traer cola<br />

y va a descolocar a unos cuantos de sus<br />

fans. De hecho, no me extrañaría que algunos<br />

se bajaran del barco. Aunque a mí me<br />

han ganado por la base. No solo porque su<br />

sonido se haya acercado tremendamente a<br />

los parámetros en los que habitualmente se<br />

mueve un servidor (country, rock americano…),<br />

sino porque admiro ese movimiento<br />

arriesgado que supone este trabajo y, sobre<br />

todo, que ese riesgo se asuma con coherencia.<br />

Si hubieran ido a lo fácil, habrían<br />

metido cuatro sintetizadores detrás de sus<br />

melodías, como tantos otros, y lo hubieran<br />

llamado evolución. Ellos no. Los labios negros,<br />

notoriamente remozados últimamente,<br />

han optado por investigar nuevos sonidos,<br />

evolucionar mirando al pasado. Hacerse<br />

clásicos, y a partir de ahí dar una vuelta de<br />

tuerca a su propuesta. Haciendo que instrumentos<br />

como la pedal-steel, que ni siquiera<br />

9<br />

había asomado la cabeza en discos anteriores,<br />

aquí se convierta en esencial. Desde que esa<br />

voz de cowboy pasado de vueltas o hijo bastardo<br />

del Bob Dylan de Highway 61 Revisited<br />

(65) arranca con la histriónica Hooker Jon<br />

sabemos que aquí nada va a ser lo que parecía.<br />

Aunque no solo es una cuestión de sonido. Me<br />

da la sensación de que este hecho, además, ha<br />

coincidido con la mejor colección de canciones<br />

que los de Atlanta han conseguido reunir<br />

nunca en un disco. Incluso nos dan algo del<br />

pasado con Odelia, un temazo tremendamente<br />

adictivo, que sirve para que recordemos que<br />

estamos hablando del mismo grupo que grabó<br />

los garajeros Good Bad Not Evil (07) o Satan’s<br />

Graffiti Or God’s Art? (17), por citar algunos.<br />

En ellos, y en el resto de su discografía, ya nos<br />

daban muestras de su inquietud, pero nunca<br />

imaginamos que escuchando uno de sus discos<br />

nos vendrían a la mente Violent Femmes o<br />

los Stones de Exile On Main Street (72). Una<br />

genialidad. —eduardo izquierdo<br />

Ozuna<br />

Nibiru<br />

Aura Music/<br />

Sony Music<br />

8<br />

REGGAETON / Ozuna ha<br />

lanzado uno de los mejores<br />

trabajos del año. Nibiru es un<br />

álbum completo en el que el puertorriqueño<br />

da su mejor nivel a lo<br />

largo de dieciocho canciones que<br />

son reflejo del hegemónico momento<br />

del reggaeton en la música<br />

mundial y del relevante papel<br />

de Ozuna en este movimiento. En<br />

Nibiru, las colaboraciones encajan<br />

perfectamente al elevar un<br />

trabajo que combina el potencial<br />

comercial con la calidad musical;<br />

está lleno de canciones perfectamente<br />

compuestas, con producciones<br />

a cargo de algunos de<br />

los mejores de siempre (Mambo<br />

Kingz, Eliel, High Flow) y letras<br />

en las que explota los temas típicos<br />

del reggaeton sin sonar aburrido<br />

ni repetitivo, algo que está<br />

en la mano de muy pocos. Qué<br />

pena, Patek, Reggaeton en París o<br />

Yo tengo una gata son algunos de<br />

los grandes temas de Nibiru, un<br />

álbum imprescindible tanto para<br />

los fans del género como para<br />

quienes todavía tienen sospechas<br />

acerca del reggaeton.<br />

—luis m. maínez<br />

Lindemann<br />

F & M<br />

Universal<br />

Music<br />

Él Mató a un<br />

Policía<br />

Motorizado<br />

La otra<br />

dimensión<br />

El Segell<br />

Destroyer<br />

Have We Met<br />

Merge/<br />

Popstock!<br />

Magalí Saré<br />

& Sebastià<br />

Gris<br />

A Boy & A Girl<br />

Microscopi<br />

La Zowi<br />

Élite<br />

La Vendición<br />

Records<br />

METAL / El proyecto suecogermano<br />

Lindemann re-<br />

8<br />

gresa al mercado con su segundo<br />

trabajo F&M, sonidos metal industriales<br />

que beben del influjo<br />

directo de Rammstein, no en vano<br />

Till Lindemann es el líder de este<br />

dúo que se completa con Peter<br />

Tägtgren de Hypocrisy o Lock Up.<br />

En F&M vamos a descubrir trece<br />

cortes que rescatan la dinámica<br />

de su debut, Skills In Pills (15);<br />

sin embargo ahora el sabor a<br />

Rammstein se encuentra mucho<br />

más marcado en su estilo que antes.<br />

En esta ocasión No se coquetea<br />

tanto con otros estilos, centrándose<br />

en desarrollar un disco<br />

que hereda el peso y la potencia<br />

del conjunto seminal de Till<br />

Lindemann. No duda en jugar con<br />

paisajes sonoros épicos en Schlaf<br />

Ein, para pasar a los baños de metal<br />

ardiente que contiene Gummi<br />

u ofrecernos tonadas infalibles<br />

que enganchan de forma inmediata<br />

gracias a sus estribillos y<br />

a las medidas fluctuaciones de<br />

potencia, como Steh Auf, Ich Weiss<br />

Es Nicht o Frau & Mann.<br />

—fernando o. paíno<br />

7<br />

POP / La banda platense<br />

POP / Los seguidores de Dan<br />

POP / Del montón de lenguas<br />

incomprensibles<br />

8<br />

7<br />

presenta La otra dimensión,<br />

Bejar están de enhorabuena,<br />

un disco con dos nuevas<br />

canciones, “El perro” y “Buscando<br />

más allá”, junto a caras<br />

B de los singles de su anterior<br />

trabajo y versiones de temas ya<br />

conocidos. Bajo una óptica general,<br />

estamos antes un trabajo que<br />

continúa la línea discordante<br />

dibujada en La síntesis O’Konor<br />

(17), en donde el muro de sonido<br />

habitual de la banda dejó paso<br />

a otro tipo de estructuras, con<br />

especial énfasis en los sintetizadores<br />

y las percusiones. Un nuevo<br />

lenguaje que encontramos<br />

aún más acentuado en La otra<br />

dimensión. La versión de Las<br />

luces, junto a Anabella Cartolano<br />

de Las Ligas Menores, lo ejemplifica<br />

a la perfección, bajando<br />

las revoluciones de la original<br />

para conseguir un clima más<br />

pausado y etéreo. Sin necesidad<br />

de grandes pretensiones, este<br />

disco parece funcionar bastante<br />

bien como transición hacia una<br />

nueva etapa sin desviarse en<br />

exceso de La síntesis O’Konor.<br />

—manuel novo<br />

Have We Met, su nuevo disco<br />

bajo el nombre de Destroyer, es el<br />

acompañante perfecto para ken<br />

(17) y Kaputt (11), nuevamente influido<br />

por los sonidos más ochenteros,<br />

del Synth Pop al Sophistipop,<br />

pero con ese giro irónico en<br />

sus letras y su voz tan propio del<br />

colaborador de The New Pornographers.<br />

No era su plan inicial, y es<br />

que este disco comenzó con Bejar<br />

buscando un sonido más fuerte y<br />

abrasivo, antes de terminar convirtiéndose<br />

en una obra construida<br />

en capas, en la que lo primero<br />

es su voz y luego es arropado por<br />

la producción sintética de John<br />

Collins, con Nic Bragg actuando<br />

como su Phil Manzanera particular,<br />

poniendo los adornos con la<br />

guitarra. Al final una cacofonía<br />

de sonidos recuerda al oyente que<br />

esto no debería ser un disco pop,<br />

a pesar de contener esas maravillosas<br />

melodías que le salen con<br />

tanta facilidad. Pero Bejar disfruta<br />

dejando al personal desconcertado<br />

y con ganas de más. Prueba<br />

conseguida. —sergio ariza<br />

que suponen la música clásica y<br />

contemporánea para los profanos,<br />

Magalí Saré (voz) y Sebastià Gris<br />

(guitarra) han hecho un sólo idioma<br />

de fonemas pop. A Boy & A Girl<br />

es un disco de raíces de conservatorio,<br />

pero de vocación emocional,<br />

fruto del pasado trotamundos del<br />

dúo. Ambos han cursado estudios<br />

en el Liceu; Saré ha formado parte<br />

del Quartet Mèlt; y, no menos<br />

importante, ha participado de<br />

Estòmac (19) de Clara Peya. Las<br />

similitudes entre las catalanas se<br />

palpan: sus canciones se llenan<br />

y se vacían como lo hace la tripa<br />

de una gaita. El uso de la instrumentación,<br />

de furioso a sensible,<br />

no se entendería en el debut sin<br />

los anclajes electrónicos de David<br />

Soler y Santi Careta. Los productores<br />

se han vuelto a probar con<br />

en un largo que lleva la música<br />

popular –mallorquina, en este<br />

caso– a la vanguardia. Como con<br />

Maria Arnal y Marcel Bagés: músicas<br />

de antes que adquieren nueva<br />

relevancia en base a saturaciones.<br />

—yeray s. iborra<br />

TRAP / La Zowi ha vivido<br />

7<br />

en dos años una irrupción<br />

a la altura de lo más petón de La<br />

Vendición Records. Gracias, sobre<br />

todo, a “Ama de casa” (18). Y, claro,<br />

no ha escapado de las polémicas,<br />

que poco o nada tenían que ver<br />

con ella, sino con cómo se entendía<br />

–o se malinterpretaba– su<br />

obra. Pero, como pasa muchas<br />

veces, el problema lo tiene más<br />

el que escucha que el que habla.<br />

Porque La Zowi no para de explicarse.<br />

Hasta el punto que “Élite”,<br />

su segunda mixtape, es un recorrido<br />

por su ascenso en el sector,<br />

traducido a lenguaje trap (de<br />

fulana a boss) y con un fondo de<br />

alto empoderamiento femenino.<br />

En lo musical, sigue fiel a aquello<br />

que le ha hecho llamar la atención<br />

del público: reggaeton de<br />

bajos gordos y electrónica oscura<br />

y asfixiante. Aunque la base trap<br />

convive con caramelitos que<br />

empiezan a destilar suavidad y<br />

gusto por lo melódico: Full time,<br />

junto a Based Kash (808 Mafia),<br />

puede abrir nuevos horizontes.<br />

En el trap game lo tiene casi todo<br />

ganado. —yeray s. iborra<br />

#36 febrero <strong>2020</strong> mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro

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