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Colección <strong>Osteo</strong><strong>360</strong> <strong>20</strong><strong>20</strong> / 1, 2 y 3<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Novedades<br />
en patología<br />
osteomioarticular<br />
R e v i s t a<br />
R e v i s t a<br />
R e v i s t a
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
CARTA DEL EDITOR<br />
Para este año <strong>20</strong><strong>20</strong>, se desarrolló el proyecto editorial “OSTEO <strong>360</strong>”, como una iniciativa<br />
que intenta reducir la brecha entre la evidencia científica y la práctica médica en el manejo<br />
de pacientes con patologías osteomioarticulares en Latinoamérica.<br />
En cada edición se exponen resúmenes y análisis de artículos científicos publicados en las<br />
revistas de mayor impacto del acervo de la Reumatología mundial. En aras de brindar una<br />
mirada lo más actualizada posible respecto a revisiones, estudios clínicos y metanálisis de<br />
esta especialidad, se creó esta colección en la que se compendia el material publicado en<br />
cada una de las tres revistas del año.<br />
Desde el interesante hallazgo de la protección cardiovascular que está demostrando tener<br />
Glucosamina-condroitin, publicado en British Medical Journal (BMJ) de mayo <strong>20</strong>19, hasta<br />
la identificación de fenotipos de la <strong>Osteo</strong>artritis (OA), pasando por la posibilidad de que la<br />
osteoartritis sea un desorden evolutivo del ser humano, en las tres revistas se presentan<br />
análisis útiles para la actualización médica y que pueden servir como herramientas para la<br />
toma de decisiones en la práctica clínica diaria.<br />
El comité de OSTEO<strong>360</strong> se siente comprometido con los reumatólogos latinoamericanos,<br />
espera que esta iniciativa sea de utilidad y que repercuta directamente en la atención del<br />
paciente.<br />
Dra. Verónica Liendo-Ocando<br />
Especialista en Medicina Interna y Reumatología<br />
Editora de OSTEO<strong>360</strong>
Glucosamina<br />
en prevención<br />
del riesgo<br />
cardiovascular<br />
ARTICULO DESTACADO<br />
Asociación del uso habitual de la Glucosamina con el riesgo de enfermedad<br />
cardiovascular: Estudio prospectivo en UK Biobank<br />
Ma H, Li Xiang, Sun Dianjianyi, Zhou Tao, Ley Sylvia H, Gustat Jeanette et al. Association of habitual<br />
glucosamine use with risk of cardiovascular disease: prospective study in UK Biobank. BMJ <strong>20</strong>19;365:l1628<br />
http://dx.doi.org/10.1136/bmj.l1628<br />
RESUMEN<br />
En vista de evidencias recientes que han<br />
reportado una asociación entre el uso habitual de<br />
Glucosamina y la prevención del riesgo<br />
cardiovascular, Ma y colaboradores realizaron un<br />
estudio prospectivo sobre este tema. Incluyeron<br />
a 466.039 participantes sin Enfermedad<br />
Cardiovascular (ECV) al inicio, extraídos de la base<br />
de datos UK Biobank, quienes completaron un<br />
cuestionario sobre uso de suplementos que<br />
incluía Glucosamina y fueron seguidos por 7 años<br />
(<strong>20</strong>10-<strong>20</strong>16). El punto final primario fue la<br />
incidencia de ECV, Enfermedad Cardiaca<br />
Coronaria (ECC) y Accidentes Cerebro<br />
Vasculares (ACV).<br />
Durante el seguimiento, hubo 10.<strong>20</strong>4 eventos<br />
cardiovasculares, 3.060 muertes por ECV, 5.745<br />
eventos de ECC y 3.263 ACV. Luego del ajuste<br />
por edad, sexo índice de masa corporal, raza,<br />
factores de estilo de vida, hábitos de<br />
alimentación, uso de drogas y uso de otros<br />
suplementos; el uso de Glucosamina fue<br />
asociado con un significativo bajo riesgo de<br />
eventos cardiovasculares totales (cociente de<br />
riesgo o hazard ratio 0,85, 95 % intervalo de<br />
confianza 0,80 a 0,90), muerte por ECV (0,78,<br />
0,70 a 0,87), enfermedad cardiaca coronaria<br />
(0,82, 0,76 a 0,88) y ACV (0,91, 0,83 a 1,00).<br />
Los autores concluyeron que el uso de<br />
suplementos de Glucosamina para el alivio del<br />
dolor por <strong>Osteo</strong>artritis también se relacionó con<br />
disminución de riesgo de eventos ECV.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
La Glucosamina es ampliamente utilizada a nivel<br />
mundial para el tratamiento de la <strong>Osteo</strong>artritis y el dolor<br />
articular. En la mayoría de los países de Europa se<br />
vende con prescripción, pero en Estados Unidos y<br />
Australia es un suplemento de libre venta;<br />
aproximadamente un <strong>20</strong> % de los adultos lo consume<br />
1,2<br />
a diario.<br />
Estudios emergentes han expuesto nuevos<br />
conocimientos que relacionan el uso habitual de<br />
Glucosamina con efectos sobre la ECV y reducción<br />
3 , 4<br />
de mortalidad. Estudios en animales han<br />
relacionado la Glucosamina con un efecto benéfico<br />
asociado al aumento de la expectativa de vida, similar<br />
al obtenido con la dieta baja en carbohidratos. Otras<br />
investigaciones han reportado que las propiedades<br />
antinflamatorias de la Glucosamina pudiesen tener un<br />
5-9<br />
rol preventivo en el desarrollo de la aterosclerosis.<br />
RESULTADOS<br />
En este estudio prospectivo de cohorte, Ma y<br />
colaboradores evaluaron la asociación entre el uso<br />
habitual de suplementos de Glucosamina y el riesgo<br />
de eventos por ECV (muerte por ECV, Enfermedad<br />
Cardiaca Coronaria (ECC) y Accidente Cerebro<br />
Vascular ACV) en 466.039 adultos, entre 40 y 69 años<br />
de edad, de la base de datos UK Biobank. También<br />
analizaron el potencial efecto modificador de otros<br />
factores conocidos de riesgo para ECV.<br />
Aplicaron un cuestionario sobre el uso de<br />
Novedades en patología osteomioarticular
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
06<br />
suplementos que incluía la Glucosamina, que también<br />
permitía investigar potenciales variables de confusión<br />
como: edad, sexo, raza, tareas domésticas,<br />
tabaquismo y consumo de alcohol; autoreporte de<br />
diabetes y niveles elevados de colesterol;<br />
tratamientos para niveles elevados de colesterol,<br />
h i p e r t e n s i ó n a r t e r i a l , d i a b e t e s ; a s p i r i n a ,<br />
Antiinflamatorios No Esteroideos (AINES), y dieta<br />
(consumo de carnes rojas, vegetales, frutas, pescado<br />
y cereales). Los autores asignaron a los pacientes una<br />
puntuación de dieta saludable, midieron los niveles de<br />
sodio en orina y clasificaron a los participantes en dos<br />
grupos de acuerdo a el nivel de actividad física (150 min/sem). También calcularon la puntuación<br />
de riesgo genético para ECV (3,06 a 6,54) y para ACV<br />
(0,52 a 3,43), donde puntuaciones elevadas<br />
indicaron alta predisposición genética.<br />
Los desenlaces primarios de este estudio fueron<br />
eventos asociados a ECV (muerte, ECC y ACV) y los<br />
secundarios fueron eventos individuales de ECC<br />
(fatales o no) y ACV (fatales o no, isquémicos y<br />
hemorrágicos).<br />
El estudio reportó que un 19,3 % de la población<br />
recibía tratamiento con Glucosamina en la línea basal.<br />
Al compararla con quienes no utilizaban Glucosamina<br />
al inicio, se observó mayor expectativa de vida, una<br />
dieta más sana, menor consumo de alcohol y menor<br />
prevalencia de diabetes, aunque hubo mayor<br />
prevalencia de hipertensión arterial, artritis y colesterol<br />
elevado. También se determinó que más mujeres<br />
tenían prescripción de este medicamento.<br />
E n e l a n á l i s i s a j u s t a d o p o r e d a d , M a y<br />
colaboradores determinaron una asociación<br />
significativa e inversa entre el uso Glucosamina y<br />
el riesgo de eventos totales por ECV, muerte por<br />
ECV, ECC y ACV (todos con P < 0,001). Al analizar<br />
la relación entre el uso de Glucosamina y los<br />
subtipos de ECC y ACV: los usuarios de<br />
Glucosamina fueron asociados a un riesgo<br />
significativamente menor de ECC no fatal<br />
( c o c i e n t e d e<br />
riesgo 0,84, 95<br />
% inter valo de<br />
confianza 0,77 a<br />
0,91; P < 0,001)<br />
y E C C f a t a l<br />
( 0 , 7 0 , 0 , 5 9 a<br />
0,85; P < 0,001).<br />
Este grupo de<br />
p a c i e n t e s<br />
Tabla 1. Asociación entre del uso de suplementos de Glucosamina con el riesgo de eventos y muerte por ECV*<br />
Eventos o<br />
muerte x ECV<br />
Eventos ECV†<br />
Muerte x ECV<br />
ECC:<br />
ACV:<br />
No fatal<br />
Fatal<br />
No fatal<br />
Fatal<br />
Isquémico<br />
Hemorrágico<br />
No Usuarios<br />
8436 (2.2)<br />
2580 (0.7)<br />
48<strong>20</strong> (1.3)<br />
3823 (1.0)<br />
997 (0.3)<br />
2623 (0.7)<br />
2271 (0.6)<br />
352 (0.1)<br />
1833 (0.5)<br />
696 (0.2)<br />
Glucosamina<br />
Usuarios<br />
1768 (2.0)<br />
480 (0.5)<br />
925 (1.0)<br />
776 (0.9)<br />
149 (0.2)<br />
640 (0.7)<br />
555 (0.6)<br />
85 (0.1)<br />
441 (0.5)<br />
175 (0.2)<br />
Cociente de riesgos<br />
ajuntado por edad<br />
(IC 95%)<br />
0.71 (0.68 a 0.75)<br />
0.61 (0.55 a 0.67)<br />
0.66 (0.62 a 0.71)<br />
0.71 (0.66 a 0.77)<br />
0.50 (0.42 a 0.59)<br />
0.82 (0.75 a 0.90)<br />
0.83 (0.75 a 0.91)<br />
0.79 (0.62 a 1.00)<br />
0.79 (0.71 a 0.88)<br />
0.89 (0.75 a 1.05)<br />
Valor P<br />
estudio australiano que incluyó 266.844 individuos y<br />
el estudio VITAL que demostró que el uso de<br />
Glucosamina se asociaba significativamente con la<br />
3,10<br />
reducción de un 18 % del riesgo de mortalidad total.<br />
El uso habitual de Glucosamina en este estudio puede<br />
ser un marcador de un estilo de vida saludable.<br />
Plausibilidad biológica<br />
Efecto antinflamatorio de la Glucosamina<br />
Hicieron referencia al estudio de Kantor et al, que en<br />
<strong>20</strong>12 reportó una asociación entre el uso regular de<br />
Glucosamina y la disminución significativa de la<br />
concentración de la Proteína C Reactiva (PCR),<br />
11<br />
conocido marcador de inflamación sistémica.<br />
Efecto similar a la dieta baja en carbohidratos<br />
de la Glucosamina<br />
Observaron que en estudios epidemiológicos, las<br />
dietas bajas en carbohidratos se han relacionado con<br />
de dietas tiene un efecto protector contra el desarrollo<br />
12-<strong>20</strong><br />
de ECV.<br />
Glucosamina y hábito tabáquico<br />
En este estudio prospectivo se observó una<br />
interacción consistente<br />
e n t r e e l u s o d e<br />
Glucosamina y el hábito<br />
tabáquico. Los fumadores<br />
activos presentaron una<br />
asociación inversa más<br />
Existe una asociación<br />
inversa y significativa entre<br />
el uso de Glucosamina y la<br />
reducción del riesgo de<br />
ECV en fumadores<br />
fuerte entre el uso de<br />
G l u c o s a m i n a y l o s<br />
desenlaces ECV (37 % de<br />
reducción del riesgo de<br />
ECC), en comparación con<br />
quienes habían fumado en el pasado (12%) o no lo<br />
habían hecho nunca (18%); sin embargo, los<br />
fumadores tienen mayores niveles de inflamación y<br />
21<br />
mayor riesgo de ECV que los no fumadores. Se ha<br />
planteado la hipótesis de que los agentes<br />
antinflamatorios pueden ser más efectivos en<br />
participantes con mayores niveles de estrés<br />
inflamatorio; esta explicación, hace de la interacción<br />
entre el uso de Glucosamina y el hábito tabáquico<br />
21,22<br />
biológicamente posible.<br />
Fortalezas y limitaciones<br />
El gran tamaño de la muestra y la abundante<br />
información sobre estilo de vida, dieta y otras<br />
covariables, constituyen fortalezas que permitieron<br />
conducir los análisis de sensibilidad y de subgrupos.<br />
l a r e d u c c i ó n d e l r i e s g o c a r d i o v a s c u l a r e<br />
investigaciones recientes han reportado que este tipo<br />
Entre las limitaciones está que la base de datos UK<br />
Biobank no recoge información detallada sobre el uso<br />
de Glucosamina en cuanto a tipo, dosis y duración del<br />
uso, ni de los efectos adversos asociados a este<br />
medicamento, por lo cual fue difícil apreciar la<br />
asociación con varios tipos de Glucosamina y riesgo<br />
de ECV; sin embargo, la mayoría de los productos<br />
disponibles en el mercado contienen Glucosamina<br />
sulfato. Por último, es difícil separar los efectos de un<br />
estilo de vida saludable del uso habitual de<br />
suplementos en un estudio observacional.<br />
CONCLUSIÓN<br />
El uso regular de suplementos de Glucosamina para aliviar el dolor por <strong>Osteo</strong>artritis puede estar<br />
relacionado también con la disminución del riesgo de eventos por ECV. Es necesaria la realización de<br />
ensayos clínicos a futuro.<br />
OSTEO<br />
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Novedades en patología osteomioarticular<br />
07
REFERENCIAS<br />
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OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
08<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Condroitin<br />
Sulfato<br />
una alternativa eficaz y segura para<br />
<strong>Osteo</strong>artritis de rodilla<br />
Reginster J-Y, Dudler J, Blicharski T,et al. Pharmaceutical-grade Chondroitin sulfate is as effective as celecoxib<br />
and superior to placebo in symptomatic knee osteoarthritis: the Chondroitin versus Celecoxib versus Placebo<br />
Trial (CONCEPT). Ann Rheum Dis <strong>20</strong>17;76:1537– 1543<br />
Resumen y análisis del estudio CONCEPT<br />
RESUMEN<br />
Los autores realizaron un estudio prospectivo, al<br />
azar, doble ciego, doble simulación, controlado<br />
contra placebo y celecoxib, para determinar si<br />
Condroitin Sulfato (CS) de grado-farmacéutico<br />
800 mg/día es consistente con los lineamientos<br />
de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA)<br />
para el manejo de la <strong>Osteo</strong>artritis (OA).<br />
placebo (-3,7) (p=0,023 para CS y p=0,015<br />
para celecoxib), sin diferencias observadas<br />
entre los grupos CS y celecoxib. En cuanto a los<br />
puntos secundarios (MMCI y ESAP) a los 182<br />
días, hubo una mejoría significativa en ambos<br />
grupos. Todos los tratamientos mostraron un<br />
excelente perfil de seguridad.<br />
Puntos finales primarios: cambios en dolor<br />
por Escala Visual Análoga (EVA) y en el índice de<br />
Lequesne (IL)<br />
Puntos finales secundarios: Mínima Mejoría<br />
Clínicamente Importante (MMCI) y Estado de los<br />
Síntomas Aceptable para el Paciente (ESAP).<br />
Incluyeron 604 pacientes con OA de rodilla de<br />
acuerdo los criterios del Colegio Americano de<br />
Reumatología (ACR –siglas en inglés-), seguidos<br />
por 182 días.<br />
RESULTADOS<br />
Tanto CS como celecoxib mostraron mayor<br />
reducción del dolor y en el IL que placebo. En la<br />
población por Intención de Tratar (ITT) las<br />
reducciones de EVA a los 182 días de los<br />
grupos en CS (-42,6 mm) y en celecoxib (-39,5<br />
mm) fueron significativamente mayores que en<br />
el grupo placebo (-33,3 mm) (p=0,001 para CS<br />
y p=0,009 para celecoxib), mientras que no<br />
hubo diferencia entre CS y celecoxib. Una<br />
tendencia similar fue observada para IL, con una<br />
reducción de esta medida de 4,7 en el grupo de<br />
CS y de 4,6 en el grupo en celecoxib, ambos<br />
significativamente mayores que en el grupo<br />
CONCLUSIÓN<br />
Una dosis de 800 mg/día de CS de grado<br />
farmacéutico es superior a placebo y similar a<br />
celecoxib en reducir el dolor y mejorar la<br />
función por más de 6 meses en pacientes<br />
con OA sintomática de rodilla.<br />
Basados en que el tratamiento médico de la OA de<br />
rodilla incluye modalidades farmacológicas y no<br />
farmacológicas y en que numerosas sociedades<br />
científicas han producido recomendaciones para el<br />
manejo no quirúrgico de la OA de rodilla, Reginster y<br />
colaboradores diseñaron el estudio CONCEPT, con el<br />
objetivo de demostrar que CS de grado-farmacéutico<br />
es efectivo y seguro en el manejo de la OA<br />
sintomática de rodilla, según los lineamientos de la<br />
EMA.<br />
Al revisar las guías basadas en evidencias de los<br />
diferentes comités internacionales, los autores<br />
observaron que aunque hay heterogeneidad en los<br />
planteamientos de los paneles de expertos y<br />
diferencias geográficas en la disponibilidad de<br />
diferentes fármacos, existe consenso general de que<br />
los analgésicos, incluyendo paracetamol y<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
09
Antiinflamatorios No Esteroideos (AINES), han<br />
demostrado un perfil riesgo/beneficio positivo<br />
cuando se usan para tratar los síntomas de la OA de<br />
rodilla.<br />
Parámetros básicos recomendados por las<br />
Guías EMA para diseñar un estudio<br />
3<br />
estandarizado de eficacia de SySADOA.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
10<br />
Encontraron que las guías clínicas recientes<br />
recomiendan una terapia de mantenimiento con<br />
medicamentos de acción lenta que alivian los síntomas<br />
de la OA, conocidos por sus siglas en inglés como<br />
SySADOA, los cuales ofrecen un alto grado de<br />
seguridad y tolerabilidad. La más alta calidad de<br />
evidencia proviene de las formulaciones patentadas de<br />
Condroitin Sulfato (CS) y Glucosamina Sulfato (GS).<br />
Observaron que ensayos clínicos bien conducidos<br />
reportan que CS de grado-farmacéutico ha mostrado<br />
mejoría del dolor y función, y/o retardo de la<br />
progresión del daño estructural en OA de rodilla, lo<br />
cual no se ha confirmado en formulaciones de venta<br />
l i b r e . E l o r i g e n d e<br />
inconsistencias respecto a los<br />
SySADOA en OA de rodilla<br />
está en el diseño de los<br />
estudios, de allí que la EMA<br />
produjera Guías para la<br />
Investigación Clínica de<br />
productos medicinales usados<br />
para el tratamiento de la OA.<br />
El grupo Cochrane en una<br />
reciente revisión sistemática<br />
concluye que CS, solo o en<br />
combinación con GS, es mejor<br />
que placebo en aliviar el dolor<br />
e n p a c i e n t e s c o n O A<br />
participantes en estudios de<br />
corto tiempo, y que reporta<br />
menos riesgo de eventos<br />
a d v e r s o s s e r i o s e n<br />
comparación con los grupos<br />
2<br />
control.<br />
Ll (Media ajustada ± SE)<br />
El estudio CONCEPT fue realizado con pacientes<br />
ambulatorios, mayores de 50 años con OA primaria<br />
de rodilla de compartimiento femorotibial medial o<br />
lateral, diagnosticada según los criterios clínicos y<br />
radiológicos del ACR. El blanco terapéutico fue la<br />
articulación más sintomática (con una puntuación de<br />
al menos 50 mm en una EVA de 0 a 100 mm), durante<br />
al menos 3 meses antes de iniciar el estudio. Los dos<br />
puntos finales primarios fueron predefinidos según las<br />
guías EMA: apreciación de dolor e Índice Lequesne<br />
(IL).<br />
12<br />
11<br />
10<br />
9<br />
8<br />
7<br />
6<br />
Duración mínima de 6 meses<br />
Incluir 3 ramas: SySADOA, placebo y un<br />
comparador activo (ej. AINES oral)<br />
Evaluar como puntos finales primarios:<br />
dolor y función<br />
En CONCEPT, 199 pacientes recibieron CS, 199<br />
pacientes recibieron celecoxib y <strong>20</strong>5 recibieron<br />
placebo. Los abandonos fueron similares en los tres<br />
grupos. En este estudio se utilizó celecoxib como<br />
comparador activo, un AINES que ha mostrado un<br />
mayor efecto clínico que el acetaminofén en el alivio<br />
4<br />
de los síntomas de OA de rodilla.<br />
El análisis por ITT reveló una mejoría significativa en los<br />
tres grupos comparando la línea basal, a los 30, 91 y<br />
182 días (todos con una p < 0,001). Los grupos CS y<br />
celecoxib mostraron una reducción del dolor<br />
estadísticamente mayor que el grupo placebo,<br />
después de los 6 meses, sin diferencia significativa<br />
entre los grupos activos. En la puntuación IL en ITT<br />
también hubo una mejoría en los tres grupos en<br />
comparación con la línea basal, sin embargo, a los 91<br />
y 182 días los grupos activos indujeron una reducción<br />
significativamente mayor que placebo, mientras que<br />
no hubo diferencia entre CS y celecoxib (Figura 1). Los<br />
CS<br />
Celecoxib<br />
Placebo<br />
0 1 2 3 4 5 6<br />
Meses<br />
Comparación CS vs Placebo: valor p de modelo mixto<br />
Comparación de celecoxib vs placebo: valor p del modelo mixto<br />
Modelo mixto p-valor
grupos activos obtuvieron mayor número de<br />
respondedores en comparación con placebo, sin<br />
diferencia entre ellos.<br />
Al final del estudio (182 días) más pacientes y médicos<br />
apreciaron la respuesta como excelente o buena en<br />
los grupos activos en comparación con placebo. El<br />
cumplimiento terapéutico fue del 95 %, lo que<br />
demuestra una excelente adherencia y ausencia de<br />
diferencias entre grupos. En cuanto a los efectos<br />
adversos no hubo diferencias entre los tres grupos. El<br />
dolor abdominal/dispepsia fue el efecto adverso<br />
reportado más frecuente (2,5% en CS, 4,5% en<br />
celecoxib y 2,9 % en el grupo placebo).<br />
CONCEPT es el primer estudio que evidencia el<br />
efecto terapéutico beneficioso y duradero de<br />
un SYSADOA, en un ensayo clínico de OA de<br />
rodilla, alineado completamente con las guías<br />
actuales de EMA.<br />
Se observó que CS es superior a placebo y similar a<br />
celecoxib. Todos los grupos reportaron una mejoría<br />
estadísticamente significativa en dolor y función desde<br />
los 30 días y este efecto se mantuvo a lo largo de todo el<br />
estudio. Sin embargo, los grupos activos con CS y celecoxib<br />
mostraron una reducción significativamente<br />
mayor en dolor y una mejoría mayor en función (IL) que el<br />
grupo placebo luego de 6 y 3 meses respectivamente<br />
(Figura 1).<br />
Un grupo de académicos científicos y reguladores<br />
recientemente publicaron un consenso en el cual<br />
sugieren que:<br />
Al menos 5 mm de diferencia en una EVA de 100<br />
mm entre los grupos placebo y activo<br />
c o n s t i t u y e e l u m b r a l p a r a u n e f e c t o<br />
3<br />
clínicamente relevante de un SYSADOA.<br />
En este estudio, la diferencia en reducción del dolor<br />
entre CS y placebo fue de 8,2 mm después de los 6<br />
meses.<br />
El Tamaño del Efecto (TE) menor o igual a 0,2 es<br />
considerado como pequeño; entre 0,2 y 0,5 es<br />
3<br />
definido como medio.<br />
La mejoría del dolor y función observada en el grupo CS<br />
corresponde a un TE de 0,35 para dolor y 0,27 para IL,<br />
mientras que TE en celecoxib fue 0,27 para dolor y 0,30<br />
para IL.<br />
En la discusión, Regirster y colaboradores indicaron que<br />
un TE de 0,35 con CS para dolor es consistente con<br />
valores previamente reportados para GS y CS de<br />
grado-farmacéutico, lo cual es comparable con el<br />
reportado para los AINES y 2 veces mayor que el<br />
observado para acetaminofén (0,14) en OA de rodilla.<br />
En adición al robusto perfil de eficacia de CS,<br />
comparable con AINES, también exhibió un perfil de<br />
seguridad similar a placebo, tanto en este como en<br />
otros estudios. Esta combinación justifica la<br />
incorporación de los SySADOA, como CS de gradofarmacéutico<br />
en primera línea de tratamiento en OA de<br />
rodilla.<br />
REFERENCIAS<br />
1. Reginster J-Y, Dudler J, Blicharski T,et al.Pharmaceutical-grade Chondroitin sulfate is as effective as celecoxib and superior to placebo in symptomatic knee<br />
osteoarthritis: the ChONdroitin versus CElecoxib versus Placebo Trial (CONCEPT). Ann Rheum Dis <strong>20</strong>17;76:1537–1543.<br />
2. Singh JA, Noorbaloochi S, MacDonald R, et al. Chondroitin for osteoarthritis. CochraneDatabase Syst Rev <strong>20</strong>15;1:CD005614.<br />
3. Reginster JY, Reiter-Niesert S, Bruyère O, et al. Recommendations for an update of the <strong>20</strong>10 European regulatory guideline on clinical investigation of medicinal<br />
products used in the treatment of osteoarthritis and reflections about related clinically relevant outcomes: expert consensus statement. <strong>Osteo</strong>arthritis<br />
Cartilage<strong>20</strong>15;23:<strong>20</strong>86–93.<br />
4. Herrero-Beaumont G, Ivorra JA, Del Carmen Trabado M, et al. Glucosamine sulfate in the treatment of knee osteoarthritis symptoms: a randomized, double-blind,<br />
placebo-controlled study using acetaminophen as a side comparator. Arthritis Rheum <strong>20</strong>07;56:555–67.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
11
El Ácido<br />
Hialurónico<br />
Intra-articular<br />
retarda la cirugía de Reemplazo Total de Rodilla<br />
Dasa V, Lim S, Heeckt P. Real-World Evidence for Safety and Effectiveness of Repeated Courses of Hyaluronic<br />
Acid Injections on the Time to Knee Replacement Surgery. Am J Orthop. <strong>20</strong>18; 47(7).<br />
Resumen y análisis<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
12<br />
RESUMEN<br />
El Reemplazo Total de Rodilla (RTR) es un<br />
tratamiento efectivo y definitivo para la OA de<br />
rodilla, sin embargo, es un procedimiento invasivo<br />
y con riesgo potencial de serias complicaciones, e<br />
implica elevados costos.<br />
Se han evaluado terapias alternativas de bajo<br />
riesgo para retardar u omitir el RTR, especialmente<br />
en pacientes de alto riesgo para cirugía o aquellos<br />
que desean evitar el procedimiento, entre las<br />
cuales está el Ácido Hialurónico (AH) Intra-Articular<br />
(IA), que ha demostrado ser seguro y efectivo para<br />
aliviar el dolor y mejorar la función en estudios<br />
clínicos controlados doble ciego, aleatorizados,<br />
así como en un meta-análisis del año <strong>20</strong>15 que<br />
comparó varias intervenciones farmacológicas<br />
1,2<br />
para OA de rodilla.<br />
Los tratamientos IA han reportado mayor<br />
efectividad que los orales en el manejo del dolor<br />
por OA de rodilla. Las inyecciones de AH IA han<br />
demostrado la mayor disminución del dolor, lo<br />
que puede deberse al procedimiento con la aguja<br />
y a la aspiración. Estudios sugieren que el AH IA<br />
puede proveer protección al cartílago, reducir la<br />
inflamación y mejorar la viscosidad del líquido<br />
sinovial, además puede ejercer su efecto<br />
terapéutico por inhibición de la formación de<br />
3,4,5<br />
hueso en pacientes con OA.<br />
El AH IA tiene el potencial de retardar o evitar el<br />
RTR. Una revisión de series de casos de<br />
pacientes de ortopedistas, realizada por Waddell y<br />
Bricker (<strong>20</strong>07), reportó que el uso de AH IA en<br />
p a c i e n t e s c o n O A g r a d o I V r e t a r d a<br />
6<br />
sustancialmente la necesidad de RTR.<br />
Dasa y colaboradores analizaron cómo múltiples<br />
cursos de AH IA retardan la necesidad de RTR en<br />
pacientes con OA del mundo real de Estados Unidos,<br />
pero con un enfoque distinto, ya que iniciaron con una<br />
muestra de pacientes con OA de rodilla que recibieron<br />
AH IA y luego evaluaron el efecto de los cursos<br />
repetidos de tratamiento AH en el retraso de RTR, sin<br />
que la indicación de RTR fuera criterio para su<br />
inclusión en el estudio. Incluyeron todos los pacientes<br />
con OA de rodilla dentro del intervalo de tiempo,<br />
independientemente de la necesidad de RTR en<br />
comparación con estudios previos que solo<br />
consideraron pacientes que finalmente recibieron<br />
RTR.<br />
Es un estudio obser vacional, de cohorte,<br />
retrospectivo a partir de la base de datos del IMS<br />
Health`s PharMetrics Plus Health Plan Claims.<br />
Identificaron los<br />
pacientes con OA<br />
d e r o d i l l a c o n<br />
indicación para<br />
i n i c i a r A H I A<br />
durante un periodo<br />
de 3 años. Los<br />
i n v e s t i g a d o r e s<br />
incluyeron todos<br />
l o s p r o d u c t o s<br />
Es un estudio observacional,<br />
de cohorte, retrospectivo a<br />
partir de la base de datos<br />
del IMS<br />
comercializados de AH en Estados Unidos, realizaron<br />
un seguimiento de 36 meses desde la inyección inicial<br />
de AH IA; definieron 5 cohortes de pacientes de<br />
acuerdo al número de cursos de AH IA.<br />
De los 50.386 pacientes que recibieron AH para el<br />
tratamiento de OA de rodilla, 36.260 (70 %) recibieron<br />
Novedades en patología osteomioarticular
un solo curso de tratamiento, 8.709 (17,3 %) 2<br />
cursos, 3.179 (6,3 %) 3 cursos, 1.354 (2,7 %) 4<br />
cursos y 887 (1,8 %) recibieron 5 o más de cursos de<br />
tratamiento.<br />
RTR a los 3 años luego de iniciado el tratamiento, lo<br />
cual se evidencia en la curva de sobrevida de Kaplan-<br />
Meier del tiempo a RTR de las diferentes cohortes.<br />
(Figura 1)<br />
El análisis de las cohortes mostró que a mayor número<br />
de cursos de tratamiento menor proporción de<br />
pacientes recibía un RTR después de los 3 años del<br />
inicio del tratamiento. Con el aumento del número de<br />
Pacientes sin RTR (%)<br />
100%<br />
90%<br />
80%<br />
70%<br />
Cohortes<br />
HA 1 Curso<br />
HA 2 Cursos<br />
HA 3 Cursos<br />
HA 4 Cursos<br />
HA ³5 Cursos<br />
0 90 180 270 <strong>360</strong> 450 540 630 7<strong>20</strong> 810 900 990 1080<br />
Tiempo al RTR (Días)<br />
Al analizar otras covariables Dasa y colaboradores<br />
encontraron que ser anciano, haber recibido<br />
esteroides antes de ser seleccionado, ser tratado por<br />
un cirujano ortopedista o por un médico (médico de<br />
atención primaria, reumatólogo o<br />
fisiatra), tener hipertensión arterial o<br />
hiperlipidemia y un alto índice de<br />
costos por salud, se asocian con<br />
incremento del riesgo de RTR<br />
(todos con p < 0,0001); la<br />
enfermedad vascular y el Índice de<br />
Comorbilidad de Charlson fueron<br />
asociados a una disminución del<br />
riesgo de RTR (p < 0,0001).<br />
En este estudio se demostró que<br />
múltiples cursos de AH IA en<br />
pacientes con OA de rodilla<br />
reducen el riesgo de necesitar<br />
RTR, así como de reemplazo<br />
parcial de rodilla en los siguientes 3<br />
a ñ o s , l o c u a l e s d o s i s<br />
dependiente.<br />
Curva de Sobrevida Kaplan-Meier del tiempo a un RTR para diferentes cohortes de<br />
pacientes que recibieron AH IA. Porcentajes de pacientes quienes no han experimentado<br />
cirugía de RTR durante 3 años de seguimiento.<br />
Figura 1<br />
los cursos de tratamiento la proporción de pacientes<br />
con RTR consistentemente disminuyó de 28,4 %<br />
(para 1 curso de AH) a 0,8 % (para 5 o más cursos AH);<br />
todas las diferencias fueron estadísticamente<br />
significativas (p < 0,0001).<br />
En el grupo de pacientes que requiró RTR dentro de<br />
los 3 años de seguimiento, el aumento del número de<br />
cursos recibidos se correlacionó con un incremento<br />
del tiempo para llegar al RTR; quienes recibieron un<br />
curso de AH tuvieron una media de 375,6 días y los<br />
pacientes con cinco o más cursos llegaron a 971,5<br />
días para requerir el RTR, lo cual es una diferencia<br />
estadísticamente significativa con una p < 0,0001. El<br />
evento adverso más comúnmente registrado en este<br />
estudio fue artralgia/dolor articular.<br />
Los autores observaron que los cursos sucesivos de<br />
AH resultaron en una alta proporción de pacientes sin<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
Estos hallazgos contrarrestan el<br />
aserto de que todo paciente con<br />
OA de rodilla eventualmente progresará<br />
a un grado de discapacidad<br />
que hará inevitable el RTR.<br />
También se ha demostrado que<br />
pacientes con estados radiológicos severos de OA de<br />
6<br />
rodilla mejoran los síntomas con AH IA.<br />
La obesidad y la edad son los factores de<br />
riesgo más comunes para progresión de OA<br />
y requerir un RTR<br />
Es más probable que los ortopedistas<br />
recomienden cirugía<br />
El uso de corticoesteroides y los costos de<br />
salud pueden asociarse a mayor severidad<br />
de los síntomas de OA de rodilla<br />
Pacientes con enfermedad vascular y severas<br />
comorbilidades son candidatos de alto riesgo<br />
para cirugías electivas como la RTR<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
13
CONCLUSIÓN<br />
Dasa y colaboradores concluyeron que cursos repetidos de AH son seguros y asociados con el<br />
retardo de RTR por más de 3 años en pacientes con OA de rodilla, tomados de una base de datos<br />
del mundo real.<br />
REFERENCIAS<br />
1. Strand V, McIntyre LF, Beach WR, Miller LE, Block JE. Safety and efficacy of US-approved viscosupplements for knee osteoarthritis: a systematic review and metaanalysis<br />
of randomized, saline controlled trials. J Pain Res. <strong>20</strong>15;8:217-228.<br />
2. Bannuru RR, Schmid CH, Kent DM, Vaysbrott EE, Wong JB, McAlindon TE. Comparative effectiveness of pharmacologic interventions for knee osteoarthritis: a<br />
systematic review and network meta-analysis. Ann Intern Med. <strong>20</strong>15;162(1):46-54.<br />
3. Kusayama Y, Akamatsu Y, Kumagai K, Kobayashi H, Aratake M, Saito T. Changes in synovial fluid biomarkers and clinical efficacy of intra-articular injections of<br />
hyaluronic acid for patients with knee osteoarthritis. J Exp Orthop. <strong>20</strong>14;1(1):16<br />
4. Kaneko K, Higuchi C, Kunugiza Y, et al. Hyaluronan inhibits BMP-induced osteoblast differentiation. FEBS Lett. <strong>20</strong>15;589(4):447-454.<br />
5. Altman RD, Manjoo A, Fierlinger A, Niazi F, Nicholls M. The mechanism of action for hyaluronic acid treatment in the osteoarthritic knee: a systematic review. BMC<br />
Musculoskelet Disord. <strong>20</strong>15;16:321.<br />
6. Waddell DD, Bricker DC. Total knee replacement delayed with hylan G-F <strong>20</strong> use in patients with grade IV osteoarthritis. J Manag Care Pharm. <strong>20</strong>07;13(2):113-121.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
14<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Brecha entre la evidencia y<br />
la práctica en el manejo de<br />
pacientes con osteoartritis<br />
“Movilizándonos de lo que sabemos a lo que hacemos”<br />
Infografía: Dra. Verónica Liendo<br />
Dziedzic KS and Allen KD. Challenges and controversies of complex<br />
interventions in osteoarthritis management: recognizing inappropriate<br />
and discordant care. Rheumatology <strong>20</strong>18;57:iv88-iv98.<br />
Sistema<br />
Pacientes<br />
Enfermedad<br />
Registrar diagnóstico en la historia<br />
Diagnóstico clínico más que radiológico<br />
Foco en el diagnóstico y tratamiento<br />
monoarticular<br />
Comorbilidades<br />
Impacto del lenguaje<br />
Información<br />
Respuesta a las necesidades<br />
del paciente<br />
Buen acceso al seguimiento<br />
Plataformas digitales<br />
Guías de tratamiento<br />
Proveen:<br />
Orientación sobre qué terapia<br />
indicar<br />
Hacer y<br />
dar el<br />
diagnóstico<br />
Automanejo<br />
Algoritmo OA<br />
Ausencia de:<br />
- Comorbilidades<br />
No proveen:<br />
- Cuándo usar un tratamiento<br />
específico<br />
- Cómo y cuándo combinarlos<br />
- Momento óptimo para usarlo<br />
Ejercicio y<br />
actividad<br />
física<br />
Tratamiento<br />
- Aproximación por pasos<br />
- Reglas generales de<br />
decisión<br />
Mayor obstáculo<br />
la adherencia<br />
AINES<br />
Opioides<br />
Cirugía<br />
Médico<br />
1era línea<br />
analgésica<br />
Eficacia en<br />
dolor leve<br />
Rol de paracetamol<br />
AINES tópicos y paracetamol<br />
Efectos<br />
adversos<br />
Suspender<br />
si no<br />
hay eficacia<br />
Opioides<br />
Opioides potentes: mayor preocupación<br />
ABUSO ADICCIÓN<br />
Quirúrgico<br />
Beneficio<br />
mínimo en<br />
calidad de vida,<br />
dolor y función<br />
Beneficio<br />
marginal<br />
corto plazo vs<br />
impacto de Qx<br />
Artroscopia<br />
Falla en<br />
beneficios a<br />
largo plazo<br />
Anticipa<br />
Reemplazo<br />
Total de<br />
Articular (RTA)<br />
1 de cada<br />
3 pacientes<br />
con RTA<br />
lo juzga<br />
como<br />
inapropiado<br />
Reemplazo Total Articular (RTA)<br />
Criterios potenciales para RTA<br />
Evidencia<br />
de artritis<br />
en esa<br />
articulación<br />
Tener<br />
expectativas<br />
reales<br />
sobre Qx<br />
Impacto<br />
negativo en la<br />
calidad de vida<br />
por los síntomas<br />
Acuerdo pre Qx<br />
sobre riesgos y<br />
beneficios<br />
potenciales<br />
Haber recibido<br />
tratamiento no<br />
Qx adecuado<br />
Implante autólogo<br />
de condrocitos<br />
Cambios mínimos<br />
(defecto menor<br />
de 2 cm)<br />
No Qx previa<br />
¿Cómo estrechar<br />
la brecha?<br />
Reumatólogos:<br />
Sesiones de educación periódicas en Atención Primaria<br />
Llevar las terapias basadas en evidencia a situaciones clínicas desafiantes<br />
Consultas electrónicas (acceso a áreas rurales)<br />
Desarrollo de algoritmos y modelos de cuidados
Consenso<br />
PANLAR<br />
para el manejo<br />
de osteoartritis<br />
(OA) de rodilla<br />
PANLAR Consensus Recommendations for the Management in <strong>Osteo</strong>arthritis of Hand, Hip, and Knee. J Clin<br />
Rheumatol <strong>20</strong>16;22: 345–354.<br />
Este consenso deriva de una investigación realizada<br />
por el Grupo de Estudio sobre <strong>Osteo</strong>artritis (OA) de<br />
PANLAR, sobre las características demográficas y<br />
clínicas de 3.040 pacientes, que reportó diferencias<br />
significativas en el manejo y las necesidades de los<br />
1<br />
pacientes con OA en Latinoamérica . El consenso<br />
contó con la participación de especialistas en OA y<br />
pacientes de 18 países de esta región, y sus<br />
recomendaciones para el manejo de pacientes con<br />
OA de mano, rodilla y cadera están basadas en la<br />
mejor evidencia disponible sobre beneficio,<br />
seguridad y tolerabilidad de tratamientos no<br />
farmacológicos, farmacológicos y quirúrgicos. En<br />
esta oportunidad se exponen las recomendaciones<br />
asociadas con el manejo de pacientes con OA de<br />
rodilla.<br />
1. Reginato AM, Riera H, Vera M, Torres AR, Espinosa R, Esquivel JA, et al. <strong>Osteo</strong>arthritis in Latin America: study of demographic and clinical characteristics in 3040 patients. J Clin Rheumatol. <strong>20</strong>15;21:391–397.<br />
Recomendaciones y nivel de evidencia del tratamiento de OA de rodilla<br />
Nivel de<br />
Evidencia<br />
Tratamiento no farmacológico<br />
Información y educación en relación a las metas del tratamiento y de la importancia de los cambios<br />
de estilo de vida.<br />
IA<br />
Hidroterapia cuando el dolor es leve y no hay hinchazón o rigidez, en especial en ancianos.<br />
Termoterapia (calor y frío).<br />
Calor reduce dolor y rigidez antes de iniciar los ejercicios de flexión en pacientes con dolor moderado<br />
y persistente.<br />
IIaA<br />
IIaA<br />
IB<br />
Mecanoterapia, incluyendo un programa de ejercicios para flexibilidad, movilización y fortalecimiento,<br />
puede reducir dolor y mejorar rango de movimiento.<br />
Programa de ejercicios de flexibilidad, estiramiento y fortalecimiento.<br />
Caminatas diarias.<br />
Ejercicios aeróbicos se deben implementar gradual y progresivamente de acuerdo al nivel de<br />
entrenamiento de cada paciente a una frecuencia de tres o más veces por semana, un mínimo de <strong>20</strong> a<br />
30 minutos por sesión.<br />
Ejercicios de contracciones concéntricas de los músculos de la rodilla.<br />
IIbA<br />
IA<br />
IA<br />
IA<br />
IA<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Dispositivos de soporte: Plantillas y rodilleras.<br />
Dispositivos de asistencia de la marcha: Bastón, andadera o muletas. El bastón debe utilizarse en<br />
la mano contralateral y la altura debe adaptarse al nivel del trocánter mayor con el codo descansando en<br />
un Ángulo de 25 a 30 grados.<br />
Vendaje adhesivos.<br />
IIaA<br />
IIaB<br />
IIaB<br />
16<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Recomendaciones y nivel de evidencia del tratamiento de OA de rodilla (Continuación)<br />
Nivel de<br />
Evidencia<br />
Tratamiento farmacológico<br />
Acetaminofen/paracetamol se recomienda a dosis menores de 3 g/día para tratamiento del dolor<br />
leve. Puede ocurrir efecto gastrolesivo moderado y debe monitorizarse posible complicación hepática.<br />
Anti inflamatorios No Esteroideos (AINES) tales como diclofenac, ibuprofeno y naproxeno, y AINES selectivos<br />
que incluyen celecoxib y etoricoxib están indicados en dolor moderado, protección gástrica con inhibidores de<br />
bomba de protones cuando se requiera. Naproxeno es recomendado en pacientes con riesgo cardiovascular.<br />
AINES tópico se indica en pacientes con riesgo gastrointestinal, aunque la respuesta analgésica decrece<br />
después de un año de uso.<br />
Tramadol se indica en caso de dolor severo en sus diferentes formas de presentación.<br />
Capsaicina gel es efectiva para el dolor leve a moderado.<br />
Corticoesteroide intraarticular (guiado por ultrasónico) puede proveer rápido alivio del dolor.<br />
Corticoesteroide intraarticular en casos con inflamación.<br />
Corticosteroides a bajas dosis por vía oral por un máximo de 12 semanas puede ser considerado<br />
en pacientes mayores de 65 a<br />
IB<br />
IA<br />
IA<br />
IA<br />
IIB<br />
IIaB<br />
IIbB<br />
IIbC<br />
Condroitina Sulfato (CS) ha demostrado efecto benéfico sobre los síntomas y un perfil de seguridad alto.<br />
Se ha probado que su efecto persiste hasta 3 meses después de haber sido suspendida su administración.<br />
Recientes estudios proveen evidencia de que su uso retarda la progresión de la enfermedad.<br />
Combinación de CS y Glucosamina Sulfato (GS) está indicado en pacientes con dolor moderado a severo.<br />
Glucosamina Sulfato puede ser beneficioso para alivio del dolor y mejoría de la función.<br />
Ácido Hialurónico intraarticular de diferentes pesos moleculares.<br />
Ácido Hialurónico vía oral puede tener efecto benéfico, posiblemente mayor en pacientes jóvenes.<br />
Renalato de Estroncio podría ser beneficioso.<br />
Duloxetina podría ser útil.<br />
Plasma Rico en Plaquetas por inyección intraarticular podría ayudar a aliviar el dolor.<br />
IA<br />
IIaB<br />
IIbB<br />
IIbC<br />
IIbC<br />
IIbC<br />
Tratamiento quirúrgico<br />
Suplementos que contengan ácidos grasos omega-3 y omega-6, zinc y vitamina E pueden<br />
considerarse para disminuir dolor, rigidez y mejorar función y la necesidad de analgésicos.<br />
Aguacate y soya insaponificable podría ayudar a enlentecer progresión de daño.<br />
No hay beneficio asociado al uso de la Artroscopia en el tratamiento de OA de rodilla.<br />
En pacientes con ruptura parcial de meniscos, la meniscectomía parcial por medio de artroscopia<br />
puede ser beneficioso seguido por un programa de terapia física.<br />
IIbB<br />
IIbA<br />
IIIA<br />
IIaB<br />
Artroplastia total de rodilla puede indicarse debido a su notable efecto en dolor y rigidez y la mejoría<br />
obtenida en actividad física 6 meses después de la intervención. Una apropiada planificación preoperatoria<br />
es esencial para que puedan ser corregidas adecuadamente deformidades e inestabilidades a largo plazo.<br />
IIaB<br />
Nivel de evidencia: A: información de varios estudios clínicos aleatorizados o meta-análisis; B: información de un estudio<br />
clínico aleatorizado o estudios clínicos no aleatorizados; C: opinión de expertos, estudio de casos o cuidados estándares.<br />
Fuerza de la recomendación: I: Hay evidencia o acuerdo general de que el procedimiento o tratamiento es beneficioso,<br />
útil o efectivo: II: Evidencia conflictiva y/o opiniones diferentes acerca de la eficacia del procedimiento o tratamiento; IIa:<br />
Evidencia y/o acuerdo favorable sobre uso y eficacia; IIb: Uso y eficacia no ha sido establecida por evidencia u opinión; III:<br />
Condiciones para las cuales hay evidencia, acuerdo general o ambos, sobre que el proceder con ese tratamiento no es útil o<br />
efectivo y en algunos casos puede ser dañino.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
17
Actividad física<br />
como intervención<br />
en osteoartritis<br />
de rodilla<br />
indicada por médicos en atención<br />
primaria y reumatología<br />
Revisión narrativa, descriptiva y cualitativa<br />
Waugh E, King L, Gakhal N, Hawker G, Webster F, White D. Physical activity intervention in primary care and<br />
rheumatology for the management of knee osteoarthritis: a review. Arthritis Care Res (Hoboken).<br />
<strong>20</strong>19;71(2):189-197. Doi: 10.1002/acr.23622.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
18<br />
RESUMEN<br />
Según las recomendaciones de primera línea de<br />
las organizaciones internacionales, la Actividad<br />
Física (AF) es un componente esencial en el<br />
tratamiento de la <strong>Osteo</strong>artritis (OA) de rodilla. Los<br />
médicos de Atención Primaria (AP) y los<br />
Reumatólogos juegan un papel clave en la<br />
práctica y promoción de esta, ya que los<br />
pacientes los consideran como una fuente<br />
creíble y autorizada de información para la salud,<br />
sin embargo su alcance no está claro. Se define<br />
intervención en AF como el consejo, asesoría,<br />
recomendación o prescripción de AF.<br />
La OA de rodilla es una de las principales causas<br />
de limitación funcional en adultos mayores y está<br />
asociada con eventos cardiovasculares serios y<br />
mortalidad temprana. La AF reduce el dolor, la<br />
limitación funcional y tiene pocas contraindicaciones<br />
para este tipo de pacientes. Si la<br />
práctica de AF se adopta en fases tempranas de<br />
la enfermedad, protege contra futura limitación<br />
funcional y desenlaces de salud adversos<br />
debidos a la inactividad, tales como: obesidad,<br />
diabetes y enfermedad cardiovascular.<br />
Motivados por una evidente brecha entre las<br />
recomendaciones de Actividad Física (AF) y su puesta<br />
en práctica por parte de los médicos de atención<br />
primaria y reumatólogos, en pacientes con OA de<br />
rodillas, Waugh y colaboradores realizaron una<br />
revisión narrativa, descriptiva y cualitativa sobre el<br />
tema y las barreras para su implementación como<br />
una intervención médica. Luego de un proceso de<br />
revisión y selección, por su relevancia incluyeron 22<br />
estudios: 11 describen la práctica común de los<br />
médicos de atención primaria y reumatólogos, y 12<br />
analizan las barreras para la indicación médica de AF<br />
(un estudio describe ambas).<br />
La proporción de pacientes que reporta haber<br />
recibido recomendaciones de AF por parte de<br />
médicos de atención primaria estuvo entre 49 y 83 %;<br />
la variación respecto a los médicos que afirmaron<br />
haber dado este tipo de recomendaciones a<br />
pacientes con OA de rodilla oscila de 9 % a 87 %. La<br />
mayoría de los estudios reporta que menos del 50 %<br />
de los pacientes recibió recomendaciones sobre AF y<br />
también menos del 50 % de los médicos de atención<br />
primaria la proveyeron. El porcentaje de indicación<br />
entre los reumatólogos estuvo entre 47 % y 58 %, no<br />
se encontró ningún artículo sobre las barreras para<br />
que estos especialistas no intervengan en AF.<br />
La barrera más comúnmente reportada en este<br />
artículo de revisión fue falta de tiempo (en 9/12<br />
estudios), seguida de ausencia de conocimiento y<br />
entrenamiento (6/12 estudios), así como de recursos<br />
Novedades en patología osteomioarticular
ejercicio a pacientes con dolor por OA de rodilla. Los<br />
factores más fuertemente asociados con incluir o<br />
excluir la AF en el manejo de paciente con OA de<br />
rodilla observados en ese estudio fueron: las<br />
creencias acerca del rol de iniciar ejercicios, la<br />
eficacia del ejercicio en OA de rodilla, la norma moral<br />
sobre si debe iniciarse ejercicio en todo paciente con<br />
OA de rodilla y sobre sus capacidades. Los factores<br />
que menos influyeron en la recomendación de AF<br />
fueron: la falta de tiempo, las preferencias del<br />
paciente y los factores relacionados con la<br />
enfermedad (síntomas y severidad de la imagen de<br />
1<br />
rayos X).<br />
Según las guías americanas para la Actividad<br />
Física, actualizadas en <strong>20</strong>18, la AF se define<br />
2<br />
como:<br />
Cualquier movimiento corporal producido por la<br />
contracción del músculo esquelético que<br />
incrementa el consumo de energía por encima del<br />
nivel basal. El ejercicio es una subcategoría de la<br />
Actividad Física, que se define por ser planificada,<br />
estructurada y repetitiva.<br />
Los autores de esta revisión concluyeron que la<br />
intervención en AF es subóptima en la mayoría de los<br />
estudios revisados, ya que menos del 50 % de los<br />
médicos de atención primaria y reumatólogos dan<br />
recomendaciones sobre AF a sus pacientes con OA<br />
de rodilla, con lo cual se pierde una oportunidad única<br />
financieros (4/12 estudios); también<br />
se evidenció falta de motivación o<br />
c o m p l i a n c e d e l p a c i e n t e y<br />
necesidad de recursos como<br />
protocolos, guías específicas de AF<br />
y m a t e r i a l e d u c a c i o n a l p a r a<br />
pacientes.<br />
Creencias del<br />
médico sobre<br />
eficacia AF en<br />
OA<br />
Prescripción de<br />
AF no percibida<br />
como parte del rol<br />
del médico<br />
Ausencia de<br />
motivación,<br />
compliance y/o<br />
interés por el<br />
paciente<br />
Barreras<br />
para la<br />
intervención<br />
en Actividad<br />
Física<br />
Ausencia de<br />
recursos:<br />
protocolos de AF,<br />
material<br />
educacional<br />
Ausencia de<br />
conocimiento,<br />
experiencia o<br />
entrenamiento<br />
Waugh y colaboradores hicieron<br />
referencia especial a los resultados<br />
de una encuesta llevada a cabo por<br />
Cottrell et al sobre qué influye en los<br />
médicos generales para indicar<br />
Estado de salud<br />
del paciente<br />
Ausencia de<br />
recursos<br />
financieros<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
19
para mejorar el cuidado y la calidad de vida de los<br />
pacientes con esta enfermedad.<br />
Plantearon que las investigaciones a futuro deben<br />
focalizarse en desarrollar métodos para superar las<br />
barreras y facilitar las intervenciones en AF en<br />
pacientes con OA. Entre las estrategias propuestas<br />
que se analizaron está la priorización de la AF como un<br />
servicio esencial, apoyado en:<br />
términos de eficacia y costo. Se entrega en una<br />
consulta breve (5 minutos), cara a cara, para indicar<br />
beneficios de la AF, con una meta de 10.000<br />
pasos/día, instrucciones para su uso y un plan para<br />
4,5<br />
colocar y seguir las metas de pasos diarias.<br />
También recomendaron la prescripción por escrito y<br />
breve de un programa de caminatas, accesible en el<br />
sistema de historias electrónicas. Caminar ha<br />
● El uso de la historia médica electrónica para asistir al<br />
médico en integrar la AF en la consulta<br />
● Incluir la prescripción de ejercicio como<br />
componente esencial en el currículo de la escuela<br />
de medicina y en la educación continua<br />
Se han considerado estrategias específicas como:<br />
● Ejercicio es Medicina (EEM) iniciativa del Colegio<br />
Americano de Medicina Deportiva y la Asociación<br />
Médica Americana que recomienda que la<br />
apreciación de la actividad física sea considerada<br />
como Signo Vital, y se convierta en una parte<br />
3<br />
estándar de la consulta médica.<br />
● Incorporación de una herramienta de apreciación<br />
de AF en las historias clínicas de grandes<br />
proveedores de salud de Estados Unidos, como<br />
Kaiser Permanente. Incluye la realización de dos<br />
preguntas sobre el nivel actual de AF del paciente, y<br />
esta acción por sí sola aumenta la recomendación<br />
de ejercicio por parte del médico.<br />
Hicieron referencia al uso del podómetro IMB (siglas<br />
en inglés de intervención muy breve), pues se perfila<br />
como la intervención en AF más prometedora en<br />
demostrado ser efectivo para disminuir el dolor y<br />
mejorar la calidad de vida de pacientes con OA, es<br />
idóneo para la mayoría de los pacientes, incluyendo,<br />
aquellos con condiciones comorbidas comunes tales<br />
6<br />
como: enfermedad cardiovascular y diabetes.<br />
Los autores de esta revisión concluyen que dada la<br />
evidencia, pequeños cambios como la evaluación<br />
b r e v e , i m p l e m e n t a c i ó n d e l p o d ó m e t r o e<br />
implementación de protocolos de AF en historias<br />
electrónicas, pueden incrementar la intervención en<br />
AF en beneficio de los pacientes con OA de rodilla.<br />
REFERENCIAS<br />
1. Cottrell E, Roddy E, Rathod T, Porcheret M, Foster N. What influences general practitioners' use of exercise for patients with chronic knee pain? Results from a<br />
national survey. BMC Family Practice (<strong>20</strong>16) 17:172 DOI 10.1186/s12875-016-0570-4<br />
2. Physical activity guidelines for Americans. In: Services DoHaH, editor. Washington, DC; <strong>20</strong>08.<br />
3. Lobelo F, Stoutenberg M, Hutber A. The Exercise is Medicine Global Health Initiative: a <strong>20</strong>14 update. British Journal of Sports Medicine. <strong>20</strong>14;48:1627-33.<br />
4. Singh V, Suhrcke M, Hardeman W, Sutton S, Wilson ECF. Cost-effectiveness and value of information analysis of brief interventions to promote physical activity in<br />
primary care. Value in Health. <strong>20</strong>18;21:18-26.<br />
5. Pears S, Bijker M, Morton K, Vasconcelos J, Parker R, Westgate K, et al. A randomised controlled trial of three very brief interventions for physical activity in<br />
primary care. BMC Public Health. <strong>20</strong>16;16:1033.<br />
6. de Rooij M, van der Leeden M, Avezaat E, Hakkinen A, Klaver R, Maas T, et al. Development of comorbidity-adapted exercise protocols for patients with knee<br />
osteoarthritis. Clin Interv Aging. <strong>20</strong>14;9:829-42.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
<strong>20</strong><br />
Novedades en patología osteomioarticular
Programas para<br />
la implementación de<br />
estrategias en el manejo<br />
de pacientes con<br />
<strong>Osteo</strong>artritis de rodilla<br />
Programas de la Unión Europea y sitios web<br />
A continuación se presentan algunos programas y sitios web útiles para el manejo de pacientes con OA de Rodilla<br />
Better management of patients with OA—Sweden<br />
Thorstensson CA, Garellick G, Rystedt H, Dahlberg LE. Better management of patients with<br />
osteoarthritis: development and Nationwide implementation of an evidence based supported<br />
osteoarthritis self-management programme. Musculoskelet Care <strong>20</strong>15;13:6775.<br />
Joint Academy. www.jointacademy.com<br />
Enabling Self-management and Coping with Arthritic PainUsing Exercise—UK<br />
Enabling Self-management and Coping with Arthritic Pain using Exercise (ESCAPE). ESCAPE-pain.<br />
www.escapepain.org.<br />
Joint Implementation of <strong>Osteo</strong>arthritis Guidelines—UK<br />
Joint Implementation of Guidelines for oSteoArthritis in the West Midlands (JIGSAW).<br />
www.keele.ac.uk/pchs/implementingourresearch/makinganimpact/osteoarthritisandosteoporosis/jigsa<br />
w/ EIT Health. JIGSAW-E: Joint Implementation of Guidelines for oSteoArthritis in Western Europe.<br />
www.eithealth.eu/ jigsaw-<br />
Good Life with Arthritis in Denmark<br />
Skou ST, Roos EM. Good Life with osteoArthritis in Denmark (GLA:DTM): evidence-based education<br />
and supervised neuromuscular exercise delivered by certified physiotherapists nationwide. BMC<br />
Musculoskelet Disord <strong>20</strong>17;18:72.<br />
Ageberg E, Link A, Roos EM. Feasibility of neuromuscular training in patients with severe hip or knee<br />
OA: the individualized goal-based NEMEX-TJR training program. BMC Musculoskelet Disord<br />
<strong>20</strong>10;11:126. Good Life with osteoaArthritis in Denmark. https://www. glaid.dk/english.html.<br />
<strong>Osteo</strong>arthritis Chronic Care Programme—Australia<br />
Eyles JP, Lucas BR, Patterson JA et al. Does clinical presentation predict response to a nonsurgical<br />
chronic disease management program for endstage hip and knee osteoarthritis? J Rheumatol<br />
<strong>20</strong>14;41:2223-31.<br />
Eyles JP, Mills K, Lucas BR et al. 'Can we predict those with OA who worsen following a chronic<br />
disease management program?' Arthritis Care Res <strong>20</strong>16;68:1268-77.<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
21
Índice<br />
Algo-Funcional<br />
de Lequesne<br />
El Índice Algo-Funcional de Lequesne<br />
(1987) se compone de un cuestionario<br />
cuyos ítems se van sumando para obtener<br />
una puntuación<br />
Esta puntuación califica el grado de artrosis alcanzado.<br />
Esta aplicación permite apreciar la ralentización de la artrosis en la vida diaria de los pacientes.<br />
Estos tests son específicos para la cadera y la rodilla. Evalúan el dolor en reposo y durante la<br />
marcha, el perímetro de la marcha y la molestia funcional. Se utilizan conjuntamente con la EVA del<br />
dolor, para evaluar la repercusión de la gonartrosis y la evolución de la minusvalía en el tiempo, y<br />
además para apreciar los resultados terapéuticos y determinar el umbral a partir del cual se puede<br />
plantear la implantación de una prótesis (Índice 10-12). La puntuación varía de 0 a 24.<br />
Sitio para obtener la aplicación del Índice de Lequesne:<br />
https://pro.arthrolink.com/es/herramientas-practicas/aplicacion-el-indice-algofuncional-de-lequesne<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
22<br />
Novedades en patología osteomioarticular
La <strong>Osteo</strong>artritis<br />
como<br />
enfermedad<br />
por desajuste<br />
evolutivo<br />
ARTÍCULO DESTACADO<br />
Revisión narrativa sobre el impacto de los factores ambientales modernos<br />
Berenbaum F, Wallace IJ, Lieberman DE and FelsonDT. Modern- day environmental factors in the pathogenesis<br />
of osteoarthritis. Nat Rev Rheumatol. <strong>20</strong>18; 14(11): 674-681.<br />
En este artículo se revisa la evidencia sobre la<br />
<strong>Osteo</strong>artritis (OA) como una enfermedad<br />
producida por un desajuste en la evolución, por lo<br />
cual es más común ahora que en el pasado,<br />
debido a que los genes heredados de las<br />
generaciones previas están inadecuada o<br />
imperfectamente adaptados a las condiciones<br />
ambientales modernas. Los autores se enfocan<br />
en cuatro factores de riesgo ambientales de la<br />
patogénesis de OA: obesidad, síndrome<br />
metabólico, cambios en la dieta e inactividad<br />
física. Debido a que la cura de la OA no existe,<br />
estrategias preventivas cuyos blancos sean<br />
estos factores ambientales modificables son<br />
necesarias para restringir incrementos futuros de<br />
la prevalencia de OA.<br />
La OA es una enfermedad asociada a la edad, es<br />
por ello que el aumento en la expectativa de vida ha<br />
hecho que en la actualidad su prevalencia sea<br />
mayor que en el pasado, especialmente en los<br />
países desarrollados. Sin embargo, esta no<br />
pareciera ser la única explicación para suponer el<br />
incremento de su prevalencia en un futuro. Estudios<br />
realizados en esqueletos demostraron que las<br />
personas que murieron a mediados del siglo XX<br />
tuvieron el doble de probabilidad de tener OA que<br />
los que murieron en siglos previos, lo cual confirma<br />
la sospecha de que esta enfermedad es más<br />
común en la actualidad, lo que permite suponer que<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
1<br />
hay factores de riesgo adicionales a la edad.<br />
Al analizar la patogénesis de la OA, Berenbaum y<br />
colaboradores hallaron que los cambios<br />
ambientales han contribuido en forma importante a<br />
su elevada prevalencia actual. Es por ello que<br />
proponen definirla como una “enfermedad por<br />
desajuste”, es decir, se trata de una condición más<br />
común debido a que el cuerpo humano no está bien<br />
adaptado a ciertas características de los ambientes<br />
modernos. Clasificarla como una enfermedad por<br />
desajuste evolutivo tiene consecuencias clínicas,<br />
ya que los factores ambientales son modificables y<br />
susceptibles de prevención.<br />
“El concepto de enfermedad por desajustes<br />
deriva de los 2 principios básicos de la<br />
biología de la evolución: la teoría de la<br />
a d a p t a c i ó n y e l h e c h o d e q u e l a s<br />
interacciones entre genes y ambiente están<br />
en constante flujo” .<br />
Cuando los ambientes cambian, los alelos<br />
ancestrales -que una vez fueron favorables para la<br />
selección natural- pueden desajustarse, lo que<br />
causa un incremento de susceptibilidad a<br />
enfermedades que fueron raras o inexistentes en<br />
generaciones anteriores. Una abundante evidencia<br />
indica que estos desajustes son cada vez más<br />
comunes y severos en los humanos, debido a los<br />
rápidos cambios ambientales relacionados con la<br />
2,3<br />
evolución cultural de nuestra especie.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
23
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
24<br />
Los autores han sugerido dos criterios principales<br />
para probar la hipótesis de que la OA es una<br />
enfermedad por desajuste:<br />
1.- La enfermedad es más prevalente hoy que en<br />
poblaciones pasadas después de contabilizar<br />
las variaciones en la esperanza de vida.<br />
2.- Los factores contribuyentes a la enfermedad<br />
son más comunes en los ambientes<br />
modernos.<br />
Los estudios arqueológicos han demostrados que la<br />
OA no es una enfermedad nueva, estuvo presente<br />
desde el paleolítico y neolítico, pero es más prevalente<br />
en la actualidad, con lo cual se puede plantear que se<br />
4<br />
cumple el primer criterio.<br />
El incremento de la prevalencia de la OA en los países<br />
desarrollados, durante el siglo XX, provee una<br />
importante clave sobre la contribución de factores<br />
prevenibles tales como: obesidad, síndrome<br />
metabólico, cambios dietéticos e inactividad física<br />
como responsables de la OA (Fig.1).<br />
Prevalencia de OA<br />
Figura 1<br />
Elevados<br />
niveles de<br />
INACTIVIDAD<br />
FÍSICA<br />
Dieta Obesogénica<br />
Alimentos procesados<br />
Rica en azúcar<br />
Rica en grasas<br />
saturadas<br />
Baja en fibra<br />
Niveles altos de<br />
ACTIVIDAD FÍSICA<br />
IMC alto<br />
Dieta tradicional<br />
Baja en azúcar<br />
Baja en grasa saturada<br />
Alta en fibra<br />
Metainflamación<br />
crónica común<br />
IMC bajo<br />
Modelo de OA como enfermedad por desajuste evolutivo. En todas las poblaciones, la prevalencia de OA se eleva con la<br />
edad pero la hipótesis de desajuste predice que a cualquier edad en los ambientes modernos la prevalencia es mayor.<br />
FACTORES DESAJUSTADORES<br />
Obesidad<br />
La obesidad es un fuerte y bien establecido factor de<br />
riesgo para OA. La incidencia de OA de rodilla entre<br />
adultos mayores de 40 años es aproximadamente 3<br />
veces más frecuente entre individuos obesos (Índice<br />
de Masa Corporal-IMC ³30) y 5 veces más en<br />
individuos con obesidad mórbida (IMC ³ 35) en<br />
comparación con individuos de peso saludable (IMC<br />
< 25). Dada esta fuerte asociación, la elevada<br />
prevalencia de OA en naciones desarrolladas es una<br />
medida claramente atribuible a la reciente y acelerada<br />
5<br />
epidemia de obesidad.<br />
Los autores resaltan que la obesidad y la OA de rodilla<br />
crean un círculo vicioso en el cual el individuo es más<br />
sedentario, lo cual conlleva a mayor obesidad y<br />
debilidad de los músculos que estabilizan y protegen<br />
la articulación, lo que a su vez, aumentan el dolor y la<br />
progresión de la OA. Hay evidencias que reportan que<br />
la reducción de peso poscirugía bariátrica en<br />
pacientes con OA, se asocia con disminución del<br />
dolor y que la pérdida del cartílago puede<br />
enlentecerse, si una persona obesa pierde el 10 % o<br />
6<br />
más de su peso original.<br />
“La obesidad crea una carga ambiental<br />
anormal para las articulaciones que toleran<br />
peso”.<br />
En <strong>20</strong>17, Hotamisligil planteó el proceso de<br />
mecaflamación, en el cual los fragmentos de la matriz<br />
liberados dentro de la cavidad articular pueden<br />
provocar una respuesta de sinoviocitos y macrófagos<br />
con la liberación de mediadores pro inflamatorios y<br />
7<br />
catabólicos.<br />
Metaflamación<br />
poco común<br />
Aunque la asociación entre obesidad y OA es mayor<br />
e n a r t i c u l a c i o n e s q u e<br />
AMBIENTE<br />
MODERNO<br />
AMBIENTE<br />
ANCESTRAL<br />
Cazador-recolector<br />
Agricultor<br />
Industrial temprana<br />
Edad<br />
s o p o r t a n p e s o e n<br />
comparación con las que no<br />
toleran peso, es evidente que<br />
la susceptibilidad es regida<br />
por complejas interacciones<br />
entre factores mecánicos y<br />
sistémicos. En cuanto a estos<br />
factores sistémicos, su<br />
principal fuente es el tejido<br />
adiposo que produce y libera<br />
citoquinas y adipoquinas (IL-<br />
1, IL-6, IL-8, IFN gamma y<br />
TNF, leptina y resistina) dentro<br />
del torrente sanguíneo,<br />
m u c h a s d e l a s c u a l e s<br />
p r o m u e v e n i n fl a m a c i ó n<br />
crónica de bajo grado,<br />
llamada metaflamación.<br />
La vía por la cual actúan directamente los altos niveles<br />
de leptina y otras citoquinas en el torrente sanguíneo,<br />
es por difusión dentro del líquido sinovial y activación<br />
local de las enzimas proteolíticas, tales como: Metaloproteinasa<br />
de la Matriz 1 (MMP1 -siglas en inglés-),<br />
MMP3 y MMP13, las cuales pueden disparar la<br />
degradación de la matriz del cartílago y de otros<br />
7<br />
tejidos articulares.<br />
Síndrome metabólico<br />
Los autores resaltan que un balance de energía<br />
positivo, excesivo y prolongado produce el síndrome<br />
metabólico, definido por factores que acompañan<br />
Novedades en patología osteomioarticular
comúnmente a la obesidad: adipocitosis central,<br />
dislipidemia, alteración del nivel de glicemia en ayuno<br />
e hipertensión. Todo esto se relaciona con la OA.<br />
La inducción de metaflamación por adipocitos casi<br />
siempre está asociada con síndrome metabólico. La<br />
hiperglicemia puede tener efectos adversos sobre el<br />
metabolismo de los condrocitos, y la diabetes tipo 2<br />
puede alterar la estructura de la matriz extracelular, lo<br />
que causa enriquecimiento de los productos finales<br />
de la glicocilación avanzada (AGE -siglas en inglés-).<br />
En el cartílago, los AGE endurecen la matriz,<br />
previniendo la amortización óptima de la articulación<br />
sometida a la carga mecánica. Más aún, los AGE<br />
pueden señalizar sobre los condrocitos a través de<br />
receptores específicos de AGE para incrementar la<br />
síntesis de metaloproteinasas, y así, conducir<br />
eventualmente a un incremento de la degradación de<br />
la matriz del cartílago.<br />
La LDL oxidada es un lípido peroxidado detectado en<br />
altas concentraciones en el síndrome metabólico, que<br />
estimula la producción de especies reactivas de<br />
8<br />
oxígeno, que impulsan la degradación de la matriz.<br />
La hipertensión también puede estar implicada en la<br />
patogénesis de la OA por su capacidad para inducir<br />
isquemia tisular. Si esta isquemia afecta los vasos sanguíneos<br />
del hueso subcondral, el intercambio de<br />
nutrientes entre ese hueso y el cartílago puede<br />
comprometerse, lo que altera el metabolismo celular<br />
dentro de la articulación. Se ha encontrado una<br />
asociación interesante entre personas hipertensas y<br />
el riesgo aumentado de OA<br />
de rodilla independiente de la<br />
9<br />
obesidad.<br />
Cambios dietéticos<br />
Las dietas modernas son<br />
s u s t a n c i a l m e n t e m á s<br />
energéticas y procesadas<br />
que las de generaciones<br />
anteriores, con adición de<br />
azúcar, sal y grasa saturadas,<br />
menos fibras, frutas frescas y<br />
vegetales. Estos cambios<br />
afectan el riesgo de OA<br />
p o r q u e p r o m u e v e n u n<br />
balance energético positivo<br />
prolongado y un exceso de<br />
adiposidad, así como un<br />
i n c r e m e n t o d e l a<br />
p r o b a b i l i d a d d e<br />
hiperglicemia, dislipidemia e<br />
hipertensión.<br />
Hipertensión<br />
Isquemia del<br />
hueso subcondral<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
Figura 2<br />
“Junto con la desregulación metabólica, un<br />
factor adicional es la reducción de ingesta de<br />
antioxidantes.”<br />
Las especies reactivas de oxígeno están involucradas<br />
en el envejecimiento del condrocito, la degradación<br />
de la matriz extracelular, la inflamación sinovial y la<br />
10<br />
alteración del hueso subcondral.<br />
En esta revisión se expone la evidencia de que la<br />
vitamina K, presente en vegetales de hojas verdes<br />
(espinaca, col rizada, brócoli), es un cofactor<br />
necesario para la gamma carboxidación de algunas<br />
proteínas unidas al calcio, incluyendo la proteína gla<br />
de la matriz, que es un inhibidor de la mineralización<br />
expresado en el cartílago articular. Estudios<br />
observacionales en humanos reportan que el déficit<br />
11<br />
de vitamina K aumenta el riesgo de OA.<br />
“La dieta puede modular la composición y<br />
actividad metabólica del microbioma<br />
intestinal”.<br />
Obesidad y ancianidad están asociadas con disbiosis<br />
intestinal que puede causar enfermedad crónica<br />
metabólica relacionada con la edad, así como<br />
inflamación sistémica de bajo grado; en estudios<br />
experimentales se han asociado los metabolitos<br />
derivados de la disbiosis con la patofisiología de la OA.<br />
Un importante factor dietético que modifica la microbiota<br />
intestinal es la fibra, cambios en el microbioma<br />
intestinal pueden relacionarse con su escasez<br />
en las dietas modernas. La abundante ingesta de fibra<br />
Síndrome Metabólico Disbiosis y permeabilidad intestinal Obesidad<br />
Resistencia a<br />
la insulina y<br />
aumento del<br />
riesgo de<br />
diabetes tipo 2<br />
Anormalidades<br />
de los lípidos<br />
Matriz rígida<br />
Debilidad muscular<br />
Propiocepción alterada<br />
Pérdida de hueso<br />
subcondrial<br />
DIETA MODERNA<br />
Alimentos procesados altos en calorías<br />
Baja proporción de frutas y vegetales<br />
Baja relación ácidos grasos omega-3/omega-6<br />
Metabolitos<br />
intestinales<br />
causan<br />
inflamación<br />
sistémica<br />
Activación de<br />
células articulares<br />
y musculares<br />
OSTEOARTRITIS<br />
Adipoquinas<br />
causan inflamación<br />
sistémica<br />
La dieta como factor de desajuste evolutivo. El efecto deletéreo de la dieta moderna sobre la<br />
osteoartritis (OA) se produce por incremento de adiposidad y masa corporal.<br />
Sobrecarga<br />
articular<br />
Desgarro tisular<br />
Activación de<br />
la respuesta<br />
inmune innata<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
25
se ha asociado a menor dolor articular en pacientes<br />
12<br />
con OAde rodilla (Fig. 2).<br />
Inactividad física<br />
Cualquier consideración de la OA como una<br />
enfermedad por desajuste debe pasar por examinar<br />
los cambios en los patrones de actividad física del<br />
mundo moderno.<br />
Un importante y bien establecido factor de riesgo para<br />
OA de rodilla es el trauma articular, especialmente,<br />
rupturas meniscales y del ligamento cruzado anterior,<br />
las cuales pueden conducir a un gradiente de estrés<br />
anormal y un excesivo estrés local dentro del cartílago.<br />
Por lo tanto, se plantea que una participación incrementada<br />
en deportes y otras actividades atléticas que<br />
frecuentemente causan injurias, conllevan a un<br />
aumento de la OA.<br />
“Aunque es incuestionable que el trauma<br />
incrementa el riesgo de OA, la inactividad física<br />
es un contribuidor más probable a la<br />
prevalencia de OA”<br />
La inactividad física se ha convertido en una epidemia,<br />
especialmente en las naciones desarrolladas. Las<br />
vías por las que aumenta el riesgo de OA incluyen en<br />
forma indirecta:<br />
• Promoción de la obesidad<br />
• Metaflamación<br />
• Depresión<br />
• Acortamiento telomérico<br />
La contribución de la inactividad física a la OA es<br />
mediada directamente por la necesidad del sistema<br />
musculoesquelético al estímulo biofísico del<br />
ambiente, es decir, ajusta su capacidad a demanda.<br />
La demanda mecánica es crítica para el desarrollo y<br />
mantenimiento de una estructura óptima de los tejidos<br />
articulares y de los músculos que los rodean. La<br />
reducción de la carga, como consecuencia de la<br />
inactividad, puede resultar en articulaciones débiles y<br />
menos estables, más susceptibles al daño y al<br />
deterioro. Estudios experimentales en animales han<br />
demostrado los múltiples efectos catabólicos de la<br />
inmovilización sobre el tejido articular:<br />
1.- Adelgazamiento de todas las capas del cartílago<br />
2.- Disminución del contenido de proteoglicanos<br />
3.- Incremento de expresión de la metaloproteinasas<br />
4.- Desmineralización del hueso subcondral por<br />
activación osteoclástica<br />
Si bien la inactividad física es perjudicial para la salud<br />
articular, esto no significa que todas las formas de<br />
actividad física son beneficiosas para las<br />
articulaciones. Algunos tipos de cargas extremas y<br />
por lo tanto anormales, pueden dañar la integridad de<br />
los tejidos articulares.<br />
La actividad física aumentada puede conllevar a daño<br />
articular que hace a los individuos más propensos a la<br />
OA, ya sea en términos de frecuencia, magnitud o en<br />
algunos otros parámetros, los cuales son producidos<br />
por estilos de vida activos tales como: ocupacionales<br />
(oficios que requieren flexiones frecuentes de rodillas)<br />
o recreacionales. Es probable que el riesgo de OA<br />
esté incrementado tanto por la inactividad física como<br />
13<br />
por la actividad física extrema.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
26<br />
REFERENCIAS<br />
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Novedades en patología osteomioarticular
Dieta y nutrición<br />
juegan un rol<br />
en la osteoartritis<br />
Revisión narrativa de la evidencia<br />
Thomas S, Browne H, Ali Mobasheri A and Rayman MP. What is the evidence for a role for diet and nutrition in<br />
osteoarthritis? Rheumatology <strong>20</strong>18;57: 61-74. doi:10.1093/rheumatology/key011<br />
La fisiopatología de la <strong>Osteo</strong>artritis (OA) es<br />
multifactorial, comprende la remodelación del hueso<br />
subcondral, la inflamación sinovial y la pérdida del<br />
cartílago articular. Las citoquinas inflamatorias IL-6 y<br />
TNF-alfa dirigen las vías catabólicas y perpetúan la<br />
progresión de la enfermedad. La obesidad es un<br />
factor de riesgo modificable y, al menos<br />
parcialmente, está asociado con la inflamación.<br />
Recientemente, se ha sugerido que obesidad,<br />
Diabetes Mellitus y Síndrome Metabólico (SM)<br />
pueden influir directamente en el desarrollo de OA.<br />
Se ha identificado un fenotipo metabólico de la OA,<br />
el cual está dirigido por adipoquinas, hiperglicemia y<br />
un desequilibrio endocrino.<br />
El tratamiento de la OA se concentra en el manejo<br />
de los síntomas y en reemplazo total articular solo<br />
en caso de que la función articular está<br />
severamente comprometida. Aunque las guías de<br />
tratamiento recomiendan ejercicios y reducción de<br />
peso en casos de sobrepeso/obesidad, en la<br />
práctica no se cumple; la dieta es un factor que<br />
puede afectar esta enfermedad y se debe orientar a<br />
los pacientes para que logren el autocuidado de su<br />
condición.<br />
En función de este panorama, Thomas y<br />
colaboradores realizaron una revisión de la<br />
evidencia sobre el efecto de los factores dietéticos<br />
en OA, y en el presente artículo se resumen los<br />
hallazgos de esa investigación.<br />
Para esta revisión narrativa los autores investigaron<br />
artículos en la base de datos de PubMed sobre el<br />
e f e c t o d e O A , o b e s i d a d , á c i d o s g r a s o s<br />
poliinsaturados, colesterol y vitamina A, C, D, E y K, en<br />
el riesgo de progresión de OA, con foco en alimentos y<br />
nutrientes que forman parte de la dieta normal.<br />
Incluyeron 68 artículos en la revisión final.<br />
OBESIDAD<br />
Consecuencias de la Obesidad en OA<br />
La obesidad incrementa el trabajo en articulaciones<br />
que soportan peso, los individuos con sobrepeso y<br />
obesidad presentan un riesgo considerablemente<br />
mayor para artroplastia de rodilla.<br />
Una asociación entre el Índice de Masa Corporal (IMC)<br />
elevado y el desarrollo de OA de mano demuestran un<br />
rol no biomecánico adicional de la obesidad en la OA.<br />
En un estudio epidemiológico holandés de una<br />
cohorte de obesidad, se asoció el porcentaje de grasa<br />
con OA de mano; la masa grasa y la relación cinturacadera<br />
fueron relacionadas con OA de mano; la<br />
adiposidad se vinculó al riesgo de artroplastia de rodilla<br />
y cadera en OA, con una relación en OA de rodilla a la<br />
1<br />
adiposidad central.<br />
Según la evidencia analizada, la obesidad conduce a<br />
una inflamación sistémica de bajo grado; la reducción<br />
de peso puede disminuir el tejido adiposo y restaurar el<br />
patrón de secreción normal de adipoquinas, que<br />
constituyen el punto de unión entre obesidad y OA. La<br />
leptina es una adipoquina que, por lo general, está<br />
elevada en el tejido adiposo blanco del cojinete graso<br />
infrapatelar, y puede estar involucrada en esta relación;<br />
se asocia con inflamación y degradación del cartílago y<br />
está comprometida en la fisiopatología de la OA a nivel<br />
local y sistémico (Figura. 1).<br />
Relación con síndrome metabólico<br />
Se considera Síndrome Metabólico (SM) cuando hay<br />
presencia de: obesidad central, intolerancia a la<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
27
Adipoquinas<br />
Incremento de citoquinas<br />
pro-inflamatorias<br />
Inflamación de bajo-grado<br />
Formación de<br />
osteofitos<br />
Degradación de<br />
cartílago articular<br />
Aumento de adiposidad<br />
OBESIDAD<br />
Carga articular anormal<br />
Mecano transducción<br />
celular alterada<br />
Degradación<br />
meniscal<br />
Inflamación de la<br />
sinovial (sinovitis)<br />
Remodelación<br />
y esclerosis del<br />
hueso subcondral<br />
Pérdida de masa<br />
y fuerza muscular<br />
(sarcopenia)<br />
Figura 1<br />
Mecanismos por los cuales la Obesidad conduce o exacerba la <strong>Osteo</strong>artritis<br />
Adaptado de Browne T et al<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
28<br />
glucosa (resistencia a la insulina), dislipidemia e<br />
hipertensión.<br />
En <strong>20</strong>12, Zhuo y colaboradores sugirieron que la OA<br />
puede ser el quinto componente del SM, ya que<br />
comparten los mecanismos de inflamación y de estrés<br />
2<br />
oxidativo. También se ha demostrado un incremento<br />
en la incidencia de cambios radiológicos y en la<br />
progresión de la OA de rodilla con la acumulación de<br />
3<br />
componentes de SM. Sin embargo, en relación con la<br />
OA de cadera no se ha reproducido una asociación<br />
estadísticamente significativa, lo cual sugiere diferen-<br />
4<br />
cias entre la patogénesis de OA de rodilla y cadera.<br />
Relación con Diabetes Mellitus<br />
En la evidencia revisada por Thomas y colaboradores se<br />
observó que la hiperglicemia promueve la acumulación<br />
local de productos finales de la glicocilación avanzada<br />
(EGA -siglas en inglés-), los cuales lesionan el hueso<br />
subcondral y la función del condrocito. Se identificó a la<br />
Diabetes Mellitus como factor de riesgo independiente<br />
para la OA severa y un predictor de reemplazo de<br />
rodilla/cadera5. Un estudio que evaluó la OA de rodilla<br />
por 3 años demostró que la Diabetes Mellitus es un<br />
predictor significativo de disminución del espacio<br />
6<br />
articular en hombres.<br />
Efecto clínico de la reducción de peso sobre la<br />
OA<br />
Los autores señalan que una revisión sistemática y un<br />
metanálisis revelaron una mejoría significativa en la<br />
discapacidad física por OA de rodilla cuando el peso<br />
7<br />
corporal baja más del 5 %, y que ensayos clínicos<br />
subsecuentes demostraron que la disminución de<br />
peso reduce el dolor y mejora la función en OA de<br />
8<br />
rodilla. Puntualizan que se demostró una relación<br />
dosis/respuesta altamente significativa entre los<br />
cambios de peso y la mejoría de WOMAC de dolor y<br />
función. Una reducción del 10 % del peso corporal se<br />
asoció longitudinalmente con un incremento de la<br />
capacidad funcional y la disminución del dolor en<br />
pacientes con OA de rodilla, lo que además es<br />
9<br />
benéfico para la salud metabólica.<br />
La actividad física como adyuvante en la<br />
reducción de peso<br />
En la literatura revisada también se observó que la<br />
reducción del tejido adiposo blanco con<br />
mantenimiento de la masa muscular es ventajoso para<br />
la OA, particularmente para la movilidad. Determinaron<br />
que la actividad física genera cambios en el tejido<br />
adiposo blanco, como incremento de la biogénesis<br />
mitocondrial y alteración del perfil de adipoquinas.<br />
Thomas y colaboradores destacan que los programas<br />
de reducción de peso que combinan dieta y ejercicio<br />
tienen mayores beneficios en el estado funcional,<br />
cambios radiológicos y en el dolor. Un metanálisis que<br />
analiza las intervenciones que combinan ejercicios de<br />
fortalecimiento, flexibilidad y aeróbicos concluye que<br />
10<br />
mejoran el dolor y la función.<br />
Sin embargo, la restricción calórica es esencial; en un<br />
estudio comparativo de dieta y ejercicio determinaron<br />
Novedades en patología osteomioarticular
que las fuerzas compresivas sobre la rodilla fueron<br />
menores en el grupo de dieta, mientras que la inflamación<br />
(IL-6) fue menor en el grupo de dieta-ejercicio, en<br />
11<br />
relación con el grupo de ejercicio solo.<br />
Efectividad del manejo del peso<br />
Los autores destacan que la reducción y<br />
mantenimiento de un peso óptimo son un desafío,<br />
particularmente si la movilidad está comprometida. La<br />
actividad física debe dirigirse de acuerdo a la movilidad,<br />
comorbilidades y preferencias individuales. Las intervenciones<br />
para reducción de peso exitosas deben<br />
incorporar las recomendaciones dietéticas.<br />
Plantean que en la práctica clínica, las estrategias de<br />
cambio de conducta y el incremento del contacto y<br />
seguimiento, mejoran la adherencia a los programas<br />
para el manejo de peso. Afirman que se ha demostrado<br />
que la pérdida de peso reduce el impacto y las cargas<br />
sobre la articulación, mejora el patrón inflamatorio de<br />
secreción de adipoquinas y afecta positivamente el<br />
perfil de riesgo metabólico.<br />
ÁCIDOS GRASOS POLINSATURADOS<br />
La modificación de los lípidos de la dieta en OA<br />
En <strong>20</strong>09, un estudio sobre los aspectos metabólicos<br />
de la OA planteó que los lípidos se depositan en la<br />
matriz y en los condrocitos del cartílago articular, y<br />
pueden contribuir a la inflamación, degradación del<br />
12<br />
cartílago y alteración de la estructura del condrocito.<br />
En los ensayos revisados encontraron que se ha<br />
determinado que la articulación con OA acumula<br />
grandes niveles de ácidos grasos omega-6 (n-6), que<br />
son precursores de eicosanoides pro inflamatorios;<br />
hay una asociación positiva entre individuos con OA de<br />
rodilla o con riesgo elevado para esta enfermedad, y<br />
Ácido Araquidónico (AA) y sinovitis; y una relación<br />
inversa entre Ácido graso polinsaturado (PUFA -siglas<br />
en inglés-) PUFA n-3 plasmático total, ácido<br />
docohexaenoico (DHA) y pérdida del cartílago<br />
patelofemoral medido por Imágenes de Resonancia<br />
Magnética (IRM).<br />
Los autores resaltan que dada la influencia de la dieta<br />
en los niveles de lípidos, es posible que la manipulación<br />
dietética pueda afectar la composición del cartílago<br />
articular y el daño estructural en OA de rodilla. Esta<br />
aseveración se sustenta en un gran estudio<br />
prospectivo en pacientes con OA que concluyó que las<br />
dietas ricas en ácidos grasos totales y saturados se<br />
asociaron con incremento de la pérdida de la amplitud<br />
del espacio articular, mientras que elevadas ingestas<br />
de ácidos grasos monosaturados (MUFA) y PUFA<br />
fueron asociados con reducción de la progresión<br />
13<br />
radiográfica.<br />
Razonamiento sobre el efecto de PUFA en<br />
inflamación en OA<br />
Los eicosanoides son agentes similares a hormonas<br />
que median y regulan la inflamación. El ácido<br />
eicosapentaenoico (EPA -siglas en inglés-) y el DHA<br />
crean eicosanoides inflamatorios menos potentes que<br />
aquellos formados por las series n-6. Indirectamente<br />
las cadenas largas de PUFA n-3 disminuyen la producción<br />
de eicosanoides proinflamatorios, especies<br />
reactivas de oxígeno y nitrógeno, y citoquinas,<br />
adicionalmente, generan mediadores antinflamatorios<br />
(resolvinas).<br />
“Los PUFAs de la dieta occidental tienen una<br />
relación n-6/n-3 alta, que predisponen a la<br />
inflamación”.<br />
Los EPA y DHA están presentes en el aceite de<br />
pescado; el nivel recomendado de ingesta de aceite<br />
de pescado en adultos en Reino Unido es de al menos<br />
una porción/semana y en Estados Unidos es de 250<br />
mg de ácidos grasos LC n-3 por día. El alto consumo<br />
de EPA/DHA, incluyendo el umbral antiinflamatorio<br />
propuesto de > 2,7 g/día, puede alcanzarse más<br />
fácilmente con suplementación de aceite de<br />
14<br />
pescado.<br />
El aceite de pescado puede ser eficaz en reducir el<br />
dolor, con dosis bajas de suplemento equivalentes a<br />
1,5 cápsulas estándar de 1 g de aceite de<br />
15<br />
pescado/día.<br />
Hay evidencia de que el aceite de pescado tiene<br />
beneficios sobre la salud cardiovascular, lo cual es<br />
relevante en esta población debido a la asociación<br />
comentada entre OA y SM.<br />
COLESTEROL<br />
Vínculos entre colesterol sanguíneo elevado y<br />
OA<br />
Los estudios epidemiológicos analizados por los<br />
revisores han implicado al colesterol sérico como factor<br />
de riesgo para la OA sistémica. La OA de rodilla se ha<br />
asociado significativamente con elevación moderada<br />
del colesterol sérico. En los pacientes con artroplastia<br />
relacionada a OA, la hipercolesterolemia definida como<br />
56.2 mmol/l (239 mg/dl) fue independientemente<br />
asociada con OA generalizada; también se ha<br />
observado asociación de OA de mano con hipercoles-<br />
16<br />
terolemia.<br />
Se sabe que la acumulación celular de colesterol<br />
induce citotoxicidad y la hipercolesterolemia<br />
incrementa la formación de AA y la producción de<br />
eicosanoides pro inflamatorios; se ha detectado<br />
colesterol acumulado en el cartílago articular, debido a<br />
la desregulación del sistema de eflujo de colesterol<br />
presente en la OA. El LDL colesterol induce activación<br />
sinovial y formación de osteofitos. Las evidencias<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
29
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
30<br />
demuestran que las estatinas reducen la expresión de<br />
citoquinas inflamatorias y atenúan la inflamación en OA,<br />
y ejercen efecto condroprotector a través de la<br />
17,18<br />
reducción de la degradación del cartílago.<br />
Según los autores de esta revisión, aparentemente la<br />
disminución de colesterol con estatinas tiene un efecto<br />
favorable en OA.<br />
El efecto adicional de los cambios dietéticos puede<br />
resultar en 35 % de reducción del LDL colesterol, que<br />
equivale al obtenido con las estatinas.<br />
Para finalizar con este punto del análisis, acotaron que<br />
se sabe que el efecto del colesterol proveniente del<br />
huevo es insignificante en comparación con los ácidos<br />
grasos saturados; la fibra viscosa (soluble)<br />
aparentemente baja el colesterol en un 5-10<br />
% por cada 5-10 g de dosis diaria, y la avena<br />
(b) glucanos es efectiva en dosis diaria de 3<br />
g. Ingerir 25 g/d de proteína de soya<br />
contribuye a la reducción de colesterol total y<br />
del LDL colesterol. Los alimentos fortificados<br />
con estanoles y estenoles reducen hasta un<br />
10 % el LDL colesterol en dosis de 2 g/d. Los<br />
frutos secos son una fuente de grasa<br />
insaturadas, fibra soluble y fitoesteroles. Se<br />
ha encontrado que las nueces de árbol<br />
(almendras, pistachos y nueces) reducen<br />
significativamente el colesterol total y LDL.<br />
Incluir 30 g/d de frutos secos en la dieta<br />
provee una estrategia sencilla para bajar el<br />
colesterol.<br />
ANTIOXIDANTES<br />
Se ha demostrado que las especies reactivas de<br />
oxígeno y de nitrógeno están envueltas en la<br />
fisiopatología de la OA, por lo tanto, no sorprende que<br />
los antioxidantes puedan retardar el comienzo y la<br />
progresión de la OA. Las vitaminas antioxidantes A, C y<br />
E se han investigado ampliamente y, al parecer, la C es<br />
particularmente relevante porque interviene en la<br />
formación de colágeno.<br />
Una de las revisiones sistemáticas analizadas por los<br />
autores en la que se evaluaron estos tres nutrientes,<br />
determinó que la suplementación con vitamina C podría<br />
disminuir el dolor en OA, aunque el resultado no ha sido<br />
reproducible. En cuanto a la vitamina E, los hallazgos<br />
son conflictivos, pero en un estudio se encontró que<br />
<strong>20</strong>0 mg/d redujeron el dolor significativamente e<br />
incrementaron los niveles circulantes de enzimas<br />
19<br />
antioxidantes.<br />
Concluyeron que la evidencia sobre los beneficios de<br />
los antioxidantes en OA es insuficiente.<br />
VITAMINA D<br />
Se especula que el estado inadecuado de vitamina D<br />
altera la habilidad del hueso para responder al proceso<br />
fisiopatológico de la OA e influye en la progresión de la<br />
enfermedad, y también puede tener efecto sobre la<br />
<strong>20</strong><br />
inflamación y la síntesis de citoquinas.<br />
En múltiples ensayos se ha demostrado su efecto<br />
positivo sobre la fuerza muscular, el cual puede ser<br />
beneficioso, dada la marcada asociación de la OA con<br />
la debilidad de los músculos del cuádriceps. Aunque<br />
los estudios en OA de rodilla son inconsistentes,<br />
sugieren una asociación positiva entre déficit de<br />
v i t a m i n a D c o n p é r d i d a d e l c a r t í l a g o y<br />
21<br />
prevalencia/progresión de la OA.<br />
Las personas con OA, que en forma consistente<br />
mantienen suficiente vitamina D plasmática (más de 50<br />
nmol/d), mejoran significativamente los desenlaces<br />
estructurales y funcionales, en comparación con<br />
aquellos que mantienen niveles insuficientes, lo cual<br />
sugiere que el objetivo es lograr adecuados niveles de<br />
21<br />
esta vitamina en el tiempo.<br />
La evidencia emergente sugiere que un bajo nivel de<br />
vitamina D puede ser un simple marcador de saludenfermedad<br />
de varias condiciones; por ejemplo, en el<br />
proceso inflamatorio y el curso clínico de la OA puede<br />
resultar que el déficit de esta vitamina sea una<br />
22<br />
consecuencia más que una causa de enfermedad.<br />
“Se recomienda que el médico mida el nivel<br />
sérico de vitamina D en los pacientes con OA, a<br />
fin de facilitar que alcancen y se mantengan en<br />
al menos 50 nmol/d”<br />
VITAMINA K<br />
En <strong>20</strong>08 se determinó que la vitamina K es un grupo de<br />
compuestos solubles en grasa, que se presentan<br />
naturalmente en dos formas: vitamina K1 (filoquinonas) y<br />
vitamina K2 (menaquinonas). La primera es sintetizada<br />
por plantas y algas, es la forma más común encontrada<br />
en la dieta, principalmente en vegetales de hojas verdes<br />
y en los aceites; la vitamina K2 es producida por<br />
23<br />
bacterias.<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Se plantea que la vitamina K está envuelta en la<br />
mineralización del cartílago y el hueso subcondral; es el<br />
cofactor de la enzima g-glutamil carboxilasa, la cual a su<br />
vez es responsable de la g-carboxilación y de la<br />
funcionalidad de las proteínas dependientes de vitamina<br />
K (VKD). Las proteínas VKD se encuentran en el hueso y<br />
en el cartílago e incluyen: la proteína gla de la matriz, la<br />
periostina, la proteína rica en gla, la gas-6 y la<br />
osteocalcina. La ingesta inadecuada de vitamina K<br />
puede conducir a la disminución de la carboxilación de<br />
estas proteínas VKD, lo que afecta el estado funcional y<br />
resulta en alteraciones que se observan en la OA.<br />
Los estudios del efecto de vitamina K en OA son<br />
limitados, la mayoría solo ha investigado poliquinonas.<br />
Se ha encontrado una asociación positiva entre el nivel<br />
sérico de poliquinonas menor de 0.1 nM y el desarrollo<br />
de OA, y una relación inversa entre OA de rodilla y sus<br />
niveles en plasma. La ingesta de poliquinonas se ha<br />
asociado inversamente con marcadores inflamatorios.<br />
En un estudio longitudinal, los sujetos con déficit de<br />
vitamina K tenían mayor daño del cartílago y menisco en<br />
2 4<br />
una o ambas rodillas. El único estudio de<br />
suplementación de esta vitamina falló en demostrar<br />
efecto benéfico en la progresión de OA de mano; sin<br />
embargo, la subsección con insuficiencia en vitamina K<br />
durante el seguimiento, presentó 47 % menos<br />
reducción del estrechamiento del espacio articular<br />
25<br />
(p=0.02).<br />
CONCLUSIONES<br />
Thomas y colaboradores afirman que, aunque la evidencia es limitada y sustentada en estudios observacionales -<br />
la mayoría en OA de rodilla- esta revisión puede ofrecer una guía para la práctica clínica.<br />
El exceso de adiposidad y los factores metabólicos subyacentes son reconocidos como parte integral de la OA,<br />
particularmente de mano y rodilla, por lo tanto, las modificaciones de la dieta orientadas a la reducción de peso,<br />
junto con el incremento de la actividad física son fuertes recomendaciones basadas en la evidencia.<br />
Las evidencias en modificaciones de los lípidos de la dieta y el descenso del colesterol sérico son escasas en OA;<br />
sin embargo, las recomendaciones propuestas son beneficiosas para la salud metabólica.<br />
Los datos en vitaminas/micronutrientes son limitados, pero tienen un rol plausible en prevenir y enlentecer la<br />
progresión de la OA.<br />
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Novedades en patología osteomioarticular<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
31
<strong>Osteo</strong>artritis<br />
de Mano<br />
Resumen de una revisión sobre fenotipos clínicos, mecanismos<br />
y actualización de métodos radiológicos<br />
Marshall M, Watt FE, Vincent TL and Dziedzic K. Hand osteoarthritis: clinical phenotypes, molecular<br />
mechanisms and disease management. Nature Reviews Rheumatology <strong>20</strong>18;14:641<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
32<br />
Los resultados de una amplia cantidad de ensayos<br />
clínicos y radiológicos permiten a los investigadores<br />
afirmar que la <strong>Osteo</strong>artritis (OA) de mano es una<br />
condición heterogénea que compromete las<br />
articulaciones de esta extremidad. Plantean que<br />
hay una brecha entre las guías para su manejo<br />
1,2<br />
disponibles en la literatura y la práctica clínica.<br />
En esta revisión, Marshall y colaboradores brindan<br />
una visión amplia de aspectos relacionados con la<br />
epidemiología, formas de presentación, impacto y<br />
métodos diagnóstico radiológicos, así como una<br />
actualización sobre las vías fisiopatológicas de la<br />
OA de mano. Destacan que los pacientes<br />
consideran erróneamente que la afectación de la<br />
calidad de vida causada por la OA de mano es<br />
menor que la de cadera o rodilla y que es inevitable<br />
debido a la edad, lo cual convierte en un reto lograr<br />
una atención médica adecuada.<br />
Basados en los criterios de clasificación de la OA de<br />
mano del Colegio Americano de Reumatología (ACR -<br />
siglas en inglés-) y en una revisión sistemática realizada<br />
por algunos de los autores de este estudio en <strong>20</strong>08,<br />
plantean que esta patología se puede definir por varias<br />
3,4<br />
vías:<br />
Ÿ Criterios clínicos ACR<br />
Ÿ Cambios estructurales determinados por<br />
radiología: radiografía simple en su mayoría<br />
Ÿ Cambios radiológicos y síntomas clínicos como<br />
dolor hipersensibilidad y rigidez en la mano<br />
PREVALENCIA<br />
Los autores señalan que la prevalencia de OA de mano<br />
varía en función de la definición que se utilice, así como<br />
de la edad, género y área geográfica que se estudie;<br />
pueden influir factores genéticos, ocupacionales y<br />
nutricionales.<br />
En diferentes poblaciones se observa que la<br />
prevalencia, calculada según la definición por<br />
radiología, es mucho mayor (21-92 %) que la dada por<br />
la clínica (3-16 %).<br />
Pereira y colaboradores reportaron una prevalencia de<br />
5<br />
OA de mano mayor que la de cadera y rodilla. También<br />
se ha reportado que en algunos grupos (pacientes HIV-<br />
1) se reporta más OA de mano.<br />
6<br />
INCIDENCIA Y PROGRESIÓN<br />
Los investigadores afirman que la distinción entre<br />
ocurrencia de la enfermedad y desarrollo hacia estados<br />
más avanzados de la OA de mano es arbitraria y<br />
depende de la definición que se utilice. Por ejemplo, un<br />
estudio poblacional en Estados Unidos determinó que<br />
el riesgo de padecer OA de mano, en al menos una<br />
mano, a la edad de 85 años se estima en 40 % (47 %<br />
de las mujeres y 25 % de los hombres).<br />
7<br />
Según Prieto-Alhambra, D. et al, el pico de incidencia<br />
de esta enfermedad se observa en mujeres de 50 años<br />
y la prevalencia, independientemente de la edad, sexo<br />
y localización geográfica, es:<br />
Ÿ Radiológica 0,1 a 1,1 %<br />
Ÿ Clínica 0,2 a 4,7 %<br />
La progresión es lenta y sólo en algunas articulaciones;<br />
la tasa de progresión radiológica es de 3,2 – 23,5 % por<br />
año.<br />
9<br />
SIGNOS Y SÍNTOMAS<br />
Más que del cartílago, se considera que la OA de mano<br />
se trata de una enfermedad de toda la articulación:<br />
hueso subyacente, sinovial, músculos, tendones y<br />
ligamentos.<br />
Síntomas comunes: dolor, hipersensibilidad y limitación<br />
o restricción de los movimientos tales como:<br />
disminución de la fuerza del puño y/o de la pinza.<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Signos:<br />
Ÿ Nódulos de la articulación interfalángica (IF)<br />
afectada: inflamación evidente del área<br />
supralateral y dorsal de la articulación interfalángica<br />
distal (IFD) y proximal (IFP), conocidos como<br />
nódulos de Heberden y Bouchard, respectivamente<br />
Ÿ Deformidades como la angulación de la base del<br />
pulgar.<br />
Ÿ Flogosis<br />
Ÿ Aumento de volumen del tejido blando.<br />
Estos pacientes pueden dividirse en subgrupos, según<br />
la articulación afectada: OA nodal, OA de la primera<br />
articulación CarpoMetaCarpiana (CMC) y OA erosiva<br />
de mano (hueso subcondral afectado por erosiones<br />
centrales).<br />
OA de la primera articulación CMC<br />
Estos pacientes tienen hipersensibilidad, disminución<br />
del rango de movimiento en la abducción del pulgar, y<br />
reducción de la fuerza del puño, del agarre cilíndrico y<br />
de la pinza, así como de la abducción entre el pulgar y el<br />
índice. 10,11<br />
Es posible que estos signos y síntomas se deban a<br />
cambios en la estructura y composición de la articulación<br />
y cambios en la inervación del ligamento radial<br />
dorsal, el cual juega un importante rol en la<br />
12<br />
propiocepción y estabilización de la base del pulgar.<br />
Los hallazgos radiológicos más comunes son rupturas<br />
ligamentarias y la subluxación dorsal. Esta OA se puede<br />
diagnosticar con la prueba de presión con rotación de<br />
la articulación para probar si se desencadenan dolor y<br />
craquido. 13<br />
En un estudio, la prueba de desviación-tracción<br />
(subluxación-recolocación) para probar si<br />
desencadena dolor, tuvo una mayor sensibilidad,<br />
especificidad y valor predictivo positivo y negativo para<br />
14<br />
OA de la primera CMC que la prueba de presión.<br />
OA Nodal<br />
Los autores concluyeron que la OA nodal se caracteriza<br />
por la aparición de nódulos, en especial, en la<br />
articulación IFD (Nódulos de Heberden), seguida por la<br />
articulación IFP del pulgar y las IFP (Nódulos de<br />
Bouchard). El patrón nodal es más frecuente en<br />
mujeres y en la mano dominante, lo cual sugiere<br />
factores mecánicos y hormonales asociados. Los<br />
patrones radiológicos son similares a los de la<br />
presencia de nódulos, sin embargo, las IFP pueden<br />
presentar dolor y crecimiento óseo sin evidencia<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
radiológica de nódulos.<br />
OA erosiva de mano<br />
Las características más importantes de este patrón<br />
son: erosiones centrales y colapso del hueso<br />
subcondral, con un gran impacto clínico (discapacidad<br />
comparada con la de la artritis reumatoide).<br />
Las evidencias revisadas por los autores señalan que<br />
este concepto es erróneo, ya que es común observar<br />
cierto grado de erosión dependiendo de la modalidad<br />
radiológica usada; podría pensarse que la enfermedad<br />
erosiva representa un fenotipo extremo de estos<br />
cambios. 15,16<br />
Los pacientes presentan erosiones centrales en la<br />
primera articulación CMC o en la IFP, y muy poco<br />
común en ambas a la vez. Se ha observado que la OA<br />
erosiva de la primera articulación es más frecuente en<br />
hombres que en mujeres.<br />
Los autores afirman que los cambios inflamatorios, el<br />
derrame y las erosiones se observan tanto en<br />
pacientes con OA erosiva como nodal, con similar<br />
frecuencia y patrón de afectación; sin embargo, la<br />
progresión de la sinovitis, derrame articular y cambios<br />
radiológicos se observan más en la forma erosiva.<br />
Hallazgos recientes sugieren diferencias fenotípicas de<br />
inflamación entre los patrones de OA erosiva y no<br />
17<br />
erosiva.<br />
CARGA INDIVIDUAL Y SOCIAL DE LA<br />
ENFERMEDAD<br />
La OA de mano afecta la habilidad del individuo para<br />
realizar su rutina diaria; los pacientes con síntomas<br />
18,19<br />
reportan un deterioro de su salud.<br />
En algunos estudios revisados se reportó asociación<br />
de la OA de mano con aterosclerosis y enfermedad<br />
cardiovascular, lo cual es similar al incremento de<br />
mortalidad cardiovascular en pacientes con OA<br />
dolorosa de grandes articulaciones; se asume que este<br />
aumento se debe a la falta de ejercicio de las<br />
articulaciones que toleran peso, pero la asociación con<br />
OA de mano sugiere que hay otros factores<br />
asociados. <strong>20</strong><br />
Además, en los últimos 3 años se han reportado datos<br />
respecto a que los individuos con OA de manos tienen<br />
riesgo de mortalidad por todas las causas o por causas<br />
<strong>20</strong><br />
cardiovasculares similares a la población general.<br />
Por lo general, los pacientes con OA de mano se<br />
sienten insatisfechos con el aspecto de sus manos, en<br />
especial, aquellos con nódulos de Heberden y<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
33
Bouchard, deformidad articular y/o OA erosiva. Esta<br />
insatisfacción influye negativamente en ellos,<br />
aumentando el nivel de dolor y de rigidez, así como<br />
disminuyendo la función de sus manos; también se<br />
asocia con depresión, ansiedad y percepción negativa<br />
de la enfermedad. Los pacientes con OA de mano<br />
tienen una distorsión de la representación mental del<br />
dolor en las manos; la normalización de esta distorsión<br />
por ilusiones multisensoriales puede ofrecer alivio del<br />
21<br />
dolor.<br />
IMAGENOLOGÍA<br />
Radiología<br />
Debido a que la OA de mano puede ser diagnosticada<br />
clínicamente, EULAR y NICE (siglas en inglés de<br />
National Institute for health and Care Excellence) no<br />
recomiendan el uso de imágenes como rutina<br />
diagnóstica de esta enfermedad, aunque se pueden<br />
22,23<br />
utilizar para excluir otras condiciones.<br />
Las imágenes solo se recomiendan si se presenta un<br />
cambio inesperado y rápido en los síntomas, o si las<br />
características clínicas permiten sospechar un<br />
diagnóstico alterno de artritis reumatoide o artritis<br />
psoriática.<br />
mano, por su sensibilidad en determinar la presencia<br />
de osteofitos, disminución del espacio articular (DEA) y<br />
erosiones centrales.<br />
En esta revisión se observó que el ultrasonido y la RM<br />
han mostrado que los cambios inflamatorios en la<br />
sinovial y en las entesis son comunes en OA de mano.<br />
Aunque la RM es más cara y toma más tiempo, es<br />
importante para la investigación en OA, porque permite<br />
visualizar todas las estructuras articulares a través de<br />
diferentes pulsos de frecuencias y en múltiples planos.<br />
La puntuación Oslo de RM para OA de mano incluye la<br />
apreciación de osteofitos, DEA, erosiones centrales,<br />
quistes, Lesiones de Médula Ósea (LMO), mala<br />
alineación, patología de ligamentos colaterales,<br />
sinovitis y tenosinovitis flexora en IFP e IFD. Esta<br />
puntuación ha sido recientemente actualizada. 26<br />
Algunas características imagenológicas han sido<br />
asociadas con progresión de la OA de mano, por<br />
ejemplo: sinovitis incidental y LMO determinadas por<br />
RM están asociadas con dolor después de 5 años.<br />
Sinovitis, LMO y DEA predicen progresión radiológica<br />
27<br />
en 2 a 5 años. Características ultrasonográficas<br />
basales que incluyen: sinovitis, derrame articular y<br />
actividad Doppler poder en manos están asociadas<br />
con progresión radiográfica en las mismas<br />
28<br />
articulaciones a los 2 y 5 años.<br />
Desarrollos en Tomografía Computarizada<br />
La Tomografía Computarizada (TC) es capaz de<br />
visualizar con más detalles la estructura ósea que la<br />
radiografía, el ultrasonido y la RM.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
34<br />
Los autores acotan que la radiografía todavía tiene un<br />
lugar en el escenario de la investigación, sin embargo,<br />
el método de puntuación es controversial y depende de<br />
la población y objetivo del estudio (OA erosiva o no<br />
erosiva). 24<br />
Aunque la radiografía puede tener una baja sensibilidad<br />
en estadios tempranos de la enfermedad, es similar a la<br />
Resonancia Magnética (RM) Tesla 1.0 para detectar<br />
progresión a 5 años. Dado su bajo costo en<br />
comparación con RM, se sugiere que la radiografía<br />
como elección en los estudios observacionales con<br />
25<br />
seguimiento por largos períodos de tiempo.<br />
Ultrasonido e MR<br />
En la última década el ultrasonido y la RM han brindado<br />
mayor comprensión sobre la fisiopatología de la OA de<br />
En este estudio se encontró que aunque la TC requiere<br />
mayor dosis de radiación ionizante, en años recientes<br />
ha sido usada con propósitos de investigación de OA<br />
de mano. Las TC cuantitativa y de alta resolución han<br />
demostrado que la formación ósea nueva es más<br />
común a nivel de la interfase cartílago-hueso y en los<br />
márgenes articulares en OA de mano que en artritis<br />
psoriática. Adicionalmente, la formación de hueso<br />
asociada a la enfermedad se ubica en la palma y dorso<br />
de la mano, mientras que en la artritis psoriática el<br />
compromiso es más amplio, lo que sugiere<br />
mecanismos diferentes en la formación de hueso<br />
29<br />
aberrante. Hallazgos con TC 3D muestran que la<br />
curvatura trapecial y la superficie articular de la<br />
articulación CMC en pacientes con OA temprana,<br />
difiere de la observada en sujetos normales, jóvenes y<br />
viejos.<br />
Los investigadores han identificado diferencias en la<br />
estructura y configuración del hueso trabecular<br />
Novedades en patología osteomioarticular
trapezoide en individuos con y sin OA de primera CMC<br />
30<br />
con Micro TC (imágenes 3D en pequeñas escalas).<br />
Métodos novedosos en desarrollo<br />
Las modalidades de imagen óptica -desarrolladas pos<br />
tecnología láser- que pueden aplicarse a OA de mano<br />
son:<br />
Ÿ Tomografía óptica difusa<br />
Ÿ Imagen óptica fluorescente<br />
Ÿ Tomografía de coherencia óptica<br />
Ÿ Técnicas relacionadas con la imagen fotoacústica.<br />
Marshall y colaboradores afirman que estás técnicas<br />
ofrecen imágenes de bajo riesgo (no utilizan radiación<br />
ionizante), diferenciación entre diferentes tejidos<br />
blandos y tiempo de procesado rápido. Actualmente su<br />
uso in vivo y en pacientes con OA es limitado.<br />
SÍNTOMAS Y PATOLOGÍA ESTRUCTURAL<br />
Es conocida y frecuente la diferencia entre los síntomas<br />
y los cambios radiológicos estructurales en OA de<br />
todas las articulaciones, sin embargo hay modalidades<br />
de imagen más sensibles que revelan una importante<br />
asociación.<br />
Los resultados de los estudios siguen siendo<br />
controversiales, pues hay casos en las que se<br />
correlacionan con el dolor y otros que no. La<br />
inflamación determinada por ultrasonido se ha<br />
asociado con progresión radiológica en OA de mano y<br />
31<br />
con el subsecuente desarrollo de erosiones óseas.<br />
MECANISMOS DE LA ENFERMEDAD<br />
Los investigadores plantean que el estudio de la<br />
patogénesis de la OA de mano es difícil debido a las<br />
siguientes razones:<br />
Ÿ Limitado acceso al tejido enfermo<br />
Ÿ Pocas cantidades de tejido disponible para análisis<br />
molecular<br />
Ÿ Falta de donadores de tejido sano<br />
Ÿ No existen modelos animales para la OA de mano<br />
La comprensión de la fisiopatología de esta<br />
enfermedad proviene de datos genéticos, análisis<br />
epidemiológicos, ensayos prospectivos de imágenes y<br />
resultados positivos y negativos de los estudios<br />
clínicos.<br />
“La pregunta más importante es ¿La OA de<br />
mano comparte vías patológicas con la OA en<br />
otras articulaciones?”<br />
De los factores etiológicos comunes, posiblemente, el<br />
más importante sea la carga mecánica anormal.<br />
Aunque las articulaciones de las manos no toleran<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
peso, no están exentas de cargas, lo cual se<br />
demuestra por la alta prevalencia de OA en la mano<br />
dominante y la ausencia de enfermedad en manos<br />
inmovilizadas por hemiparesia o polio. Los cambios<br />
inflamatorios en las éntesis de las interfalángicas de<br />
pacientes con OA sugieren que este tejido es una<br />
32<br />
importante área de estrés. A diferencia de la OA de<br />
grandes articulaciones en las manos:<br />
Ÿ El pico de incidencia ocurre en la menopausia<br />
Ÿ La fase inflamatoria temprana de la enfermedad<br />
parece preceder al remodelamiento óseo<br />
Ÿ Las articulaciones dolorosas parecen mejorar con<br />
el tiempo<br />
Genética y OA de mano<br />
Según un estudio sobre heredabilidad de la OA, la de<br />
mano es la más heredable de todas las OA<br />
33<br />
(aproximadamente el 60 %). Dos genes candidatos a<br />
OA de mano han sido replicados: variables genéticas<br />
de ACAN (codifica Agrecam, un componente integral<br />
de la matriz extracelular) y HFE (codificador el regulador<br />
de hierro homeostático, una proteína asociada a la<br />
hemocromatosis).<br />
Hormonas sexuales<br />
La prevalencia de OA en la etapa posmenopaúsica de<br />
la mujer es mayor que en el resto de la población, pero<br />
los estudios reportan que la OA de mano tiene una<br />
relación única y robusta. Se ha observado que los<br />
bochornos e irregularidades menstruales ocurren con<br />
el inicio de la OA de mano; no se ha definido si se debe<br />
a la pérdida del efecto anti inflamatorio y pro<br />
regenerativo de los estrógenos o a las fluctuaciones de<br />
otras hormonas sexuales. Tanto los estrógenos como<br />
la testosterona regulan la expresión de los miembros<br />
de la familia ALDH1A, y esto puede ser importante en la<br />
comunicación entre el ácido retinóico y la señalización<br />
estrogénica en la peri menopausia. 34<br />
Inflamación<br />
Aunque se acepta que cambios inflamatorios (clínicos<br />
y sinovitis por imágenes) están presentes en la OA de<br />
mano, estos son relativamente modestos en<br />
comparación con la artritis reumatoide. Los datos en<br />
estudios prospectivos por imagen muestran que la<br />
sinovitis por RM y ultrasonido predicen la progresión<br />
35<br />
radiológica o la erosión central.<br />
Los niveles elevados de IL-1 sérica se han asociado<br />
con pérdida de la función y erosiones radiológicas en<br />
OA de mano. 36<br />
El uso de esteroides (triamcinolona) más lidocaína en<br />
OA de mano ha reportado una mejoría significativa del<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
35
dolor al moverse y en la inflamación en comparación<br />
37<br />
con la infiltración de lidocaína sola. Los ensayos<br />
clínicos sobre uso de antinflamatorios o agentes “antisinoviales”<br />
para OA de mano como hidroxicloroquina,<br />
anti-TNF o estrategias cuyo blanco es la IL-1, han<br />
fallado en demostrar diferencias contra placebo.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
36<br />
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Novedades en patología osteomioarticular
Avances en<br />
Ácido Hialurónico<br />
como tratamiento<br />
para la <strong>Osteo</strong>artritis<br />
Resumen de una revisión de ensayos clínicos prospectivos<br />
Bowman S, Awad ME, Hamrick MW, Hunter M and Fulzele S. Recent advances in hyaluronic acid based<br />
therapy for osteoarthritis. Clin Trans Med. <strong>20</strong>18; 7:6. doi.org/10.1186/s40169-017-0180-3<br />
Esta revisión incluyó 44 ensayos clínicos<br />
prospectivos sobre factibilidad y eficacia de la<br />
inyección de Ácido Hialurónico (AH) para el<br />
tratamiento la <strong>Osteo</strong>artritis (OA) rodilla, cadera y<br />
tobillo. Los autores analizaron el AH y sus<br />
propiedades, así como su efectividad clínica y<br />
opciones futuras.<br />
Según la National Health Interview Survey (NHIS) de<br />
Estados Unidos, entre los años <strong>20</strong>10 y <strong>20</strong>12 en ese<br />
país se diagnosticaron 52,2 millones de adultos con<br />
OA, considerada una de las principales causas de<br />
discapacidad funcional; y estiman que 22,7 millones<br />
1<br />
de adultos están discapacitados por OA.<br />
En un estudio sobre la carga de esta enfermedad,<br />
publicado en <strong>20</strong>09, se planteó que los síntomas que<br />
sufren los pacientes con OA son: dolor persistente,<br />
rigidez y limitación de la movilidad; esto afecta su<br />
calidad de vida y se asocia a comorbilidades físicas<br />
2<br />
y/o mentales.<br />
Bowman y colaboradores consideran que todavía<br />
falta mucho por conocer de la OA, debido a su<br />
complejidad e interacción de factores biológicos tales<br />
como: alteraciones genéticas, déficit de hormonas<br />
sexuales y envejecimiento. La evidencia reciente se<br />
ha centrado en investigar marcadores moleculares<br />
relacionados con el envejecimiento del condrocito<br />
inducido por estrés; el deterioro de la función del<br />
condrocito dependiente de la edad se define como<br />
3<br />
condrosenescencia.<br />
recomendaciones internacionales, algunas de la<br />
cuales se exponen y analizan en este número de<br />
<strong>Osteo</strong><strong>360</strong>, establecen terapias basadas en<br />
evidencia, que incluyen opciones no farmacológicas<br />
y farmacológicas. Entre las primeras están:<br />
educación del paciente, ejercicio físico y<br />
rehabilitación; los medicamentos van desde<br />
acetaminofén, Antinflamatorios No Esteroideos<br />
(AINES), inhibidores selectivos de la COX-2 y<br />
opiodes.<br />
Los fármacos más prescriptos en OA son los AINES<br />
que, a pesar de su bien establecido efecto de alivio<br />
del dolor en estos casos, su uso prolongado está<br />
asociado a efectos adversos, así como a una amplia<br />
heterogeneidad de respuestas individuales debido a<br />
4<br />
interacciones farmacogenómicas.<br />
Entre las opciones terapéuticas no quirúrgicas<br />
también están: condroitin sulfato, Glucosamina e<br />
inyecciones intrarticulares de Ácido Hialurónico (AH),<br />
así como de productos derivados de la sangre. La<br />
tendencia de las últimas décadas ha sido las<br />
inyecciones intrarticulares de esteroides,<br />
analgésicos/antiinflamatorios, colágeno polimerizado,<br />
drogas anti-citoquinas y AH. Los investigadores<br />
afirman que estas modalidades han demostrado<br />
disminuir el dolor en OA y el AH ha sido el más seguro y<br />
con efecto más prolongado.<br />
“El uso de inyecciones intrarticulares es una<br />
alternativa para maximizar el efecto local y<br />
disminuir los efectos adversos sistémicos”<br />
En vista de esta compleja fisiopatología, las opciones<br />
t e r a p é u t i c a s s o n l i m i t a d a s . L a s g u í a s y<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
A continuación, los aspectos más resaltantes de la<br />
revisión de Bowman y colaboradores sobre los<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
37
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
38<br />
avances del AH como tratamiento de pacientes con<br />
OA.<br />
FISIOLOGÍA DEL AH EN EL LÍQUIDO SINOVIAL<br />
ARTICULAR<br />
En <strong>20</strong>15, Altman publicó una revisión sistemática<br />
sobre el mecanismo de acción del AH, donde<br />
plantea que se trata de una molécula ubicua de alto<br />
peso molecular, presente en cartílago y líquido<br />
sinovial. Sus características reológicas están<br />
implicadas en las funciones principales de ese<br />
5<br />
líquido:<br />
Ÿ Lubricación de la articulación<br />
Ÿ Limpieza de radicales libres<br />
Ÿ Regulación de actividades celulares, tales<br />
como los enlaces entre proteínas<br />
Explica que cuando la OA progresa, el AH endógeno<br />
se despolimeriza y se convierte de una molécula de<br />
alto a una de bajo peso molecular, lo que causa<br />
disminución de las propiedades mecánicas y<br />
viscoelásticas del líquido sinovial de la articulación<br />
afectada.<br />
Se ha observado que al inyectar AH en la articulación<br />
afectada por OA, mejoran las funciones del AH<br />
endógeno polimerizado. Las revisiones acerca de la<br />
fisiopatología, del AH comentadas en este artículo,<br />
acotan que el AH exógeno no restaura ni reemplaza el<br />
cartílago, pero induce el alivio del dolor en forma<br />
satisfactoria a través de mecanismos tales como:<br />
síntesis de proteoglicanos y/o glicosaminoglicanos,<br />
efecto antinflamatorio y mantenimiento de la viscoelasticidad.<br />
Con base en un trabajo sobre el mecanismo de<br />
acción del AH, publicado en <strong>20</strong>03, se determinó que<br />
las hialuronidasas constituyen una familia de enzimas<br />
que degrada el AH, a través de la ruptura de las<br />
uniones (1-4), lo cual lleva a la fractura la molécula<br />
en piezas pequeñas antes de degradarla. Los niveles<br />
de hialuronidasas en el líquido sinovial podrían<br />
explicar la heterogeneidad de la respuesta<br />
terapéutica en pacientes con OA a la inyección de<br />
6<br />
AH.<br />
ÁCIDO HIALURÓNICO Y SUS<br />
PRESENTACIONES PARA TRATAR OA<br />
Las dos vías de administración de AH son oral e<br />
intrarticular; las diferentes inyecciones disponibles<br />
tienen una variedad de características, resumidas a<br />
partir de los datos analizados por Bowman et al.<br />
Ÿ Origen: animal o bio-fermentación bacterial<br />
usando organismos modificados<br />
Ÿ Distribución del peso molecular: 500 a 6.000<br />
kDa<br />
Ÿ Estructura molecular: linear, enlaces cruzados<br />
o ambos<br />
Ÿ Métodos de entrecruzamiento<br />
Ÿ Concentración: de 0,8 a 30 mg/mL<br />
Ÿ Volumen de la inyección: 0,5 a 6,0 mL<br />
Ÿ Posología<br />
En cuanto al tratamiento con AH oral, se ha descrito<br />
que el cuerpo absorbe el polímero de gran peso<br />
7<br />
molecular y lo descompone en 2 a 6 polisacáridos ;<br />
también se han planteado como mecanismos de<br />
acción la unión al receptor Toll-like-4 y la promoción<br />
de la expresión de IL-10 y citoquinas señalizadoras,<br />
8<br />
que conducen a antiinflamación.<br />
Como se señaló previamente, los AH intrarticulares<br />
difieren en muchas de sus características. La<br />
inyección de AH en el líquido sinovial de la<br />
articulación afectada cuenta con una variedad de<br />
mecanismos para el alivio de los síntomas, tales<br />
como: síntesis de proteínas de la matriz extracelular,<br />
alteración de los mediadores inflamatorios para<br />
desviarlos de la degradación, reducción de la<br />
motilidad de los linfocitos y preservación del grosor<br />
del cartílago, su área y superficie suave.<br />
Destaca la revisión sobre viscosuplementación<br />
realizada por Ballamy et al en <strong>20</strong>06, que incluyó 76<br />
ensayos clínicos, en la cual se concluyó que el AH<br />
inyectado localmente es efectivo en el tratamiento de<br />
OA por sus efectos sobre el dolor, la función y la<br />
apreciación global del paciente, y en cuanto a<br />
s e g u r i d a d , n o h u b o e f e c t o s a d v e r s o s<br />
8<br />
estadísticamente significativos.<br />
Según los autores de esta revisión, las evidencias<br />
muestran que la inyección intrarticular de AH y su<br />
suplementación oral pueden combatir los síntomas<br />
de OA, especialmente, en estadios tempranos de la<br />
enfermedad, incluso un estudio reportó la<br />
prolongación de los beneficios del tratamiento<br />
9<br />
inyectable con la suplementación del oral.<br />
AH BASADO EN INGENIERÍA TISULAR<br />
Una de las revisiones comentadas por Bowman y<br />
colaboradores plantea que el AH es útil para crear<br />
hidrogeles que asisten la cicatrización, debido a sus<br />
propiedades no inmunogénicas, biodegradabilidad<br />
controlada, polimerización química biocompatible y<br />
Novedades en patología osteomioarticular
diferentes sitios de reacción. Los andamios de<br />
hidrogel de AH, embebidos en células madre<br />
mesenquimales, pueden potenciar la eficacia de su<br />
capacidad de regeneración. Los factores de<br />
crecimiento son las moléculas que más comúnmente<br />
se acoplan a los andamios de AH, y se ha observado<br />
que son capaces de reclutar células madre<br />
endógenas en el sitio de defecto del cartílago para<br />
10<br />
permitir la regeneración de novo.<br />
Un estudio reciente reportó que con ingeniería de<br />
tejido cartilaginoso, los condrocitos pueden ser<br />
encapsulados dentro de una red con el objeto de<br />
tratar el daño del cartílago; aprovechando el control<br />
espacial de cierto tipo de hidrogeles de AH, se han<br />
desarrollado sistemas de microdispositivos en los que<br />
se pueden encapsular células madre embrionarias<br />
viables y recuperarlas posteriormente, para ser<br />
usadas en el tratamiento de enfermedades con la<br />
10<br />
OA.<br />
ESTUDIOS CLÍNICOS<br />
Los autores afirman que la eficacia y seguridad de<br />
gran variedad de preparaciones de AH han sido<br />
demostradas, por tanto la inyección de AH puede ser<br />
una opción no quirúrgica para la OA y el retardo de la<br />
Una de las principales controversias del AH<br />
intrarticular es la frecuencia y duración de las<br />
inyecciones y su impacto en la eficacia y<br />
sostenibilidad. Se revisaron ensayos clínicos<br />
comparativos con resultados interesantes, por<br />
ejemplo, Cubukur et al reportaron que en<br />
comparación con solución salina, el AH en pacientes<br />
con OA produjo un alivio máximo del dolor tan<br />
temprano como a la tercera semana y una mejoría<br />
14<br />
funcional en la octava.<br />
En cuanto a la cantidad de inyecciones, en <strong>20</strong>06,<br />
Petrella y colaboradores en un estudio controlado y al<br />
azar que comparó tres versus seis inyecciones en<br />
semanas consecutivas, reportaron que no hubo<br />
diferencias en alivio del dolor, mejoría de la función ni<br />
15<br />
satisfacción del paciente. Hace <strong>20</strong> años, Huskisson<br />
et al demostraron que 5 semanas de hialuronato<br />
sódico pueden proveer mejoría sintomática que<br />
16<br />
persiste por 6 meses , lo cual se confirmó en dos<br />
grandes estudios clínicos controlados, que<br />
demostraron una mejoría significativa de la función y<br />
alivio del dolor, a lo que se agregó que las 5 semanas<br />
de AH fueron tan efectivas y con menos efectos<br />
adversos que el tratamiento continuo con naproxeno<br />
17,18<br />
por 26 semanas.<br />
En cuanto al alivio de los síntomas de OA de<br />
cadera, al comparar Plasma Rico en<br />
Plaquetas (PRP) con inyecciones de AH,<br />
Battaglia y colaboradores reportaron que el<br />
AH es superior al PRP en pacientes con OA<br />
de cadera sintomática, en aliviar dolor y<br />
19<br />
mejorar la función. Val et al reportaron que 3<br />
inyecciones de AH son seguras y una opción<br />
en OA de cadera leve a moderada para<br />
producir rápido alivio del dolor, aunque no fue<br />
eficaz para OA severa; además la inyección<br />
de AH se asoció a una reducción del 48,2 %<br />
del consumo de AINES a los tres meses en<br />
<strong>20</strong><br />
comparación con los valores basales.<br />
necesidad de reemplazo articular. Por otra parte,<br />
consideran que la influencia de la masa molecular del<br />
AH en la eficacia clínica y funcional es debatible.<br />
La eficacia y seguridad del AH intrarticular han sido<br />
demostradas contra placebo en alivio del dolor y<br />
mejoría de la función en OA leve y moderada de rodilla;<br />
mientras que en estadios avanzados se han reportado<br />
11-13<br />
beneficios con AH de alto peso molecular.<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
Un metanálisis de 26 ensayos clínicos concluyó que la<br />
inyección de AH puede ser considerada la mejor línea<br />
conservadora para la OA de cadera gracias al<br />
21<br />
sustancial alivio de dolor y mejoría funcional. Sin<br />
embargo, no hay evidencia clara que pruebe su<br />
capacidad para modificar la morfología y los cambios<br />
radiológicos en OA de cadera.<br />
Respecto a la OA de tobillo, hay menor cantidad de<br />
estudios, pero los disponibles reportan alivio del dolor,<br />
mejoría de la movilidad y reducción del consumo de<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
39
analgésicos, así como seguridad y efectividad al<br />
22-24<br />
combinar AH con condroitin sulfato.<br />
ESTUDIOS EN ANIMALES Y VÍAS FUTURAS<br />
PARA LOS USOS CLÍNICOS DEL AH<br />
Los autores comentaron algunos estudios en<br />
animales que están demostrado un mayor efecto<br />
condroprotector del AH al combinarlo con condroitin<br />
sulfato y glucosamina. También se está investigando<br />
una asociación novedosa con metotrexate intrarticular<br />
con resultados similares al efecto antiartrítico del<br />
25<br />
metotrexate oral, pero sin los efectos adversos.<br />
Se está considerando el uso de nanopartículas como<br />
portadoras de AH. Dos estudios en ratas han<br />
reportado que las nanopartículas cubiertas con AH no<br />
tienen efectos tóxicos en estos modelos de rodilla, no<br />
modifican la membrana sinovial, ni sobreregulan<br />
citoquinas, además son retenidas en el 70 % de las<br />
26<br />
ratas por al menos una semana.<br />
CONCLUSIONES<br />
AH es efectivo para la OA debido a su efecto lubricante, antiinflamatorio y condroprotector. Puede ser<br />
administrado por vía oral o por inyección IA. En este metanálisis se ha demostrado su eficacia en OA de rodilla,<br />
cadera y tobillo. Se están desarrollando nuevos productos, tanto con modificaciones de la composición de la<br />
molécula, como en combinación con otras drogas para maximizar su efecto.<br />
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19.- Battaglia M et al (<strong>20</strong>13) Efficacy of ultrasound-guided intra-articular injections of platelet-rich plasma versus hyaluronic acid for hip osteoarthritis. Orthopedics<br />
36(12):e1501–e1508 .<br />
<strong>20</strong>.- Vad VB et al (<strong>20</strong>03) Role of hylan G-F <strong>20</strong> in treatment of osteoarthritis of the hip joint. Arch Phys Med Rehabil 84(8):1224–1226.<br />
21.- Piccirilli E et al (<strong>20</strong>16) Viscosupplementation with intra-articular hyaluronic acid for hip disorders. A systematic review and meta-analysis. Muscles Ligaments<br />
Tendons J 6(3):293–299.<br />
22.- Chang KV et al (<strong>20</strong>13) Effectiveness of intra-articular hyaluronic acid for ankle osteoarthritis treatment: a systematic review and meta-analysis. Arch Phys Med<br />
Rehabil 94(5):951–960.<br />
23.- Mei-Dan O et al (<strong>20</strong>13) Intra-articular injections of hyaluronic acid in osteoarthritis of the subtalar joint: a pilot study. J Foot Ankle Surg 52(2):172–176.<br />
24.- Rivera F et al (<strong>20</strong>16) Effectiveness of intra-articular injections of sodium hyaluronate-chondroitin sulfate in knee osteoarthritis: a multicenter prospective study. J<br />
Orthop Traumatol 17(1):27–30.<br />
25.- Tamura T et al (<strong>20</strong>16) Novel hyaluronic acid–methotrexate conjugate suppresses joint inflammation in the rat knee: efficacy and safety evaluation in two rat arthritis<br />
models. Arthritis Res Ther 18:79.<br />
26.- Zille H et al (<strong>20</strong>10) Evaluation of intra-articular delivery of hyaluronic acid functionalized biopolymeric nanoparticles in healthy rat knees. Biomed Mater Eng<br />
<strong>20</strong>(3):235–242<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
40<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Algoritmo sobre la decisión de retratar<br />
con viscosuplementación a pacientes<br />
que sufren de Osteartritis de rodilla:<br />
Recomendaciones del EUROpeanVISco supplementation<br />
COnsensus Group (EUROVISCO)<br />
Raman R et al. Decision Algorithms for the<br />
Retreatment with Viscosupplementation in Patient<br />
Suffering from Knee <strong>Osteo</strong>arthritis: Recommendations<br />
from the EUROpean VIScosupplementation COnsensus<br />
Group (EUROVISCO). Cartilage <strong>20</strong>17; 1-13.<br />
Recomendaciones de Retratamiento entre paciente con FALLA PREVIA<br />
a tratamiento con Viscosuplementación<br />
Inyección(es) de AH<br />
NO<br />
No<br />
Retratamiento<br />
Sin evidencia de OA<br />
Crisis con gran derrame<br />
sinovial<br />
Dolor debido a ruptura<br />
de menisco<br />
Dolor debido a trauma o<br />
fractura por insuficiencia<br />
de platillo tibia<br />
Dolor debido a tendinitis<br />
<strong>Osteo</strong>necrosis<br />
Ausencia de eficacia a los 6 meses<br />
¿Indicación correcta?<br />
SÍ<br />
Discutir con el paciente<br />
otras modalidades<br />
guiadas por imágenes<br />
SÍ<br />
Obesidad<br />
EEA severo<br />
¿Nivel de dolor muy alto ?<br />
SÍ<br />
¿Factores predictores de falla?<br />
NO<br />
¿Protocolo correcto?<br />
Número de inyecciones<br />
Volumen inyectado<br />
Intervalo entre las<br />
inyecciones<br />
¿Inyección realmente intrarticular<br />
Retratamiento<br />
Con protocolo adecuado y/o<br />
Guiado por imagen<br />
Recomendaciones de Retratamiento entre paciente que MEJORARON<br />
con previa Viscosuplementación<br />
Inyección(es) de AH<br />
Retratamiento<br />
Meses a 6<br />
Meses a 12<br />
No<br />
Retratamiento<br />
Asintomático<br />
A los 6 meses<br />
Todavía asintomático<br />
A los 12 meses<br />
AH efectivo<br />
a los 6 meses<br />
Incremento del dolor<br />
entre los 6 a 12 meses<br />
Pocos síntomas<br />
Pocos síntomas<br />
a los 12 meses<br />
SOLO SI:<br />
Jóvenes OA temprana<br />
Alto riesgo de<br />
progresión<br />
Práctica deportiva<br />
Comorbilidades<br />
severas<br />
Contraindicación<br />
para RTR<br />
SOLO SI:<br />
Alto riesgo de<br />
progresión<br />
Deportista profesional<br />
Joven con factores de<br />
riesgo para progresión<br />
Retratamiento<br />
Adaptado a la situación del paciente:<br />
Tan pronto como el dolor ocurra de nuevo<br />
Tan pronto como > PASS<br />
De acuerdo a los deseos del paciente<br />
No<br />
Retratamiento<br />
SOLO SI:<br />
Sin aumento del dolor<br />
entre los 6 y 12 meses<br />
Paciente no desea retratamiento<br />
No hay riesgo de progresión<br />
Dolor
Factores de<br />
riesgo centrales<br />
y periféricos para<br />
el dolor de rodilla<br />
Resultados de una cohorte basado en una comunidad<br />
Sarmanova A, Fernandes GS, Richardson H, Valdes AM, Walsh DA, Zhang, Doherty M. Contribution of central<br />
and peripheral risk factors to prevalence, incidence and progression of knee pain: a community-based cohort<br />
study. <strong>Osteo</strong>arthritis and Cartilage. <strong>20</strong>18; 26: 1461-1473.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
42<br />
El dolor de rodilla (gonalgia) es multifactorial y puede<br />
ser causado por factores periféricos como la<br />
<strong>Osteo</strong>artritis (OA) de rodilla o por alteraciones de las<br />
vías de la modulación central del dolor como en la<br />
fibromialgia. La gonalgia es una entidad clínica<br />
relacionada con la OA de rodilla, pero no totalmente<br />
explicada por esta, en adultos de edad media y<br />
ancianos. En parte, esto puede permitir<br />
comprender la discordancia entre la gonalgia y los<br />
cambios estructurales de la rodilla con OA. Los<br />
factores de riesgo para gonalgia y para OA de rodilla<br />
pueden ser diferentes; para la apreciación clínica y<br />
plan terapéutico deben considerarse tanto los<br />
periféricos como los factores de riesgo centrales.<br />
El dolor de rodilla afecta la calidad de vida, causa<br />
discapacidad y está asociado a un incremento de<br />
1<br />
mortalidad.<br />
Los investigadores plantean que a pesar de los<br />
intentos terapéuticos, el aumento de los pacientes que<br />
requieren Reemplazo Total de Rodilla (RTR) es<br />
evidente, y un 15 a 30 % de los pacientes sometidos a<br />
esta intervención todavía reportan dolor, lo que puede<br />
2<br />
sugerir la necesidad de modulación central.<br />
Los mecanismos subyacentes al dolor de rodilla tienen<br />
importantes implicaciones en la orientación del manejo<br />
del dolor crónico y pueden predecir la respuesta a las<br />
terapias existentes. En este estudio los autores<br />
evalúan una cohorte basada en una comunidad, con el<br />
objeto de explorar los factores que influyen en la<br />
prevalencia, incidencia y progresión del dolor de rodilla<br />
a través de sus mecanismos periféricos y centrales.<br />
Al inicio del estudio se enviaron 40.505 cuestionarios y<br />
se obtuvieron 9.506 respuestas de hombres y mujeres<br />
mayores de 40 años de edad. Un año después se les<br />
envió otro cuestionario a 6.716 participantes vivos,<br />
quienes habían dado su consentimiento para recibir<br />
futuras encuestas. Quienes respondieron el<br />
cuestionario al año presentaban mayor frecuencia de<br />
dolor de rodilla en comparación con quienes no<br />
respondieron.<br />
Los autores construyeron 2 cohortes a partir de los<br />
participantes que respondieron al cuestionario luego<br />
del año:<br />
Ÿ Una cohorte de incidencia que comprende los<br />
participantes sin dolor de rodilla en la línea basal,<br />
y por tanto riesgo de desarrollarlo de novo<br />
(n=2.341) durante el seguimiento.<br />
Ÿ Una cohorte de progresión que comprende los<br />
participantes con dolor al inicio, y por tanto con<br />
riesgo de progresión (n=2.396).<br />
En este estudio prospectivo, los factores de riesgo<br />
fueron divididos en tres grupos principales:<br />
1.- Central: relacionado con la percepción del dolor<br />
y dolor fisiológico<br />
2.- Periférico: relacionado con cambios estructurales<br />
de la articulación de la rodilla<br />
3.- Otros: influencia mixta<br />
Factores de riesgo centrales<br />
Ÿ Dolor generalizado<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Ÿ<br />
Ÿ<br />
Ansiedad y depresión<br />
Catastrofismo<br />
Factores periféricos<br />
Ÿ Injuria articular de la rodilla mayor/significante<br />
Ÿ Mal alineamiento de rodillas (valgus/varus)<br />
Ÿ Alto riesgo ocupacional<br />
Ÿ Relación de la altura del índice: anular (el patrón<br />
tipo 3, índice más corto que el anular es un<br />
factor de riesgo para OA).<br />
La prevalencia de gonalgia fue de 45 % (hombre 44 %,<br />
mujeres 46 %) la prevalencia de gonalgia actual fue 28<br />
% y, 14 % tenían diagnóstico de OA por un médico<br />
general.<br />
L o s p a c i e n t e s c o n g o n a l g i a u s a r o n m á s<br />
Antiinflamatorios No Esteroideos (AINEs) y opioides<br />
que los que no lo tenían (6 % vs 2 % para AINEs<br />
prescritos, 22 % vs 9 % para AINEs de venta libre, 15 %<br />
vs 5 % para opioides).<br />
Prevalent KP Incident KP Worsening KP<br />
1.00<br />
1.00<br />
1.00<br />
0.75<br />
0.75<br />
0.75<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=19%<br />
(95%CI 17 to 19)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=14%<br />
(95%CI 12 to 22)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=29%<br />
(95%CI 22 to 33)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
1.00<br />
1.00<br />
1.00<br />
0.75<br />
0.75<br />
0.75<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=23%<br />
(95%CI 21 to 23)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=29%<br />
(95%CI 24 to 33)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=5%<br />
(95%CI 4 to 6)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
1.00<br />
1.00<br />
1.00<br />
0.75<br />
0.75<br />
0.75<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
Sensitivity<br />
0.50<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=27%<br />
(95%CI 26 to 29)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=14%<br />
(95%CI 12 to 22)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
0.25<br />
0.00<br />
PRC=14%<br />
(95%CI 9 to 17)<br />
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00<br />
1 - Specifity<br />
Otros factores estimados<br />
Ÿ OA nodal (altamente heredable e incrementa el<br />
riesgo de OA de rodillas),<br />
Ÿ Comorbilidades<br />
Ÿ Uso de analgésicos<br />
La edad media en la línea basal fue de 62.1 años (rango<br />
entre 30-86), el 57 % de los participantes fueron<br />
mujeres, la media del Índice de Masa Corporal (IMC)<br />
fue de 27.31 (SD 5.30, rango entre 13-74).<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
Más de la mitad de la población del estudio reportó una<br />
o más comorbilidades (61 % en participantes con<br />
gonalgia, 53 % de aquellos sin ella). Las condiciones<br />
más prevalentes entre los participantes con gonalgia<br />
fueron: enfermedad cardiovascular (54 %),<br />
desórdenes dolorosos (16%) y enfermedades<br />
endocrinas (15%).<br />
La incidencia de gonalgia durante el año 1 de<br />
seguimiento fue de 12 %. Durante este año de<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
43
seguimiento 19 % reportó empeoramiento del dolor<br />
(hombres 16%, mujeres 21%).<br />
“Los factores de riesgo tanto los centrales<br />
como periféricos se asociaron con gonalgia.”<br />
Los autores observaron que de los factores centrales,<br />
el dolor generalizado fue el mayor, seguido por<br />
depresión, catastrofismo y ansiedad. En cuanto a los<br />
factores periféricos, la injuria previa de la rodilla fue el de<br />
mayor riesgo, seguida por el mal alineamiento<br />
constitucional y el riesgo ocupacional alto. Otros<br />
factores de riesgo como OA nodal de mano,<br />
comorbilidad, género e IMC se asociaron con<br />
gonalgia. Los factores de riesgo más fuertemente<br />
asociado con la gonalgia incidental fueron: el dolor<br />
generalizado y la depresión, y los factores periféricos<br />
no tuvieron efecto significativo. La injuria articular<br />
durante el seguimiento fue un fuerte factor de riesgo<br />
para el comienzo de la gonalgia. La contribución<br />
proporcional de riesgo para factores centrales y<br />
periféricos fue de 14 % y 25 %, respectivamente. En las<br />
personas con gonalgia tanto los factores de riesgo<br />
centrales como los periféricos contribuyeron al<br />
empeoramiento en el primer año.<br />
El catastrofismo, depresión, ansiedad y dolor<br />
generalizado fueron los factores de riesgo centrales<br />
asociados con empeoramiento. En aquellos pacientes<br />
con mayor puntuación para dolor similar al neuropático<br />
hubo mayor probabilidad de que reportaran empeoramiento.<br />
Con respecto a los periféricos la injuria<br />
previa a la línea basal no se asoció con empeoramiento<br />
de la gonalgia, pero la injuria durante el seguimiento sí;<br />
la mala alineación en varus y el riesgo ocupacional alto<br />
se asociaron con empeoramiento, al igual que otros<br />
factores como la OA nodal de mano, la presencia de<br />
comorbilidad y el IMC. La contribución de los factores<br />
de riesgo periféricos al empeoramiento (5 %) fue menor<br />
que la de los factores centrales (29 %).<br />
DISCUSIÓN<br />
Sarmanova y colaboradores afirman que este es el<br />
primer estudio de cohorte, basado en una comunidad,<br />
que investiga la contribución de factores de riesgo<br />
centrales y periféricos asociados con la prevalencia,<br />
incidencia y progresión de gonalgia. Los factores<br />
centrales fueron aquellos relacionados con la<br />
percepción del dolor, respuestas psicológicas y<br />
conductuales que pueden afectar la fisiología normal<br />
del dolor, mientras que los periféricos estuvieron relacionados<br />
a cambios estructurales de la rodilla. Algunos<br />
factores de riesgo como las comorbilidades y la OA<br />
nodal de mano pueden influenciar la gonalgia por mecanismos<br />
centrales y periféricos, y fueron clasificados<br />
como otros factores de riesgo. Los principales<br />
hallazgos fueron:<br />
Ÿ Factores centrales y periféricos se asocian con<br />
la prevalencia del dolor<br />
Ÿ Factores de riesgo periféricos tales como la<br />
injuria de la rodilla contribuyeron más a la<br />
incidencia de gonalgia<br />
Ÿ El mayor contribuyente a la progresión de la<br />
gonalgia fue el factor central catastrofismo.<br />
BIBLIOGRAFIA<br />
1.- Neogi T, Felson D, Niu J, Nevitt M, Lewis CE, Aliabadi P, et al. Association between radiographic features of knee osteoarthritis and pain: results from two cohort<br />
studies. BMJ009;339:b2844.<br />
2.- Wylde V, Palmer S, Learmonth ID, Dieppe P. The association between pre-operative pain sensitisation and chronic pain after knee replacement: an exploratory<br />
study. <strong>Osteo</strong>arthritis Cartilage <strong>20</strong>13;21:1253e6.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
44<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Fenotipos y<br />
Endotipos como<br />
vía para la<br />
personalización<br />
del tratamiento<br />
de la <strong>Osteo</strong>artritis<br />
ARTÍCULO DESTACADO<br />
Mobasheri A, van Spil WE, Budd E, Uzieliene I, Bermotiene E, Bay-Jensen AC, et al. Molecular taxonomy<br />
of osteoarthritis for patient stratification, disease management and drug development: biochemical markers<br />
associated with emerging clinical phenotypes and molecular endotypes. Curr Opin Rheumatol <strong>20</strong>19,<br />
31:80–89.<br />
En este artículo se revisan los marcadores<br />
bioquímicos existentes y emergentes que<br />
pueden ser usados para mejorar la comprensión<br />
sobre la taxonomía molecular de la osteoartritis y<br />
definir los endotipos correspondientes a los<br />
fenotipos clínicos.<br />
La continua expansión y envejecimiento de la<br />
población humana representa un significativo<br />
desafío para los gobiernos y los sistemas de salud<br />
que trabajan para lograr que la gente tenga una vida<br />
larga y saludable, sin sufrir de discapacidades<br />
severas.<br />
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),<br />
entre <strong>20</strong>15 y <strong>20</strong>50, la proporción de población<br />
mundial mayor de 60 años de edad se incrementará<br />
del 12 % al 22 %. (http://www.who.int/newsroom/fact-<br />
sheets/detail/ageing-and-health)<br />
El aumento de la longevidad, en combinación<br />
con la crisis de obesidad global, genera un<br />
incremento en la cantidad de personas<br />
susceptibles a enfermedades relacionadas<br />
c o n l a e d a d , p a r t i c u l a r m e n t e l a s<br />
musculoesqueléticas, entre las cuales la<br />
más común es la <strong>Osteo</strong>artritis (OA).<br />
En un estudio de Chaput y col publicado en <strong>20</strong>11 se<br />
afirma que los factores de riesgo de la OA han<br />
aumentado en la era postindustrial. Hay una<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
reducción significativa de la actividad física debido<br />
a la dependencia de los vehículos motorizados, lo<br />
que se suma a dietas obesogénicas con comidas<br />
procesadas, ricas en azúcar y grasas saturadas, y<br />
bajas en fibra; estos se proponen como<br />
componentes claves del ambiente moderno y<br />
conductores del desarrollo de la obesidad, del<br />
sedentarismo y de cambios de conducta también<br />
asociados al sobrepeso y la obesidad, los cuales<br />
constituyen prerrequisitos esenciales para la<br />
1<br />
patogénesis y progresión de la OA.<br />
Aunque la OA está teniendo un creciente impacto<br />
en la sociedad, los resultados de los ensayos<br />
clínicos con Drogas Modificadoras de la OA<br />
(DMOA) y con otros tratamientos modificadores son<br />
controversiales. Según Owens, una posible<br />
explicación puede estar en el uso de herramientas<br />
poco precisas y efectivas para clasificar y<br />
monitorizar la progresión de la enfermedad, como la<br />
2<br />
radiografía. En <strong>20</strong>18, Deveza y Loeser publicaron<br />
un estudio que sugiere que otra potencial causa de<br />
los resultados de los ensayos clínicos con DMOA<br />
es que se trata de una enfermedad heterogénea y<br />
que puede ser una colección de subtipos que se<br />
sobreponen con diferentes fenotipos clínicos y<br />
3<br />
diferentes endotipos moleculares.<br />
Por ello, Mobasheri y colaboradores presentaron<br />
este estudio en el que plantean la urgencia del<br />
desarrollo de herramientas más sensitivas que<br />
permitan clasificar y monitorizar la OA. Estas<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
45
Fenotipo<br />
dirigido por<br />
envejecimiento<br />
Fenotipo<br />
dirigido por<br />
Cartílago<br />
Fenotipo<br />
Metabólico<br />
Fenotipo<br />
dirigido por<br />
Traumatismo<br />
Fenotipo<br />
Inflamatorio<br />
dirigido por<br />
Sinovitis<br />
Fenotipo<br />
dirigido por<br />
el Hueso<br />
subcondral<br />
Figura 1. Fenotipos emergentes en OA<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
46<br />
herramientas (biomarcadores) deberían ayudar a<br />
diagnosticar la OA en estadios tempranos, incluso<br />
en estadios preclínicos (asintomáticos) y en fase<br />
molecular.<br />
Los autores destacan el desequilibrio entre la<br />
síntesis y degradación de la matriz extracelular<br />
como punto de partida de las alteraciones<br />
moleculares en OA.<br />
Plantean que la secuencia precisa de eventos<br />
vinculados con la patogénesis de la OA no está<br />
clara y puede variar entre individuos; factores<br />
bioquímicos, inflamatorios y metabólicos podrían<br />
tener un papel clave en la iniciación y progresión de<br />
la enfermedad. Por ejemplo, en la OA, los<br />
condrocitos se inflaman y activan progresivamente;<br />
los factores procatabólicos y proinflamatorios<br />
reducen la actividad anabólica, alteran el<br />
metabolismo celular y el delicado balance entre la<br />
síntesis de la Matriz ExtraCelular (MEC) y su<br />
4<br />
degradación . Agregan que hay tejidos articulares<br />
involucrados en la pérdida de la homeostasis y de la<br />
regulación metabólica y que en la OA están<br />
comprometidos la membrana sinovial, el hueso<br />
subcondral y los tejidos blandos periarticulares.<br />
En estadios tempranos y tardíos de la enfermedad<br />
hay sinovitis con infiltración de macrófagos, células<br />
T y mastocitos. En <strong>20</strong>09, Sutton y colaboradores<br />
observaron que los mediadores proinflamatorios y<br />
catabólicos tales como: citoquinas, especies<br />
reactivas de oxígeno (ROS -siglas en inglés-),<br />
Óxido Nítrico (ON), prostaglandina E2 (PG-E2) y<br />
neuropéptidos, provenientes de la sinovial<br />
inflamada, afectan el metabolismo del condrocito y<br />
el recambio de la matriz del cartílago. La sinovitis<br />
conduce a un exceso de producción de enzimas<br />
proteolíticas responsables de la ruptura del<br />
5<br />
cartílago . Posteriormente, Sellam y Berenbaum<br />
describieron que el catabolismo de la matriz libera<br />
moléculas que perpetúan la inflamación sinovial y<br />
6<br />
crea un círculo vicioso que se autoalimenta.<br />
En <strong>20</strong>16, Poulet y Beier describieron la<br />
“condrosenescencia”, estado en el cual el<br />
condrocito articular, que normalmente está en<br />
reposo, se activa. Explican que los mediadores<br />
inflamatorios producidos por condrocitos y<br />
sinoviocitos activan el estrés oxidativo e infligen<br />
7<br />
daño articular por liberación de ROS.<br />
¿Serán los biomarcadores en OA la clave para su<br />
diagnóstico temprano y fenotipificación?<br />
Los biomarcadores en OA se dividen en<br />
Novedades en patología osteomioarticular
marcadores “secos” y “húmedos”. Los “secos”<br />
incluyen marcadores derivados de imágenes y<br />
cuestionarios; los “húmedos” son marcadores<br />
bioquímicos que se pueden medir en fluidos<br />
corporales, células y/o extractos de células y<br />
tejidos, que incluyen: proteínas, fragmentos de<br />
proteínas, lípidos bioactivos, metabolitos y/o<br />
8<br />
m a t e r i a l g e n ó m i c o e x t r a c e l u l a r. L o s<br />
biomarcadores de la OA se categorizan según el<br />
blanco del proceso osteoartrítico: marcadores<br />
d e d e g r a d a c i ó n / s í n t e s i s d e l c a r t í l a g o ,<br />
degradación/síntesis de hueso o inflamación y<br />
fibrosis de tejido sinovial. Los marcadores<br />
d e g r a d a c i ó n d e l a M E C s i r v e n c o m o<br />
biomarcadores “húmedos” del daño articular y<br />
también pueden ser moléculas señalizadores<br />
proinflamatorios y catabólicas. Destacan que los<br />
m a r c a d o r e s b i o q u í m i c o s s o l u b l e s s o n<br />
particularmente útiles para definir los endotipos<br />
moleculares de los pacientes y para generar el perfil<br />
molecular que se relaciona con los diferentes<br />
fenotipos clínicos. Sin embargo, en la OA los<br />
pacientes pueden tener sobreposición de los<br />
fenotipos clínicos, lo cual complica la identificación<br />
d e l o s e n d o t i p o s m o l e c u l a r e s y s u s<br />
correspondientes perfiles clínicos (Figuras 1 y 2).<br />
Marcadores de la<br />
destrucción de la matriz<br />
CTX-I, CTX-II, C2M, ICTP, CI-C2,<br />
C2C, NTX-I, Coll2-1, fibulina-3,<br />
FTSL-1, agrecan<br />
Inflamación sistémica<br />
TNF-alfa, IL-1,6,17, CRP, CRPM,<br />
CCL-13, Hyaluronan<br />
Diferenciación y<br />
producción de matriz<br />
PINP, PIINP, PIIANP, PIIINP,<br />
PIIBNP, PIICP, CPII, COMP,<br />
Hs846, YKL-40<br />
Proteasas<br />
AAMTS, Catepsina K,<br />
MMP-2,3,9,13,<br />
Agrecanas<br />
Inflamación<br />
sinovial<br />
Endostatina, C3M, C1M<br />
Señalización<br />
DKKs, OPG, RANK-L,<br />
Esclerostina<br />
Marcadores de destrucción<br />
del hueso sub condral<br />
Colágeno tipo I, Catepsina K,<br />
<strong>Osteo</strong>calcin, TRACP<br />
Células-B<br />
Condrocitos<br />
Células-T<br />
Macrófagos<br />
<strong>Osteo</strong>clasto<br />
<strong>Osteo</strong>blasto<br />
<strong>Osteo</strong>citos<br />
Figura 2. Biomarcadores de OA<br />
bioquímicos se clasifican en seis categorías que<br />
corresponden a: impacto de la enfermedad,<br />
investigación, pronóstico, eficacia de las<br />
9<br />
intervenciones, diagnóstico y seguridad.<br />
Los autores de esta revisión puntualizan que los<br />
cambios metabólicos son comunes en el cartílago,<br />
hueso y membrana sinovial; estos tejidos pueden<br />
c o n s i d e r a r s e u n a f u e n t e i m p o r t a n t e d e<br />
biomarcadores circulantes y son afectados por<br />
conductores externos e internos de la progresión<br />
de la OA, tales como: inflamación, alteraciones<br />
biomecánicas, reprogramación metabólica e<br />
inmunomoduladores. Los productos de la<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
ENDOTIPO INFLAMATORIO<br />
En esta revisión destacan las investigaciones<br />
recientes que sugieren que la OA tiene<br />
10<br />
componentes inflamatorios.<br />
En el endotipo inflamatorio de OA se observan<br />
niveles elevados de biomarcadores locales<br />
11,12,13<br />
(sinoviales) y sistémicos, tales como:<br />
- Proteína C-Reactiva (PCR, una proteína<br />
producida por el hígado en respuesta a la<br />
inflamación)<br />
- Proteína C-Reactiva M (PCRM, un derivado<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
47
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
48<br />
inflamatorio de la PCR)<br />
- Factor de Necrosis Tumoral alfa (TNF-alfa)<br />
- Interleuquina 6 (Il-6, citoquina inflamatoria<br />
principalmente producida por el hígado)<br />
- Interleuquina 17 (Il-17, por las células T)<br />
- Quimoquina (C-C mo- tif) CCL13<br />
- C3M, C1M (marcador de recambio de colágeno)<br />
- Hialuronato sérico<br />
- Endostatina (marcador angiogénico)<br />
La endostatina es un inhibidor angiogénico que<br />
interfiere con la acción proangiogénica de factores<br />
de crecimiento tales como: el factor de crecimiento<br />
de fibroblastos básico (bFGF/FGF-2) y el factor de<br />
14<br />
crecimiento endotelial vascular (VEGF).<br />
ENDOTIPO ÓSEO (REMODELACIÓN ÓSEA Y<br />
OSTEOFITOS)<br />
Los autores enfatizan en el papel del hueso<br />
subcondral en la patogénesis de la OA. El<br />
i n t e r c a m b i o h u e s o - c a r t í l a g o i n v o l u c r a<br />
biomarcadores, y la señalización bioquímica y<br />
biomecánica entre los compartimientos tisulares es<br />
15<br />
crucial en la progresión de la enfermedad.<br />
El desarrollo de osteofitos también es importante en<br />
la génesis del dolor en estadios tardíos de la<br />
enfermedad, porque, aunque no lo causan<br />
directamente, son marcadores para generadores<br />
de dolor y desarrollo de OA, con lo cual pueden ser<br />
blanco para el manejo del dolor y retardo de la<br />
progresión de la enfermedad. La remodelación<br />
ósea es un proceso dinámico donde hay un<br />
b a l a n c e e n t r e l a r e a b s o r c i ó n d e h u e s o<br />
(osteoclastos) y la formación del mismo<br />
(osteoblastos). Los cambios moleculares y<br />
estructurales del hueso subcondral están<br />
asociados con un incremento de vascularización,<br />
lesiones de la medula ósea y aumento de<br />
microfracturas; todo esto conduce a un incremento<br />
sustancial del remodelado óseo y del recambio<br />
16<br />
tisular.<br />
Existen diferentes marcadores que permiten medir<br />
el recambio tisular de la matriz ósea. Según<br />
Huebner y col, el telopéptido terminal-C del<br />
colágeno I (CTX-I) mide la degradación del<br />
colágeno tipo I por la cisteína proteasa catepsina K,<br />
secretada por los osteoclastos durante la<br />
reabsorción ósea. En estudios longitudinales en<br />
pacientes con OA sintomática y radiológica, el CTX<br />
alfa (forma isomérica del CTX-1) se asoció con<br />
incremento del recambio óseo medido por<br />
gammagrafía ósea, y con progresión de la OA<br />
b a s a d a e n p u n t u a c i ó n d e o s t e o fi t o s y<br />
17<br />
estrechamiento del espacio articular.<br />
Se ha propuesto apuntar a la interfase cartílagohueso<br />
como blanco para el desarrollo de<br />
tratamientos farmacológicos y biológicos<br />
16<br />
novedosos de la OA. Además, los marcadores<br />
bioquímicos que pueden medir estos cambios en<br />
forma dinámica pueden ser útiles para el desarrollo<br />
de fármacos para esta enfermedad.<br />
ENDOTIPO DE SÍNDROME METABÓLICO<br />
No existe consenso respecto a la definición de<br />
Síndrome Metabólico asociado a OA (SMet-OA).<br />
En <strong>20</strong>16, Le Clanche y colaboradores propusieron<br />
definirlo como aquel que se observa en pacientes<br />
entre 45 y 65 años de edad con OA generalizada y<br />
al menos un componente de SMet, sobrepeso u<br />
18<br />
obesidad.<br />
En <strong>20</strong>18, Dell'Isola y Steultjens propusieron la<br />
siguiente definición: OA de rodilla en pacientes con<br />
Diabetes Mellitus y obesidad, sin considerar<br />
hipertensión arterial.19 Por su parte, van der Esch y<br />
col identificaron cinco subtipos de pacientes con<br />
OA de rodilla y “fenotipo de obesidad” que<br />
<strong>20</strong><br />
corresponde a SMet-OA.<br />
Esta revisión evidencia varios factores metabólicos<br />
que contribuyen a la patogénesis de la OA:<br />
toxicidad por lípidos, resistencia a la insulina,<br />
adipoquinas e inflamación sistémica de bajo grado.<br />
Estos factores disparan la “metainflamación” que es<br />
una subclase de inflamación que comprende<br />
muchas moléculas y señalizaciones similares a la<br />
inflamación clásica, y que es iniciada por factores<br />
2 1<br />
propios de enfermedades metabólicas. La<br />
metainflamación inducida por lípidos, citoquinas,<br />
adipoquinas y vitamina D ha sido implicada en la<br />
patogénesis de la OA.<br />
El aumento del tejido adiposo en pacientes con<br />
sobrepeso y obesos con OA resulta en un<br />
incremento del nivel de adipoquinas circulantes, las<br />
cuales juegan un papel directo en la degradación<br />
articular. Las adipoquinas: leptina, resistina,<br />
visfatina y adiponectina, se han encontrado en<br />
concentraciones elevadas en el plasma y líquido<br />
Novedades en patología osteomioarticular
sinovial en pacientes con OA en comparación con<br />
controles. Los productos de glicación avanzada<br />
(AGE -siglas en inglés-) asociadas a hiperglicemia<br />
se acumulan en el músculo y tejido conectivo e<br />
interaccionan con proteínas blanco. La glicación no<br />
enzimática del colágeno resulta en fortalecimiento<br />
de su papel patológico en OA. El AGE pentosidina<br />
se ha encontrado en el líquido sinovial, suero y<br />
22<br />
cartílago de pacientes con OA.<br />
Por último, hacen referencia a una aproximación<br />
diferente al fenotipo de síndrome metabólico, que<br />
se relaciona con tecnologías ómicas, tales como<br />
las metabolómicas. Un estudio identificó tres<br />
subcategorías metabólicamente diferentes de<br />
endotipos de OA de rodilla que difieren en niveles<br />
d e l í q u i d o s i n o v i a l d e a c i l c a r n i t i n a s ,<br />
glicerolfosfolípidos, esfingolípidos y una amina<br />
2 3<br />
b i o g é n i c a . S i n e m b a r g o , l o s s u b t i p o s<br />
identificados en este estudio, no coinciden con los<br />
factores de riesgo clásicos de OA (edad y género,<br />
por ejemplo) o con componentes del síndrome<br />
metabólico (hipertensión y Diabetes Mellitus), por<br />
tanto, las potenciales consecuencias clínicas de<br />
estos hallazgos están por establecerse.<br />
FENOTIPO RELACIONADO<br />
ENVEJECIMIENTO<br />
Es bien conocida la relación existente entre<br />
longevidad de los mamíferos y la tasa del<br />
envejecimiento del colágeno, expresada con el<br />
progresivo incremento del endurecimiento de los<br />
tejidos ricos en colágeno como: arterias, pulmones<br />
y cartílago articular. Durante el envejecimiento, en la<br />
MEC se observa disminución de la solubilidad y<br />
digestibilidad proteolítica. Se ha demostrado una<br />
relación entre una acumulación de pentosidina y el<br />
24<br />
envejecimiento de la MEC humana.<br />
Se ha encontrado que la severidad de OA asociada<br />
a la edad depende del incremento de aminoácidos<br />
glicosilados, oxidados y nitrados. Adicionalmente,<br />
g l u c o s e p a n o y d i t i r o s i n a a u m e n t a n<br />
progresivamente con la edad y se observan en el<br />
avance de la OA. Se ha descrito que el<br />
glucosepano tiene el mayor vínculo con el<br />
envejecimiento de la MEC, también se relaciona<br />
con las modificaciones del colágeno en la diabetes,<br />
y potencialmente, con las alteraciones hormonales<br />
25<br />
relacionadas con la edad.<br />
La modificación de la secreción de citoquinas por<br />
las células envejecidas impacta al sistema inmune y<br />
su respuesta a trauma tisular articular, así como las<br />
interacciones entre esas células y el ambiente<br />
tisular local26. También se enfatiza en que existe<br />
una intersección entre el endotipos OA senescente<br />
y otros endotipos, incluyendo el metabólico y el<br />
inflamatorio.<br />
CONCLUSIÓN<br />
Mobasheri y col consideran que la OA es una<br />
enfermedad heterogénea con causas múltiples y<br />
con sus correspondientes endotipos y fenotipos<br />
clínicos. Afirman que el avance en el campo de la<br />
OA requiere aclarar el significado de los endotipos<br />
moleculares y los fenotipos clínicos, lo que además<br />
evita confusiones en la literatura médica.<br />
Enfatizan que se requiere el desarrollo de nuevos<br />
marcadores que permitan estratificar a los<br />
pacientes, con lo cual será posible el desarrollo de<br />
medidas preventivas y terapéuticas efectivas.<br />
Señalan que los pasos para avanzar en este sentido<br />
son:<br />
1.- Trasladar el estudio de la OA a un nivel<br />
molecular y preradiológico o radiológico<br />
temprano, ya que la capacidad de distinguir<br />
e n t r e e n d o t i p o s m o l e c u l a r e s y s u<br />
correspondiente fenotipo clínico puede ser<br />
más fácil en estadios tempranos de la<br />
enfermedad, antes de que todos los fenotipos<br />
coincidan en una vía final común.<br />
2.- Se deben probar los biomarcadores en la<br />
diferenciación entre subtipos de pacientes con<br />
OA, y que no se mantengan solo para asociar<br />
parámetros con un grupo o durante la<br />
comparación con los controles.<br />
3.- Técnicas novedosas (ej. técnicas ómicas)<br />
pueden ser particularmente útiles en la<br />
investigación del fenotipo de la OA, porque<br />
analizan un panel de marcadores en lugar de<br />
uno o pocos.<br />
4.- Es posible plantear la hipótesis de que los<br />
marcadores bioquímicos locales (ej. líquido<br />
sinovial) podrían distinguir mejor entre los<br />
endotipos moleculares, porque a diferencia de<br />
l o s d e o r i g e n s i s t é m i c o ( i n c l u y e n d o<br />
comorbilidades), causan menor interferencia.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
49
En resumen, los autores afirman que el progreso en<br />
el campo de endotipos y fenotipos de OA es<br />
importante para el diseño de tratamientos<br />
efectivos, estratificados, tomando en cuenta el<br />
impacto que la OA posee en el individuo y la<br />
sociedad en el mundo entero.<br />
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OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
50<br />
Novedades en patología osteomioarticular
El sulfato de<br />
Glucosamina puede ser<br />
el mejor tratamiento a<br />
largo plazo para la<br />
<strong>Osteo</strong>artritis de rodilla<br />
Gregori D, Giacovelli G, Minto C, Barbetta B, Gualtieri F, Azzolina D, et al. Association of Pharmacological<br />
Treatments With Long-term Pain Control in Patients With Knee <strong>Osteo</strong>arthritis. A Systematic Review and Metaanalysis<br />
JAMA. <strong>20</strong>18; 3<strong>20</strong>(24):2564-2579.<br />
Las recomendaciones sobre el manejo de<br />
<strong>Osteo</strong>artritis de rodilla están limitadas, debido a<br />
que, siendo una enfermedad crónica y progresiva,<br />
la mayoría de los estudios realizados son a corto<br />
plazo.<br />
Con el objetivo de analizar estudios clínicos<br />
aleatorizados, a largo plazo (> 12 meses) y<br />
desenlaces (síntomas, daño estructural) con<br />
medicamentos para osteoartritis de rodilla, Gregori<br />
y colaboradores realizaron esta revisión sistemática<br />
y metanálisis. Investigaron en las bases de datos de<br />
MEDLINE, Scopus, EMBASE, Web of Science y<br />
Cochrane desde el inicio hasta el 30 de junio del<br />
<strong>20</strong>18. El desenlace primario fue el cambio medio<br />
del dolor basal de rodilla, y los secundarios fueron<br />
función física y la estructura articular (medida<br />
radiológicamente por estrechamiento del espacio<br />
articular).<br />
En este estudio el único medicamento que reportó<br />
mantener la mejoría significativa del dolor fue<br />
Glucosamina sulfato, al analizar la data utilizando la<br />
diferencia de media en una escala de 0 a 100 y al<br />
excluir los ensayos con alto riesgo de sesgo.<br />
La <strong>Osteo</strong>artritis (OA) causa discapacidad y es una de la<br />
enfermedades crónicas más prevalentes en el mundo<br />
entero. Para que su tratamiento sea eficaz se requieren<br />
estrategias de largo plazo, tanto para aliviar los<br />
síntomas (dolor y limitación de la función) como para<br />
intervenir sobre los cambios en la estructura articular<br />
1<br />
que conducen a discapacidad . Las revisiones sobre la<br />
eficacia del tratamiento en OA enfatizan en el control del<br />
dolor a corto plazo, y con frecuencia no toman en<br />
2,3<br />
cuenta los desenlaces a largo plazo . Es por ello, que<br />
Gregori y col se fijaron como objetivo de esta revisión<br />
sistemática y metanálisis estudiar los desenlaces a<br />
largo plazo de los medicamentos para OA de rodilla.<br />
Seleccionaron esta articulación por ser la localización<br />
de OA más prevalente en miembros inferiores y la que<br />
más frecuentemente conlleva a discapacidad. Para la<br />
apreciación de la evidencia, los autores realizaron un<br />
metanálisis en red, que permite sintetizar directa e<br />
indirectamente los ensayos clínicos que comparan<br />
múltiples intervenciones; así compararon todos los<br />
medicamentos disponibles para OA de rodilla contra<br />
placebo y entre ellos, a pesar de la escasez de<br />
comparación cabeza a cabeza.<br />
Incluyeron Estudios Clínicos Aleatorizados (ECA)<br />
placebo-controlados y aquellos que compararon<br />
intervenciones farmacológicas con cualquier principio<br />
activo para OA de rodilla, solos o en combinación.<br />
Seleccionaron los ECA cuyo período de tratamiento y<br />
seguimiento fuera mayor de un año, con al menos uno<br />
de los siguientes desenlaces: dolor en rodilla, función<br />
física y Estrechamiento del Espacio Articular (EEA). El<br />
desenlace primario fue cambios en la media de la<br />
comparación entre la línea basal y el punto final (³12<br />
meses) del dolor de rodilla; los desenlaces secundarios<br />
fueron cambios en la función física y en la estructura<br />
articular.<br />
El análisis principal fue realizado en todos los ECA<br />
seleccionados utilizando la medida de la Diferencia de<br />
Medias Estandarizada (DME) con un Intervalo de<br />
credibilidad (ICr) de 95 %. Usaron la DME como el<br />
tamaño del efecto, entre grupo experimental y control:<br />
pequeña diferencia 0,<strong>20</strong>, mediana diferencia 0,50 y<br />
4<br />
0,8 como una gran diferencia.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
51
Los autores reportan que, de los 8.166 registros<br />
recuperados de las bases de datos investigadas, sólo<br />
47 (N= 22.037) cumplieron con los criterios de inclusión.<br />
Indican que estudiaron 33 tratamientos farmacológicos<br />
(Tabla 1), con un rango de duración de 1 a 4 años, de los<br />
cuales en 31 analizaron el manejo del dolor, en 13 la<br />
función física y en 16 la estructura articular.<br />
Evaluaron 14 ensayos con Antinflamatorios No<br />
Esteroideos (AINES), en su mayoría fueron<br />
comparaciones cabeza a cabeza, algunos fueron<br />
contra placebo o con otros tipos de fármacos. El<br />
AINES más frecuentemente estudiado fue diclofenac<br />
(5 estudios), seguido por naproxeno y celecoxib (4<br />
estudios), rofecoxib (2), etoricoxib (2) y de los AINES<br />
restantes un estudio de cada uno.<br />
Los corticoesteroides intrarticulares fueron analizados<br />
en 4 estudios (2 con triamcinolona, 1 con<br />
betametasona y 1 con metilprednisolona), y<br />
combinados con ácido hialurónico en 3 ensayos. El<br />
tratamiento que mayor cantidad de investigaciones<br />
tuvo fue el ácido hialurónico, con 12 ensayos clínicos.<br />
De los agentes activos en hueso, incluyeron<br />
antirresortivos (bifosfonatos en 4 estudios,<br />
risendronato en 3 y ácido zolendrónico en 1) y<br />
formadores de hueso (ranelato de estroncio).<br />
Las drogas de acción lenta para el alivio de los<br />
síntomas de OA (SySADOA -siglas en inglés-)<br />
estuvieron representadas por: diacereína (1 ensayo),<br />
condroitin sulfato (8 estudios), sulfato de Glucosamina<br />
(sólo 2 ensayos de productos aprobados para su<br />
5<br />
prescripción en Europa y Asia ), Glucosamina<br />
hidrocloruro (4 ensayos formulados con o sin sulfato de<br />
sodio e identificados como glucosaminas); esta<br />
distinción entre sulfato de Glucosamina y otras<br />
glucosaminas es necesaria, debido a que tienen<br />
6<br />
diferencias moleculares , además Gregori y<br />
colaboradores indicaron que en metanálisis previos se<br />
encontraron diferencias entre el sulfato de<br />
Glucosamina de grado de prescripción y otras<br />
7,8<br />
glucosaminas .<br />
En cuanto a condroitin, también está disponible como una<br />
droga de prescripción (grado de prescripción) y como<br />
suplemento dietético de bajo grado de calidad. El<br />
condroitin de grado de prescripción fue analizado en 7 de<br />
los 8 ensayos considerados en este análisis. Se incluyeron<br />
3 estudios que combinaron Glucosamina y condroitin.<br />
Analizaron un ensayo para cada uno de los siguientes<br />
agentes putativos modificadores de la enfermedad:<br />
doxiciclina, cindunistat, esprifermina y el inhibidor de<br />
las metaloproteinasas de la matriz PG-116800.<br />
De los 47 ECA incluidos, 32 fueron controlados con<br />
placebo. Las características demográficas y clínicas<br />
de los pacientes incluidos reflejan a la población típica<br />
con OA de rodilla (entre 50 y 70 años de edad, 70 %<br />
mujeres); un Índice de Masa Corporal (IMC) en el rango<br />
de sobrepeso y obesidad (IMC entre 27 y 30), y una<br />
media de duración de la enfermedad entre 2 y 11 años.<br />
La severidad de la enfermedad medida por el grado<br />
radiológico de Kellgren y Lawrence fue entre 2 y 3. En<br />
35 de los 47 estudios (53 %) se incluyeron más de 100<br />
participantes por grupo; el 70 % eran de alta calidad y el<br />
30 % (14) tuvo alto riesgo de sesgo. Realizaron una<br />
síntesis cuantitativa por metanálisis en red que<br />
demostró que los ensayos eran comparables en<br />
diseño, medidas de desenlace, pacientes y criterios<br />
de inclusión/exclusión.<br />
En la evidencia analizada hubo 31 intervenciones<br />
farmacológicas y 42 estudios que evaluaron el dolor;<br />
en el 64 % la escala de medición fue WOMAC dolor, en<br />
el 17 % la escala visual análoga (VAS -siglas en inglés-)<br />
y 19 % otras VAS. Los autores no encontraron<br />
asociación con disminución del dolor en 29 de los 31<br />
tratamientos estudiados, se observó solo con el AINES<br />
Tabla 1. Tratamiento farmacológico por clases terapéuticas, elegidos para inclusión en el Network Metanálisis<br />
Analgésico<br />
Antioxidante<br />
Agentes de<br />
acción<br />
sobre el hueso<br />
Medicamentos<br />
inyectados<br />
intrarticulares<br />
Antiinflamatorios<br />
no esteroideos<br />
Drogas de<br />
acción lenta<br />
para síntomas<br />
de OA<br />
Agentes<br />
modificadores<br />
de enfermedad<br />
putativos<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
Acetaminofen<br />
(paracetamol)<br />
Vitamina E<br />
Calcitonina<br />
Risedronato<br />
Ranelato de<br />
estroncio<br />
Vitamina D<br />
Ácido Zoledrónico<br />
Ácido hialurónico<br />
Betametasona<br />
Metilprednisolona<br />
Triamcinolona<br />
Ácido hialurónico +<br />
betametasona<br />
Ácido hialurónico +<br />
metilprednisolona<br />
Ácido hialurónico +<br />
triamcinolona<br />
Celecoxib<br />
Diclofenac<br />
Etofenamato<br />
Etoricoxib<br />
Indometacina<br />
Licofelona<br />
Naproxeno<br />
Nimesulide<br />
Rofecoxib<br />
Ácido tiaprofénico<br />
Condroitin sufalto<br />
Diacerina<br />
Sulfato de<br />
Glucosamina<br />
(producto solo con<br />
prescripción)<br />
Glucosaminas<br />
(glucosamina<br />
hidrocloruro con o sin<br />
sulfato sódico)<br />
Glucosaminas más<br />
condroitin sulfato<br />
Cindunistat<br />
Doxiciclina<br />
Inhibidores de las<br />
metaloproteinasas<br />
de la matriz<br />
Esprifermina<br />
52<br />
Novedades en patología osteomioarticular
celecoxib (DME 1,18 [95 % ICr -0,35 a -0,01]) y con el<br />
SySADOA sulfato de glucosamina (DME 0,29 [95 % ICr<br />
-0,49 a -0,09); al excluir los estudios con alto riesgo de<br />
sesgo, se perdió la asociación entre celecoxib y<br />
disminución del dolor, pero se mantuvo la de suflfato de<br />
Glucosamina.<br />
Según Gregori et al, entre los estudios de alta<br />
calidad, el sulfato de Glucosamina mostró la<br />
mayor probabilidad de ser el mejor tratamiento<br />
a largo plazo.<br />
La inyección intrarticular de la combinación de ácido<br />
hialurónico y triamcinolona también demostró ser<br />
efectiva, aunque este resultado fue limitado por la<br />
amplitud del ICr de 95 %.<br />
Los autores también reportan que, en los estudios de<br />
alta calidad, se observó mejoría del dolor con sulfato de<br />
Glucosamina en comparación con algunos AINES<br />
(diclofenaco y rofecoxib) y otros compuestos<br />
(condroitin sulfato).<br />
Respecto a la asociación de eficacia a largo plazo en<br />
comparación con placebo, como desenlace<br />
secundario, reportan que fue limitada debido a una<br />
considerable incertidumbre.<br />
La función física se analizó en 13 tratamientos<br />
farmacológicos. Al compararse con placebo, el sulfato<br />
de Glucosamina se asoció con una mejoría significativa<br />
de la función física (DEM −0,32 [95% ICr −0,52 a<br />
−0,12]); ningún otro tratamiento se asoció con mejoría<br />
significativa de esta función.<br />
Los cambios en la estructura articular se analizaron con<br />
16 tratamientos; en 3 se observó una asociación con<br />
mejoría del EEA estadísticamente significativa en<br />
comparación con placebo:<br />
· Glucosamina sulfato: DME 0,42 /95% ICr −0,65 a −0,19;<br />
diferencia media: 0,27mm 95% ICr -0,12 a 0,42 mm<br />
· Condroitin sulfato: DME, 0,<strong>20</strong>/95% ICr −0,31 a −0,07;<br />
diferencia media: 0.16 mm 95% ICr 0,07 a 0,25 mm)<br />
· Ranelato de estroncio: DME 0,<strong>20</strong>/95% ICr −0,36 a −0,05;<br />
diferencia media: 0,12 mm 95% ICr 0,01 a 0,23 mm.<br />
El sulfato de Glucosamina fue el tratamiento con mayor<br />
probabilidad de mejorar la función física en OA de<br />
rodilla, tanto al ser comparado con placebo como con<br />
otras glucosaminas y combinado con condroitin<br />
sulfato.<br />
Para el desenlace de EEA, el sulfato de Glucosamina<br />
también reportó la mayor probabilidad de ser el mejor<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
tratamiento y se asoció con mejoría del EEA en<br />
comparación con muchos otros tratamientos, seguido<br />
por condroitin sulfato y ranelato de estroncio. Los autores<br />
acotan que estos resultados fueron similares después<br />
de excluir los estudios con alto riesgo de sesgo.<br />
DISCUSIÓN<br />
Gregori y colaboradores afirman que en esta revisión<br />
sistemática y metanálisis en red de estudios a largo<br />
plazo, el sulfato de Glucosamina y celecoxib fueron los<br />
dos tratamientos con mayor asociación a mejoría del<br />
dolor, aunque con celecoxib fue menor y no se<br />
observó en el subgrupo de estudios de alta calidad. El<br />
sulfato de Glucosamina también se asoció<br />
consistentemente con mejoría de la función física y de<br />
la estructura ósea.<br />
Según esta investigación, los AINES son los<br />
9<br />
medicamentos más ampliamente usados para la OA y<br />
en los ECA incluidos se asociaron a un moderado<br />
efecto sobre el dolor en comparación con placebo o<br />
10,11<br />
acetaminofen en 12 semanas o menos . Acotan<br />
que las guías internacionales recomiendan el uso de<br />
AINES por corto tiempo y en forma intermitente debido<br />
2,3,12<br />
a su perfil de seguridad.<br />
En cuanto a los inhibidores selectivos de COX-2<br />
indican que se asocian con una mejor tolerabilidad<br />
gastrointestinal a largo plazo en comparación con los<br />
13<br />
AINES no selectivos . En vista de estos resultados y su<br />
seguridad en comparación con placebo, recomiendan<br />
el uso de cualquier AINES por corto tiempo y en forma<br />
intermitente; además, ninguno reportó asociación con<br />
mejoría del EEA.<br />
El sulfato de Glucosamina se asoció consistentemente<br />
con mejoría del dolor, la función física y del EEA, con un<br />
tamaño del efecto moderado. Otras glucosaminas no<br />
se asociaron con ningún beneficio y estos hallazgos<br />
son consistentes con otros metanálisis que han<br />
7,8,14<br />
incluido principalmente estudios a corto plazo.<br />
Los autores indican que la combinación de inyecciones<br />
de Ácido Hialurónico Intrarticular (AH IA) y corticoesteroides<br />
IA reportó un beneficio moderado. Hicieron referencia a<br />
metanálisis previos en los que se compararon<br />
corticoesteroides IA con AH IA y determinaron que los<br />
corticoesteroides brindan mayor beneficio en las primeras<br />
semanas de tratamiento, mientras que el AH IA es mejor a<br />
15<br />
los 3 a 6 meses siguientes. Los corticoesteroides IA se<br />
aplican comúnmente en las exacerbaciones agudas de<br />
OA de rodilla.<br />
Respecto al acetaminofén, comentan que es un<br />
analgésico económico, con resultados positivos en el<br />
alivio del dolor a corto plazo, pero en este estudio no se<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
53
asoció con mejoría a largo plazo. Las guías de<br />
prácticas actuales lo recomiendan en primera línea en<br />
3,12<br />
el manejo del dolor leve antes que los AINES.<br />
En el análisis secundario, el sulfato de glucosamina fue<br />
asociado con mejoría de EEA, seguido por condroitin<br />
sulfato y ranelato de estroncio. Un grupo de trabajo<br />
internacional ha recomendado el uso de sulfato de<br />
Glucosamina o condroitin de grado de prescripción<br />
como la primera línea de manejo farmacológico de la OA<br />
12<br />
de rodilla . En esta revisión no hubo asociación entre el<br />
uso de condroitin y mejoría de los síntomas a largo plazo.<br />
El ranelato de estroncio está aprobado solo en Europa<br />
para el tratamiento de la osteoporosis, con restricciones<br />
debido a su seguridad cardiovascular. Los agentes que<br />
actúan sobre el hueso han sido probados en OA, por su<br />
potencial beneficio sobre el recambio del hueso<br />
16<br />
subcondral . Sin embargo, ninguno de los otros<br />
agentes que actúan sobre el hueso ha mostrado<br />
asociación con mejoría del EEA. Esto también se<br />
observó con otros medicamentos, incluso con los<br />
agentes putativos modificadores de la enfermedad.<br />
Acotaron que los datos sobre esprifermina deben ser<br />
considerados con precaución debido a que este<br />
compuesto se encuentra en fase experimental, y su<br />
potencial se basa en Imágenes de Resonancia<br />
Magnética (IRM).<br />
Comentaron que probablemente en futuros estudios la<br />
detección de cambios estructurales en OA se realice<br />
con IRM, pues las medidas radiológicas del EEA son<br />
limitadas y hay controversias sobre su significado entre la<br />
comunidad científica.<br />
LIMITACIONES<br />
1.- Gran incertidumbre relacionada con todas las<br />
estimaciones.<br />
2.- Solo 13 de los 33 tratamientos fueron evaluados<br />
por dos o más estudios, y hubo relativamente<br />
pocas comparaciones directas.<br />
3.- Menos del 60 % de los estudios tenían más de<br />
100 participantes por grupo, lo cual introduce un<br />
sesgo debido al pequeño tamaño del efecto.<br />
4.- El 30 % de los estudios tuvieron baja calidad<br />
metodológica y alto riesgo de sesgo.<br />
5.- Los datos fueron agrupados de acuerdo al mayor<br />
tiempo de seguimiento, de al menos 12 meses.<br />
Sin embargo, evidencia de algunos estudios<br />
incluidos que tenían mediciones posteriores,<br />
mostraron una estabilización del dolor después de<br />
los 12 meses. Por lo tanto, parece razonable<br />
combinar datos independientemente de la<br />
duración del estudio después de los 12 meses.<br />
6.- La ausencia de desenlaces de seguridad, de<br />
tratamientos no farmacológicos e intervenciones<br />
basadas en procedimientos.<br />
Los autores concluyen que es necesario realizar ECA a<br />
largo plazo que permitan aclarar la incertidumbre<br />
respecto a la eficacia del tratamiento de la OA de rodilla.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
54<br />
REFERENCIAS<br />
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4.- Cohen J. Statistical Power Analysis for the Behavioural Sciences. 2nd ed. Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum Associates; 1988.<br />
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symptomatic relief of osteoarthritis: ameta-analysis of placebo-controlled trials. Arthritis Care Res (Hoboken). <strong>20</strong>14;66(12):1844-1855.<br />
9.- Gore M, Tai KS, Sadosky A, Leslie D, Stacey BR. Use and costs of prescription medications and alternative treatments in patients with osteoarthritis and chronic<br />
low back pain in community-based settings. Pain Pract. <strong>20</strong>12;12(7): 550-560.<br />
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systematic review and network meta-analysis. Ann Intern Med. <strong>20</strong>15;162 (1):46-54.<br />
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Arthritis Rheum. <strong>20</strong>14;44(3):253-263.<br />
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Review No. 190. Agency for Healthcare Research and Quality; May <strong>20</strong>17. www.effectivehealthcare.ahrq.gov/reports/final.cfm. Doi:<br />
https://doi.org/10.23970/AHRQEPCCER190.<br />
15.- Bannuru RR, Natov NS, Obadan IE, Price LL, Schmid CH, McAlindon TE. Therapeutic trajectory of hyaluronic acid versus corticosteroids in the treatment of knee<br />
osteoarthritis: a systematic review and meta-analysis. Arthritis Rheum. <strong>20</strong>09; 61(12):1704-1711.<br />
16.- Baker-LePain JC, Lane NE. Role of bone architecture and anatomy in osteoarthritis. Bone. <strong>20</strong>12;51(2):197-<strong>20</strong>3.<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Actualización del algoritmo ESCEO del tratamiento<br />
por pasos para la <strong>Osteo</strong>artritis de Rodilla<br />
Bruyère O et al. Semin Arthritis Rheum April <strong>20</strong>19, in press<br />
Principio Básico y Conjunto Fundamental<br />
Combinación de modalidades de tratamiento, incluyendo terapias no farmacológicas<br />
y farmacológicas está recomendado fuertemente<br />
Conjunto fundamental: Información/Educación<br />
Pérdida de peso si hay sobrepeso<br />
Programa de ejercicio (aeróbico, fortalecimiento o ejercicios contra resistencia)<br />
PASO 1: Tratamiento de respaldo<br />
Si hay síntomas<br />
SYSADOA* Crónico: prescripción de Sulfato de<br />
Glucosamina y/o Condroitin Sulfato<br />
±cuando sea necesario paracetamol<br />
Si todavía hay síntomas SUMAR<br />
AINES tópico<br />
*SYSADOA: drogas de acción lenta para síntomas de osteoartritis<br />
Referir a Terapia Física para:si es necesario<br />
(para controlar malalineación)<br />
Rodilleras / Plantilas<br />
Si todavía hay síntomas ADICIONAR en cualquier momento<br />
Ayudas para caminar (bastón, andadera, muletas)<br />
Agentes Térmicos (frío, calor)<br />
Mecanoterapia o Terapia Manual<br />
(flexibilidad, movilización, fortalecimiento)<br />
Vendaje con tape<br />
Hidroterapia o ejercicio acuático<br />
TaiChi<br />
PASO 2: Manejo farmacológico avanzado en pacientes con síntomas persistentes<br />
Riesgo GI Normal<br />
AINES no selectivo + IBP<br />
AINES Cox-2 selectivo<br />
(preferible + IBP)<br />
Si todavía hay o son más severos los síntomas<br />
AINES orales intermitentes o en ciclos más largos<br />
Riesgo GI Aumentado* Riesgo CV Aumentado<br />
Preferir AINES Cox-2 Limitar uso de AINES<br />
selectivo + IBP<br />
Duración del tratamiento:<br />
Atento a complicaciones < 30 días para Cox-2, y<br />
con cualquier AINES < 7 días para AINES no<br />
selectivo<br />
Riesgo Renal Aumentado<br />
Evitar AINES †<br />
* Incluyendo uso de aspirina a baja dosis / † Con Tasa de filtración glomerular
Tratamiento<br />
farmacológico del dolor<br />
en <strong>Osteo</strong>artritis: Una<br />
revisión descriptiva<br />
Majeed MH, Sherazi SAA, Bacon D, Bajwa ZH. Pharmacological Treatment of Pain in <strong>Osteo</strong>arthritis:<br />
A Descriptive Review. Current Rheumatology Reports. <strong>20</strong>18; <strong>20</strong>:88.<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
56<br />
Esta revisión discute el estado actual del<br />
conocimiento sobre el manejo del dolor en<br />
<strong>Osteo</strong>artritis, con foco en el tratamiento<br />
farmacológico; incluye drogas antinflamatorias,<br />
acetaminofén, agentes modificadores de la<br />
enfermedad, anticuerpos monoclonales y otros<br />
agentes novedosos. El objetivo de los autores fue<br />
brindar información de utilidad a los clínicos<br />
respecto a la efectividad de las diferentes<br />
modalidades farmacológicas, que les permita<br />
tomar la mejor decisión al momento de seleccionar<br />
la terapia para estos pacientes.<br />
Con base en estudios recientes sobre la génesis y<br />
mecanismos de acción de la <strong>Osteo</strong>artritis (OA), Majeed<br />
y colaboradores plantean que la naturaleza de la<br />
experiencia dolorosa de esta enfermedad es tanto<br />
periférica como central; se origina en las vías<br />
nociceptivas inflamatorias y aumenta debido a la<br />
sensibilización central. Los nociceptores de las<br />
articulaciones son estimulados por la inflamación local,<br />
las lesiones de la médula ósea, la neovascularización,<br />
los cambios en la estructura ósea como la<br />
remodelación, la generación de nuevos nervios en el<br />
cartílago, los meniscos y por la formación de<br />
1<br />
osteofitos . El proceso inflamatorio incluye sinovitis y<br />
derrame articular, los cuales ocurren antes de las<br />
lesiones estructurales de las articulaciones. El<br />
aumento en la producción y la sobrerregulación del<br />
Factor de Crecimiento Nervioso (FCN), el Factor de<br />
Necrosis Tumoral (TNF-) y la proteína C reactiva (PCR)<br />
en la sinovial de una articulación afectada, pueden<br />
2<br />
incrementar la percepción del dolor.<br />
En el Sistema Nervioso Central (SNC) de los pacientes<br />
afectados por OA crónica ocurre una sensibilización al<br />
dolor, lo que conlleva a un incremento de la<br />
sensibilidad al glutamato, así como a la formación de<br />
3<br />
conexiones sinápticas y trasmisiones disfuncionales .<br />
Además, junto con la hiperexcitabilidad, el SNC de los<br />
pacientes con OA experimenta sumación espacial<br />
magnificada. Según un estudio publicado en <strong>20</strong>07, la<br />
OA crónica puede afectar al sistema límbico, región<br />
involucrada en el miedo, las emociones y la<br />
4<br />
recompensa . Otros factores que contribuyen a<br />
aumentar la experiencia dolorosa en OA son:<br />
sensibilización periférica y central al dolor con<br />
disfunción de las vías de las señales dolorosas<br />
ascendente y descendente, junto con factores<br />
psicosociales (Figura 1).<br />
En la actualidad se cuenta con una amplia variedad<br />
terapéutica farmacológica y no farmacológica para el<br />
manejo del dolor y la función; además se están<br />
desarrollando e investigando nuevos agentes con<br />
diferentes mecanismos de acción. En vista del<br />
modesto efecto de los medicamentos individuales, es<br />
común que en la práctica se realicen diferentes tipos<br />
5<br />
de combinaciones.<br />
MEDIDAS NO FARMACOLÓGICAS<br />
A partir de las recomendaciones europeas, los autores<br />
indicaron que las medidas no farmacológicas<br />
constituyen la primera línea de tratamiento, antes de la<br />
6<br />
terapia farmacológica y quirúrgica . Entre las mismas,<br />
plantean la importancia de la reducción de peso,<br />
debido a que uno de los factores de riesgo<br />
fuertemente modificables en OA es la obesidad. La<br />
actividad física es beneficiosa para disminuir el dolor e<br />
incrementar la función y flexibilidad de personas con<br />
OA, independiente de la severidad de la enfermedad,<br />
las disciplinas más recomendadas son: ejercicios<br />
aeróbicos, de fortalecimiento, acuáticos de bajo<br />
impacto y Tai Chi. También se señala que la terapia<br />
cognitiva conductual y la terapia basada en<br />
mindfulness disminuyen la percepción del dolor,<br />
incrementa la funcionalidad física y reduce la<br />
discapacidad cuando se usa junto con las otras<br />
terapias.<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Figura 1.<br />
Mecanismos del dolor en OA:<br />
Nociceptivo, neuropático e inflamatorio<br />
Sensibilización Central<br />
Hipersensibilidad al dolor<br />
Mediadores centrales:<br />
Sustancia P, serotonina, glutamato<br />
Activación del sistema tálamo-cortical<br />
Activación amígdala<br />
Reducción de sustancia gris<br />
Sensibilización Periférica<br />
Hiperexcitabilidad neuronal<br />
Mediadores periféricos*<br />
FCN, CGRP, VIP, TRPV1, OR, CCL2, CCR2<br />
Exceso de señales nociceptivas ascendente<br />
Déficit de señales inhibitorias descendentes<br />
Actividad neuronaI espontánea<br />
Disminución del umbral de activación<br />
Expansión del campo receptivo<br />
Daño estructural<br />
Lesión médula ósea<br />
Remodelación hueso<br />
subconcandral<br />
Formación de osteocitos<br />
Inflamación (sinovitis)<br />
Nuevo crecimiento neuronol<br />
(cartílago y meniscos)<br />
Neovascularización<br />
* GNF: factor de crecimiento neuronal, CGRP; péptido relacionado con el gen<br />
de la calcitonina, VIP: péptido intestinal vasoactivo, TRPV1: receptor<br />
vallinoide, OR: receptor de opioides. CCL2 y CCR2: ligando de quimoquinas<br />
MEDIDAS FARMACOLÓGICAS<br />
Majeed y colaboradores presentaron una revision<br />
descriptiva de las opciones farmacológicas<br />
disponibles para los pacientes con OA que fallan con el<br />
abordaje no farmacológico para reducir el dolor y<br />
maximizar la función.<br />
Medicamentos tradicionales<br />
Antinflamatorios No Esteroideos<br />
Los Antinflamatorios No Esteroideos (AINEs) son<br />
indicados con frecuencia en OA, su mecanismo de<br />
acción incluye efectos periféricos y centrales para<br />
tratar el dolor. Desde hace más de <strong>20</strong> años se ha<br />
establecido que aumentan la serotonina a nivel de<br />
SNC e inhiben la actividad de las enzimas<br />
Cicloxigenasas (COX) 1 y 2 a nivel periférico, lo cual<br />
conduce a disminución de la síntesis de<br />
7<br />
prostaglandinas y resulta en analgesia. Se ha<br />
reportado que las presentaciones tópicas y orales son<br />
igualmente efectivas en alivio del dolor en la OA<br />
localizada, tanto en una sola articulación o en<br />
pequeñas articulaciones, con un riesgo limitado de<br />
8<br />
efectos adversos .<br />
El más común es diclofenac tópico, cuya exposición<br />
sistémica es 5 a 17 veces menor a su administración<br />
oral y a pesar de su bajo nivel sérico ha demostrado<br />
una eficacia similar a la presentación oral en el<br />
9<br />
tratamiento del dolor, con un mejor perfil de seguridad.<br />
Algunos metanálisis sobre AINEs en OA de rodilla<br />
reportan un alivio del dolor a corto plazo (2-13<br />
semanas) pero con un tamaño del efecto de pequeño<br />
a moderado, limitado por los efectos adversos, y una<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
revisión de 273 estudios no demostró diferencias en el<br />
8-11<br />
control del dolor entre diferentes AINEs.<br />
Los autores explicaron que en pacientes con OA en<br />
múltiples articulaciones que no respondan con AINEs<br />
tópico es posible indicar el uso oral. Según un<br />
metanálisis publicado en <strong>20</strong>17, que evaluó tres<br />
fármacos en diferentes dosis (diclofenac 150 mg/día -<br />
etoricoxib 30 mg/d, 60 mg/d y 90 mg/d - rofecoxib 25<br />
mg/d y 50 mg/d), los más efectivos en OA de cadera y<br />
12<br />
rodilla fueron diclofenac y etoricoxib 60 mg/d.<br />
Comentaron que los AINEs reportan un aumento del<br />
riesgo de complicaciones gastrointestinales y de<br />
eventos cardiovasculares adversos, por lo tanto, se<br />
deben prescribir en la menor dosis efectiva durante el<br />
13,14,15<br />
mínimo tiempo requerido.<br />
Acetaminofén<br />
El acetaminofén ha sido un agente de primera línea en<br />
el tratamiento del dolor leve a moderado en OA. Su<br />
mecanismo de acción incluye acciones periféricas<br />
(inhibición de COX 1 y 2) y estimulación central<br />
independiente de la vía descendente serotoninérgica<br />
neuronal, inhibición de la vía L-arginina/ON,<br />
estimulación del sistema de endocanabinoides y<br />
16<br />
mecanismos antinociceptivos.<br />
Según la evidencia revisada por Majeed et al, los AINEs<br />
son superiores al acetaminofén en aliviar el dolor de<br />
cadera y rodilla en paciente con OA; en una revisión de<br />
Cochrane, el acetaminofén fue inferior a los AINEs en<br />
reducir el dolor y mejorar la función y con ambos se<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
57
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
58<br />
obtuvieron mejores resultados que con placebo. En<br />
cuanto a efectos adversos gastrointestinales, se<br />
observan más con AINEs y se sugiere tener<br />
precaución con la sobresodis, en especial, en<br />
pacientes con daño hepático previo, por lo que la dosis<br />
17,18<br />
máxima recomendada es 3 g/d.<br />
Duloxetina<br />
Duloxetina es un inhibidor de la recaptación de<br />
serotonina y norepinefrina, y un analgésico de acción<br />
central. Está aprobada por la FDA para aliviar el dolor y<br />
mejorar la función en OA; ha demostrado efectividad<br />
como terapia adyuvante a los AINEs orales en OA de<br />
19,<strong>20</strong>,21<br />
rodilla.<br />
Capsaicina<br />
La capsaicina es un compuesto natural que se<br />
encuentra en el ají (chile), utilizado en forma tópica para<br />
aliviar el dolor. Una revisión de <strong>20</strong>18 reportó que su<br />
eficacia en el alivio del dolor en OA es limitada y no<br />
mejora la función; podría ser útil como adyuvante a<br />
otros tratamientos, en especial, en OA de una o pocas<br />
22<br />
articulaciones.<br />
Opioides<br />
Existe controversia respecto al uso crónico de opioides,<br />
debido a su perfil de efectos adversos serios. Su<br />
indicación a largo plazo se limita debido a su riesgo de<br />
causar tolerancia, adicción, sobredosis accidental e<br />
incluso muerte. Se ha observado que pueden asociarse<br />
23<br />
con inducción de hiperalgesia . Pueden prescribirse a<br />
la menor dosis efectiva por la menor duración en<br />
24<br />
pacientes cuidadosamente seleccionados.<br />
TRATAMIENTOS MODIFICADORES<br />
ARTICULARES<br />
Majeed y colaboradores indicaron que las drogas<br />
modificadoras de la OA han mostrado una eficacia<br />
comparable con AINEs y acetaminofen, con una<br />
buena tolerancia en el manejo del dolor; y se<br />
prescriben para intentar frenar o revertir el daño<br />
25<br />
causado por la enfermedad.<br />
Glucosamina y Condroitin<br />
La Glucosamina y el condroitin son sustancias<br />
extraídas de productos animales. Ambos incrementan<br />
26<br />
la síntesis de proteoglicanos en el cartílago articular.<br />
Condroitin, en monoterapia o en combinación con<br />
Glucosamina, ha sido estadísticamente más efectivo<br />
que placebo en aliviar el dolor en un período superior a<br />
27<br />
los 6 meses en pacientes con OA.<br />
En <strong>20</strong>16 se publicó un estudio multicéntrico,<br />
aleatorizado y doble ciego, de no inferioridad de<br />
Glucosamina y condroitin sulfato contra celecoxib, en<br />
el cual se reportó una eficacia comparable entre<br />
28<br />
ambos fármacos en dolor severo por OA de rodilla.<br />
Glucosamina más condroitin han demostrado ser<br />
útiles en aliviar el dolor, mejorar la funcionalidad,<br />
aumentar la movilidad y reducir la inflamación de la<br />
articulación, así como contribuir a una reducción<br />
significativa del estrechamiento del espacio articular<br />
29<br />
entre sujetos con OA sintomática de rodilla.<br />
Esteroides Intrarticulares<br />
Varios estudios a corto plazo (2 semanas) con<br />
esteroides intrarticulares han reportado que brindan<br />
una eficacia clínica moderada; sin embargo, no se han<br />
observado beneficios a largo plazo. Un ensayo a dos<br />
años, publicado en <strong>20</strong>15, demostró que estos<br />
fármacos causan una pérdida acelerada del cartílago<br />
en OA de rodilla y la mejoría del dolor fue similar a la<br />
administración de solución salina, por lo cual los<br />
autores de esta revisión indican que su uso debe<br />
30<br />
limitarse a las exacerbaciones agudas.<br />
Ácido Hialurónico<br />
El Ácido hialurónico (AH) se produce de manera natural<br />
en el líquido sinovial y su función es absorber el<br />
impacto y lubricar la articulación.<br />
El AH exógeno puede aumentar la síntesis por<br />
condrocitos del AH endógeno y los proteoglicanos; se<br />
considera que por esa vía previene la degradación y<br />
31<br />
promueve la regeneración del cartílago.<br />
Plasma Rico en Plaquetas<br />
El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) contiene factores<br />
de crecimientos involucrados en la reparación del<br />
tejido articular. Hay evidencia de que una sola<br />
inyección de PRP puede mejorar la función y calidad<br />
de vida durante 6 meses; es superior a la inyección<br />
32<br />
salina para el dolor, rigidez y medidas de función.<br />
BIOLÓGICOS<br />
Los autores hicieron referencia a que la actualidad se<br />
están investigando agentes biológicos para el<br />
tratamiento de la OA; se trata de proteínas modificadas<br />
genéticamente, que actúan en blancos del sistema<br />
inmune y son muy específicas en la localización de su<br />
acción.<br />
Anticuerpos Monoclonales Anti Factor De<br />
Crecimiento Nervioso<br />
Aunque los anticuerpos monoclonales que inhiben el<br />
FCN han demostrados ser beneficiosos en el<br />
tratamiento del dolor en OA, en <strong>20</strong>10 la FDA les colocó<br />
una advertencia, debido a la preocupación sobre su<br />
asociación con OA rápidamente progresiva y<br />
Novedades en patología osteomioarticular
33<br />
osteonecrosis, incluso en articulaciones no blanco.<br />
Luego de una exhaustiva revisión, en <strong>20</strong>15 se retiró la<br />
advertencia; se observó que las dosis altas de los anti-<br />
FCN pueden causar parestesias reversibles y<br />
34<br />
disestesias.<br />
El tanezumab es el más estudiado de estos<br />
anticuerpos monoclonales para el tratamiento de OA,<br />
con gran eficacia en el manejo del dolor, en<br />
35<br />
comparación con opioides y AINES . En dos<br />
metanálisis los pacientes tratados con tanezumab<br />
tuvieron mejoría significativamente superior a placebo<br />
36,37<br />
en dolor, estado funcional y apreciación global.<br />
Tanezumab, fulranumab y fasinumab han demostrado<br />
superioridad contra placebo en el tratamiento de OA<br />
34<br />
de cadera y rodilla.<br />
Otros Anticuerpos<br />
Los autores acotaron que, en la actualidad, se están<br />
realizando varios ensayos clínicos para evaluar la<br />
eficacia de una variedad de anticuerpos contra<br />
diferentes citoquinas y factores de crecimientos. Entre<br />
los fármacos en investigación están: adalimumab y<br />
tocilizumab, cuyos blancos son TNF e IL-6,<br />
respectivamente, así como un anticuerpo anti-colonia<br />
38<br />
formadora de granulocitos y macrófagos.<br />
Agentes Novedosos y Futuras Indicaciones<br />
Por último, Majeed y colaboradores comentaron que<br />
se está investigando el papel en el manejo del dolor en<br />
OA de pequeñas moléculas dirigidas a canales iónicos<br />
y receptores acoplados a la proteína G (CPCRs -siglas<br />
39<br />
en inglés-).<br />
Se están desarrollando nuevas drogas dirigidas a<br />
canales de sodio dependientes de voltaje (NaV1.7 y<br />
NaV1.8). Hay estudios iniciales con NaV1.8, ranelato<br />
de estroncio, factor de crecimiento de fibroblastos<br />
humanos 18 (esprifermina) y TRPV1, con resultados<br />
prometedores. Los fármacos con mecanismos de<br />
acción relacionados con receptores canabinoides o<br />
selectivos para receptores opioides también tienen<br />
38<br />
potencial terapéutico.<br />
Además, se está intentando desarrollar medicamentos<br />
para el dolor que brinden analgesia central similar a los<br />
40<br />
opioides, sin el riesgo de uso inadecuado o adicción.<br />
CONCLUSIÓN<br />
Majeed y colaboradores finalizaron acotando que mientras las metas primarias para el tratamiento de la OA son<br />
alivio del dolor, maximización de la función y disminución del daño articular, la mayoría de las terapias disponibles<br />
se centran en el manejo del dolor.<br />
La primera línea terapéutica es no farmacológica y consta de reducción de peso, ejercicio y terapias cognitivas<br />
conductuales. Afirman que si luego de la terapia tópica, el paciente no mejora, el clínico debe indicar la vía oral<br />
con condroitin, Glucosamina, AINES, acetaminofén y/o duloxetina. Los opioides deben considerarse como la<br />
última línea de tratamiento.<br />
Las terapias biológicas (anticuerpos anti FCN y otros agentes novedosos) representan una excitante nueva<br />
frontera en el tratamiento de OA; se requieren evidencias sobre la eficacia en el manejo del dolor de<br />
medicamentos que modifican la estructura (agentes anabólicos y aquellos basados en células madre).<br />
Concluyeron planteando que la comprensión sobre el dolor en OA requiere de mucha más investigación.<br />
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OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
60<br />
Novedades en patología osteomioarticular
Teoría del<br />
Sistema<br />
Nervioso<br />
Central para<br />
la <strong>Osteo</strong>artritis<br />
Cambios del<br />
sistema simpático<br />
Oportunidades<br />
más allá<br />
de la articulación<br />
Inflamación de<br />
bajo grado<br />
Alteración de la sincronización<br />
(excitatoria/inhibitoria)<br />
Circuitos de retroalimentación<br />
articular propios<br />
Tono simpático desbalanceado:<br />
• Aumento influjo simpático (luchar,<br />
huir)<br />
• Disminución parasimpático (reposo)<br />
• Altera múltiples funciones<br />
corporales<br />
• Hábitos de vida<br />
• Reduce la reserva fisiológica<br />
para responder al estrés<br />
Médula ósea (MO):<br />
• Aumento de la salida de neutrófilos y<br />
monocitos inflamatorios<br />
• Tráfico y proliferación de leucocitos<br />
• Aumento de la respuesta inmune<br />
mediada por células<br />
Aumento de la producción de citoquinas<br />
MCP-1,TNF α, Il-1β, IL-6<br />
Eje Hipotálamo-Hipófisis-Adrenal (HPA)<br />
sobre regulado:<br />
CHR,Vasopresina<br />
Neuronas del núcleo paraventricular de hipotálamo<br />
Metabolismo y<br />
regulación Redox<br />
Microbioma<br />
intestinal<br />
Estado catabólico aberrante del<br />
Condrocito<br />
• Disminución de la producción ATP por<br />
mitocondrias<br />
• Aumento de producción de productos de<br />
glicación avanzados (AGE)<br />
Aumento del estrés oxidativo<br />
Disfunción endotelial<br />
• Aumento de citoquinas inflamatorias<br />
inducidas por Condrocitos<br />
• Catabolismo de la matriz extracelular<br />
(EC), Calcificación de la matriz<br />
• Aumento de la apoptosis de condrocitos<br />
Componentes bacterianos atraviesan<br />
las barreras intestinales<br />
Transfieren información entre:<br />
Intestina-SNC-células inmunesarticulación<br />
Interacción mediada por<br />
receptores:<br />
• Directa de la carga celular al huésped<br />
• Alteración de programa de expresión<br />
genética<br />
Morris Jl et al. The CNS theory of osteoarthritis: Opportunities beyond the joint. Semin Arthritis Rheum. <strong>20</strong>19 Mar 16.
Plasma Rico en Plaquetas<br />
versus Ácido Hialurónico<br />
para el tratamiento de<br />
<strong>Osteo</strong>artritis de rodilla<br />
Resultados a 5 años de un ensayo clínico doble ciego,<br />
aleatorizado y controlado<br />
Di Martino A, Di Matteo B, Papio T, Tentoni F, Selleri F, Cenacchi A, et al: Platelet-Rich Plasma<br />
Versus Hyaluronic Acid Injections for the Treatment of Knee <strong>Osteo</strong>arthritis. Am J Sports Med <strong>20</strong>18.<br />
Doi: 10.1177/0363546518814532<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
62<br />
Se considera que las inyecciones de plasma rico<br />
en plaquetas pueden ser una nueva opción<br />
conservadora en el manejo de la degeneración<br />
de rodilla, para aliviar los síntomas y retardar la<br />
intervención quirúrgica. Aunque en la literatura<br />
actual hay alguna evidencia sobre los beneficios<br />
de esta técnica en comparación con la<br />
viscosuplementación, no se han realizado<br />
estudios que comparen sus efectos a largo<br />
plazo. Di Martino y colaboradores realizaron un<br />
estudio prospectivo, controlado, aelatorizado y<br />
doble ciego, en el que compararon los efectos<br />
clínicos a largo plazo de la inyección intrarticular<br />
de plasma rico en plaquetas y ácido hialurónico<br />
en la enfermedad degenerativa de la rodilla.<br />
Incluyeron 192 pacientes con osteoartritis<br />
sintomática de rodilla, aleatorizados a recibir tres<br />
inyecciones de alguno de los dos productos; los<br />
evaluaron antes de la primera inyección, a los 2,<br />
6, 12, y 24 meses. El análisis comparativo no<br />
mostró diferencias intergrupales significativas en<br />
ninguna de las puntuaciones clínicas ni en los<br />
puntos de seguimiento; concluyeron que ambos<br />
tratamientos son efectivos en mejorar la función<br />
y los síntomas a largo plazo, y reportaron la<br />
misma duración del efecto.<br />
En vista del incremento del interés observado en la<br />
última década respecto a los productos derivados de<br />
la sangre, así como de la posibilidad de modular el<br />
ambiente intrarticular con productos biológicos, Di<br />
Martino y colaboradores consideraron que la<br />
aplicación racional de Plasma Rico en Plaquetas (PRP)<br />
podría ser una opción para el tratamiento de la<br />
1-3<br />
<strong>Osteo</strong>artritis (OA).<br />
Aunque no hay recomendaciones establecidas,<br />
muchos clínicos están administrando PRP Intrarticular<br />
(PRP-IA) en vista de los alentadores resultados clínicos<br />
reportados en las evidencias preliminares, como una<br />
opción terapéutica al Ácido Hialurónico (AH) y los<br />
4<br />
corticosteroides.<br />
Con base en el estudio de Filardo (<strong>20</strong>15), plantearon<br />
que las ventajas teóricas del PRP-IA son: un cóctel de<br />
moléculas bioactivas concentradas, su naturaleza<br />
autóloga y la ausencia de los efectos adversos de<br />
otros fármacos comunes. Luego de los reportes<br />
iniciales, surge la interrogante respecto a la efectividad<br />
real de PRP-IA en el tratamiento de la OA, en<br />
5<br />
comparación con los tratamientos establecidos.<br />
La literatura disponible que consultaron muestra que el<br />
PRP-IA es mejor que placebo, solo ha sido comparado<br />
con corticoesteroides y no se ha documentado su<br />
superioridad frente al AH, que es la molécula más<br />
utilizada para el tratamiento intrarticular de la OA.<br />
Por lo tanto, el objetivo central de este ensayo clínico,<br />
prospectivo, controlado y doble ciego, fue comparar la<br />
inyección de PRP y de AH en el tratamiento de la OA de<br />
rodilla, en términos de beneficios clínicos, duración del<br />
efecto y tasa de reintervención.<br />
Según los autores, así podría comprenderse si la<br />
aproximación biológica provee resultados más a largo<br />
plazo en comparación con la viscosuplementación.<br />
Incluyeron 192 pacientes con:<br />
1.- Rodilla sintomática unilateral con historia de dolor<br />
crónico (al menos 4 meses) o hinchazón<br />
2.- Hallazgos de imágenes de enfermedad<br />
degenerativa articular, condropatía (Kellgren-<br />
Lawrence grado 0, detectada por imágenes de<br />
resonancia magnética) u OA (Kellgren-Lawrence<br />
grado 1-3)<br />
3.- Edad: entre 18 y 80 años<br />
4.- Sin desviación axial mayor (varus > 5°, valgus > 5°)<br />
Novedades en patología osteomioarticular
5.- Sin lesiones osteocondrales o condrales focales<br />
6.- Sin lesiones de rodilla que causen dolor o<br />
hinchazón (ej: lesiones ligamentarias o de<br />
meniscos)<br />
7.- S i n e n f e r m e d a d e s h e m a t o l ó g i c a s ,<br />
cardiovasculares, infecciosas ni inmunosupresión<br />
8.- Niveles de Hb mayores de 11 g/dL y contaje<br />
plaquetario mayor de 150.000/mm<br />
Los distribuyeron al azar en 2 grupos de tratamiento,<br />
que recibieron por 3 semanas PRP-IA rico en<br />
leucocitos o AH de alto peso molecular (>1500 KDa).<br />
Elaboraron el PRP con el método de doble<br />
centrifugación con activación por adición de cloruro de<br />
0,014). En el análisis final se excluyeron 25 pacientes<br />
(14 del AH y 11 del PRP-IA) debido a falta de datos para<br />
la evaluación a largo plazo.<br />
Grupo PRP<br />
Di Martino et al indicaron que el grupo que recibió PRP-<br />
IA presento mejoría significativa en todas las<br />
puntuaciones de los parámetros clínicos. En particular,<br />
el IKDC subjetivo se incrementó de 53,3 ±14,3 a 63,4<br />
± 16,7 a los 2 meses (P < 0,0005) y permaneció<br />
estable por más de 24 meses (Figura 1).<br />
Observaron una significativa reducción en el IKDC<br />
subjetivo luego de los 2 años de evaluación, aunque<br />
100<br />
90<br />
80<br />
70<br />
60<br />
50<br />
40<br />
30<br />
<strong>20</strong><br />
10<br />
0<br />
PRP<br />
AH<br />
Basal 2m 6 m 12m 24m Final Basal 2m 6 m 12m 24m Final<br />
Figure 1. International Knee Documentation Committee (IKDC) puntuación subjetiva: tendencia en ambos grupos de tratamiento a nivel basal; 2, 6,<br />
12 y 24 meses, media de 64,3 meses de seguimiento (se muestran valor medio y quartiles). PRP: Plasma Rico en Plaquetas; AH: Ácido Hialurónico.<br />
calcio al 10 %, lo cual permitió un incremento en el<br />
número de plaquetas de una media ± SD de 4,6 ± 1,4<br />
veces comparados con los valores basales, los<br />
leucocitos también estuvieron presentes con una<br />
concentración media de 1,1 ± 0,5 veces comparados<br />
con los valores sanguíneos normales.<br />
Realizaron el seguimiento antes de cada inyección y a<br />
las 2, 6, 12 y 24 meses, con las siguientes<br />
herramientas de evaluación: el índice subjetivo del<br />
International Knee Documentation Committee (IKDC),<br />
la escala visual de calidad de vida (EQ-VAS -siglas en<br />
inglés-) y la puntuación de Tegner.<br />
Los grupos fueron homogéneos en todos los<br />
parámetros excepto en la edad, que fue<br />
significativamente menor en el grupo de PRP-IA (P =<br />
Novedades en patología osteomioarticular<br />
fue regresando a la línea basal pretratamiento, lo cual<br />
también detectaron en la puntuación EQ-VAS.<br />
Igualmente, en la puntuación de Tegner, reportaron una<br />
mejoría significativa de los valores pretratamiento (3,0 ±<br />
1,3) y a los 2 meses (3,6 ± 1,4 / P < 0,0005), para<br />
luego de los 24 meses observar un retorno gradual a<br />
los valores basales registrados antes de la inyección.<br />
No documentaron correlación entre el nivel de<br />
degeneración articular o factores demográficos y la<br />
evolución clínica.<br />
Grupo de AH<br />
En el grupo que recibió AH-IA la puntuación subjetiva<br />
de IKDC aumentó de 50,3 ± 13,2 a 64,3 ± 14,7 a los 2<br />
meses (P < 0,0005) y permaneció estable durante los<br />
siguientes 24 meses, luego de lo cual reportaron un<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
63
Novedades en patología steomioarticular<br />
o<br />
OSTEO<br />
<strong>360</strong><br />
64<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
Figura 2. Curva de Sobrevida del efecto beneficioso debido a los tratamientos infiltrados. (media, 12 meses para Plasma Rico<br />
en Plaquetas (PRP), 9 meses para Acido Hialuronico (AH)). P no significativa.<br />
Sobrevida acumulada<br />
Años<br />
100<br />
90<br />
80<br />
70<br />
60<br />
50<br />
40<br />
30<br />
<strong>20</strong><br />
10<br />
0<br />
0 1 2 3 4 5 6 7<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran que el principal<br />
hallazgo del este ensayo es que no hubo diferencia<br />
significativa entre los tratamientos estudiados a largo<br />
plazo, en las puntuaciones clínicas ni en la duración del<br />
efecto.<br />
Los autores estiman que el resultado global positivo,<br />
pero no conclusivo, de los estudios a corto plazo<br />
revisados, permiten plantear posibles diferencias en<br />
los desenlaces de estos tratamientos a lo largo plazo;<br />
en teoría la aproximación biológica del PRP debe tener<br />
un efecto mayor en los tejidos intrarticulares y, por<br />
11<br />
tanto, conducir a un mejor resultado a largo plazo.<br />
Según los autores de esta investigación, ambos<br />
tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado<br />
funcional de la OA de rodilla y reducir los síntomas. El<br />
análisis comparativo no mostró diferencias<br />
significativas intergrupales en ninguno de los puntos de<br />
seguimiento ni en las puntuaciones clínicas evaluadas<br />
(Figura 1). No observaron diferencias estadísticamente<br />
significativas entre la duración del efecto de ambos<br />
tratamientos (Figura 2).<br />
DISCUSIÓN<br />
Este es el primer estudio clínico controlado y doble<br />
ciego en una cohorte grande de pacientes, que reporta<br />
datos a largo plazo sobre evolución clínica, tasa de<br />
reintervención y duración del alivio sintomático, entre<br />
las inyecciones IA de PRP y AH, con un seguimiento de<br />
más de 5 años.<br />
regreso gradual a los valores basales. (Figura 1)<br />
Luego de los 24 meses de seguimiento no<br />
documentaron mejorías en la puntuación EQ-VAS;<br />
observaron una mejoría significativa de los niveles<br />
pretratamiento en la puntuación de Tegner (2,8 ± 1,3)<br />
con respecto a los 2 meses (3,3 ± 1,6, P < 0,0005),<br />
que permaneció estable por los 24 meses siguientes,<br />
después de los cuales hubo un retorno gradual al nivel<br />
pretratamiento.<br />
Hasta la realización del presente estudio, los ensayos<br />
clínicos disponibles se limitaban a 6 y 12 meses de<br />
seguimiento luego del tratamiento; la mayoría de la<br />
investigación clínica no era de alta calidad y se ha<br />
observado un uso indiscriminado de los productos<br />
6<br />
derivados de la sangre. Entre los defectos detectados<br />
están: la falta de poder y población de pacientes no<br />
“ciega” con el consecuente riesgo del efecto placebo,<br />
lo cual es particularmente relevante en este campo;<br />
además los pocos estudios disponibles que<br />
comparan AH con PRP presentan desenlaces<br />
5,8-10<br />
contradictorios.<br />
Entre todas las puntuaciones y evaluaciones usadas,<br />
la única diferencia significativa fue a favor del PRP-IA en<br />
la tasa de reintervención a los 24 meses.<br />
No reportaron correlación entre la degeneración<br />
articular o factores demográficos y la evolución clínica.<br />
PRP VS AH<br />
Di Martino y colaboradores consideran q
Aclararon que, si los tratamientos producen<br />
desenlaces similares a los 6 y 12 meses, no significa<br />
que son iguales, por lo cual se requieren evaluaciones a<br />
largo plazo para comprender si los beneficios son<br />
estables en el tiempo, y así poder disminuir las<br />
reintervenciones, que permitirán reducir el riesgo de<br />
12<br />
posibles secuelas infecciosas.<br />
Di Martino y colaboradores acotan que los hallazgos<br />
reportados en el presente estudio no tienen la fuerza<br />
para considerar que el PRP es superior al AH, dado que<br />
no hubo diferencias estadísticamente significativas<br />
intergrupales en la duración del efecto global ni en las<br />
puntuaciones analizadas.<br />
Señalaron que en los tratamientos con PRP están<br />
involucradas múltiples variables que pueden modificar<br />
las moléculas secretadas e influenciar en el efecto<br />
global sobre la articulación tratada y los beneficios<br />
clínicos. El PRP rico en leucocitos utilizado en este<br />
estudio, el PRP fresco pobre en leucocitos analizado en<br />
otros ensayos, así como el uso de diferentes<br />
protocolos para la activación del PRP y su aplicación,<br />
constituyen características que pueden generar<br />
resultados diferentes.<br />
Basados en algunas investigaciones, acotaron que el<br />
papel de los leucocitos es controversial, ya que algunos<br />
experimientos in vitro han reportado que los leucocitos<br />
estimulan la liberación de moléculas proinflamatorias y<br />
catabólicas que pueden ser dañinas para el ambiente<br />
14,15<br />
intrarticular . Además, los efectos del PRP in vivo<br />
pueden ser menos predecibles que in vitro, el rol de los<br />
componentes celulares requiere investigación y<br />
clarificar su repercusión en los desenlaces clínicos.<br />
También es importante considerar la selección de<br />
pacientes, ya que en este estudio se incluyeron<br />
diferentes grados de degeneración articular, lo que<br />
pudo afectar los resultados, ya que los pacientes con<br />
enfermedad más avanzada tienden a tener menos<br />
beneficios con el tratamiento y menor duración del alivio<br />
de los síntomas.<br />
Afirmaron que esta comparación a largo plazo revela<br />
que el PRP no tiene una clara superioridad sobre el AH.<br />
Se requieren nuevos ensayos para demostrar si otras<br />
formulaciones de PRP pueden producir un resultado<br />
más duradero, los cuales deben ser doble ciegos, con<br />
un tamaño de muestra apropiado y con seguimientos<br />
de al menos 24 meses para apreciar aspectos<br />
fundamentales, tales como, tasa de sobrevida,<br />
duración del efecto y necesidad de reintervención.<br />
Estos pueden ser elementos claves para la selección<br />
del tipo de estrategia inyectable en el tratamiento de los<br />
pacientes con OA.<br />
CONCLUSIONES<br />
Ambos tratamientos fueron efectivos en mejorar el estado funcional y los síntomas a lo largo del tiempo. El PRP no<br />
proveyó una mejoría clínica global superior en comparación con el AH, en términos de puntuaciones para evaluar<br />
mejorías sintomáticas funcionales, en los diferentes puntos de seguimientos o la duración del efecto.<br />
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