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Revista Ámbito Cívico Militar - Edición 56 Actualizado

Revista especializada en doctrina militar, histórica y sociocultural para la Unión Cívico-Militar y Defensa Integral de la Nación del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. La edición N° 56 resalta las actividades del 14 Aniversario del CEOFANB, trae una novedosa sección llamada Léxico Cívico-Militar donde se indica las diferencias entre las palabras Liberador, Libertario y Libertador. Ademas puedes leer nuestro nuevo artículo "Aproximación Teórica hacia la Venezuela Potencia".

Revista especializada en doctrina militar, histórica y sociocultural para la Unión Cívico-Militar y Defensa Integral de la Nación del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. La edición N° 56 resalta las actividades del 14 Aniversario del CEOFANB, trae una novedosa sección llamada Léxico Cívico-Militar donde se indica las diferencias entre las palabras Liberador, Libertario y Libertador. Ademas puedes leer nuestro nuevo artículo "Aproximación Teórica hacia la Venezuela Potencia".

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La colección de Blanco & Azpurua, en sus 14 tomos constituye

una de las más completas recopilaciones históricas que nos legó el

siglo XIX. Se editó en 1875-1877, bajo el gobierno del General Antonio

Guzmán Blanco. La imagen muestra la reedición facsimilar,

de 1976, con motivo del centenario de dicha publicación y como

parte del Bicentenario del nacimiento del Libertador. En esa ocasión

se elaboró un Índice general de la obra (Tomo XV). Recoge fielmente

el lenguaje de la época.

cuyo origen está un elemento influido por la filosofía política,

siendo su parentesco muy claro: viene del liberalismo. Y

volviendo al anarquismo, para hallar libertarian, hay que recurrir

a los diccionarios voluminosos, los muy especializados o a

los Thesaurus —esas joyas documentales donde las palabras

se hallan perfectamente organizadas por categorías lexicales—,

y a los Diccionarios enciclopédicos, como el Webster’s

Third New International Dictionary. Así, en éste hallamos dos

acepciones para libertarian: como sustantivo: «defensor de

la doctrina del libre albedrío; quien sostiene los principios de

la libertad, específicamente la libertad individual de pensamiento

y acción (juicio privado y autoridad constitucional)…».

Llegados a este punto, se abre la necesidad de entender el

alcance de la interpretación lingüística, en especial respecto

al uso de las palabras en las sociedades, lo cual no siempre

queda recogido de modo estricto en los léxicos ni en los diccionarios.

Por eso, tenía mucha razón el Prof. Alexis Márquez

Rodríguez, cuando señalaba que ‘libertario’ iba más allá del

sentido restringido que la RAE daba al término, puesto que

el sufijo ‘ario’ entra en la formación de muchas palabras castellanas,

para designar ‘aficionado a’, ‘amante de’. 2 Aunque

si bien esto es cierto, el uso del lenguaje recoge facetas y

contenidos que, sancionados por el tiempo, dan lugar a las

tradiciones, lo cual impone ciertos modos de expresión, que

el hablante culto sabe respetar. Por ello, centrándonos en el

medio político venezolano de los últimos años, es patente y

más bien lamentable un uso caprichoso de ‘libertario’, que

refleja una verdadera alteración semántica, ya que en el discurso

político se lo viene empleando para denotar ‘libertador’

o ‘liberador’. Por añadidura, esto también pone de manifiesto

toda una usurpación del léxico político original de una doctrina,

que en líneas generales los hablantes cultos del idioma

español han sabido mantener a raya. Así, hay un serio error

cuando un mensaje televisivo menciona una acción libertaria

en Francisco de Miranda, quien muy claro estuvo en enfrentar

el dominio del Imperio Español, pero ni por asomo podría

haber pretendido suprimir el principio de autoridad en las nacientes

repúblicas cuya existencia él propició; además, resultaría

absurdo adscribirle a Miranda conceptos políticos que

se emitirían en tiempos por venir. Hasta en un sentido militar

hallamos esta anormalidad cuando algún vocero público o

institucional ha llegado a afirmar con toda naturalidad algo

tan erróneo como: tradición libertaria del Ejército venezolano.

Un enunciado que no podía ser más falso, contradictorio e

irrespetuoso, pues el título recibido por este Ejército es, desde

1813 hasta hoy, el de «Libertador», lo cual constituye un

sello distintivo, no intercambiable con ningún otro, sin parangón

en abolengo, al emanar directo de Simón Bolívar. Si alguien

lo dijo con elocuencia, fue el General Tomás de Heres,

cuando en oficio al General Sucre, desde Huancayo, el 24 de

octubre de 1824, se le anuncia que tomará el mando de las

fuerzas militares en el Perú, y con motivo de la despedida que

Bolívar dirige a dicha Fuerza, expresa: «Al desprenderse S.E.

el Libertador de este idolatrado ejército, su alma se le despedaza

con el más extraordinario dolor, porque ese ejército es

el alma del Libertador». 3

Hay que entender que libertario es rechazo a toda autoridad,

mientras que en la historia independentista la oposición

fue contra el absolutismo y la autoridad española; luego, por

evolución, hoy ese desdén antiautoritario apunta a designar

el enfrentamiento a cualquier tipo de imperialismo.

Así que, para concluir, y recurriendo a la especificidad

histórica, se puede afirmar que las únicas fuerzas militares

«libertarias» que alguna vez hayan existido fueron las milicias

que en la Guerra Civil de España (1936-1939) desplegaron

los anarquistas, encuadradas en el Ejército Popular de la República.

Libertador

El sentido esencial de esta palabra, por lo general no reviste

dificultades para el hablante de lengua española, ni se

presta a confusiones al ser empleado en sus dos acepciones:

sustantivo y adjetivo. Pero sí merece especial atención

el uso que reviste el término ‘libertador’ en su forma de sustantivo

cuando se refiere a la escritura del título recibido por

Simón Bolívar tras la Campaña Admirable en 1813, ocasión

en la que recibió en Mérida el nombre de «Libertador», en una

asamblea popular el 23 de mayo. Fueron éstas las palabras:

«Gloria al Ejército Libertador y gloria a Venezuela que os dio

el ser, a vos, ciudadano general Bolívar. ¡Que vuestra mano

incansable siga victoriosa, destrozando las cadenas de los

redimidos y digan un día, Bolívar vengó vuestros agravios!».

Luego, en Caracas, el Cabildo en sesión extraordinaria, presidido

por el Gobernador Político de la Provincia, Cristóbal Mendoza,

le otorgó formalmente el título de «Libertador y Capitán

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