Expocultur #84
Revista Expocultur - Viajes & Cultura. Número 84
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Puente sobre los Gaitanes
por los cañones hacia los lugares de trabajo, fue la que recorrió
parcialmente el rey Alfonoso XIII cuando acudió, el 21 de mayo
de 1921, a inaugurar la presa de El Chorro; es por ello que desde
entonces se le conoce, precisamente, como el Caminito del Rey.
Después de medio siglo de funcionar como vía de servicio,
pero también como medio de comunicación para los habitantes
del valle del Guadalhorce, diversos cambios en el
Desfiladero hicieron que la pasarela quedase abandonada y,
con el paso del tiempo, seriamente deteriorada. Y no fue hasta
2008 cuando la Diputación de Málaga decidió “revivir” aquella
singular obra. Así, tras ocho años de planeación y ejecución del
proyecto, un nuevo Caminito, que discurre en paralelo al original,
abrió sus puertas al público el 28 de marzo de 2015.
En conjunto, los restos de la antigua pasarela –conservados
como parte del patrimonio industrial de la zona–, el
nuevo Caminito y otros atractivos, de ayer y de hoy, que se
encuentran en los cañones de los Gaitanes, como el balcón
de cristal, el puente colgante, el viaducto de agua, el tramo
subterráneo por la compuerta del canal, el Valle del Hoyo, el
refugio de los murciélagos, el sendero de Gaitanejo, el mirador
de las Cambutas, las marmitas del Desfiladero de Gaitanejo…,
hacen del Caminito del Rey una auténtica joya histórica y,
desde luego, recorrerlo supone una experiencia inolvidable.
y su entorno–, estás infraestructuras hidráulicas, a las que luego se
sumarían las presas del Guadalhorce y el Guadalteba, sirvieron
para garantizar la producción energética, el abastecimiento de
agua potable y el riego durante el verano.
Cueva paleolítica de Ardales
Pero la riqueza de este singular territorio no se debe solo a su
patrimonio natural e industrial, no. La confluencia de los tres valles
fluviales ha sido, desde siempre, un lugar especial. Evidencia de
ello es la Cueva de Ardales, un asentamiento prehistórico, refugio
de Neandertales y Sapiens, con más de ochenta mil años de antigüedad,
incluido por el Consejo de Europa dentro del Itinerario
Cultural Europeo Caminos del Arte Rupestre Prehistórico.
También conocida como la cueva de Doña Trinidad Grund
–por la propietaria del sitio a finales del siglo XIX– este sistema cárstico
ampliamente ramificado, con sus laberintos de columnas, lagos
permanentes y bellas formaciones de estalagmitas, se encuentra a
las afueras de la propia localidad de Ardales. Descubierta en 1821,
cuando un terremoto abrió la entrada tras haber permanecido
Embalse Conde de Guadalhorce
Embalses de El Chorro/Conde de Guadalhorce y Gaitanejo
Con la “conquista” ferroviaria e hidroeléctrica del Desfiladero
de los Gaitanes a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, otras
obras de ingeniería contemporáneas no harían más que acrecentar
el ya de por sí excepcional patrimonio industrial del lugar.
Y una clara muestra de ello son la pequeña presa de Gaitanejo
y el azud de las Cambutas, que un primer momento suministraron
el caudal necesario para el salto hidroeléctrico, justo antes de las
gargantas, y, posteriormente, el gran embalse del El Chorro/Conde
de Guadalhorce, que interrumpe el flujo del río Turón uno dos
kilómetros río arriba del inicio del Caminito del Rey, previo a su
confluencia con el Guadalhorce y el Guadalteba. Proyectos del
ingeniero Rafael Benjumea –artífice, en buena medida, de todas las
grandes obras que tuvieron lugar en el Desfiladero de los Gaitanes
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