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6 Viernes 26 de junio de 2020 Nacionales
Diario Co Latino
Soberanía alimentaria, alternativa
frente al ideario neoliberal
Gloria Silvia Orellana
@Gloria Colatino
El ecólogo Ángel Ibarra
propone en su artículo
“Evitemos que la
próxima pandemia sea el hambre
de los/as pobres en El Salvador”,
el interés de llevar al debate
público la situación que se
avecina, luego de la pandemia
mundial del coronavirus, que
do
aislada”, sino como parte de
una sola crisis de la civilización
que conocemos.
“Tiene manifestaciones climáticas,
económicas y sociales
que profundiza lo grados de exclusión,
marginalidad, desempleo
y conduce a altos niveles de
hambruna en importantes segmentos
de la población”, señaló.
En cuanto al país, Ibarra consideró
que para evitar este escenario,
a mediano o largo plazo,
que impactaría de lleno a la población
de menor ingreso económico
y en permanente situación
de vulnerabilidad social, el
Estado salvadoreño deberá dar
Foto Diario Co Latino/arChivo
un giro y buscar alternativas más
razonables.
“El Salvador, el Estado, debe
deshacerse del recetario neoliberal
actual y construir participativamente
una salida alternativa. La
soberanía alimentaria es el camino
seguro y sustentable; según Vía
Campesina, es el derecho de cada
ticas
y estrategias de producción,
distribución y consumo de alimen-
tación
saludable sostenible, cul-
pensada para alimentar a sus habitantes”,
explicó.
Otro de los aportes de Vía
Campesina, manifestó Ibarra, es
que luego de presentar la propuesta
del colectivo en la Cumbre
Mundial de la Alimentación de
la FAO, en 1996, en Roma, Italia,
se inició toda una estrategia de difusión,
promoción y el debate de
ideas sobre la “agroecología”, que
argumentaron “garantiza una alimentación
saludable”, con el componente
de ser independiente a los
propios intereses de la agroindustria
y la mercantilización de los alimentos.
“La soberanía alimentaria respaldada
otros modos de producir
nuestros alimentos en armonía
con la naturaleza, respetando
la vocación productiva de los ecosistemas;
la agroecología incluye la
permacultura, la agroecología extensiva,
la agricultura ancestral y la
agricultura biodinámica. La agroecología
es de base campesina, una
agricultura con agricultores y agricultoras
que pone en el centro del
sistema productivo cooperativo a
la agricultura familiar, campesina e
indígena, a los pastores tradicionales
y a los pescadores artesanales”,
sostuvo.
Con este planteamiento, Ibarra
argumentó que la prioridad del
Gobierno debe estar enfocada en
un “sistema agroalimentario” que
genere, a su vez, sanidad a la población
salvadoreña, sin obstáculos
o exclusiones sociales, económicas,
políticas, culturales o de
género. Asimismo, reiteró que
la soberanía alimentaria deberá
ser revalorada en su más fuerte
componente, que es el “bien
ner
una producción de alimentos,
tierra, agua y semillas.
“En este modelo la tierra
debe estar en manos de quienes
la trabajan, la necesitan y la cuidan;
por eso enarbolar la bandera
histórica de la reforma agraria
popular integral.
Del mismo modo, las semillas
son patrimonio común de
los pueblos que deben seguir estando
en manos de los agricultores
y agricultoras, para producir
alimentos sanos seguros y soberanos;
el agua, lejos de ser una
mercancía privatizada, apropiada
por las empresas, es y debe
seguir siendo un derecho humano
y un bien común al servicio
de la vida. Para la soberanía alimentaria,
los alimentos no son
meras mercancía libradas a la especulación
y los juegos del mercado,
sino un derecho humano
mó
Ibarra.
CEPAL y FAO: crisis sanitaria puede convertirse en crisis alimentaria
@DiarioCoLatino
La Comisión Económica
para América
Latina y el Caribe
(CEPAL) y la Organización
de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura
(FAO) indican que,
producto de la crisis provocada
por la pandemia del
coronavirus (COVID-19), la
población en condiciones de
pobreza extrema en América
Latina y el Caribe podría llegar
a 83.4 millones de personas
en 2020.
Esto implicaría un alza sig-
que enfrentarán dichas personas
para acceder a los alimentos.
En el informe titulado:
Cómo evitar que la crisis
del COVID-19 se transforme en
una crisis alimentaria: Acciones
urgentes contra el hambre en
América Latina y el Caribe, los
organismos proponen acciones
urgentes para enfrentar el alza
del hambre producto de la pandemia
en los países de la región.
El informe plantea que, “tras
siete años de lento crecimiento,
América Latina y el Caribe podría
ver la mayor caída del Producto
Interno Bruto (PIB) regional
en un siglo (-5.3 %), lo
que traerá en 2020 un aumento
de la pobreza extrema de 16 millones
de personas con respecto
al año anterior, sumando 83.4
millones en total. El impacto sobre
el hambre será también muy
ta
que en 2016-2018 ya había
53.7 millones de personas en inseguridad
alimentaria severa en
América Latina.
En América Latina se puede
tener un retroceso histórico en
la lucha contra el hambre... Millones
de personas pueden caer
en el hambre. Esa es la gravedad
del problema actual”, explicó
el representante Regional de
la FAO, Julio Berdegué.
Los organismos señalaron
que los efectos de la pandemia
ya son visibles en los sistemas
alimentarios: la vulnerabilidad
de los trabajadores creció
y los precios internos de los alimentos
están subiendo más que
el precio de otros productos de
la canasta básica, según el Índice
de precios al consumidor (IPC).
Por el aumento del desempleo
y la caída en los ingresos,
millones de personas no pueden
muchas otras están teniendo que
optar por alimentos más baratos
y de menor calidad nutricional.
La tarea es impedir que la crisis
sanitaria se transforme en una
Foto Diario Co Latino/arChivo
crisis alimentaria y proponen el
Ingreso Básico de Emergencia
(IBE) con la entrega de un Bono
Contra el Hambre (BCH), indicó
Alicia Bárcena, secretaria Ejecutiva
de la CEPAL.
Según el informe, el BCH podría
materializarse en la forma
de transferencias monetarias,
canastas o cupones de alimentos
a toda la población en situación
de pobreza extrema
por un período de seis meses,
equivalente al 70 % de la línea
de pobreza extrema regional
(47 dólares de 2010).