6) Manual de Psiquiatria (Betta, Juan) recortado
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CLASIFICACIÓN DE LAS IDEAS OBSESIVAS:
Se han establecido tres grupos:
1) Ideas obsesivas impulsivas.
2) Ideas obsesivas fóbicas.
3) Ideas obsesivas puras.
La clasificación es útil para establecer un poco de orden en el extenso campo de las obsesiones,
permitiendo una esquematización didáctica de las mismas que aclara y fija los conceptos. Hacemos
esta acotación dado que, de acuerdo con lo que la experiencia demuestra, es muy difícil la
separación neta entre los diversos grupos.
1º) Ideas obsesivas impulsivas:
El enfermo dominado por estas ideas se siente impulsado, en determinadas circunstancias o en
presencia de ciertos objetos, a la ejecución de actos que, sin ser por lo general incorrectos, no
condicen con el comportamiento normal y corriente de la mayoría de las personas y que están, en
no pocas oportunidades, en franca oposición con las buenas costumbres y con las normas que
impone la convivencia social.
2º) Ideas obsesivas fóbicas:
Bajo su influjo el enfermo vive dominado por un permanente estado emocional de miedo. Es un
miedo carente de motivación externa real y notoria, nada hay que lo justifique, no se le conocen
factores desencadenantes. El paciente que no halla explicación a su estado, es presa de un miedo
invencible, que lo cohíbe a la vez que entorpece su desempeño psíquico normal.
Entre las más comunes ideas de carácter fóbico figuran las siguientes:
Referente a enfermedades:
Nosofobia: miedo a las enfermedades.
Bacilojobia: miedo a los microbios.
Sifilofobia: miedo a la sífilis.
Misofobia: miedo a la suciedad.
Referente a la muerte:
Tanatafobia: miedo a la muerte.
Necrofobia: miedo a los muertos.
Referente a los seres vivos:
Zoofobia: miedo a los animales.
Ginecofobia: miedo a las mujeres.
Antropofobia: miedo a los hombres.
Miofobia: miedo a los ratones.
Canofobia: miedo a los perros.
Referente a los elementos:
Anemofobia: miedo al viento.
Talasofobia: miedo al mar.
Nictofobia: miedo a la noche.
Referente a los lugares:
Claustrofobia: miedo a los lugares cerrados.
Agrofobia: miedo a los lugares abiertos.
Oicofobia: miedo a la casa.
3º) Ideas obsesivas puras: Son aquellas ideas obsesivas que se caracterizan por no engendrar
estados secundarios, impulsivos o fóbicos.
Las ideas obsesivas puras no sobrepasan el marco de las elaboraciones intelectuales ideativas;
por esta razón se las llama también: obsesiones ideativas. Su carga afectiva no llega a producir
grandes tensiones emocionales.
a) Escrúpulos obsesivos: Son ideas que producen estados de duda permanentes. Enfermos
inseguros de sí mismos, temerosos de causar daño, de proceder mal, llenos de escrúpulos
exagerados que, a diferencia de los escrupulosos normales quienes acallan sus temores cuando
comprueban que no hay motivos para ellos, persisten en sus inquietudes pese a toda prueba que
tienda a desvanecerlas.
b) Recuerdos obsesivos: Ideas obsesivas que tienen origen en representaciones mnemónicas, que
se repiten automáticamente, imponiéndose en forma persistente a la conciencia. Supongamos el
recuerdo obsesivo de un accidente: las consecuencias del mismo ya han sido superadas, pero el
intenso shock emocional sufrido transmite a la imagen mnemónica una gran carga afectiva que
determina su persistencia e imposición en la conciencia. De este modo el recuerdo se transforma
en idea obsesiva; lo que obsesiona y angustia es el recuerdo de la intensa emoción sufrida, o probablemente,
el temor angustioso por los riesgos mayores que pudieron correrse.
c) Obsesión especulativa o interrogativa: Determinada por la necesidad morbosa de formularse
preguntas interminables con respecto a los más variados temas. El enfermo vive obsesionado por
los interrogantes; siempre está en la conciencia el "¿cómo?" y el "¿por qué?" encadenados en una
sucesión inacabable, tanto para cosas intrascendentes como para los problemas científicos o las
especulaciones metafísicas. Pero, en ningún momento, esta obsesión obedece al deseo de conocer
la verdad; ningún deseo ni interés especulativo mueven al enfermo cuya actitud es completamente