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Cabezón 44

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Promoción<br />

XXX 2016<br />

1


Decir adiós<br />

Es 26 de agosto y he decidido empezar este texto;<br />

desde ya, sé que me va a costar. Hoy nos hemos<br />

reunido para celebrar la vida, en plena noche de<br />

viernes en el colegio, para vivir la última piyamada<br />

como promoción. No me sorprende el vigor con el<br />

que ríen y juegan, tampoco me llama la atención<br />

la buena onda que destilan con cada canción que<br />

cantan, con cada correteo infantil en el patio y con<br />

todos esos gestos suyos plenos de amor, que a<br />

grandes cuentas reparten sin tanta dificultad. Y<br />

pienso que si de alguna manera tengo que empezar<br />

este discurso de despedida es recalcando su<br />

amor, tan adolescente y sincero.<br />

Sé que por momentos me han reclamado que esté<br />

más cerca de ustedes, que les muestre mi corazón<br />

desarmado o que les reparta más afecto del que<br />

definitivamente podía ofrecer. Un mar de exigencias<br />

que sorteadas con las demandas de distinción<br />

(“ser diferentes” a las promociones anteriores,<br />

como si desde ya no lo fueran) y sus ganas de tener<br />

los famosos “privilegios de Quinto” (antes de<br />

merecerlos), realmente no dispusieron la cancha<br />

para, queridos muchachos, con sinceridad, manejar<br />

los hilos del grupo y volcar mi mejor sonrisa todos<br />

los días.<br />

Ha sido difícil la tarea de educarlos, definitivamente,<br />

no solo por soportar los fuertes vientos<br />

del último año, sino por la historia que venían<br />

arrastrando de años anteriores, que los presentaba<br />

como un grupo con una apatía inexpugnable<br />

y un sentido de la justicia muy acomodado a sus<br />

apetencias adolescentes, y que a veces nos hacía<br />

dudar si realmente estábamos haciendo las cosas<br />

bien. Pero este año arrancó con buena vibra, e incluso<br />

los momentos críticos, que no fueron pocos,<br />

se resolvieron con buena disposición y responsabilidad,<br />

con ganas genuinas de mejorar como grupo.<br />

Pero todavía quedan pendientes varios puntos<br />

que, como promoción, ya no podrán resolver, pero<br />

como individuos espero que sean los puntales del<br />

proyecto de su vida.<br />

Por eso espero verlos dentro de poco, más<br />

cuajados en el mundo, no solo para formar parte<br />

de él, sino para modificarlo y refundarlo con rigor<br />

y optimismo. Amando con ardor lo que se merece<br />

amar y dejando de lado las cosas que no merezcan<br />

esa pasión. Seguros de lo que desean hacer hoy<br />

y preparados para el futuro; pero si no están seguros,<br />

les pediría que estén atentos, sin bajar los<br />

brazos hasta encontrar lo que realmente desean.<br />

Enfrentando sus miedos con arrojo y juicio, para<br />

aprender de ellos, sin negarlos. Siendo más autosuficientes<br />

y responsables, con verdadero espíritu<br />

curioso y libre. Pero sobre todo, hombres y mujeres<br />

conscientes de su entorno, así como conocedores<br />

de sí mismos. No pido poco, pero veo que en sus 33<br />

almas hay buen espacio para cuajar estos propósitos,<br />

queridos míos.<br />

Así, veo en la tribuna sentada a Isabel, cantando<br />

y riendo con ganas, pero con algo de melancolía<br />

en la mirada. Esa tristeza que a veces la desborda<br />

y la bloquea, pero que ha tratado de aplacar con<br />

buenas dosis de humor durante el año. Espero que<br />

logre vencer esa inseguridad que la opaca y que<br />

su sonrisa clara y contagiosa la presente ante el<br />

mundo y la convierta en un ejemplo de optimismo.<br />

Que las decisiones que tome en su vida no sean<br />

producto del miedo y la urgencia, sino de la ecuanimidad<br />

y la confianza. Tiene un enorme corazón y<br />

grandes dotes de estudiante, no dudo de que perseverará<br />

en lo que desee hacer en la vida.<br />

Más allá está Arianna, conversando con soltura,<br />

sin perder de vista todo lo que sucede. Muy<br />

analítica y afinada en todos sus apuntes sobre lo<br />

2


Renata Salcedo,<br />

Andrea Valdizán,<br />

Samantha Salazar,<br />

Abril Escalante,<br />

Allison Yomond, Atria Fiol<br />

y Arianna Altamirano.<br />

que sucede con sus compañeros, durante un buen<br />

tiempo me preocupaba su perfil reservado y poco<br />

participativo, pero finalmente me convenció de<br />

que era muestra de respeto y prudencia, porque<br />

realmente no se calla nada. Poseedora de un temperamento<br />

encendido, su mirada puede abrasar a<br />

cualquiera que pretenda sobrepasar su confianza.<br />

Estas virtudes de mujer sensata y decidida han<br />

sido de mucha ayuda para sacar adelante los proyectos<br />

de la promoción. Así, espero que siga adelante,<br />

sin amilanarse ante sus dificultades y siga<br />

buscando, con el candor que le caracteriza, el bien<br />

común en todos los ámbitos en donde le toque<br />

interactuar. Será una gran profesional y una excelente<br />

mujer, no cabe duda.<br />

Y Anael, a pesar de no estar en muchas de<br />

nuestras actividades y pasar con perfil bajo casi<br />

todo el año, siempre estuvo en mi mente. A veces<br />

para pensar en cómo abordarla sin porfiar el fuego<br />

de su desconfianza, y otras veces para lamentar<br />

la lejanía de sus palabras, porque siempre tuvo<br />

algo que decir sobre las cosas que pasaban en el<br />

salón. Si bien al final de año se nos unió y festejó<br />

con todos, a su manera, la verdad es que todavía<br />

sigo pensando en qué decirle para que se ría y nos<br />

muestre toda su alma, que es grande. Ahora, solo<br />

le deseo mucho tesón y gran autocrítica, para que<br />

supere sus dificultades y crezca como la mujer<br />

apasionada y buena que sabemos que es.<br />

Entonces Majo se me acerca para transmitirme<br />

sus ideas, siempre claras y amigables, sobre<br />

cómo mejorar todo, sí, todo, en la promoción. Ha<br />

sido pieza fundamental para el buen ánimo en el<br />

salón, atemperando muchos conflictos, en vez de<br />

causarlos como antes era su debilidad. Con mucho<br />

criterio y corazón, dejando de lado sus intereses<br />

personales en favor de la comunidad, punto que<br />

la vuelve una líder positiva. Lo que sí me preocupó<br />

(y me sigue inquietando) es su renuncia declarada<br />

a todo progreso académico, pues cree que no es<br />

buena para el estudio. En lo que le toque afrontar<br />

en el futuro, tendrá que esforzarse mucho, para<br />

erradicar su intolerancia al fracaso y su poco hábito<br />

de trabajo, y así sacar a relucir sus virtudes.<br />

En la cancha de fútbol, una vez más José Alonso<br />

salva a su equipo de un gol, gracias a una jugada<br />

propia de la valentía y la destreza de un gimnasta.<br />

Tantas obras de teatro en el hall.<br />

3


Protestando sobre la mesa.<br />

Así, con ímpetu, también ha logrado hacerse un lugar<br />

en el salón, grupo al que llegó hace unos pocos<br />

años, para nutrirlo de buena fe y entusiasmo. Este<br />

muchacho ha demostrado ser infatigable en la defensa<br />

del bien común, repartiendo sonrisas y bondad,<br />

con el temple de quienes esgrimen la bandera<br />

de la inocencia. José es un alma buena que se debe<br />

cuidar y admirar. Espero que no se desvincule de<br />

sus amigos, con quienes cuenta para enfrentar las<br />

dificultades del mundo y vencerlas. Sentiremos su<br />

ausencia en nuestra escuela.<br />

Con la alegría que la caracteriza, Laura acaba<br />

de soltar una carcajada, fresca y luminosa, como<br />

prueba de su espíritu juguetón. Aunque por momentos<br />

tuve la sospecha de que no tenía buena<br />

llegada con ella, con el paso del tiempo he depositado<br />

en su aparente frágil estructura el peso de<br />

dirigir las voluntades de casi todo el grupo, como<br />

líder natural. Eso sí, ella se ha mostrado siempre<br />

con humildad, aunque algunas veces con el ceño<br />

fruncido y una mueca de desaprobación. No bajó<br />

los brazos ante la exigencia académica, a pesar de<br />

su gran compromiso con el mundo del circo. Este<br />

le exigió muchas horas de entrenamiento a la semana,<br />

aunque con esto sí fue vulnerado su récord<br />

diario de entrada a la escuela, con demasiadas<br />

tardanzas. Ahora que parte a enfrentar nuevos retos,<br />

solo me tocaría recomendar que no pierda su<br />

vigor y que ordene mejor sus horarios, ya nos tocará<br />

aplaudirla en todos los espectáculos en donde<br />

participe alrededor del mundo.<br />

Con voz melodiosa, escucho cómo Marcela canta<br />

uno de los tantos himnos que representan a la<br />

promoción. Ella ha sido, también, pieza fundamental<br />

para casi todos los proyectos del año, con indesmayable<br />

buena onda y compromiso a prueba de balas.<br />

Pero sobre todo ha sido una niña sensible y sin<br />

prejuicios, que ha aceptado dar su mejor cara antes<br />

que desconfiar y dar excusas para no participar. Si<br />

bien también tiene un lado frágil, siento que ha ido<br />

madurando para que nada la desarme con facilidad.<br />

Me quedo con la fotografía de su sonrisa, para usarla<br />

de ejemplo de solidaridad y compañerismo. Estoy<br />

seguro de que llegará a ser una gran mujer.<br />

A pocos metros, Giancarlo, con su camiseta<br />

crema, ha dominado el balón para encajarlo en el<br />

arco del equipo contrario. Es un muchacho de armas<br />

tomar, aguerrido y encarador, caracteres que<br />

harán siempre de él una persona confiable y buena.<br />

Pero también es flojo como ninguno y podría<br />

porfiar cualquier trabajo que no sea estrictamente<br />

en su beneficio inmediato. Siempre ha buscado<br />

aplazar sus compromisos o cumplir con lo mínimo<br />

sus deberes, alegando infinidad de razones. Este<br />

aspecto, más allá de la picardía y la gracia que le<br />

granjean, si no lo maneja, será su perdición. Que el<br />

fútbol le sea propicio y que todas las apuestas que<br />

le ganó a Manolo no lo confundan a pesar de su admirable<br />

optimismo.<br />

Noto a Franco encendido, con todas las ganas<br />

de disfrutar de su último tiempo con sus amigos.<br />

Pero también veo en él una melancolía que a veces<br />

se convierte en apatía. Sería una pena que no aproveche<br />

todos los valores que tiene, desafiando sus<br />

propias dificultades con la misma garra que le aflora<br />

del alma cuando defiende las causas comunes<br />

del salón o quiere imponer su opinión, siempre con<br />

elegancia y respeto. Es un muchacho adorable, con<br />

el que es muy difícil discutir, así se le tengan que<br />

reprender sus faltas, porque es bueno hasta cuando<br />

se equivoca. Ahora, con esa misma amabilidad,<br />

ha renunciado a esforzarse en Matemáticas, cosa<br />

que podría confundirlo en el resto de retos que le<br />

toque enfrentar. Espero que así no sea y pronto se<br />

convierta en el profesional que todos deseamos.<br />

Y Abril Escalante acaba de, como es su costumbre,<br />

mandarme órdenes, con sutileza y encanto.<br />

Le respondo con amabilidad y antes de hacerle<br />

4


caso, pienso en cómo ella sola puede levantar el<br />

ánimo de sus compañeros, a punta de buena vibra.<br />

Pero también, porque su espíritu es fueguino,<br />

puede aplastar cualquier intento que esté en<br />

contra de su voluntad. Es de temer, desde luego,<br />

pero sin dejar de sonreír y mostrar gentileza. Espero<br />

que nunca tuerza su buena onda y siempre<br />

dirija positivamente toda su energía, en favor de<br />

su comunidad, que necesita tanto de personas con<br />

decisión y sentido de la justicia.<br />

El tiempo avanza y ahora me sitúo en pleno<br />

festejo del Día de la Canción Criolla, en donde se<br />

puso de manifiesto la valía de la promoción, así<br />

como su identificación con nuestra escuela en un<br />

baile memorable.<br />

Entonces Héctor, ese joven impetuoso y militante<br />

de causas buenas, que recién se integró al<br />

grupo este año, empieza a repartir ritmo, muy malagueño<br />

todavía, pero de corazón peruano. Examino<br />

con detenimiento todos sus pasos desde marzo<br />

y creo, con más sentimiento que ciencia, que es<br />

un muchacho signado para modificar el mundo y<br />

hacerlo mucho mejor. Pero para que eso se realice,<br />

todavía tiene que inspeccionar los rincones más<br />

insospechados de su alma, para aprender a ser<br />

dueño de todas sus emociones, reconociendo sus<br />

debilidades que, a veces, bloquea con tenacidad.<br />

Como ciudadano del mundo, tiene una tremenda<br />

responsabilidad con la libertad y la justicia. Que<br />

ambas sean siempre el estandarte de su alma.<br />

Pero no se queda atrás el bueno de Renato,<br />

que ha vencido su natural timidez y se lanza al ruedo<br />

con ganas y saca chispas del suelo con un movimiento<br />

extraordinario. Él es maravilloso, tierno<br />

y delicado como ninguno, de pocas palabras pero<br />

de temperamento fuerte; sin duda, un referente<br />

del salón y de nuestra escuela. Ahora, todavía<br />

le falta sacar más garra para vencer sus dificultades,<br />

templar su sonrisa para que no se apague y<br />

comprometerse con el estudio, en donde todavía<br />

–a pesar de lo avanzado en el año– se muestra tibio<br />

e inconstante. La mirada cálida de su papá está<br />

impregnada en sus ojos brillantes. Que no baje los<br />

brazos, la vida recién comienza.<br />

Y con Atria, que no solo se lució en la organización<br />

de este evento, sino en todo proyecto que<br />

asumió como su responsabilidad, siento un gran<br />

agradecimiento. Sin ella mucho de mi trabajo habría<br />

caído en saco roto, no solo como confidente<br />

Bailadoras de El Quijote.<br />

y aliada, sino también como principal crítica. Por<br />

momentos pensé que su esfuerzo denodado la<br />

quebraría, pero de su interior sacaba más energía<br />

y sorprendía a todos. Es una chica ejemplar, pero<br />

también es una niña que guarda mucho de sus<br />

penas y no procesa bien sus malestares, con los<br />

que combate día a día. No dudo de que crecerá y<br />

se hará más fuerte, pero también quiero creer que<br />

dejará de pensar tanto en los demás y se pondrá a<br />

trabajar tantísimo más en sí misma. No quiero pecar<br />

de infidente, pero acá en el colegio se quedará<br />

un gatocornio que la extrañará mucho.<br />

En la formación de bailarines, destaca Alessandro,<br />

quien hace suyo el escenario y anima a<br />

sus compañeros con movimientos despercudidos<br />

de toda vergüenza. Este año ha sido de franca maduración<br />

para Giuffra, dejando de lado su espíritu<br />

juguetón para trabajar bastante más serio, porque<br />

siendo un muchacho con muchas capacidades académicas,<br />

por momentos se confía y pierde la brújula.<br />

Pero su espíritu fresco e incondicional con sus<br />

amigos lo ha vuelto un referente muy importante<br />

de las movimientos internos del salón. Además,<br />

por sobre todas las cosas es un chico honesto y,<br />

como gran virtud, esta cualidad lo pinta de cuerpo<br />

entero como un excelente chico. Si simulo ser pitoniso,<br />

podría decir que en pocos años se escuchará<br />

su nombre muy fuerte, como agente de cambio de<br />

nuestra sociedad.<br />

Claudio ya empezó a sacudir los pies, como si<br />

estuviera dribleando una pelota de fútbol, y con<br />

5


una enorme sonrisa va encandilando a todos los<br />

que aplauden a la promoción. Este es un joven lleno<br />

de sorpresas, que trata de pasar desapercibido,<br />

pero que en verdad resalta siempre. Con su espíritu<br />

sosegado, pero divertido, ha marcado el paso<br />

de las celebraciones del año, con buena honda y<br />

responsabilidad. También es un zamarro, un criollo<br />

que te puede dar vuelta con su picardía bienhechora.<br />

Espero que esas virtudes lo hagan madurar<br />

y lo lleven a ser mejor persona, sacando a relucir la<br />

presea más importante de su naturaleza: la alegría.<br />

Y cómo no celebrar a Massimo. El gran Max va<br />

deslumbrando, para variar, a la platea que celebra<br />

con ganas todos sus movimientos. Recuerdo que<br />

a comienzos del año me pidió, con genuinas ganas<br />

de ayudar, que lo empuje a liderar los proyectos<br />

del salón, para resaltar las virtudes de toda la<br />

promoción. En este encargo, acepto que poco he<br />

podido hacer, porque él solo se afianzó el camino<br />

para convertirse en un cabecilla de la buena voluntad<br />

y la solidaridad. No puedo estar más orgulloso<br />

de él, es un magnífico muchacho. Ahora le toca repartir<br />

esa magia en otros lados, con el compromiso<br />

de liderar, también, la buena onda por donde vaya.<br />

Toda la suerte del mundo.<br />

Van avanzando los días y en clase ya se siente<br />

el fin de año. Como una ceremonia ancestral de<br />

despedida, siempre los alumnos de Quinto de media,<br />

cuando llega noviembre, se encuentran más<br />

dispersos, pero con los sentimientos a flor de piel.<br />

Y estar en clase para ellos se vuelve un rito de ansiedad,<br />

porque saben que poco a poco se acercan<br />

al final.<br />

Por eso Alejandro es fundamental, porque con<br />

tranquilidad y prudencia avanza entre las carpetas<br />

y aquieta los vientos agitados con gentileza. No en<br />

pocas oportunidades ha manifestado su sensibilidad<br />

social y su compromiso a la hora de ayudar a<br />

los demás. También, a pesar de haber navegado<br />

por aguas turbias por momentos, su nobleza lo ha<br />

llevado a sortear los temporales, y ha madurado<br />

con sabiduría. Es un muchacho ejemplar, pero sé<br />

que no ha mostrado todo su potencial todavía. A<br />

pesar de que es una lástima que ya no pueda verlo<br />

crecer y deslumbrar en la escuela, estoy seguro de<br />

que en los proyectos donde le toque actuar llamará<br />

la atención por su sentido de la justicia.<br />

Gabriel aparenta ser un muchacho desprendido<br />

y ajeno a las intensidades de la escuela. Su rol<br />

Clausura de deportes ¡impecables!.<br />

como dirigente del antisistema a veces me ha hecho<br />

pensar que no le importa el colegio, pero con<br />

el tiempo he entendido que su postura, más bien,<br />

obedece a la búsqueda de otro camino para valorar<br />

las mismas cosas que el resto. Solidario, atento<br />

ante la injusticia, defensor del que no se puede valer<br />

por sí mismo, su participación en el salón siempre<br />

ha sido sin pretensiones, pero contundente.<br />

Eso sí, todavía no alcanza los hábitos necesarios<br />

para mostrar su potencial académico y, con facilidad,<br />

se escabulle de sus responsabilidades. Espero<br />

que no sucumba bajo la indolencia del incumplido<br />

y pueda mostrar su fulgor con juicio.<br />

Sobre la carpeta de Rafael todavía quedan<br />

algunos pendientes que debe resolver. Siendo un<br />

muchacho con apariencia despreocupada, ha confundido<br />

su papel dentro de la promoción y cree<br />

que no tiene oportunidades de resaltar sus virtudes.<br />

Ahora que vuelve a sentarse, veo en su rostro<br />

no solo el cansancio de persistir en la escuela, sino<br />

la inocencia y cordialidad con la que se relaciona<br />

con sus amigos. Es una gran persona, a la que le<br />

ha faltado encarar sus dificultades y desarrollarse<br />

con más confianza. Lo vamos extrañar mucho, sobre<br />

todo Fabián, quien tiene pendiente una caminata<br />

con él.<br />

Como todos los días, Mikala se me acerca para<br />

ver si necesito algo, con interés de ayudar en todo,<br />

pero también para contarme las cosas que le molestan.<br />

He valorado cada una de esas conversaciones,<br />

a pesar de que a veces me mostré distante,<br />

porque en todo ese tiempo compartido me ha ex-<br />

6


puesto su corazón de niña buena, más allá de su<br />

malhumor, que solo ha sido una coraza. No puedo<br />

más que aplaudir todo lo que ha avanzado en el<br />

año, en donde se ha esforzado un montón, encarando<br />

sus problemas con ganas de superarlos. La<br />

verdad es que todavía le falta madurar algunas de<br />

esas dificultades, para que dentro de poco pueda<br />

valerse por sí misma y enfrentar la vida con mayor<br />

confianza. Tiene mucho amor que dar. Que siempre<br />

se cuide, es una niña adorable.<br />

Con Piero siempre he tenido la certeza de que,<br />

a pesar de costarle más algunos cursos, su corazón<br />

cubría con creces todas esas dificultades. Es<br />

sin duda un tipo con mucha sensibilidad, que más<br />

allá de volverlo más frágil, lo ha ido curtiendo con<br />

sabiduría. Espero que esa mirada profunda y bonachona,<br />

que a veces se perdía en medio de alguna<br />

clase, sea la que le presente el mundo, para aprehenderlo<br />

y hacerlo suyo. Ahora, deberá entender<br />

que tiene mucho trabajo por delante y que, a veces,<br />

tendrá que nadar contra la corriente. Pero en<br />

esas lides, ya tiene experiencia, solo le puedo pedir<br />

que no deje de sonreír con la nobleza con la que<br />

todos los días viniera al colegio.<br />

Con sus ojos grandes y plenos de emociones,<br />

Alessia está en silencio sobre su carpeta. Sé que<br />

su alma ha sido abatida por distintas penas y, siendo<br />

tan sensible como temperamental, de algunas<br />

de esas intensidades todavía se está recobrando.<br />

Pero felizmente, ahora que se le acercan sus amigos,<br />

gracias a su espíritu de líder, se llena de energía<br />

dispuesta a vencer sus problemas y, dentro de<br />

poco, colmará a todos con su alegría. Chica noble y<br />

buena estudiante, tendrá que aprender a manejar<br />

su irritabilidad para que en futuros rigores no baje<br />

la mirada. Que su luz no mengüe y nos envuelva<br />

con su dulce claridad.<br />

Desde su rincón, siempre el lugar más chamullero<br />

e inquieto del salón, Tarek prepara alguna<br />

broma. Su mirada pícara adelanta a su alma buena,<br />

que siempre trata de darle vuelta a las cosas con<br />

humor. Pero con esto, también, es necesario marcar<br />

que muchas veces perdió tiempo efectivo de<br />

trabajo tratando de calmarse, que a pesar de ser<br />

un chico juicioso, siempre estuvo de lado del trabajo<br />

con las justas y el cumplimiento para el 11. Esto,<br />

lamentablemente (porque es un tipo hábil) no le<br />

ha dado la calma y hondura necesarias para mostrarse<br />

pleno, alcanzando y rebasando sus metas.<br />

Ya madurará y nos vendrá a contar lo bien que la va<br />

en la vida, porque se lo merece.<br />

Con Cristóbal, debo aceptarlo, he tenido una<br />

debilidad: lo he considerado muy capaz de hacer<br />

todo y bien. Por eso, cuando era al único que pillaba<br />

haciendo alguna palomillada entre su grupo, se<br />

irritaba, porque no podía creer que solo lo veía a<br />

él y no al resto. Asumo mi responsabilidad, siempre<br />

quise solo sorprenderlo a él, por la confianza<br />

Santiago Vilela,<br />

Alessandro Giuffra,<br />

Lucas Suárez,<br />

Paulo Silvera<br />

y Massimo Guazzotti.<br />

7


que le tengo, para que salga adelante, sin error<br />

que quede sin ser observado. Así es como se las<br />

arregló para estudiar en el colegio, sacar buenas<br />

notas, participar en casi todas las actividades de la<br />

promoción y estudiar en la pre, para luego alcanzar<br />

su ingreso en un buen puesto. Un tipo, en verdad,<br />

muy competente. Qué gusto es haber contribuido<br />

a su formación y que la consecuencia sea un joven<br />

juicioso, solidario y con opinión informada de lo<br />

que sucede a su alrededor. A partir de ahora, que<br />

haga todas las travesuras que quiera, yo ya no le<br />

llamaré la atención.<br />

Entre algunas carpetas desordenadas, aparece<br />

Samantha, con quien he tenido más de un encuentro<br />

en pos de llamarle la atención por sus faltas.<br />

Se me acerca y me mira con ganas de pedirme<br />

algún permiso imposible, intercambiamos sonrisas<br />

y vuelve a su impecable desorden, a su anarquía<br />

creativa. Es por eso que le tengo tanta estima,<br />

aunque se sorprenda con esta declaración, porque<br />

su manera de desafiar al resto no es más que<br />

su manera más íntima de mostrar dulzura y confianza,<br />

a pesar de que durante un buen tiempo no<br />

entendí eso. Ahora, también tendrá que trabajar<br />

sobre qué aspectos de su personalidad le pueden<br />

gestar problemas, como su terquedad, para evitar<br />

decir o hacer cosas que puedan ofender.<br />

Ahora, pisando un poco el acelerador, poco<br />

antes de llegar al final del camino, veo cómo los<br />

chicos trabajan como locos antes del estreno del<br />

teatro. Los actores están inquietos, la producción,<br />

ultimando detalles y el resto de chicos viendo<br />

cómo acomodar entradas para la temporada.<br />

Así, noto a Renata nerviosa, pero dominada.<br />

Ella ha sido siempre una aliada fiel del bien común<br />

en el salón, una niña que trabaja en favor de todos<br />

y, además, una estudiante aplicada. Todos<br />

sus gestos son amables y considerados, no le he<br />

podido coger ningún mal paso o alguna expresión<br />

desacertada con respecto a otros en el aula. Pero,<br />

aun así, la veo con algunas dudas con respecto a<br />

su propio desempeño, con vacilación frente a la<br />

importancia de su presencia en nuestro colegio.<br />

No puedo decirlo con otras palabras, aunque quiero<br />

ser completamente certero: es una muchacha<br />

maravillosa. Ella representa la esencia de lo que el<br />

colegio pide a sus alumnos, pero con mayores virtudes,<br />

que desde luego son herencia de una impecable<br />

educación en casa. Será difícil cubrir el espacio<br />

de alegría y optimismo que ella deja. Entonces<br />

entiendo sus nervios y me siento conmovido.<br />

Repasando su parlamento y ensayando sus<br />

pasos de la obra, veo a Paulo, un muchacho de<br />

oro, que siempre pone el doble de esfuerzo para<br />

cumplir con sus amigos y el colegio, salvo por su<br />

piedra en el zapato: las matemáticas. Pero aún me<br />

gustaría sentirlo más confiado en sí mismo, plantado<br />

frente al mundo con la sencillez y dulzura que<br />

esgrime con naturalidad, porque es un ejemplo de<br />

buen chico y lo sabe, pero todavía no le da la im-<br />

Celebrando la graduación<br />

de Sexto grado.<br />

8


portancia que debe. Con él me he sentido muy unido,<br />

no solo porque en sus ojos me he podido reflejar,<br />

sino porque siento que es un gran ejemplo de<br />

reirrojismo. ¿Cómo no admirarlo y quererlo? Dentro<br />

de poco escucharemos sus logros.<br />

Acomodando los instrumentos en el balcón,<br />

reconozco a Mateo, chico que ha sabido economizar<br />

sus palabras en favor de los gestos, que lo presentan<br />

como un gran amigo y un hombre educado.<br />

Durante el año nos hemos acercado poco, pero significativamente,<br />

espero, para sentir la calidez que<br />

emana. Cuanto ha tenido que decir, con completa<br />

claridad, lo ha dicho, sin media letra más. Sobre<br />

todo porque es un tipo sensato que no quiere sacarle<br />

la vuelta a nadie, ni “florear” para alcanzar su<br />

comodidad. Además, le conocemos su espíritu de<br />

artista, al que le debe meter más punche, porque<br />

es talentosísimo. Cuanto pueda hacer por nuestra<br />

sociedad, estoy seguro, lo hará, culminando su formación<br />

como un hombre de bien.<br />

Y acomodándose el disfraz de monstruo para<br />

la obra, veo a Martín, chico dulce que nunca ha<br />

dejado de sonreír con genuinas ganas de disfrutar.<br />

Es en especial un alumno que posee empatía<br />

con todos, que recoge con sensibilidad al que se<br />

ha caído y le entrega palabras de cariño. Si bien su<br />

desarrollo académico no ha sido el mejor (porque<br />

no ha querido, no se ha esforzado lo suficiente),<br />

su desempeño creativo y artístico ha sido generoso.<br />

El Chino ha sido entrañable, pero también,<br />

por momentos, quisquilloso, sobre todo con la<br />

evaluación de su esfuerzo, que siempre ha creído<br />

que no se ha valorado con justicia. Desde aquí,<br />

debe saber que siempre lo aplaudimos mucho y si<br />

no se dieron los resultados esperados, fue porque<br />

creímos que puede dar más, porque es talentoso.<br />

Que persevere en sus proyectos futuros, tiene un<br />

gran porvenir.<br />

Casi a gritos, Abril Valdez se me acerca a pedirme<br />

“todo para ayer”. Ella ha sido mi otra jefa, casi<br />

mi tutora, la que siempre pidió mucho y dio mucho<br />

(sobre todo en las actividades de la promoción),<br />

pero descuidando un poco los estudios en donde<br />

pudo ser brillante. Me gustaría que su vehemencia<br />

la pueda canalizar siempre para lograr los objetivos<br />

que tiene que cumplir, así sean por placer o por<br />

obligación. También, debe moderar su manera de<br />

hablar, que siempre estuvo al límite del respeto y<br />

la provocación. Asimismo, debe mejorar muchísimo<br />

el cumplimiento de sus horarios y ordenar sus<br />

tiempos de sueño, para que el cansancio no le domine.<br />

Es una luchadora, ahora le toca volcar toda<br />

su energía en favor del mundo.<br />

Con los ojos llenos de optimismo Andrea salta<br />

de un lado para el otro, investida por un ardor divino<br />

que deslumbra a todos. Es una niña que cumple<br />

a cabalidad todo, con un sentido de la responsabilidad<br />

absoluto, pero sin descuidar el juego y las bromas<br />

con sus compañeros, que le quieren profundamente.<br />

Su papel protagónico en la obra no me<br />

sorprende, porque de alguna manera siempre ha<br />

resaltado ante los ojos de los adultos que la hemos<br />

instruido. Que esa confianza que ha alcanzado en<br />

este último tiempo la catapulte a la vida, para que<br />

todo le sea propicio. Que su estrella siga brillando.<br />

La guitarra de Santiago suena maravillosamente,<br />

creando una melodía que ha servido de<br />

música de fondo para estos días de despedida. Con<br />

él he ido de a pocos, calmando su ansiedad por las<br />

notas y, particularmente, con el curso de Matemáticas,<br />

en donde nos hemos encontrado y desencontrado<br />

en más de una vez. Lo he visto madurar,<br />

pero todavía le falta confiar en sus virtudes, con el<br />

ánimo intacto para ofrecer batalla a sus dificultades,<br />

optimista entre los optimistas. Que su corazón,<br />

amable como el que más, le impulse a afrontar<br />

el mundo con coraje, sin perder la fe en el futuro,<br />

que será pleno bajo la sombra de su esfuerzo. Toda<br />

la suerte para él, se le extrañará demasiado.<br />

Allison viene graciosamente, cuidando su<br />

sonrisa de niña sana y serena, con esa presencia<br />

que nos da calma y anima a seguir construyendo<br />

el proyecto de escuela que tenemos. Con su presencia,<br />

ha dejado en nosotros la difícil tarea de<br />

educar más niñas como ella. Que sirva su ejemplo<br />

de perseverancia, amor y confianza. Ha sido<br />

un gusto enorme tenerla entre nosotros, que siga<br />

creciendo y se convierta en una gran mujer, para<br />

que cuando nos visite comparta algo de su candor<br />

con nosotros.<br />

Así, con bastante pena llego al final de este<br />

texto, tratando de acomodar mis sentimientos<br />

para dar el definitivo adiós, que es increíblemente<br />

difícil. No olviden que son unos chicos maravillosos,<br />

querida promoción, que el mundo les sea propicio.<br />

Gracias por el amor.<br />

Diego Alonso<br />

9


La tribuna de Quinto de media<br />

Este 2016 la promoción XXX se despide del colegio<br />

con alegría y entusiasmo. Se les extrañará.<br />

Quería hacer este texto algo “cursi”, pero la verdad<br />

no sé qué decir. Tampoco pienso mandarme un<br />

parrafazo, ya que no estudio aquí desde chico. Lo<br />

que sé es que fueron unos buenos años. No estoy<br />

tratando de ser más profundo o diferente al texto<br />

de mis compañeros, pero no sé qué escribir. Solo<br />

quiero agradecer a todos mis familiares, compañeros<br />

y maestros que me han apoyado durante estos<br />

años. Los quiero a todos. Bye.<br />

Martín Tokeshi<br />

Como mucha gente, yo estoy en el colegio desde<br />

que tengo dos años y me acuerdo claramente, por<br />

ejemplo, de estar sentada en la primera fila de las<br />

asambleas, voltear para ver las tribunas y pensar<br />

que llegar ahí era un logro casi imposible que solo<br />

pocos alcanzaban. Cada año me iba acercando<br />

más, y no fue hasta Tercero de media, cuando se<br />

hace el “cambio de tribunas”, que me di cuenta de<br />

que mi tiempo en el colegio estaba acabando.<br />

He pasado el 87,5% de mi vida acá (sirvió de algo<br />

la clase de porcentaje) y obviamente es un montón.<br />

No tengo recuerdos antes del colegio. Tampoco<br />

me puedo imaginar en ningún otro colegio.<br />

He conocido a las mejores personas acá, desde<br />

profesores, hasta amigos que he visto desde los<br />

Tres años. Como lo hace mucha gente, le escribiría<br />

a cada profesor uno por uno,<br />

pero eso sería demasiado ya que<br />

todos los profesores que he tenido<br />

me han afectado de alguna<br />

manera y estoy muy agradecida<br />

por eso.<br />

Han sido buenos 14 años. Los<br />

quiero. Ya veremos qué sigue.<br />

Renata Salcedo<br />

Mikala Paz Soldán, Renato Farfán,<br />

Tarek Rosado, Héctor Espejo<br />

y José Carbajal.<br />

10


Alessia Revelli y Anael Ávila.<br />

A veces la gente no le toma mucha importancia a<br />

lo que vive de niño, hasta cuando sales del colegio,<br />

quizás porque la secundaria es lo más reciente y<br />

de niño no sabes lo que haces. Pero los dos años<br />

que viví en el colegio, antes de volver en Cuarto de<br />

media, los recuerdo como los más divertidos de mi<br />

niñez. Me fui en el 2008 y el cariño que le tenía al<br />

colegio me acompañó siempre.<br />

Cuando decidí volver, mis expectativas eran<br />

muy altas. Volví por mis mejores dos años de secundaria,<br />

los dos años que jamás podré olvidar<br />

(gracias, pa) y siendo sincera, superaron cualquier<br />

expectativa que pude trazar. Conocí a muchas personas,<br />

hice amigos que no quiero soltar nunca (así<br />

sea una de esas falsas promesas), y cada cosa,<br />

momento, mala pasada o decisión equivocada no<br />

la cambiaría por nada.<br />

Gracias a cada persona que estuvo conmigo,<br />

perdón a cada compañero que herí y un abrazo para<br />

todos los que se fueron. Les debo lo que soy ahora.<br />

Marcela Chincha<br />

Estos tres años en el colegio han pasado tan<br />

rápido que ni siquiera los vi irse. Desde el día que<br />

llegué, me sentí cómodo con mis compañeros de<br />

mi promoción. Unos llegaron a ser buenos amigos<br />

y otros los mejores amigos. Esta fue una de las razones<br />

para quedarme aquí.<br />

Al principio era tímido al tratar de buscar un<br />

grupo o espacio en el aula, pero al final me di cuenta<br />

de que me integraron a la familia de la promoción<br />

XXX.<br />

Pasé momentos geniales en cada campamento,<br />

cada noche y cada día, aprovechándolos al<br />

máximo.<br />

Mi labor aquí, en este colegio, está a punto de<br />

acabar y seguir con lo que la vida me tiene preparado<br />

para mañana. Gracias a todos por recibirme<br />

como uno más. Hubiera deseado venir desde primaria,<br />

pero estos tres años fueron igualmente importantes<br />

para mí.<br />

José Alonso Carbajal<br />

No puedo contar cómo fue cuando llegué aquí, ni<br />

qué fue lo que sentí, porque la verdad no lo recuerdo.<br />

Llegué hace 15 años, sin entender muy bien<br />

qué estaba pasando, ni qué significaba, creo que<br />

sigo sin entender esto del todo. Pero de lo que estoy<br />

segura es que no me imagino fuera de aquí, sin<br />

tener que venir todos los días.<br />

Me sería imposible enumerar todo lo que he<br />

aprendido, ni medir la felicidad que estar aquí me<br />

ha traído. Estoy infinitamente agradecida con todos<br />

ustedes, que han hecho estos años inolvidables.<br />

Laura Carrasco<br />

Llegué a este colegio completamente perdida, no<br />

sabía quién era, ni lo que quería. Pasé por dos colegios<br />

antes de este y de los tres, este es al que<br />

11


El Quijote va a liberar<br />

a los galeotes.<br />

más aprecio le tengo. La vida es una constante exploración:<br />

buscas amigos, te examinas a ti mismo<br />

o tientas la felicidad. Es gracioso pensar que crecer<br />

te trae tantas experiencias, algunas dolorosas,<br />

pero todas necesarias. Estaba perdida y aquí me<br />

encontraron, aunque no me dijeron dónde estaba,<br />

solo me dieron pistas. La verdad es que todavía me<br />

estoy buscando, pero creo que ya conozco el camino<br />

para hallarme.<br />

Isabel Alayza<br />

Ya son doce años y todo se siente como el primer<br />

día. He vivido tantas cosas aquí, que no sé por dónde<br />

empezar. Es gracioso pensar que pronto pasaré<br />

de ver a mis compañeros todos los días a verlos<br />

solo de vez en cuando. Pasar de levantarse temprano<br />

y tomar el mismo camino hacia el colegio a<br />

solo levantarse y recordar “Ah, cierto… esto ya terminó.”<br />

Aún recuerdo cuando entré al salón de Cinco<br />

años por primera vez: ver nuevas caras, nuevos<br />

lugares, entre otras cosas, que nunca olvidaré. Así<br />

salga por esa puerta, todas esas cosas estarán en<br />

mi cabeza.<br />

No sé si decir que estoy feliz o triste, solo sé<br />

que estoy muy agradecido con todas y cada una de<br />

las personas que he conocido a lo largo de mi vida<br />

en el colegio.<br />

Esto no es un adiós, es un hasta pronto. Muchas<br />

gracias a la promoción XXX por acompañarme<br />

estos 12 años. Muchas gracias a todos los profesores<br />

que me han enseñado todo lo que sé. Muchas<br />

gracias a todos mis amigos y amigas. Muchas gracias<br />

a Los Reyes Rojos por lo que has hecho por mí.<br />

Para terminar, muchas gracias, Constantino, por<br />

haber fundado el mejor colegio que existe. Hasta<br />

pronto.<br />

Massimo Guazzotti<br />

Yo llegué a Los Reyes en el 2004, y conocí a<br />

muchas de las personas con las que terminaré<br />

esta etapa. En este colegio conocí a grandes compañeros<br />

que me ayudaron y yo pude ayudar. No me<br />

arrepiento de haberme accidentado en mi colegio<br />

anterior, porque gracias a ese accidente acabé<br />

aquí.<br />

Agradezco a mis tutores, desde Manuela hasta<br />

Diego, por apoyarme hasta los últimos días del<br />

cole. Agradezco a Emilio y Fabio por su ayuda para<br />

ingresar a la universidad, e iniciar esa nueva etapa.<br />

Gracias a las señoras de limpieza por ordenar<br />

mis travesuras. Gracias a Zoila, Marina y Maritza<br />

12


por fiarme todos los días en la cafetería (incluyendo<br />

los viernes). Gracias al Gordo por sus bromas.<br />

Gracias a todos por soportarme estos hermosos<br />

años.<br />

Alessandro Giuffra<br />

Sigo alucinando cómo he llegado a encariñarme<br />

tanto con el colegio. Cómo voy a extrañar a los profesores,<br />

los campamentos (en los que me pasaba<br />

la mitad del tiempo quejándome), los viajes (con<br />

sus clásicas náuseas), la comida de la cafetería,<br />

las clases de Luciano, gritar “familia” en las asambleas,<br />

saludar a Chebo todas las mañanas, pedirle<br />

todos los días a Kathy que nos ponga un film, salir<br />

a comer al malecón, los saludos del Gordo, pero sobre<br />

todo, voy a sufrir no ver a mis amigos todos los<br />

días. Amo este lugar. Fue un placer.<br />

Abril Escalante<br />

Bueno, llegó el día, y para empezar, quiero dejar en<br />

claro que esto no es un adiós, sino un hasta luego.<br />

He pasado toda mi vida en este colegio, desde que<br />

estaba en la panza de mi mamá. He visto, observado,<br />

analizado a lo largo de los años muchas cosas,<br />

he pasado momentos felices y tristes, hasta llegar<br />

a ser la persona que soy hoy en día. Siempre me<br />

he sentido en familia, he conocido personas en las<br />

que puedo confiar. Siempre tendré recuerdos de<br />

cada uno. No sé cómo voy a hacer cuando salga,<br />

es un nuevo mundo para mí, pero lo que venga lo<br />

afrontaré con ganas y cumpliré mis metas.<br />

Mi madre me dijo una vez que mi virtud es ser<br />

feliz, y sin duda aquí en este colegio, Los Reyes Rojos,<br />

he sido y soy feliz.<br />

Arianna Altamirano<br />

Le quiero decir a este gran colegio mil gracias<br />

por tenerme, soportarme y ayudarme en todo. Me<br />

siento tan agradecida por todo, pero tan triste por<br />

tenerme que irme y tener que decirles cuánto los<br />

quiero.<br />

Desde que estoy en este colegio he aprendido<br />

a respetar, a querer, a ser amable con todos.<br />

Me siento muy agradecida, pero sobre todo a los<br />

profesores que me conocen mucho, como Mónica,<br />

Chebo, César y Diego, y a los que ya no están en<br />

este colegio. También quiero agradecer a mis compañeros<br />

por todos estos años juntos, los voy a extrañar<br />

mucho.<br />

Nunca me voy a olvidar de este colegio ni de<br />

mis amigos. De mis amigos que estuvieron conmigo<br />

todos estos años ayudándome en las buenas y<br />

en las malas.<br />

Les voy a tener mucho cariño a este colegio, a<br />

mis profesores y a mis compañeros.<br />

Mikala Paz Soldán<br />

Franco Denegri, Claudio Gruenberg, Martín Tokeshi,<br />

Gabriel La Madrid y Piero Puccio.<br />

13


Es impresionante cómo pasa el tiempo. Empecé<br />

a visitar el colegio en el 2002, a los dos años,<br />

pero desde el 2003 soy oficialmente una reirrojina.<br />

Fue desde Inicial que conocí a varios de mis<br />

compañeros de vida, con los que he pasado cosas<br />

alucinantes que me han ayudado a formar mi personalidad.<br />

Aunque siempre haya tenido una tendencia a<br />

elevarme, sobre todo marcada en Primaria, siempre<br />

he sabido que tenía gente impresionante cerca,<br />

en el piso, a las que he adorado y adoraré toda<br />

mi vida. Me acuerdo de todos mis amigos y los juegos<br />

en Primaria, como Power Rangers, Little Pets<br />

Shop, San Miguel, Policías y Ladrones (que queríamos<br />

tanto jugar en Primero de media, pero no nos<br />

dejaron: en Secundaria los recreos son aburridos),<br />

el juego inventado por Balado, Suárez y yo, y el increíble<br />

“puz” que tomó el colegio por completo y<br />

creó leyendas (y pensar que yo comencé con esa<br />

locura).<br />

Es difícil escribir este texto sabiendo lo que significa:<br />

el cierre de mi vida hasta ahora, toda, absolutamente<br />

toda mi vida se ha basado en el colegio.<br />

No puedo llamarlo una experiencia o un capítulo,<br />

porque es todo lo que conozco y no quiero terminar<br />

de vivirlo. Voy a extrañar todo, el colegio, los profesores,<br />

pero más que todo eso, a mi promoción y el<br />

poder verlos todos los días, el poder sentarme con<br />

ellos en un salón y sentir que todavía están acá, el<br />

saber que todavía no los pierdo, que no pierdo una<br />

de las pocas cosas que ha estado presente y estable<br />

en toda mi vida. Solo quiero quedarme un poco<br />

más y disfrutar del poder estar con ellos, hacer más<br />

locuras y no sentirme tan mal por ello (por cometer<br />

algo fuera de las reglas, claro) y así poder disfrutar<br />

más de las mejores partes de mi vida.<br />

Me da pena pensar que este año, en vez de<br />

hacer todas “las cosas de Quinto”, haya sido como<br />

si todos, como promoción, hubiéramos frenado y<br />

en vez de hacer, solo vimos pasar el tiempo. Como<br />

si lo único que hiciéramos este año fuera esperar<br />

el final. Pero aunque suene contradictorio hemos<br />

tenido actividades lindas, como el campamento,<br />

donde jugamos básquet juntos, o el Día de la Canción<br />

Criolla, donde pasamos todo el día vendiendo<br />

cosas y sobre todo por el baile que todos disfrutamos,<br />

además el montaje de la obra Donde viven los<br />

monstruos, que fue muy divertido.<br />

En resumen, quiero agradecer todo lo que<br />

vivido, a los profesores, la gente del cole y la promoción<br />

por las experiencias. Si tuviera que darle<br />

un consejo a un reirrojino, sería que aprovechen al<br />

máximo el colegio, la gente y las actividades, participen<br />

en todo lo que puedan y disfrútenlo.<br />

Para dar fin a este texto que tanto me cuesta<br />

terminar, como siempre pongo en todas mis libretas,<br />

al final del comentario, debo decir “Adoro este<br />

colegio”, y agradecer sobre todo a mis amigos.<br />

Atria Fiol<br />

¿Cómo podría empezar este texto? Pues…<br />

Siendo sincero, yo nunca esperé que este momento<br />

llegue. El recibir los Cabezones de las promociones<br />

mayores cada fin de año y sentarme a<br />

leer cada texto ya se me había hecho costumbre.<br />

Sin embargo, hoy día soy yo el que está despidiéndose<br />

a través de este texto y por eso quiero contar<br />

un poco acerca de mi experiencia.<br />

Cómo olvidar todas las mañanas al Gordo y<br />

a Hugo, recibiéndome en la puerta, siempre con<br />

una gran sonrisa desde mi primer día de clases<br />

en marzo del 2004. Me acuerdo perfectamente<br />

de que en mi primera semana pude entablar una<br />

gran amistad con mi hermano del alma Alessandro.<br />

Quién iba a saber que terminaríamos prácticamente<br />

creciendo juntos. Y bueno, con el pasar<br />

del tiempo gente nueva fue llegando hasta que<br />

se consolidó este grupo.<br />

De verdad, juro que me estoy quedando corto<br />

de palabras. Ahora que sé que faltan muy pocos<br />

días para abandonar esta primera etapa de<br />

nuestras vidas. Es bastante difícil pensar en decirle<br />

chau a esta casa, ya que la nostalgia invade mi<br />

corazón.<br />

Estos largos 12 años han sido muy especiales<br />

para mí y puedo decir que estoy dispuesto a brindar<br />

un gran abrazo a todos los que han estado día<br />

a día guiándonos por este camino. Diego, Luciano,<br />

Santiago Joseph, Alfonso, Fabio, el Gordo, y decirles<br />

que de verdad los quiero un montón. Y a mi promoción,<br />

mi gente… gracias por absolutamente todo.<br />

14


Giancarlo Crovetto,<br />

Rafael Orlandini,<br />

Alejandro Holmquist y<br />

Cristóbal Rubio.<br />

Mientras voy terminando este texto se me salen<br />

las lágrimas, pero no de tristeza, sino de orgullo<br />

y felicidad por haber sido parte de esta casa. Gracias,<br />

Los Reyes Rojos.<br />

Santiago Vilela<br />

Estos años que he estado en el colegio han<br />

sido increíbles e inolvidables, con muchas bonitas<br />

experiencias que he pasado junto a mi promoción,<br />

como en las actividades, las salidas al cine, los campamentos<br />

y los viajes. Voy a extrañar un montón a<br />

todos los profesores, a los que tengo que agradecer<br />

por todos estos años de paciencia y haberme<br />

enseñado con esmero y dedicación. Especialmente<br />

agradezco a Fabio, Alfonso, Mariale Chirinos y<br />

Chock. Gracias.<br />

Renato Farfán<br />

Primero quiero hablar acerca de cómo influyó<br />

este colegio en mí, no solo porque me ha formado<br />

en aspectos académicos, sino porque ha cultivado<br />

valores que hoy, en mi día a día, son fundamentales<br />

en mi forma de ser. Por esto, no tengo palabras<br />

para agradecer a todos los tutores que han dejado<br />

en mí una pequeña esencia suya, dándome como<br />

objetivo ser una mejor persona. Es por todo esto<br />

que Los Reyes Rojos ha sido lo mejor que me pudo<br />

pasar en cuanto a educación pues, realmente, no<br />

podré olvidar lo que aprendí y viví en este lugar.<br />

Tarek Rosado<br />

Cuando me trasladé a este colegio descubrí un<br />

mundo nuevo, en el cual tuve la libertad de cultivar<br />

distintos intereses, lo que me permitió crecer<br />

como persona.<br />

A las generaciones menores del colegio, les<br />

quiero decir que son muy afortunados en estar en<br />

un colegio con un “chip” tan distinto al de otros y<br />

que aprovechen todas las oportunidades que este<br />

les brinde.<br />

A mi promoción les agradezco enormemente<br />

por abrirme sus corazones. Me llevo de cada uno<br />

de ustedes el mejor de los recuerdos y ya saben: “el<br />

dolor de la separación no es nada comparado con<br />

la alegría de reunirse de nuevo” (Charles Dickens).<br />

Alejandro Holmquist<br />

Ya se terminan los exámenes, la obra, el viaje, la<br />

graduación y punto final. Le digo adiós a Los Reyes.<br />

Nunca he sido buena para finalizar las cosas,<br />

no tanto por “los adioses”, más bien por el punto<br />

final.<br />

Se nos pidió o aconsejó hablar de nosotros<br />

en estas líneas y a partir de esto, algunos comen-<br />

15


tarios de cómo seríamos personas distintas si no<br />

hubiéramos estudiado en este cole. La verdad es<br />

que yo no podría haber estado en otro y menos en<br />

otra promoción. Toda mi vida lo he pensado, y este<br />

año solo se me hizo más claro. Es por esto, y por lo<br />

mencionado anteriormente, que no planeo hablar<br />

sobre lo que dejo atrás; en vez, hablaré de lo que<br />

me llevo.<br />

¡Qué bestia! Horas y horas en buses para vivir<br />

los campamentos y los viajes que en su momento<br />

parecían nunca terminar, los cortes de pelo terribles,<br />

las canciones en el Inglés A, los partidos de<br />

vóley, de fútbol, de básquet y las piyamadas. Charlas<br />

interesantes con los profesores, con los amigos<br />

y los consejos. Las tardes de teatro, la primera sonrisa<br />

del día que me sacaba Chebo, las tortas que<br />

corté, las notitas en la clase con ningún sentido,<br />

poder comer canchita en el cine y ver por primera<br />

vez en años el redondito de los hombres del salón.<br />

Convivir cinco días de la semana, a veces seis,<br />

con personas lindas, que como dice Chock, “son<br />

de ptm”, que no sé si pararé de extrañar pronto. Y<br />

eso es lo que más alegría me da llevarme, la promo<br />

XXX y lo que significó ser parte de ella.<br />

Así que, para ir terminando este comentario,<br />

este colegio fue mi casa, la promoción, mi familia, y<br />

aunque se aproxima el punto final, lo que me llevo<br />

fue y es “de ptm”.<br />

Andrea Valdizán<br />

Nunca olvidaré mi primer día de clases en Los Reyes<br />

Rojos:, recuerdo que fue a mediados de Segundo<br />

grado y que la persona que más me ayudó a<br />

integrarme a mi promoción fue Chebo. Él me ayudó<br />

a superar mi timidez a través de la música, tocando<br />

cajón y me dio su apoyo en un momento en que<br />

necesitaba de orientación.<br />

Pasaron los años y llegué al Sexto grado donde<br />

tuvimos un tutor inolvidable, nuestro querido Alfonso.<br />

Ese año fue muy bonito porque tuvimos las<br />

pruebas y un montón de actividades que realizamos<br />

en conjunto.<br />

Ahora, después de 10 años, en que tuve la<br />

suerte de entrar a este colegio, me siento muy feliz<br />

de haber formado parte de este maravilloso grupo.<br />

También me siento un poco triste porque voy a dejar<br />

de ver a mis amigos y a todos los profesores, a<br />

los que he agarrado tanto cariño. Bueno, solo me<br />

queda agradecer por haberme acompañado en<br />

esta etapa del camino. Los voy a extrañar mucho.<br />

Piero Puccio<br />

Bueno, ha llegado el momento de escribir mi testimonio.<br />

En este momento por mi cabeza pasan<br />

miles de historias y anécdotas que, estoy segura,<br />

no olvidaré.<br />

Recuerdo mis primeros días en este colegio,<br />

entraba por la puerta de Cajamarca, veía a los chicos<br />

de Primaria alta en clases de baile, también los<br />

juegos de Inicial y los pájaros. Me moría de miedo,<br />

pero fueron pasando las semanas y me fui sintiendo<br />

cada vez más parte de esta, mi segunda familia.<br />

Laura Carrasco, Marcela Chincha, Majo Canessa,<br />

Abril Valdez e Isabel Alayza.<br />

16


Princesas<br />

Si tuviera que escribir sobre cada momento<br />

que viví aquí en el colegio o en los campamentos,<br />

los viajes, las piyamadas, las salidas y demás actividades,<br />

no acabaría, pero en resumen puedo decir:<br />

gracias a la familia reirrojina por estar siempre,<br />

acompañarme y soportarme en todos estos años.<br />

Además, gracias por darme la oportunidad de conocer<br />

a personas tan lindas con las que estoy segura<br />

que saldré de la mano por la puerta de Grau<br />

al mundo.<br />

María José Canessa<br />

Recuerdo que, cuando de pequeña, pasaba todas<br />

mis vacaciones en Lima y cómo quería volver a vivir<br />

acá. Recuerdo también que la primera vez que<br />

escuché sobre los Los Reyes Rojos fue en una oración<br />

en el que seguían adjetivos despectivos o, de<br />

alguna manera, mal intencionados. Pero, aun así,<br />

años más tarde seguía queriendo venir a este colegio.<br />

Una década después estoy sentada, intentando<br />

terminar esto porque lo tengo que entregar<br />

ahora, y puedo decir que desde el primer día que<br />

pisé este colegio como alumna, ninguno de esos<br />

adjetivos se hizo presente.<br />

Luego de dos años de compartir con el colegio,<br />

me alegra decir que soy parte de la promoción XXX<br />

y que, sin duda, me hubiera gustado estar más<br />

aquí. Voy a extrañar todo esto y me enorgullece<br />

haber sido parte de esta pequeña familia.<br />

Abril Valdez<br />

Muchos pensamientos.<br />

Muchas emociones.<br />

Pocas palabras.<br />

Samantha Salazar<br />

Bueno, llegó el momento, después de ocho años<br />

de estar en este colegio, de decir adiós. Se acaba<br />

una etapa de la vida. Solo me queda decir gracias<br />

a todos, desde los profesores hasta la última persona<br />

del colegio. Gracias a mis tutores: Alfonso,<br />

Santiago, Mariale, Namasté, Diego, y todos los todos<br />

profesores que tuve en estos años porque de<br />

ellos aprendí muchas cosas. Gracias a Fabio, por<br />

aguantar mis chongos y matarnos de risa juntos;<br />

gracias a Manolo y a Wili, por esas conversas sobre<br />

fútbol y política, que a veces acababan en bronca<br />

por el fanatismo que tenemos; gracias al Gordo,<br />

con quien cada día nos la pasábamos fregando a<br />

las personas en la salida; gracias a Ángela, por esas<br />

clases de matemáticas. Gracias a todas y cada una<br />

17


de las personas que me crucé en este colegio, porque<br />

de todos se aprende algo. Gracias a los viajes,<br />

los campamentos y todas las experiencias vividas<br />

en estos años. Gracias, Los Reyes Rojos.<br />

Gian Carlo Crovetto<br />

Impresionante, espectacular e inolvidable, palabras<br />

cuyo significado está lejos de expresar el<br />

cariño que he cultivado en este colegio. Gracias a<br />

todas esas personas, desde alumnos hasta profesores,<br />

que me han ayudado a sentirme cómodo<br />

y transformaron el significado que yo le atribuía<br />

al colegio antes de venir a este. Además, me han<br />

ayudado a controlar mi carácter, el que reiteradas<br />

veces se escapó de mis manos, lo que agradezco.<br />

Parece como si hubiera sido ayer cuando<br />

llegué y conocí a quienes vería todos los días a<br />

las ocho de la mañana, durante ocho años: mis<br />

compañeros de aula. Aquellos con quienes llevé<br />

todos los cursos del colegio, dictados por profesores<br />

con quienes hemos hecho irrompibles lazos,<br />

tales que hasta llamarles como lo hacía en<br />

mi colegio anterior, me suena a tabú. Sin duda, la<br />

mejor experiencia de mi vida y si el colegio me lo<br />

permitiera, repetiría felizmente de año.<br />

Finalmente toca decir adiós, pero que no<br />

esté ahí no significa nada, ya que tendré este<br />

recuerdo en la bóveda más profunda de mi memoria,<br />

aquella que ni el Alzheimer podrá romper.<br />

Gracias, Los Reyes Rojos.<br />

Cristóbal Rubio<br />

¡Prueba cumplida! Retiro de Sexto grado.<br />

18


Palabra de padres<br />

Cuando Cecilia y yo estábamos en la Universidad<br />

(hablo de 1986, o sea, hace 30 años) y nos proyectábamos<br />

al futuro, pensábamos en Los Reyes Rojos<br />

como el colegio en el que estudiarían nuestros<br />

hijos. Pasó el tiempo, llegaron las hijas y cuando<br />

tuvimos que decidir, estuvimos a punto de ir a otro<br />

lado. La llegada de Renata a nuestras vidas coincidió<br />

con la de Sebastián Carrillo. Sebastián se encargó<br />

de sacarnos la idea de cualquier otro colegio<br />

y volvió la ilusión por Los Reyes Rojos. Y así, de la<br />

mano de los Carrillo llegamos aquí. Han pasado 15<br />

años, Micaela tiene 19 años, Renata tiene 16, ambas<br />

son reirrojinas químicamente puras. El colegio<br />

nos ha ayudado a tener dos hijas maravillosas.<br />

Juntos hemos pasado por muchas cosas. Entre<br />

otras, la partida de Constantino y de Cecilia, la sensación<br />

del “qué pasará ahora…”. Nunca dudamos<br />

en seguir, porque Los Reyes Rojos somos todos,<br />

profesores, trabajadores, padres y alumnos, una<br />

gran familia que pone el amor, la solidaridad, la<br />

igualdad y la libertad por encima de todo.<br />

Ahora nos toca irnos muy agradecidos. Seguiremos<br />

aprovechando cualquier oportunidad para<br />

regresar al colegio, tenemos la excusa de ver a Carolina,<br />

a Paloma y a Diego. Aunque sabemos que<br />

no necesitamos excusas, que Los Reyes estará allí<br />

para recibirnos.<br />

Muchas gracias a todos. La lista es muy larga y<br />

queremos resumir nuestro agradecimiento diciéndole<br />

a Melissa que cuenta con los Salcedo Zeballos<br />

incondicionalmente, que no tenemos ningún<br />

reproche, que somos el mejor colegio del mundo.<br />

Cecilia Zeballos y Carlos Salcedo.<br />

Papás de Renata y Micaela. Tíos de Ana<br />

Gabriela, Carolina, Paloma y Diego.<br />

Este año suman 15 (no 14, como cabe suponer)<br />

que Laura ha pasado o, más precisamente, ha estado<br />

en el colegio. Tenía dos años cuando de manera<br />

excepcional la matriculamos y se quedó, por<br />

primera vez, a cargo de los siempre cálidos brazos<br />

de Mónica después de cruzar la metálica reja de la<br />

calle Cajamarca.<br />

A lo largo del tiempo transcurrido desde entonces,<br />

a través de sus ojos, de sus vivencias y de las nuestras,<br />

pero sobre todo de su propia constitución de<br />

niña en joven, hemos sido partícipes de muy distintas<br />

y diversas maneras de los remansos y correntadas<br />

de esta etapa escolar que ahora acaba,<br />

así como del cauce de esta experiencia en la que<br />

instrucción y educación han estado presentes y<br />

vigentes, acaso no siempre acompasadamente,<br />

pero siempre de forma constante y rectora.<br />

Vistas las cosas en el retrovisor, en algunos aspectos<br />

seguramente no resultará sencillo estimar<br />

cuánto de aquí y cuánto de allá hay en Laura y, del<br />

mismo modo, en el balance de cada quien, en todos<br />

y cada uno de sus compañeros y amigos. Pero<br />

esa sola dialéctica ilumina la densidad —seguramente<br />

distinta para unos y otros— de ese corpus<br />

no siempre claramente definido que se llama comunidad<br />

educativa.<br />

Es ahí donde algunos componentes de la liturgia<br />

reirrojina, como los viajes y campamentos, la campaña<br />

de leche para Corazoncitos Azules, las pruebas<br />

de Sexto grado o los bingos y los hechos como<br />

las idas/venidas de antiguos/nuevos compañeros<br />

y amigos, entre muchos otros aspectos, han adquirido<br />

en todos estos años una especial resonancia,<br />

y es desde ahí desde donde hay que saludar y celebrar<br />

el final de un ciclo y el inicio de otro, siguiendo<br />

cada quien el rumbo de su singularidad, asistidos<br />

todos por una común experiencia y un común deseo.<br />

Alas y buen viento a todos.<br />

Sergio Carrasco y Marta Castañeda.<br />

Papás de Laura.<br />

19


Popurrí<br />

Inicial es puro juego y color.<br />

Vemos en estas páginas un poco<br />

de su dulzura.<br />

Si fuera un animal…<br />

sería un rinoceronte y viviría en una selva<br />

salvaje.<br />

María Peirano<br />

Tres años<br />

yo sería un caracol en un jardín hermoso en la<br />

selva del Perú.<br />

Vasco Vásquez<br />

Tres años<br />

sería una chita y viviría en una selva con una<br />

señora llamada Camila.<br />

Lola Marroquín<br />

Tres años<br />

sería una jirafa para alcanzar los árboles con<br />

las patas.<br />

Yago Rafael Adrianzén<br />

Tres años<br />

Formando familia de animales.<br />

Matías López, Vasco Vásquez, Julia Horna<br />

sería un león para comérmelos a todos.<br />

Julieta Magnolia Krumdieck<br />

Tres años<br />

La jirafa…<br />

tiene el cuello largo y es bien alta para<br />

alcanzar las copas más altas de los árboles<br />

para alimentarse.<br />

Emma Arce<br />

Tres años<br />

su cuello y sus patas son largas para alcanzar<br />

las hojas de los árboles largos y altos.<br />

Mariano Flores<br />

Tres años<br />

El elefante…<br />

tiene la trompa larga para tomar agua y para<br />

alcanzar la comida a su boca.<br />

Diego Mélinchon<br />

Tres años<br />

tiene orejas grandes porque está muy grande<br />

y les sirven para escuchar más bien porque si<br />

una persona está gritando, él escucha.<br />

Candela Ojesto<br />

Tres años<br />

Thiago Escandón. Una jirafa disfrazada de león. 3 años.<br />

20


La cebra…<br />

es mi animal favorito porque me gusta el<br />

blanco y es blanca con rayas negras.<br />

Julieta Ramos<br />

Tres años<br />

¿Por qué la vaca dice<br />

muuuuuu?<br />

Pedro Hinojosa. Insecto mariquita.<br />

Las vacas no podían hablar<br />

y las mamás le pusieron ese sonido.<br />

Alejandro Montero<br />

Tres años<br />

El mamut…<br />

era un elefante grandote que tenía<br />

colmillos para pelear y defenderse<br />

del Rex.<br />

Azul Peirano<br />

Tres años<br />

Sobre los insectos<br />

Azul Peirano. El mamut.<br />

Dibujando mi animal favorito.<br />

Victoria Cillóniz<br />

Me gustan las mariquitas porque tienen su<br />

cuerpo lleno de puntos negros. Y los escarabajos<br />

porque son muy muy muy lindos porque tienen<br />

su ropa y sus alitas negras y rojas.<br />

Sebastián Gonzales<br />

Tres años<br />

Los insectos son pequeños y bonitos, ellos<br />

comen plantas y caminan por la selva y por la<br />

calle. El ciempiés es mi favorito porque tiene<br />

varias patas que usa para caminar mucho.<br />

Kaya Fromm<br />

Tres años<br />

Martina Márquez. La selva.<br />

21


Vuela, pajarito<br />

La mariposa vuela del árbol,<br />

El pajarito vuela del patio,<br />

El bicho vuela del pantano<br />

Y el búho vuela del árbol.<br />

Salvador Fernández. Cuatro años<br />

Adivinanza<br />

Es un animal<br />

que vive en el frío,<br />

come pescado,<br />

tiene la barriga blanca<br />

y un pico anaranjado.<br />

(El pingüino)<br />

Keira Sánchez.<br />

Maximiliano Eguren. Cuatro años<br />

Andrea Rosadio<br />

María O'Brien<br />

Francesco Bellini. “Una nave.”<br />

22


Amadeo Cabieses, Matilda Nieto, Inés Aller y Borja Sarmiento.<br />

“Me gusta mucho que Inés, Borja y Amadeo estemos en esta foto.”<br />

Matilda Nieto.<br />

Alonso Pestana.<br />

Vicente Bravo y Aitana Soto.<br />

“Una corona de color rosado.” Aitana Soto.<br />

María Fernanda Neyra<br />

La vincha de colores<br />

Había una vez, en una ciudad, una niña que se<br />

llamaba Alice que tenía una vincha de muchos<br />

colores como el rosa, morado, celeste, crema,<br />

amarillo y blanco. Ella cumplió seis años y en<br />

su fiesta hizo muchos collares y pulseras. Ella<br />

tenía unas zapatillas favoritas con muchos<br />

brillos celestes y blancos. Su animal favorito<br />

era el delfín y vivía en un enorme castillo con<br />

sus amigos.<br />

Montserrat Planas. Cuatro años<br />

Luciano Dacal.<br />

23


Uma Tola. Liam Clement. “Quiero premios.” Cristóbal Caparó.<br />

“Yo quería hacer cerámica porque me<br />

gustan las líneas de Nasca.”<br />

Cristóbal Caparó.<br />

Facundo Gabillo.<br />

Amil Mikati.<br />

Lía Uccelli y Patricio Márquez<br />

“Yo quiero una carita feliz.” Patricio Marquez<br />

Ignacio Portocarrero. “Yo pasando por ahí.” .<br />

24


Las serpientes cascabel<br />

Son ovíparos porque nacen de huevos. Es<br />

la serpiente más venenosa de Nueva York y<br />

México. Es de tamaño mediano.<br />

El jaguar<br />

Es un mamífero. Algunas veces se come a sus<br />

hijos. Cuando el jaguar bebé ve por primera<br />

vez al papá o a la mamá, se queda un tiempo<br />

con él. Los cachorros son traviesos. El jaguar<br />

vive en la selva, algunos en África. Es uno de<br />

los animales más rápidos.<br />

Tristán Peña Maggiolo<br />

Matías Calero Álvarez<br />

Las ranitas venenosas<br />

Son ovíparas porque nacen de huevos. Tienen<br />

veneno en su cuerpo y lengua, por eso no<br />

las puedes tocar. Comen insectos, moscas y<br />

orugas.<br />

Noah Fromm Osorio<br />

Los pelícanos<br />

Son ovíparos porque nacen de huevos. Comen<br />

peces pequeños y tienen como una bolsa<br />

grande en su boca para llevar sus presas.<br />

Marcelo Montani Paez<br />

“Estoy a punto de tener a mi bebè en brazos.”<br />

Olivia Gálmez<br />

Emil Arrarte.<br />

Alba Grimaldi.<br />

Emilio Aramburú.<br />

25


“¡Qué lindo es jugar e inventar juegos con<br />

nuestras amigas!”<br />

Ariana Miranda<br />

Benjamín Leunda.<br />

El puma<br />

Es un mamífero. Vive en las montañas. Come<br />

rápido y su piel está cubierta de pelos. Puede<br />

saltar mucho y algunas veces trepar árboles.<br />

Uma Baca<br />

La ballena franca<br />

Es un crustáceo. Puede abrir la boca y<br />

absorber toda el agua y come zooplancton<br />

conocido como krill. Después, toda esa agua<br />

la bota por su huequito de arriba. La ballena<br />

es casi del tamaño del salón.<br />

Julián Miranda<br />

“Estamos jugando a las escondidas, estoy<br />

tratando que no me vean”<br />

Beñat Garbizú<br />

El halcón<br />

Son ovíparos porque nacen de huevos. Les<br />

gusta pararse en las rocas. Viven en las<br />

montañas y comen ratones. El águila y el<br />

halcón son primos.<br />

Nahuel Elías<br />

26


“En el patio me divierto con los juegos y con mis<br />

amigos”<br />

Malena Carpio<br />

Las tortugas marinas<br />

Son ovíparas. Tienen ocho vértebras y no<br />

pueden meter su cabeza en el caparazón. Hay<br />

siete especies. Hay nidos en Japón y Hawai.<br />

Comen algas y pequeños peces. Nadan muy<br />

lejos y están en peligro de extinción.<br />

Las únicas tortugas que salen a la arena<br />

son las hembras, porque ponen sus huevos.<br />

Cuando las tortugas mamás ponen sus<br />

huevos en la orilla y les da el sol, salen<br />

hembras, y si ponen los huevos muy al fondo<br />

de la arena, salen solo machos.<br />

Julia Hare<br />

El águila<br />

Es ovípara. Es carroñera porque cuando ve un<br />

animal muerto, se lo come cuando está seco.<br />

También tiene unas alas delicadas. La panza<br />

es dura y tiene tres garras súper filudas. Hay<br />

varias especies de águila. Tiene un primo que<br />

se llama halcón. Están en peligro de extinción.<br />

Vive en todas partes menos en Perú.<br />

Inés Reaño.<br />

Cano Lúcar<br />

Aurelia Álvarez.<br />

“Es divertido jugar con la espuma.”<br />

Catalina Hinojosa<br />

27


“Es suave la espuma. Se siente bien, me gusta.”<br />

Martín Ojesto<br />

Mara Osorio.<br />

“Las plantas necesitan de agua, sol, aire y lo más<br />

importante: amor.”<br />

Hania Malachowski<br />

Valentina Álvarez.<br />

José Gabriel Landázuri.<br />

28


Emilio Dezar.<br />

Leonardo Roose.<br />

El Recoconocetodo<br />

y su casona<br />

El Reconocetodo es un<br />

monstruo que está hecho de<br />

nube. Vive en un casona y<br />

de ahí solo sale su sombra. El<br />

Reconocetodo puede escuchar<br />

cuando los demás se disfrazan.<br />

A veces se puede ver su sombra<br />

atrapando palomas. Sus oídos<br />

tienen oídos y dentro de su cara<br />

tiene muchas caras. Tiene nueve<br />

uñas rojas. Tiene uñas en la boca<br />

y su boca es negra. Adentro de<br />

sus orejas también hay muchas<br />

caras. Las caras dentro de su<br />

oreja son las que reconocen<br />

todo. Para que el Reconocetodo<br />

no te vea, te tienes que meter<br />

en su panza de nube. Cuando<br />

te metes dentro de su panza de<br />

nube el Reconocetodo ya no te<br />

puede ver, ni oír, ni reconocer.<br />

Benjamín Rejas<br />

Kaela Sánchez.<br />

29


Festival de trabajos<br />

Los chicos de Primaria celebran con<br />

versos alegres e historias fabulosas<br />

sus días en el colegio.<br />

Ainara Gutiérrez, Primer grado.<br />

Catalina Caparó, Primer grado.<br />

Catalina Llopis, Primer grado.<br />

Abigail Mumenthaler,<br />

Primer grado.<br />

30


Lucía Blanco, Primer grado.<br />

Mateo Espinoza, Primer grado.<br />

Gino Tejada, Primer grado.<br />

Amalia Lara, Primer grado.<br />

Francesca Caracchini, Primer grado.<br />

31


Mirkala Jara, Primer grado.<br />

Leonardo Mera, Primer grado.<br />

Mariano Ingunza, Primer grado.<br />

Valentina Bellini , Primer grado.<br />

Emilia Bravo , Primer grado.<br />

Joaquín Mino , Primer grado.<br />

32


Lia Castro Mendivil, Primer grado.<br />

Luna Diez Canseco, Primer grado.<br />

Manuel García Miró, Primer grado.<br />

Luna Flórez, Primer grado.<br />

Crsitobal Sevilla, Primer grado.<br />

33


María José Vargas, Primer grado.<br />

Luis Jaime Castillo, Primer grado.<br />

Rafaella Vidal,<br />

Primer grado.<br />

Maximiliano Gianella, Primer grado.<br />

34


Nicole Choulet,<br />

Primer grado.<br />

Noor Adb,<br />

Primer grado.<br />

Salvador Gonzáles, Primer grado.<br />

Valeria Recavarren,<br />

Primer grado.<br />

35


Arcoíris<br />

El arcoíris brilla con la luz del día,<br />

con siete lindos colores<br />

como las hermosas flores.<br />

A la gente da mucha alegría.<br />

¡Cómo quisiera verlo todos los días!<br />

Manu Vásquez y Jorge Venegas,<br />

Segundo grado<br />

Juan Diego Yauri, Segundo grado.<br />

La fiesta<br />

¡Qué alegría, que emoción!<br />

una fiesta de corazón,<br />

con música y juegos será una diversión.<br />

Esperen, esperen, que la piñata llegó<br />

con juguetes y dulces a todos alegró.<br />

¡Qué mal, qué mal!<br />

La fiesta terminó<br />

se acabó la pachanga<br />

y el final ya llegó.<br />

Blas Elías y Bruno Caracchini,<br />

Segundo grado<br />

Maïa Clément, Segundo grado.<br />

Papel de vida<br />

Papel de seda que vida lleva,<br />

se transforma en lo que quiera,<br />

en un niño o en un pájaro cualquiera.<br />

No se malogra, se vuelve a usar,<br />

si no lo usas se va a molestar.<br />

Papel de seda, una vez más<br />

dame tu hermosa magia<br />

para poder imaginar<br />

todo lo que te puedes transformar.<br />

Diego Carrillo y José Miguel Vargas,<br />

Segundo grado<br />

Almudena Carrillo, Segundo grado.<br />

36


Paz Elías, Segundo grado.<br />

Fernanda Guerrero, Segundo grado.<br />

El dragón de fuego y su aventura<br />

Había una vez un dragón de fuego que vivía en un<br />

hábitat de agua, por eso un día sus poderes se le<br />

estaban acabando y decidió ir a una aventura hacia<br />

el hábitat de fuego. Pero había un problema,<br />

sus poderes ya no funcionaban y no podía lanzar<br />

fuego; pero lo bueno es que sí podía volar. Durante<br />

casi todo el camino se sintió débil, hasta que vio en<br />

una colina una flor que le regresaría los poderes. El<br />

dragón tenía que tocar la flor para recuperarlos y<br />

así lo hizo.<br />

Luego de tocar la flor, el dragón tuvo sus poderes<br />

de fuego. Finalmente el dragón pudo regresar a a<br />

vivir a su hábitat.<br />

Valentino Acosta, Segundo grado<br />

El pájaro que quería conocer el mundo<br />

Había una vez en la selva un pájaro que quería conocer<br />

el mundo. Un día salió de la selva y empezó<br />

su viaje. Primero llegó a un campo y ayudó a un<br />

hombre a recolectar frutas, luego fue al fondo del<br />

mar y comió algas con un pez y por último fue al<br />

espacio y conoció un marciano y un unicornio.<br />

Entonces el pájaro se dio cuenta de que estaba<br />

perdido y se le ocurrió una gran idea, pasaría por<br />

los mismos lugares por los que había estado para<br />

retornar a casa y así lo hizo. Finalmente, luego de<br />

unos, días regresó a su hogar, la selva, muy contento<br />

porque había conocido otros nuevos lugares.<br />

Trilce Carbajal, Segundo grado<br />

Ryddle el marinero<br />

Esta historia empieza en la Edad Media. Ryddle era<br />

un marinero que estaba en un lago navegando,<br />

cuando de repente tembló su barco y Ryddle asustado<br />

dijo: “¿Qué pasa?”. Entonces del agua salió<br />

una serpiente de agua muy grande de color verde<br />

con azul. La serpiente atacó de tal manera que se<br />

rompió el barco. Ryddle muy molesto le preguntó<br />

“¿Por qué me atacas?”, y la serpiente le contestó:<br />

“Es que mi papá me obliga ser como él”. Entonces<br />

Ryddle le dijo: “Pero tú no tienes que ser como tu<br />

papá”. Desde ahí se volvieron los mejores amigos.<br />

Salvador Durand, Segundo grado<br />

Yukio Sakamoto, Segundo grado.<br />

37


Los amigazos<br />

Había una vez cinco amigos que se llamaban Diego,<br />

Manu, Salvador, Valentino y Naí. Ellos buscaban<br />

una aventura en el bosque y sin darse cuenta cayeron<br />

en una trampa, era un hoyo muy profundo.<br />

Ahí se encontraron con un mago que convirtió a<br />

Diego en un árbol, a Manu en su fruto, a Salvador<br />

en una raíz. Naí y Valentino se salvaron del hechizo<br />

y se lanzaron sobre el mago para que no escape. El<br />

mago confesó que había un mapa para encontrar<br />

al dragón que debían matar, para revertir el hechizo<br />

y volver.<br />

Naí y Valentino fueron a buscar al dragón y lucharon<br />

contra él. Valentino hizo que el dragón cayera<br />

en un hoyo de fuego, pero el cayo junto con el dragón.<br />

Naí regresó a ver a sus amigos que ya habían<br />

vuelto a la normalidad y les contó lo que había pasado.<br />

Desde ese momento se volvieron “Los amigazos”.<br />

Ian García, Segundo grado.<br />

Naí Rivas, Segundo grado<br />

Roc Chaves, Segundo grado.<br />

Espejito encantado<br />

Había una vez una niña que encontró un espejo<br />

encantado. Un día el espejo habló y le preguntó:<br />

“¿Qué deseas para tu futuro?”. La niña, nerviosa,<br />

le respondió: “Armonía, paz, tranquilidad y música”.<br />

Los deseos de la niña se cumplieron, todo andaba<br />

muy bien pero un día el espejo se empezó a malograr<br />

y los deseos comenzaron a dejar de funcionar<br />

y la gente se molestaba con cualquier persona, los<br />

niños se peleaban y ya nadie escuchaba música. El<br />

espejo no podía hablar para decir que lo arreglen<br />

pero escribió: “Necesito ver la luz del sol”. La niña,<br />

preocupada, leyó el mensaje y rápidamente abrió<br />

las cortinas y las ventanas. El sol brilló en el espejo<br />

y aparecieron imágenes de personas felices, todos<br />

disfrutaban de la música y había armonía nuevamente.<br />

De repente el espejó sonrió y desapareció;<br />

la niña sabía que iría de casa en casa a seguir cumpliendo<br />

deseos y la leyenda del espejo encantado<br />

siguió por siempre.<br />

Isabel Barrios, Segundo grado.<br />

Lucía Moscol, Segundo grado<br />

Luana de Andrade, Segundo grado.<br />

38


Lili Wey y la manzana de Chocolate<br />

Había una vez una niña llamada Lili Wey, ella era<br />

una niña encantadora y alegre. A veces resolvía<br />

casos y problemas. Un día escuchó hablar a sus<br />

vecinos sobre una manzana de chocolate, que si<br />

alguien la encontraba haría que su país sea el más<br />

feliz. Lili alistó sus maletas para viajar por todo<br />

el mundo en busca de la manzana de chocolate.<br />

Llegó temprano al aeropuerto, así que se sentó<br />

a esperar y se quedó dormida, justó cuando se<br />

despertó iba a salir su vuelo y tuvo que correr para<br />

no perderlo. Viajó por todo el mundo por un año y<br />

no encontró la manzana, entonces decidió regresar<br />

a casa. Ya en su casa tuvo hambre y cogió una<br />

manzana del frutero y justo agarró una manzana<br />

de chocolate. Ahí se dio cuenta de que la manzana<br />

todo el tiempo estuvo en su casa.<br />

Uma Mikati, Segundo grado<br />

Luana y Almudena son escritoras<br />

Había una vez dos amigas llamadas Luana y Almudena<br />

que estaban en el colegio y su maestra les<br />

propuso un reto, escribir un cuento. En ese momento<br />

se pusieron a pensar, pero no se les ocurría<br />

nada, sus mentes estaban en blanco y por más<br />

que la maestra les daba ideas, no podían imaginar.<br />

Pero entonces, sucedió algo mágico. La maestra<br />

puso música y como si ya existiera en sus mentes,<br />

las dos amigas empezaron a cantar un nuevo<br />

cuento. Se rieron mucho y así pudieron escribir su<br />

canción. Su cuento se llamó “La mejor canción”.<br />

Tamara Maestre, Segundo grado.<br />

Las flores<br />

Las flores son lindas, de muchos colores<br />

algunas nos dan muy ricos olores.<br />

El sol siempre les da calor<br />

la lluvia les da agua y crecen con amor.<br />

¡Qué bonitas son las flores!<br />

Si vez una, no la ignores.<br />

Belén López y María Lamadrid,<br />

Segundo grado<br />

Ariana Changana, Segundo grado<br />

El bosque desencantado<br />

En un bosque vivía una bailarina de ballet y una<br />

loca diseñadora de ropa, ellas eran muy felices<br />

haciendo lo que les gustaba. Pero un día llegó una<br />

bruja y con un hechizo convirtió el bosque en un<br />

lugar lleno de maldad. Un caballero que vivía en<br />

una cabaña escondida en el bosque no había sido<br />

hechizado. Cuando se dio cuenta de lo que había<br />

hecho la bruja, le apostó un partido de ping pong<br />

y si la bruja ganaba lo hechizaba a él, y si el caballero<br />

ganaba, la bruja desencantaría el bosque.<br />

Jugaron y ganó el caballero. La bruja cumplió su<br />

promesa y el caballero se hizo amigo de la bailarina<br />

de ballet y la diseñadora.<br />

Emilia Ponceleón, Segundo grado<br />

Liam Berninzon, Segundo grado.<br />

Renzo Huamán, Segundo grado.<br />

39


Soy un globo<br />

Soy un globo.<br />

Floto y floto<br />

cada día<br />

y cada día<br />

sin que nada me toque.<br />

La tristeza de flotar<br />

es que un pájaro<br />

me pueda reventar.<br />

Flotar para nada.<br />

Flotar para nada.<br />

¿Estoy hecho para fiestas<br />

o estoy hecho<br />

para flotar?<br />

¿Para qué estoy hecho?<br />

¿Para estar arriba?<br />

¿Para estar abajo?<br />

Soy un globo<br />

y floto<br />

cada día<br />

sin que nada me toque.<br />

Padma Landázuri, Tercer grado.tif<br />

Manuel Ignacio Fernández,<br />

Tercer grado<br />

Historia de un ave<br />

Siendo un ave que no vuela<br />

que no canta<br />

que ni siquiera tiene color<br />

soy un ave.<br />

Al andar veo a la gente<br />

gente alta y chata,<br />

niños y adultos,<br />

hasta gente<br />

que no me ve.<br />

¿Soy un ave negra o azul?<br />

Hasta puedo ser verde,<br />

amarilla o roja.<br />

¿Quién soy? Es decir,<br />

¿quién seré?<br />

Tengo alas, pico largo y<br />

plumas<br />

y más,<br />

mucho más.<br />

Amanezco de un sueño<br />

y veo todo lo que hay a mi<br />

alrededor.<br />

Luego veo mis plumas<br />

y tienen montones de<br />

colores.<br />

Me impulso del nido,<br />

me lanzo y vuelo,<br />

vuelo encima de cada<br />

techo.<br />

Luego, mis colores brillan,<br />

la gente me mira<br />

y soy feliz.<br />

Y me doy cuenta<br />

de que soy un colibrí.<br />

María de Orbegoso,<br />

Tercer grado<br />

Ignacio Roose, Tercer grado.tif<br />

40


El caballo del universo<br />

Es blanco como la nieve y<br />

brillante como el Sol.<br />

Tiene muchos poderes<br />

que alegran mi corazón.<br />

En las mañanas calurosas<br />

la gente se admira al verlo,<br />

pues su valentía y coraje<br />

se reflejan todo el tiempo.<br />

Carlos Yabar, Tercer grado.tif<br />

La ratita<br />

Pasea por las tardes,<br />

llena de alegría,<br />

siempre muy contenta,<br />

la ratita Carolina.<br />

Cuando la Luna sale,<br />

todos giran sin parar,<br />

galopea todo el tiempo<br />

para hacerse escuchar.<br />

Elena Bravo, Tercer grado<br />

Corre velozmente,<br />

para ayudar a la gatita,<br />

que siempre la espera,<br />

en la puerta de la vecina.<br />

También ayuda a un periquito,<br />

que está buscando un lugarcito,<br />

para hacer su nidito,<br />

en un lindo arbolito.<br />

Todos juntos,<br />

hicieron una casita,<br />

así, ayudaron al periquito<br />

a vivir tranquilito.<br />

Joshua Bellini, Tercer grado.tif<br />

Tamara Vásquez, Tercer grado<br />

La vida de los animales<br />

El alce es como un paisaje bello,<br />

y es tan libre como el viento.<br />

El caballo es veloz como el viento,<br />

y puede llegar al Sol con sus pensamientos.<br />

Los peces viven en el agua,<br />

soñando siempre salir al alba.<br />

Las aves vuelan como el viento<br />

y tienen hermosos sentimientos.<br />

Zuri Del Valle, Tercer grado<br />

Julia Torrejón, Tercer grado.tif<br />

41


La niña de la lámpara azul<br />

Hace mucho tiempo atrás, había una niña que<br />

tenía ocho años. Su nombre era Aisha. Su mamá<br />

siempre la acompañaba a acostarse por las noches,<br />

pues ella constantemente escuchaba ruidos<br />

en su armario.<br />

Cuando Aisha cumplió nueve años se atrevió<br />

abrir la puerta del armario. Entonces… Vio a una<br />

niña que tenía una lámpara azul.<br />

Aisha le pregunto a la niña: “¿Cuál es tu nombre?”,<br />

y ella contestó:<br />

–No sé, he estado aquí veinte años. Yo vivía en<br />

esta casa tranquila, hasta que un día mis amigos<br />

me encerraron y me dijeron que no podría salir.<br />

Para que yo pudiera salir alguien tendría que abrir<br />

el armario. Mis papás me buscaron, pero nunca me<br />

encontraron.<br />

Aisha se dio cuenta de que la niña era un espíritu.<br />

Al día siguiente, Aisha se despertó dentro del<br />

armario, pero la niña ya no estaba, solo estaba su<br />

lámpara azul.<br />

Finalmente, escuchó un murmullo que decía:<br />

¡ya me liberé! Ahora te toca a ti ser la niña de la<br />

lámpara azul.<br />

fuerza fue tan increíble que la punta terminó en<br />

los pies del presidente. Se acercó y le habló por una<br />

hora sobre lo que le gustaba hacer, desarmar.<br />

El presidente comentó sobre el tema a sus ministros<br />

y doce años después se publicó que desarmar<br />

era un término genial y desde ese entonces el<br />

planeta se llamó Desarmar.<br />

Pero no todos estaban de acuerdo, se fueron<br />

del planeta y crearon el planeta Lego.<br />

Poco a poco, el planeta Desarmar iba mejorando,<br />

así todos comenzaron a saber de la existencia<br />

del planeta. Se hizo muy famoso y todos se fueron<br />

a vivir allí por siempre.<br />

Gabriel Ormachea, Tercer grado<br />

Esperanza Siles, Tercer grado<br />

El niño que desarmaba<br />

Érase una vez, en el planeta Constructor, un niño al<br />

que no le gustaba construir. A él le gustaba uhm…<br />

¿Cómo explicarlo? Sus padres creían que el niño<br />

estaba enfermo.<br />

Entonces el niño inventó una palabra para explicar<br />

lo que le pasaba. La palabra era desarmar.<br />

Desde ese día el niño desarmaba todo lo que veía,<br />

pero sobre todo, los legos. Pasado un tiempo, se<br />

dio cuenta de que era muy fácil. Entonces el niño<br />

se puso a pensar y creó herramientas, pero no sabía<br />

para qué.<br />

Transcurría el tiempo y todavía no sabía para<br />

qué eran las herramientas que había inventado,<br />

entonces les puso nombres a cada uno de sus inventos:<br />

girapalatrón, camanguloestirón y electroseparador.<br />

Con las herramientas que inventó, empezó a<br />

desarmar lapiceros, televisores, origamis, bloques<br />

y todos sus juguetes. Cuando tenía 29 años y ya<br />

era un adulto, se puso a desarmar un electrolapicero<br />

y en ese momento la punta salió volando, la<br />

Santiago Sanz, Tercer grado.tif<br />

Valentina Garmendia, Tercer grado.tif<br />

42


Beto y la ballena<br />

Había una vez un hombre llamado Beto. Él tenía un<br />

barco con el que salía a navegar casi todos los días.<br />

A Beto le encantaban las ballenas, pero se sentía<br />

muy triste cuando encontraba ballenas muertas.<br />

Un día se fue a buscar a una ballena, pero ocurrió<br />

una fuerte tormenta, el barco se hundió y Beto<br />

quedó inconsciente. Después de unas horas despertó<br />

y se encontró solo en una isla. Estaba muy<br />

asustado y tenía mucha hambre. Al parecer, no había<br />

nada para comer, se puso a llorar desesperadamente,<br />

y de repente apareció una ballena. Ella le<br />

preguntó: “¿Por qué lloras?”. Y él le respondió: “Estoy<br />

perdido en esta isla y deseo volver a casa cuanto<br />

antes”. La ballena le dijo: “Súbete sobre mí, yo te<br />

llevaré a tu casa”. Beto se sentía tan feliz por lo que<br />

la ballena hacía por él que pensó en que él también<br />

podía hacer algo por ella. Entonces, a la mañana siguiente,<br />

fue a hablar con el presidente para pedirle<br />

que protejan a las ballenas y ya no las maten. El<br />

presidente al escuchar la historia de Beto, prohibió<br />

la caza de ballenas y nunca más volvieron a ver una<br />

ballena muerta.<br />

Tobías Mumenthaler, Tercer grado<br />

María José Leunda, Tercer grado.tif<br />

Joaquín Leunda, Tercer grado.tif<br />

Salvador Peña, Tercer grado.tif<br />

Joshua Tola, Tercer grado.tif<br />

43


Teo Álvarez - Viaje a Nasca, Tercer grado.<br />

Comentario del viaje a Nasca<br />

Yo elegí a un perro para mi geoglifo<br />

porque es un animal que brinda mucha<br />

compañía y alegría.<br />

Inés García, Tercer grado<br />

En mi viaje a Nasca, me divertí demasiado con<br />

mis compañeros. Cuando fuimos al templo de<br />

Cahuachi, sus pirámides me sorprendieron mucho,<br />

el guía, nos explicó cuántos años de antigüedad<br />

tenían, fue sorprendente. También me encantó ir<br />

al museo Antonini, allí pude observar las cabezas<br />

trofeos y la momia que tenía aproximadamente<br />

25 años. Todos los lugares fueron interesantes.<br />

Nuevamente, realizamos un viaje genial.<br />

Salvador Yrivarren, Tercer grado<br />

Salvador Cáceres, Tercer grado.<br />

Saphi Carbajal, Tercer grado.tif<br />

<strong>44</strong>


Calor de primavera<br />

La primavera lucha por no morir,<br />

ya que un oscuro sol<br />

juega a quemarla,<br />

mientras que un noble lago,<br />

de su difícil muerte<br />

trata de salvarla.<br />

Santiago Calero y Yaku Gálmez, Cuarto grado<br />

Ave<br />

Catalina Caparó, Primer grado.<br />

Ave que silba por el frío,<br />

ave que se tapa con su abrigo,<br />

ave que escapa a la tierra,<br />

ave que alto vuela.<br />

Ave que abraza los enfados,<br />

ave que suelta amor por todos lados.<br />

Antonella Altuna y Andrea Villacorta, Cuarto grado<br />

Mali Puerta, Cuarto grado.<br />

Valery Campos, Cuarto grado.<br />

45


La sandía viviente<br />

Había una vez una sandía común y corriente que<br />

pertenecía al mago Frutis. La sandía era verde por<br />

fuera y roja por dentro como cualquier sandía.<br />

Un día el mago Frutis, en su guarida secreta, estaba<br />

comiendo su rica sandía y de ponto se le cayó<br />

dentro de la olla donde acababa de preparar una<br />

poción. La olla empezó a hacer un ruido raro y después<br />

de un rato salió la sandía que había cobrado<br />

vida, y además era una sandía viviente muy grande<br />

y tenebrosa. Como la sandía no sabía qué estaba<br />

pasando, salió a las calles de la ciudad y toda la<br />

gente que la veía gritaba, ya nadie quería salir de<br />

sus casas.<br />

Las calles estaban desiertas, hasta que un día<br />

al mago Frutis se le ocurrió una magnífica y genial<br />

idea: invertir el hechizo. Solo así se convertiría en<br />

una sandía normal.<br />

El mago Frutis colocó lo ingredientes de la poción,<br />

pero en el orden opuesto y se la tiró a la sandía<br />

desde lo alto de un edificio. Al final todo funcionó y<br />

la sandía volvió a ser comestible otra vez.<br />

Morgana Mindreau, Cuarto grado<br />

Nicolás Rabí, Cuarto grado.<br />

El viaje en el tiempo<br />

Había una vez dos amigos que se llamaban Ñaño y<br />

Tito. Ellos vivían a las afueras de Washington D. C.<br />

Un día Ñaño y Tito salieron de sus casas a explorar<br />

la zona y sin darse cuenta, aparecieron en<br />

un bosque raro. Dentro de ese bosque había un<br />

árbol con un aura muy extraña. De repente, Ñaño<br />

puso su mano sobre el tronco del árbol y apareció<br />

un portal del tiempo que los llevó a la era de los<br />

dinosaurios. Ellos, para volver a casa, tenían que<br />

tocar otra vez ese árbol. El problema era que no sabían<br />

dónde estaba el árbol. De pronto, vieron una<br />

manada de velocirraptores que iba a toda velocidad.<br />

Ñaño y Tito se fueron a un lado para esquivar<br />

a los velocirraptores.<br />

Así pasó mucho tiempo, los dos niños aprendieron<br />

trucos para sobrevivir y descubrieron escondi-<br />

Noah de Col, Cuarto grado.<br />

46


tes, pero siempre soñaban con el árbol que los regresaría<br />

a casa. Dos años después, encontraron un<br />

cavernícola que sabía hablar, se llamaba Uga Uga y<br />

él les contó que sabía dónde estaba el árbol.<br />

Al día siguiente salieron a buscar el árbol y después<br />

de unas horas de caminar lo encontraron y<br />

volvieron a casa muy contentos.<br />

Julieta Montani y Lorenzo Molina, Cuarto grado<br />

Tribúho<br />

Tribúho es una criatura que parece un búho, pero<br />

con tres ojos, por eso tiene ese nombre. En los ojos<br />

tiene estrellas porque con ellos puede tirar brillo<br />

de escarcha. Tiene siempre un sombrero bombín<br />

porque es muy elegante y una cola puntiaguda con<br />

forma de flecha que le sirve para lanzar fuego y<br />

también para ponerse y sacarse el sombrero. Además,<br />

logra ver a muchos metros de distancia y por<br />

eso puede ver a sus presas antes que los demás.<br />

Tribúho es creído porque tiene poderes y siente<br />

que es la mejor criatura fantástica de todas. Sin<br />

embargo, es miedoso porque no quiere que otras<br />

criaturas lo ataquen. Siempre que puede está comiendo,<br />

por eso está gordito.<br />

Pablo García, Cuarto grado.<br />

Brunella Serrano y Antonio Álvarez,<br />

Cuarto grado<br />

Adivinanzas<br />

Vuelo en el cielo,<br />

camino en la tierra,<br />

como maíz<br />

y soy cuculí.<br />

¿Quién soy?<br />

La paloma<br />

Soy un profesor muy sabio,<br />

me sé los países y<br />

capitales,<br />

pero no hablo.<br />

¿Quién soy?<br />

El planisferio<br />

Lucas Villegas y Salvador Sevilla,<br />

Cuarto grado<br />

Pascal Ganoza, Cuarto grado.<br />

47


Hoy el sol<br />

borrará la lluvia,<br />

empezará el verano.<br />

Carolina Serna<br />

Las hojas caen.<br />

Árboles secos,<br />

frío de otoño.<br />

Sergio Valencoso<br />

Aisa Sara, Quinto grado.<br />

Vieja casa de madera,<br />

un pájaro se posa.<br />

Laguna brillante.<br />

Mateo Quiñones<br />

Pájaros cantando,<br />

empieza la lluvia.<br />

Nace el sakura.<br />

Lucille Marcone<br />

Hace frío,<br />

nieve blanca.<br />

Un mundo vacío.<br />

Camila Díaz<br />

Lindos arcoíris,<br />

coloridas flores.<br />

Vuelan las mariposas.<br />

Salvador Massa<br />

Camila Salazar, Quinto grado.<br />

48


El sol resplandece,<br />

el mar suena:<br />

se zambulle la vida.<br />

Aitana De Argumániz<br />

Crecen las plantas<br />

Se escuchan los cantos<br />

Bellos pájaros van volando.<br />

Adrián Rosadio, Quinto grado<br />

Sientes el rocío,<br />

Juegan los niños.<br />

Cantan los aves.<br />

Yaku Guzmán, Quinto grado<br />

Empieza el invierno<br />

Cae la nieve<br />

Viene la lluvia.<br />

Amaranta Gutiérrez, Quinto grado<br />

El frío sereno<br />

La seriedad que lleva<br />

y el tiempo tranquilo.<br />

Martina Ballumbrosio, Quinto grado<br />

Daniela Díaz, Quinto grado.<br />

Leo<br />

Mi nombre es Leo, soy un gato de color blanco<br />

y amarillo. Tengo una cola que se puede<br />

transformar en cualquier cosa y puedo volar.<br />

Yo soy muy alegre, travieso, ocurrente y amigable.<br />

Cuando estoy molesto me convierto en<br />

un gato muy malo y me vuelvo de color negro<br />

y rojo y mi cola se vuelve de fuego.<br />

A mí me encantan los pescados, el sol, mi<br />

cola, rascar mi barriga, tocar el caparazón de<br />

una tortuga por una extraña razón y viajar entre<br />

dimensiones. Lo que más odio es que venga<br />

alguien y me pegue con un pescado en la<br />

cara porque me molesta un montón.<br />

Santiago Salazar, Quinto grado<br />

Fabrizio Carbajal, Quinto grado.<br />

49


El crucifijo de sangre<br />

Todo ocurrió hace mucho tiempo en la India, en el<br />

fuerte rojo de Agra. Había dos militares que descubrieron<br />

que el maharajá se había unido a unos<br />

criminales y había enviado todas sus joyas para<br />

guardarlas. Cuando los militares lo descubrieron<br />

hicieron un pacto de sangre con un militar traidor,<br />

quien rompiera el juramento, moriría a manos de<br />

sus amigos con su parte del tesoro en la mano.<br />

Los militares traicionaron a su amigo y lo llevaron<br />

a prisión. Luego, ese hombre se fugó de prisión<br />

con la ayuda de un indio y juntos iban a cumplir con<br />

la maldición. Después, una mujer acudió a un detective<br />

para que resolviera este caso, porque el<br />

padre de la chica era el amigo del militar. Cuando<br />

llegaron a la casa, los dos militares habían sido eliminados<br />

por espinas envenenadas y también lograron<br />

encontrar al criminal verdadero.<br />

Vieron que el criminal en realidad era la mujer<br />

y la enviaron a prisión y el tesoro le fue entregado<br />

al detective que luego se lo entregó a quien lo necesitaba.<br />

Gabriel Vargas, Quinto grado.<br />

Mariano José Vargas, Quinto grado<br />

Luca Berninzon, Quinto grado.<br />

50


Kira del Valle, Quinto grado.tif<br />

Valentina Cillóniz, Quinto grado.<br />

Hernando Guerra García, Quinto grado.<br />

51


Lovell Yomond, Segundo de media.<br />

Anahí Siles, Cuarto de media.<br />

Alejandro Castro, Segundo de media.<br />

Álex García y Liam Tobin, Primero de media.<br />

52


Cuadernos, lápices y<br />

colores<br />

En Secundaria se ha celebrado con<br />

poemas, cuentos y dibujos el trabajo<br />

escolar.<br />

Instrucciones para sonreír<br />

Para sonreír, debes asegurarte de que no sea una sonrosa<br />

forzada, que no sea una sonrisa falsa. Si quieres sonreír,<br />

sigue estos pasos. Primero, lleva los dos extremos de la boca<br />

hacia arriba, pero hazlo de una forma no tan dura, si no va a<br />

parecer que eres una persona muy seria, la clase de persona<br />

que no tiene sentido del humor.<br />

Si quieres darle un detalle a tu sonrisa, deja que tus dientes<br />

se puedan ver, pero otra vez, no demuestras todos tus<br />

dientes; las sonrisas más simples son las más bonitas.<br />

Normalmente, la sonrisa es natural, empiezas a sonreír<br />

después de algo gracioso o cuando simplemente estás feliz.<br />

Si no puedes sonreír de la forma natural, piensa en algo gracioso,<br />

eso te llevará a la sonrisa más bonita.<br />

Luciana Moya, Primero de media<br />

Instrucciones acerca de cómo escribir<br />

En ese aparato de infinitas oportunidades se esconde el secreto<br />

de lo que estás buscando:<br />

Sostén ese pequeño infinito en el aire con sumo cuidado para<br />

que no se te caiga, asegúrate de no apretarlo mucho porque<br />

puede ser que luego tengas calambres. Dirígete a la mesa<br />

con un lápiz y un papel en mano, luego acomódate como más<br />

prefieras en la silla, pero recuerda, debes estar cómodo. Cuando<br />

ya te sientas listo y preparado coloca el lápiz en el margen<br />

izquierdo (o como hayas visto que lo hacen en tu país) del<br />

papel, archivo de Word o en donde quieras escribir. De nuevo,<br />

asegúrate de no apretar mucho el lápiz contra el papel si no<br />

quieres pasarte todo el rato tajando el lápiz. Empieza a escribir<br />

de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, deja que las<br />

palabras que están en tu mente fluyan. Y que es tu primera<br />

vez escribiendo tendrás que practicar bastante antes de que<br />

tu letra sea legible, practícalo.<br />

Luna Durand, Primero de media<br />

En la guitarra de Slash, mi casa, mi vida<br />

Todos los días me levanto cansado,<br />

sin humor, sin ganas de hacer algo.<br />

Pero cuando empiezo a escuchar los acordes<br />

cada parte de mi cuerpo se anima y se<br />

levanta.<br />

Por las tardes están los conciertos<br />

largas tardes que nunca se olvidan<br />

y por la noche, yo estoy exhausto, cansado.<br />

Vuelvo a dormir.<br />

Diego Flores, Primero de media<br />

Mensaje a una chica, sufriendo<br />

¡Siquiera aquella otra,<br />

que ha pasado agachándose por mi alma!<br />

César vallejo<br />

No llores más, señora Azul,<br />

Que la culpa no es tuya, ni de nadie.<br />

Y si cayó al vacío… no la empujaste tú.<br />

Y si se fue de este mundo… no la exoneraste<br />

tú.<br />

Y su, por último, piensas que todo recae en ti,<br />

estás errada.<br />

No te quedes helada, señora Azul,<br />

que tus manos sudan<br />

y tu tez se desvanece.<br />

Déjame decirte que la muerte es lúdica<br />

y que el amor es el jugador más importante.<br />

Así, con todo el respeto del mundo,<br />

déjeme decirle, señora Azul,<br />

que aunque todo parezca negro, como la<br />

peste,<br />

todo va a estar bien.<br />

Tarek Bailetti, Segundo de media<br />

Poema del subconsciente<br />

Abro la libreta:<br />

el oscuro silencio de la Luna.<br />

Siento el tenebroso miedo, solidario,<br />

ruidoso como si estuviera encerrado con<br />

candado<br />

y cae la tímida lluvia de muy alto.<br />

La amigable compañía de la felicidad,<br />

sensible pero dura,<br />

53


como el elegante dragón sin emoción.<br />

Los colores al paisaje, la sencillez,<br />

al paraíso.<br />

Las brillantes flores,<br />

la irrelevante hiedra<br />

y la importancia de abrir seriamente la libreta<br />

y cerrarla.<br />

Paulo Briones, Segundo de media<br />

Partida<br />

Pero dadme<br />

en español<br />

algo, en fin, de beber, de comer, de vivir, de<br />

reposarse<br />

y después me iré…<br />

César Vallejo<br />

Querida, el viento te ha llevado<br />

Los árboles, sus hojas han soltado<br />

Ya no queda nada<br />

Ni una sonrisa, ni una gota de agua<br />

Y me siento en el suelo<br />

Anonadada por tu partida<br />

Tu mirada a lo lejos<br />

Mis ojos cual tormenta.<br />

Querida, ¿eres feliz?<br />

¿puedo acompañarte?<br />

Es una noche lúgubre<br />

¿Hay luz allá en las nubes?<br />

Los ríos ya no corren,<br />

Las horas son eternas<br />

Y me esconde sola y rota<br />

Mi cabeza entre mis piernas.<br />

Valeria Cáceres, Segundo de media<br />

Cómo beber agua<br />

Adriano Álvarez, Cuarto de media.tif<br />

Lo que está ahí en el fondo es de lo que consta tu vida, así<br />

que úsalo, y vive para contarlo. Sostenga firme la botella,<br />

hágalo desde la base, ya que con las yemas de tus dedos desenroscarás<br />

la tapa que limita, encierra y obstruye el paso del<br />

agua. Ahora pega tus labios al pico de la botella y con delicadeza<br />

inclina la botella y sentirás; ¡no!, experimentarás el<br />

mayor placer.<br />

¿Algo más? Haz esto, no por mí, no por él, hazlo por la sensación<br />

del renacimiento.<br />

Santiago Dávila, Primero de media<br />

Mi mejor amigo<br />

¿No habrá ahora para mí?<br />

Aún aquella piedra en que tropieza la mujer<br />

que ha dado a luz.<br />

César Vallejo<br />

Mi amigo, ese amigo que<br />

al pasar una tarde juntos<br />

siempre quedaba en nuestros recuerdos.<br />

Instrucciones para cargar un celular<br />

Piensa en esto: cuando te regalan un celular te regalan un<br />

pequeño infierno adictivo, un mundo virtual, y todo a través<br />

de una laguna brillante o mate en la cual te puedes ahogar. No<br />

te dan solamente un celular, que los cumplas muy feliz y esperamos<br />

que dure porque es iPhone 7 de color negro mate y<br />

con un case que hace que el celular se cargue con el sol. No te<br />

regalan solamente este lago con brillo que lo guardarás en el<br />

bolsillo y llevarás contigo. Te regalan –no lo saben, lo terrible<br />

54


Ese que me defendía de lo que sea,<br />

sin importar quien tuviera razón,<br />

como si fuera la madre.<br />

Con el cual, cuando nos peleábamos,<br />

al momento nuestros corazones<br />

se partían en mil pedazos<br />

de llanto.<br />

¿Dónde estarás, mejor amigo?<br />

estoy esperando con ansias tu regreso.<br />

Ya me han dicho que no vas a volver,<br />

que en el cielo no hay aviones,<br />

pero te extraño, mejor amigo.<br />

Santiago Coello, Segundo de media<br />

Álvaro Toledo, Tercero de media.tif<br />

es que no lo saben–, te regalan un aparato en el cual dejarás<br />

tus mayores recuerdos y características que demuestran<br />

quién eres. Te regalan la necesidad de cargarlo todos los días,<br />

la obligación de cargarlo para que siga siendo un celular. Te<br />

regalan la obsesión de cada vez que suene vayas a ver qué<br />

mensaje es, de quién es y qué dice. Te regalan el miedo de<br />

perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga y se rompa.<br />

Te regalan su marca y la seguridad que es la mejor marca. No<br />

te regalan un celular, tú eres el regalo, a ti te ofrecen para el<br />

cumpleaños del celular, que te esclaviza a su manera.<br />

Micaela Noriega, Primero de media<br />

El dinosaurio<br />

Cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba ahí.<br />

El día anterior me pidieron que haga las compras. Me dieron<br />

una tarjeta de descuento para peluches de dinosaurio, y decidí<br />

comprarle uno a mi hermana menor. Salí del supermercado<br />

y había un niño con un globo de dinosaurio y pensé que<br />

era una coincidencia. Seguí caminado y vi un mural con un dinosaurio<br />

enorme. Esto comenzaba a ser algo extraño.<br />

Después vi un cartel publicitario sobre un dinosaurio, después vi<br />

a siete personas disfrazadas de dinosaurio: esto ya era extraño.<br />

Me cansé<br />

Amada, en esta noche tú te has crucificado<br />

sobre los dos maderos curvados de mi beso,<br />

y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado,<br />

y que hay un viernesanto más dulce que ese<br />

beso.<br />

César Vallejo<br />

Me cansé, me cansé de esperar<br />

todos los días esperando a que me mires,<br />

esperando a que me sonrías,<br />

esperando a que algún día me hagas caso,<br />

cansado de esperar,<br />

Harto estoy de esperar.<br />

ya no me mires,<br />

ya no me sonrías,<br />

ya no me hagas caso.<br />

Te di la oportunidad,<br />

pera ya la perdiste.<br />

Pasan los años y sigo esperando.<br />

Ricardo Espinosa, Segundo de media<br />

Surrealismo<br />

Es mil veces mejor caer<br />

que salir a correr.<br />

Pero cuando todo está frío<br />

no sirve si es que hay fuego.<br />

No sé si se vale sentir<br />

pero si sé que todos tenemos que ir.<br />

55


Todos le dicen a esa alta<br />

alcánzame aquella palta.<br />

Dicen por ahí,<br />

que el universo<br />

se ve con los ojos<br />

y no con una cámara.<br />

Dicen que para ver<br />

si es que los continentes están allá afuera,<br />

hay que abrir la ventana.<br />

Yo creía que existían<br />

esos ventiladores cuadrados.<br />

Yo creía que se comía esa galleta,<br />

no tenía que levantar la mesa.<br />

Yo creía que…<br />

“aunque no regreses”<br />

igual voy a salir en tu búsqueda.<br />

Pintar, yo pintaba escaleras que subían<br />

pero alguien me dijo<br />

“Son escaleras que bajan”.<br />

Dejé de pintar… cogí mi mochila<br />

cogí el cemento<br />

las puse en el piso y lo dejé liso<br />

debajo de aquel toldo.<br />

Llegué a mi casa y entregué las compras. Me preguntaron si<br />

es que quería ir a ver la película Dinosaurios, y mi hermana<br />

me dijo que juguemos a los dinosaurios.<br />

Me comenzaba a doler la cabeza y me moría de hambre. En mi<br />

casa no había nadie, entonces fui a un restaurante. Hice mi<br />

pedido y me regalaron un dinosaurio.<br />

Llegué a mi casa y me fui a dormir.<br />

Cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba ahí.<br />

Alejandro Carvallo, Tercero de media<br />

Joanna<br />

Despierto sudando frío. Han pasado dos semanas desde<br />

que vi a mi hermana por última vez. Desde que fue vista por<br />

última vez. “Buenas noches, Lorena, te veo mañana”, eso fue<br />

lo último de ella que fue escuchado. Entro a su cuarto, todo<br />

en perfecto orden. Espero ver un cuchillo con sangre, o una<br />

pistola, algo que pruebe si vive o no. Tal vez una ventana abi-<br />

Renzo García, Segundo de media<br />

Sigo sorprendido<br />

Se acabó la calurosa tarde,<br />

tu gran bahía y tu clamor.<br />

César Vallejo<br />

Arian Lizzulli, Cuarto de media.<br />

Ya han pasado años<br />

y sigo sorprendido.<br />

Hasta ahora no tengo ideas claras,<br />

para describirlo,<br />

solo sé que de alguna manera, extraña manera<br />

me hizo bien. Sé que alejarte<br />

nos ayudó a ambos, pero ¿por qué lo hiciste?<br />

No era tu necesidad, te fuiste tan rápido<br />

que ni siquiera me pude despedir,<br />

te fuiste como si en verdad te quisieras ir.<br />

Y aquí estoy, esperando en la ventana<br />

tu triste aparición,<br />

“se acabó tu calurosa tarde,<br />

tu gran bahía y tu clamor”<br />

Todas esas noches parados en el balcón.<br />

Sé que te fuiste por el bien de los dos,<br />

pero te fuiste<br />

y te llevaste contigo<br />

Mi alma y mi corazón.<br />

Paulo Guerra García, Segundo de media<br />

Carlos Ramírez, Cuarto de media.<br />

56


erta, como si hubiera escapado. O una ventana rota, como si<br />

la hubieran secuestrado. Son más de las tres de la mañana,<br />

todo brilla bajo la luz de la luna. Desde que no la vemos no<br />

hay pista de su paradero. La ventana que está en su cuarto<br />

da al patio trasero de la casa, donde hay cámaras. Las grabaciones<br />

muestran que nadie entró ni nadie salió. No entiendo.<br />

Era muy simple, Joanna fue a una fiesta, llegó a las dos, me<br />

avisó que estaba en casa y luego se fue a dormir. Entró por<br />

la puerta principal, así que tampoco se ve su llegada. No hay<br />

absolutamente nada, eso es lo más frustrante. La policía dice<br />

que no puede seguir el caso, no hay pruebas de secuestro,<br />

asesinato o suicidio. Empiezo a caminar por la habitación,<br />

viendo sus fotografías con familiares, amigos, de viaje, todo<br />

lleno de recuerdos. Comienza a oler a algo extraño, a sangre.<br />

Pero no hay sangre. Todo está en su lugar. Empiezo a tener<br />

esta sensación de que hay un muerto en este cuarto, pero<br />

todo ha sido revisado. Se oyen voces, aunque el único ruido<br />

es mi voz acompañada de mis lentos pasos. Mis padres siguen<br />

de viaje. Estoy sola, porque mi hermana no está, pero estoy<br />

acompañada, porque ella siempre está aquí, lo siento. Porque<br />

en este momento Joanna lo es todo y Joanna no es nada.<br />

Daniela Slocovich, Tercero de media.<br />

Clara Alarco, Tercero de media<br />

No recuerdo nada<br />

No recuerdo nada, solo un parque oscuro, una persona siguiéndome<br />

y yo solo, corriendo sin mirar atrás. Sabía que quería<br />

gritar pero no podía. Vi una gasolinera y fui, pero era raro…<br />

No había nadie, y en el transcurso no me había encontrado<br />

con nadie más que ese tipo.<br />

Seguía sin mirar atrás, caminaba rápido y de pronto empecé a<br />

correr. Llegué a mi casa las cosas no estaban en su lugar y todo<br />

era diferente. Decidí buscar refugio, pero ahora no corría, solo<br />

caminaba hacia donde me lleve el viento. Entonces volteé.<br />

Arie Sandhaus, Segundo de media.<br />

Cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba ahí.<br />

Matthias Albrecht, Tercero de media<br />

Dark Eco<br />

Me sentía aterrado y asustado, encerrado y aislado en un<br />

pequeño cuarto. No estaba listo para esto, nunca lo estuve.<br />

Pensé que nunca más vería la luz del día. Todo este lío comenzó<br />

aquel día.<br />

Cristóbal Carbajal, Tercero de media.<br />

57


Todo en orden<br />

Un recorrido de distancia<br />

Es él, el que me lleva<br />

La sombra de un recuerdo se asemeja<br />

Trato de cerrar la memoria<br />

Para que nada me venza<br />

Va pasando el tiempo<br />

Camino con los pies llagados<br />

Por él, el olvido<br />

La distancia se vuelve más corta<br />

¿Es más fácil ahora?<br />

Sigo lejos<br />

Tu mirada ausente<br />

Mis lágrimas me envuelven<br />

Pero todo en orden<br />

Es así como mi existencia<br />

Se compara al silencio<br />

De un intenso nombre<br />

Que va en mi compañía<br />

Llevándome hacia una esquina<br />

Pero todo en orden.<br />

Camila Revelli, Segundo de media<br />

La locura<br />

Las flores del campo marchitaban<br />

Muy rápido, los espejos de los señores<br />

Estaban tan sucios que ni sus reflejos se veían.<br />

Tenían zapatos llenos de sangre roja rubí,<br />

El atleta se esforzó en correr mucho y cuando le<br />

Dieron la libreta ay la expresión de su madre.<br />

Ella toda cansada, a las seis levantada,<br />

Veía la nube que sube hacia más allá del cielo.<br />

El fantasma de la boca preciosa rondaba en el<br />

ático<br />

De su casa, “el tiempo” se acortaba<br />

Los paisajes hermosos ya que había muchos<br />

arboles<br />

“El pañuelo nuevo y pronto”<br />

Los ríos eran suaves y tranquilos como los<br />

parpados<br />

De aquel muchacho de la sombra. La memoria<br />

de las aves<br />

Inútiles como la existencia de un humano.<br />

Cuando lo miraba a los ojos veía el camino<br />

Lleno de lluvia que opacaba su día.<br />

Ana Belén Villacorta, Segundo de media<br />

Salí con un grupo de amigos a un gran museo. Llegamos a<br />

las puertas: las puertas, con hongos y tragadas por termitas;<br />

el museo, clausurado por razones ya olvidadas. Entramos a<br />

por la entrada trasera, tapada por barreras enormes de concreto.<br />

Tuvimos que saltar hacia una ventana, lo logramos sin<br />

ningún problema. Entramos a la primera habitación iluminada<br />

del museo. En esta sala había cosas raras y artefactos<br />

antiguos; solo estábamos observando, hasta que uno de mis<br />

amigos tocó un artefacto y la pesadilla comenzó.<br />

Esto fue lo último que recuerdo antes de quedar atrapado en<br />

la oscuridad. Intenté llamar a mis amigos pero el silencio fue<br />

la respuesta. Me levanté del suelo, el cuarto estaba invadido<br />

por la oscuridad, no se veía nada. Caminé un par de pasos y<br />

me resbalé con una varilla y me golpeé, el impacto hizo un<br />

sonido que rebotaba en los muros y me permitía ver la profundidad<br />

y los espacios de la habitación. Por cada paso que<br />

daba también generaba una pequeña onda de sonido. Llegué<br />

a la siguiente habitación y grite buscando algún rastro<br />

de mis compañeros, no encontré nada. Llegué a la sala principal<br />

y había algo raro, no había nada, estaba vacío. De la nada,<br />

una sombra apareció y me agarró.<br />

Estaba amarrado de brazos y piernas, me pareció que sería<br />

mi horrible final, estaba inmovilizado. Algo salía por una ventana.<br />

Vi mi reflejo, pude ver lo que en realidad era yo; la luz me<br />

iluminó y cerré los ojos.<br />

Facundo Ramírez, Tercero de secundaria<br />

Diego Enríquez, Tercero de media.<br />

58


Él y su dinosaurio<br />

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí. ¿Qué iba<br />

a hacer él sin su dinosaurio? Se alegró enormemente y lo<br />

abrazó. El dinosaurio también lo abrazó causándole pequeñas<br />

heridas en sus hombros con su rocosa piel. A él no le importó<br />

en lo absoluto y aun así, con su polo rasgado con manchas<br />

rojas alrededor de sus heridas, valía la pena.<br />

Volteó rápidamente, el dinosaurio también volteó como si<br />

fuera un protector, como si fuera su deber y propósito de vida<br />

proteger su vida. Él no lo dejó, poniéndose delante del dinosaurio<br />

pero más como un instinto paternal, sabiendo que él<br />

dinosaurio era bebé y no aguantaría. El general estaba delante<br />

de ellos con una mirada fría y un poco retorcida; vio que el<br />

dinosaurio se encontraba mirándolo con una mirada desafiante.<br />

Algo que él nunca había visto en el dinosaurio. Olvidó<br />

todo eso en un instante y sacó su pistola. Los miró como si<br />

fuera divertido, apuntó al aire y soltó un disparo. El dinosaurio<br />

y Él se quedaron inmóviles. El general apuntó hacia Él. El<br />

dinosaurio no lo pensó y se abalanzó tan velozmente que el<br />

general no tuvo tiempo de moverse, la mordida fue potente y<br />

alcanzó a llevarse un pedazo de la mano del general, mientras<br />

que a la vez se le caía la pistola por el susto.<br />

Él agarro la pistola muy rápidamente y su primer impulso fue<br />

apuntar al general, con su dedo en el gatillo. El general sonrío<br />

como si supiera que ya había perdido o como si tuviera un as<br />

bajo la manga. No duró mucho. Quedó en shock unos segundos,<br />

pero aun así volvió a sonreír extrañamente.<br />

–¡Mátame de una vez! Mátame… –Gritó el general.<br />

Memoria<br />

Un pedazo de pan, tampoco habrá para mí?<br />

Ya no más he de ser lo que siempre he de ser.<br />

César Vallejo<br />

Estos últimos años desolados,<br />

Mi amada, quedarás en mi memoria.<br />

Extraño tus besos dolorosos,<br />

Que aún perturban mi memoria.<br />

Me haces falta en el estómago,<br />

Sufre de hambre mi memoria<br />

Con solo recordarte.<br />

Me tiembla la barriga de la memoria.<br />

Tú crees, mi amada,<br />

Que me des solo “aquel pedazo de pan”,<br />

Aquel pedazo que daña mi memoria,<br />

Mi amada, ahora te encuentras en mi<br />

memoria,<br />

En el medio del alma de mi estómago.<br />

Micael Vargas, Segundo de media<br />

Galeotes y Don Quijote<br />

Atados venían los hombres por cadenas.<br />

Don Quijote quedó impactado.<br />

A gran injusticia los habían condenado.<br />

Durarían años sus penas.<br />

Pues terribles eran las condenas.<br />

Preguntoles qué había pasado<br />

Para que de verracos los hayan pasado.<br />

Escuchó varias cosas obscenas.<br />

Valeroso decidió liberarlos.<br />

Para esto a la guarda atacó.<br />

Ahora a Dulcinea debía mandarlos.<br />

El más fuerte se negó.<br />

A piedrazos pudieron desmayarlos.<br />

El manchego triste y cabizbajo quedó.<br />

Emilia Ballumbrosio, Tercero de media<br />

Joaquín Vílchez, Primero de media.<br />

59


Joshua Quantrill, Segundo de media.<br />

Gianlucca Tijero, Primero de media.<br />

Iyari Buitrago, Primero de media.<br />

Intercambiaron miradas por pocos segundos.<br />

Él miro al dinosaurio a su costado mirando al general<br />

tan fijamente como él lo hacía. No dudó de nuevo y<br />

jaló el gatillo. Sonó un sonido metálico, era el cartucho<br />

vacío de la pistola.<br />

Michael Owens, Primero de media.<br />

–Tengo que decir que estoy impresionado… No pensé<br />

que jalarías el gatillo. Pero aun así, eres el mismo novato<br />

que eras cuando llegaste.<br />

El general lo golpeó en su barbilla. Él cayó a la tierra,<br />

aun en shock de la trampa que le había tendido el<br />

general. El general pateó al dinosaurio hacía su dueño.<br />

El general levantó la pistola que yacía en el piso,<br />

sacó balas de su camisa de guerra y empezó a cargar<br />

lentamente. El dinosaurio se levantó muy rápido y lo<br />

mordió en el hombro, donde tenía un acero que lo protegía.<br />

Él se quedó mirando al dinosaurio, casi paralizado.<br />

El general los miró.<br />

–Hubieras sido el mejor dinosaurio de toda la academia<br />

–le dijo al oído.<br />

Y mientras que el dinosaurio seguía intentando pasar<br />

el metal que cubría el hombre del general, este le disparó<br />

a la cabeza.<br />

Viktoria Merino, Primero de media.<br />

El general se fue y Él fue corriendo a su dinosaurio, y<br />

se echó a su lado, mojando la tierra a su alrededor con<br />

60


lágrimas. Se durmió llorando, y cuando despertó, el dinosaurio<br />

todavía estaba ahí.<br />

Claudio Quijano, Tercero de media<br />

Agradecida<br />

Un día soleado, como a mí me gustan, ya que puedo salir al<br />

parque a jugar con mi amo. Lo malo es que como él trabaja<br />

en tiempo partido, lo veo solo cuando se va, cuando vuelve<br />

un rato en la tarde para sacarme a pasear y, finalmente, en la<br />

noche.<br />

Me gustaría que haya otro perro más en la casa para no sentirme<br />

sola; además, tendría con quién ladrarle a la vecina y<br />

destruir los muebles.<br />

Siempre los domingos, ese día mi amo no trabaja: es cuando<br />

salimos a jugar con las pelotas que me regaló en navidad.<br />

También me enseña a hacer trucos y si los hago bien, me recompensa<br />

con galletitas sabor carne en forma de huesos. A<br />

veces me da pena ver a tantos perros sin hogar en la calle,<br />

con hambre y enfermos, y yo en mi casa con alguien que me<br />

cuida y me da todo lo que necesito.<br />

Camila Rodríguez, Tercero de media<br />

La misteriosa jungla<br />

Cuando desperté el dinosaurio todavía estaba ahí. Yo estaba<br />

muy asustado, pensé que me iba a comer. Lo que hice fue esconderme<br />

tras una roca. Ahí estuve un buen rato, hasta que<br />

de repente vi que el dinosaurio se había ido.<br />

Yo seguía muy asustado, así que fui sigilosamente por las<br />

plantas. Caminé y caminé hasta que vi a un hombre que estaba<br />

afilando su cuchillo. Después de un rato le dije: “Hola”, pero<br />

él no me respondió. Luego le dije que tenía hambre; entonces<br />

me dio un poco de pan. Luego le dije gracias, pero tampoco<br />

me respondió.<br />

Hasta que de repente vi que estaba viniendo un dinosaurio<br />

a toda velocidad. Él me agarró y me subió a su espalda. Empezamos<br />

a correr hasta una cabaña. Ahí me empezó a decir:<br />

“Yo ser Gabriel”. Entonces empezamos a conversar y entonces<br />

me di cuenta que la jungla era peligrosa y nunca más salí<br />

sin él.<br />

Andrew Sylvester, Tercero de media<br />

Las grandes aventuras del señor<br />

Don Quijote se apoyaba en los Derechos<br />

Humanos<br />

cuando vio gente forzada por el rey.<br />

Para él esto era abuso de ley<br />

y pensaba, “¿qué hicieron estos hispanos?”.<br />

Uno le dijo a don Quijote: “pareces hábil”.<br />

Era Ginés de Pasamonte, el desdichado.<br />

Y don Quijote se sentía, de mente, errado,<br />

porque para él era un persona muy hábil.<br />

Don Quijote y la banda se quedaron<br />

pensativos.<br />

Rocinante se quedó tendido junto a su amo<br />

y la banda siguió con sus terribles motivos.<br />

Adrián Vásquez, Tercero de media<br />

Ginés de Pasamonte<br />

El gran don Quijote de La Mancha<br />

fue a hablar con el prisionero,<br />

él preguntó ¿quién es ese viajero?<br />

Y dijeron ¡vete en tu lancha!<br />

Así que yo quise la revancha<br />

y por poco me muero,<br />

pero como yo soy un caballero,<br />

dejé que me golpeara como cancha.<br />

Yo sentía mucho dolor,<br />

pero esto no me importó,<br />

me levanté y ataqué.<br />

Aunque sentía mucho temor,<br />

todos mis golpes, él soportó,<br />

pero en la pelea, yo destaqué.<br />

Josué Carrillo, Tercero de media<br />

El perdón mal dado<br />

Montando mi fiel caballo<br />

ojos alzo y a doce hombres contemplo<br />

encadenados de pies a cabeza, los observo,<br />

eran tan flacos como un tallo.<br />

Dos guardias tan gordos como un zapallo.<br />

Así don Quijote, su opinión no reservo,<br />

ni las lisuras conservo,<br />

pero su propósito fallo.<br />

61


Los quiso sacar de su miseria,<br />

pero el tiempo le costó<br />

y al final los liberó.<br />

Estos fueron una bacteria,<br />

le agradecieron con piedrazos en la cara,<br />

para salir vivo como cosa rara.<br />

Joaquín Ganoza, Tercero de media<br />

Los pensamientos y locuras<br />

del gran Quijote<br />

Don Quijote, aventura tras aventura,<br />

un hombre de harta pasión.<br />

Aunque a veces un poco peleón.<br />

¡Este pata sigue con toda la locura!<br />

¿Fuerte? ¡Ni siquiera come una verdura!<br />

Este hombre no es un fortachón,<br />

al contrario, ¡con esa barriga de colchón!<br />

Aquella vez ayudó, pero terminó en frescura.<br />

Trauma y pena<br />

Tuve que salir a toda máquina de la cafetería en plena lluvia.<br />

Aún sentía la adrenalina. Estaba empapado de pies a cabeza.<br />

La gente me veía raro. Creía que sabían lo que hice. Sus miradas<br />

no paraban de seguirme. Traté de cubrir mis heridas y<br />

moretones.<br />

Anduve por las calles por horas, incluso después de la madrugada,<br />

no sea que la policía haya encontrado algo y esté por mi<br />

casa. Al siguiente día lluvioso me decidí ir a casa. Inspeccioné<br />

la calle por seguridad, aún con mucho temor: no había ninguna<br />

patrulla en la esquina. Entré inmediatamente al departamento<br />

y me encerré por días. Me encontraba más solo de lo<br />

habitual. No tenía que salir debido al desempleo, y ninguno<br />

de mis amigos se interesaría en venir a visitarme, ya que no<br />

les importo para nada, ni si quiera para prestarme algo de<br />

plata para pagarle a un brabucón. Aunque eso ya no era importante.<br />

…<br />

Te hablo de esa vez de los galeotes,<br />

como cuando mató por una mujer<br />

y cuando se salvó de los molinos.<br />

¡Cuántas veces le cayó el chicote!<br />

Lamentablemente, este podría fallecer.<br />

¡Ayayay, que tal guerrero latino!<br />

Leonardo Lewis, Tercero de media<br />

Aventuras jocosas<br />

Vieron molinos de viento.<br />

Estos gigantes parecían.<br />

A ellos con furia venían.<br />

De atacarlos hizo el intento.<br />

Pero quedó sin aliento.<br />

A Rocinante las patas dolían.<br />

Ninguna queja despedían.<br />

Pero sí que iban lento.<br />

Esta aventura jocosa.<br />

Que al caballero casi mata.<br />

Fue causada por Frestón,<br />

Cuya mirada era odiosa.<br />

Era peor que un pirata.<br />

Y tenía cuerpo de camión.<br />

Luciana Luque, Tercero de media<br />

Miranda Espinosa, Segundo de media.<br />

62


La travesía por las galeras<br />

Don Quijote fue donde los prisioneros<br />

con la cabeza en otro lado<br />

y Sancho, estando muy cansado,<br />

le dijo que eran altaneros.<br />

Al sujeto lo hallaron en la cocina; era más que claro que allí<br />

sucedió todo. Recién llamaron a la policía 14 horas después,<br />

cuando la cafetería empezaba a oler a muerto. Su atacante<br />

esfumó como un fantasma. Nadie lo vio o escuchó algo. Las<br />

cámaras de seguridad no captaron nada. Tampoco se hallaron<br />

huellas, pisadas o algún indicio que dejara el culpable.<br />

El golpe fatal de la víctima era muy profundo. Algo duro debió<br />

darle. Sus nudillos estaban rojos, lo que indica que peleaba<br />

con alguien. Me sorprende que nadie haya escuchado.<br />

Sin testigos, ni pistas, ni nada, será una noche muy larga.<br />

Mi compañero, un viejo detective, me ha dejado solo por un<br />

asunto familiar, aunque supuse, poco después, que había<br />

traspapelado algunos papeles para irse temprano.<br />

…<br />

Karel Sánchez, Cuarto de media<br />

No podía dormir, o comer, o siquiera respirar. Todo mi ser se<br />

agitaba con cada movimiento, con cada suspiro, con cada parpadeo;<br />

no podía vivir, no sabiendo lo que hice. Mi corazón se<br />

agitaba y no paraba de inhalar desesperadamente buscando<br />

aire cada vez que lo recordaba al ver mis nudillos o al sentir<br />

mis heridas. No tenía hielo para bajar la inflamación en mis<br />

nudillos, una crema, o algún medicamento para curarme. Entré<br />

en pánico cuando recordé el fierro: lo había llevado conmigo<br />

a casa, bajo la chaqueta. Lo oculté detrás del lavamanos,<br />

sin ninguna otra idea o plan para esconderlo. Vivía en el<br />

encierro desde hace un largo tiempo.<br />

Era realmente horrible. Sus gritos me atormentaban. Las<br />

lluvias no eran lo suficientemente ruidosas para cubrirlos.<br />

Pero lo peor era que podía verlo. En la esquina contraria de<br />

la habitación, en medio de la oscuridad. Estaba con las piernas<br />

recogidas, abrazándolas; se distinguía su gran tamaño y<br />

la fuerza en sus músculos. De vez en cuando, mostraba con<br />

lentitud su rostro a la poca luz que tenía, con unos ojos vidriosos<br />

y esa estúpida sonrisa chueca, susurrando sus últimas<br />

palabras: “Vamos, gallina. Pelea. ¿Acaso no tienes agallas? No<br />

Quijote creyó mucho en estos rateros,<br />

pensaba que todo estaba controlado<br />

y que él los había salvado<br />

pero lo machucaron los muy traicioneros.<br />

El más bravo era Ginés,<br />

el mayor de los bandidos,<br />

que estuvo condenado más de una vez.<br />

Ya era un caso perdido<br />

y Quijote, que ve el mundo al revés,<br />

de la policía ha huido.<br />

Sebastián Palomeque, Tercero de media<br />

Los encadenados<br />

Don Quijote y Sancho por un camino andaban<br />

vieron hombres atados de pies y manos.<br />

Galeotes servían al rey, por ser tiranos,<br />

quienes sin más remedio, remando acababan.<br />

Como las explicaciones de Sancho no lo saciaban,<br />

insistía en el porqué de aquellos tratos<br />

inhumanos.<br />

Que sin piedad se infligían, incluso en los<br />

ancianos,<br />

quienes sin reparo sus historias contaban.<br />

Entre tanta confesión una historia resaltó,<br />

la de un hombre encadenado, más que los de<br />

al lado:<br />

se trataba del Ginés y su fama de bandido.<br />

Y aunque a los ojos del Quijote parecía<br />

exagerado,<br />

la fama de bellaco de Ginés ya se había<br />

extendido,<br />

Que sin más su castigo acató.<br />

Flavia Torres, Tercero de media<br />

63


La muerte camina hacia nosotros<br />

“Que camine la muerte hacia nosotros”<br />

Esta angustia nos lleva<br />

hasta la piel, nuestra carne,<br />

quemándonos por dentro, con un frío ardor.<br />

¿Quién nos va avisar? ¿Por qué paramos<br />

en esta tierra?<br />

¿Es necesario saber la respuesta?<br />

La muerte camina hacia nosotros<br />

o ¿será que nosotros hacia ella?<br />

¿Por qué tenemos que pasar por tanto dolor?<br />

El tiempo en dorado y pasa como un lindo<br />

relojito de arena.<br />

Los niñitos comienzan<br />

con las preguntas profundas :<br />

¿La muerte camina hacia nosotros?<br />

podrías ni matar a una mosca. ¿Dónde está mi dinero, gallina?<br />

¿Acaso no fueron suficientes golpes la otra vez? Me parece<br />

que tendré que darte otra lección, gallina”.<br />

…<br />

Mi compañero hizo casi todo el trabajo. Yo ya estaba bastante<br />

viejo para este tipo de cosas. Aparte, estaba bastante ocupado<br />

con la familia, el club, y es tipo de cosas. Como sea, el<br />

chico encontró unos cuantos contactos de la víctima. Todos<br />

los sujetos, ratas de alcantarillas sin vergüenzas, se pararon<br />

de costado, uno al lado del otro. Mi compañero decía que debíamos<br />

encontrar a alguien con rastros de pela, como nudillos<br />

inflamados o golpes. Todos me parecían igual. Había un<br />

pelón con tatuajes y fortachón; otro con media cadena de<br />

McDonals en sus tripas y cicatrices en la cara; uno de pelo asqueroso,<br />

apestoso, mugriento con la cara desfigurada; y otro<br />

pelirrojo con aspecto de pocos amigos. Para acabar esto rápido,<br />

le dije a mi compañero que fuera a casa a descansar mientras<br />

me encargaba del resto, que había trabajado tan duro y<br />

El cielito de la sierra, de la puna,<br />

penetren nuestras miradas<br />

y siguen las preguntas sin respuestas:<br />

¿Qué es la vida? ¿Para qué sirve?<br />

Sufrimos tanto por buscar una respuesta.<br />

La sabiduría visita al sabio,<br />

con una pregunta que todo el mundo se<br />

hace, que es tan simple y natural:<br />

¿La muerte camina hacia nosotros<br />

o será que nosotros vamos a ella?<br />

Andrea Costa, Cuarto de media<br />

Rap<br />

Me echo pensando en mi vida,<br />

Actos impuros de mi pasado escritos en rima.<br />

Tiempo para pensar sobra,<br />

Te lo demuestro porque de mi arte es obra.<br />

Que piense tanto y componga obras de arte<br />

Pero es tonto que hoy te cobren por darte<br />

lecciones, cuando deberían ser gratis.<br />

Pero en este país es más difícil<br />

Encontrar la matriz para ser feliz, es más fácil<br />

Conseguir líquido para proponer un brindis.<br />

Pero se parece para los que de criterio<br />

carecen,<br />

Y si en un ambiente así los niños crecen<br />

En un problema luego te ves.<br />

Rodrigo Rubio, Primero de media.<br />

64


que se merecía una buena taza de café. El chico me creyó y se<br />

fue mientras terminaba por archivar este caso como cerrado.<br />

…<br />

Por los pelos me salvé. Culparon al taxista pelirrojo por el crimen.<br />

Solo lo llamaron y lo llevaron directo a la cárcel. Sin pruebas,<br />

ni interrogatorios, ni tribunal ni nada. Así como así: solo<br />

dijeron que ese feo parecía el culpable y ya.<br />

Ahora me sentía culpable, más de lo que ya estaba. Era injusto<br />

que él fuera en mi lugar, en mi sentencia, por mi crimen. Si yo<br />

no hubiera…si no… si no hubiera sido por el detective a cargo<br />

del caso, esto no hubiera pasado. “¿Qué esperas, gallina?”<br />

…<br />

Me encargué del sujeto, pero esta vez usé un bate de béisbol,<br />

directo al cráneo. Tuve que encargarme de su compañero<br />

también, para que no hubiera testigos. Fue en un callejón,<br />

sin cámaras ni civiles ni nada. El agua de la lluvia se lo llevó<br />

todo. Después de eso me mudé a otro barrio, a hacer justicia:<br />

hice lo mismo con unos cuantos pandilleros y a un oficial corrupto.<br />

Desde entonces, en las noticias, me han apodado “El<br />

Rompe Cráneos”. Bastante conocido por todas las fuentes. Y<br />

continué, y continué, y continué. Era una máquina imparable.<br />

Adoraba escuchar sus huesos romperse y susurrarles antes<br />

de morir: “Vamos, pelea por tu vida, gallina”.<br />

Camila Farfán, Tercero de media<br />

El crimen<br />

Eran las dos de la tarde, yo recién despertaba, me dolía todo,<br />

pero no recordaba qué había pasado el día anterior. Más temprano<br />

que tarde, me di cuenta de dónde estaba; no era mi<br />

casa, ni mi cama, estaba en la cárcel. Inmediatamente salté<br />

alarmado, casi me costaba respirar, trataba de acordarme<br />

qué había pasado el día anterior.<br />

Estuve reflexionando por minutos, pensando qué había podido<br />

pasar y comencé a recordar cosas: hace un mes comencé<br />

a salir con una chica que vive en una zona de la ciudad llena<br />

de pandillas y, es más, su hermano era el líder de una. Ya recuerdo,<br />

él me dijo que si quería seguir con su hermana debía<br />

unirme a su pandilla y para entrar debía hacer algo así como<br />

un ritual de iniciación. Comencé a recordar, me drogaron y me<br />

metieron a mi carro, yo estaba asustado. Luego de un rato<br />

llegamos a mi casa pero, de ahí, ya no me acuerdo más…<br />

65<br />

Debería ser gratis<br />

Pero en este país es más difícil<br />

Encontrar la matriz para ser feliz.<br />

Cada sueño tiene su dueño,<br />

Se alcanza con empeño.<br />

En busca de amor<br />

Solo me dejó con dolor.<br />

Adentro de mi corazón<br />

Se esconde rencor,<br />

Que expreso en esta canción.<br />

Soy el fuego que prende el carbón<br />

Y yo no te ruego<br />

Que me des alas para emprender este vuelo.<br />

Francesco Uccelli y Kai Bernales,<br />

Cuarto de media<br />

¿Por qué, doctorcito?<br />

(A la manera de José María Arguedas)<br />

Doctorcito ¿por qué habla mal de mí?<br />

¿Yo qué le he hecho?<br />

Yo no soy tonto, sí entiendo,<br />

No crea que no lo hago…<br />

“dicen que no sabemos nada, que somos el<br />

atraso,<br />

que nos han de cambiar la cabeza por una<br />

mejor.”<br />

Y ¿por qué me quiere cambiar la cabeza?<br />

no es justo, doctorcito.<br />

¿Por qué habla así de mí?<br />

¡Yo he sido buenito con usted!<br />

Todo lo que me ha pedido lo he hecho<br />

y usted, se burla de mí.<br />

¡Ay! Doctorcito, ¿por qué me cree tonto?<br />

Yo no lo soy, doctorcito.<br />

Yo dedico todo mi tiempo a cuidar a usted.<br />

¡Ay! Doctorcito, ¿por qué será tan injusto?<br />

¿Por qué tanta maldad?<br />

Doctorcito, ¿por qué trata así a alguien tan<br />

buenito como yo?<br />

Yo no soy tonto, doctorcito.<br />

Yo entiendo que no me quiere.<br />

Pero yo no he sido malo,<br />

por el contrario, he sido bien buenito.<br />

¿Qué gana haciéndome esto?<br />

No se burle más de mí, doctorcito.<br />

No es justo<br />

No sea tan malo, por favor.<br />

Alejandra Guerrero y Beatriz Pardo,<br />

Cuarto de media


El sentir del dolor<br />

Estar en un cuarto obscuro<br />

sentí que esa era mi alma,<br />

no entendía por qué vivía así.<br />

Solo sentí morir mi alma,<br />

pero vi que el mundo estaba en mi contra,<br />

las nubes salieron y yo llorando como un niño<br />

estaba.<br />

Al saber que mi madre no salía<br />

de nuestro juego de niños,<br />

no sabía que era real, ella marchita.<br />

El clima del ártico duele en la piel,<br />

el calor de mi cuerpo, mata al corazón.<br />

Al ver a una mujer pasar, sentí<br />

mi corazón vivo, sorpresa fue la mía<br />

al sentirme vivo, al sentir una pequeña llama<br />

en el mirar de mis ojos, en el sentir de mi piel<br />

al sentirme vivo.<br />

Camila Navarro, Cuarto de media<br />

José María Arguedas<br />

Dicen que estamos locos,<br />

hasta los muchachitos del pueblo se ríen.<br />

“Dicen que no sabemos nada,<br />

que somos el atraso”.<br />

¡Ay! Papacito,<br />

¿cuándo nos tratarán como sus amigos?<br />

Mi madre se ríe, dice que nunca cambiarán<br />

que con toda esa maldad que tienen<br />

algún día morirán.<br />

Ella es muy paciente<br />

lleva muchos años en esa casa<br />

y aún no se aburre de ser sirviente.<br />

Yo no duraré tanto como ella.<br />

Cuando pueda me iré<br />

no me importa si es la guerra.<br />

Miranda Nieto, Cuarto de media<br />

Luego de una hora vino un policía alto, con cara intimidante,<br />

no respondió ni una de mis preguntas y me llevó hasta un cuarto<br />

en el que me esperaba un agente con terno. Me senté y<br />

me mostró más fotos de unos rostros llenos de heridas. “¿Los<br />

conoces?”, dijo con una voz seria y penetrante…<br />

Siguió pasando las fotos hasta que reconocí una, era el hermano<br />

de María, mi chica. Estaba mutilado al igual que la mayoría<br />

de su pandilla. Me quedé inmóvil, no sabía qué hacer.<br />

“¿Los conoces?”, dijo el agente con voz más alta. Agaché la<br />

cabeza y negué con un movimiento corto…<br />

Al final, sigo aquí luego de nueve años y aún me quedan once<br />

por un crimen que no recuerdo haber cometido; sin embargo,<br />

me come vivo la culpa de haberlo hecho…<br />

Simón Sousa, Cuarto de media<br />

Claramente mal visto<br />

Era una tarde congelada en julio, recuerdo la fecha perfectamente…<br />

1939. Nosotras tomábamos té mientras ellos tomaban<br />

ese extraño líquido amarillento con cálidos toques de un<br />

color mostaza al que llaman cerveza; claramente, es mal visto<br />

para nosotras…<br />

La tarde era amena. Las damas planeábamos alejarnos de<br />

nuestros maridos por esa noche, ¡tener una noche de juventud<br />

devuelta! O eso pensábamos… Primero escuchamos el<br />

aviso, tres explosiones emanaron de la puerta de una especie<br />

de basílica, pero no era una de esas construcciones ostentosas,<br />

no tenía nada de importancia para nosotros…<br />

–Deben ser los jóvenes de esa aldea –dijo Israel, el esposo de<br />

Alexandra, una rusa de pelo muy largo y bastante rubio, algo<br />

suelta para mi gusto, sin clase, pero de buen corazón.<br />

–Estás mal, duende –le dijo Alexandra, sin el mínimo respeto,<br />

pues obviamente su belleza la ponía en una mejor condición<br />

que el pobre Israel.<br />

Continuaban los estallidos. Ya eran las doce, una hora propia<br />

para dar un paseo con mis amigas. Después de compartir un<br />

buen rato con ellas, decidimos ir a nuestros hogares.<br />

Abrí la puerta de madera, hermoso color roble, pero… los<br />

muebles no estaban en su lugar, la alfombra no tenía ese<br />

brillo particular luego de ser limpiada, mi esposo no había llamado<br />

a la servidumbre. Molesta era poco a comparación de lo<br />

66


que sentía: a las seis de la tarde tenía que recibir a las señoras<br />

de mi “BRETT” y todo estaba fuera de su lugar, nada era refinado,<br />

nada era extravagante, nada era notablemente mío.<br />

Lo único que pensaba era qué pensarían las grandes damas<br />

alemanas de mi humilde morada…<br />

Entonces lo vi… era él, en el suelo. Parecía dormido… Intenté<br />

verlo de frente, pero la otra mitad era simplemente horrenda.<br />

Pensaría seriamente en dejarlo, nadie me puede ver con él,<br />

sin pulso…. Sería patético en los retratos, todo un color rojo<br />

ennegrecido…<br />

Dieron las 6:00… 6:20…. Y sonó la puerta, las damas llegaron<br />

con vestidos largos de color pastel… Exquisitas como siempre.<br />

Solo deseo que ignoren esa penosa escena.<br />

–Tomaron Alemania –dijo María, una hermosa mujer de edad<br />

avanzada<br />

Yo solo esperaba que no nos afectara, necesitaba ver cómo<br />

arreglar mi casa. Tal vez el próximo gobernante me requiera<br />

como su esposa o algún comandante. Si no, me quedaré con<br />

mi “él” aunque con ese aspecto…<br />

ES CLARAMENTE mal visto….<br />

Lorena Campos y Andrea Saco, Cuarto de media<br />

EL mar tiene sonidos fuertes<br />

El mar hace sonidos fuertes<br />

que se escuchan hasta la ciudad.<br />

El agua clara parece un espejo<br />

en que las personas ven su reflejo,<br />

el reflejo es una cosa<br />

que se puede observar con claridad<br />

en el día pero no en la noche<br />

porque no hay luz en la noche<br />

debido a la oscuridad<br />

y la oscuridad es algo negro.<br />

Natalia Panfichi, Cuarto de media<br />

Reflejo de la muerte<br />

Ahí, yace gente<br />

que camina sobre la frontera<br />

entere la vida y la muerte.<br />

Cada mañana me veo<br />

y cuando me acuerdo<br />

le doy mis condolencias a la muerte,<br />

para que vuelva más tarde<br />

a probar mejor suerte.<br />

Francisco Perea, Cuarto de media<br />

Dino Pepino<br />

Cuando despertó, el dinosaurio aún estaba ahí,<br />

despertó bajo la pervedad de su conocimiento,<br />

bajo trépida paciencia, solo quería salir de sus<br />

dudas.<br />

Solo quería salir del hosco lugar donde estaba,<br />

de esa cueva plúmbica, al igual que sus<br />

recuerdos, de esa barricada lluvia de ideas.<br />

Ruinoso, el dinosaurio logra salir,<br />

logra salir aún turbado, sale y ve un mundo más<br />

diverso del que él conocía.<br />

Marcha unos pocos metros y sucumbe,<br />

se cae por el dolor punzante,<br />

por el dolor mordaz en su lomo.<br />

Gonzalo Céspedes, Segundo de media.<br />

Se lo llevan los curiosos mientras otros se<br />

quedan viendo, miran como este planeta<br />

“progresa”.<br />

Cuando despertó, el dinosaurio aún estaba ahí.<br />

67<br />

Josemaría Guerra García, Cuarto de media


Cómo romper tus huesos<br />

Cómo romper tus huesos<br />

en pleno silencio,<br />

que servirá en el destino<br />

como el golpe en la nuca<br />

en aquel lugar.<br />

La brillante ventana<br />

le invita. Una entrada a las venas<br />

y también a su mujer,<br />

cuyo nombre es Corazón,<br />

que vive en un estanque de sangre<br />

y también de yedra,<br />

con muchas aves.<br />

No sé de qué continente soy,<br />

mi poema es totalmente inútil.<br />

Lucas Ormeño, Segundo de media<br />

Arantxa García Rosell, Segundo de media.<br />

Carolina Zeballos, Segundo de media.<br />

Jacobo Rey, Segundo de media.<br />

68


Mi opinión sobre el libro…<br />

Hace unos días, en clase de<br />

Comunicación, leímos el libro<br />

Todos deberíamos ser<br />

feministas de Chimamanda<br />

Ngozi. En él, la autora cuenta<br />

anécdotas que ha pasado<br />

en las que se siente menospreciada<br />

o no siente que la<br />

notan solo por el hecho de<br />

ser mujer, a causa de estereotipos<br />

machistas que hay<br />

en la sociedad.<br />

Yo estoy de acuerdo<br />

con todo lo que leí, porque,<br />

aunque los estereotipos en<br />

Perú son menos notorios<br />

que en Nigeria, hay muchos<br />

con los que he vivido desde<br />

mi niñez.<br />

Por ejemplo, yo, personalmente, odio el rosado,<br />

desde pequeña me pareció un color que<br />

todas las niñas tienen que amar solo por ser el<br />

color “más femenino”. Recuerdo que en las tiendas<br />

la ropa de niño venía de muchos colores,<br />

mientras que las niñas solo teníamos el rosado.<br />

¿Nunca pensaron que podía usar azul, negro o<br />

cualquier otro color y seguir siendo femenina?<br />

La sociedad te dice hasta cómo tienes que<br />

jugar. Todas las niñas tienen que jugar con muñecas,<br />

pero, ¿por qué? Yo nunca jugué con muñecas,<br />

prefería los carritos y jugar fútbol, pero<br />

eso a la sociedad le parece raro. Mi familia iba a<br />

dejarme regalos de Navidad o cumpleaños los<br />

cuales nunca me gustaban, porque aparte de mi<br />

mamá y algunos tíos, nadie me entendía.<br />

Creo que todos los peruanos deberían leer<br />

este libro, para que entiendan que solo por ser<br />

mujeres no tenemos la obligación de vestirnos<br />

igual o tener los mismos gustos y deberían respetar<br />

y entender a las que no somos como el<br />

común.<br />

Fernanda de Souza, Segundo de media<br />

Voy a empezar este ensayo<br />

diciendo que estoy de acuerdo<br />

con Chimamanda. Yo creo<br />

que ella es muy clara en el<br />

libro, pero no creo que sea<br />

irrespetuosa o que tenga algún<br />

motivo de “convertirnos”<br />

en feministas, tiene la idea<br />

de que todos entendamos<br />

qué es el feminismo y estoy<br />

de acuerdo. Podríamos decir<br />

que el feminismo es la ideología<br />

que defiende que las<br />

mujeres deben tener los mismos<br />

derechos que los hombres,<br />

según la RAE. O que se<br />

trata de un movimiento que<br />

exige que hombres y mujeres<br />

tengan los mismos derechos, según se define<br />

en el diccionario. Para mí, por otro lado, significa el<br />

buscar la igualdad de género social, económico, laboral,<br />

cultural, etcétera.<br />

Nunca me había considerado feminista, machista,<br />

sexista, ni nada por el estilo. Leí el libro Todos<br />

deberíamos ser feministas y me hizo reflexionar<br />

sobre estos conceptos. Hace unos días, unos<br />

compañeros de clase me dijeron: “ya, ya feminista”<br />

y “lo siento, feminazi”. Al principio pensé en decirles<br />

algo como: “No soy feminista, ¿qué te pasa?”, pero<br />

no lo hice, porque yo estaba defendiendo algo en lo<br />

que creía y eso me hace sentir orgullosa. Si me hace<br />

feminista, que lo haga. No estoy diciendo esto para<br />

delatar a mis compañeros por esos comentarios<br />

ofensivos, sino para mostrar que Chimamanda se<br />

sintió orgullosa de sí misma y logró cambiar las ideas<br />

de muchas personas, contando la mía. ¿Quién sabe?<br />

Tal vez yo esté cambiando ideas en años futuros.<br />

Mi conclusión es que muchos hombres como<br />

mujeres no saben los significados de machista, feminista,<br />

etc. Y eso a mi parecer es erróneo. Debe<br />

cambiar, no para que todos estén de acuerdo conmigo<br />

o Chimamanda, sino para que escojan bien<br />

sabiendo toda la información. Que es lo justo.<br />

Franca Dacal, Segundo de media<br />

69


NO A LA DISCRIMINACIÓN<br />

Rap de Primero de media<br />

No tenemos etiquetas que nos<br />

catalogan<br />

porque solo los ignorantes hacen<br />

distinciones<br />

te discriminan por tu color y<br />

nacionalidad.<br />

¿Discriminas? ¿Eres perfecto? Aquí<br />

hace falta humildad.<br />

Parece fácil pero ¿qué tal si<br />

cambiamos los papeles?<br />

ponte en mi piel y piensa bien en el<br />

color que tienes<br />

parece que discriminar gente te<br />

entretiene<br />

¿De dónde ese odio proviene? ¿Por<br />

qué no te detienes?<br />

(Joaquín Quesada)<br />

¿Acaso somos anormales?<br />

Debajo de la piel somos<br />

exactamente iguales,<br />

todos valemos lo mismo,<br />

ayudemos a la gente ignorante que<br />

apoya el racismo.<br />

(Galilea Caro)<br />

Con plata o sin ella, no somos<br />

diferentes<br />

chino o negro, todos podemos ser<br />

presidentes.<br />

El machismo y el racismo<br />

son otra clase de terrorismo.<br />

(Stephania Aguirre)<br />

Todos somos iguales<br />

no podemos ser como animales.<br />

Yo quiero estar tranquilo<br />

que nadie me trate como un hilo.<br />

(Nahuac Zapata)<br />

Hablando del racismo<br />

no puede haber machismo.<br />

No hay que ser racista,<br />

revísate en el dentista.<br />

(Francesca Cuba)<br />

Te encuentras con un chino, negro,<br />

blanco o paisano<br />

sin miedo ¡saluda con la mano!<br />

Cuando sientas que te hacen daño<br />

solo ahógalos en el caño.<br />

(Valeria Slocovich)<br />

El racismo es malo<br />

¡tú le pegas con la mano!<br />

No debes ser racista,<br />

tampoco machista.<br />

(Matías Barreto)<br />

Algunos dicen que el racismo es<br />

cosa del pasado,<br />

otros dicen que este mal no ha<br />

acabado.<br />

Si dejas de ver con otros ojos el<br />

pasado<br />

te darás cuenta que el futuro ya ha<br />

cambiado.<br />

(Carlos Mendoza)<br />

El machismo es malo<br />

así que quiero que se acabe ahorita<br />

mismo<br />

¿Acaso lo que importa no es el<br />

corazón?<br />

Para herir a los demás dices cosas<br />

sin razón.<br />

(Dennis Da Silva)<br />

Si eres un tonto racista<br />

arréglate pronto la vista.<br />

Y si no tienes corazón,<br />

quiere decir que te falta amor.<br />

(Vasco Hernández)<br />

Aunque yo no sea solo un rapero<br />

quiero dar un mensaje sincero,<br />

porque el racismo es verdadero.<br />

No discrimines al africano,<br />

tampoco al paisano,<br />

porque si es negro o blanco<br />

igual es tu hermano.<br />

(Patrick Korn)<br />

Lo insultas por su raza, sexo y<br />

religión<br />

todo por tu falta de educación.<br />

Aunque ser racista no es tu culpa,<br />

te lo enseñan desde que tomas tu<br />

jugo sin pulpa.<br />

(Lukas Onate)<br />

La terrible falta de comunicación<br />

es lo que nos vuelve un país sin<br />

educación.<br />

Este rap no lo hacemos para llamar<br />

la atención<br />

lo hacemos por inspiración,<br />

porque nos nace del corazón.<br />

(Ana Vargas)<br />

A los negros se les dice “personas de<br />

color”<br />

los que dicen eso son gente sin<br />

valor.<br />

¿Acaso importa tanto el color?<br />

Solo tienes que tratar con amor<br />

y buen humor.<br />

(Catalina Baigorria)<br />

Esta actitud está mal<br />

hay que respetar al rival<br />

este reto se debe superar<br />

¿qué esperas para comenzar?<br />

(Santiago Castro)<br />

70


El tallado en madera<br />

Los invitamos a que disfruten de la investigación de Lorenzo<br />

Gutiérrez, que buen esfuerzo le ha costado.<br />

Introducción:<br />

Yo escogí este tema porque mi abuelo<br />

lo hace, y desde pequeño lo veo<br />

hacerlo y me interesa mucho. Las cosas<br />

que hace son muy bonitas y quiero<br />

aprender a hacerlas.<br />

Espero aprender cosas sobre<br />

la madera, como manejar las<br />

herramientas, y también poder hacer<br />

mi propia talla de madera. Este trabajo<br />

me ha gustado mucho porque tiene<br />

partes muy interesantes que no sabía,<br />

pero ahora sé de la madera y de las<br />

técnicas.<br />

Me he sentido tranquilo al escoger este<br />

tema porque sabía que me iba a gustar.<br />

¿Cuándo se inventó?<br />

La talla de madera más antigua fue hallada en<br />

1890 en una turbera de Shigir, en el borde oriental<br />

de Siberia. De los estimados 9500 años de antigüedad<br />

se ha pasado a 11000, más del doble que<br />

las pirámides egipcias.<br />

No se puede saber con exactitud qué persona<br />

lo inventó, pero se sabe que fue<br />

desde la era de los cavernícolas y<br />

se podría decir que fue un cavernícola.<br />

Los cavernícolas repartieron al<br />

mundo la talla en madera conforme<br />

iban viajando por el mundo, y dejaban<br />

sus tallas en sus cavernas. Se<br />

han encontrado tallas por todo el<br />

mundo. También puede ser que un<br />

cavernícola le haya enseñado cómo<br />

tallar a otro, y el otro a otro, y así<br />

sucesivamente. Puede ser que distintas<br />

“tribus” cavernícolas lo hayan<br />

desarrollado sin tener contacto.<br />

En el Perú se han encontrado muy pocas tallas<br />

en madera. La mayoría de conocimientos en la talla<br />

en madera nos los dieron los españoles después<br />

de conquistarnos.<br />

Se han encontrado más tallas en madera en<br />

Francia e Italia, pero a partir de la Edad Media.<br />

71


¿Qué formas se pueden hacer y con qué madera?<br />

Se puede hacer alto relieve, bajo relieve, rostros,<br />

distintas partes del cuerpo, y las cosas que uno<br />

quiera representar. La forma más difícil de hacer<br />

es el rostro, porque hay que juntar la técnica del<br />

alto relieve con la del bajo relieve. Y hay que dibujar<br />

el rostro que muy bien. Esto es más fácil de<br />

hacer con gubia y con mazo, pero cargar el mazo<br />

cansa el brazo.<br />

Con cualquier tipo de madera se puede elaborar<br />

la talla en madera. Las mejores maderas para<br />

todas las técnicas son cedro y moheña.<br />

No hay algún tope de medidas para la talla en<br />

madera, pero hay algún punto donde no se puede<br />

seguir tallando, pues la gente no podría apreciarlo.<br />

Es por eso que muchos talladores de madera<br />

hacen sus tallas chicas. No es muy usual pintar<br />

las tallas en madera, pero algunos talladores las<br />

pintan. La mayoría deja sus tallas laqueadas, y no<br />

pintadas.<br />

Los recursos para hacer la talla en madera son:<br />

herramientas de corte, las gubias, azuela, cepillos,<br />

sierras y serruchos, cuchillas de ebanistas,<br />

mazos, limas y escofinas.<br />

¿Cómo se le saca filo a las herramientas?<br />

Para afilar las herramientas completamente, tienes<br />

que hacerlo por tres partes, amolado, afilado<br />

y afinado. Primero, para el amolado a máquina,<br />

metes el borde externo de la gubia para quitar las<br />

magulladuras en un esmeril eléctrico; luego, para<br />

el afilado a mano tienes que raspar la gubia contra<br />

un esmeril normal en forma circular de un solo<br />

sentido para darle filo; y para finalizar, para el afinado<br />

apoyas la parte interna de la gubia contra un<br />

pedazo de madera con borde curvo y frotas una<br />

piedra contra la parte externa de la gubia para afinar<br />

el filo.<br />

Se pueden usar como mínimo para cada técnica<br />

seis o siete herramientas, pero depende qué<br />

corte quieras con las gubias, si delgado o grueso,<br />

vas a necesitar dos gubias: entonces, se pasa a<br />

siete u ocho herramientas.<br />

Los pasos después de tallar y el orden son:<br />

Primero: Lijar la talla.<br />

Segundo: Laquear o pintar.<br />

Tercero: Si se pintó la talla se puede barnizar si<br />

se usó una pintura sin barniz.<br />

No se puede pintar después de laquear, se puede<br />

pintar sin laquear y luego se barniza. Si algo sale<br />

mal, con lo único que se puede corregir la talla en<br />

madera es con ingenio.<br />

Conclusiones del tallado en madera<br />

En mi experiencia la talla en madera es transmitida<br />

de padres a hijos, o de familiares, o de personas<br />

mayores que respetas.<br />

La talla en madera se hace con sentimiento, la talla<br />

en madera se hace con respeto, eso es lo que me<br />

transmiten los profesores.<br />

Aprender a manejar las herramientas requiere de<br />

mucha concentración.<br />

He aprendido que hay muchas más herramientas<br />

de las que pensaba, pero no todas son muy<br />

72


necesarias para todas las técnicas,<br />

y alguien experimentado<br />

de 100 herramientas solo<br />

usa 5 o 6.<br />

La madera tiene sorpresas en<br />

su interior, porque cuando vas<br />

lijando van apareciendo las vetas,<br />

y luego cuando vas barnizando<br />

salen a la luz cosas que<br />

no veías.<br />

Entrevista a Carlos Otero Pollitt<br />

Tallador de madera, profesor del colegio Waldorf de<br />

tallado en madera y xilografía. Él talla madera desde<br />

que tiene 20 años. Empezó haciendo muebles para<br />

su casa de manera autodidacta, también es pintor<br />

y profesor de Historia del Perú. Ahora se dedica a<br />

hacer barcos antiguos a escala como carabelas y<br />

galeones, en su taller. También trabaja con su torno.<br />

¿Desde cuándo te interesa la talla en madera?<br />

La talla en madera siempre me ha interesado, quizás<br />

desde pequeño. Cuando veía las figuras talladas,<br />

sobre todo las tallas en los púlpitos de las iglesias,<br />

siempre me pegaba a mirar las tallas.<br />

¿Qué sientes por la madera?<br />

Si se puede decir alguna palabra, siento un amor<br />

por la madera. La madera es un material tan noble:<br />

para muchas civilizaciones el árbol es como<br />

si fuera una elevación de la tierra, es un hijo de<br />

la tierra. Y tiene una serie de historias tan lindas:<br />

abrazar un árbol tiene efectos terapéuticos. Los<br />

indios de Norteamérica, no me acuerdo qué tribu,<br />

se pegaban a los olmos de espaldas, y los árboles<br />

les transmitían energía y otras cosas a los indios.<br />

Y por más que las cortezas sean ásperas, hay una<br />

conexión entre la energía.<br />

¿Qué forma es más recomendable para un<br />

principiante?<br />

Yo creo que formas más simples, pero creo que el<br />

principiante debe mirar, escoger sus herramientas<br />

primero. Creo que la herramienta más básica es el<br />

cuchillo, pero hay que tener mucho cuidado y concentración,<br />

porque si no, te puedes hacer cortes.<br />

Cuanto más pequeño se le enseñe al niño a trabajar<br />

con la cuchilla mejor, porque se concentra más,<br />

pero de grande empiezan los juegos, a distraerse,<br />

y ahí empiezan los problemas.<br />

Conclusiones:<br />

Nunca se debe pintar después de laquear.<br />

Para tallar una tabla el mazo debe ser pesado,<br />

pero que lo puedas sostener, para cuando golpees<br />

la gubia agarre más viada con el peso y<br />

golpee más fuerte.<br />

La palabra xilografía significa: Arte de grabar en<br />

madera. Impresión tipográfica hecha con planchas<br />

de madera grabadas.<br />

Esmeril: Piedra artificial o lija, usada para afilar<br />

instrumentos metálicos y pulir o desgastar<br />

otras cosas.<br />

73


Promoción XXXV / Sexto grado<br />

Stephania Aguirre Romero<br />

Catalina Baigorria Lértora<br />

Matías Barreto Ormeño<br />

Iyari Buitrago Zegarra<br />

Galilea Caro Sinclair<br />

Santiago Castro Maguiña<br />

Dennis Da Silva Lehmkemper<br />

Santiago Dávila Martínez<br />

Tanit De La Borda Waller<br />

Luna Durand Olivera<br />

Diego Flores Ávalos<br />

Álex García Hernando<br />

Patrick Korn Israel<br />

Carlos Mendoza Matos<br />

Luciana Moya Villagra<br />

Micaela Noriega Alván<br />

Lukas Onate Guerra<br />

Michael Owens Gaona<br />

Joaquín Quesada Castañeda<br />

Fernanda Roose Altuve<br />

Rodrigo Rubio García Ribeyro<br />

Valeria Slocovich Tolmos<br />

Gianlucca Tijero Matallana<br />

Liam Tobin Villapolo<br />

Ana Camila Vargas Huapaya<br />

Joaquín Vílchez Quintanilla<br />

74


Nicolás Prado. Primer puesto, pintura libre. Sexto Grado.<br />

Celebración de la primavera<br />

En esta sección presentamos, como hace mucho no hacíamos, los<br />

trabajos ganadores en los Juegos Florales. Aplausos para todos ellos.<br />

75


Munay Ramos. Primer puesto, pintura libre. Sexto grado.<br />

Nua Maneiro. Tercer puesto, pintura libre. Sexto grado.<br />

A través de…<br />

Cuando yo tenía doce años y estaba a punto de cumplir<br />

trece, pasó algo muy extraño, que hasta ahora no puedo<br />

entender. Les contaré mi historia.<br />

Ese día bajé al primer piso, era de noche y tenía<br />

miedo, así que bajé con Laia, mi cerdita. Entré a la cocina<br />

y como tenía hambre, abrí la refrigeradora. Lo último<br />

que recuerdo es una luz que salía de ella. Esa luz me<br />

atrajo. Después de entrar, sé que suena raro, pero eso<br />

fue lo que pasó, aparecí tirada en un sitio oscuro. Unos<br />

guardias me levantaron y me dejaron en un palacio.<br />

A mi lado estaba una señora a la que le llamaban<br />

la Reina. Me dijo: “Debes cumplir este reto”. Al oído me<br />

dijo: “Tienes 13 horas para completar este acertijo”.<br />

Me fui a cada reino sin conocer a nadie. Tenía que<br />

completar este acertijo: “¿Cuál es la clave de la felicidad?”.<br />

Fui a todos los pueblos vecinos y cuando faltaba<br />

una hora, solo me quedaba recorrer uno. Ahí encontré<br />

la respuesta y fui corriendo. Entré al palacio y le dije a<br />

la Reina, “¡Lo encontré! La clave de la felicidad es tener<br />

confianza y seguridad”. Apenas terminé de decirlo, me<br />

botaron inmediatamente del lugar. Caminé durante<br />

mucho tiempo hasta que encontré un ángel y un chico,<br />

que parecía de mi edad, llamado Luck. El ángel nos<br />

llevó a una playa muy bella. Nos quedamos viendo el<br />

atardecer, y cuando el sol se puso, el ángel nos dijo:<br />

“Este es el segundo reto, el de la amistad”. Tuvimos<br />

que pasar unas pruebas.<br />

Finalmente, el ángel me dijo “voltea” y yo volteé,<br />

y vi a un león, pero no era igual a los otros, y nos dijo:<br />

“Este es su penúltimo reto, que prueba su valentía.<br />

Tienen que subir una montaña y saltar de ella”.<br />

Salté, pero me moría de miedo, sentí que caía y<br />

caía. Y de repente, ¡SPLASH! Caí en un lago y de él salió<br />

un delfín rosado que nos dijo: “Ahora, esta es la última<br />

prueba, la de la inteligencia. ¿Cuánto es 7/10000 en<br />

decimales?”. Me demoré un poco, pero lo resolví, la respuesta<br />

era 0,0007 y el delfín dijo, “¡correcto!”. Me llevó<br />

a la puerta y cuando llegamos todos estaban allí.<br />

Me despedí y regresé a casa. Ahora les cuento esta<br />

historia a mis hijos y tengo 39 años. Y Laia mi cerdita ya<br />

tuvo crías. Fue la mejor experiencia de mi vida.<br />

Aruni Martinat y Gianell Ordoñez<br />

Sexto grado<br />

76


Las aventuras<br />

de Peter<br />

Había una vez un niño que se llamaba<br />

Peter y vivía en el campo. A Peter<br />

le encantaban los libros de aventuras,<br />

pero nunca se imaginó que estaría<br />

en una.<br />

Un día en la mañana, cuando<br />

Peter estaba leyendo su libro, oyó<br />

un ruido extraño que provenía del<br />

comedor. Bajó las escaleras y vio<br />

algo verde, pero no logró ver su<br />

rostro, y eso lo dejó muy pensativo.<br />

Luego de un buen rato de pensar y<br />

pensar, finalmente se dio cuenta de<br />

que sus padres no estaban.<br />

Peter estaba muy preocupado,<br />

así que decidió subir a su cuarto, pero<br />

antes volvió a escuchar ese ruido<br />

extraño. Esta vez provenía de la cochera.<br />

Fue corriendo, pero lo único<br />

que encontró fue una nave espacial<br />

cerrada y a sus padres atrapados<br />

dentro. Abrió la nave espacial y sacó a<br />

sus padres. Les preguntó qué hacían<br />

y ellos le respondieron que eran súper<br />

espías y que estaban arreglándola<br />

para que él pudiera viajar con ellos<br />

y más adelante tomara sus puestos.<br />

Pero algo verde los había encerrado<br />

y no sabían qué era. Luego le dijeron<br />

que su primera misión sería ir con<br />

esa nave al espacio para averiguar<br />

quién los había encerrado. Peter estaba<br />

muy asustado porque no sabía<br />

manejar; sus padres le dijeron que<br />

cuando entrara se activaría el piloto<br />

automático, que no se preocupara.<br />

Cuando Peter llegó al espacio encontró<br />

un planeta color rosado que parecía<br />

un chicle. Justo cuando estaba<br />

entrando, sus padres lo llamaron por<br />

el computador de la nave para decirle<br />

que estaba en el mundo chicle y que<br />

ahí estaba el jefe espía esperando a<br />

que le entregara la noticia.<br />

Alejandra Villanueva. Segundo puesto, pintura libre. Sexto grado.<br />

Remigio Baigorria. Tercer puesto, pintura libre. Quinto grado.<br />

Cuando llegó al pegajoso mundo chicle, Peter llamó a sus padres para<br />

que le dijeran donde lo estaba esperando el jefe de los espías y cómo llegaría.<br />

Sus padres le dijeron que no se preocupara y que por nada del mundo<br />

bajara de la nave hasta que le avisaran. De repente el piloto automático de<br />

la nave comenzó a decir “Guiando al jefe de los espías” una y otra vez mientras<br />

la nave avanzaba velozmente. Peter estaba súper aterrorizado y quería<br />

bajarse, pero no iba a desobedecer a sus padres. Después de un rato, Peter<br />

llegó a un lugar que tenía un cartel que decía: “Peligro, muerte segura”. Sus<br />

padres le dijeron que ese era el lugar. Peter se asustó por un momento pero<br />

luego se dijo a sí mismo que si sus padres lo decían, era porque no le pasaría<br />

77


nada y era la verdad, entonces bajó de la nave y entró al<br />

lugar que tenía el cartel… Sus padres le desearon suerte.<br />

Peter les agradeció y siguió su camino. Apenas entró<br />

encontró un ascensor que decía “Peligro”. Estaba muy<br />

confundido. Entonces decidió llamar a sus padres, ellos<br />

le respondieron que entrara y que ignorara los ruidos<br />

extraños que iba a oír. Peter obedeció y subió al ascensor,<br />

pero apenas escuchó un ruido extraño dio un alarido<br />

tan fuerte que sería capaz de romper diez ventanas<br />

a la vez. De pronto los ruidos extraños pararon, así Peter<br />

pudo tranquilizarse. Cuando bajó, vio a un hombre<br />

sentado en un escritorio. Era el jefe de los espías. Él<br />

le dijo que tomara asiento y que le hablara de lo ocurrido.<br />

Peter le contó todo y que creía que quien había<br />

ocasionado todo era una rana verde. Entonces el jefe<br />

de los espías le dijo que tenía que ir a Ranópolis y llevar<br />

el traductor mega para traducir lo que decían las ranas.<br />

Entonces el jefe de los espías le deseó buena suerte a<br />

Peter, le dio el traductor mega e inmediatamente lo envió<br />

por un tubo, en un dos por tres Peter se encontraba<br />

en su nave.<br />

Cuando Peter llegó a Ranópolis interrogó a todas<br />

las ranas hasta que por fin encontró al culpable. ¿Saben<br />

quién era? Una rana llamada Lupi que tenía las manos<br />

manchadas de aceite. Lupi estaba nervioso, así que le<br />

explicó a Peter lo que había ocurrido. Le dijo que él iba a<br />

la tierra a ver a sus primas, las otras ranas, pero se distrajo<br />

y al aterrizar chocó en su casa. Entonces para que<br />

no lo vieran bajó a la cocina, pero cuando fue saltando<br />

rápido a la cochera se ensució con el aceite derramado<br />

por la nave.<br />

Cuando llegó decidió encerrar a sus padres porque<br />

estaba muy asustado, y después de un rato vi a Peter<br />

y, horrorizado, decidió regresar al espacio. Finalmente<br />

Peter y Lupi se hicieron muy amigos, vivieron grandes<br />

aventuras y fueron felices para siempre.<br />

Doménica Dezar Cunliffe<br />

Cuarto grado<br />

Dante Torrejón. Primer puesto, collage. Quinto grado.<br />

Gael Rocha. Segundo puesto, collage. Cuarto grado.<br />

78


Problemas en<br />

la escuela<br />

Nº 74<br />

“¡Salida!”, gritaron todos los niños<br />

de Sexto grado al unísono, y agarraron<br />

sus mochilas. “Espérame, Sally,”<br />

gritó Helena. “Recuerda que hoy día<br />

iré a tu casa”. “Está bien, te espero”.<br />

Ya estaban saliendo cuando Helena<br />

recordó que había dejado su suéter<br />

en el aula. “¿Me acompañas a buscarlo?”.<br />

“Sí, claro”, dijo Sally.<br />

Entraban al aula cuando de la<br />

parte superior de la puerta cayó una<br />

moneda. Helena fue por su suéter<br />

mientras Sally volvía a poner la moneda<br />

en su sitio, porque, aunque no<br />

sabían por qué estaba allí, decidieron<br />

no arriesgarse.<br />

Ya estaban a punto de irse<br />

cuando escucharon un ruido procedente<br />

de la pizarra. Helena volvió a<br />

entrar, miró tras la pizarra y quedó<br />

paralizada. Después le mostró a Sally<br />

que detrás había un túnel oscuro<br />

como la boca del lobo. Sally ahogó un<br />

grito. Helena dijo: “Hay que entrar”, y<br />

se metió. “Helena, por favor sal, me<br />

asusta”. “Bueno, si quieres no entres,<br />

pero yo no voy a salir”, “Está bien,<br />

entraré, pero buscaré algo con qué<br />

alumbrarnos”. Entonces Sally recordó<br />

que había sido el cumpleaños de<br />

Tom ese día, así que agarró la vela y<br />

los fósforos y se metió al túnel.<br />

Después de gatear por unos<br />

diez minutos, las chicas vislumbraron<br />

una tenue luz. Conforme se iban<br />

acercando la luz se hizo más fuerte.<br />

Al llegar vieron que era una especie<br />

de guarida secreta alumbrada por<br />

velas; la distancia entre el suelo y<br />

el túnel era de un metro y medio, y<br />

había toda clase de brebajes y menjunjes<br />

de diversos colores. Luego<br />

escucharon un chillido. Ambas mira-<br />

Enzo Sábato. Tercer puesto, collage. Quinto grado.<br />

ron abajo, aterrorizadas. Luego vieron<br />

con alivio que era un ratón. director, pero Sally y Helena ya se<br />

“¡¿Quién anda ahí?!”, gritó el<br />

Ya estaban dando media vuelta habían ido gateando lo más rápido<br />

cuando oyeron unos pasos ruidosos que podían. Salieron del túnel y se<br />

y pesados, voltearon y vieron al director<br />

L. Monster, que recogía al ratón lly. Abrieron la puerta de golpe y le<br />

fueron corriendo a la casa de Sa-<br />

y se lo tragaba de un bocado. Luego contaron todo a la madre de Sally,<br />

se le desfiguró la cara, su piel se tornó<br />

azul y peluda y su siempre prolijo tos. Cuando acabaron de contar la<br />

que estaba volteada lavando pla-<br />

pelo se despeinó totalmente, le salieron<br />

garras en las manos y en los pies, y entonces Sally y Helena notaron<br />

historia, su madre volteó la cabeza,<br />

atravesando sus refinados zapatos. algo realmente terrorífico: no era la<br />

“¡Ay!”, gritó Sally. Helena volteó madre de Sally…<br />

bruscamente, la vela se le había derretido<br />

en las manos, y aunque no le Olivia De Orbegoso y Ana Zegarra<br />

dolía mucho, gritó por susto.<br />

Sexto grado<br />

79


La vida durante un coma<br />

¡Boom! Sonó el carro de los papás de Emma Paterson<br />

conducido por su chofer, Ernesto Chifonné, cayendo<br />

por un barranco en Sipocatro. Emma fue llevada al hospital<br />

donde estuvo internada tres años, ya que tenía un<br />

coma muy severo. A veces tenía visiones con unos pajaritos<br />

azules y blancos, pero había uno que se llamaba<br />

Max y era al que más quería, ya que podía comunicarse<br />

con él. Pasaron los tres años y Emma pudo regresar a su<br />

casa, y se dio una grata sorpresa al saber que tenía un<br />

nuevo vecino llamado Max, el cual tenía pajaritos blancos<br />

y azules. Se encontraron en el parque y se conocieron.<br />

Max se enamoró de ella y poco después Emma se<br />

enamoró de Max y estaban muy felices juntos.<br />

Estefan le contaba a Emma la historia de Max<br />

a través de sus poderes telepáticos cuando dormía.<br />

Aunque Emma no había quién era, Estefan y Emma se<br />

volvieron amigos. Luego de tres meses de que Emma y<br />

Max estuvieran juntos, ella descubrió que Max la engañaba<br />

y solo la quería por su dinero. Emma se volvió loca<br />

de furia, y como venganza, mató a los pajaritos de Max.<br />

Eso era lo que le había indicado Estefan: que cuando los<br />

pajaritos estén muertos, su plumaje se volvería negro y<br />

él se quedaría con la magia poderosa que tenían.<br />

Emma se fue a su casa y, arrepentida, cerró los ojos y<br />

cayó en un sueño profundo. Cuando despertó, Emma se<br />

encontró con el Max de sus sueños y sus amigos. Digamos<br />

que todo esto fue un sueño. Entonces, ¿Emma siempre<br />

fue un pajarito? Tal vez. Saquen sus propias conclusiones.<br />

Alejandra Villalobos y Camila Ormachea<br />

Sexto grado<br />

Furia silenciosa<br />

Te miro y aprieto los dientes,<br />

A pesar de odiarte no puedo hacer nada contra ti.<br />

Saldría perdiendo, además no soy capaz de hacerte<br />

nada.<br />

Furia silenciosa,<br />

Silencio furioso<br />

No ganaré atacando<br />

Pero callando tampoco hago mucho.<br />

Por eso te odio en silencio,<br />

Millones de pensamientos sanguinarios cruzan por<br />

mi mente,<br />

Sentimientos asesinos.<br />

Pero no sirven de nada,<br />

Así que callo.<br />

Olivia de Orbegoso<br />

Sexto grado<br />

Olivia de Orbegoso. Primer puesto, dibujo. Sexto grado.<br />

80


La flor<br />

La flor, amanece y un pétalo se cae,<br />

Y ese pétalo se despide de la flor<br />

para salir volando al infinito.<br />

La flor duerme y la noche brilla<br />

Los animales lloran por su pérdida<br />

escondida.<br />

Mariano Sono e Isabel Pérez. Segundo puesto, dibujo. Cuarto grado.<br />

Aurelio Giribaldi<br />

Quinto Grado<br />

Ave de nieve<br />

Ave enfadada que silba<br />

Al terminar su abrigo de frío<br />

En los altos nevados que la abrazan.<br />

Sobre la tierra silva, ave de nieve.<br />

Doménica Dézar y Rafaella Siles<br />

Cuarto grado<br />

Lucas Perko. Tercer puesto, dibujo. Sexto grado.<br />

Frío silbido<br />

La tierra se abría enfadada,<br />

por el frío abrazo de un ave que silba<br />

en los altos nevados.<br />

Al terminar su silbido se va volando.<br />

Maite Piqueras<br />

y Luciana Saavedra<br />

Cuarto grado<br />

Paula Bellina. Primer puesto, dibujo digital. Quinto grado.<br />

81


Vivir<br />

Me tiemblan las manos,<br />

Mi mente está en blanco<br />

Siento que voy a caer<br />

Y caer<br />

Y caer en un vacío de emociones.<br />

Puedo caer en la angustia de vivir en paz,<br />

Olivia de Orbegoso.<br />

Mención honrosa, dibujo. Sexto grado.<br />

Lo cual todos quieren,<br />

O quedarme en la vida que tengo ahora,<br />

Con alegrías y tristezas instantáneas de cada día.<br />

¿Por qué dicen que los pájaros viven bien?<br />

Volando de los problemas en vez de enfrentarlos con la frente en alto,<br />

Para después poder tener esos momentos instantáneos de alegría,<br />

Para otra vez tener que enfrentarte a más cosas y aprender cómo vivir la<br />

vida que tienes,<br />

Y enfrentar con calma cada batalla que tienes,<br />

Porque es así, a veces, la vida.<br />

Micaela Farfán<br />

Sexto grado<br />

Flotando en el espacio<br />

Solo quiero volar y flotar sobre las nubes<br />

sintiendo en mi rostro el viento y los rayos del sol que flotan sobre mi cuerpo.<br />

Quiero recordar todos los momentos de felicidad y amor.<br />

Quiero ver a los pájaros volando a mi lado<br />

solo quiero escuchar sus cantos y comunicarme con ellos.<br />

Quiero llegar a las estrellas y al universo<br />

echarme y flotar, que la gravedad me lleve a donde sea<br />

a la Luna, a otro planeta, a donde sea.<br />

Quiero enfrentar todos mis miedos en el espacio<br />

enfrentarme a mí misma, aprender que nada es perfecto<br />

y que tampoco tenemos que ser perfectos para ser felices<br />

y que pase lo que pase la vida sigue.<br />

Nua Maneiro<br />

Sexto grado<br />

82


Mae Alorda. Primer puesto, escultura. Cuarto grado.<br />

Maite Piqueras. Segundo puesto, escultura. Cuarto grado.<br />

Mariano Sono. Segundo puesto,<br />

escultura. Cuarto grado.<br />

Mateo Alcocer. Tercer puesto, escultura. Quinto grado<br />

83


Zen Koechlin. Primer puesto,<br />

fotografía. Quinto grado.<br />

Maika Mendoza. Segundo puesto,<br />

fotografía. Quinto grado.<br />

Camila Ormachea. Tercer puesto,<br />

fotografía. 6to grado.<br />

84


85<br />

Mae Alorda y Gabriel Reátegui. Primer puesto, historieta. Cuarto grado. Mateo Alcocer y Milan Zlatar. Segundo puesto, historieta. Quinto grado.


Kenu Puerta y Mariano Sono. Tercer puesto, historieta. Cuarto grado.<br />

Alexander Ágreda y Doménica Dezar. Segundo puesto, historieta. Cuarto grado.<br />

86


Sofía Christodulu y Maite Piqueras. Tercer puesto, historieta. Cuarto grado.<br />

Mia Matteucci. Primer puesto, réplica. Sexto grado.<br />

Olivia de Orbegoso. Primer puesto, réplica. Sexto grado.<br />

87


Alejandra Villalobos. Segundo puesto, pintura. Sexto grado.<br />

Matías Martínez. Tercer puesto, réplica. Sexto grado.<br />

Tamia Heredia. Tercer puesto, pintura. Sexto grado.<br />

88


Renata La Madrid. Segundo puesto,<br />

réplica. Sexto grado.<br />

Anacleto<br />

Después de la lluvia de meteoritos, todos murieron. Por<br />

cosas de la vida el dinosaurio Anacleto no murió, pero<br />

sus amigos se extinguieron y lo dejaron solo.<br />

Aparentemente, Anacleto no murió porque le cayó<br />

una estrella fugaz en vez de un meteorito. Eso hizo que<br />

tuviera vida eterna.<br />

El problema era que el dinosaurio estaba solo, tan<br />

solo que tenía amigos imaginarios. Por ejemplo, hablaba<br />

con las rocas.<br />

Después de cien años, ya el mundo estaba poblado<br />

pero Anacleto seguía sin amigos.<br />

De repente, Anacleto sintió que algo se movía detrás<br />

de él, volteó y vio a una bruja que salía de los arbustos.<br />

Él se asustó y casi atacó a la bruja, pero ella le<br />

preguntó asustada si quería ir a Hollywood y él le dijo<br />

que sí.<br />

La bruja le puso una mano en la cabeza y llegaron<br />

a Hollywood en un abrir y cerrar de ojos. Apenas llegó,<br />

Anacleto se volvió un dinosaurio muy famoso, más que<br />

Barney.<br />

La gente lo explotó tanto, que se hartó de ese estilo<br />

de vida y de esos amigos tan falsos que tenía. Buscó<br />

a la bruja y le preguntó si quería fugarse de Hollywood<br />

al amanecer. Cuando se fueron a dormir, la bruja pensó<br />

que Anacleto lo iba a dejar. Pero cuando despertó, el dinosaurio<br />

todavía estaba ahí.<br />

Cayetana Antón y Mafe Villalobos<br />

Tercero de media<br />

Mar Casabonne. Primer puesto,<br />

pintura libre. Segundo de media.<br />

89


“No te dejaré”<br />

Es un día normal, la misma aburrida rutina, el mismo<br />

monótono trabajo, 8:30 de la mañana, como siempre.<br />

Me pongo a trabajar en mi computadora. El tecleo incesante<br />

me estresa pero estoy acostumbrada.<br />

Las ganas que tengo de ir al baño son insoportables,<br />

pero la presión de entregar el reporte estúpido es<br />

mucho más grande que mis ganas.<br />

Hasta que por fin llego a terminarlo. Voy por los pasillos<br />

agobiantes que parecen no tener fin, llego al baño<br />

y es muy asqueroso, pero las ganas hacen que me entre.<br />

Cuando vuelvo a mi oficina noto un papel doblado<br />

a la mitad encima del teclado. Voy y lo abro, y lo que el<br />

papel dice es: “mira por la ventana”. Pienso en no darle<br />

importancia, pero me acerco a la ventana y no hay nadie,<br />

solo el edificio continuo al mío donde se ve un insignificante<br />

limpiador de ventanas.<br />

Más tarde, casi las 12:00 de la mañana, me siento<br />

algo cansada y decido ir a la sala de descanso por un<br />

café, que tiene el mismo insípido sabor de siempre. Solo<br />

que me hace sentir mejor. Al volver me encuentro con<br />

algunos de mis compañeros y pretendo ser agradable<br />

con ellos aunque igual sé que ellos saben que los odio.<br />

Al llegar a mi oficina nuevamente me encuentro<br />

con un papel similar al de la primera nota. Un poco más<br />

nerviosa abro la nota, pero esta vez dice: “te estoy observando<br />

“. ¿Nunca les ha pasado que tienen la sensación<br />

de que alguien te los mira? Pues algo así sentí.<br />

Todo se vuelve denso, el ambiente es un poco más<br />

lúgubre. Como es algo más extraño, decido avisarle al<br />

estúpido de mi jefe. Camino por un pasillo largo, desde<br />

cuyo principio no se ve el fin, y es todo obscuro. Al llegar<br />

a su gran oficina con muchos cuadros de arte moderno,<br />

básicamente asquerosos, en una silla grande está<br />

el gordo de mi jefe, que siempre trata de salir conmigo,<br />

pero yo siempre lo rechazo.<br />

Al decirle lo que está sucediendo, lo de las notas<br />

y que siento que alguien me está observando, me dice<br />

que no me preocupe, que debe haber sido uno de los<br />

estúpidos de mis compañeros. Me empiezo a sentir más<br />

aliviada, pero eso no me quita de encima el sentimiento<br />

de que alguien me observa.<br />

Ya casi son las 6:00 pm y mi trabajo acaba a las<br />

8:00, así que miro algunos videos en mi computadora,<br />

videos de personas cayéndose, videos estúpidos solo<br />

para pasar el tiempo. Y a las 8:00, cuando mi trabajo ya<br />

ha acabado, salgo directo a mi casa.<br />

En este trayecto me empiezo a angustiar más, ya<br />

que ese sentimiento de que alguien me vigilaba sigue<br />

en mí, pues volví a leer las notas que se han quedado<br />

pegadas en mi portafolio. No paro de pensar en esto,<br />

cada vez me angustio más, solo quiero llegar y abrazar<br />

a mi esposo en mi nueva cama de plumas de ganso.<br />

En mi casa, me tranquilizo un poco más y decido<br />

echarme con mi esposo en la cama. Lo abrazo, lo siento<br />

algo frío, le doy un beso en la cabeza y le digo que<br />

lo quiero. Él está completamente tapado, pero no importa;<br />

nos quedamos dormidos, abrazados, aunque<br />

me siento algo fría, algo incómoda. No sueño absolutamente<br />

nada.<br />

Me despierto de un golpe, por unos golpes en la<br />

puerta. Voy lentamente a abrirla, pregunto quién es,<br />

pero al abrir siento que se me para el corazón… Mi esposo<br />

me saluda. Si él está aquí, ¿quién está en la cama? Voy<br />

corriendo, pero cuando llego no hay nadie, solo la ventana<br />

abierta. Me arrodillo en el piso y me pongo a llorar.<br />

Al día siguiente vuelvo a mi trabajo con temor de<br />

que me pueda pasar algo, ya que me siento muy débil.<br />

Al llegar, otra vez hay una nota en mi escritorio, que<br />

dice “mira por la ventana…No te dejaré”. Miro otra vez<br />

por la ventana y solo está el edificio continuo al mío, y el<br />

mismo insignificante limpiador de ventanas.<br />

Nicolás Salhuana<br />

Cuarto de media<br />

90


El cuarto<br />

Después de la muerte de mi esposa,<br />

los días fácilmente se tornan grises.<br />

Desde que entré a este trabajo<br />

hace dos años sabía muy bien que<br />

algo así podría pasar, ya que nunca<br />

sabes con quién te metes. Ya sea<br />

un violador o un asesino, estás muy<br />

expuesto a ellos. A veces, la cabeza<br />

solía darme vueltas hasta caerme al<br />

suelo. Ya sabía desde un principio<br />

con qué tipo de maldad humana me<br />

toparía en aquel trabajo. Subestimé<br />

mi cordura.<br />

Dándome la tranquilidad y el<br />

espacio necesario para buscar sospechosos,<br />

recurro a mi oficina en<br />

casa. Veo atentamente casos recientes<br />

de secuestros y, entre ellos,<br />

encuentro el suyo. Al parecer lleva<br />

cuatro días muerta y aún no se conoce<br />

con exactitud al culpable. Con<br />

el equipo, pasando de casa en casa,<br />

tratamos de encontrarlo, pero no<br />

lo logramos, solo nos limitamos a<br />

apuntar en la lista de posibles culpables<br />

y sospechosos a un tal David<br />

Freckley, propietario de la casa “embrujada”,<br />

según los niños del vecindario.<br />

En verdad, no le veo ni un pelo<br />

de criminal.<br />

Dejando los archivos del caso,<br />

procedo a recostarme en mi polvoriento<br />

sillón. Debo saber muy bien<br />

que esto es mucho para mí, y necesito<br />

un descanso, pero no me puedo<br />

limitar a tirar la toalla y no llevarlo a<br />

cabo, así que supongo que mi esfuerzo<br />

anterior que valdrá la pena.<br />

…<br />

Llevo mucho tiempo recostado<br />

en el sillón y comienzo a pensar que<br />

el tiempo así se pasa muy rápido.<br />

También tomo en cuenta el haber<br />

perdido a la única persona a la cual<br />

le dediqué gran parte de mi vida y,<br />

peor aun, la cual me sacó de la triste<br />

soledad que emanaba mi cuarto<br />

a oscuras. Dicho esto, y después de<br />

repetirlo varias veces en mi cabeza,<br />

la incomodidad se apodera de<br />

mí. Empiezo a sudar. Levanto lentamente<br />

los brazos, repartiendo la<br />

mayor parte de mi fuerza en ellos, y<br />

procedo a impulsarme hacia delante<br />

para caer a piso.<br />

Siento el aire pesado, el solo<br />

hecho de levantarme es una idea<br />

fantasiosa, o eso debería haber<br />

dicho, ya que al mantener un ritmo<br />

estable en mi respiración, pude levantarme<br />

con dificultad. La cabeza<br />

me seguía dando vueltas, empecé<br />

a caminar lentamente hacia la sala<br />

tropezando con diferentes adornos<br />

y cuadros y logré sostenerme<br />

en la pequeña mesa de café mientras<br />

saboreaba el polvo. Me dirigía<br />

al armario.<br />

No sé por qué lo hacía, ni siquiera<br />

sabía por qué me esforzaba<br />

tanto cuando mi única razón de permanecer<br />

en pie se había ido, pero<br />

sentía que antes de caer el suelo de<br />

forma definitiva, debía abrirlo. De él,<br />

explicando el sentimiento de mejor<br />

forma, emanaba felicidad, recuerdos,<br />

nostalgia, pensamientos frívolos<br />

y muchas otras razones por las<br />

cuales volverme loco. Nunca supe si<br />

en verdad hubiera sido mejor idea<br />

quedarme en ese cuarto, alejado de<br />

los gritos agonizantes de mamá y<br />

los abusos de papá.<br />

Al paso de los segundos, sintiendo<br />

un delicioso aroma a podrido<br />

y notando el reflejo del líquido emanado<br />

del armario, con las manos húmedas<br />

del sudor, abro lentamente<br />

la puerta para poder ver al cuerpo<br />

de una bella dama mutilada en el<br />

interior.<br />

Me puse de rodillas y aprecié el<br />

momento, mis ojos se cerraban lentamente<br />

dejándome notar mejor las<br />

sombras. Nunca pude haber estado<br />

más feliz.<br />

Lucas Suárez<br />

Tercero de media<br />

Fernanda Roose. Seghundo puesto, pintura libre. Primero de media.<br />

91


GATO<br />

Cuando recién llegué, me pareció<br />

muy molesta, irritante. Mi primer día<br />

fue una tortura: me peinó, jaló, acarició,<br />

cargó, vistió, besó, apachurró,<br />

todo como una secuencia. Me daba<br />

miedo a veces, no ella, sino su torpeza<br />

ya que en ese entonces yo no<br />

era tan barrigón. Yo era muy chiquito,<br />

muy frágil.<br />

Poco a poco, este ser cariñoso<br />

me fue pareciendo simpático, la<br />

atención era agradable. Me servía<br />

comida deliciosa y me acariciaba.<br />

Empecé a dormir en su cama, todos<br />

los días sin falta.<br />

Hoy, sigo durmiendo en la misma<br />

cama con el mismo ser que una<br />

vez fue irritante, solo que los dos<br />

hemos crecido y, ahora ocupamos<br />

más espacio: esto no lo hace más incómodo<br />

a la hora de dormir. Ella me<br />

calienta en el frío de la noche.<br />

A veces, me ponía celoso, ella<br />

ya no estaba siempre disponible y<br />

muchas veces traía a la casa a un<br />

extraño, le daba besos como hacía<br />

conmigo. Yo no entendía por qué<br />

es que a ella le gustaba, demasiado<br />

flaco y con casi nada de pelo; eso es<br />

algo que yo tengo para regalar.<br />

Lo que hice no estuvo del todo<br />

bien, pero no me arrepiento. Uno<br />

debe luchar por lo que es suyo. Ella<br />

ahora está muy triste, llora todo el<br />

tiempo. Mi plan funcionó a la perfección<br />

ya que ahora se la pasa besándome<br />

y abrazándome mientras<br />

juntos vemos Netflix en nuestra<br />

cama. Mis hermanos me preguntan<br />

cómo es que lo hice y solo les cuento<br />

lo difícil que había sido afilar mis<br />

uñas.<br />

Santiago Saavedra. Segundo puesto, pintura libre. Segundo de media.<br />

Bruna Denegri<br />

Tercero de media<br />

Laszlo Pizarro. Tercer puesto, pintura libre. Segundo de media.<br />

92


Tengo miedo<br />

Tengo miedo, padre mío.<br />

Tengo miedo de no alcanzar al potro negro.<br />

¿Cuándo vendrá el santo domingo?<br />

¿Mi sopa quemará mi cara otra vez?<br />

Tiembla mi cabeza y mi cuerpo,<br />

Llegan los pensamientos de ir en busca de Dios.<br />

¡Levántate, prende carrera, trata de alcanzar<br />

la velocidad de la sombra negra!<br />

No es el día, no es tiempo, no ha llegado<br />

el jefe que pone las ordenes.<br />

Gabriel Vargas Corcuera, Cuarto de media<br />

Mariana Coronel Zegarra. Tercer puesto, pintura libre.<br />

Segundo de media.<br />

Inentendible<br />

La lluvia moja mis heridas pero eso<br />

solo hace que me duela más<br />

El dolor no tiene razón<br />

Pero el calor que emerge de mí es<br />

helado<br />

Y me hiere más<br />

Llega el día y el sol con sus<br />

abrazadores rayos de luz<br />

Me calientan<br />

Ese efímero momento me da<br />

esperanza<br />

Hasta que llega la noche que con<br />

sus garras<br />

Te atrapa y no te suelta<br />

Hasta que hayas sufrido tanto<br />

Como para quitarte la esperanza<br />

Las ventanas reflejan un mundo de<br />

nuevos dolores<br />

Un lugar escondido a la vista un<br />

lugar donde habita la amargura de<br />

mi pasado<br />

Las cosas que olvidé pero recuerdo<br />

con claridad<br />

Las cosas que no me acuerdo pero<br />

sé con certeza<br />

El tiempo se mide con el reloj<br />

Pero si lo hace, el tiempo es incierto<br />

Porque sabemos más de lo que es<br />

A veces lo cierto es concretamente<br />

lo incierto<br />

Hasta que llegue el día en que<br />

todos muramos<br />

Y ese día todo se aclarará<br />

Y ese día este poema se aclarará<br />

Mi dolor cojea y creo que es el fin<br />

Pero regresa y me hiere más<br />

Yo lo perdono porque sé que no<br />

puedo saberlo<br />

El mal es tan confuso como el día y<br />

la noche<br />

Lo único que los separa es el sonido<br />

y la luz<br />

Pero, ¿cómo lo distinguiría alguien<br />

que no puede oír ni ver?<br />

Algunos piensan que los misterios<br />

son malos<br />

Pero son los que hacen interesante<br />

la vida.<br />

Alejandra Saco Piqueras,<br />

Cuarto de media. Poesía<br />

93


Eddú Carita. Primer puesto, dibujo. Cuarto de media.<br />

94


Alejandra Saco. Segundo puesto, dibujo. Segundo de media.<br />

Sin título IV / The world won’t listen<br />

Otra vez adiós.<br />

Oh, no.<br />

Ya no sé si soy yo<br />

o una pequeña luz<br />

que se desenvuelve<br />

entre el dilema<br />

de huir.<br />

(de la paupérrima tibieza)<br />

No pasas de la noche<br />

y ya quieres<br />

quedarte<br />

a este lado<br />

del estanque.<br />

Qué tan<br />

empedernida<br />

eres,<br />

cuántas ganas<br />

de poder<br />

ser nada.<br />

¿Y para qué?<br />

Ahora estamos<br />

en una habitación<br />

llena de siluetas<br />

que se escapan<br />

por la ventana<br />

hacia los<br />

incontrolables<br />

destellos<br />

de la esperanza adversa.<br />

Los lápices se han roto;<br />

con ellas,<br />

el alma<br />

de una servilleta<br />

que impregné<br />

de motivos<br />

para crear un<br />

fugaz<br />

momento<br />

de entredichos<br />

que se hunden<br />

entre tanta cólera,<br />

entre tanta sangre<br />

derramada<br />

después de la muerte<br />

de un límite<br />

impuesta<br />

por la mano negra<br />

de mi existencia,<br />

de mis ganas de vivir.<br />

Y miramos<br />

a la misma noche estrellada<br />

que,<br />

casi irónicamente,<br />

nos consume<br />

entre sentimientos<br />

perdidos<br />

por los senderos<br />

del desdén.<br />

Tú la observas<br />

en Syldavia;<br />

yo,<br />

en mi<br />

universo omitido,<br />

allí<br />

donde las palabras<br />

cobran<br />

durante unos segundos,<br />

el sentido<br />

que nunca antes supimos apreciar<br />

y que, ahora,<br />

sale disparado<br />

y rompe la barrera<br />

del espacio y del recuerdo<br />

para<br />

quebrantarnos los huesos<br />

y arrastrarnos<br />

por las calles<br />

de una ciudad<br />

incomprendida<br />

entre tanto claxon<br />

y entre tanta<br />

sordera.<br />

Yo no estoy aquí:<br />

estoy en tu frontera.<br />

Héctor Espejo.<br />

Quinto de secundaria.<br />

95


Alexandra Aguirre. Tercer puesto, dibujo. Cuarto de media.<br />

Marco Quantrill. Tercer puesto, dibujo. Cuarto de media.<br />

El adiós, derramado<br />

en un pañuelo<br />

Juan Diego Centeno. Primer puesto, dibujo digital.<br />

Segundo de media.<br />

El adiós, derramado en un pañuelo<br />

Señal de tu alma sobre espejos rotos<br />

Con los ojos llenos de lágrimas<br />

Sollozando, creí ver tu dulce reflejo a la distancia<br />

Pensando en mojar tus labios, en silencio<br />

Y con mi lápiz relatar nuestros pecados<br />

Ponte en mis zapatos, siente la brisa<br />

En mi sombra, el brillo de las flores<br />

Sin forma la conocéis, tiesa<br />

Súbete a mi lomo y salgamos por la ventana<br />

Para, en la azotea, estar más cerca al cielo<br />

Siente mis venas con tus párpados<br />

Vamos al carruaje de salida<br />

Para cual dragón alzarnos<br />

Y, así, llegar hasta el fin.<br />

Mathías Young<br />

Segundo de media<br />

96


Génesis de la<br />

muerte: vivir<br />

Espejo de realidad ajena<br />

Sentido inverso,<br />

Vivimos destinados a morir<br />

Y sin saber por qué<br />

Logramos darles una excusa<br />

A las ideas de ilusión<br />

Orgulloso por accidente<br />

Encerrado en mi cuarto,<br />

Cuento las oportunidades desperdiciadas<br />

María José Canessa. Tercer puesto, dibujo. Quinto de media.<br />

Tiempo de irregularidades,<br />

Me quejo:<br />

Me duele la garganta de tanto mentir,<br />

La cabeza de dejar de pensar<br />

Y vivir<br />

Cometiendo errores adrede<br />

Nada más repulsivo<br />

Que la apariencia falsa<br />

Del pie de apoyo<br />

Inauguramos la desesperanza<br />

Como dejamos ir esas pequeñas cosas<br />

Que nos daban derecho a reír<br />

Reclamamos cuanto nos debe el destino<br />

Y nos ajeamos de nosotros<br />

Stefano Uccelli<br />

Cuarto de media<br />

Bruna Denegri. Primer puesto, dibujo color. tercero de media.<br />

97


Franco de Lorenzi. Segundo puesto, dibujo color. Segundo de media.<br />

Nicolás Sánchez. Primer puesto, escultura. Cuarto de media.<br />

Estefano Vellutino. Segundo puesto, escultura. Cuarto de media.<br />

98


No me esperes<br />

no respires<br />

deja de imaginarte una vida conmigo<br />

deja de querer una lluvia<br />

déjate llevar por la calma<br />

que te trae tu propia incertidumbre<br />

no consigas satisfacción en cosas simples<br />

consíguela en cosas imposibles<br />

déjate llevar por la calma<br />

que te trae tu propio conocimiento<br />

investiga hasta dónde llega tu mente<br />

sobrepasa esa raya<br />

que separa tu alma de tu cuerpo<br />

simplifica cosas simples<br />

pero no interpretes tus palabras<br />

déjate llevar por un silencio<br />

de esos inoportunos<br />

que se empujan en una batalla mortal<br />

contra ellos mismos<br />

escribe un camino de palabras<br />

que se alejen de las respuestas<br />

que confunden tu existencia<br />

en un mundo inexplicable<br />

deja que poco a poco<br />

se curen las heridas<br />

que causaron tanta calma<br />

sin querer queriendo.<br />

Mar Casabonne<br />

Segundo de media<br />

Estefano Vellutino. tercer puesto,<br />

dibujo color. Cuarto de media.<br />

Marco Quantrill. Segundo puesto, escultura. Cuarto de media.<br />

Lorenzo Gruenberg. Tercer puesto, escultura. Segundo de media.<br />

99


Bruna Denegri. Primer puesto, collage. Tercero de media.<br />

Andrea Higueras. Primer puesto, collage. Cuarto de media.<br />

Luana Zavala. Primer puesto, réplica. Tercero de Media.<br />

Paloma Saravia. Primer puesto, réplica. Tercero de Media.<br />

100


Franco de Lorenzi. Primer puesto, historieta. Segundo de media.<br />

Estefano Vellutino. Segundo puesto, réplica. Cuarto de media.<br />

Alex Cerdán. Segundo puesto, réplica. Tercero de media.<br />

101


Sofía Bernales. Tercer puesto,<br />

réplica. tercero de media.<br />

Antonio Henman. Tercer puesto, fotografía. Segundo de media.<br />

102


Cayetana Antón. Primer puesto,<br />

fotografía. Tercero de media.<br />

Luana Zavala. Segundo puesto,<br />

fotografía. Tercero de media.<br />

103


104

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