Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Promoción<br />
XXX 2016<br />
1
Decir adiós<br />
Es 26 de agosto y he decidido empezar este texto;<br />
desde ya, sé que me va a costar. Hoy nos hemos<br />
reunido para celebrar la vida, en plena noche de<br />
viernes en el colegio, para vivir la última piyamada<br />
como promoción. No me sorprende el vigor con el<br />
que ríen y juegan, tampoco me llama la atención<br />
la buena onda que destilan con cada canción que<br />
cantan, con cada correteo infantil en el patio y con<br />
todos esos gestos suyos plenos de amor, que a<br />
grandes cuentas reparten sin tanta dificultad. Y<br />
pienso que si de alguna manera tengo que empezar<br />
este discurso de despedida es recalcando su<br />
amor, tan adolescente y sincero.<br />
Sé que por momentos me han reclamado que esté<br />
más cerca de ustedes, que les muestre mi corazón<br />
desarmado o que les reparta más afecto del que<br />
definitivamente podía ofrecer. Un mar de exigencias<br />
que sorteadas con las demandas de distinción<br />
(“ser diferentes” a las promociones anteriores,<br />
como si desde ya no lo fueran) y sus ganas de tener<br />
los famosos “privilegios de Quinto” (antes de<br />
merecerlos), realmente no dispusieron la cancha<br />
para, queridos muchachos, con sinceridad, manejar<br />
los hilos del grupo y volcar mi mejor sonrisa todos<br />
los días.<br />
Ha sido difícil la tarea de educarlos, definitivamente,<br />
no solo por soportar los fuertes vientos<br />
del último año, sino por la historia que venían<br />
arrastrando de años anteriores, que los presentaba<br />
como un grupo con una apatía inexpugnable<br />
y un sentido de la justicia muy acomodado a sus<br />
apetencias adolescentes, y que a veces nos hacía<br />
dudar si realmente estábamos haciendo las cosas<br />
bien. Pero este año arrancó con buena vibra, e incluso<br />
los momentos críticos, que no fueron pocos,<br />
se resolvieron con buena disposición y responsabilidad,<br />
con ganas genuinas de mejorar como grupo.<br />
Pero todavía quedan pendientes varios puntos<br />
que, como promoción, ya no podrán resolver, pero<br />
como individuos espero que sean los puntales del<br />
proyecto de su vida.<br />
Por eso espero verlos dentro de poco, más<br />
cuajados en el mundo, no solo para formar parte<br />
de él, sino para modificarlo y refundarlo con rigor<br />
y optimismo. Amando con ardor lo que se merece<br />
amar y dejando de lado las cosas que no merezcan<br />
esa pasión. Seguros de lo que desean hacer hoy<br />
y preparados para el futuro; pero si no están seguros,<br />
les pediría que estén atentos, sin bajar los<br />
brazos hasta encontrar lo que realmente desean.<br />
Enfrentando sus miedos con arrojo y juicio, para<br />
aprender de ellos, sin negarlos. Siendo más autosuficientes<br />
y responsables, con verdadero espíritu<br />
curioso y libre. Pero sobre todo, hombres y mujeres<br />
conscientes de su entorno, así como conocedores<br />
de sí mismos. No pido poco, pero veo que en sus 33<br />
almas hay buen espacio para cuajar estos propósitos,<br />
queridos míos.<br />
Así, veo en la tribuna sentada a Isabel, cantando<br />
y riendo con ganas, pero con algo de melancolía<br />
en la mirada. Esa tristeza que a veces la desborda<br />
y la bloquea, pero que ha tratado de aplacar con<br />
buenas dosis de humor durante el año. Espero que<br />
logre vencer esa inseguridad que la opaca y que<br />
su sonrisa clara y contagiosa la presente ante el<br />
mundo y la convierta en un ejemplo de optimismo.<br />
Que las decisiones que tome en su vida no sean<br />
producto del miedo y la urgencia, sino de la ecuanimidad<br />
y la confianza. Tiene un enorme corazón y<br />
grandes dotes de estudiante, no dudo de que perseverará<br />
en lo que desee hacer en la vida.<br />
Más allá está Arianna, conversando con soltura,<br />
sin perder de vista todo lo que sucede. Muy<br />
analítica y afinada en todos sus apuntes sobre lo<br />
2
Renata Salcedo,<br />
Andrea Valdizán,<br />
Samantha Salazar,<br />
Abril Escalante,<br />
Allison Yomond, Atria Fiol<br />
y Arianna Altamirano.<br />
que sucede con sus compañeros, durante un buen<br />
tiempo me preocupaba su perfil reservado y poco<br />
participativo, pero finalmente me convenció de<br />
que era muestra de respeto y prudencia, porque<br />
realmente no se calla nada. Poseedora de un temperamento<br />
encendido, su mirada puede abrasar a<br />
cualquiera que pretenda sobrepasar su confianza.<br />
Estas virtudes de mujer sensata y decidida han<br />
sido de mucha ayuda para sacar adelante los proyectos<br />
de la promoción. Así, espero que siga adelante,<br />
sin amilanarse ante sus dificultades y siga<br />
buscando, con el candor que le caracteriza, el bien<br />
común en todos los ámbitos en donde le toque<br />
interactuar. Será una gran profesional y una excelente<br />
mujer, no cabe duda.<br />
Y Anael, a pesar de no estar en muchas de<br />
nuestras actividades y pasar con perfil bajo casi<br />
todo el año, siempre estuvo en mi mente. A veces<br />
para pensar en cómo abordarla sin porfiar el fuego<br />
de su desconfianza, y otras veces para lamentar<br />
la lejanía de sus palabras, porque siempre tuvo<br />
algo que decir sobre las cosas que pasaban en el<br />
salón. Si bien al final de año se nos unió y festejó<br />
con todos, a su manera, la verdad es que todavía<br />
sigo pensando en qué decirle para que se ría y nos<br />
muestre toda su alma, que es grande. Ahora, solo<br />
le deseo mucho tesón y gran autocrítica, para que<br />
supere sus dificultades y crezca como la mujer<br />
apasionada y buena que sabemos que es.<br />
Entonces Majo se me acerca para transmitirme<br />
sus ideas, siempre claras y amigables, sobre<br />
cómo mejorar todo, sí, todo, en la promoción. Ha<br />
sido pieza fundamental para el buen ánimo en el<br />
salón, atemperando muchos conflictos, en vez de<br />
causarlos como antes era su debilidad. Con mucho<br />
criterio y corazón, dejando de lado sus intereses<br />
personales en favor de la comunidad, punto que<br />
la vuelve una líder positiva. Lo que sí me preocupó<br />
(y me sigue inquietando) es su renuncia declarada<br />
a todo progreso académico, pues cree que no es<br />
buena para el estudio. En lo que le toque afrontar<br />
en el futuro, tendrá que esforzarse mucho, para<br />
erradicar su intolerancia al fracaso y su poco hábito<br />
de trabajo, y así sacar a relucir sus virtudes.<br />
En la cancha de fútbol, una vez más José Alonso<br />
salva a su equipo de un gol, gracias a una jugada<br />
propia de la valentía y la destreza de un gimnasta.<br />
Tantas obras de teatro en el hall.<br />
3
Protestando sobre la mesa.<br />
Así, con ímpetu, también ha logrado hacerse un lugar<br />
en el salón, grupo al que llegó hace unos pocos<br />
años, para nutrirlo de buena fe y entusiasmo. Este<br />
muchacho ha demostrado ser infatigable en la defensa<br />
del bien común, repartiendo sonrisas y bondad,<br />
con el temple de quienes esgrimen la bandera<br />
de la inocencia. José es un alma buena que se debe<br />
cuidar y admirar. Espero que no se desvincule de<br />
sus amigos, con quienes cuenta para enfrentar las<br />
dificultades del mundo y vencerlas. Sentiremos su<br />
ausencia en nuestra escuela.<br />
Con la alegría que la caracteriza, Laura acaba<br />
de soltar una carcajada, fresca y luminosa, como<br />
prueba de su espíritu juguetón. Aunque por momentos<br />
tuve la sospecha de que no tenía buena<br />
llegada con ella, con el paso del tiempo he depositado<br />
en su aparente frágil estructura el peso de<br />
dirigir las voluntades de casi todo el grupo, como<br />
líder natural. Eso sí, ella se ha mostrado siempre<br />
con humildad, aunque algunas veces con el ceño<br />
fruncido y una mueca de desaprobación. No bajó<br />
los brazos ante la exigencia académica, a pesar de<br />
su gran compromiso con el mundo del circo. Este<br />
le exigió muchas horas de entrenamiento a la semana,<br />
aunque con esto sí fue vulnerado su récord<br />
diario de entrada a la escuela, con demasiadas<br />
tardanzas. Ahora que parte a enfrentar nuevos retos,<br />
solo me tocaría recomendar que no pierda su<br />
vigor y que ordene mejor sus horarios, ya nos tocará<br />
aplaudirla en todos los espectáculos en donde<br />
participe alrededor del mundo.<br />
Con voz melodiosa, escucho cómo Marcela canta<br />
uno de los tantos himnos que representan a la<br />
promoción. Ella ha sido, también, pieza fundamental<br />
para casi todos los proyectos del año, con indesmayable<br />
buena onda y compromiso a prueba de balas.<br />
Pero sobre todo ha sido una niña sensible y sin<br />
prejuicios, que ha aceptado dar su mejor cara antes<br />
que desconfiar y dar excusas para no participar. Si<br />
bien también tiene un lado frágil, siento que ha ido<br />
madurando para que nada la desarme con facilidad.<br />
Me quedo con la fotografía de su sonrisa, para usarla<br />
de ejemplo de solidaridad y compañerismo. Estoy<br />
seguro de que llegará a ser una gran mujer.<br />
A pocos metros, Giancarlo, con su camiseta<br />
crema, ha dominado el balón para encajarlo en el<br />
arco del equipo contrario. Es un muchacho de armas<br />
tomar, aguerrido y encarador, caracteres que<br />
harán siempre de él una persona confiable y buena.<br />
Pero también es flojo como ninguno y podría<br />
porfiar cualquier trabajo que no sea estrictamente<br />
en su beneficio inmediato. Siempre ha buscado<br />
aplazar sus compromisos o cumplir con lo mínimo<br />
sus deberes, alegando infinidad de razones. Este<br />
aspecto, más allá de la picardía y la gracia que le<br />
granjean, si no lo maneja, será su perdición. Que el<br />
fútbol le sea propicio y que todas las apuestas que<br />
le ganó a Manolo no lo confundan a pesar de su admirable<br />
optimismo.<br />
Noto a Franco encendido, con todas las ganas<br />
de disfrutar de su último tiempo con sus amigos.<br />
Pero también veo en él una melancolía que a veces<br />
se convierte en apatía. Sería una pena que no aproveche<br />
todos los valores que tiene, desafiando sus<br />
propias dificultades con la misma garra que le aflora<br />
del alma cuando defiende las causas comunes<br />
del salón o quiere imponer su opinión, siempre con<br />
elegancia y respeto. Es un muchacho adorable, con<br />
el que es muy difícil discutir, así se le tengan que<br />
reprender sus faltas, porque es bueno hasta cuando<br />
se equivoca. Ahora, con esa misma amabilidad,<br />
ha renunciado a esforzarse en Matemáticas, cosa<br />
que podría confundirlo en el resto de retos que le<br />
toque enfrentar. Espero que así no sea y pronto se<br />
convierta en el profesional que todos deseamos.<br />
Y Abril Escalante acaba de, como es su costumbre,<br />
mandarme órdenes, con sutileza y encanto.<br />
Le respondo con amabilidad y antes de hacerle<br />
4
caso, pienso en cómo ella sola puede levantar el<br />
ánimo de sus compañeros, a punta de buena vibra.<br />
Pero también, porque su espíritu es fueguino,<br />
puede aplastar cualquier intento que esté en<br />
contra de su voluntad. Es de temer, desde luego,<br />
pero sin dejar de sonreír y mostrar gentileza. Espero<br />
que nunca tuerza su buena onda y siempre<br />
dirija positivamente toda su energía, en favor de<br />
su comunidad, que necesita tanto de personas con<br />
decisión y sentido de la justicia.<br />
El tiempo avanza y ahora me sitúo en pleno<br />
festejo del Día de la Canción Criolla, en donde se<br />
puso de manifiesto la valía de la promoción, así<br />
como su identificación con nuestra escuela en un<br />
baile memorable.<br />
Entonces Héctor, ese joven impetuoso y militante<br />
de causas buenas, que recién se integró al<br />
grupo este año, empieza a repartir ritmo, muy malagueño<br />
todavía, pero de corazón peruano. Examino<br />
con detenimiento todos sus pasos desde marzo<br />
y creo, con más sentimiento que ciencia, que es<br />
un muchacho signado para modificar el mundo y<br />
hacerlo mucho mejor. Pero para que eso se realice,<br />
todavía tiene que inspeccionar los rincones más<br />
insospechados de su alma, para aprender a ser<br />
dueño de todas sus emociones, reconociendo sus<br />
debilidades que, a veces, bloquea con tenacidad.<br />
Como ciudadano del mundo, tiene una tremenda<br />
responsabilidad con la libertad y la justicia. Que<br />
ambas sean siempre el estandarte de su alma.<br />
Pero no se queda atrás el bueno de Renato,<br />
que ha vencido su natural timidez y se lanza al ruedo<br />
con ganas y saca chispas del suelo con un movimiento<br />
extraordinario. Él es maravilloso, tierno<br />
y delicado como ninguno, de pocas palabras pero<br />
de temperamento fuerte; sin duda, un referente<br />
del salón y de nuestra escuela. Ahora, todavía<br />
le falta sacar más garra para vencer sus dificultades,<br />
templar su sonrisa para que no se apague y<br />
comprometerse con el estudio, en donde todavía<br />
–a pesar de lo avanzado en el año– se muestra tibio<br />
e inconstante. La mirada cálida de su papá está<br />
impregnada en sus ojos brillantes. Que no baje los<br />
brazos, la vida recién comienza.<br />
Y con Atria, que no solo se lució en la organización<br />
de este evento, sino en todo proyecto que<br />
asumió como su responsabilidad, siento un gran<br />
agradecimiento. Sin ella mucho de mi trabajo habría<br />
caído en saco roto, no solo como confidente<br />
Bailadoras de El Quijote.<br />
y aliada, sino también como principal crítica. Por<br />
momentos pensé que su esfuerzo denodado la<br />
quebraría, pero de su interior sacaba más energía<br />
y sorprendía a todos. Es una chica ejemplar, pero<br />
también es una niña que guarda mucho de sus<br />
penas y no procesa bien sus malestares, con los<br />
que combate día a día. No dudo de que crecerá y<br />
se hará más fuerte, pero también quiero creer que<br />
dejará de pensar tanto en los demás y se pondrá a<br />
trabajar tantísimo más en sí misma. No quiero pecar<br />
de infidente, pero acá en el colegio se quedará<br />
un gatocornio que la extrañará mucho.<br />
En la formación de bailarines, destaca Alessandro,<br />
quien hace suyo el escenario y anima a<br />
sus compañeros con movimientos despercudidos<br />
de toda vergüenza. Este año ha sido de franca maduración<br />
para Giuffra, dejando de lado su espíritu<br />
juguetón para trabajar bastante más serio, porque<br />
siendo un muchacho con muchas capacidades académicas,<br />
por momentos se confía y pierde la brújula.<br />
Pero su espíritu fresco e incondicional con sus<br />
amigos lo ha vuelto un referente muy importante<br />
de las movimientos internos del salón. Además,<br />
por sobre todas las cosas es un chico honesto y,<br />
como gran virtud, esta cualidad lo pinta de cuerpo<br />
entero como un excelente chico. Si simulo ser pitoniso,<br />
podría decir que en pocos años se escuchará<br />
su nombre muy fuerte, como agente de cambio de<br />
nuestra sociedad.<br />
Claudio ya empezó a sacudir los pies, como si<br />
estuviera dribleando una pelota de fútbol, y con<br />
5
una enorme sonrisa va encandilando a todos los<br />
que aplauden a la promoción. Este es un joven lleno<br />
de sorpresas, que trata de pasar desapercibido,<br />
pero que en verdad resalta siempre. Con su espíritu<br />
sosegado, pero divertido, ha marcado el paso<br />
de las celebraciones del año, con buena honda y<br />
responsabilidad. También es un zamarro, un criollo<br />
que te puede dar vuelta con su picardía bienhechora.<br />
Espero que esas virtudes lo hagan madurar<br />
y lo lleven a ser mejor persona, sacando a relucir la<br />
presea más importante de su naturaleza: la alegría.<br />
Y cómo no celebrar a Massimo. El gran Max va<br />
deslumbrando, para variar, a la platea que celebra<br />
con ganas todos sus movimientos. Recuerdo que<br />
a comienzos del año me pidió, con genuinas ganas<br />
de ayudar, que lo empuje a liderar los proyectos<br />
del salón, para resaltar las virtudes de toda la<br />
promoción. En este encargo, acepto que poco he<br />
podido hacer, porque él solo se afianzó el camino<br />
para convertirse en un cabecilla de la buena voluntad<br />
y la solidaridad. No puedo estar más orgulloso<br />
de él, es un magnífico muchacho. Ahora le toca repartir<br />
esa magia en otros lados, con el compromiso<br />
de liderar, también, la buena onda por donde vaya.<br />
Toda la suerte del mundo.<br />
Van avanzando los días y en clase ya se siente<br />
el fin de año. Como una ceremonia ancestral de<br />
despedida, siempre los alumnos de Quinto de media,<br />
cuando llega noviembre, se encuentran más<br />
dispersos, pero con los sentimientos a flor de piel.<br />
Y estar en clase para ellos se vuelve un rito de ansiedad,<br />
porque saben que poco a poco se acercan<br />
al final.<br />
Por eso Alejandro es fundamental, porque con<br />
tranquilidad y prudencia avanza entre las carpetas<br />
y aquieta los vientos agitados con gentileza. No en<br />
pocas oportunidades ha manifestado su sensibilidad<br />
social y su compromiso a la hora de ayudar a<br />
los demás. También, a pesar de haber navegado<br />
por aguas turbias por momentos, su nobleza lo ha<br />
llevado a sortear los temporales, y ha madurado<br />
con sabiduría. Es un muchacho ejemplar, pero sé<br />
que no ha mostrado todo su potencial todavía. A<br />
pesar de que es una lástima que ya no pueda verlo<br />
crecer y deslumbrar en la escuela, estoy seguro de<br />
que en los proyectos donde le toque actuar llamará<br />
la atención por su sentido de la justicia.<br />
Gabriel aparenta ser un muchacho desprendido<br />
y ajeno a las intensidades de la escuela. Su rol<br />
Clausura de deportes ¡impecables!.<br />
como dirigente del antisistema a veces me ha hecho<br />
pensar que no le importa el colegio, pero con<br />
el tiempo he entendido que su postura, más bien,<br />
obedece a la búsqueda de otro camino para valorar<br />
las mismas cosas que el resto. Solidario, atento<br />
ante la injusticia, defensor del que no se puede valer<br />
por sí mismo, su participación en el salón siempre<br />
ha sido sin pretensiones, pero contundente.<br />
Eso sí, todavía no alcanza los hábitos necesarios<br />
para mostrar su potencial académico y, con facilidad,<br />
se escabulle de sus responsabilidades. Espero<br />
que no sucumba bajo la indolencia del incumplido<br />
y pueda mostrar su fulgor con juicio.<br />
Sobre la carpeta de Rafael todavía quedan<br />
algunos pendientes que debe resolver. Siendo un<br />
muchacho con apariencia despreocupada, ha confundido<br />
su papel dentro de la promoción y cree<br />
que no tiene oportunidades de resaltar sus virtudes.<br />
Ahora que vuelve a sentarse, veo en su rostro<br />
no solo el cansancio de persistir en la escuela, sino<br />
la inocencia y cordialidad con la que se relaciona<br />
con sus amigos. Es una gran persona, a la que le<br />
ha faltado encarar sus dificultades y desarrollarse<br />
con más confianza. Lo vamos extrañar mucho, sobre<br />
todo Fabián, quien tiene pendiente una caminata<br />
con él.<br />
Como todos los días, Mikala se me acerca para<br />
ver si necesito algo, con interés de ayudar en todo,<br />
pero también para contarme las cosas que le molestan.<br />
He valorado cada una de esas conversaciones,<br />
a pesar de que a veces me mostré distante,<br />
porque en todo ese tiempo compartido me ha ex-<br />
6
puesto su corazón de niña buena, más allá de su<br />
malhumor, que solo ha sido una coraza. No puedo<br />
más que aplaudir todo lo que ha avanzado en el<br />
año, en donde se ha esforzado un montón, encarando<br />
sus problemas con ganas de superarlos. La<br />
verdad es que todavía le falta madurar algunas de<br />
esas dificultades, para que dentro de poco pueda<br />
valerse por sí misma y enfrentar la vida con mayor<br />
confianza. Tiene mucho amor que dar. Que siempre<br />
se cuide, es una niña adorable.<br />
Con Piero siempre he tenido la certeza de que,<br />
a pesar de costarle más algunos cursos, su corazón<br />
cubría con creces todas esas dificultades. Es<br />
sin duda un tipo con mucha sensibilidad, que más<br />
allá de volverlo más frágil, lo ha ido curtiendo con<br />
sabiduría. Espero que esa mirada profunda y bonachona,<br />
que a veces se perdía en medio de alguna<br />
clase, sea la que le presente el mundo, para aprehenderlo<br />
y hacerlo suyo. Ahora, deberá entender<br />
que tiene mucho trabajo por delante y que, a veces,<br />
tendrá que nadar contra la corriente. Pero en<br />
esas lides, ya tiene experiencia, solo le puedo pedir<br />
que no deje de sonreír con la nobleza con la que<br />
todos los días viniera al colegio.<br />
Con sus ojos grandes y plenos de emociones,<br />
Alessia está en silencio sobre su carpeta. Sé que<br />
su alma ha sido abatida por distintas penas y, siendo<br />
tan sensible como temperamental, de algunas<br />
de esas intensidades todavía se está recobrando.<br />
Pero felizmente, ahora que se le acercan sus amigos,<br />
gracias a su espíritu de líder, se llena de energía<br />
dispuesta a vencer sus problemas y, dentro de<br />
poco, colmará a todos con su alegría. Chica noble y<br />
buena estudiante, tendrá que aprender a manejar<br />
su irritabilidad para que en futuros rigores no baje<br />
la mirada. Que su luz no mengüe y nos envuelva<br />
con su dulce claridad.<br />
Desde su rincón, siempre el lugar más chamullero<br />
e inquieto del salón, Tarek prepara alguna<br />
broma. Su mirada pícara adelanta a su alma buena,<br />
que siempre trata de darle vuelta a las cosas con<br />
humor. Pero con esto, también, es necesario marcar<br />
que muchas veces perdió tiempo efectivo de<br />
trabajo tratando de calmarse, que a pesar de ser<br />
un chico juicioso, siempre estuvo de lado del trabajo<br />
con las justas y el cumplimiento para el 11. Esto,<br />
lamentablemente (porque es un tipo hábil) no le<br />
ha dado la calma y hondura necesarias para mostrarse<br />
pleno, alcanzando y rebasando sus metas.<br />
Ya madurará y nos vendrá a contar lo bien que la va<br />
en la vida, porque se lo merece.<br />
Con Cristóbal, debo aceptarlo, he tenido una<br />
debilidad: lo he considerado muy capaz de hacer<br />
todo y bien. Por eso, cuando era al único que pillaba<br />
haciendo alguna palomillada entre su grupo, se<br />
irritaba, porque no podía creer que solo lo veía a<br />
él y no al resto. Asumo mi responsabilidad, siempre<br />
quise solo sorprenderlo a él, por la confianza<br />
Santiago Vilela,<br />
Alessandro Giuffra,<br />
Lucas Suárez,<br />
Paulo Silvera<br />
y Massimo Guazzotti.<br />
7
que le tengo, para que salga adelante, sin error<br />
que quede sin ser observado. Así es como se las<br />
arregló para estudiar en el colegio, sacar buenas<br />
notas, participar en casi todas las actividades de la<br />
promoción y estudiar en la pre, para luego alcanzar<br />
su ingreso en un buen puesto. Un tipo, en verdad,<br />
muy competente. Qué gusto es haber contribuido<br />
a su formación y que la consecuencia sea un joven<br />
juicioso, solidario y con opinión informada de lo<br />
que sucede a su alrededor. A partir de ahora, que<br />
haga todas las travesuras que quiera, yo ya no le<br />
llamaré la atención.<br />
Entre algunas carpetas desordenadas, aparece<br />
Samantha, con quien he tenido más de un encuentro<br />
en pos de llamarle la atención por sus faltas.<br />
Se me acerca y me mira con ganas de pedirme<br />
algún permiso imposible, intercambiamos sonrisas<br />
y vuelve a su impecable desorden, a su anarquía<br />
creativa. Es por eso que le tengo tanta estima,<br />
aunque se sorprenda con esta declaración, porque<br />
su manera de desafiar al resto no es más que<br />
su manera más íntima de mostrar dulzura y confianza,<br />
a pesar de que durante un buen tiempo no<br />
entendí eso. Ahora, también tendrá que trabajar<br />
sobre qué aspectos de su personalidad le pueden<br />
gestar problemas, como su terquedad, para evitar<br />
decir o hacer cosas que puedan ofender.<br />
Ahora, pisando un poco el acelerador, poco<br />
antes de llegar al final del camino, veo cómo los<br />
chicos trabajan como locos antes del estreno del<br />
teatro. Los actores están inquietos, la producción,<br />
ultimando detalles y el resto de chicos viendo<br />
cómo acomodar entradas para la temporada.<br />
Así, noto a Renata nerviosa, pero dominada.<br />
Ella ha sido siempre una aliada fiel del bien común<br />
en el salón, una niña que trabaja en favor de todos<br />
y, además, una estudiante aplicada. Todos<br />
sus gestos son amables y considerados, no le he<br />
podido coger ningún mal paso o alguna expresión<br />
desacertada con respecto a otros en el aula. Pero,<br />
aun así, la veo con algunas dudas con respecto a<br />
su propio desempeño, con vacilación frente a la<br />
importancia de su presencia en nuestro colegio.<br />
No puedo decirlo con otras palabras, aunque quiero<br />
ser completamente certero: es una muchacha<br />
maravillosa. Ella representa la esencia de lo que el<br />
colegio pide a sus alumnos, pero con mayores virtudes,<br />
que desde luego son herencia de una impecable<br />
educación en casa. Será difícil cubrir el espacio<br />
de alegría y optimismo que ella deja. Entonces<br />
entiendo sus nervios y me siento conmovido.<br />
Repasando su parlamento y ensayando sus<br />
pasos de la obra, veo a Paulo, un muchacho de<br />
oro, que siempre pone el doble de esfuerzo para<br />
cumplir con sus amigos y el colegio, salvo por su<br />
piedra en el zapato: las matemáticas. Pero aún me<br />
gustaría sentirlo más confiado en sí mismo, plantado<br />
frente al mundo con la sencillez y dulzura que<br />
esgrime con naturalidad, porque es un ejemplo de<br />
buen chico y lo sabe, pero todavía no le da la im-<br />
Celebrando la graduación<br />
de Sexto grado.<br />
8
portancia que debe. Con él me he sentido muy unido,<br />
no solo porque en sus ojos me he podido reflejar,<br />
sino porque siento que es un gran ejemplo de<br />
reirrojismo. ¿Cómo no admirarlo y quererlo? Dentro<br />
de poco escucharemos sus logros.<br />
Acomodando los instrumentos en el balcón,<br />
reconozco a Mateo, chico que ha sabido economizar<br />
sus palabras en favor de los gestos, que lo presentan<br />
como un gran amigo y un hombre educado.<br />
Durante el año nos hemos acercado poco, pero significativamente,<br />
espero, para sentir la calidez que<br />
emana. Cuanto ha tenido que decir, con completa<br />
claridad, lo ha dicho, sin media letra más. Sobre<br />
todo porque es un tipo sensato que no quiere sacarle<br />
la vuelta a nadie, ni “florear” para alcanzar su<br />
comodidad. Además, le conocemos su espíritu de<br />
artista, al que le debe meter más punche, porque<br />
es talentosísimo. Cuanto pueda hacer por nuestra<br />
sociedad, estoy seguro, lo hará, culminando su formación<br />
como un hombre de bien.<br />
Y acomodándose el disfraz de monstruo para<br />
la obra, veo a Martín, chico dulce que nunca ha<br />
dejado de sonreír con genuinas ganas de disfrutar.<br />
Es en especial un alumno que posee empatía<br />
con todos, que recoge con sensibilidad al que se<br />
ha caído y le entrega palabras de cariño. Si bien su<br />
desarrollo académico no ha sido el mejor (porque<br />
no ha querido, no se ha esforzado lo suficiente),<br />
su desempeño creativo y artístico ha sido generoso.<br />
El Chino ha sido entrañable, pero también,<br />
por momentos, quisquilloso, sobre todo con la<br />
evaluación de su esfuerzo, que siempre ha creído<br />
que no se ha valorado con justicia. Desde aquí,<br />
debe saber que siempre lo aplaudimos mucho y si<br />
no se dieron los resultados esperados, fue porque<br />
creímos que puede dar más, porque es talentoso.<br />
Que persevere en sus proyectos futuros, tiene un<br />
gran porvenir.<br />
Casi a gritos, Abril Valdez se me acerca a pedirme<br />
“todo para ayer”. Ella ha sido mi otra jefa, casi<br />
mi tutora, la que siempre pidió mucho y dio mucho<br />
(sobre todo en las actividades de la promoción),<br />
pero descuidando un poco los estudios en donde<br />
pudo ser brillante. Me gustaría que su vehemencia<br />
la pueda canalizar siempre para lograr los objetivos<br />
que tiene que cumplir, así sean por placer o por<br />
obligación. También, debe moderar su manera de<br />
hablar, que siempre estuvo al límite del respeto y<br />
la provocación. Asimismo, debe mejorar muchísimo<br />
el cumplimiento de sus horarios y ordenar sus<br />
tiempos de sueño, para que el cansancio no le domine.<br />
Es una luchadora, ahora le toca volcar toda<br />
su energía en favor del mundo.<br />
Con los ojos llenos de optimismo Andrea salta<br />
de un lado para el otro, investida por un ardor divino<br />
que deslumbra a todos. Es una niña que cumple<br />
a cabalidad todo, con un sentido de la responsabilidad<br />
absoluto, pero sin descuidar el juego y las bromas<br />
con sus compañeros, que le quieren profundamente.<br />
Su papel protagónico en la obra no me<br />
sorprende, porque de alguna manera siempre ha<br />
resaltado ante los ojos de los adultos que la hemos<br />
instruido. Que esa confianza que ha alcanzado en<br />
este último tiempo la catapulte a la vida, para que<br />
todo le sea propicio. Que su estrella siga brillando.<br />
La guitarra de Santiago suena maravillosamente,<br />
creando una melodía que ha servido de<br />
música de fondo para estos días de despedida. Con<br />
él he ido de a pocos, calmando su ansiedad por las<br />
notas y, particularmente, con el curso de Matemáticas,<br />
en donde nos hemos encontrado y desencontrado<br />
en más de una vez. Lo he visto madurar,<br />
pero todavía le falta confiar en sus virtudes, con el<br />
ánimo intacto para ofrecer batalla a sus dificultades,<br />
optimista entre los optimistas. Que su corazón,<br />
amable como el que más, le impulse a afrontar<br />
el mundo con coraje, sin perder la fe en el futuro,<br />
que será pleno bajo la sombra de su esfuerzo. Toda<br />
la suerte para él, se le extrañará demasiado.<br />
Allison viene graciosamente, cuidando su<br />
sonrisa de niña sana y serena, con esa presencia<br />
que nos da calma y anima a seguir construyendo<br />
el proyecto de escuela que tenemos. Con su presencia,<br />
ha dejado en nosotros la difícil tarea de<br />
educar más niñas como ella. Que sirva su ejemplo<br />
de perseverancia, amor y confianza. Ha sido<br />
un gusto enorme tenerla entre nosotros, que siga<br />
creciendo y se convierta en una gran mujer, para<br />
que cuando nos visite comparta algo de su candor<br />
con nosotros.<br />
Así, con bastante pena llego al final de este<br />
texto, tratando de acomodar mis sentimientos<br />
para dar el definitivo adiós, que es increíblemente<br />
difícil. No olviden que son unos chicos maravillosos,<br />
querida promoción, que el mundo les sea propicio.<br />
Gracias por el amor.<br />
Diego Alonso<br />
9
La tribuna de Quinto de media<br />
Este 2016 la promoción XXX se despide del colegio<br />
con alegría y entusiasmo. Se les extrañará.<br />
Quería hacer este texto algo “cursi”, pero la verdad<br />
no sé qué decir. Tampoco pienso mandarme un<br />
parrafazo, ya que no estudio aquí desde chico. Lo<br />
que sé es que fueron unos buenos años. No estoy<br />
tratando de ser más profundo o diferente al texto<br />
de mis compañeros, pero no sé qué escribir. Solo<br />
quiero agradecer a todos mis familiares, compañeros<br />
y maestros que me han apoyado durante estos<br />
años. Los quiero a todos. Bye.<br />
Martín Tokeshi<br />
Como mucha gente, yo estoy en el colegio desde<br />
que tengo dos años y me acuerdo claramente, por<br />
ejemplo, de estar sentada en la primera fila de las<br />
asambleas, voltear para ver las tribunas y pensar<br />
que llegar ahí era un logro casi imposible que solo<br />
pocos alcanzaban. Cada año me iba acercando<br />
más, y no fue hasta Tercero de media, cuando se<br />
hace el “cambio de tribunas”, que me di cuenta de<br />
que mi tiempo en el colegio estaba acabando.<br />
He pasado el 87,5% de mi vida acá (sirvió de algo<br />
la clase de porcentaje) y obviamente es un montón.<br />
No tengo recuerdos antes del colegio. Tampoco<br />
me puedo imaginar en ningún otro colegio.<br />
He conocido a las mejores personas acá, desde<br />
profesores, hasta amigos que he visto desde los<br />
Tres años. Como lo hace mucha gente, le escribiría<br />
a cada profesor uno por uno,<br />
pero eso sería demasiado ya que<br />
todos los profesores que he tenido<br />
me han afectado de alguna<br />
manera y estoy muy agradecida<br />
por eso.<br />
Han sido buenos 14 años. Los<br />
quiero. Ya veremos qué sigue.<br />
Renata Salcedo<br />
Mikala Paz Soldán, Renato Farfán,<br />
Tarek Rosado, Héctor Espejo<br />
y José Carbajal.<br />
10
Alessia Revelli y Anael Ávila.<br />
A veces la gente no le toma mucha importancia a<br />
lo que vive de niño, hasta cuando sales del colegio,<br />
quizás porque la secundaria es lo más reciente y<br />
de niño no sabes lo que haces. Pero los dos años<br />
que viví en el colegio, antes de volver en Cuarto de<br />
media, los recuerdo como los más divertidos de mi<br />
niñez. Me fui en el 2008 y el cariño que le tenía al<br />
colegio me acompañó siempre.<br />
Cuando decidí volver, mis expectativas eran<br />
muy altas. Volví por mis mejores dos años de secundaria,<br />
los dos años que jamás podré olvidar<br />
(gracias, pa) y siendo sincera, superaron cualquier<br />
expectativa que pude trazar. Conocí a muchas personas,<br />
hice amigos que no quiero soltar nunca (así<br />
sea una de esas falsas promesas), y cada cosa,<br />
momento, mala pasada o decisión equivocada no<br />
la cambiaría por nada.<br />
Gracias a cada persona que estuvo conmigo,<br />
perdón a cada compañero que herí y un abrazo para<br />
todos los que se fueron. Les debo lo que soy ahora.<br />
Marcela Chincha<br />
Estos tres años en el colegio han pasado tan<br />
rápido que ni siquiera los vi irse. Desde el día que<br />
llegué, me sentí cómodo con mis compañeros de<br />
mi promoción. Unos llegaron a ser buenos amigos<br />
y otros los mejores amigos. Esta fue una de las razones<br />
para quedarme aquí.<br />
Al principio era tímido al tratar de buscar un<br />
grupo o espacio en el aula, pero al final me di cuenta<br />
de que me integraron a la familia de la promoción<br />
XXX.<br />
Pasé momentos geniales en cada campamento,<br />
cada noche y cada día, aprovechándolos al<br />
máximo.<br />
Mi labor aquí, en este colegio, está a punto de<br />
acabar y seguir con lo que la vida me tiene preparado<br />
para mañana. Gracias a todos por recibirme<br />
como uno más. Hubiera deseado venir desde primaria,<br />
pero estos tres años fueron igualmente importantes<br />
para mí.<br />
José Alonso Carbajal<br />
No puedo contar cómo fue cuando llegué aquí, ni<br />
qué fue lo que sentí, porque la verdad no lo recuerdo.<br />
Llegué hace 15 años, sin entender muy bien<br />
qué estaba pasando, ni qué significaba, creo que<br />
sigo sin entender esto del todo. Pero de lo que estoy<br />
segura es que no me imagino fuera de aquí, sin<br />
tener que venir todos los días.<br />
Me sería imposible enumerar todo lo que he<br />
aprendido, ni medir la felicidad que estar aquí me<br />
ha traído. Estoy infinitamente agradecida con todos<br />
ustedes, que han hecho estos años inolvidables.<br />
Laura Carrasco<br />
Llegué a este colegio completamente perdida, no<br />
sabía quién era, ni lo que quería. Pasé por dos colegios<br />
antes de este y de los tres, este es al que<br />
11
El Quijote va a liberar<br />
a los galeotes.<br />
más aprecio le tengo. La vida es una constante exploración:<br />
buscas amigos, te examinas a ti mismo<br />
o tientas la felicidad. Es gracioso pensar que crecer<br />
te trae tantas experiencias, algunas dolorosas,<br />
pero todas necesarias. Estaba perdida y aquí me<br />
encontraron, aunque no me dijeron dónde estaba,<br />
solo me dieron pistas. La verdad es que todavía me<br />
estoy buscando, pero creo que ya conozco el camino<br />
para hallarme.<br />
Isabel Alayza<br />
Ya son doce años y todo se siente como el primer<br />
día. He vivido tantas cosas aquí, que no sé por dónde<br />
empezar. Es gracioso pensar que pronto pasaré<br />
de ver a mis compañeros todos los días a verlos<br />
solo de vez en cuando. Pasar de levantarse temprano<br />
y tomar el mismo camino hacia el colegio a<br />
solo levantarse y recordar “Ah, cierto… esto ya terminó.”<br />
Aún recuerdo cuando entré al salón de Cinco<br />
años por primera vez: ver nuevas caras, nuevos<br />
lugares, entre otras cosas, que nunca olvidaré. Así<br />
salga por esa puerta, todas esas cosas estarán en<br />
mi cabeza.<br />
No sé si decir que estoy feliz o triste, solo sé<br />
que estoy muy agradecido con todas y cada una de<br />
las personas que he conocido a lo largo de mi vida<br />
en el colegio.<br />
Esto no es un adiós, es un hasta pronto. Muchas<br />
gracias a la promoción XXX por acompañarme<br />
estos 12 años. Muchas gracias a todos los profesores<br />
que me han enseñado todo lo que sé. Muchas<br />
gracias a todos mis amigos y amigas. Muchas gracias<br />
a Los Reyes Rojos por lo que has hecho por mí.<br />
Para terminar, muchas gracias, Constantino, por<br />
haber fundado el mejor colegio que existe. Hasta<br />
pronto.<br />
Massimo Guazzotti<br />
Yo llegué a Los Reyes en el 2004, y conocí a<br />
muchas de las personas con las que terminaré<br />
esta etapa. En este colegio conocí a grandes compañeros<br />
que me ayudaron y yo pude ayudar. No me<br />
arrepiento de haberme accidentado en mi colegio<br />
anterior, porque gracias a ese accidente acabé<br />
aquí.<br />
Agradezco a mis tutores, desde Manuela hasta<br />
Diego, por apoyarme hasta los últimos días del<br />
cole. Agradezco a Emilio y Fabio por su ayuda para<br />
ingresar a la universidad, e iniciar esa nueva etapa.<br />
Gracias a las señoras de limpieza por ordenar<br />
mis travesuras. Gracias a Zoila, Marina y Maritza<br />
12
por fiarme todos los días en la cafetería (incluyendo<br />
los viernes). Gracias al Gordo por sus bromas.<br />
Gracias a todos por soportarme estos hermosos<br />
años.<br />
Alessandro Giuffra<br />
Sigo alucinando cómo he llegado a encariñarme<br />
tanto con el colegio. Cómo voy a extrañar a los profesores,<br />
los campamentos (en los que me pasaba<br />
la mitad del tiempo quejándome), los viajes (con<br />
sus clásicas náuseas), la comida de la cafetería,<br />
las clases de Luciano, gritar “familia” en las asambleas,<br />
saludar a Chebo todas las mañanas, pedirle<br />
todos los días a Kathy que nos ponga un film, salir<br />
a comer al malecón, los saludos del Gordo, pero sobre<br />
todo, voy a sufrir no ver a mis amigos todos los<br />
días. Amo este lugar. Fue un placer.<br />
Abril Escalante<br />
Bueno, llegó el día, y para empezar, quiero dejar en<br />
claro que esto no es un adiós, sino un hasta luego.<br />
He pasado toda mi vida en este colegio, desde que<br />
estaba en la panza de mi mamá. He visto, observado,<br />
analizado a lo largo de los años muchas cosas,<br />
he pasado momentos felices y tristes, hasta llegar<br />
a ser la persona que soy hoy en día. Siempre me<br />
he sentido en familia, he conocido personas en las<br />
que puedo confiar. Siempre tendré recuerdos de<br />
cada uno. No sé cómo voy a hacer cuando salga,<br />
es un nuevo mundo para mí, pero lo que venga lo<br />
afrontaré con ganas y cumpliré mis metas.<br />
Mi madre me dijo una vez que mi virtud es ser<br />
feliz, y sin duda aquí en este colegio, Los Reyes Rojos,<br />
he sido y soy feliz.<br />
Arianna Altamirano<br />
Le quiero decir a este gran colegio mil gracias<br />
por tenerme, soportarme y ayudarme en todo. Me<br />
siento tan agradecida por todo, pero tan triste por<br />
tenerme que irme y tener que decirles cuánto los<br />
quiero.<br />
Desde que estoy en este colegio he aprendido<br />
a respetar, a querer, a ser amable con todos.<br />
Me siento muy agradecida, pero sobre todo a los<br />
profesores que me conocen mucho, como Mónica,<br />
Chebo, César y Diego, y a los que ya no están en<br />
este colegio. También quiero agradecer a mis compañeros<br />
por todos estos años juntos, los voy a extrañar<br />
mucho.<br />
Nunca me voy a olvidar de este colegio ni de<br />
mis amigos. De mis amigos que estuvieron conmigo<br />
todos estos años ayudándome en las buenas y<br />
en las malas.<br />
Les voy a tener mucho cariño a este colegio, a<br />
mis profesores y a mis compañeros.<br />
Mikala Paz Soldán<br />
Franco Denegri, Claudio Gruenberg, Martín Tokeshi,<br />
Gabriel La Madrid y Piero Puccio.<br />
13
Es impresionante cómo pasa el tiempo. Empecé<br />
a visitar el colegio en el 2002, a los dos años,<br />
pero desde el 2003 soy oficialmente una reirrojina.<br />
Fue desde Inicial que conocí a varios de mis<br />
compañeros de vida, con los que he pasado cosas<br />
alucinantes que me han ayudado a formar mi personalidad.<br />
Aunque siempre haya tenido una tendencia a<br />
elevarme, sobre todo marcada en Primaria, siempre<br />
he sabido que tenía gente impresionante cerca,<br />
en el piso, a las que he adorado y adoraré toda<br />
mi vida. Me acuerdo de todos mis amigos y los juegos<br />
en Primaria, como Power Rangers, Little Pets<br />
Shop, San Miguel, Policías y Ladrones (que queríamos<br />
tanto jugar en Primero de media, pero no nos<br />
dejaron: en Secundaria los recreos son aburridos),<br />
el juego inventado por Balado, Suárez y yo, y el increíble<br />
“puz” que tomó el colegio por completo y<br />
creó leyendas (y pensar que yo comencé con esa<br />
locura).<br />
Es difícil escribir este texto sabiendo lo que significa:<br />
el cierre de mi vida hasta ahora, toda, absolutamente<br />
toda mi vida se ha basado en el colegio.<br />
No puedo llamarlo una experiencia o un capítulo,<br />
porque es todo lo que conozco y no quiero terminar<br />
de vivirlo. Voy a extrañar todo, el colegio, los profesores,<br />
pero más que todo eso, a mi promoción y el<br />
poder verlos todos los días, el poder sentarme con<br />
ellos en un salón y sentir que todavía están acá, el<br />
saber que todavía no los pierdo, que no pierdo una<br />
de las pocas cosas que ha estado presente y estable<br />
en toda mi vida. Solo quiero quedarme un poco<br />
más y disfrutar del poder estar con ellos, hacer más<br />
locuras y no sentirme tan mal por ello (por cometer<br />
algo fuera de las reglas, claro) y así poder disfrutar<br />
más de las mejores partes de mi vida.<br />
Me da pena pensar que este año, en vez de<br />
hacer todas “las cosas de Quinto”, haya sido como<br />
si todos, como promoción, hubiéramos frenado y<br />
en vez de hacer, solo vimos pasar el tiempo. Como<br />
si lo único que hiciéramos este año fuera esperar<br />
el final. Pero aunque suene contradictorio hemos<br />
tenido actividades lindas, como el campamento,<br />
donde jugamos básquet juntos, o el Día de la Canción<br />
Criolla, donde pasamos todo el día vendiendo<br />
cosas y sobre todo por el baile que todos disfrutamos,<br />
además el montaje de la obra Donde viven los<br />
monstruos, que fue muy divertido.<br />
En resumen, quiero agradecer todo lo que<br />
vivido, a los profesores, la gente del cole y la promoción<br />
por las experiencias. Si tuviera que darle<br />
un consejo a un reirrojino, sería que aprovechen al<br />
máximo el colegio, la gente y las actividades, participen<br />
en todo lo que puedan y disfrútenlo.<br />
Para dar fin a este texto que tanto me cuesta<br />
terminar, como siempre pongo en todas mis libretas,<br />
al final del comentario, debo decir “Adoro este<br />
colegio”, y agradecer sobre todo a mis amigos.<br />
Atria Fiol<br />
¿Cómo podría empezar este texto? Pues…<br />
Siendo sincero, yo nunca esperé que este momento<br />
llegue. El recibir los Cabezones de las promociones<br />
mayores cada fin de año y sentarme a<br />
leer cada texto ya se me había hecho costumbre.<br />
Sin embargo, hoy día soy yo el que está despidiéndose<br />
a través de este texto y por eso quiero contar<br />
un poco acerca de mi experiencia.<br />
Cómo olvidar todas las mañanas al Gordo y<br />
a Hugo, recibiéndome en la puerta, siempre con<br />
una gran sonrisa desde mi primer día de clases<br />
en marzo del 2004. Me acuerdo perfectamente<br />
de que en mi primera semana pude entablar una<br />
gran amistad con mi hermano del alma Alessandro.<br />
Quién iba a saber que terminaríamos prácticamente<br />
creciendo juntos. Y bueno, con el pasar<br />
del tiempo gente nueva fue llegando hasta que<br />
se consolidó este grupo.<br />
De verdad, juro que me estoy quedando corto<br />
de palabras. Ahora que sé que faltan muy pocos<br />
días para abandonar esta primera etapa de<br />
nuestras vidas. Es bastante difícil pensar en decirle<br />
chau a esta casa, ya que la nostalgia invade mi<br />
corazón.<br />
Estos largos 12 años han sido muy especiales<br />
para mí y puedo decir que estoy dispuesto a brindar<br />
un gran abrazo a todos los que han estado día<br />
a día guiándonos por este camino. Diego, Luciano,<br />
Santiago Joseph, Alfonso, Fabio, el Gordo, y decirles<br />
que de verdad los quiero un montón. Y a mi promoción,<br />
mi gente… gracias por absolutamente todo.<br />
14
Giancarlo Crovetto,<br />
Rafael Orlandini,<br />
Alejandro Holmquist y<br />
Cristóbal Rubio.<br />
Mientras voy terminando este texto se me salen<br />
las lágrimas, pero no de tristeza, sino de orgullo<br />
y felicidad por haber sido parte de esta casa. Gracias,<br />
Los Reyes Rojos.<br />
Santiago Vilela<br />
Estos años que he estado en el colegio han<br />
sido increíbles e inolvidables, con muchas bonitas<br />
experiencias que he pasado junto a mi promoción,<br />
como en las actividades, las salidas al cine, los campamentos<br />
y los viajes. Voy a extrañar un montón a<br />
todos los profesores, a los que tengo que agradecer<br />
por todos estos años de paciencia y haberme<br />
enseñado con esmero y dedicación. Especialmente<br />
agradezco a Fabio, Alfonso, Mariale Chirinos y<br />
Chock. Gracias.<br />
Renato Farfán<br />
Primero quiero hablar acerca de cómo influyó<br />
este colegio en mí, no solo porque me ha formado<br />
en aspectos académicos, sino porque ha cultivado<br />
valores que hoy, en mi día a día, son fundamentales<br />
en mi forma de ser. Por esto, no tengo palabras<br />
para agradecer a todos los tutores que han dejado<br />
en mí una pequeña esencia suya, dándome como<br />
objetivo ser una mejor persona. Es por todo esto<br />
que Los Reyes Rojos ha sido lo mejor que me pudo<br />
pasar en cuanto a educación pues, realmente, no<br />
podré olvidar lo que aprendí y viví en este lugar.<br />
Tarek Rosado<br />
Cuando me trasladé a este colegio descubrí un<br />
mundo nuevo, en el cual tuve la libertad de cultivar<br />
distintos intereses, lo que me permitió crecer<br />
como persona.<br />
A las generaciones menores del colegio, les<br />
quiero decir que son muy afortunados en estar en<br />
un colegio con un “chip” tan distinto al de otros y<br />
que aprovechen todas las oportunidades que este<br />
les brinde.<br />
A mi promoción les agradezco enormemente<br />
por abrirme sus corazones. Me llevo de cada uno<br />
de ustedes el mejor de los recuerdos y ya saben: “el<br />
dolor de la separación no es nada comparado con<br />
la alegría de reunirse de nuevo” (Charles Dickens).<br />
Alejandro Holmquist<br />
Ya se terminan los exámenes, la obra, el viaje, la<br />
graduación y punto final. Le digo adiós a Los Reyes.<br />
Nunca he sido buena para finalizar las cosas,<br />
no tanto por “los adioses”, más bien por el punto<br />
final.<br />
Se nos pidió o aconsejó hablar de nosotros<br />
en estas líneas y a partir de esto, algunos comen-<br />
15
tarios de cómo seríamos personas distintas si no<br />
hubiéramos estudiado en este cole. La verdad es<br />
que yo no podría haber estado en otro y menos en<br />
otra promoción. Toda mi vida lo he pensado, y este<br />
año solo se me hizo más claro. Es por esto, y por lo<br />
mencionado anteriormente, que no planeo hablar<br />
sobre lo que dejo atrás; en vez, hablaré de lo que<br />
me llevo.<br />
¡Qué bestia! Horas y horas en buses para vivir<br />
los campamentos y los viajes que en su momento<br />
parecían nunca terminar, los cortes de pelo terribles,<br />
las canciones en el Inglés A, los partidos de<br />
vóley, de fútbol, de básquet y las piyamadas. Charlas<br />
interesantes con los profesores, con los amigos<br />
y los consejos. Las tardes de teatro, la primera sonrisa<br />
del día que me sacaba Chebo, las tortas que<br />
corté, las notitas en la clase con ningún sentido,<br />
poder comer canchita en el cine y ver por primera<br />
vez en años el redondito de los hombres del salón.<br />
Convivir cinco días de la semana, a veces seis,<br />
con personas lindas, que como dice Chock, “son<br />
de ptm”, que no sé si pararé de extrañar pronto. Y<br />
eso es lo que más alegría me da llevarme, la promo<br />
XXX y lo que significó ser parte de ella.<br />
Así que, para ir terminando este comentario,<br />
este colegio fue mi casa, la promoción, mi familia, y<br />
aunque se aproxima el punto final, lo que me llevo<br />
fue y es “de ptm”.<br />
Andrea Valdizán<br />
Nunca olvidaré mi primer día de clases en Los Reyes<br />
Rojos:, recuerdo que fue a mediados de Segundo<br />
grado y que la persona que más me ayudó a<br />
integrarme a mi promoción fue Chebo. Él me ayudó<br />
a superar mi timidez a través de la música, tocando<br />
cajón y me dio su apoyo en un momento en que<br />
necesitaba de orientación.<br />
Pasaron los años y llegué al Sexto grado donde<br />
tuvimos un tutor inolvidable, nuestro querido Alfonso.<br />
Ese año fue muy bonito porque tuvimos las<br />
pruebas y un montón de actividades que realizamos<br />
en conjunto.<br />
Ahora, después de 10 años, en que tuve la<br />
suerte de entrar a este colegio, me siento muy feliz<br />
de haber formado parte de este maravilloso grupo.<br />
También me siento un poco triste porque voy a dejar<br />
de ver a mis amigos y a todos los profesores, a<br />
los que he agarrado tanto cariño. Bueno, solo me<br />
queda agradecer por haberme acompañado en<br />
esta etapa del camino. Los voy a extrañar mucho.<br />
Piero Puccio<br />
Bueno, ha llegado el momento de escribir mi testimonio.<br />
En este momento por mi cabeza pasan<br />
miles de historias y anécdotas que, estoy segura,<br />
no olvidaré.<br />
Recuerdo mis primeros días en este colegio,<br />
entraba por la puerta de Cajamarca, veía a los chicos<br />
de Primaria alta en clases de baile, también los<br />
juegos de Inicial y los pájaros. Me moría de miedo,<br />
pero fueron pasando las semanas y me fui sintiendo<br />
cada vez más parte de esta, mi segunda familia.<br />
Laura Carrasco, Marcela Chincha, Majo Canessa,<br />
Abril Valdez e Isabel Alayza.<br />
16
Princesas<br />
Si tuviera que escribir sobre cada momento<br />
que viví aquí en el colegio o en los campamentos,<br />
los viajes, las piyamadas, las salidas y demás actividades,<br />
no acabaría, pero en resumen puedo decir:<br />
gracias a la familia reirrojina por estar siempre,<br />
acompañarme y soportarme en todos estos años.<br />
Además, gracias por darme la oportunidad de conocer<br />
a personas tan lindas con las que estoy segura<br />
que saldré de la mano por la puerta de Grau<br />
al mundo.<br />
María José Canessa<br />
Recuerdo que, cuando de pequeña, pasaba todas<br />
mis vacaciones en Lima y cómo quería volver a vivir<br />
acá. Recuerdo también que la primera vez que<br />
escuché sobre los Los Reyes Rojos fue en una oración<br />
en el que seguían adjetivos despectivos o, de<br />
alguna manera, mal intencionados. Pero, aun así,<br />
años más tarde seguía queriendo venir a este colegio.<br />
Una década después estoy sentada, intentando<br />
terminar esto porque lo tengo que entregar<br />
ahora, y puedo decir que desde el primer día que<br />
pisé este colegio como alumna, ninguno de esos<br />
adjetivos se hizo presente.<br />
Luego de dos años de compartir con el colegio,<br />
me alegra decir que soy parte de la promoción XXX<br />
y que, sin duda, me hubiera gustado estar más<br />
aquí. Voy a extrañar todo esto y me enorgullece<br />
haber sido parte de esta pequeña familia.<br />
Abril Valdez<br />
Muchos pensamientos.<br />
Muchas emociones.<br />
Pocas palabras.<br />
Samantha Salazar<br />
Bueno, llegó el momento, después de ocho años<br />
de estar en este colegio, de decir adiós. Se acaba<br />
una etapa de la vida. Solo me queda decir gracias<br />
a todos, desde los profesores hasta la última persona<br />
del colegio. Gracias a mis tutores: Alfonso,<br />
Santiago, Mariale, Namasté, Diego, y todos los todos<br />
profesores que tuve en estos años porque de<br />
ellos aprendí muchas cosas. Gracias a Fabio, por<br />
aguantar mis chongos y matarnos de risa juntos;<br />
gracias a Manolo y a Wili, por esas conversas sobre<br />
fútbol y política, que a veces acababan en bronca<br />
por el fanatismo que tenemos; gracias al Gordo,<br />
con quien cada día nos la pasábamos fregando a<br />
las personas en la salida; gracias a Ángela, por esas<br />
clases de matemáticas. Gracias a todas y cada una<br />
17
de las personas que me crucé en este colegio, porque<br />
de todos se aprende algo. Gracias a los viajes,<br />
los campamentos y todas las experiencias vividas<br />
en estos años. Gracias, Los Reyes Rojos.<br />
Gian Carlo Crovetto<br />
Impresionante, espectacular e inolvidable, palabras<br />
cuyo significado está lejos de expresar el<br />
cariño que he cultivado en este colegio. Gracias a<br />
todas esas personas, desde alumnos hasta profesores,<br />
que me han ayudado a sentirme cómodo<br />
y transformaron el significado que yo le atribuía<br />
al colegio antes de venir a este. Además, me han<br />
ayudado a controlar mi carácter, el que reiteradas<br />
veces se escapó de mis manos, lo que agradezco.<br />
Parece como si hubiera sido ayer cuando<br />
llegué y conocí a quienes vería todos los días a<br />
las ocho de la mañana, durante ocho años: mis<br />
compañeros de aula. Aquellos con quienes llevé<br />
todos los cursos del colegio, dictados por profesores<br />
con quienes hemos hecho irrompibles lazos,<br />
tales que hasta llamarles como lo hacía en<br />
mi colegio anterior, me suena a tabú. Sin duda, la<br />
mejor experiencia de mi vida y si el colegio me lo<br />
permitiera, repetiría felizmente de año.<br />
Finalmente toca decir adiós, pero que no<br />
esté ahí no significa nada, ya que tendré este<br />
recuerdo en la bóveda más profunda de mi memoria,<br />
aquella que ni el Alzheimer podrá romper.<br />
Gracias, Los Reyes Rojos.<br />
Cristóbal Rubio<br />
¡Prueba cumplida! Retiro de Sexto grado.<br />
18
Palabra de padres<br />
Cuando Cecilia y yo estábamos en la Universidad<br />
(hablo de 1986, o sea, hace 30 años) y nos proyectábamos<br />
al futuro, pensábamos en Los Reyes Rojos<br />
como el colegio en el que estudiarían nuestros<br />
hijos. Pasó el tiempo, llegaron las hijas y cuando<br />
tuvimos que decidir, estuvimos a punto de ir a otro<br />
lado. La llegada de Renata a nuestras vidas coincidió<br />
con la de Sebastián Carrillo. Sebastián se encargó<br />
de sacarnos la idea de cualquier otro colegio<br />
y volvió la ilusión por Los Reyes Rojos. Y así, de la<br />
mano de los Carrillo llegamos aquí. Han pasado 15<br />
años, Micaela tiene 19 años, Renata tiene 16, ambas<br />
son reirrojinas químicamente puras. El colegio<br />
nos ha ayudado a tener dos hijas maravillosas.<br />
Juntos hemos pasado por muchas cosas. Entre<br />
otras, la partida de Constantino y de Cecilia, la sensación<br />
del “qué pasará ahora…”. Nunca dudamos<br />
en seguir, porque Los Reyes Rojos somos todos,<br />
profesores, trabajadores, padres y alumnos, una<br />
gran familia que pone el amor, la solidaridad, la<br />
igualdad y la libertad por encima de todo.<br />
Ahora nos toca irnos muy agradecidos. Seguiremos<br />
aprovechando cualquier oportunidad para<br />
regresar al colegio, tenemos la excusa de ver a Carolina,<br />
a Paloma y a Diego. Aunque sabemos que<br />
no necesitamos excusas, que Los Reyes estará allí<br />
para recibirnos.<br />
Muchas gracias a todos. La lista es muy larga y<br />
queremos resumir nuestro agradecimiento diciéndole<br />
a Melissa que cuenta con los Salcedo Zeballos<br />
incondicionalmente, que no tenemos ningún<br />
reproche, que somos el mejor colegio del mundo.<br />
Cecilia Zeballos y Carlos Salcedo.<br />
Papás de Renata y Micaela. Tíos de Ana<br />
Gabriela, Carolina, Paloma y Diego.<br />
Este año suman 15 (no 14, como cabe suponer)<br />
que Laura ha pasado o, más precisamente, ha estado<br />
en el colegio. Tenía dos años cuando de manera<br />
excepcional la matriculamos y se quedó, por<br />
primera vez, a cargo de los siempre cálidos brazos<br />
de Mónica después de cruzar la metálica reja de la<br />
calle Cajamarca.<br />
A lo largo del tiempo transcurrido desde entonces,<br />
a través de sus ojos, de sus vivencias y de las nuestras,<br />
pero sobre todo de su propia constitución de<br />
niña en joven, hemos sido partícipes de muy distintas<br />
y diversas maneras de los remansos y correntadas<br />
de esta etapa escolar que ahora acaba,<br />
así como del cauce de esta experiencia en la que<br />
instrucción y educación han estado presentes y<br />
vigentes, acaso no siempre acompasadamente,<br />
pero siempre de forma constante y rectora.<br />
Vistas las cosas en el retrovisor, en algunos aspectos<br />
seguramente no resultará sencillo estimar<br />
cuánto de aquí y cuánto de allá hay en Laura y, del<br />
mismo modo, en el balance de cada quien, en todos<br />
y cada uno de sus compañeros y amigos. Pero<br />
esa sola dialéctica ilumina la densidad —seguramente<br />
distinta para unos y otros— de ese corpus<br />
no siempre claramente definido que se llama comunidad<br />
educativa.<br />
Es ahí donde algunos componentes de la liturgia<br />
reirrojina, como los viajes y campamentos, la campaña<br />
de leche para Corazoncitos Azules, las pruebas<br />
de Sexto grado o los bingos y los hechos como<br />
las idas/venidas de antiguos/nuevos compañeros<br />
y amigos, entre muchos otros aspectos, han adquirido<br />
en todos estos años una especial resonancia,<br />
y es desde ahí desde donde hay que saludar y celebrar<br />
el final de un ciclo y el inicio de otro, siguiendo<br />
cada quien el rumbo de su singularidad, asistidos<br />
todos por una común experiencia y un común deseo.<br />
Alas y buen viento a todos.<br />
Sergio Carrasco y Marta Castañeda.<br />
Papás de Laura.<br />
19
Popurrí<br />
Inicial es puro juego y color.<br />
Vemos en estas páginas un poco<br />
de su dulzura.<br />
Si fuera un animal…<br />
sería un rinoceronte y viviría en una selva<br />
salvaje.<br />
María Peirano<br />
Tres años<br />
yo sería un caracol en un jardín hermoso en la<br />
selva del Perú.<br />
Vasco Vásquez<br />
Tres años<br />
sería una chita y viviría en una selva con una<br />
señora llamada Camila.<br />
Lola Marroquín<br />
Tres años<br />
sería una jirafa para alcanzar los árboles con<br />
las patas.<br />
Yago Rafael Adrianzén<br />
Tres años<br />
Formando familia de animales.<br />
Matías López, Vasco Vásquez, Julia Horna<br />
sería un león para comérmelos a todos.<br />
Julieta Magnolia Krumdieck<br />
Tres años<br />
La jirafa…<br />
tiene el cuello largo y es bien alta para<br />
alcanzar las copas más altas de los árboles<br />
para alimentarse.<br />
Emma Arce<br />
Tres años<br />
su cuello y sus patas son largas para alcanzar<br />
las hojas de los árboles largos y altos.<br />
Mariano Flores<br />
Tres años<br />
El elefante…<br />
tiene la trompa larga para tomar agua y para<br />
alcanzar la comida a su boca.<br />
Diego Mélinchon<br />
Tres años<br />
tiene orejas grandes porque está muy grande<br />
y les sirven para escuchar más bien porque si<br />
una persona está gritando, él escucha.<br />
Candela Ojesto<br />
Tres años<br />
Thiago Escandón. Una jirafa disfrazada de león. 3 años.<br />
20
La cebra…<br />
es mi animal favorito porque me gusta el<br />
blanco y es blanca con rayas negras.<br />
Julieta Ramos<br />
Tres años<br />
¿Por qué la vaca dice<br />
muuuuuu?<br />
Pedro Hinojosa. Insecto mariquita.<br />
Las vacas no podían hablar<br />
y las mamás le pusieron ese sonido.<br />
Alejandro Montero<br />
Tres años<br />
El mamut…<br />
era un elefante grandote que tenía<br />
colmillos para pelear y defenderse<br />
del Rex.<br />
Azul Peirano<br />
Tres años<br />
Sobre los insectos<br />
Azul Peirano. El mamut.<br />
Dibujando mi animal favorito.<br />
Victoria Cillóniz<br />
Me gustan las mariquitas porque tienen su<br />
cuerpo lleno de puntos negros. Y los escarabajos<br />
porque son muy muy muy lindos porque tienen<br />
su ropa y sus alitas negras y rojas.<br />
Sebastián Gonzales<br />
Tres años<br />
Los insectos son pequeños y bonitos, ellos<br />
comen plantas y caminan por la selva y por la<br />
calle. El ciempiés es mi favorito porque tiene<br />
varias patas que usa para caminar mucho.<br />
Kaya Fromm<br />
Tres años<br />
Martina Márquez. La selva.<br />
21
Vuela, pajarito<br />
La mariposa vuela del árbol,<br />
El pajarito vuela del patio,<br />
El bicho vuela del pantano<br />
Y el búho vuela del árbol.<br />
Salvador Fernández. Cuatro años<br />
Adivinanza<br />
Es un animal<br />
que vive en el frío,<br />
come pescado,<br />
tiene la barriga blanca<br />
y un pico anaranjado.<br />
(El pingüino)<br />
Keira Sánchez.<br />
Maximiliano Eguren. Cuatro años<br />
Andrea Rosadio<br />
María O'Brien<br />
Francesco Bellini. “Una nave.”<br />
22
Amadeo Cabieses, Matilda Nieto, Inés Aller y Borja Sarmiento.<br />
“Me gusta mucho que Inés, Borja y Amadeo estemos en esta foto.”<br />
Matilda Nieto.<br />
Alonso Pestana.<br />
Vicente Bravo y Aitana Soto.<br />
“Una corona de color rosado.” Aitana Soto.<br />
María Fernanda Neyra<br />
La vincha de colores<br />
Había una vez, en una ciudad, una niña que se<br />
llamaba Alice que tenía una vincha de muchos<br />
colores como el rosa, morado, celeste, crema,<br />
amarillo y blanco. Ella cumplió seis años y en<br />
su fiesta hizo muchos collares y pulseras. Ella<br />
tenía unas zapatillas favoritas con muchos<br />
brillos celestes y blancos. Su animal favorito<br />
era el delfín y vivía en un enorme castillo con<br />
sus amigos.<br />
Montserrat Planas. Cuatro años<br />
Luciano Dacal.<br />
23
Uma Tola. Liam Clement. “Quiero premios.” Cristóbal Caparó.<br />
“Yo quería hacer cerámica porque me<br />
gustan las líneas de Nasca.”<br />
Cristóbal Caparó.<br />
Facundo Gabillo.<br />
Amil Mikati.<br />
Lía Uccelli y Patricio Márquez<br />
“Yo quiero una carita feliz.” Patricio Marquez<br />
Ignacio Portocarrero. “Yo pasando por ahí.” .<br />
24
Las serpientes cascabel<br />
Son ovíparos porque nacen de huevos. Es<br />
la serpiente más venenosa de Nueva York y<br />
México. Es de tamaño mediano.<br />
El jaguar<br />
Es un mamífero. Algunas veces se come a sus<br />
hijos. Cuando el jaguar bebé ve por primera<br />
vez al papá o a la mamá, se queda un tiempo<br />
con él. Los cachorros son traviesos. El jaguar<br />
vive en la selva, algunos en África. Es uno de<br />
los animales más rápidos.<br />
Tristán Peña Maggiolo<br />
Matías Calero Álvarez<br />
Las ranitas venenosas<br />
Son ovíparas porque nacen de huevos. Tienen<br />
veneno en su cuerpo y lengua, por eso no<br />
las puedes tocar. Comen insectos, moscas y<br />
orugas.<br />
Noah Fromm Osorio<br />
Los pelícanos<br />
Son ovíparos porque nacen de huevos. Comen<br />
peces pequeños y tienen como una bolsa<br />
grande en su boca para llevar sus presas.<br />
Marcelo Montani Paez<br />
“Estoy a punto de tener a mi bebè en brazos.”<br />
Olivia Gálmez<br />
Emil Arrarte.<br />
Alba Grimaldi.<br />
Emilio Aramburú.<br />
25
“¡Qué lindo es jugar e inventar juegos con<br />
nuestras amigas!”<br />
Ariana Miranda<br />
Benjamín Leunda.<br />
El puma<br />
Es un mamífero. Vive en las montañas. Come<br />
rápido y su piel está cubierta de pelos. Puede<br />
saltar mucho y algunas veces trepar árboles.<br />
Uma Baca<br />
La ballena franca<br />
Es un crustáceo. Puede abrir la boca y<br />
absorber toda el agua y come zooplancton<br />
conocido como krill. Después, toda esa agua<br />
la bota por su huequito de arriba. La ballena<br />
es casi del tamaño del salón.<br />
Julián Miranda<br />
“Estamos jugando a las escondidas, estoy<br />
tratando que no me vean”<br />
Beñat Garbizú<br />
El halcón<br />
Son ovíparos porque nacen de huevos. Les<br />
gusta pararse en las rocas. Viven en las<br />
montañas y comen ratones. El águila y el<br />
halcón son primos.<br />
Nahuel Elías<br />
26
“En el patio me divierto con los juegos y con mis<br />
amigos”<br />
Malena Carpio<br />
Las tortugas marinas<br />
Son ovíparas. Tienen ocho vértebras y no<br />
pueden meter su cabeza en el caparazón. Hay<br />
siete especies. Hay nidos en Japón y Hawai.<br />
Comen algas y pequeños peces. Nadan muy<br />
lejos y están en peligro de extinción.<br />
Las únicas tortugas que salen a la arena<br />
son las hembras, porque ponen sus huevos.<br />
Cuando las tortugas mamás ponen sus<br />
huevos en la orilla y les da el sol, salen<br />
hembras, y si ponen los huevos muy al fondo<br />
de la arena, salen solo machos.<br />
Julia Hare<br />
El águila<br />
Es ovípara. Es carroñera porque cuando ve un<br />
animal muerto, se lo come cuando está seco.<br />
También tiene unas alas delicadas. La panza<br />
es dura y tiene tres garras súper filudas. Hay<br />
varias especies de águila. Tiene un primo que<br />
se llama halcón. Están en peligro de extinción.<br />
Vive en todas partes menos en Perú.<br />
Inés Reaño.<br />
Cano Lúcar<br />
Aurelia Álvarez.<br />
“Es divertido jugar con la espuma.”<br />
Catalina Hinojosa<br />
27
“Es suave la espuma. Se siente bien, me gusta.”<br />
Martín Ojesto<br />
Mara Osorio.<br />
“Las plantas necesitan de agua, sol, aire y lo más<br />
importante: amor.”<br />
Hania Malachowski<br />
Valentina Álvarez.<br />
José Gabriel Landázuri.<br />
28
Emilio Dezar.<br />
Leonardo Roose.<br />
El Recoconocetodo<br />
y su casona<br />
El Reconocetodo es un<br />
monstruo que está hecho de<br />
nube. Vive en un casona y<br />
de ahí solo sale su sombra. El<br />
Reconocetodo puede escuchar<br />
cuando los demás se disfrazan.<br />
A veces se puede ver su sombra<br />
atrapando palomas. Sus oídos<br />
tienen oídos y dentro de su cara<br />
tiene muchas caras. Tiene nueve<br />
uñas rojas. Tiene uñas en la boca<br />
y su boca es negra. Adentro de<br />
sus orejas también hay muchas<br />
caras. Las caras dentro de su<br />
oreja son las que reconocen<br />
todo. Para que el Reconocetodo<br />
no te vea, te tienes que meter<br />
en su panza de nube. Cuando<br />
te metes dentro de su panza de<br />
nube el Reconocetodo ya no te<br />
puede ver, ni oír, ni reconocer.<br />
Benjamín Rejas<br />
Kaela Sánchez.<br />
29
Festival de trabajos<br />
Los chicos de Primaria celebran con<br />
versos alegres e historias fabulosas<br />
sus días en el colegio.<br />
Ainara Gutiérrez, Primer grado.<br />
Catalina Caparó, Primer grado.<br />
Catalina Llopis, Primer grado.<br />
Abigail Mumenthaler,<br />
Primer grado.<br />
30
Lucía Blanco, Primer grado.<br />
Mateo Espinoza, Primer grado.<br />
Gino Tejada, Primer grado.<br />
Amalia Lara, Primer grado.<br />
Francesca Caracchini, Primer grado.<br />
31
Mirkala Jara, Primer grado.<br />
Leonardo Mera, Primer grado.<br />
Mariano Ingunza, Primer grado.<br />
Valentina Bellini , Primer grado.<br />
Emilia Bravo , Primer grado.<br />
Joaquín Mino , Primer grado.<br />
32
Lia Castro Mendivil, Primer grado.<br />
Luna Diez Canseco, Primer grado.<br />
Manuel García Miró, Primer grado.<br />
Luna Flórez, Primer grado.<br />
Crsitobal Sevilla, Primer grado.<br />
33
María José Vargas, Primer grado.<br />
Luis Jaime Castillo, Primer grado.<br />
Rafaella Vidal,<br />
Primer grado.<br />
Maximiliano Gianella, Primer grado.<br />
34
Nicole Choulet,<br />
Primer grado.<br />
Noor Adb,<br />
Primer grado.<br />
Salvador Gonzáles, Primer grado.<br />
Valeria Recavarren,<br />
Primer grado.<br />
35
Arcoíris<br />
El arcoíris brilla con la luz del día,<br />
con siete lindos colores<br />
como las hermosas flores.<br />
A la gente da mucha alegría.<br />
¡Cómo quisiera verlo todos los días!<br />
Manu Vásquez y Jorge Venegas,<br />
Segundo grado<br />
Juan Diego Yauri, Segundo grado.<br />
La fiesta<br />
¡Qué alegría, que emoción!<br />
una fiesta de corazón,<br />
con música y juegos será una diversión.<br />
Esperen, esperen, que la piñata llegó<br />
con juguetes y dulces a todos alegró.<br />
¡Qué mal, qué mal!<br />
La fiesta terminó<br />
se acabó la pachanga<br />
y el final ya llegó.<br />
Blas Elías y Bruno Caracchini,<br />
Segundo grado<br />
Maïa Clément, Segundo grado.<br />
Papel de vida<br />
Papel de seda que vida lleva,<br />
se transforma en lo que quiera,<br />
en un niño o en un pájaro cualquiera.<br />
No se malogra, se vuelve a usar,<br />
si no lo usas se va a molestar.<br />
Papel de seda, una vez más<br />
dame tu hermosa magia<br />
para poder imaginar<br />
todo lo que te puedes transformar.<br />
Diego Carrillo y José Miguel Vargas,<br />
Segundo grado<br />
Almudena Carrillo, Segundo grado.<br />
36
Paz Elías, Segundo grado.<br />
Fernanda Guerrero, Segundo grado.<br />
El dragón de fuego y su aventura<br />
Había una vez un dragón de fuego que vivía en un<br />
hábitat de agua, por eso un día sus poderes se le<br />
estaban acabando y decidió ir a una aventura hacia<br />
el hábitat de fuego. Pero había un problema,<br />
sus poderes ya no funcionaban y no podía lanzar<br />
fuego; pero lo bueno es que sí podía volar. Durante<br />
casi todo el camino se sintió débil, hasta que vio en<br />
una colina una flor que le regresaría los poderes. El<br />
dragón tenía que tocar la flor para recuperarlos y<br />
así lo hizo.<br />
Luego de tocar la flor, el dragón tuvo sus poderes<br />
de fuego. Finalmente el dragón pudo regresar a a<br />
vivir a su hábitat.<br />
Valentino Acosta, Segundo grado<br />
El pájaro que quería conocer el mundo<br />
Había una vez en la selva un pájaro que quería conocer<br />
el mundo. Un día salió de la selva y empezó<br />
su viaje. Primero llegó a un campo y ayudó a un<br />
hombre a recolectar frutas, luego fue al fondo del<br />
mar y comió algas con un pez y por último fue al<br />
espacio y conoció un marciano y un unicornio.<br />
Entonces el pájaro se dio cuenta de que estaba<br />
perdido y se le ocurrió una gran idea, pasaría por<br />
los mismos lugares por los que había estado para<br />
retornar a casa y así lo hizo. Finalmente, luego de<br />
unos, días regresó a su hogar, la selva, muy contento<br />
porque había conocido otros nuevos lugares.<br />
Trilce Carbajal, Segundo grado<br />
Ryddle el marinero<br />
Esta historia empieza en la Edad Media. Ryddle era<br />
un marinero que estaba en un lago navegando,<br />
cuando de repente tembló su barco y Ryddle asustado<br />
dijo: “¿Qué pasa?”. Entonces del agua salió<br />
una serpiente de agua muy grande de color verde<br />
con azul. La serpiente atacó de tal manera que se<br />
rompió el barco. Ryddle muy molesto le preguntó<br />
“¿Por qué me atacas?”, y la serpiente le contestó:<br />
“Es que mi papá me obliga ser como él”. Entonces<br />
Ryddle le dijo: “Pero tú no tienes que ser como tu<br />
papá”. Desde ahí se volvieron los mejores amigos.<br />
Salvador Durand, Segundo grado<br />
Yukio Sakamoto, Segundo grado.<br />
37
Los amigazos<br />
Había una vez cinco amigos que se llamaban Diego,<br />
Manu, Salvador, Valentino y Naí. Ellos buscaban<br />
una aventura en el bosque y sin darse cuenta cayeron<br />
en una trampa, era un hoyo muy profundo.<br />
Ahí se encontraron con un mago que convirtió a<br />
Diego en un árbol, a Manu en su fruto, a Salvador<br />
en una raíz. Naí y Valentino se salvaron del hechizo<br />
y se lanzaron sobre el mago para que no escape. El<br />
mago confesó que había un mapa para encontrar<br />
al dragón que debían matar, para revertir el hechizo<br />
y volver.<br />
Naí y Valentino fueron a buscar al dragón y lucharon<br />
contra él. Valentino hizo que el dragón cayera<br />
en un hoyo de fuego, pero el cayo junto con el dragón.<br />
Naí regresó a ver a sus amigos que ya habían<br />
vuelto a la normalidad y les contó lo que había pasado.<br />
Desde ese momento se volvieron “Los amigazos”.<br />
Ian García, Segundo grado.<br />
Naí Rivas, Segundo grado<br />
Roc Chaves, Segundo grado.<br />
Espejito encantado<br />
Había una vez una niña que encontró un espejo<br />
encantado. Un día el espejo habló y le preguntó:<br />
“¿Qué deseas para tu futuro?”. La niña, nerviosa,<br />
le respondió: “Armonía, paz, tranquilidad y música”.<br />
Los deseos de la niña se cumplieron, todo andaba<br />
muy bien pero un día el espejo se empezó a malograr<br />
y los deseos comenzaron a dejar de funcionar<br />
y la gente se molestaba con cualquier persona, los<br />
niños se peleaban y ya nadie escuchaba música. El<br />
espejo no podía hablar para decir que lo arreglen<br />
pero escribió: “Necesito ver la luz del sol”. La niña,<br />
preocupada, leyó el mensaje y rápidamente abrió<br />
las cortinas y las ventanas. El sol brilló en el espejo<br />
y aparecieron imágenes de personas felices, todos<br />
disfrutaban de la música y había armonía nuevamente.<br />
De repente el espejó sonrió y desapareció;<br />
la niña sabía que iría de casa en casa a seguir cumpliendo<br />
deseos y la leyenda del espejo encantado<br />
siguió por siempre.<br />
Isabel Barrios, Segundo grado.<br />
Lucía Moscol, Segundo grado<br />
Luana de Andrade, Segundo grado.<br />
38
Lili Wey y la manzana de Chocolate<br />
Había una vez una niña llamada Lili Wey, ella era<br />
una niña encantadora y alegre. A veces resolvía<br />
casos y problemas. Un día escuchó hablar a sus<br />
vecinos sobre una manzana de chocolate, que si<br />
alguien la encontraba haría que su país sea el más<br />
feliz. Lili alistó sus maletas para viajar por todo<br />
el mundo en busca de la manzana de chocolate.<br />
Llegó temprano al aeropuerto, así que se sentó<br />
a esperar y se quedó dormida, justó cuando se<br />
despertó iba a salir su vuelo y tuvo que correr para<br />
no perderlo. Viajó por todo el mundo por un año y<br />
no encontró la manzana, entonces decidió regresar<br />
a casa. Ya en su casa tuvo hambre y cogió una<br />
manzana del frutero y justo agarró una manzana<br />
de chocolate. Ahí se dio cuenta de que la manzana<br />
todo el tiempo estuvo en su casa.<br />
Uma Mikati, Segundo grado<br />
Luana y Almudena son escritoras<br />
Había una vez dos amigas llamadas Luana y Almudena<br />
que estaban en el colegio y su maestra les<br />
propuso un reto, escribir un cuento. En ese momento<br />
se pusieron a pensar, pero no se les ocurría<br />
nada, sus mentes estaban en blanco y por más<br />
que la maestra les daba ideas, no podían imaginar.<br />
Pero entonces, sucedió algo mágico. La maestra<br />
puso música y como si ya existiera en sus mentes,<br />
las dos amigas empezaron a cantar un nuevo<br />
cuento. Se rieron mucho y así pudieron escribir su<br />
canción. Su cuento se llamó “La mejor canción”.<br />
Tamara Maestre, Segundo grado.<br />
Las flores<br />
Las flores son lindas, de muchos colores<br />
algunas nos dan muy ricos olores.<br />
El sol siempre les da calor<br />
la lluvia les da agua y crecen con amor.<br />
¡Qué bonitas son las flores!<br />
Si vez una, no la ignores.<br />
Belén López y María Lamadrid,<br />
Segundo grado<br />
Ariana Changana, Segundo grado<br />
El bosque desencantado<br />
En un bosque vivía una bailarina de ballet y una<br />
loca diseñadora de ropa, ellas eran muy felices<br />
haciendo lo que les gustaba. Pero un día llegó una<br />
bruja y con un hechizo convirtió el bosque en un<br />
lugar lleno de maldad. Un caballero que vivía en<br />
una cabaña escondida en el bosque no había sido<br />
hechizado. Cuando se dio cuenta de lo que había<br />
hecho la bruja, le apostó un partido de ping pong<br />
y si la bruja ganaba lo hechizaba a él, y si el caballero<br />
ganaba, la bruja desencantaría el bosque.<br />
Jugaron y ganó el caballero. La bruja cumplió su<br />
promesa y el caballero se hizo amigo de la bailarina<br />
de ballet y la diseñadora.<br />
Emilia Ponceleón, Segundo grado<br />
Liam Berninzon, Segundo grado.<br />
Renzo Huamán, Segundo grado.<br />
39
Soy un globo<br />
Soy un globo.<br />
Floto y floto<br />
cada día<br />
y cada día<br />
sin que nada me toque.<br />
La tristeza de flotar<br />
es que un pájaro<br />
me pueda reventar.<br />
Flotar para nada.<br />
Flotar para nada.<br />
¿Estoy hecho para fiestas<br />
o estoy hecho<br />
para flotar?<br />
¿Para qué estoy hecho?<br />
¿Para estar arriba?<br />
¿Para estar abajo?<br />
Soy un globo<br />
y floto<br />
cada día<br />
sin que nada me toque.<br />
Padma Landázuri, Tercer grado.tif<br />
Manuel Ignacio Fernández,<br />
Tercer grado<br />
Historia de un ave<br />
Siendo un ave que no vuela<br />
que no canta<br />
que ni siquiera tiene color<br />
soy un ave.<br />
Al andar veo a la gente<br />
gente alta y chata,<br />
niños y adultos,<br />
hasta gente<br />
que no me ve.<br />
¿Soy un ave negra o azul?<br />
Hasta puedo ser verde,<br />
amarilla o roja.<br />
¿Quién soy? Es decir,<br />
¿quién seré?<br />
Tengo alas, pico largo y<br />
plumas<br />
y más,<br />
mucho más.<br />
Amanezco de un sueño<br />
y veo todo lo que hay a mi<br />
alrededor.<br />
Luego veo mis plumas<br />
y tienen montones de<br />
colores.<br />
Me impulso del nido,<br />
me lanzo y vuelo,<br />
vuelo encima de cada<br />
techo.<br />
Luego, mis colores brillan,<br />
la gente me mira<br />
y soy feliz.<br />
Y me doy cuenta<br />
de que soy un colibrí.<br />
María de Orbegoso,<br />
Tercer grado<br />
Ignacio Roose, Tercer grado.tif<br />
40
El caballo del universo<br />
Es blanco como la nieve y<br />
brillante como el Sol.<br />
Tiene muchos poderes<br />
que alegran mi corazón.<br />
En las mañanas calurosas<br />
la gente se admira al verlo,<br />
pues su valentía y coraje<br />
se reflejan todo el tiempo.<br />
Carlos Yabar, Tercer grado.tif<br />
La ratita<br />
Pasea por las tardes,<br />
llena de alegría,<br />
siempre muy contenta,<br />
la ratita Carolina.<br />
Cuando la Luna sale,<br />
todos giran sin parar,<br />
galopea todo el tiempo<br />
para hacerse escuchar.<br />
Elena Bravo, Tercer grado<br />
Corre velozmente,<br />
para ayudar a la gatita,<br />
que siempre la espera,<br />
en la puerta de la vecina.<br />
También ayuda a un periquito,<br />
que está buscando un lugarcito,<br />
para hacer su nidito,<br />
en un lindo arbolito.<br />
Todos juntos,<br />
hicieron una casita,<br />
así, ayudaron al periquito<br />
a vivir tranquilito.<br />
Joshua Bellini, Tercer grado.tif<br />
Tamara Vásquez, Tercer grado<br />
La vida de los animales<br />
El alce es como un paisaje bello,<br />
y es tan libre como el viento.<br />
El caballo es veloz como el viento,<br />
y puede llegar al Sol con sus pensamientos.<br />
Los peces viven en el agua,<br />
soñando siempre salir al alba.<br />
Las aves vuelan como el viento<br />
y tienen hermosos sentimientos.<br />
Zuri Del Valle, Tercer grado<br />
Julia Torrejón, Tercer grado.tif<br />
41
La niña de la lámpara azul<br />
Hace mucho tiempo atrás, había una niña que<br />
tenía ocho años. Su nombre era Aisha. Su mamá<br />
siempre la acompañaba a acostarse por las noches,<br />
pues ella constantemente escuchaba ruidos<br />
en su armario.<br />
Cuando Aisha cumplió nueve años se atrevió<br />
abrir la puerta del armario. Entonces… Vio a una<br />
niña que tenía una lámpara azul.<br />
Aisha le pregunto a la niña: “¿Cuál es tu nombre?”,<br />
y ella contestó:<br />
–No sé, he estado aquí veinte años. Yo vivía en<br />
esta casa tranquila, hasta que un día mis amigos<br />
me encerraron y me dijeron que no podría salir.<br />
Para que yo pudiera salir alguien tendría que abrir<br />
el armario. Mis papás me buscaron, pero nunca me<br />
encontraron.<br />
Aisha se dio cuenta de que la niña era un espíritu.<br />
Al día siguiente, Aisha se despertó dentro del<br />
armario, pero la niña ya no estaba, solo estaba su<br />
lámpara azul.<br />
Finalmente, escuchó un murmullo que decía:<br />
¡ya me liberé! Ahora te toca a ti ser la niña de la<br />
lámpara azul.<br />
fuerza fue tan increíble que la punta terminó en<br />
los pies del presidente. Se acercó y le habló por una<br />
hora sobre lo que le gustaba hacer, desarmar.<br />
El presidente comentó sobre el tema a sus ministros<br />
y doce años después se publicó que desarmar<br />
era un término genial y desde ese entonces el<br />
planeta se llamó Desarmar.<br />
Pero no todos estaban de acuerdo, se fueron<br />
del planeta y crearon el planeta Lego.<br />
Poco a poco, el planeta Desarmar iba mejorando,<br />
así todos comenzaron a saber de la existencia<br />
del planeta. Se hizo muy famoso y todos se fueron<br />
a vivir allí por siempre.<br />
Gabriel Ormachea, Tercer grado<br />
Esperanza Siles, Tercer grado<br />
El niño que desarmaba<br />
Érase una vez, en el planeta Constructor, un niño al<br />
que no le gustaba construir. A él le gustaba uhm…<br />
¿Cómo explicarlo? Sus padres creían que el niño<br />
estaba enfermo.<br />
Entonces el niño inventó una palabra para explicar<br />
lo que le pasaba. La palabra era desarmar.<br />
Desde ese día el niño desarmaba todo lo que veía,<br />
pero sobre todo, los legos. Pasado un tiempo, se<br />
dio cuenta de que era muy fácil. Entonces el niño<br />
se puso a pensar y creó herramientas, pero no sabía<br />
para qué.<br />
Transcurría el tiempo y todavía no sabía para<br />
qué eran las herramientas que había inventado,<br />
entonces les puso nombres a cada uno de sus inventos:<br />
girapalatrón, camanguloestirón y electroseparador.<br />
Con las herramientas que inventó, empezó a<br />
desarmar lapiceros, televisores, origamis, bloques<br />
y todos sus juguetes. Cuando tenía 29 años y ya<br />
era un adulto, se puso a desarmar un electrolapicero<br />
y en ese momento la punta salió volando, la<br />
Santiago Sanz, Tercer grado.tif<br />
Valentina Garmendia, Tercer grado.tif<br />
42
Beto y la ballena<br />
Había una vez un hombre llamado Beto. Él tenía un<br />
barco con el que salía a navegar casi todos los días.<br />
A Beto le encantaban las ballenas, pero se sentía<br />
muy triste cuando encontraba ballenas muertas.<br />
Un día se fue a buscar a una ballena, pero ocurrió<br />
una fuerte tormenta, el barco se hundió y Beto<br />
quedó inconsciente. Después de unas horas despertó<br />
y se encontró solo en una isla. Estaba muy<br />
asustado y tenía mucha hambre. Al parecer, no había<br />
nada para comer, se puso a llorar desesperadamente,<br />
y de repente apareció una ballena. Ella le<br />
preguntó: “¿Por qué lloras?”. Y él le respondió: “Estoy<br />
perdido en esta isla y deseo volver a casa cuanto<br />
antes”. La ballena le dijo: “Súbete sobre mí, yo te<br />
llevaré a tu casa”. Beto se sentía tan feliz por lo que<br />
la ballena hacía por él que pensó en que él también<br />
podía hacer algo por ella. Entonces, a la mañana siguiente,<br />
fue a hablar con el presidente para pedirle<br />
que protejan a las ballenas y ya no las maten. El<br />
presidente al escuchar la historia de Beto, prohibió<br />
la caza de ballenas y nunca más volvieron a ver una<br />
ballena muerta.<br />
Tobías Mumenthaler, Tercer grado<br />
María José Leunda, Tercer grado.tif<br />
Joaquín Leunda, Tercer grado.tif<br />
Salvador Peña, Tercer grado.tif<br />
Joshua Tola, Tercer grado.tif<br />
43
Teo Álvarez - Viaje a Nasca, Tercer grado.<br />
Comentario del viaje a Nasca<br />
Yo elegí a un perro para mi geoglifo<br />
porque es un animal que brinda mucha<br />
compañía y alegría.<br />
Inés García, Tercer grado<br />
En mi viaje a Nasca, me divertí demasiado con<br />
mis compañeros. Cuando fuimos al templo de<br />
Cahuachi, sus pirámides me sorprendieron mucho,<br />
el guía, nos explicó cuántos años de antigüedad<br />
tenían, fue sorprendente. También me encantó ir<br />
al museo Antonini, allí pude observar las cabezas<br />
trofeos y la momia que tenía aproximadamente<br />
25 años. Todos los lugares fueron interesantes.<br />
Nuevamente, realizamos un viaje genial.<br />
Salvador Yrivarren, Tercer grado<br />
Salvador Cáceres, Tercer grado.<br />
Saphi Carbajal, Tercer grado.tif<br />
<strong>44</strong>
Calor de primavera<br />
La primavera lucha por no morir,<br />
ya que un oscuro sol<br />
juega a quemarla,<br />
mientras que un noble lago,<br />
de su difícil muerte<br />
trata de salvarla.<br />
Santiago Calero y Yaku Gálmez, Cuarto grado<br />
Ave<br />
Catalina Caparó, Primer grado.<br />
Ave que silba por el frío,<br />
ave que se tapa con su abrigo,<br />
ave que escapa a la tierra,<br />
ave que alto vuela.<br />
Ave que abraza los enfados,<br />
ave que suelta amor por todos lados.<br />
Antonella Altuna y Andrea Villacorta, Cuarto grado<br />
Mali Puerta, Cuarto grado.<br />
Valery Campos, Cuarto grado.<br />
45
La sandía viviente<br />
Había una vez una sandía común y corriente que<br />
pertenecía al mago Frutis. La sandía era verde por<br />
fuera y roja por dentro como cualquier sandía.<br />
Un día el mago Frutis, en su guarida secreta, estaba<br />
comiendo su rica sandía y de ponto se le cayó<br />
dentro de la olla donde acababa de preparar una<br />
poción. La olla empezó a hacer un ruido raro y después<br />
de un rato salió la sandía que había cobrado<br />
vida, y además era una sandía viviente muy grande<br />
y tenebrosa. Como la sandía no sabía qué estaba<br />
pasando, salió a las calles de la ciudad y toda la<br />
gente que la veía gritaba, ya nadie quería salir de<br />
sus casas.<br />
Las calles estaban desiertas, hasta que un día<br />
al mago Frutis se le ocurrió una magnífica y genial<br />
idea: invertir el hechizo. Solo así se convertiría en<br />
una sandía normal.<br />
El mago Frutis colocó lo ingredientes de la poción,<br />
pero en el orden opuesto y se la tiró a la sandía<br />
desde lo alto de un edificio. Al final todo funcionó y<br />
la sandía volvió a ser comestible otra vez.<br />
Morgana Mindreau, Cuarto grado<br />
Nicolás Rabí, Cuarto grado.<br />
El viaje en el tiempo<br />
Había una vez dos amigos que se llamaban Ñaño y<br />
Tito. Ellos vivían a las afueras de Washington D. C.<br />
Un día Ñaño y Tito salieron de sus casas a explorar<br />
la zona y sin darse cuenta, aparecieron en<br />
un bosque raro. Dentro de ese bosque había un<br />
árbol con un aura muy extraña. De repente, Ñaño<br />
puso su mano sobre el tronco del árbol y apareció<br />
un portal del tiempo que los llevó a la era de los<br />
dinosaurios. Ellos, para volver a casa, tenían que<br />
tocar otra vez ese árbol. El problema era que no sabían<br />
dónde estaba el árbol. De pronto, vieron una<br />
manada de velocirraptores que iba a toda velocidad.<br />
Ñaño y Tito se fueron a un lado para esquivar<br />
a los velocirraptores.<br />
Así pasó mucho tiempo, los dos niños aprendieron<br />
trucos para sobrevivir y descubrieron escondi-<br />
Noah de Col, Cuarto grado.<br />
46
tes, pero siempre soñaban con el árbol que los regresaría<br />
a casa. Dos años después, encontraron un<br />
cavernícola que sabía hablar, se llamaba Uga Uga y<br />
él les contó que sabía dónde estaba el árbol.<br />
Al día siguiente salieron a buscar el árbol y después<br />
de unas horas de caminar lo encontraron y<br />
volvieron a casa muy contentos.<br />
Julieta Montani y Lorenzo Molina, Cuarto grado<br />
Tribúho<br />
Tribúho es una criatura que parece un búho, pero<br />
con tres ojos, por eso tiene ese nombre. En los ojos<br />
tiene estrellas porque con ellos puede tirar brillo<br />
de escarcha. Tiene siempre un sombrero bombín<br />
porque es muy elegante y una cola puntiaguda con<br />
forma de flecha que le sirve para lanzar fuego y<br />
también para ponerse y sacarse el sombrero. Además,<br />
logra ver a muchos metros de distancia y por<br />
eso puede ver a sus presas antes que los demás.<br />
Tribúho es creído porque tiene poderes y siente<br />
que es la mejor criatura fantástica de todas. Sin<br />
embargo, es miedoso porque no quiere que otras<br />
criaturas lo ataquen. Siempre que puede está comiendo,<br />
por eso está gordito.<br />
Pablo García, Cuarto grado.<br />
Brunella Serrano y Antonio Álvarez,<br />
Cuarto grado<br />
Adivinanzas<br />
Vuelo en el cielo,<br />
camino en la tierra,<br />
como maíz<br />
y soy cuculí.<br />
¿Quién soy?<br />
La paloma<br />
Soy un profesor muy sabio,<br />
me sé los países y<br />
capitales,<br />
pero no hablo.<br />
¿Quién soy?<br />
El planisferio<br />
Lucas Villegas y Salvador Sevilla,<br />
Cuarto grado<br />
Pascal Ganoza, Cuarto grado.<br />
47
Hoy el sol<br />
borrará la lluvia,<br />
empezará el verano.<br />
Carolina Serna<br />
Las hojas caen.<br />
Árboles secos,<br />
frío de otoño.<br />
Sergio Valencoso<br />
Aisa Sara, Quinto grado.<br />
Vieja casa de madera,<br />
un pájaro se posa.<br />
Laguna brillante.<br />
Mateo Quiñones<br />
Pájaros cantando,<br />
empieza la lluvia.<br />
Nace el sakura.<br />
Lucille Marcone<br />
Hace frío,<br />
nieve blanca.<br />
Un mundo vacío.<br />
Camila Díaz<br />
Lindos arcoíris,<br />
coloridas flores.<br />
Vuelan las mariposas.<br />
Salvador Massa<br />
Camila Salazar, Quinto grado.<br />
48
El sol resplandece,<br />
el mar suena:<br />
se zambulle la vida.<br />
Aitana De Argumániz<br />
Crecen las plantas<br />
Se escuchan los cantos<br />
Bellos pájaros van volando.<br />
Adrián Rosadio, Quinto grado<br />
Sientes el rocío,<br />
Juegan los niños.<br />
Cantan los aves.<br />
Yaku Guzmán, Quinto grado<br />
Empieza el invierno<br />
Cae la nieve<br />
Viene la lluvia.<br />
Amaranta Gutiérrez, Quinto grado<br />
El frío sereno<br />
La seriedad que lleva<br />
y el tiempo tranquilo.<br />
Martina Ballumbrosio, Quinto grado<br />
Daniela Díaz, Quinto grado.<br />
Leo<br />
Mi nombre es Leo, soy un gato de color blanco<br />
y amarillo. Tengo una cola que se puede<br />
transformar en cualquier cosa y puedo volar.<br />
Yo soy muy alegre, travieso, ocurrente y amigable.<br />
Cuando estoy molesto me convierto en<br />
un gato muy malo y me vuelvo de color negro<br />
y rojo y mi cola se vuelve de fuego.<br />
A mí me encantan los pescados, el sol, mi<br />
cola, rascar mi barriga, tocar el caparazón de<br />
una tortuga por una extraña razón y viajar entre<br />
dimensiones. Lo que más odio es que venga<br />
alguien y me pegue con un pescado en la<br />
cara porque me molesta un montón.<br />
Santiago Salazar, Quinto grado<br />
Fabrizio Carbajal, Quinto grado.<br />
49
El crucifijo de sangre<br />
Todo ocurrió hace mucho tiempo en la India, en el<br />
fuerte rojo de Agra. Había dos militares que descubrieron<br />
que el maharajá se había unido a unos<br />
criminales y había enviado todas sus joyas para<br />
guardarlas. Cuando los militares lo descubrieron<br />
hicieron un pacto de sangre con un militar traidor,<br />
quien rompiera el juramento, moriría a manos de<br />
sus amigos con su parte del tesoro en la mano.<br />
Los militares traicionaron a su amigo y lo llevaron<br />
a prisión. Luego, ese hombre se fugó de prisión<br />
con la ayuda de un indio y juntos iban a cumplir con<br />
la maldición. Después, una mujer acudió a un detective<br />
para que resolviera este caso, porque el<br />
padre de la chica era el amigo del militar. Cuando<br />
llegaron a la casa, los dos militares habían sido eliminados<br />
por espinas envenenadas y también lograron<br />
encontrar al criminal verdadero.<br />
Vieron que el criminal en realidad era la mujer<br />
y la enviaron a prisión y el tesoro le fue entregado<br />
al detective que luego se lo entregó a quien lo necesitaba.<br />
Gabriel Vargas, Quinto grado.<br />
Mariano José Vargas, Quinto grado<br />
Luca Berninzon, Quinto grado.<br />
50
Kira del Valle, Quinto grado.tif<br />
Valentina Cillóniz, Quinto grado.<br />
Hernando Guerra García, Quinto grado.<br />
51
Lovell Yomond, Segundo de media.<br />
Anahí Siles, Cuarto de media.<br />
Alejandro Castro, Segundo de media.<br />
Álex García y Liam Tobin, Primero de media.<br />
52
Cuadernos, lápices y<br />
colores<br />
En Secundaria se ha celebrado con<br />
poemas, cuentos y dibujos el trabajo<br />
escolar.<br />
Instrucciones para sonreír<br />
Para sonreír, debes asegurarte de que no sea una sonrosa<br />
forzada, que no sea una sonrisa falsa. Si quieres sonreír,<br />
sigue estos pasos. Primero, lleva los dos extremos de la boca<br />
hacia arriba, pero hazlo de una forma no tan dura, si no va a<br />
parecer que eres una persona muy seria, la clase de persona<br />
que no tiene sentido del humor.<br />
Si quieres darle un detalle a tu sonrisa, deja que tus dientes<br />
se puedan ver, pero otra vez, no demuestras todos tus<br />
dientes; las sonrisas más simples son las más bonitas.<br />
Normalmente, la sonrisa es natural, empiezas a sonreír<br />
después de algo gracioso o cuando simplemente estás feliz.<br />
Si no puedes sonreír de la forma natural, piensa en algo gracioso,<br />
eso te llevará a la sonrisa más bonita.<br />
Luciana Moya, Primero de media<br />
Instrucciones acerca de cómo escribir<br />
En ese aparato de infinitas oportunidades se esconde el secreto<br />
de lo que estás buscando:<br />
Sostén ese pequeño infinito en el aire con sumo cuidado para<br />
que no se te caiga, asegúrate de no apretarlo mucho porque<br />
puede ser que luego tengas calambres. Dirígete a la mesa<br />
con un lápiz y un papel en mano, luego acomódate como más<br />
prefieras en la silla, pero recuerda, debes estar cómodo. Cuando<br />
ya te sientas listo y preparado coloca el lápiz en el margen<br />
izquierdo (o como hayas visto que lo hacen en tu país) del<br />
papel, archivo de Word o en donde quieras escribir. De nuevo,<br />
asegúrate de no apretar mucho el lápiz contra el papel si no<br />
quieres pasarte todo el rato tajando el lápiz. Empieza a escribir<br />
de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, deja que las<br />
palabras que están en tu mente fluyan. Y que es tu primera<br />
vez escribiendo tendrás que practicar bastante antes de que<br />
tu letra sea legible, practícalo.<br />
Luna Durand, Primero de media<br />
En la guitarra de Slash, mi casa, mi vida<br />
Todos los días me levanto cansado,<br />
sin humor, sin ganas de hacer algo.<br />
Pero cuando empiezo a escuchar los acordes<br />
cada parte de mi cuerpo se anima y se<br />
levanta.<br />
Por las tardes están los conciertos<br />
largas tardes que nunca se olvidan<br />
y por la noche, yo estoy exhausto, cansado.<br />
Vuelvo a dormir.<br />
Diego Flores, Primero de media<br />
Mensaje a una chica, sufriendo<br />
¡Siquiera aquella otra,<br />
que ha pasado agachándose por mi alma!<br />
César vallejo<br />
No llores más, señora Azul,<br />
Que la culpa no es tuya, ni de nadie.<br />
Y si cayó al vacío… no la empujaste tú.<br />
Y si se fue de este mundo… no la exoneraste<br />
tú.<br />
Y su, por último, piensas que todo recae en ti,<br />
estás errada.<br />
No te quedes helada, señora Azul,<br />
que tus manos sudan<br />
y tu tez se desvanece.<br />
Déjame decirte que la muerte es lúdica<br />
y que el amor es el jugador más importante.<br />
Así, con todo el respeto del mundo,<br />
déjeme decirle, señora Azul,<br />
que aunque todo parezca negro, como la<br />
peste,<br />
todo va a estar bien.<br />
Tarek Bailetti, Segundo de media<br />
Poema del subconsciente<br />
Abro la libreta:<br />
el oscuro silencio de la Luna.<br />
Siento el tenebroso miedo, solidario,<br />
ruidoso como si estuviera encerrado con<br />
candado<br />
y cae la tímida lluvia de muy alto.<br />
La amigable compañía de la felicidad,<br />
sensible pero dura,<br />
53
como el elegante dragón sin emoción.<br />
Los colores al paisaje, la sencillez,<br />
al paraíso.<br />
Las brillantes flores,<br />
la irrelevante hiedra<br />
y la importancia de abrir seriamente la libreta<br />
y cerrarla.<br />
Paulo Briones, Segundo de media<br />
Partida<br />
Pero dadme<br />
en español<br />
algo, en fin, de beber, de comer, de vivir, de<br />
reposarse<br />
y después me iré…<br />
César Vallejo<br />
Querida, el viento te ha llevado<br />
Los árboles, sus hojas han soltado<br />
Ya no queda nada<br />
Ni una sonrisa, ni una gota de agua<br />
Y me siento en el suelo<br />
Anonadada por tu partida<br />
Tu mirada a lo lejos<br />
Mis ojos cual tormenta.<br />
Querida, ¿eres feliz?<br />
¿puedo acompañarte?<br />
Es una noche lúgubre<br />
¿Hay luz allá en las nubes?<br />
Los ríos ya no corren,<br />
Las horas son eternas<br />
Y me esconde sola y rota<br />
Mi cabeza entre mis piernas.<br />
Valeria Cáceres, Segundo de media<br />
Cómo beber agua<br />
Adriano Álvarez, Cuarto de media.tif<br />
Lo que está ahí en el fondo es de lo que consta tu vida, así<br />
que úsalo, y vive para contarlo. Sostenga firme la botella,<br />
hágalo desde la base, ya que con las yemas de tus dedos desenroscarás<br />
la tapa que limita, encierra y obstruye el paso del<br />
agua. Ahora pega tus labios al pico de la botella y con delicadeza<br />
inclina la botella y sentirás; ¡no!, experimentarás el<br />
mayor placer.<br />
¿Algo más? Haz esto, no por mí, no por él, hazlo por la sensación<br />
del renacimiento.<br />
Santiago Dávila, Primero de media<br />
Mi mejor amigo<br />
¿No habrá ahora para mí?<br />
Aún aquella piedra en que tropieza la mujer<br />
que ha dado a luz.<br />
César Vallejo<br />
Mi amigo, ese amigo que<br />
al pasar una tarde juntos<br />
siempre quedaba en nuestros recuerdos.<br />
Instrucciones para cargar un celular<br />
Piensa en esto: cuando te regalan un celular te regalan un<br />
pequeño infierno adictivo, un mundo virtual, y todo a través<br />
de una laguna brillante o mate en la cual te puedes ahogar. No<br />
te dan solamente un celular, que los cumplas muy feliz y esperamos<br />
que dure porque es iPhone 7 de color negro mate y<br />
con un case que hace que el celular se cargue con el sol. No te<br />
regalan solamente este lago con brillo que lo guardarás en el<br />
bolsillo y llevarás contigo. Te regalan –no lo saben, lo terrible<br />
54
Ese que me defendía de lo que sea,<br />
sin importar quien tuviera razón,<br />
como si fuera la madre.<br />
Con el cual, cuando nos peleábamos,<br />
al momento nuestros corazones<br />
se partían en mil pedazos<br />
de llanto.<br />
¿Dónde estarás, mejor amigo?<br />
estoy esperando con ansias tu regreso.<br />
Ya me han dicho que no vas a volver,<br />
que en el cielo no hay aviones,<br />
pero te extraño, mejor amigo.<br />
Santiago Coello, Segundo de media<br />
Álvaro Toledo, Tercero de media.tif<br />
es que no lo saben–, te regalan un aparato en el cual dejarás<br />
tus mayores recuerdos y características que demuestran<br />
quién eres. Te regalan la necesidad de cargarlo todos los días,<br />
la obligación de cargarlo para que siga siendo un celular. Te<br />
regalan la obsesión de cada vez que suene vayas a ver qué<br />
mensaje es, de quién es y qué dice. Te regalan el miedo de<br />
perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga y se rompa.<br />
Te regalan su marca y la seguridad que es la mejor marca. No<br />
te regalan un celular, tú eres el regalo, a ti te ofrecen para el<br />
cumpleaños del celular, que te esclaviza a su manera.<br />
Micaela Noriega, Primero de media<br />
El dinosaurio<br />
Cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba ahí.<br />
El día anterior me pidieron que haga las compras. Me dieron<br />
una tarjeta de descuento para peluches de dinosaurio, y decidí<br />
comprarle uno a mi hermana menor. Salí del supermercado<br />
y había un niño con un globo de dinosaurio y pensé que<br />
era una coincidencia. Seguí caminado y vi un mural con un dinosaurio<br />
enorme. Esto comenzaba a ser algo extraño.<br />
Después vi un cartel publicitario sobre un dinosaurio, después vi<br />
a siete personas disfrazadas de dinosaurio: esto ya era extraño.<br />
Me cansé<br />
Amada, en esta noche tú te has crucificado<br />
sobre los dos maderos curvados de mi beso,<br />
y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado,<br />
y que hay un viernesanto más dulce que ese<br />
beso.<br />
César Vallejo<br />
Me cansé, me cansé de esperar<br />
todos los días esperando a que me mires,<br />
esperando a que me sonrías,<br />
esperando a que algún día me hagas caso,<br />
cansado de esperar,<br />
Harto estoy de esperar.<br />
ya no me mires,<br />
ya no me sonrías,<br />
ya no me hagas caso.<br />
Te di la oportunidad,<br />
pera ya la perdiste.<br />
Pasan los años y sigo esperando.<br />
Ricardo Espinosa, Segundo de media<br />
Surrealismo<br />
Es mil veces mejor caer<br />
que salir a correr.<br />
Pero cuando todo está frío<br />
no sirve si es que hay fuego.<br />
No sé si se vale sentir<br />
pero si sé que todos tenemos que ir.<br />
55
Todos le dicen a esa alta<br />
alcánzame aquella palta.<br />
Dicen por ahí,<br />
que el universo<br />
se ve con los ojos<br />
y no con una cámara.<br />
Dicen que para ver<br />
si es que los continentes están allá afuera,<br />
hay que abrir la ventana.<br />
Yo creía que existían<br />
esos ventiladores cuadrados.<br />
Yo creía que se comía esa galleta,<br />
no tenía que levantar la mesa.<br />
Yo creía que…<br />
“aunque no regreses”<br />
igual voy a salir en tu búsqueda.<br />
Pintar, yo pintaba escaleras que subían<br />
pero alguien me dijo<br />
“Son escaleras que bajan”.<br />
Dejé de pintar… cogí mi mochila<br />
cogí el cemento<br />
las puse en el piso y lo dejé liso<br />
debajo de aquel toldo.<br />
Llegué a mi casa y entregué las compras. Me preguntaron si<br />
es que quería ir a ver la película Dinosaurios, y mi hermana<br />
me dijo que juguemos a los dinosaurios.<br />
Me comenzaba a doler la cabeza y me moría de hambre. En mi<br />
casa no había nadie, entonces fui a un restaurante. Hice mi<br />
pedido y me regalaron un dinosaurio.<br />
Llegué a mi casa y me fui a dormir.<br />
Cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba ahí.<br />
Alejandro Carvallo, Tercero de media<br />
Joanna<br />
Despierto sudando frío. Han pasado dos semanas desde<br />
que vi a mi hermana por última vez. Desde que fue vista por<br />
última vez. “Buenas noches, Lorena, te veo mañana”, eso fue<br />
lo último de ella que fue escuchado. Entro a su cuarto, todo<br />
en perfecto orden. Espero ver un cuchillo con sangre, o una<br />
pistola, algo que pruebe si vive o no. Tal vez una ventana abi-<br />
Renzo García, Segundo de media<br />
Sigo sorprendido<br />
Se acabó la calurosa tarde,<br />
tu gran bahía y tu clamor.<br />
César Vallejo<br />
Arian Lizzulli, Cuarto de media.<br />
Ya han pasado años<br />
y sigo sorprendido.<br />
Hasta ahora no tengo ideas claras,<br />
para describirlo,<br />
solo sé que de alguna manera, extraña manera<br />
me hizo bien. Sé que alejarte<br />
nos ayudó a ambos, pero ¿por qué lo hiciste?<br />
No era tu necesidad, te fuiste tan rápido<br />
que ni siquiera me pude despedir,<br />
te fuiste como si en verdad te quisieras ir.<br />
Y aquí estoy, esperando en la ventana<br />
tu triste aparición,<br />
“se acabó tu calurosa tarde,<br />
tu gran bahía y tu clamor”<br />
Todas esas noches parados en el balcón.<br />
Sé que te fuiste por el bien de los dos,<br />
pero te fuiste<br />
y te llevaste contigo<br />
Mi alma y mi corazón.<br />
Paulo Guerra García, Segundo de media<br />
Carlos Ramírez, Cuarto de media.<br />
56
erta, como si hubiera escapado. O una ventana rota, como si<br />
la hubieran secuestrado. Son más de las tres de la mañana,<br />
todo brilla bajo la luz de la luna. Desde que no la vemos no<br />
hay pista de su paradero. La ventana que está en su cuarto<br />
da al patio trasero de la casa, donde hay cámaras. Las grabaciones<br />
muestran que nadie entró ni nadie salió. No entiendo.<br />
Era muy simple, Joanna fue a una fiesta, llegó a las dos, me<br />
avisó que estaba en casa y luego se fue a dormir. Entró por<br />
la puerta principal, así que tampoco se ve su llegada. No hay<br />
absolutamente nada, eso es lo más frustrante. La policía dice<br />
que no puede seguir el caso, no hay pruebas de secuestro,<br />
asesinato o suicidio. Empiezo a caminar por la habitación,<br />
viendo sus fotografías con familiares, amigos, de viaje, todo<br />
lleno de recuerdos. Comienza a oler a algo extraño, a sangre.<br />
Pero no hay sangre. Todo está en su lugar. Empiezo a tener<br />
esta sensación de que hay un muerto en este cuarto, pero<br />
todo ha sido revisado. Se oyen voces, aunque el único ruido<br />
es mi voz acompañada de mis lentos pasos. Mis padres siguen<br />
de viaje. Estoy sola, porque mi hermana no está, pero estoy<br />
acompañada, porque ella siempre está aquí, lo siento. Porque<br />
en este momento Joanna lo es todo y Joanna no es nada.<br />
Daniela Slocovich, Tercero de media.<br />
Clara Alarco, Tercero de media<br />
No recuerdo nada<br />
No recuerdo nada, solo un parque oscuro, una persona siguiéndome<br />
y yo solo, corriendo sin mirar atrás. Sabía que quería<br />
gritar pero no podía. Vi una gasolinera y fui, pero era raro…<br />
No había nadie, y en el transcurso no me había encontrado<br />
con nadie más que ese tipo.<br />
Seguía sin mirar atrás, caminaba rápido y de pronto empecé a<br />
correr. Llegué a mi casa las cosas no estaban en su lugar y todo<br />
era diferente. Decidí buscar refugio, pero ahora no corría, solo<br />
caminaba hacia donde me lleve el viento. Entonces volteé.<br />
Arie Sandhaus, Segundo de media.<br />
Cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba ahí.<br />
Matthias Albrecht, Tercero de media<br />
Dark Eco<br />
Me sentía aterrado y asustado, encerrado y aislado en un<br />
pequeño cuarto. No estaba listo para esto, nunca lo estuve.<br />
Pensé que nunca más vería la luz del día. Todo este lío comenzó<br />
aquel día.<br />
Cristóbal Carbajal, Tercero de media.<br />
57
Todo en orden<br />
Un recorrido de distancia<br />
Es él, el que me lleva<br />
La sombra de un recuerdo se asemeja<br />
Trato de cerrar la memoria<br />
Para que nada me venza<br />
Va pasando el tiempo<br />
Camino con los pies llagados<br />
Por él, el olvido<br />
La distancia se vuelve más corta<br />
¿Es más fácil ahora?<br />
Sigo lejos<br />
Tu mirada ausente<br />
Mis lágrimas me envuelven<br />
Pero todo en orden<br />
Es así como mi existencia<br />
Se compara al silencio<br />
De un intenso nombre<br />
Que va en mi compañía<br />
Llevándome hacia una esquina<br />
Pero todo en orden.<br />
Camila Revelli, Segundo de media<br />
La locura<br />
Las flores del campo marchitaban<br />
Muy rápido, los espejos de los señores<br />
Estaban tan sucios que ni sus reflejos se veían.<br />
Tenían zapatos llenos de sangre roja rubí,<br />
El atleta se esforzó en correr mucho y cuando le<br />
Dieron la libreta ay la expresión de su madre.<br />
Ella toda cansada, a las seis levantada,<br />
Veía la nube que sube hacia más allá del cielo.<br />
El fantasma de la boca preciosa rondaba en el<br />
ático<br />
De su casa, “el tiempo” se acortaba<br />
Los paisajes hermosos ya que había muchos<br />
arboles<br />
“El pañuelo nuevo y pronto”<br />
Los ríos eran suaves y tranquilos como los<br />
parpados<br />
De aquel muchacho de la sombra. La memoria<br />
de las aves<br />
Inútiles como la existencia de un humano.<br />
Cuando lo miraba a los ojos veía el camino<br />
Lleno de lluvia que opacaba su día.<br />
Ana Belén Villacorta, Segundo de media<br />
Salí con un grupo de amigos a un gran museo. Llegamos a<br />
las puertas: las puertas, con hongos y tragadas por termitas;<br />
el museo, clausurado por razones ya olvidadas. Entramos a<br />
por la entrada trasera, tapada por barreras enormes de concreto.<br />
Tuvimos que saltar hacia una ventana, lo logramos sin<br />
ningún problema. Entramos a la primera habitación iluminada<br />
del museo. En esta sala había cosas raras y artefactos<br />
antiguos; solo estábamos observando, hasta que uno de mis<br />
amigos tocó un artefacto y la pesadilla comenzó.<br />
Esto fue lo último que recuerdo antes de quedar atrapado en<br />
la oscuridad. Intenté llamar a mis amigos pero el silencio fue<br />
la respuesta. Me levanté del suelo, el cuarto estaba invadido<br />
por la oscuridad, no se veía nada. Caminé un par de pasos y<br />
me resbalé con una varilla y me golpeé, el impacto hizo un<br />
sonido que rebotaba en los muros y me permitía ver la profundidad<br />
y los espacios de la habitación. Por cada paso que<br />
daba también generaba una pequeña onda de sonido. Llegué<br />
a la siguiente habitación y grite buscando algún rastro<br />
de mis compañeros, no encontré nada. Llegué a la sala principal<br />
y había algo raro, no había nada, estaba vacío. De la nada,<br />
una sombra apareció y me agarró.<br />
Estaba amarrado de brazos y piernas, me pareció que sería<br />
mi horrible final, estaba inmovilizado. Algo salía por una ventana.<br />
Vi mi reflejo, pude ver lo que en realidad era yo; la luz me<br />
iluminó y cerré los ojos.<br />
Facundo Ramírez, Tercero de secundaria<br />
Diego Enríquez, Tercero de media.<br />
58
Él y su dinosaurio<br />
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí. ¿Qué iba<br />
a hacer él sin su dinosaurio? Se alegró enormemente y lo<br />
abrazó. El dinosaurio también lo abrazó causándole pequeñas<br />
heridas en sus hombros con su rocosa piel. A él no le importó<br />
en lo absoluto y aun así, con su polo rasgado con manchas<br />
rojas alrededor de sus heridas, valía la pena.<br />
Volteó rápidamente, el dinosaurio también volteó como si<br />
fuera un protector, como si fuera su deber y propósito de vida<br />
proteger su vida. Él no lo dejó, poniéndose delante del dinosaurio<br />
pero más como un instinto paternal, sabiendo que él<br />
dinosaurio era bebé y no aguantaría. El general estaba delante<br />
de ellos con una mirada fría y un poco retorcida; vio que el<br />
dinosaurio se encontraba mirándolo con una mirada desafiante.<br />
Algo que él nunca había visto en el dinosaurio. Olvidó<br />
todo eso en un instante y sacó su pistola. Los miró como si<br />
fuera divertido, apuntó al aire y soltó un disparo. El dinosaurio<br />
y Él se quedaron inmóviles. El general apuntó hacia Él. El<br />
dinosaurio no lo pensó y se abalanzó tan velozmente que el<br />
general no tuvo tiempo de moverse, la mordida fue potente y<br />
alcanzó a llevarse un pedazo de la mano del general, mientras<br />
que a la vez se le caía la pistola por el susto.<br />
Él agarro la pistola muy rápidamente y su primer impulso fue<br />
apuntar al general, con su dedo en el gatillo. El general sonrío<br />
como si supiera que ya había perdido o como si tuviera un as<br />
bajo la manga. No duró mucho. Quedó en shock unos segundos,<br />
pero aun así volvió a sonreír extrañamente.<br />
–¡Mátame de una vez! Mátame… –Gritó el general.<br />
Memoria<br />
Un pedazo de pan, tampoco habrá para mí?<br />
Ya no más he de ser lo que siempre he de ser.<br />
César Vallejo<br />
Estos últimos años desolados,<br />
Mi amada, quedarás en mi memoria.<br />
Extraño tus besos dolorosos,<br />
Que aún perturban mi memoria.<br />
Me haces falta en el estómago,<br />
Sufre de hambre mi memoria<br />
Con solo recordarte.<br />
Me tiembla la barriga de la memoria.<br />
Tú crees, mi amada,<br />
Que me des solo “aquel pedazo de pan”,<br />
Aquel pedazo que daña mi memoria,<br />
Mi amada, ahora te encuentras en mi<br />
memoria,<br />
En el medio del alma de mi estómago.<br />
Micael Vargas, Segundo de media<br />
Galeotes y Don Quijote<br />
Atados venían los hombres por cadenas.<br />
Don Quijote quedó impactado.<br />
A gran injusticia los habían condenado.<br />
Durarían años sus penas.<br />
Pues terribles eran las condenas.<br />
Preguntoles qué había pasado<br />
Para que de verracos los hayan pasado.<br />
Escuchó varias cosas obscenas.<br />
Valeroso decidió liberarlos.<br />
Para esto a la guarda atacó.<br />
Ahora a Dulcinea debía mandarlos.<br />
El más fuerte se negó.<br />
A piedrazos pudieron desmayarlos.<br />
El manchego triste y cabizbajo quedó.<br />
Emilia Ballumbrosio, Tercero de media<br />
Joaquín Vílchez, Primero de media.<br />
59
Joshua Quantrill, Segundo de media.<br />
Gianlucca Tijero, Primero de media.<br />
Iyari Buitrago, Primero de media.<br />
Intercambiaron miradas por pocos segundos.<br />
Él miro al dinosaurio a su costado mirando al general<br />
tan fijamente como él lo hacía. No dudó de nuevo y<br />
jaló el gatillo. Sonó un sonido metálico, era el cartucho<br />
vacío de la pistola.<br />
Michael Owens, Primero de media.<br />
–Tengo que decir que estoy impresionado… No pensé<br />
que jalarías el gatillo. Pero aun así, eres el mismo novato<br />
que eras cuando llegaste.<br />
El general lo golpeó en su barbilla. Él cayó a la tierra,<br />
aun en shock de la trampa que le había tendido el<br />
general. El general pateó al dinosaurio hacía su dueño.<br />
El general levantó la pistola que yacía en el piso,<br />
sacó balas de su camisa de guerra y empezó a cargar<br />
lentamente. El dinosaurio se levantó muy rápido y lo<br />
mordió en el hombro, donde tenía un acero que lo protegía.<br />
Él se quedó mirando al dinosaurio, casi paralizado.<br />
El general los miró.<br />
–Hubieras sido el mejor dinosaurio de toda la academia<br />
–le dijo al oído.<br />
Y mientras que el dinosaurio seguía intentando pasar<br />
el metal que cubría el hombre del general, este le disparó<br />
a la cabeza.<br />
Viktoria Merino, Primero de media.<br />
El general se fue y Él fue corriendo a su dinosaurio, y<br />
se echó a su lado, mojando la tierra a su alrededor con<br />
60
lágrimas. Se durmió llorando, y cuando despertó, el dinosaurio<br />
todavía estaba ahí.<br />
Claudio Quijano, Tercero de media<br />
Agradecida<br />
Un día soleado, como a mí me gustan, ya que puedo salir al<br />
parque a jugar con mi amo. Lo malo es que como él trabaja<br />
en tiempo partido, lo veo solo cuando se va, cuando vuelve<br />
un rato en la tarde para sacarme a pasear y, finalmente, en la<br />
noche.<br />
Me gustaría que haya otro perro más en la casa para no sentirme<br />
sola; además, tendría con quién ladrarle a la vecina y<br />
destruir los muebles.<br />
Siempre los domingos, ese día mi amo no trabaja: es cuando<br />
salimos a jugar con las pelotas que me regaló en navidad.<br />
También me enseña a hacer trucos y si los hago bien, me recompensa<br />
con galletitas sabor carne en forma de huesos. A<br />
veces me da pena ver a tantos perros sin hogar en la calle,<br />
con hambre y enfermos, y yo en mi casa con alguien que me<br />
cuida y me da todo lo que necesito.<br />
Camila Rodríguez, Tercero de media<br />
La misteriosa jungla<br />
Cuando desperté el dinosaurio todavía estaba ahí. Yo estaba<br />
muy asustado, pensé que me iba a comer. Lo que hice fue esconderme<br />
tras una roca. Ahí estuve un buen rato, hasta que<br />
de repente vi que el dinosaurio se había ido.<br />
Yo seguía muy asustado, así que fui sigilosamente por las<br />
plantas. Caminé y caminé hasta que vi a un hombre que estaba<br />
afilando su cuchillo. Después de un rato le dije: “Hola”, pero<br />
él no me respondió. Luego le dije que tenía hambre; entonces<br />
me dio un poco de pan. Luego le dije gracias, pero tampoco<br />
me respondió.<br />
Hasta que de repente vi que estaba viniendo un dinosaurio<br />
a toda velocidad. Él me agarró y me subió a su espalda. Empezamos<br />
a correr hasta una cabaña. Ahí me empezó a decir:<br />
“Yo ser Gabriel”. Entonces empezamos a conversar y entonces<br />
me di cuenta que la jungla era peligrosa y nunca más salí<br />
sin él.<br />
Andrew Sylvester, Tercero de media<br />
Las grandes aventuras del señor<br />
Don Quijote se apoyaba en los Derechos<br />
Humanos<br />
cuando vio gente forzada por el rey.<br />
Para él esto era abuso de ley<br />
y pensaba, “¿qué hicieron estos hispanos?”.<br />
Uno le dijo a don Quijote: “pareces hábil”.<br />
Era Ginés de Pasamonte, el desdichado.<br />
Y don Quijote se sentía, de mente, errado,<br />
porque para él era un persona muy hábil.<br />
Don Quijote y la banda se quedaron<br />
pensativos.<br />
Rocinante se quedó tendido junto a su amo<br />
y la banda siguió con sus terribles motivos.<br />
Adrián Vásquez, Tercero de media<br />
Ginés de Pasamonte<br />
El gran don Quijote de La Mancha<br />
fue a hablar con el prisionero,<br />
él preguntó ¿quién es ese viajero?<br />
Y dijeron ¡vete en tu lancha!<br />
Así que yo quise la revancha<br />
y por poco me muero,<br />
pero como yo soy un caballero,<br />
dejé que me golpeara como cancha.<br />
Yo sentía mucho dolor,<br />
pero esto no me importó,<br />
me levanté y ataqué.<br />
Aunque sentía mucho temor,<br />
todos mis golpes, él soportó,<br />
pero en la pelea, yo destaqué.<br />
Josué Carrillo, Tercero de media<br />
El perdón mal dado<br />
Montando mi fiel caballo<br />
ojos alzo y a doce hombres contemplo<br />
encadenados de pies a cabeza, los observo,<br />
eran tan flacos como un tallo.<br />
Dos guardias tan gordos como un zapallo.<br />
Así don Quijote, su opinión no reservo,<br />
ni las lisuras conservo,<br />
pero su propósito fallo.<br />
61
Los quiso sacar de su miseria,<br />
pero el tiempo le costó<br />
y al final los liberó.<br />
Estos fueron una bacteria,<br />
le agradecieron con piedrazos en la cara,<br />
para salir vivo como cosa rara.<br />
Joaquín Ganoza, Tercero de media<br />
Los pensamientos y locuras<br />
del gran Quijote<br />
Don Quijote, aventura tras aventura,<br />
un hombre de harta pasión.<br />
Aunque a veces un poco peleón.<br />
¡Este pata sigue con toda la locura!<br />
¿Fuerte? ¡Ni siquiera come una verdura!<br />
Este hombre no es un fortachón,<br />
al contrario, ¡con esa barriga de colchón!<br />
Aquella vez ayudó, pero terminó en frescura.<br />
Trauma y pena<br />
Tuve que salir a toda máquina de la cafetería en plena lluvia.<br />
Aún sentía la adrenalina. Estaba empapado de pies a cabeza.<br />
La gente me veía raro. Creía que sabían lo que hice. Sus miradas<br />
no paraban de seguirme. Traté de cubrir mis heridas y<br />
moretones.<br />
Anduve por las calles por horas, incluso después de la madrugada,<br />
no sea que la policía haya encontrado algo y esté por mi<br />
casa. Al siguiente día lluvioso me decidí ir a casa. Inspeccioné<br />
la calle por seguridad, aún con mucho temor: no había ninguna<br />
patrulla en la esquina. Entré inmediatamente al departamento<br />
y me encerré por días. Me encontraba más solo de lo<br />
habitual. No tenía que salir debido al desempleo, y ninguno<br />
de mis amigos se interesaría en venir a visitarme, ya que no<br />
les importo para nada, ni si quiera para prestarme algo de<br />
plata para pagarle a un brabucón. Aunque eso ya no era importante.<br />
…<br />
Te hablo de esa vez de los galeotes,<br />
como cuando mató por una mujer<br />
y cuando se salvó de los molinos.<br />
¡Cuántas veces le cayó el chicote!<br />
Lamentablemente, este podría fallecer.<br />
¡Ayayay, que tal guerrero latino!<br />
Leonardo Lewis, Tercero de media<br />
Aventuras jocosas<br />
Vieron molinos de viento.<br />
Estos gigantes parecían.<br />
A ellos con furia venían.<br />
De atacarlos hizo el intento.<br />
Pero quedó sin aliento.<br />
A Rocinante las patas dolían.<br />
Ninguna queja despedían.<br />
Pero sí que iban lento.<br />
Esta aventura jocosa.<br />
Que al caballero casi mata.<br />
Fue causada por Frestón,<br />
Cuya mirada era odiosa.<br />
Era peor que un pirata.<br />
Y tenía cuerpo de camión.<br />
Luciana Luque, Tercero de media<br />
Miranda Espinosa, Segundo de media.<br />
62
La travesía por las galeras<br />
Don Quijote fue donde los prisioneros<br />
con la cabeza en otro lado<br />
y Sancho, estando muy cansado,<br />
le dijo que eran altaneros.<br />
Al sujeto lo hallaron en la cocina; era más que claro que allí<br />
sucedió todo. Recién llamaron a la policía 14 horas después,<br />
cuando la cafetería empezaba a oler a muerto. Su atacante<br />
esfumó como un fantasma. Nadie lo vio o escuchó algo. Las<br />
cámaras de seguridad no captaron nada. Tampoco se hallaron<br />
huellas, pisadas o algún indicio que dejara el culpable.<br />
El golpe fatal de la víctima era muy profundo. Algo duro debió<br />
darle. Sus nudillos estaban rojos, lo que indica que peleaba<br />
con alguien. Me sorprende que nadie haya escuchado.<br />
Sin testigos, ni pistas, ni nada, será una noche muy larga.<br />
Mi compañero, un viejo detective, me ha dejado solo por un<br />
asunto familiar, aunque supuse, poco después, que había<br />
traspapelado algunos papeles para irse temprano.<br />
…<br />
Karel Sánchez, Cuarto de media<br />
No podía dormir, o comer, o siquiera respirar. Todo mi ser se<br />
agitaba con cada movimiento, con cada suspiro, con cada parpadeo;<br />
no podía vivir, no sabiendo lo que hice. Mi corazón se<br />
agitaba y no paraba de inhalar desesperadamente buscando<br />
aire cada vez que lo recordaba al ver mis nudillos o al sentir<br />
mis heridas. No tenía hielo para bajar la inflamación en mis<br />
nudillos, una crema, o algún medicamento para curarme. Entré<br />
en pánico cuando recordé el fierro: lo había llevado conmigo<br />
a casa, bajo la chaqueta. Lo oculté detrás del lavamanos,<br />
sin ninguna otra idea o plan para esconderlo. Vivía en el<br />
encierro desde hace un largo tiempo.<br />
Era realmente horrible. Sus gritos me atormentaban. Las<br />
lluvias no eran lo suficientemente ruidosas para cubrirlos.<br />
Pero lo peor era que podía verlo. En la esquina contraria de<br />
la habitación, en medio de la oscuridad. Estaba con las piernas<br />
recogidas, abrazándolas; se distinguía su gran tamaño y<br />
la fuerza en sus músculos. De vez en cuando, mostraba con<br />
lentitud su rostro a la poca luz que tenía, con unos ojos vidriosos<br />
y esa estúpida sonrisa chueca, susurrando sus últimas<br />
palabras: “Vamos, gallina. Pelea. ¿Acaso no tienes agallas? No<br />
Quijote creyó mucho en estos rateros,<br />
pensaba que todo estaba controlado<br />
y que él los había salvado<br />
pero lo machucaron los muy traicioneros.<br />
El más bravo era Ginés,<br />
el mayor de los bandidos,<br />
que estuvo condenado más de una vez.<br />
Ya era un caso perdido<br />
y Quijote, que ve el mundo al revés,<br />
de la policía ha huido.<br />
Sebastián Palomeque, Tercero de media<br />
Los encadenados<br />
Don Quijote y Sancho por un camino andaban<br />
vieron hombres atados de pies y manos.<br />
Galeotes servían al rey, por ser tiranos,<br />
quienes sin más remedio, remando acababan.<br />
Como las explicaciones de Sancho no lo saciaban,<br />
insistía en el porqué de aquellos tratos<br />
inhumanos.<br />
Que sin piedad se infligían, incluso en los<br />
ancianos,<br />
quienes sin reparo sus historias contaban.<br />
Entre tanta confesión una historia resaltó,<br />
la de un hombre encadenado, más que los de<br />
al lado:<br />
se trataba del Ginés y su fama de bandido.<br />
Y aunque a los ojos del Quijote parecía<br />
exagerado,<br />
la fama de bellaco de Ginés ya se había<br />
extendido,<br />
Que sin más su castigo acató.<br />
Flavia Torres, Tercero de media<br />
63
La muerte camina hacia nosotros<br />
“Que camine la muerte hacia nosotros”<br />
Esta angustia nos lleva<br />
hasta la piel, nuestra carne,<br />
quemándonos por dentro, con un frío ardor.<br />
¿Quién nos va avisar? ¿Por qué paramos<br />
en esta tierra?<br />
¿Es necesario saber la respuesta?<br />
La muerte camina hacia nosotros<br />
o ¿será que nosotros hacia ella?<br />
¿Por qué tenemos que pasar por tanto dolor?<br />
El tiempo en dorado y pasa como un lindo<br />
relojito de arena.<br />
Los niñitos comienzan<br />
con las preguntas profundas :<br />
¿La muerte camina hacia nosotros?<br />
podrías ni matar a una mosca. ¿Dónde está mi dinero, gallina?<br />
¿Acaso no fueron suficientes golpes la otra vez? Me parece<br />
que tendré que darte otra lección, gallina”.<br />
…<br />
Mi compañero hizo casi todo el trabajo. Yo ya estaba bastante<br />
viejo para este tipo de cosas. Aparte, estaba bastante ocupado<br />
con la familia, el club, y es tipo de cosas. Como sea, el<br />
chico encontró unos cuantos contactos de la víctima. Todos<br />
los sujetos, ratas de alcantarillas sin vergüenzas, se pararon<br />
de costado, uno al lado del otro. Mi compañero decía que debíamos<br />
encontrar a alguien con rastros de pela, como nudillos<br />
inflamados o golpes. Todos me parecían igual. Había un<br />
pelón con tatuajes y fortachón; otro con media cadena de<br />
McDonals en sus tripas y cicatrices en la cara; uno de pelo asqueroso,<br />
apestoso, mugriento con la cara desfigurada; y otro<br />
pelirrojo con aspecto de pocos amigos. Para acabar esto rápido,<br />
le dije a mi compañero que fuera a casa a descansar mientras<br />
me encargaba del resto, que había trabajado tan duro y<br />
El cielito de la sierra, de la puna,<br />
penetren nuestras miradas<br />
y siguen las preguntas sin respuestas:<br />
¿Qué es la vida? ¿Para qué sirve?<br />
Sufrimos tanto por buscar una respuesta.<br />
La sabiduría visita al sabio,<br />
con una pregunta que todo el mundo se<br />
hace, que es tan simple y natural:<br />
¿La muerte camina hacia nosotros<br />
o será que nosotros vamos a ella?<br />
Andrea Costa, Cuarto de media<br />
Rap<br />
Me echo pensando en mi vida,<br />
Actos impuros de mi pasado escritos en rima.<br />
Tiempo para pensar sobra,<br />
Te lo demuestro porque de mi arte es obra.<br />
Que piense tanto y componga obras de arte<br />
Pero es tonto que hoy te cobren por darte<br />
lecciones, cuando deberían ser gratis.<br />
Pero en este país es más difícil<br />
Encontrar la matriz para ser feliz, es más fácil<br />
Conseguir líquido para proponer un brindis.<br />
Pero se parece para los que de criterio<br />
carecen,<br />
Y si en un ambiente así los niños crecen<br />
En un problema luego te ves.<br />
Rodrigo Rubio, Primero de media.<br />
64
que se merecía una buena taza de café. El chico me creyó y se<br />
fue mientras terminaba por archivar este caso como cerrado.<br />
…<br />
Por los pelos me salvé. Culparon al taxista pelirrojo por el crimen.<br />
Solo lo llamaron y lo llevaron directo a la cárcel. Sin pruebas,<br />
ni interrogatorios, ni tribunal ni nada. Así como así: solo<br />
dijeron que ese feo parecía el culpable y ya.<br />
Ahora me sentía culpable, más de lo que ya estaba. Era injusto<br />
que él fuera en mi lugar, en mi sentencia, por mi crimen. Si yo<br />
no hubiera…si no… si no hubiera sido por el detective a cargo<br />
del caso, esto no hubiera pasado. “¿Qué esperas, gallina?”<br />
…<br />
Me encargué del sujeto, pero esta vez usé un bate de béisbol,<br />
directo al cráneo. Tuve que encargarme de su compañero<br />
también, para que no hubiera testigos. Fue en un callejón,<br />
sin cámaras ni civiles ni nada. El agua de la lluvia se lo llevó<br />
todo. Después de eso me mudé a otro barrio, a hacer justicia:<br />
hice lo mismo con unos cuantos pandilleros y a un oficial corrupto.<br />
Desde entonces, en las noticias, me han apodado “El<br />
Rompe Cráneos”. Bastante conocido por todas las fuentes. Y<br />
continué, y continué, y continué. Era una máquina imparable.<br />
Adoraba escuchar sus huesos romperse y susurrarles antes<br />
de morir: “Vamos, pelea por tu vida, gallina”.<br />
Camila Farfán, Tercero de media<br />
El crimen<br />
Eran las dos de la tarde, yo recién despertaba, me dolía todo,<br />
pero no recordaba qué había pasado el día anterior. Más temprano<br />
que tarde, me di cuenta de dónde estaba; no era mi<br />
casa, ni mi cama, estaba en la cárcel. Inmediatamente salté<br />
alarmado, casi me costaba respirar, trataba de acordarme<br />
qué había pasado el día anterior.<br />
Estuve reflexionando por minutos, pensando qué había podido<br />
pasar y comencé a recordar cosas: hace un mes comencé<br />
a salir con una chica que vive en una zona de la ciudad llena<br />
de pandillas y, es más, su hermano era el líder de una. Ya recuerdo,<br />
él me dijo que si quería seguir con su hermana debía<br />
unirme a su pandilla y para entrar debía hacer algo así como<br />
un ritual de iniciación. Comencé a recordar, me drogaron y me<br />
metieron a mi carro, yo estaba asustado. Luego de un rato<br />
llegamos a mi casa pero, de ahí, ya no me acuerdo más…<br />
65<br />
Debería ser gratis<br />
Pero en este país es más difícil<br />
Encontrar la matriz para ser feliz.<br />
Cada sueño tiene su dueño,<br />
Se alcanza con empeño.<br />
En busca de amor<br />
Solo me dejó con dolor.<br />
Adentro de mi corazón<br />
Se esconde rencor,<br />
Que expreso en esta canción.<br />
Soy el fuego que prende el carbón<br />
Y yo no te ruego<br />
Que me des alas para emprender este vuelo.<br />
Francesco Uccelli y Kai Bernales,<br />
Cuarto de media<br />
¿Por qué, doctorcito?<br />
(A la manera de José María Arguedas)<br />
Doctorcito ¿por qué habla mal de mí?<br />
¿Yo qué le he hecho?<br />
Yo no soy tonto, sí entiendo,<br />
No crea que no lo hago…<br />
“dicen que no sabemos nada, que somos el<br />
atraso,<br />
que nos han de cambiar la cabeza por una<br />
mejor.”<br />
Y ¿por qué me quiere cambiar la cabeza?<br />
no es justo, doctorcito.<br />
¿Por qué habla así de mí?<br />
¡Yo he sido buenito con usted!<br />
Todo lo que me ha pedido lo he hecho<br />
y usted, se burla de mí.<br />
¡Ay! Doctorcito, ¿por qué me cree tonto?<br />
Yo no lo soy, doctorcito.<br />
Yo dedico todo mi tiempo a cuidar a usted.<br />
¡Ay! Doctorcito, ¿por qué será tan injusto?<br />
¿Por qué tanta maldad?<br />
Doctorcito, ¿por qué trata así a alguien tan<br />
buenito como yo?<br />
Yo no soy tonto, doctorcito.<br />
Yo entiendo que no me quiere.<br />
Pero yo no he sido malo,<br />
por el contrario, he sido bien buenito.<br />
¿Qué gana haciéndome esto?<br />
No se burle más de mí, doctorcito.<br />
No es justo<br />
No sea tan malo, por favor.<br />
Alejandra Guerrero y Beatriz Pardo,<br />
Cuarto de media
El sentir del dolor<br />
Estar en un cuarto obscuro<br />
sentí que esa era mi alma,<br />
no entendía por qué vivía así.<br />
Solo sentí morir mi alma,<br />
pero vi que el mundo estaba en mi contra,<br />
las nubes salieron y yo llorando como un niño<br />
estaba.<br />
Al saber que mi madre no salía<br />
de nuestro juego de niños,<br />
no sabía que era real, ella marchita.<br />
El clima del ártico duele en la piel,<br />
el calor de mi cuerpo, mata al corazón.<br />
Al ver a una mujer pasar, sentí<br />
mi corazón vivo, sorpresa fue la mía<br />
al sentirme vivo, al sentir una pequeña llama<br />
en el mirar de mis ojos, en el sentir de mi piel<br />
al sentirme vivo.<br />
Camila Navarro, Cuarto de media<br />
José María Arguedas<br />
Dicen que estamos locos,<br />
hasta los muchachitos del pueblo se ríen.<br />
“Dicen que no sabemos nada,<br />
que somos el atraso”.<br />
¡Ay! Papacito,<br />
¿cuándo nos tratarán como sus amigos?<br />
Mi madre se ríe, dice que nunca cambiarán<br />
que con toda esa maldad que tienen<br />
algún día morirán.<br />
Ella es muy paciente<br />
lleva muchos años en esa casa<br />
y aún no se aburre de ser sirviente.<br />
Yo no duraré tanto como ella.<br />
Cuando pueda me iré<br />
no me importa si es la guerra.<br />
Miranda Nieto, Cuarto de media<br />
Luego de una hora vino un policía alto, con cara intimidante,<br />
no respondió ni una de mis preguntas y me llevó hasta un cuarto<br />
en el que me esperaba un agente con terno. Me senté y<br />
me mostró más fotos de unos rostros llenos de heridas. “¿Los<br />
conoces?”, dijo con una voz seria y penetrante…<br />
Siguió pasando las fotos hasta que reconocí una, era el hermano<br />
de María, mi chica. Estaba mutilado al igual que la mayoría<br />
de su pandilla. Me quedé inmóvil, no sabía qué hacer.<br />
“¿Los conoces?”, dijo el agente con voz más alta. Agaché la<br />
cabeza y negué con un movimiento corto…<br />
Al final, sigo aquí luego de nueve años y aún me quedan once<br />
por un crimen que no recuerdo haber cometido; sin embargo,<br />
me come vivo la culpa de haberlo hecho…<br />
Simón Sousa, Cuarto de media<br />
Claramente mal visto<br />
Era una tarde congelada en julio, recuerdo la fecha perfectamente…<br />
1939. Nosotras tomábamos té mientras ellos tomaban<br />
ese extraño líquido amarillento con cálidos toques de un<br />
color mostaza al que llaman cerveza; claramente, es mal visto<br />
para nosotras…<br />
La tarde era amena. Las damas planeábamos alejarnos de<br />
nuestros maridos por esa noche, ¡tener una noche de juventud<br />
devuelta! O eso pensábamos… Primero escuchamos el<br />
aviso, tres explosiones emanaron de la puerta de una especie<br />
de basílica, pero no era una de esas construcciones ostentosas,<br />
no tenía nada de importancia para nosotros…<br />
–Deben ser los jóvenes de esa aldea –dijo Israel, el esposo de<br />
Alexandra, una rusa de pelo muy largo y bastante rubio, algo<br />
suelta para mi gusto, sin clase, pero de buen corazón.<br />
–Estás mal, duende –le dijo Alexandra, sin el mínimo respeto,<br />
pues obviamente su belleza la ponía en una mejor condición<br />
que el pobre Israel.<br />
Continuaban los estallidos. Ya eran las doce, una hora propia<br />
para dar un paseo con mis amigas. Después de compartir un<br />
buen rato con ellas, decidimos ir a nuestros hogares.<br />
Abrí la puerta de madera, hermoso color roble, pero… los<br />
muebles no estaban en su lugar, la alfombra no tenía ese<br />
brillo particular luego de ser limpiada, mi esposo no había llamado<br />
a la servidumbre. Molesta era poco a comparación de lo<br />
66
que sentía: a las seis de la tarde tenía que recibir a las señoras<br />
de mi “BRETT” y todo estaba fuera de su lugar, nada era refinado,<br />
nada era extravagante, nada era notablemente mío.<br />
Lo único que pensaba era qué pensarían las grandes damas<br />
alemanas de mi humilde morada…<br />
Entonces lo vi… era él, en el suelo. Parecía dormido… Intenté<br />
verlo de frente, pero la otra mitad era simplemente horrenda.<br />
Pensaría seriamente en dejarlo, nadie me puede ver con él,<br />
sin pulso…. Sería patético en los retratos, todo un color rojo<br />
ennegrecido…<br />
Dieron las 6:00… 6:20…. Y sonó la puerta, las damas llegaron<br />
con vestidos largos de color pastel… Exquisitas como siempre.<br />
Solo deseo que ignoren esa penosa escena.<br />
–Tomaron Alemania –dijo María, una hermosa mujer de edad<br />
avanzada<br />
Yo solo esperaba que no nos afectara, necesitaba ver cómo<br />
arreglar mi casa. Tal vez el próximo gobernante me requiera<br />
como su esposa o algún comandante. Si no, me quedaré con<br />
mi “él” aunque con ese aspecto…<br />
ES CLARAMENTE mal visto….<br />
Lorena Campos y Andrea Saco, Cuarto de media<br />
EL mar tiene sonidos fuertes<br />
El mar hace sonidos fuertes<br />
que se escuchan hasta la ciudad.<br />
El agua clara parece un espejo<br />
en que las personas ven su reflejo,<br />
el reflejo es una cosa<br />
que se puede observar con claridad<br />
en el día pero no en la noche<br />
porque no hay luz en la noche<br />
debido a la oscuridad<br />
y la oscuridad es algo negro.<br />
Natalia Panfichi, Cuarto de media<br />
Reflejo de la muerte<br />
Ahí, yace gente<br />
que camina sobre la frontera<br />
entere la vida y la muerte.<br />
Cada mañana me veo<br />
y cuando me acuerdo<br />
le doy mis condolencias a la muerte,<br />
para que vuelva más tarde<br />
a probar mejor suerte.<br />
Francisco Perea, Cuarto de media<br />
Dino Pepino<br />
Cuando despertó, el dinosaurio aún estaba ahí,<br />
despertó bajo la pervedad de su conocimiento,<br />
bajo trépida paciencia, solo quería salir de sus<br />
dudas.<br />
Solo quería salir del hosco lugar donde estaba,<br />
de esa cueva plúmbica, al igual que sus<br />
recuerdos, de esa barricada lluvia de ideas.<br />
Ruinoso, el dinosaurio logra salir,<br />
logra salir aún turbado, sale y ve un mundo más<br />
diverso del que él conocía.<br />
Marcha unos pocos metros y sucumbe,<br />
se cae por el dolor punzante,<br />
por el dolor mordaz en su lomo.<br />
Gonzalo Céspedes, Segundo de media.<br />
Se lo llevan los curiosos mientras otros se<br />
quedan viendo, miran como este planeta<br />
“progresa”.<br />
Cuando despertó, el dinosaurio aún estaba ahí.<br />
67<br />
Josemaría Guerra García, Cuarto de media
Cómo romper tus huesos<br />
Cómo romper tus huesos<br />
en pleno silencio,<br />
que servirá en el destino<br />
como el golpe en la nuca<br />
en aquel lugar.<br />
La brillante ventana<br />
le invita. Una entrada a las venas<br />
y también a su mujer,<br />
cuyo nombre es Corazón,<br />
que vive en un estanque de sangre<br />
y también de yedra,<br />
con muchas aves.<br />
No sé de qué continente soy,<br />
mi poema es totalmente inútil.<br />
Lucas Ormeño, Segundo de media<br />
Arantxa García Rosell, Segundo de media.<br />
Carolina Zeballos, Segundo de media.<br />
Jacobo Rey, Segundo de media.<br />
68
Mi opinión sobre el libro…<br />
Hace unos días, en clase de<br />
Comunicación, leímos el libro<br />
Todos deberíamos ser<br />
feministas de Chimamanda<br />
Ngozi. En él, la autora cuenta<br />
anécdotas que ha pasado<br />
en las que se siente menospreciada<br />
o no siente que la<br />
notan solo por el hecho de<br />
ser mujer, a causa de estereotipos<br />
machistas que hay<br />
en la sociedad.<br />
Yo estoy de acuerdo<br />
con todo lo que leí, porque,<br />
aunque los estereotipos en<br />
Perú son menos notorios<br />
que en Nigeria, hay muchos<br />
con los que he vivido desde<br />
mi niñez.<br />
Por ejemplo, yo, personalmente, odio el rosado,<br />
desde pequeña me pareció un color que<br />
todas las niñas tienen que amar solo por ser el<br />
color “más femenino”. Recuerdo que en las tiendas<br />
la ropa de niño venía de muchos colores,<br />
mientras que las niñas solo teníamos el rosado.<br />
¿Nunca pensaron que podía usar azul, negro o<br />
cualquier otro color y seguir siendo femenina?<br />
La sociedad te dice hasta cómo tienes que<br />
jugar. Todas las niñas tienen que jugar con muñecas,<br />
pero, ¿por qué? Yo nunca jugué con muñecas,<br />
prefería los carritos y jugar fútbol, pero<br />
eso a la sociedad le parece raro. Mi familia iba a<br />
dejarme regalos de Navidad o cumpleaños los<br />
cuales nunca me gustaban, porque aparte de mi<br />
mamá y algunos tíos, nadie me entendía.<br />
Creo que todos los peruanos deberían leer<br />
este libro, para que entiendan que solo por ser<br />
mujeres no tenemos la obligación de vestirnos<br />
igual o tener los mismos gustos y deberían respetar<br />
y entender a las que no somos como el<br />
común.<br />
Fernanda de Souza, Segundo de media<br />
Voy a empezar este ensayo<br />
diciendo que estoy de acuerdo<br />
con Chimamanda. Yo creo<br />
que ella es muy clara en el<br />
libro, pero no creo que sea<br />
irrespetuosa o que tenga algún<br />
motivo de “convertirnos”<br />
en feministas, tiene la idea<br />
de que todos entendamos<br />
qué es el feminismo y estoy<br />
de acuerdo. Podríamos decir<br />
que el feminismo es la ideología<br />
que defiende que las<br />
mujeres deben tener los mismos<br />
derechos que los hombres,<br />
según la RAE. O que se<br />
trata de un movimiento que<br />
exige que hombres y mujeres<br />
tengan los mismos derechos, según se define<br />
en el diccionario. Para mí, por otro lado, significa el<br />
buscar la igualdad de género social, económico, laboral,<br />
cultural, etcétera.<br />
Nunca me había considerado feminista, machista,<br />
sexista, ni nada por el estilo. Leí el libro Todos<br />
deberíamos ser feministas y me hizo reflexionar<br />
sobre estos conceptos. Hace unos días, unos<br />
compañeros de clase me dijeron: “ya, ya feminista”<br />
y “lo siento, feminazi”. Al principio pensé en decirles<br />
algo como: “No soy feminista, ¿qué te pasa?”, pero<br />
no lo hice, porque yo estaba defendiendo algo en lo<br />
que creía y eso me hace sentir orgullosa. Si me hace<br />
feminista, que lo haga. No estoy diciendo esto para<br />
delatar a mis compañeros por esos comentarios<br />
ofensivos, sino para mostrar que Chimamanda se<br />
sintió orgullosa de sí misma y logró cambiar las ideas<br />
de muchas personas, contando la mía. ¿Quién sabe?<br />
Tal vez yo esté cambiando ideas en años futuros.<br />
Mi conclusión es que muchos hombres como<br />
mujeres no saben los significados de machista, feminista,<br />
etc. Y eso a mi parecer es erróneo. Debe<br />
cambiar, no para que todos estén de acuerdo conmigo<br />
o Chimamanda, sino para que escojan bien<br />
sabiendo toda la información. Que es lo justo.<br />
Franca Dacal, Segundo de media<br />
69
NO A LA DISCRIMINACIÓN<br />
Rap de Primero de media<br />
No tenemos etiquetas que nos<br />
catalogan<br />
porque solo los ignorantes hacen<br />
distinciones<br />
te discriminan por tu color y<br />
nacionalidad.<br />
¿Discriminas? ¿Eres perfecto? Aquí<br />
hace falta humildad.<br />
Parece fácil pero ¿qué tal si<br />
cambiamos los papeles?<br />
ponte en mi piel y piensa bien en el<br />
color que tienes<br />
parece que discriminar gente te<br />
entretiene<br />
¿De dónde ese odio proviene? ¿Por<br />
qué no te detienes?<br />
(Joaquín Quesada)<br />
¿Acaso somos anormales?<br />
Debajo de la piel somos<br />
exactamente iguales,<br />
todos valemos lo mismo,<br />
ayudemos a la gente ignorante que<br />
apoya el racismo.<br />
(Galilea Caro)<br />
Con plata o sin ella, no somos<br />
diferentes<br />
chino o negro, todos podemos ser<br />
presidentes.<br />
El machismo y el racismo<br />
son otra clase de terrorismo.<br />
(Stephania Aguirre)<br />
Todos somos iguales<br />
no podemos ser como animales.<br />
Yo quiero estar tranquilo<br />
que nadie me trate como un hilo.<br />
(Nahuac Zapata)<br />
Hablando del racismo<br />
no puede haber machismo.<br />
No hay que ser racista,<br />
revísate en el dentista.<br />
(Francesca Cuba)<br />
Te encuentras con un chino, negro,<br />
blanco o paisano<br />
sin miedo ¡saluda con la mano!<br />
Cuando sientas que te hacen daño<br />
solo ahógalos en el caño.<br />
(Valeria Slocovich)<br />
El racismo es malo<br />
¡tú le pegas con la mano!<br />
No debes ser racista,<br />
tampoco machista.<br />
(Matías Barreto)<br />
Algunos dicen que el racismo es<br />
cosa del pasado,<br />
otros dicen que este mal no ha<br />
acabado.<br />
Si dejas de ver con otros ojos el<br />
pasado<br />
te darás cuenta que el futuro ya ha<br />
cambiado.<br />
(Carlos Mendoza)<br />
El machismo es malo<br />
así que quiero que se acabe ahorita<br />
mismo<br />
¿Acaso lo que importa no es el<br />
corazón?<br />
Para herir a los demás dices cosas<br />
sin razón.<br />
(Dennis Da Silva)<br />
Si eres un tonto racista<br />
arréglate pronto la vista.<br />
Y si no tienes corazón,<br />
quiere decir que te falta amor.<br />
(Vasco Hernández)<br />
Aunque yo no sea solo un rapero<br />
quiero dar un mensaje sincero,<br />
porque el racismo es verdadero.<br />
No discrimines al africano,<br />
tampoco al paisano,<br />
porque si es negro o blanco<br />
igual es tu hermano.<br />
(Patrick Korn)<br />
Lo insultas por su raza, sexo y<br />
religión<br />
todo por tu falta de educación.<br />
Aunque ser racista no es tu culpa,<br />
te lo enseñan desde que tomas tu<br />
jugo sin pulpa.<br />
(Lukas Onate)<br />
La terrible falta de comunicación<br />
es lo que nos vuelve un país sin<br />
educación.<br />
Este rap no lo hacemos para llamar<br />
la atención<br />
lo hacemos por inspiración,<br />
porque nos nace del corazón.<br />
(Ana Vargas)<br />
A los negros se les dice “personas de<br />
color”<br />
los que dicen eso son gente sin<br />
valor.<br />
¿Acaso importa tanto el color?<br />
Solo tienes que tratar con amor<br />
y buen humor.<br />
(Catalina Baigorria)<br />
Esta actitud está mal<br />
hay que respetar al rival<br />
este reto se debe superar<br />
¿qué esperas para comenzar?<br />
(Santiago Castro)<br />
70
El tallado en madera<br />
Los invitamos a que disfruten de la investigación de Lorenzo<br />
Gutiérrez, que buen esfuerzo le ha costado.<br />
Introducción:<br />
Yo escogí este tema porque mi abuelo<br />
lo hace, y desde pequeño lo veo<br />
hacerlo y me interesa mucho. Las cosas<br />
que hace son muy bonitas y quiero<br />
aprender a hacerlas.<br />
Espero aprender cosas sobre<br />
la madera, como manejar las<br />
herramientas, y también poder hacer<br />
mi propia talla de madera. Este trabajo<br />
me ha gustado mucho porque tiene<br />
partes muy interesantes que no sabía,<br />
pero ahora sé de la madera y de las<br />
técnicas.<br />
Me he sentido tranquilo al escoger este<br />
tema porque sabía que me iba a gustar.<br />
¿Cuándo se inventó?<br />
La talla de madera más antigua fue hallada en<br />
1890 en una turbera de Shigir, en el borde oriental<br />
de Siberia. De los estimados 9500 años de antigüedad<br />
se ha pasado a 11000, más del doble que<br />
las pirámides egipcias.<br />
No se puede saber con exactitud qué persona<br />
lo inventó, pero se sabe que fue<br />
desde la era de los cavernícolas y<br />
se podría decir que fue un cavernícola.<br />
Los cavernícolas repartieron al<br />
mundo la talla en madera conforme<br />
iban viajando por el mundo, y dejaban<br />
sus tallas en sus cavernas. Se<br />
han encontrado tallas por todo el<br />
mundo. También puede ser que un<br />
cavernícola le haya enseñado cómo<br />
tallar a otro, y el otro a otro, y así<br />
sucesivamente. Puede ser que distintas<br />
“tribus” cavernícolas lo hayan<br />
desarrollado sin tener contacto.<br />
En el Perú se han encontrado muy pocas tallas<br />
en madera. La mayoría de conocimientos en la talla<br />
en madera nos los dieron los españoles después<br />
de conquistarnos.<br />
Se han encontrado más tallas en madera en<br />
Francia e Italia, pero a partir de la Edad Media.<br />
71
¿Qué formas se pueden hacer y con qué madera?<br />
Se puede hacer alto relieve, bajo relieve, rostros,<br />
distintas partes del cuerpo, y las cosas que uno<br />
quiera representar. La forma más difícil de hacer<br />
es el rostro, porque hay que juntar la técnica del<br />
alto relieve con la del bajo relieve. Y hay que dibujar<br />
el rostro que muy bien. Esto es más fácil de<br />
hacer con gubia y con mazo, pero cargar el mazo<br />
cansa el brazo.<br />
Con cualquier tipo de madera se puede elaborar<br />
la talla en madera. Las mejores maderas para<br />
todas las técnicas son cedro y moheña.<br />
No hay algún tope de medidas para la talla en<br />
madera, pero hay algún punto donde no se puede<br />
seguir tallando, pues la gente no podría apreciarlo.<br />
Es por eso que muchos talladores de madera<br />
hacen sus tallas chicas. No es muy usual pintar<br />
las tallas en madera, pero algunos talladores las<br />
pintan. La mayoría deja sus tallas laqueadas, y no<br />
pintadas.<br />
Los recursos para hacer la talla en madera son:<br />
herramientas de corte, las gubias, azuela, cepillos,<br />
sierras y serruchos, cuchillas de ebanistas,<br />
mazos, limas y escofinas.<br />
¿Cómo se le saca filo a las herramientas?<br />
Para afilar las herramientas completamente, tienes<br />
que hacerlo por tres partes, amolado, afilado<br />
y afinado. Primero, para el amolado a máquina,<br />
metes el borde externo de la gubia para quitar las<br />
magulladuras en un esmeril eléctrico; luego, para<br />
el afilado a mano tienes que raspar la gubia contra<br />
un esmeril normal en forma circular de un solo<br />
sentido para darle filo; y para finalizar, para el afinado<br />
apoyas la parte interna de la gubia contra un<br />
pedazo de madera con borde curvo y frotas una<br />
piedra contra la parte externa de la gubia para afinar<br />
el filo.<br />
Se pueden usar como mínimo para cada técnica<br />
seis o siete herramientas, pero depende qué<br />
corte quieras con las gubias, si delgado o grueso,<br />
vas a necesitar dos gubias: entonces, se pasa a<br />
siete u ocho herramientas.<br />
Los pasos después de tallar y el orden son:<br />
Primero: Lijar la talla.<br />
Segundo: Laquear o pintar.<br />
Tercero: Si se pintó la talla se puede barnizar si<br />
se usó una pintura sin barniz.<br />
No se puede pintar después de laquear, se puede<br />
pintar sin laquear y luego se barniza. Si algo sale<br />
mal, con lo único que se puede corregir la talla en<br />
madera es con ingenio.<br />
Conclusiones del tallado en madera<br />
En mi experiencia la talla en madera es transmitida<br />
de padres a hijos, o de familiares, o de personas<br />
mayores que respetas.<br />
La talla en madera se hace con sentimiento, la talla<br />
en madera se hace con respeto, eso es lo que me<br />
transmiten los profesores.<br />
Aprender a manejar las herramientas requiere de<br />
mucha concentración.<br />
He aprendido que hay muchas más herramientas<br />
de las que pensaba, pero no todas son muy<br />
72
necesarias para todas las técnicas,<br />
y alguien experimentado<br />
de 100 herramientas solo<br />
usa 5 o 6.<br />
La madera tiene sorpresas en<br />
su interior, porque cuando vas<br />
lijando van apareciendo las vetas,<br />
y luego cuando vas barnizando<br />
salen a la luz cosas que<br />
no veías.<br />
Entrevista a Carlos Otero Pollitt<br />
Tallador de madera, profesor del colegio Waldorf de<br />
tallado en madera y xilografía. Él talla madera desde<br />
que tiene 20 años. Empezó haciendo muebles para<br />
su casa de manera autodidacta, también es pintor<br />
y profesor de Historia del Perú. Ahora se dedica a<br />
hacer barcos antiguos a escala como carabelas y<br />
galeones, en su taller. También trabaja con su torno.<br />
¿Desde cuándo te interesa la talla en madera?<br />
La talla en madera siempre me ha interesado, quizás<br />
desde pequeño. Cuando veía las figuras talladas,<br />
sobre todo las tallas en los púlpitos de las iglesias,<br />
siempre me pegaba a mirar las tallas.<br />
¿Qué sientes por la madera?<br />
Si se puede decir alguna palabra, siento un amor<br />
por la madera. La madera es un material tan noble:<br />
para muchas civilizaciones el árbol es como<br />
si fuera una elevación de la tierra, es un hijo de<br />
la tierra. Y tiene una serie de historias tan lindas:<br />
abrazar un árbol tiene efectos terapéuticos. Los<br />
indios de Norteamérica, no me acuerdo qué tribu,<br />
se pegaban a los olmos de espaldas, y los árboles<br />
les transmitían energía y otras cosas a los indios.<br />
Y por más que las cortezas sean ásperas, hay una<br />
conexión entre la energía.<br />
¿Qué forma es más recomendable para un<br />
principiante?<br />
Yo creo que formas más simples, pero creo que el<br />
principiante debe mirar, escoger sus herramientas<br />
primero. Creo que la herramienta más básica es el<br />
cuchillo, pero hay que tener mucho cuidado y concentración,<br />
porque si no, te puedes hacer cortes.<br />
Cuanto más pequeño se le enseñe al niño a trabajar<br />
con la cuchilla mejor, porque se concentra más,<br />
pero de grande empiezan los juegos, a distraerse,<br />
y ahí empiezan los problemas.<br />
Conclusiones:<br />
Nunca se debe pintar después de laquear.<br />
Para tallar una tabla el mazo debe ser pesado,<br />
pero que lo puedas sostener, para cuando golpees<br />
la gubia agarre más viada con el peso y<br />
golpee más fuerte.<br />
La palabra xilografía significa: Arte de grabar en<br />
madera. Impresión tipográfica hecha con planchas<br />
de madera grabadas.<br />
Esmeril: Piedra artificial o lija, usada para afilar<br />
instrumentos metálicos y pulir o desgastar<br />
otras cosas.<br />
73
Promoción XXXV / Sexto grado<br />
Stephania Aguirre Romero<br />
Catalina Baigorria Lértora<br />
Matías Barreto Ormeño<br />
Iyari Buitrago Zegarra<br />
Galilea Caro Sinclair<br />
Santiago Castro Maguiña<br />
Dennis Da Silva Lehmkemper<br />
Santiago Dávila Martínez<br />
Tanit De La Borda Waller<br />
Luna Durand Olivera<br />
Diego Flores Ávalos<br />
Álex García Hernando<br />
Patrick Korn Israel<br />
Carlos Mendoza Matos<br />
Luciana Moya Villagra<br />
Micaela Noriega Alván<br />
Lukas Onate Guerra<br />
Michael Owens Gaona<br />
Joaquín Quesada Castañeda<br />
Fernanda Roose Altuve<br />
Rodrigo Rubio García Ribeyro<br />
Valeria Slocovich Tolmos<br />
Gianlucca Tijero Matallana<br />
Liam Tobin Villapolo<br />
Ana Camila Vargas Huapaya<br />
Joaquín Vílchez Quintanilla<br />
74
Nicolás Prado. Primer puesto, pintura libre. Sexto Grado.<br />
Celebración de la primavera<br />
En esta sección presentamos, como hace mucho no hacíamos, los<br />
trabajos ganadores en los Juegos Florales. Aplausos para todos ellos.<br />
75
Munay Ramos. Primer puesto, pintura libre. Sexto grado.<br />
Nua Maneiro. Tercer puesto, pintura libre. Sexto grado.<br />
A través de…<br />
Cuando yo tenía doce años y estaba a punto de cumplir<br />
trece, pasó algo muy extraño, que hasta ahora no puedo<br />
entender. Les contaré mi historia.<br />
Ese día bajé al primer piso, era de noche y tenía<br />
miedo, así que bajé con Laia, mi cerdita. Entré a la cocina<br />
y como tenía hambre, abrí la refrigeradora. Lo último<br />
que recuerdo es una luz que salía de ella. Esa luz me<br />
atrajo. Después de entrar, sé que suena raro, pero eso<br />
fue lo que pasó, aparecí tirada en un sitio oscuro. Unos<br />
guardias me levantaron y me dejaron en un palacio.<br />
A mi lado estaba una señora a la que le llamaban<br />
la Reina. Me dijo: “Debes cumplir este reto”. Al oído me<br />
dijo: “Tienes 13 horas para completar este acertijo”.<br />
Me fui a cada reino sin conocer a nadie. Tenía que<br />
completar este acertijo: “¿Cuál es la clave de la felicidad?”.<br />
Fui a todos los pueblos vecinos y cuando faltaba<br />
una hora, solo me quedaba recorrer uno. Ahí encontré<br />
la respuesta y fui corriendo. Entré al palacio y le dije a<br />
la Reina, “¡Lo encontré! La clave de la felicidad es tener<br />
confianza y seguridad”. Apenas terminé de decirlo, me<br />
botaron inmediatamente del lugar. Caminé durante<br />
mucho tiempo hasta que encontré un ángel y un chico,<br />
que parecía de mi edad, llamado Luck. El ángel nos<br />
llevó a una playa muy bella. Nos quedamos viendo el<br />
atardecer, y cuando el sol se puso, el ángel nos dijo:<br />
“Este es el segundo reto, el de la amistad”. Tuvimos<br />
que pasar unas pruebas.<br />
Finalmente, el ángel me dijo “voltea” y yo volteé,<br />
y vi a un león, pero no era igual a los otros, y nos dijo:<br />
“Este es su penúltimo reto, que prueba su valentía.<br />
Tienen que subir una montaña y saltar de ella”.<br />
Salté, pero me moría de miedo, sentí que caía y<br />
caía. Y de repente, ¡SPLASH! Caí en un lago y de él salió<br />
un delfín rosado que nos dijo: “Ahora, esta es la última<br />
prueba, la de la inteligencia. ¿Cuánto es 7/10000 en<br />
decimales?”. Me demoré un poco, pero lo resolví, la respuesta<br />
era 0,0007 y el delfín dijo, “¡correcto!”. Me llevó<br />
a la puerta y cuando llegamos todos estaban allí.<br />
Me despedí y regresé a casa. Ahora les cuento esta<br />
historia a mis hijos y tengo 39 años. Y Laia mi cerdita ya<br />
tuvo crías. Fue la mejor experiencia de mi vida.<br />
Aruni Martinat y Gianell Ordoñez<br />
Sexto grado<br />
76
Las aventuras<br />
de Peter<br />
Había una vez un niño que se llamaba<br />
Peter y vivía en el campo. A Peter<br />
le encantaban los libros de aventuras,<br />
pero nunca se imaginó que estaría<br />
en una.<br />
Un día en la mañana, cuando<br />
Peter estaba leyendo su libro, oyó<br />
un ruido extraño que provenía del<br />
comedor. Bajó las escaleras y vio<br />
algo verde, pero no logró ver su<br />
rostro, y eso lo dejó muy pensativo.<br />
Luego de un buen rato de pensar y<br />
pensar, finalmente se dio cuenta de<br />
que sus padres no estaban.<br />
Peter estaba muy preocupado,<br />
así que decidió subir a su cuarto, pero<br />
antes volvió a escuchar ese ruido<br />
extraño. Esta vez provenía de la cochera.<br />
Fue corriendo, pero lo único<br />
que encontró fue una nave espacial<br />
cerrada y a sus padres atrapados<br />
dentro. Abrió la nave espacial y sacó a<br />
sus padres. Les preguntó qué hacían<br />
y ellos le respondieron que eran súper<br />
espías y que estaban arreglándola<br />
para que él pudiera viajar con ellos<br />
y más adelante tomara sus puestos.<br />
Pero algo verde los había encerrado<br />
y no sabían qué era. Luego le dijeron<br />
que su primera misión sería ir con<br />
esa nave al espacio para averiguar<br />
quién los había encerrado. Peter estaba<br />
muy asustado porque no sabía<br />
manejar; sus padres le dijeron que<br />
cuando entrara se activaría el piloto<br />
automático, que no se preocupara.<br />
Cuando Peter llegó al espacio encontró<br />
un planeta color rosado que parecía<br />
un chicle. Justo cuando estaba<br />
entrando, sus padres lo llamaron por<br />
el computador de la nave para decirle<br />
que estaba en el mundo chicle y que<br />
ahí estaba el jefe espía esperando a<br />
que le entregara la noticia.<br />
Alejandra Villanueva. Segundo puesto, pintura libre. Sexto grado.<br />
Remigio Baigorria. Tercer puesto, pintura libre. Quinto grado.<br />
Cuando llegó al pegajoso mundo chicle, Peter llamó a sus padres para<br />
que le dijeran donde lo estaba esperando el jefe de los espías y cómo llegaría.<br />
Sus padres le dijeron que no se preocupara y que por nada del mundo<br />
bajara de la nave hasta que le avisaran. De repente el piloto automático de<br />
la nave comenzó a decir “Guiando al jefe de los espías” una y otra vez mientras<br />
la nave avanzaba velozmente. Peter estaba súper aterrorizado y quería<br />
bajarse, pero no iba a desobedecer a sus padres. Después de un rato, Peter<br />
llegó a un lugar que tenía un cartel que decía: “Peligro, muerte segura”. Sus<br />
padres le dijeron que ese era el lugar. Peter se asustó por un momento pero<br />
luego se dijo a sí mismo que si sus padres lo decían, era porque no le pasaría<br />
77
nada y era la verdad, entonces bajó de la nave y entró al<br />
lugar que tenía el cartel… Sus padres le desearon suerte.<br />
Peter les agradeció y siguió su camino. Apenas entró<br />
encontró un ascensor que decía “Peligro”. Estaba muy<br />
confundido. Entonces decidió llamar a sus padres, ellos<br />
le respondieron que entrara y que ignorara los ruidos<br />
extraños que iba a oír. Peter obedeció y subió al ascensor,<br />
pero apenas escuchó un ruido extraño dio un alarido<br />
tan fuerte que sería capaz de romper diez ventanas<br />
a la vez. De pronto los ruidos extraños pararon, así Peter<br />
pudo tranquilizarse. Cuando bajó, vio a un hombre<br />
sentado en un escritorio. Era el jefe de los espías. Él<br />
le dijo que tomara asiento y que le hablara de lo ocurrido.<br />
Peter le contó todo y que creía que quien había<br />
ocasionado todo era una rana verde. Entonces el jefe<br />
de los espías le dijo que tenía que ir a Ranópolis y llevar<br />
el traductor mega para traducir lo que decían las ranas.<br />
Entonces el jefe de los espías le deseó buena suerte a<br />
Peter, le dio el traductor mega e inmediatamente lo envió<br />
por un tubo, en un dos por tres Peter se encontraba<br />
en su nave.<br />
Cuando Peter llegó a Ranópolis interrogó a todas<br />
las ranas hasta que por fin encontró al culpable. ¿Saben<br />
quién era? Una rana llamada Lupi que tenía las manos<br />
manchadas de aceite. Lupi estaba nervioso, así que le<br />
explicó a Peter lo que había ocurrido. Le dijo que él iba a<br />
la tierra a ver a sus primas, las otras ranas, pero se distrajo<br />
y al aterrizar chocó en su casa. Entonces para que<br />
no lo vieran bajó a la cocina, pero cuando fue saltando<br />
rápido a la cochera se ensució con el aceite derramado<br />
por la nave.<br />
Cuando llegó decidió encerrar a sus padres porque<br />
estaba muy asustado, y después de un rato vi a Peter<br />
y, horrorizado, decidió regresar al espacio. Finalmente<br />
Peter y Lupi se hicieron muy amigos, vivieron grandes<br />
aventuras y fueron felices para siempre.<br />
Doménica Dezar Cunliffe<br />
Cuarto grado<br />
Dante Torrejón. Primer puesto, collage. Quinto grado.<br />
Gael Rocha. Segundo puesto, collage. Cuarto grado.<br />
78
Problemas en<br />
la escuela<br />
Nº 74<br />
“¡Salida!”, gritaron todos los niños<br />
de Sexto grado al unísono, y agarraron<br />
sus mochilas. “Espérame, Sally,”<br />
gritó Helena. “Recuerda que hoy día<br />
iré a tu casa”. “Está bien, te espero”.<br />
Ya estaban saliendo cuando Helena<br />
recordó que había dejado su suéter<br />
en el aula. “¿Me acompañas a buscarlo?”.<br />
“Sí, claro”, dijo Sally.<br />
Entraban al aula cuando de la<br />
parte superior de la puerta cayó una<br />
moneda. Helena fue por su suéter<br />
mientras Sally volvía a poner la moneda<br />
en su sitio, porque, aunque no<br />
sabían por qué estaba allí, decidieron<br />
no arriesgarse.<br />
Ya estaban a punto de irse<br />
cuando escucharon un ruido procedente<br />
de la pizarra. Helena volvió a<br />
entrar, miró tras la pizarra y quedó<br />
paralizada. Después le mostró a Sally<br />
que detrás había un túnel oscuro<br />
como la boca del lobo. Sally ahogó un<br />
grito. Helena dijo: “Hay que entrar”, y<br />
se metió. “Helena, por favor sal, me<br />
asusta”. “Bueno, si quieres no entres,<br />
pero yo no voy a salir”, “Está bien,<br />
entraré, pero buscaré algo con qué<br />
alumbrarnos”. Entonces Sally recordó<br />
que había sido el cumpleaños de<br />
Tom ese día, así que agarró la vela y<br />
los fósforos y se metió al túnel.<br />
Después de gatear por unos<br />
diez minutos, las chicas vislumbraron<br />
una tenue luz. Conforme se iban<br />
acercando la luz se hizo más fuerte.<br />
Al llegar vieron que era una especie<br />
de guarida secreta alumbrada por<br />
velas; la distancia entre el suelo y<br />
el túnel era de un metro y medio, y<br />
había toda clase de brebajes y menjunjes<br />
de diversos colores. Luego<br />
escucharon un chillido. Ambas mira-<br />
Enzo Sábato. Tercer puesto, collage. Quinto grado.<br />
ron abajo, aterrorizadas. Luego vieron<br />
con alivio que era un ratón. director, pero Sally y Helena ya se<br />
“¡¿Quién anda ahí?!”, gritó el<br />
Ya estaban dando media vuelta habían ido gateando lo más rápido<br />
cuando oyeron unos pasos ruidosos que podían. Salieron del túnel y se<br />
y pesados, voltearon y vieron al director<br />
L. Monster, que recogía al ratón lly. Abrieron la puerta de golpe y le<br />
fueron corriendo a la casa de Sa-<br />
y se lo tragaba de un bocado. Luego contaron todo a la madre de Sally,<br />
se le desfiguró la cara, su piel se tornó<br />
azul y peluda y su siempre prolijo tos. Cuando acabaron de contar la<br />
que estaba volteada lavando pla-<br />
pelo se despeinó totalmente, le salieron<br />
garras en las manos y en los pies, y entonces Sally y Helena notaron<br />
historia, su madre volteó la cabeza,<br />
atravesando sus refinados zapatos. algo realmente terrorífico: no era la<br />
“¡Ay!”, gritó Sally. Helena volteó madre de Sally…<br />
bruscamente, la vela se le había derretido<br />
en las manos, y aunque no le Olivia De Orbegoso y Ana Zegarra<br />
dolía mucho, gritó por susto.<br />
Sexto grado<br />
79
La vida durante un coma<br />
¡Boom! Sonó el carro de los papás de Emma Paterson<br />
conducido por su chofer, Ernesto Chifonné, cayendo<br />
por un barranco en Sipocatro. Emma fue llevada al hospital<br />
donde estuvo internada tres años, ya que tenía un<br />
coma muy severo. A veces tenía visiones con unos pajaritos<br />
azules y blancos, pero había uno que se llamaba<br />
Max y era al que más quería, ya que podía comunicarse<br />
con él. Pasaron los tres años y Emma pudo regresar a su<br />
casa, y se dio una grata sorpresa al saber que tenía un<br />
nuevo vecino llamado Max, el cual tenía pajaritos blancos<br />
y azules. Se encontraron en el parque y se conocieron.<br />
Max se enamoró de ella y poco después Emma se<br />
enamoró de Max y estaban muy felices juntos.<br />
Estefan le contaba a Emma la historia de Max<br />
a través de sus poderes telepáticos cuando dormía.<br />
Aunque Emma no había quién era, Estefan y Emma se<br />
volvieron amigos. Luego de tres meses de que Emma y<br />
Max estuvieran juntos, ella descubrió que Max la engañaba<br />
y solo la quería por su dinero. Emma se volvió loca<br />
de furia, y como venganza, mató a los pajaritos de Max.<br />
Eso era lo que le había indicado Estefan: que cuando los<br />
pajaritos estén muertos, su plumaje se volvería negro y<br />
él se quedaría con la magia poderosa que tenían.<br />
Emma se fue a su casa y, arrepentida, cerró los ojos y<br />
cayó en un sueño profundo. Cuando despertó, Emma se<br />
encontró con el Max de sus sueños y sus amigos. Digamos<br />
que todo esto fue un sueño. Entonces, ¿Emma siempre<br />
fue un pajarito? Tal vez. Saquen sus propias conclusiones.<br />
Alejandra Villalobos y Camila Ormachea<br />
Sexto grado<br />
Furia silenciosa<br />
Te miro y aprieto los dientes,<br />
A pesar de odiarte no puedo hacer nada contra ti.<br />
Saldría perdiendo, además no soy capaz de hacerte<br />
nada.<br />
Furia silenciosa,<br />
Silencio furioso<br />
No ganaré atacando<br />
Pero callando tampoco hago mucho.<br />
Por eso te odio en silencio,<br />
Millones de pensamientos sanguinarios cruzan por<br />
mi mente,<br />
Sentimientos asesinos.<br />
Pero no sirven de nada,<br />
Así que callo.<br />
Olivia de Orbegoso<br />
Sexto grado<br />
Olivia de Orbegoso. Primer puesto, dibujo. Sexto grado.<br />
80
La flor<br />
La flor, amanece y un pétalo se cae,<br />
Y ese pétalo se despide de la flor<br />
para salir volando al infinito.<br />
La flor duerme y la noche brilla<br />
Los animales lloran por su pérdida<br />
escondida.<br />
Mariano Sono e Isabel Pérez. Segundo puesto, dibujo. Cuarto grado.<br />
Aurelio Giribaldi<br />
Quinto Grado<br />
Ave de nieve<br />
Ave enfadada que silba<br />
Al terminar su abrigo de frío<br />
En los altos nevados que la abrazan.<br />
Sobre la tierra silva, ave de nieve.<br />
Doménica Dézar y Rafaella Siles<br />
Cuarto grado<br />
Lucas Perko. Tercer puesto, dibujo. Sexto grado.<br />
Frío silbido<br />
La tierra se abría enfadada,<br />
por el frío abrazo de un ave que silba<br />
en los altos nevados.<br />
Al terminar su silbido se va volando.<br />
Maite Piqueras<br />
y Luciana Saavedra<br />
Cuarto grado<br />
Paula Bellina. Primer puesto, dibujo digital. Quinto grado.<br />
81
Vivir<br />
Me tiemblan las manos,<br />
Mi mente está en blanco<br />
Siento que voy a caer<br />
Y caer<br />
Y caer en un vacío de emociones.<br />
Puedo caer en la angustia de vivir en paz,<br />
Olivia de Orbegoso.<br />
Mención honrosa, dibujo. Sexto grado.<br />
Lo cual todos quieren,<br />
O quedarme en la vida que tengo ahora,<br />
Con alegrías y tristezas instantáneas de cada día.<br />
¿Por qué dicen que los pájaros viven bien?<br />
Volando de los problemas en vez de enfrentarlos con la frente en alto,<br />
Para después poder tener esos momentos instantáneos de alegría,<br />
Para otra vez tener que enfrentarte a más cosas y aprender cómo vivir la<br />
vida que tienes,<br />
Y enfrentar con calma cada batalla que tienes,<br />
Porque es así, a veces, la vida.<br />
Micaela Farfán<br />
Sexto grado<br />
Flotando en el espacio<br />
Solo quiero volar y flotar sobre las nubes<br />
sintiendo en mi rostro el viento y los rayos del sol que flotan sobre mi cuerpo.<br />
Quiero recordar todos los momentos de felicidad y amor.<br />
Quiero ver a los pájaros volando a mi lado<br />
solo quiero escuchar sus cantos y comunicarme con ellos.<br />
Quiero llegar a las estrellas y al universo<br />
echarme y flotar, que la gravedad me lleve a donde sea<br />
a la Luna, a otro planeta, a donde sea.<br />
Quiero enfrentar todos mis miedos en el espacio<br />
enfrentarme a mí misma, aprender que nada es perfecto<br />
y que tampoco tenemos que ser perfectos para ser felices<br />
y que pase lo que pase la vida sigue.<br />
Nua Maneiro<br />
Sexto grado<br />
82
Mae Alorda. Primer puesto, escultura. Cuarto grado.<br />
Maite Piqueras. Segundo puesto, escultura. Cuarto grado.<br />
Mariano Sono. Segundo puesto,<br />
escultura. Cuarto grado.<br />
Mateo Alcocer. Tercer puesto, escultura. Quinto grado<br />
83
Zen Koechlin. Primer puesto,<br />
fotografía. Quinto grado.<br />
Maika Mendoza. Segundo puesto,<br />
fotografía. Quinto grado.<br />
Camila Ormachea. Tercer puesto,<br />
fotografía. 6to grado.<br />
84
85<br />
Mae Alorda y Gabriel Reátegui. Primer puesto, historieta. Cuarto grado. Mateo Alcocer y Milan Zlatar. Segundo puesto, historieta. Quinto grado.
Kenu Puerta y Mariano Sono. Tercer puesto, historieta. Cuarto grado.<br />
Alexander Ágreda y Doménica Dezar. Segundo puesto, historieta. Cuarto grado.<br />
86
Sofía Christodulu y Maite Piqueras. Tercer puesto, historieta. Cuarto grado.<br />
Mia Matteucci. Primer puesto, réplica. Sexto grado.<br />
Olivia de Orbegoso. Primer puesto, réplica. Sexto grado.<br />
87
Alejandra Villalobos. Segundo puesto, pintura. Sexto grado.<br />
Matías Martínez. Tercer puesto, réplica. Sexto grado.<br />
Tamia Heredia. Tercer puesto, pintura. Sexto grado.<br />
88
Renata La Madrid. Segundo puesto,<br />
réplica. Sexto grado.<br />
Anacleto<br />
Después de la lluvia de meteoritos, todos murieron. Por<br />
cosas de la vida el dinosaurio Anacleto no murió, pero<br />
sus amigos se extinguieron y lo dejaron solo.<br />
Aparentemente, Anacleto no murió porque le cayó<br />
una estrella fugaz en vez de un meteorito. Eso hizo que<br />
tuviera vida eterna.<br />
El problema era que el dinosaurio estaba solo, tan<br />
solo que tenía amigos imaginarios. Por ejemplo, hablaba<br />
con las rocas.<br />
Después de cien años, ya el mundo estaba poblado<br />
pero Anacleto seguía sin amigos.<br />
De repente, Anacleto sintió que algo se movía detrás<br />
de él, volteó y vio a una bruja que salía de los arbustos.<br />
Él se asustó y casi atacó a la bruja, pero ella le<br />
preguntó asustada si quería ir a Hollywood y él le dijo<br />
que sí.<br />
La bruja le puso una mano en la cabeza y llegaron<br />
a Hollywood en un abrir y cerrar de ojos. Apenas llegó,<br />
Anacleto se volvió un dinosaurio muy famoso, más que<br />
Barney.<br />
La gente lo explotó tanto, que se hartó de ese estilo<br />
de vida y de esos amigos tan falsos que tenía. Buscó<br />
a la bruja y le preguntó si quería fugarse de Hollywood<br />
al amanecer. Cuando se fueron a dormir, la bruja pensó<br />
que Anacleto lo iba a dejar. Pero cuando despertó, el dinosaurio<br />
todavía estaba ahí.<br />
Cayetana Antón y Mafe Villalobos<br />
Tercero de media<br />
Mar Casabonne. Primer puesto,<br />
pintura libre. Segundo de media.<br />
89
“No te dejaré”<br />
Es un día normal, la misma aburrida rutina, el mismo<br />
monótono trabajo, 8:30 de la mañana, como siempre.<br />
Me pongo a trabajar en mi computadora. El tecleo incesante<br />
me estresa pero estoy acostumbrada.<br />
Las ganas que tengo de ir al baño son insoportables,<br />
pero la presión de entregar el reporte estúpido es<br />
mucho más grande que mis ganas.<br />
Hasta que por fin llego a terminarlo. Voy por los pasillos<br />
agobiantes que parecen no tener fin, llego al baño<br />
y es muy asqueroso, pero las ganas hacen que me entre.<br />
Cuando vuelvo a mi oficina noto un papel doblado<br />
a la mitad encima del teclado. Voy y lo abro, y lo que el<br />
papel dice es: “mira por la ventana”. Pienso en no darle<br />
importancia, pero me acerco a la ventana y no hay nadie,<br />
solo el edificio continuo al mío donde se ve un insignificante<br />
limpiador de ventanas.<br />
Más tarde, casi las 12:00 de la mañana, me siento<br />
algo cansada y decido ir a la sala de descanso por un<br />
café, que tiene el mismo insípido sabor de siempre. Solo<br />
que me hace sentir mejor. Al volver me encuentro con<br />
algunos de mis compañeros y pretendo ser agradable<br />
con ellos aunque igual sé que ellos saben que los odio.<br />
Al llegar a mi oficina nuevamente me encuentro<br />
con un papel similar al de la primera nota. Un poco más<br />
nerviosa abro la nota, pero esta vez dice: “te estoy observando<br />
“. ¿Nunca les ha pasado que tienen la sensación<br />
de que alguien te los mira? Pues algo así sentí.<br />
Todo se vuelve denso, el ambiente es un poco más<br />
lúgubre. Como es algo más extraño, decido avisarle al<br />
estúpido de mi jefe. Camino por un pasillo largo, desde<br />
cuyo principio no se ve el fin, y es todo obscuro. Al llegar<br />
a su gran oficina con muchos cuadros de arte moderno,<br />
básicamente asquerosos, en una silla grande está<br />
el gordo de mi jefe, que siempre trata de salir conmigo,<br />
pero yo siempre lo rechazo.<br />
Al decirle lo que está sucediendo, lo de las notas<br />
y que siento que alguien me está observando, me dice<br />
que no me preocupe, que debe haber sido uno de los<br />
estúpidos de mis compañeros. Me empiezo a sentir más<br />
aliviada, pero eso no me quita de encima el sentimiento<br />
de que alguien me observa.<br />
Ya casi son las 6:00 pm y mi trabajo acaba a las<br />
8:00, así que miro algunos videos en mi computadora,<br />
videos de personas cayéndose, videos estúpidos solo<br />
para pasar el tiempo. Y a las 8:00, cuando mi trabajo ya<br />
ha acabado, salgo directo a mi casa.<br />
En este trayecto me empiezo a angustiar más, ya<br />
que ese sentimiento de que alguien me vigilaba sigue<br />
en mí, pues volví a leer las notas que se han quedado<br />
pegadas en mi portafolio. No paro de pensar en esto,<br />
cada vez me angustio más, solo quiero llegar y abrazar<br />
a mi esposo en mi nueva cama de plumas de ganso.<br />
En mi casa, me tranquilizo un poco más y decido<br />
echarme con mi esposo en la cama. Lo abrazo, lo siento<br />
algo frío, le doy un beso en la cabeza y le digo que<br />
lo quiero. Él está completamente tapado, pero no importa;<br />
nos quedamos dormidos, abrazados, aunque<br />
me siento algo fría, algo incómoda. No sueño absolutamente<br />
nada.<br />
Me despierto de un golpe, por unos golpes en la<br />
puerta. Voy lentamente a abrirla, pregunto quién es,<br />
pero al abrir siento que se me para el corazón… Mi esposo<br />
me saluda. Si él está aquí, ¿quién está en la cama? Voy<br />
corriendo, pero cuando llego no hay nadie, solo la ventana<br />
abierta. Me arrodillo en el piso y me pongo a llorar.<br />
Al día siguiente vuelvo a mi trabajo con temor de<br />
que me pueda pasar algo, ya que me siento muy débil.<br />
Al llegar, otra vez hay una nota en mi escritorio, que<br />
dice “mira por la ventana…No te dejaré”. Miro otra vez<br />
por la ventana y solo está el edificio continuo al mío, y el<br />
mismo insignificante limpiador de ventanas.<br />
Nicolás Salhuana<br />
Cuarto de media<br />
90
El cuarto<br />
Después de la muerte de mi esposa,<br />
los días fácilmente se tornan grises.<br />
Desde que entré a este trabajo<br />
hace dos años sabía muy bien que<br />
algo así podría pasar, ya que nunca<br />
sabes con quién te metes. Ya sea<br />
un violador o un asesino, estás muy<br />
expuesto a ellos. A veces, la cabeza<br />
solía darme vueltas hasta caerme al<br />
suelo. Ya sabía desde un principio<br />
con qué tipo de maldad humana me<br />
toparía en aquel trabajo. Subestimé<br />
mi cordura.<br />
Dándome la tranquilidad y el<br />
espacio necesario para buscar sospechosos,<br />
recurro a mi oficina en<br />
casa. Veo atentamente casos recientes<br />
de secuestros y, entre ellos,<br />
encuentro el suyo. Al parecer lleva<br />
cuatro días muerta y aún no se conoce<br />
con exactitud al culpable. Con<br />
el equipo, pasando de casa en casa,<br />
tratamos de encontrarlo, pero no<br />
lo logramos, solo nos limitamos a<br />
apuntar en la lista de posibles culpables<br />
y sospechosos a un tal David<br />
Freckley, propietario de la casa “embrujada”,<br />
según los niños del vecindario.<br />
En verdad, no le veo ni un pelo<br />
de criminal.<br />
Dejando los archivos del caso,<br />
procedo a recostarme en mi polvoriento<br />
sillón. Debo saber muy bien<br />
que esto es mucho para mí, y necesito<br />
un descanso, pero no me puedo<br />
limitar a tirar la toalla y no llevarlo a<br />
cabo, así que supongo que mi esfuerzo<br />
anterior que valdrá la pena.<br />
…<br />
Llevo mucho tiempo recostado<br />
en el sillón y comienzo a pensar que<br />
el tiempo así se pasa muy rápido.<br />
También tomo en cuenta el haber<br />
perdido a la única persona a la cual<br />
le dediqué gran parte de mi vida y,<br />
peor aun, la cual me sacó de la triste<br />
soledad que emanaba mi cuarto<br />
a oscuras. Dicho esto, y después de<br />
repetirlo varias veces en mi cabeza,<br />
la incomodidad se apodera de<br />
mí. Empiezo a sudar. Levanto lentamente<br />
los brazos, repartiendo la<br />
mayor parte de mi fuerza en ellos, y<br />
procedo a impulsarme hacia delante<br />
para caer a piso.<br />
Siento el aire pesado, el solo<br />
hecho de levantarme es una idea<br />
fantasiosa, o eso debería haber<br />
dicho, ya que al mantener un ritmo<br />
estable en mi respiración, pude levantarme<br />
con dificultad. La cabeza<br />
me seguía dando vueltas, empecé<br />
a caminar lentamente hacia la sala<br />
tropezando con diferentes adornos<br />
y cuadros y logré sostenerme<br />
en la pequeña mesa de café mientras<br />
saboreaba el polvo. Me dirigía<br />
al armario.<br />
No sé por qué lo hacía, ni siquiera<br />
sabía por qué me esforzaba<br />
tanto cuando mi única razón de permanecer<br />
en pie se había ido, pero<br />
sentía que antes de caer el suelo de<br />
forma definitiva, debía abrirlo. De él,<br />
explicando el sentimiento de mejor<br />
forma, emanaba felicidad, recuerdos,<br />
nostalgia, pensamientos frívolos<br />
y muchas otras razones por las<br />
cuales volverme loco. Nunca supe si<br />
en verdad hubiera sido mejor idea<br />
quedarme en ese cuarto, alejado de<br />
los gritos agonizantes de mamá y<br />
los abusos de papá.<br />
Al paso de los segundos, sintiendo<br />
un delicioso aroma a podrido<br />
y notando el reflejo del líquido emanado<br />
del armario, con las manos húmedas<br />
del sudor, abro lentamente<br />
la puerta para poder ver al cuerpo<br />
de una bella dama mutilada en el<br />
interior.<br />
Me puse de rodillas y aprecié el<br />
momento, mis ojos se cerraban lentamente<br />
dejándome notar mejor las<br />
sombras. Nunca pude haber estado<br />
más feliz.<br />
Lucas Suárez<br />
Tercero de media<br />
Fernanda Roose. Seghundo puesto, pintura libre. Primero de media.<br />
91
GATO<br />
Cuando recién llegué, me pareció<br />
muy molesta, irritante. Mi primer día<br />
fue una tortura: me peinó, jaló, acarició,<br />
cargó, vistió, besó, apachurró,<br />
todo como una secuencia. Me daba<br />
miedo a veces, no ella, sino su torpeza<br />
ya que en ese entonces yo no<br />
era tan barrigón. Yo era muy chiquito,<br />
muy frágil.<br />
Poco a poco, este ser cariñoso<br />
me fue pareciendo simpático, la<br />
atención era agradable. Me servía<br />
comida deliciosa y me acariciaba.<br />
Empecé a dormir en su cama, todos<br />
los días sin falta.<br />
Hoy, sigo durmiendo en la misma<br />
cama con el mismo ser que una<br />
vez fue irritante, solo que los dos<br />
hemos crecido y, ahora ocupamos<br />
más espacio: esto no lo hace más incómodo<br />
a la hora de dormir. Ella me<br />
calienta en el frío de la noche.<br />
A veces, me ponía celoso, ella<br />
ya no estaba siempre disponible y<br />
muchas veces traía a la casa a un<br />
extraño, le daba besos como hacía<br />
conmigo. Yo no entendía por qué<br />
es que a ella le gustaba, demasiado<br />
flaco y con casi nada de pelo; eso es<br />
algo que yo tengo para regalar.<br />
Lo que hice no estuvo del todo<br />
bien, pero no me arrepiento. Uno<br />
debe luchar por lo que es suyo. Ella<br />
ahora está muy triste, llora todo el<br />
tiempo. Mi plan funcionó a la perfección<br />
ya que ahora se la pasa besándome<br />
y abrazándome mientras<br />
juntos vemos Netflix en nuestra<br />
cama. Mis hermanos me preguntan<br />
cómo es que lo hice y solo les cuento<br />
lo difícil que había sido afilar mis<br />
uñas.<br />
Santiago Saavedra. Segundo puesto, pintura libre. Segundo de media.<br />
Bruna Denegri<br />
Tercero de media<br />
Laszlo Pizarro. Tercer puesto, pintura libre. Segundo de media.<br />
92
Tengo miedo<br />
Tengo miedo, padre mío.<br />
Tengo miedo de no alcanzar al potro negro.<br />
¿Cuándo vendrá el santo domingo?<br />
¿Mi sopa quemará mi cara otra vez?<br />
Tiembla mi cabeza y mi cuerpo,<br />
Llegan los pensamientos de ir en busca de Dios.<br />
¡Levántate, prende carrera, trata de alcanzar<br />
la velocidad de la sombra negra!<br />
No es el día, no es tiempo, no ha llegado<br />
el jefe que pone las ordenes.<br />
Gabriel Vargas Corcuera, Cuarto de media<br />
Mariana Coronel Zegarra. Tercer puesto, pintura libre.<br />
Segundo de media.<br />
Inentendible<br />
La lluvia moja mis heridas pero eso<br />
solo hace que me duela más<br />
El dolor no tiene razón<br />
Pero el calor que emerge de mí es<br />
helado<br />
Y me hiere más<br />
Llega el día y el sol con sus<br />
abrazadores rayos de luz<br />
Me calientan<br />
Ese efímero momento me da<br />
esperanza<br />
Hasta que llega la noche que con<br />
sus garras<br />
Te atrapa y no te suelta<br />
Hasta que hayas sufrido tanto<br />
Como para quitarte la esperanza<br />
Las ventanas reflejan un mundo de<br />
nuevos dolores<br />
Un lugar escondido a la vista un<br />
lugar donde habita la amargura de<br />
mi pasado<br />
Las cosas que olvidé pero recuerdo<br />
con claridad<br />
Las cosas que no me acuerdo pero<br />
sé con certeza<br />
El tiempo se mide con el reloj<br />
Pero si lo hace, el tiempo es incierto<br />
Porque sabemos más de lo que es<br />
A veces lo cierto es concretamente<br />
lo incierto<br />
Hasta que llegue el día en que<br />
todos muramos<br />
Y ese día todo se aclarará<br />
Y ese día este poema se aclarará<br />
Mi dolor cojea y creo que es el fin<br />
Pero regresa y me hiere más<br />
Yo lo perdono porque sé que no<br />
puedo saberlo<br />
El mal es tan confuso como el día y<br />
la noche<br />
Lo único que los separa es el sonido<br />
y la luz<br />
Pero, ¿cómo lo distinguiría alguien<br />
que no puede oír ni ver?<br />
Algunos piensan que los misterios<br />
son malos<br />
Pero son los que hacen interesante<br />
la vida.<br />
Alejandra Saco Piqueras,<br />
Cuarto de media. Poesía<br />
93
Eddú Carita. Primer puesto, dibujo. Cuarto de media.<br />
94
Alejandra Saco. Segundo puesto, dibujo. Segundo de media.<br />
Sin título IV / The world won’t listen<br />
Otra vez adiós.<br />
Oh, no.<br />
Ya no sé si soy yo<br />
o una pequeña luz<br />
que se desenvuelve<br />
entre el dilema<br />
de huir.<br />
(de la paupérrima tibieza)<br />
No pasas de la noche<br />
y ya quieres<br />
quedarte<br />
a este lado<br />
del estanque.<br />
Qué tan<br />
empedernida<br />
eres,<br />
cuántas ganas<br />
de poder<br />
ser nada.<br />
¿Y para qué?<br />
Ahora estamos<br />
en una habitación<br />
llena de siluetas<br />
que se escapan<br />
por la ventana<br />
hacia los<br />
incontrolables<br />
destellos<br />
de la esperanza adversa.<br />
Los lápices se han roto;<br />
con ellas,<br />
el alma<br />
de una servilleta<br />
que impregné<br />
de motivos<br />
para crear un<br />
fugaz<br />
momento<br />
de entredichos<br />
que se hunden<br />
entre tanta cólera,<br />
entre tanta sangre<br />
derramada<br />
después de la muerte<br />
de un límite<br />
impuesta<br />
por la mano negra<br />
de mi existencia,<br />
de mis ganas de vivir.<br />
Y miramos<br />
a la misma noche estrellada<br />
que,<br />
casi irónicamente,<br />
nos consume<br />
entre sentimientos<br />
perdidos<br />
por los senderos<br />
del desdén.<br />
Tú la observas<br />
en Syldavia;<br />
yo,<br />
en mi<br />
universo omitido,<br />
allí<br />
donde las palabras<br />
cobran<br />
durante unos segundos,<br />
el sentido<br />
que nunca antes supimos apreciar<br />
y que, ahora,<br />
sale disparado<br />
y rompe la barrera<br />
del espacio y del recuerdo<br />
para<br />
quebrantarnos los huesos<br />
y arrastrarnos<br />
por las calles<br />
de una ciudad<br />
incomprendida<br />
entre tanto claxon<br />
y entre tanta<br />
sordera.<br />
Yo no estoy aquí:<br />
estoy en tu frontera.<br />
Héctor Espejo.<br />
Quinto de secundaria.<br />
95
Alexandra Aguirre. Tercer puesto, dibujo. Cuarto de media.<br />
Marco Quantrill. Tercer puesto, dibujo. Cuarto de media.<br />
El adiós, derramado<br />
en un pañuelo<br />
Juan Diego Centeno. Primer puesto, dibujo digital.<br />
Segundo de media.<br />
El adiós, derramado en un pañuelo<br />
Señal de tu alma sobre espejos rotos<br />
Con los ojos llenos de lágrimas<br />
Sollozando, creí ver tu dulce reflejo a la distancia<br />
Pensando en mojar tus labios, en silencio<br />
Y con mi lápiz relatar nuestros pecados<br />
Ponte en mis zapatos, siente la brisa<br />
En mi sombra, el brillo de las flores<br />
Sin forma la conocéis, tiesa<br />
Súbete a mi lomo y salgamos por la ventana<br />
Para, en la azotea, estar más cerca al cielo<br />
Siente mis venas con tus párpados<br />
Vamos al carruaje de salida<br />
Para cual dragón alzarnos<br />
Y, así, llegar hasta el fin.<br />
Mathías Young<br />
Segundo de media<br />
96
Génesis de la<br />
muerte: vivir<br />
Espejo de realidad ajena<br />
Sentido inverso,<br />
Vivimos destinados a morir<br />
Y sin saber por qué<br />
Logramos darles una excusa<br />
A las ideas de ilusión<br />
Orgulloso por accidente<br />
Encerrado en mi cuarto,<br />
Cuento las oportunidades desperdiciadas<br />
María José Canessa. Tercer puesto, dibujo. Quinto de media.<br />
Tiempo de irregularidades,<br />
Me quejo:<br />
Me duele la garganta de tanto mentir,<br />
La cabeza de dejar de pensar<br />
Y vivir<br />
Cometiendo errores adrede<br />
Nada más repulsivo<br />
Que la apariencia falsa<br />
Del pie de apoyo<br />
Inauguramos la desesperanza<br />
Como dejamos ir esas pequeñas cosas<br />
Que nos daban derecho a reír<br />
Reclamamos cuanto nos debe el destino<br />
Y nos ajeamos de nosotros<br />
Stefano Uccelli<br />
Cuarto de media<br />
Bruna Denegri. Primer puesto, dibujo color. tercero de media.<br />
97
Franco de Lorenzi. Segundo puesto, dibujo color. Segundo de media.<br />
Nicolás Sánchez. Primer puesto, escultura. Cuarto de media.<br />
Estefano Vellutino. Segundo puesto, escultura. Cuarto de media.<br />
98
No me esperes<br />
no respires<br />
deja de imaginarte una vida conmigo<br />
deja de querer una lluvia<br />
déjate llevar por la calma<br />
que te trae tu propia incertidumbre<br />
no consigas satisfacción en cosas simples<br />
consíguela en cosas imposibles<br />
déjate llevar por la calma<br />
que te trae tu propio conocimiento<br />
investiga hasta dónde llega tu mente<br />
sobrepasa esa raya<br />
que separa tu alma de tu cuerpo<br />
simplifica cosas simples<br />
pero no interpretes tus palabras<br />
déjate llevar por un silencio<br />
de esos inoportunos<br />
que se empujan en una batalla mortal<br />
contra ellos mismos<br />
escribe un camino de palabras<br />
que se alejen de las respuestas<br />
que confunden tu existencia<br />
en un mundo inexplicable<br />
deja que poco a poco<br />
se curen las heridas<br />
que causaron tanta calma<br />
sin querer queriendo.<br />
Mar Casabonne<br />
Segundo de media<br />
Estefano Vellutino. tercer puesto,<br />
dibujo color. Cuarto de media.<br />
Marco Quantrill. Segundo puesto, escultura. Cuarto de media.<br />
Lorenzo Gruenberg. Tercer puesto, escultura. Segundo de media.<br />
99
Bruna Denegri. Primer puesto, collage. Tercero de media.<br />
Andrea Higueras. Primer puesto, collage. Cuarto de media.<br />
Luana Zavala. Primer puesto, réplica. Tercero de Media.<br />
Paloma Saravia. Primer puesto, réplica. Tercero de Media.<br />
100
Franco de Lorenzi. Primer puesto, historieta. Segundo de media.<br />
Estefano Vellutino. Segundo puesto, réplica. Cuarto de media.<br />
Alex Cerdán. Segundo puesto, réplica. Tercero de media.<br />
101
Sofía Bernales. Tercer puesto,<br />
réplica. tercero de media.<br />
Antonio Henman. Tercer puesto, fotografía. Segundo de media.<br />
102
Cayetana Antón. Primer puesto,<br />
fotografía. Tercero de media.<br />
Luana Zavala. Segundo puesto,<br />
fotografía. Tercero de media.<br />
103
104