7mo Encuentro de Investigadores de Arqueologia y Etnohistoria
por El Instituto de Cultura Puertorriquena
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Los bateyes como indicadores<br />
Dr a. Ya s h a N. Ro d r í g u e z Melén<strong>de</strong>z<br />
Trascurridos más <strong>de</strong> cien años <strong>de</strong> investigación arqueológica en Puerto Rico, la<br />
investigación científica <strong>de</strong> los bateyes es aun escasa; prevalecen las preguntas<br />
acerca <strong>de</strong>l papel que estos <strong>de</strong>sempeñaron en la prehistoria. Casi todas nuestras<br />
teorías e interpretaciones <strong>de</strong> los mismos se <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> información etnohistórica<br />
<strong>de</strong>saprovechando la data generada más recientemente. El batey es uno <strong>de</strong> los pocos<br />
ejemplos <strong>de</strong> arquitectura pública aun visible <strong>de</strong> la prehistoria Caribeña. Las listas <strong>de</strong><br />
sitios con bateyes producidas por Alegría para 1983, González en 1985 y Barns en<br />
1999 <strong>de</strong>muestran la gran cantidad <strong>de</strong> sitios i<strong>de</strong>ntificados como conteniendo al menos<br />
un batey. (Figura 1)<br />
El potencial investigativo inherente en estas estructuras es indiscutible y su<br />
estudio podría arrojar luz sobre temas tales como la formalización <strong>de</strong>l espacio, la<br />
organización espacial <strong>de</strong> al<strong>de</strong>as, la jerarquía entre yacimientos y por en<strong>de</strong> relaciones<br />
políticas, la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> regiones o cacicazgos, el significado <strong>de</strong> simbología utilizada<br />
en sitios visibles y públicos, la relación y contraste entre imágenes en distintos tipos<br />
<strong>de</strong> sitios arqueológicos, creencias y prácticas religiosas y/o ceremoniales, entre otras.<br />
Lamentablemente, muchos <strong>de</strong> los bateyes registrados durante los 1900s permanecen<br />
sin ser estudiados y sin monitoreo alguno que pueda prevenir su <strong>de</strong>strucción. Hasta<br />
la fecha se han i<strong>de</strong>ntificado más <strong>de</strong> 150 sitios con bateyes, algunos con múltiples<br />
estructuras, otros con solo una (Rodríguez Melén<strong>de</strong>z, 2007).<br />
La discusión en este ensayo no trata el asunto <strong>de</strong> si la apariencia <strong>de</strong>l batey en<br />
Puerto Rico es o no producto <strong>de</strong> contacto directo, intercambio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, intercambio<br />
<strong>de</strong> población, o la adopción <strong>de</strong> prácticas foráneas, sino se enfoca en el hecho <strong>de</strong> su<br />
conciente y <strong>de</strong>liberada construcción, su relativa abundancia, y lo que esto refleja en<br />
torno a las relaciones regionales. Se hace a<strong>de</strong>más hincapié en que el estudio <strong>de</strong> sitios<br />
con bateyes es no solo importante sino imperativo.<br />
El batey conforma no solo hileras <strong>de</strong> piedras sino la <strong>de</strong>marcación <strong>de</strong> un espacio. El<br />
hecho <strong>de</strong> que un espacio se <strong>de</strong>limite físicamente, y con un grado <strong>de</strong> permanencia, tiene<br />
48 7 mo <strong>Encuentro</strong> <strong>de</strong> <strong>Investigadores</strong> <strong>de</strong> Arqueología y <strong>Etnohistoria</strong>