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PERSONAS REALES | HISTORIAS REALES | ESPERANZA REAL<br />
¿QUÉ LO ESTÁ FRENANDO?<br />
FLIP FOR<br />
ENGLISH<br />
VERSION<br />
CONFÍE EN EL AMOR<br />
DE DIOS<br />
MICHAEL<br />
TAYLOR<br />
De la Calle<br />
a la Familia<br />
de Dios<br />
Número 1s Número 04 / 2020 04 / 2020
Con las historias de Victorious Living,<br />
mujeres y hombres que están tras las rejas<br />
conocen al Dios que da otra oportunidad.<br />
La Historia de Damien<br />
Descubrí Victorious Living mientras cumplía<br />
mi condena en la cárcel. Las historias de esta<br />
revista tuvieron una influencia importante<br />
en mi vida, porque hablan de personas<br />
que—como yo—cometieron errores. Me<br />
demostraron que independientemente de lo<br />
que haya hecho o dónde haya estado, Dios<br />
me ama y cuando se lo pido, Él me perdona<br />
y me ayuda a avanzar hacia un futuro más<br />
promisorio.<br />
Me aferré a esas historias cuando estaba<br />
preso y pensé: “Si Dios lo puede hacer por<br />
ellos, también lo puede hacer por mí”. Y lo<br />
hizo. Hoy estoy fuera de la cárcel, manejando<br />
una empresa pujante y tengo una relación<br />
sana con mi hija, a la que había abandonado.<br />
Dios me devolvió todas las cosas a las que<br />
había renunciado.<br />
Gracias, Victorious Living, por dar<br />
esperanza a los presidiarios y mostrarnos<br />
el amor de Dios. Y gracias a todos los<br />
que brindan su apoyo al servicio que<br />
ofrece Victorious Living en las cárceles. Están<br />
dando esperanza tras las rejas y ayudando a<br />
que personas como yo puedan salir adelante.<br />
Alabado sea Dios.<br />
PATROCINE UNA CÁRCEL DE SU<br />
ESTADO HOY Y CAMBIE VIDAS.<br />
Visite victoriouslivingmagazine.com<br />
2s Número 04 / 2020 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
NÚMERO 4, JULIO 2020<br />
CONTENIDO<br />
11s<br />
15s<br />
21s<br />
25s<br />
6s<br />
UN PASO ADELANTE<br />
¿Quiere Estar Bien?<br />
POR CHRISTINA O’BRIEN<br />
¿Qué lo Está Frenando?<br />
POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />
Ponga Su Vida en Manos<br />
de Dios<br />
POR ROY A. BORGES<br />
No Está Solo<br />
POR ERIN WARREN<br />
VIDAS<br />
TRANSFORMADAS<br />
Perdonado y Disfrutando de<br />
los Planes Buenos de Dios<br />
POR ALEJANDRO CANO<br />
El dinero, el poder y el mal eran todo<br />
lo que conocía Alejandro, hasta que<br />
un día un extraño le dio su bendición<br />
y lo ungió con óleo en la calle. A<br />
la semana, estaba en la cárcel y<br />
devastado…pero fue allí donde Dios<br />
cambió todo.<br />
8s<br />
12s<br />
14s<br />
ARTÍCULOS<br />
DESTACADOS<br />
El Amor de Dios No Conoce<br />
Límites<br />
POR STEPHANIE MILLER<br />
Abusada y abandonada, Stephanie<br />
creía que era detestable y que no<br />
valía nada. Vagaba sin rumbo por la<br />
vida; cayó en la droga, el alcohol y en<br />
la cárcel…hasta el día que conoció a<br />
Jesús, cuyo amor no tiene límites, ni<br />
fronteras ni fecha de vencimiento.<br />
El Amor Incondicional de<br />
Mamá Mildred<br />
POR GLORIA TYSON<br />
Abandonada por su madre, a los<br />
10 años, Gloria salió a buscar su<br />
propia familia y Dios la guió directo a<br />
Mamá Mildred, que le mostró el amor<br />
infinito e incondicional que Él ofrece<br />
a todas las personas.<br />
Lo Que Necesita Este Mundo<br />
POR BOBBY TYSON<br />
Inmerso en una vida de prejuicio<br />
racial y odio, Bobby Tyson es la<br />
última persona que uno imaginaría<br />
HISTORIA DE<br />
TAPA<br />
Cuando Michael<br />
Taylor conoció a<br />
Dios, su vida cambió<br />
para siempre. De un<br />
día para otro pasó<br />
de vender droga a<br />
llevar esperanza a<br />
jóvenes de barrios<br />
marginales.<br />
16s<br />
22s<br />
24s<br />
26s<br />
que Dios puede elegir para llevar<br />
Su Palabra a las cárceles. Pero el<br />
amor de Dios cambia los corazones<br />
milagrosamente.<br />
HISTORIA DE TAPA<br />
De la Calle a la Familia de Dios<br />
POR MICHAEL TAYLOR<br />
Y KRISTI OVERTON JOHNSON<br />
¿Dios rapea? La Biblia está llena de<br />
fascinantes historias de interacción<br />
personal entre Dios y el hombre.<br />
Creó para Michael una combinación<br />
única de letra y música que atrapó su<br />
atención y capturó su corazón.<br />
Descargue el Tren del Dolor<br />
POR DAMIEN KING<br />
Abatido por el dolor, el temor, la incapacidad<br />
de perdonar y la vergüenza,<br />
Damien encontró alivio cuando llevó<br />
su aflicción a la cruz. Allí aprendió que<br />
el amor de Dios era más grande que<br />
todo el dolor que arrastraba. Y eso<br />
hizo que la vida valiera la pena.<br />
La Bondad de Dios<br />
POR ROGER RASH<br />
La rencorosa incapacidad de perdonar<br />
al conductor ebrio que había matado<br />
a su esposa dominaba el alma de<br />
Roger, hasta que experimentó su<br />
propia redención en Cristo.<br />
Encuentre la Paz en el Amor<br />
de Dios<br />
POR TAMMY BAUM<br />
Tammy trataba de ganarse el amor de<br />
su mamá, pero nunca lo conseguía.<br />
Así que salió a buscarlo en los lugares<br />
menos indicados y se dio cuenta de que<br />
las personas nunca iban a amarla de la<br />
manera que ella deseaba. Pero Dios, sí.<br />
EN CADA EDICIÓN<br />
4s<br />
Nota de la Editora<br />
¡La Victoria Es Suya!<br />
29s<br />
Profundicemos<br />
Confíe en el Amor de Dios<br />
30s<br />
Del Padre<br />
Camina Hacia la Luz<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2020<br />
3s
NOTA DE LA EDITORA<br />
¡La Victoria Es Suya!<br />
Gracias por leer<br />
nuestra revista y<br />
compartirla con otros.<br />
Victorious Living<br />
es una publicación<br />
gratuita que<br />
distribuimos a nuestros<br />
colegas del ministerio<br />
y a reclusos de cárceles<br />
en todo Estados<br />
Unidos. Esto es posible<br />
gracias al generoso<br />
apoyo de personas<br />
como usted.<br />
Si desea apoyar nuestra revista y<br />
dar esperanza tras las rejas, visite<br />
victoriouslivingmagazine.com.<br />
Cada dólar que done envía una copia<br />
de nuestra revista a la cárcel. Y cada<br />
revista influye en muchas vidas<br />
durante años.<br />
C<br />
reo que toda persona y en cualquier<br />
parte, puede experimentar<br />
una vida victoriosa en Jesucristo.<br />
Después de todo, todo hijo de Dios<br />
vence a este mundo (1 Juan 5:4). No importa<br />
quién es, qué ha hecho o dónde se encuentra<br />
actualmente; en Cristo puede tener la victoria.<br />
Espere, déjeme decirlo mejor: ¡En Cristo ya<br />
tiene la victoria!<br />
Ahora, usted podría estar preguntándose:<br />
“¿De qué victoria habla todo el tiempo?”. También<br />
me hice esta misma pregunta y, de acuerdo<br />
con la Palabra de Dios, en Cristo usted y<br />
yo podemos proclamar la victoria sobre todo<br />
y todos los que estén en contra de nosotros.<br />
Lo que se le ocurra, los que se le ocurran:<br />
lo que sea y quien sea, Dios es más grande. Él<br />
ha vencido al mundo (Juan 16:33).<br />
Usted y yo tenemos la victoria sobre el<br />
pecado. Tenemos la victoria sobre nuestros<br />
enemigos, incluso Satanás. Tenemos la victoria<br />
sobre los malestares, las enfermedades<br />
y la muerte. Tenemos la victoria sobre emociones<br />
como el temor, la ansiedad, la culpa,<br />
la duda y la vergüenza. Tenemos la victoria<br />
sobre la confusión mental también. Tenemos<br />
la victoria sobre las dificultades económicas,<br />
las adicciones y las relaciones destruc ti vas.<br />
Tenemos la victoria sobre las debilidades<br />
y la falta de confianza. Tenemos la victoria<br />
sobre la soledad y el rechazo. Podría seguir<br />
interminablemente.<br />
Romanos 8:31 dice: “Si Dios está a favor de<br />
nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra<br />
contra?”. La respuesta es: ¡Nadie! Por eso, ya<br />
es hora de quitar la vista de las personas y las<br />
circunstancias y fijarla en Dios. Él es nuestro<br />
Padre, nuestro proveedor, el que nos cura,<br />
nos defiende, la esperanza, nuestro redentor,<br />
salvador y amigo. Él puede lograr mucho más<br />
de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar<br />
(Efesios 3:20). Y Él quiere ayudarnos hoy.<br />
Mientras lea las historias de esta edición,<br />
deje que acrecienten su fe. Puede confiar en<br />
que lo que Dios hizo por estas personas, Él<br />
puede y va a hacerlo por usted también.<br />
Dios quiere que usted tenga una vida plena<br />
y victoriosa. Él vino a este mundo y murió<br />
en la cruz justamente para que así sea (Juan<br />
10:10). Le espera la victoria absoluta. Usted<br />
es más que un conquistador en Cristo Jesús<br />
(Romanos 8:<strong>37</strong>). Entonces, no se rinda. No<br />
dude jamás.<br />
Cada uno de nuestros autores se encontró<br />
en un lugar oscuro y solitario. Estuvieron<br />
atrapados en ciclos de abuso, adicción y fracaso.<br />
Se sintieron rechazados, inútiles, no<br />
queridos y despreciables.<br />
Pero cuando conocieron a Dios, descubrieron<br />
Su amor incondicional e infinito. Cuando<br />
aceptaron Su regalo, Él les dio la bienvenida a<br />
Su familia y les dio una nueva vida. Y hoy en<br />
día, Dios continúa utilizando a esas personas<br />
para que sean una influencia en la vida de<br />
los demás.<br />
¡Ese puede ser usted! Créalo. Asimílelo. Es<br />
verdad.<br />
Si no está seguro de cómo hacerlo, comuníquese<br />
con nosotros. Nos encantaría<br />
ayudarle a entender. Es peligroso no saber<br />
quién es usted a los ojos de Dios. Él lo creó a<br />
Su propia imagen: usted tiene todo el valor<br />
del mundo para Él. Nunca lo olvide.<br />
Dios lo ama y tiene un propósito para su<br />
vida. No es demasiado tarde para experimentar<br />
Sus planes buenos. Llegue a conocerlo por<br />
lo que es Él. Inicie una nueva identidad como<br />
Su hijo. ¡La victoria será suya!<br />
Kristi Overton Johnson<br />
Editora y Directora Ejecutiva<br />
4s Número 04 / 2020 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
VICTORIOUS LIVING<br />
LLEVA ESPERANZA A HOMBRES<br />
Y MUJERES QUE ESTÁN<br />
TRAS LAS REJAS.<br />
Brindamos testimonios de la fidelidad<br />
de Dios y la posibilidad de que los<br />
presos también reciban ayuda de<br />
nuestro equipo de comunicación.<br />
¿Nos ayuda a cumplir la<br />
orden de Dios respecto<br />
de recordar a quienes<br />
están en prisión?<br />
Todo preso que escribe a nuestro<br />
ministerio recibe correspondencia<br />
personal, enseñanza de la Biblia cada<br />
tres meses y la suscripción personal a<br />
nuestra revista.<br />
Desde 2013, gracias al generoso aporte<br />
de asociados como usted, hemos<br />
logrado dejar una huella en la vida de<br />
más de un millón de presos.<br />
*Lamentablemente, debido a la gran cantidad de detenidos<br />
temporalmente en comisarías (no en cárceles), no podemos<br />
mantener correspondencia ni enviar copias personales de<br />
VLMag a detenidos en comisarías.<br />
¡Haga una donación deducible de<br />
impuestos hoy y cambie vidas!<br />
Visite<br />
VictoriousLivingMagazine.com<br />
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352-478-2098<br />
Textee<br />
VLM al 77977<br />
Si se encuentra en<br />
prisión y desea una<br />
palabra de aliento,<br />
escríbanos a:<br />
VL Correspondence<br />
PO Box 328<br />
Starke, FL 32091
VIDAS TRANSFORMADAS<br />
PERDONADO Y DISFRUTANDO<br />
DE LOS PLANES BUENOS DE DIOS<br />
POR ALEJANDRO CANO<br />
SEGÚN EL SALMO 32, soy un hombre<br />
bendecido, aunque en mi vida he cometi do<br />
muchos pecados graves. Por ellos merezco<br />
la muerte y la condena (Romanos 6:23).<br />
Pero Dios, en Su inmensa misericordia, decidió<br />
perdonar mis pecados, cubrirlos con<br />
Su sangre y no volver a castigarme por ellos.<br />
Es un regalo demasiado increíble como para<br />
comprenderlo.<br />
Crecí en Culiacán, Estado de Sinaloa, México.<br />
Mi padre murió a los 40 y algún años, dejando<br />
a mi madre sola para criar a sus ocho<br />
hijos, de los cuales yo era el menor. Éramos<br />
muy pobres y la vida era difícil.<br />
Como no teníamos una figura paterna en<br />
el hogar, mucha gente le faltó el respeto a<br />
mi familia y abusó de nosotros. Incluso de<br />
pequeño, entendía la injusticia de nuestra<br />
situación y las grandes necesidades de nuestra<br />
familia. Crecí sintiéndome solo e inseguro,<br />
pero no lograba expresar mis emociones a<br />
los demás, ni siquiera a mi familia. La gente<br />
se burlaba de mí por mi incapacidad para<br />
transmitir mis sentimientos.<br />
A menudo me preguntaba qué sería de mi<br />
vida. ¿Siempre sería pobre y estaría a merced<br />
de los que me rodeaban? Pero a los 12 años,<br />
algo me dijo en mi corazón que mi vida de<br />
adulto sería buena. Me guardé esa sensación<br />
para mí solo.<br />
Llegué a los Estados Unidos a los 23. Ya<br />
estaba muy influenciado por los cárteles de<br />
la mafia en mi país. Un amigo mío y yo empezamos<br />
a trabajar para un hombre muy poderoso,<br />
pero su gente tuvo problemas y él tuvo<br />
que dejar el país. Me quedé en Estados<br />
Unidos para trabajar y así poder ayudar<br />
a mi familia, que seguía en mi país.<br />
Pronto vi la posibilidad de hacer mucho<br />
dinero llevando una vida criminal y comencé<br />
a vender kilos de cocaína con un<br />
amigo. No mucho después, pasé a hacerlo<br />
solo. El dinero no llegaba tan rápido<br />
como yo había pensado, así que empecé<br />
a aceptar “trabajos suicidas” de mayor<br />
riesgo.<br />
Se me conocía como un hombre honesto<br />
y de palabra, alguien que hacía el trabajo.<br />
Incluso les salvé la vida a algunas<br />
personas cuando sus enemigos intentaron<br />
asesinarlos. Esto me abrió la puerta para<br />
conseguir clientes más importantes, que<br />
compraban cantidades inmensas de droga.<br />
Pronto tuve mucha gente a mi cargo y otras<br />
personas que querían trabajar para mí. Me<br />
buscaban jefes de la mafia muy poderosos,<br />
pero cuando hay mucho dinero de por medio,<br />
también hay mucha envidia. También<br />
empezaron a buscarme enemigos grandes<br />
y poderosos. Me estaba encaminando a la<br />
destrucción—que, por supuesto—era lo que<br />
había planeado el demonio desde el principio<br />
(Juan 10:10).<br />
Cuando estaba en la cima de mi carrera<br />
delictiva, ocurrió algo extraño. Un día conocí<br />
a una pareja en la calle. Apenas había hablado<br />
con ellos durante un instante, cuando la mujer<br />
le dijo a su esposo que el Señor le estaba<br />
pidiendo que me ungiera. Sacó un pequeño<br />
6s Número 04 / 2020 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
VIDAS TRANSFORMADAS<br />
Dichoso aquel a quien se le perdonan sus<br />
transgresiones, a quien se le borran sus pecados.<br />
Dichoso aquel a quien el Señor no toma en cuenta<br />
su maldad y en cuyo espíritu no hay engaño.<br />
Salmo 32:1–2 NVI<br />
frasco de óleo y me preguntó si podía ungir vendería marihuana, no las drogas más<br />
mi frente. Acepté, pero yo no era un hombre peligrosas. ¡Estaba tan equivocado y era<br />
que creyera en Dios. Se fueron unos minutos<br />
después y jamás volví a verlos. Fue un Una vez en libertad, busqué inmediata<br />
tan ingenuo!<br />
encuentro extraño, sin duda, pero ahora entiendo<br />
que fue la mano de Dios en mi vida. Él mi negocio. Se me presentaron oportunimente<br />
a mis antiguos clientes y reorganicé<br />
ya me estaba preparando para su obra buena. dades importantes, como me había pasado<br />
A la semana me arrestaron y enviaron a la antes, pero alguien que se decía mi amigo<br />
comisaría del condado de Maricopa en Arizona.<br />
Parecía que había Biblias por todas por segunda vez. Fue el arresto que me<br />
me tendió una trampa y me arrestaron<br />
partes: en las mesas y en el piso. Estaba tan salvó la vida.<br />
aburrido que tomé una y empecé a leer el Cuando llegó el vehículo del comisario<br />
libro del Génesis. Me sorprendió lo que leí que me llevaría a la comisaría, me llamó<br />
y me gustó.<br />
la atención el número de la patente: 666.<br />
A través de la Biblia, Dios empezó a enseñarme<br />
sobre Sí mismo. Muchos versículos para recordar que esos eran los números<br />
Había leído la Biblia lo suficiente como<br />
me hablaban directamente a mí, pero Isaías del demonio.<br />
45:1–7 hizo que mi corazón pegara un salto. Fue casi como si Satanás se estuviera<br />
Cuando leí sobre la habilidad que Dios tenía burlando de mí, diciéndome: “¡Te tengo<br />
para abrir puertas y utilizar a Sus siervos para otra vez!”.<br />
Sus grandes propósitos—incluso a aquellos Me enojé mucho al entender de pronto<br />
que no lo conocían—fue como si algo traspa<br />
que había permitido que el mal gobernara<br />
sara mi corazón. Es tan difícil de explicar, mi vida. Satanás se había propuesto destruirme<br />
a mí y a mi familia desde el prin<br />
pero lo mismo me sucedió cuando leí sobre<br />
los planes de bienestar para Sus hijos en Jeremías<br />
29:11. Estos versículos me recordaron que había leído en Maricopa y la promesa<br />
cipio. Comencé a pensar en esos versículos<br />
esa sensación de mi juventud respecto de de Dios respecto de un buen futuro. Parado<br />
que tendría una buena vida.<br />
allí, con las esposas puestas, dije: “¡Demonio,<br />
te metiste con el tipo equivocado! ¡Te<br />
No me entregué a Dios en ese preciso momento,<br />
pero sí comencé a comprender que voy a perseguir con todo!”.<br />
Él existía.<br />
Ya basta de dejarme engañar y arrastrar<br />
Me enviaron a la cárcel por cinco años. por caminos de destrucción.<br />
Como no había servicios cristianos con frecuencia,<br />
quedé desconectado de lo que había dado la primera noche, participé en una<br />
Cuando llegué a la comisaría del con<br />
aprendido sobre Dios en la comisaría. Dejé de reunión de estudio bíblico para los detenidos.<br />
Acepté el perdón de Dios por mi peca<br />
leer la Palabra de Dios y solo pensaba en mi<br />
forma de vida y lo que tenía para ofrecerme. do y le entregué mi vida a Él. Allí mismo,<br />
En mi ignorancia, le pedí a Dios que me diera en esa comisaría, mi vida miserable quedó<br />
otra oportunidad de seguir trabajando en el purificada y bendecida para siempre por<br />
mundo de la droga: le prometí que solamente la sangre de Jesús. Me convertí en hijo de<br />
Hoy en día Alejandro ayuda a otros reclusos a vivir los<br />
planes buenos de Dios. Aquí lo vemos en la biblioteca de<br />
la capilla del Centro Correccional Red Rock de Arizona.<br />
Dios, Su heredero y por fin estaba listo para<br />
Su plan mejor. Estaba listo para ir a la guerra<br />
y enfrentar al enemigo invisible que estaba<br />
manejando mi vida. A los ojos de Dios, yo no<br />
tenía mancha. (Ver Efesios 1:4.)<br />
Muchas personas en el mundo me observarán<br />
y dirán que no tengo nada. Después<br />
de todo, soy un hombre que está preso,<br />
que no tiene riquezas materiales ni poder.<br />
Pero están equivocadas. Soy rico en todos<br />
los aspectos, porque tengo a Jesús. Perdonó<br />
todos mis pecados e hizo que pudiera estar en<br />
una relación correcta con Dios. Me ha garantizado<br />
el futuro eterno y me abrió las puertas<br />
para que mostrara a Sus hijos perdidos el<br />
camino a casa.<br />
Estoy viviendo los planes buenos que Dios<br />
me reveló en mi juventud. Todos los días continúan<br />
apareciendo planes nuevos. Espero<br />
regresar a mi tierra un día y compartir la<br />
Buena Nueva de que Jesucristo ama y salva.<br />
Quiero ayudar a que las personas entiendan<br />
el deseo de Dios de tener una relación, no<br />
una religión. Mientras tanto, Dios me está<br />
preparando: Él me está enseñando a pelear<br />
la batalla buena de la fe y me está abriendo<br />
los ojos sobre la guerra espiritual que ocurre<br />
cada día en este mundo. Es una guerra que<br />
estoy ganando ahora.<br />
ALEJANDRO CANO guía a hombres hacia Cristo tras<br />
los muros de la cárcel y les ayuda a encontrar el perdón<br />
y la sanación a través de una relación con Jesús.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2020<br />
7s
E L A MOR<br />
DE DIOS<br />
NO CONOCE<br />
LÍMITES<br />
POR STEPHANIE MILLER
Me<br />
encanta leer sobre la mujer<br />
del pozo en Juan 4. Allí<br />
es donde Jesús le dio Su<br />
increíble regalo de gracia a<br />
una mujer con un historial de malas decisiones.<br />
Sin embargo, Él no la condenó. No la reprendió<br />
ni le hizo sentir más culpa y vergüenza. No, nada<br />
de eso. En cambio, Él le transmitió amor. Perdón.<br />
Aceptación. Y una invitación a tener una<br />
relación con el Hijo de Dios, Aquel que podría<br />
por fin llenar cada vacío en su vida para siempre.<br />
Es maravilloso. Jesús sabía absolutamen te<br />
todo lo que había hecho esta mujer; sin embar<br />
go, Él optó por pasar por alto su historial de<br />
pecado—sus pensamientos sucios, sus motivos<br />
y cada momento pecaminoso—para ver a la mujer<br />
que Él había creado. Él la invitó a seguir Su<br />
ca mino mejor, que llevaba a una vida de abundancia<br />
aquí en la tierra y a la vida eterna con Él<br />
en el cielo (Juan 3:16; 10:10).<br />
Pero después, como si eso fuera poco, ¡Él la<br />
utilizó para acercar a otros a la salvación!<br />
El Apóstol Juan podría haber estado refiriéndose<br />
a mí al escribir. Yo también tomé<br />
malas decisiones. Muchísimas. Pero, alabado<br />
sea Dios, Jesús me encontró en mi “pozo” y me<br />
entregó Su regalo de perdón y un comienzo nuevo.<br />
Me dio la bienvenida a Su familia y desde<br />
enton ces—aunque no logro comprenderlo—Él<br />
me ha utilizado para acercar a otras personas<br />
a Su gracia maravillosa.<br />
Mis elecciones pecaminosas venían de mi<br />
necesidad de amor. No recuerdo un momento de<br />
mi infancia en que me sintiera amada o segura,<br />
salvo cuando mi papá estaba en casa. Lamentablemente,<br />
sus compromisos con el ejército lo<br />
alejaban con frecuencia. Su ausencia nos dejó a<br />
mis hermanos y a mí vulnerables a las conductas<br />
abusivas de nuestra mamá, que tenía problemas<br />
con el alcohol.<br />
Hoy, superados los años de terapia por mis<br />
propias malas decisiones, comprendo mejor la<br />
enfermedad del alcoholismo que sufría ella. Ahora<br />
entiendo que mi madre no era mala; estaba<br />
enferma. Tenía una enfermedad que afectaba<br />
en gran medida su comportamiento.<br />
Eso no hace que lo que yo experimenté a<br />
manos de ella parezca más llevadero, pero saberlo<br />
me ayudó a perdonarla. También pude<br />
perdonar a mi padre por no intervenir como yo<br />
pensaba que debería haberlo hecho.<br />
Independientemente de los motivos por<br />
los que mis padres actuaron así, esos años<br />
de abandono y abuso me llevaron a creer que<br />
nadie podía amarme y que yo no merecía<br />
que me salvaran. O sea, si mi madre no me<br />
amaba y mi padre no me salvaba ¿quién<br />
podía hacerlo?<br />
En mi adolescencia, comencé a beber y a<br />
usar drogas ilegales. Estas sustancias aclaraban<br />
por momentos la oscuridad que me envolvía.<br />
Pero empecé a necesitar cada vez más<br />
drogas y distintas combinaciones de drogas<br />
y alcohol para conseguir el mismo efecto.<br />
A los 15, entré en un club ilegal de motociclistas.<br />
Sin duda, estaba buscando el amor<br />
en el lugar equivocado. La mayoría de los<br />
hombres, incluso mi novio, no veían nada<br />
de malo en golpear a sus mujeres. Pronto<br />
quedé embarazada.<br />
Por mi experiencia, los hijos eran una maldición.<br />
Así es como me hizo sentir mi madre.<br />
Desesperada, fui a un centro de embarazo,<br />
donde una asistente social me dijo que con 16<br />
semanas, apenas tenía en mi cuerpo una bola<br />
de tejido. La palabra “bola” era exactamente<br />
lo que quería oír y decidí hacerme un aborto.<br />
Tenía tanto miedo de ser como mi mamá.<br />
Después me hice otros tres abortos, pero<br />
jamás pensé que le estaba quitando la vida<br />
a alguien. Más tarde reconocí mi pecado,<br />
busqué el perdón de Dios y con terapia, fui<br />
superando las consecuencias emocionales<br />
que tiene el aborto.<br />
Cuando tenía 18 años, fui a una escuela<br />
de cosmetología. Allí se presentaron unas<br />
personas de una escuela de modelos en busca<br />
de chicas que quisieran participar en el<br />
concurso de belleza del condado de Brevard.<br />
Una mujer me animó a inscribirme. Me dijo<br />
que era inteligente, elegante y hermosa. Nunca<br />
jamás en mi vida me habían dicho esas<br />
cosas. Me reí por dentro y estuve tentada de<br />
decirle: “Si supieras con quién estás hablando<br />
¡me escupirías!”.<br />
Sin embargo, sus palabras me motivaron.<br />
Entré en el concurso y me dieron el premio a<br />
Miss Simpatía. Esta experiencia y la aceptación<br />
de esas mujeres me ayudaron a creer<br />
que tal vez yo podría ser alguien especial.<br />
Decidí que volvería a presentarme en el concurso<br />
al año siguiente.<br />
Lamentablemente, a esa experiencia positiva<br />
rápidamente le sobrevino la oscuridad y volví<br />
a mi forma habitual de pensar: yo no valía nada<br />
para nadie. No tenía nada bueno para dar. Yo era<br />
una maldición y una carga.<br />
No volví a participar en el concurso. En cambio,<br />
me escapé con otro motero, un italiano<br />
buen mozo de piel oscura que contraban deaba<br />
grandes cantidades de cocaína en el Estado<br />
de Florida. No pasó mucho tiempo hasta que<br />
rompió conmigo de mala manera, dejándome<br />
abandonada. Durante seis años viví en la calle,<br />
haciendo lo que fuera necesario para sobrevivir.<br />
Me arrestaron muchas veces por mis actividades<br />
y me enviaron a la cárcel. La primera vez, estuve<br />
dos años cumpliendo una condena en el Correccional<br />
de Florida.<br />
La cárcel no hizo nada para que cambiara.<br />
Apenas me liberaron, volví a las andadas. Pocas<br />
semanas después violé la libertad condicional<br />
y me sentenciaron a dos años más en la Institución<br />
Correccional Lowell, una de las peores<br />
cárceles de mujeres en la Florida.<br />
Mientras estaba ahí falleció mi madre. No<br />
era una persona religiosa, pero me encontré<br />
yendo a la capilla de la cárcel. Me preguntaba<br />
si se habría ido directo al infierno y me sentía<br />
aterrada por su alma.<br />
Fui al altar y me arrodillé a orar. Me sorprendí<br />
cuando otras reclusas que estaban en la capilla<br />
me rodearon, pusieron suavemente sus manos<br />
en mis hombros y comenzaron a orar por mí.<br />
Sentí que me envolvía el amor puro de Jesucristo.<br />
Allí no había tinieblas, solo luz (Juan 1:5).<br />
Volví a mi dormitorio y pasé dos días pensando<br />
en lo que me había pasado. Me puse de<br />
rodillas y oré: “Dios, no sé si de verdad existes.<br />
No sé si Tú puedes oírme o si Tú puedes hacer<br />
por mí lo que todo el mundo dice que puedes<br />
hacer. Pero si Tú eres quien dicen que eres y<br />
puedes hacer lo que dicen que Tú puedes hacer<br />
¿lo harías por mí? No quiero vivir un solo día<br />
más de esta manera”.<br />
Estaba tan cansada de andar en la calle<br />
cometien do delitos. Las actitudes que me desmoralizaban,<br />
las relaciones abusivas, el alcohol<br />
y las drogas no me habían dejado más que dolor<br />
y arrepentimiento. Era la desgracia de la familia,<br />
no más que una pila de basura que había que<br />
eliminar. No quería pasar un día más llevando<br />
mi pesada carga de vergüenza.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2020<br />
9s
Dos noches después, soñé con mi madre.<br />
Al principio, estaba de espaldas. Me sentí rechazada<br />
y grité: “Te quiero, mamá. Perdóname”.<br />
Y entonces, ella se dio vuelta. Jamás la había<br />
visto tan hermosa y tranquila. “Yo también te<br />
quiero y lo siento” me dijo, mientras extendía los<br />
brazos. Quedé atrapada en su abrazo amoroso.<br />
Lo sentí tan real.<br />
Ese sueño me cambió. Dios me había dado<br />
un regalo. Él sabía que necesitaba el abrazo de<br />
mi mamá y que sentir su amor y verla de otra<br />
manera iba a derretir la argamasa de dolor que<br />
había recubierto mi corazón.<br />
No hubo fuegos artificiales espirituales, pero<br />
al despertar me sentí distinta. Comprendí que<br />
Dios existía. Y de alguna manera supe que con<br />
Él iba a poder superar el tiempo de condena que<br />
me quedaba. Necesitaba ese tiempo para sanar.<br />
Un par de semanas después, Bill Glass Ministries<br />
vino a Lowell para un evento de tres días<br />
en el patio de la cárcel. Escuché a celebridades<br />
compartir sus testimonios de cómo Jesús había<br />
cambiado radicalmente sus vidas. Las palabras<br />
animaron mi corazón y acepté públicamente a<br />
Jesús como mi Señor y Salvador. Después, me<br />
imaginé a mí misma entrando a la cárcel por<br />
mi propia voluntad algún día para ministrar a<br />
los reclusos.<br />
Cumplí mi condena y cuando quedé libre, fui<br />
a casa. Bajé del ómnibus en Cocoa Beach y miré<br />
al cielo. “¿Ahora qué, Señor?”, pregunté. Quería<br />
una vida nueva, pero no tenía un plan para conseguirla.<br />
Pensé que tendría que ir descifrando mi<br />
vida según se me presentara. Bueno, eso sí que<br />
fue un error. Los pies arrastraron a mi cuerpo<br />
hasta una casa de crack antes de que mi cerebro<br />
supiera lo que estaba ocurriendo. Y esa decisión<br />
me llevó inmediatamente de vuelta a Lowell por<br />
otros ocho meses.<br />
Pronto aprendí que, si uno no planifica para<br />
tener buenos resultados, fracasa siempre. Esta<br />
vez, le pedí a Dios que me revelara Su plan.<br />
Hebre os 12:13 dice: “Tracen un camino recto<br />
En esta foto con su esposo Dave, Stephanie se<br />
regocija cada día con la gracia restauradora de Dios.<br />
para sus pies, a fin de que los débiles y los cojos<br />
no caigan, sino que se fortalezcan” (NTV).<br />
Me enteré de un hogar de tránsito que me<br />
brindaría apoyo, seguridad, rehabilitación y<br />
el camino hacia Dios. Terminé mi condena<br />
en Lowell y fui directo al Resurrection Ranch.<br />
El apoyo piadoso en el Ranch me mantuvo<br />
firme durante mi transición.<br />
Pocos años después, me casé con el adminis<br />
trador del programa. Servíamos a Dios y a<br />
los demás con toda pasión en el Ranch, pero<br />
nos olvidamos de cuidarnos el uno al otro.<br />
A consecuencia de esto, se terminó nuestro<br />
matrimonio después de diez años.<br />
Por soledad, me deprimí mucho y tuve una<br />
recaída. Hacía 15 años que estaba limpia. Fue<br />
una experiencia humillante y sentí como que<br />
QUERÍA UNA VIDA NUEVA, PERO NO TENÍA<br />
UN PLAN PARA CONSEGUIRLA. PENSÉ QUE<br />
TENDRÍA QUE IR DESCIFRANDO MI VIDA<br />
SEGÚN SE ME PRESENTARA.<br />
había defraudado a mucha gente, incluso a<br />
Dios. Por suerte, Dios me persiguió con Su<br />
amor y me ayudó a levantarme otra vez.<br />
Han pasado varios años desde esa recaída.<br />
Con la ayuda de Dios, me mantuve limpia.<br />
Pasé por varias pruebas que podrían<br />
haberme hecho caer nuevamente, pero Dios<br />
me ha protegido mientras transitamos un día<br />
a la vez, juntos. Es un Dios bueno, un Padre<br />
amoroso y mi amigo fiel.<br />
Hace dos años, Dios me dio la sorpresa de mi<br />
vida. Me había caído en la escalera de mi casa y<br />
tuve fracturas graves en una pierna. Obligada<br />
a quedarme en casa por varios meses, necesitaba<br />
que me cuidaran en todo momento. Fue<br />
increíble: Dios trajo de nuevo a mi vida a mi ex<br />
esposo para que fuera mi cuidador. Durante esos<br />
largos meses de recuperación, tuvimos muchas<br />
conversaciones profundas y terminamos perdonándonos.<br />
Estoy maravillada, no solo por la forma en<br />
que Dios sanó mi cuerpo, sino también la relación<br />
con mi esposo. Volvimos a casarnos el 5<br />
de octubre de 2018, la fecha original de nuestro<br />
aniversario. Estoy tan agradecida de servir<br />
al Dios de la segunda oportunidad, al Dios que<br />
arregla lo que está roto.<br />
Tal vez como yo, usted tiende a cometer errores.<br />
Anímese: nuestro Dios es el Dios de la segunda<br />
oportunidad. Su amor no conoce límites,<br />
ni fronteras, ni fechas de vencimiento.<br />
Tal vez piense que ya es demasiado tarde y<br />
que no hay lugar para usted en el Reino de Dios.<br />
Es lo que el demonio quiere que crea. Rechace<br />
esas mentiras que vende el enemigo y sacúdase<br />
la culpa. Dios siempre le extiende Su mano. Él<br />
nunca va a dejar de creer en usted. “Él perdona<br />
todos tus pecados” (Salmo 103).<br />
Acepte Su invitación a una nueva vida y haga<br />
un plan en el que esté el apoyo piadoso. Luego<br />
viva día a día con Él. Juntos pueden lograrlo.<br />
STEPHANIE MILLER es un modelo para personas que<br />
buscan un cambio en sus vidas. Trabaja activamente en<br />
la recuperación de adictos y en el ministerio carcelario.<br />
Es oradora motivacional de Inmate Encounter Crusades.<br />
FOTO DE DEAR DEE PHOTOGRAPHY<br />
10s Número 04 / 2020 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
UN PASO ADELANTE<br />
¿Quiere Estar Bien?<br />
POR CHRISTINA O’BRIEN<br />
NO FUE QUE EN MI ADOLESCENCIA DE PRONTO UN DÍA AL completamente nueva. La Biblia nos dice que este hombre tomó la<br />
despertarme decidí que quería ser adicta y prostituta. El abuso sexual<br />
y otras experiencias traumáticas en mi niñez me pusieron en Deshacerme de mis viejas excusas también me ayudó a recuperar la<br />
decisión correcta y Jesús lo sanó.<br />
un camino donde el choque de frente con el desastre era inevitable. salud. Como este hombre, tuve que hacerme responsable de mi vida.<br />
De pequeña, leí todos los cuentos de hadas con finales felices, pero Tuve que dejar de sentir lástima por mí misma y de culpar a todo el<br />
pensaba que “las chicas como yo” no creían en los cuentos de hadas. mundo por el desastre en el que se había convertido mi vida. Sí, me<br />
No. Las chicas como yo tenían que “ponerse los pantalones” para habían lastimado de manera horrible, pero tenía que levantarme y<br />
sobrevivir en la calle.<br />
dejar atrás la autocompasión, tomar mi camilla (las cosas conocidas<br />
Pronto aprendí a ser una manipuladora consumada y desarrollé muchas<br />
otras habilidades de supervivencia que eran perjudiciales. Tenía el Eso fue hace cinco años. Él me sacó de la oscuridad y transformó<br />
a las que me aferraba) y caminar con Jesús.<br />
corazón frío y endurecido y vivía en un permanente estado de negación. mi vida. Estoy caminando con Él desde entonces.<br />
Justificaba mi mal comportamiento con la culpa y la autocompasión. ¿Está cansado de tener los mismos resultados una y otra vez? ¿Ha<br />
Mi lucha continuó durante tres décadas y tuvo muchas víctimas, estado atascado en el terreno de “lo mismo” durante demasiado tiempo?<br />
La invitación de Jesús a sanar también es para usted.<br />
especialmente en mis relaciones. No tenía nada para ofrecerle a nadie.<br />
Estaba en bancarrota mental, emocional, física y moral. Cada parte Así que ¡vamos! Levántese. Tome su camilla. Comience a caminar en<br />
de mí estaba destrozada.<br />
otra dirección hacia su vida victoriosa con Jesús. Hágalo hoy mismo.<br />
Pero entonces tuve un encuentro con Jesús, muy parecido al que<br />
tuvo el hombre en el estanque de Betesda (Juan 5:1–9). La Biblia no<br />
nos dice mucho sobre este hombre, salvo que estaba<br />
enfermo y no podía moverse. Antes de conocer a Jesús,<br />
había pasado 38 años sentado en el mismo lugar, rodeado<br />
de los mismos enfermos, atascado en la misma<br />
mentalidad y con un patrón de circunstancias iguales.<br />
La locura se define como hacer lo mismo una y otra<br />
vez y esperar resultados diferentes. Yo creo que este<br />
hombre pasó todos esos años haciendo lo mismo y<br />
esperando tener un desenlace distinto.<br />
LEVANTARSE Y<br />
SEGUIR ADELANTE O<br />
QUEDARSE QUIETO<br />
Y ATASCADO.<br />
Jesús quería que experimentara otra cosa, algo mejor. Así que, sin<br />
minimizar los problemas de este hombre o culparlo por su desastre,<br />
Jesús fue directo al meollo del asunto con una pregunta: “¿Te gustaría<br />
recuperar la salud?”. Jesús no estaba buscando una explicación detallada<br />
de cómo el hombre había llegado a ese estado lamentable ni<br />
por qué todavía estaba allí. Solo quería saber: ¿Quieres estar bien?<br />
El hombre respondió con oraciones plagadas de excusas y en las que<br />
culpaba a otros, como: “No puedo. Nadie me ayuda. Siempre alguien<br />
se mete en el agua antes que yo”. En su respuesta, vemos la raíz del<br />
problema. No se hacía responsable de sus dificultades.<br />
Pero Jesús fue compasivo. No solo le ofreció al hombre un resultado<br />
distinto, sino que le dio, además, la posibilidad de participar en el<br />
plan de acción. Jesús dijo: “¡Ponte de pie, toma tu camilla y anda!”. Le<br />
dio al hombre la posibilidad de elegir: levantarse y seguir adelante o<br />
quedarse quieto y atascado.<br />
Para poder estar sano, este hombre tuvo que salir del terreno de<br />
CHRISTINA O’BRIEN trabaja en el equipo de comunicaciones del ministerio<br />
“lo mismo”: ese lugar mental, emocional y físico que le resultaba<br />
Rescued Not Arrested [Salvados, no presos]. Ahora vuelve a la Prisión Estatal de<br />
natural y cómodo. Tuvo que aceptar la invitación de Jesús a intentar Arizona en Perryville (donde estuvo presa) como oradora invitada y comparte el<br />
algo nuevo. Si lo hacía, se curaría y esto le permitiría tener una vida mensaje de esperanza y sanación que encontró en Jesús.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2020<br />
11s
EL AMOR<br />
INCONDICIONAL<br />
DE MAMÁ<br />
PHOTO BY ZACHARY BROWN<br />
MILDRED<br />
POR GLORIA TYSON<br />
enía diez años cuando decidí<br />
que ya era hora de buscarme<br />
una mamá que me quisiera. Un<br />
domingo a la mañana salí para<br />
ir a una iglesia muy cerca de<br />
donde vivía… y el Espíritu del<br />
Señor llevó mis piecitos directo<br />
hasta quien sería mi mamá.<br />
Era la esposa del pastor y era<br />
muy hermosa. Escribí en un pedacito<br />
de papel: “¿Quieres ser mi mamá?”. Y<br />
luego puse la nota en sus manos.<br />
Esa maravillosa santa de Dios leyó mi nota,<br />
se inclinó y con todo amor me tomó entre sus<br />
brazos. Me dijo que ser mi mamá la llenaría<br />
de orgullo. Después del servicio, Mildred<br />
Postell me llevó a su casa y luego fuimos a<br />
hablar con mi tía.<br />
Mi tía había heredado hacía poco el rol de<br />
guardiana de mi abuela, que había hecho<br />
todo lo que pudo para criarme. Algunos años<br />
antes, mi madre me había llevado a casa<br />
de mi abuela y había dejado en claro que<br />
no quería tener nada que ver conmigo. Se<br />
refería a mí como su “hija bastarda”. Ese<br />
título hizo que tuviera una visión distorsionada<br />
de mí misma durante décadas.<br />
Mi tía estuvo de acuerdo en dejar de tener<br />
la responsabilidad de criarme y así como<br />
así, me convertí en la pequeñita de Mamá<br />
Mildred Postell. Por fin tenía mi propia familia,<br />
bien completita con un papá y una mamá que<br />
eran personas de Dios, un hermano amoroso y<br />
tres hermanas increíbles. Cada uno de ellos me<br />
dio la bienvenida a su hogar y me trató como a<br />
una más de la familia.<br />
Las cosas anduvieron bien hasta que llegué a<br />
la adolescencia. Entonces me rebelé. No era que<br />
dudara del amor que sentía la familia Postell<br />
por mí: sencillamente, yo no me quería a mí<br />
misma. El rechazo, el abandono y el abuso que<br />
había experimentado de parte de mi madre y<br />
otros integrantes de la familia durante esos<br />
años de formación en mi infancia, me habían<br />
llevado a odiarme y a tener poca autoestima.<br />
12s Número 04 / 2020 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
No me amaba a mí misma, así que ¿quién<br />
podía esperar que amara a los demás?<br />
En Mateo 22:<strong>37</strong>–39, Jesús dice que el mandamiento<br />
más importante es “Ama al Señor tu<br />
Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y<br />
con toda tu mente” y “Ama a tu prójimo como<br />
a ti mismo”. Pero yo no sabía nada de eso. No<br />
me amaba a mí misma, así que ¿quién podía<br />
esperar que amara a los demás?<br />
Francamente, tenía problemas para aceptar<br />
el mismísimo concepto de Dios. Como yo lo veía,<br />
Él había permitido cada situación de abuso,<br />
abandono y rechazo que había sufrido cuando<br />
era niña. ¿Cómo podía decirme que Él me amaba?<br />
Yo sentía como si fuera Su hija bastarda<br />
también. Si Él era un Dios tan lleno de amor<br />
¿por qué había permitido que no me amaran los<br />
primeros diez años de mi vida? ¿Por qué Él no<br />
impidió que sufriera todo ese dolor y rechazo?<br />
Con esos pensamientos que prevalecían en<br />
mi mente, me encaminaba a la autodestrucción.<br />
Comencé a bailar en clubes de striptease,<br />
a beber y consumir drogas ilegales. Me hundía<br />
más y más en una vida de pecado.<br />
Destrocé el corazón de Mamá Mildred, pero<br />
ella no dejó de creer en mí. Siguió amándome<br />
y rogando que el Señor atrapara mi corazón. Le<br />
pidió que me convenciera de mi pecado y que<br />
me incitara a tener una relación de verdad con<br />
Él. Dios respondió a sus oraciones y en Su momento,<br />
Su bondad me llevó al arrepentimiento<br />
(Romanos 2:4).<br />
Sin embargo, antes de que eso ocurriera<br />
pasé por momentos terribles. De hecho, traté<br />
de quitarme la vida más de una vez. Mi corazón<br />
estaba completamente desolado. Aunque<br />
tenía una familia amorosa, sentía que no tenía<br />
motivo para vivir.<br />
Mi último intento casi tuvo éxito. Me ahogué<br />
en una piscina. Resucité, estuve en coma durante<br />
un mes. Pero Mamá Mildred, parada junto<br />
a mi cama en el hospital, le ordenó vivir a mi<br />
cuerpo sin vida. “No vas a morir, hija” dijo.<br />
“¡Dios tiene un plan para tu vida!”. Oró fervientemente<br />
por mí y las oraciones fervientes de<br />
esa mujer piadosa tuvieron grandes resultados<br />
(Santiago 5:16).<br />
Para sorpresa del médico, salí del coma. Era<br />
evidente que el Señor me había salvado la<br />
vida. Comencé a preguntarme si después<br />
de todo Él sí me amaba. Tal vez Él sí tenía<br />
un plan para mi vida, como Mamá Mildred<br />
insistía.<br />
Hacía años que oía hablar del amor de<br />
Dios. Había ido a la iglesia con Mamá Mildred<br />
y escuchado a Papá Preston predicar<br />
con toda el alma, pero nunca había dejado<br />
que mi corazón absorbiera lo que oía. Siempre<br />
me había cerrado a Dios y a Su amor.<br />
Pero después del coma, las cosas cambiaron.<br />
Por primera vez, dejé que mi corazón<br />
se abriera al amor de Dios. Dejé de ir a la<br />
iglesia porque era lo que esperaban de mí.<br />
Papá Preston y Mamá Mildred mostraron el amor<br />
de Jesús recibiendo a Gloria en su hogar.<br />
En cambio, fui a aprender sobre Aquel que<br />
me había salvado.<br />
Quería conocer a Dios por lo que era<br />
realmente, no como la deidad distante que<br />
siempre había supuesto que era. Y quería<br />
tener la experiencia de los planes buenos<br />
que Mamá Mildred (y Jeremías 29:11) me<br />
habían asegurado que Dios tenía para mí.<br />
En la iglesia, reconocí mis errores, le pedí<br />
a Dios que perdonara mis pecados y puse mi fe<br />
en Jesucristo, Su Hijo. Fiel a Su Palabra, Dios me<br />
salvó. Comenzó a sanar mi mente y me ayudó a<br />
amarme a mí misma, para que también pudiera<br />
amar a los demás.<br />
No fue fácil: todavía tenía mis luchas con<br />
las relaciones y los hábitos autodestructivos,<br />
pero ahora necesitaba a Jesús más de lo que<br />
necesitaba el alcohol o la cocaína o mi vida<br />
como bailarina. Lo necesitaba a Él más que<br />
a cualquiera de esas cosas, y Él me ayudó a<br />
alejarme de ellas. También quería que Mamá<br />
Mildred se sintiera orgullosa de mí.<br />
Cuando mi corazón y mi vida cambiaron,<br />
el Señor puso en mi vida a Bobby Tyson, un<br />
maravilloso hombre de fe. (Vea página 14s.)<br />
Mamá Mildred quedó encantada con Bobby<br />
apenas lo conoció. Sus sentimientos por las<br />
personas y su amor por Jesús eran innegables.<br />
Bobby daba de comer a los sin techo, ayudaba a<br />
los niños enfermos y visitaba presidiarios que<br />
atravesaban momentos difíciles. Servía a la<br />
gente de la misma manera que lo hacía Jesús.<br />
También me encantaban los sentimientos<br />
de Bobby y—créase o no—le pedí que se casara<br />
conmigo. Ya hace 18 años que nos casamos. Lo<br />
que más nos gusta es compartir el amor de Dios<br />
con hombres y mujeres que—como yo—fueron<br />
rechazados y abandonados. A menudo nos<br />
pueden ver entrando en la Harley de Bobby a<br />
las cárceles para ayudar a que otros descubran<br />
el amor de Dios y el poder del arrepentimiento.<br />
Mamá Mildred falleció hace unos pocos años.<br />
Estoy tan agradecida de que Dios le permitió<br />
ver que Sus planes perfectos se cumplían en mi<br />
vida antes de que ella volviera a Su lado. Espero<br />
con ansias el día en que volvamos a vernos;<br />
pero mientras tanto, continuaré mostrando el<br />
amor incondicional de Jesús a todas las personas<br />
que conozca, tal como Mamá Mildred me<br />
lo mostró a mí.<br />
GLORIA TYSON vive en Florida con su esposo<br />
Bobby. Juntos se ocupan de los presos mediante los<br />
programas de asistencia comunitaria Passion for<br />
Prison e Inmate Encounter. También colaboran con los<br />
sin techo y los necesitados de su comunidad.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2020<br />
13s
LO QUE<br />
NECESITA<br />
ESTE<br />
MUNDO<br />
POR BOBBY TYSON<br />
ABAJO: Bobby y Gloria<br />
(más conocidos como<br />
“Sal y Pimienta”) con<br />
su moto, en ministerio<br />
carcelario.<br />
Mi esposa Gloria (página 12s) le cuenta a la gente<br />
cómo ella y Mamá Mildred se sintieron atraídas<br />
por el amor a Jesús que yo profesaba en mi vida.<br />
Pero antes de conocer a Jesús, mi corazón estaba<br />
lleno de odio, especialmente por la gente de color.<br />
Cuando era niño, mi padre—por entonces miembro<br />
del Ku Klux Klan—me enseñó a odiar a las personas<br />
negras. Él también había aprendido a odiar<br />
desde pequeño. Los dos éramos tan ignorantes del<br />
amor de Dios por todas las personas, que hacíamos<br />
y decíamos cosas muy mezquinas.<br />
Pero con el tiempo, Dios nos demostró su inmenso<br />
amor y ambos nos arrepentimos. Y cuando<br />
Dios se apoderó de nuestros corazones, Él también<br />
nos mostró que Su amor era por todas las personas,<br />
no solamente los blancos.<br />
Le pedimos a Dios que perdonara nuestro orgullo,<br />
odio y prejuicios. Y así lo hizo. Él perdonó<br />
nuestros pecados y nos creó de nuevo en Cristo<br />
Jesús (Efesios 2:4–10; 2 Corintios 5:17).<br />
Es casi irónico para mí cómo Dios usó a las personas<br />
que yo odiaba para demostrarme Su amor.<br />
Recuerdo que trabajaba en la fábrica de jugos de<br />
mi tío. Tenía 17 años y a mi lado trabajaba un hombre<br />
negro mayor, que se llamaba George McNear.<br />
Un día el Sr. George oyó por casualidad que le<br />
pedía a mi tío y a otros integrantes de mi familia<br />
que me prestaran el auto para ir a una cita esa<br />
noche. Todos se negaron. Pero el Sr. George me<br />
permitió usar su auto nuevo. No podía creerlo.<br />
Durante toda mi vida me habían enseñado a odiar<br />
a personas como él. Pero él se estaba mostrando<br />
tan amable conmigo.<br />
En otra oportunidad, me entró lejía en un ojo y el<br />
Sr. George fue el primero que se acercó a ayudarme.<br />
Podría haberme dejado sufrir, pero demostró amor,<br />
como lo hace Jesús. Me llamó la atención.<br />
Dios también usó pasajes de la Biblia para<br />
mostrarme Su amor incondicional por mí. Estaba<br />
enfrentando una condena de entre 20 años y cadena<br />
perpetua por una persecución policial que terminó<br />
mal. Comencé a leer la Biblia cuando estaba en la<br />
comisaría del condado. Dios utilizó Juan 3:16 para<br />
abrirme los ojos sobre el increíble sacrificio por<br />
amor que Él había hecho por mí y por todo el mundo.<br />
Dios nos amó tanto que entregó a Su único Hijo para<br />
que muriera por nuestros pecados. Mis pecados.<br />
Leí otros pasajes sobre el amor de Dios y cada uno<br />
que leía limaba otro poquito del odio que albergaba<br />
mi corazón endurecido y a su vez inyectaba en mí<br />
una medida de Su amor. Leer la Biblia también me<br />
mostró una manera de vivir mejor que el camino<br />
irresponsable y de pecado que había elegido.<br />
Convencido, me puse de rodillas y le entregué<br />
mi vida a Jesús. Luego, prometí compartir Su amor<br />
infinito con otras personas, aun cuando fuera detrás<br />
de los muros de una prisión. Estaba tan agradecido<br />
de que Dios se me apareciera en mi peor momento<br />
y de que me amara tanto…<br />
Comencé a estudiar la Palabra de Dios en profundidad.<br />
Meditaba sobre ella día y noche y dejé que<br />
cambiara mi forma de pensar.<br />
Me liberaron después de solo ocho meses y medio<br />
y no tuve que cumplir una condena en prisión. Con<br />
el corazón agradecido, comencé a servir al Señor,<br />
decidido a amar a los demás de manera incondicional.<br />
Le pedí ayuda a Dios, pero nunca me habría<br />
imaginado que Él utilizaría a una hermosa mujer<br />
de color para enseñarme cómo hacerlo.<br />
Me sentí atraído por Gloria desde el momento en<br />
que la conocí. Tenía el corazón más noble del mundo<br />
y una sonrisa que podía iluminar todo el lugar. Al<br />
final, nos casamos. Mucha gente no aprobaba nuestro<br />
matrimonio interracial. Pero Dios usó nuestra<br />
unión y el amor incondicional de Gloria para que yo<br />
y otros integrantes de la familia—incluso mi papá—<br />
dejáramos de lado el racismo.<br />
¡Oh, el poder del amor de Dios! No tiene límites.<br />
Solo Su amor puede volver a unir lo que años de<br />
odio han separado. Ahora más que nunca, es lo que<br />
necesita este mundo.<br />
FOTO DE PASSION FOR PRISON<br />
BOBBY TYSON sirve a los presos y a los sin techo junto a su<br />
esposa Gloria más allá de los límites de su estado. Con toda<br />
pasión da a conocer cómo Dios lo transformó, convirtiendo<br />
un hombre lleno de odio en un hombre lleno de amor, para<br />
que otras personas puedan experimentar lo mismo.<br />
14s Número 04 / 2020 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
UN PASO ADELANTE<br />
¿Qué lo Está Frenando?<br />
POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />
MI ESPOSO Y YO ESTÁBAMOS TERMINANDO DE PREPARAR<br />
la mudanza. Todo había ido bien hasta ese momento, pero de pronto<br />
estábamos en un impasse físico y mental. El camión de mudanzas<br />
que habíamos alquilado estaba cargado, pero todavía había tanto por<br />
hacer, antes de salir y tomar el camino que nos trasladaría adonde<br />
sentíamos que Dios estaba llevando a nuestra familia.<br />
Decepcionados, entramos a la casa y nos dejamos caer al piso. No<br />
había muebles, solo unas pocas cosas dispersas por el living. Una sopapa.<br />
Herramientas. Las camas de los perros. Elementos de limpieza<br />
a medio usar. Un chaleco salvavidas. Cajas de la revista Victorious<br />
Living. Y un montón de llaves que solo Dios sabe de dónde eran.<br />
Tim y yo nos mirábamos con la vista perdida, cuando inesperadamente<br />
se precipitaron dos amigos por la puerta. Se rieron de nuestro<br />
estado calamitoso y el caos que nos rodeaba (como solo se permite<br />
hacerlo a los amigos) y nos dijeron: “¿Por qué están sentados ahí ustedes<br />
dos? No hay tiempo para descansar. Levántense. Tienen mucho<br />
trabajo que hacer antes de la última recorrida con los compradores<br />
a la mañana”.<br />
Luego dijeron algo maravilloso: “¿Qué podemos hacer para ayudar?”.<br />
Al darse cuenta de que Tim y yo estábamos demasiado cansados<br />
para responder, nuestros amigos tomaron la iniciativa: “¿Por qué no<br />
empezamos por sacar la basura?”.<br />
Ah, sí, la basura. Nos estábamos mudando en un fin de semana con<br />
feriado y como los contenedores de residuos y las organizaciones de<br />
caridad locales estaban cerrados, las cosas que no necesitábamos se<br />
habían apilado en el garaje.<br />
Se pusieron a trabajar rápidamente, cargando nuestras des a<br />
gradables bolsas de basura, muebles rotos, cajas de cartón, equipos<br />
deportivos viejos y sabe Dios qué más en el piso de su camioneta.<br />
Después, juntaron los muebles que habíamos separado para donar y<br />
prometieron volver al día siguiente para llevarlos a Goodwill.<br />
Una vez fuera de la casa las cosas que no queríamos o no necesitábamos,<br />
ocurrió algo increíble: ¡De pronto podíamos ver! Podíamos<br />
darnos cuenta de qué cosas deshacernos, qué cosas guardar y qué<br />
hacer después. Y pudimos respirar. Desapareció esa sensación de<br />
estar abrumados y encontramos las fuerzas para continuar.<br />
Esta situación me hizo reflexionar sobre los impasses que tenemos<br />
en la vida. Tal vez como Tim y yo, usted ha caído agobiado por el peso<br />
de sus aflicciones y al principio, no puede ver el final. Se siente atascado<br />
y exhausto y no es capaz de descubrir el próximo paso.<br />
¿Puedo hacer por usted lo que nuestros amigos hicieron por nosotros?<br />
¿Puedo irrumpir y decirle con cariño: “¡Levántese! Dios no acabó<br />
con usted todavía. Aún hay mucho que Él quiere hacer con usted.”?<br />
Pero hacer cualquier cosa puede parecer una tarea demasiado<br />
grande justo ahora. Si es así, tómese un momento para sentarse tranquilo<br />
con Dios. Pídale que revise las habitaciones de su vida y que le<br />
ayude a detectar qué está estorbando su visión, robándole las fuerzas<br />
y frenándolo. Ore como el Rey David lo hizo en el Salmo 139:23–24:<br />
“Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea<br />
mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el<br />
camino eterno”.<br />
Dios tiene un destino para usted, un propósito para su vida. Pero<br />
para llegar a eso, tiene que eliminar los escombros: cosas como relaciones<br />
tóxicas, pensamientos orgullosos o lascivos, los sentimientos<br />
negativos y los hábitos destructivos. Este proceso de eliminación<br />
tomará trabajo y no será sencillo, pero no es algo inesperado.<br />
Lo que sí puede ser inesperado es que cosas valiosas, cosas buenas,<br />
tal vez también deban dejarse de lado: cosas como personas, bienes<br />
materiales, compromisos, ministerios e incluso también carreras<br />
profesionales. No todo ni todos pueden ir al lugar donde Dios lo está<br />
llevando. Deberá tomar ciertas decisiones y hacer sacrificios que le<br />
duelan. Pero entonces, el peso de su carga comenzará a aliviarse.<br />
Podrá respirar nuevamente. Las manos débiles recobrarán la fuerza<br />
y sus pies comenzarán a caminar rumbo al propósito que Dios tiene<br />
para su vida. Y es ahí cuando finalmente habrá lugar para que Dios<br />
ponga Sus cosas nuevas en su camino.<br />
¿De qué cosas debe deshacerse para que Dios pueda hacerlo avanzar<br />
hacia Su plan perfecto? Confíe en Él y haga el cambio.<br />
KRISTI OVERTON JOHNSON inspira y prepara a las personas para lograr la<br />
victoria a través de sus artículos, conferencias y el ministerio carcelario. Para<br />
conocer más, visite kojministries.org.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2020<br />
15s
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Hay todo un mundo que espera experimentar<br />
el amor de Dios a través de usted.<br />
POR MICHAEL TAYLOR<br />
WITH KRISTI OVERTON JOHNSON<br />
Conocí a Jesús en el porche de mi casa el 23<br />
de diciembre de 2001. Estaba ahí afuera<br />
fumando marihuana, escribiendo música y<br />
enfrascado en lo mío, cuando Él interrumpió<br />
mi letra con Su propio rap.<br />
¡Ya sé, ya sé! Ya oigo a algunos protestar:<br />
“Michael, Dios no rapea” o incluso “Dios no<br />
nos habla de esa manera”. Pero Dios tiene<br />
un historial de hacer cosas increíbles para<br />
acercarse a quienes están perdidos y ese<br />
día Él se acercó a mí.<br />
La Biblia está llena de ejemplos en los<br />
que Dios habla de la manera más original.<br />
Le habló a Moisés en medio de una zarza en<br />
llamas (Éxodo 3:1–14), a Balaam a través de<br />
la boca de una burra (Números 22:21–40)<br />
y al Rey Belsasar con un mensaje escrito a<br />
mano en la pared (Daniel 5).<br />
En mi caso, combinó música y letra de<br />
manera tan única que atrapó mi atención<br />
y cautivó mi corazón. En el momento que oí<br />
esas palabras, comenzó a desmoronarse la<br />
pared de ladrillos que rodeaba mi corazón.<br />
Por primera vez, comprendí que Dios existía<br />
y que era más poderoso que cualquier cosa<br />
que hubiera conocido hasta entonces.<br />
Pero antes de seguir ahondando en los<br />
detalles de ese día, tengo que darle un<br />
bosquejo de lo que había sido mi vida hasta<br />
ese momento.<br />
FOTO DE GERI SIMPKINS PHOTOGRAPHY<br />
Desde que tengo memoria, la soledad había<br />
sido mi compañera siempre. Tal vez fue porque<br />
era un niño mestizo que nunca se sintió realmente<br />
aceptado. Quizás fue porque mi papá<br />
se ausentó de mi vida. O porque yo era el hijo<br />
único de una mamá soltera en un barrio de<br />
familias mucho más numerosas.<br />
Por el motivo que fuera, estaba solo y vulnerable.<br />
Mi mamá parecía ser la única persona<br />
dispuesta a cuidarme.<br />
Mamá hizo su mayor esfuerzo para protegerme<br />
del mal y enseñarme a distinguir lo<br />
bueno de lo malo. Pero para cuando llegué a los<br />
13 años, ella ya me había perdido, al entrar yo al<br />
mundo de la droga y el sexo. A los 15, dejé la escuela<br />
y me fui a vivir con una mujer de 22 años<br />
que me inició en la venta de crack. Comencé a<br />
vender también y participé en tiroteos, robos<br />
y otras actividades delictivas.<br />
Mirando hacia atrás, lamento el dolor que le<br />
causé a mi mamá. Ahora, como padre de tres<br />
jóvenes increíbles, me sentiría destrozado si<br />
alguno de ellos eligiera la vida de destrucción<br />
que yo llevé en la calle.<br />
Le agradezco a Dios por acercarse a mí en<br />
el porche aquel día. Me fascinaba la vida en la<br />
calle y estaba enceguecido por el dinero, pero<br />
Él abrió mis ojos para encontrar un camino<br />
mejor.<br />
Me abrió los ojos a la vida y al amor.<br />
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Número 04 / 2020<br />
17s
Mi única intención ese día de diciembre Esa oración fue el principio de una nueva<br />
era sentirme eufórico y escribir música. Una vida, aunque no fue fácil. El demonio no se<br />
pesada sensación de oscuridad daba vueltas iba a alejar sin dar pelea. Inmediatamente<br />
a mi alrededor, mientras buscaba las palabras comenzó a ponerme dudas en la cabeza sobre<br />
el regalo de salvación de Dios y el valor<br />
adecuadas para transmitir mi mensaje. Y entonces,<br />
por motivos que incluso hoy no puedo que yo tengo para Él.<br />
entender, mi atención se desvió del papel y la “¿Crees que es tan fácil?” dijo, burlonamente.<br />
“¿Crees que puedes decir unas cuan<br />
lapicera al cielo.<br />
Miré al cielo y exclamé: “¡Dímelo Tú! ¡Dímelo<br />
Tú!”. Repetí esa frase muchas veces. Cada así? ¿Después de todo lo que has hecho?<br />
tas palabras y tener la salvación, así como<br />
vez que la repetía, cobraba más intensidad. Dios no te necesita”.<br />
Después de unas siete veces, el Señor intervino Al oír esos pensamientos, se me rompió<br />
con Sus propias palabras:<br />
el corazón. Eran completamente lógicos;<br />
TENÍA 21 AÑOS Y POR PRIMERA VEZ SENTÍ<br />
EL PESO DE MI PECADO Y LA PROFUNDA<br />
NECESIDAD QUE TENÍA DE JESÚS. ME<br />
QUEBRÉ Y LLORÉ; LE PEDÍ A DIOS QUE ME<br />
SALVARA. SABÍA QUE LO NECESITABA A ÉL:<br />
NECESITABA LA VERDAD.<br />
“Si te digo que te lo dije,<br />
debían de ser verdad. O sea, ¿por qué iba<br />
seguirías sin creerme.<br />
a necesitar Dios a alguien como yo? Mi lugar<br />
estaba en la calle y yo había cometido<br />
Ya te lo mostré y tú lo viste,<br />
pero caminas con los demonios.<br />
tantos pecados.<br />
Por todos los motivos equivocados.<br />
Salté del porche y caminé por la calle,<br />
Mira las estaciones,<br />
tratando de despejar la mente. Pero esas<br />
y los desastres misteriosos.<br />
voces demoníacas no paraban. Durante<br />
Esta vida pasa pronto.<br />
días continuaron recordándome mis pecados<br />
y haciéndome sentir abrumado por la<br />
Debes entrar a la iglesia y<br />
hablar con el pastor”.<br />
culpa y la vergüenza. Creí que me estaba<br />
volviendo loco.<br />
Me quedé mudo. No eran mis palabras. Y no Pero entonces, mis pensamientos volvían<br />
eran solo palabras. Estaban acompañadas por a Dios y a todo lo que había oído sobre Él.<br />
la presencia y el poder de Dios.<br />
No era mucho, pero ahí estaba. Recordé<br />
En la calle dicen “Keep it a buck”, que significa<br />
“que sea verdad”. Ese día, en ese porche, días y que había descansado el séptimo<br />
que Dios había creado el mundo en seis<br />
las cosas se hicieron verdaderamente reales. día. También recordé que alguien dijo que<br />
En presencia de Dios, entendí claramente que Jesús había muerto por mis pecados. Y<br />
nada en mi vida era confiable. La calle me había después recordé algo sobre la necesidad<br />
vendido una mentira y yo la compré.<br />
de bautizarse que tenían los creyentes.<br />
Tenía 21 años y por primera vez sentí el Até cabos y se me ocurrió una idea: me<br />
peso de mi pecado y la profunda necesidad metería en la bañera, le pediría a Jesús que<br />
que tenía de Jesús. Me quebré y lloré; le pedí venga a mi corazón y luego me sumergiría<br />
a Dios que me salvara. Sabía que lo necesitaba en el agua durante siete segundos. No sabía<br />
a Él: necesitaba la verdad.<br />
qué más hacer.<br />
Ahora sé que mi fe en Jesucristo es lo que<br />
me salvó, no mis acciones. Pero estoy seguro de<br />
que mi desesperación por Él puso una sonrisa<br />
en el rostro de Dios.<br />
Fui a casa, me metí en la bañera y dije con<br />
toda sinceridad: “Dios, me voy a sumergir bajo<br />
esta agua durante siete segundos. Cuando salga,<br />
quiero estar limpio de todos mis pecados”.<br />
Me deslicé bajo la superficie del agua y conté<br />
hasta siete. Al incorporarme, vi dos columnas<br />
de humo que salían de mi cintura. Quedé maravillado<br />
y con la boca abierta. Dios me había<br />
permitido ver de manera tangible cómo el mal<br />
se esfumaba de mi vida.<br />
Salí de la bañera, me miré al espejo e inmediatamente<br />
esas voces perversas comenzaron<br />
a gritar sobre la absurdidad de que Dios salvara<br />
a un hombre como yo. Clamé a Dios una<br />
vez más: “Dios, no sé qué creer. ¡No sé cómo<br />
diferenciar Tu voz de la del demonio!”.<br />
Dios habló con claridad: “En adelante, cuando<br />
te hable voy a terminar nuestras conversaciones<br />
con las palabras ‘hijo Mío’. El demonio<br />
no se puede referir a ti como su hijo, porque ya<br />
no le perteneces. Me perteneces a Mí”.<br />
Le agradezco a Dios cada día por Su de seo<br />
de ayudarme a distinguir Su voz en ese momento<br />
crucial.<br />
En medio de este increíble encuentro, alguien<br />
golpeó mi puerta. Que quede claro: no<br />
había hablado con nadie sobre los acontecimientos<br />
de ese día. Fui hasta la puerta, la<br />
abrí y allí estaba parado el hombre que vivía<br />
detrás de mi casa. Según se decía en la cuadra,<br />
este hombre le había vendido el alma al diablo.<br />
Me miró y dijo: “El único motivo por el que<br />
Dios te salvó es porque vives detrás del mismo<br />
demonio y yo iba a matarte”. Y se fue.<br />
Quedé mudo, pero aunque suene raro, me<br />
sentí en paz. De la manera más extraña posible,<br />
este hombre acababa de confirmarme que Dios<br />
había salvado mi alma. Realmente era un hijo<br />
de Dios. El hecho de que el hombre apareciera<br />
también sirvió para demostrarme que Dios es<br />
más poderoso que Satanás. Así quedó firmemente<br />
consolidada mi fe.<br />
Un momento después, Dios comenzó a indicarme<br />
que tirara todas las drogas que tenía en<br />
casa. Apenas unas horas antes de esta escena<br />
disparatada, yo era un drogadicto que vendía<br />
droga. Tenía miles de dólares en drogas en<br />
casa, listas para vender.<br />
18s Número 03 / 2020<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
Comencé a negociar. “Dios, de verdad quiero<br />
vivir para Ti. Solo déjame vender este último<br />
lote y cuando lo haga, habré terminado con el<br />
negocio de la droga para siempre”.<br />
“Tíralas”, me respondió Él.<br />
“Déjame que se las dé a Jr., mi jefe”, le sugerí.<br />
“Él las va a vender y podemos repartir la<br />
ganancia”.<br />
“No. Tíralas”.<br />
“¿Y…si las regalo?”. Esta vez fui astuto. Hay<br />
un código tácito en la calle, por el que cualquier<br />
persona a la que le diera esa droga, me daría<br />
una parte del dinero.<br />
“Tíralas”. Me rendí. Salí, tiré hasta la última<br />
onza de droga en el cesto de basura y volví a<br />
entrar en la casa.<br />
Pocos minutos después, volvieron a golpear<br />
a la puerta. Era un cliente. Traté de decirle que<br />
ya no me ganaba la vida vendiendo droga, pero<br />
él se quedó ahí parado, riéndose.<br />
“Vamos, Meta” me dijo. “Acabo de comprarte<br />
hace un par de horas. ¡Tengo efectivo!”. Contó<br />
$500 y me dijo que dejara de reírme de él.<br />
Miré rápidamente el cesto de basura en el<br />
cordón de la vereda. Las drogas estaban ahí.<br />
Todo lo que tenía que hacer era caminar hasta<br />
él y sacarlas. Pero, bendito sea el Señor, me<br />
mantuve firme aunque el comprador insistía.<br />
Finalmente, le dije que acababa de pedirle a<br />
Jesús que entrara en mi corazón y que ya no<br />
me dedicaba a eso. Su rostro tuvo un cambio:<br />
aceptó mis palabras y se fue.<br />
Dios me hizo poner esas drogas en el cesto<br />
de residuos un miércoles. ¡Los recolectores<br />
no pasaban hasta el martes siguiente! Todos<br />
los días durante casi una semana tuve que<br />
resistirme al impulso de sacar esas drogas y<br />
volver al negocio. Debía elegir obedecer a Dios.<br />
Habría sido mucho más fácil si me hubiera<br />
pedido que las tirara al inodoro.<br />
Todavía no sabía demasiado sobre Dios,<br />
pero sabía que necesitaba aprender rápido.<br />
Conseguí una Biblia y comencé a leer. Durante<br />
los ocho meses siguientes, estudié la Palabra<br />
de Dios entre 10 y 12 horas diarias. No podía<br />
dejarla. En ese tiempo, Dios me mostró cosas<br />
increíbles. Y cuanto más aprendía sobre Él y<br />
Su amor por la humanidad, más quería compartirlo<br />
con los demás.<br />
Comencé mi ministerio con los muchachos<br />
que vivían en mi cuadra. Dios me había dado<br />
el don de la música y lo usé para contar mi<br />
Jóvenes de Raising Young Men,<br />
el programa de Michael. Estos<br />
muchachos están aprendiendo<br />
a ser hombres fuertes y<br />
honorables para gloria de Dios.<br />
historia con Dios y ayudar a otros a que<br />
descubran la suya. Grabé discos compactos<br />
y visité iglesias y barrios del Ministerio<br />
de Vivienda para ministrar. Incluso fui anfitrión<br />
de un programa local de televisión,<br />
en el que leía las enseñanzas de Jesús.<br />
Un día estaba jugando básquet con un<br />
joven de un barrio del Ministerio de Vivienda<br />
y me contó sus sensaciones por no tener<br />
padre. Lamentablemente, la suya era una<br />
historia conocida. Me miró y me dijo: “Sr.<br />
Mike, me gustaría que viniera por aquí más<br />
seguido”.<br />
Sus palabras tocaron mi corazón e hicieron<br />
nacer en mí el deseo de estar permanentemente<br />
en las vidas de los jóvenes que<br />
intentaban encontrar su lugar en el mundo.<br />
Sabía por mi propia experiencia de la<br />
necesidad vital de tener modelos de honestidad<br />
a imitar. Si hubiera tenido a alguien<br />
que me guiara en el camino de la vida, en<br />
lugar del camino perverso que elegí cuando<br />
tenía su edad…<br />
Le dije: “Cuenta conmigo, jovencito. ¿Qué<br />
tal si te vengo a buscar todas las semanas<br />
para llevarte a mi estudio bíblico?”.<br />
Estaba ilusionado. Rápidamente su amigo<br />
también se entusiasmó: “¿Yo también<br />
puedo ir?”.<br />
Y ese fue el comienzo de mis actividades<br />
de ayuda a los jóvenes de mi comunidad. No<br />
pasó mucho tiempo hasta que no tuve más<br />
lugar para todos los chicos que querían ir en<br />
mi auto.<br />
Continué asesorando a jóvenes durante<br />
años, adaptando horarios para cumplir con<br />
mis obligaciones en el hogar y el trabajo. Dios<br />
me había bendecido con una familia maravillosa<br />
y un trabajo fantástico. Y cuando uno ha<br />
tenido antecedentes penales, sabe qué clase<br />
de bendición son esas cosas.<br />
Pero sentí que Dios me pedía dejar la seguridad<br />
de tener un sueldo para dedicarme de<br />
lleno a mis tareas como consejero de jóvenes.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2020<br />
19s
SEGURO. LA VIDA ES DIFÍCIL<br />
PARA MUCHAS PERSONAS EN<br />
EL MUNDO. PROBABLEMENTE<br />
TAMBIÉN HAYA SIDO<br />
Me lo había confirmado de distintas maneras,<br />
pero todavía no me había puesto en marcha. Y<br />
de pronto, el instituto de salud mental del que<br />
era director me pidió que le entregara la llave<br />
de mi oficina, por recorte de gastos.<br />
Supe que Dios me estaba empujando para<br />
que por fin tomara la decisión.<br />
Al día siguiente, me ofrecieron un puesto en<br />
otra institución. Incluso me dijeron que podía<br />
fijar mi propio sueldo. Pero aunque no sabía<br />
cuándo ni de dónde saldría mi próximo recibo<br />
de sueldo, no me sentía en paz si aceptaba el<br />
ofrecimiento. Colosenses 3:15 dice: “Que la<br />
paz que viene de Cristo gobierne en sus corazones”.<br />
La Biblia Amplificada (Edición Clásica)<br />
dice que la deje “actuar como el árbitro” de mis<br />
elecciones de vida.<br />
Rechacé el trabajo y confié en Dios. Al hacerlo,<br />
Él inmediatamente reconoció mi obediencia y<br />
abrió puertas para iniciar el programa de ayuda<br />
comunitaria que Él mismo había gestado en mi<br />
corazón. Lo llamé “Raising Young Men” (RYM).<br />
Su misión es mostrar el amor de Cristo y educar<br />
a los jóvenes para que se mantengan alejados de<br />
las influencias negativas de este mundo.<br />
Gracias a la generosidad de Open Door, mi<br />
iglesia casera, Dios me proporcionó una camioneta<br />
de 15 asientos y un lugar donde podía<br />
educar a los muchachos. Tengo que sonreír.<br />
Dios me quitó una llave de mi llavero y puso<br />
dos en su lugar: una para la camioneta y otra<br />
para el edificio.<br />
Desde 2012, RYM ha sido un padre para<br />
los huérfanos. Enseñamos<br />
que siempre hay esperanza<br />
cuando se pone la vida en las<br />
manos de Dios. Soy prueba<br />
viviente de ello. En RYM no<br />
hay lugar para la mentalidad<br />
de víctima. Nos aferramos<br />
a la esperanza de que Dios<br />
quiere y Dios lo hará.<br />
Seguro. La vida es difícil<br />
para muchas personas en el<br />
mundo. Probablemente también<br />
sea difícil para usted.<br />
Pero no usemos nuestras<br />
DURA PARA USTED. PERO<br />
NO USEMOS NUESTRAS<br />
DIFICULTADES COMO UNA<br />
MULETA O UN MOTIVO PARA<br />
OBRAR MAL O COMO EXCUSA<br />
POR NO SER LO MEJOR QUE<br />
PODAMOS EN LA VIDA.<br />
dificultades como una muleta o un motivo Lo hace por cualquiera que se atreva a creer<br />
para obrar mal o como excusa por no ser lo en Él y a responder a Su invitación a conocerlo<br />
mejor que podamos en la vida. Dios puede personalmente. Romanos 10:13 dice: “Todo el<br />
redimir cualquier pasado y abrir cualquier que invoque el nombre del Señor será salvo”.<br />
puerta. Y Él puede usar a cualquier persona, Todos. Eso lo incluye a usted.<br />
independientemente de lo que tenga o deje Hoy es el día: en este mismo momento en<br />
de tener. Incluso a mí… ¡e incluso a usted! que está leyendo esta revista. Invoque el nombre<br />
Hace casi 20 años que Dios se presentó<br />
de Jesús. Deje que Él haga brillar la luz de<br />
en mi porche y me habló en un idioma especial<br />
Su amor en su oscuridad y le dé esperanza, paz<br />
para mí. Desde entonces, mi vida no ha y sentido. Dios quiere ser su Padre y ayudarlo<br />
sido más que un testimonio milagroso de la a transitar este mundo. Tome Su mano y salga<br />
maravillosa gracia de Dios. Él salvó mi alma del porche. Hay todo un mundo que espera experimentar<br />
miserable y cambió radicalmente mi vida.<br />
el amor de Dios a través de usted.<br />
Dejar los hábitos de la calle para amar<br />
a quienes estaban en la calle fue la mejor<br />
decisión que haya tomado jamás. Ese día<br />
en el porche, Dios me dio la bienvenida a<br />
Su familia y le dio sentido a mi vida para<br />
siempre.<br />
MICHAEL TAYLOR pone todo su empeño en<br />
colocar a Cristo en primer plano en todo lo que<br />
hace; ya sea como esposo, papá, artista, consejero<br />
o mentor. Es el fundador de Raising Young Men,<br />
una organización sin fines de lucro que funciona en<br />
Greenville, Carolina del Norte.<br />
20s Número 04 / 2020 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
UN PASO ADELANTE<br />
Ponga Su Vida en Manos de Dios<br />
POR ROY A. BORGES<br />
“¿QUÉ ES LO QUE HAY para<br />
agradecer del encierro?”, me<br />
quejé. “Estoy solo en una celda<br />
las 24 horas del día, los siete días<br />
de la semana… ¿y por cuánto<br />
tiempo?”<br />
El Espíritu Santo me respondió<br />
rápidamente: “El encierro<br />
te da la posibilidad de que<br />
pongas tu vida en mis manos”.<br />
Hace décadas que estoy encerrado<br />
en la cárcel. He tenido<br />
que aprender a confiar en Dios<br />
y a darle gracias todos los días.<br />
Es la única forma que encontré<br />
para sobrevivir a las dificultades<br />
que presenta la vida en la cárcel.<br />
Pero un período en el que estuve<br />
en confinamiento solitario puso<br />
a prueba mi nivel de gratitud.<br />
Mi madre acababa de tener<br />
una cirugía de corazón y estaba<br />
conectada a una máquina de<br />
Treinta días<br />
después de que<br />
Roy fuera liberado<br />
del confinamiento<br />
solitario, su madre<br />
y sus hermanas<br />
fueron a visitarlo.<br />
Guarda esta foto<br />
con mucho cariño,<br />
como recordatorio<br />
constante de la<br />
fidelidad de Dios.<br />
diálisis por el funcionamiento<br />
de sus riñones. Nadie esperaba<br />
que sobreviviera. La enviaron<br />
a un centro de rehabilitación<br />
y luego a la casa con cuidados<br />
paliativos. Estaba preocupado.<br />
Cada vez que oía que alguien<br />
tenía cuidados paliativos, parecía<br />
que esa persona fallecía<br />
al poco tiempo. Tenía miedo de<br />
que le pasara eso a mi madre.<br />
Oraba, le pedía a Dios que me<br />
permitiera verla una vez más.<br />
Y entonces me pusieron en<br />
confinamiento solitario.<br />
Durante mi primera semana<br />
allí, recibí una carta de mi madre.<br />
Me encantó leer que se estaba<br />
sintiendo mejor y progresando<br />
día a día. Me prometió que vendría<br />
a visitarme con mis hermanas<br />
apenas yo volviera a estar en<br />
la población carcelaria general.<br />
Me inundó el alma de alegría.<br />
SU AMOR Y FIDELIDAD NO<br />
CONOCEN LÍMITES: ¡NUNCA<br />
ESTÁN CONFINADOS!<br />
Le agradecí a Dios por la carta<br />
y la salud de mamá. ¿Estaba<br />
agradecido por el confinamiento?<br />
No demasiado, pero estaba<br />
agradecido por muchas otras cosas.<br />
No importa dónde está uno,<br />
siempre hay algo para agradecer<br />
y yo estaba decidido a descubrir<br />
qué era.<br />
Desperté el Día de Acción de<br />
Gracias, todavía en confinamiento,<br />
pero con el corazón agradecido.<br />
Escribí cartas a mamá, a<br />
mis hermanas y a mis amigos.<br />
Escribí artículos sobre las cosas<br />
que Dios me había enseñado con<br />
Su Palabra y en mi vida.<br />
Le agradecí a Dios por Su Espíritu<br />
Santo, que me da la fortaleza<br />
para seguir avanzando<br />
y parecerme más a Cristo. Le<br />
agradecí a Jesús que—aunque<br />
sufrió—se mantuvo enfocado en<br />
cumplir la voluntad de Su Padre.<br />
Su ejemplo me ayuda a mantenerme<br />
enfocado también.<br />
Le agradecí a Dios por todas<br />
las bendiciones que me había<br />
concedido: por el empleado de<br />
la capellanía que me había dado<br />
una excelente novela cristiana<br />
para leer y para el oficial que me<br />
dio una taza extra de leche. Le<br />
agradecí por mis amigos Lucy<br />
y Roy, que me enviaron cartas.<br />
Simplemente saber que había<br />
personas que estaban orando<br />
por mí me daba aliento y fuerzas<br />
para enfrentar cada día.<br />
El Salmo 92:1–2 dice: “Es bueno<br />
dar gracias al Señor, cantar<br />
alabanzas al Altísimo. Es bueno<br />
proclamar por la mañana tu<br />
amor inagotable y por la noche<br />
tu fidelidad” (NTV).<br />
Mi confinamiento probó<br />
que esos versículos decían la<br />
verdad. Al mantenerme agradecido<br />
y quitar los ojos de mis<br />
circunstancias para mirar a<br />
Dios, los días dejaron de ser<br />
tan largos y solitarios. Estaban<br />
llenos de la paz de Dios y hasta<br />
de gozo. No voy a decir que me<br />
fasci naba estar en confinamiento,<br />
pero estaba agradecido de<br />
que Dios estuviera conmigo.<br />
Nunca llegué a apreciar totalmente<br />
la época que pasé solo<br />
hasta que me sacaron de allí,<br />
pero ahora sí. Me ayudó a darme<br />
cuenta de que independientemente<br />
de donde esté, puedo poner<br />
mi vida en manos de Dios. Él<br />
siempre tiene el control. Su amor<br />
y fidelidad no conocen límites:<br />
¡nunca están confinados!<br />
ROY A. BORGES escribe sobre sus experiencias de vida desde una celda en una<br />
prisión de Florida. Sus historias han aparecido en muchas publicaciones cristianas.<br />
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21s
Descargue<br />
el Tren<br />
del<br />
Dolor<br />
POR DAMIEN KING<br />
Cuando mi mamá fue a la cárcel, yo tenía<br />
dos años. Mi papá no era parte de mi vida. Fui<br />
a vivir con mis abuelos, que me adoptaron,<br />
hicieron que tuviera distintas actividades y<br />
me inculcaron una buena ética de trabajo.<br />
También hicieron todo lo posible para malcriarme<br />
completamente.<br />
Me querían muchísimo, pero yo no entendía<br />
por qué no podía estar con mi mamá.<br />
Deseaba estar con ella. Por fin mi mamá recuperó<br />
la libertad cuando yo tenía nueve años<br />
y pude ir a vivir con ella. Era un sueño cumplido…hasta<br />
que comenzó a beber. Nuestro<br />
hogar se puso violento y volví a vivir con<br />
mi abuela, que había enviudado. Decidió<br />
mudarse conmigo a Florida para empezar<br />
una nueva vida.<br />
Después de mudarnos, me puse rebelde<br />
y alejaba a la gente de mí. Tenía tanto dolor<br />
en el alma. Sentía que me estaba ahogando<br />
en el dolor.<br />
A los 13, ya consumía drogas y fumaba.<br />
Volví a ver a mi mamá en Louisiana ese verano,<br />
pero se había sumado un padrastro<br />
a la escena y había drogas y alcohol en la<br />
casa. Me volví más problemático y rebelde.<br />
A los 18, me mudé a Nueva Jersey, viví<br />
con mi novia y me sumergí en la vida loca.<br />
Me quedé allí durante tres años y vivía de<br />
fiesta. Después apareció mi mamá, que quería<br />
vivir conmigo. Así que rompí con mi novia y<br />
mamá y yo volvimos a mudarnos a Florida<br />
para vivir con la abuela. No podría haberme<br />
sentido más feliz.<br />
Pero pocos años después, mamá enfermó<br />
de gravedad. Yo era la única persona que estaba<br />
con ella y las autoridades del hospital<br />
me recomendaron que le quitara el soporte<br />
vital. Por fin tenía a mi mamá ¿y pretendían<br />
22s Número 04 / 2020 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
FOTO DE DEAR DEE PHOTOGRAPHY<br />
que firmara su certificado de defunción? No<br />
le puedo contar cuánta culpa y cuánto odio<br />
por mí mismo sentí. Ella murió y me hundí<br />
en la droga. Todo lo que deseaba era destruir<br />
mi vida. Casi lo logré.<br />
Una noche durante una fiesta tuve relaciones<br />
con una chica que resultó ser menor<br />
de edad. Quedó embarazada y tuvo una hija.<br />
Me arrestaron por conducta lasciva y libidinosa<br />
con una menor. Estuve en la cárcel durante<br />
un año y un día.<br />
Cuando me liberaron, me porté bien durante<br />
un tiempo, hasta que decidí que podía<br />
consumir algunas pastillas. Lo tenía controlado.<br />
Después conocí a una chica que me hizo<br />
probar la metadona y pronto perdí el control.<br />
Me negué a cumplir el requisito obligatorio<br />
de entregar una muestra de orina al oficial<br />
de libertad condicional y me mandaron de<br />
vuelta a la cárcel por diez años más. Cuando<br />
llevaba dieciocho meses de condena, por fin<br />
se me encendió la lámpara. Si quería salir de<br />
la cárcel distinto a como había entrado,<br />
tenía que hacer cambios importantes.<br />
Entré en un programa de capacitación<br />
en oficios y comencé a aprender cosas<br />
nuevas. También busqué un grupo nuevo<br />
de amigos. Sabía que no iba a poder<br />
avanzar si continuaba rodeado de gente<br />
que no tenía intención de cambiar.<br />
Pero Dios siempre es fiel y aun en la<br />
cárcel, Él puso personas en mi camino<br />
que me mostraron una manera mejor.<br />
Un día recibí una llamada en la que me<br />
pedían que renunciara a mis derechos como<br />
padre, para que la abuela materna de mi hija<br />
pudiera hacerse cargo de ella. Pensé en firmar<br />
esos papeles, pero sentí un cargo de conciencia<br />
muy grande.<br />
Recordé el agujero en mi corazón provocado<br />
por el abandono de mis padres. ¿Por qué le<br />
iba a hacer eso a mi hija? Era hora de crecer<br />
y dejar de salir corriendo de las situaciones<br />
difíciles y me hice responsable de mi vida y<br />
de mis actos. Necesitaba ser papá.<br />
Llamé al abogado y le dije que no iba a<br />
firmar los papeles. Quería ser el papá de mi<br />
hija lo mejor que pudiera. El oficial evaluador<br />
sonrió, con el pulgar hacia arriba. Desde entonces,<br />
he pasado años buscando construir<br />
una relación a conciencia con mi hija y ahora<br />
tengo una relación maravillosa con ella, su<br />
mamá y la familia de su mamá. Hoy en día,<br />
mi hija le dice a la gente que está orgullosa<br />
de mí y la anima a que dé otra oportunidad<br />
a los demás.<br />
Para ser un verdadero papá, tenía que<br />
hacer un examen de conciencia real con<br />
Dios. Es fantástico aprender oficios y<br />
estudiar, pero los logros materiales no<br />
podían curar la desolación que había en<br />
mi corazón. Tenía heridas profundas que<br />
necesitaban atención urgente.<br />
Comencé a reunirme con una pareja<br />
que hacía voluntariado en la cárcel. Dave<br />
y Cheryl me ayudaron a descargar el dolor<br />
de mi juventud con un ejercicio mental. Me<br />
dijeron que visualizara dos trenes de carga,<br />
que representaban las heridas emocionales<br />
y mentales con las que había cargado<br />
toda mi vida. Me dijeron que llenara esos<br />
trenes con momentos pasados de dolor, rechazo,<br />
abandono, temor, culpa, vergüenza<br />
y la incapacidad de perdonar que sentía.<br />
Los logros materiales<br />
no podían curar la<br />
desolación que había en<br />
mi corazón. Tenía heridas<br />
profundas que necesitaban<br />
atención urgente.<br />
¡La incapacidad de perdonar ocupaba<br />
mucho espacio en esos trenes! Estaba tan<br />
enojado con mi mamá y mi papá por elegir<br />
las drogas y el alcohol en vez de a mí.<br />
También me odiaba por la muerte de mi<br />
mamá. Y todavía me sentía culpable por<br />
firmar esos papeles.<br />
Después de llenar durante tres horas<br />
los vagones de esos trenes con mi dolor,<br />
Dave y Cheryl me dijeron que los empujara<br />
mentalmente hasta el pie de la Cruz<br />
y los dejara allí. Aprendí que Jesús no solo<br />
había muerto para salvar mi alma, sino<br />
también para curar mi dolor emocional<br />
y liberarme de conductas destructivas.<br />
(Ver Isaías 53:5.)<br />
Ofrecerle mi dolor a Jesús me permitió<br />
ser libre. Aunque me había convertido en<br />
creyente de Jesucristo en la cárcel, todavía<br />
tenía mucho bagaje por soltar si quería<br />
avanzar con Dios y experimentar Sus planes<br />
para mi vida. (Ver Hebreos 12:1–2.)<br />
Cumplí el total de mi condena de diez años,<br />
pero dejé la cárcel con un título de estudios bíblicos,<br />
un título de técnico en administración<br />
de empresas y un montón de certificados de<br />
capacitación en distintos oficios. Lo más importante,<br />
me fui con Cristo dentro de mi alma.<br />
¡Era otro hombre, por dentro y por fuera!<br />
Sin embargo, la transición de la cárcel a la<br />
sociedad de las personas libres no fue fácil.<br />
Haber tenido un cargo por agresión sexual lo<br />
hace particularmente difícil, ya que la gente<br />
no quiere alquilar propiedades ni contratar a<br />
agresores sexuales. Al dejar la cárcel, tuve que<br />
confiar plenamente en Dios para conseguir<br />
un lugar para vivir y trabajar.<br />
Pero no era algo que preocupara a Dios. Me<br />
proporcionó todo lo que necesitaba a través<br />
de un voluntario de un ministerio carcelario,<br />
de nombre Roger Rash. Cuando Roger supo<br />
que no tenía dónde ir a vivir, me invitó a quedarme<br />
en su casa. Él y su esposa Donna<br />
se aseguraron de que yo tuviera todo lo<br />
necesario para iniciar mi nueva vida.<br />
Siempre les estaré agradecido.<br />
DAMIEN KING vive en Florida Central con su esposa<br />
Melissa, donde administra su empresa, King Enterprises.<br />
A diario busca conocer a Dios y hacer que otros<br />
lo conozcan.<br />
Hoy tengo una empresa pujante, mi<br />
propio vehículo y disfruto de pasar<br />
tiem po con mi hija. Espero con ansias<br />
volver algún día a la cárcel como voluntario.<br />
Como Roger, quiero compartir mi<br />
historia sobre la fidelidad de Dios con<br />
otras personas y ayudarlas a descubrir el<br />
amor de Dios. Mientras tanto, confío en que<br />
Él utilizará este artículo para llegar a hombres<br />
y mujeres, tanto dentro como fuera de<br />
las cárceles. Quiero que sepan que Su amor<br />
les puede dar la libertad. Quiero que sepa<br />
que le dará la libertad a usted.<br />
¿Arrastra mucho bagaje y necesita alivio?<br />
Lleve su tren de dolor a la Cruz y déjele sus<br />
pesares a Jesús, porque Él lo cuida (1 Pedro<br />
5:7). Luego tómelo de la mano, pídale que le<br />
ayude a perdonarse a sí mismo y perdonar a<br />
los demás y avance. Su amor es más grande<br />
que sus obstáculos y su dolor. Es más grande<br />
que su pasado y su presente. Deje que Él sea<br />
su futuro.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2020<br />
23s
La Bondad<br />
de Dios<br />
FOTO DE DEAR DEE PHOTOGRAPHY<br />
POR ROGER RASH<br />
Roger Rash y Damien King<br />
se maravillan a diario con<br />
la bondad de Dios.<br />
C<br />
onocí a Damien King en la cárcel<br />
(vea página 22s). La secretaria de<br />
mi iglesia me había enganchado<br />
como voluntario. No puedo decir<br />
que me entusiasmaba demasiado entrar a una<br />
cárcel, pero estaba dispuesto a hacerlo por ella.<br />
Damien era un recluso, y lo habían designado<br />
para colaborar con voluntarios nuevos<br />
como yo. Nos hicimos amigos de verdad rápidamente.<br />
Todas las semanas esperaba con<br />
ansias verlo a él y a los demás hombres que<br />
asistían a la clase que yo daba. Dios llenó mi<br />
corazón de cariño por esos hombres. También<br />
llenó sus corazones de cariño por mí.<br />
Dios había sido fiel conmigo y yo tenía una<br />
historia para probarlo. Pero nunca se me había<br />
ocurrido de qué manera ese testimonio podía<br />
influir en los demás.<br />
Perdí a mi primera esposa por culpa de un<br />
conductor ebrio en 1986. Hacía 20 años que<br />
estábamos casados. En esa época estaba alejado<br />
de Dios. No iba a la iglesia, ni lo buscaba.<br />
Simplemente seguía viviendo e intentando<br />
mantener nuestra familia unida con las pocas<br />
fuerzas que tenía.<br />
Su muerte fue un gran llamado de atención<br />
para mí. Ser papá solo de muchachos adolescentes<br />
que acababan de perder a su mamá no<br />
era fácil. Todos estábamos sufriendo.<br />
Por soledad, volví a casarme rápidamente.<br />
Esa relación duró nueve meses y<br />
causó dolor a mis hijos. Me llevó muchos<br />
años y varias otras malas decisiones sentimentales<br />
darme cuenta por fin de que<br />
necesitaba encontrar mi seguridad y apoyo<br />
en Jesucristo, no en una mujer. Una vez que<br />
comencé a reconstruir mi vida sobre la base<br />
del amor de Dios y busqué Su compañía más<br />
que cualquier otra, Él me bendijo con una<br />
relación sana y piadosa. Donna y yo estamos<br />
casados desde hace 14 años.<br />
Cuando perdí a mi esposa estaba muy<br />
enojado, tanto con el conductor como con<br />
la justicia. Su asesino solo pasó 90 días tras<br />
las rejas, gracias a la gran habilidad de su<br />
abogado y las conexiones que tenía en las<br />
altas esferas. No era justo. Dejé que ese<br />
enojo fuera el motor de mis emociones y<br />
acciones durante mucho tiempo.<br />
Recién cuando Donna y yo comenzamos a<br />
salir opté por agradecer las bendiciones de<br />
Dios y apreciar el tiempo que había pasado<br />
con mi primera esposa. Mi corazón agradecido<br />
le hizo un lugar al amor de Dios,<br />
para que me ayudara a perdonar al responsable<br />
de mi pérdida. Y ese perdón me<br />
liberó para que pudiera aprender a vivir<br />
de verdad.<br />
Un día, después de contar que había perdonado<br />
a quien me había causado tanto<br />
daño, se me acercó un recluso y me preguntó:<br />
“Roger, ¿cómo puedes querer a alguien como<br />
yo? Estoy en la cárcel porque manejaba ebrio<br />
y maté a una mujer”. Él no entendía cómo nadie,<br />
mucho menos Dios, podía perdonar lo que<br />
había hecho. Tan inmerso estaba en la culpa y<br />
el dolor. Esto me abrió la puerta para explicar<br />
el amor incondicional de Dios. Considero un<br />
privilegio ayudar a que hombres como él comprendan<br />
cuánto valor tienen a los ojos de Dios.<br />
Me estoy poniendo viejo, pero Dios mediante,<br />
pienso seguir visitando gente tras las<br />
rejas. No me veo conformándome con la mecedora<br />
cuando hay tanta aventura para compartir<br />
con Dios.<br />
Actualmente tengo el privilegio de pasar tiempo<br />
con Damien, ya en libertad. Es como un<br />
hijo para mí. De hecho ¡vive en la parte de atrás<br />
de mi casa! Estoy agradecido por mi pequeña<br />
parte en su historia con final feliz y estoy tan<br />
orgulloso de él. Todos los días nos maravilla<br />
la bondad de Dios.<br />
ROGER RASH vive en Florida Central con Donna, su<br />
esposa. Roger sirve al pueblo de Dios dentro y fuera de<br />
los muros de la prisión. Trabaja en el equipo de ministerio<br />
carcelario de Christ’s Church, en el condado de<br />
Marion y es voluntario de Extreme SOULutions.<br />
24s Número 04 / 2020 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
UN PASO ADELANTE<br />
No Está Solo<br />
POR ERIN WARREN<br />
COMENCÉ MI CARRERA y acostumbrar a mis oídos a detectar<br />
palabras como “tiroteo” o<br />
como redactora de noticias para<br />
el programa de la mañana de una “accidente”. Teníamos que definir<br />
estación local de noticias. Las qué historias valía la pena incorporar<br />
a las noticias. Cuanto más<br />
noti cias son negativas y llenas de<br />
cosas malas—pero piense qué difícil<br />
es ser quien decide cuáles dar mis miedos. El dolor traspasaba<br />
tiempo pasaba allí, más crecían<br />
a conocer.<br />
mi corazón a diario.<br />
Entraba a trabajar alrededor Hice lo único que podía hacer:<br />
de la 1:00 de la mañana todos construí un muro impenetrable<br />
los días. Parte de mi trabajo era para proteger mi corazón. No podía<br />
escu char los receptores de radio permitir que el dolor del mundo<br />
de la policía durante toda la noche me rozara. Pero conservé mi muro<br />
EL SUFRIMIENTO, EL DOLOR, LA<br />
ANGUSTIA DE ESTE MUNDO: UNO<br />
SIENTE QUE TODO ESTÁ MAL,<br />
PORQUE ESTÁ MAL.<br />
intacto mucho tiempo después de<br />
haber dejado ese trabajo.<br />
Durante años, observé a mujeres<br />
que lloraban por malas<br />
noti cias que tenían en sus vidas:<br />
enfermedad, muerte, pérdida del<br />
empleo, dolor. Pero no se me caía<br />
una lágrima. No podía sentir su<br />
dolor. No podía tener compasión.<br />
Mi corazón estaba bloqueado.<br />
Después, Dios me llamó para<br />
ser la directora del ministerio de<br />
mujeres en mi iglesia y me desafió<br />
a derrumbar ese muro. Él<br />
sabía que yo no podía ser útil si<br />
no lograba sentir compasión.<br />
Lentamente, ladrillo a ladrillo,<br />
dejé que ese muro se cayera y dejara<br />
mi corazón al descubierto. No ha<br />
sido fácil; hay tanto dolor en este<br />
mundo. De hecho, está gimiendo.<br />
Hace poco, mientras estudiaba<br />
Romanos 8:18–30, leí la palabra<br />
“gemir”, y cobró un significado<br />
completamente nuevo para mí.<br />
En la versión original en griego, la<br />
palabra denota un dolor que nace<br />
de saber que no es así como tenía<br />
que ser el mundo. El sufrimiento,<br />
el dolor, la angustia de este mundo:<br />
uno siente que todo está mal,<br />
porque está mal.<br />
Fuimos creados para la perfección,<br />
pero vivimos en un mundo<br />
imperfecto. Cada dolor que experimentamos<br />
ahora nos recuerda que<br />
nos espera la eternidad. Con todo<br />
entusiasmo esperamos lo que Dios<br />
nos ha prometido: un mundo sin<br />
lágrimas, sin dolor, sin muerte y<br />
sin tristeza. (Ver Apocalipsis 21:4.)<br />
Mientras tanto, Dios sabía que<br />
la vida aquí no sería fácil. Afortunadamente,<br />
no nos dejó abandonados<br />
a nuestra suerte para que<br />
enfrentáramos solos el dolor. Nos<br />
dio un Colaborador, el Espíritu<br />
Santo, que vive en nosotros cuando<br />
ponemos nuestra fe en Jesucristo.<br />
Pero el Espíritu Santo no solo vive<br />
en nosotros; Él nos guía, nos protege,<br />
nos observa y hasta ora por<br />
nosotros.<br />
Me encanta Romanos 8:26. Dice:<br />
“El Espíritu Santo nos ayuda en<br />
nuestra debilidad. Por ejemplo,<br />
nosotros no sabemos qué quiere<br />
Dios que le pidamos en oración,<br />
pero el Espíritu Santo ora por nosotros<br />
con gemidos que no pueden<br />
expresarse con palabras”.<br />
Este versículo reconforta mi<br />
corazón dolorido y me recuerda<br />
que está bien si no sé qué debo decir<br />
en oración. Es lógico sentirse<br />
débil, inseguro y confundido. Dios<br />
sabe que habrá momentos en los<br />
que simplemente me sentiré abrumada<br />
por la vida.<br />
Pablo también dice en Romanos<br />
8 que el Espíritu Santo no solo<br />
exami na los corazones y ora por<br />
nosotros, sino que ora por nosotros<br />
conforme a la voluntad de Dios. Tal<br />
vez no seamos perfectos, pero tenemos<br />
un Espíritu Santo que ora por<br />
nosotros de manera perfecta. Sabe<br />
exactamente qué necesitamos y<br />
acude con frecuencia a nuestro<br />
Padre Celestial en nuestro nombre.<br />
Estoy tan agradecida de que<br />
Dios nos haya proporcionado lo<br />
que necesitamos en la vida. No<br />
necesitamos cerrarnos a los demás<br />
ni temer lo que pueda venir más<br />
adelante. Dios está con nosotros.<br />
Está de nuestro lado. Y Él nos<br />
ofre ce el regalo de Su Espíritu para<br />
que nos acompañe en cada paso<br />
de la vida.<br />
ERIN WARREN siente enorme entusiasmo<br />
por ayudar a que las mujeres descubran<br />
una necesidad voraz de la Palabra de Dios.<br />
Ama a Jesús y el café bueno de verdad.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 04 / 2020<br />
25s
Encuentre<br />
la Paz en<br />
el Amor<br />
de Dios<br />
POR TAMMY BAUM<br />
Toda niña sueña con tener una mamá y un papá amorosos que la<br />
hagan sentir segura y protegida. Se imagina la casa hermosa del<br />
sueño americano, en la que la tratan como a una princesa. Pero<br />
cuando esa no es su realidad, algo ocurre en el interior de la<br />
niña. Le destroza el corazón y va por la vida buscando en otros<br />
lugares el amor que debió haber tenido en el hogar.<br />
26s Número 04 / 2020 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
FOTO DE DEAR DEE PHOTOGRAPHY<br />
Yo lo sé, porque me ocurrió a mí. Buscaba<br />
desesperadamente el amor, la aceptación y el<br />
apoyo de mi mamá. Quería oír, aunque fuera una<br />
sola vez: “Te amo. Estoy orgullosa de ti”. Oír esas<br />
palabras habría sido tan importante para mí, pero<br />
eso nunca pasó.<br />
Rechazada por mi mamá, me creí la mentira<br />
de que yo debía de ser detestable. Por lo que<br />
parecía, o no era lo suficientemente bonita o lo<br />
suficientemente talentosa como para ganarme<br />
el amor de mamá y nada que pudiera hacer iba<br />
a cambiar eso.<br />
Comencé a tener esa mentalidad a los cinco<br />
años y la conservé incluso de adulta. Me facilitaba<br />
el manipular y controlar a los demás y me<br />
llevó a hacer muchas cosas lamentables que me<br />
provocaron mucho dolor.<br />
Con cada nuevo rechazo, el odio por mí misma<br />
se arraigaba cada vez más en mi corazón y en<br />
mi mente. Me culpaba a mí misma por todo lo<br />
que me sucedía, incluso el abuso sexual que no<br />
pude evitar de niña, la violación a la que fui<br />
sometida cuando era adolescente y el abuso físico<br />
que permití siendo adulta.<br />
Recuerdo haber presenciado el momento en que<br />
mi padrastro adoptó a mi hermana, que me hizo<br />
pensar: “Debo de haber hecho algo mal. Mamá<br />
no quiere que me adopte a mí también”. Estaba<br />
segura de que yo era la culpable y de que Dios me<br />
estaba castigando por las cosas malas que hacía.<br />
Necesité un encuentro con el demonio en el<br />
lecho de muerte de mamá para darme cuenta<br />
de la verdad, respecto de quién era Dios realmente.<br />
No era un Dios distante y enojado que<br />
se complacía en hacerme pasar por situaciones<br />
dolorosas. Él era un Dios de amor.<br />
Mi mamá estaba en una residencia geriátrica,<br />
a punto de morir. Sabía que me quedaba poco<br />
tiempo con ella y necesitaba que me reconociera<br />
como hija. De modo que me apuré para ir a su<br />
lado, me incliné hasta casi rozar su rostro y comencé<br />
a hablarle en voz alta. Le dije cuánto sentía<br />
no haber sido la hija que ella quería que fuera.<br />
Le rogué que me perdonara y le dije una y otra<br />
vez cuánto la amaba.<br />
Sabía que ella no podía responderme, pero<br />
esperaba algún indicio—quizás un ademán con<br />
la mano, una sonrisa, un abrazo o un guiño—que<br />
me diera a entender que yo sí le importaba. Pero<br />
no hubo ninguna respuesta de su parte. Una vez<br />
más, mi corazón quedó totalmente destrozado.<br />
A menudo he oído a la gente contar cómo un ser<br />
amado había dejado este mundo en paz. No fue el<br />
caso en la muerte de mi mamá. No puedo imaginar<br />
un paso de la Tierra a la eternidad más horroroso.<br />
Fue una lucha violenta hasta el final. Incluso apareció<br />
una presencia demoníaca que me empujó de<br />
la cama y me tiró al piso. ¡Créame que me volví loca<br />
del miedo!<br />
Nunca había pensado demasiado en la vida<br />
después de la muerte, ni en el Cielo ni en el infierno.<br />
ME HA TOMADO MUCHOS<br />
AÑOS (Y MUCHAS<br />
LÁGRIMAS) APRENDER<br />
A CONFIAR EN EL AMOR<br />
DE DIOS. PERO HOY EN<br />
DÍA, POR FIN PUEDO<br />
MIRAR EL ESPEJO Y VER<br />
LO QUE DIOS VE: UNA<br />
PERSONA VALIOSA.<br />
La mera mención de Dios o de la iglesia era un tabú<br />
en nuestro hogar. Pero este incidente me provocó<br />
una impresión que nunca voy a olvidar.<br />
Mi mente quedó obsesionada con lo que había<br />
visto. La presencia demoníaca que encontré allí<br />
me atormentó durante meses. La única manera que<br />
se me ocurría de poner fin a esa agonía era quitar me<br />
la vida. No quería morir, pero tampoco quería vivir<br />
en tal estado de angustia.<br />
Pero no sabía adónde iría después de esta vida y<br />
eso era lo que más temor me provocaba.<br />
Después de una intensa lucha emocional y algunos<br />
intentos fallidos de suicidio, finalmente clamé a Él,<br />
diciéndole que estaba segura de que me odiaba. Alabado<br />
sea Dios; Él vino a mí en mi dolor y me salvó.<br />
Sin duda, mi salvación llegó en el momento más<br />
oscuro de mi vida.<br />
Dios se me reveló y Su amor disipó mi dolor y<br />
desterró la oscuridad que se había apoderado de mi<br />
mente. Es difícil describirlo, pero el amor de Dios<br />
me envolvió y me mostró al verdadero enemigo de<br />
mi alma: Satanás.<br />
Durante todos esos años, había sido Satanás quien<br />
había tenido el propósito de destruirme (Juan 10:10).<br />
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Número 04 / 2020<br />
27s
TAL VEZ LAS PERSONAS NO PUEDEN<br />
AMARLO DE LA MANERA QUE USTED<br />
DESEA QUE LO AMEN. PERO DIOS<br />
YA LO AMA MUCHO MÁS DE LO QUE<br />
PUEDA LLEGAR A IMAGINAR JAMÁS.<br />
El rechazo que<br />
Tammy sufrió de niña<br />
la llevó a odiarse<br />
durante décadas,<br />
pero la Palabra de<br />
Dios y Su amor la<br />
ayudaron a descubrir<br />
cuánto valor ella<br />
tiene para Él.<br />
No Dios. Desde mi infancia, Satanás había usado<br />
a la gente y las circunstancias para llevar a cabo<br />
su plan y, en mi ignorancia, yo había culpado a<br />
Dios. Durante tanto tiempo había cuestionado<br />
la naturaleza bondadosa de Dios. Pero Dios no<br />
era la fuente de mi dolor; Él era la respuesta a<br />
ese dolor.<br />
De pronto, supe que Dios era bueno. También<br />
supe que me había perdonado, aun cuando en<br />
ese momento mi vida estaba inmersa en pecados<br />
graves. Él era un Dios de compasión y Su compasión<br />
fue mayor que la condena que merecía<br />
(Santiago 2:13). Le agradezco a Dios cada día por<br />
Su intervención.<br />
Ojalá pudiera decir que mi vida ha sido perfecta<br />
desde ese momento. Pero no ha sido así.<br />
Mi mente necesitaba mucho trabajo de restauración.<br />
Tenía tan arraigado el miedo al rechazo,<br />
que siempre había afectado mi relación con todo<br />
el mundo. Me había esforzado toda la vida para<br />
ganarme el cariño de quienes me rodeaban. Como<br />
nueva creyente, continué con esta mentalidad en mi<br />
relación con Dios.<br />
Tenía muchísimo miedo de que mi Padre Celestial<br />
me rechazara y abandonara como lo habían hecho<br />
mis padres terrenales. Satanás no quería que comprendiera<br />
lo verdaderamente profundo y ancho que<br />
es el amor de Dios por Sus hijos (Efesios 3:18), ni<br />
quería que supiera que nada podía apartarme del<br />
amor de Dios (Romanos 8:35–39). Satanás quería<br />
que creyera que debía ganarme el amor de Dios para<br />
que continuara en la fase de esforzarme, en lugar<br />
de confiar en lo que ya tenía. Yo todavía no entendía<br />
que no se puede conquistar el amor de Dios.<br />
Me ha tomado muchos años (y muchas lágrimas)<br />
aprender a confiar en el amor de Dios. Pero hoy en<br />
día, por fin puedo mirar el espejo y ver lo que Dios<br />
ve: una persona valiosa. Me liberé de la búsqueda<br />
interminable del amor. Lo encontré en Cristo cuando<br />
acepté el regalo de Su amor, que no tiene precio.<br />
Buscar el amor y el afecto de alguien es agotador<br />
y usted lo sabe. Lo que es peor, es inútil. La realidad<br />
es que algunas personas no tienen la capacidad de<br />
amar. No tienen amor para entregar.<br />
Ese fue el caso de mi mamá. Ella arrastraba su<br />
propia carga pesada de dolor, enojo y amargura,<br />
y eso le impedía amarme de la manera que Cristo<br />
pretende que una madre ame a sus hijos. Buscar<br />
permanentemente su aprobación era una búsqueda<br />
inútil que en definitiva me impedía acercarme<br />
al Único que podía darme todo lo que necesitaba y<br />
mucho más (Efesios 3:20).<br />
Me pregunto: ¿Ha recibido el amor incondicional<br />
e infinito de Dios? ¿O todavía busca la aprobación a<br />
toda costa? Es hora de abandonar la búsqueda. Tal<br />
vez las personas no pueden amarlo de la manera<br />
que usted desea que lo amen. Pero Dios ya lo ama<br />
mucho más de lo que pueda llegar a imaginar jamás.<br />
Lo mejor de todo es que no tiene que esforzarse<br />
para conquistar el amor de Dios. Él lo acepta tal como<br />
es. Puede dejar de buscar el amor imperfecto y la<br />
aprobación de los seres humanos y simplemente<br />
confiar en el amor perfecto de Dios. Empiece una<br />
relación íntima con Él y llegue a conocerlo por experiencia<br />
propia.<br />
El amor de Dios es eterno y cura todos los males de<br />
la humanidad. Su amor puede llevar hasta a la persona<br />
más destrozada y herida a un lugar de sanación.<br />
Nadie está excluido.<br />
TAMMY BAUM vive en Florida Central con su esposo. Le<br />
apasiona ayudar a los demás a descubrir el amor y la aceptación<br />
de Dios.<br />
28s Número 04 / 2020 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
PROFUNDICEMOS: Confíe en el Amor de Dios<br />
Queremos que experimente una relación más profunda con Dios y un nivel mayor de libertad y<br />
victoria en su vida. Todos los textos bíblicos citados aquí son de la Nueva Traducción Viviente.<br />
Probablemente, como todos los que<br />
contribuyeron a escribir esta edición,<br />
usted desea ser aceptado. Hace años<br />
que busca inútilmente el amor y la<br />
aprobación. Es hora de dejar atrás la<br />
etapa de buscar aprobación para poder<br />
avanzar con Cristo. Le dejamos algunas<br />
citas bíblicas para ayudarle a descubrir<br />
qué valor tiene usted para Dios. Él lo<br />
acepta tal como es.<br />
Hace tiempo el Señor le dijo a<br />
Israel: “Yo te he amado, pueblo<br />
mío, con un amor eterno. Con<br />
amor inagotable te acerqué a mí”.<br />
(Jeremías 31:3)<br />
llevan cargas pesadas, y yo les<br />
daré descanso”. (Mateo 11:28)<br />
¡Oh Señor, eres tan bueno, estás<br />
tan dispuesto a perdonar, tan<br />
lleno de amor inagotable para los<br />
que piden tu ayuda! (Salmo 86:5)<br />
Sin embargo, los que el Padre me<br />
ha dado vendrán a mí, y jamás<br />
los rechazaré. (Juan 6:<strong>37</strong>)<br />
El amor del Señor permanece<br />
para siempre con los que le<br />
temen. (Salmo 103:17)<br />
hijos, ¡y eso es lo que somos!<br />
(1 Juan 3:1)<br />
Pero Dios mostró el gran amor<br />
que nos tiene al enviar a Cristo a<br />
morir por nosotros cuando todavía<br />
éramos pecadores. (Romanos 5:8)<br />
¿Cuál de los versículos anteriores<br />
le habla más fuerte a su corazón?<br />
¿Cuál es el más difícil de relacionar<br />
con usted mismo? ¿Por qué?<br />
Luego dijo Jesús: “Vengan a mí<br />
todos los que están cansados y<br />
Miren con cuánto amor nos ama<br />
nuestro Padre que nos llama sus<br />
¿PREPARADOS PARA ALGO MÁS?<br />
A continuación dejamos distintas opciones de material cristiano gratuito al que pueden tener acceso reclusos<br />
y capellanes que hablen inglés o español. Pónganse en contacto con las direcciones indicadas más abajo.<br />
Díganles a nuestros colegas que llegaron a ellos a través de VL.<br />
CLI PRISON ALLIANCE<br />
Estudios personales de discipulado por<br />
correo para reclusos en comisarías y<br />
cárceles; libros cristianos y Biblias sin<br />
cargo para bibliotecas, a solicitud del<br />
capellán o personal autorizado.<br />
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Biblias NVI sin cargo, curso gratuito<br />
por correspondencia de estudios<br />
bíblicos y Biblia de estudio NVI<br />
Diario Vivir sin cargo, al completar el<br />
estudio, para comisarías y cárceles.<br />
VICTORIOUS LIVING<br />
Correspondencia personal, devocionales trimestrales<br />
y suscripción a VLMag solo para reclusos<br />
en cárceles. Ejemplares en cantidad de VLMag<br />
(edición bilingüe) disponibles para bibliotecas de<br />
comisarías y cárceles, a solicitud del capellán.<br />
PO Box 97095<br />
Raleigh, NC 27624<br />
PO Box 90606<br />
Phoenix AZ 85066<br />
PO Box 328<br />
Starke, FL 32091
DEL PADRE<br />
Camina Hacia<br />
la Luz<br />
¡HIJO! ¿POR QUÉ ESTÁ TRISTE TU ALMA?<br />
Levanta tus ojos a las montañas, al lugar de donde<br />
viene tu ayuda. Tu ayuda viene del Señor, el creador del<br />
cielo y de la tierra (Salmo 121:1). Usa una festiva alabanza<br />
y la desesperación en que te sumergió Satanás se va a<br />
esfumar (Isaías 61:3).<br />
Con tu alabanza, Mi amor atravesará la oscuridad<br />
que te hace sentir solo, abrumado, deprimido, temeroso,<br />
condenado y sin esperanzas. Esa desesperación te<br />
nubla la visión y no permite que tus oídos oigan; intenta<br />
convencerte de que no estoy aquí. ¡Pero ESTOY! Jamás<br />
te abandoné. Ni voy a hacerlo nunca.<br />
Levanta los ojos, toma Mi mano y juntos caminemos<br />
hacia la luz. Mi amor te guiará. No va a fallarte ni a hacer<br />
que te pierdas. Entonces, ven a Mí. Ven y descansa en<br />
Mis brazos. Déjame llevarte y atravesar las tormentas<br />
que enfrentas. Igual que un padre guía a sus hijos, yo te<br />
guiaré (Deuteronomio 1:31). Te ayudaré en momentos de<br />
debilidad (Romanos 8:26) y nunca te voy a abandonar.<br />
“Vengan a mí todos ustedes<br />
que están cansados y<br />
agobiados, y yo les daré<br />
descanso.”<br />
–Mateo 11:28<br />
¿Necesita descanso? ¿Paz? ¿Libertad? ¿Perdón?<br />
¿Restauración? Clame a Jesús, acéptelo como su<br />
Salvador, y será hecho completo.<br />
Ore: “Jesús, te invito a mi vida. Confieso que soy un<br />
pecador y necesito un Salvador. Gracias por perdonar<br />
mis pecados y por hacerme de nuevo. Gracias por<br />
sacrificar tu vida por mí para que yo pueda tener<br />
una nueva vida en ti. Recibo, por fe, el perdón de mis<br />
pecados. Toma mi vida, mi pasado y mi futuro. Guía mis<br />
pasos y habla a mi corazón, Señor. Úsame, Dios. Amén.”<br />
Queremos saber de su decisión y ayudarlo a crecer en<br />
su fe. Escriba a: PO Box 328, Starke, FL 32091.<br />
¡DÉ ESPERANZA!<br />
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