Constelaciones, antología poética virtual

Antología editada en diciembre de 2020 por Difusión A/terna ediciones como festejo por los 11 años de activismo cultural de Escrituras Indie. Antología editada en diciembre de 2020 por Difusión A/terna ediciones como festejo por los 11 años de activismo cultural de Escrituras Indie.

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25.12.2020 Views

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CONSTELACIONES

#difusiónalternaediciones


Constelaciones: Antología poética virtual; compilada por Nadia Sol Caramella

Buenos Aires: difusión A/terna ediciones, 2020. Libro digital.

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-Sin-

Derivadas 4.0 Internacional

Edición y maquetación: difusión A/terna ediciones

Edición y diseño: Nadia Sol Caramella

Contacto: escriturasindie@hotmail.com

Facebook: @difusionalternaed

@escrituras.indie

Instagram: @escriturasindie

#difusiónalternaediciones

Web: http://escriturasindie.blogspot.com

Tienda: https://difusionalternaediciones.empretienda.com.ar

difusión a/terna ediciones

la editorial de ESCRITURAS INDIE


CONSTELACIONES

ANTOLOGÍA POÉTICA

difusión a/terna ediciones



ÍNDICE

PRÓLOGO ........... 9

TERESA HIBARRA ........... 11

SANTIAGO MAQUEDA ........... 15

BELÉN MALDONADO ........... 19

ADRIÁN AGOSTA ........... 25

JORGELINA SOULET ........... 29

SANTIAGO LOUSTAUNAU ........... 37

ADRIANA BOLIVAR ........... 43

WASHINGTON ATENCIO ........... 49

NAHUEL CANTEROS ........... 55

UMA SALGADO ........... 59

FEDERICO TINELLI ........... 65



PRÓLOGO

La presente antología nació como un gesto de resistencia colectiva

en el contexto pandémico que aqueja al mundo. Desde Escrituras

Indie y Difusión A/terna ediciones siempre creímos, y

este año más que nunca, que las acciones en momentos difíciles

deben superar cualquier individualismo. Hacer una antología es

un intento por potenciar en la poesía su capacidad para el encuentro.

Las voces y miradas poéticas que presentamos en este libro

conforman una pequeña constelación que esperamos llegue a

ustedes como una invitación a seguir expandiendo y multiplicando

la difusión alternativa, por fuera de todo canon o hegemonía.

A veces es difícil hacer la vida con otrxs, crear comunidades y

sostenerlas pero, la poesía tiene alcances impensados, como

escribió alguna vez Juarroz: “Toda palabra llama a otra palabra./

Toda palabra es un imán verbal,/un polo de atracción variable/

que inaugura siempre nuevas constelaciones”.

Con esta constelación festejamos nuestros once años de activismo

cultural. Gracias por seguir construyendo, junto a nosotrxs,

comunidad y resistencia. Que sea poesía y difusión alternativa,

siempre

Nadia Sol Caramella

Escrituras Indie - Difusión A/terna ediciones

9



TERESA HIBARRA


Teresa Hibarra nació en 1986, en la provincia de Jujuy. Vive actualmente

en la provincia de Salta. Es medica pediatra. “Desentierro

del fuego”, su primer libro de poemas, será publicado

próximamente por Editorial Autores de Argentina.


Novena

Rezando el rosario

para el difunto

comimos picante de pollo, tomamos un par de cervezas

le hicimos reír a los familiares

aunque sea un ratito

es jodido, cuando alguien se muere

tan temprano

después, viene la quema de ropa

al año se hace otra fiesta grande

se come y se bebe todo lo que le gustaba al difunto

negándonos al olvido.

13


Ojo de agua

Salimos en la madrugada

escalamos cerros, uno tras otro

la casa está ahí cito

nomás

pasamos por unas ruinas, mi tía amenazante, dijo:

que no levantemos nada

los muertos, también se enojan

teníamos mucha sed, el sol estaba fuerte, había viento norte

mi mami, contenta, dijo:

llegamos, al ojito de agua

yo le pregunte ¿qué era eso del ojito de agua?

ella respondió: Es lo que salva a los caminantes

nos pusimos de rodillas

el agua brotaba de la tierra húmeda, cristalina y fresca

sentía el ojo del agua

mirándome

mirándome, en silencio

y yo de rodillas, no supe que decir.

14


SANTIAGO MAQUEDA


Santiago Maqueda. 34 años; oriundo de la Provincia de San Luis;

instalado con su familia por la pandemia en la Provincia de Buenos Aires;

autor de un par de poemarios (esperemos: aún) inéditos; miembro

de algunos talleres, incluyendo el taller de poesía “Cómo perder

el miedo (y volver a encontrarlo)” coordinado por Gustavo Yuste.


Ofertorio

“Un traguito para la ‘Pacha’”, dice un borracho,

y vierte vino de caja de cartón en la tierra.

El vino le salpica las alpargatas y hace barro.

El borracho cree ver un panadero crecer de ahí.

Cuando muere de cirrosis,

su cuerpo más que un trago es un bocado.

Sobre su lápida en el cementerio municipal,

un pájaro hornero esculpe su nido.

17


Atardecer en despoblado y en banda

Cuatro teros en el descampado.

Firmes como patovicas los cuatro pájaros.

Miran el sol: se desangra por los golpes

allá en el fondo del callejón oeste.

Podrían, pero no van a auxiliarlo.

Su luz se apaga. Picotazo, garra, picotazo:

cuatro fueron contra uno.

18


BELÉN MALDONADO


Belén Maldonado, nacida Necochea. Actúa, escribe, recita, saca

fotos. Ha realizado estudios de diseño de imágen y sonido, actuación,

narración, talleres de escritura. Ha publicado: “Declaración

de amor” Nulú Bonsai, 2009, “La Belleza de la Muerte”, La

fuerza suave, 2015, “Dejar para siempre de esperar” 2020, autoedición

en conjunto con la fotógrafa Luciana Mardegan. Actualmente

forma parte de “Neptuna”, proyecto experimental poético

- musical, combinado con diferentes lenguajes artísticos.


S/t

La foto es en el patio de la abuela.

Mi papá joven, como nunca lo vi,

sostiene un tenedor,

con un chorizo en alto.

Mi abuelo, a su lado,

una copa de vino.

En un instante me revela

toda la vida anterior a mí.

Como en esa imagen

quisiera hoy documentarnos.

Íntimos,

en un poema

que trascienda las épocas.

Que devele, en el futuro

de alguien más,

que estuvimos reunidos.

21


Ponemos la mesa,

sillas en el patio.

Los vasos se cargan

de la insistencia del brindis.

No hay padres.

No hay abuelos

En las fotos, me digo,

hace falta mantener

los ojos panorámicos

y enfocar en los detalles.

Cada segundo,

en este patio de baldosas,

por la tarde, el sol revienta el calor

y durante la noche,

se deja sentir la brisa

del mar cercano.

Cada segundo en este patio de baldosas,

donde hoy parece que todos los días es enero,

es un acto de valentía.

Abrir esa caja, mirar esas fotos

saber que la vida

no empezó conmigo.

22


S/t

A pocos metros del parque,

en el barrio donde crecí,

hay una casa con una escalera en el frente.

Una escalera fina y celeste que conduce

hasta una puerta elevada de madera.

A su izquierda, un nombre: Azucena, en letra cursiva,

grabado en chapa, sobre las paredes blancas.

En el frente, un jardín amplio, lleno de flores.

La puerta sólo se abre en verano,

cuando la casa se habita,

pasajeramente de turistas.

¿Quién mantiene prolijos los jardines?

En invierno, las luces de la calle

doran las hojas de esos árboles.

Cuando camino por esas cuadras,

llevo en el cuerpo los recuerdos acumulados.

De esas imágenes están hechos mis sueños.

23



ADRIÁN AGOSTA


Adrian Agosta (Adrogué, 1994) es docente y poeta.

Colabora en +Poesía. En 2019, se publicó su primer libro,

Entonces sopla el viento, por Elemento Disruptivo.


Loma verde, un wéstern

Fue brutal Arrancaron los dos

imantados por una gravedad desconocida, el deseo

de darse muerte

uno con una punta otro

alzando con su solo brazo un pedazo de teja El sol

ardía en el cielo La vieja

Asunta los miró fugazmente desde la ventana

y corrió las cortinas Nadie más

escuchó ese sonido El sonido

que hace una teja al atravesar el cuero, fresco el

cráneo

el crudo cerebro, el secreto crúor y después

lo que había ahí adentro Eso que

fuese lo que fuese, fantasma o fuego, se fue.

27


Estación Luis Guillón

Era fácil, Julia, quedarme en la soledad

de aquella calle, pensando

que la ciudad me crecía alrededor como a Truman

Era fácil apagar el cigarrillo en la lengua

y decir

el mundo es un espectáculo agresivo, injusto, empuja

sus luces ulceran, deshacen lo poco, lo único

Y entonces

el alcohol, el hiperbólico nihilismo, el lirismo

lacrimoso Fácil creer que todo es falso y azul y

apartarse

y no hacer otra cosa que falsificar la escena

infinitamente perdida ¿Quién no sabe cerrar los ojos

Julia, y agachar la cabeza? Así escribimos

los poemas

Nos dolía el dolor que habíamos inventado.

28


JORGELINA SOULET


Jorgelina Soulet nació en Buenos Aires, en 1972. Estudió Letras. Participó

durante cinco años en los talleres de escritura de Osvaldo Bossi.

En 2018 publicó el libro de poemas El amor y otras cosas espantosas

(Alción, Córdoba, 2018). Se dedica a la corrección y edición de textos.


II

Que entre un rayo

y me parta

ahora

cuando abra el ventanal

que entre un rayo

y fulmine

la oscuridad voraz

de esta casa

en este instante.

Que un mal rayo me parta

pero que entre

al fin

la luz

por esa ventana.

31


III

Miro sus manos

como miro siempre las manos

de las mujeres que me gustan–

y veo pájaros

veo tigres

veo pájaros devorados por los tigres.

Miro de nuevo sus manos

que son pequeñas

‒como son siempre las manos

de las mujeres que me gustan

y veo

en los arañazos del gato

haikus tatuados en su piel.

Como un monje zen o un shaolín

32


la contemplo en silencio

como siempre contemplo

a las mujeres que me gustan–

y no vuela un pájaro ahora

ni acecha un tigre

o quizás sí

el tigre manso

el tigre inútil de mis ojos

incapaz

de dar el salto.

33


34


35



SANTIAGO LOUSTAUNAU


Santiago Loustaunau es escritor y docente. Nació en Buenos Aires

pero vivió casi toda su vida en Neuquén. Publicó un libro de poesía

y participó de antologías de narrativa y poesía. Actualmente trabaja

de profesor de Historia, Física y da talleres de escritura creativa.


Correspondencias

De San Martín de los Andes a Berlín.

I

En mi pueblo no hay calesitas

pero yo

a veces siento

que giro

y giro

en oleajes

circulares.

No te asustes, primo,

sigo siendo el mismo,

el que vos conociste:

me inquieta el agua profunda,

el amor de intemperie,

la burocracia

como estilo de vida.

Hay días que me imagino

desapareciendo,

39


caminando hacia un bosque en llamas

encarnando finalmente al mundo.

Imagino así la textura de mi espacio vacío

todas mis palabras chorreando,

el olor a menta y ciprés de mi nombre repitiéndose

en la boca del viento.

No recuerdo

la última vez

que subí a una calesita,

si fuimos juntos, no recuerdo

si domé un caballo o una nave espacial,

si conseguí la sortija,

o ni siquiera

lo intenté.

Los recuerdos tienen cuerpo,

y es de agua,

son la orilla del olvido

vienen y van,

dejan cosas,

susurran.

40


III

No jugábamos

era alquimia

transformábamos

el destino del agua.

Fuimos los arquitectos de una generación de peces.

En el camino a casa,

yo los observaba

nadando en círculos

en las inocentes olas del exilio,

de una botella de coca

cortada al medio.

Desterrados de un mundo en movimiento.

Esos somos nosotros, también, primo.

Con el tiempo

cada uno buscó

volver

a sus propias aguas.

41



ADRIANA BOLIVAR


Adriana Bolívar nació en 1984 en Caracas, Venezuela. Estudió

Comunicación Social con mención en Artes Audiovisuales en

la Universidad Católica Andrés Bello. En el 2008, se mudó a Buenos

Aires, Argentina, para estudiar Producción Cinematográfica

en la Fundación Universidad del Cine. Ha trabajado más de

10 años en Comunicación Digital y ahora cursa la licenciatura de

Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires. Forma parte

de la organización Migrantes x Migrantes y de lo que se construye

la casa cultural Casa El Mate. Escribe poesía pero si le preguntas

se define simplemente como obrera del mundo digital.


S/t

no hay oscuridad más densa

que la que se da en la naturaleza

nosotras no esperábamos descubrirlo

de hecho no lo hubiéramos anticipado

si la electricidad de esa casa

que alquilamos para el fin de semana

no hubiera fallado una noche de luna nueva

esa falta de energía también nos dejó sin agua

por un mecanismo de bombeo que poco recuerdo

pero un día de playa a cuestas

puede subir cualquier ánimo

y abrazando la aventura

decidimos cruzar lo oscuro

para bañarnos en el río

ahora lo pienso y todo era señal de peligro

pero en ese momento

lo último que pensaba era que no volveríamos juntas

las risas de sentirnos tan salvajes

con los cuerpos desnudos contra la corriente de agua

45


rápido fueron jadeos desesperados

cuando la bruma empezó a tragarte

y ni la luz del día te trajo de vuelta

ni toda la civilización que invadió el río para buscarte

hoy creo que es una ironía cruel

vestirnos de negro

para despedirte

46


S/t

dicen que somos polvo de estrellas

para romantizar

que no sabemos qué somos

inventamos teorías

que explican un origen

para tratar de entender

cuándo todo empezó

a andar mal

dicen que somos un punto

en un universo

que no deja de expandirse

para relativizar

para sacarnos valor

y darnos la potestad

de vivir

dejando morir

todas las explicaciones

47



WASHINGTON ATENCIO


Washington Atencio (Entre Ríos, 1986) es profesor de Lengua y Literatura.

Reside en Paraná y da clases en los niveles secundario, terciario

y universitario. En 2019 publicó Una hoguera de jazmines (Camalote)

y fue parte de la colección Tres Poemas (Ediciones Arroyo).

Algunos de sus textos han recibido premios y menciones. Gestiona

la librería Jacarandá y coorganiza el ciclo de poesía Río Abajo. En febrero

de 2020 publicó Nuestra sombra volcada en el río (Agua Viva).


S/t

Hace semanas

meses que no

llueve

los helechos se aferran a una

idea de agua que no

termina de caer

dedos minúsculos

sostienen la pared

aún tibia

diecisiete lengüetazos da el perro

no necesito contarlos

cómo saber la sed

cómo entregarse

siempre hay un punto débil en todo

51


orilla hojaldrada donde

se empieza a morder

sin miedo

humedad, viento lila

olor a té de manzanilla

un último canto

lorerío, higueras lejanas, el lento

dorarse de las cosas.

52


Maíz

Mi madre atraviesa invisible el alambrado

y se pierde en el maizal.

No lleva un vestido vaporoso

tampoco sombrero.

El sol no la daña.

Personas y raíces

se parecen

en estos lados.

Inclina su cara

huele el maíz

lo elige para nosotros.

Comemos de su mano

los granos

como pájaros.

(de Una hoguera de jazmines, Camalote, 2019)

53



NAHUEL CANTEROS


Nahuel Canteros, escribe poesía y narrativa, tiene 27 años y vive

en Santos Lugares. Actualmente se encuentro estudiando Lic. en

Políticas Sociales, con orientación en Agroecología y Soberanía Alimentaria.

Realiza el taller de escritura creativa con la escritora Veronica

Garcia Otivero, y taller de poesía con el poeta Gustavo Yuste.


Me cansé de los moretones

Los fines de semana y los botines

juntan a los varones

como el alpiste a las palomas.

Dentro de la cancha

la virilidad rueda de un arco a otro,

en las tribunas de canto en canto.

Un día agarré una pelota,

le quité todos los gajos,

descosí el hilo del cuero,

y cuando llegué a la cámara de aire

descubrí que el interior era frágil

y lo único que la salvaba

era toda esa construcción

para resistir patadas.

57


O gorriones como decía Eva

Somos

como dos golondrinas

que viajan de norte a sur

siguiendo el calor del sol

y a riesgo de perderse

el camino las encuentra.

58


UMA SALGADO


Uma Salgado tiene 22 años y estudió Comunicación Social en la UBA.

Escribe poemas y otras cositas en sus cuadernos. Actualmente está

haciendo un curso anual con Gustavo Yuste (poeta argentino), cada

vez se aleja más de la idea que tenía de la poesía. También le gusta

pintar y sacar fotos (hizo varios cursos de fotografia analógica y digital),

se ensucia las manos más de lo normal para poder escribir y sobre

todo para tener ganas de volver a las letras cuando el cuerpo se lo pide.


Mímesis

Cuando el sol quema

no puedo ser más que la estatua del jardín,

tan gastada y omnipresente,

debajo de ella

varias generaciones de insectos

que también

lo ven todo y nada pueden decir.

61


Atrás del fuego dejamos

Una casita abandonada con nuestras partículas de piel

que se juntan en los bordes con otros restos

hasta volverse mugre de verano

donde dijimos que nuestra hija

se podría llamar montaña

y ahora estoy tan enojada con la ilusión

sobre todo, con la nuestra

con esa promesa de sábanas enroscadas y bosques vacíos

donde el que está cerca

es para siempre,

pero tendría que saberlo

en los pueblos también hay supermercados,

algunos autos pasan escuchando cumbia y no sé

que tanto le puedo pedir al amor.

Atrás del fuego me sostiene

62


tu dedo índice que señala

las cosas bonitas pero que va a pasar cuando los edificios

nos den sombra y el sol no nos ablande

¿Vas a seguir de este lado?

o como la ley de la selva vas a saltar el incendio

comerte a tu próxima

presa y empezar otra vez.

Al menos

tengo una foto de tu espalda y vos intentando

prender unas ramitas

el día que llegamos,

donde se ve el violeta el rojo y el humo

que se mezcla

y nos entra en los ojos y en la ropa,

se funde entre las copas de los pinos

y en la esquina de algo

se deshace.

63



FEDERICO TINELLI


Federico Tinelli, nació en Buenos Aires en 1997. Es periodista,

escritor y músico. “En el vacío azul”, su primer

libro, será publicado por Tren Instantáneo.


Se está quemando todo

Al costado de la ruta el

pasto ralo

se va incendiando lento,

la llama

azulada hipnotiza

en la noche oscura en donde

apenas

se distinguen estrellas

pequeñas

que se reflejan en el agua

del humedal.

En la ciudad, las cubiertas

de las ruedas

forman fila y cruzan la

avenida.

Un fuego rojo, intenso,

similar

a la sangre recién brotada

de la piel

67


forma la barricada que

impide el paso.

Sentado en la terraza,

también

se quema la punta de mi

cigarrillo

forma una línea de hilo

invisible

con la estrella

en la noche que aplasta.

Me acerco al fuego que

quema

lo que fumo, denoto

su azul y rojo y amarillo

fulgurante

reconozco su seducción

al agua

del humedal, veo la barrera

que frena

el atropello

y en la noche, justo arriba

de la terraza

la estrella resplandece.

68


Todo lo que no se mueve

Todo lo que no se mueve

muere, me dije

desde la verja de una plaza

donde una nena

desliza su cuerpo

por el tobogán.

Todo lo que no se mueve

muere. Recorro

algún que otro sendero

de esos que no existen

salvo en la imaginación.

¿Pensar también

es caminar hacia adelante?

No estoy tan seguro.

69


¿Por qué movernos

si moriremos

como todos los que se creyeron

inmortales

por quedarse quietos?

Todo lo que no se mueve

muere. Pero no puedo

alejarme de la verja

apartar la vista del verdor

del amarillo de las hojas

y de la nena que, otra

vez,

se anima a la caída.

70



Editado en diciembre de 2020,

el año de las pequeñas resistencias colectivas.

Compuesto por las tipografías Open Sans y Univers.



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