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CUBA<br />
INDIGENA<br />
POR<br />
NICOLÁS FORT Y<br />
ROLDAN<br />
Oficial primero de Administración militar<br />
del ejército de <strong>Cuba</strong> é individuo del Congreso Internacional<br />
de Americanistas de 1881.<br />
M A D R I D<br />
IMPRENTA DE R. MORENO Y R. ROJAS<br />
Isabel la Católica, nútn. 10<br />
I S 3 i
CUBA<br />
INDÍGENA.
CUBA<br />
INDIGENA<br />
POR<br />
NICOLÁS FORT Y<br />
ROLDAN<br />
Oficial primero de Administración miliiar<br />
del ejército de <strong>Cuba</strong> é individuo del Congreso Internacional<br />
de Americanistas de 1881.<br />
MADRID<br />
IMPRENTA DE R. MORENO Y R. ROJAS<br />
Isabel la Católica, núm. 10<br />
I S S<br />
I
Es propiedad del Autor.
Á LA UNIVERSIDAD, CASINO ESPAÑOL<br />
Y ATENEO DE LA HABANA<br />
como "Centros literarios<br />
dedica estas<br />
de la d&la de "Gula,<br />
-páginas
PRÓLOGO DEL AUTOR.<br />
Al dar esta obra á la estampa, claro es que la<br />
conceptúo de no indispensable, pero sí de cierta y<br />
más ó menos inmediata utilidad: decir otra cosa<br />
sería, á la par de una falsa inmodestia, la simple<br />
falta de raciocinio individual.<br />
Orco que unas hojas en donde campean los<br />
nombres de algunos autores cubanos como Arrate,<br />
Latorre, Pichardo, Pocy, Urrutia y Valdés, unidos<br />
á los historiadores peninsulares Las Casas, Fernando<br />
Colon, Herrera, Pedro Mártir, Navarrete y Oviedo,<br />
no serían en último caso de un interés muy secundario;<br />
interés que si me atrevo á despertar de<br />
nuevo, consiste sencillamente en el derecho que me<br />
conceden siete años de permanencia y mis continuas<br />
correrías por la más bella y rica de las Antillas<br />
españolas.<br />
Así, pues, las intenciones de esta publicación<br />
son bien fáciles de comprender: pretendo demostrar<br />
que en la isla de <strong>Cuba</strong> no ha faltado por cierto<br />
ese movimiento intelectual propio de los pueblos
Vili<br />
PRÓLOGO.<br />
cultos y modernos, movimiento que por desgracia<br />
no se ha extendido lo suficiente á las ciencias matemáticas<br />
y á las ciencias naturales, é intento demostrar<br />
al propio tiempo que la Nueva América,<br />
el continente pseudo-español, puede y debe estudiarse<br />
en la incierta noche de los tiempos tan bien<br />
y mejor, y con más novedades acaso, que osos ya<br />
cansados trabajos orientalistas en que se ocupa con<br />
febril entusiasmo nuestra juventud estudiosa.<br />
Mis páginas son, para terminar brevemente, un<br />
ensayo filológico; y debo añadir por mi parte que<br />
el fallo inapelable del público puede ó no conducirme<br />
á la amplitud ó al abandono de los estudios<br />
americanistas, que he emprendido con harta fatiga,<br />
es verdad, pero también con noble resolución y<br />
decidida entereza (1).<br />
NICOLÁS FORT y ROLDAN.<br />
Madrid y Diciembre de 18S1.<br />
(1) Para las llamadas ó notas que se encuentran en el texto<br />
recúrrase á las últimas páginas de la obra.
CUBA INDÌGENA.<br />
CAPÍTULO I.<br />
Ideas sobre la filología indígena.<br />
Alfabeto indígena: vocales y consonantes.—Silabas: diptongos y<br />
triptongos.—Palabras: graves, agudas y esdrújulas.—Composición:<br />
terminaciones y radicales.—Analogía: adjetivos, géneros<br />
y números.—Discusión sobre el verbo.—Tabla analítica.—<br />
Ortografía.—Resumen.<br />
I.<br />
De un analítico examen entre las cosas y seres<br />
de que se compone este mundo, ha venido á comprobarse<br />
la coexistencia segura de una trinidad primitiva;<br />
y así, y sin más que enunciarlo, aparece<br />
por los más antiguos dialectos la trinidad alfabética<br />
compuesta de las solas vocales A , I, U; y la E, no<br />
tan simple, como formada de la a y la i; y la O,<br />
también secundaria, como formada de la a y la u.<br />
Error de emisión en un principio, esta confusión de<br />
dos letras acaba por enriquecer el idioma y aquilata<br />
por el siglo presente la menor ó mayor antigüedad<br />
de los pueblos.
2 CUBA INDÍGENA.<br />
Basándonos en tan ligeros principios, viene<br />
como de corrida el estudio del dialecto indígena<br />
cubano. Nótase, sin más que fijarse, la profusión<br />
de las vocales iniciales y la escasez de las vocales<br />
derivadas. Los españoles, y antes que todos los<br />
cultos, han corrompido el lenguaje de <strong>Cuba</strong>; pero<br />
los que mejor lo conocen y menos pueden reformarlo,<br />
como son los que llamamos guajiros, éstos<br />
lo emiten á veces en su prístina pureza; y así decimos<br />
guane á los que ellos guaní, y decimos boniato<br />
á los que ellos muniato, y decimos bohío á lo que<br />
ellos bujío, y así otras muchas palabras que callamos<br />
para no declinar en difusos, sin que por esto<br />
se entiendan que faltaran las secundarias del todo.<br />
Cuanto queda dicho para las letras vocales<br />
puede reproducirse para la triple emisión de las letras<br />
consonantes, que dividiremos en guturales, labiales<br />
y dentales (1). Como guturales, pueden admitirse:<br />
primero, la primitiva S, que ha llegado á<br />
confundirse con la c y la 2 castellanas, hasta el<br />
punto de conocerse por ceiba, cerní, cibí, cacique,<br />
zao, zapote, Zaza, cazabe y caguazo, palabras que<br />
en el dialecto indígena (y aun hoy entre los guajiros)<br />
se distinguían con los nombres de seiba, semí,<br />
sibí, casique, sao, sapote, Sasa, casabí y caguaso,<br />
según el derivado caguasal ("2)'; segundo, la triple<br />
emisión de la II aspirada, la J y la G, que en la<br />
actualidad se confunden, hasta el punto de latinizar<br />
la primitiva J: ejemplos de estas confusiones<br />
se nos ofrecen en las palabras Gibara y huaco, que
CUBA INDÍGENA. 3<br />
debieran admitirse como Jibara y como guaco, y<br />
ejemplos son también en la escritura los diferentes<br />
nombres de Hatibonico, hamaca, heniquen, huracán,<br />
hutía, ya citado, cobiha é higuana, que se pronunciaron<br />
todos, y hoy únicamente algunos, Jatibonico,<br />
jamaca, jeniquén, juracan, jutía, cobija y jiguana; y<br />
tercero, el muy raro empleo de la L, A r<br />
y R, siempre<br />
como primitivas, expurgando por completo la<br />
castellana elle, la ñ, que figura en nuestra tierra antillana<br />
como procedente del África (y esta procedencia<br />
encontramos en los modismos ñame y ñapa,<br />
de uso tan corriente), y la r fuerte, ya como inicial<br />
de palabra, que no existe, ó ya en medio de dicción,<br />
pese á ciertos defectillos de los conquistadores<br />
que han admitido por canarreos y curricán á<br />
los indígenas canareos y curican (3). Además pueden<br />
reconocerse á las letras C y G en las sílabas<br />
ca, co, cu ó ga, go, gu, Q en que, qui, y á la Y<br />
griega como inicial y torminal de vocablo.<br />
Si de las guturales que estudiamos pasamos á<br />
las letras que por labiales se conocen, hemos de<br />
observar desde luego la misma confusión que en<br />
las otras; y así os que, en lugar de la M, que es la<br />
radical á lo que parece, llegaron á figurar en nuestras<br />
obras la B y la P, conocidamente derivadas,<br />
como tenemos en los ejemplos Bacuey, Banagüises<br />
y boniato, que so dijeron Macuey, Managüises y muniato<br />
por los naturales de la Isla; y ha sido la mezcolanza<br />
tan extraña, que aun se duda en la triple<br />
adopción de estas omisiones, como en la palabra
4 CUBA INDÍGENA.<br />
Batabanó, que se cita como Patabanó por algunos y<br />
como Matabanó por los más de los mejores autores,<br />
á cuyo número y por la pureza del lenguaje primitivo<br />
hemos de asimilar nuestro método. Y pásase<br />
de largo la indistinta aparición de la B-V, no sólo<br />
en el mismo vocablo (Batabanó-Batavanó), sino<br />
también en muchos otros, como en biajaca y viajaca,<br />
biajaiba y viajaiba, bibijagua y vivijagua, y etcétera,<br />
etc., para no molestar con ejemplos.<br />
En cuanto á las emisiones dentales ofrécese<br />
mucha menos dificultad: la T, aunque no muy común,<br />
es la que siempre priva, y la D, como subalterna,<br />
es de un empleo harto raro.<br />
De todo lo dicho hasta aquí, puede deducirse el<br />
siguiente resumen ó
CUADRO DEL ALFABETO INDÍGENA CUBANO<br />
LETRAS INICIALES LETRAS DERIVADAS<br />
Gu'i'üKALES Y PALADALES. / ..<br />
(i?<br />
E, 0 do ai, y au.<br />
G en las sílabas ca, co, cu. Q en que, qui.<br />
67 en las sílabas ga, go, gu. II aspirada.<br />
iV y L en sus emisiones usuales.<br />
P, B. La V confundida con la B.<br />
D, muy rara.<br />
><br />
En cuanto á letras compuestas, aparece<br />
Total: cinco vocales y quince consonantes.<br />
sólo en limitados casos la conocida por CU.
6 CUBA INDÍGENA.<br />
II.<br />
Prueba de cuanto en un principio decimos ó del<br />
valor relativo de las emisiones primeras, nos la<br />
ofrece, y en mucho, el conocimiento del silabeo<br />
cubano. Del estudio analítico en el mayor número<br />
de palabras que hasta ahora hemos conseguido, ha<br />
llegado á deducirse la existencia segura de unos<br />
catorce diptongos y de nueve triptongos, que, si no<br />
fijaran otras conclusiones, corroborarían á lo menos<br />
la novedad del dialecto. Pues Ilion: en las composiciones<br />
que decimos échase de ver desde luego<br />
que la a ó la primera vocal se acentúa hasta diez y<br />
seis veces, catorce la i y doce la u, en cambio de<br />
las seis y siete veces que respectivamente aparecen<br />
el derivado e y el derivado o.<br />
lié aquí los dos cuadros (4):<br />
» » ai ao au<br />
ea » ei eo »<br />
ia ie » io »<br />
oa » » » ou<br />
ua ue ' ui » »<br />
TR PTONGOSaia<br />
iai iao iau<br />
uai uao uau<br />
uei<br />
uia
CUBA INDÍGENA. 7<br />
De estos diptongos, el más generalizado es ua,<br />
seguido de los nueve siguientes: ai, ao, au, ei, ia,<br />
io, oa, ue y ui; y entre los triptongos merecen distinguirse<br />
como los más comunes aia, uai é uei, admitiendo<br />
desde luego en su formación la y, que<br />
decimos griega (5).<br />
Otro hecho comprobatorio nos lo ofrece, sin<br />
duda alguna, el acertado examen sobre la sílaba<br />
radical del vocabulario que sigue. Nótase á primera<br />
vista que en la composición de las sílabas entra,<br />
por regla general, una consonante inicial y una vocal<br />
que limita la emisión; y en el estudio aludido<br />
pueden distinguirse sin dificultad alguna las dos<br />
observaciones siguientes: primera, que en las letras<br />
consonantes, que hemos llamado radicales, las<br />
sílabas están enlazadas casi siempre con las cinco<br />
vocales del alfabeto europeo; y segunda, que en<br />
las consonantes secundarias no tienen más intimidad<br />
que con una ó tres de estas emisiones ó<br />
vocales, y que están estas sílabas compuestas con<br />
más particularidad de las letras a, i, u, que de las<br />
derivadas e y o. Tal es la segunda prueba, que, con<br />
la de diptongos y triptongos, patentiza indubitablemente<br />
las muy pequeñas trasformaciones del dialecto<br />
indígena cubano.<br />
Conocidas las bases principales para la formación<br />
de las sílabas, esto es, que se componían casi<br />
exclusivamente de una consonante enlazada con<br />
una vocal ó un diptongo ó triptongo, puede citarse<br />
como caso muy excepcional la aparición de las
8 CUBA INDÍGENA.<br />
sílabas constituidas por una sola vocal inicial, que<br />
es casi siempre la a, i ó u (siempre el mismo detalle),<br />
y el enlace, más raro todavía, de una vocal inicial<br />
con una consonante que ultima la dicción; en<br />
este caso debe examinarse la procedencia con sin<br />
igual cuidado, porque ocurre más do un hecho de<br />
dudosa resolución. Existe, por ejemplo, en el Departamento<br />
Central una loma, Almiquí, que pudiera reconocerse<br />
como de lengua indígena, aun por la terminación<br />
de la palabra, si la sílaba radical no hiciera<br />
sospechar una procedencia árabe, según nuestro<br />
nunca bastante afamado D. Miguel de Cervantes<br />
Saavedra (Véase el Quijote). A la palabra enjicar,<br />
que Pichardo admite como cubana, (poner jicos á la<br />
hamaca), precede del mismo modo una proposición<br />
demasiado castellana para que la admitamos buenamente<br />
como pura; pero no podemos menos de<br />
reconocer como indígenas á las provincias de Escambray<br />
(no Sca.rn.bray en manera alguna, porque<br />
las emisiones líquidas son un refinamiento del lenguaje)<br />
y do Ornafay, de que tanto nos hablan los<br />
primeros descubridores é historiadores.<br />
III.<br />
Puesto, en fin, en acordada analogía todo lo<br />
que en el silabeo indígena puede y debo conocerse,<br />
no es muy difícil, sino que viene como de corrida,<br />
el conocimiento exacto de la palabra. El vocablo es,
CUBA INDÍGENA. 9<br />
en el lenguaje primitivo, el remate más ó menos<br />
digno de lo que decimos gramática, porque en una<br />
época poco histórica no hemos de inquietarnos por<br />
cierto con la falta de las otras partes de la oración,<br />
de la dudosa sintaxis, de la prosodia ni de la ortografía,<br />
y antes bien con el nombre se sintetiza y<br />
limita la construcción del dialecto. Y esto se patentiza<br />
mejor con el escaso número de raíces que el<br />
lenguaje en su primer período comprende, y el número<br />
harto notable de derivaciones ó derivados: y<br />
en el idioma que ahora nos ocupa, con la seguridad<br />
completa de que en el conocimiento de unas<br />
ochocientas voces que en este trabajo figuran, corresponden<br />
casi por mitad las radicales con las derivadas.<br />
La palabra, en el idioma indígena cubano, es generalmente<br />
grave; á pesar de su composición, consta<br />
de una á cuatro sílabas; pero como en estas sílabas<br />
intervienen comunmente los diptongos y triptongos,<br />
resulta que muchas veces se formaliza cada<br />
una de ollas con tres y cuatro letras, y ejemplos nos<br />
presentan los vocablos guao, Bainoa, Gaunao, etcétera,<br />
etc. Su terminación consiste en las vocales<br />
ayo, que es el caso más general, y pocas veces en<br />
las emisiones u, e, y por lo que á las sílabas se refiere,<br />
en los derivados de las terminaciones, que<br />
muy luego estudiaremos, además de los diptongos.<br />
Las agudas existían igualmente en este dialecto.<br />
Entre las vocales se distingue la i, letra exclusivamente<br />
aguda en el silabeo y terminación de las
10 CUBA INDÍGENA.<br />
palabras indígenas; la u, que le secunda bastante;<br />
la a en tan reducidos ejemplos como en los vocablos<br />
aguará, arará, comecará, cuajará, guama,<br />
guanabá, Iguará, majá y sajaná, y la o, también<br />
algo extraña, en modismos como Baguanó, Cauto,<br />
coco, guacamaró, jojó, josó, tacajó y suriguanó; en<br />
cuanto á la e, se consigna únicamente en la dicción<br />
cusubé (G); pero en este solo caso pudiera trans<br />
formarse en cusubí, ó entrar en sospechas de que<br />
con el célebre tango el cucuyé tuviera una procedencia<br />
africana. De las consonantes, por último,<br />
hemos de admitir como muy frecuentes la y, la 1 y<br />
n, en sus diferentes modificaciones del ey, al y an,<br />
y solo como más raras las emisiones suaves de la r<br />
y de la s.<br />
¿Existían esdrújulos en el dialecto cubano?<br />
Se pocha afirmar una respuesta al encontrarse<br />
las palabras ácana, Guaímaro, guanábana, guaraná,<br />
guásima, Hanábana, jíbaro, jiquima, júcaro, etc; pero<br />
un detenido examen entre estos y parecidos vocablos<br />
nos hace vacilar en la primera suposición.<br />
Prescindiendo de que ácana y ácana se escriben indistintamente<br />
por Latorre y Pichardo en sus obras<br />
más notables (7), tenemos un ingenio en Matanzas,<br />
Acanana, que proviene indudablemente del radical<br />
ácana y la terminación ana, y que prueba á lo sumo<br />
una contracción harto simple; en Guaímaro pudiera<br />
observarse lo extraño del esdrújulo, cuando Guainabo,<br />
modismo tan parecido, carece por completo<br />
de esta acentuación; de guanábana no ha de admi-
CUBA INDÍGENA. 11<br />
tirse la más pequeña duda al conocerse el radical<br />
guanabá y la terminación de ana, aun prescindiendo<br />
del guana que nos cita Gundlach; guaraná, citada<br />
por Pichardo, es conocida en algunos cantos populares<br />
por guaraná, y esto tratándose del mismo<br />
arbusto (8); guásima es inadmisible desde luego,<br />
porque, aparte de las radicales guaso ó guasa y la<br />
terminación de ma, de que muy pronto hablaremos,<br />
tiene por derivado á guasimal, en manera alguna<br />
esdrújulo. Hanábana, rio y poblado de Cienfuegos,<br />
es cuestionable en un punto, cuando sus<br />
derivados españoles son reconocidamente graves<br />
(9); á jíbaro, silvestre, puede anteponerse jíbara,<br />
tierra quebrada; de jiquima, compuesto de ma y<br />
jiqui, ha de notarse lo extraño que sería la trasformacion<br />
en un esdrújulo de un monosílabo y de una<br />
palabra aguda; y de júcaro, recordamos que en el<br />
mismo Diccionario de Pichardo se reconoce este<br />
nombre como procedente de Puerto-Rico, donde<br />
se denomina hucaro: si la h es aspirada, se trasforma<br />
simplemente en jucaro, pero grave únicamente.<br />
Por último, de dos poblaciones como Guantánamo<br />
y Tánamo, diremos sencillamente que la primera<br />
es un compuesto de la segunda, y la segunda está<br />
formada de Tana, un rio, y la terminación mo, imperfección<br />
de ma, de que ya hemos prometido ocuparnos.
12 CUBA INDÍGENA.<br />
IV.<br />
Después de las terminaciones se facilita, y en<br />
mucho, el estudio de la composición. Como de<br />
paso, hemos indicado el número escasísimo de las<br />
raíces indígenas con relación á los modismos derivados;<br />
y esto, si no indicara otra cosa, prueba de<br />
una manera inconcusa la simplicidad del dialecto.<br />
Corroborando este aserto obsérvase igualmente la<br />
sobriedad de las contracciones que modifican en<br />
nuestros viejos idiomas las primitivas raíces; y<br />
como prueba suprema ha de notarse, por último,<br />
que la composición de que se trata suele fijarse en<br />
unos cuantos, muy pocos, monosílabos, finales por<br />
lo común, y sólo anteriores los menos; estos monosílabos<br />
no son en realidad otra cosa que las terminaciones<br />
estudiadas.<br />
Si empezamos por los diptongos, las terminaciones<br />
más comunes son coa, cao y ey. Coa, dice<br />
Pichardo, es el sinónimo de pala ó de azada: á<br />
esto, añaden algunos autores, debiera agregarse el<br />
sustantivo do muerto. Del examen de sus compuestos<br />
no se comprueba su primitiva significación,<br />
pero sí una modificación especialísima en el idioma<br />
cubano, que prueba lo que en un principio decíamos,<br />
la sílaba coa trasformada en cu ; y por lo que<br />
á la definición se refiere, no es muy difícil enlazar<br />
las dos interpretaciones de muerto y de azada. De
CUBA INDÍGENA. 13<br />
cao, ave trepadora que cotorrea en los bosques,<br />
aseguramos simplemente que sus compuestos no le<br />
modifican jamás.<br />
A estas raíces indígenas, que Pichardo no cita<br />
ni como terminaciones siquiera, debe añadirse la<br />
de ey, más importante que las primeras, y que<br />
consideramos olvidada por una falta de estudios<br />
filológicos. Ey, en primer lugar, significa naturalidad:<br />
decir baracutey, camaguey y jagüey es tanto<br />
como hablarnos de naturales de Baracoa, de Camagua<br />
y de Jagua, y hasta aquí todos han convenido? 1<br />
en segundo lugar, implica el ey sociabilidad en sus<br />
diferentes formas, como en batey, vecindario del<br />
bato: caney, una de las especies de chozas en que<br />
por entonces vivían: Hatuey ó Atuey, nombre de un<br />
casique que procedía de hato: siboney, apellido general<br />
de los jefes y guerreros, y otros varios, como<br />
Bueney, Garacurey, Siguaney y Tuabaguey, que bautizan<br />
algunos pobladillos todavía existentes; y en<br />
tercer lugar, el ey que decimos, simboliza la generalidad<br />
en los animales del interior (catey, ave trepadora)<br />
y de la costa (carey, variedad de la tortuga),<br />
y en algunos vegetales numerosos, sobre todo en<br />
los diferentes tipos de bejucos ó lianas , como<br />
cupey, curamaguey, curujey, macuey, macusey, mamey,<br />
mangley, quibey, yamaguey, yarey, etc., etc.<br />
Resulta de todo esto que el ey puedo reconocerse<br />
como el carácter peculiar á una provincia, á un<br />
pueblo y á una generalidad en la naturaleza.<br />
Examinados los diptongos, pasemos á las más
14 CUBA INDÍGENA.<br />
interesantes raíces, que denominaremos graves: de<br />
la una abo, como terminación, hemos de sujetarnos<br />
en un todo al parecer de Pichardo, dándola por<br />
buena en su significado de agua: de la otra, ma,<br />
como radical, obedeceremos al mismo criterio, admitiéndola<br />
por engendro ó nacimiento: pero de la<br />
tercera gua, radical como la anterior, hay que buscar<br />
la interpretación por analogías, porque carece<br />
de un concepto simple: lo mismo que en acá y uco,<br />
terminaciones como la primera y la de aya, que<br />
consideramos la más importante de todas.<br />
Por lo que á la primera se refiere, conceptuamos<br />
que puede servirnos de base para llegar á una<br />
conclusión definitiva su compuesto más simple,<br />
guaco ó guaca, según su derivado guacal: acá, como<br />
no tardará en probarse, es un adjetivo despreciativo;<br />
de suerte que su triple significado de bejuco,<br />
hoyo ó depósito, según el Diccionario de Pichardo,<br />
ha de referirse á la radical, y no á la terminación<br />
de la palabra, según todas las leyes analíticas que<br />
conceden la primacía á los sustantivos, ó de otro<br />
modo, que las interpretaciones de bejuco, hoyo ó<br />
depósito pertenecen casi exclusivamente al monosílabo<br />
gua, y nó al bisílabo acá, porque esto la considera<br />
únicamente como despreciable. Para adoptar<br />
ahora una de estas triples interpretaciones<br />
(caso de que no fueran comunes), nos hemos fijado<br />
en que Guamo, pueblecillo situado á la diestra mano<br />
del Cauto, no puede corresponder á hoyo porque<br />
está levantado en una colina, aunque sí á depósito,
CUBA INDÌGENA. 15<br />
porque limita uno de los recodos del rio; pero que<br />
es más natural correspondiera á guama ó guama,<br />
árbol silvestre, que si no justificara la expresión do<br />
bejuco, armonizaría siquiera con la idea de vegetal.<br />
A. mayor abundamiento de datos, tenemos que el<br />
derivado guacal indica el bosque de guaco-s, según<br />
veremos en las interpretaciones de la terminal al, y<br />
es al propio tiempo el nombre aun admitido de<br />
esos cestones ó enrejados que contienen loza: así,<br />
que no podemos menos de emitir la opinión de su<br />
doble significado, adoptándola como vegetal y como<br />
depósito. Y de este modo explicaremos palabras<br />
como guajibacoa (gua-jiba, radical de jibara y coa,<br />
muerto, producto yerto de la hondonada), guama<br />
(de gua y ma, engendro del declive), Guagua (entre<br />
matorrales ó colinas), etc., etc.<br />
Se ha vertido la idea de que acá, como terminación,<br />
es un adjetivo despreciativo, y creemos conveniente,<br />
antes de seguir adelante, explanar nuestro<br />
criterio. Guacal, en la interpretación general<br />
que recibe, no es otra cosa que un simple envase y<br />
no denota más importancia como bejuco y como<br />
hoyo; y todos los compuestos terminados por el<br />
mismo bisílabo no afectan por cierto más que á objetos<br />
despreciables, yá por lo grandes, yá por lo<br />
feos, ó yá en fin por su falta de utilidad inmediata:<br />
entro los árboles, por ejemplo, la guajaca es un vegetal<br />
parásito, y una palma ordinaria la macaca;<br />
entre los animales, la maca es un testáceo repugnante<br />
y la biajaca un pez do rio de no mucha finu-
16 CUBA INDÍGENA.<br />
ra, y la guataca por último es una oreja grande y<br />
el cariaco un baile repugnante, todo según las interpretaciones<br />
de Pichardo. En cambio de esto la<br />
terminación de uco es el diminutivo indígena, como<br />
sinónimo de la finura ó de la utilidad en lo secundario.<br />
La provincia de Boyuca, al Occidente de Guantánamo,<br />
aunque de confines limitados, debia ser<br />
por sus montañas y sus ríos tan rica de caza y de<br />
pesca como en la actualidad se reconoce; el bejuco,<br />
la liana del país, servía á los indígenas de cuerda y<br />
de sosten; el jabuco es una jaba pequeña ó bolsa de<br />
palma, donde conducían sus provisiones; el cayuco<br />
era la útilísima piragua de los rios; el conuco la<br />
choza ó bujío do reducidas dimensiones , y el sebaruco<br />
la roca secundaria; 'y los nombres de poblados<br />
é ingenios , como Jaruco, Calambuco y Ponuco, se<br />
refieren sin duda alguna á los vallccillos donde hoy<br />
día se levantan.<br />
Queda por explicar , entre las terminaciones<br />
graves, la muy generalizada de aya, en cuyo estudio<br />
hemos de seguir por necesidad el mismo método<br />
que en los compuestos de gua. Aya aparece no<br />
sólo como terminación, sino también como radical<br />
y entremezclada en las sílabas; su compuesto más<br />
simple es yaya, árbol silvestre, que no precisa gran<br />
gran cosa, puesto que con la terminación de acá se<br />
precisan también varios vegetales incultos ; una<br />
nueva confusión parece presentarse en maya, que<br />
Navarrete dice era el nombre genérico de la isla de<br />
<strong>Cuba</strong> y que Pichardo aplica á la lengua del Yuca-
CUBA INDÍGENA. 17<br />
tan, aunque no deja de ser una planta compuesta<br />
etimológicamente de ma, engendro, y aya, que intentaremos<br />
averiguar. Abundante el ya como radical,<br />
se nota que debe ser una contracción del aya,<br />
apoyada en lo escaso de las vocales iniciales, á que<br />
no hace mucho nos referimos; contracción que se<br />
reproduce en otra segunda terminal, como el yay<br />
del rio Yayabo (aya-aya-abo), y el yaya, que hemos<br />
citado (aya-aya), aparte do otras muchas contracciones.<br />
Conceptos tan diferentes aplicados á los vegetales,<br />
al nombre ó al idioma de un país, á un adjetivo<br />
ó particularidad del agua, sufriendo las más extrañas<br />
contracciones en un dialecto en que escasea<br />
este defecto, propio sólo de las lenguas históricas,<br />
prueban como principio su antigüedad, y como filología<br />
la generalidad de su significado: ¿y qué otra<br />
significación pudiera ser aceptable sino se considera<br />
como raíz, fuente, base, todos los sinónimos, en fin,<br />
que sirven para considerarla como una idea genérica<br />
y primitiva? Así se explica el yaya (aya-aya, doblo<br />
raíz); así el Yayabo (aya-aya-abo, doble fuente<br />
de agua); así, en fin, palabras tan compuestas como<br />
guayabo (gua-aya-abo, origen y depósito de agua),<br />
guayo (gua-ayo, lo que se deposita y surge), mayajígua<br />
(ma-aya-jígua, engendro y cuna de la jígua),<br />
mayaguanó (ma-aya-guanó, engendro y raíz del guano),<br />
etc., etc., etc.<br />
Examinados los diptongos y graves de las terminaciones<br />
indígenas, nos queda por estudiar una<br />
2
18 CUBA INDÍGENA.<br />
terminación aguda, la de al: por cierto que no hemos<br />
podido menos de extrañar el silencio de todos<br />
los gramáticos con respecto á una terminación que<br />
no puede ofrecer dificultad ninguna. Cuando se advierte<br />
á simple vista que palabras como bejucal, caguasal,<br />
cocal, guacal, guasimal, guayabal, ícacal,<br />
manacal, mijial, papayal, patabanal, sabinal, tibisial,<br />
yabunal, yanal, yaregal y yayal corresponden simplemente<br />
á bosques de bejuco, caguaso, coco, guaco,<br />
guásima, guayaba, icaco, manaca, mije, papaya, pataban,<br />
sabina, tibisi, yabuna, yana, yarey y yaya, la<br />
interpretación no admite en buena ley una duda,<br />
considerando sobre todo que dicciones notariamente<br />
castellanas, como naranjo, pino y plátano, pierdan<br />
después del descubrimiento la terminal r para<br />
formar con la l los derivados naranjal, piñal y platanal,<br />
caso este último que secunda nuestra emitida<br />
opinión acerca de los esdrújulos.<br />
Resulta de todo lo dicho con respecto á las terminaciones<br />
que podemos conceptuar como examinadas<br />
hasta el número de diez, de ellas cuatro anteriormente<br />
conocidas, y seis que se deben únicamente<br />
á nuestras disquisiciones; y divididas en tales<br />
formas, que cuatro de ollas corresponden á los<br />
sustantivos, como son cao, coa, abo y al, y las seis<br />
restantes á los adjetivos, si bien dos de ellas, como<br />
son la de gua y la de aya, guardan cierta relación<br />
con los verbos europeos.
CUBA INDÍGENA. 19<br />
V.<br />
Aun cuando en otro párrafo llega á asegurarse<br />
que con el nombre se sintetiza en los dialectos indígenas<br />
la primitiva gramática, no ha de negarse<br />
por esto la coexistencia de la adjetividad, porque<br />
probaria á lo sumo un mayor perfeccionamiento<br />
filológico, ó, como mejor suponemos, la simple corroboración<br />
de los sustantivos; y afírmase, porque nos<br />
atrevemos á suponer que la adjetividad no es otra<br />
cosa que el inmediato efecto do los sustantivos, tanto<br />
más vago cuanto más sencillo es el idioma. Ejemplos<br />
nos presentan en el idioma cubano las terminaciones<br />
de ey (generalidad), ma (nacimiento), gua<br />
(depósito) y aya (desarrollo), conceptos generales,<br />
primordiales y derivales que nacen indudablemente<br />
de nombres sustantivables y so adjetivan más tarde<br />
para enriquecer esta lengua.<br />
Debe opinarse, corroborando el aserto, que al<br />
propio tiempo que estos conceptos genuinos ó comunes,<br />
habian de producirse las afecciones á lo<br />
bello y á lo desagradable y el primitivo criterio sobre<br />
la proporción de los nombres, y confundiendo<br />
acaso la proporción con la idea de la utilidad: y<br />
esto se comprueba no sólo por la doble interpretación<br />
de las terminaciones acá y uco, anteriormente<br />
citadas, sino también por las palabras can, extenso<br />
y nacan, centro, según el Diccionario de Pichardo.
20 CUBA INDÍGENA.<br />
Estas últimas palabras nos han llevado al estudio<br />
de otra nueva composición. Es evidente que si el<br />
monosílabo can simboliza etimológicamente la extensión<br />
y se expresa el centro por la palabra nacan,<br />
hay como una reducción del concepto; de otro modo,<br />
que llega á negarse de una manera determinada la<br />
extensión primitiva por la radical de nacan: do suerte<br />
que aparece en este caso el na como la simple<br />
negación indígena. Pero como el na no se distingue<br />
generalmente más que precedida do una a, y casi<br />
siempre como terminación, croemos que puede<br />
adoptarse el ana terminal para adjetivar la negación<br />
ó destrucción del primer sustantivo.<br />
Otro hecho, que se comprueba por observaciones<br />
detenidas, es el valor absoluto de la letra n<br />
como terminación de vocablo. Para demostrar su<br />
aislamiento bástanos indicar la aparición de esta<br />
letra en el final de varios modismos compuestos,<br />
como en las palabras iguanabo y macagua, de que<br />
se forman iguanabon y macaguan. Y para comprobar<br />
su significación, puede añadirse que todos sus<br />
terminales como ajicon, anón, cabagan, cabaiguan,<br />
caimán, caisimon, cumajan, iguanabon, macaguan,<br />
pataban, pipián, sebucán, yaguajan, etc., etc., se refieren<br />
á seres y objetos más ó menos grandes,<br />
no por su tamaño natural, sino por el estudio comparativo<br />
con sus semejantes; luego la letra n debe<br />
considerarse como el aumentativo indígena cubano,<br />
pero relacionado siempre y nó con la independencia<br />
del acá.
CUBA INDÍGENA. 21<br />
Difícil es comprobar la existencia de los géneros<br />
masculino y femenino en el dialecto que nos<br />
ocupa. Socialmente considerada la mujer, ó, como<br />
por regla general sucedía, era simplemente una esclava,<br />
ó, lo que nos parece aún discutible, trocaba<br />
sus miserables costumbres por las aficiones guerreras<br />
del siboney ó del casique; y si esto ocurría con<br />
la compañera del hombre: ¿cómo habían de precisarse<br />
los sexos en los animales no domesticados y<br />
en el poco conocimiento de sus vegetales y minerales?<br />
Aparte do que los primeros pobladores, y en<br />
el dia los naturales, han distinguido y distinguen á<br />
los dos primeros con los epítetos de machos y de<br />
hembras, las diferencias do género que actualmente<br />
se observan proceden de terminaciones evidentemente<br />
castellanas. Luego si el género femenino<br />
existia, era de un modo tan vago, que no ha podido<br />
precisarse en cuatro siglos de estudio.<br />
En cuanto al neutro, admitimos desde luego su<br />
aparición. No es un absurdo suponer que lo incierto<br />
sea propiedad de los pueblos indígenas; pero es,<br />
á nuestro entender, inverosímil, el imaginar que<br />
esta incertidumbre fuera conocidamente impersonal:<br />
la idea de lo justo y de lo injusto, de lo ilusorio<br />
y lo verídico, del deber y del derecho, no puede<br />
menos de pertenecer á criterios más ilustrados (10);<br />
y sólo corresponden á los primitivos las ideas de<br />
utilidad, las proporcionales y las morfológicas; es<br />
la misma transacción de la adjetividad al sustantivismo<br />
(ey, ma, aya, acá, uco, can, nacan, etc.). De
22 CUBA INDÍGENA.<br />
aquí la admisión de dos solos géneros, el masculino<br />
y el neutro, pero desprovisto este último de la ambigüedad.<br />
Lo que no ofrece duda alguna en este análisis<br />
es la regularidad do los números. Los indígenas<br />
tenían conocimiento de un solo Dios (Baganiona),<br />
de un solo espíritu maligno (Mabuya), de su hermoso<br />
país (Coabai <strong>Cuba</strong>), do sus provincias respectivas<br />
(Baracoa, Camagua, etc.), y do sus apellidos<br />
patronímicos (Atuey, casique de Haití); y en cambio<br />
se formaban conceptos generales con algunas<br />
terminaciones sustantívales (al, bosque), y adjetivales<br />
(ey, vecindad, población, etc.). Había, pues,<br />
singular y plural.<br />
Pero hay más, á nuestro juicio. Estudiando la<br />
etimología de la palabra Maisí, procedente de la radical<br />
mais, llamónos la atención el que no indicara<br />
una plantación del castellano maíz, puesto que<br />
para precisarla existia el derivado maisal; y así<br />
diónos por pensar si el maisí que buscábamos no<br />
sería una generalidad ó grupo de plantaciones: esta<br />
primera sospecha quedó confirmada por dos de los<br />
mejores fdólogos cubanos: García admitiendo por<br />
pechos al bisílabo natí, y Pichardo aceptando el<br />
sustantivo semí, como divinidades ó penales. Para<br />
convencimiento y admisión de este plural indígena,<br />
hé aquí una serie de razones que no dejan lugar á<br />
duda alguna.<br />
La primera razón la expuesta: hay algunas<br />
palabras que terminan por al, la terminación que
CUBA INDÍGENA. 23<br />
mejor se ha comprobado, y sin embargo, concluyen<br />
igualmente por í, y esto no solamente en Maisí,<br />
sino también en guajaba (guajabal y guajabaní),<br />
guama (guamal y guarní), jata (jatal y jatí), y tibisi<br />
y tibisial, que prueban la independencia de las dos<br />
terminaciones; la segunda razón procede de la pluralidad<br />
de ejemplares en cada tipo de los animales<br />
y vegetales que terminan en i, y ejemplos son en<br />
<strong>Cuba</strong> el aguají, aji-jijí, bijirí, jequí ó jiquí, macabí,<br />
maní, quemí, sibi, tití, totí y yaití; la tercera, el que<br />
es una verdadera terminación, porque modifica la<br />
última letra, bien sea trasformando la última a,<br />
como en guasa y jaba (guasí y jabí), bien sea suprimiendo<br />
la o, como en bario y cajío (bari y caji), bien<br />
sea añadiéndose simplemente cuando el modismo<br />
termina en consonante, como de jiguan jiguaní,<br />
bien sea, en fin, cambiando notablemente la terminación<br />
como en curiel y en duho (corí y duchí); y<br />
cuarta razón, como definitiva, la aberración de haberse<br />
pluralizado por los castellanos la terminación<br />
de la letra í, puesto que á cansí y á güín y á macorí<br />
le han llamado y llaman todavía cansí-es y guín-es<br />
y macurí-f/e.s. Y suprimimos con ésta otra razones<br />
que pudieran ofrecerse.<br />
VI.<br />
Aceptada la í como plural, vamos á ocuparnos<br />
de un golpe del verbo indígena cubano: y aquí, y<br />
como antes no hemos solicitado una excusa, la su-
24 CUBA INDÍGENA.<br />
plicamos, y en mucho, de los que critiquen la obra;<br />
que es tal el razonamiento que sigue, que pudiéramos<br />
ofuscarnos y pecar de atrevidos.<br />
Ya en otra parte se ha dicho que con lo que<br />
entendemos por nombre se sintetiza en los primeros<br />
dialectos la harto dudosa gramática; y esta aseveración<br />
facilita bastante nuestra opinión desmedida.<br />
Decimos, pues, que ese verbo ó la acción filológica<br />
no se fijó en un principio como se precisa á lo<br />
último; testigos los verbos germanos, aún no regularizados<br />
del todo, que no estriban en las terminaciones<br />
latinas, sino en cierto número de preposiciones<br />
radicales. De aquí, que procediendo á la inversa,<br />
emitamos que antes de la formación de la última<br />
clase de verbos hayan existido sobreentendidos ó<br />
supuestos, como en las oraciones más regulares sucede:<br />
sólo que la excepción contemporánea era por<br />
entonces la generalidad. Así, si no puede rechazarse<br />
en la gramática indígena la parte de la oración<br />
de que hablamos, nos atrevemos á suponer que no<br />
se figuraba ni con una terminación que es moderna,<br />
ni con una radical que pertenece á las formaciones<br />
secundarias, cuando se perfecciona el lenguaje y se<br />
sujeta á unas reglas fijas, de que carecía el cubano.<br />
Pero si existia la acción, ¿no pudiera existir la<br />
precisión de los verbos?—Para nosotros no ofrece<br />
duda alguna el enlace sistemático do la historia<br />
filológica: la palabra, hemos dicho, es el complemento<br />
de los dialectos primitivos; el adjetivo, se ha<br />
añadido, no es otra cosa que el inmediato efecto de
CUBA INDÍGENA. 25<br />
los sustantivos; habia géneros porque existían ideas<br />
personales é ideas impersonales; y encontrábanse<br />
números porque conocían los nombres propios y<br />
los nombres comunes: luego la acción, el verbo,<br />
¿no pudiera desarrollarse de los mismos principios<br />
sustantívales?<br />
A nuestro entender, sí: hay dos terminaciones<br />
generales que finalizan los nombres, que figuran<br />
como raíces, que se encuentran como inmiscuidos<br />
en las sílabas todas, la terminación de gua y la terminación<br />
de aya. Esta generalidad es por lo pronto<br />
una sospecha. Después viene una de las interpretaciones<br />
del gua, la interpretación de depósito, composición<br />
que tiene una vida propia, que se agita y<br />
converge hacia un punto dado; por otra parte,¡el aya,<br />
la más singular de todas ellas, ofrece como un nuevo<br />
movimiento hacia el exterior, como un principio<br />
latente, pero divergente siempre... Y estas dos composiciones<br />
completan, á nuestro juicio, esta primera<br />
sombra de los verbos indígenas cubanos, y llegan<br />
á reunirse en una sola ocasión, en guayo (rayador),<br />
para precisar el cruzamiento de dos líneas, una que<br />
converge y otra que parte, gua y gaya. Así y do este<br />
modo pudiera explicarse satisfactoriamente esa discutida<br />
palabra de maya, considerada en el siglo pasado<br />
como el nombre indígena de <strong>Cuba</strong>, admitida por<br />
el presente como la lengua del Yucatán, y reconocida<br />
en nuestros dias como una antigua tribu americana,<br />
hoy etimológicamente compuesta de ma y aya, orígen<br />
genealógico, en traducción no del todo libre.
Completemos el estudio analítico que acabamos de terminar, con la siguiente<br />
TABLA GENERAL DE LAS COMPOSICIONES INDÍGENAS.<br />
Terminaciones.<br />
Radicales.<br />
Terminales.<br />
Genera<br />
1 e s.<br />
Sustantivos.<br />
Adjetivos.<br />
Interpretaciones.<br />
Números.<br />
Verbos.<br />
» Cao » Sustant. Ave trepadora. » » »<br />
DIPTONGOS. » Coa » ídem. Huerto ó azada. » » »<br />
» Ey » Adjetivo. » Generalidad. »<br />
» Abo » Sustant. Agua. » » »<br />
Ma » Adjetivo. » Engendro » »<br />
» Gua Verbo. » » » Concentración.<br />
GRAVES » Acá » Adjetivo. » Aumentativo » »<br />
» Uco » ídem. » Diminutivo. »<br />
» » Aya Verbo. » » » Derivación.<br />
Na » » Adjetivo. » Negación. » »<br />
» Al » Sustant. Bosque. » » »<br />
AGUDAS.... í » Número. » » Plural. »<br />
» N » Adjetivo. » Superlativo. » »
CUBA INDÍGENA. 27<br />
VIII.<br />
Limitando el estudio analítico al pequeño examen<br />
que precedo, pasamos, para no divagar en lo<br />
más mínimo, á lo que se denomina ortografía; que<br />
de la prosodia y sintaxis nos ocuparemos tal vez<br />
en otras páginas que, Dios y los hombros mediantes,<br />
coronarán estas líneas (11). Y la primera duda<br />
que se ocurre es si esta ortografía existia.<br />
La primera representación del concepto no fué<br />
la escritura: nació en un principio el dibujo ó la estatua,<br />
después el jeroglífico y los caracteres á lo<br />
último, cslo es, que se fijaron primero en la forma,<br />
más tarde en la combinación, é imprimieron después<br />
el progreso, dando valores eufónicos á ciertos<br />
signos ó líneas. Así también la primitiva palabra se<br />
descompuso en sus sílabas, y las sílabas en letras,<br />
que siempre ha sido la síntesis anterior al análisis.<br />
Parécenos, para no decaer en difusos, que los<br />
indígenas de <strong>Cuba</strong> se limitaban en su representación<br />
á la estatuaria, esto es, que no pasaron más<br />
allá de la primitiva expresión de un concepto; y nos<br />
apoyamos para sostener esta teoría en la falta absoluta<br />
de todo jeroglífico aborigen. Es verdad que<br />
Oviedo nos habla de pinturas negras indígenas representando<br />
á sus semí; pero expresa también el<br />
respeto de los naturales por los manuscritos españoles<br />
(12). Un ilustre arqueólogo cubano, D. An-
28 CUBA INDÍGENA.<br />
drés Poey, asentaba en un examen etnológico presentado<br />
á la Sociedad Americana, no sólo la escasez<br />
de antigüedades indianas comparadas con los<br />
grandes monumentos de la antigua Costa Firme,<br />
sino también el que las tribus primitivas, de cualquiera<br />
raza que fuesen , reducían sus trabajos,<br />
siempre poco artísticos, á la imitación do los objetos<br />
más inmediatos; y estas aseveraciones y los pocos<br />
tipos que nos ofrece en su Memoria (13), ¡muy semejantes<br />
por cierto á lo que se nos presenta por<br />
Mr. Alcides d'Orbigny en el prólogo de su obra<br />
Voyage dans l'Amcrique), pruebas son suficientes<br />
para conocer, no yá el atraso, sino la carencia completa<br />
de una ortografía propia.<br />
IX.<br />
Resulta de todo lo dicho:<br />
1.° Que el alfabeto cubano se componía casi exclusivamente<br />
de las tres vocales y las cinco consonantes<br />
primitivas, y sólo como una excepción de<br />
las dos vocales y las nueve consonantes derivadas,<br />
fallando en absoluto las emisiones compuestas f, k,<br />
11, ñ, x y z, y empleándose raramente la letra ch.<br />
2.° Que era más que notable la generalidad de<br />
sus diptongos y triptongos, sujetos siempre á la<br />
primera regla; y era también interesantísimo que<br />
la composición de las sílabas se precisara con una<br />
consonante inicial, salvo escasas excepciones.
CUBA INDÍGENA. 29<br />
3.° Que la palabra era comunmente grave, algunas<br />
veces aguda, y raramente esdrújula, caso de<br />
que esta última terminación existiese.<br />
4.° Que su composición era por demás tan sencilla,<br />
que puede señalarse con una pluralidad de<br />
terminaciones.<br />
5." Que los adjetivos procedían directamente<br />
del sustantivo para expresar conceptos generales,<br />
proporcionales y utilitarios.<br />
6.° Que sus géneros so reducían al masculino y<br />
al neutro, excluyendo tal vez el femenino y con<br />
seguridad el ambiguo.<br />
7.° Que conocían el singular y el plural como<br />
en nuestros números, y caracterizaban este último<br />
con la terminación aguda i.<br />
8.° Que el verbo se limitaba á la acción, y no á<br />
la terminación ó á la preposición antepuesta, y se<br />
limitaba al núcleo y al desarrollo por medio de las<br />
composiciones gua y aya; y<br />
9.° Que desconocían por completo la escritura.<br />
Resumiendo todo lo dicho hasta aquí, puede<br />
terminarse este capítulo con el siguiente axioma: la<br />
filología cubana corresponde notoriamente á las<br />
primitivas tribus; tendía á una transformación, es<br />
verdad, pero precisa desdo luego á un pueblo joven<br />
y aislado de las razas superiores del Centro América<br />
(14).
CAPÍTULO II.<br />
Geografía física é Historia natural.<br />
Ideas geográficas de los indígenas.—Las costas.—Oreografia —<br />
Hidrografía.—Animales.—Vegetales.—Minerales.—Resumen.<br />
I.<br />
Coabai (Coa, muerto y bai, país, país de los<br />
muerlosj, confina al Norte con la indígena Caució<br />
ó Gautió (Florida), y el canal y archipiélago de las<br />
Bahamas; por el Esto con las islas Inaguas, y la antillana<br />
Haití en su provincia de Guajabá; hacia el<br />
Sur con el grupo Caimán y Jamaica, y por el Oeste<br />
con el Yucatán, entre el cabo Catoche y la isla de<br />
Gozumel.<br />
Aunque sin precisar estos nombres, conocían<br />
los indígenas de Cutía la verdadera posición de la<br />
Isla. Al Norte colocaban las islas de Binimi, donde<br />
suponían las fantásticas fuentes de la juventud; al<br />
Este y Sur, señalaban las islas do Haití y de Jamaica<br />
con los nombres de Bujío, según Pezucla, ó<br />
de Caney, según otros autores; y precisaban vagamente<br />
al Oeste esa tierra fértil de la Oosta Firme,<br />
en donde fueron á buscar los antiguos españoles el
32 CUBA INDÍGENA.<br />
oro y las perlas que no encontraban en la reina de<br />
las Antillas.<br />
Y no les faltaba por cierto ese tecnicismo geográfico<br />
que observamos en Europa. Llamaban sigua<br />
á la piedra calcárea, y siguanea á la costa caliza<br />
(1); seborucal era el arrecife (do seboruco, piedra<br />
secundaria ó inconveniente), y caico el bajío; y<br />
cuando la playa se modificaba en un fangal tomaba<br />
el nombre do babiney.<br />
Para el interior adoptaron los epítetos do itabo<br />
como en representación de los lagunatos ó charcos<br />
do agua dulce, de patabanal para simbolizar á un<br />
pantano, do venero como sustantivos de los valles<br />
y boscajes, de manigua generalizando los bosques y<br />
malezas, de sabana cuando la pradera se limitaba<br />
por las selvas, y si ésta era reducida ó erizada do<br />
cayos (2), se denominaba simplemente sao: de aquí<br />
sin duda el derivado sabanalamar, acaso castellano,<br />
que representaba una playa anegada. Por último,<br />
señalaban el centro do la isla con el compuesto<br />
Coabai-nacan (<strong>Cuba</strong>nacan), y tenían cierto criterio<br />
geológico, como so demuestra por la palabra cocona<br />
ó tierra blanquecina (do coco, sulfato de sal).<br />
II.<br />
Limitada <strong>Cuba</strong> por dos cabos orientales, el do<br />
Maisí ó Maysí y el más meridional de Casimba (hoy<br />
(Cabo Cruz), concluía por otras dos extremidades
CUBA INDÍGENA. 33<br />
occidentales: la de Guaniguanico, de la provincia indígena<br />
de esto nombre (ó cabo San Antonio), y la<br />
punta Icaco en la parte septentrional; entre los dos<br />
primeros figuraban las importantes bahías de Guantanamo<br />
y del Caney (Santiago de <strong>Cuba</strong>), y entre las<br />
dos segundas las de Marien (Mariel), Guamo [Cabanas),<br />
Habana y Yucay (Matanzas). Además, y por<br />
el Norte, desde la punta Icaco al cabo Maisí, se encontraban<br />
los puertos de Sagua y Caibarien, la bahía<br />
guardada por la península de Sabinal [Nuevitas),<br />
los puertos de Manatí, de Jibara y de Bani; el<br />
gran fondeadero de Ñipe ó Mayarí, y los pequeños<br />
surgideros de Tánamo, Maraví y Baracoa; del mismo<br />
modo que desde la punta Casimba al cabo Guaniguanico<br />
se desarrollaban el puerto de Bicana (al Sur<br />
de Manzanillo), la bahía de Jagua(CienfLiegos)y el<br />
goií'o de Matabanó, compuesto de tros ensenadas: la<br />
oriental, la septentrional y la occidental, conocidas<br />
respectivamente con los nombres de Broa, Majana<br />
y Dayaniguas.<br />
Cuatro archipiélagos facilitaban entonces la pequeña<br />
navegación de las costas: en el Norte y al<br />
Occidente se desplegaba el de Guaniguanico, desde<br />
el cabo de este nombre á la bahía de Marien, y más<br />
en el centro el de Sabana-Camagua, que señalándose<br />
desdo el cabo Icaco, concluía con las tres isletas<br />
de Turiguanó, Coco y Guajaba en la península del<br />
Sabinal; y al Mediodía y Oriente, el de Jardinesey,<br />
entre los puertos de Bicana y de Jagua, y el de Canareos<br />
(pueblos), desde esta última bahía á la en-<br />
3
34 CUBA INDÍGENA.<br />
senada de Guaniguanico, al Sur.de la de Dayaniguas,<br />
que encerraba la tan importante isla'de Guanaja<br />
(hoy isla de Pinos) (3).<br />
III.<br />
La oreografia do la Isla puede dividirse en tres<br />
grupos, que comprende cada uno otras tantas serranías:<br />
el grupo oriental, ó más importante do todos,<br />
se completa con la serranía de Sagua-Baracoa,<br />
desde el puerto del Caney al cabo do Maisí, encerrando<br />
además las montañas do Ñipe; la de Macaca<br />
(Maestra), desde el puerto del Caney á la punta Casimba;<br />
y la de Maniabo ó Maniabon, desde el puerto<br />
de Mayarí al de Baní, reducida á las montañas septentrionales<br />
de Dumañuecos, y á las orientales do<br />
Jaimiquí ó Yamiquí (hoy Almiqui).<br />
El grupo central, el menos notable de los tres,<br />
está limitado á la serranía de Sabaneque, entre el<br />
puerto de Caibarien y el islote de Turiguanó, apellidándose<br />
con los nombres de Jumagua en su parte<br />
septentrional,Bambuanaoen su extremidad oriental,<br />
y Banacan en su centro; á la de Guamuhaya, entro<br />
el puerto de Sagua y Coabai-nacan, que se extiende<br />
hacia el Oriente hasta el monte Banao; y á la do<br />
Coabainacan (<strong>Cuba</strong>nacan, centro de <strong>Cuba</strong>), sin lomas<br />
importantes.<br />
Por último, el grupo occidental se compone de<br />
la serranía Habana, que empieza con las ¿eías de
CUBA INDÍGENA. 35<br />
Managua (bahía de la Habana), y termina con los<br />
montes de Gamarioca, hacia la punta Icaco; de lado<br />
Marien, entre las bahías del Guamo y de la Habana;<br />
y de la de Guaniguanico, desde el cabo occidental al<br />
puerto do Marien, sobre cuyas alturas domina el<br />
pan de Guajaibon.<br />
1 "na sierra secundaria, la de Camagua, que se<br />
bifurca del primer grupo por los orientales montes<br />
de Guaicanamar, se enlaza por los occidentales montes<br />
de Gunagua con el segundo grupo central; y las<br />
lomas de Sabana, aisladas al parecer entre el segundo<br />
y tercero, completan la tan aceptada teoría de<br />
una sola cordillera antillana.<br />
Para mayor claridad, he aquí un
CUADRO DE LA OREOGRAFÍA CUBANA<br />
GRUPOS<br />
SERRANÍAS<br />
PRINCIPALES<br />
SERRANÍAS<br />
SECUNDARIAS<br />
MONTANAS<br />
ORIENTALES<br />
MONTANAS<br />
CENTRALES<br />
MONTANAS<br />
OCCIDENTALES<br />
Sagua-Baracoa..<br />
ORIENTAL. .¡Macaca<br />
(Maniabo<br />
>><br />
Camagua<br />
(Sabaneque<br />
CENTRAL Guamubava....<br />
(Coabainacan....<br />
»<br />
»<br />
Sabana..,<br />
[Habana<br />
OCCIDENTE<br />
V I<br />
.Marien<br />
(Guaniguanico. .<br />
1)<br />
Jaimiquí. ..<br />
C'nnagua. . .<br />
Bamlmanao<br />
Banao. ...<br />
»<br />
y><br />
(ManaguafTr-<br />
! tctz'rfe) .<br />
Banacan.<br />
»<br />
G u a i a ib o n<br />
(Fan de)..<br />
Nipc.<br />
Tí<br />
Dumañuecos.<br />
Guaicanamar.<br />
Jumagua.<br />
»<br />
»<br />
Camarioca
CUBA INDÍGENA. 37<br />
IV.<br />
Nada más dificultoso en verdad que señalar para<br />
la isla de <strong>Cuba</strong> los sistemas oreográficos por las<br />
corrientes hidrográficas que en todos sentidos la<br />
surcan, porque parecen contrariar á menudo las leyes<br />
particulares de la ciencia geográfica, si no prueban,<br />
cosa probable, la poca exactitud de sus observadores;<br />
mas como oste trabajo no es ni puede tener<br />
el carácter do científico, que en último caso<br />
desearíamos, nos contentamos con señalar el defecto<br />
y enunciar por grupos solamente las comentes<br />
fluviales que recorren los tros grupos de serranías<br />
hasta aquí distinguidos.<br />
Primer grupo: Oriente.—Separa la vertiente meridional<br />
de la sierra de Sagua-Baracoa, y la septentrional<br />
de la de Macaca; el rio Cauto (Cauto), de sesenta<br />
leguas de curso, el mayor de la Isla, y cuyas<br />
numerosas calles ó zig-zags toman, como sus afluentes,<br />
multitud de nombres indígenas que prueban la<br />
notable población aborigen de sus riberas; y completan<br />
la vertiente occidental de la Macaca ríos tan<br />
secundarios como el Jicotea, el Yara y el Jibacoa,<br />
que desembocan entre la barra del Cauto y la punta<br />
de Casimba.<br />
Las raras estribaciones de la sierra de Sagua-<br />
Baracoa dejan en el extremo oriental tres rios principales<br />
meridionales, y tres septentrionales: los tres
38 CUBA INDÍGENA.<br />
primeros son: el Guantanamo, que muere con su<br />
afluente el Jaibo en la bahía de su nombre (17 leguas<br />
de curso), el Yateras (24 leguas) y el Sabanalamar<br />
(12); y los tros segundos son: el Toa, que desemboca<br />
con su afluente el Jiguaní en el puerto de<br />
Baracoa (20), y los de Sagua de Tanamo (22) y Mayar!<br />
(15), que concluyen en los fondeaderos de sus<br />
nombres respectivos. Además, y como secundarios,<br />
existen el Guaso con su afluente el Tiguabos (creemos<br />
que sea indígenamente Siguabos), que termina<br />
en la bahía de Guantanamo, y el Jojó, intermediario<br />
entre el Sabanalamar y el cabo Maisí; y por la<br />
costa Norte, el Nipi y el Tacajó, que forman con el<br />
Mayarí tres afluentes en tres direcciones de la mayor<br />
bahía de <strong>Cuba</strong>.<br />
En cuanto á la sierra de Maniabo, encierra tres<br />
ríos poco notables: el Yarigua ó Yariguá (de 14 leguas),<br />
el Manatí (hoy Naranjo, de 20 leguas de curso)<br />
y el pequeño Jibara [Chambas], todos de la<br />
cuenca septentrional.<br />
Antes de estudiar el grupo ó sistema central,<br />
nos parece indispensable añadir algunas palabras<br />
sobre las corrientes fluviales de la Camagua, esto es,<br />
do las primeras corrientes de enlace, donde el terreno<br />
más llano ofrece como más espacio al estudio<br />
de la hidrografía. Después del Yarigua, el centro de<br />
la cordillera antillana promedia la isla de <strong>Cuba</strong>, señalándose<br />
perfectamente con el nacimiento ó fuente<br />
de sus más importantes ríos: el Jobabo, de veinte<br />
leguas de curso, se dirige directamente al Mediodía,
CUBA INDÍGENA. 39<br />
como precisando la separación de las sierras orientales<br />
y de las montañas de la Camagua; luego, al<br />
Mediodía también, y de Oriente á Occidente, siguen<br />
el Najasá (hoy Santa Cruz), do 23 leguas de curso,<br />
los confluentes Tínima y Jatibonico [Hatibonico ó<br />
Santa Clara), de iguales dimensiones, y como intermediario<br />
del Jobabo y del Najasá, separándose de<br />
este último por las lomas de Guaicanamar, el menos<br />
notable de Tana. Al Norte, en cambio, desembocan<br />
el Saramaguan, de 20 leguas, el Gaunao, de 22, y el<br />
Yana, de 21; aparte del Sabinal (Máximo), de 20,<br />
entre el primero y segundo, y del Jiguey, de 12, entre<br />
el segundo y tercero.<br />
Segundo grujió: Centro.—El Gaunao y algunas<br />
corrientes poco estudiadas del Sur, al Occidente del<br />
Tinima y Jatibonico, señalan la conclusión de las<br />
lomas do la Gunagua y el comienzo de las sierras<br />
de Sabaneque, Guamuhaya y Goabainacan. Empezando<br />
por las dos segundas, que son las más notables,<br />
aparece el rio Sasa (hoy Zaza), con su afluente el<br />
Tuinicú (Tunicú), y el sub-afluento el Yayabo, recogiendo<br />
en su cuenca de 36 leguas los desagües de<br />
las dos vertientes que rodea por las lomas do Banao:<br />
á Oriento so desliza el Jatibonico del Sur (Iíati-<br />
Iiónico), de 25: y al Occidente el Agabama ó Manatí,<br />
de 2(3 leguas de curso, que concluyen todos en el<br />
Mediodía. Más al Occidente, inmediatos y dentro<br />
de la bahía de Jagua, terminan el Arimao, do 1 i leguas,<br />
el Gaunao ó Gaunau, de 12, y el Damují, de 18;<br />
y esto sin contar el Táyaba ó Guaurabo y el Guana-
CUBA INDÍGENA.<br />
yara entre la citada bahía y el hermoso Agabama.<br />
Limita por el Norte la serranía de Sabaneque el<br />
rio Sagua la. Grande, largo de 35 leguas, que deja<br />
á diestra mano los montes de la Jumagua; el Sagua<br />
/a. Chica, de "25, que forma la cuenca de las lomas<br />
de Banacan; y el Jatibonico del Norte, que traza en<br />
el extremo oriental la vertiente del Bambunao: y á<br />
esto se reduce la hidrografía del segundo grupo.<br />
La serranía de la Sabana comprende dos rios<br />
importantes al Sur y dos al Norte: los primeros son<br />
el Hanabana (Amarillas), que desagua en la Ciénaga<br />
de Zapata y su continuador el Jatibonico del<br />
Sur, de 15 leguas, que concluye en la ensenada de<br />
Broa; y son los segundos, do nombres indígenas<br />
desconocidos, los hoy Cruces y la Palma, de 11 y<br />
l(> leguas respectivamente.<br />
Tercer grupo: Occidente.—Empezando por la<br />
última de las tres serranías, la de Guaniguanico, so<br />
encuentra, desembocando en la ensenada de este<br />
nombro, el rio Guyaguajate, de 23 leguas de curso,<br />
el mayor del grupo occidental, que traza un arco<br />
de círculo de Norte á Mediodía: y como límite de<br />
esta parto de la cordillera el Guraguao (hoy Carraguao<br />
ó de los Palacios), con una longitud de 13 leguas,<br />
promediando á los dos el indígena Guama<br />
(dicho de las Llamadas); y por el Norte forman la<br />
vertiente septentrional el Manimaní, que roza el<br />
pan de Guajaibon, y el hoy Mantua, frontero al<br />
Cuyaguajate.<br />
En la serranía de Marien no hay más rios prin-
CUBA INDÍGENA. 41<br />
cipales que el Bacunaguas, al Mediodía de la ensenada<br />
de Majana, y los pocos notables de Bayate y<br />
Sabanalamar.<br />
La serranía de la Habana comprende por corrientes<br />
fluviales el Mayabeque (hoy Guin-es), que<br />
desagua no lejos del puerto de Matabanó y recorre<br />
un territorio de nueve leguas; y por el Norte el Gasiguaya,<br />
según Pichardo, ó Gasiguagas, según Latorre<br />
(hoy Almendares ó la Chorrera), que desemboca<br />
después de siete leguas de curso al Occidente<br />
de la bahía de la Habana: en el puerto<br />
de Yucay (Matanzas) termina también el Ganeimar,<br />
de seis leguas, y el Yumurí, de cinco, y entre las dos<br />
bahías últimamente citadas caminan libremente,<br />
los rios Bacunagua, Ganasí y Jaruco, fuera de un<br />
tercero, entre las bahías de la Habana y de Marien,<br />
que se dice de Mayanabo (Marianao).
42 CUBA INDIGENA.<br />
CUBA INDÍGENA. 13<br />
Como resumen hidrográfico, á continuación aparece el<br />
CUADRO COMPARATIVO<br />
DE LOi<br />
»RINCIPALES RÍOS DE CUBA<br />
GRUPO<br />
ORIENTAL<br />
GRUPO<br />
CENTRAL<br />
GRUPO<br />
O C C 1 I) H X '1' A I<br />
KILÓMETROS<br />
Macaca.<br />
Sagua.<br />
Ñipe.<br />
Camagua.<br />
¡GuaimihayayCoabainacan.<br />
Sabanequc.<br />
!| Sabana.<br />
I<br />
Guaiiiífuaiiico.<br />
Mai-iea y Habana.<br />
320<br />
300<br />
280<br />
360<br />
240<br />
220<br />
200<br />
180<br />
160<br />
140<br />
120<br />
100<br />
80<br />
60<br />
Cauto.<br />
[Yatcras<br />
Nagua (ile Tanaìlio)<br />
Toa<br />
Guantanamo.<br />
May ari<br />
Sabanalamar.<br />
I Xajasá-Tíninia.<br />
i Caunao (del X..<br />
¡Yana<br />
Manatí. .. I Jobabo-Sabinal<br />
) y Saram aguan<br />
Yarigua..<br />
Jiguey.<br />
asa.<br />
Agabama<br />
Jatibonico (del<br />
S.)<br />
Damují.<br />
4.1'iniao.<br />
U\mao(del<br />
S.).<br />
Sagua (la Grande)<br />
Sagua (la Chica.)<br />
Jatiguanico (del<br />
Sur)<br />
Cuyaguajate.<br />
Curaguao.
CUBA INDÍGENA.<br />
V.<br />
Dejando para el estudio de la geografía polilica<br />
los accidentes topográficos aun no descritos, vamos,<br />
como do corrida, á ocuparnos de la historia<br />
natural indígena; y valga la advertencia de que, si<br />
no se hubiera notado, carecemos por completo de<br />
intenciones pedagógicas y nos limitamos á figurar<br />
como simples estudiantes de filología americana.<br />
<strong>Cuba</strong> era poco abundante en la orden de los<br />
vertebrados, y menos que do ninguna otra clase en<br />
la de mamíferos; esta última observación so patentiza<br />
con la sorpresa que debió causarles el conocimiento"<br />
de uno de los tipos de nuestras focas, al<br />
apellidarle, como hoy se conoce, con el nombre de<br />
manatí ¡ma y nati, tiene pechos). Careciendo en absoluto<br />
do cuadrumanos, tenían por representantes<br />
de los carniceros al guaniquinaje (4), especio do<br />
perro sin ladrido que servia de alimento á los aborígenes<br />
(5), y del que acaso pudieran encontrarse algunos<br />
ejemplares en los canes jíbaros que corretean<br />
sin cesar por la manigua: y como más pequeños al<br />
mojuí ''6; y al quemí (7), cuyas terminaciones indican<br />
desde luego su numerosa prosapia. Do los<br />
roedores tenemos conocimiento por la jutía (8), dividida<br />
en dos familias, la simple jutía y la jutía<br />
arará ó blanca: por el ayre, especie de conejo de<br />
que nos habla Oviedo; y por los capromys, ratones
CUBA INDÍGENA. 45<br />
indígenas. Por último, el beorí ó beari abundaba,<br />
según los descubridores, en los veneros y en las<br />
lomas.<br />
Las aves eran más numerosas: como tipos de<br />
las de rapiña, figuraban las auras, de aspecto repugnante<br />
en tierra, pero de vuelo alto y tendido,<br />
que sorteaban los aires sin mover las alas, y la caraira,<br />
el caracarà d'Orbigny; entre los pájaros aparecía<br />
el sinsonte (9), que reemplazaba al ruiseñor<br />
europeo, el totí de pluma negra 6 irisada, el pequeño<br />
tomeguin, el biirjí ó birijí (hoy bijiril.a¡ (10), el<br />
diminuto guaní, del tamaño de una mariposa, orlado<br />
de los colores del prisma, y el oscuro guatibine (hoy<br />
pilirri); entre las trepadoras garbeaban la coa, quo<br />
cotorreaba en los bosques, el adiestrado catey y el<br />
esplendido guacamayo ó guacamaya, como nos parece<br />
mejor por la terminación; entre las gali maceas,<br />
el guanajo, el pavo europeo y el camao, especio de<br />
paloma silvestre (Gundlach); entre las palmípedas,<br />
el corúa y el guamana, especie de gansos que frecuentaban<br />
los itabos, y con ellos el biaya ó bambiaya<br />
(según las Casas), el bobo, el cayama, el guanabá<br />
y el sibí (que Poey dice equivocadamente cibi), que<br />
pertenecientes al género de las zancudas, recorrían<br />
todas las Lucayas y los cayos de Matacumbé (Caució<br />
ó Florida). Y para no alargar la descripción, veíanse<br />
á los nocturnos guabairo, siguapa y tatagua, y<br />
mil otras variedades do aves como la guanana, el<br />
guanao, el guariao, el huyuyo, el tocoró (II), y los<br />
acuáticos yayagua y yaguasa.
46 CUBA INDÍGENA.<br />
La clase más abundante de los vertebrados era<br />
indudablemente la do los peces. Además del numeroso<br />
tipo la biajaca ó viajaca, encontrábanse los<br />
marítimos guaganche, jayao, jeníguana ó jeníguano,<br />
jiguagua, jocú, macabí y sabaco, y los fluviales biajaiba<br />
ó viajaiba, dajao, guabina, guaijacon, que llamaron<br />
también guajacon ó guayacon y manjúa. Poey<br />
nos cita igualmente el bajanao; en algunas décimas<br />
populares se recuerda el agují ó aguají y el bonasí;<br />
Arratc habla del manjuarí; Gundlach reconoce el<br />
tetí del Oriente, y Pichardo completa su nomenclatura<br />
con el caguana, el cají (no cajío), el catibo, el<br />
cojínua, el guiacan, el guaso, el patao, el sesí y el<br />
siguato ó siguate.<br />
Los reptiles eran abundantísimos en el número<br />
de sus ejemplares, aunque escaseaban en la variedad<br />
de sus familias. A la célebre jiguana (higuana)<br />
(12), pueden añadirse también como culebras el<br />
majá y el jubo, el primero grande y posado, el segundo<br />
pequeño y ligero, y los dos sin defensas;<br />
como lagartos, el bayoya (13), el menudo caguayo<br />
(lagartija) y el chipojo ó camaleón; y como tortugas,<br />
el carey, de concha hoy tan apreciada, y la jicotea<br />
[hicotea) ó el europeo galápago. Y esto sin<br />
contar al caimán ó cocodrilo del país.<br />
Pero lo sorprendente en <strong>Cuba</strong> eran las grandes<br />
miríadas de la orden de los invertebrados. Leguas<br />
de costa é inmensos depósitos de caguará [concha]<br />
y de sigua (caracol), que disputaban al mangley las<br />
formaciones neptónicas; bajo-fondos oscurecidos
CUBA INDÍGENA. 47<br />
por la jaiba (cangrejo) y el maco (testácco); bosques<br />
(manigua) que debían su nombre á sus pobladores<br />
insectos (nigua); hordas do hormigas, quo levantaban,<br />
como el bibijagua ó vivijagua, extensos corros<br />
de medio metro de altura, y otros que, como el<br />
comején, rojiza como la primera negruzca, construían<br />
para su defensa caminos recubiertos, de<br />
veinte y treinta metros do longitud, con barro ó de<br />
arcilla; centenares de cucuí (cocui, cucuyo, cocuyo),<br />
que esclarecían las noches con su radiante luz de<br />
esmeralda; moscas que, como la guasasa, atacaban<br />
á los animales, y pulgas que, como el conconí y el<br />
jején, se atrevían con los naturales, y mil otras especies<br />
de insectos, como el abuje y el macao (macao,<br />
poblador do la cotorra silvestre), merecían en<br />
verdad los estudios de los mejores entomológicos.<br />
VI.<br />
La botánica, sin embargo, predominaba entre<br />
todos los reinos de la Naturaleza, por la fertilidad<br />
del suelo cubano, por la virginidad de sus terrenos,<br />
por lo caudaloso, aunque corto, de sus ríos, y polla<br />
recta oblicuidad de los rayos solares. Prescindiendo<br />
de clasificaciones científicas, y como más<br />
fácil á nuestro estudio, vamos á dividir esta nomenclatura<br />
en tres solas partos: la primera ocupándonos<br />
de sus raíces alimenticias y aprovechables; la
48 CUBA INDÌGENA.<br />
segunda relacionando sus arbustos y plantas, y la<br />
tercera y última comprendiendo sus árboles frutales<br />
y silvestres.<br />
PRIMERA PARTE.—TUBÉRCULOS.<br />
Age, hoy ñame. Se ha despreciado el nombre<br />
indígena por el africano: según Pezuela y Latorre,<br />
se cultivaba en la Isla.<br />
Gaime. Citado por Pichardo en su Diccionario.<br />
Casabí, nombre indígena, según Pezuela: por<br />
los años de 1551 al 5G se llamaba casabe, según las<br />
actas de los cabildos de la Habana; hoy se denomina<br />
cazabe.<br />
Chorote.<br />
Guaquí, especie de malanga.<br />
Malanga. La construcción de este vocablo parece<br />
más africana que indígena.<br />
Muniato, moniato, buniato ó boniato. Véase el<br />
capítulo I.<br />
Papa. Hoy patata.<br />
Yautía. Otra especie de malanga. Oviedo dice<br />
yahutía y diahutía.<br />
Yucay. Según Arrate, es el nombre indígena de<br />
la yuca.<br />
SEGUNDA PARTE.—PLANTAS Y ARBUSTOS (14).<br />
1. Bejucos.—Baracoa, bejuco, ben (de Oviedo),<br />
calaguala, cucúa,cuje, curamaguey, curujey, chayóte
CUBA INDÍGENA. 49<br />
y cherigota (frutales), gia, guacalote (especie de<br />
frijol), guaco, guaniquí óguaniquique,guauro, jaibel,<br />
jiquima ó jicama, macusey, macuey ó maguey ó baguey<br />
(del Departamento Oriental), matusey, pitijaya<br />
(pitihaya), tibisi, uví ó ubi y yabixa.<br />
2. Plantas.—Ají-jijí (axí antiguo, hoy ají) (15),<br />
anana y ananardio (frutales), bajarí (baharí ó saorí),<br />
caguaso (hoy caguazo), caisimon, caramarana, casaicaco,<br />
cojiba (cohiba, hoy tabaco), cubainicú (tal<br />
vez coabainicú),chayo, guajaca, guamina, guarico (en<br />
el Oriente), jigera (cactus), maís [malviz en Oviedo,<br />
hoy maíz), masio (junco), maya, pepú (del Oriente),<br />
quibey, quimbo, sumacará ó comecará (también del<br />
Oriente), taracaco, tuatúa (yesca indígena), tuna<br />
(cactus), bija (bixa, azafrán), yamagua y yarey.<br />
3. Arbustos silvestres.—Aba (déla isla de Pinos),<br />
anamú, bagá, bayugan (de Trinidad), bayuyo (del<br />
Oriente), bijaura, cacao, camagua, carey, cayaya,<br />
cuaba, chichicate, guacamayon, guandú ó ouandú,<br />
guaoó guau (venenoso), guaracabuya, guaraná, jagua<br />
(ó xagua antigua), jaguay, jaragua ójuragua, jayabacaná<br />
(hayabacaná), jayajabico, jiba ó jibara (marítimo),<br />
mangle ó mangley (como el anterior), maragasímar<br />
(de la isla de Pinos), nabaco, pipistey, pitajoní,<br />
siguaraya y tararey (16).<br />
TERCERA<br />
PARTE.—ARBOLES.<br />
1. Frutales y palmeras.—Aguacate, anón (antiguamente<br />
Jianon), caimito, cana, coco, corojo (pal-<br />
4
50 CUBA INDÍGENA.<br />
meras los tres últimos), chirimoya, guanábana (según<br />
Oviedo, hoy guanábana ó guanábano), guayaba Ifynayabo),<br />
güira, icaco (que se escribió hicaco), mamey,<br />
mamón, maní (maní-a, dice Oviedo: es el cacahual<br />
mejicano), manga (ó mango), miraguano, papaya<br />
(papayo), sapote (hoy zapote, es el níspero europeo),<br />
tamarindo y yaguajusta (variedad de palma).<br />
2. Maderas preciosas ó durísimas.—Ácana, arabo,<br />
caguairan, caoba (caobo), cuajaní, cúrbana (corbana,<br />
dice Oviedo), dagame, guayacan, jeniquén [heniquen),<br />
jiquí (jequi, dicen algunos), jocuma, jácaro<br />
[hucaro, jucaro de Borinquen), maboa, macaguan<br />
ó macagua, yaimiquí ó jaimiquí (no almiqui),<br />
yaití, yamaguey, yaya y yúa.<br />
3. Arboles silvestres.—Abey, aité, ajicon, arará,<br />
ateje, ayúa ó auyúa (también, según Pichardo, bayúa<br />
ó bauyúa), bagá, barí (según Noda: Fernandez y<br />
Jiménez dice baria), bibona [cachimba, según el<br />
último), bijagua, bijaguara ó bijaragua, bomininí,<br />
bucabüey, bucagüe (búcare, según otros), cabima,<br />
caguato, camagüira, caujará, caumao, cayajabo, cojoba,<br />
cupey ó copey, cuya, jigüe ó gigue (Oviedo dico<br />
hihüero, gigüero), guabano, guabico, guacacoa, guacamarí,<br />
guagari ó guaguasi, guairaje ó guairage,<br />
guairajeje, guama ó guama, guamaca, guamao ó guamaro,<br />
guana, guanani, guara, guásima (acaso el guacuma<br />
de Oviedo), guatapaná, guatiní, jabí, jamaguey,<br />
janasí, jata, jatía, jía, jicare, jigua, jobabo,<br />
jobo (antiguamente liobo), juba, jurabaina, maco,<br />
maiapi, majagua, mambá, mamoa, manajú, mije, mo
CUBA INDÍGENA. 51<br />
Turo, muruchí, najesí, ocuje, pataban ó patabanan,<br />
pijojo, ponasí, sabicú, sabina, seiba [fieiba antiguo,<br />
hoy ceiba), seibey, tagua, tojosa, yaba, yabuna, yagruma<br />
ó yaruma, yagua, yaicuaje (yaicuage), yamao,<br />
yana, yaruga y yayama, pino, según Oviedo, que so<br />
divide on dos clases: boniama ó blanca y venenosa,<br />
y yayagua, delicada de suyo (17).<br />
VIL<br />
En cuanto á los minerales que enriquecen la<br />
isla de <strong>Cuba</strong>, existen tan pocos nombres indígenas,<br />
que puede aseverarse su escaso conocimiento por<br />
los naturales del país. Fuera de las diferentes interpretaciones<br />
que se ha dado á la palabra sigua<br />
(roca, piedra calcárea, caracol, etc.) y á la palabra<br />
coco (nansú, sulfato de sal, cachimba, etc.), no recuerdo<br />
más que en Pezuela y Pichardo el nombre<br />
de chapapote (asfalto), con tanta abundancia encontrado<br />
en la bahía de Carenas (Habana) por los primeros<br />
descubridores; el de tibe (piedra granítica) y<br />
el de cuabales (piedra quebradiza), y el de caoana ó<br />
guanin (oro de baja ley), que no precisan por cierto<br />
una marcada predilección á los estudios mineralógicos:<br />
y si de geología se tratara, hemos de remitirnos<br />
sencillamente al tercer párrafo de este yá<br />
c -usado capítulo.
52 CUBA INDÍGENA.<br />
VIII.<br />
Resumiendo, como tenemos por costumbre,<br />
podemos fijar, á nuestro juicio, las siguientes conclusiones:<br />
1 . a Los indígenas de <strong>Cuba</strong> tenían conceptos bastante<br />
precisos de la situación de la isla, pero más<br />
tradicionales que históricos.<br />
2." Su tecnicismo geográfico se ampliaba al litoral<br />
y al interior del país.<br />
3.* Los nombres indígenas de sus cabos, de su<br />
oreografía y de su hidrografía, manifiestan el conocimiento<br />
exacto del país en que vivían.<br />
Y esto en cuanto á su geografía física; en cuanto<br />
á su historia natural, puede sostenerse:<br />
1.° Una preferencia marcadísima hacia la clase<br />
de los Vertebrados, puesto que siendo más numerosos<br />
los Invertebrados, son los que menos se conocen.<br />
2.° Un estudio, más detenido que á los demás<br />
reinos, hacia la ciencia botánica; y<br />
3.° Una completa indiferencia hacia la mineralogía.<br />
Como consecuencia de todo, nos atrevemos á sustentar<br />
el siguiente principio: los indígenas cubanos<br />
sabían algo, muy poco, del exterior, poro proferían<br />
á su país ante todo; su predilección á la botánica, y
CUBA INDÍGENA. 53<br />
el que colocaran en segundo lugar á los Vertebrados,<br />
prueba una alimentación esencialmente frugívora,<br />
modificada algo más tarde por las inclinaciones<br />
carnívoras, bastante bien precisadas, como veremos<br />
en el siguiente capítulo (18).
CAPÍTULO III<br />
Etnología y geografía política.<br />
Caracteres fisiológicos.—Sociabilidad. Bases materiales: trajes<br />
ó atavíos, habitaciones, utensilios, alimentación, arte culinario,<br />
número de los habitantes.—Sociabilidad. Costumbres: la<br />
vida indígena, ocupación.'S, cultivo, distracciones, el baile, el<br />
.juego de pelota y el tabac—Sociabilidad. Bases morales: leyes,<br />
tradiciones, principios morales, religión, comercio y familia.—<br />
Historia y política indígenas: los cubanos no eran naturales<br />
de la Isla, de donde procedían; arqueología, principios políticos,<br />
sus tribus y clases sociales.—Resumen.<br />
I.<br />
Nada más fácil de precisar que los rasgos fisionómicos<br />
de los naturales de <strong>Cuba</strong>, porque han quedado<br />
fijados con tan indelebles caracteres por nuestros<br />
primeros historiadores, que pudieran reconocerse<br />
entre las demás razas humanas, si no hubiera<br />
desaparecido casi por completo aquella curiosa<br />
y primitiva tribu americana. Y adelantando un conocimiento<br />
que ha de darnos motivo para emborronar<br />
otro opúsculo, puede desde luego asegurarse<br />
la identidad reconocida de los indígenas que ocupaban<br />
todas las Lucayas, sin más que fijarse en las<br />
descripciones do los habitantes de Guanahaní ó Gua-
56 CUBA INDÍGENA.<br />
naharí, de Coabaí ó <strong>Cuba</strong>, de Haití ó Haytí y do Boríquen<br />
ó Borinquen (1).<br />
Eran, pues, los naturales de <strong>Cuba</strong> de ojos vivos,<br />
grandes, pero algo turbio lo blanco de sus ojos,<br />
como dice nuestro buen cronista Oviedo; de frente<br />
ancha y aplastada; de nariz gruesa y de ventanas<br />
muy abiertas; de pelo negro, cerdoso, largo y lacio,<br />
que nó rizado, y de mala y dañada dentadura; pero<br />
con todo esto no tenían muy desagradable fisonomía,<br />
debido acaso á la generalidad de su carencia<br />
de barba (2).<br />
Eran de regular estatura, no tanto como la de<br />
los españoles de aquellos tiempos, pero de proporcionada<br />
medida. Su color tiraba á cobrizo ó de lora,<br />
como escribía el historiador mencionado, sin tocar<br />
en guajamon (color aceitunado): es decir, que era<br />
más pálido y oscuro que el de sus hermanos de la<br />
Costa Firme. Y como so comprimían la frente y el<br />
occipital al nacer, señalábanse una cabeza más ó<br />
menos cónica, como de un ídolo egipcio (3).<br />
Ahora, si después de repetir lo que en otros<br />
autores se ha leido, podemos permitirnos una pequeña<br />
digresión sobre los naturales de <strong>Cuba</strong>, diremos<br />
lo que nuestros ojos han visto en el Departamento<br />
Oriental, único centro donde todavía nos<br />
quedan algunos de los indígenas cubanos; y porque<br />
nos secunden ó examinen los que critiquen la obra,<br />
deben citarse como poblaciones de aborígenes la<br />
pequeña aldea del Guamo, á diestra mano del Cauto:<br />
la del Caney, á una hora de Santiago de <strong>Cuba</strong>, y las
CUBA Ii\DÍGENA. 57<br />
lomas de Yateras, sobre todo, en la jurisdicción de<br />
Guantánamo.<br />
Consignamos, pues, que los tipos estudiados<br />
correspondían en muchos de sus caracteres con lo<br />
que llevábamos leido, pero con las modificaciones<br />
naturales que cuatro siglos producen. Son de estatura<br />
menguada, aunque de formas perfectas; más<br />
gruesos que flacos, sin señalárseles gordura, y<br />
libres los miembros, sin que á la agilidad nunca<br />
toquen; sus ojos son negros y expresivos; su nariz<br />
no muy chata, pero sin tendencia á la helénica; sus<br />
cabellos espesos, no en rizos tampoco, pero brillantes<br />
y oscuros; la frente espaciosa y atablada; la boca<br />
entreabierta por una incierta sonrisa, y el color<br />
como do cobre y de oro, cuando están aleados, pero<br />
de un mate tan blanco como el que produce una<br />
sombra. Y esta es nuestra descripción, por si pasa.<br />
II.<br />
Iban los tales desnudos, pero pintaban sus cuerpos<br />
de diferentes colores, que extraían de las raíces<br />
ó resinas ó aceites vegetales, ó bien de sus aguas<br />
minerales, que no escaseaban por cierto. Los hombres,<br />
sólo como tendencia de mando, adornaban<br />
sus frentes de diversas plumas de aves, ó colocaban<br />
en sus narices ú orejas ó labios piedras, conchas,<br />
caracoles, zarcillos, patenas y joyas de oro; las mujeres<br />
usaban camisetas y mantas do colores, de al-
58<br />
godon, para cubrir sus pechos y sus cabezas; y<br />
cuando eran casadas, llevaban las primitivas naguas<br />
(de donde vino el castellano enaguas), que eran<br />
unas hojas de plátano ó un tejido de la misma hebra,<br />
ceñido de por medio á la cintura; por cierto<br />
que de sus mayores ó menores dimensiones se diferenciaba<br />
la clase á que estas señoras pertenecian,<br />
porque si figuraban entro el vulgo, no les pasaba<br />
de la mitad de la pantorrilla, y si entre los casiques<br />
figuraban, iban á limitarse hasta el empeine, como<br />
nos dicen nuestros buenos cronistas españoles.<br />
Tenian por habitaciones unas chozas, que se<br />
clasificaban según la figura, las dimensiones y la<br />
importancia de los naturales que cobijaban; por su<br />
figura se distinguían en bujío (buhío, bojío, bohío),<br />
que eran de formas elípticas y cuadriláteras (en<br />
Haití se llamaban eracras), y en caney, que eran de<br />
forma de pabellón; por sus dimensiones se diferenciaban<br />
en baqueque, sinónimo, según Pezuela, de<br />
bujío ordinario, y en bajare ó bajarate, que era, según<br />
Pichardo, un bujío grande; y por la categoría<br />
de sus habitantes, señalábanse por jubo, la que indicaba<br />
una última pobreza, según algunas canciones<br />
guajiras: por conuco, la que implicaba una cabana<br />
agrícola, y por cansí (canci antiguo, hoy canci),<br />
el que figuraba como el palacio del casique.<br />
Todas, en cambio, se construían de yagua ó jagua,<br />
que entrelazaban por arique (la tira de una yagua),<br />
cabuya (cordel delgado) ó bayabe (cuerda fuerte de<br />
bejuco), y techadas exteriormente porelbijao (bihao)
CUBA INDÍGENA. 59<br />
ó por el guano, resto de hojas, corteza, etc., que se<br />
desprendían do las palmas (4); y sólo algunas, las<br />
principales, se destacaban por la barbacoa, especie<br />
de almacén elevado ó de corredor exterior.<br />
Los artículos de primera necesidad eran sus armas<br />
de guerra y do caza, sus utensilios domésticos y sus<br />
barcos de pesca. Como armas figuraba la macana,<br />
maza de madera dura y labrada, de la altura de un<br />
hombre y de dos ó tres dedos de anchura, con dos<br />
filos agudos y que concluía poruña manija; el dardo<br />
arrojadizo, que remataba por huesos aguzados, y el<br />
arco y las flechas, que terminaban en un arete de<br />
pescado, y eran de madera dura y fibrosa, como la<br />
palma, el jiquí y el jucaro, de modo que so enconaran<br />
y extrajeran en astillas, encerradas en su correspondiente<br />
carcaj. Como utensilios domésticos se<br />
contaba la jamaca (hamaca) ó lecho colgante, tejido<br />
do algodón en forma do red, de diez á doce palmos<br />
de largo y do mayor ó menor anchura, sostenida<br />
por jicos [hicos) ó jeniquén (heniquen), que así se<br />
llamaban sus ramales de cabuya; el búrerr, una como<br />
horquilla circular, donde so preparaba el casabí (casabe,<br />
cazabe); el duho ó duchí, asiento ó tronco labrado<br />
que representaba animales y objetos do bastante<br />
gusto y labor; varias clases de cestas para<br />
guardar los comestibles, como la jaba (hava, según<br />
los antiguos), larga y estrecha, trenzada de yagua ó<br />
de yarey (5); el jabuco, su diminutivo; el macuto, saco<br />
do algodón, y el sebucán, saquito de guano, según<br />
Pichardo; cantidad de piedras afiladas ó cortantes
60 CUBA INDÍGENA.<br />
para agujerear sus naves y labrar los semi y los<br />
duchí y las gigüeras (gihueras, hihueras), que servían<br />
de platos y de fuentes. Por último, como barcos<br />
que empleaban pueden distinguirse dos clases, para<br />
navegar por los rios y para garbear por los mares:<br />
eran de los primeros la puntiaguda canoa, que. llamaban<br />
los caribes piragua, y el pequeño cayuco;<br />
y eran de los segundos el que se nombra todavía<br />
guadaño ó la europea chalupa, y el que también conocemos<br />
con el nombre de guairo; pero todos se<br />
construían de una sola pieza, manejados casi todos<br />
por nahes (acaso najes) ó remos, y á veces, especialmente<br />
el último, de tan raras dimensiones, que embarcaban<br />
hasta ciento cincuenta hombres, como la<br />
que vieron los compañeros de Colon hacia la hoy<br />
Punta de Muías.<br />
Su alimentación era naturalmente herbívora,<br />
aunque no prescindian de la carne; no sólo los tubérculos<br />
y frutales que hemos citado, sino que también<br />
algunas médulas de arbustos y árboles, les<br />
servían de sosten ásu estómago: y no de otra manera<br />
podemos explicarnos las alimentaciones europeas<br />
que hemos todos presenciado en la campaña de<br />
<strong>Cuba</strong>. Rocogian la güín (varilla) del maís (maíz) (6)<br />
y desprendían su cosuba (cozuba, película) para<br />
preparar las tortas de peopao (7); con el guayo (rayador)<br />
trituraban el yucay (yuca), le prensaban, esprimiéndole<br />
por el jibe (tamiz) hasta soltar el jugo,<br />
y cocian el bagaso (bagazo, parte filamentosa) sobre<br />
el burén circular, para obtener el casabí (Urrutia)
CUBA INDÍGENA. 61<br />
en tortas de catibía (Latorre); y del naiboa (guarapo<br />
ó jugo) sobrante, de que hoy se hace almidón, destilaban<br />
la bebida alcohólica del cusubí ó veycosí<br />
(Oviedo). Por lo que se refiere á su alimentación<br />
carnívora, basta referirnos á algunos de sus mamíferos,<br />
como el guaniquinaje, que en otro capítulo<br />
hemos citado, y á la jutía; á la mayor parte de sus<br />
aves, y naturalmente á las que figuraban entre los<br />
grupos de gallináceas, palmadas y zancudas, si no<br />
se comían sus loros domésticos; á las numerosas<br />
familias de sus peces, y á ciertos reptiles, como el<br />
jiguana, que era, por lo que dice Pczuela, su manjar<br />
predilecto. Además, según Arrate, comían también<br />
las tortugas y las grandes arañas; según Urrutia, las<br />
culebras (8) y gusanos que se producían en las maderas<br />
putrefactas, y según Valdés, las raíces y los<br />
granos que encontraban á su paso (9).<br />
En cuanto á sus preparaciones culinarias, no les<br />
faltaba por cierto una cocina semi-salvaje. Encendían<br />
el fuego con tres palos más ó menos largos,<br />
dos ligeros y unidos horizontalmente por las extremidades,<br />
y frotado el tercero muy recio sobre la<br />
unión de los otros dos, acaso sobre la planta del<br />
tuatúa (yesca), hasta levantar caguanetaso ó caguanete<br />
(pavosas).<br />
Preparaban el maís machacándole con una piedra<br />
cóncava, de dos á tres palmos de longitud y de<br />
uno y medio á dos de latitud, sobro otra piedra redonda,<br />
humedecida en ciertos y determinados intervalos:<br />
obtenida la pasta, ciábanle la figura de un
62 CUBA INDÍGENA.<br />
bollo, de dos ó tros dedos do anchura, que recubrían<br />
con hojas y lo cocían herméticamente encerrado,<br />
para dejarlo enfriar un momento y comerle<br />
caliente, colocándole de nuevo al rescoldo; preparaban<br />
la yuca, una vez bien raspada, con unas conchas<br />
de almejas, rayándola perfectamente con piedras<br />
y arrojándola en un lagar preparado: y metiéndola<br />
luego en un sebucán de diez á doce palmos<br />
de altura, que suspendían de unas piedras para que<br />
soltase todo el jugo y quedase únicamente la pasta:<br />
y la pasta la llevaban al burén de barro, que recubrían<br />
herméticamente de la misma sustancia, removiéndola<br />
con unas tablillas á propósito hasta que,<br />
bien asada y puesta al sol, se dejaba como decantar<br />
uno ó dos dias: y al zumo extraído se le daban algunos<br />
hervores hasta reducirlo como á la tercera<br />
parte, y después de dejarlo dos ó tros dias al sereno,<br />
tornábase en dulce: y aun cocido de nuevo y<br />
puesto do nuevo al sereno, cambiábase en agrio y<br />
servia como de vinagre; y en cuanto al aje, los cocían<br />
y asaban, que era como estaban mejor. Por lo<br />
que á las carnes so refiere, las secaban á los rayos<br />
del sol, cuya operación denominaban boocan, de<br />
donde procedió la palabra boocaneros, sinónimo en<br />
la lengua francesa de la sajona ¡ilibusteros, y guardaban<br />
de esto modo la cobija (cobiha), que conocemos<br />
en el dia con el nombre de tasajo. Y por lo que<br />
toca á los pescados, nos dicen los primeros viajeros<br />
de Cuija, Sebastian Ovando y Alonso de Ojeda, que<br />
los encontraban en depósitos preparados con cieno
CUBA INDÍGENA. 63<br />
y yagua, cieno que juzgamos fuera la ceniza del<br />
mismo arbusto, que sirve efectivamente para conservar<br />
los comestibles por sus buenas cantidades de<br />
salitre. Por último, tenían depósitos naturales de<br />
sal común, ó la destilaban cociendo el agua del<br />
mar; la bija les servia de azafrán, y de excitante<br />
el ají-jiji.<br />
Conocidos los atavíos, habitaciones, utensilio,<br />
alimentación y arte culinario de los primitivos cubanos,<br />
fácil es tener una idea bastante aproximada<br />
de su hogar domestico: de modo que, agregando á<br />
lo dicho que sus cabanas contenían de dos á 200<br />
vecinos, y que los pueblos se componían de cinco<br />
á 50 cabanas (como se consigna en la correría de<br />
Torres y Jerez, los compañeros de Colon que primero<br />
viajaron por <strong>Cuba</strong>), se puede desde luego proceder<br />
al estudio de la población aborigen. Bartolomé<br />
do las Casas fué el más antiguo de los escritores<br />
peninsulares, que fijó en 200.000 el número<br />
de los habitantes, y Arrate, el primero también de<br />
los escritores isleños, supuso que no excedían de<br />
300.000. Cristóbal Colon,.sin que precisara número,<br />
se limitó á trascribir que el mayor villorrio no subia<br />
de 50 casas, si bien creia que en cada una de ellas<br />
se juntaban muchas personas (10); y sus mencionados<br />
compañeros corroboraron que en muchas<br />
chozas vivía un linaje, informando que en una aldea,<br />
á 22 leguas de Baracoa, hallaron hasta 1.000 individuos<br />
distribuidos en 50 viviendas, así como más<br />
tarde Ovando y Ojeda tropezaron en Gaonao (hev
64 CUBA INDÍGENA.<br />
Sancti-Spíritus) con 1.000 personas sentadas enla<br />
plaza pública y 500 en un solo tugurio, lo que hace<br />
suponer un vecindario un tanto excesivo; pero como<br />
estos caseríos distaban de 20 á 40 leguas del punto<br />
de su partida y de unos á otros lugares, si dividimos<br />
la superficie total de la Isla, ó séanse 3.900<br />
leguas cuadradas, por la distancia intermedia, ó<br />
séanse 30, y multiplicamos el resultado por el término<br />
medio del censo municipal, ó séanse 1.500 vecinos,<br />
se encontraría el solo total de 195.000; y<br />
aunque Urrutia nos dice que la provincia do Bayamo<br />
encerraba 7.000 habitantes, y si ha de seguirse<br />
á Latorre habia 31 provincias, y por tanto 217.000<br />
naturales, debe descontarse de esta cantidad: 1.°, la<br />
indecisión del autor, que se apoya en un se dice;<br />
2.°, el que la figura como la más poblada, y 3.°, el<br />
que, según todos los autores contemporáneos, el<br />
mejor cultivado y el más numeroso en caseríos era<br />
el Departamento Oriental. Oreemos por todo esto<br />
que la población de la Isla no llegaba ni con mucho<br />
á 200.000 almas (11).<br />
III.<br />
Como principio del estudio que sobre la sociedad<br />
indígena nos proponemos realizar, vamos á<br />
compendiar todo lo que ha llegado á reconocerse<br />
sobre la vida particular de este pueblo en las tres<br />
fases naturales de nacimiento, casamiento y muerte
CUBA INDÍGENA. 65<br />
individual. Del nacimiento no se tiene otra noticia<br />
que esa depresión particular de la frente del recien<br />
nacido, é ignóranse por completo los móviles de semejante<br />
conducta. Sobre el matrimonio conócese<br />
desde luego que imperaba la poligamia, tanto mejor<br />
admitida, cuanto que no se concibe de otra manera<br />
la aglomeración de aborígenes en una sola casa:<br />
por cierto que en la celebración de esta ceremonia<br />
ocurría, á decir de nuestros buenos cronistas, el que<br />
antes de que tomara posesión el verdadero marido,<br />
yacieran con la mujer todos los que pertenecían á<br />
su respectiva clase; es decir, que si era de los plebeyos,<br />
los plebeyos la forzaban antes, y si entre los<br />
casiques distinguíase, primero la gozaban los agenos<br />
casiques; y luego, dice Oviedo, salía ella, sacudiendo<br />
el brazo, el puño cerrado y alto, y diciendo<br />
en alta voz: manicato, manicato, que quiere decir<br />
esforzada y fuerte y de grande ánimo, cuasi loándose<br />
que era valerosa y ¡jara mucho (12). Esta circunstancia<br />
tenemos para nosotros que no ha sido<br />
bien interpretada, y que en vez de una franquía de<br />
la mujer, sería acaso como una prueba de fuerzas,<br />
los unos pretendiendo disfrutarla y ella resistiéndoles;<br />
pero cualquiera que sea el verdadero valor<br />
de este pasaje, es lo cierto que cada indígena poseía<br />
todas las mujeres que podia mantener, una favorita<br />
entre todas, pero ninguna compañera del hombre;<br />
y que las tomaban ó dejaban según buenamente<br />
querían, prueba de una unión natural sin intervenciones<br />
sociales. Y en cuanto á la muerte, no cono-<br />
5
CUBA<br />
INDÍGENA.<br />
cian otra cosa que la sepultura ordinaria: al morir<br />
un casique, le acompañaban de grado ó por fuerza<br />
algunas de sus mujeres, y envolvían herméticamente<br />
el cadáver en bandas de algodón ó de yagua;<br />
sentado en su duchí, y rodeado de alhajas y tortas<br />
de casabí y de frutas y conservas, encerraban al<br />
muerto y á las vivas en una casamate de madera y<br />
retama; y sobre la fosa se cantaba y bailaba por<br />
quince dias ó veinte, y honrábanlo los vecinos casiques<br />
y repartíanse después sus riquezas.<br />
Aunque los indígenas cubanos eran de una indolencia<br />
extremada, porque consideraban el trabajo<br />
como un sacrificio y no más, no dejaban de tener<br />
sus ocupaciones precisas, si bien las más graves y<br />
penosas eran desempeñadas casi siempre por las<br />
pobres mujeres. Ellos iban á la caza y á la pesca y<br />
en busca del guanin ó caoana (oro de baja ley), que<br />
recogían en sabana (savana) ó arcabuco (boscaje de<br />
árboles); la caza la verificarian con la macana y el<br />
arco y las flechas, y debia ser muy reducida por la<br />
escasez de mamíferos; la pesca, más importante de<br />
suyo, se realizaba unas veces á solas y otras acompañados<br />
ó en conjunto, ora por medio de redes<br />
(Colon, Segundo viaje), y ora por medio de caña, y<br />
ora por medio de corales y do una especie do bejuco,<br />
queso decia baigua ó baygua (Oviedo, Historia),<br />
cuando no envenenaban el pescado con ciertas<br />
plantas ó filtros: para el manatí empleaban el guaicán<br />
ó sucet, que llamaban los españoles el reverso,<br />
y ahora se dice la remora (Humboldt, Ensayo ci-
CUBA INDÍGENA. 67<br />
tado), y para la jicotea las viraban y dejaban patalear<br />
á su antojo. Ellas, en cambio, cultivaban los<br />
campos (.Vbbad) en la forma y manera que luego<br />
diremos, sobre todo por la parte do Santiago de<br />
<strong>Cuba</strong> (Pozucla); tejian el algodón para las jamacas,<br />
las naguas y las bandas y las redes; trenzaban la<br />
jaba, el jabuco, el macuto y el sebucán, y encendían<br />
al fuego y realizaban sus operaciones culinarias en<br />
la forma y manera que hemos circunstanciado. Lo<br />
que se ignora todavía es si por la mujer ó el hombre,<br />
ó ambos unidos, se trabajaba en sus construcciones<br />
y utensilios todos, algunos, como el duchí y<br />
el semí, de que luego hablaremos, perfectamente<br />
labrados, y los demás en el primitivo período del<br />
arte.<br />
Hemos prometido hablar como de paso sobre el<br />
cultivo de los indígenas cubanos, y expondremos<br />
sencillamente la descripción de Oviedo. Los naturales<br />
conocían dos géneros de plantaciones: la de<br />
estaca y la de semilla, destinando la primera para<br />
la yuca, el aje y la yahutía, y dedicando la segunda<br />
para el maís, pero preparando de todas maneras la<br />
sementera con la quema de los tallos de la planta<br />
que iba á reproducirse. Plantábase la yuca con la<br />
luna nuewi, y en seis, ocho ó diez trozos medio descubiertos,<br />
sobre la superficie aplanada de unos montecillos<br />
de tierra á la altura de la rodilla y de ocho<br />
á diez pies en redondo; y lo mismo sucedía con el<br />
aje, sólo que los trozos no pasaban de cinco á seis<br />
y lo mismo con la yahutía: y eran recogidos todos
68 CUBA INDÍGENA.<br />
por medio de la coa ó de la azada indígena. Sembrábase<br />
el maís en tierra previamente humedecida<br />
y al principio de la luna, y por hileras de cinco á<br />
seis aborígenes, que á distancia de un paso removían<br />
la tierra con sus enormes macana-s y arrojaban<br />
en agujeros de tres á cuatro dedos do profundidad<br />
de cinco á seis granos de la gramínea, extraídos<br />
de un sebucán que les colgaba de la garganta,<br />
recubriendo inmediatamente con las plantas de<br />
sus pies los protectores agujeros, y caminando siempre<br />
en fila; luego, una vez bien crecido, colocaban<br />
una guardia de muchachos, levantados sobre unas<br />
barbacoa-s de madera ó de caña. Y á esto limitaban<br />
su cultivo, y á esto sus más que indolentes ocupaciones.<br />
Estas ocupaciones estaban do sobra compensadas<br />
con las distracciones que se permitían, que<br />
eran una á una su predilección por el bailo, por<br />
el juego de la pelota y por el que llamamos tabaco.<br />
Era el primero el más generalizado placer do los<br />
indígenas cubanos, porque lo definían y diferenciaban:<br />
y le llamaban cariaco como sinónimo de despreciativo,<br />
y areito cuando estaba ordenado, como<br />
luego veremos, y guateque cuando era bullicioso y<br />
atronador; porque procediendo de guata ó *lo oreja,<br />
á ella ha de referirse por desordenado y discordante;<br />
y acaso el canto do la guaracha y el rayado güiro,<br />
que en el ahora se emplean, provengan de admitirse<br />
por ellos en cierta clase de bailes. Era el juego<br />
de la pelota de tanta importancia como el baile,
CUBA INDÍGENA. 69<br />
porque lo llevaban á la plaza y le llamaban bato, y<br />
dieron su nombre á los primeros vecinos diciéndoles<br />
pobladores del juego ó batey, que aun se dice;<br />
y de bato proviene batea, que es una tina de madera,<br />
de modo que se prueba lo circular de aquel<br />
juego. Y era el fumar, más que gusto, una especie<br />
de vicio, como luego veremos. En cuanto á otras<br />
distracciones, sí tenían: y era el viajar una de ellas,<br />
como se acentúa en la palabra guacabina ó provisión<br />
do viajo; varios juegos de manos, porque existia<br />
un tablero ó caja de yagua, que se dijo cataure, el<br />
nombre de guanajay, un juego para nosotros desconocido,<br />
y la palabra guabino, término de otro<br />
juego, al parecer de Pichardo; y algún que otro escándalo<br />
(prueba por otra parte de sus principios<br />
morales), cuando so conocía la palabra bayrú, que<br />
sintetizaba una casa ó un centro de prostitución.<br />
Los historiadores españoles nos permiten circunstanciar<br />
cada una de estas distraecciones, y empezamos<br />
con este objeto por el areito ó areyto, que<br />
asumía el doble carácter de sor una leyenda bailable<br />
ó un bailo histórico (13). Oviedo nos describe<br />
minuciosamente el tambor con que se acompañaban,<br />
que era un tronco de un árbol cerrado por<br />
todos lados y con dos pequeñas extrías paralelas,<br />
unidas por una perpendicular intermedia en una de<br />
las caras circulares del tronco, y ala parte inversa<br />
una abertura cuadrilátera, por donde iba extrayéndose<br />
la médula y la albura; y aun llega á decirnos<br />
que se tocaba directamente sobre estas extrías, apo-
70 CUBA INDÍGENA.<br />
yándolo sobro el agujero de referencia: de modo,<br />
que se diferenciaba esencialmente do todos los<br />
tambores conocidos, porque éstos resuenan sobre<br />
la parte rectangular, y por.la circularlos indígenas.<br />
El areito se cantaba y bailaba por hombres solos, 6<br />
por mujeres solas, ó por vírgenes únicamente, ó por<br />
ambos sexos, ó por una clase ó estado, ó por todo<br />
un pueblo; pero siempre interpretaban un hecho<br />
memorable, general ó particular, ya fuese batalla 6<br />
vencimiento de enemigos, ó ya fuese casamiento ó<br />
muerte de un casique. La persona que guiaba la<br />
danza entonaba la novela relatora, llevando el compás<br />
con contorsiones y gestos y movimientos de<br />
pies, que repetían detalladamente en voz y en acciones<br />
los aborígenes todos, agarrados do la mano 6<br />
enlazados del brazo; y cuando alguno se cansaba 6<br />
terminaba la historia, lo sucedía otro guía y un<br />
nuevo recuerdo; y así pasaban las horas y á veces<br />
los días, y bebían en tanto, y apartaban sin interrumpirse<br />
á los ebrios, hasta que cansados do beber<br />
y de bailar se concluía la broma y los cantares<br />
aquellos.<br />
El juego de pelota ó el batey, se verificaba igualmente<br />
por las mismas personas que el areito, salvo<br />
que las mujeres casadas, por principales que fuesen,<br />
llevaban para solo este acto la nagua corta de<br />
las mujeres del vulgo; y no únicamente se celebraba<br />
en el bato ó plaza pública, sino que también en las<br />
salidas de los caminos, limitados de todas maneras<br />
por los jueces del campo, que tomaban asiento en
CUBA INDÌGENA. 71<br />
los duchí ó en el duho, como se lo quiera llamar.<br />
Era la pelota maciza, pesada aunque esponjosa, fabricada<br />
de sustancias vegetales, que le daban un<br />
color oscuro después de cocida y perfectamente redondeada;<br />
y á pesar de su composición, ni se pegaba<br />
á las manos, ni dejaba de saltar tan bien ó<br />
mejor que las de viento: de modo que creemos, sin<br />
la más levo duda, que de estas preparaciones hayan<br />
provenido nuestras actuales pelotas macizas, que se<br />
desconocían, á nuestro juicio, con anterioridad al<br />
descubrimiento de América. Dividido el campo en<br />
dos bandos contrarios, toda la gracia consistía en<br />
arrojar la pelota fuera de una línea marcada, corriéndola<br />
do uno en otro jugador sin intervención de<br />
la mano y dándola sólo con la cabeza ó el hombro,<br />
ó el codo ó la rodilla, pero más generalmente con la<br />
cadera, hasta que dejaban de tocarla y paraba; y<br />
entonces señalábase la victoria con una raya, y<br />
volvían á empezar nuevamente, hasta que completaban<br />
la apuesta.<br />
Por último, encuéntrense del mismo modo detalles<br />
sobre su manera de fumar, que no era por<br />
cierto la europea. Dice Oviedo, á quien seguimos<br />
en todas estas descripciones (14), que la pipa de<br />
que se servían, llamada por ellos tabac ó tabaco (y<br />
no la planta, como ya entonces equivocadamente<br />
se decia), era de dos clases diferentes: una, la más<br />
vulgar, que parecía un simplo canutillo, y la otra,<br />
de un tercio de pulgar de anchura, que consistía en<br />
una caña hueca ramificada en dos partes ó caño-
72 CURA INDIGENA.<br />
nes, pero de una sola pieza. Antes de fumar se solia<br />
beber, y aspiraban después el humo del eojiba ó cohiba,<br />
bien por la boca, como en el primer caso sucedía,<br />
ó bien por las narices, sirviéndose al efecto<br />
de los dos cañones del segundo tabaco ó pipa, hasta<br />
quedar aletargados ó dormidos con las consecuencias<br />
singularísimas, por lo parecido, del opio chinesco.<br />
Y esta semejanza se comprueba con mayores<br />
datos cuando, al decir del mismo historiador,<br />
se tomaba generalmente para olvidar los dolores<br />
materiales y evitar las vascas de la borrachera.<br />
IV.<br />
r<br />
Estudiadas en esta forma sus costumbres, podemos<br />
pasar desde luego al examen de los demás<br />
caracteres etnológicos, ocupándonos' de sus leyes,<br />
de sus tradiciones, de sus principios morales, de su<br />
religión, de su comercio y de su familia. En cuanto<br />
á sus leyes, conocemos tres únicamente: una relativa<br />
á la sucesión, otra al matrimonio y la tercera<br />
esencialmente penal. Heredábase, dice Oviedo, el<br />
señorío (que no los bienes y alhajas, como tenemos<br />
manifestado) por el hijo mayor de cualquiera de<br />
las mujeres que poseía el casique, y á falta de éste,<br />
por el hijo ó hija mayor de su hermana, temiendo<br />
acaso, como satíricamente escribe nuestro buen<br />
cronista, una inseguridad en la herencia si se concedía<br />
el cacicado al hijo ó hija mayor de su her-
CUBA INDÌGENA. 73<br />
mano; pero este poder colectivo no llegaba á manos<br />
del sobrino ó sobrina directos si existía un hermano<br />
del casique muerto que fuera por parto del padre,<br />
si del padre procedía la herencia ó si existiese pariente<br />
más inmediato de la madre, si la herencia<br />
viniese do la mujer. Por lo que al matrimonio se<br />
refiere, según el mismo historiador, tcnian por costumbre<br />
no casarse con su madre, ni hija, ni hermana,<br />
ley profundamente moral en un pueblo esencialmente<br />
primitivo. Y el delito que castigaban con<br />
la muerte por el hambre y el empalamiento era el<br />
del robo más insignificante. De suerte, que no dedicados<br />
al canibalismo, ni al envenenamiento de<br />
sus armas, ni á los azares de la guerra, ni á las pasiones<br />
incestuosas, tenían por únicos defectos la<br />
indolencia y la lujuria, naturales por otra parte<br />
bajo el ardiente sol de los Trópicos.<br />
Y entramos de lleno en la parte más importante<br />
de nuestro estudio; en sus tradiciones. Tenían, dice<br />
Pezuela, indicios del dogma cristiano, de su primitivo<br />
estado de inocencia, de una inundación de<br />
la que pudo salvarse una sola familia y de una construcción<br />
elevada por el orgullo del hombre y anonadada<br />
por los dioses. Urrutia añade que la tradición<br />
del diluvio habia sido llevada por tres únicas<br />
personas venidas de diferentes partes, y que la detallaban<br />
en el viejo constructor do la nave, con la<br />
reunión de los animales de toda especie, con el<br />
cuervo y la paloma mensajeras, con el vino destilado<br />
por Noé y con la burla y la sentencia de sus
74 CUBA INDÍGENA.<br />
dos hijos; añadiendo por marcada intención provincial<br />
que, según los indígenas, procedían del hijo<br />
bueno que se desprendiera de la capa y el sayo, y<br />
que eran los españoles sucesores de aquel hijo maldecido<br />
que se quedara vestido y á caballo; rara<br />
afirmación en un aborígene, cuando estos animales<br />
llegaron con los conquistadores. Todo esto, que<br />
descansa en las suposiciones de Herrera, las Casas<br />
y Oviedo, y no en el relato de los que descubrieron<br />
el litoral, que es la única manera de que no se confundieran<br />
los hechos, probaria á lo sumo una predicación<br />
anterior por esos tres personajes misteriosos:<br />
lo único que puede admitirse en buena crítica<br />
es que desde la isla Guanahaní se conocía á la Reina<br />
de las Antillas; que colocaban los cubanos hacia el<br />
Norte las fantásticas islas de Binimí, y miraban el<br />
mismo Septentrión como la residencia de su Dios;<br />
que desde el puerto de Baracoa llegaba á circunstanciarse<br />
la provincia de Coabai-nacan; que en algunos<br />
cacicados del Centro se reconocía que era<br />
una isla, pero de tales dimensiones, que nadie viera<br />
su término, y que en otros más occidentales se desconocía<br />
hasta la primera condición; y que, por último,<br />
no sólo era saludado Haití con el nombre de<br />
Bohío, que no precisaba por cierto su habitalidad,<br />
sino la configuración cuadrilátera que tiene la segunda<br />
de las Antillas, sino que también se precisaban<br />
sus gobiernos interiores, cuando señalaban<br />
desde el Oriente de <strong>Cuba</strong> la provincia ó el reino de<br />
Sibao (fíbao luego, modernamente Cibao): y de
CUBA<br />
INDÍGENA.<br />
estas solas tradiciones geográficas pueden lógicamente<br />
deducirse verdaderas consecuencias históricas.<br />
Pero vamos á estudiar, antes de su historia, los<br />
conceptos morales y la religión que manifestaban.<br />
Es indudable que creían cr. un solo Dios, Baganiona,<br />
á decir de algunos cantos populares (15), y en<br />
un espíritu maligno que, según Pichardo, se denominaba<br />
Mabuya (16); y por consecuencia, creían en<br />
la inmortalidad del alma y en los premios y castigos<br />
de la otra vida. Urrutia, Valdés y Pezuela patentizan<br />
estas primitivas nociones morales; pero<br />
primero que todos Cristóbal Colon, que fué saludado<br />
por un casique cubano en su segundo viaje,<br />
comprueba estos hermosos principios con un pretendido<br />
discurso. Esto no les privaba que la idea<br />
de Dios fuese conocida en una estrella ó en un fenómeno<br />
natural y favorable, mientras que la idea<br />
diabólica se considerase en un juracan (huracán) ó<br />
en un fenómeno natural y contrario.<br />
La religión, por este hecho, estaba materializada,<br />
y como en su representación conocíase sólo á su<br />
behique ó buhití (bejíque ó bujití á nuestro entender),<br />
que según Urrutia era un hechicero, según<br />
Valdés el simple corresponsal de los espíritus malignos,<br />
según Pezuela un médico ó charlatán, y según<br />
Pichardo un sacerdote, aparecía indudablemente<br />
revestido con el doble carácter de la interpretación<br />
moral y de la curación de los dolores materiales;<br />
flacos y angulosos por sus largos ayunos<br />
de tres ó cuatro meses, ellos consultaban al espíritu
7G CUBA INDÍGENA.<br />
del semí y lo traducían á su modo, colocándose en<br />
el fondo del altar. El semí, que algunos dijeron cemi<br />
ó cemi, y que según Pichardo y otros autores populares<br />
era la divinidad ó pénate aborigen, y según<br />
Oviedo el ídolo ó la imagen del diablo, creemos que<br />
se limitaba á representar á su Dios, porque era igual<br />
en todos lados, como en otro lugar probaremos. Y<br />
falta para completar su religión la circunstancia de<br />
que los indígenas no gozaban de sus mujeres cuando<br />
iban á extraer el oro, ayuno que no se explica de<br />
otro modo que bajo un criterio espiritualista; el que<br />
hacían sus oraciones en los lugares oscuros y retirados<br />
donde guardaban sus imágenes (17), y el que<br />
tenían, según nos cuenta Gundlach de Bayamo, á<br />
una especie de brujo ó de fantasma que llamaban<br />
badujal (18).<br />
Los últimos párrafos nos predisponen á ocuparnos<br />
del comercio y de la familia indígena, de quo<br />
se había prescindido en el plan general do esta obra.<br />
Sabido os que los pueblos de la costa cambiaban lo<br />
mejor que tenían por cascabeles, agujas, dijes, abalorios<br />
y vidrios; trocaban, dice Oviedo, un sayo de<br />
seda ó de grana por un simple alfiler; daban por un<br />
gato, para distraerse en la caza de ratones, valor<br />
de 1.000 pesos oro, y por un gavilán amaestrado<br />
hasta 2.000 pesos de la misma moneda. La abundancia<br />
de este metal y su trabajo por los indígenas<br />
se patentiza por el labrado de algunos semí, que<br />
aun vacíos tenían el peso de 20 onzas: la abstención<br />
mujeril que precedía á su busca, prueba acaso un
CUBA<br />
INDÌGENA.<br />
valor mercantil; pero esta necesidad del canjeo no<br />
era, sin embargo, otra cosa que una manifestación<br />
de su curiosidad.<br />
En cuanto á su familia, hay datos más positivos.<br />
La mujer no aparece socialmente entro los indígenas<br />
cubanos hasta el momento de casarse; ante<br />
todo, diferenciábanse las doncellas y las casadas<br />
en las naguas que vestían y en el areito y juego del<br />
batey, y únicamente en el matrimonio es donde<br />
pueden señalarse sus deberes rigurosos y sus marcadísimos<br />
derechos. Como sometida á la poligamia:<br />
como forzada ó combatida por todos los iguales á<br />
su marido: como trabajando en el cultivo y acaso<br />
en las obras de construcción: como demostrando su<br />
castidad y su cariño enterrándose viva en la sepultura<br />
de su dueño y señor, la mujer aparece una esclava<br />
y no más; pero en los quehaceres domésticos,<br />
prueba de un gobierno interior, y en las leyes sobre<br />
el matrimonio y de la sucesión sobre todo, la mujer<br />
aborigen representa una figura social. Tal vez en la<br />
organización de aquel pueblo, tan distante de los<br />
europeos principios, no se diferenciaban esencialmente<br />
sus obligaciones mancomunadas con su libertad<br />
individual.<br />
V.<br />
Hora es ya de que entremos en el estudio de la<br />
historia y de la política cubana, es decir, que termine<br />
de una vez esta ya cansada parte do nuestra
78 CUBA INDÍGENA.<br />
analítica tarea. Y empezamos por una cuestión dificilísima<br />
de resolver: estos indígenas, ¿eran naturales<br />
de <strong>Cuba</strong>?—-A nuestro entender, nó: aparte de<br />
la unidad de la especie humana, principio admitido<br />
por todos los filósofos y hombres científicos, y hasta<br />
por los teólogos antiguos y modernos, sólo por<br />
medio de la estadística puede comprobarse nuestra<br />
aseveración. Aun admitiendo que su aumento de<br />
población, ó la diferencia entre los nacimientos y<br />
defunciones, fuera el de uno solo diario, lo que produce<br />
una simple proporción de cinco millonésimas<br />
por ciento en cada veinticuatro horas, ó diez y ocho<br />
milésimas y un cuarto por cada trescientos sesenta<br />
y cinco días, no podían contar arriba de trescientos<br />
cuarenta y ocho años de existencia reconocida; y<br />
esta fecha corresponde únicamente al año i) i-i de<br />
nuestra Era vulgar, aun después do Jesucristo.<br />
Pero ¿de dónele procedían? Con los datos estadísticos<br />
anteriores, no és posible que se admita la<br />
procedencia de esa famosa Atlántida, que, si ha<br />
existido algún dia, fué destruida indudablemente<br />
en época muy anterior: y asi procedían directamente<br />
de la Costa Firme. En cuanto á su viaje, recuérdense<br />
sus tradiciones geográficas, y se averiguará<br />
sin duda alguna: ellos tenían ideas exactísimas<br />
de la configuración y división política del país<br />
montuoso (Haití), pero más sucintos detallos había<br />
en las Lucayas del hermoso país de ¡os muertos<br />
(<strong>Cuba</strong>); ellos ignoraban ó dudaban do la extensión<br />
de su tierra al Occidente, y precisaban en cambio
CUBA<br />
INDÍGENA.<br />
la parte del Oriente y el centro mismo de la Isla, y<br />
ellos colocaban á Baganiona, su Dios, y á Binimí,<br />
las islas milagrosas, hacia el Septentrión de <strong>Cuba</strong>.<br />
Pues bien: ¿cómo se concibe que viniesen del Yucatan,<br />
según algunos autores, si no precisaban el Occidente<br />
de su país? ¿Oómo poetizaban al Norte y no<br />
al Mediodía, cuando del primero llegaban los juracan-es,<br />
y el sol, eso Dios natural de los pueblos incultos,<br />
se levantaba hacia el Oriente olvidado? ¿Y<br />
cómo era el Norte fantástico, si tenían la vecindad<br />
de los lucayos, y éstos conocían circunstanciadamente<br />
la posición que ocupaban?... Nosotros creemos<br />
que amaban el Septentrión, porque de allá procedían,<br />
que no hay cariño, ni anhelo, ni ilusiones<br />
más grandes que los que la patria alejada produce;<br />
y que acaso desembarcaran en Haití y la dejaran<br />
más luego, hacia el décimo siglo cristiano, evitando<br />
tal vez el aumento excesivo de población aborígen<br />
(19).<br />
Ahora, permítasenos, como comprobación de lo<br />
dicho, algunos diseños arqueológicos. El señor don<br />
Fernando V. y Aguirre, en un artículo fechado el<br />
27 de Abril de 1843 y publicado en la Revista de la<br />
Habana, de la que dimos cuenta en el primer capítulo<br />
(20), presentó el dibujo de un diente de tiburón<br />
antidiluviano, el squalus cardiarias de Linneo,<br />
que se encontró en 1837, á doce varas de profundidad,<br />
por la hacienda Soledad do Bemba (distrito<br />
de Cárdenas) (21); citándose al propio tiempo por<br />
este mismo articulista el hallazgo en el ingenio
80 CUBA INDÍGENA.<br />
Merced (Camarioca) de otros dos dientes fósiles, de<br />
seis pulgadas de largo, pertenecientes á la familia<br />
de los paquidermos, género mastodon primitivo de<br />
Ouvier; y estos solos ejemplares prueban la antigüedad<br />
prehistórica de <strong>Cuba</strong>.<br />
Hemos hablado en el primer capítulo de una<br />
opinión de Poey sobre la arqueología cubana, y<br />
vamos á ocuparnos de las cuatro figuras que presenta<br />
y describe con el acierto que distingue siempre<br />
al más sabio naturalista de las Antillas españolas.<br />
Es la primera, dice, un ídolo en la posición de<br />
un perro sentado, pero con cierta lubricidad en las<br />
patas delanteras, que unida á su expresión burlesca<br />
parece que lo caracteriza de mono; es la segunda de<br />
una forma singular y oblonga, y tan simétrica en<br />
sus costados, que la supone como vaciada en un<br />
molde, pero que no podemos imaginarlo pez, como<br />
el autor nos dice, sino como una representación<br />
más ó menos humana, y por cierto de nariz aguileña;<br />
es el tercero, al parecer, representación de la<br />
fisonomía de un cuadrumano, por el achatamiento<br />
de las narices, lo hundido y medio cerrado de los<br />
ojos y la rectitud de las orejas; y es la cuarta una<br />
apariencia extraña, entre animal y hombre, que<br />
pudiera ser una representación de la segunda clase<br />
de los mamíferos, fuera de lo raro del pulgar, que<br />
se modifica en lana. D. Andrés Poey deduce, en<br />
consecuencia de sus observaciones, que si estas<br />
cuatro figuras representan al mono y no existían<br />
tales animales en <strong>Cuba</strong>, debieron ser traídas por un
CUBA INDÍGENA. 81<br />
pueblo que pudiera conocerlos, ó que eran restos<br />
de un pueblo anterior al que se halló en la gran<br />
Isla, suposición que rechazamos abiertamente, porque<br />
el principio que nos hemos atrevido á sustentar<br />
parécenos más natural y lógico ante la crítica racional<br />
moderna.<br />
Y puesto que de la arqueología tratamos, parécenos<br />
convenentísimo el que tratemos de todas las<br />
referencias que sobre los aborígenes de <strong>Cuba</strong> hemos<br />
podido adquirir. El Sr. Aguirre, en el artículo que<br />
hemos citado, ocúpase por incidencia de un diseño<br />
que debiera remitírsele de Bayamo, representando<br />
á un duchí ó asiento de casique, en figura de anillo,<br />
con ojos y orejas de oro y de no sabemos qué materia.<br />
D. Francisco Pí y Margall, en una obra que<br />
actualmente está llamando la atención del público<br />
(23), nos habla de pinturas, grabados y esculturas<br />
indígenas, de cántaros de barro, de cariátides<br />
y carátulas, de los semí trabajados en piedra, barro,<br />
madera, oro, algodón y yuca, y preséntanos como<br />
prueba superior en una lámina hasta nueve fragmentos<br />
encontrados en <strong>Cuba</strong>, que si no expresan<br />
la procedencia, dan á conocer la materia (de barro<br />
ó de piedra), y hasta los usos en que pudieron emplearlos;<br />
el segundo, quinto, sexto y noveno (contando<br />
de derecha á izquierda), pueden distinguirse<br />
como ánforas sin asa, más ó menos ovaladas, y<br />
trabajadas todas con mayor perfección en sus extremidades<br />
que en lo restante de la obra; el tercero<br />
es evidentemente una güira ó una gigüera cubana;<br />
6
82 CUBA INDÍGENA.<br />
el sétimo es una cabeza bastante artística, salvo lo<br />
pronunciado de sus orejas y lo dilatado de su boca,<br />
acaso una simple representación de un original ó<br />
de un natural del país; el cuarto y el octavo son<br />
dos especies de roscas ó sortijas esferoidales, grandes<br />
en dimensiones, la última más pronunciada,<br />
labrada y rectilínea en cierto punto que la primera<br />
muestra, pero ambas compactas y plásticas, y que<br />
pudieran indicar un duchí, bastante primitivo por<br />
cierto, si tuvieran mayor anchura de la que el<br />
grabado representa; y es el primero, por último, un<br />
fragmento, á nuestro entender, del brazo de un<br />
asiento, que representa una cabeza circuida por un<br />
adorno en figura de herradura, más ancha hacia la<br />
frente que hacia el cuello, y que termina por un<br />
capacete adornado por cuatro anillos, á lo que creo<br />
violentamente interrumpido, y por un colgajo abruptado,<br />
en que se dibujan todavía los mismos anillos,<br />
pero en más notable disminución; el conjunto es<br />
tal, que las dos extremidades parecen inclinarse en<br />
un ángulo de cuarenta grados.<br />
Ya en 5 de Noviembre de 14(12, al regreso de<br />
los primeros expedicionarios de <strong>Cuba</strong>, Jerez y Torres,<br />
por Manicaras,ó á veintidós leguas de Baracoa,<br />
dijeron haberse hallado asientos en figura de animal,<br />
labrado de una sola pieza, con brazos y piernas<br />
cortas, cola levantada yorejas y ojos deoro (24).<br />
Oviedo, ya lo hemos dicho, nos cita también en su<br />
notabilísima obra aquellos semí que ahuecados pesaban<br />
una libra y un cuarto del mismo guanin; pero
CUBA INDÍGENA. 83<br />
arrastrado, como todos sus contemporáneos, de<br />
cierto falso entusiasmo religioso, aconsejaba en sus<br />
letras la destrucción de las imágenes todas, como<br />
reconocidamente diabólicas. Así que no se conservan<br />
más que algunos ejemplares, y sin catalogar<br />
por ahora, como las piedras aguzadas y las flechas<br />
y las macanas y los semí, que hemos podido curiosear,<br />
más que estudiar detenidamente, en la Universidad<br />
de la Habana, en la actual Exposición de<br />
Matanzas y en el Museo Arqueológico de Madrid.<br />
Y pa••• i-ios con esto á sus principios políticos y sociales.<br />
Sii ¡< rma de gobierno no podía llamársele monárqu<br />
; wi, porque no existia la unificación do las<br />
tribu ni democrática, porque el poder, como so<br />
ha vi-' ). era hereditario. El casique tampoco era<br />
el gu •. - •, porque el guerrero era el siboney, ni<br />
el jef i de una tribu, porque cada pueblo tenía su<br />
casiquo -<br />
y no es admisible en este caso el criterio<br />
genera! de los historiadores, ni cabe el que existieran<br />
ta i:'^ tribus como pueblos; ni era un poder<br />
absoiu 1<br />
porque vivía á su lado el naitano ónitaino<br />
(jefe J'I i.-is órdenes del casique). El casique era, en<br />
nuestr concepto, una especie de gobernador olígárqu!••••><br />
ó un cierto feudalismo municipal, que gobernar<br />
- á su grey ó á los suyos, más que naturalmente,<br />
en los solos casos imprevistos. Aliado (guatiau)<br />
ciMI sus vecinos, estaba obligado, en cambio<br />
de estos derechos excepcionales, al cumplimiento<br />
de cienos deberes imperiosos, como el do que no
84 CUBA INDÍGENA.<br />
pudiera heredar otros bienes que el gobierno harto<br />
parcial de su canareo (pueblo); derechos y deberes<br />
que hablan muy en favor de esta nacionalidad extinguida,<br />
que tendía á engrandecer el municipio y<br />
que reducía al representante á no acopiar más riquezas<br />
que las que personalmente necesitaba.<br />
El Estado hallábase, pues, dividido en canareo-s,<br />
más que en provincias oficiales; cada pueblo tenía<br />
su casique; á las órdenes de cada casique, como una<br />
especie de secretario ó ayudante suyo, estaba el<br />
naitano ó nitaino (25), y solos el siboney y el behique<br />
eran los únicos, á nuestro juicio, que pudieron<br />
ser reconocidos como unos personajes comunales.<br />
En cuanto al guamiquiní, aparece vagamente diseñado<br />
por un modismo filológico; tal vez existiera<br />
en otro tiempo, eran tal voz aquellos generales elegidos<br />
entre todos los casique-s para sus antiguas y<br />
desconocidas campañas, pero fueron al fin; y prueba<br />
do su existencia nos ofrece aquel casique de la costa<br />
Sur, que presentó como acción de homenaje al navegante<br />
gonovés raíces y frutos encerrados en una<br />
gigüera. ¿Quién sabe si las treinta y dos tribus que<br />
pueden reconocerse en la fecha del descubrimiento,<br />
no habian sido conducidas por otros tantos guamiquiní,<br />
ya que por su terminación puedo probarse<br />
la pluralidad de este jefe?... Pero dejando aparte<br />
esta cuestión, que acaso pueda resolverse cuando,<br />
Dios mediante, lleguemos á ocuparnos de Haití,<br />
consignamos que las treinta y dos tribus señaladas<br />
pueden reconocerse con los siguientes nombres:
CUBA INDÍGENA. 85<br />
Baní, Baracoa, Barajagua, Bayamo, Baytiquiri, Boyuca,<br />
Camagua, Coabai-nacan, Cueybá, Guyaguayo,<br />
Guacamabayo, Guahimaya, Guaimaros (¿?), Guamuhaya,<br />
Guanahacabibes, Guaniguanico, Habana, Hanabana,<br />
Jagua, Macaca, Macorí, Magon, Maguanos (¿ ?),<br />
Maysí, Maiye, Maniabo, Marien, Ornafay, Sabana,<br />
Sabaneque, Sagua y Guanaja, isla de Pinos, y Escambray,<br />
territorio sin precisar (26).<br />
Antes do que pasemos á ocuparnos de cada uno<br />
de estos territorios, parécenos conveniente ultimar<br />
el capítulo con una sencillr observación, la de que<br />
existían en la isla de <strong>Cuba</strong>, clases ó diferencias sociales<br />
entro sus primitivos habitantes. Aun prescindiendo<br />
del guamiquiní, aun no admitiendo la aristocracia<br />
de los naitanos, aun sin ocuparnos del gobierno<br />
superior de los casique-s, es cierto, es de<br />
todo punto indudable que existían dos clases características:<br />
la una la generalidad ó el vulgo, y la favorecida<br />
ó elevada, compuesta del behique y del<br />
easique y del naitano, diferencias que so patentizan<br />
hasta por las mayores dimensiones de las naguas de<br />
sus mujeres, en el guajoti (el usted indígena) y en<br />
el guajiro (campesino cubano), y siempre, como<br />
convienen todos los historiadores, por las joyas que<br />
llevaban y las pinturas con que adornaban sus<br />
cuerpos. Y esto es tanto más digno de fijarse, cuanto<br />
que ha de servirnos de prueba para nuestra enunciada<br />
obrita sobre la nacionalidad lucaya.
85 CUBA INDÍGENA.<br />
VI.<br />
Resumamos, pues, este capítulo en la siguiente<br />
forma:<br />
1.° Los indígenas cubanos, por sus caracteres<br />
fisiológicos, correspondían á una raza perfecta y no<br />
á las incorrecciones de las primitivas.<br />
2.° Por sus atavíos, habitaciones, utensilios,<br />
alimentación y arte culinario, no se prueba otra<br />
cosa sino que eran rudimentarios en el país que<br />
ocupaban.<br />
3." Por el número de habitantes se comprueba<br />
el corto pei'íodo de su existencia en la isla de <strong>Cuba</strong>.<br />
4.° Por sus costumbres, la regularidad do su<br />
trabajo, sus ocupaciones, el cultivo, sus distracciones,<br />
el areito, el batey y el tabaco, puede deducirse<br />
una antigüedad anterior en la vida humana.<br />
5.° La ley, la tradición, la moral, la religión, el<br />
comercio y la familia aborigen, limitan sus bases<br />
morales á una organización social sencillísima; y<br />
6.° Por sus tradiciones geográficas, su arqueología,<br />
su forma de gobierno, sus divisiones políticas<br />
y sus clases sociales, no pueden comprenderse del<br />
todo sin una preexistencia colombiana.<br />
En una palabra, concretándolo todo, existia una<br />
contemporaneidad en los efectos de su pertenencia,<br />
en el desconocimiento de unas á otras provincias y<br />
en sus tendencias intelectuales, poro una antigüe-
CUBA INDÍGENA. 87<br />
dad también en sus rasgos fisiológicos, en sus costumbres<br />
y en su historia y su política. ¿Y cómo armonizar<br />
tendencias tan opuestas, si fueran hijos directos<br />
y no por adopción de la hoy Reina de las<br />
Antillas? (27).
CAPÍTULO IV.<br />
Las tribus<br />
indígenas.<br />
Baní.— Baracoa.— Barajagua.—Bayamo.— Baytiquirí.— Boyuca.—<br />
Camagua.—Coabainacan.—Cueybá.—Cuyaguayo.—Guacamabayo.—Guahimaya.—Guaimaros.—<br />
Guamuhaya.—Guanahacabibes.—Guaniguanico.<br />
— Habana.— Hanabana. —Jagua.— Macaca.<br />
— Macori. — Magon. — Maguanos. — Maysí.—Maiye.— Mahiabo.—<br />
Marien.— Ornafay.— Sabana.— Sabaneque.— Sagua.—<br />
Guanaja.—Aclaraciones.<br />
I.<br />
Baní ó Bani, según Latorre y Pezuela, era una<br />
de las provincias indígenas; y ha de recordarse<br />
desde luego la posición del puerto de este nombre<br />
en la costa Norte de la Isla. Lindando en consecuencia<br />
con el Océano por la parte septentrional,<br />
estaba limitado, al parecer del primero de los dos<br />
escritores mencionados, con el territorio do Maniabo<br />
hacia el Oeste, con el de los Maguanos al Mediodía<br />
y con la tribu de Barajagua por el Oriente ó el<br />
Este. Así, pues, y si debemos fijarnos en los accidentes<br />
geográficos para trazar en un plano la división<br />
política de los primeros habitantes, hay que<br />
encerrar á los baní entre las lomas de Maniabo ó<br />
últimas estribaciones de los montes Jaimiquí al
90 CUBA INDÍGENA.<br />
Oeste, la serranía de Ñipe al Sur, la bahía y lomas<br />
orientales de Mayarí al Este y el mar Lucayo al<br />
Norte, hacia donde se adelantaba el soberbio Cabo<br />
ó punta de Yucanaca, citado y fijado por el cronista<br />
Oviedo.<br />
Circunstanciando estos límites por las mejores<br />
cartas publicadas hasta eldia (1), empezaba la tribu<br />
en el puerto ó Cabo de Sama, hacia la costa occidental,<br />
levantábase al Norte por el citado Cabo de<br />
Yucanaca (hoy Lticrecia) y deprimíase al Sur por<br />
la bahía de Nipi, dejando antes el puerto de Baní.<br />
De aquí puede trazarse la raya meridional en el rio<br />
Mayari, siguiendo por la serranía do Nipi (hoy<br />
Ñipes) á parar por el arroyo Baní en el rio de Sama.<br />
II.<br />
Baracoa (de bara, derivado de barí raíz, según<br />
Noda, de baria y de coa, depósito ó muerto ó azada).<br />
Citado como poblado por todos los autores españoles<br />
y extranjeros, Latorre, Urrutia y Valdés lo reconocen<br />
como tribu ó provincia indígena (2). El<br />
primero le da por límites occidentales á Sagua, meridionales<br />
á Baytiquirí y Maisí y orientales y septentrionales<br />
al mar Lucayo, y el segundo lo sitúa<br />
dónde en el día se encuentra.<br />
En vista de estos datos, hemos trazado el territorio<br />
de los baracutey desde el rio Queriguá á los<br />
inmediatos cabos del Mangle y jde Guarico, incli-
CUBA INDÍGENA. 91<br />
nándose luego la costa por el embarcadero de Yamanigüey,<br />
punta y rio de Juragua ó Jaragua, puerto<br />
de Gayaguaneque, donde termina el rio Yaguaneque,<br />
puerto y arroyo de Naguareje y los fondeaderos de<br />
Marabí, ya citado, y Sigua, inmediato á Baracoa,<br />
entre cuyos dos últimos puntos viene á desembocar<br />
el Toa, terminando el litoral de la provincia en el<br />
rio Yumurí. Desde este rio débese limitar la tribu<br />
en las vertientes occidentales de la sierra de Sagua-<br />
Baracoa, atravesando las lomas de Gagüeibaje y Quibijan,<br />
rozando los límites del rio Sabanalamar, que<br />
desemboca en el Sur, ysubiendo directamente luego<br />
por las montañas de Toa, Moa y Cupey al citado<br />
Queriguá.<br />
Como poblados históricamente indígenas de esta<br />
tribu cubana, aparece Baracoa, señalado perfectamente<br />
por Cristóbal Colon, y Manicaras, á unas<br />
veinte leguas del anterior, visitado por los primeros<br />
exploradores españoles Torres y Jerez.<br />
III.<br />
Barajagua (de barí y jagua). Según Latorre y<br />
Pezuela, era otra de las provincias indígenas, confinando<br />
con el mar de los lucayos al Norte, al Sur<br />
cort Baytiquirí, al Este con Sagua y al Oeste con las<br />
tribus de Guahimaya, Maguanos y los baní.<br />
Saliendo, pues, del Mayarí, |en que hemos encerrado<br />
á esta última tribu, vuélvese á salir de la
92 CUBA INDÍGENA.<br />
bahía de Nipi, en cuya ensenada oriental muere el<br />
rio Gajimaya y crúzanse los embarcaderos de Gabonico<br />
y de Tanamo, para desde aquí inclinarse al Mediodía<br />
por las lomas de este nombre hasta las de<br />
Tiguabos (acaso Siguabos), en cuyo punto se torna<br />
al Occidente, dividiendo las corrientes del Tanamo<br />
y del Mayarí, se toca en las fuentes del Cauto y se<br />
asciende directamente hasta encontrar la serranía<br />
de Nipi.<br />
Sobre estas fuentes del Cauto existe hoy una población,<br />
la de Barajagua, que por llevar el nombre<br />
déla tribu, su posición especial y las leyendas que<br />
guarda, la consideramos aborigen ó levantada sobre<br />
un antiguo poblado indígena.<br />
. IV.<br />
Bayamo. Tal vez se llamara Bayama en un principio,<br />
compuesta en este caso de abo-aya-ma, engendrada<br />
y desarrollada por el agua, reliriéndose<br />
acaso al gran rio que la fertiliza y limita; de todos<br />
modos, citanla como provincia indígena Arrate,<br />
Latorre, Pezuela, Urrutia y Valdés: el primero la<br />
sitúa como en la actualidad; el penúltimo la hace<br />
lindar con Macaca, hacia el interior; el último la<br />
coloca á cincuenta leguas de Baracoa, y el segundo,<br />
armonizando en un todo con estos pareceres, la<br />
hace confinar hacia el Sur con los territorios de Bo-
CUBA INDÍGENA. 93<br />
yuca y Macaca, hacia el Este con Maiye, hacia el<br />
Norte con el poderoso Cauto y al Oeste con la tribu<br />
de Guacamabayo.<br />
El trazado de esta división política es dificilísimo:<br />
puede suponerse que empieza por el Norte en<br />
el desagüe del hoy Salado, afluente del Cauto, que<br />
sigue las sinuosidades de esta gran corriente hasta<br />
el derivado español Gaut-iMo, y que se inclina luego<br />
por este brazo secundario hasta la mayor proximidad<br />
del rio Jiguaní; desde esta aproximación debería<br />
orientar las lomas septentrionales de la sierra<br />
de Macaca, atravesando los ríos de Bayamo, Mabay<br />
y Jicotea, que deja al marchar al Occidente para<br />
dirigirse directamente al Norte ó punto de partida.<br />
Población reconocidamente indígena es Bayamo,<br />
sobre el rio de este nombre, que visitaron<br />
Ovando, Ojeda y el célebre Las Casas.<br />
V.<br />
Baytiquirí. Latorre y Valdés le llaman Bayaquitirí,<br />
Bayatiquirí March y Labores, y Pezuela, Pichardo<br />
y Urrutia Baiquirí y Baytiquirí: en vista de<br />
la dicción más común y de que suponemos su significado<br />
bai y tiquirí, pais de los tiquirí, hemos<br />
aceptado la acepción más vulgar. En cuanto á su<br />
posición, Urrutia dice que fué bautizado con este<br />
nombre el Cabo Maisí; pero Latorre prefija que si
94 CUBA INDÌGENA.<br />
bien se encontraba en la costa del Sur, lindaba por<br />
el Este con la tribu de este nombre, al Norte con<br />
Baracoa, Sagua y Barajagua y al Oeste con Boyuca,<br />
que es poco más ó menos su posición actual.<br />
Los confines, según el citado mapa, son hacia<br />
el Oeste el rio de <strong>Cuba</strong> y el arroyo Yayayabo, uno<br />
de los que dan origen al caudaloso Cauto; al desembocar<br />
este afluente se pueden figurar por límites<br />
septentrionales los que hemos fijado al Mediodía de<br />
Barajagua, hasta rozar la loma de Tiguabos ó Siguabos,<br />
en cuyo punto atravesaría una imaginaria línea<br />
el rio de Sagua para buscar las fuentes del Sabanalamar<br />
y acompañarle en el trazado hasta su desembocadura.<br />
En cuanto á su costa, y dejado el<br />
puerto de <strong>Cuba</strong> y marchando al Oriente, ha de señalarse<br />
por el surgidero Demajayabo los inmediatos<br />
de Baytiquirí y Cajobabo y el de Sigua, que preceden<br />
todos al rio Baconao, y desde aquí en adelante se<br />
encuentra el rio y puerto de Jatibonico y la gran<br />
bahía de Guantánamo, con su hermosa ensenada<br />
septentrional de Joa, en cuyas aguas termina el rio<br />
de Guantánamo, con su afluente el Guaso y con el<br />
sub-aíluente el Jaibo; y después y hasta .el Sabanalamar,<br />
tropiézase con la corriente del Yateras, con<br />
el surgidero Baytiquirí y con la inmediata Punta de<br />
Jaba.<br />
Dos puntos podemos señalar en esta provincia<br />
como aborígenes: el primero es el de Caney, pueblecillo<br />
donde, según Arrate y otros historiadores,<br />
se refugiaron los primitivos cubanos después de la
CUBA INDÍGENA. 95<br />
conquista, y el segundo las lomas de Yateras, en<br />
cuyas alturas encuéntranse todavía algunos individuos<br />
de la casi extinguida raza lucaya.<br />
VI.<br />
Boyuca, según Latorre y Pezuela. El primero le<br />
da por límites la costa Sur, al Oeste Macaca, al<br />
Norte Bayamo y Guahimaya y al Este Baytiquirí: el<br />
segundo se contenta únicamente con citarla.<br />
Los confines son, pues, hacia el Oeste el pequeño<br />
rio Manatí, dejando fuera el mayor de Jibacoa y<br />
deslizándose directamente al Norte hasta encontrar,<br />
hacia el septentrión de la loma Ganabacoa, los límites<br />
de Bayamo en el arroyo Gajabo, afluente del Jicotea;<br />
desde aquí sigue el trazado de la última provincia<br />
mencionada, y continúa luego hacia el Orionte,<br />
fijando siempre el término do la sierra Sagua-<br />
Baracoa, hasta inclinarse por las fuentes del Cauto<br />
y afluente Yayayabo, en el pequeño rio de <strong>Cuba</strong>. La<br />
costa, volviendo á marchar á Occidente, ofrece de<br />
este modo el puerto de este nombre, el surgidero<br />
de Guaicabon y el inmediato de Nimanimá, y después<br />
de los cabos de Tabacal y Tibíjan el rio de<br />
Tarquino, que desemboca en el reducido embarcadero<br />
de Guama.
96 CUBA INDÌGENA.<br />
VII.<br />
Camagua. La mencionamos así, porque Camagua<br />
es el territorio y Camagüey los moradores; y por<br />
cierto que, á nuestro juicio, tiene una etimología<br />
que conviene perfectamente con sus dimensiones,<br />
porque analizando estas palabras se encuentra acama-gua,<br />
ó soase gran engendro y desarrollo. Todos<br />
los autores que citan á Bayamo, y Pichardo y Betancourt<br />
además (3), la mencionan como provincia<br />
indígena, sólo que Pezuela la coloca equivocadamente<br />
como inmediata á Baracoa: Arrate, en su actual<br />
posición: Urrutia, á cincuenta leguas del pueblo<br />
últimamente citado, y Latorre, entre las costas del<br />
Sur y del Norte, confinando al Este con las provincias<br />
de Cayaguayo y de los Guaimaros y al Oeste<br />
con las tribus de Sabaneque y de Ornafay. Betancourt,<br />
que escribió la Historia de Puerto-Principe,<br />
la reconoce igualmente á treinta leguas de Cueybá,<br />
que, como no tardaremos en conocer, concuerda<br />
perfectamente con todos los autores citados, hecha<br />
abstracción de Pezuela.<br />
Si por el mapa hemos de trazar su división política,<br />
fijaríamos sus límites por el Norte entre el<br />
rio de Yana y el puerto de Manatí, comprendiendo<br />
así todas las isletas orientales del archipiélago Sabana-Camagüey.<br />
La costa es pedregosa y de arenales<br />
hasta el rio Caunao: desde aquí y hasta la en-
CUBA INDÍGENA. 97<br />
senada y el rio Jigüey, se inclina notablemente al<br />
Sur, sobre todo desde la punta Guaney; encuéntranse<br />
luego los cayos Gunucumí; acércase el archipiélago<br />
y la isleta de Guajaba por el fondeadero<br />
del Sabinal, una vez que se han dejado los embarcaderos<br />
de la Guanaja, Magua y Biaró; enlázase<br />
el mar interior ó el de los cayos por la ensenada<br />
occidental del hoy puerto de Nuevitas, dicha de<br />
Mayanabo; despéjase entonces la playa y sigue en<br />
dirección del S. 0. hacia el puerto de Manatí, donde<br />
termina la provincia.<br />
Por la costa Sur pueden estos límites fijarse<br />
desde la punta Macurije, en donde la costa se pronuncia<br />
al Mediodía, hasta la punta Iguana, recogiendo<br />
antes las aguas del hoy rio de San Pedro ó de<br />
los indígenas Tínima y Jatibonico, y dejando los<br />
cayos de Carajaya, frente á la ensenada de este<br />
nombre; de aquí sigue el trazado, modificado por<br />
el archipiélago, en dirección del Oeste al Este para<br />
terminar en el rio Najasá, poro encontrando antes<br />
la ensenada de Pinipiniche.<br />
Desde el rio Najasá al puerto de Manatí, la línea<br />
seguiría las ondulaciones do la corriente hasta su<br />
afluente el Guaicanamar; rozaría las sierras de estos<br />
dos nombres fluviales, buscaría las lomas de Sibanicú<br />
y do Gascorro, y llegaría por fin al citado<br />
puerto de Manatí: y en cuanto al Oeste, y desde el<br />
rio Yana al puerto de Macurije, bajarían los confines<br />
por aquella corriente encerrando los montes de<br />
la Gunagua, éinclinaríanse luego para tcrminíir en el<br />
7
98 CUBA INDÍGENA.<br />
precitado cabo, quedando de este modo limitada la<br />
provincia indígena de mayor extensión.<br />
VIII.<br />
Coabai-nacan. [<strong>Cuba</strong>.-na.can, centro de <strong>Cuba</strong>.)<br />
Todos los autores la mencionan, poro la mayor<br />
parte como territorio central: sólo Latorre se ha<br />
atrevido á considerarla como una de sus treinta y<br />
una tribus indígenas, dándole como términos al<br />
Norte la de Sabaneque, al Oeste la de Jagua, al Sur<br />
las de Guamuhaya y Magon y al Este la de Ornafay.<br />
Otro narrador cubano asegura que correspondía<br />
con los límites de la moderna provincia de Villaclara<br />
(4).<br />
Suponemos que, siguiendo las indicaciones de<br />
Latorre, estarían sus confines meridionales en el<br />
valle de Siguanea ó Jibacoa, indicado por la sierra<br />
de Guamuhaya, atravesando luego hacia el Oeste el<br />
rio de Manicaragua y rozando la loma de Biajacas<br />
para terminar en las fuentes del rio Damují; desde<br />
cuyo punto, y como límites septentrionales, dejarían<br />
fuera los montes de Banacan yBambunao hasta<br />
terminar por la sierra de Jatibonico del Norte y<br />
loma de Manacas, para formar nuevamente una<br />
línea casi recta por el arroyo de los Guayos, que<br />
termina en el Jatibonico del Sur, el Managuaco, que<br />
desagua directamente en el Sasa, y la loma de Banao:<br />
de aquí al susodicho valle de Siguanea no de-
CUBA INDÍGENA. 99<br />
bian más que atravesarse por dos veces el rio de<br />
Agabama.<br />
Ya en otro lugar hemos hablado del Gaonao,<br />
pueblo indígena inmediato al moderno Sancti Spíritus,<br />
que pareció á los primeros visitadores el mayor<br />
y el más importante de la Isla.<br />
IX.<br />
Gueybá. Urrutia le da este nombro; Cueibá, Valdés;<br />
Cueiba, Latorrc y Pczuela, y Gueyba, March y<br />
Labores. El cuarto le reconoce únicamente como<br />
partido indígena; Urrutia como un pueblo y territorio<br />
situado entre el de Bayamo y el de Camaguey,<br />
á treinta leguas del primero; y Latorrc lo fija al<br />
Norte de Guacanabayo, al Este de los Guaimaros, al<br />
Sur do Guyaguayo, y al Oeste de Bayamo, Maguanos<br />
y Maniabo.<br />
La posición es, pues, por el Sur la orilla derecha<br />
del Cauto hasta el hoy Cantillo, desde donde<br />
tiene por límites hacia el Esto la corriente del Holguin<br />
hasta la loma de Guajabal-es; más adelante<br />
pueden trazarse los septentrionales confines en una<br />
curva que roza exteriormente la loma de Jaimiquí<br />
(hoy Almiquí), y vá á parar en el monto do Sibanicú,<br />
como veremos al tratar de Guyaguayo: desde<br />
esta loma no puedo terminarse la línea del Oeste<br />
más que por la corriente del Jobabo. En cuanto á<br />
la extensión de costa entro el Jobabo y el Cauto,
100 CUBA INDÍGENA.<br />
está determinada por la profunda ensenada de Birama.<br />
Punto determinado por los primeros conquistadores<br />
y viajeros Volazqucz, Ovando, Las Casas,<br />
Narvaez y otros, es la capital do esta provincia do<br />
su mismo nombre, y acaso, acaso, en la situación<br />
do la moderna Cimba, como á una legua de Holguin,<br />
no sólo por la corrupción de nombro (Cuaba,<br />
Gueybá), sino también por la posición que ocupa (•">),<br />
y poblado también indígena nos parece la aldehuela<br />
del Guamo, por los tipos de aborígenes que hemos<br />
creído reconocer.<br />
X.<br />
Cuyaguayo ó Cayaguayo. (Cuya, árbol silvestre,<br />
guayo, rayador: ¿se aludirá á las preparaciones clásticas<br />
de este vegetal?) Citado por Latorre y Pichardo,<br />
el primero coloca esta tribu en la costa Norte,<br />
lindando al Oeste con el Gamaguey, al Sur con<br />
Cueybá y al Este con Maniabo.<br />
Los términos con la provincia do Camagua están<br />
trazados hasta las lomas de Sibanicú, dejando<br />
encerrados los montes de Dumañuecos: desdo Sibanicú<br />
buscarían la linca las fuentes del rio Jobabo, ó<br />
el curso do su afluente el Guanábana, las del rio Yariguá<br />
y su afluente el Yamagua, que rodean la lonia<br />
de Caisimú, el rio Majibacoa, sub-afluente del Cauto,<br />
que termina en el hoy Salado, el arroyo de las Ni-
CUBA INDÍGENA. 101<br />
guas y las lomas do Jaimiquí. Desdo estas lomas, y<br />
para formar el trazado del Este, ascenderían los<br />
confines por los montes Guajabal-es hasta terminar<br />
en el Yabason ó en el rio Gacuyugin, que desemboca<br />
en el puerto de Jibara.<br />
Desde el puerto de Manatí al do Jibara desarróllase<br />
en la costa la punta Guinchos, entre dos puertos<br />
de nombres contemporáneos, y la ensenada de<br />
Icaco, resguardado por el cabo de Mangle.<br />
XI.<br />
Guacamabayo , que Pezucla dice Guacanabayo<br />
(Guaca-ma-abo-ayo, engendro y desarrollo del guaco<br />
de agua). Latorrc fija sus límites por el Norte con<br />
Cueybá, por el Este con Bayamo y con Macaca por<br />
el Sur, lindando por el Oeste con el mar.<br />
Como hemos dicho en la provincia de Cueybá, su<br />
límite Oeste sería el del rio Cauto, y el límite Este<br />
el que hemos fijado al Oeste de Bayamo; esto es, la<br />
inclinación al Mediodía del nombrado Caut-iífo<br />
hasta la mayor proximidad del Jiguaní, formando<br />
luego con la sierra de Macaca un trazado topográfico<br />
que rozaría las lomas de Jigüe y de Canabacoa<br />
para terminar en el rio de Jibacoa. En cuanto á la<br />
costa comprendida entro el primero y el último de<br />
los rios que so han citado en este párrafo, está formado<br />
por la punta Jutía, el estero de Jacan, el rio
102 CUBA INDÌGENA.<br />
Jicotea, que divide y riega esta provincia, el inmediato<br />
de Yara y la punta de Guá.<br />
XII.<br />
Guahimaya, según Pezuela Guaimaya (Guai-maaya,<br />
libremente, de grande y probado nacimiento).<br />
Latorre coloca este territorio al Norte de Boyuca,<br />
al Oeste de Barajagua, al Sur de los Maguanos y al<br />
Este de Maiye.<br />
Fijada en la descripción topográfica de Boyuca<br />
la sierra de Macaca como confines meridionales de<br />
esta provincia, y en la descripción de Barajagua<br />
desde las fuentes del Gautó á la serranía de Nipi<br />
como sus límites orientales, queda sólo por señalar<br />
el septentrión y el occidente del pequeño territorio<br />
que parece llevar tan alto nombre: en cuanto al primero,<br />
y sin tocar á la serranía últimamente citada,<br />
creemos que puedo figurarse en el curso del Gautó,<br />
desde su arroyo Munican hasta la corriente que dicen<br />
hoy Contramaestre; y en cuanto al segundo,<br />
desde las fuentes de esta vía fluvial hasta el rio Guaninicun,<br />
que hemos fijado como el límite reconocido<br />
del Gautó (6).<br />
XIII.<br />
Guaímaros. Según Latorro Guamaros, y siguiendo<br />
á Pezuela Guaimaros (Guaímaro por el dia). El
CUBA INDÍGENA. 103<br />
primero la sitúa lindando por el Oeste con Camagua,<br />
al Norte con Cuyaguayo, al Esto con Cueybá<br />
y al Sur con la costa.<br />
Circunstanciados en las tres últimas provincias<br />
los respectivos confines, nos limitamos á recordar<br />
que por el Oeste empiezan en el rio Najasá, dejan<br />
fuera los montes Guaicanamar, y terminan hacia el<br />
Norte, hacia la loma de Sibanicú; y que encierran<br />
por el Este todas las pequeñas estribaciones de estas<br />
lomas, y concluyen en el Jobabo. Ahora, si se<br />
quiere conocer la costa entre el Najasá y el Jobabo,<br />
baste citar al bonito arroyo de Caulejo (hoy rio Sevilla)<br />
y al no menos interesante de Tana.<br />
XIV.<br />
Guamuhaya, Güaimaya, Quamuhaya, según Pezuela,<br />
que es bastante aficionado á la q. Lavallée<br />
coloca esta provincia indígena en el mismo lugar<br />
que la actual jurisdicción de Trinidad (7). Latorre<br />
la fija desde luego en la costa Sur, lindando al<br />
Oeste con Jagua, al Norte con Goaibanacan y al Este<br />
con Magon.<br />
El trazado nos parece facilísimo: la corriente<br />
del Arimao y una línea tirada hasta las fuentes del<br />
Damují limitarían el Oeste, y la corriente del Agabama<br />
ó Manatí hasta su afluente el Seibabo, y otra<br />
línea prolongada hasta el valle do Siguanea ó Jibacoa<br />
circunscribirían la parte del Oriente, porque
104 CUBA INDÍGENA.<br />
del último valle hasta las fuentes del Damují, los confines<br />
septentrionales se hallan indicados por el Mediodía<br />
de Coabainacan.<br />
En cuanto á la costa, es interesantísima: desde<br />
el rio Arimao se encuentran hacia el Oriente la inmediata<br />
punta de Itabo, la de Guaijinico y los rios<br />
Yaguanabo, Gabagan, Guanayara y Guaurabo, la<br />
punta del Jigüey, el rio Tayaba, y tres ensenadas<br />
anteriores y vecinas al Agabama, conocidas dos<br />
de ellas con los nombres del Masío y de Jobabo.<br />
En cuanto á su población, Herrera dice que<br />
abundaban los indígenas á nueve ó diez leguas de<br />
Jagua, por donde se levantó Trinidad. (Déc. 1. a , libro<br />
x.)<br />
XV.<br />
Guanahacabibes. Es una de las cinco tribus<br />
que he encontrado citadas únicamente por Latorre;<br />
y es tanto más de extrañar, cuanto que llama al<br />
cabo occidental de Guaniguanico, y Urrutia fija,<br />
como veremos, la provincia de este nombre en el<br />
mismo cabo de San Antonio; de todos modos, Latorre<br />
la reconoce como la península límite del Occidente,<br />
confinando sólo por el Norte con el territorio<br />
Guaniguanico.<br />
Con estos antecedentes pueden distinguirse perfectamente<br />
sus confines geográficos: por la parte de<br />
tierra y del Sur al Norte, el rio Cuyaguateje hasta
CUBA INDÍGENA. 105<br />
su paso por el Oriente de los lagos la Siguanea y el<br />
Jobero; y desde aquí á desembocar en la hoy llamada<br />
ensenada de Guadiana. La costa y el litoral,<br />
desde este último rio y el meridional de Yana al<br />
cabo de Guaniguanico, está poblado de mangle, siénaga(ciénaga)<br />
y seborucan (seborucales), formaciones<br />
secundarias que se dijeran agregadas con posterioridad<br />
á la isla de <strong>Cuba</strong>, y que señalan al septentrión<br />
los bancos que componen el archipiélago de<br />
Guaniguanico, territorio privado de ríos y arroyos,<br />
aunque no de lagunas y charcos y aun hervideros<br />
de agua, y plantel, en fin, donde parecen encontrarse<br />
las bases neptónicas entremezcladas con las plutónicas,<br />
para constituir un país curiosísimo bajo el<br />
punto de vista de la geología (8).<br />
Todos los historiadores de la expedición de<br />
Cortés nos hablan de un pueblo indígena situado<br />
en el cabo de Guaniguanico.<br />
XVI.<br />
Guaniguanico. Haniguanica, según Pezuela,<br />
Valdés y Urrutia, nombre que tal vez sirvió para<br />
que March y Labores le llamasen equivocadamente<br />
Haniguanea. Por lo demás, y recordando únicamente<br />
la opinión de Urrutia sobre la posición do<br />
este territorio, Latorre lo fija decididamente entre<br />
Guanahacabibes por el Oeste y el Marien por el Este,
106 CUBA INDÍGENA.<br />
y entre el archipiélago de su nombre por el Norte y<br />
el de Ganareos por el Sur.<br />
Conocidos los confines del Oeste hacia la loma<br />
Ajiconal, se pueden fijar sus límites por el Este en<br />
el rio meridional de Garaguao (hoy Garraguao ó de<br />
los Palacios), las lomas del Gorojal, el rio septentrional<br />
de Guacamaya, y el de Manimaní al occidente<br />
del puerto del Guamo ó moderna Bahía Honda.<br />
De suerte que la costa meridional estaría formada<br />
desde el Cuyaguajete por la punta Maboa, por la<br />
corriente Guama, por el cabo Caribe y por el Gaiguanabo<br />
ó el contemporáneo San Diego; y que la costa<br />
septentrional podia señalarse después del moderno<br />
rio de Mantua, por las corrientes de Macurijes y<br />
Bajá, por la puuta Jutía, por el archipiélago del<br />
nombre de la provincia y por otros rios menos importantes.<br />
XVII.<br />
Habana. Todos los autores convienen en que<br />
existió esta provincia indígena. Arrate, siguiendo<br />
el criterio de Herrera, la coloca en la misma posición<br />
que hoy ocupa; Urrutia comprende además á<br />
la moderna Matanzas, opinión que secunda Valdés:<br />
Latorre la sitúa, en vista de estos datos, haciéndola<br />
lindar por el Oeste con el Marien, al Este con Sabana,<br />
Macorí y Hanabana, y al Norte y al Sur con<br />
los dos mares.
CUBA INDÍGENA. 107<br />
La parte Oeste se podría fijar por una línea que<br />
se tirase desde las montañas de Marien á la laguna<br />
Ariguanabo, y de aquí á la ensenada de Majana; la<br />
parte Este desde el rio Caneimar ó Canimar, que termina<br />
en las lomas de Caobas, y desde aquí por el<br />
principal afluente del Jatibonico del Sur hasta el<br />
desagüe do este rio: de modo que estaría la costa<br />
formada por el Norte de las puntas Guaní [Guancsj<br />
y Mangle, de los ríos Mayanabo (Marianao) y Casiguaya<br />
ó Gasiguaguas [AhnendaresJ, del puerto de<br />
la Habana, del pequeño Cojimar y de los más importantes,<br />
Bacuranao y Guanabo, entre cuyos dos<br />
rios se encuentra el cabo Tarará, de las corrientes<br />
fluviales el Jaruco, el Jibacoa, el Canasi y el Bacunayagua,<br />
y de las puntas de Guano y Seboruco; y en<br />
cuanto al Sur, por el embarcadero de Guanímar, la<br />
punta Gayama, el rio y punta Cajio, el rio Guanabo,<br />
el cabo Bujamey, el hermoso Mayabeque y el surgidero<br />
de Guanamon.<br />
Tres pueblos indígenas pueden citarse en este<br />
territorio: el primero es el de Guanabacoa, donde<br />
fueron á refugiarse los aborígenes después de la<br />
conquista ( Gua-n-abo-coa , depósito grande y derivaciones<br />
del agua, ó lugar abundante en aguas,<br />
como dice un historiador) (9); el segundo es el de<br />
Matabanó (Balabanó), que según las Piernonas de<br />
la Sociedad Patriótica ova población de indios (10),<br />
y el tercero es Yucay, en el hoy Matanzas, según el<br />
mapa de Latorre.
108 CUBA INDÍGENA.<br />
XVIII.<br />
Hanabana. Es la segunda tribu que cita aisladamente<br />
Latorre, y colócala en la costa del Mediodía<br />
y al Sur de los Macorí, y al Este de la Habana<br />
y al Oeste de Jagua.<br />
Ya se ha dicho que con la Habana confina hasta<br />
el primer afluente del Jatibonico del Sur: desde<br />
aquí, y como confines septentrionales, súbese el<br />
mismo Jatibonico hasta sus fuentes primitivas, y<br />
termina por una corta línea hasta los orígenes<br />
del Damují, que determina esta provincia por el<br />
Oriente. De suerte que sus costas, desde el Jatibonico<br />
al Damují, se precisan con las puntas Corúa y<br />
Guisaso en la ensenana de Broa; la del Mangle, que<br />
prefija el límite de esta ensenada; todos los cayos<br />
anejos á los Ganareos, entre los cuales figura el de<br />
Masío; la moderna bahía do los Cochinos, que tiene<br />
una supuesta comunicación con la interesante Ciénega<br />
ele Zapata, y esas roscosas orillas que se despliegan<br />
después en un mar libre hasta el puerto y<br />
bahía de Jagua.<br />
XIX.<br />
Jagua ó Xagua. Citada por todos los autores<br />
que recuerdan á Guaniguanico. Urrutia fija esta<br />
provincia en la moderna jurisdicción de Cíenfuegos:
CUBA INDÌGENA. 109<br />
March y Labores en la costa Occidental, hacia los<br />
antiguos Jardines de la Reina y al Sudeste de Matabanó,<br />
y Latorre, completando estos datos, al Sur<br />
de Sabaneque y al Norte de la bahía de su nombro,<br />
lindando por el Oeste con Hanabana y Macorí y por<br />
el Este con Coabainacan y Guamuhaya.<br />
Prefijados los límites occidentales de estas dos<br />
últimas provincias indígenas por el rio Arimao,<br />
fuentes del Damují y sierra de Jatibonico, falta encerrar<br />
por el Norte los montes de Banacan, hasta<br />
que por los del Gaunao terminaran los confinos en<br />
en rio de Sasa, frente por frente de las lomas de<br />
Jamagua y Mamey: desde aquí, y para formar los<br />
límites por el Oeste, subiríase el curso del Sasa<br />
hasta la mayor proximidad del río Damují.<br />
Cuéntase sobre el Arimao un pueblo de indígenas,<br />
de que nos hablan los antiguos cronistas, llamado<br />
Ganareo, nombre genérico de población, según<br />
Bartolomé de las Casas y otros contemporáneos<br />
españoles.<br />
XX.<br />
Macaca, provincia de que nos hablan los mismos<br />
autores que so ocupan de la anterior. Pczuela<br />
asegura simplemente que se hallaba hacia el hoy<br />
Puerto-Príncipe; pero Urrutia, fijándose más en<br />
Herrera, sostiene que se encontraba enfre Baytiquirí<br />
y Bayamo, en la costa Sur, y á quince ó vein-
110 CUBA INDÍGENA.<br />
te leguas de la moderna <strong>Cuba</strong>: prosiguiendo estas<br />
indicaciones, coloca Latorre el territorio al Sur de<br />
las provincias de Guacamabayo y Bayamo y al Oeste<br />
de Boyuca, teniendo al mar de Sur por el Mediodía<br />
y por el Oeste.<br />
Prefijados los confines terrestres al tratar de estas<br />
tres últimas tribus, réstanos circunstanciar las<br />
costas que encerraba: desde el ríoJibacoa ala punta<br />
Casimba (que se llamó de Alfa y Omega, y hoy<br />
se dice cabo Cruz), se encuentran el rio Tana, la<br />
ensenada de Caney, el rio y puerto de Bicana y las<br />
desembocaduras del Macaca, Seibabo y Nígüero; y<br />
desde la punta Casimba al rio de Manatí se desarrollan<br />
los acantilados do la sierra de Macaca (hoy<br />
Maestra), que no ofrecen accidentes ni refugio<br />
alguno.<br />
XXI.<br />
Macorí. Es la tercera tribu que cita únicamente<br />
Latorre, y la coloca al Sur de Sabana, al Oeste do<br />
Jagua, al Norte do Hanabana y al Este de la Habana.<br />
Trazados los confines de estas tres últimas provincias,<br />
desde las lomas do Jamagua y Mamey por<br />
el rio do Sagua la Grande, por el Hanabana y Jatibonico<br />
y por el principal afluente de este último rio<br />
hasta la loma de Caoba, falta completar la parte<br />
Norte por una línea, tirada desde las dos primeras
CUBA INDÍGENA. 111<br />
á la última montaña, que cruzaría las lagunas de<br />
Guaniguas y de Tunal y separaría las vertientes meridionales<br />
y septentrionales hasta el Mediodía de<br />
Guanajayabo ó últimas estribaciones de los montes<br />
Gamarioca.<br />
XXII.<br />
Magon. Colon llámala Mango y Pezuela Mangón:<br />
el primero la coloca, según su célebre Diario,<br />
á trescientas treinta y cinco leguas del cabo de<br />
Maisí, y al Occidente de Camagua y Ornafay: Latorre,<br />
en vista de estos datos, hace lindar á esta<br />
provincia al Norte con Coabainacan, al Oeste con<br />
Guamuhaya y al Este con Ornafay, comprendiendo<br />
un fragmento de costa por la parte del Sur.<br />
Prefijados los confines occidentales y septentrionales<br />
en la descripción de las dos primeras tribus,<br />
debe añadirse que los orientales, ó la raya política<br />
con el Ornafay, se ciñe simplemente á la corriente<br />
del Jatibonico del Sur; de suerte que su costa se<br />
desarrolla desde este rio al Agabama por la punta<br />
Pasabanao, esteros de Canoa y las Guásimas, el gran<br />
rio Sasa, el segundo de la Isla, y puntas de Caney<br />
é Iguanojo, entre las cuales desagua el Tayabacoa.<br />
XXIII.<br />
Maguanos. Pezuela se reduce á citar este territorio<br />
que Latorre coloca al Sur de Maniabo y al
112 CUBA INDÍGENA.<br />
Norte do Maiye y Guahimaya, teniendo por confines<br />
hacia el Este á Baní y á Barajagua, y hacia el Oeste<br />
á Maniabo y á Gueybá.<br />
i a se na dicho al tratar de esta última provincia<br />
que sus límites eran desde el afluente del Cauto<br />
el G&ut-illo á la loma de Cuajabal-es; pero los do<br />
esta tribu, según la carta de Latorre, no llegan al<br />
Holguin, sino que inclinándose por esos extraños<br />
y aislados arroyos de Majagua y Camaján, van á parar<br />
en la loma de Tacajó; desde aquí, y para formar<br />
la raya septentrional, vuelven á inclinarse al<br />
Mediodía por la loma do Barajagua hasta las fuentes<br />
del Mayarí, y sigue luego el trazado, como hemos<br />
dicho al hablar do Barajagua, hasta ol encuentro<br />
del gran rio del Cauto.<br />
XXIV.<br />
Maisí, según Latorre y Pezucla, ó Maysí, según<br />
Pichardo. El primero la coloca en el cabo de su<br />
nombro, confinando al Norte con Baracoa y al<br />
Oeste con Baytiquirí.<br />
Al tratar do estas provincias indígenas hemos<br />
visto que el trazado de su interior era la cuenca del<br />
río Yumurí y la vertiente occidental de la sierra de<br />
Sagua-Baracoa hasta el Sabanalamar; y la costa<br />
desde ol primero al último de estos rios, se precisan<br />
con las puntas Guanal, Bagá, Mangle é Icaco,<br />
cabo Maisí, punta Guanos, rios Jauco y Jojó, playa<br />
y punta de Imia y rio Yacabo.
CUBA INDÍGENA. Ufi<br />
XXV.<br />
Maiye. Maiyie según Latorre, y Marije según<br />
Pezuela: el primero coloca este territorio al Sur do<br />
los Maguanos, al Este de Bayamo y al Oeste de<br />
Guahimaya.<br />
No debemos, pues, hacer otra cosa que recordar<br />
los confines señalados, y éstos son: Norte, de la<br />
loma de Tacajó á las fuentes del Mayarí; Oeste, del<br />
Gaut-z/ío á la sierra de Macaca, y Esto, desde esta<br />
sierra á la terminación del Cauto Arriba: de suerte<br />
que adopta la ligura de un triángulo.<br />
XXVI.<br />
Maniabo: según Pezuela Maniabon, que es su<br />
nombre actual, aunque algunos le dicen Manaibon.<br />
Latorre sitúa la provincia en la costa Norte, teniendo<br />
al Oeste los territorios de Cuyaguayo y<br />
Gueyba, al Sur el de los Maguanos y al Este á los<br />
Baní.<br />
Trazados los confines de estas diferentes tribus,<br />
recordamos únicamente que desde el puerto de<br />
Jibara el trazado llega por la loma de Guajabal-es<br />
al Gaut-¿¿fo, desde este rio por la loma de Tacajó á<br />
las fuentes del Mayarí, y desde estas fuentes, por la<br />
serranía de Nipi, al puerto de Sama. Las costas<br />
8
114<br />
entre los citados puertos, marchando de Occidente<br />
á Oriente, comprenden el abra del Jururú, el rio de<br />
su nombre, el puerto do Bariai, donde termina el<br />
Bariai, con sus afluentes el Guajabaní y el Camaján,<br />
y el fondeadero de Sama, donde desaguan el Yaguajan<br />
y el Sama.<br />
XXVII.<br />
Marien: es la cuarta provincia que sólo menciona<br />
Latorre y la coloca entre los dos mares, teniendo<br />
al Oeste la tribu de Guaniguanico y al Este la de<br />
la Habana.<br />
Recordemos únicamente que estos límites comprenden<br />
desde el rio Manimaní al de Garaguao, y<br />
desde el puerto de Marien á la ensenada de Majana.<br />
Del rio Manimaní al puerto de Marien desarróllase<br />
la costa Norte por el puerto del Guamo, punta Caimán,<br />
el moderno puerto de Cabanas y los cabos de<br />
Guayabal y de Yana; y por la costa Sur osténtanse,<br />
desde el Caraguao á la ensenada de Majana, la punta<br />
del primero do estos nombres, el estero de Guasimal,<br />
los rios de Bacunagua y Sabanalamar y la punta<br />
que dicen del Gorojal.<br />
XXVIII.<br />
Ornafay, según Pezuela Ornafai. Colon precisó<br />
este territorio en la costa Sur, no lejos del banco
CUBA INDÌGENA. 115<br />
Jardines y al Este de Magon: Latorre, en vista de<br />
este dato, le hace confinar al Oeste de esta provincia<br />
indígena y de Coabainacan, al Norte con Sabaneque<br />
y al Este con Camagua.<br />
Conocidos los confines orientales de las dos primeras<br />
provincias, ó séanse el Jatibonico, el arroyo<br />
Guayo y la loma de Manacas, y las occidentales de<br />
la última, ó sean desde la punta de Macurijes hasta<br />
las últimas estribaciones de los montes Cunagua,<br />
falta encerrar el interior por una línea arrojada<br />
desde la loma Manacas á los montes Cunagua; y en<br />
cuanto á la costa, despléganse desde el Jatibonico<br />
del Sur las puntas de Tanal y de Tuna, el rio de<br />
Guayacan-es, los esteros de Sabanalamar, la corriente<br />
Güiro y la punta Macurijes.<br />
XXIX.<br />
Sabana. Es la quinta y última tribu indígena<br />
que cita únicamente Latorre, y la coloca en la<br />
costa Norte, teniendo al Oeste á la Habana, al Sur á<br />
Macorí y al Este á Sabaneque.<br />
Dichos como están los confines de esta provincia,<br />
que no son otros que el rio Canimar, loma<br />
Caobas, lagunas Tunal y Guaniguas hasta los montes<br />
de Jumagua y Mamey, el límite que falta por el<br />
Oriente señalaríase por el cauce del Sagua la Grande.<br />
La costa, desde el primero al último de estos<br />
rios, comprendería de este modo: la punta de Maya,
116 CUBA INDÌGENA.<br />
el puerto de Gamarioca, la ensenada del Coco, el<br />
cabo de Icaco, los puertos de Siguapa (hoy Cárdenas)<br />
y del Júcaro, el cabo del Gorojal, los rios de<br />
Júcaro y moderno Palmas, las lagunas do Gonconi,<br />
que comprenden el archipiélago de Sabana-Camagüey,<br />
las salinas del Ja tal, los embarcaderos de<br />
Carahates y Güines, y toda esa multitud de cayos<br />
que señalan la entrada del tercer rio de <strong>Cuba</strong>.<br />
XXX.<br />
Sabaneque, que recuerdan Latorre y Pezuela: el<br />
primero la coloca, como la provincia anterior, hacia<br />
la costa Norte, lindando al Oeste con Sabana,<br />
al Sur con Jagua, Goabainacan y Ornafay y al Este<br />
con Camagua.<br />
Prescindiendo de circunstanciar sus confines,<br />
puesto que se detallan en los respectivos territorios,<br />
limitémonos á decir que desde el rio Sagua al<br />
rio Yana se precisa todo el litoral con el estero y<br />
punta de Gunucumí, con los rios Caunao del Norte y<br />
Sagua la Chica, con la punta Guasí, con el cayo Conuco,<br />
que guarda la entrada del puerto de Caibarien;<br />
con los pequeños rios de Guaní, Manabuimba<br />
y Seibabo; con el cabo de Guayarues, con las corrientes<br />
Jatibonico del Norte y su inmediato de<br />
Chambas, con el embarcadero Nauyú, medio escondido<br />
por la isleta de Turiguanó y con el río Júcaro,<br />
el más vecino del Yana.
CUBA INDÍGENA. 117<br />
Dos pueblos indígenas pueden precisarse en<br />
esta provincia, yes el primero Sabana, que Latorre<br />
coloca hacia el hoy Remedios, y es el segundo<br />
Garahate (acaso Garajate), que sitúa el buen Urrutia<br />
en el cayo Conuco, frente al moderno Gaibarien.<br />
XXXI.<br />
Sagua. Latorre y Urrutia nos recuerdan á esta<br />
tribu; el secundo situándola hacia el Oeste y costa<br />
Sur de Gueybá, y el primero rectificándole y colocándola<br />
en la costa del Norte, teniendo al Este la<br />
provincia de Baracoa, al Sur la de Baytiquirí y al<br />
Este la de Barajagua.<br />
Limitándonos al detalle de la costa, única cosa<br />
que nos resta describir de este territorio, puede<br />
añadirse que desde el rio Mayarí al rio Queiriguá,<br />
en que figura encerrada, aparece la ensenada de<br />
Cabonico, la punta Gana, el rio de Téneme, el puerto<br />
«y rio de Tánamo, los fondeaderos de Cananoba y<br />
Yaguaneque y el pequeño cayo Moa.<br />
XXXII.<br />
Guanaja. La independencia de la isla de Pinos y<br />
la numerosa población de sus inmediatos cayos,<br />
hasta el punto de que se les diera el nombre de<br />
Canareos (pueblos), todo parece apoyar la aserción
118<br />
de que fuera una tribu independiente; y solo como<br />
tal vamos á exponer la última descripción topográfica.<br />
Guanaja tiene al Oeste la inmensa ensenada de<br />
Siguanea, á quien no falta más que fondo: al Suroeste<br />
está fijada por la hoy punta de Cocodrilo, y<br />
desde este cabo al Oriente está señalada la costa<br />
por la caleta Carapachibey, y por las puntas Guanal,<br />
Canoa y Curasao. La parte Esto está señalada por<br />
una ciénaga, y de aquí se tiende hacia el Septentrión,<br />
recogiendo las aguas del secundario Guayabo<br />
y del importante y moderno rio de Santa Pé. Por<br />
último, y marchando de Oriente á Occidente, señálase<br />
la costa por la punta do Bibijagua, dos rios<br />
importantes y algunos arroyos de nombres españoles,<br />
hasta el moderno cabo de Tirry.<br />
XXXIII.<br />
En algunos historiadores antiguos, por Arrate,<br />
y en ciertos cantos populares, hemos tropezado<br />
con el nombre de Escambray, territorio que no<br />
menciona Latorre; y como creemos que este autor<br />
es el que mejor ha estudiado la división política de<br />
los indígenas cubanos, nos hemos abstenido por<br />
ahora de añadir, mas que en concepto de recuerdo,<br />
el nombre de esta tribu... ó lo que primitivamente<br />
fuera.<br />
A la par debemos añadir otra declaración, no-
CUBA INDÌGENA. 119<br />
sólo para salvar la responsabilidad personal y para<br />
explicar las rectificaciones que en su dia pudieran<br />
ocurrírsenos, sino también para defender al Sr. Latorre<br />
de algunas objeciones críticas que este nuestro<br />
folleto pudieran despertar: y es que este más que<br />
notable profesor habanero no ha pretendido otra<br />
cosa que probar los derroteros seguidos por Cristóbal<br />
Colon; y que, desde el lugar donde terminan estas<br />
notas, no nos ha sido posible comprobar sus estudios<br />
analíticos por otro medio que por un pequeño<br />
mapa colocado como preciosa orla en un plano de<br />
la isla de <strong>Cuba</strong> (11).<br />
Sirva, pues, lo dicho do interina excusa, seguros<br />
como estamos, por otra parte, de que los pocos<br />
detalles que nos suministra el Sr. Latorre son, si no<br />
de una exactitud indiscutible, los más aproximadas<br />
siquiera á la verdad (12).
CAPÍTULO V<br />
Vocabulario etimológico de los indígenas cubanos W-<br />
A-B-C-CH-D-E-G-H-I-J-L-M-N-O-P-Q-S-T-U-V-Y<br />
A<br />
A.—La más generalizada de todas las vocales.<br />
R. que se trasforma en ey para producir esta última<br />
T., como de aba abey, de Camagua Camagñey,<br />
de cana caney, de jagua jagüey, de jigua jigüey,<br />
de seiba seibey, de yara yarey, etc., etc.; y que<br />
otras veces adopta en este sólo caso una de las letras<br />
n, r y t, como en el ejemplo sigua para siguaney<br />
y siguarey, ó en el de Baracoa para baracutey.<br />
La a reemplaza muchas veces á la o, como puede<br />
verse al tratar de esta vocal y para la formación de<br />
ciertas 7'. La a se sobreentiende ó suprime en la 7'<br />
aya, y cuando es R. de palabra. [V. esta T.J<br />
Aba.—A", susf. C. Proviene acaso de este arbusto<br />
el abey de la isla de Pinos.<br />
Abey.—A r . susf. C. Árbol de la Guanaja.<br />
Abo.—7'. sust., que Pichardo traduce por agua.
122 CUBA INDÍGENA.<br />
Se pueden contar hasta veintiocho palabras de esta<br />
7'. en el presente Vocabulario, como son ariguanabo,<br />
bajurayabo, baratabo, caiguanabo, carniabo,<br />
cayajabo, clemajayabo, guanaba ó guainabo, guainacabo,<br />
guacanayabo, en caso que no fuera la anterior,<br />
guanajayabo, guayariabo, guayabo, jipiabo<br />
ó jiquiabo, jobabo, macaguabo, macanabo,<br />
maguabo, maniabo, micacabo, niabo, niguabo,<br />
siguabo, urabo, y acabo, yaguanabo y yamaguabo,<br />
que acaso sea la misma, y ara, yarayabo, yabo y<br />
yayabo. Es una de las T. que modifican la vocal o en<br />
la vocal a, pero sólo en medio de palabra, como en<br />
canabacoa, guanabacoa y guasabacoa.<br />
Abuje.—N. sust. C. Insecto.<br />
Аса.—Т. adj., que hemos aceptado como el aumentativo<br />
y despreciativo indígena. Algunas veces<br />
aparece modificado por el acó terminal, como sucece<br />
en cariaco, casiacaco, guaco, nabaco, piniaco y<br />
taracaco; pero generalmente es el аса que hemos<br />
admitido, no sólo como final de modismo, y ejemplo<br />
se nos ofrece en las palabras biajaca, guajaca,<br />
jamaca, macaca, manaca, siguaguaca у уисапаса,<br />
sino también, y de una manera determinada, en<br />
medio de las dicciones, como en los ejemplos ya citados<br />
do casiacaco y taracaco; además pueden citarse<br />
en este último sentido los sust. guacacoa, guacamarí<br />
ó ryuacama?^, guacamaya, guacanayabo,<br />
guainacabo, macagua, macaguabo, macana, macahabo,<br />
micacabo, yacabo, etc.<br />
Ácana.—N. sust. C. Árbol de madera dura.
CUBA INDÍGENA. 123<br />
Agabama.—N. sust. P. Rio de Guamuhaya.<br />
Age (aje ó axe antiguo).— N. sust. C. Tubérculo<br />
el hoy ñame africano.<br />
Aguacate.—A r . sust. C. Árbol frutal.<br />
Aguají ó agují.—A r . sust. C. Pez.<br />
Aguará.—A r . sust. P. Loma de la Camagua (no<br />
citada).<br />
Agüica.—A r . sust. P. Pueblo actual del indígena<br />
territorio de los Macori (no citado).<br />
Ai.--Diptongo que puede reconocerse en las siguientes<br />
palabras: aité, bai, bainoa, baire, baitiquirí,<br />
bariai, biajaiba, cabaiguan, Caibarien, caico,<br />
caiguanabo, caimán, caime, caimito, cainiabo,<br />
caisimon, caisimí, caraira, casaicaco, Escambray,<br />
gaibo, guabairo, guaijabon, guanajay, jaiba, Jaibo,<br />
jaiguan, jaimiqui, jurabaina, maibió,mainicú,<br />
mais, Maisi, naiboa, nitaino ó naitano, Ornafay,<br />
sigaray, taironas, yaguajay, yaití y yucay.<br />
Aia.—Triptongo, que puede comprobarse con<br />
el modismo maiapí si no existiera la T. aya, que á<br />
veces se descompone en las tres vocales.<br />
Aité.—A", sust. C. Árbol silvestre.<br />
Aji-jijí (hoy ají).—N. sust. C. Pimiento indígena.<br />
Ajiaco.—N. sust. C. Nombre del puchero cubano,<br />
D. sin duda de ají y acó, composición bastarda<br />
ó bodrio picante.<br />
Ajicon.—N. sust. C. Árbol.<br />
Ajiconal.—A T . sust. C. D. de ajicon, y al, bosque<br />
do ajicon-es.
124 CUBA INDÍGENA.<br />
Al.—T. sust., que hemos interpretado por bosque.<br />
De su detenido examen pueden deducirse las<br />
tres siguientes reglas: primera, cuando la palabra<br />
termina por a se ofrece una contracción, ó basta<br />
añadirle una 1, como en los modismos cuaba, guajaba,<br />
guanaja, guásima, jala, majagua, manaca,<br />
mayagua, papaya, sabina, sajana, lana., tuna,<br />
yabuna, yaguana y yaya; segunda, cuando la palabra<br />
termina por o, so modifica por la T. esta vocal<br />
(Y. a y o), ó se convierte la o en al, como en<br />
los ejemplos bejuco, caguaso, corojo, guaco, guano,<br />
guayabo, ¿caco, jucaro, y tabaco; y tercera, cuando<br />
termina la palabra en e, i ó consonante, basta añadirle<br />
la T. como en las palabras ajicon, guayacan,<br />
mije, palaban, tibisi y yarey; pero ocurriendo en<br />
los dos primeros casos algunas veces, ó una contracción,<br />
como en mangle (manglal), ó el aumento<br />
de una consonante, como en jiqui (jiquinal). Además<br />
hay que tener en cuenta que aparece esta T.<br />
en ciertas ocasiones, sin que interprete el significado<br />
de bosque, sino el de muchos, como en los D.<br />
de bagaso, de cuajaba y de seboruco; pero emendóse<br />
siempre á las tres reglas expuestas.<br />
Anamú.—N. sust. C. Arbusto silvestre.<br />
Anana.—A r . sust. C. Frutal. El ana no sólo<br />
significa la negación, sino también la reconcentración:<br />
puede así traducirse por doble flor.<br />
Ananardio.—N. sust. C. Frutal.<br />
Anón.—A", sust. C. Frutal.<br />
Ao.—Diptongo que se desprende de las pala-
CUBA INDÍGENA. 125<br />
bras Arirnao, bacúnao, bacuranao, bajanao, Bamburanao,<br />
Banao, bijao, camao, cao y los D. de esta<br />
T, caona, Caunao, curasao, dajao, guanao, jarao,<br />
jayao, jumacao, macao, pasabanao, patao, peopao,<br />
sao, yamao y yerao.<br />
Arabo.—N. sust. C. Vegetal.<br />
Arará.—Adj., etimología blanco.<br />
Arcabuco.—Adj., según Oviedo, boscaje de árboles.<br />
Areito ó areyto.—N. sust. C. Baile histórico ó<br />
legendario.<br />
Ariguanabo.—N. sust. P. Laguna de la Habana.<br />
Creemos que sea D. por sus T. gua-na-abo, pero<br />
no nos atrevemos á darle significación á la P..; esta<br />
palabra, sin embargo, y según creemos la de arabo<br />
y otras que veremos, nos prueban que existia la U<br />
aro ó ara en el dialecto indígena.<br />
Arimao.—A*, sust. P. Rio de Jagua.<br />
Arique.—A", sust. C. Cuerda de bejuco.<br />
Asiguanaso.—N. sust. P. N. de un pueblo actúa!<br />
de la provincia indígena Marien (no citado).<br />
Ateje ó ateque.—A*, sust. C. Árbol silvestre.<br />
Au.—Dipto7igo que se distingue en las palabras<br />
aura, bauta, bijaura, .cataure, caugeri, ó cauregi,<br />
caujará, caumao, Caunao, Cauto, jauco, nauyú y<br />
y yaxdía.<br />
Aura.—N. sust. C. Ave de rapiña.<br />
Aya.—Verbo indígena que hemos interpretado<br />
por derivación, origen, fuente, etc.—Se presenta<br />
en tres formas: primera, en medio do dicción, que
126 CUBA INDÍGENA.<br />
es la más numerosa, como se patentiza en los ejemplos<br />
babayona, bacunayagua, bajurayabo, bayate,<br />
cayaguaneque ó cacaguaneje, cay aguayo, cayajabo,<br />
cay ama, cayambú. clemajayabo, guacanayabo,<br />
(guayaba, jayabacana, jayajabico, jayao, mamanayagua<br />
y los compuestos de maya y laguayabon;<br />
segunda, como R. perdiendo en esto caso la primera<br />
a, y así puede notarse en los compuestos yaya,<br />
yabú, y acabo, y agruma, yagua, yamagua, yamao,<br />
y amar agua, y ana, ya?\iy yayaíjo; y tercera,<br />
como T. en las palabras Maya, cayaya, guacamaya,<br />
Guahimaya, Guahumaya, maguaraya, maya,<br />
papaya, pitajaya y siguaraya.<br />
Ayre.—A r . sust. G. Según Oviedo, una especie<br />
de conejo, que hoy se desconoce. (V. libro xn, capítulo<br />
xxxiv de su obra.)<br />
Ayúa, auyúa ó bayua, bauyúa.—N. sust. C. Árbol<br />
silvestre.<br />
B<br />
B.—Primera letra consonante. Preséntase generalmente<br />
enlazada con la vocal a, después como<br />
secundaria con la letra i, á veces con la u, y más<br />
raramente con la o y la e.<br />
Babiney.—N. sust. C. Costa fangosa.<br />
Babujal.—V. mabuya.<br />
Baconao.—A r . sust. P. Rio de Bayliquiri.<br />
Bacunaguas.—A*, sust. P. Rio déla Habana.
CUBA INDÍGENA. 127<br />
Bacunayagua.—N. sust. P. Si no es el anterior,<br />
es D. suyo, ó acaso su verdadera expresión.<br />
Bacuranao.—A r . sust. P. Rio de la Habana.<br />
Bagá.—iY. sust. C. y P. Vegetal. Puertos de<br />
Coabai.<br />
Baganiona.—N. sust. P. Dios indígena.<br />
Bagaso, hoy bagazo.—A*, sust. C. Resto filamentoso<br />
de un fruto jugoso.<br />
Bagasal.—D. de bagaso y al, eme en este caso<br />
significa mucho.<br />
Baguanó.—IV. sust. P. Loma de la serranía<br />
oriental ó de ¡Sagua-Baracoa.<br />
Bajarí, escríbese también baharí y saorí.—A".<br />
sust. C. Planta, según Torquemada.<br />
Bahama.—A 7 , sust. P. Canal é islas del Norte<br />
de Coabai.<br />
Bai.—N. sust. C. País ó tierra, según Pichardo;<br />
hay que notar, sin embargo, que generalmente<br />
se emplea como aelj.<br />
Baigua ó baygua.—N. sust. C, según Oviedo:<br />
por la explicación que acompaña, entiéndese una<br />
planta venenosa. D. do bai-gua, succión do la<br />
tierra.<br />
Bainoa.—A r . sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />
Habana. D. de bai-noa, país del A'oa (sin explicación<br />
esta última palabra). (No citado.)<br />
Baire.—A r . sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Bayamo. D. de bai-ayre, país del ayre. (V.) (No citado.)<br />
Baitiquirí, Baiquirí, Baitiquirí ó Bayatiquirí.—
128<br />
.Y. susí. P. Provincia indígena. D. de bai-tiquirí.<br />
país de los tiquiri, pueblo desconocido.<br />
Bajá.—Se considera por algunos autores como<br />
corrupción de Bagá ó como D. suyo.<br />
Bajanao.—N. sust. C. Pez. Debe serD. de bajá.<br />
pero se desconoce la T de nao.<br />
Bajare ó bajarete.—N. sust. C. Bujío grande,<br />
según Pichardo.<br />
Bajurayabo.—A", sust. C. Varios rios de algunas<br />
provincias reciben este nombre. Puede suponerse<br />
que es palabra D. por sus T. ayo y abo.<br />
Bambunao, Bambuanao ó Bamburanao.—A 7 , sust.<br />
P. Montaña oriental de la serranía de Sabanequc<br />
Banacan.—A", susí. P. Montaña central do Sabaueque.<br />
D. de baní y can, y puede admitirse como<br />
«donde se extendieron los baní.»<br />
Banao.—A 7 , sust. P. Montaña oriental de Guaraní<br />
my a. D. de baní y nao, T. desconocida.<br />
Baní.—A r . sust. P. Provincia indígena. De aquí<br />
nacieron los D. castellanos ban-es y ban-ó con que<br />
hoy se conocen.<br />
Baqueque.—A T . sust. C. Sinónimo de bujío, según<br />
Pezuela.<br />
Baracoa.—N. sust. P. Provincia indígena. D. do<br />
barí-coa, depósito de bar i.<br />
Baracutey.—'V. sitsf. C. D. de Baracoa-ey, naturales<br />
de Baracoa.<br />
Barajagua.—A r . sust. P. Provincia indígena. JO.<br />
de barí y jagua, que implican acaso los árboles más<br />
comunes de este territorio.
CUBA INDÌGENA. 129<br />
Baratabo.—A r . siisi. P. Pueblo actual de la antigua<br />
Camagua. D. de bari 6 itabo, charco de bari<br />
ó plantado de bari.<br />
Barbacoa.—.Y. siisi. C. Lugar alto ó depòsito.<br />
D. sin conocerse la R., puesto que coa os T.<br />
Barí, que según Noda os la R de la moderna<br />
barí-a. A r . sust. C. Árbol silvestre. Acaso por contracción<br />
so haya formado el bara de las anteriores<br />
palabras.<br />
Bariai ó Bariay.—N. sust. P. Rio de Maniabo.<br />
D. de barí, sin conocer la T. ai.<br />
Batagun.—N. sust. P. Canal del Norte de<br />
Coabai.<br />
Batea.—N. sust. C. Tina circular. D. de bato,<br />
sin conocer la T.<br />
Batey.—A T . sust. C. Juego de pelota. D. do bato<br />
y ey, habitantes del bata.<br />
Bato.—A", sust. C. Plaza circular.<br />
Bauta.—A r . susí. P. Pueblo actual del Marion.<br />
(No citado.)<br />
Bayabe.—N. sust. C.—Cuerda fuerte.<br />
Bayabeque.— N. sust. P.—Pueblo actual del antiguo<br />
Sabaneque. D. do bayabe y acá, cordel grueso.<br />
(No citado.)<br />
Bayamo.—N. sust. P. Provincia indígena. (V. su<br />
etimología en el capítulo iv.)<br />
Bayate. A*, sust. P.—Rio del Marien.<br />
Bayoya ó babayona.—A r . sust. C. Lagarto.<br />
Bayrú.— N. sust. C. Centro obsceno.<br />
Bayúa ó bauyúa.—-Y. ayúa.<br />
9
130 CUBA INDÍGENA.<br />
Bayugan.—A r . sust. C. Arbusto de Guamu-<br />
/iaya.<br />
Bayuyo.—A 7 , sust. C. Arbusto de Guantanamo.<br />
Bearí, el beorí de Oviedo. N. sust. C. Mamífero,<br />
Bebique ó buhití, acaso bejique ó bujití. A", susl.<br />
C. Sacerdote.<br />
Bejucal.—D. de bejuco y al, bosque de bejucos.<br />
Bejuco.—-N. sust. C. Liana cubana.<br />
Ben.—A r . sust. C. Vegetal.<br />
Biajaca ó viajaca.—A r . sust. C.—Pez.<br />
Biajaiba ó viajaiba.— N. sust. C. Pez de rio. Estas<br />
tres últimas palabras fueron acaso D., porque<br />
se notan en ellas las T. aya v acá y la palabra jai-<br />
MfV.J<br />
Biaró.—N. sust. P. Embarcadero de la Camarita.<br />
Biaya ó Bambiaya, según Las Casas. A T . sust. C.<br />
Ave palmada.<br />
Bibona.—A", sust. C. Pichardo pregunta y Fernandez<br />
sanciona que es el vegetal conocido hoy por<br />
caefómba.<br />
Bicana.—N. sust. P. Puerto de la Macaca.<br />
Bija ó vija.—A', sust. C. Planta que sustituye al<br />
pimentón.<br />
Bijagua.—D. do bija y gua, depósito de bija-s.<br />
Bijaguara ó bijaragua.—D. bija y guará.<br />
Bijao ó bihao.—A", sust C. Especie de guano.<br />
Bijarú.—N. sust. P. Loma del grupo de Sagua-<br />
Baracoa.<br />
Bijaura.—D. do bija y aura.
CUBA INDÍGENA. 131<br />
Bijirí ó birijí (hoy bijirí-íaj.—N. susí. C. Un<br />
pájaro.<br />
Binimí. — N. sust. P. Islas legendarias del<br />
Norte.<br />
Birama ó Virama.—N. sust. P. Poblado actual<br />
del antiguo Cueybíi ó Guaímaro. Antiguo puerto de<br />
Macaca.<br />
Bita.—N. sust. P. Puerto del Norte.<br />
Bobo.—N. sust. C. Ave acuática.<br />
Bonasí.—(V. ponasí.)<br />
Boocan.—-Adj. Salado ó conservación de carnes.<br />
Boriquen, Borinquen ó Boricon.—A. sust. P.<br />
Nombre indígena de la isla de «Puerto-Rico.» Su<br />
significado es: país de los hombres morenos.<br />
Boyuca.—N. sust. P. Provincia indígena. Su T.<br />
nca hace sospechar un desconocido D.<br />
Bucagüe ó ¿búcare?—N. sust. C. Vegetal.<br />
Bueney.—A r . sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Baytiquiri.<br />
Bujamey.—N. sust. P. Cabo de la Habana. Estos<br />
dos últimos nombres tienen la T ey y puede discutirse<br />
no sean D.<br />
Bujio, bojío, buhío ó bohío.—N. sust. C. Cabana<br />
de forma elíptica y cuadrilátera.<br />
Buhití ó bujití.—V. behique.<br />
Búren. — N. sust. C. Puchero de barro circular.
132 CUBA INDÌGENA.<br />
c<br />
C—Consonante más importante que la b. 8o<br />
enlaza generalmente con la a y después con la o y<br />
la u: no existiendo el «ceceo» en este dialecto, según<br />
dice Pichardo, claro es que no puede combinarse<br />
con la e ni con la i.<br />
Cabacú.—A r . sit.sí. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Baracoa. (No citado.)<br />
Cabagan.—N. sust. P. Pió de Guarnid i aya.<br />
Cabaguaní.—.Y. sust. P. D. sin duda alguna del<br />
anterior, no sólo por su parecido y su T. de í, sino<br />
también porque es un pueblo actual do la misma<br />
provincia.<br />
Cabaiguan.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Coabainacan. D de cabagan á nuestro juicio.<br />
Gabaniguan.—A r . sust. P. Pueblo actual de la<br />
antigua Sabana. Estos cuatro últimos nombres no<br />
tienen, en nuestro criterio, distinción alguna como<br />
R. para que dejemos de considerarles como D. (No<br />
citados.)<br />
Cabima.—N. sust. C. Árbol silvestre.<br />
Cabonico.—A r . sust. P. Ensenada de Sayua.<br />
Cabuya.—N. sust. C. Cordel delgado ó fragmento<br />
de bejuco.<br />
Cacao.—A r . sust. C. Árbol. Puedo juzgarse D.<br />
por su T. cao. Acaso la sílaba ca, tan común en<br />
todas estas palabras, sea una contracción de acá.
CUBA INDÍGENA. 133<br />
Gacuyugin.—N. sust. P. Rio de Cuy aguayo.<br />
Gaguairan. —• N. sust. C. Árbol de madera<br />
dura.<br />
Caguama.—A", sust. C. Pez. Evidentemente es<br />
D. esta palabra por sus dos 7'. gua y ma, aun en el<br />
caso de que ca no fuera contracción de acá.<br />
Caguanes, caguanete ó caguanetaso (y no caguanetazo).<br />
Adj. Pavesa.<br />
Gaguará.—A", sust. C. Concha.<br />
Caguaso.—A r . sust. C. Planta.<br />
Caguasal.—D. de caguaso y al, bosque de caguaso-s.<br />
Gaguato.—-A', sust. C. Árbol silvestre.<br />
Caguayo.—-N. sust. C. Lagartija. La T. de guayo<br />
hace sospechar nuevamente si el ca no es una contracción<br />
de acá, significando en este caso bosquejo<br />
rayado.<br />
Cagucibaje.—A T . sust. P. Loma de Baracoa.<br />
Caibarien.—-A", sust. P. Puerto de Sauaneque.<br />
Caico.—A*, sust. C. Bajío.<br />
Caiguanabo.—A r . sust. P. Rio de Guaniguanico.<br />
Las 7 1 . gua-n-abo hacen sospechar los D. acá é i.<br />
Caimán.—A", sust. C. Reptil. Desechamos, como<br />
•castellano, su D. caiman-es.<br />
Caime.—A*, sust. C. Tubérculo, según Pichardo.<br />
Caimito.—A*, susf. C. Vegetal. Díccsequc es D.<br />
de caimán, pero nos parece castellano.<br />
Cainiabo.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Coabainacan. (No citado.)<br />
Caisimon.—A 7 , susf. C. Vegetal.
134 CUBA INDÌGENA.<br />
Gaisimú.—N. sust. P. Loma de Cuy aguayo. D_<br />
'á nuestro juicio de la palabra anterior.<br />
Gajabo ó cajobabo.—A r . sust. C. Vegetal. D., en<br />
el primer caso, de cají y abo, y en el segundo de<br />
cajóba y abo; interpretaciones «sustancia de que<br />
viven los cají» ó «aliciente del cajoua.»<br />
Gají, hoy cajío. A r . sust. C. Pez.<br />
Gajimaya.—N. sust. C. Rio de Barajagua. D. do<br />
cají-ma-aya, «nacimiento y crecimiento de los<br />
caji.»<br />
Gajoba.—R. de<br />
Cajobabo.—A r . sust. P. Surgidero de Bayiiquiri.<br />
En caso de que sea lo mismo que cajabo, V. esta<br />
palabra.<br />
Galaguala.—N. sust. C. Vegetal.<br />
Camagua.—N. sust. P. Provincia indígena. V.<br />
para el D. el cap. iv.<br />
Gamagüey.—-N. susí. C. D. de Camagua y ey r<br />
habitantes de la Camagua.<br />
Gamagüira.—N. sust. C. Vegetal. D. de aca-magüira,<br />
pobre engendro de la güira. (V.)<br />
Camaján ó camajen.—N. sust. P. Rio do Maniabo.<br />
Gamajuani.—-N. sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />
Sabana. D. de camaján é i, pluralizando la<br />
palabra. (No citado.)<br />
Gamao.—N. sust. C. Variedad de paloma.<br />
Gamarioca.—N. sust. P. Puerto de Sabana.<br />
Camasan.—N. sust. P. Loma de la serranía ceñir<br />
al.
CUBA INDÍGENA. 135<br />
Gamoa.—N. sust. P. Loma del grupo occidental.<br />
Can.—Adj. Extenso, según Pichardo. Se patentiza<br />
en las palabras banacan, guaicán, guayacan,<br />
guiñean, jacan, juracan, nacan, quibican y síbanucan.<br />
Gana.—ÍY. sust. C. Palmera.<br />
Canabacoa.—A r . sust. P. Loma de Cueybá. D. de<br />
cana-abo-coa, residuo del jugo do la cana.<br />
Cananoba.—A', sust. P. D. de cana-na-abo, agua<br />
que mata ó da flor á la cana.<br />
Ganareo.—A r . sust. C. Nombre genérico de<br />
pueblo.<br />
Ganasí.—A r . sust. P. Rio de la Habana.<br />
Caney.— N. sust. C. Choza en forma de pabellón.<br />
D. de cana y ey, habitación hecha ó en figura<br />
de la cana.<br />
Ganeimar, hoy Ganimar.—N. sust. P. Rio de la<br />
Habana.<br />
Canoa.—N. sust. C. Barca de rio.<br />
Cansí, escrito antiguamente canci, de donde<br />
nacieron los modernos canci y canci-es. A r . sust. C.<br />
Cabana del casique.<br />
Gao.—N. sust. C. Especie de cotorra. T. sust.<br />
que so presenta generalmente á final de palabra,<br />
como en cacao, guaicao, jumacao y macao, y sólo<br />
dos veces como R. en los modismos caoba y caoana.<br />
Caoba.—A r . sust. C. Árbol precioso. D. de cao y<br />
abo, sustancia preferida por el cao.<br />
Caona, ó Caoana, ó guanin.—A", sust. C. Oro de
136 CUBA INDÍGENA.<br />
baja ley. D. de cao-na, flor de la coa (acaso por los<br />
colores).<br />
Caonao. V. Caunao.<br />
Gapromys.—N. sust. C. Ratones indígenas.<br />
Garacurey.—A", sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />
Guamuhaya. (No citado.)<br />
Caragüao.—A", sust. C. Vegetal.<br />
Garahate, hoy Garahate-s, y acaso por su pronunciación<br />
carajate.—N. sust. C. Pueblo indígena<br />
de Sabaneque.<br />
Caraira (Ca?-acará según d'Orbigny).—N. sust.<br />
C. Ave de rapiña.<br />
Garajaya.—N. sust. P. Cayos de la Camagua.<br />
Garamarana.—.Y. sust. C. Vegetal.<br />
Garapachibey.—N.sust. P. Caleta de la Guana] a.<br />
Carcaj.—N.sust. C. Caja de flechas.<br />
Carey.—A r . sust. C. Variedad de la tortuga.<br />
Cariaco.—Ad]. Baile despreciable.<br />
Caribe.—N. sust. C. Pueblo indígena americano<br />
que devastaba las Lucayas.<br />
Gasabí, casabe luego y hoy cazabe.—A r . sust. C.<br />
Especie de pan.<br />
Gasaicaco.—A T . sust. C. Vegetal.<br />
Gasigua ó casiguas. — N. sust. C. Ríos del<br />
Marien.<br />
Gasiguaya, Gasiguaguas, según Arrale, y Gasiguagas<br />
por otros, equivocadamente á nuestro entender.—-A<br />
7 , sust. P. Rio de la serranía de la Habana.<br />
D. de casigua y aya, surge y se reconcentra el<br />
casi (¿?).
CUBA INDÍGENA. 137<br />
Casimba, según algunos cachimba.— N. sust. C.<br />
y P. Hoy se conoce con este nombre á la pipa de<br />
fumar. Cabo do la Macaca (hoy de la Cruz).<br />
Gasique.—Antiguamente cacique, hoy cacique.<br />
A 7 , sust. C. Jefe do tribu.<br />
Cataure.—N. sust. C. Tablero de juego.<br />
Catey.—A T . sust. C. Ave trepadora.<br />
Catibía.—N. sust. C. Pan de casabí.<br />
Catibo.—N. sust. C. Pez de río. D., á nuestro<br />
entender, del anterior (2).<br />
Gaugeri.—A r . sust. P. Pueblo actual de los antiguos<br />
tiquiri. (No citado.)<br />
Caujará.—¿No será caguará?<br />
Caulejo. — A", sust. P. Arroyo de los Guaímaros.<br />
Caumau.—N. sust. C. Árbol silvestre.<br />
Caunao, Gaonao ó Gaunau.—A", sust. C. Rio de<br />
Jagua.<br />
Gaureje.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Bayamo: ¿no pudiera ser el caugeri anterior?<br />
Cauto.—A 7 , sust. P. Rio de Bayamo , el mayor<br />
de la isla.<br />
Caya.—R., á nuestro entender, do las siete palabras<br />
siguientes. Puedo suponerse á la vez D. de acá<br />
y aya , desarrollo pobre.<br />
Gayaguaneque.—A", sust. P. Puerto de Baracoa.<br />
D. de caya-gua-n-eque, modismo del acá, es decir,<br />
se desarrolla sucio y nace pobre.<br />
Cayaguayo.—V. cuyaguayo.<br />
Cayajabo. A T . sust. C. y P. Árbol. Pueblo actual
138 CUBA INDÍGENA.<br />
del antiguo Marien. D. de caya y jabí, origen sucio<br />
del jabí (V.)<br />
Gayama.—A T . sust. C. Ave acuática. D. de caya<br />
y ma, nacimiento del caya.<br />
Gayambú.—N. sust. P. Sabana del Marien ó<br />
Guaniguanico. No conocemos la T.; pero se comprende<br />
que es D. de caya.<br />
Cayaya.—N. sust. C. Vegetal. D. de aca-ayaaya,<br />
crece dos veces en la suciedad ó en la pobreza.<br />
Cayuco.—iV. sust. C. Chalupa ó piragua de rio<br />
y una sola pieza. D. de aca-aya-uco, basta, pero<br />
corre y agrada por su pequenez.<br />
Coa.—T. sust. y adj. Preséntase casi siempre<br />
como torminal, y ejemplos nos ofrecen Baracoa,<br />
barbacoa, canabacoa, guacacoa, guaibacoa, Guanabacoa,<br />
Jibacoa, tuyabacoa y yayabacoa: una sola<br />
vez, sin embargo, aparece como R. en el modismo<br />
coabai y en su compuesto coabainacan; pero en<br />
este caso el diptongo oa se modifica en u, Coabai,<br />
<strong>Cuba</strong>.<br />
Coabai.—-N. sust. P. Nombre indígena de la<br />
isla. D. do coa y baí, país de los muertos.<br />
Coabainacan.—N. sust P. Provincia indígena.<br />
D. de Coabai y nacan, centro de <strong>Cuba</strong>.<br />
Gobiha ó cobija.—A T . sust. C. Téisajo ó carne curada<br />
al sol ó al fuego.<br />
Coco.—A r . sust. C. Variedad de<br />
-palma.<br />
Coco.—A T . sust. C. Sulfato de cal.<br />
Cocona.—A 7 , susí. C. Tierra blanquecina. D. de<br />
coco y na, concentración del coco.
CUBA INDÍGENA. 139<br />
Cocosí.—D. de coco, plural acaso.<br />
Gojiba ó cohiba.—N. sust. C. Planta hoy llamada<br />
tabaco.<br />
Gojimar.—A r . sust. P. Playa de la Habana.<br />
Gojinua.—A r . sust. C. Pez.<br />
Gojoba ó Cohoba.—N. sust. C. Árbol silvestre.<br />
Comején (antiguo comexen).—-N. sust. C. Variedad<br />
de la hormiga.<br />
Gonconí.—A r . sust. C. Insecto.<br />
Conuco.—•A", sust. C. Choza del labriego.<br />
Gorí.—N. sust. C. Citado por Oviedo, acaso el<br />
quemí, mamífero. Es sin duda la R. de<br />
Curiel.—N. sust. P. Pueblo actual de <strong>Cuba</strong>. (No<br />
citado.)<br />
Corogoya.—N. sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />
Camagua. (No citado.)<br />
Gorojal.—D. de corojo y al, bosque de corojo-s.<br />
Corojo.—A r . sust. C. Especio de palma.<br />
Corúa.—A r . sust. C. Ave palmada. Es probable<br />
que estas cuatro últimas palabras provengan de<br />
cor i.<br />
Gosuba(ántos cocuba y hoy cozubaj.—N. sust. C.<br />
Película del mais.<br />
Guaba.—N. sust. C. Vegetal.<br />
Guabal.—D. de cuaba y al, bosque de cuabal-es.<br />
Cuajaní.—A r . sust. C. Árbol de madera dura.<br />
Cuajará.—A r . sust. C. Árbol silvestre.<br />
<strong>Cuba</strong>nicú, sin duda coabai-nicú.—N. sust. C.<br />
Planta.<br />
Cucúa.—A r . sust. C. Bejuco: variedad.
140 CUBA INDÌGENA.<br />
Gucuí ó cocui, hoy cucuyo ó cocuyo.—N. sust. C.<br />
Insecto.<br />
Gueybá ó Gueibá.—N. sust. P. Provincia indígena.<br />
Guje.—N. sust. C. Bejuco: variedad.<br />
Gumagua.—¿No sería Camagua, en un principio?<br />
¿O será la R. de las siguientes palabras?<br />
Cumanayagua.—A 7 , sust. P. Pueblos actuales de<br />
los antiguos Maricn y Jagua.<br />
Cunagua.—A", sust. P. Montaña oriental de la<br />
Camagua. Contracción visible de la palabra anterior.<br />
Guní.—A 7 , sust. P. Loma del grupo central.<br />
Gunucumí.—A", sus.t P. Cabo de Sabaneque.<br />
Gupey.—A 7 , sust. C. Árbol silvestre. Los D.<br />
copey, cupeye, copeyes y copeicillo tienen marcada<br />
T. castellana.<br />
Guramaguey.—A", susf. C. Vegetal.<br />
Gúrbana.—Moreri la dice caninga. Hay un vegetal<br />
de este nombre, pero Oviedo le dice corbana.<br />
Curican, hoy curricán.—N. sust. C. Cuerda.<br />
Gurujey.—A", sust. C. Especie de bejuco.<br />
Gusubí, según Oviedo veycosí, y según Pichardo<br />
cusubé. N. sust. C. Dulce del jugo del casabi.<br />
Guyá.—A 7 , sust. C. Vegetal.<br />
Guyaguateje, cuyaguajate, cuyagualeje, etc.—A 7 .<br />
sust. P. Rio de Guaniguanico. Es D. sin duda alguna<br />
y proviene acaso de cuya, árbol, y guateje, que<br />
es, en nuestro concepto, derivado de guata, oreja:
CUBA INDÍGENA. 141<br />
así significaría festoneado de cuyá-s en traducción<br />
libre.<br />
Guyaguayo.—A r . sust. P. Provincia indígena.<br />
(V. el cap. iv.)<br />
CH.<br />
Ch.—Ya hemos dicho que esta consonante es<br />
muy rara: existe, sin embargo, en los casos siguientes:<br />
Chambas.—N. sust. P. Rio do Sabaneque.<br />
Chapapote.—N. sust. C. Asfalto.<br />
Chayo.—.Y. sust. C. Planta.<br />
Chayóte.—A 7 , sust. C. Enredadera frutal. D. indudablemente<br />
de la palabra anterior.<br />
Cherigota.—N. sust. C. Bejuco.<br />
Ghichicate.—N. súst. C. Arbusto silvestre.<br />
Chipojo.—N. sust. C. Camaleón.<br />
Chirimoya.—A\ sust. C. Frutal.<br />
Chorote.—N.sust. C. Vegetal.<br />
D.<br />
D.—Es, como la ch, bastante rara; pero como<br />
en la letra anterior no deja de fijarse en algunos<br />
modismos.<br />
Dagame.—A r . susí. C. Árbol de madera dura.<br />
Dajao.—N. sust. C. Pez de rio.
112 CUBA INDÍGENA.<br />
Damují.—A T . sust. P. Rio de Jagua.<br />
Dayaniguas.—N. sust. P. Ensenada de la bahía<br />
de Matabanó. Puede suponerse D. por las T. de<br />
aya y niguas, pero se desconoce su R.<br />
Demajagua.—N. sust. P. Pueblo actual del indígeno<br />
Bayliquiri. Gomo la anterior, tiene dos T.<br />
conocidas, ma y jagua, pero también se desconoce<br />
la R. (No citada.)<br />
Demajayabo.—D. indudablemente del anterior,<br />
puesto que su R. demaja es idéntica, y tiene tres T.<br />
estudiadas, ma-aya-abo.<br />
Duho ó duchí.—A r . sust. C. Dioses ó ídolos cubanos.<br />
Dulio para nosotros en el singular, y chichi<br />
es el plural.<br />
Dumanacas.—Hoy se emplea la palabra Dumañuecos,<br />
pero es tanto menos aceptable cuanto que<br />
se desconoce la ñ en el alfabeto indígeno. (V. el<br />
cap. i.)<br />
E<br />
E.—Es una vocal que después de los diptongos<br />
y en medio de dicción sólo aparece una sola vez á<br />
principio de palabra.<br />
Ea.—Diptong o que hemos admitido por dos palabras<br />
reconocidamente indígenas, balea y jicolea.<br />
Ei.—Diptongo que, aparte de la T. ey, encuéntrase<br />
en los modismos areito, Caneimar, neibay<br />
seiba.
CUBA INDÍGENA. 143<br />
Eo.—Diptongo encontrado únicamente en la<br />
palabra peopao; pero según Latorre, es reconocidamente<br />
indígena, puesto que se citaba en las<br />
actas del cabildo do la Habana y año de 1551 (3).<br />
Escambray.—N. susí. C. Territorio indígena.<br />
Ey.—-T. adj. Ya hemos dicho, al tratar de la a,<br />
que para la formación de esta T. ocurren dos casos:<br />
la modificación sencilla de la a en la ey<br />
terminal, y 2.°, el que se añade á la a una de las<br />
consonantes n, r y t antes de la adopción de la T.<br />
Ahora podemos presentar el 3.°, que es la modificación<br />
do la o terminal en el ey de que se trata, como<br />
de bato batey, de hato haluey y de maco macuey.<br />
Por desgracia ignoramos las R. de babiney , bueney,<br />
bujamey, caracurey , carapichey , carey, catey,<br />
cupey, curamaguey, curujey, macusey, pipistey,<br />
quibey, tuabaguey , siboney, etc., para admitir<br />
ó secundar otros ó los mismos casos.<br />
G<br />
6.—Es la consonante más generalizada del alfabeto<br />
cubano; pero entiéndase que sólo en los sonidos<br />
suaves y nunca en los fuertes ó los compuestos<br />
de las vocales e-i. Haremos notar, sin embargo,<br />
que esta generalidad so debe únicamente á la T.<br />
más común, ó séase gua.<br />
Gaibo.—A 7 , susí. P. Rio de la serranía oriental.<br />
Gayarúes.—A 7 , susí. C. Cabo de Sabaneque.
144 CUBA INDÍGENA.<br />
Grey.—N. sust. C. Comunidad ó ejército.<br />
Gua.—Verbo y T. la más común de todas. Además<br />
de las ciento quince palabras en que figura<br />
como R., preséntase en medio y al final do dicción.<br />
En el segundo caso recordamos los modismos aguacate,<br />
aguiji ó aguají, aguará, ariguanabo, asiguanaso,<br />
baguanó , ca.bagu.ani, cabaiguan, cabaniguan,<br />
caguairan, caguama, caguanes, caguará,<br />
caguaso, caguato, caguayo, caiguanabo, cuyagualeje,<br />
Ilaniguanica, iguanabon, iguanajo, iguanojo,<br />
iguará, jaiguan, jeníguana, jiguana, macaguabo,<br />
managuaco, paraguayo, taguayabon, íinguaná,<br />
Linguaro y tuabaguey. En el tercer caso citaremos<br />
á bacunagua, baciinayacjua, Barajagúa, bibijagua,<br />
Camagua, casigua, Cunagua, Dayanigua,<br />
demajagua, jagua, jigua, jimagua, jumagua, juragua,<br />
macagua, magua, majagua, Mamanayagua,<br />
managua, manicaragua, maragua, matagua,<br />
mayagua, nigua, piragua, sagua, sigua, tagua,<br />
tatagua, yagua, yamacaragua, yamagua, yamaragua,<br />
yarigua y yayagua. Además de los compuestos<br />
de algunos do estos vocablos, existen palabras<br />
en que la T. está duplicada, como en guagua<br />
y yaguagua.<br />
Guá.—N. sust. P. Cabo de<br />
Cueybá.<br />
Guabano.—.Y. sust. P. Vegetal.—D. de guaaba-ana,<br />
flor y depósito de agua.<br />
Guabico.—-.Y. sust. C. Vegetal.— I). de gua-aboi-uco,<br />
concentra muchos hilos de agua.<br />
Guabina ó guabino.—N. sust.<br />
C. Pez de rio.—
CUBA INDÍGENA. 145<br />
D. de gua-abo-í-na, no necesita mucha agua para<br />
vivir.<br />
Guaca ó Guaco (hoy huaco).—A r . sust. C. Variedad<br />
del bejuco. D. de gua y acó, depósito sucio ó<br />
pobre.<br />
Guacabina.—N. sust. C. Provisión de viaje. D. de<br />
gua-aca-abo-i-na, depósito de pasta y no de aguas.<br />
Guacacoa.—A r . sust. C. Árbol. D. de guaco y coa,<br />
muerte de los guaco-s.<br />
Guacalote.—N. sust. C. Vegetal. D. de guaca y<br />
la T. lote, desconocida.<br />
Guacamí, hoy guacamaró.—N. sust. C. Vegetal.<br />
D. de guaca-ma-i, dá nacimiento á los guaco-s.<br />
Guacamaya ó guacamayo.—N. sust. C. Ave trepadora.<br />
D. de gua-aca-ma-aya, antes del desarrollo<br />
nace y vive sucio.<br />
Guacanabayo.—A T . sust. P. Provincia indígena,<br />
también bautizada con los nombres de Guacamabayo<br />
ó Guacanayabo. D. de guaca-ma-abo-ayo, nacimiento<br />
del guaco y desarrollo del agua.<br />
Guadaño. —A", sust. C. Chalupa ó canoa cubierta.<br />
Se desconoce la T., pero es D. por la R<br />
Guaganche.—A*, sust. C. Pez de mar. Repetimos<br />
lo dicho en la anterior palabra.<br />
Guagarí ó guaguasí.—N. sust. C. Vegetal. Léase<br />
lo dicho en guadaño.<br />
Guagua.—A", sust. P. Pueblo actual de la Habana.<br />
D. de gua-gua , entre depósitos ó matorrales.<br />
Guahimaya y nó Quahimaya.—N. sust. P. Pro-<br />
10
146 CUBA INDÍGENA.<br />
vincia indígena. D. de guai-ma-aya, grande nacimiento,<br />
vivienda y desarrollo.<br />
Guai.—Interjección, D. de gua é i, mucha vida.<br />
Guaibacoa.—N. sust. P. Pueblo actual de Vuelta-<br />
Abajo. D. de guai-abo-coa, con sobra de vida muere<br />
por el agua.<br />
Guaicabon.—N. sust. P. .Surgidero de Boyuca.<br />
D. de guai-aca-abo-n, muchos depósitos de agua<br />
sucia.<br />
Guaicán.—N. sust. C. Remora ó pez sucet. D. de<br />
gua-i-can, absorbe fuertemente la extensión.<br />
Guaicanamar.—A 7 , sust. P. Montaña occidental<br />
de la Camagua. D. del anterior vocablo, pero de T.<br />
desconocida.<br />
Guaijacon, guajacon ó guayacon.—V. guajacon.<br />
Guaijaibon, Guajabon, guajaibon.—A 7 , sust. P.<br />
Montaña central de Güaniguanico. D. de gua-ijaiba-n,<br />
depósitos de graneles cangrejos. (V. jaiba.)<br />
Guaijinico.—N. sust. P. Cabo de Guamuhaya.<br />
Guaimaro.—A r . sust. P. Provincia indígena.<br />
Aunque se desconoce la T., trátase por las R. guai<br />
y ma del nacimiento de los fuertes...<br />
Guainabo.—N.sust. P. Embarcadero de Sabaneque.<br />
D. gua-i-na-abo, con tanto residuo escasea el<br />
agua.<br />
Guainacabo.—N. sust. P. Laguna del Occidente<br />
de la Habana. D. de gua-i-na-aca-abo, depósitos de<br />
agua, aunque sucios.<br />
Guaiquibo.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Marien. I). sin conocer la T. (Nó citado.)
CUBA INDÍGENA. 147<br />
Guairaje, guairage ó guairajeje.—N. susí. C. Vegetal.<br />
Como el anterior es D.<br />
Guairo.—N. susí. C. Barco costero. Acaso fuera<br />
guaire, y en este caso su etimología sería: vuela<br />
como el aire.<br />
Guajaba.—A r . susí. P. Tal vez fuera un árbol,<br />
hoy desconocido ó con el nombre variado, y sería<br />
en este caso gua-jaba, á propósito para jabas.<br />
Guajabal.—A", sitsí. P. Loma de Maniabo. D. de<br />
guajaba y al, bosque do guajabas: V. como prueba<br />
de lo dicho anteriormente.<br />
Guajabaní.—N. sust. P. Rio de Maniabo. D. de<br />
guajaba-n-í, grandes y muchas guajabas.<br />
Guajaca.—A . sust. C. Vegetal. D. Sin conocerla T.<br />
Guajacon, guaijacon ó guayacon.—D. de guajaca<br />
y n. grandes guajacas.<br />
Guajamon.—Aclj. Color aceitunado, según Pichardo.<br />
Guajenal.—N. sust. P. Poblado actual del antiguo<br />
Barajagua. (Nó citado.)<br />
Guajinico.—A r . sitsí. P. Cabo de Guamuhaya.<br />
Guajiro.—N. sust. C. Campesino. Según Pichardo,<br />
proviene del Yucatán; pero su antiguo<br />
nombre (guaxiro) y su generalizado empleo, nos<br />
hace juzgarle como de <strong>Cuba</strong>.<br />
Guajoti.—Pronombre. El usted indígena, según<br />
el mismo autor. Como los cuatro últimos nombres<br />
desconocemos las T.<br />
Guama.—A y . sitsí. C. Vegetal. D. de gua y ma,<br />
nace como permanece.
148 CUBA INDÍGENA.<br />
Guamaca.—A r . sust. C. Vegetal. D. de guama<br />
y acá, guama basta.<br />
Guamana.—N. sust. C. Ave palmada. D. de guama-na,<br />
surge pero no cria.<br />
Guamao.—N. sust. C. Vegetal. Desconócese la T.<br />
Guarní.—R. que á su vez tiene por D. gua-ma-í,<br />
muchos guamá-s.<br />
Guamina.—A r . sust. C. Vegetal. D. de guama-ína,<br />
guamá-s no muy abundantes.<br />
Guaminiquí.—A r . sust. C. Jefe superior, según<br />
Pichardo. D. á nuestro entender de gua-ma-i-naiqui,<br />
modismo este último de uco: su etimología,<br />
nacimientos y vidas de los no pequeños, ó no pequeñas.<br />
Guamo.—A T . sust. P. Pueblo de las orillas del<br />
Cauto. D. tal vez español de guama.<br />
Guamuhaya y no Quamuhaya.—N. sus/.. P. Provincia<br />
indígina. D. de gua-ma-aya, nacen, progresan<br />
y se reconcentran.<br />
Guamutas.—A r . susf. C. D. sin conocer la T.<br />
Pueblo actual de la antigua Sabana. (Nó citado.)<br />
Guana.—A r . sust. C. Vegetal. D. do gua y na,<br />
flor del depósito.<br />
Guanabá.—A r . susí. C. Ave. D. de guana y abo,<br />
guana acuosa ó de agua.<br />
Guanabacoa.—N. sust. P. Pueblo de la Habana.<br />
D. de guan-aba-coa, depósitos donde yacen las<br />
aguas.<br />
Guanábana.—A r . sust. C. Frutal. D. de gua-nabo-na,<br />
depósitos de líquidos y nó de agua.
CUBA INDÍGENA. 149<br />
Guanacaje.—A r . sust. P. Un pueblo actual. D. sin<br />
conocer la T. (No citado.)<br />
Guanahacabibes.—N. sust. P. Provincia indígena.<br />
Guanahaní ó Guanaharí.—N. sust. P. Isla de San<br />
Salvador. D. de guana-na-í, hay mucho parecido,<br />
pero ninguna guana..<br />
Guanaja.—N. sust. P. Isla de Pinos, según Navarrete.<br />
D., desconociendo la T.<br />
Guanajal.—N. sust. C. D. de guanaja y al, que<br />
puede ser muchos ó bosques de guanaja-s.<br />
Guanajaro.—N. sust. P. Pueblo actual do la antigua<br />
Guamuhaya. Ignórase la T. (Nó citado.)<br />
Guanajay.—A 1 ', sust. C. y P. Un juego. Pueblo<br />
actual del antiguo Marien. T. desconocida.<br />
Guanajayabo.—A r . sust. P. Loma de Macorí. D.<br />
de guanajay-aya-abo, corriente de agua de guanajay.<br />
Guanal.—A", sust. P. Cabo de la Guanaja. D. de<br />
guana y al, bosque de guanas.<br />
Guanamon.—N. sust. P. Surgidero de la Habana.<br />
D. de guana-ma-n , donde nacen fuertes las<br />
•guanas.<br />
Guanana.—Y. guamana, que acaso sea sinónimo.<br />
Guananí.—A", sust. C. Vegetal. D. de guan-na-í,<br />
se desarrolla sin propagarse.<br />
Guanac—A r . sust. C. Ave. D. de guana, sin conocer<br />
la T.<br />
Guanayara.—-N. sust. P. Rio del Centro. D. de
150 CUBA INDÌGENA.<br />
guana y yara, dos plantas que limitan sus orillas.<br />
Guaní ó guane, hoy guanos.—N. sust. C. Plural<br />
de guana.<br />
Guaney.—A 7 , sust. P. D. de gua-n-ey, poblado<br />
de muchos amigos.<br />
Guanico ó guarico.—A 7 , sust. C. Vegetal. D. de<br />
gua-n-í-uco, viven mucho, aunque pequeños.<br />
Guanigua.—A 7 , sust. P. Laguna do Sabana. D.<br />
de guaní y gua, ó acaso de gua y nigua: en el primer<br />
caso significa «gran depósito de guanas,» y en<br />
el segundo «vivienda de niguas;» pero no aceptamos<br />
esta etimología, porque, tratándose de tipos<br />
zoológicos, se emplea el ey terminal.<br />
Guaniguanico. — A 7 , sust. P. Provincia indígena.<br />
D. de guani-guaní-uco, dobles y pequeños<br />
guanos.<br />
Guanimar.—N. sust. P. Embarcadero do la<br />
Habana.—D., sin conocer la T.<br />
Guanin ó caoana (V. esta palabra).—D. de guan-í-n,<br />
buenos y ricos depósitos.<br />
Guaninicun, á nuestro juicio Guaninicú.—A 7 .<br />
sust. P. Kio de Guahimaya. D. del anterior guaníni-uco,<br />
muchos fragmentos pequeños de oro (i).<br />
Guaniquinaje, guaniquinage, guaniquinace, guabiniquimar<br />
ó guaniquinages.—A 7 , sust. C. Perro sin<br />
ladrido. Desconocemos las T.<br />
Guaniquí, guaniquiquí, guaniquiní ó guaniquique.—A<br />
7 , sust. C. Vegetal. D. de guana-í-uco, mucho<br />
y pequeño guano.<br />
Guano (V. guana).—Entiéndase, sin embargo,
CUBA INDÍGENA. 151<br />
que también es el nombre de los restos de las palmas,<br />
etc.<br />
Guantanamo.—A T . sust. P. Rio de la serranía<br />
oriental. D. de gua-n-tanamo, gran depósito del<br />
Tánamo.<br />
Guaquí.—N. sust. C. Vegetal. D. de gua-uco-í,<br />
muchas y pequeñas raíces.<br />
Guará, hoy guara.—Vegetal. Ignórase la T.<br />
Guarabo.—N. sust. P. D. de guara y abo, jugo<br />
de la guará.<br />
Guaracabuya.—N. sust. C. Vegetal. D. de guara<br />
y cabuya, cordel ó filamento de la guara.<br />
¿Guaracha?—Adj. Canto del guajiro. D. de T.<br />
desconocida.<br />
Guaraná ó guarano.—N. sust. C. Vegetal. D. de<br />
guara y na; parece, pero no es, la guara.<br />
Guarapo.—N. sust. C. Jugo dulce. D. sin conocer<br />
la T.<br />
Guareiras.—A r . sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />
Sabana. D. en el caso anterior. (Nó citado.)<br />
Guariao. — N. sust. C. Pez. En el mismo<br />
caso.<br />
Guarico.—V. Guanico.<br />
Guaro.—A r . sust. C. Vegetal. D. de T. desconocida.<br />
Guasa.—R. de las seis palabras que siguen y<br />
J). por su primera R.<br />
Guasabacoa.—N. sust. P. Ensenada del puerto<br />
de la Habana. D. de guasa-abo-coa, agua muerta<br />
abundante en guasa-s.
152 CUBA INDÍGENA.<br />
Guasasa.—N. sust. C.—Mosca de la podredumbre.<br />
Se ignora la T.<br />
Guasí.—D. como plural de guasas.<br />
Guásima.—A r . sust. C. Vegetal. D. deguasa-i-ma,<br />
nacimiento de guasas.<br />
Guasimal.—D. de guásima y ma, bosque de<br />
guasas. N. sust. P. Estero del Marien.<br />
Guaso.—A T . sust. C. y P. Rio de Baytiquirí. Pez<br />
de rio. D. de guasa, si no es sinónimo.<br />
Guata.—N. sust. C. Oreja, según Pichardo.<br />
Guataca.—D. de guata y acá, oreja grande.<br />
Guatao.—D. de oreja.<br />
Guatapaná.—N. sust. C. Vegetal. El mismo D,<br />
•ín conocer la T.<br />
Guateque.—Adj. Baile bullanguero. D. de guata<br />
y uco, rumores en la oreja.<br />
Guatiau.—Adj. Aliado, según Pichardo. D. acaso<br />
de «preso por las palabras ó por la oreja.»<br />
Guatibini.—-N. sust. C. Pájaro negro (hoy pitirri).<br />
Guatiní.—N. sust. C. Vegetal. Acaso D. del<br />
anterior, ó éste R. de aquél.<br />
Guavasiabo.—A r . sust. P. Partido indígena del<br />
Centro.<br />
Guavina ó guabina.—N. sust. C. Pez de mar.<br />
Guau ó guao.—A T . sust. C. Arbusto venenoso.<br />
Guauro.—R. sin duda de<br />
Guaurabo.—A r . sust. P. Rio de Guarnuhaya. D.<br />
de guauro y abo, agua de guauros.<br />
Guayaba ó guayabo.—N. sust. C. Árbol fru-
CUBA INDÍGENA. 153<br />
tal. 7). de gua-aya-abo, que atrae y arroja agua.<br />
Guayabal.—.V. sust. P. Cabo de Marien. I), de<br />
guayaba y al, bosque de guayabas.<br />
Guayabana.—-.Y. susí. P. D. de guayaba y na,<br />
flor de la guayabas.<br />
Guayacan.—N. sust. C. Árbol de madera dura.<br />
D. de gua-aya-can, que se cruza en toda su extensión.<br />
Guayacanal.—Ti. de guayacan y al, bosque de<br />
guayacan-es.<br />
Guayacona.—D. de gua-aya-aco-na, rayado y no<br />
ásperamente.<br />
Guayarúes.—-N. sust. P. Cabo de Sabaneque.<br />
D. sin conocer la T.<br />
Guayo.—.Y. susí. C. Rayador. D. de gua y aya,<br />
converge y desarrollad cruzamiento.<br />
Güeiba.—N. susí. P. Pueblo actual de la antigua<br />
Sabana. (Nó citado.)<br />
Güiacan.—JY. susí. C. Pez. Ignórase la R.<br />
Güín.—N. sust. C. Varilla del maíz. De este<br />
nombre procede el D. español de Güines, pueblo<br />
actual.<br />
Güinia ó güiniao.—D. de güín, sin conocer su T.<br />
Guinchos.—A", susí. P. Cabo de Cuy aguayo.<br />
Desconócese igualmente la T.<br />
Güira ó gigüera (higuera antigua, jígüera). N.<br />
sust. C. Vega tal.<br />
Guísaso.—N. sust. P. Cabo de la Hanabana.
154 CUBA INDÍGENA.<br />
H<br />
H.—Los primeros historiadores dieron á esta letra<br />
el sonido de h aspirada, y así hemos visto escribirse<br />
haba, bahari, behique, ó buhiti, bihao, Carahale,<br />
cohiba, cohoba y hucaro, palabras que aun<br />
posteriormente fueron pronunciadas como jaba, bajarí,<br />
bejique ó bujiti, bijao, Carajate, cojiba, cojoba<br />
y jucaro. Las modificaciones introducidas en la<br />
lengua castellana han producido el mismo efecto<br />
que en la c anticuada, el que se admitiera la h aspirada<br />
como la simple h actual, con la misma irregu •<br />
laridad con que se acogieron la 2 y la c por la/: con<br />
celdilla. Así, que volviendo por la pronunciación<br />
indígena, llamamos nuevamente jamaca, jatibonico,<br />
jatiguanico, jeniquén, jico, jicotea, jiguana,<br />
juracan, jutia, juyuyú, etc., á las palabras que<br />
actualmente se escriben hamaca, Hatibonico, Hatiguanico,<br />
heniquen, higuana, huracán, hutia y<br />
huyuyú, ya que algunas como jaba, jico y jicotea<br />
han vuelto á adoptar su primitiva vocalización.<br />
Habana.—N. sust. P. Provincia indígena..<br />
Haití ó Haytí.—N. sust. P. La segunda de las<br />
Antillas ó española Santo Domingo.<br />
Hanabana ó Hanábana.—A r . súsí. P. Rio del Occidente.—Acaso<br />
fuera D. de la Habana.<br />
Haniguanico.—N. súst. P. Provincia indígena.<br />
Hatiguanico.—N. sust. P. Rio de la Sabana D.
CUBA INDÍGENA. 155<br />
de hato y guanico, ó más etimológicamente, hatogua-na-uco,<br />
encierro para vivir, nó pequeño.<br />
Hato, hatí.—N. sust. C. Vivienda en general.<br />
¿Era indígena realmente?<br />
Hatuey.— N. sust. P. Casique de Haiti. D. de<br />
hato y ey, el que vive encerrado: V. la etimología<br />
de Iíatiguanico, y compréndase sí puede aceptarse<br />
ó nó la procedencia de hato.<br />
Holguin.—A r . susí. P. Rio antiguo y pueblo actual<br />
de la indígena Cueybá.<br />
I.—T. que implica el plural indígena. V. lo dicho<br />
en el cap. I.<br />
la.—Diptongo que se encuentra en las palabras<br />
ajiaco, biajaca, biajaiba, biaya, cainiabo, cariaco,<br />
catibía, guavasiabo, Imía, jatia, jia, jiaraco, jipiabo,<br />
juña, muniato, niabo, piniaco, pipián, purial,<br />
tiabuco, yaicuage y yaulia.<br />
Iai.—Triptongo que aparece, además de las palabras<br />
en que la i latina es y griega, en el modismo<br />
bariai.<br />
Iao.—Triptongo, consignado dos únicas veces,<br />
en guariao y en guiniao.<br />
Iau.—Triptongo que se encuentra salamente en<br />
el vocablo guatiau.<br />
Icacal.—D. de icaco y al, bosque de icaco-s.<br />
Icaco.—N. sust. C. Frutal.
156 CUBA INDÍGENA.<br />
le.—Diptongo que se comprueba por tres solas<br />
palabras: Caibarien, curiel y Marlen.<br />
Iguanabon.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Bayliqulri. D. do i-gua-n-abo-n, gruesas aguas<br />
que se depositan mucho.<br />
Iguanajo.—N. sust. P. Rio de Coabainacan,<br />
acaso<br />
Iguanojo ó higuanojo.—N. sust. P. Cabo de<br />
Magon.<br />
Iguará.—N. sust. P. Pueblo actual de Coabaina-<br />
CUBA INDÍGENA. 157<br />
Jabí.—N. sust. C. Vegetal. D. de jaba é í, muchas<br />
jabas.<br />
Jabuco.—Adj. diminutivo de jaba y uco, jaba<br />
pequeña.<br />
Jacan.— N. sust. P. Estero de Cueybá. Se desconoce<br />
la R.<br />
Jagua.— A r . sust. C. Vegetal. En el mismo caso<br />
que la palabra anterior.<br />
Jaguaje.—A r . sust. C. Vegetal. Igual caso que<br />
los anteriores.<br />
Jagrey.—A 1 , sust. P. Pueblo actual do la antigua<br />
II a ¡tabana. D. de jagua y ey, los que viven<br />
entre j aguas.<br />
Jaiba ó jaibo.—N. sust. C. Cangrejo. Con el segundo<br />
nombre es N. sust. P., un subafluenu del<br />
rio Guantanamo.<br />
Jaiguan.—R. por desconocer la inicial, pero D.<br />
por sus T. gua y n.<br />
Jaimiquí, Yaimiquí (hoy Almiqui).—A r . sust. P.<br />
Montañas orientales de Maniabo.<br />
Jamaca (hoy hamaca).—N. sust. C. Lecho colgante.<br />
Jamagua.—R. por desconocerse la inicial, y D.<br />
por sus T. ma y gua.<br />
Janasí.—N. sust. C. Vegetal.<br />
Jáquiba.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Guaimaro. ¿No será jaquiba?<br />
Jarao.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Coabainacan. (No citado.)<br />
Jaruco.—N. sust. P. Pueblo actual de la Ha-
158 CUBA INDÍGENA.<br />
bana.T). dejara (¿?) y uco, diminutivo de jara.<br />
Jata.—N. sust. C. Vegetal.<br />
Jatal.—N. sust. P. Salinas de la Sabana. D. de<br />
jata y al, bosque de jata-s.<br />
Jatí, hoy jatía.—N. sust. C. Vegetal. Plural do<br />
jata.<br />
Jatibonico.— A T . sust. P. Rios de Sabaneque en<br />
el Norte y de Ornafay y Camaguey en el Sur. D. de<br />
jata-í-abo-na-uco, agua que fertiliza no pequeños<br />
jaía-s.<br />
Jatiguanico (Hatibonico y Hatiguanico hoy).—<br />
JV. sust. P. D. de jata-í-guana-í-uco, muchas jata-s<br />
y guanas pequeñas.<br />
Jauco.—N. sust. P. Rio de Maisi.<br />
Jayao.—A 7 , sust. C. Pez de mar.<br />
Jeníguana ó jeníguano.—A 7 , sust. C. Pez de mar.<br />
Jeniquén (heniquen).—A 7 , sust. C. Vegetal.<br />
Jején (antigua xexen ó jigen).—N. sust. C. Insecto.<br />
Jia ó gia.—A T . sust. C. Vegetal.<br />
Jibá.—Como el anterior. R. de los D. que siguen:<br />
Jibara y jibaro.—A r . sust. P. y C. Puerto del<br />
Norte. Perro salvaje. D. desconocido.<br />
Jibacoa.—A 7 - sust P. Rios de Guacanabayo y<br />
.Macaca. D. de jiba y coa, muerte de la jiba.<br />
Jíbaro.—V. jibara.<br />
Jibe, acaso Jibi.—A r . sust. C. Tamiz. Si es jibí<br />
es el plural de jiba.<br />
Jicare.—A 7 , sust. C. Vegetal. Acaso D. de jico.
CUBA INDÍGENA. 159<br />
Jico fhicoj.—N. sust. C. llama! de la jamaca.<br />
Jicotea.—Л 7 . sust. C. Variedad de la tortuga. D<br />
de jico, aunque sin conocer la T.<br />
Jigua.—N. sust. C. Vegetal.<br />
Jiguagua.—D. de jigua y gua, depósito de jiguas.<br />
Jiguana. (Se dijo por los autores antiguos шала,<br />
hiouana é higuana].—N. sust. C. Reptil. D. de<br />
jigua y na, destructor de las jiguas.<br />
Jiguaní.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Bayamo. D. de jigua-n-í, graneles y muchas<br />
jiguas.<br />
Jigüe ó gigüe.—N. sust. C. Árbol. ¿No provendrá<br />
de jigua? De todos modos, es R. de las siguientes<br />
palabras:<br />
Jigüera ó gigüera, higuera ó humera antiguas).—<br />
N. sust. C. Güiro, como sinónimo. D. de jigüe sin<br />
conocer la T.<br />
Jiguey.—N. sust. P. Rio de la Camagua. D. de<br />
jigua y ey, poblado de jiguas.<br />
Jijera.—JV. susí. C. Vegetal. Tal vez sea una<br />
imperfección de jigüera.<br />
Jimagua ó Jimayagua.—N. sust. P. Pueblo actual<br />
de la antigua Camagua. Sus T. son conocidas,<br />
pero no su R.<br />
Jipiabo ó Jiquiabo.—N. sust. P. Pueblo actual<br />
de la Habana. Como la anterior con respecto á<br />
sus R. y D.<br />
Jiquí ó jequí.—N. sust. C. Árbol de madera<br />
dura.
160 CUBA INDÌGENA.<br />
Jiquima. A*, sust. C. Vegetal. D. do jiquíyma,<br />
de los que nacen los jiqui.<br />
Jiquinal.—D. de jiqui-n-al, bosque de grandes<br />
jiqui.<br />
Joa.—N. sust. P. Ensenada de Bayliquirí.<br />
Jobabo. —N. sust. P. Rio de Camagua. Deseo,<br />
nócese la R., pero no la T.: acaso provenga de jobo<br />
y abo, agua de jobo.<br />
Jobo (jovoj.—A T . sust. C. Vegetal.<br />
Jobosí.—D. de jobo-í, muchos jobos.<br />
Jocú.—N. sust. C. Pez de mar.<br />
Jocuma.—N. sust. C. Vegetal. D. de jocú y ma,<br />
nacimiento del jocú.<br />
Jojó.—A r . sust. P. Pequeño rio de Maisi.<br />
Josó.—N. sust. P. Pueblo actual de Baracoa.<br />
Juba.—N. sust. C. Tugurio ó choza campesina.<br />
Jubo.—A", sust. C. Pequeña culebra. Acaso juba<br />
sea la habitación y jubo el habitante.<br />
Jucaro (hucaro antes, hoy jYicaro).—N. sust. C.<br />
Árbol de madera dura.<br />
Jucaral.—D. de jucaro y al, bosque de jucaros.<br />
Juguagua.—N. sust. C. Pez. Otros dicen jiguagua;<br />
de todos modos, se ignora la Tí. y no las T.<br />
Jumacao.—K., á lo que aparece, do<br />
Jumagua.—iV. sust. P. Montaña occidental de<br />
Sabaneque. Tiene la misma R. que la palabra anterior,<br />
pero creemos D. á una y otra.<br />
Jurabaina.—A r . sust. C. Vegetal.<br />
Juracan.—Aclj. Huracán, como ahora se dice.<br />
Tiene la misma R. que la palabra anterior.
CUBA INDÍGENA. 161<br />
Juragua, según Humbolcl y Vives, Jaragua de<br />
Portulano.—N. sust. P. Cabo del Norte.<br />
Jururu.—N. sust. P. Abra de Ma.nia.bo.<br />
Jutia (hutía y utiaj.—-N. sust. C. Mamífero<br />
roedor.<br />
Jutínuco.—N. sust. P. Nombre actual del antiguo<br />
Baytiquiri. Acaso fuera D. de jutia (jutí en su<br />
principio ) n-uco, grandes y pequeñas jutia-s.<br />
Juyuyú (huyuyúj.—A T . sust. C. Ave.<br />
L<br />
La L no so encuentra como inicial de palabra<br />
más que en lucaya, y como terminal hállase en el<br />
bisílabo al, y á veces en el el; por ejemplo, curiel.<br />
M<br />
M.—Es la segunda consonante del alfabeto indígena;<br />
pero como sucede con la g, se debe únicamente<br />
á la T. de ma.<br />
Ma.—7'. adj., una de las más numerosas. Aparte<br />
de las sesenta y nueve veces que aparece como<br />
inicial de las palabras que siguen, figura con bastante<br />
frecuencia en medio de dicción, y más extrañamente<br />
como final de palabra. Ejemplos para el<br />
segundo caso se nos ofrece en cajimaya, Camagua,<br />
camagiiini, camaján, camajuani, camao, Cama-<br />
11
162 CUBA INDÍGENA.<br />
rioca, camasan, caramarana, caumao, Cumagua,<br />
cumanayagua, curamagüey, demajagua, cierna] a-<br />
yabo, dumanacas, guacamaya, Guahimaya, guuimao,<br />
guamaca, guamano, guamao, jamaca, jumacao,<br />
jamagua, tucamara, yarnacagua, yamagua,<br />
yamaguabo, yamao y yamaragua. Ejemplos para<br />
el tercer caso ofréccnse solamente en los modismos<br />
Bahama,Birama, caguama, guama y jocuma.<br />
Mabay.—N. sust. P. Rio de Bayamo.<br />
Maboa.—.V. sust. C. A r egetal.<br />
Mabuya (babuya).—N. sust. P. Diablo. Acaso<br />
suD. sea ma-abo-aya, naco del agua y vuela (como<br />
si fuera un juracan, ni más ni menos). V. la nota 18<br />
del cap. ni.<br />
Macabí.—A", sust. C. Pez de mar. 1). de ma-acaabo-í,<br />
nace de muchas aguas sucias.<br />
Macaca.—N. sust. P. Provincia indígena. D. de<br />
ma-aca-aca, nacimiento dos veces rudo.<br />
Macagua.—A", sust. C. Vegetal. ]). de ma-acagua,<br />
engendrado y desarrollado rudamente.<br />
Macaguabo.—D. de macagua y abo, corriente ó<br />
agua de la macagua.<br />
Macaguan.—N. sust. P. D. de macagua y n,<br />
grandes macaguas.<br />
Macana.—.Y. sust. C. Porra ó arma indígena.<br />
D. de ma-aca-na, mata brutalmente la vida.<br />
Macanabo.—I). de macana y abo, agua de la macana.<br />
Macao.—D. de ma y cao, que nace en el cao.<br />
A 7 , sust. C. Insecto.
CUBA INDÍGENA. 163<br />
Maco.—IV. sust. C. Testàceo. D. de ma y acó,<br />
nacimiento grosero.<br />
Macorí, luego Macuñge, Macurije y Macurijes.—N.<br />
sust. P. Provincia indígena. D. de ma y<br />
cori, donde nacen los cori. fV.J<br />
Macuey (Bacuey ó Maguey].—A T . sust. C. Aggelai.<br />
D. do maco y ey, vivienda del maco.<br />
Macusey.—A*, sust. C. Vegetal. T). sin conocer<br />
más que la R. de ma y la T. de ey: acaso de macoi-ey,<br />
cavernas do los macos.<br />
Macuto.— A", sust. ('. Saco de algodón. Ignórase<br />
su T.<br />
Magon, Mango, etc.—A*, sust. P. Provincia indigena.<br />
Magua.—N. sust. P. Embarcadero de la Camagua.<br />
D. do ma y gua, nace y se recoge.<br />
Maguabo.—.V. sust. P. Nombre actual en la antigua<br />
Camagua. D. de ma-gua-abo, nace y se recoge<br />
el agua.<br />
Maguano.—A", sust. P. Provincia indígena. /).<br />
de ma y guano, donde surgen los guano-s.<br />
Maguaraya.—A r . sust. P. Rio de Sagua. D. de<br />
ma-guara-aya, engendra y desarrolla las guaras.<br />
Magüiro.—A", sust. C. Vegetal. D. de ma y güiro,<br />
engendra güiros.<br />
Maiapí.—A", sust. C. Otro vegetal.<br />
Maibió.—<br />
Mainicú.—D. los tres sin conocer la T.<br />
Mais.—A", sust. C. Maíz. D. en el mismo caso.<br />
(V. lo dicho en la nota 6. a<br />
del cap. ni.)
164 CUBA INDÍGENA.<br />
Maisí.—A T . sust. P. Cabo y provincia y indígenas.<br />
D. de maís é í, plural de maíz.<br />
Majá.—.Y. sust, C. Ofidio perezoso y desarmado.<br />
D. sin conocer la T.<br />
Majagua.—A 7 , sust. C. Vegetal. D. de majá y<br />
gua ó de ma y jagua: en el primero caso seria depósito<br />
de majá-s, y en el segundo origen de la<br />
jagua.<br />
Majagual.—D. de majagua y al, bosque de majaguas.<br />
Majana.—A 7 , sust. P. Ensenada de Malabanó.<br />
D. de majá y na, muerte de los majá-s.<br />
Majibacoa.—A 7 , sust. P. Rio de Cuy aguayo. D.<br />
de ma-jiba-coa, nacimiento y muerte del jiba.<br />
Malanga.—A 7 , sust. C. Tubérculo. Sin conocer<br />
la T.<br />
Mamanayagua.—A T . sust. P. Pueblo actual de la<br />
Camagua. D. de ma-ma-na-aya-gua, mejor nace que<br />
crece y se desarrolla.<br />
Mambá.—A\ sust. C. Vegetal. Sin conocer la T.<br />
Mamey.—A 7 , sust. C. Frutal. D. de ma-ma-ey,<br />
fruta que nace dos veces.<br />
Mamón.—A T . sust. C. Frutal. D. de ma-ma-n, dedoble<br />
engendro ó nacimiento.<br />
Manabuimba.—A 7 , sust. P. Rio de Sabaneque.<br />
Ignórase la 7'.<br />
Manaca.—A 7 , sust. P. Loma de Ornafay. D. de<br />
ma-na-aca, nacimiento nó pobre.<br />
Manacal.—D. de manaca y al, muchas manacas.<br />
Managua (Tetas de).—A 7 , sust. P. Dos lomas de
CUBA INDÍGENA. 165<br />
la Habana. D. de ma-na-gua, nacimiento no reducido.<br />
Managuaco.—A 7 , susí. P. Rio de Coabainacan.<br />
D. de managua y acó, managua sucia.<br />
Managüises.—D. de managua-i y una T., creemos<br />
que castellana, muchas managua-s.<br />
Manajá.—D. sin conocer la T.<br />
Manajú.—N. sust. C. Vegetal. D. acaso de la<br />
anterior.<br />
Manatí.—A 7 , sust. C. Anfibio. D. de ma y natí,<br />
nacido con pechos.<br />
Manayabo.—N. sust. P. Rio de la Habana, hoy<br />
Marianao. D. de ma-na-aya-abo; surge, pero no<br />
crece el agua.<br />
Manayagua.—A 7 , sust. P. Pueblo actual de Camagua.<br />
D. do ma-na-aya-gua: nace, y no crece ni<br />
vive.<br />
Mangle.—A", sust. C. Arbusto marítimo. D. sin<br />
conocer la 7'.<br />
Mangley.—D. de mangle y ey, poblado de<br />
mangle.<br />
Manga ó mango.—A 7 , súsí. C. Frutal. Desconócese<br />
la 7'.<br />
Manjuarí.—A 7 , sust. C. Pez citado por Arrate.<br />
En el mismo caso que las anteriores palabras.<br />
Maní.—A", sust. C. Cacahüet mejicano. (V. la<br />
.anterior).<br />
Maniabo.—A 7 , susí. P. Provincia indígena. D. de<br />
maniy abo, agua del maní. También se dice Maniabon<br />
ó Manaibon, y puede ser en este caso D. de
166 CUBA INDÍGENA.<br />
ma-na-í-abo-n, no tienen nacimiento las aguas.<br />
Manicaras.—N. sust. P. Pueblo indígena de Baracoa.<br />
Desconócese la T.<br />
Manicaragua.—A 7 , sust. P. Rio de Coabainacan.<br />
D. de ma-na-aco-a?-a-gua, no nace muy sucio, pero<br />
se desarrolla el ó la... ¿blancura?<br />
Manicato.—Adj. Bravura. D. con T. desconocida.<br />
Manigua.—A 7 , sust. C. Selva ó boscaje. D. de<br />
ma y nigua, nacimiento de niguas.<br />
Manímaní.—D. de ma-na-í-ma-na-í, dobles nacimientos<br />
frustrados.<br />
Manjúa.—D. sin conocer la T.<br />
Majuarí.—D. sin duda de la palabra anterior.<br />
Marabí ó Maraví.—A 7 , sust. P. Fondeadero de<br />
Baracoa. Desconócese la T. intermedia ó de ara.<br />
Maragasimar.—N. sust. C. Vegetal. En el mismo<br />
caso.<br />
Maragua.—A 7 , susí. P. Pueblo actual de la Camagua.<br />
Como el anterior.<br />
Marien (hoy Mariel).—A 7 , sust. P. Provincia indígena.<br />
T. desconocida.<br />
Marije ó Maiye ó Maieye.—A r . sust. P. Provincia<br />
indígena. T. desconocida.<br />
Masío, de masí tal voz, hoy Macío.—A 7 , sust. C.<br />
Vegetal. T. desconocida.<br />
Matabanó, Patabanó ó Batavanó (hoy Balabanú).<br />
—.Y. sust. P. Puerto del Sur de la Habana. T. desconocida.<br />
Matagua.—A 7 , sust. P. Rio de la antigua Jagua.<br />
Como en la anterior desconócese la T. ata.
CUBA INDÍGENA. 16T<br />
Mataná.—A r . susí. P. Rio de Vuelta-Abajo. Como<br />
la anterior.<br />
Matusey.—N. sust. C. Vegetal. Lo mismo en<br />
su D.<br />
Maya.—N. sust. C. Vegetal. Nombre de Coabai,<br />
según Navarrete, y lengua de Yucatán, según Pichardo.<br />
D. de ma y aya, nacimiento y origen.<br />
Mayabeque.—N. sust. P. Rio de la Habana. I).<br />
de ma-aya-abo-aco, nacimiento y origen del agua<br />
sucia.<br />
Mayabon.—A r . sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />
Sabana. D. de ma-aya-abo-n, nacimiento y orígen<br />
de cantidad de agua.<br />
Mayagual.—A", sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Baytiquiri. D. do ma-aya-gua-al, muchos nacimientos,<br />
crecimientos y muertes.<br />
Mayaguanó.—D. de ma-aya-guano, nacimiento y<br />
origen de guanos. Puede tal vez proceder de il/ayaguan,<br />
actual ingenio del antiguo Guamuliaija, y<br />
sería T). en esto caso de ma-aya-gua-n, nacimiento,<br />
origen y concentración notables.<br />
Mayajígua.—A r . sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />
Sabana. D. de ma-aya-jígua, nacimiento y<br />
origen de la jígua.<br />
Mayanabo (V. manayabo).—Si el nombre indígena<br />
es el presente, sería D. de ma-aya-na-abo, cuya<br />
interpretación es sinónima á la expuesta.<br />
Mayari.—N. sust. C. Puerto del Norte. D. de<br />
ma-yara-í, nacimiento de yaras.<br />
Mayo.—N. sust. C. Pájaro. D. do maya.
168 CUTÍA INDÍGENA.<br />
Menocal.—N. sust. P. Ingenio actual del antiguo<br />
Marien.<br />
Micacabo.—A r . susí. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Guamuhaya.<br />
Mije.—A r . sust. C. Vegetal.<br />
Míjeal ó mijial.—D. de mije y al, bosque de<br />
mijes.<br />
Míraguano.—N. sust. C. Vegetal.<br />
Miraman.—N. sust. P. Rio Norte de Vuelta-<br />
Abajo.<br />
Moa.—N. sust. P. Montaña de Baracoa.<br />
Mojuí, mohuí, moheí, mojeí.—N. sust. C. Mamí.<br />
feros carniceros.<br />
Moruro.—N. sust. C. Vegetal.<br />
Muniacan.—A", sust. P. Arroyo de Guahimaya.<br />
Muniato, moniato, buniato, boniato.—N. sust. C-<br />
Tubérculo, parecido ala batata de Málaga.<br />
N<br />
N.—Aparece esta consonante muy pocas veces<br />
como inicial de palabra. A veces, como hemos dicho<br />
al tratar de la a, figura la letra n para combinarse<br />
con la T. do ey. N. es, como final de modismo,<br />
una T. adj. que implica el superlativo.<br />
Nabaco.—A*, stisí. C. Vegetal.<br />
Naborí ó nabosí.—A\ sust. P.<br />
Na.—7'. adj. como negación.
CUBA INDÍGENA. 169<br />
Nacan.—Adj. Centro. D. de na, negación, y<br />
can, extensión: reducción de lo extenso.<br />
Nagua.—A*, sust. C. Enaguas.<br />
Naguareje.— A 7 , sust. P. Puerto y arroyo de<br />
Baracoa. D. acaso de nagua.<br />
Naiboa.—A 7 , sust. P.<br />
Najará ó Najasá.—A", sust. P. Rio de la Camagua.<br />
Najesí.—A 7 , sust. C. Vegetal. Acaso sea una<br />
mixtificación de Najasá.<br />
Nahes (tal vez najes).—A r . sust. C. Remos.<br />
Nati.—A 7 , sust. C. Pechos ó mamas.<br />
Nauyú.—A 7 , sust. P. Embarcadero de Sabaneque.<br />
Neiba ó Neiva.—A r . sust. P. Pueblo actual de<br />
Coaoainaca?i.<br />
Niabo.—A 7 , sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Maniabo.<br />
Nigua.—N. sust. C. Pulga pequeñísima.<br />
Nimanimá.—N. sust. P. Surgidero de Boyuca.<br />
Niguabo.— T). de nigua y abo, agua de la nigua.<br />
Nigüero.—Nos parece un D. castellano áonigua.<br />
Nipi ó Ñipe.—A", sust. P. Puerto de los Bani.<br />
Nitaino ó naitano.—N. sust. C. Jefe á las órdenes<br />
ó secretario particular de los casique-s.<br />
O<br />
O.—Vocal muy rara como inicial de palabra.<br />
Algunas veces se modifica por la a, como sucede en
170 CUBA INDÍGENA.<br />
la T. abo, pero en medio de palabra. (V. abo.) Otras<br />
veces, las menos, modifica á la misma letra a, como<br />
sucede en la T. acá, pero siempre á final de palabra.<br />
(V. acá.) En las T. de al y ey desaparece esta<br />
letra para que se verifique la composición.<br />
Oa.—Diptongo que aparece distintamente en las<br />
palabras bainoa, camoa, canoa, coa y sus compuestos<br />
maboa, moa y naiboa.<br />
Ocuje.—A 7 , sust. C. Vegetal. ¿No tendrá alguna<br />
relación con cuje?<br />
Ornafay ú Ornafai.—A 7 , sicsf. P. Provincia indígena.<br />
Ou.—Diptongo encontrado únicamente en las<br />
dos palabras siguientes:<br />
Ouandú (5) ó guandú.<br />
Ouye.—-A", sttsí. C.—Pueblo de la antigua<br />
Jagua.<br />
P<br />
P.—Consonante más distintiva que la N. Antiguamente<br />
se ha confundido con la B y la M.<br />
Papa.—A 7 , sust. C. Patata.<br />
Papaya.—A T . sust. C. Árbol frutal. D. de papa y<br />
aya, patata desarrollada.<br />
Papayal.—D. de papaya y al, bosque de papayas.<br />
Paraguayo.—Se desconoce la R.<br />
Pasabanao.—A 7 , sust. P. Punta de Magon.<br />
Pataban ó pasabanan.—N. sust. C. Pantano.
CUBA INDÍGENA. 171<br />
Patabanal.—N. sust. C. D. de pataban y al, muchos<br />
pantanos.<br />
Patao.— N. sust. C. Pez.<br />
Peopao.—N. sust. C. Torta ó pan.<br />
Pepú.—(V. sust. C. Vegetal.<br />
Pijqjo.—Acaso sea la R. de<br />
Pijuan.—N. sust. P. Pueblo actual del antiguo-<br />
Sabana.<br />
Piniaco.—A 7 , sust. P. Otro pueblo actual de<br />
Coabainacan.<br />
Pinipiniche.—N. sust. P. Ensenada de la Macagua.<br />
Pipián.—A r . sust. P. Pueblo actual de la Habana.<br />
Pipistey.—A r . sust. C. Vegetal.<br />
Piragua.—A r . sust. C. Canoa, en lengua caribe.<br />
Pitajoní (hoy pitajona).—A*, sust. C. Árbol.<br />
Pitijaya ó pitihaya.—N. sust. C. Árbol.<br />
Ponasí ó bonasí.—N. sust. C. Vegetal.<br />
Ponuco.—N. sust. P. Ingenio actual de la antigua<br />
Boyúca.<br />
Purial y Parial.—A r . sust. P. Pueblos actuales,,<br />
entre otros en Baytiquiri.<br />
Q<br />
Q.—Consonante rarísima, como se ve en los siguientes<br />
ejemplos; pero que modifica á veces la T.<br />
acá y uco en eque y equí.
172 CUBA INDÍGENA.<br />
Quemí.—V". cori.<br />
Queriguá.—N. sust. P. Rio de Baracoa.<br />
Quibey.—A r . sust. C. Vegetal.<br />
Quibican ó Quibijan.—N. sust. P. Con el primer<br />
nombre hay un pueblo actual en Vuelta-Abajo, y<br />
con el segundo una loma en Baracoa. D. de Quibey<br />
y can, quibey ancho ó copudo.<br />
Quimbo.—N. sust. C. Vegetal.<br />
s<br />
S.—Consonante bastante generalizada como inicial<br />
de palabra. Sustituye á nuestras vocales c y z<br />
en los sonidos suaves.<br />
Sabana.—N. sust. C. Prado ancho rodeado de<br />
manigua.<br />
Sabanalamar.—D. á nuestro entender castellano.<br />
Sabaneque.—A", sust. P. Provincia indígena. D.<br />
de sabana y acá, sabanas grandes.<br />
Sabicú.—A 7 , sust. C. A'egetal.<br />
Sabina.—N. sust. C. Árbol.<br />
Sabinal.—A 7 , sust. P. Península del Norte. D.<br />
de sabina y al, bosque de sabinas.<br />
Sagua.—A 7 , sust. P. Rio y provincia indígena.<br />
Sajaná.—A 7 , sust. P. Rio do Vuelta-Abajo.<br />
Sajanal.—D. de sajaná y al, que en este caso significa<br />
afluentes más que bosque.<br />
Sama.—A 7 , sust. P. Puerto y cabo de maniabo.<br />
Sao (hoy zao).—A", sust. C. Aparece como dimi-
CUBA INDÍGENA. 173<br />
nutivo de Sabana, y esta es una imperfección del<br />
idioma indígena, la única encontrada por cierto.<br />
Saorí.—V". Bajari.<br />
Sapote.—N. sust. C. Frutal.<br />
Saramaguan (acaso Samaracuan).—A", sust. P.<br />
Rio de Camagua con el primer nombre, y otro rio<br />
de Magari con el segundo.<br />
Sasa (hoy Zaza).—N. sust. P. El segundo rio<br />
de <strong>Cuba</strong>.<br />
Seborucal.—A", sust. C. Arrecife D. de seboruco<br />
y al, muchos seboruco-s.<br />
Seboruco ó siboruco.—A 7 , sust. C. Piedra mala<br />
ó bajío.<br />
Sebucán.—A T . sust. C. Cesto de gitano.<br />
Seiba (hoy ceiba, del antiguo ceiba}.—A", sust.<br />
C. Árbol.<br />
Seibabo.—A 7 , sust. P. Rio de Sabaneque. D. de<br />
seiba y abo, agua de la seiba.<br />
Seibey.—A", sust. C. Árbol. D. de seiba y ey,<br />
propagado por la seiba.<br />
Semi [cerni antiguo y hoy zemi ó cerni).—A'.<br />
sust. C. Dioses lares, penates ó ídolos.<br />
Sesi.—A r . sust. P.<br />
Sibanaca.—-A 7 , susí. P. Pueblo actual del hoy<br />
Bejucal. D. de sibí-na-aca, sibí grande y destructor.<br />
Sibanucan.—D. de sibanuco y n, gran sibanuco.<br />
Sibanuco.—A T . susí. P. Loma de los Guaímaros.<br />
D. de sibí-na-uco, sibí pequeño y destructor.<br />
Sibao (CibaoJ.—Se ha citado incidentalmente,<br />
como provincia indígena de Haiti.
174 CUBA INDÍGENA.<br />
Sibarimar.—A T . sust. P. Pueblo actual de Vuelta-Abajo<br />
73. de sibí sin conocer la T.<br />
Sibí.—A 7 , sust. C. Ave zancuda. Hoy c¡6?'.<br />
Siboney ó sebuney.—A 7 , sust. C. Guerrero. 1).<br />
•de sibí-na-ey, vive como el sibi, pero lo destruye.<br />
Sigaray.—Nombre de una antigua calle de Pinar<br />
del Rio; tal vez fuera Siguaray. D. entonces<br />
•de sigua.<br />
Sigua.—A 7 , sust. C. Caracol.<br />
Siguabo.—Creemos que este era el A", indígena<br />
•del Tiguabo; así significaría agua de caracol ó corriente<br />
en zig-zags.<br />
Siguaguaca.—T). de sigua-gua-aca, depósito inmundo<br />
de caracoles.<br />
Siguanea.—N. sust. C. Costa caliza. 73. de sigua<br />
y na, no es sigua en su figura (y sí en su materia<br />
caliza).<br />
Siguaney.—N. sust. C. Pueblo actual de la indígena<br />
Coabainacan. D. de sigua-n-ey, poblado de<br />
grandes siguas.<br />
Siguaraya.—A r . sust. C. Vegetal. Acaso es el<br />
sigaray que hemos dicho (V.)<br />
Siguapa.—N. sust. C. Ave nocturna. Desconócese<br />
la T.<br />
Siguato, Siguate.—N. sust. C. Pez venenoso.<br />
Lo mismo.<br />
Sijú.—.Y. sust. P.<br />
Sinsonte.—A 7 , sust. C. Pájaro. ¿Es cubana esta<br />
palabra? (V. lo dicho en la nota 9." del cap. n.)<br />
Sojo.—A', sust. P. Pueblo actual de Mayari.
CUBA INDÍGENA. 175<br />
Sumacará.—A T . súsf. C. Vegetal. ¿No será comecará?<br />
(Y.)<br />
T<br />
T.—Consonante más conocida que la n, o, p y q.<br />
Como hemos dicho al tratar de la a, adóptase esta<br />
letra algunas veces en la formación de un nuevo<br />
compuesto y con la T. ey.<br />
Tabaco ó tabac.—A T . sust. C. Pipa, según Oviedo;<br />
vegetal, según Pichardo.<br />
Tabacal.—A T - sust. P. Cabo de Boyuca. B. de<br />
tabaco y al, bosque de tabaco, lo que confirma la<br />
opinión de Pichardo.<br />
Tacajó.—N. siist. P. Rio de la serranía oriental.<br />
Taganiona.—N. sust. P. Loma al Oriente de la<br />
Habana.<br />
Tagua (tahua).—A", sust. C. Vegetal.<br />
Taguayabon.—Pueblo actual de la antigua Sabana.<br />
D. de tagua-aya-abo-n, tagua que SJ desarrolla<br />
por la mucha agua.<br />
Taironas,—A T . sus/. P. Pueblo de la moderna<br />
Vuelta-Abajo.<br />
Tamarindo.—N. sust. ('. Frutal.<br />
Tana.—N. sust. C. Rio de Macaca.<br />
Tanal.—Y. tunal. A r . sust. P. D. de tana y al,<br />
bosque de lanas.<br />
Tanamo.—A T . sust. P. Rio de Sagua. D. de tana<br />
y ma, nace de la Tana.
170 CUBA INDÍGENA.<br />
Taracaco.— A 7 , susl. C. Vegetal.<br />
Tarará.—N. sust. P. Cabo de la Habana.<br />
Tararey.—A', sust. C. Vegetal. D. de tarará y<br />
ey, nacidos en Tarará.<br />
Tatagua.—.Y. sust. ('. Ave nocturna.<br />
Táyaba.—A*, sust. P. Rio de Guarauhaija.<br />
Tayabacoa.—A 7 , sust. P. Rio de Magon. D. de<br />
Táyaba-coa, muere con el Táyaba.<br />
Tenerne.—A T . sust. C. Rio de Sagua. ¿No tendrá<br />
relación con el Tannino, yá que son inmediatos?<br />
Tetí.—A', sust. C. Pez del Oriente, según Gundlach.<br />
Tiabuco.—N. sust. C. Pueblo actual de la antigua<br />
Boyi'.cn.<br />
Tibi.—A r . sust. C. Piedra granítica.<br />
Tibijan, ó Tibican á nuestro juicio.— Cabo de<br />
Boyuca. D. de tibí y can, extensión del tibi.<br />
Tibisi.—D. de tibí c i, abundancia de tibi.<br />
Tibisial.—D. de tibisi y al, muchos tibisi.<br />
Tiguabos.—N.sust.P. Rio de Bayliquiri. (V. siguabo.)<br />
Tinguaro.—N. sust. P. Pueblo actual de la antigua<br />
Sabana.<br />
Tiriguanó (según otros Tur iguana).—-N.sust. P.<br />
Rio septentrional é isla del Norte.<br />
Tinima.—N. sust. P. Rio de la Camagua.<br />
Tiquirí.—A T . sust. P. Pueblo indígena. R. de<br />
Bayliquiri.<br />
Toa.—A 7 , susl. P. ìlio do Baracoa.<br />
Tocoró, tocororo ó tocoloro.—A r . sust. C. Ave.
CUBA INDÍGENA. 177<br />
Tojosa.—.Y. susl. C. Vegetal.<br />
Tomeguin.—N. sust. C. Pájaro.<br />
Totí.—.Y. sust. C. Pájaro.<br />
Tuabaguey.—.Y. susl. />. Pueblo actual del antiguo<br />
Camagua. I), do .tua-abo-gua-ey, población<br />
que teme el agua del tuatúa.<br />
Tuatúa.—N. sust. C. Árbol del que se extrae la<br />
yesca.<br />
Tucamara.—A', susl. P. Pueblo actual de Cuyaguayo.<br />
Tumurí ó Tumury.—A', susl. P. Rio del antiguo<br />
Bayliquirí.<br />
Tuna.—A T . susl. C. Vegetal.<br />
Tunal.—L). de tuna y al, bosque de tunas.<br />
Tunicú ó Tuinicú.—A r . sust. P. Afluente del<br />
Sasa. D. de tuna-í-uco, pequeñas y muchas tunas.<br />
u<br />
U.—Esta vocal es bastante importante en la<br />
formación de los diptongos ó triptongos, puesto que<br />
ocupa en este sentido el tei cor lugar (después de la<br />
a y la íi.<br />
Ua.—Diptongo el más numeroso de todo. Además<br />
de las veces que se encuentra en la T. de gua,<br />
hállase en las palabras bijaura, Camajuani, cuajen,<br />
cojinua, cuaba, caujani, cuajará, cucúa, manjúa,<br />
manjuari, pijuan, queriguá, saramacuan,<br />
tuatúa, ijaicuaje, yautía y yúa.<br />
12
178 CUBA INDÍGENA.<br />
Uaí—Triptongo que se encuentra, además de la<br />
raíz guai y sus compuestos, en las palabras cagunirán<br />
y yaguay.<br />
Uao.—Triptongo que se significa sólo en las dos<br />
palabras carnguao y guao, caso de no ser guau.<br />
Uau.—Triptongo no más generalizado que se<br />
distingue en los modismos guau, guauro yguaurabo<br />
Ubi ó uví.—'Tal vez no sea indígena esta R.<br />
Uco.—T. adj. que implica pequenez, y se encuentra<br />
en las palabras siguientes: bejuco, Boyuca,<br />
calambuco, cayuco, conuco, jabuco, jaruco, janeo,<br />
ponuco y seboruco. Algunas veces, cuando le sigue<br />
la T. n, se modifica en uca, como en seborucan y<br />
sebucán.<br />
Ue.—Diptongo que se encuentra en los vocablos<br />
arique, Borinquen, bucagüe, bueney, casique, gayantes,<br />
jigüe, j ¡güera, jeniquén, mangues, mayabeque,<br />
quemi, queriguá y sabaneque.<br />
Ueí.—Triptongo que se comprueba por los modismos<br />
Cueyba y gueiba, además de las T. güey,<br />
tüey y buey.<br />
Uí.—Diptongo que se distingue en las palabras<br />
agüica, banagüises, Bayliquiri, cucui, cuisagüateje,<br />
guaniquinaje, güín, güimao, guinchos, güira,<br />
guisaso, jiquima, maguiro, manabuimba, mojuí,<br />
niquiba, quibey, quilñcan, quimbo, tarquino, tomeguin,<br />
tuinicu y y águilas, si acaso es indígena.<br />
Uia.—Triptongo que se distingue solamente en<br />
las palabras guiacan y jiquiabo.<br />
Urabo, uribí.—¿Es indígena esta R.?
179<br />
V<br />
V.—Se ha empicado esta consonante, en vez de<br />
la B., en varias palabras, como viajaca, vija, vivijar//'.i.<br />
cirama, etc. Existe, sin embargo, en los dos<br />
siguientes casos:<br />
Veycosí.—V. cusubi.<br />
Venero.—.Y. sust. C. Valle ó selva.<br />
Y<br />
\<br />
Y.—Una de las consonantes más generalizadas.<br />
"Débese indudablemente á que, como en la g y en<br />
la m, existe una T, la de aya, que la pluraliza.<br />
Ya.—Contracción de la 7', aya. (V. lo dicho en<br />
el cap. i.)<br />
Yaba.—.Y. sust. C. Árbol. D. de aya-yabo, origen<br />
del agua.<br />
Yabason.—.Y. sust. P. Riodo Cuyaguayo. Desconócese<br />
la T.<br />
Yabisa (Yalii.xa antigua).—D. con igual observación.<br />
Yabú.—.Y. susl. C. Vegetal. La misma nota.<br />
Yabuna.—.Y. sust. C. Vegetal. D. de yabú y na,<br />
no admite yabú (á su lado, sin duda).<br />
Yabunal.—D. de yabuna y al, bosque de yabuna-?.
178 CUBA INDÍGENA.<br />
Uaí—Triptongo que se encuentra, además de la<br />
raíz guai y sus compuestos, en las palabras caguairan<br />
y yaguay.<br />
Uao.—Trijolongo que se significa sólo en las dos<br />
palabras cararjuao y guao, caso de no ser guau.<br />
Uau.—Iriptongo no más generalizado que se<br />
distingue en los modismos guau, guauro jguaurabo<br />
Ubi ó uví.—-Tal vez no sea indígena esta R.<br />
Uco.—T. adj. que implica pequenez, y se encuentra<br />
en las palabras siguientes: bejuco, Boyuca,<br />
calambuco, cayuco, conuco, jabuco, jar uco, jauco,<br />
ponuco y seboruco. Algunas veces, cuando lo sigue<br />
la T. n, so modifica en uca, como en seborucan y<br />
.sebucán.<br />
Ue.—Diptongo que se encuentra en los vocablos<br />
arique, Borinquen, bucagüe, bueney, casique, gayarúes,<br />
jigüe, jigüera, jeniquén, mangues, mayabeque,<br />
quemi, queriguá y sabaneque.<br />
Ueí.—Triptongo que se comprueba por los modismos<br />
Cueyba y gueiba, además do las T. güey,<br />
tüey y buey.<br />
Uí.—Diptongo que se distingue en las palabras<br />
agüica, banagüises, Baytiquiri, cucuí, cuisagüateje,<br />
guaniquinaje, güin, güimao, guinchos, güira,<br />
guisaso, jiquima, maguiro, manabuimba, mojui,<br />
niquiba, quibey, quibican, quimbo, tarquino, tomeguin,<br />
tuinicu y yaguilas, si acaso es indígena.<br />
Uia.—Triptongo que se distingue solamente en<br />
las palabras guiacan y jiquiabo.<br />
Urabo, uribí.—¿Es indígena esta R.?
CUBA INDÌGENA. 179<br />
V<br />
V.—Se ha empicado esta consonante, en vez do<br />
la B., en varias palabras, como vio-jaca, vi/a, vivijafliia.<br />
cirama, etc. Existe, sin embargo, en los dos<br />
siguientes casos:<br />
Veycosí.—V. cusubí.<br />
Venero.—.Y. sust. C. Valle ó selva.<br />
Y<br />
\<br />
Y.—Una de las consonantes más generalizadas.<br />
Débese indudablemente á que, como en la g y en<br />
la m, existe una T, la de aya. que la pluraliza.<br />
Ya.—Contracción do la 7', aya. (Y. lo dicho en<br />
el cap. i.)<br />
Yaba.—.Y. sust. C. Árbol. 7). de aya-yabo, orígen<br />
del agua.<br />
Yabason.—A*, sust. P. Rio do Cuyayuayo. Desconócese<br />
la T.<br />
Yabisa [Yabi.va antigua).—D. con igual observación.<br />
Yabú.—.Y. sust. C. Vegetal. La misma nota.<br />
Yabuna.—.Y. sust. C. Vegetal. D. de yabú y na,<br />
no admite yabú (á su lado, sin duda).<br />
Yabunal.—D. do yabuna y al, bosque de yabuna-s.
180 CUBA INDÍGENA.<br />
Yacabo.—A\ sust. P. Sub-afluenlc del Snsa. D.<br />
de aya-aca-abo, agua que se desarrolla sucia.<br />
Yagruma.—.Y. sust. C. Vegetal. Desconócese<br />
la T.<br />
Yagua.—N. sust. C. Arbusto. D. de aya y gua,.<br />
se deposita apenas empieza.<br />
Yaguajan.—N. sust. P. Rio do Maniabo. Ignórase<br />
la T.<br />
Yaguajay.—A", sust. P. Embarcadero de Scibuneque.<br />
T. de la anterior, pero desconócese la T.<br />
Yaguajusta.—A", sust. C. Vegetal. En nuestro<br />
juicio, se ha añadido una T., ó mejor palabra castellana,<br />
á las dos primeras I¡. indígenas.<br />
Yagual.—D. de yagua y al, bosque de yaguas.<br />
Yaguanabo.—A", sust. P. Rio de Guahumaya. D.<br />
do yagua-n-abo, agua de grandes yaguas.<br />
Yaguanal. D. de yagua-n-al, muchas y grandes<br />
yaguas.<br />
Yaguaneque.—A r . sust. P. Rio de Baracoa. D.<br />
de yagua-n-aco, yaguas grandes y sucias.<br />
Yaguaramas.—Nos parecen castellanas las T.<br />
Yaguay ó yaguayas. ]J. de yagua y aya, desarrollo<br />
de yaguas.<br />
Yaguasa.—A", sust. G. Ave. Repetimos lo dicho<br />
en yaguaramas.<br />
Yaicuage.—A", sitsf. C. Vegetal.<br />
Yaití.—A", sitsf. C. Vegetal.<br />
Yahutía.—V. yautia.<br />
Yamacagua.;—D. de aya-ma-aca-gua, grande<br />
principio y desarrollo, pero permanencia al fin.
CUBA INDÍGENA. 181<br />
Yamagua.—N. sust. C. Vegetal. D. de aya-magua:<br />
nace, crece y muere.<br />
Yamaguabo.—.Y. sust. P. Pueblo actual de la<br />
('uma()ua. 1). de yamagua y abo, agua de layamagua.<br />
Yamaniguey.—N. sust. P. Embarcadero de Baracoa.<br />
D. de aya-ma-na-í-gua-ey, poblado que nace,<br />
pero no empieza ni progresa. Acaso sea Yamaguey,<br />
vegeta!, poblado de la yamagua.<br />
Yamao.—.Y. su.?/. C. Vegetal. Se desconoce<br />
la 7'.<br />
Yamaragua.—D. sin conocer la 7'. intermedia<br />
a?'a.<br />
Yana.—.Y. sust. P. Rio de la serranía de la Camagua.<br />
D. de aya y na, no crece.<br />
Yara.—N. sust. P. Rio de Guacanabayo. T.<br />
desconocida.<br />
Yarayabo.—-N. sust. P. Afluente del Cauto. D.<br />
d ) yara-aya-abo, agua que origina el Yara.<br />
Yarey.—.Y. sust. C. Planta. D. de yara y ey.<br />
producto del Yara.<br />
Yareyal.—7). de yara y al, bosque de yarey.<br />
Yarigua ó Yariguá.—N. sust. P. Rio do la serranía<br />
de Nipi. D. do yara y gua, depósito de yarey.<br />
Yaruga. — N. susí. C. Vegetal. 7'. desconocida.<br />
Yateras.—A", sust. P. Rio y lomas de Baytiquiri.<br />
Lo mismo.<br />
Yautía ó Yahutía.—N. sust. C. Raíz alimenticia<br />
Como el anterior.
182 CUBA INDÍGENA.<br />
Yaya.—N. sust. C. Vegetal. D. do aya-aya, doble<br />
progreso.<br />
Yayabacoa.—.V. sust.'P. Pueblo actual del antiguo<br />
Coabainacan. D. de yaya-aba-coa, agua muerta<br />
del yaya.<br />
Yayabacaná ó jayabacaná.—.Y. sus/. C Vegetal.<br />
D. de yaya-aba-aca-na, agua no despreciable de la<br />
yaya.<br />
Yayabo.—N. sust. P. Sub-aílueníe del Nasa. I).<br />
de yaya-abo, agua do yaya ó doble fuente de agua<br />
(aya-aya-abo).<br />
Yayagua.—D. de aya-aya-gua, doble fuente que<br />
se deposita.<br />
Yayajabí.—N.sust. (.'. Vegetal. D. do aya-ayajaba-í,<br />
principio doble de las jabas. Jayajabí y yajajabico.<br />
Yerao.—.V. sust. P. Pueblo actual del antiguo<br />
Coaüainacan.<br />
Yúa.—.Y. sust. C. Vegetal.<br />
Yucanaca.—.Y. sust. P. Cabo do Bani. D. de<br />
yuca-na-aca, yuca no mala.<br />
Yucay (hoy yuca).—.Y. susf. C. Tubérculo.<br />
Yumurí.—.Y. susf. P. Río de la antigua Habana<br />
(6).
NOTAS.<br />
CAPÍTULO<br />
PRIMERO.<br />
(1) Tío propósito hemos confundido las consonantes<br />
guturales con las paladales: una observación detenida entre<br />
las dos ('misiones induce ¡i suponer que fueran en un<br />
principio guturales. En cuanto á la significación de los<br />
ejemplos que liemos empicado y que en lo sucesivo se<br />
presenten, véase el último capítulo de este folleto.<br />
(2) Picbardo precisa este hecho diciendo que los indígenas<br />
no admitían el ceceo. (Diccionario procincud сан<br />
razonado de roce* cubanas por ]>. J&iét/an J'ichardo.—Un<br />
tomo: 1 ¡abana, 1801.)<br />
(8) Véanse á García y Las Casas.<br />
(i) Para la comprobación de las tablas de diptongos<br />
y triptongos, nos remitimos al ya citado ]'ocabidario que<br />
limita la presente obrita.<br />
(5) La e se presenta casi siempre, cuando finaliza la<br />
palabra acompañada de la./' y la ) Picbardo, en su citada obra, la supone indígena<br />
como dulce, seco de la yuca; y reconoce, sin embargo, que<br />
la é no existia como terminación.
184 CUBA INDÍGENA.<br />
He aquí la división que de los finales presenta :<br />
1. a, i, o. 5. igua. 9. ana.<br />
2. ei ó ey. C. agua. 10. ua, io.<br />
3. acó. 7. an.<br />
4. abo-aba. 8. oa, ao.<br />
(7) Lulorre {José Marici): Lo i/ne fuimos y lo que somos<br />
ó la Habano antigua y moderna.—Un volumen: Habana,<br />
1857. Piclianlo, además de su obra citada, lia compuesto<br />
la Geografía de la Isla de <strong>Cuba</strong> (Habana, 1854),<br />
la mejor indudablemente que se conoce.<br />
(8) Véanse las recopilaciones de Vicente Olívete,<br />
José Alúa, Luis A. Ramos, etc., impresas bajo el título<br />
de Decimas del guajiro en la Habana, Matanzas. Cienfuegos,<br />
etc., etc.<br />
(9) Esquicio topográfico de la jurisdicción de Citufue-<br />
por I). Nicolás de Gamboa.<br />
(10) Lo fantástico no es ni puedo ser espontáneo; si<br />
fuera así, la verdad no lo sería.<br />
Los primitivos dioses no tienen por este silogismo la<br />
pureza del nuestro. El ídolo fué una forma material en la<br />
antigüedad, luego se trasformó en personal, y en ideal á<br />
lo último; del objeto á la subjetividad hubo otra transición,<br />
que ha sido el fenómeno: y este era el que adoraban<br />
los cubanos.<br />
(11) Proyectamos en un segundo opúsculo, intitulado<br />
La raza lacaya, disertai sobre los otros dialectos antillanos.<br />
(12) Oviedo y Valdés. Historia de las Indias, libro<br />
ii, cap. vi.<br />
(18) <strong>Cuba</strong>n Ániiquities, a Brief descripition of same<br />
lidies found in tlte Tsland of <strong>Cuba</strong>, by Avdres Poey of<br />
Haraiia.<br />
ijos,
CUBA INDÍGENA. 185<br />
Este trabajo lia sido fielmente traducido por D. José<br />
de Jesús Quintiliano García en el tomo iv (1855), de su<br />
ilustrada Revista déla Habana.<br />
Más adelante, en la parte arqueológica, nos ocuparemos<br />
de su examen.<br />
(14) Este primer capítulo fue terminado en Guantánamo,<br />
por Enero del presento año.
186 CUBA INDÍGENA.<br />
CAPÍTULO IT.<br />
(1) Pichardo, en su Geografía, supone á la sigua<br />
como piedra, y ;i la siguanea como una corta; y otros<br />
autores aseguran que esta última palabra significaba<br />
estero.<br />
(2) Llámase cayo» en <strong>Cuba</strong> á los bosqueeillos aislados<br />
y rodeados de praderas.<br />
(8) Esta descripción y todas las que contiene el capítulo<br />
n. están tomadas de los diferentes autores que liemos<br />
citado y citaremos en el trascurso de la obra, así<br />
como de nuestros minuciosos estudios y continuas correrías<br />
por la más importante do nuestras colonias.<br />
Los españoles no lian querido singularizarse jamás en<br />
sus numerosos descubrimientos, y en vez de bautizar con<br />
sus apellidos á las nuevas tierras descubiertas, lian conservado<br />
religiosamente los nombres indígenas que anteriormente<br />
tenían. De aquí la facilidad délas anotaciones<br />
geográficas y naturales que contiene el presente capítulo.<br />
(4) Herrera le llama guabiniquimar, Las Casas guaminiquinace,<br />
Pezuela quaniquinage y Piebaido guaniquinage.<br />
(5) Ensayo histórico de la Isla de <strong>Cuba</strong>, por ,D. Jacobo<br />
de la Pezuela.—Un tomo: "New-York, 1842.<br />
(6) Gomera le decia mohel y Oviedo mohín,<br />
(7) Suponemos que sea el cori do Oviedo.<br />
(8) Oviedo y Las Casas le llaman hutía, y Gomera y<br />
Bernaklez utia.
CUBA INDÍGENA. 187<br />
('.)) Senisontlaíole le llama Pichardo , pero nos parece<br />
un apellido demasiado compuesto; en Méjico se denomina<br />
sentzontli.<br />
(10) Silvia pregunta si bijirita no sería el diminutivo.<br />
Creemos que no, por dos razones: 1. a , porque la terminación<br />
iia es castellana; 2.", porque el diminutivo indígena<br />
es el uco, según se ha tratado de demostrar.<br />
(11) Según Pezucla , este era el nombre indígena<br />
por 1598: boy se denomina tocoloro y toro/oro.<br />
(12) Oviedo la denomina ivana, Machuca é Inciso<br />
iguana, Fernando Colon jiguana y otros autores<br />
hiouana.<br />
(13) Es, sin duda, el babayona de Gundlaeh.<br />
(14) Además ele los autores nombrados, nos ha servido<br />
de estudio el Tratado de ¡a Arboriculiura cubana, >/ ¡leca<br />
at/reijada la de Isla de Pinos y Puerto Rico, por I). José<br />
María Fernandez y Jiménez.—Un tomo en l.°: Habana,<br />
1867.<br />
(15) De aji procede sin duda ajiaco ó puchero cubano.<br />
(10) Los más pesados de esta sección son el cuje,<br />
guao, jayajabico, juragua y mangle.<br />
(17) Oviedo cita, además de los nombrados, los doce<br />
siguientes: acuba, caoban, cibucán, ciguas, curia,<br />
tíamahagua, gaguey, guayaro (especie de chiriria),<br />
guiabara, imocom ó boniata, manaca, de donde se<br />
extraían las manahuecas, y al y, hierba abundantísima<br />
en las islas y Tierra firme, que servia de pasto en general.<br />
(Libro x, cap. II.)<br />
(18) Se lia terminado este capítulo en la Habana y por<br />
el mes de Marzo últimamente finado.
188 CUBA INDÌGENA.<br />
CAPÍTULO III.<br />
(1) Véase. pava la descripción de los habitantes de<br />
Guanana ni, la Historia de la Real Marina Española, (Usde<br />
el descubrimiento, etc., por March y Labores (dos tomos<br />
con láminas en 4." mayor, Barcelona, 1842); la de los<br />
naturales de <strong>Cuba</strong> en Pezuela, obra ya citada; la de los<br />
indios (lecheros en la Historia general y natural de las Indias,<br />
por Gonzalo Fernandez de Oviedo y Valdés (cuatro<br />
tomos, imprenta de la Real Academia de la Historia, Madrid.<br />
1851), y la de los indígenas de Borinquen en la Historia<br />
geográfica, dril y natural de la Isla de Puerto Rico,<br />
por Fr. Iñigo Abbad y Lassierra, anotada por ü. José<br />
Julián de Aeosta y Calvo (un tomo en 4." mayor, Puerto-<br />
Rico. 1800).<br />
(2) La carencia de barba no es absoluta entre los americanos<br />
ni entre los lucayos siquiera. Oviedo, en su citada<br />
Historia (parte 1.", libro ni, cap. v), nos dice que «la<br />
mayor parte son ¡empinos.»<br />
(3) Esta particularidad, considerada por todos los autores<br />
, parécenos que puede servir de base para describir<br />
los rasgos fisionómicos que no precisan aquéllos; porque<br />
de la comprensión de la cabeza vendría el que se abrieran<br />
sobradamente sus orejas y el que la boca apareciera más<br />
pequeña que grande, aunque entreabierta y de labios algo<br />
gruesos.<br />
(4) Dase el nombre de palma en la isla de <strong>Cuba</strong>, nó á
CUBA INDÍGENA. 189<br />
la hoja como en España, sino á todo el árbol, que conocemos<br />
por el nombre de palmera.<br />
(5) Oviedo dice que lajaba, con su tapadera, servia<br />
para resguardar la jamaca.<br />
(G) Urrutia asegura que el maíz se llamaba paniso<br />
ó panizo por ios aborígenes; pero entonces, ¿cómo se explica<br />
el nombre de maisí?.. Y que era el mais ó maíz ó<br />
mahiz indígena, lo prueba Oviedo al intitular únicamente A<br />
su libro vil, cap. i: Del pan cielos indios que llaman mahiz.<br />
(7) Cítanse en las actas del cabildo de la Habana<br />
por 1501.<br />
(tí) Hoy se come todavía el majá.<br />
('.)) Don José Martin Félix de Arrate: Liare del nuevo<br />
Mundo. Antemural de las Judias Occidentales. La Habana<br />
descrita: noticias de su /'vndacion, aumentos ¡¡ estado,<br />
1701.—Teatro histórico, jurídico // político militar de la<br />
Isla Fernandina de <strong>Cuba</strong>, // principalmente de su capital,<br />
la Habana, por el Dr. 1). Ignacio José de Urrutia y<br />
Montoya, 1791.—Historia de la Isla de <strong>Cuba</strong>.ij en especial<br />
de. la Habana, porD. Antonio José Yaldés. 1818.<br />
Estas tres obras lian sido reimpresas (la segunda era<br />
inédita) en tres tomos en 4.° mayor, por el editor don<br />
Andrés Pego, en la Habana, año de 187(>, bajo el título<br />
de Los tres primeros historiadores de <strong>Cuba</strong>.<br />
(10) Diario del Navegante: diu2« de Octubre de 1492.<br />
(11) Alejandro de Humboldt, en su Jimuyo político<br />
sobre la Isla de <strong>Cuba</strong> (un tomo en tí.", París. 1827), refuta<br />
la aseveración de Albert lliine (JJisiorisch philosophische<br />
r>arslellun¡i desXe
100 CUBA INDÍGENA.<br />
2." Que si fueran tan numerosos, su civilización estaría<br />
más adelantada; y<br />
3." Que por muchas que fueran las causas de su aniquilamiento,<br />
no desaparecerían en cuarenta y dos años, ó<br />
séase desde 1511, año do la conquista, á 1553, como-dice<br />
Gomara (Historia de las Indias); y que la pérdida de la<br />
raza negra en su mayor esclavitud no llega á un nueve<br />
por ciento, y si fueran 20(1.(100 los naturales, profanase<br />
una pérdida de un veintiséis por ciento anual.<br />
Estas conclusiones, ampliadas únicamente de las que<br />
habia expuesto el regidor Arrate, le llevan á una consecuencia<br />
evidentemente falsa, y es que si los españoles au<br />
mentaron el número de su población, se debia á que los<br />
naturales acudian para verlos, como buenos curiosos, hacia<br />
las costas de <strong>Cuba</strong>; y es falso éste apéndice, porque<br />
los que han fijado número han sido los que viajaron por<br />
el interior de la Isla, y no hay más datos afirmativos que<br />
á las veinte ó cuarenta legnas del litoral.<br />
(12) Oviedo, libro XVII, cap. iv, pág. 411'.).<br />
(18) has Casas lo cita como danza, y Pedro Mártir<br />
y Oviedo como romance. La verdad es que ( hiedo lo describe<br />
mejor que ninguno.<br />
(14) Véase para el areito el libro v, cap. i, páginas<br />
127 á .130: para el batey el libro vi, cap. n, páginas<br />
105 á J(J7, y para el fumar el libro v, cap. n, páginas<br />
130 y 131, según la edición de la Academia.<br />
(15) Cantos cubanos.—Cienfuegos, J87H. por D. Luis<br />
11. liamos.<br />
(1G) Diccionario provincial de Pichardo.<br />
(17) Aunque hemos seguido á Oviedo en las costumbres<br />
de Haití, conste (pie en su libro xvn, cap. vm, páginas<br />
4'JS y siguientes déla citada edición, dice que los<br />
habitantes de <strong>Cuba</strong>, en la estatura, color, trajes, jama-
CUIJA INDIGENA. 191<br />
cas areitos, juego del batey, ritos, idolatrías y semi,<br />
eran idénticos álos de la Isla española.<br />
(18) Se nos antoja que las palabras maboya (diablo)<br />
y babujal (brujo) armonizan un algo, l'iehardo confiesa<br />
en su Diccionario que la primera de las dos se pronuncia<br />
inexactamente babuya, y ya esto es parecerse á la segunda,<br />
tanto más cuanto que se confundí! en el dialecto<br />
cubano la j con la y. La terminación al, ¿no sería en este<br />
caso un aspecto ó una generación del espíritu maligno?<br />
(19) Compruébase, además, este Locho: 1.°, con la<br />
aglomeración de habitantes hacia el Departamento Oriental;<br />
2.°, con la facilidad con o - Hatuey y los demás<br />
haiti-íoíoí-- ]lasaron á la isla de <strong>Cuba</strong> cuando quisieron escaparse<br />
de los conquistadores; 8.°, con que no se concibe<br />
la aparición tan moderna de todos los lucayos, y sí el<br />
que fueran desparramándose por todas las Bahamas,<br />
y 4.", que mientras Haití, Borinquen, Jamaica y todas<br />
las demás Antillas eran atacadas por el caribe, <strong>Cuba</strong> gozaba<br />
de una paz octaviana, y esto no se debía i la mayor<br />
dificultad de la conquista. puesto que los haitianos eran<br />
más aguerridos y las tierras vecinas más erizadas de montañas,<br />
sino al desconocimiento de la Isla ó á la menor riqueza-<br />
material que sus habitantes les prometían , prueba<br />
también de su mayor juventud.<br />
Este punto histórico, interesantísimo de suyo, pensamos<br />
tratarlo con nueva copia de datos en la segunda parte<br />
de la obra.<br />
(20) Véase la nota 18 del capítulo primero.<br />
(21) >Sus dimensiones, si la lámina es tan exacta como<br />
dice el autor, son las siguientes: mayor altura, cinco pulgadas<br />
y cinco sextos, ó séanse muy cerca de trece y medio<br />
centímetros; mayor anchura, cuatro pulgadas y un cuarto,<br />
ó séanse nueve centímetros y siete milímetros, y me-
192 CU BA INDÍGENA.<br />
ñor altura, en el centro, cuatro pulgadas y tres cuartos,<br />
ó séanse once centímetros.<br />
(22) La primera figura es de piedra negra, dura y<br />
compacta, que deja un rastro blanco con la impresión de<br />
un cuchillo y produce efervescencia con el acido nítrico,<br />
lo que prueba una composición caliza: tiene catorce y<br />
media pidgadas de altura y un pie de diámetro, y su peso<br />
es de dos arrobas y dos o zas, todo según Poey-<br />
La segunda es muy d 'a también, roja, perfectamente<br />
pulida y al parecer barnizada, con una vena de cuarzo<br />
que atraviesa horizontalmente la escultura: tiene cinco<br />
pulgadas, según la notan.' •! citado autor. Estas dos imágenes<br />
fueron dudosami " encontradas en la estancia<br />
Eyuarrabó, el dia la de Ma\ de 1852, por I). Miguel.Rodriguez<br />
Ferrer; y decimos di dosamente, porque en otro<br />
lugar se consigna (pie se encontraron en un punto llamado<br />
el Junco (jurisdicción do Baracoa), á una vara de<br />
profundidad y en pleno bosque.<br />
La tercera, del mismo señor (comisionado por don<br />
Pascual Madoz en 1849 para recoger datos con destino al<br />
Diccionario Geoyrájico de España y sus posesiones Ultramarinas),<br />
es de barro cocido y tiene, al decir siempre de<br />
Poey, muy poco peso especifico. No habla, sin embargo,<br />
el autor ó traductor de su primitiva procedencia ni de sus<br />
verdaderas dimensiones y peso, aunque éstas también<br />
las suprime en la segunda.<br />
En la cuarta olvida la composición, pero indica que<br />
mide el grabado una cuarta parte de las dimen.-dones del<br />
original; así es que se puede lijar eu diez y siete centímetros<br />
y dos milímetros de. altura, pero no la anchura, porque<br />
aparece de lado, si bien no puede en todo caso reducirse<br />
á menos de trece centímetros. Parece que fué descubierta<br />
en Octubre de 1850 por D. Ensebio Jiménez, á
CUBA INDÍGENA. 193<br />
cosa de cinco millas al 8. O. de Morón (hoy en la Trocha<br />
militar), y en un bosquecillo de limoneros.<br />
(23) Historia i/eneral de América desde sus tiempos<br />
más remotos hasta nuestros dias, por D. Francisco l'i y<br />
Margal].—Barcelona, 1880.<br />
(24) Urrulia: Los tres primeros historiadores, pág. 75<br />
del tomo II.<br />
(25) Pí y Margal! supone que el naytiano era un<br />
noble, y Pichardo sostiene que era el jefe á las órdenes<br />
del casique. Aunque sentimos discrepar del sabio federalista,<br />
creemos superior en este caso la opinión del geógrafo<br />
cubano.<br />
(2(!) Latorre, á quien imitamos en la enumeración<br />
de las tribus, cita á treinta y una de ellas y deja de nombrar<br />
á Escambray y á la Guanaja; Pezuela enumera<br />
á veinte y dos, prescindiendo de Baracoa, Coabainacan,<br />
Escambray, Guanahacabibes, Habana, Hanabana,<br />
Macori, Marien, Sabana, Sabana y la Guanaja;<br />
Urrulia menciona á las diez siguientes: Baracoa,<br />
Bayamo, Baytiquiri, Camagua, Cueybá, Guaniguanico,<br />
Habana, Jagua, Macaca y Sagua: Yaldes recuerda<br />
á nueve, mencionando las anteriores excepto á Sagua;<br />
Arrale habla de Bayamo, Camagua, Escambray<br />
y Habana; Mareh y labores menciona á otras cuatro,<br />
como son Bayticruirí, Caeybá, Guaniguanico y Jagua;<br />
y Pichardo se acuerda únicamente del Camaguey.<br />
(27) Terminóse este tercer capítulo por Matanzas á<br />
fines de Mayo del corriente año.<br />
13
194 CUBA INDÍGENA.<br />
CAPÍTULO TV.<br />
(1) Mapa ijeotapoijrát'co de la. Isla de <strong>Cuba</strong>, por don<br />
Estelan Fichardo, liaj'o la protección y dirección de la<br />
Capitanía general.—Treinta y seis hojas. Habana, 187...<br />
(2) Noticias hisiói->\.us de Baracoa, por Urrutia,<br />
Acompaña al tomo u de Los tres ¡,rimeros hixiorhulorcs.<br />
(3) Historia, de l'uerto-J'reucij c, por J). Tomás Pió<br />
Betancourt. Acompaña al tomo m de la misma obra.<br />
(4) (Memoria* histórica de la cilla de finita Clara y su.<br />
jurisdicción, por D. Manuel Dionisio González.—Un<br />
tomo, 1858.<br />
(5) Panfilo Narvacz fijó á Cueybá por las treinta<br />
leguas de Bayamo y á veinte del Camaguey, posición<br />
efectiva de Cuaba.<br />
(6) Al referirnos á las fuentes del Cauto, las liemos<br />
fijado en el poblado de Cauto Abajo: más atrás el rio<br />
toma el nombre y apellido de este poblado.<br />
(7) Historia de Trinidad, por Francisco Lavallée.<br />
Acompaña al tomo u de .Le' tres primeros historiadores<br />
de <strong>Cuba</strong>.<br />
(8) Las formaciones geológicas de Guanaliacabibes,<br />
parécenos que son como una base para el lento desarrollo<br />
neptúnico de los archipiélagos, cayos y aun litoral<br />
que circuyen á toda la isla de |<strong>Cuba</strong>.<br />
Nos hemos abstenido, sin embargo, del estudio científico<br />
de la geología, aunque esperamos llenar este vacío,<br />
si acaso otros autores, con mejores conocimientos didác-
CUBA INDÍGENA. 195<br />
ticos, no se adelantan y concluyen este concienzudo y<br />
más que difícil trabajo.<br />
(9) Noticias históricas de la villa de la Asunción de Gua-<br />
•nabacoa, por D. Cayetano Nuñez de Yillavicencio; 1812.<br />
(10) Véase, como el anterior, el tomo i de Los tres<br />
primeros historiadores de <strong>Cuba</strong>.<br />
(11) Maj,a de la Isla de <strong>Cuba</strong>, por D. José María de la<br />
Torre, Catedrático de Geografía y de Historia de la<br />
Real Universidad de la Habana.—Habana, 1873: editor,<br />
Andrés Pego.<br />
(12) tic terminó este capítulo en Nueva-York, y á<br />
mediados de Julio.
196 CUBA INDÍGENA.<br />
CAPITULO V.<br />
(1) Con objeto de reducir este trabajo, hemos adoptado<br />
para este Vocabulario las siguientes abreviaturas:<br />
Adj.—Adjetivo.<br />
Cap.—Capítulo.<br />
/).—Derivada.<br />
j.V. snst. C.—Nombre sustantivo común.<br />
X. sust. P.—Nombre sustantivo propio.<br />
Jí.—Radical ó raíz.<br />
T.—Terminación.<br />
V.—Véase.<br />
(2) Ll catibo, como pez, lo desconocemos: sólo liemos<br />
visto con este nombre en <strong>Cuba</strong> una culebrilla de agua.<br />
(3) V. Lo que fuimos y lo que somos, de Pezuela.<br />
(4) Hacemos notar que los indígenas señalaban á Coabainacan<br />
como el país del oro, y que de Coabainacan<br />
íil rio de Guahimaya no hay diferencia alguna, si hemos<br />
de considerar al territorio nombrado no como provincia,<br />
sino como centro de <strong>Cuba</strong>.<br />
(í>) No nos atrevemos á presentar como triptongo al<br />
oua de este vocablo, por la dudado su emisión.<br />
(6) Concluyóse el capítulo v, y la obra, en la ciudad<br />
de París, en el segundo tercio del mes de Agosto.<br />
Suplicamos á todos los críticos y aficionados se sirvan<br />
poner en conocimiento del autor todas las correcciones y<br />
observaciones que puedan ocurrírseles, no sólo con respecto<br />
¡i <strong>Cuba</strong> indígena, sino también á todo el pueblo<br />
lucayo ó aborigen de las Antillas.<br />
La dirección al Autor: Intendencia Militar de <strong>Cuba</strong>.—<br />
Habana.
ERRATAS MÁS NOTABLES<br />
DONDE DICE<br />
13 V 14<br />
14 y 15<br />
25<br />
20<br />
7<br />
(i<br />
1 y 8<br />
penúltima<br />
14<br />
13<br />
última<br />
14<br />
antepenúltima<br />
12<br />
12<br />
ili tini a<br />
lo<br />
Cí en las silabas ca, etc.<br />
jibara<br />
sebaruco<br />
gaya<br />
criábales<br />
casíimate<br />
corales<br />
humo<br />
. moderna.<br />
Mahiabo<br />
Saliendo<br />
Cayaguayo<br />
Cuacanabayo<br />
por<br />
V. mabinga<br />
tres<br />
palabras fneron<br />
Guísase<br />
Tibí.<br />
G en las silabas ca,<br />
Jibara<br />
seboruco<br />
aya<br />
cuabal-í?s<br />
casamata<br />
corrales<br />
humo ó el polvo<br />
moderna. (22)<br />
Maniabo —<br />
Partiendo<br />
Cuyaguayo<br />
Guacamabayo<br />
con<br />
Querif/iiri<br />
V. Mcihinja<br />
dos<br />
palabras y la de biaya fueron<br />
Guisaso<br />
Tibí.
ÍNDICE<br />
Páginas.<br />
Prólogo del autor<br />
vn<br />
CAPÍTULO L—Ideas sobre la fdoloijia indígena.—<br />
Alfabeto indígena: vocales y consonantes.—<br />
Sílabas: diptongos y triptongos.—-Palabras:<br />
graves, agudas y esdrújulas. — Composición:<br />
terminaciones y radicales.—Analogía: adjetivos,<br />
géneros y números.—Discusión sobre el<br />
verbo. — Tabla analítica. — Ortografía. — Resumen<br />
CAPÍTULO II.—Geografía física ó Historia natared.—Ideas<br />
geográficas de los indígenas.—Las<br />
costas.— Oreografía.—Hidrografía.—-Animales.—Vegetales.—Minerales.—Resumen..<br />
.. ol<br />
CAPÍTULO III.—Etnología ¡j geografía política.—<br />
Caracteres fisiológicos.—Sociabilidad.—Bases<br />
materiales: trajes ó atavíos, habitaciones, utensilios,<br />
alimentación, arte culinario, número de<br />
los habitantes 55<br />
Sociabilidad. — Costumbres: la vida indígena,<br />
ocupaciones, cultivo, distracciones, el baile, el<br />
juego de la pelota y el tabaco<br />
M<br />
Sociabilidad.—Bases morales: leyes, tradiciones,<br />
principios morales, religión, comercio y familia<br />
72
21)0 ÍNDICE.<br />
Páginas.<br />
Historia y política indígenas: los cubanos no<br />
eran naturales de la Isla, de donde procedían;<br />
arqueología, principios políticos, sus tribus y<br />
clases sociales.—Resumen<br />
CAPÍTULO IV.—Las tribus indígenas.—Baní.—<br />
Baracoa.— Barajagua.—Bayamo.— Baytiquirí.<br />
— Boruca. —• Camagua. — Coabainaean.—<br />
Cueybá. — Cuyaguayo. — Guaeamabayo. —<br />
Guabiniaya. — Guaimaros. — Guamubaya. —<br />
Guanahaeabibes.—Guaniguanico.—Habana—<br />
líanabana. — Sagua. — Macaca. — Macorí.—<br />
Magon.— Maguanos.— Maisí. — Maiye.—Maniabo.—Marien.—<br />
O rnafay. —Sabana.—Sabaneque.<br />
— Sagú a.—Guanaja.—Resumen<br />
CAPÍTULO V.— Vocabulario etimológico de los m-<br />
/liejenas cubanos. —A-B-C-Ch-D-E-G-H-l-J-<br />
L-M-X-O-r-Q-S-T-ü-V-Y<br />
"Notas<br />
Erratas más notables<br />
80<br />
121<br />
m<br />
ios
Se vende,en las principales librerías, al precio<br />
de 12 reales en la Península y 15 en las Antillas<br />
españolas. .