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RATIONAL BASADO EN LA PERSISTENCIA DEL VIRUS SARS-COV-2 (COLECTIVO LONGCOVIDACTS)

RATIONAL BASADO EN LA PERSISTENCIA DEL VIRUS SARS-COV-2 COMO CAUSA ETIOLÓGICA DE LA SINTOMATOLOGÍA DE LARGA DURACIÓN EN PACIENTES CON COVID PERSISTENTE Actualmente, existen importantes lagunas de conocimiento con respecto a la enfermedad COVID-19, resultado de la infección por el virus SARS-COV-2, debido a que ha transcurrido un periodo muy corto de tiempo desde su aparición. Esta infección vírica ha presentado un abanico amplio de manifestaciones clínicas cuya gravedad ha variado mucho entre pacientes: personas que han requerido de hospitalización, enfermos graves con consecuencias mortales, sujetos asintomáticos y otros con síntomas de larga duración. Desde el grupo de investigación de LongCovidACTS (pacientes con síntomas persistentes de la COVID-19) nos hemos centrado en el desarrollo de un racional científico para que no se descarten (incluso se potencien), proyectos de investigación que estudien la hipótesis de la persistencia del virus SARS-COV-2 como causa etiológica de la sintomatología en los pacientes que presentan una clínica persistente. Actualmente, empiezan a surgir diferentes teorías para intentar explicarlo. Las más aceptadas, la alteración inmunológica y la persistencia viral. El grupo de investigación LongCovidACTS, en base al conocimiento generado por el feedback de los propios pacientes adheridos a la plataforma y las distintas evidencias científicas que se exponen a continuación, defiende que la hipótesis más factible es la combinación de ambas. La persistencia viral provoca que perdure la alteración inmunológica en el subgrupo de pacientes con síntomas duraderos. AUTORES: Sílvia Guerrero, PhD, Doctora en Bioquímica y Biología molecular Sonia Bilbao, Veterinaria

RATIONAL BASADO EN LA PERSISTENCIA DEL VIRUS SARS-COV-2 COMO CAUSA ETIOLÓGICA DE LA SINTOMATOLOGÍA DE LARGA DURACIÓN EN PACIENTES CON COVID PERSISTENTE

Actualmente, existen importantes lagunas de conocimiento con respecto a la enfermedad
COVID-19, resultado de la infección por el virus SARS-COV-2, debido a que ha transcurrido un
periodo muy corto de tiempo desde su aparición.
Esta infección vírica ha presentado un abanico amplio de manifestaciones clínicas cuya gravedad
ha variado mucho entre pacientes: personas que han requerido de hospitalización, enfermos
graves con consecuencias mortales, sujetos asintomáticos y otros con síntomas de larga
duración.
Desde el grupo de investigación de LongCovidACTS (pacientes con síntomas persistentes de la
COVID-19) nos hemos centrado en el desarrollo de un racional científico para que no se
descarten (incluso se potencien), proyectos de investigación que estudien la hipótesis de la
persistencia del virus SARS-COV-2 como causa etiológica de la sintomatología en los pacientes que presentan una clínica persistente.
Actualmente, empiezan a surgir diferentes teorías para intentar explicarlo. Las más aceptadas, la alteración inmunológica y la persistencia viral. El grupo de investigación LongCovidACTS, en base al conocimiento generado por el feedback de los propios pacientes adheridos a la plataforma y las distintas evidencias científicas que se exponen a continuación, defiende que la hipótesis más factible es la combinación de ambas. La persistencia viral provoca que perdure la alteración inmunológica en el subgrupo de pacientes con síntomas duraderos.

AUTORES:
Sílvia Guerrero, PhD, Doctora en Bioquímica y Biología molecular
Sonia Bilbao, Veterinaria

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RACIONAL BASADO EN LA PERSISTENCIA DEL VIRUS SARS-COV-2 COMO CAUSA ETIOLÓGICA

DE LA SINTOMATOLOGÍA DE LARGA DURACIÓN EN PACIENTES CON COVID PERSISTENTE

Sílvia Guerrero, PhD, Sonia Bilbao*

Actualmente, existen importantes lagunas de conocimiento con respecto a la enfermedad

COVID-19, resultado de la infección por el virus SARS-COV-2, debido a que ha transcurrido un

periodo muy corto de tiempo desde su aparición.

Esta infección vírica ha presentado un abanico amplio de manifestaciones clínicas cuya gravedad

ha variado mucho entre pacientes: personas que han requerido de hospitalización, enfermos

graves con consecuencias mortales, sujetos asintomáticos y otros con síntomas de larga

duración.

Desde el grupo de investigación de LongCovidACTS (pacientes con síntomas persistentes de la

COVID-19) nos hemos centrado en el desarrollo de un racional científico para que no se

descarten (incluso se potencien), proyectos de investigación que estudien la hipótesis de la

persistencia del virus SARS-COV-2 como causa etiológica de la sintomatología en los pacientes

que presentan una clínica persistente.

Actualmente, empiezan a surgir diferentes teorías para intentar explicarlo. Las más aceptadas,

la alteración inmunológica y la persistencia viral. El grupo de investigación LongCovidACTS, en

base al conocimiento generado por el feedback de los propios pacientes adheridos a la

plataforma y las distintas evidencias científicas que se exponen a continuación, defiende que la

hipótesis más factible es la combinación de ambas. La persistencia viral provoca que perdure la

alteración inmunológica en el subgrupo de pacientes con síntomas duraderos.

1. Background

1.1. Know-How adquirido en base al feedback recibido por los diferentes pacientes

adheridos a la Plataforma LogCovidACTS:

Presentación clínica del paciente persistente no compatible con las secuelas:

Sintomatología clínica que con mucha frecuencia cursa con brotes. Aunque no existe un

patrón fijo en todos los pacientes, a menudo, cursa con brotes en los que se pueden

haber agudizado los síntomas e, incluso, pueden aparecer nuevas manifestaciones

clínicas

*Doctora en Bioquímica y Biología molecular y Veterinaria.

Revisado por el grupo de INVESTIGACIÓN LONGCOVIDACTS: formado por una veterinaria, un radiólogo de mama, una

nefróloga, una pediatra especializada en infecciosas, una doctora en Bioquímica y Biología Molecular y una estudiante

de Nutrición Humana y Dietética.

Contacto: investigacionlongcovidacts@gmail.com

1


Estas nuevas apariciones de la sintomatología, en un alto número de casos suelen

coincidir con cambios hormonales, que está descrito que producen cambios en la

homeostasis del sistema inmunitario (1. Bouman A et al)

La persistencia/reactivación periódica del virus puede causar el estado de

"inmunodepresión" que ha causado que a muchos pacientes con clínica persistente se

les reactiven otros virus que tenían latentes: Epstein-Barr, Citomegalovirus, Hepatitis A

y Herpes, entre otros.

Subpoblación que había manifestado previamente una respuesta inmunitaria alterada

frente a diferentes estímulos externos: presencia de enfermedades autoinmunes,

alergia, asma…

Los pacientes con sintomatología persistente han presentado, en su mayoría, serología

negativa o titulación muy baja de anticuerpos (ver Anexo 1, 1.1; trabajo de campo,

encuesta de la Plataforma)

No todas las manifestaciones clínicas presentadas pueden asociarse al síndrome de

sensibilización central/fatiga crónica, con el que muchos especialistas están empezando

a relacionar los síntomas persistentes de SARS-COV-2. [para más información ver Anexo

2]

Principales diferencias entre sintomatología Covid persistente y síndrome de fatiga

crónica/encefalitis miálgica (Know-how de pacientes de la Plataforma diagnosticados

previamente a la infección por SARS-COV-2 con síndrome de fatiga crónica (SFC))

Pese a que los síntomas de CFS/ME son múltiples y variados, en general, el abanico de

síntomas de Covid Persistente es más extenso. En concreto, en pacientes con Covid

persistente se podrían añadir los siguientes síntomas en relación a SFC:

● Respiratorios: presión / pinchazos en el pecho, dolor retroesternal,

laringoespasmos, broncoconstricción, tos, disnea, opresión torácica,

desaturaciones bruscas, hemoptisis, debut EPOC.

● ORL: odinofagia, disfagia, boca seca, afonía, disfonía, otalgia, oto-tubaritis.

Cardíacos: Miocarditis, pericarditis.

Digestivos: epigastralgia y abdominalgia (pacientes con diagnóstico previo de SFC y

síntomas de covid persistente refieren diferencias (p.ej. ciclicidad síntomas,

localización de estos (p.ej. esfínter pilórico).

Osteomusculares: miopatía diafragmática.

Neurológicos y cognitivos: anosmia, disgeusia, cacosmia, hipoacusia, acúfenos,

dispraxia.

Oftalmológicos: dipoplía, lesiones en retina, dolor ocular, nistagmus.

Dermatológicos: petequias, pérdida de uñas, perniosis, prurito, urticaria,

ulceraciones.

Alteraciones de la coagulación: hematomas, arañas vasculares, micro trombosis

acras.

Urinaria: infecciones de orina, dolor renal, cólico nefrítico, cálculos renales.

Alteraciones endocrinas: debut diabético

2


1.2. Evidencia científica previa:

Existen antecedentes de virus que no se insertan en el ADN y presentan en ciertas

subpoblaciones cronificación/persistencia:

Humanos:

Virus Hepatitis C

La hepatitis C aguda es una infección de corta duración. Los síntomas pueden durar

hasta 6 meses. El sistema inmunitario puede eliminar la infección por HCV en la fase

aguda sólo en un pequeño subgrupo de pacientes. La mayoría pasa a la forma crónica

de la infección por la ineficiencia en la eliminación del virus que presenta también

manifestaciones extrahepáticas (2. Flores-Chávez A et al).

Virus de la Polio

Muchas personas que padecieron poliomielitis en la infancia experimentan, con el paso

de los años, debilidad muscular sobrevenida, nueva atrofia muscular, fatiga y dolores

musculares o articulares, así como intolerancia al frío. Esto es lo que se conoce como

síndrome postpolio (SPP). Una de las hipótesis se basa en la persistencia de virus. La

persistencia de fragmentos de virus sería el causante del SPP. El hallazgo de restos de

virus en el líquido cefalorraquídeo de pacientes con SPP apoyaría esta teoría, pero son

necesarios más estudios al respecto (3. Portell E et al).

Virus del Ébola

El síndrome Post-Ebola (PES) es un grupo de síntomas físicos y psicológicos que afecta a

los supervivientes de la infección por virus Ébola. Los síntomas más comunes reportados

pertenecen al sistema neurológico (dolor de cabeza, cansancio, insomnio) y

musculoesquelético (dolor de articulaciones, de pecho, general) (4. Wilson HV et al). El

virus fue hallado en muestras de fluido seminal hasta 6 meses después de la infección

inicial (5. Brainard, et al).

Gatos:

FCoV/PIF

El coronavirus felino (FCoV) se transmite por vía fecal-oral e infecta de manera

persistente principalmente a los enterocitos del colón, con eliminación intermitente en

heces según estado inmunológico, pudiendo curarse o desarrollar un proceso subclínico

que lo convierta en portador asintomático. La enfermedad podría reaparecer como

consecuencia de factores como la inmunosupresión provocada por (virus, estrés,

fármacos, edad). Existe la posibilidad de reinfección por parte de este u otro animal con

sus heces, el virus permanece endémico en la población (6. Kipar A et al).

Debido a mutaciones in vivo y/o la circulación de cepas virulentas / avirulentas entre

gatos, el PIF se desarrolla cuando el CoVF adquiere la capacidad de penetrar en

monocitos y diseminarse por el organismo, persiste en el interior de macrófagos

tisulares evadiendo al sistema inmunológico.

3


La patogenia de PIF y la progresión de la enfermedad está determinada por las

interacciones del virus con el sistema inmunológico del gato que darán lugar a una

presentación PIF seca, con predominio de la respuesta celular, o una presentación de

PIF efusiva, con predominio de la respuesta humoral. (7. Palmero M et al).

No obstante, años de estudios en gatos infectados con FCoV demuestran que aumentar

el conocimiento sobre la biología del virus y las interacciones entre el huésped y el virus

puede mejorar las posibilidades de contener y, eventualmente, combatir la infección.

Además, la información obtenida hasta ahora sobre los aspectos de la infección por

FCoV compartida con el SARS-CoV-2 puede servir como base para un rápido desarrollo

de estrategias de prevención o terapéuticas para COVID-19, así como para estudios

sobre la posible interacción entre FCoV y SARS-CoV-2 que pueden ocurrir debido a la

estricta relación entre las personas y sus gatos. (8. Paltrinieri et al). [para más

información ver Anexo 3]

El SARS-COV-2 es un virus que afecta/infecta de forma sistémica. En autopsias se ha

encontrado en múltiples órganos: pulmón, faringe, corazón, hígado, cerebro y riñón;

téjidos: epitelio conjuntivo, endotelio vascular, mucosa gastrointestinal y células:

macrófagos alveolares, colangiocitos y neuronas. (9. Puelles VG et al, 10. Fenrich et al).

En algunos casos, con persistencia en el tiempo de hasta 196 días después de la infección

en sistema olfatorio (11. De Melo GD et al), tres meses en intestino con evolución en

células B compatible con la presencia prolongada del virus en el organismo (12. Gaebler

C et al) y hasta 154 días en pulmón y bazo (13. Correspondence NEJM). [para más

información ver Anexo 4]

El SARS-COV-2 es un virus capaz de engañar al sistema inmunitario. Concretamente,

parece que el virus SARS-CoV-2 lleva a cabo gran parte de su replicación in vivo sin ser

monitorizado de forma eficiente por el sistema inmunitario. La proteína viral que

codifica el open reading frame 8 (ORF8) del SARS-CoV-2, que es la que comparte la

menor homología con el resto de las proteínas virales de los diferentes SARS-COV, puede

interaccionar directamente con moléculas MHC-I y reducir significativamente su

expresión en la membrana en varios tipos celulares. En las células que expresan ORF-8,

las moléculas MHC-1 se convierten en diana selectiva para degradación lisosomal a

través de un mecanismo dependiente de autofagia. Consecuentemente, los linfocitos T

citotóxicos (LTC) no pueden eliminar de forma eficiente las células infectadas por el

virus. La proteína ORF8 bloquea la presentación de antígeno y, por lo tanto, reduce el

reconocimiento y eliminación de las células infectadas por SARS-COV-2 por los LTCs,

pudiendo hacer más difícil su completa eliminación. (14. Zhang I et al)

Existe un trial en curso cuya aproximación terapéutica considera que el virus sigue

presente en pacientes con clínica persistente.

Leronlimab en el entorno HIV/SIDA, actúa como un inhibidor de la entrada viral.

Enmascara CCR5, y así protege a las células T sanas de la infección viral bloqueando la

entrada del subtipo predominante HIV (R5).

CytoDyn Files Protocol with U.S. FDA for Phase 2 Clinical Trial for COVID-19 Patients with

Long-Hauler Symptoms :: CytoDyn Inc. (CYDY)

4


Hipótesis persistencia de virus en pacientes con clínica de COVID-19 persistente

El subgrupo de pacientes con COVID-19 y clínica persistente no puede eliminar por completo el virus

SARS-COV-2 tras la fase de infección aguda debido a que presenta una respuesta inmunológica

alterada.

En pacientes con clínica persistente, el virus SARS-COV-2 permanece latente en algún tejido (reservorio)

y se reactiva periódicamente al producirse cambios en la homeostasis del sistema inmunitario, lo que

causa brotes con distinta sintomatología, pero no lo hace detectable en vías altas.

Posible aproximación terapéutica

Si la sintomatología clínica duradera se debe a la persistencia del virus, se tendrían que realizar estudios

con tratamientos retrovirales que se demuestren efectivos en la eliminación del COVID-19 en pacientes

agudos. Los tratamientos inmunológicos son más dudosos en su posible efectividad debido a las

características peculiares de la respuesta inmunológica frente al virus de la subpoblación que presenta

sintomatología persistente.

5


BIBLIOGRAFÍA

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immune response in humans. Hum Reprod Update 2005 Jul-Aug;11(4):411-23.

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2017;19(3):87-97.

doi: 10.4321/S1575-06202017000300004.

3. Síndrome Pospolio. Kumru H, Portell E. Vol. 22 Núm.03 FMC. 2015; 22:132-7

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Schröder, Carolin Edler, Oliver Gross, Markus Glatzel , Dominic

Wichmann, Thorsten Wiech, Stefan Kluge, Klaus Pueschel, Martin

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10. Matija Fenrich, Stefan Mrdenovic, Marta Balog, Svetlana Tomic, Milorad Zjalic, Alen

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11. GuilhermeDiasDeMelo, Françoise Lazarini, Sylvain Levallois, Charlotte Hautefort, Vi

ncent Michel, Florence Larrous, Benjamin Verillaud, Caroline Aparicio, Sebastien W

agner, Gilles Gheusi, Lauriane Kergoat, Etienne Kornobis, Thomas Cokelaer, Rémi H

ervochon, Yoann Madec, Emmanuel Roze, Dominique Salmon, Hervé Bourhy, Marc

6


Lecuit, Pierre-Marie Lledo. COVID-19-associated olfactory dysfunction reveals

SARS-CoV-2 neuroinvasion and persistence in the olfactory system. Biorxiv. Nov

2020. Preprint

doi: 10.1101/2020.11.18.388819.

12. Christian Gaebler, Zijun Wang, Julio C C Lorenzi, Frauke Muecksch, Shlomo

Finkin, Minami Tokuyama, Mark Ladinsky, Alice Cho, Mila Jankovic, Dennis

Schaefer-Babajew, Thiago Y Oliveira, Melissa Cipolla, Charlotte Viant, Christopher O

Barnes, Arlene Hurley, Martina Turroja, Kristie Gordon, Katrina G Millard, Victor

Ramos, Fabian Schmidt, Yiska Weisblum, Divya Jha, Michael Tankelevich, Jim

Yee, Irina Shimeliovich, Davide F Robbiani, Zhen Zhao, Anna Gazumyan, Theodora

Hatziioannou, Pamela J Bjorkman, Saurabh Mehandru, Paul D Bieniasz, Marina

Caskey, Michel C Nussenzweig. Evolution of Antibody Immunity to SARS-CoV-2.

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doi: 10.1038/s41586-021-03207-w. Online ahead of print

13. Persistence and Evolution of SARS-CoV-2 in an Immunocompromised Host.

Correspopndence. The New England Journal of Medicine, November 11, 2020.

14. Yiwen Zhang, Junsong Zhang, Yingshi Chen, Baohong Luo, Yaochang Yuan, Feng Hu

ang, Tao Yang, Fei Yu, Jun Liu, Bingfen Liu, Zheng Song, Jingliang Chen, Ting Pan, Xu

Zhang, Yuzhuang Li, Rong Li, Wenjing Huang, Fei Xiao, Hui Zhang. The ORF8 Protein

of SARS-CoV-2 Mediates Immune Evasion through Potently Downregulating MHC-I.

bioRxiv. May 2020.

doi: 10.1101/2020.05.24.111823. Preprint

7


ANEXO 1 (trabajo de campo de la plataforma)

1.1 Encuesta de serología (n=218)

IgM (respuesta de fase aguda, temprana)

La mayoría de los pacientes con sintomatología persistente que han participado (82%)

no presentó niveles de IgM contra el virus o presentaron niveles muy bajos (el 82% de

los positivos que disponen de titulación presenta valores <2)

Se presenta un grupo minoritario diferente (2% de los positivos que disponen de

titulación) caracterizado por producir un grado extremadamente alto del anticuerpo

IgM.

8


IgG (respuesta de memoria, tardía):

La mayoría de los pacientes con sintomatología persistente que han participado (59%)

no presentó niveles de IgG contra el virus o presentaron niveles muy bajos (el 40% de

los positivos que disponen de titulación presenta valores <2).

Los resultados varían ligeramente respecto a IgM, aumenta el número de persistentes

que generan anticuerpos de la memoria y también el nivel respecto a los que generan

de fase aguda.

Se presenta un grupo minoritario diferente (5% de los positivos que disponen de

titulación) caracterizado por producir un grado extremadamente alto del anticuerpo IgG

9


IgA (respuesta mucosas):

Se ha determinado con mucha menos frecuencia la generación de IgA en pacientes con

sintomatología persistente que han participado en la encuesta. El 84% de los que se la

realizaron no presentó niveles de IgA contra el virus.

Los resultados se asemejan a los obtenidos en la generación de IgM.

Pero a diferencia de IgM, entre los positivos que disponen de titulación de IgA, se

presenta un grupo mayoritario que presenta valores muy elevados (75%> 30).

10


ANNEXO 2

Síndrome de fatiga crónica /encefalitis miálgica

1. Definición y principales síntomas

La encefalitis miálgica o Síndrome de Fatiga Crónica está clasificada por la OMS, desde 1969,

como una enfermedad neurológica.

Según recogen los diferentes criterios de diagnóstico y la organización Open Medicine

Foundation, se trata de una enfermedad multisistémica de origen neuroimmunológico, que

puede presentar un abanico de síntomas diferentes tanto a lo largo de la vida de un mismo

paciente como entre diferentes pacientes.

Existen más de 60 síntomas relacionados con CFS/ME que afectan al sistema inmune, endocrino,

neurológico, digestivo y musculoesquelético y los principales síntomas son los siguientes:

Si realizamos la comparativa con los síntomas de Covid Persistente, podemos destacar lo

siguiente:

Pese a que los síntomas de CFS/ME son múltiples y variados, en general, el abanico de síntomas

del paciente con Covid Persistente es aún más extenso. En concreto, se podrían añadir los

siguientes síntomas:

Respiratorios: presión / pinchazos en el pecho, dolor retroesternal, laringoespasmos,

broncoconstricción, tos, disnea, opresión torácica, desaturaciones bruscas, hemoptisis,

debut EPOC.

ORL: odinofagia, disfagia, boca seca, afonía, disfonía, otalgia, oto-tubaritis.

Cardíacos: Miocarditis, pericarditis.

11


Digestivos: epigastralgia y abdominalgia (pacientes con diagnóstico previo de SFC y

síntomas de covid persistente refieren diferencias (p.ej. ciclicidad síntomas, localización

de estos (p.ej. esfínter pilórico)).

Osteomusculares: miopatía diafragmática

Neurológicos y cognitivos: anosmia, disgeusia, cacosmia, hipoacusia, acúfenos,

dispraxia

Oftalmológicos: dipoplía, lesiones en retina, dolor ocular, nistagmus.

Dermatológicos: petaquias, pérdida de uñas, perniosis, prurito, urticaria, ulceraciones.

Alteraciones de la coagulación: hematomas, arañas vasculares, micro trombosis acras.

Urinaria: infecciones de orina, dolor renal, cólico nefrítico, cálculos renales.

Alteraciones endocrinas: debut diabético

2. Diagnóstico CFS/ME

Existen varios criterios de diagnóstico (clicar aquí para conocer detalle).

Holmes /Fukuda Criteria (CDC)

Canadian Consensus Criteria (CCC)

International Consensus Criteria (ICC)

Systemic Exertion Intolerance Disease (SEID)

12


3. Hipótesis

A continuación, se presentan algunas de las hipótesis existentes en relación al inicio y

mantenimiento de la enfermedad del Síndrome de la Fatiga Crónica:

Hipótesis de la

infección del

nervio Vago

Hipótesis

Mecánica / Daño

columna

cervical

Hipótesis

autoinmune

Hipótesis

Cell Danger

Response

Hipótesis o

modelo

neuroinmune

Michael

VanElzakker

(2013)

Jeff Wood /

Jenn Brea

(2019) –

pacientes-

Open Medicine

Foundation

(Mark Davis,

Lars Steinmetz)

(2018)

Robert Naviaux

(2014)

Gerwyn Morris

(2012)

VanElzakker sostiene que hay varios virus (EBV, CMV, borrelia, Lyme…)

neurotrópicos – que tienen afinidad por tejidos nerviosos y pueden

permanecer latentes en ellos-.

Si bien la latencia ocurriría en un tejido concreto, la reactivación se

propagaría a células gliales satélite, a través de las vías aferentes del

nervio vago, provocando una respuesta inmunitaria adaptativa

exagerada, patológica, defectuosa y multiorgánica vía citoquinas

proinflamatorias y otros mediadores neuroexcitantes.

Actualmente, está estudiando la conexión entre virus, nervio vago, tronco

encefálico y neuroinflamación a través de nuevas técnicas de

neuroimagen.

https://www.pdf-archive.com/2013/06/23/vanelzakker-vnih-cfs-inpress/vanelzakker-vnih-cfs-in-press.pdf

Tanto Jeff como Jenn eran dos casos severos de CFS/ME y POTS, hasta

que, hace dos años, se sometieron a varias neurocirugías para corregir:

● CCI: Inestabilidad craniocervical

● AAI: Inestabilidad atlantoaxial

● Síndrome de la médula anclada

Aunque las hipótesis no coinciden 100%, ambos defienden que,

conjuntamente con varias predisposiciones genéticas, un patógeno puede

causar daño en la médula espinal, provocando modelos de patología

cervical post-vírica.

Dicho daño del tejido nervioso provocaría una compresión del tronco

encefálico y un menor flujo de sangre hacia el cerebro y la médula espinal,

con todos los efectos metabólicos que esto conllevaría (cambio a un

metabolismo anaeróbico, incrementando el lactato y la inflamación, mast

cell activation síndrome, POTS y todos los síntomas asociados a CFS

(fatiga, artralgias, PEM…).

https://medium.com/@jenbrea/how-infection-can-damage-the-cervicalspine-d43d3dac5734

https://www.mechanicalbasis.org/outcomes.html

Existencia de una alteración de citoquinas, respuesta deficitaria de NK,

replicación células T (mientras existe proceso vírico, se realizan copias de

éstas, pero, por error, siguen copiando y atacando a las propias células del

cuerpo una vez la infección se ha eliminado).

Se estudian también los genes clave relacionados con inmunidad: HLA y

KIR.

Esta teoría no sólo explicaría el componente autoinmune de ME, sino

también de otras condiciones comórbidas (POTs, tiroiditis Hashimoto…)

https://www.omf.ngo/2018/02/28/omf-funded-research-t-cellsmolecular-immunology/

La CDR es una respuesta metabólica ante el estrés de un patógeno que

abarca la inflamación innata, respuesta inflamatoria, estrés oxidativo,

señalización de nucleótidos extracelulares (purinérgicos).

Según la hipótesis de Naviaux, en SFC – como en muchas otras

enfermedades crónicas-, la célula se queda permanentemente en estado

de CDR e hipometabolismo celular, afectando a la generación de ATP,

exceso de ROS -especies reactivas de oxígeno…-

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23981537/

Parece integrar componentes de varias hipótesis (hipótesis autoinmune,

Cell Danger Response, del nervio vago), pero tal vez más completa.

Se propone que la activación inmunitaria causada por una infección viral

conduce a un estado de activación inmunitaria periférica crónica, guiada

por vías de estrés oxidativo y nitrosativo (O&NS) activadas

permanentemente. Posteriormente, se activan células T reactivas que,

13


Hipótesis

mitocondrial

Hipótesis del

ciclo de

metilación

Hipótesis de la

Propagación de

EBV a los

agregados

linfoides

ectópicos

Sarah Myhill

(2009)

Rich Van

Konynenburg

(2011)

Willy Eriksen

(2018)

conjuntamente con los altos niveles de O&NS y bajos niveles de

antioxidantes, conllevan una activación crónica de las vías

immunoinflamatorias. La regulación posterior de los compuestos

proinflamatorios puede activar la microglía a través del nervio vago.

Toda esta cascada de respuestas tiene como consecuencia:

● Daño mitocondrial y déficit de ATP subsiguiente.

● Elevación progresiva actividad autoinmune (vía mimetismo

celular, y propagación del epítopo).

● Activación del SNC.

● Inflamación periférica intermitente.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22718491/

Sarah Myhill considera que SFC/ME es debido a que la respuesta

inmunitaria a un virus provoca una afectación en el metabolismo celular.

En concreto, las mitocondrias (implicadas en la generación de ATP en casi

todos los órganos y tejidos del cuerpo) entran en un modo general de fallo.

Para ello, se requiere retirar al patógeno y “reprogramar” el metabolismo

celular a través de varias estrategias terapéuticas.

http://www.ijcem.com/files/IJCEM812001.pdf

Según Rich Van Konynenburg, algunos de los síntomas de pacientes con

ME/CFS son causados por errores/mutación en los genes que regulan el

ciclo de metilación o metabolismo del carbono (MTHFR, CBS, DHPR, MTRR

o MAO-A).

Una metilación deficiente afecta a la capacidad del cuerpo para producir

glutatión endógeno, ATP, regular neurotransmisores, reparar el ADN o

convertir serotonina en melatonina.

https://phoenixrising.me/research/methylation-andglutathione/glutathione-depletion-methylation-cycle-block-a-hypothesisfor-the-pathogenesis-of-chronic-fatigue-syndrome-by-richard-a-vankonynenbury-ph-d

Según esta hipótesis, existen tres fases ante una infección viral:

1. Agregación de las células linfoides (ectópicas) en los ganglios de la

raíz dorsal y otras estructuras nerviosas para dar respuesta a la

infección.

2. Los linfocitos o monocitos infectados con el virus, llevan el virus a

dichos agregados linfoides, generando una proliferación de linfocitos

infectados y una inflamación en el tejido nervioso circuncidante.

Esta inflamación local provoca una ola de activación de las células

gliales que se propaga a partes del sistema nervioso no infectadas

por el virus, haciendo alterar la interacción neuronal-glial tanto en el

SNC como en el SNP.

3. Existe un agotamiento de las células inmunitarias que consolida

procesos patológicos. Se propone que, a través de infusiones de

linfocitos T específicos del virus, se podrían eliminar las células

infectadas.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28478837/

14


ANEXO 3

Evidencia científica previa coronavirus en gatos:

Definición de FCoV/ PIF. El desarrollo de un cuadro de peritonitis infecciosa felina ha sido

explicado por la teoría de que durante la replicación viral del coronavirus felino (FCoV), que

resulta endémico en poblaciones felinas dada su alta contagio del 90%, se producen mutaciones

genéticas en cada virus felino que da lugar a variantes hipervirulentas que inducen PIF. La teoría

de las mutaciones in vivo, como en la teoría de la circulación de cepas virulentas / avirulentas

entre gatos, siendo la mayoría de la población portadora intestinal persistente de FCoV, con

eliminación intermitente en heces según el estado inmunológico, la patogenia de PIF y la

progresión de la enfermedad está determinada por las interacciones del virus con el sistema

inmunológico del gato que darán lugar a una presentación PIF no efusiva, con predominio de la

respuesta celular, o una presentación de PIF efusiva, con predominio de la respuesta humoral.

INMUNIDAD de FCoV / PIF. La enfermedad dependerá fundamentalmente de dos factores: la

respuesta inmunitaria del gato y la cepa que provoca la infección.

Respuesta inmune: se ha demostrado que la inmunidad celular es responsable de la protección

frente a FIPV, mientras que la inmunidad humoral no es protectora.

Dependiendo de su capacidad inmunológica, el gato puede responder al FIPV de tres formas:

1. Si el gato tiene una fuerte inmunidad celular con bajos niveles de anticuerpos, sus

posibilidades de superar la infección aumentan, pudiendo curarse por completo o desarrollar

un proceso subclínico que lo convierta en portador sinto / asintomático.

En este último caso, la enfermedad podría reaparecer como consecuencia de factores como la

inmunosupresión provocada por (virus de la leucemia felina, estrés, fármacos que deprimen

la inmunidad, edad).

2. Si el gato exhibe una fuerte inmunidad humoral, con inmunidad celular parcial, se desarrollará

la forma no efusiva de FIP.

3. Si el gato tiene una fuerte inmunidad humoral, con inmunidad celular débil o ausente, se

desarrollará la forma efusiva de FIP.

-El virus: la peritonitis infecciosa ocurre cuando un gato se expone a un virus FCoV mutante que

ha adquirido la capacidad de infectar y replicarse en macrófagos.

Palmero, M. Carballés, V Peritonitis infecciosa felina. Enfermedades infecciosas felinas. Servet.

2010.

PERSISTENCIA de FCoV / PIF. El coronavirus felino (FCoV) se transmite por vía fecal-oral e infecta

principalmente a los enterocitos, pero posteriormente se propaga por la viremia asociada a los

monocitos. En algunos gatos infectados, los mutantes del virus virulento inducen la peritonitis

15


infecciosa felina (PIF), una enfermedad sistémica incluso mortal que puede desarrollarse en

asociación con la viremia. Se cree que los portadores sanos infectados con FCoV intestinal de

forma persistente son importantes en la epidemiología de la PIF, ya que representan una fuente

constante de FCoV, que se elimina de forma persistente o intermitente en las heces. Hasta

ahora, los sitios de persistencia del virus no se han determinado definitivamente. El propósito

de este estudio fue examinar la distribución del virus y la carga viral en órganos y

compartimentos intestinales de gatos libres de patógenos especificados, infectados por vía oral

con FCoV de tipo I no virulento, durante diferentes períodos de tiempo y con o sin viremia

detectable. El colon se identificó como el sitio principal de persistencia de FCoV y fuente

probable de diseminación recurrente en la población, pero también se demostró que el virus

persiste en varios otros órganos, principalmente en macrófagos tisulares. Estos podrían

representar fuentes adicionales de viremia recurrente y sintomatología.

Keith E. Baptiste, 3 Laurel J. Bowker4 y Hans Lutz. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20237226/

El nuevo coronavirus SARS - CoV - 2, un grupo de científicos de la Universidad de Milán ha

realizado una investigación destinada a buscar la relación entre la peritonitis infecciosa felina

(FIP) y el COVID-19, la enfermedad que causa el SARS-CoV-2 .

Asimismo, un compuesto utilizado en medicina veterinaria como parte de la terapia para

combatir el coronavirus felino, el antiviral GS-441524, la forma activa de Remdesivir, es un

fármaco con esperanza terapéutica contra el COVID-19.

OBSERVACIONES CONCLUSIVAS No obstante, años de estudios en gatos infectados con FCoV

demuestran que aumentar el conocimiento sobre la biología del virus y las interacciones entre

el huésped y el virus puede mejorar las posibilidades de contener y, eventualmente, combatir la

infección. Además, la información obtenida hasta ahora sobre los aspectos de la infección por

FCoV compartida con el SARS-CoV-2 puede servir como base para un rápido desarrollo de

estrategias de prevención o terapéuticas para COVID-19, así como para estudios sobre la

posible interacción entre FCoV y SARS-CoV-2 que pueden ocurrir debido a la estricta relación

entre las personas y sus gatos.

Peritonitis infecciosa felina (FIP) y enfermedad por coronavirus 19 (COVID - 19): ¿Son similares?

Saverio Paltrinieri1,2 | Alessia Giordano1,2 | Angelica Stranieri1,2 | Stefania Lauzi1,2.

https://doi.org/10.1111/tbed.13856

16


ANEXO 4

Evidencia científica que refuerza la viabilidad de la hipótesis planteada extendida:

Detección del virus/ARN SARS-COV-2 en diferentes tejidos:

SARS-CoV-2 neuroinvasion and persistence (olfactory System); De Melo GD et al. Preprint

SARS-CoV-2 can infect neurons in human brain organoid. presence of SARS-CoV-2 in olfactory

mucosa OSNs that express neuropilin-1 and deeper within the CNS at autopsy. They performed

nasal mucosa brush sampling, a non-invasive technique previously used in patients to study

neurodegenerative and infectious diseases. All patients – but none of the controls – had

detectable SARS-CoV-2 RNA in cytological samples from the olfactory mucosa using the RT-qPCR

SYBR green technique, unambiguously confirming the diagnosis of COVID-19. 110 to 196 days

after infection. All had persistent smell loss, persistent taste dysfunction (except case #8) and/or

other neurological deficits after COVID-19 at inclusion. No patient had detectable SARS-CoV-2

RNA in nasopharyngeal samples at inclusion during the prolonged phase by the mean of routine

diagnosis RT-qPCR.

To assess the impact of the neuroepithelium infection by SARS-CoV-2, we infected Syrian golden

hamsters to experimentally reproduce anosmia and ageusia, and investigate the potential SARS-

CoV-2 infection of the olfactory system and upstream brain tissues.

In line with our observations in human samples, the nasal turbinates of infected hamsters

exhibited high viral loads as soon as 2 dpi. Strikingly, viral RNA was also detected from 2 dpi in

various parts of the brain, including the olfactory bulb, cerebral cortex, brainstem

(diencephalon, midbrain, pons and medulla oblongata) and cerebellum. The olfactory bulb was

by far the most infected brain region.

The persistence of long-lasting COVID-19 symptoms is an important topical issue as the

pandemic continues. Altogether, this work demonstrates a persistent loss of olfactory function

in humans with SARS-CoV-2, for multiple months, lasting as long as the virus remains in the same

microenvironment.

Evolution of Antibody Immunity to SARS-CoV-2 (intestine); Gaebler C et al. Nature

Analysis of intestinal biopsies obtained from asymptomatic individuals 3 months after COVID-19

onset, using immunofluorescence, electron tomography or polymerase chain reaction, revealed

persistence of SARS-CoV-2 in the small bowel of 7 out of 14 volunteers. We conclude that the

memory B cell response to SARS-CoV-2 evolves between 1.3 and 6.2 months after infection in a

manner that is consistent with antigen persistence.

Importantly, 63 all 87 participants tested negative for SARS-CoV-2 at the 6-month follow-up

study visit using an approved saliva-based PCR assay. 38 (44%) of the participants reported

persistent long-term symptoms attributable to COVID-19. To determine whether there might be

antigen persistence in the intestine after resolution of clinical illness, we obtained biopsies from

the upper and lower gastrointestinal (GI)tract o. Clinically approved nasopharyngeal swab PCR

17


assays were negative in all 14 individuals at the time of biopsy. However, biopsy samples from

3 of the 14 participants produced PCR amplicons that were sequence verified as SARS-CoV-2.

Immunostaining was performed to determine whether viral protein was also detectable in upper

and lower GI tract, with de-identified biopsies from individuals pre-dating the pandemic (n=10)

serving as controls. ACE2 and SARS-CoV-2 N protein was detected in intestinal enterocytes in 5

of 14 individuals but not in historic control samples. To determine whether viral particles were

present we used electron tomography to examine a tissue sample from one of the individuals

who was positive by immunofluorescence. Particles with typical SARS-CoV-2 morphologies were

found within intracellular membrane-enclosed vesicles consistent with coronavirus exit

compartments in terminal ileum apical epithelial cells, suggesting the presence of intact virions,

3 months after the infection. Particles were also found in vesicles in apical epithelial cells of the

duodenum, although there were fewer and less densely-populated vesicles observed. Our data

indicate that the anti-SARS-CoV-2 memory B cell response evolves during the first 6 months after

infection, with accumulation of Ig somatic mutations, and production of antibodies with

increased neutralizing breadth and potency. Persistent antibody evolution occurs in germinal

centers and requires that B cells are exposed to antigen trapped in the form of immune

complexes on follicular dendritic cells

Persistence and Evolution of SARS-CoV-2 in an Immunocompromised Host (lung, spleen,

plasma) Correspondence NEJM

A 45-year-old man with severe antiphospholipid syndrome. Onday 0, Covid-19 was diagnosed

by SARS-CoV-2 RT-PCR assay of a nasopharyngeal swab specimen. From day 6 through day 68,

the patient quarantined alone at home, but during the quarantine period, he was hospitalized

three times for abdominal pain and once for fatigue and dyspnea. SARS-CoV-2 RT-PCR cycle

threshold (Ct) values increased to 37.8 on day 39 which suggested resolving infection. On day

72, RT-PCR assay of a naso-pharyngeal swab was positive, with a Ct value of 27.6, causing

concern for a recurrence of Covid-19. On day 72 (4 days into another hospital admission for

hypoxemia), RT-PCR assay of a naso-pharyngeal swab was positive, with a Ct value of 27.6,

causing concern for a recurrence of Covid-19. A subsequent RT-PCR assay was negative. On day

143, the RT-PCR Ct value was 15.6,which caused concern for a third recurrence. On day 150, he

underwent endotracheal intubation because of hypoxemia. A bronchoalveolar-lavage specimen

on day 151 revealed an RT-PCR Ct value of 15.8 and grew Aspergillus fumigatus. On day 154, he

died from shock and respiratory failure. We performed quantitative SARS-CoV-2 viral load assays

in respiratory samples (nasopharyngeal and sputum) and in plasma, and the results were

concordant with RT-PCR Ct values, peakingat 8.9 log10 copies per milliliter. Tissue studies

showed the highest SARS-CoV-2 RNA levels in the lungs and spleen. Phylogenetic analysis was

consistent with persistent infection and accelerated viral evolution. Although most

immunocompromised persons effectively clear SARS-CoV-2 infection, this case highlights the

potential for persistent infection and accelerated viral evolution associated with an

immunocompromised state.

18


Multiorgan and Renal Tropism of SARS-CoV-2 (kidneys, liver, heart, and brain);

Correspondencia NEJM

Data from autopsies series of 27 patients. SARS-CoV-2 can be detected in multiple organs,

including the lungs, pharynx, heart, liver, brain, and kidneys. The highest levels of SARS-

CoV-2 copies per cell were detected in the respiratory tract, and lower levels were detected the

kidneys, liver, heart, brain, and blood

SARS-CoV-2 Dissemination Through Peripheral Nerves Explains Multiple Organ Injury; Fenrich

M et al Front. Cell. Neurosci.

So far, SARS-CoV-2 was has been shown to infect bronchial, alveolar, and conjunctival epithelia,

alveolar macrophages, neurons, cholangiocytes, vascular endothelium, gastrointestinal mucosa,

the heart, liver, and kidneys. More than a third of cases displayed neurological involvement, and

many severely ill patients developed multiple organ infection and injury. However, less than 1%

of patients had a detectable level of SARS-CoV-2 in the blood, raising a question of how the virus

spreads throughout the body. We propose that nerve terminals in the orofacial mucosa, eyes,

and olfactory neuroepithelium act as entry points for the brain invasion, allowing SARS-CoV-2 to

infect the brainstem. By exploiting the subcellular membrane compartments of infected cells, a

feature common to all coronaviruses, SARS-CoV-2 is capable to disseminate from the brain to

periphery via vesicular axonal transport and passive diffusion through axonal endoplasmic

reticula, causing multiple organ injury independently of an underlying respiratory infection.

Theoretically, a primary lung infection could also progress to a brain or spinal cord infection via

retrograde axonal transport through peripheral nerves. Based on the presented concept, we

would like to suggest that respiratory and neuronal types of CoVID-19 may be distinct clinical

entities. These two types might present independently, as a respiratory infection without brain

infection and vice versa, concomitantly or consecutively

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