20.04.2021 Views

Revista UNINPAHU No 6

Revista de Investigación UNINPAHU No 6

Revista de Investigación UNINPAHU No 6

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

1<br />

NUESTRA CENEFA<br />

Esta figura forma parte de la serie "Marcas Mágicas", trabajadas hace más<br />

de dos décadas por el maestro Antonio Grass, noble pintor y dibujante<br />

colombiano.<br />

La selección corrió a cargo del profesor Nelson Ospina E., quien afirma que<br />

la investigación sobre la figura "Marcas Mágicas" ofrece "connotaciones de<br />

humanidad, comunicación, equilibrio y dinamismo".


2<br />

Content »<br />

8<br />

11<br />

20<br />

29<br />

36<br />

41<br />

University and context<br />

Special guest: Hernán Linares Ángel<br />

"Making proactive leaders"<br />

Young entreperneurs and the enterprise creation at INPAHU<br />

Jorge Gámez Gutiérrez<br />

University's social responsibility: an 'inpahuist' vision<br />

Jairo Enrique Cortes Barrera<br />

About justice and kindness at the institutions<br />

Álvaro Andrés Hamburger Fernández<br />

University's Prospective: The college opened to its enviroment, the new paradigm<br />

Zunilda Pabón Martínez<br />

Higher education institutions and the educative demand marketing in Colombia<br />

Juan Carlos Reyes Rojas<br />

50<br />

54<br />

66<br />

73<br />

Knowledge and learning<br />

The systematization related with the investigation processes<br />

Fredy Leonardo Reyes Albarracín<br />

The new challenges of the university's library facing the society<br />

and the knowledge management<br />

Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />

Colective knowledge<br />

Jesús Antonio Peñaranda Bautista<br />

How much does the entenprise managers know about insurances?<br />

Juan Hernando Bravo Reyes<br />

84<br />

88<br />

97<br />

Communication and society<br />

About "good nose" as "competence" in the journalistic practice<br />

Rafael Arturo Parra Parra<br />

Communication politics and communal communication in Bogotá<br />

Yeilor Rafael Espinel Torres<br />

Happiness and social security<br />

Doris Babativa <strong>No</strong>voa y Mario Ceballos Vásquez


3<br />

Contenido »<br />

Página<br />

Universidad y contexto<br />

Invitado especial: Hernán Linares Ángel<br />

"Formar líderes proactivos"<br />

Jóvenes emprendedores y la creación de empresa en INPAHU<br />

Jorge Gámez Gutiérrez<br />

La responsabilidad social universitaria: una visión inpahuista<br />

Jairo Enrique Cortes Barrera<br />

Acerca de la justicia y la bondad en las instituciones<br />

Álvaro Andrés Hamburger Fernández<br />

Prospectiva universitaria: La universidad abierta a sus entornos, el nuevo paradigma<br />

Zunilda Pabón Martínez<br />

Instituciones de educación superior y el mercadeo de la oferta educativa en Colombia<br />

Juan Carlos Reyes Rojas<br />

8<br />

11<br />

20<br />

29<br />

36<br />

41<br />

Conocimiento y aprendizaje<br />

La sistematización en relación con el proceso de investigación<br />

Fredy Leonardo Reyes Albarracín<br />

Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria frente a la sociedad y<br />

a la gestión del conocimiento<br />

Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />

Conocimiento colectivo<br />

Jesús Antonio Peñaranda Bautista<br />

¿Qué tanto conocen de seguros los administradores de empresas?<br />

Juan Hernando Bravo Reyes<br />

50<br />

54<br />

66<br />

73<br />

Comunicación y sociedad<br />

Del “olfato” como “competencia” en el ejercicio periodístico<br />

Rafael Arturo Parra Parra<br />

Políticas de comunicación y comunicación comunitaria en Bogotá<br />

Yeilor Rafael Espinel Torres<br />

La felicidad y la seguridad social<br />

Doris Babativa <strong>No</strong>voa y Mario Ceballos Vásquez<br />

84<br />

88<br />

97


4<br />

Diagonal 40 A <strong>No</strong>. 15-58<br />

PBX: 332 35 00<br />

www.inpahu.edu.co<br />

inpahu@inpahu.edu.co<br />

Bogotá, Colombia<br />

Hernán Linares Ángel<br />

Presidente de la Fundación<br />

María Paula Linares Venegas<br />

Canciller<br />

Myriam Velásquez Bustos<br />

Rectora<br />

Jesús Antonio Peñaranda Bautista<br />

Vicerrector Académico (E)<br />

Francesca Rivera Londoño<br />

Vicerrectora de Bienestar Universitario<br />

Jorge Humberto Rodríguez Martínez<br />

Vicerrector Administrativo<br />

Número 6, enero - junio de 2009<br />

ISSN 0121-3652<br />

Bogotá, Colombia.<br />

Publicación semestral<br />

de la Fundación Universitaria INPAHU<br />

TIRAJE<br />

1000 ejemplares<br />

DEPÓSITO LEGAL<br />

Se da cumplimiento a la Ley 44 de 1993<br />

Decreto 460 de 1995<br />

TARIFA POSTAL REDUCIDA <strong>No</strong>. 2009-461<br />

COMENTARIOS O SUGERENCIAS<br />

investigacion@inpahu.edu.co<br />

EDITOR<br />

MSc. Jairo Enrique Cortés Barrera (jcortes@inpahu.edu.co)<br />

COMITÉ EDITORIAL<br />

CPhD. Myriam Velásquez Bustos, Lic. en comunicación. José Manuel Alarcón<br />

Villar, MSc. Jesús Antonio Peñaranda Bautista, MSc. Juan Carlos Reyes<br />

Rojas, MSc. Roberto Gayón Tavera, MSc. Stella Márquez Verbel, Ing. William<br />

Castiblanco Vargas<br />

ASESORA EDITOR IAL<br />

Lilia Díaz Rodríguez<br />

CORRECCIÓN DE ESTILO<br />

Consuelo Montaño Arenas, Álvaro Sandoval Rubio, Luz Marina Rincón<br />

CORRECCIÓN DE NORMAS ASOCIACIÓN AMERICANA DE PSICOLOGÍA -APA-<br />

MSc. Educación. Rosabel Gómez Pedraza<br />

CONCEPTOR GRÁFICO<br />

Fernando Orjuela Leal<br />

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN<br />

Roberto Alejandro Morales y Luis Alberto Rubio<br />

El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva<br />

de los autores.<br />

IMPRESIÓN<br />

Centro de Producción de Artes Gráficas, CPAG INPAHU<br />

Se prohibe la reproducción parcial o total de esta revista<br />

por cualquier medio impreso o digital, sin permiso escrito<br />

del editor.<br />

Impresa en Colombia – Printed in Colombia © 2009<br />

COMITÉ CIENTÍFICO:<br />

MSC. EDUCACIÓN. CONSUELO MONTAÑO ARENAS, MSC. LITERATURA. FREDY REYES ALBARRACÍN, MSC. DOCENCIA.<br />

LUZ DARY GUZMÁN PÉREZ, MSC. ESTUDIOS DE LA CULTURA. ROBERTO GAYÓN TAVERA, MSC. STELLA MÁRQUEZ<br />

VERBEL, MSC. EDUCACIÓN. LUIS ALFREDO VARGAS, FILÓLOGO ÁLVARO SANDOVAL RUBIO, MSC. EDUCACIÓN. JAIRO<br />

JAMITH PALACIOS ROZO, MSC. DERECHO. RAMIRO ANDRÉS FLÓREZ GARROTT, MSC. FILOSOFÍA. ÁLVARO ANDRÉS<br />

HAMBURGER FERNÁNDEZ, MSC. DOCENCIA. LILIA CÁRDENAS DE FERNÁNDEZ, MSC. DOCENCIA. SAÚL MALDONADO<br />

MALDONADO, MSC. DOCENCIA. MARIO CEBALLOS VÁSQUEZ, ABOGADO PENALISTA. FAUSTINO CASTIBLANCO<br />

VARGAS, MSC. DOCENCIA. DORIS BABATIVA NOVOA.


Editorial<br />

5<br />

Renace la <strong>Revista</strong> INPAHU<br />

INPAHU, institución universitaria fundada hace 34 años<br />

bajo el lema de formar emprendedores con visión empresarial,<br />

responsabilidad ética y capacidad para utilizar los<br />

conocimientos en la solución de problemas y la generación<br />

de riqueza, presenta a la comunidad académica nacional<br />

su <strong>Revista</strong> INPAHU, medio institucional de difusión<br />

académica.<br />

En la sociedad contemporánea globalizada, las universidades<br />

y sus comunidades académicas se destacan y adquieren<br />

prestigio en razón de la producción y la difusión que<br />

hacen de sus hallazgos e investigaciones a través de los<br />

cuales formulan nuevas sistemas de explicación, generan y<br />

modifican tecnologías; establecen críticas argumentadas a<br />

la sociedad, crean formas de solución alternativa a diferentes<br />

problemas sociales, económicos y de la salud; patentan<br />

las invenciones y descubrimientos de nuevas formas de<br />

existencia, producen formas versátiles de interpretación artística<br />

y cultural y, en general, todo lo que la mente humana<br />

es capaz de producir de forma científica.<br />

Es tal el prestigio que se adquiere en el ámbito mundial e<br />

incluso en el panorama nacional, que se puede afirmar sin<br />

lugar a dudas que “académico, investigador o universidad”<br />

que no publique los resultados de sus investigaciones o de<br />

su experiencia y reflexión académica, no existe como tal.<br />

En este sentido y con el ánimo de largo aliento de retomar<br />

de nuevo el curso de la revista, se presenta ante la comunidad<br />

universitaria inpahuista y la comunidad académica<br />

nacional, la edición número 6 del 2009.<br />

aplicaciones en el campo técnico y tecnológico y de sus reflexiones<br />

acerca de la formación emprendedora en la concreción<br />

de planes de negocio y en la creación de empresa.<br />

El alcance de la revista permite reafirmar el papel de INPAHU<br />

en el contexto de la educación superior nacional, promover<br />

el intercambio, la transferencia de conocimientos y experiencias<br />

con otras instituciones y centros de investigación;<br />

mantener un diálogo permanente con pares y comunidades<br />

disciplinares, académicas, científicas y gremiales y, sobre<br />

todo, privilegiar y estimular la escritura y la producción<br />

de artículos y documentos de carácter científico en los profesores,<br />

estudiantes, directivos y en toda nuestra comunidad<br />

universitaria<br />

En este número, INPAHU invita a la reflexión y a la discusión<br />

que precede a la acción en temas de importante interés<br />

para la vida académica y de quienes, como miembros activos<br />

y comprometidos con la universidad, la abordamos<br />

de manera creativa y crítica, entendiendo que con ello contribuimos<br />

a su desarrollo, transformación y afirmación. Con<br />

esta premisa, tres temáticas recogen diferentes propuestas<br />

y perspectivas en torno a: Universidad y contexto, conocimiento<br />

y aprendizaje y comunicación y sociedad.<br />

Finalmente, INPAHU pone a disposición de la comunidad<br />

académica el número 6 de su revista universitaria e invita a<br />

la discusión de sus artículos y reflexiones a los profesores y<br />

estudiantes, de igual forma a escribir sus aportes y resultados<br />

investigativos para su difusión.<br />

La revista se creó en 1990 como un escenario para la divulgación<br />

del pensamiento científico y académico institucional,<br />

producto del resultado de sus investigaciones y<br />

Myriam Velásquez Bustos<br />

Rectora<br />

Fundación Universitaria INPAHU


6<br />

Universidad en el contexto actual es el título que acopia los cinco<br />

primeros artículos, los cuales convergen en un llamado a la reflexión<br />

sobre la universidad del Siglo XXI. Inicia con los planteamientos del doctor<br />

Hernán Linares Ángel, fundador de INPAHU, quien desde su vasta y amplia<br />

experiencia como educador, emprendedor y visionario de la educación<br />

superior nos indica que a la universidad moderna le corresponde el<br />

compromiso de formar líderes proactivos, éticos, con capacidad para<br />

asumir retos y resolver problemas de manera creativa. Esta visión de<br />

universidad moderna la complementan aportes interesantes sobre<br />

responsabilidad social, prospectiva universitaria y mercadeo educativo.


7<br />

Universidad<br />

y contexto<br />

University<br />

and context


8<br />

Proactividad y la universidad del siglo XXI | Jairo Enrique Cortés Barrera<br />

- Invitado especial -<br />

Hernán Linares Ángel<br />

Proactividad<br />

y la universidad del siglo XXI<br />

"Formar líderes capaces de asumir retos, es decir, proactivos",<br />

afirma el presidente de la institución.<br />

Entrevista:<br />

Jairo Enrique Cortés<br />

Barrera 1<br />

El presidente de la Fundación<br />

Universitaria INPAHU y la<br />

Fundación Universitaria Los<br />

Libertadores, en entrevista<br />

con el ingeniero Jairo Enrique<br />

Cortés Barrera, habla acerca de<br />

la prospectiva de la universidad<br />

colombiana, de la educación<br />

superior, de su papel en la<br />

coyuntura nacional y de la<br />

educación virtual, como tendencia<br />

mundial en la formación de<br />

profesionales.<br />

Edición:<br />

Stella Márquez 2 y<br />

Roberto Gayón 3<br />

Fotografía:<br />

John Angulo<br />

(1) Ex-vicerrector Académico,<br />

Fundación Universitaria INPAHU.<br />

Ingeniero Civil. Magister en Docencia<br />

Universitaria.<br />

(2) Coodinadora de Investigación,<br />

Facultad de Ciencias Económicas<br />

y Administrativas. Administradora<br />

de Empresas. Especialista en<br />

Diseño y Evaluación de proyectos.<br />

Magister en Docencia.<br />

(3) Director del programa Tecnología<br />

en Comunicación Social<br />

- Periodismo. Comunicador social.<br />

Magister en Estudios de la Cultura.<br />

Hernán Linares Ángel, psicólogo de profesión,<br />

considera que el emprendimiento<br />

es fundamental en la formación de profesionales,<br />

así como en el desarrollo de<br />

competencias orientadas a la resolución<br />

de problemas.<br />

En realidad se asume como emprendedor.<br />

<strong>No</strong> en vano el Concejo Municipal de<br />

Bogotá, 1994, le concedió la Orden Civil<br />

al Mérito José Acevedo y Gómez en el<br />

grado de Cruz de Oro, al considerar que<br />

INPAHU se ha “convertido en patrimonio<br />

moral educativo”.<br />

Después de tres décadas de gestión en instituciones<br />

de educación superior, Hernán<br />

Linares Ángel, sigue convencido de que la<br />

perseverancia, la disciplina y la vocación<br />

de servicio son elementos clave para posicionar<br />

a una empresa como exitosa.<br />

Esta gestión fue reconocida en el Congreso<br />

Internacional de Educación Tecnológica<br />

y Sector Productivo, por parte del<br />

presidente de la República Álvaro Uribe<br />

Vélez, al conferirle a INPAHU la Condecoración<br />

de la Orden al Mérito en grado<br />

Cruz de Plata.<br />

A continuación se presenta la parte central<br />

del diálogo sostenido entre el ex - vicerrector<br />

Académico y el presidente de la<br />

Fundación Universitaria INPAHU.


Universidad y contexto<br />

9<br />

Jairo Enrique Cortés Barrera: ¿Cuál es<br />

su apreciación acerca de la universidad<br />

colombiana actual?<br />

HLA: Hoy la universidad colombiana está<br />

en la búsqueda permanente de la calidad<br />

y la excelencia académica; asume con mucha<br />

seriedad los retos que impone la internacionalización<br />

de la educación. Pero más<br />

concretamente, en el mundo latinoamericano<br />

los programas y los proyectos universitarios<br />

son de alto contenido en general<br />

y de gran profundidad. En Colombia se<br />

encuentran muy bien supervisados por el<br />

Ministerio de Educación Nacional.<br />

JECB: Indudablemente, a nivel latinoamericano,<br />

la universidad colombiana<br />

se ha posicionado. ¿Cómo ve a INPAHU<br />

después de treinta y cuatro años de actividades<br />

académicas?<br />

HLA: INPAHU ha tenido un desarrollo extraordinario<br />

dentro del contexto de la educación<br />

superior. Su evolución ha sido notoria,<br />

pues de ser una institución de carreras<br />

técnicas, en sus inicios, pasó a convertirse<br />

en una reconocida institución tecnológica.<br />

Estas dos etapas han tenido gran aceptación<br />

dentro de la comunidad académica,<br />

convirtiéndose en una institución respetada<br />

en el ámbito empresarial y social: por su<br />

nombre, su seriedad, por la calidad de sus<br />

egresados y el posicionamiento que tienen<br />

los profesionales de INPAHU en los diferentes<br />

sectores de la sociedad colombiana,<br />

todo esto ha hecho posible el cambio de carácter<br />

a institución universitaria.<br />

JECB: A propósito de la coyuntura política<br />

que vive el país actualmente, ¿qué<br />

papel cree que debe cumplir la academia<br />

frente a estos escenarios de crisis?<br />

HLA: La universidad es un motor social generador<br />

de cambio. Considero que la crisis<br />

actual es más estructural que coyuntural.<br />

Llevamos más de cincuenta años de conflicto<br />

político. Hoy éste tiende a internacionalizarse,<br />

y como no se ha avanzado mucho<br />

en la lucha contra la impunidad y la falta de<br />

honestidad de algunos de nuestros dirigentes,<br />

estas circunstancias han acentuado la<br />

problemática social. Pienso que la solución<br />

no se dará en el corto plazo y requiere, claro<br />

está, del concurso de la academia y del<br />

compromiso decidido de todos los sectores<br />

políticos, sociales y económicos.<br />

JECB: Desde las políticas educativas,<br />

¿cómo se podría contribuir con el desarrollo<br />

real de la educación superior en el<br />

país?<br />

HLA: Es preciso hacer énfasis en la educación,<br />

sin importar el gobierno de turno. Se<br />

debe dar importancia tanto a la definición<br />

de políticas que dinamicen los procesos<br />

educativos, así como a su concretización,<br />

mediante la asignación de presupuestos<br />

que sean acordes con las actuales demandas<br />

de la educación, para que se incremente<br />

de manera significativa el acceso a ésta,<br />

en todos sus niveles de formación. Actualmente,<br />

en Colombia la participación de<br />

ciencia e investigación en el Producto Interno<br />

Bruto (PIB) es de alrededor del 1%,<br />

mientras que en otros países, como Corea,<br />

la participación de dicho sector en el PIB<br />

es del 4%, a pesar de la situación de crisis<br />

económica que afrontó dicha nación. Participaciones<br />

similares se dan en países latinoamericanos<br />

como Chile, México y Brasil,<br />

entre otros.<br />

JECB: Usted ha destacado una de las principales<br />

funciones sustantivas de la educación<br />

superior: la investigación. ¿Cuáles<br />

son las posibilidades reales de la investigación<br />

en la universidad colombiana?<br />

HLA: Necesariamente se requieren políticas<br />

macroeconómicas de apoyo a la investigación.<br />

Lo cual demanda mayores recursos<br />

de inversión a los que no sólo puedan<br />

tener acceso las universidades de mayor<br />

trayectoria investigativa, sino también las<br />

demás instituciones de educación superior<br />

como INPAHU, para que se les posibilite la<br />

realización de una investigación aplicada,<br />

realizable en el corto plazo y sostenible en<br />

el tiempo. Para que la investigación genere<br />

y adapte conocimiento pertinente a la realidad<br />

local es necesario formar profesores<br />

con maestría y doctorado; realizar convenios<br />

interinstitucionales con otros países;<br />

adecuar laboratorios, dotar de recursos<br />

bibliográficos a las instituciones y además<br />

desarrollar otras condiciones que permitan<br />

el cumplimiento de los estándares de calidad<br />

nacional e internacional.


10<br />

Proactividad y la universidad del siglo XXI | Jairo Enrique Cortés Barrera<br />

JECB: A propósito de estándares y tendencias<br />

globales, ¿cuál es su visión sobre<br />

la educación virtual?<br />

HLA: A pesar de ser una tendencia a nivel<br />

mundial, hay muchas personas en el ámbito<br />

educativo que no creen todavía en la<br />

educación virtual. Se oponen al cambio y<br />

es normal pues todo cambio genera resistencia.<br />

Personalmente la considero como<br />

una alternativa para educar a la gente,<br />

posibilitando el aumento en la cobertura<br />

de la educación superior, incluso a menor<br />

costo para los educandos. La política actual<br />

de gobierno ha hecho énfasis en la implementación<br />

de esta modalidad, por la oportunidad<br />

que brinda a determinados sectores<br />

de la población de estudiar desde sus<br />

barrios, fincas, casas, pero aún se requiere<br />

de mucha adecuación de infraestructura<br />

tecnológica. Así, los estudiantes tendrían<br />

la posibilidad de educarse usando las dos<br />

modalidades: presencial y virtual.<br />

JECB: El emprendimiento es un imperativo,<br />

dadas las tendencias mundiales de<br />

flexibilidad laboral. Usted como hombre<br />

emprendedor y que ha logrado demostrarlo<br />

a través de la creación, posicionamiento<br />

y proyección de instituciones educativas,<br />

¿qué recomendación cree necesaria para la<br />

formación de personas emprendedoras?<br />

HLA: En primer lugar, cualquier persona<br />

puede llegar a ser emprendedora. El<br />

emprendimiento se debe cultivar desde<br />

la niñez, a través de la perseverancia, la<br />

disciplina, la constancia y el servicio. En<br />

términos generales, formar líderes capaces<br />

de asumir retos, es decir, ser proactivos.<br />

Todas estas actitudes son fundamentales<br />

para crear empresa: si falla la perseverancia,<br />

la disciplina, la constancia, la vocación<br />

de servicio; si no hay motivación, si no hay<br />

proactividad, liderazgo para hacer algo<br />

grande; si no se tienen parámetros éticos,<br />

no se puede hacer nada. Necesariamente<br />

hay que conjugar todos estos elementos<br />

para poder crear una empresa exitosa.<br />

JECB: Infortunadamente vemos que muchos<br />

jóvenes con ideas emprendedoras<br />

difícilmente las traducen en planes de negocio<br />

con posibilidades reales de concretarse.<br />

¿Cómo analiza esta situación?<br />

HLA: Seguramente, la falta de constancia<br />

es la principal razón.<br />

JECB: De acuerdo, ¿pero no cree que falta<br />

apoyo por parte del gobierno en cuanto a<br />

incentivar la formación de incubadoras de<br />

empresas, destinación y acceso a los recursos<br />

de capital semilla, por ejemplo?<br />

HLA: Eso no se puede discutir en un país<br />

subdesarrollado. Pero, aún así hay muchas<br />

empresas privadas que están creciendo,<br />

han crecido y crecerán, debido al esfuerzo<br />

y gestión de sus dueños. Ahora, en el sector<br />

educativo, no puede ser que el gobierno capitalice<br />

a todas las universidades. Está bien<br />

que se cuente con fuentes de financiación<br />

para el desarrollo de proyectos específicos,<br />

sobre todo en lo que tiene que ver con el<br />

aumento de la cobertura para la población<br />

vulnerable, pero no siempre es el “papá gobierno”<br />

el responsable de que se creen o no<br />

nuevas empresas.<br />

JECB: El mundo de los negocios y el de<br />

las organizaciones de hoy, demandan<br />

profesionales emprendedores, capaces<br />

de resolver problemas. En algunas de sus<br />

conferencias ha planteado la necesidad de<br />

manejar y aplicar herramientas que faciliten<br />

el análisis de problemas. ¿Cómo sintetiza<br />

su visión al respecto?<br />

HLA: Cuando se logra identificar el problema<br />

se puede decir que ya se tiene parte de<br />

su solución. Si no se tienen claras las causas<br />

que lo originaron, su análisis fue equívoco.<br />

¿En Colombia habrá faltado capacidad y conocimiento<br />

acerca de metodologías eficaces<br />

para la resolución de problemas de orden<br />

político, empresarial, social y económico?<br />

Por ello, quizá, las medidas de orden fiscal;<br />

el manejo de las tarifas de los servicios públicos<br />

y de las tasas de interés; la fijación de<br />

metas de inflación, entre otras medidas, no<br />

han sido las más certeras.<br />

JECB: Para finalizar y en síntesis, ¿qué desafíos<br />

enfrenta INPAHU?<br />

HLA: Estoy en la tónica de la proactividad,<br />

de pensar en grande. <strong>No</strong> me interesa que<br />

INPAHU sea una universidad más; me interesa<br />

que tenga mayor auge, mayor impacto<br />

social y académico y que cuente con un<br />

potencial humano especial.


Universidad y contexto<br />

11<br />

Jóvenes emprendedores<br />

y la creación de empresa en INPAHU<br />

Autor »<br />

Jorge Gámez Gutiérrez*<br />

Resumen »<br />

Emprendedor es la persona que asume la creación de empresas, aprovecha<br />

un espacio en un mercado, usa investigación y desarrollo (I + D) como ventaja<br />

competitiva y tiene capacidad de acción; es sinónimo de empresario. El emprendimiento<br />

se vale de la creatividad para resolver problemas y permite generar<br />

posibilidades de negocio, crear productos y obtener beneficios; aunque<br />

la creatividad precede a la innovación no explica per se el emprendimiento.<br />

Entre tantas definiciones y disímiles enfoques para la medición de resultados<br />

tangibles en la creación de empresa, se debe optar por una que contemple<br />

que, de los estudiantes de INPAHU, solo un pequeño grupo de jóvenes es<br />

proclive a crear empresa y se deben conocer sus actitudes, motivaciones e<br />

intenciones emprendedoras hacia el autoempleo. En este artículo se revisan<br />

algunas definiciones de emprendimiento a partir de la economía, la psicología,<br />

la antropología y la sociología económica, para sustentar el espacio académico<br />

de emprendimiento de INPAHU.<br />

Abstract »<br />

An entrepreneur is the person who takes on the venture’s creation, makes the most<br />

of a space in the market, uses investigation and development (I + D) as a competitive<br />

advantage, and has a great action capacity. It is a synonym of businessman.<br />

The entrepreneurism makes use of creativity to solve problems and allows generating<br />

business possibilities, creating new products and getting benefits; even<br />

though creativity precedes innovation, it does not explains entrepreneurism per se.<br />

Palabras clave »<br />

Keywords<br />

Among the different definitions and dissimilar approaches to measure tangible results<br />

in venture creation, it must be chosen the one which considers that, from the<br />

Inpahu’s students, only a small group will be eager to create one and, in addition,<br />

it is very important to know about their attitudes, motivations and entrepreneurial<br />

intentions towards self-employment. In this article, the reader can find entrepreneurism<br />

definitions considering different areas such as economy, psychology, anthropology<br />

and economic sociology, in order to uphold an academic space for the<br />

entrepreneurism at INPAHU.<br />

Empresario, emprendimiento, creación de empresa, creatividad, innovación,<br />

autoempleo, posibilidades de negocio.<br />

Entrepreneur, entrepreneurism, venture creation, creativity, innovation, self-employment,<br />

business possibilities.<br />

* Economista, doctorando<br />

en ciencias empresariales.<br />

Especialista en formulación<br />

y evaluación de proyectos,<br />

en Pedagogía y en Docencia<br />

universitaria. Docente,<br />

Universidad de la Salle.


12<br />

Jóvenes emprendedores y la creación de empresa en INPAHU | Jorge Gámez Gutiérrez<br />

"Los viejos lo creen todo; los adultos todo lo sospechan; mientras que los jóvenes todo lo saben".<br />

Oscar Wilde<br />

"Mi sueño es el de Picasso: tener mucho dinero, para vivir tranquilo como los pobres".<br />

Fernando Savater<br />

(1) El servicio de formación para el<br />

empleo con 141.765 estudiantes,<br />

que no forma parte del sistema<br />

de educación superior, ejecuta<br />

el Programa Emprendedor que<br />

asesora y otorga financiación hasta<br />

por 80 millones de pesos.<br />

(2) Colombia tiene 49 instituciones<br />

de formación técnica<br />

profesional, 59 tecnológicas, 76<br />

universidades y 95 instituciones<br />

universitarias.<br />

(3) Entre ellos se destaca la Fundación<br />

Corona del Grupo Empresarial<br />

Corona -empresa de porcelanas<br />

y sanitarios- que brinda asesoría,<br />

acompañamiento y proporciona<br />

recursos.<br />

(4) La Cámara de Comercio de<br />

Bogotá y la Alcaldía Mayor se<br />

unieron en una propuesta de<br />

emprendimiento llamada Bogotá<br />

Emprende, que pretende generar<br />

3.000 empresas por año.<br />

El emprendimiento usa la creatividad para<br />

resolver problemas que permiten generar<br />

posibilidades de negocio, crear productos<br />

y obtener beneficios. La creatividad está<br />

al alcance de todo emprendedor, se puede<br />

gestionar y aprovechar la experiencia, las<br />

dotes y la motivación de cada persona. A<br />

su vez, esta habilidad parece preceder a<br />

la innovación en tanto un emprendedor<br />

genera ideas que implican la introducción<br />

de nuevos productos, gestación de nuevos<br />

métodos de producción, apertura de nuevos<br />

mercados, desarrollo de nuevas fuentes<br />

de materias primas y otros insumos, y<br />

la creación de nuevas estructuras de mercado<br />

en una industria.<br />

En general, el ámbito académico colombiano<br />

no comparte un claro concepto de<br />

emprendimiento; por tanto, se requiere<br />

describirlo y cuantificarlo, conocer las<br />

actitudes y motivaciones de los jóvenes<br />

y explicar las experiencias emprendedoras.<br />

INPAHU debe propender por que la<br />

comunidad académica se apropie de los<br />

conceptos de emprendedor –entrepreneur-<br />

y emprendimiento –entrepreneurship-<br />

para facilitar la medición del impacto<br />

de la educación terciaria en la intención<br />

emprendedora de sus estudiantes y la<br />

creación de empresas.<br />

A partir de la documentación como del<br />

análisis de las experiencias emprendedoras<br />

de jóvenes universitarios, las barreras<br />

que afrontan y la generación de situaciones<br />

que apoyen la intención emprendedora<br />

sería posible mejorar las propuestas curriculares<br />

de emprendimiento, los programas<br />

académicos y de contera, las ideas de negocio<br />

de estudiantes y egresados que crearán<br />

empresas para mejorar su gestión y supervivencia;<br />

la universidad puede así ampliar<br />

su participación en la conformación del<br />

tejido empresarial con propuestas de negocio<br />

sostenibles.<br />

Se pretende, entonces, construir un sólido<br />

soporte teórico en emprendimiento, creatividad<br />

e innovación, para que desde la<br />

educación superior colombiana se pueda<br />

contribuir a la creación de empresas con<br />

mayores posibilidades de sostenimiento<br />

en el tiempo, mejores herramientas de gestión,<br />

acceso a investigación, desarrollo e<br />

innovación (I + D + I) y más posibilidades<br />

de contribuir en la disminución de los índices<br />

de desempleo. La creación de empresa<br />

nace de los emprendedores y tiene positivos<br />

efectos para la sociedad expresados en<br />

la acumulación de capital, generación de<br />

empleo e ingresos. Colombia requiere tasas<br />

más altas de creación de nuevas empresas<br />

que, con el apoyo del sistema educativo,<br />

promuevan su permanencia en el tiempo.<br />

Al cerrar el año 2006 se contaron 1.591.043<br />

empresas en el sector formal (DANE, 2007)<br />

con tasas de mortalidad cercanas al 20% en<br />

Bogotá (Cámara de Comercio, 2003) y un<br />

número incierto en el sector informal que<br />

no forma parte de gremios ni asociaciones<br />

y, de contera, no cuenta con capital humano<br />

bien cualificado.<br />

Para ampliar el tejido empresarial a partir<br />

de los jóvenes, el Estado ha acudido, entre<br />

otros, al sistema educativo: instituciones<br />

de educación básica y media (Concejo de<br />

Medellín), el Servicio Nacional de Aprendizaje<br />

(SENA, 2006) 1 , y las instituciones de<br />

educación superior (MEN, 2007) 2 , que junto<br />

con grupos empresariales 3 , la Cámara de<br />

Comercio de Bogotá 4 y varias ONG, ofrecen<br />

programas académicos de emprendimiento<br />

y creación de empresas, ayudas económicas<br />

y otras formas de apoyo. Por tanto, existen<br />

diferentes enfoques e incomparables formas<br />

de medición de resultados 5 .


Universidad y contexto<br />

13<br />

A fin de evaluar su rol en la sociedad,<br />

INPAHU debe establecer el número total<br />

de empresas creadas por sus egresados 6 ,<br />

sus activos, ingresos, sectores de actividad,<br />

el tiempo que tiene con su empresa, rentabilidad,<br />

exportaciones, los grados y etapas<br />

en procesos de internacionalización, empleo<br />

generado y su calidad, la edad de esos<br />

emprendedores. Tampoco hay unanimidad<br />

sobre las características<br />

personales de los empresarios,<br />

su nacionalidad<br />

7 , edad y sexo, sus<br />

motivaciones e intenciones,<br />

cómo identificaron<br />

las oportunidades<br />

de negocio, su nivel<br />

educativo, de dónde<br />

obtienen sus recursos,<br />

grados de endeudamiento, duración de sus<br />

empresas, la cobertura geográfica, las etapas<br />

de su negocio, sus estilos de gestión, sus<br />

experiencias y los logros de creatividad e innovación<br />

8 . En España, 13,5% de estudiantes<br />

tienen intención de crear empresa y 4,11%<br />

efectivamente la crean (Moriano, 2005).<br />

El emprendedor desde la perspectiva<br />

de la teoría económica<br />

Se presentan algunos autores que desde la<br />

economía, la psicología, la antropología,<br />

la sociología y la administración han propuesto<br />

definiciones, teorías y modelos de<br />

emprendimiento. Un emprendedor no es<br />

inventor ni dueño de capital, es quien realiza<br />

procesos de cambios sociales (Moriano,<br />

2005, pág. 263). En general, se entiende que<br />

emprendedor es la persona que:<br />

••<br />

Asume la creación de empresas<br />

••<br />

Aprovecha un hueco en un mercado<br />

••<br />

Usa los resultados de<br />

una investigación<br />

••<br />

Utiliza I + D como ventaja competitiva<br />

••<br />

Tiene capacidad de acción<br />

••<br />

Es sinónimo de empresario<br />

En castellano emprender -del latín in, en, y<br />

prendĕre, coger- implica acometer y comenzar<br />

una obra, un negocio o un empeño, en<br />

especial si encierran dificultad o peligro.<br />

Emprender -hablando de sitios- significa<br />

tomar el camino con resolución de llegar a<br />

"El emprendedor tiene<br />

motivaciones, percibe<br />

probabilidad de éxito<br />

y valora los incentivos<br />

del mismo".<br />

un punto. Emprendedor es quien emprende<br />

con resolución acciones dificultosas o azarosas,<br />

es decir, se aventura según el diccionario<br />

de la Lengua española, RAE (RAE, 1992).<br />

De los fisiócratas a las<br />

vertientes innovadoras<br />

El economista Richard Cantillón (1973,<br />

pág.231), definió al emprendedor como<br />

alguien que invierte<br />

dinero para obtener<br />

beneficios; empresario<br />

en el campo era<br />

quien prometía pagar<br />

al dueño de la tierra<br />

una suma fija de dinero<br />

sin tener la certeza<br />

del beneficio obtenido<br />

en su empresa, es decir,<br />

asumía el riesgo y la “incertidumbre”;<br />

todos los empresarios se convertían en consumidores<br />

y clientes unos de otros que se<br />

ajustan y reparten los riesgos.<br />

Jean Baptiste Say, en 1803, definió al innovador<br />

como aquel que altera y desorganiza;<br />

el emprendedor, por tanto, es aquella<br />

persona que combina cualidades morales,<br />

conocimientos y experiencia; incluye, además,<br />

buen juicio, conocimiento del entorno<br />

y capacidad de gestión. En este contexto,<br />

William Baumol (1970) considera que el<br />

empresario siempre necesita innovar y los<br />

recursos para hacerlo no solo son sus ahorros<br />

sino el crédito; la innovación puede ser<br />

la introducción de un nuevo bien o de una<br />

nueva calidad en uno existente, la introducción<br />

de un nuevo método de producción o<br />

la apertura de un nuevo mercado. El beneficio<br />

como aumento de valor de la empresa se<br />

puede obtener solo por la innovación.<br />

El economista más citado en el tema de<br />

emprendimiento es Joseph Schumpeter,<br />

quien en 1939 describió la influencia del<br />

empresario en la economía a partir del<br />

análisis de los ciclos económicos. El emprendimiento<br />

es factor creativo en el proceso<br />

económico porque el emprendedor<br />

aporta ideas, percibe y explota oportunidades<br />

e innova -lo toma como emprendedor<br />

en solitario. El progreso tecnológico y<br />

la empresa van ligados, y no pueden se-<br />

(5) Según la Cámara de Comercio<br />

de Bogotá, que alberga el 28% de<br />

las empresas del país, en 2002 se<br />

crearon 12.832 nuevas empresas<br />

en la capital del país, de las cuales,<br />

12.267 eran microempresas.<br />

En el mismo año se liquidaron<br />

2.953, de las cuales 2.066 eran<br />

microempresas.<br />

(6) ICESI en la ciudad de Cali, con<br />

la dirección de Rodrigo Varela PhD,<br />

tiene un programa de emprendimiento<br />

con jóvenes universitarios;<br />

las universidades Javeriana y Andes<br />

de Bogotá también impulsan<br />

sendos programas de creación de<br />

empresa, además de investigaciones<br />

en universidades públicas<br />

como la Nacional, Antioquia, Valle<br />

y UIS, entre otras.<br />

(7) Según el informe GEM en<br />

España (2006) la tasa de actividad<br />

emprendedora equivale al 7,2%,<br />

donde el 0,5% corresponde a<br />

inmigrantes emprendedores. En<br />

Colombia no hay información y<br />

el país no se ha caracterizado por<br />

altos volúmenes de inmigración.<br />

(8) El informe GEM muestra que<br />

en innovación Colombia ocupa el<br />

puesto 21, por cuanto el 19,35% de<br />

las nuevas empresas están introduciendo<br />

productos innovadores. De<br />

los emprendedores colombianos<br />

2,7% tiene estudios de posgrado,<br />

el 29% estudios universitarios,<br />

el 20,9% estudios técnicos y el<br />

36,4% estudios de secundaria,<br />

y en promedio invierten para la<br />

creación de empresa $58 millones,<br />

equivalentes a 20.000 euros.


14<br />

Jóvenes emprendedores y la creación de empresa en INPAHU | Jorge Gámez Gutiérrez<br />

pararse. La acción del empresario crea fortunas<br />

y genera acumulación de riqueza; la<br />

función del empresario reorganiza de forma<br />

permanente el sistema económico y los<br />

estratos de la sociedad.<br />

De igual manera, Schumpeter describió<br />

en su obra la innovación como la serie de<br />

cambios tecnológicos en la producción de<br />

mercancías en uso, la apertura de nuevos<br />

mercados, el hallazgo de nuevas fuentes de<br />

aprovisionamiento, la taylorización del trabajo<br />

-unos planifican y otros ejecutan-, la<br />

mejor manipulación del material y la introducción<br />

de nuevas organizaciones económicas<br />

como los grandes almacenes.<br />

Es indudable que innovación no es sinónimo<br />

de invento; innovación es el resultado<br />

de esfuerzos conscientes para enfrentar<br />

problemas independientemente de la situación<br />

económica. La innovación combina<br />

los factores de producción de una nueva<br />

forma, es decir, si una cantidad de producto<br />

cuesta menos de lo que costaba sin disminución<br />

de los factores, eso es innovación.<br />

Muchas empresas nuevas se fundan con<br />

una idea y una finalidad definidas; mueren<br />

por diversas razones, aunque destaca que<br />

algunas lo hacen porque disminuye su capacidad<br />

de innovación. La innovación va<br />

asociada con el ascenso de nuevos hombres<br />

al liderazgo (Schumpeter, 1939).<br />

Max Weber, hacia 1905, definió al emprendedor<br />

como aquel que junta la finalidad de<br />

sus acciones con sus características individuales.<br />

El emprendedor es innovador y<br />

el espíritu emprendedor está asociado con<br />

factores religiosos; además, hubo, según él,<br />

una fuerte influencia del calvinismo en el<br />

capitalismo. Ante el refrán “comer bien o<br />

dormir tranquilo”, interpretó que, mientras<br />

el protestante prefiere comer bien, el<br />

católico prefiere dormir tranquilo (1972).<br />

El calvinismo favoreció el espíritu comercial<br />

en España, Alemania e Inglaterra. En el<br />

capitalismo occidental el tiempo es dinero,<br />

el crédito es dinero y el dinero es fértil y<br />

reproductivo; por tanto, para los calvinistas<br />

es legítima la ganancia de dinero -en<br />

busca de la salvación del alma- vivir con<br />

frugalidad y ahorrar, a la espera de la debida<br />

compensación en esta vida y no en la<br />

otra. Los grandes empresarios nacieron del<br />

cristianismo, pocos del judaísmo -capitalismo<br />

paria que no aborrecía la usura y que<br />

no estaban agremiados-. Los calvinistas<br />

creen que el hombre es solo administrador<br />

de los bienes que Dios les ha otorgado, no<br />

para gozarlos sino para colaborar en el dominio<br />

racional del universo (Weber, 1972,<br />

pág.331).<br />

Desde la psicología, McClelland (1989)<br />

hizo el perfil psicológico del emprendedor,<br />

habló de geografía humana y su rol en las<br />

organizaciones. El emprendedor tiene motivaciones,<br />

percibe probabilidad de éxito y<br />

valora los incentivos del éxito.<br />

En los años 60, hizo pruebas de formación<br />

de pequeños empresarios en la India con<br />

la finalidad de incrementar logro -intensidad<br />

de motivo-, la probabilidad percibida<br />

de éxito y el valor de incentivo de ser más<br />

emprendedor. Los resultados que obtuvo<br />

señalan que la enseñanza en la motivación<br />

de logro es eficaz en el incremento de nivel<br />

de actividad económica.<br />

Al parecer, la formación en motivación de<br />

logro parece incrementar el deseo de ejercer<br />

impacto o ser reconocido, lo que impulsa a<br />

algunos hombres a dar pasos emprendedores<br />

y asumir riesgos moderados para mejorar<br />

su economía. Basado en De Charms cree<br />

que los cambios en la educación refuerzan<br />

el pensamiento de logro, el concepto de sí<br />

mismo, la fijación de objetivos y aprender a<br />

actuar como alguien que controla su destino,<br />

mejora en los hombres los intereses por<br />

el poder socializado, prestigio y reconocimiento,<br />

y la resolución de problemas.<br />

Peter Drucker (1984), desde la administración,<br />

estudió la influencia del empresario<br />

innovador en la economía y no tanto en<br />

la tecnología; entendía la trascendencia de<br />

la tecnología en la generación de empresas,<br />

pero encontró que en 1980 el 75% de<br />

empresas nuevas eran tradicionales. Para<br />

él los empresarios de alta tecnología son<br />

inventores y especuladores más que innovadores;<br />

por el contrario, el empresario


Universidad y contexto<br />

15<br />

Contexto<br />

político,<br />

social y<br />

cultural<br />

Condiciones generales del<br />

entorno nacional<br />

• Apertura<br />

• Gobierno<br />

• Mercados financieros<br />

• Tecnología<br />

• Investigación y desarrollo<br />

• Infraestructura<br />

• Habilidades gerenciales<br />

• Mercados laborales<br />

• Instituciones<br />

Condiciones del entorno<br />

para la creación de empresas<br />

• Fuentes de financiación<br />

• Políticas gubernamentales<br />

• Educación y entretenimiento<br />

• Transferencia I+D<br />

• Infraestructura comercial y legal<br />

• Mercados internos<br />

• Acceso a infraestructura física<br />

• <strong>No</strong>rmas sociales y culturales<br />

Grandes empresas<br />

establecidas<br />

(Economía primaria)<br />

Micro, pequeñas y<br />

medianas empresas<br />

establecidas<br />

(Mipymes)<br />

(Economía secundaria)<br />

Oportunidades<br />

para la creación<br />

de empresa<br />

• Existencia<br />

• Percepción<br />

Potencial y<br />

capacidades para<br />

la creación de<br />

empresas<br />

• Habilidades<br />

• Motivación<br />

Dinámica empresarial<br />

• Nuevos establecimientos<br />

• Nuevas empresas<br />

• Expansiones<br />

• Cierres<br />

• Contrataciones<br />

Crecimiento<br />

económico<br />

(PIB, empleo)<br />

Figura 1. Modelo GEM<br />

FUENTE: Proyecto The Global<br />

Entepreneurship Monitor, (GEM<br />

Summary, 2006).<br />

innovador es minoría porque crea algo<br />

nuevo, diferente y con impacto en la economía,<br />

y de contera, provoca cambio de<br />

valores en la sociedad -el crédito genera<br />

poder adquisitivo- a tiempo que percibe<br />

al emprendedor rodeado por redes e instituciones.<br />

<strong>No</strong> creía en la personalidad emprendedora<br />

sino en rasgos distintivos de cada individuo<br />

en su conducta; la base de un emprendedor<br />

no es intuitiva, es conceptual<br />

y teórica; según Drucker, un empresario<br />

exitoso no espera a la musa, busca la necesidad<br />

que debe ser entendida; sin entender<br />

el problema no se puede encontrar una solución<br />

y tampoco se puede solucionar sin<br />

el conocimiento.<br />

El modelo GEM<br />

En el siglo XXI, el proyecto The Global Entrepreneurship<br />

Monitor, GEM 9, recoge información<br />

de los creadores de empresa en<br />

las etapas de nacimiento y de los propietarios<br />

de empresas establecidas en las etapas<br />

de desarrollo. Esta red de universidades<br />

y centros de investigación reúne informes<br />

con datos de cuarenta y dos países en el<br />

año 2006. En el modelo GEM, como se observa<br />

en la figura 1, el crecimiento económico<br />

-crecimiento del PIB y la generación<br />

de empleo- es resultado del surgimiento de<br />

nuevas empresas y la expansión de las establecidas.<br />

En general, cuando los emprendedores<br />

perciben oportunidad de negocio la aprovechan;<br />

se ven empujados a la opción de<br />

emprender porque no hay otras posibilidades<br />

de trabajo o las que hay no los satisfacen<br />

(GEM Summary, 2006).<br />

Los informes GEM muestran que la innovación<br />

es mayor en las nuevas empresas<br />

que en las establecidas; las nuevas empresas<br />

están en el sector de servicios -48% en<br />

países de ingreso medio y 30% en países<br />

de alto ingreso-, en el sector industrial -7%<br />

y 9% en países de ingreso medio y 22% y<br />

25% en países de alto ingreso-, y en sector<br />

de transformación -31% y 32%, y 28% y<br />

32% respectivamente-. El rango de edad de<br />

los nuevos empresarios es de 25 y 34 años.<br />

Crean más empresas los hombres que las<br />

mujeres; los nuevos empresarios tienen<br />

ocupación laboral previa y, en general, no<br />

son desempleados o estudiantes. La mayor<br />

parte de los nuevos empresarios cuentan<br />

con estudios universitarios y las personas<br />

que tienen mayor ingreso familiar muestran<br />

mayor tendencia a crear empresa<br />

(GEM 2006). En el 2006, Colombia ocupó<br />

la segunda posición entre todos los países<br />

analizados, con una tasa del 22,48%, des-<br />

(9) El Global Entrepreneurship<br />

Monitor, GEM, tiene índices de<br />

creación de nuevas empresas<br />

(Total early-stage entrepreneurial<br />

activity -TEA-), que mide los niveles<br />

de actividad en emprendimiento<br />

a través de las empresas nacientes<br />

(start ups) y las empresas jóvenes<br />

(empresas de menos de 42 meses<br />

de edad o baby businesses).


16<br />

Jóvenes emprendedores y la creación de empresa en INPAHU | Jorge Gámez Gutiérrez<br />

» Modelos de emprendimiento<br />

Moriano identifica cinco modelos de emprendimiento.<br />

1. Emprendedor: como una conducta intencionada y planificada. La intención es la mejor forma de predecir conductas planificadas,<br />

entre las que está la creación de empresa. La intención se define como el estado de la mente que dirige la mente al objeto.<br />

2. Modelo del “evento emprendedor”, la combinación de intención, atractivo percibido, viabilidad percibida y propensión a actuar<br />

(según oportunidad), explica el emprendimiento. El desarrollo normal de la conducta humana -inercia- es interrumpida por un<br />

evento, por ejemplo, terminar estudios o emigrar, que originarían la conducta emprendedora.<br />

3. Modelo de implementación de las ideas emprendedoras: una mezcla de aspectos personales, pensamiento racional, intención<br />

de emprendedor, acciones y pensamiento intuitivo (en un contexto social), explica el emprendimiento. La persona usa procesamiento<br />

racional, medición de causa efecto, análisis y ejecución de acciones de manera intuitiva. Las actitudes y percepciones sobre<br />

creación de empresa salen de los procesos cognitivos (lo analítico y lo intuitivo) e influyen en la intención del emprendedor.<br />

4. Modelo de la maximización de la utilidad esperada: la opción de emprender y generar autoempleo es una decisión racional de<br />

un sujeto racional que compara costos y beneficios; un individuo mide la utilidad esperada al crear empresa (ingresos, independencia,<br />

riesgos) y la considera mejor que ser empleado. <strong>No</strong> es un valor esperado sino la utilidad esperada por esa persona con<br />

base en sus actitudes hacia el esfuerzo laboral, el riesgo, la independencia y los ingresos.<br />

5. Modelo de la teoría de acción planificada: explica cómo una persona que tiene intención emprendedora y autoempleo toma<br />

la decisión de volverla carrera profesional. Esa intención es la conducta subjetiva en un contexto social y hay control percibido.<br />

En esa experiencia emprendedora influye indirectamente la experiencia emprendedora de su familia y su propia experiencia.<br />

(Moriano, 2005).<br />

(10) A partir de documentos<br />

institucionales de INPAHU.<br />

pués de Perú; a su vez, Colombia tiene uno<br />

de los porcentajes de cierre de empresas<br />

más elevados del mundo, de 10,52%, porcentaje<br />

superado solo por India, cuya tasa<br />

de cierre de empresas de 15,02%.<br />

El emprendimiento en el<br />

ideario de INPAHU 10<br />

INPAHU es una Institución de Educación<br />

Superior de derecho privado que propende<br />

por la formación integral del hombre<br />

colombiano desde la ciencia, la técnica,<br />

la tecnología, la investigación y los valores<br />

éticos, sociales, políticos, culturales,<br />

productivos y trascendentales. Su ideario<br />

educativo y formativo está expresado en el<br />

Proyecto Educativo Inpahuista (PEI). En consecuencia,<br />

el emprendimiento, la creatividad<br />

y la innovación están presentes en su<br />

doctrina.<br />

Ese compromiso incluye la formación de<br />

profesionales éticos, idóneos, con espíritu<br />

emprendedor, con actitud investigativa,<br />

capaces de adoptar, aplicar y transferir<br />

los conocimientos científicos, técnicos y<br />

tecnológicos a sus áreas de competencia,<br />

a las nuevas condiciones empresariales y<br />

a la realidad del país para contribuir a su<br />

desarrollo. Deber explícito en su misión,<br />

que “contempla la apropiación crítica de<br />

saberes y técnicas que aplican de forma<br />

proactiva en la solución de los problemas<br />

y de las nuevas necesidades generadas...”<br />

(INPAHU, PEI), en su visión al vislumbrarse<br />

como "entidad de educación superior<br />

que forma profesionales con capacidad de<br />

asumir de forma crítica el conocimiento y<br />

liderar procesos de cambio para el mejoramiento<br />

social” (INPAHU, PEI).<br />

La contribución al país desde el emprendimiento<br />

se ampara en el concepto de Responsabilidad<br />

Social que INPAHU asume<br />

como “compromiso de formar de manera<br />

integral a las personas para aportar soluciones<br />

a las problemáticas de la sociedad...”<br />

(INPAHU, PEI), con miras a ejercer<br />

la retribución social entendida como “su<br />

compromiso histórico de contribuir en la<br />

construcción y mejoramiento de la sociedad...”<br />

(INPAHU, PEI).


Universidad y contexto<br />

17<br />

Para ello, INPAHU propone la formación<br />

integral que forma en competencias<br />

e intenta transformar al “ser humano para<br />

que sea un ciudadano comprometido, un<br />

humanista y un profesional ético y ejemplar,<br />

capaz de actuar en los escenarios del<br />

siglo XXI con criterios equilibrados entre<br />

su potencial humano y su conocimiento<br />

profesional...” (INPAHU, PEI). La Educación<br />

en INPAHU “propicia espacios de<br />

reflexión que le posibiliten ser actor de su<br />

crecimiento personal...” (INPAHU, PEI).<br />

Para lograr resultados palpables de su espacio<br />

de emprendimiento se apoya en lo<br />

didáctico y se “refleja en la forma en que<br />

los educandos pueden explicar y racionalizar<br />

lo que se supone han aprendido... y<br />

desde lo pedagógico es más de tipo creativo,<br />

innovador, generador de múltiples<br />

posibilidades frente a la problemática<br />

económica y administrativa...” (INPAHU,<br />

PEI), con impacto en la sociedad porque<br />

sus egresados pueden desplegar “sus potencialidades<br />

para la transformación de<br />

sus mismas condiciones, en donde el hombre<br />

sea generador de acciones y decisiones<br />

que contribuyan a mejorar su calidad de<br />

vida” (INPAHU, PEI).<br />

INPAHU recoge el informe Visión Colombia<br />

II Centenario: 2019 el cual tiene previstas<br />

unas metas que van de la mano con las del<br />

documento Objetivos de Desarrollo del Milenio<br />

(2015) suscrito por los países miembros<br />

de las Naciones Unidas. La visión de este<br />

documento tiene dos principios rectores: 1)<br />

consolidar un modelo político profundamente<br />

democrático, sustentado en los principios<br />

de libertad, tolerancia y fraternidad,<br />

y 2) afianzar un modelo socioeconómico sin<br />

exclusiones, basado en la igualdad de oportunidades<br />

y con un estado garante de la<br />

equidad social; y cuatro grandes objetivos:<br />

1) una economía que garantice mayor nivel<br />

de bienestar, 2) una sociedad más igualitaria<br />

y solidaria, 3) una sociedad de ciudadanos<br />

libres y responsables y 4) un estado al<br />

servicio de los ciudadanos.<br />

Propuestas de emprendimiento<br />

en INPAHU<br />

Toda propuesta de espacio académico en<br />

INPAHU debe contemplar el fortaleci-<br />

» Clases de emprendedores<br />

A partir de estos autores se pueden describir varios tipos de<br />

emprendedores:<br />

• Por empuje (PUSH): personas insatisfechas con su trabajo actual que<br />

deciden arrancar un negocio<br />

• Por atracción (PULL): personas fascinadas con los negocios que<br />

emprenden.<br />

Otras formas de clasificarlos:<br />

1. Ambicioso: persona individualista que asume riesgos y planifica a<br />

largo plazo.<br />

2. Trabajador en red: persona con fuertes lazos familiares o tradición<br />

familiar en la creación de empresa.<br />

3. Trabajador duro: individuo con alta capacidad de trabajo, que poco se<br />

cansa; fanático del trabajo duro, optimista y persistente.<br />

4. Innovador: alguien que insatisfecho con trabajo anterior crea empresa, o<br />

la ha implementado a partir de su experiencia previa.<br />

5. Dualista: persona que busca flexibilidad y la posibilidad de combinar lo<br />

laboral con lo familiar.<br />

6. Returner: aquel que vuelve al negocio después de sacar la familia<br />

adelante.<br />

7. Sociales: pretenden promover y sostener algunos valores, buscan nuevas<br />

oportunidades, siguen procesos de innovación y tienen alto sentido de<br />

responsabilidad en el trabajo.<br />

8. Públicos: personas que proponen reformas a lo público, intentan<br />

trasladar la cultura de empresa a lo público, tienen orientación al servicio<br />

público, buscan la asociación de lo público con la sociedad civil y<br />

pretenden cubrir las necesidades insatisfechas de la población.<br />

• Por vocación: persona que tiene el impulso, la ilusión y el sueño de<br />

crear empresa.<br />

• Por necesidad: es quien crea empresa para mejorar su situación o es<br />

impulsado por sus circunstancias.<br />

Es posible que quienes crean empresa estén motivados por:<br />

a.) La oportunidad: personas que pueden tener otras opciones. Son los<br />

emprendedores ideales porque cuentan con más visión y medición de<br />

riesgo.<br />

b.) La necesidad: es aquel individuo que no tiene otra alternativa; se decide<br />

por un pequeño negocio, poco innovador y apuesta por poco crecimiento.<br />

c.) El cambio de ingresos: es quien busca otros ingresos y sostener un estilo de<br />

vida.


18<br />

Jóvenes emprendedores y la creación de empresa en INPAHU | Jorge Gámez Gutiérrez<br />

miento del emprendimiento con su propio<br />

enfoque. Se espera que los graduados<br />

y egresados de sus programas técnicos y<br />

tecnológicos, profesionales y posgraduales<br />

sean destacados en su desempeño laboral,<br />

y un grupo creciente de estudiantes y<br />

egresados genere empresas a partir de sus<br />

esfuerzos emprendedores, apoyados en la<br />

innovación y la creatividad.<br />

Para tal efecto, INPAHU brindará las herramientas<br />

académicas e institucionales<br />

necesarias para que aprovechen sus potencialidades,<br />

sus motivaciones y las posibilidades<br />

del Estado, empresas y ONG para<br />

crear empresas de alta sostenibilidad y longevidad<br />

con impacto en la sociedad.<br />

Las propuestas académicas de motivación,<br />

liderazgo y emprendimiento son dirigidas<br />

de manera general a los miembros<br />

de la comunidad de INPAHU, mientras<br />

que las propuestas académicas de profundización<br />

que incluyen innovación, creatividad<br />

y legislación son dirigidas a quienes<br />

tienen capacidad y suficiente motivación<br />

(McClelland, 1989).<br />

Las propuestas académicas de profundización<br />

deben entender las características<br />

personales y sociales (de emprendimiento,<br />

motivación y liderazgo), de los estudiantes<br />

de INPAHU. En ellas se abordarán los temas<br />

como: formulación del plan de negocio,<br />

la propuesta de creación de empresa<br />

(como medio y no como fin), y el acompañamiento<br />

de empresas en ciernes.<br />

Se formará en competencias de liderazgo,<br />

creatividad e innovación con las actividades<br />

académicas de participación activa del<br />

estudiante y del trabajo en grupo, para<br />

aprovechar los recursos del Estado, las incubadoras,<br />

la Cámara de Comercio de Bogotá,<br />

las empresas y las ONG para que, en<br />

lo posible, se cree empresa formal.<br />

Referencias Bibliográficas<br />

Baumol, W. (1970). Introducción a la dinámica económica.<br />

Barcelona, Marcombo S. A.<br />

Cámara de Comercio de Bogotá 2003. Balance de la economía<br />

bogotana 2002 y primer Semestre de 2003, Bogotá.<br />

Cantillon, R. (1755). Ensayo sobe la naturaleza del comercio en<br />

general. México, Fondo de Cultura Económica.<br />

Departamento Administrativo Nacional de Estadística,<br />

DANE, 2006. Documentos Técnicos sobre Mercado Laboral.<br />

Bogotá. Recuperados en www.dane.gov.co el 25 de febrero<br />

de 2007.<br />

Drucker, P. (1984). La innovación y el empresario innovador.<br />

Bogotá, <strong>No</strong>rma.<br />

Global Entrepreneurship Monitor, GEM (2006). Reporte de<br />

resultados Colombia, 77 p.<br />

Global Entrepreneurship Monitor, GEM. Varios informes.<br />

Recuperados en www.gemconsortium.org el 20 de junio<br />

de 2007.<br />

Mcclelland, D.C. (1989). Estudio de la motivación humana.<br />

Madrid, Narcea ediciones.<br />

Ministerio de Educación Nacional, MEN. Decretos,<br />

Resoluciones, documentos de política educativa. Recuperado en<br />

www.mineducacion.gov.co el 6 de mayo de 2007.<br />

Moriano L., J. (2005). El perfil psicosocial del emprendedor. Tesis<br />

doctoral: Consejo Económico y Social, Madrid.<br />

RAE 1992. Diccionario de la Lengua Española, Madrid.<br />

Schumpeter, J. (2003). Ciclos económicos: análisis teórico,<br />

histórico y estadístico del proceso capitalista. Zaragoza,<br />

Universidad de Zaragoza.<br />

Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, 2006. Red de<br />

Emprendimiento, varios números. Bogotá.<br />

Weber, M. (1942). Historia económica general. Bogotá, Fondo de<br />

Cultura Económica.


Universidad y contexto<br />

19<br />

Anexo A<br />

Sobran en Colombia los retos para que las organizaciones<br />

atiendan problemas estructurales,<br />

vías, comunicaciones, carencia de personal<br />

capacitado bilingüe y experto en tecnología,<br />

expresados en bajos niveles de productividad y<br />

eficiencia(Portafolio, Dinero) APA.<br />

Los problemas de las empresas colombianas incluyen<br />

la situación económica del país, el difícil<br />

acceso al financiamiento, el complejo sistema<br />

tributario, el acceso al mercado interno, el apoyo<br />

y funcionamiento del Estado, el orden público,<br />

el acceso a mercados externos, la legislación<br />

laboral, la calidad y disponibilidad del recurso<br />

humano, la infraestructura logística y servicios<br />

públicos, la seguridad jurídica, la representación<br />

gremial, el bajo acceso a recursos financieros y el<br />

alto nivel de desempleo.<br />

El crecimiento económico y sus beneficios se<br />

sustentan en la educación y la inversión; no obstante,<br />

en Colombia los modelos adoptados no<br />

generan suficiente empleo digno en condiciones<br />

de libertad, equidad, seguridad y dignidad.<br />

Las mujeres son el 51,4% de la población y el<br />

48,6% hombres. La generación de empleo es insuficiente<br />

-sólo 306.000 puestos fueron creados<br />

de 2.438.000 propuestos entre el 2002 y el 2006-<br />

(Gámez y Posada).<br />

El problema en Colombia no es crear empresas<br />

sino lograr su sostenibilidad. Los esfuerzos<br />

de la sociedad para facilitar su conformación y<br />

aprovechar el potencial de emprendimiento se<br />

pierden, cuando muchas sucumben en plazos<br />

menores a cinco años.<br />

El tiempo de funcionamiento del 78% de las empresas<br />

liquidadas es menor a cinco años y sólo el<br />

3.3% llevan más de 20 años constituidas (Gámez<br />

y Posada).<br />

En general, el cierre de empresas se hace más<br />

probable por falta de acompañamiento del Plan<br />

Nacional de Microempresa, incubadoras o entidades<br />

de apoyo y empresas que se benefician<br />

solamente de crédito y no de acompañamiento<br />

(Gámez y Posada).<br />

Tabla 1. Número de unidades económicas por tipo de actividad<br />

Unidades económicas Unidades auxiliares (*)<br />

Total Industria Comercio Servicios<br />

1.442.117 178.696 754.777 486.391 22.253<br />

FUENTE: Dane, 2006. (*) Las unidades auxiliares son separadas de la casa matriz, tales como<br />

bodegas, puntos de venta y oficinas de servicio al cliente entre otras.<br />

Tabla 2. Número de personas ocupadas en unidades económicas por<br />

tipo de actividad<br />

Personas ocupadas<br />

Personas ocupadas en unidades económicas<br />

en unid. aux. (*)<br />

Total Industria Comercio Servicios<br />

1.022.74 1.889.21 2.428.02 128.850<br />

5.468.836 2 6 8<br />

FUENTE: Dane, 2006.<br />

Tabla 3. Constitución de empresas según su tamaño, durante los años<br />

2004 y 2005 en Bogotá y Cundinamarca (en millones de pesos)<br />

Empresas 2004 2005<br />

Grande 5 16.992 9 222.164<br />

Mediana 18 29.279 17 31.355<br />

Pequeña 326 93.574 271 107.071<br />

Micro 8.180 128.173 7.373 129.001<br />

TOTAL 8.439 267.948 7.670 489.591<br />

FUENTE: Gámez y Posada a partir de Cámara de Comercio, 2005.<br />

Tabla 4. Liquidación de empresas según su tamaño, durante los años<br />

2004 y 2005 en Bogotá y Cundinamarca (en millones de pesos)<br />

Empresas 2004 2005<br />

Grande 35 473.350 21 437.296<br />

Mediana 134 91.487 112 82.259<br />

Pequeña 461 92.004 440 76.299<br />

Micro 2.108 97.080 2.599 157.236<br />

TOTAL 2.738 753.922 3.172 753.090<br />

FUENTE: Gámez y Posada a partir de Cámara de Comercio, 2005.


20<br />

La responsabilidad social universitaria: una visión inpahuista | Jairo Enrique Cortés Barrera<br />

La responsabilidad social universitaria:<br />

una visión inpahuista<br />

Autor »<br />

Jairo Enrique Cortés Barrera*<br />

Resumen »<br />

Este artículo aborda el tema de la responsabilidad social universitaria y la aplica<br />

al caso particular de INPAHU, de modo que sea posible intentar analizar su<br />

importancia y su incidencia en la vida de la institución. Para ello se enuncia<br />

brevemente el concepto de “responsabilidad social”, en general, y el de “responsabilidad<br />

social universitaria”, en particular. Esboza un modelo y un esquema<br />

de responsabilidad social universitaria ya abordados en otros contextos<br />

académicos, especialmente latinoamericanos, y termina proponiendo algunas<br />

sugerencias y repercusiones que este tema traería para el fortalecimiento<br />

de la Fundación Universitaria INPAHU.<br />

Abstract »<br />

This article deals with the topic about the university social responsibility, and<br />

applies it to the particular Inpahu’s case, so that it makes possible to attempt<br />

analyzing its importance and incidence on the Institution’s environment. Considering<br />

this fact, it briefly states the concept of “Social Responsibility” in general terms;<br />

and particularly, the one referring to university social responsibility. In addition, it<br />

breaks down university social responsibility approaches and outlines, which have<br />

already been tackled in other academic contexts, specially the latinamerican ones.<br />

Finally, it proposes some suggestions and repercussions this fact would bring to<br />

the Fundación Universitaria INPAHU strengthening.<br />

Palabras clave »<br />

Keywords<br />

Responsabilidad, responsabilidad social, responsabilidad social universitaria,<br />

administrar, gestionar.<br />

Responsibility, social responsibility, university social responsibility, to administer, to<br />

manage.<br />

* Ex-vicerrector Académico,<br />

INPAHU. Ingeniero Civil.<br />

Magister en Docencia<br />

Universitaria.<br />

“Era obvio que las universidades no podían quedarse alejadas de la reflexión sobre responsabilidad social, que ya muchas empresas<br />

han desarrollado durante los últimos años, no sólo porque ellas también son organizaciones, sino porque además, les toca formar<br />

a los futuros profesionales que laborarán en las empresas, a los futuros ciudadanos que tendrán que promover democráticamente<br />

los derechos humanos, y a los futuros funcionarios que tendrán a su cargo el bien común en nuestro mundo globalizado”.<br />

(Vallaeys, 2007)


Universidad y contexto<br />

21<br />

Desde hace algunas décadas el tema de la<br />

responsabilidad social ha venido cobrando<br />

una importancia particular, pues en él,<br />

según las élites intelectuales y académicas<br />

del mundo entero, se juega el futuro del<br />

hombre y del planeta. En 1970, el premio<br />

<strong>No</strong>bel de Economía, Milton Friedman,<br />

afirmó en un artículo bastante comentado<br />

lo siguiente: “la responsabilidad social de<br />

las empresas es una sola: producir dinero”.<br />

Hoy, casi cuatro décadas después, esta es<br />

una afirmación insostenible.<br />

Si en el pasado se creía que la responsabilidad<br />

social de las empresas consistía en<br />

maximizar la rentabilidad económica, hoy<br />

se sabe que las empresas socialmente responsables<br />

son aquellas que hacen énfasis<br />

en el desarrollo sustentable, el cual cobija<br />

dos aspectos clave: el desarrollo humano<br />

y la conservación del entorno natural<br />

(ecología).<br />

La teoría administrativa clásica, liderada<br />

por Frederick Wilson Taylor, limitaba el<br />

concepto de desarrollo al progreso tecnológico,<br />

material y económico de las sociedades.<br />

La nueva teoría administrativa, en<br />

cambio, está convencida de que el verdadero<br />

desarrollo es el humano; es decir, el que<br />

hace énfasis en el progreso de las personas,<br />

en su capacidad intelectual y creativa y en<br />

su calidad de vida.<br />

En el desarrollo de este artículo se enuncia<br />

brevemente el concepto de “responsabilidad<br />

social”, en general, y el de “responsabilidad<br />

social universitaria”, en particular.<br />

Se sostiene que la responsabilidad social<br />

universitaria exige como modalidad específica<br />

de organización, más que cualquier otro<br />

tipo de empresa, asumir la responsabilidad<br />

social que le compete. En este contexto, preguntamos:<br />

¿cuál es esa responsabilidad?, y<br />

concretamente, ¿qué responsabilidad social<br />

debe asumir INPAHU como institución<br />

universitaria comprometida con la sociedad<br />

capitalina y con el país?<br />

Responsabilidad social<br />

Según Álvaro Hamburger (2008), el término<br />

“responsabilidad” significa rendir<br />

cuentas de las propias actuaciones y asumir<br />

sus consecuencias. Cuando los sujetos<br />

actúan (y los sujetos pueden ser los individuos<br />

o las empresas, como en este caso),<br />

esa actuación produce unos resultados que<br />

pueden ser positivos o negativos. Ser responsable,<br />

entonces, consiste en tener la capacidad<br />

de vislumbrar los resultados de las<br />

actuaciones o comportamientos y, una vez<br />

aprehendidos estar dispuestos a aceptar<br />

sus consecuencias.<br />

La Real Academia Española (1994), por<br />

su parte, en el Diccionario de la Lengua Española,<br />

define la responsabilidad como “la<br />

capacidad existente en todo sujeto para reconocer<br />

y aceptar las consecuencias de un<br />

hecho realizado libremente” (Real Academia<br />

Española).<br />

Veamos también lo que, acerca de la responsabilidad<br />

social, sostiene el Banco Interamericano<br />

de Desarrollo, BID 2007:<br />

"La responsabilidad social empresarial es un<br />

enfoque que se basa en un conjunto integral<br />

de políticas, prácticas y programas centrados<br />

en el respeto por la ética, las personas,<br />

las comunidades y el medio ambiente.<br />

Esta estrategia, aplicada en la toma de<br />

decisiones y las operaciones de las empresas,<br />

aumenta el valor agregado y de esa manera<br />

mejora su competitividad" (BID, 2007).<br />

Por su parte, Business for Social Responsibility<br />

(2006), entidad creada en San Francisco<br />

en los años 90 y que hoy cuenta con más<br />

de 400 organizaciones afiliadas, define la<br />

responsabilidad social empresarial como<br />

“conjunto integral de políticas, prácticas y<br />

programas que obtienen éxito financiero y<br />

al mismo tiempo honran los valores éticos<br />

y respetan a las personas”.<br />

Ahora bien, en los inicios del siglo XXI,<br />

la responsabilidad social empresarial parece<br />

ser un proceso irreversible. Así lo<br />

demuestran hechos como los siguientes:<br />

el lanzamiento del Global Compact o Pacto<br />

Mundial en el 2001, la publicación del<br />

Libro Verde de la Comunidad Económica<br />

Europea en el 2002, los reportes de sostenibilidad<br />

con carácter obligatorio en<br />

Francia en el 2004, y la norma ISO 26000


22<br />

La responsabilidad social universitaria: una visión inpahuista | Jairo Enrique Cortés Barrera<br />

sobre responsabilidad social empresarial,<br />

planeada para el año 2008.<br />

Otro ejemplo de la fuerza que está tomando<br />

el tema de la responsabilidad social<br />

empresarial, lo constituye la norma SAI<br />

8000 creada por la Service Association International,<br />

SAI.<br />

Esta norma diseñada para ser aplicada en<br />

la Comunidad Económica Europea, expresa<br />

claramente unos lineamientos básicos<br />

que se deben tener en cuenta a la hora de<br />

formular un programa de responsabilidad<br />

social empresarial dentro de cualquier organización,<br />

a saber:<br />

1. Prohibición del trabajo infantil.<br />

2. Prohibición del trabajo forzado.<br />

3. Promoción de la salud y la seguridad en<br />

el trabajo.<br />

4. Respeto a la libertad de asociación y derecho<br />

de negociación colectiva.<br />

5. Prohibición de la discriminación.<br />

6. Claridad en las medidas disciplinarias.<br />

7. Respeto de los horarios de trabajo.<br />

8. Remuneración justa y digna.<br />

9. Calidad en los sistemas de gestión.<br />

La responsabilidad social empresarial,<br />

pues, se da en relación con el reconocimiento<br />

y la aceptación, por parte de la empresa,<br />

de los efectos que su actividad produce en<br />

el entorno social, entendido este desde tres<br />

dimensiones: humano, ecológico y comunitario.<br />

La responsabilidad social universitaria<br />

El Banco Interamericano de Desarrollo,<br />

BID, y el Banco Mundial reunidos en el II<br />

Diálogo Global sobre Responsabilidad Social<br />

Universitaria, durante noviembre de 2005,<br />

definieron la responsabilidad social universitaria<br />

como “la gerencia ética e inteligente<br />

de los impactos que genera la organización<br />

en su entorno humano, social y<br />

natural”. Banco Interamericano de Desarrollo,<br />

BID (2005).<br />

Por su parte, el grupo Proyecto Universidad<br />

Construye País (Jiménez de la Jara, 2006) de<br />

Chile, al definir la responsabilidad social<br />

universitaria afirma:<br />

“Entenderemos por responsabilidad social<br />

universitaria la capacidad que tiene la<br />

universidad de difundir y poner en práctica<br />

un conjunto de principios y valores generales<br />

y específicos, por medio de cuatro procesos<br />

clave: gestión, docencia, investigación y<br />

extensión. Así asume su responsabilidad<br />

social ante la propia comunidad<br />

universitaria y el país donde está inserta”.<br />

Para precisar aún más este concepto, se ha<br />

especificado de qué es responsable, ante<br />

quién responde y cómo es responsable la<br />

universidad, como sujeto de la responsabilidad<br />

social.<br />

¿De qué es responsable la universidad?<br />

La universidad es responsable de poner en<br />

práctica los principios generales de la vida<br />

universitaria, en cuanto sociedad inserta en<br />

un entorno mayor y los valores específicos<br />

que son propios de la vida universitaria;<br />

principios y valores que deberían atravesar<br />

la gestión y las funciones tradicionales de<br />

docencia, investigación y extensión.<br />

¿Ante quién responde?<br />

En primer lugar, la universidad responde<br />

ante la propia comunidad universitaria, es<br />

decir, ante los académicos, los funcionarios<br />

y los alumnos, tanto en particular como en<br />

su conjunto. Luego, responde al país; al de<br />

hoy y al del futuro. La universidad tiene que<br />

prever el futuro y adelantarse a la demanda<br />

que le hará el país de nuevos servicios.<br />

Además, en una sociedad mundializada, la<br />

universidad debe responder a los requerimientos<br />

de América Latina y del mundo.<br />

¿Cómo es responsable?<br />

Por medio del desarrollo de los procesos<br />

clave de gestión, docencia, investigación<br />

y extensión universitaria, atravesados por<br />

instancias de reflexión que le otorguen la<br />

profundidad y la contingencia social que<br />

requieren las respuestas universitarias.<br />

¿Cuándo una universidad es<br />

socialmente responsable?<br />

Cuando logra la interacción entre sus funciones<br />

sustantivas tradicionales (docencia, investigación,<br />

proyección social y gestión) y los<br />

valores y principios institucionales (figura 1).


Universidad y contexto<br />

23<br />

En el corazón del modelo presentado se encuentran<br />

los principios y valores generales<br />

y los específicos, que orientan y constituyen<br />

el contenido de responsabilidad social<br />

universitaria; los principios deben darse en<br />

la sociedad para que la universidad pueda<br />

desarrollarlos a cabalidad y los valores<br />

también puedan considerarse propios de la<br />

institución.<br />

Los principios y valores son faros que<br />

orientan, son guías para el comportamiento<br />

humano y son fundamentales y permanentes<br />

en una universidad socialmente<br />

responsable. Según el Proyecto Universidad<br />

Construye País, UCP (2006).<br />

Docencia<br />

PROCESOS CLAVE<br />

Gestión<br />

PRINCIPIOS Y VALORES<br />

GENERALES Y ESPECIFICOS<br />

Desarrollo y Difusión<br />

Investigación<br />

SOCIEDAD - INTERDEPENDENCIA<br />

Extensión<br />

Figura 1. Proyecto<br />

Universidad<br />

Construye País.<br />

La universidad se realiza a través<br />

de tres funciones tradicionales:<br />

docencia, investigación,<br />

extensión y de una actividad<br />

indispensable en toda organización<br />

cual la gestión.<br />

El quehacer universitario, relativo<br />

a estos cuatro procesos<br />

debe verificarse en la práctica<br />

de sus principios y valores.<br />

a) Principios y valores de la<br />

vida universitaria relacionados<br />

con la vida en sociedad:<br />

••<br />

Dignidad de la persona.<br />

••<br />

Libertad.<br />

••<br />

Ciudadanía, democracia y participación.<br />

••<br />

Sociabilidad y solidaridad para la convivencia.<br />

••<br />

Bien común y equidad social.<br />

••<br />

Desarrollo sostenible y medio ambiente.<br />

••<br />

Aceptación y aprecio a la diversidad.<br />

b) Principios y valores de la universidad:<br />

••<br />

Compromiso con la verdad.<br />

••<br />

Integridad.<br />

••<br />

Excelencia.<br />

••<br />

Interdependencia e interdisciplinariedad.<br />

Ahora bien, en concordancia con la Declaración<br />

Mundial sobre Educación Superior<br />

para el siglo XXI, aprobada en la Conferencia<br />

Mundial sobre Educación Superior<br />

organizada por Unesco (que tuvo lugar<br />

en París entre los días 5 y 8 de octubre de<br />

1998), una universidad socialmente responsable<br />

se alcanza:<br />

1. Preservando y creando el capital social<br />

del saber y del pensamiento, mediante la<br />

reflexión, la investigación interdisciplinaria<br />

y la difusión por distintos medios.<br />

2. Convirtiéndola en una comunidad real<br />

de aprendizaje y transmisión de conocimientos.<br />

Creando vínculos entre académicos,<br />

estudiantes y funcionarios; con una<br />

vigorosa política de desarrollo del personal<br />

y de estímulo a la innovación curricular y<br />

a los métodos de enseñanza - aprendizaje.<br />

3. Formando mujeres y hombres altamente<br />

calificados, íntegros e integrales, comprometidos<br />

con valores que defiendan y<br />

difundan activamente; que vean su profesión<br />

como una posibilidad de servicio a los<br />

demás; que sean capaces de aportar como<br />

ciudadanos a la construcción de la sociedad<br />

y de responder creativamente a los desafíos<br />

de su entorno.<br />

4. Incluyendo un currículo transversal que<br />

asuma con visión universal la realidad del<br />

país en toda su riqueza. Ofreciendo oportunidades<br />

a equipos de académicos y estudiantes<br />

para prestar servicios a personas y<br />

grupos que no pueden acceder a los beneficios<br />

del desarrollo.<br />

5. Ofreciendo formación permanente. Facilitando<br />

el reingreso a la educación superior<br />

para actualización y complementación de<br />

la formación, a fin de educar para la ciudadanía<br />

y la participación activa en la sociedad,<br />

considerando las tendencias en el<br />

mundo del trabajo y en los sectores científicos,<br />

técnicos y tecnológicos.<br />

6. Abriendo la institución al cambio; valorando<br />

e incorporando el conocimiento<br />

y experiencia del entorno; generando y<br />

manteniendo espacios de debate en el seno<br />

FUENTE: Proyecto Universidad<br />

Construye País. Observando<br />

la responsabilidad social<br />

universitaria, pág. 7,2004. www.<br />

construyepais.cl


24<br />

La responsabilidad social universitaria: una visión inpahuista | Jairo Enrique Cortés Barrera<br />

de la institución; buscando, diciendo y actuando<br />

con la verdad.<br />

Quedan varios aspectos claros en estas<br />

definiciones, que nos obligan a examinar<br />

nuestra responsabilidad como institución<br />

universitaria inscrita en un contexto tan<br />

particular como el de la capital:<br />

A.) La responsabilidad social universitaria<br />

es básicamente gestión. Este concepto<br />

implica un esfuerzo administrativo consciente<br />

y colectivo de parte de la comunidad<br />

académico-administrativa de la institución,<br />

lo que significa planear, dirigir,<br />

ejecutar y evaluar. De acuerdo con el concepto<br />

anterior, la Fundación Universitaria<br />

INPAHU se encuentra en este momento<br />

implementando en las unidades administrativas<br />

el Enfoque basado en procesos para los<br />

sistemas de gestión de calidad, a partir de los<br />

siguientes lineamientos:<br />

- Planificar.<br />

Establecer los objetivos y procesos necesarios<br />

para conseguir resultados de acuerdo<br />

con los requisitos del cliente y las políticas<br />

de la organización.<br />

- Hacer.<br />

Implementar los procesos.<br />

- Verificar.<br />

Realizar el seguimiento y la medición de<br />

los procesos y los productos respecto a las<br />

políticas, los objetivos y los requisitos para<br />

el producto e informar sobre los resultados.<br />

- Actuar.<br />

Tomar acciones para mejorar continuamente<br />

el desempeño del proceso. En la<br />

figura 2 podemos observar el círculo de<br />

calidad de acuerdo con el modelo PHVA<br />

(Ríos, 2008: 17).<br />

El PHVA es una metodología dinámica que<br />

puede ser desplegada dentro de cada uno<br />

de los procesos de la organización y sus interacciones.<br />

Está íntimamente asociada con<br />

la planificación, implementación, verificación<br />

y mejora. El mantenimiento y la mejora<br />

del desempeño del proceso se puede<br />

lograr mediante la aplicación del concepto<br />

PHVA en todos los niveles dentro de una<br />

organización. Se aplica igualmente a procesos<br />

estratégicos de alto nivel y a actividades<br />

de operación sencillas.<br />

B.) <strong>No</strong> es una gestión cualquiera, pues debe<br />

reunir dos características clave: ser ética y<br />

ser inteligente. Una gestión es ética cuando<br />

es honesta, transparente y abierta. Es inteligente<br />

cuando es capaz de dar respuestas<br />

eficaces a las realidades para las que fue<br />

creada.<br />

C.) La responsabilidad social mide los impactos<br />

que genera la universidad en tres<br />

sectores básicos: en el entorno humano, en<br />

el entorno social y en el entorno natural; es<br />

decir, la responsabilidad es con el hombre,<br />

con la sociedad y con la ecología. Estos tres<br />

aspectos son su razón de ser.<br />

Como podemos observar, en el II Diálogo<br />

Global sobre Responsabilidad Social Universitaria<br />

quedó claro también que la finalidad<br />

principal de esta es buscar armar mejor a la<br />

universidad latinoamericana del siglo XXI<br />

para hacer frente a las nuevas realidades y<br />

amenazas de la región. Banco Interamericano<br />

de Desarrollo, BID (2005).<br />

De la afirmación anterior se colige que la<br />

responsabilidad social universitaria debe<br />

ser contextual y concreta; es decir, debe<br />

responder a las realidades propias de la<br />

nación, la región y la localidad en la que se<br />

halla inserta la universidad. En tal sentido,<br />

es válido preguntarnos: ¿si como integrantes<br />

de la Fundación Universitaria INPAHU<br />

somos conscientes del tipo de realidad que<br />

nos rodea?, ¿conocemos a fondo la realidad<br />

de las personas, de la sociedad y del entorno<br />

natural en el que estamos insertos?, ¿los<br />

currículos que ofrece la institución están<br />

diseñados de acuerdo con las exigencias<br />

del contexto nacional e internacional?<br />

Para responder en parte a las preguntas<br />

planteadas analicemos lo que propone el<br />

Consorcio de Habilidades Indispensables para<br />

el Siglo XXl, organización conformada por<br />

entidades públicas y privadas que inició<br />

actividades en el 2002 y que tiene como<br />

objetivo crear un modelo de aprendizaje


Universidad y contexto<br />

25<br />

POLÍTICAS DE<br />

CALIDAD<br />

CLIENTE<br />

ACCIONES DE<br />

MEJORAMIENTO<br />

Figura 2. Círculo de<br />

calidad<br />

PLANEAR<br />

ACTUAR<br />

OBJETIVOS DE<br />

CALIDAD<br />

PLANEAR<br />

¿Qué hacer?<br />

¿Cómo hacerlo?<br />

¿Cómo mejorar<br />

la próxima<br />

vez?<br />

P<br />

A<br />

H<br />

V<br />

Hacer lo<br />

planeado<br />

¿Se realizaron las<br />

acciones según<br />

lo planeado?<br />

REVISIÓN<br />

GERENCIAL<br />

VERIFICAR<br />

PLANIFICACIÓN<br />

DEL SISTEMA<br />

PLANEAR<br />

exitoso, en el que se incorporen al sistema<br />

educativo las competencias necesarias<br />

para desempeñarse adecuadamente en<br />

este milenio.<br />

En palabras de Tom Vilsack, gobernador<br />

de Iowa:<br />

“La educación es la inversión más importante<br />

que se debe realizar para el futuro de una nación.<br />

El mundo de hoy es mucho más competitivo<br />

y complejo que lo que era en el pasado, por lo<br />

que debemos capacitar a nuestros jóvenes con<br />

el conocimiento y las competencias que van a<br />

necesitar para enfrentar los retos y oportunidades<br />

del mañana”.<br />

Para John Wilson, director ejecutivo de la<br />

Asociación Nacional de Educación (USA):<br />

“...integrar las competencias necesarias para el<br />

Siglo XXI en la educación básica, media, técnica,<br />

tecnológica y profesional empodera a los<br />

estudiantes para aprender y alcanzar logros en<br />

el nivel necesario para tener éxito en este siglo. La<br />

educación va a volverse más poderosa y relevante<br />

en la medida en que refleje las realidades y los<br />

retos de la vida contemporánea”.<br />

IMPLEMENTACIÓN<br />

HACER<br />

Con esta mirada prospectiva, a las instituciones<br />

de educación se les exige que<br />

asuman la responsabilidad que les corresponde<br />

y tengan en cuenta los elementos<br />

fundamentales propuestos para la educación<br />

en el siglo XXI, en los diseños curriculares<br />

de nuevos programas que ofrezca<br />

la Fundación Universitaria Inpahu y otras<br />

instituciones de educación superior:<br />

1. Materias básicas<br />

Los siguientes saberes se identifican como<br />

pilares fundamentales de la formación académica:<br />

lenguaje y comunicación; matemáticas;<br />

ciencias naturales y sociales; lenguas<br />

extranjeras; cívica y ciudadanía, ética; gobierno;<br />

economía; artes; historia y geografía;<br />

literatura.<br />

2. Competencias de aprendizaje<br />

Estas competencias comprenden tres categorías<br />

amplias:<br />

••<br />

Competencias de información<br />

y comunicación.<br />

••<br />

Información y alfabetismo en medios.<br />

••<br />

Competencias de comunicación.<br />

••<br />

Competencias de pensamiento<br />

y de solución de problemas.<br />

••<br />

Pensamiento crítico y<br />

pensamiento sistémico.<br />

••<br />

Identificación, formulación y<br />

solución de problemas.<br />

••<br />

Creatividad y curiosidad intelectual.<br />

••<br />

Competencias interpersonales<br />

y de autonomía.<br />

••<br />

Competencias interpersonales<br />

y de colaboración.<br />

••<br />

Autodirección o autonomía.<br />

••<br />

Capacidad de rendición de<br />

FUENTE: Adaptado del círculo<br />

de calidad, PHVA ‘DEMING’.


26<br />

La responsabilidad social universitaria: una visión inpahuista | Jairo Enrique Cortés Barrera<br />

Figura 3. Valores<br />

morales y<br />

compromiso social<br />

cuentas y de adaptación.<br />

••<br />

Responsabilidad social.<br />

En el curso sobre Perfiles Profesionales: diseño<br />

curricular por competencias en el contexto<br />

de la educación superior, la Escuela Complutense<br />

Latinoamericana (2008), considera las<br />

siguientes competencias sugeridas por A.<br />

Luisa Machado (Unesco), además, ser emprendedor,<br />

creativo e innovador, ya que son<br />

parte esencial de la formación en el Proyecto<br />

Educativo Inpahuista (PEI):<br />

a. Saber comunicarse de<br />

forma escrita y oral.<br />

b. Saber leer y entender lo que se lee.<br />

c. Saber anticiparse a problemas<br />

y saber resolverlos.<br />

d. Trabajar en equipo.<br />

e. Ser críticos frente al entorno social.<br />

f. Ser un ciudadano participativo.<br />

g. Desarrollar valores morales.<br />

h. Saber usar la tecnología.<br />

i. Tener capacidad de emprendimiento.<br />

j. Tener condiciones para seguir<br />

aprendiendo toda la vida.<br />

k. Posicionarse de manera<br />

autónoma frente a la vida.<br />

l. Ser emprendedor, creativo e innovador.<br />

m. Estas competencias no tienen<br />

una secuencia específica.<br />

La figura 3 ilustra la forma como van entrelazadas<br />

e incluidas las competencias:<br />

3. Herramientas para el siglo XXI.<br />

En el mundo digital en que vivimos, los estudiantes<br />

necesitan aprender a usar herramientas<br />

que les permitan adquirir las competencias<br />

de aprendizaje esenciales para la<br />

vida diaria y profesional. Estas habilidades<br />

se conocen como alfabetismo en Tecnologías<br />

de la Información y las Comunicaciones,<br />

(TIC).<br />

Pueden definirse como “el interés, la actitud<br />

y la habilidad de las personas para<br />

utilizar eficazmente las tecnologías digitales<br />

y las herramientas de comunicación<br />

con el objeto de acceder, manejar, integrar<br />

y evaluar información; construir nuevo conocimiento;<br />

y comunicarse con otros con<br />

el propósito de ser participantes efectivos<br />

en la sociedad”. Esta definición va mucho<br />

más allá de una habilidad técnica estrecha<br />

y limitada, es decir, de bajo nivel; debe ir<br />

acompañada de competencias intelectuales<br />

de orden superior como pensamiento crítico<br />

y utilización inteligente, creativa y ética<br />

de las TIC.<br />

4. Contexto para el siglo XXI<br />

Es importante que los estudiantes aprendan<br />

los contenidos académicos con ejemplos,<br />

aplicaciones y experiencias del mundo<br />

real, dentro y fuera de la institución<br />

educativa. Los estudiantes aprenden mejor<br />

cuando la educación es relevante, les interesa<br />

y tiene significado para sus vidas; de<br />

esta manera, no sólo entienden mejor los<br />

contenidos sino que retienen más conocimiento.<br />

Es necesario, también, que las competencias<br />

de aprendizaje se desarrollen en<br />

contextos que sean válidos para el siglo<br />

XXl. Por ejemplo, es necesario poder comunicarse<br />

y realizar trabajos de colaboración<br />

en contextos actuales haciendo uso de las<br />

herramientas del siglo XXl.<br />

5. Contenido para el siglo XXI<br />

Líderes, tanto de la educación como de<br />

los negocios, identificaron tres áreas de<br />

contenido emergentes que serán cruciales<br />

para tener éxito en las comunidades y en<br />

los trabajos.<br />

••<br />

Conciencia global.<br />

••<br />

Alfabetismo financiero,<br />

económico y de negocios.<br />

••<br />

Alfabetismo cívico.<br />

6. Evaluaciones para el siglo XXI.<br />

Los ministerios y secretarías de educación<br />

necesitan contar con evaluaciones de alta


Universidad y contexto<br />

27<br />

calidad, que midan el desempeño de los<br />

estudiantes en los distintos elementos que<br />

caracterizan la educación para el siglo<br />

XXl. La utilización exclusiva de pruebas<br />

estandarizadas permite medir únicamente<br />

algunas de las competencias y conocimientos<br />

importantes que el estudiante<br />

debe aprender. Un buen balance de evaluaciones<br />

-- esto es, utilizar tanto pruebas<br />

estándar de alta calidad con propósito de<br />

rendición pública de cuentas, como evaluaciones<br />

en la clase, que tienen por objeto<br />

mejorar la enseñanza y el aprendizaje<br />

en el aula-- ofrece a los estudiantes una<br />

forma poderosa de dominar el contenido<br />

y las competencias necesarias para tener<br />

éxito en el siglo XXI (Consorcio de Habilidades<br />

indispensables para el siglo XXI,<br />

2007).<br />

¿Qué debe hacer la comunidad<br />

inpahuista para fortalecer<br />

la responsabilidad social<br />

universitaria en la institución?<br />

<strong>No</strong> quisiera terminar este escrito sin esbozar<br />

los que, a mi juicio, serían los aspectos<br />

capitales que la institución universitaria<br />

debe abordar frente<br />

a la responsabilidad<br />

social que le compete.<br />

Desde ya, y frente al<br />

futuro se debe:<br />

1. Entender que la responsabilidad<br />

social<br />

universitaria responde<br />

a un nuevo pensamiento<br />

de organización. Por<br />

ello, es preciso cambiar<br />

ciertos esquemas mentales,<br />

abrirnos a nuevas realidades, capacitar<br />

a docentes y directivos con el propósito<br />

de crear una cultura universitaria, fortalecer<br />

y apoyar el desarrollo investigativo y<br />

también estimular el desarrollo de herramientas<br />

pedagógicas y virtuales.<br />

2. Tomar conciencia de que el fortalecimiento<br />

de nuestra responsabilidad social<br />

generará un impacto positivo en la sociedad<br />

bogotana y el país, que nos permitirá<br />

posicionarnos muy bien en su contexto; es<br />

decir, comprender que la responsabilidad<br />

"Los estudiantes<br />

aprenden mejor<br />

cuando la educación<br />

es relevante, les<br />

interesa y tiene<br />

significado para sus<br />

vidas".<br />

social, además de ser valiosa en sí misma,<br />

nos traerá una ventaja competitiva desde el<br />

punto de vista de la gestión universitaria.<br />

3. Asumir que la proyección social que desarrollamos<br />

en INPAHU, que por demás<br />

es función sustantiva de toda universidad,<br />

forma parte de la responsabilidad social<br />

universitaria pero que no la agota. Esto es,<br />

la responsabilidad social universitaria desborda<br />

la proyección social. En tal sentido,<br />

debemos diferenciar muy claramente las<br />

dos, a fin de complementarlas y lograr el<br />

impacto social que pretenden.<br />

4. Es necesario comprometerse con una<br />

proyección social, entendida como desarrollo<br />

humano sustentable y no sólo como<br />

desarrollo económico, profesional o material.<br />

Es decir, una responsabilidad social<br />

centrada en las personas (directivos, funcionarios,<br />

empleados y estudiantes), en su<br />

desarrollo intelectual y en la generación<br />

para ellos de una vida digna, pues como se<br />

afirma en la misión institucional “...nuestra<br />

razón de ser y sentido es la formación integral<br />

del hombre colombiano, entendida<br />

desde la racionalidad<br />

integradora del conocimiento<br />

en la ciencia,<br />

la técnica, la tecnología<br />

y los valores éticos, sociales,<br />

políticos y culturales”.<br />

Proyecto Educativo<br />

Inpahuista, PEI<br />

(2006).<br />

5. Entender que la responsabilidad<br />

social<br />

universitaria es un proceso<br />

y como tal, un camino lento y gradual<br />

que no puede ser recorrido de la noche a<br />

la mañana. Es decir, debemos empezar por<br />

tomar conciencia de lo que significa la responsabilidad<br />

social universitaria, además<br />

de los beneficios que ella pueda traer tanto<br />

a la sociedad en general como a nosotros<br />

como institución universitaria.<br />

Conclusiones<br />

1. La organizaciones dedicadas a la educación<br />

superior tienen un compromiso con<br />

la sociedad: ofrecer servicios educativos


28<br />

La responsabilidad social universitaria: una visión inpahuista | Jairo Enrique Cortés Barrera<br />

integrales con responsabilidad, calidad,<br />

pertinencia, equidad, creatividad e innovación.<br />

2. La brecha científica y tecnológica con<br />

los países más desarrollados obliga a las<br />

IES (Instituciones de Educación Superior)<br />

a reestructurarse y pensar en nuevas alternativas<br />

para el fortalecimiento de sus programas<br />

académicos y la prestación de sus<br />

servicios universitarios.<br />

3. La responsabilidad social universitaria<br />

como modelo de gestión es una opción.<br />

Este modelo exige a la universidad<br />

la conformación de equipos de trabajo,<br />

autoevaluación y reestructuración de los<br />

currículos, manejo de una gerencia ética,<br />

alianzas estratégicas con los diferentes<br />

sectores, conformación de redes, entre<br />

otros aspectos; todo esto encaminado a<br />

fortalecer el conocimiento, la ciencia y la<br />

tecnología.<br />

4. Las IES deben emprender acciones para<br />

la apropiación y generación de conocimientos,<br />

así como la formación humanística<br />

y profesional integral, a través de las<br />

cuales la docencia, la investigación aplicada,<br />

la proyección social y la gestión estén<br />

orientadas a la formación de personas éticas<br />

con las competencias necesarias para<br />

afrontar los retos personales y profesionales<br />

en esta sociedad mundializada.<br />

Referencias Bibliográficas<br />

Banco Interamericano de Desarrollo -BID. (2005). II Diálogo<br />

Global sobre Responsabilidad Social Universitaria, organizado<br />

de manera conjunta por la Iniciativa Interamericana de<br />

Capital Social, Ética y Desarrollo del Banco Interamericano<br />

de Desarrollo, BID y la Red Global de Aprendizaje para el<br />

Desarrollo del Banco Mundial. 30 de noviembre de 2005.<br />

Banco Interamericano de Desarrollo –BID. (2007). Estrategias<br />

para la responsabilidad social empresarial. Bogotá: Uniminuto.<br />

Business for Social Responsibility (2006). Megatendencias<br />

2010. El surgimiento del capitalismo consciente. Bogotá: <strong>No</strong>rma.<br />

Consorcio de habilidades indispensables para el siglo XXI<br />

(2007). The Road to 21st Century Learning: A Policymakers’<br />

Guide to 21st Century Skills, Traducción realizada por<br />

EDUTEKA.<br />

Escuela Complutense Latinoamericana (2008). Facultad de<br />

Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata<br />

(Argentina), 11 al 22 de febrero.<br />

Friedman, M. (1970). Social Responsability: A subversive<br />

Doctrine. The Sunday Time Magazine, september 13th.<br />

Gutiérrez y Martínez. (2007). Descripción de la responsabilidad<br />

social empresarial en el entorno administrativo de las empresas<br />

de familia del sector curtiembre del municipio de Villa Pinzón,<br />

Cundinamarca. Trabajo de grado (s.e.). Bogotá: Universidad<br />

de La Salle.<br />

Hamburger, Á. (2008). Ética y responsabilidad social de las<br />

empresas. En: <strong>Revista</strong> de la Universidad de La Salle, n° 45,<br />

enero/abril, págs. 47-55.<br />

Jiménez de la Jara, M. (2006). Universidad Construye País.<br />

Estrategia para la expansión de la responsabilidad social<br />

universitaria en Chile. Santiago de Chile.<br />

INPAHU. (2006). Proyecto Educativo Inpahuista (PEI). Bogotá:<br />

INPAHU.<br />

Proyecto Universidad Construye País. (2004). Observando la<br />

responsabilidad social universitaria. En www.construyepais.cl<br />

Real Academia Española (1994). Diccionario de la Lengua<br />

Española. 22 ed. Madrid: Real Academia Española.<br />

Ríos, G. (2008). Seguimiento, medición, análisis y mejora en los<br />

sistemas de gestión. Bogotá: Icontec<br />

Vallaeys, F. (2007). Marco teórico de responsabilidad social<br />

universitaria, en: http://www.iadb.org/etica.


Universidad y contexto<br />

29<br />

Acerca de la justicia<br />

y la bondad en las instituciones<br />

Autor »<br />

Álvaro Andrés Hamburger Fernández*<br />

Resumen »<br />

Las instituciones son organismos que desempeñan una función de interés<br />

público. El Estado está constituido fundamentalmente por instituciones que,<br />

entre otras denominaciones, suelen tomar la forma de corporaciones, fundaciones,<br />

sociedades, asociaciones, entidades, organizaciones y empresas. Por<br />

ser creaciones humanas, las instituciones se construyen sobre ciertos supuestos<br />

axiológicos y, por tanto, encarnan y expresan valores. A su vez, estos suelen<br />

agruparse en diferentes “regiones filosóficas” como la ética, la estética y la<br />

epistemología, por mencionar sólo algunas. La justicia y la bondad son valores<br />

éticos por excelencia.<br />

El artículo, en consecuencia, aborda dichos valores y los propone como componentes<br />

fundamentales del éxito institucional. Para ello inicia presentando<br />

un acercamiento general al concepto de ética.<br />

Abstract »<br />

Institutions are organisms that accomplish a public interest function. The State is<br />

fundamentally constituted by institutions that, among other denominations, take<br />

the figure of “corporations”, “foundations”, “societies”, “associations” “entities”, “organizations”<br />

and “companies”. Due to the fact of being human creations, institutions<br />

are built over some axiological assumptions and, therefore, personify and express<br />

values. These values, at the same time, can be grouped in different “philosophical<br />

regions” such as ethics, aesthetics and epistemology, to mention just some of<br />

them. Justice and goodness are ethic values par excellence.<br />

The article therefore deals with such values and proposes them as fundamental<br />

components for institutional success. To achieve this, it starts by presenting a general<br />

approach to the concept of ethics.<br />

Palabras clave »<br />

Keywords<br />

Institución, axiología, ética, justicia, bondad.<br />

Institution, axiology, ethics, justice, goodness.<br />

* Docente INPAHU. Filósofo.<br />

Magister en Filosofía. Editor<br />

general de la Universidad<br />

de San Buenaventura de<br />

Bogotá. Autor de la serie de<br />

libros Ética de la empresa y<br />

valores corporativos (Paulinas<br />

2004-2008). Ganador del<br />

premio Colombia a la Cultura<br />

Empresarial, 2006.


30<br />

Acerca de la justicia y la bondad en las instituciones | Álvaro Andrés Hamburger Fernández<br />

“La ética sirve para actuar racionalmente, para obrar bien, en el conjunto de la vida entera; ayuda a ordenar las metas de la vida<br />

inteligentemente”<br />

(Cortina, 2000, pág.17)<br />

1. Aproximación a la noción de ética<br />

La justicia y la bondad son valores de<br />

raigambre eminentemente ética. Por<br />

eso, antes de abordarlos es pertinente<br />

preguntarse:¿qué es la ética?<br />

Algunos de los conceptos más conocidos a<br />

lo largo de la historia son:<br />

••<br />

El término ética deriva de ethos,<br />

que significa “costumbre”. Por<br />

ello se ha definido con frecuencia<br />

la ética como la doctrina de las<br />

costumbres (Ferrater, 1958).<br />

••<br />

“En la evolución posterior del sentido<br />

del vocablo, lo ético se ha identificado<br />

cada vez más con lo moral, y la ética<br />

ha llegado a significar propiamente<br />

la ciencia que se ocupa de los objetos<br />

morales en todas sus formas, la filosofía<br />

moral” (Ferrater, 1958, pág. 459).<br />

••<br />

En general, la ética es la ciencia de la<br />

conducta humana (Abbagnano, 1996).<br />

••<br />

“Existen dos concepciones<br />

fundamentales de esta ciencia, a<br />

saber: a) la que la considera como<br />

ciencia del fin al que debe dirigirse<br />

la conducta de los hombres y de los<br />

medios para lograr tal fin y derivar,<br />

tanto el fin como los medios, de la<br />

naturaleza del hombre; b) la que la<br />

considera como la ciencia del impulso<br />

de la conducta humana e intenta<br />

determinarlo con vistas a dirigir<br />

o disciplinar la conducta misma”<br />

(Abbagnano, 1996, págs. 466-467).<br />

Cabe recordar que a la primera se le conoce<br />

como ética del fin, pues busca alcanzar<br />

el ideal al que el hombre se dirige por su<br />

naturaleza (pretende descubrir lo que el<br />

hombre es en esencia); mientras que a la segunda<br />

se le denomina ética del móvil, pues<br />

habla de los motivos o de las causas de la<br />

conducta humana.<br />

••<br />

La ética es la ciencia de las virtudes.<br />

La virtud que comprende a todas las<br />

demás es la justicia. (Platón, 2003).<br />

••<br />

El propósito o fin de la ética es la<br />

eudemonía (felicidad) del hombre.<br />

Sólo se puede ser feliz por las virtudes,<br />

tanto las virtudes éticas como las<br />

virtudes dianoéticas (Aristóteles, 2000).<br />

Ahora bien, cuando la ética sale del terreno<br />

específicamente filosófico y busca influir<br />

en diferentes ámbitos de la actividad humana,<br />

surgen las denominadas éticas aplicadas.<br />

La ética política, la ética médica, la ética<br />

de la empresa y la ética ecológica son, entre<br />

otras, algunas de estas éticas. En tal perspectiva,<br />

el asunto que se está tratando en<br />

este artículo es un tema de ética aplicada,<br />

concretamente de ética organizacional o<br />

empresarial, pues adapta dos principios<br />

éticos muy generales (la justicia y la bondad)<br />

a situaciones específicas del ámbito<br />

institucional.<br />

A. La justicia<br />

La justicia es para Platón, lo acabamos de<br />

decir, “la virtud que comprende o encierra<br />

a todas las demás”; mientras que para Aristóteles<br />

es “una de las principales virtudes<br />

éticas”.<br />

Si en un intercambio una de las partes recibe de la<br />

otra menos de lo que corresponde por lo que ha<br />

entregado a ésta, se dice que el intercambio no es<br />

justo. Si se supone que pertenecen a una persona<br />

o a una cosa ciertas propiedades que se le niegan<br />

o retiran, se dice que tal negación o tal sustracción<br />

no es justa. He aquí dos de las fuentes que suelen<br />

dar origen a la idea de la justicia: Una es la igualdad<br />

(en determinados respectos) entre dos partes;<br />

la otra es la posesión por una persona o cosa de lo<br />

que le corresponde y la restitución a una u otra de<br />

semejante posesión (Ferrater, 1958, pág. 756).


Universidad y contexto<br />

31<br />

Otras definiciones que se han dado a lo largo<br />

de la historia son las siguientes (Hamburger,<br />

2008):<br />

a. La justicia es una ley universal<br />

que restituye a cada cosa y a cada<br />

persona lo que se le debe y a la<br />

vez aniquila lo que no se debe<br />

(primeros pensadores griegos).<br />

b. La justicia es la condición de la<br />

felicidad. El hombre injusto no<br />

puede ser feliz (Sócrates).<br />

c. La justicia es algo que debe ser<br />

deseado por sí mismo y no por<br />

sus resultados (Platón).<br />

d. La justicia no es solamente una<br />

alta virtud; es la virtud esencial<br />

y suprema del Estado, que debe<br />

organizarse enteramente según<br />

ella: el Estado ideal es el Estado<br />

donde domina la justicia (Platón).<br />

e. Se debe distinguir entre “justicia<br />

distributiva” y “justicia conmutativa”.<br />

La primera consiste en dar a cada uno<br />

de los ciudadanos del Estado lo que<br />

le corresponde según sus méritos. La<br />

segunda regula las relaciones, tanto<br />

voluntarias como involuntarias,<br />

de unos ciudadanos con otros. La<br />

justicia distributiva es adjudicación<br />

de por un tercero; la conmutativa,<br />

mero intercambio (Aristóteles).<br />

f. Cuando los hombres se aman los<br />

unos a los otros no es necesaria<br />

la justicia (Aristóteles).<br />

Un concepto de justicia que puede ser perfectamente<br />

extrapolado al ámbito de las<br />

instituciones es el que propone Perelman<br />

(1945, citado por Ferrater, 1958). Según<br />

este autor, la justicia puede significar seis<br />

tipos de afirmación:<br />

••<br />

A cada uno lo mismo.<br />

••<br />

A cada uno según sus méritos.<br />

••<br />

A cada uno según sus obras.<br />

••<br />

A cada uno según sus necesidades.<br />

••<br />

A cada uno según su rango.<br />

••<br />

A cada uno según lo<br />

atribuido por la ley.<br />

Aclara Perelman que todas estas concepciones<br />

son incompatibles entre sí, pero<br />

hay en ellas algo de común, de tal manera<br />

que se puede definir la justicia como “un<br />

principio de acción según el cual los seres<br />

de una misma categoría esencial deben ser<br />

tratados del mismo modo”.<br />

Llevemos el concepto de justicia de Perelman<br />

a las instituciones y encontraremos<br />

entonces:<br />

1. Una institución es justa cuando da a<br />

cada uno lo mismo, es decir, cuando, a<br />

condiciones iguales, retribuye a todos<br />

de la misma manera; sin otorgar ventajas<br />

o privilegios a unos y a otros no;<br />

tratando a todos por igual.<br />

2. Una institución es justa cuando da a<br />

cada uno según sus méritos. Esto ocu-<br />

Un tipo de saber que orienta<br />

la acción humana en sentido<br />

racional<br />

Exige que las<br />

personas<br />

Reflexionen antes<br />

de actuar<br />

Actúen conforme a las<br />

decisiones tomadas<br />

Definan el fin de sus<br />

acciones<br />

Figura 1. Definiciones<br />

preliminares de ética<br />

Ética<br />

es<br />

La ciencia del bien vivir,<br />

del vivir bien<br />

Busca que las<br />

personas<br />

Identifiquen los hábitos<br />

que deben asumir<br />

La ciencia de las<br />

virtudes humanas<br />

Orienta a las<br />

personas<br />

hacia<br />

Determinen los valores que<br />

orientarán su conducta<br />

La prudencia<br />

(forjar el carácter)<br />

La Justicia (acatar los<br />

derechos humanos)<br />

FUENTE: Hamburger, 2004,<br />

pág. 21


32<br />

Acerca de la justicia y la bondad en las instituciones | Álvaro Andrés Hamburger Fernández<br />

rre cuando la entidad tiene en cuenta<br />

los esfuerzos, las acciones o las cualidades<br />

que hacen que una persona sea<br />

digna de aprecio o de recompensa. En<br />

este sentido, por ejemplo, es justo recompensar<br />

mejor a un empleado que ha<br />

acumulado mayores méritos que otro o<br />

que otros.<br />

3. Una institución es justa cuando da a<br />

cada uno según sus obras. Este es el mismo<br />

caso de los méritos y aplica de la misma<br />

manera, sólo que los méritos hacen<br />

alusión a cuestiones más cualitativas que<br />

cuantitativas; mientras que las obras se<br />

refieren a asuntos más cuantitativos que<br />

cualitativos. Así, es justo que una entidad<br />

recompense mejor a un empleado<br />

que con obras ha demostrado fidelidad a<br />

ella, que a otro que no lo ha hecho.<br />

4. Una institución es justa cuando da a<br />

cada uno según sus necesidades. En<br />

este caso la justicia está asociada no a<br />

virtudes, méritos, obras o cualidades,<br />

sino a carencias o dificultades. De esta<br />

manera, es justo que una empresa, por<br />

ejemplo, remunere mejor a un empleado<br />

que tiene dificultades económicas, o<br />

problemas de salud, o dificultades familiares,<br />

que a otro que, aunque igual o<br />

mejor trabajador, no experimenta estas<br />

necesidades.<br />

5. Una institución es justa cuando da a<br />

cada uno según su rango. Este tipo de<br />

justicia es quizá el que más se da o se<br />

aplica en las empresas. En efecto, las<br />

empresas elaboran sus escalas salariales<br />

con base en los rangos: cuanto más alto<br />

es el cargo y la responsabilidad de los<br />

funcionarios, mayor es la compensación<br />

salarial.<br />

6. Una institución es justa cuando da a<br />

cada uno según lo atribuido por la ley.<br />

Respetar y acatar la ley son ya, de por<br />

sí, acciones de justicia, pues la ley, como<br />

se sabe, busca regular las relaciones. Es<br />

mucho más justa con el Estado y con la<br />

sociedad una institución que cumple<br />

sus compromisos fiscales, por ejemplo,<br />

que otra que no lo hace. Lo mismo podría<br />

decirse de las entidades que respetan<br />

las políticas laborales y salariales<br />

promulgadas por las autoridades gubernamentales.<br />

Otros autores también proponen nociones<br />

de justicia que pueden ser aplicadas en el<br />

ámbito de las instituciones. Es el caso de<br />

Nicola Abbagnano (1996), para quien la eficiencia<br />

de la justicia se hace evidente en la<br />

capacidad que ella tenga de garantizar la<br />

consecución de un fin último o valor absoluto.<br />

Los fines a los que más a menudo se<br />

ha recurrido son:<br />

a. La felicidad. La justicia es eficaz cuando<br />

garantiza la felicidad conservando<br />

el orden en la sociedad. “Son justas<br />

las cosas que procuran o mantienen<br />

la felicidad o parte de ella en la<br />

comunidad” (Aristóteles). Cuanto más<br />

justa es una sociedad, más feliz es.<br />

b. La utilidad. La justicia es eficaz<br />

cuando es útil a la sociedad; es decir,<br />

cuando se convierte en solución a<br />

determinadas situaciones humanas.<br />

Las personas y las sociedades más<br />

justas son a la vez las personas<br />

y las sociedades más útiles.<br />

c. La libertad. La justicia es eficaz cuando<br />

ayuda a eliminar los obstáculos<br />

opuestos a la libertad. Cuanto más<br />

justa es una sociedad, más libre es.<br />

d. La paz. La justicia es eficaz cuando<br />

contribuye a alcanzar la paz.<br />

Un ordenamiento justo es un<br />

ordenamiento que garantice la<br />

paz, sustrayendo a los hombres<br />

del estado de guerra. Las<br />

personas y las sociedades más<br />

justas son a la vez las personas y<br />

las sociedades más pacíficas.<br />

Siguiendo estos cuatro fines se puede decir<br />

que una institución es más justa si produce<br />

felicidad a la sociedad y a los individuos,<br />

si es útil a la comunidad, si contribuye al<br />

logro de la libertad y si es fuente de paz y<br />

de reconciliación de las personas.<br />

En su obra Valores en la empresa, Emilio Planas<br />

(2000: 39) afirma:<br />

“La diferencia entre las empresas que<br />

establecen políticas hacia sus stakeholders<br />

más justas que las demás tienen como<br />

base la búsqueda de valores éticos que en<br />

función de proyección de utilidades, han


Universidad y contexto<br />

33<br />

PAZ<br />

FELICIDAD<br />

¿Contribuye la institución al logro<br />

de una mayor felicidad de<br />

las personas y de la<br />

sociedad?<br />

¿Ayuda la institución<br />

a mejorar las relaciones, la<br />

tolerancia, la comprensión y el buen<br />

trato entre personas y entre<br />

entidades?<br />

LIBERTAD<br />

¿Hace más libres la<br />

institución a sus miembros y a la<br />

comunidad en general procurándoles<br />

posibilidades de elección y decisión?<br />

UTILIDAD<br />

¿Es la institución útil a sus<br />

trabajadores, a su sociedad y a su<br />

entorno natural?<br />

Figura 2. La justicia<br />

en la institución como<br />

expresión de valores<br />

absolutos<br />

FUENTE: Hamburger, 2008,<br />

pág. 332 (Adaptación)<br />

demostrado que en el tiempo, es decir,<br />

en el mediano y largo plazos, aseguran un<br />

rendimiento mayor que las centradas en el<br />

rendimiento inmediato que no dudan en<br />

aprovecharse de la debilidad de alguna de<br />

las partes. (…) En general, las relaciones no<br />

equilibradas con bases justas, tenderán a<br />

romperse, es cuestión únicamente de tiempo”.<br />

Sostiene Planas que, además, las empresas<br />

y las instituciones juegan un importante<br />

papel en la labor de asegurar la paz que<br />

tanto necesitan todas las sociedades, y se<br />

pregunta: “¿cómo pensar que habrá paz en<br />

las empresas, si no existe una conciencia en<br />

las actos empresariales de que la injusticia<br />

es la principal causa del rompimiento de<br />

la paz?”. Puntualiza que, en las formas de<br />

organización del trabajo, la justicia es un<br />

valor de mucha trascendencia, porque las<br />

consecuencias de ser o no ser una empresa<br />

justa, ser o no ser un empresario justo, es<br />

vivir en un mundo más pacífico o en uno<br />

de guerra.<br />

Finalmente, Planas dice que la justicia en las<br />

instituciones tiene aplicaciones bastante amplias,<br />

destacándose los siguientes aspectos:<br />

••<br />

Justicia en la remuneración del trabajo.<br />

••<br />

Justicia en el trato a los clientes.<br />

••<br />

Justicia en la selección de personal<br />

para los ascensos en la institución.<br />

••<br />

Justicia en los sistemas de observación<br />

y evaluación del desempeño laboral.<br />

••<br />

Justicia en las relaciones con<br />

los proveedores y bancos.<br />

••<br />

Justicia en el manejo de las<br />

prestaciones sociales.<br />

••<br />

Justicia en el manejo de los<br />

permisos y horarios especiales.<br />

B. La bondad<br />

La bondad es la excelencia de una persona<br />

o de un objeto cualquiera. En sentido general,<br />

es la inclinación natural a hacer el bien.<br />

Para algunos pensadores como Baumgarten<br />

(citado por Abbagnano, 1996, pág. 134),<br />

“la bondad es la determinación de la voluntad<br />

para hacer bien a los demás. El beneficio<br />

es la acción útil para otro, sugerida<br />

por la bondad”. En este sentido, la bondad<br />

se identifica con lo que Aristóteles llamaba<br />

benevolencia (Abbagnano, 1996).<br />

Analizando estas definiciones, encontramos<br />

que el término bondad tiene las siguientes<br />

acepciones principales:<br />

a. Bondad como excelencia.<br />

b. Bondad como inclinación<br />

general hacia el bien.<br />

c. Bondad como benignidad o voluntad<br />

de hacer el bien a las personas.<br />

d. Bondad como benevolencia<br />

o propensión al afecto, a la<br />

indulgencia y a la tolerancia.<br />

Aunque en principio la bondad parece ser<br />

un valor que se restringe al mundo de las


34<br />

Acerca de la justicia y la bondad en las instituciones | Álvaro Andrés Hamburger Fernández<br />

Figura 3. La<br />

bondad como valor<br />

institucional<br />

FUENTE: Hamburger, 2008,<br />

pág. 334 (Adaptación)<br />

Búsqueda<br />

de la<br />

EXCELENCIA<br />

LA BONDAD INSTITUCIONAL<br />

Como expresión de<br />

Inclinación<br />

hacia el<br />

BIEN<br />

Sentido de<br />

BENIGNIDAD<br />

Propensión<br />

hacia la<br />

BENEVOLENCIA<br />

personas, también es posible extrapolarlo<br />

al ámbito de las instituciones. De estas se<br />

puede afirmar que son “buenas”, o que son<br />

“malas” dependiendo de las actitudes y las<br />

acciones que desplieguen en el ejercicio de<br />

sus labores. En tal sentido, es posible hacerse<br />

dos preguntas iniciales: ¿por qué las<br />

instituciones deben ser bondadosas?, y ¿de<br />

qué modo las instituciones pueden ser buenas?<br />

Las respuestas a estas preguntas es lo<br />

que podría permitirnos hablar de la bondad<br />

como valor corporativo que, en este caso, sería<br />

la inclinación consciente de la institución<br />

hacia la excelencia, hacia el bien, hacia la benevolencia<br />

y hacia la benignidad.<br />

1. La búsqueda de la excelencia<br />

en la institución<br />

La primera manifestación del valor de la<br />

bondad en la institución está relacionada<br />

con la búsqueda de la excelencia. La excelencia<br />

se hace evidente cuando la organización,<br />

en el desarrollo de sus actividades, alcanza<br />

los objetivos para los cuales fue creada. En<br />

otras palabras, una institución es buena si<br />

obtiene los resultados que espera. Joaquín<br />

Trigo (2006) lo expresa de esta manera:<br />

"La bondad de una empresa se mide, en primer<br />

lugar, por los resultados que obtiene y justifican su<br />

existencia. Es una condición necesaria y suficiente.<br />

A partir de ahí, es bueno que se fije más metas<br />

que sirvan directamente a otros, pero sin olvidar<br />

que la ordenación de los objetivos por cubrir es<br />

lexicográfica. Así, lo que hace la fundación de Bill<br />

Gates es encomiable, pero es posible gracias a los<br />

recursos que generó en su empresa, y con el trabajo<br />

en ella ha hecho más por la humanidad que<br />

con el buen uso de los beneficios generados…<br />

que no es poco (Trigo, 2006)".<br />

Se deduce de esta afirmación de Trigo, que<br />

la empresa debe “ser buena” en lo que hace;<br />

es decir, debe ser competitiva y alcanzar<br />

resultados económicos. Estos resultados le<br />

permitirán luego ser bondadosa en otros<br />

sentidos más profundos y altruistas que el<br />

financiero, como buscar el bien, ser benigna<br />

y ser benévola.<br />

2. La institución inclinada<br />

a hacer el bien<br />

Si la bondad se define como la determinación<br />

de la voluntad para hacer bien a los demás,<br />

las instituciones bondadosas son aquellas<br />

que generan bienestar, calidad de vida,<br />

prosperidad económica, altos estándares de<br />

comodidad, y confort para los individuos<br />

y las comunidades. Hacer el bien significa<br />

aumentar el beneficio, que es la acción útil<br />

para otro surgida de la bondad. Es buena<br />

entonces la institución que incrementa los<br />

beneficios individuales y sociales: tanto<br />

los económicos, productivos y financieros,<br />

como los sociales, culturales, humanos y<br />

ecológicos.<br />

Pero, como bien se afirma en la definición,<br />

la bondad no es algo que la institución<br />

deba dejar al azar o al acaso; por el contrario,<br />

debe responder a la voluntad explícita<br />

de la institución, mediante la cual<br />

se compromete a hacer el bien, a generar<br />

beneficios sociales, humanos y ecológicos.<br />

Concretamente, las instituciones deben<br />

crear o adscribirse a programas y a entidades<br />

sin ánimo de lucro, ONG y grupos de<br />

beneficencia o de carácter humanitario que<br />

luchan contra el hambre, la pobreza, la explotación,<br />

la discriminación, la violencia; o<br />

que tienen programas para favorecer a la<br />

niñez, el cuidado de los ancianos, la educación<br />

de los más pobres, la promoción<br />

de la salud, etcétera. En otras palabras, la<br />

bondad institucional es directamente proporcional<br />

al sentido humanitario, altruista<br />

y filantrópico que logre encarnar.<br />

3. La benignidad en la institución<br />

La benignidad, término raro o extraño en el<br />

mundo de las instituciones, alude al carácter<br />

de las personas que hace de ellas seres<br />

afables y benévolos; es decir, seres simpáticos,<br />

agradables, suaves en el trato y que


Universidad y contexto<br />

35<br />

manifiestan buena voluntad hacia las demás<br />

personas. ¿Cuándo entonces se puede<br />

decir que una institución es benigna? Esto<br />

ocurre cuando dentro de sus políticas y valores<br />

la entidad ha optado conscientemente<br />

por inculcar entre sus funcionarios una<br />

“cultura” del buen trato y del respeto.<br />

4. La benevolencia en la institución.<br />

Por ser manifestación de la bondad, benevolencia<br />

es un término muy parecido y<br />

cercano a benignidad. La bondad como benevolencia<br />

es la propensión al afecto, a la<br />

indulgencia y a la tolerancia. En tal sentido,<br />

la benevolencia es condición previa de la<br />

benignidad, pues prepara o sirve de base al<br />

carácter propio de las personas benignas.<br />

Las instituciones cuentan con dos formas<br />

concretas de fortalecimiento de la benevolencia:<br />

••<br />

Haciendo explícito en sus perfiles<br />

profesionales y ocupacionales lo<br />

que esperan de sus funcionarios<br />

y empleados al respecto.<br />

••<br />

Ofreciendo programas de formación<br />

y capacitación en relaciones humanas<br />

a todo el personal de la compañía.<br />

En todo caso, la aplicación del valor de la<br />

bondad en las instituciones no es un asunto<br />

de poca monta. En efecto, hemos dicho en<br />

reiteradas oportunidades que la institucional<br />

es una actividad humana, desarrollada<br />

por humanos y encaminada a resolver necesidades<br />

humanas con calidad. Para nadie<br />

es un secreto que todos anhelamos ser<br />

tratados humanamente, que nadie quiere<br />

ser humillado, explotado, maltratado o ignorado.<br />

En este contexto, definitivamente,<br />

la bondad es un valor fundamental, pues<br />

aporta elementos muy valiosos a la tarea<br />

de humanizar todos los ámbitos de la experiencia<br />

humana, entre ellos, obviamente,<br />

la experiencia del trabajo, la productividad<br />

y la búsqueda del bien común.<br />

Conclusiones<br />

1. Hoy nadie duda de la importancia de<br />

la ética tanto para los individuos como<br />

para las instituciones. De ahí el auge de<br />

las éticas aplicadas que buscan llevar a<br />

ámbitos concretos del actuar humano<br />

unos principios éticos generales o universales.<br />

La ética de las organizaciones,<br />

o institucional, es una de estas éticas entre<br />

las que destacan actualmente, entre<br />

otras, la ética médica, la ética ecológica<br />

y la ética política.<br />

2. Las instituciones que quieran generar<br />

una cultura de talante ético no podrán<br />

soslayar dos valores básicos: la justicia<br />

y la bondad. Tanto esta como aquella<br />

pueden ser aplicadas en el ámbito de<br />

la institución generando credibilidad,<br />

confianza y fidelidad de los usuarios y<br />

de la sociedad.<br />

3. Siendo las instituciones organismos que<br />

desempeñan una función de interés público,<br />

están obligadas a ser justas y bondadosas,<br />

pues de esta manera aseguran<br />

la transparencia y la equidad en el cumplimiento<br />

de su misión. Por otra parte,<br />

la responsabilidad social empresarial,<br />

tan en boga hoy por hoy, se fundamenta<br />

principalmente en valores éticos.<br />

Referencias Bibliográficas<br />

Abbagnano, N. (1996). Diccionario de filosofía. México DF,<br />

México: Fondo de Cultura Económica.<br />

Aristóteles (2000). Ética Nicomaquea. Madrid, España: Gredos.<br />

Cortina, A. (2000). Ética de la empresa. Claves para una nueva<br />

cultura empresarial. Madrid, España: Trotta.<br />

Ferrater, J. (1958). Diccionario de filosofía. Buenos Aires,<br />

Argentina: Editorial Suramericana.<br />

Ferrater, J. (1981). Diccionario de filosofía, 2. Barcelona, España:<br />

Alianza Editorial.<br />

Hamburger, A. (2004). Ética de la empresa, el desafío de la nueva<br />

cultura empresarial. Bogotá, Colombia: Paulinas.<br />

Hamburger, A. (2008). Los valores corporativos en la empresa,<br />

cómo suscitarlos, difundirlos y vivenciarlos. Bogotá, Colombia:<br />

Paulinas.<br />

Planas, E. (2000). Valores en la empresa. México DF, México:<br />

Trillas.<br />

Platón (2003). “República”, en: Diálogos, obra completa, Vol. IV.<br />

Madrid, España: Gredos.<br />

Trigo, J. (2006). Las facetas del beneficio, en:<br />

http://www.cincodias.com/articulo/


36<br />

Prospectiva universitaria | Zunilda Pabón Martínez<br />

Prospectiva universitaria:<br />

la universidad abierta a sus entornos, el nuevo paradigma<br />

Autor »<br />

Zunilda Pabón Martínez*<br />

Resumen »<br />

La universidad del nuevo milenio debe ser una institución abierta, que se relaciona<br />

con su medio, que establece vínculos relaciones y redes de cooperación<br />

interinstitucional rebasando la frontera de lo local. La extensión legitima la<br />

presencia de la universidad al establecer el vínculo del país y el mundo. Histórica<br />

y conceptualmente, la universidad es una institución creadora de cultura,<br />

que brinda un servicio público a la sociedad, que debe contribuir al desarrollo<br />

económico y social, aportando desde su saber a la competitividad planteada<br />

en el contexto de un mundo sin fronteras en una sociedad global. Para lograr<br />

este nuevo paradigma, la prospectiva es una herramienta útil para construir<br />

desde el presente, la universidad abierta a sus entornos.<br />

Abstract »<br />

The new millennium university must be an open university that interacts with its<br />

environment, establishes relations and interinstitutional cooperation networks,<br />

crossing over the local bounds. The extension legitimizes the university’s presence<br />

by establishing its link with the country and the world. Historically and conceptually,<br />

the university is a culture creator institution that provides a public service to the<br />

society, which must contribute to the social and economic development from its<br />

knowledge to the proposed competitivity in the context of a world without frontiers,<br />

in a global society. In order to achieve this new paradigm, the Prospective is<br />

a useful tool to build an open university to its environment, from the present time.<br />

Palabras clave »<br />

Keywords<br />

Entorno, prospectiva, universidad abierta<br />

Environment, prospective, open university.<br />

* Coordinadora de la<br />

Unidad de Prácticas<br />

de INPAHU. Socióloga.<br />

Especialista en Dirección<br />

Prospectiva Estratégica de las<br />

Instituciones de Educación<br />

Superior y Universitaria.


Universidad y contexto<br />

37<br />

“El futuro no está en las computadoras sino en las conexiones”<br />

Kevin Kelly<br />

Este milenio, caracterizado por la sociedad<br />

de la información, privilegia la gestión del<br />

conocimiento como factor primordial para<br />

el desarrollo productivo y el logro de la<br />

competitividad; factor que se ha ido demostrando<br />

como vital en los países de la<br />

Cuenca del Pacífico, donde se afirma claramente<br />

que “el conocimiento, teórico, articulado<br />

con las necesidades específicas de<br />

los sectores productivos, es un motor que<br />

acelera el crecimiento y potencia la productividad<br />

de los factores” (Niño, 2005).<br />

En el siglo XXI la valoración que se le hace a<br />

la universidad, adquiere relevancia, lo que<br />

implica para sus actores un mayor compromiso<br />

en la calidad y en la pertinencia<br />

de su saber. Por eso, es imperativo que las<br />

Instituciones de Educación Superior, IES,<br />

fomenten sus relaciones con el sector externo,<br />

no solo para “proyectar” su conocimiento,<br />

sino para que éste adquiera valor,<br />

sea eficaz, mejor conectado, aprendiendo<br />

de los agentes con quienes se relacionan.<br />

La sociedad colombiana necesita IES que se<br />

formulen nuevos retos, instituciones que<br />

dejen de ser eminentemente de tipo docente,<br />

superando las barreras de lo intramural,<br />

para abrirse a nuevas experiencias con el<br />

sector productivo, con las regiones y con<br />

el contexto internacional. Para ello deben<br />

consolidar su función investigativa y trascender<br />

con la función de extensión, de tal<br />

manera que se cierren las brechas y se acorten<br />

las fronteras entre el sector educativo,<br />

el sector productivo, el Estado e incluso<br />

el mundo mismo, mediante acciones conjuntas,<br />

articuladas y pertinentes que respondan<br />

al bienestar de la colectividad, al<br />

desarrollo nacional y a los requerimientos<br />

globales.<br />

La función sustantiva de proyección social<br />

es lo que permite a las IES desarrollar la capacidad<br />

de tejer redes de colaboración de<br />

mutuo beneficio. Tissen, Andriessen & Lekanne<br />

(2000) afirman que “el motivo más<br />

importante para crear una alianza, es obtener<br />

acceso al conocimiento complementario”.<br />

Mientras que Mójica Sastoque (1991,<br />

pág. 1) afirma “que el desarrollo puede ser<br />

modificado por la intervención de cuatro<br />

actores:<br />

1. El poder, conformado por las diferentes<br />

entidades del Estado.<br />

2. El saber, constituido por las Instituciones<br />

de Educación Superior.<br />

3. La producción, donde se hallan los gremios<br />

que congregan a los diferentes medios<br />

de producción.<br />

4. La comunidad representada en las formas<br />

organizadas de los usuarios.<br />

Desde esta perspectiva, es evidente que las<br />

IES deben ampliar la cobertura de sus relaciones<br />

no sólo para aportar a la sociedad y<br />

al desarrollo, sino para verse enriquecidas<br />

por los actores externos.<br />

En el escenario Visión 2019, que plantea<br />

el desarrollo prospectivo del país a través<br />

de la educación, se formula la necesidad<br />

de que las IES potencien su capacidad de<br />

construir futuro, para generar, recrear y<br />

ofrecer nuevas posibilidades de conocimiento;<br />

para gestionar de manera efectiva<br />

sus competencias; para desarrollar interacciones<br />

de manera proactiva y productiva<br />

con el sector externo, pues "el futuro no es<br />

algo determinado sobre el cual el hombre<br />

y sus colectivos sociales no puedan actuar.<br />

El futuro es ese espacio donde sí se puede<br />

y se debe actuar a diferencia del pasado”<br />

(Pabón, 2002) 1 .<br />

Por ello, las IES, para consolidar sus relaciones<br />

externas, deben planear procesos<br />

de transformación en la gestión del conocimiento<br />

y en la gestión administrativa,<br />

con cambios en sus estructuras organizacionales<br />

y académicas que generen nuevos<br />

procesos de interacción, tejiendo redes de<br />

cooperación a nivel interinstitucional, nacional,<br />

regional e internacional, rompiendo<br />

(1) Es consecuencia de los postulados<br />

planteados por Hugues<br />

de JOUVENEL, 1993, en los que<br />

plantea que el futuro es dominio<br />

de la libertad; el futuro es dominio<br />

del poder y el futuro es dominio<br />

de la voluntad. <strong>Revista</strong> Futuribles,<br />

París, <strong>No</strong>. 179 septiembre 1993<br />

Op. Cit Gil Bolívar Fabio Alberto<br />

Prospectiva estratégica: Desde el<br />

presente se forja el futuro, Bogotá,<br />

UNAD, Pág. 48.


38<br />

Prospectiva universitaria | Zunilda Pabón Martínez<br />

(2) Véase sobre este mismo aspecto<br />

el documento: Características<br />

de calidad: Hacia una universidad<br />

autorregulada, expedido por la<br />

Universidad de los Andes, Universidad<br />

del <strong>No</strong>rte, EAFIT, Universidad<br />

de Antioquia, entre otras.<br />

con el esquema de la universidad tradicional<br />

orientada exclusivamente a la formación<br />

de sus estudiantes.<br />

Hoy, la universidad debe ser parte activa<br />

de los diferentes contextos, debe contribuir<br />

al desarrollo de las comunidades, organizaciones<br />

y de la cultura; debe ser agente<br />

de participación política, aportando con su<br />

acervo de conocimientos al desarrollo integral<br />

de la sociedad; debe estar abierta a recibir<br />

lo que esta misma sociedad le ofrece;<br />

esto es lo que hace vital a la universidad al<br />

insertarse proactivamente en el fenómeno<br />

de la globalidad.<br />

El nuevo paradigma amplió el sentido que<br />

tiene la universitas o “saber universal”, al<br />

reconocer que las IES, no son el único estamento<br />

social poseedor de la verdad; el<br />

conocimiento existente en el medio enriquece<br />

a la universidad, renovándola desde<br />

los saberes que pueden ser construidos en<br />

interlocución efectiva con comunidades y<br />

organizaciones.<br />

Si indagamos en las fuentes de la universidad,<br />

según Borrero (1993), encontramos<br />

que la universidad medieval era parte<br />

constitutiva de la vida social. La academia<br />

aportaba su sabiduría y erudición en la<br />

búsqueda de soluciones a los problemas<br />

que se generaban; así hacía presencia la<br />

universidad en su contexto. Siglos más<br />

tarde, en la universidad estadounidense<br />

se desarrolla el concepto moderno de la<br />

función de extensión, mediante los procesos<br />

de investigación que pone al servicio<br />

de la sociedad como retribución a la comunidad<br />

que le cedía tierras para el campus<br />

universitario. Así mismo, nos dice<br />

Borrero Cabal (1993), que la reforma de la<br />

educación británica por William Sewel, en<br />

la segunda mitad del siglo XX, aporta nuevos<br />

elementos a la extensión, con la concepción<br />

de universidad abierta que rompe<br />

con el claustro universitario encerrado en<br />

sí mismo, para salir y extender sus beneficios<br />

en contextos espaciales diversos: “si<br />

es imposible que la masa social llegue a<br />

la universidad, no debe ser inconveniente<br />

que la universidad llegue a la masa” (Gordon<br />

y White, 1992, pág. 67).<br />

En cuanto a la universidad latinoamericana,<br />

implanta “servicio social” como parte<br />

de la formación del estudiante buscando<br />

que gestione su saber en ámbitos externos<br />

a los recintos universitarios, con los que<br />

empiezan a consolidarse las prácticas curriculares<br />

fuera del claustro universitario,<br />

donde se impulsa el trabajo académico del<br />

estudiante, contextualizado con su entorno,<br />

donde la teoría que asimila y construye<br />

en su proceso de aprendizaje en el aula<br />

debe estar contrastada con la realidad,<br />

hecho que trasciende paulatinamente al<br />

desarrollo de las prácticas en el sector empresarial,<br />

las cuales, en sus inicios, se consideraba<br />

que no respondían a los intereses<br />

esenciales de la academia debido a que el<br />

“saber” universitario debía trascender a las<br />

“necesidades inmediatistas y oportunistas”<br />

de las empresas.<br />

Autores de fines del siglo XX, consolidan<br />

un nuevo concepto: “extensión interactiva”<br />

(Gómez de Mantilla, 1993) 2 , donde<br />

universidad y comunidad participan en<br />

relaciones de horizontalidad en la búsqueda<br />

de sus propias soluciones, lo que permite<br />

a la universidad la retroalimentación<br />

de sus procesos académicos y a la comunidad<br />

el conocimiento y resolución de sus<br />

problemas. Este concepto de la extensión<br />

a la integración e interacción establece un<br />

nuevo paradigma que rompe con la concepción<br />

tradicional de extensión unilateral<br />

de la universidad, más de tipo "paternalista"<br />

o de "beneficencia", para hacer más<br />

dinámico y activo el rol que desempeña la<br />

comunidad, que aporta y crea conocimiento<br />

desde su experiencia.<br />

Serres y Coomb (1994) afirman que las<br />

instituciones universitarias no son guetos<br />

cerrados, ni campos de concentración<br />

del saber sino que, en libertad y autonomía,<br />

las universidades deben abrirse a<br />

su ambiente de influencia que trasciende<br />

las fronteras locales, donde los procesos<br />

de extensión interactiva son básicamente<br />

procesos comunicativos con una explícita<br />

intención formativa basada en una concepción<br />

del desarrollo humano y social;<br />

donde los agentes de extensión universitaria<br />

se insertan en contextos sociocultu-


Universidad y contexto<br />

39<br />

rales e históricos determinados, en los que<br />

interactúan de manera abierta y dinámica,<br />

propiciando la participación en la búsqueda<br />

de soluciones.<br />

En concordancia con la evolución planteada,<br />

se observa cómo la interacción universidad–comunidad-empresa,<br />

es de carácter<br />

bidireccional, mediante<br />

acciones en la sociedad,<br />

para la sociedad y<br />

con la sociedad, superando<br />

las barreras de<br />

"Las universidades<br />

deben abrirse a<br />

su ambiente de<br />

influencia, el cual<br />

trasciende las<br />

fronteras locales".<br />

desconfianza mutua,<br />

de transferencia lineal<br />

del conocimiento, donde<br />

la universidad es<br />

la creadora del conocimiento<br />

y las comunidades<br />

son entes minusválidos que para<br />

gestionar su desarrollo, requieren de un<br />

“lazarillo”: la universidad o en el caso de<br />

la empresa que, del rol de cliente, pasan<br />

a una interacción proactiva, donde la universidad<br />

valora la experticia de la empresa<br />

en campos de desarrollo tecnológico<br />

y la empresa, aprecia los conocimientos<br />

que le aporta la universidad en su gestión.<br />

La prospectiva y su papel para<br />

construir futuro desde un nuevo<br />

paradigma de la universidad<br />

En estricto sentido, hablar de futuro implica<br />

hablar sobre algo que no existe, pero<br />

de una u otra manera buscamos, soñamos<br />

con “construir el mañana”, hacemos planes<br />

para “forjar nuevas realidades”, realizamos<br />

investigaciones para definir y determinar<br />

las alternativas futuras a las que nos<br />

enfrentamos.<br />

La prospectiva, entendida como reflexión<br />

para iluminar la acción del presente con<br />

la luz de los futuros posibles, es herramienta<br />

fundamental para alcanzar resultados<br />

integrales y pertinentes en este<br />

campo de la interacción externa. Desde la<br />

visión prospectiva podemos afirmar que<br />

el futuro no es una realidad única y predeterminada<br />

sino una realidad múltiple,<br />

elegida y construida por el hombre y sus<br />

colectivos.<br />

Vivimos en un mundo de cambios constantes<br />

y acelerados, ya no es suficiente con<br />

tener organizaciones flexibles y adaptables<br />

para dar una respuesta pronta al entorno,<br />

bien podían haber sido válidos cuando el<br />

ritmo de los cambios eran lentos, pero no<br />

hoy, donde las transformaciones no dan<br />

espera, donde debemos ser competitivos<br />

si queremos ser exitosos.<br />

Sólo desde una<br />

reflexión anticipatoria<br />

se pueden generar<br />

cambios más pertinentes,<br />

la “adaptabilidad<br />

instantánea no deja de<br />

ser una vana ilusión”;<br />

por ello, se plantea que<br />

al interior de nuestras<br />

instituciones debemos<br />

“impulsar tres conceptos que son base de<br />

la competitividad estratégica: anticipación,<br />

innovación y rapidez (Mojica, 1998).<br />

Estos aspectos deben caracterizar a las organizaciones<br />

altamente productivas, en<br />

contraposición a las que se distinguen por<br />

prácticas de tipo contestatario, con posiciones<br />

conservadoras e insulares que las<br />

alejan de una realidad global e interdependiente.<br />

Llegar a la prospectiva es el resultado<br />

de un proceso de maduración de la<br />

corriente del pensamiento humano, no del<br />

azar; implica pasar de un proceso simplista<br />

de percepción del futuro, a un proceso<br />

sistematizado que acorte las brechas de la<br />

incertidumbre (Mojica, 1998).<br />

Para la universidad del futuro debe ser<br />

un “proceso histórico” y no un destino<br />

al que se llega, es un escenario elegido y<br />

construido por los esfuerzos y la voluntad<br />

proactiva de su colectivo que quiere llegar<br />

hasta él, interviniendo estratégicamente el<br />

presente para el mejoramiento de la calidad<br />

de vida humana, con ideales y valores<br />

universitarios que edifiquen un mundo<br />

mejor.<br />

Planear, prospectar, direccionar a través<br />

de proyectos de largo aliento y con visión<br />

futurista es lo que empieza a dotarnos de<br />

poder, a no estar al vaivén de los cambios,<br />

a tomar decisiones más libres, más pen-


40<br />

Prospectiva universitaria | Zunilda Pabón Martínez<br />

sadas y menos producto del impulso, del<br />

azar o de las presiones del cambio no esperado.<br />

Desde esta perspectiva, el futuro de la universidad<br />

es verdaderamente un espacio<br />

de construcción que lleva a la concepción<br />

más humanizadora del hombre, en su capacidad<br />

de autodeterminación, desde su<br />

esencia como institución con una responsabilidad<br />

social que interacciona con sus<br />

semejantes, para ir construyendo historia,<br />

para ir tejiendo sociedad, para ir aportando<br />

a la cultura, conforme a los parámetros que<br />

ella misma se demarca desde su proyecto<br />

histórico institucional.<br />

Esta metodología nos llevaría a que las<br />

instituciones universitarias se conviertan<br />

en vigías que otean permanentemente el<br />

horizonte, para realizar acciones de intervención<br />

del presente, en un ejercicio sistematizado<br />

de reflexión sobre la realidad que<br />

pretendemos abordar; donde la “arquitectura<br />

del futuro” debe ser asumida por el<br />

colectivo institucional a través de un PEI<br />

de largo plazo, que avizorando los escenarios<br />

futuribles del mundo, del país, de las<br />

organizaciones y de la misma universidad,<br />

direccione su presente para construir el escenario<br />

deseado por todos, en un contexto<br />

global.<br />

Estratégicamente necesitamos universidades<br />

abiertas, que aporten efectivamente a<br />

la sociedad, con una interacción que conjugue<br />

esfuerzos y experiencias para el beneficio<br />

mutuo.<br />

Referencias Bibliográficas<br />

Borrero C., A. (1992). La educación permanente o no formal y la<br />

función universitaria de extensión. Simposio Permanente sobre<br />

la Universidad, V Seminario General, Conferencia 29, Bogotá,<br />

Colombia.<br />

Gallego R., Pabón Z. & Urrego J. de D.(1994). Ser y sentido de<br />

la educación técnica y tecnológica- INPAHU. Bogotá, Colombia.<br />

Gómez de M., L. T. (1993). De la extensión a la integración.<br />

Bogotá: Universidad Nacional.<br />

Mojica S., F. J.(1998). Análisis del siglo XXI. Concepto de<br />

Prospectiva. México: Alfaomega.<br />

Niño D., J. La gestión como motor de la relación universidad -<br />

sector productivo. (1995) Bogotá.<br />

Pabón M., Z. R. (1993). Marco teórico de los fundamentos del<br />

Proyecto Educativo Institucional. Bogotá: INPAHU.<br />

Pabón M., Z. R.(2002). Ensayo sobre Prospectiva, SERRES y<br />

COOMB. Icfes, Reinvención de la Universidad, Prospectiva para<br />

soñadores, Bogotá, julio de 1994. Bogotá, Colombia.<br />

Tissen, Andriessen & Lekanne D.(2000). El valor del<br />

conocimiento. Edit. Prentice Hall.<br />

Mojica S., J. F. (1991). La prospectiva. Técnicas para visualizar el<br />

futuro, Bogotá: Legis Editores, S.A


Universidad y contexto<br />

41<br />

Instituciones de educación superior<br />

y el mercadeo de la oferta educativa en Colombia<br />

Autor »<br />

Juan Carlos Reyes Rojas*<br />

Resumen »<br />

La educación es un derecho de todos los ciudadanos y las instituciones de educación superior<br />

son organizaciones que posibilitan el acceso a este derecho, son empresas que deben<br />

ser viables económicamente. Esto quiere decir que a pesar de su estatus de organizaciones<br />

sin ánimo de lucro, deben preocuparse por la satisfacción de sus “clientes” y a la vez, generar<br />

ingresos. Una apropiada gestión de mercadeo 1 de estas instituciones es necesaria para<br />

lograr el cometido anterior.<br />

Esto supone la satisfacción de sus clientes (estudiantes), también de sus profesores, de sus<br />

proveedores, de sus empleados, de la comunidad en general, y por supuesto, de quienes<br />

han invertido su capital para ofrecer este servicio. Tomando como referente el texto Los diez<br />

pecados capitales del marketing y la experiencia del autor del presente artículo, se realiza<br />

una examen de la gestión de estas instituciones, en el logro de su papel como empresas<br />

de servicios. Si estas instituciones aplican correctamente las estrategias de marketing, que<br />

implica en primera instancia la mejor calidad de los servicios educativos ofrecidos, las instituciones<br />

pueden esperar el éxito frente a la competencia que le representan las demás<br />

instituciones. Si no es así y se comenten los pecados del marketing, las instituciones corren<br />

el riesgo de desaparecer.<br />

Abstract »<br />

Education is a right of all citizens and institutions of higher education, organizations that facilitate<br />

access to this law, its companies are to be economically viable. This means that despite its status as<br />

nonprofit organizations, must worry about the satisfaction of their "clients" and generate income too.<br />

An appropriate marketing management of these institutions is necessary to achieve the task earlier.<br />

This involves the satisfaction of their customers (students), also their teachers, their suppliers, their employees,<br />

the community in general and of course those who have invested their capital to offer this<br />

service. Drawing on the text, "The ten deadly sins of marketing" and the author's experience, there is a<br />

management review of these institutions, to achieve its role as service companies. If these institutions<br />

properly implemented marketing strategies, which involves primarily the highest quality of educational<br />

services offered, the institutions can expect success from competition that will represent the other<br />

institutions, if they commit the sins of marketing, institutions are at risk of disappearing.<br />

Palabras clave »<br />

Keywords<br />

Instituciones de educación superior, mercadeo, clientes, oferta educativa.<br />

Higher education institutions, marketing, marketing management, customers,<br />

students, teachers.<br />

* Decano Facultad de Ciencias<br />

Económicas y Administrativas<br />

de INPAHU. Administrador<br />

de Empresas. Magíster en<br />

Educación; especialista en<br />

Docencia Universitaria.


42<br />

Instituciones de educación superior y el mercadeo de la oferta educativa en Colombia | Juan Carlos Reyes Rojas<br />

(1) Según Toca (2006), la comunidad<br />

académica hispana sigue<br />

debatiendo alrededor de los términos:<br />

mercadotecnia, mercadología<br />

y mercadeo, para determinar cuál<br />

se ajusta a la palabra y al concepto<br />

anglosajón marketing. En este<br />

escrito se toma el término mercadeo<br />

pero también aparecen los<br />

otros según se encuentren en los<br />

textos originales, pero con idéntico<br />

significado.<br />

(2) Las organizaciones son<br />

grupos de personas que trabajan<br />

juntas para lograr el propósito de<br />

producir bienes y servicios que<br />

satisfagan las necesidades de los<br />

clientes y para que las organizaciones<br />

puedan justificar su existencia<br />

deben producir algo útil para la<br />

sociedad. (Schermerhorn,2002,<br />

pág. 5)<br />

(3) El mercadeo es un proceso<br />

social y administrativo por medio<br />

del cual los individuos y grupos<br />

obtienen lo que necesitan mediante<br />

la creación e intercambio<br />

de productos y valores con otros.<br />

(Kotler,, 1998, pág. 4)<br />

La educación es un derecho, con carácter<br />

de servicio público, que tiene toda persona<br />

y que resume las libertades de enseñanza,<br />

aprendizaje, investigación y cátedra. Este<br />

es el principal objetivo de la Ley General<br />

de Educación de 1994. Los establecimientos<br />

educativos, públicos y privados son las<br />

entidades que prestan este servicio, en los<br />

diversos niveles de la educación, con el fin<br />

de atender la demanda de formación de la<br />

población colombiana.<br />

El artículo que a continuación se presenta<br />

es ante todo una reflexión, que pretende<br />

dar una mirada a la gestión de mercadeo<br />

de las Instituciones de Educación Superior<br />

(IES), reconociendo que existen varias que<br />

son modelo de gestión y que, por lo tanto,<br />

su acreditación institucional obedece a la<br />

apropiada administración y gestión organizacional,<br />

que las ha llevado a la obtención<br />

de este reconocimiento 2 .<br />

Según información del CNA, las instituciones<br />

acreditadas hasta octubre del 2008 son:<br />

la Pontificia Universidad Javeriana, EAFIT,<br />

Universidad de Antioquia, Universidad<br />

Externado de Colombia, Universidad Industrial<br />

de Santander, Universidad del<br />

Valle, Universidad Tecnológica de Pereira,<br />

Universidad de los Andes, Universidad del<br />

Rosario, Universidad de la Sabana, Universidad<br />

Pontificia Bolivariana, Universidad<br />

de Caldas, Escuela Naval de Suboficiales y<br />

la Universidad de la Salle.<br />

En varios escenarios de discusión se olvida<br />

que las IES son ante todo organizaciones<br />

de servicios que deben ser viables económicamente,<br />

en el sentido de satisfacer necesidades<br />

de formación de los ciudadanos,<br />

pero garantizando, a quienes trabajan en<br />

este campo, un empleo digno que cumple<br />

los requerimientos de ley.<br />

La hipótesis para el lector: Las IES dependen<br />

de una apropiada gestión de mercadeo,<br />

ya que los registros calificados y las<br />

acreditaciones no garantizan que la oferta<br />

educativa se venda por sí misma.<br />

Para plantear esta reflexión, se aborda<br />

como referente teórico el texto los diez pecados<br />

capitales del marketing (Kotler, 2006) y se<br />

contrasta con algunas experiencias que al<br />

autor de este artículo ha tenido como actor<br />

en la educación superior, en IES contempladas<br />

en la ley colombiana: instituciones<br />

técnicas, tecnológicas, instituciones universitarias<br />

y universidades. (Ley 30 de 1992).<br />

El texto citado es fruto del análisis de muchos<br />

años de trabajo por parte del autor<br />

del libro, quien presenta a la comunidad<br />

académica un diagnóstico centrado en diez<br />

grandes aspectos que a continuación se<br />

describen:<br />

1. La empresa no está suficientemente focalizada<br />

en el mercado y orientada hacia<br />

el consumidor.<br />

2. La empresa no conoce totalmente a sus<br />

consumidores objetivo.<br />

3. La empresa tiene que definir y controlar<br />

mejor a sus competidores.<br />

4. La empresa no ha gestionado correctamente<br />

las relaciones con sus grupos de<br />

interés.<br />

5. A la empresa no se le da bien encontrar<br />

nuevas oportunidades.<br />

6. Los planes de marketing y los procesos<br />

de planificación de la empresa son deficientes.<br />

7. La empresa tiene que mejorar sus políticas<br />

de producto y servicio.<br />

8. Las capacidades de creación de marca<br />

y de comunicaciones de la empresa son<br />

insuficientes.<br />

9. La empresa no está bien organizada<br />

para llevar a cabo un marketing efectivo<br />

y eficiente.<br />

10. La empresa no ha hecho una utilización<br />

máxima de la tecnología.<br />

Es importante reconocer que como cualquier<br />

organización, las IES necesitan<br />

clientes, aunque por el tema relacionado<br />

con lo social el término clientes no suene<br />

muy bien, pero finalmente los estudiantes<br />

lo son. En el mismo sentido, es necesario<br />

aceptar que deben hacer mercadeo 3 . Como<br />

en toda organización, las ventas totales se<br />

componen de clientes nuevos y clientes actuales;<br />

para efectos de las IES los clientes<br />

nuevos son los estudiantes que ingresan a<br />

primer semestre y los clientes actuales son


Universidad y contexto<br />

43<br />

aquellos que cursan de segundo semestre<br />

en adelante.<br />

Esta reflexión no pretende desconocer el<br />

hecho relacionado con el derecho a la educación,<br />

ni mucho menos con el estatus de<br />

servicio público. Sin embargo, como se expone<br />

en el párrafo anterior, las instituciones<br />

que ofrecen este servicio, sean públicas<br />

o privadas, necesitan INPUTS (estudiantes,<br />

clientes) para ser viables social y económicamente.<br />

La empresa no está suficientemente<br />

focalizada en el mercado y<br />

orientada hacia el consumidor<br />

“Identificación deficiente de los segmentos<br />

de mercado, insuficiente priorización<br />

de los segmentos de mercado y<br />

carencia de gestores de segmentos de<br />

mercado” (Kotler, 1998, pág. 22).<br />

En este sentido, los segmentos van mucho<br />

más allá de un estrato o tipo de colegio, las<br />

IES deben establecer segmentos específicos<br />

por medio del conocimiento de sus clientes<br />

actuales, es decir, lograr entender la composición<br />

de quienes forman la comunidad<br />

académica de modo tal que se establezcan<br />

edades, ciudades de origen, tipos de colegio<br />

según las modalidades de formación,<br />

según el pago de la matrícula, según los<br />

resultados de las pruebas de estado.<br />

Por otra parte, es muy importante conocer<br />

las expectativas de los bachilleres, quienes<br />

deben llegar a la educación superior.<br />

Para ello se deben experimentar planes<br />

de orientación vocacional en los cuales se<br />

pueda establecer los gustos y afinidades.<br />

En función de lo anterior, las IES deben tener<br />

información acerca de las necesidades<br />

del país y del mundo, con el fin de ofrecer<br />

alternativas de formación pertinentes con<br />

el contexto local y mundial.<br />

Tradicionalmente se piensa que el estudiante<br />

forma parte de la comunidad académica<br />

y por ello no se le brinda trato de<br />

cliente. Las IES deben procurar darle el<br />

estatus de consumidor y actuar en consecuencia<br />

aunque se esté consolidando un<br />

proceso de formación. Muchas veces se<br />

confunde esta situación y al estudiante se<br />

le trata como alguien que no merece toda<br />

la atención y servicio.<br />

Las IES deben abordar los colegios que hayan<br />

sido fruto del estudio del segmento y<br />

preparar a sus “vendedores” para que los<br />

clientes sean abordados correctamente, ya<br />

que esta es una venta técnica en el sentido<br />

de la Ley y las normas que rigen la educación<br />

superior.<br />

La empresa no conoce totalmente<br />

a sus consumidores objetivo<br />

“El último estudio de los consumidores se<br />

hizo hace tres años, los consumidores no<br />

están comprando los productos al ritmo<br />

esperado, los productos de la competencia<br />

se están vendiendo mejor, existe un<br />

elevado nivel de devoluciones y quejas<br />

de los clientes” (Kotler, 1998, pág. 37).<br />

Las IES deben conocer plenamente a sus<br />

clientes con el fin de establecer los segmentos<br />

de mercado apropiados (Klainer, 2008),<br />

en este sentido, se debe conocer al cliente<br />

para establecer variables socioeconómicas,<br />

psicográficas y conductuales con el fin de<br />

mejorar los esfuerzos de mercadeo y concentrarse<br />

así en su segmento.<br />

Dentro de las variables psicográficas están:<br />

personalidad, estilos de vida, intereses,<br />

gustos, inquietudes, opiniones y valores.<br />

En cuanto a las variables conductuales se<br />

encuentran la lealtad de marca; beneficios<br />

buscados: precio, calidad, servicio, tipo de<br />

usuario y nivel de uso.<br />

Muchas IES no son conscientes de que estos<br />

clientes pueden identificarse con una<br />

marca y resolver sus necesidades de formación<br />

a todo nivel en una sola casa de<br />

estudios.<br />

Es necesario reconocer qué fase del ciclo de<br />

vida de los productos (Garrido, 2003, pág.<br />

72) está atravesando la oferta de cada IES.<br />

Esto podría explicar la disminución o incremento<br />

de la demanda de algunos programas.<br />

La oferta de programas puede encon-


44<br />

Instituciones de educación superior y el mercadeo de la oferta educativa en Colombia | Juan Carlos Reyes Rojas<br />

trarse en cualesquiera de las cuatro fases:<br />

emergente, creciente, madurez o declive.<br />

Las devoluciones para el caso de la educación<br />

equivale a la deserción, el estudio<br />

del Sistema de Prevención y Análisis de la<br />

Deserción en las instituciones de educación<br />

superior, SPADIES, ha mostrado que los<br />

estudiantes no se retiran únicamente por<br />

motivos económicos.<br />

La competencia se ha convertido en un factor<br />

de alta incidencia en la gestión de algunas<br />

IES, ya que han generado estrategias<br />

del mercadeo convencional y haciendo uso,<br />

bien sea de la publicidad y otras herramientas,<br />

quitan participación de mercado a otras<br />

que tradicionalmente no habían tenido problemas<br />

de ingreso de nuevos clientes.<br />

La empresa tiene que definir y<br />

controlar mejor a sus competidores<br />

“La compañía carece de un sistema que le<br />

permita reunir y distribuir la inteligencia<br />

competitiva; la compañía se está focalizando<br />

excesivamente en sus competidores<br />

más próximos y está pasando por alto<br />

competidores más alejados y tecnologías<br />

perjudiciales” (Kotler, 1998, pág. 55).<br />

Este punto tiene alta relación con el conocimiento<br />

del segmento, debido a que la<br />

educación superior ofrece varias alternativas<br />

de formación, lo cual hace que la competencia<br />

no se limite al tema estrictamente<br />

geográfico. Este es un aspecto que muchas<br />

IES no analizan con claridad.<br />

Otro aspecto de suma importancia es la comunicación<br />

y enganche de los clientes nuevos,<br />

que ocurre por mejor utilización de la<br />

tecnología; entonces facilitan los procesos<br />

de inscripción logrando así una ligera ventaja<br />

que junto a estrategias de admisión<br />

permiten un cierre de venta efectivo.<br />

La empresa no ha gestionado<br />

correctamente las relaciones con sus<br />

grupos de interés (Stakeholders)<br />

“Los empleados no están satisfechos, no ha<br />

atraído a los mejores proveedores, no tiene los<br />

mejores distribuidores y sus concesionarios<br />

están descontentos, los inversores no están<br />

satisfechos” (Kotler, 1998, pág. 61).<br />

Este aspecto se encuentra muy desigual en<br />

las diversas IES, puesto que los principales<br />

actores en la prestación del servicio son<br />

los docentes y en varias IES no está reglamentado<br />

un escalafón docente, tampoco<br />

responden a las expectativas de quienes<br />

prestan los servicios de docencia. De la<br />

misma manera influye la distribución de<br />

los tiempos en docencia, investigación y<br />

proyección social.<br />

Los proveedores juegan un papel primordial<br />

en la prestación de este servicio,<br />

puesto que las IES no son autosuficientes y<br />

demandan servicios externos. Para lograr<br />

esto, se debe consolidar alianzas estratégicas<br />

que permitan, a cualquier institución,<br />

dedicarse a su campo de acción, es decir, a<br />

la docencia y no a realizar actividades en lo<br />

que otros ya se han especializado.<br />

Aunque no sea común, las IES deben implementar<br />

una figura que haga las veces de<br />

distribuidores y concesionarios, con el fin de<br />

garantizar clientes nuevos en todos los períodos<br />

lectivos. Esto podría manejarse a través<br />

de orientadores profesionales, con el apoyo<br />

de un estudio individual de competencias.<br />

A la empresa no se le da bien<br />

encontrar nuevas oportunidades<br />

“La empresa no ha identificado ninguna<br />

oportunidad llamativa en los últimos<br />

años, la mayoría de las nuevas ideas<br />

que ha lanzado la compañía han<br />

fracasado” (Kotler, 1998, pág 71).<br />

Las IES deben diseñar un sistema para estimular<br />

las nuevas ideas de los empleados.<br />

Esto quiere decir que se debe concretar un<br />

espacio de discusión y análisis para hablar<br />

y debatir nuevas alternativas de negocios y<br />

por supuesto estar abiertos a ellas, sin incurrir<br />

en fraude ni cometer infracciones a la ley.<br />

Dentro de este sistema, se debe pensar en<br />

un plan de estímulos efectivo; por ejemplo,<br />

hacer partícipe del ahorro efectivo a quien


Universidad y contexto<br />

45<br />

generó y puso en marcha la idea de eliminar<br />

un trámite, analizando los beneficios y<br />

haciéndolo partícipe de ello; si en otro caso<br />

alguien puede generar un ingreso, pues<br />

debe participar con un porcentaje de la negociación<br />

realizada.<br />

Este punto se encuentra muy vinculado<br />

con las relaciones que tienen las IES con los<br />

grupos de interés; una persona motivada<br />

genera ideas y valor agregado, encuentra<br />

el buen trato, el respeto por lo que se hace,<br />

el cumplimiento de la jornada del trabajo,<br />

el aprovechamiento del tiempo y hasta los<br />

ingresos económicos.<br />

Los planes de marketing y los<br />

procesos de planificación de la<br />

empresa son deficientes<br />

“El plan de marketing carece de los<br />

componentes lógicos o adecuados,<br />

los planes carecen de un medio para<br />

simular las implicaciones financieras<br />

de estrategias alternativas, los<br />

planes carecen de planificación de<br />

contingencias” (Kotler, 1998, pág. 81).<br />

Se debe realizar un diagnóstico estratégico<br />

para conocer la realidad de la empresa.<br />

Esta realidad dará la medida de lo que<br />

es alcanzable en la organización. Existen<br />

instancias que pueden incidir en las propuestas<br />

y el logro de mejores resultados<br />

comerciales, cumpliendo la promesa básica<br />

ofrecida a los clientes.<br />

Lo anterior es viable siempre que se haga un<br />

análisis de debilidades, oportunidades, fortalezas<br />

y amenazas, DOFA, es decir, un ejercicio<br />

honesto, sincero y ante todo real, puesto<br />

que si la información que se suministra en el<br />

plan de mercadeo no corresponde a la realidad<br />

del entorno y de la empresa, las decisiones<br />

y estrategias tampoco corresponderán<br />

al momento histórico de la IES y por ende la<br />

probabilidad de malos resultados será alta.<br />

La empresa tiene que mejorar sus<br />

políticas de producto y servicio<br />

“La empresa tiene demasiados productos<br />

y muchos están perdiendo dinero. La<br />

empresa está ofreciendo muchos servicios<br />

gratuitamente. La empresa no es fuerte<br />

en la venta cruzada de sus productos<br />

y servicios” (Kotler, 1998, pág. 87).<br />

Se debe realizar un estudio de costos y validar<br />

toda la contabilidad de las IES con la<br />

contabilidad de costos, y generar los informes<br />

de ejecución presupuestal para estimular<br />

la cultura de la austeridad.<br />

Igualmente, analizar qué se está ofreciendo<br />

sin costo y replantear esta situación; también<br />

es importante tener estudios de capacidad<br />

con el fin de establecer si la tasa de<br />

servicio es superior a la tasa de retorno. Si<br />

esta situación no se presenta, se empieza a<br />

prestar el servicio de manera inadecuada.<br />

Por otra parte, las IES tienen una gran<br />

oportunidad en la venta cruzada, puesto<br />

que las necesidades de capacitación son<br />

muy amplias y pueden ofrecerse cursos de<br />

todo tipo, pero debe haber precios y condiciones<br />

que motiven a la compra de estos.<br />

Además, los estudiantes egresados son una<br />

fuente de educación continuada y posgradual.<br />

Si el estudiante se siente satisfecho<br />

con los servicios recibidos seguramente<br />

demandará los servicios de nuevo.<br />

Igualmente, las IES deben ser expertas en la<br />

aplicación del marketing, conocer sobre los<br />

aspectos básicos que deben tener en cuenta<br />

las empresas de servicios, los momentos de<br />

verdad y los principales aspectos que evalúan<br />

quienes demandan servicios.<br />

Con base en lo anterior, se dejaría de oir<br />

frecuentes quejas de los estudiantes, tales<br />

como: “qué desorden en la Facultad de Administración”,<br />

“no hay justicia en esta Facultad<br />

de Derecho”, “qué desinformación<br />

en esta Facultad de Comunicación”, “no se<br />

ve la tecnología en la Facultad de Ingeniería”,<br />

“qué mal atienden en esta Facultad de<br />

Mercadeo”.<br />

Estos comentarios son frecuentes en la comunidad<br />

estudiantil, por eso mismo las<br />

IES, como organizaciones de servicios, deben<br />

ser ejemplo de todo tipo de estrategias<br />

de servicios y preparar a los colaboradores


46<br />

Instituciones de educación superior y el mercadeo de la oferta educativa en Colombia | Juan Carlos Reyes Rojas<br />

con actitud y horarios en los que se atienda<br />

favorablemente sin llegar al servilismo.<br />

Hoy, la calidad es un tema relevante en las<br />

IES, aspecto en el que no se puede ahorrar<br />

dinero. Las IES acreditadas institucionalmente<br />

han demostrado que involucrar calidad<br />

y pensar por procesos significa mejor<br />

prestación del servicio, por lo tanto, mayores<br />

posibilidades de ingresos económicos.<br />

Las capacidades de creación de<br />

marca y de comunicaciones de<br />

la empresa son insuficientes<br />

“El mercado objetivo no sabe mucho de<br />

la empresa, la marca no se considera tan<br />

especial y mejor que las demás marcas,<br />

la empresa asigna el presupuesto a las<br />

mismas herramientas de marketing en las<br />

mismas cantidades aproximadamente<br />

cada año; la empresa hace muy poca<br />

evaluación del impacto de la rentabilidad<br />

de la inversión de sus diferentes programas<br />

promocionales" (Kotler, 1998, pág. 65).<br />

Esta es una labor que las IES deben revisar<br />

con detenimiento, aunque la educación sea<br />

un derecho, debe “ofertar sus servicios”<br />

empleando todos los mecanismos posibles<br />

de comunicación, ojalá haciendo énfasis en<br />

un segmento indicado.<br />

Hoy se ve cómo las IES acuden a canales<br />

que tradicionalmente no eran medios de<br />

comunicación para la educación superior.<br />

Se aprecian comerciales de televisión, cuñas<br />

radiales, avisos de todo tipo en los periódicos<br />

de circulación nacional, material<br />

promocional, eventos feriales, encuentros<br />

y concursos, entre otros medios.<br />

La empresa no está bien<br />

organizada para llevar a cabo un<br />

marketing efectivo y eficiente<br />

“El director de marketing no parece muy<br />

efectivo, el personal carece de algunos de<br />

los conocimientos de marketing necesarios<br />

en el siglo XXI, hay malas vibraciones<br />

entre marketing/ventas y los otros<br />

departamentos”. (Kotler, 1998, p. 111)<br />

Quienes lideran la gestión de mercadeo<br />

en las IES deben conocer sobre el sector<br />

educativo, las principales directrices y los<br />

aspectos legales para la apropiada promoción<br />

de la oferta educativa.<br />

Por otra parte, el líder de cada IES es quien<br />

da la categoría e importancia a los conflictos<br />

que se presentan en este sentido; por ejemplo,<br />

es el área de mercadeo quien realiza los<br />

contactos, y el académico la venta técnica,<br />

pero esta forma de actuar y proceder solo es<br />

fruto del consenso y la delimitación clara de<br />

funciones en las diversas actividades.<br />

También, la década pasada dejó ver que la<br />

educación en su totalidad no era de calidad.<br />

Los indicios de que esto no anda bien<br />

los anunció el texto Saldo rojo. Crisis en la<br />

educación superior (Cubillos, 1998), el cual<br />

daba cuenta de varias instituciones que se<br />

veían involucradas en diversas situaciones<br />

que no necesariamente indicaban calidad,<br />

por esta razón la educación perdió también<br />

credibilidad y los esfuerzos para volver a<br />

creer en las IES son un gran reto para los<br />

gestores de marketing en estas organizaciones,<br />

la información que se dé y los aspectos<br />

de ley son las dos principales herramientas<br />

para promocionar educación superior.<br />

La empresa no ha hecho utilización<br />

máxima de la tecnología<br />

“La compañía ha hecho un uso mínimo de<br />

internet, el sistema de automatización de<br />

las ventas está anticuado, la compañía no<br />

ha introducido ninguna automatización<br />

de mercado; el grupo de marketing carece<br />

de modelos de soporte de la toma de<br />

decisiones, el grupo de marketing tiene<br />

que desarrollar cuadros de mando de<br />

marketing” (Kotler, 1998, pág. 139).<br />

Esto lo han entendido las empresas del<br />

sector real y lo están aplicando a grandes<br />

pasos. Es común escuchar que las empresas<br />

están cambiando su plataforma tecnológica<br />

para soportar mejor la información<br />

de los clientes.<br />

Se hace necesario que las IES cambien sus<br />

plataformas y adopten las medidas nece-


Universidad y contexto<br />

47<br />

sarias para realizar este cambio ya que los<br />

datos de los estudiantes se han convertido<br />

en un activo muy valioso, una fuente de<br />

mucha información, que sabiendo emplear<br />

puede arrojar buenos resultados.<br />

Conclusiones<br />

1. Las Instituciones de Educación Superior,<br />

IES que piensan y aplican el mercadeo<br />

y los principios básicos del mercadeo<br />

de servicios, posiblemente no<br />

cometen los diez pecados capitales del<br />

marketing.<br />

2. Desconocer principios de mercadeo,<br />

por parte de las IES, podrá incidir en la<br />

disminución de sus clientes y por ende<br />

poner en peligro su existencia.<br />

3. La calidad juega un papel fundamental<br />

en la gestión empresarial. Varias IES<br />

están en camino hacia la búsqueda del<br />

logro del cumplimiento de altos estándares.<br />

Este aspecto incide en la comercialización<br />

de la oferta educativa.<br />

4. Las IES también tienen clientes (estudiantes)<br />

nuevos y antiguos que demandan<br />

estrategias de atención y servicios<br />

oportunos. La impresión que se llevan<br />

en la primera venta, pregrado, será crucial<br />

para la venta que se puede hacer en<br />

posgrado y educación continuada.<br />

5. Las IES son empresas de servicios que<br />

deben enfocarse al mercado (satisfacer<br />

la demanda) y al consumidor sin perder<br />

el rigor académico y la calidad.<br />

Referencias Bibliográficas<br />

Cubillos, C. (1998). Saldo Rojo: Crisis en la educación superior.<br />

Bogotá: Editorial Planeta<br />

Garrido B., S.(2003). Dirección Estratégica. Madrid: Editorial<br />

Mc Graw-Hill.<br />

Kotler P. (2006). Los diez pecados capitales del marketing.<br />

Barcelona: Editorial Deusto.<br />

Kotler P., Armstrong G. (1998). Fundamentos de Mercadotecnia.<br />

México: Editorial Prentice Hall.<br />

Klainer V. Conociendo al Consumidor. PDF Segmentación<br />

psicográfica, conocer al consumidor, en http://segmento.itam.<br />

mx/Administrador/Uploader/material/Segmentacion/<br />

Psicografica,<br />

REPÚBLICA DE COLOMBIA. Congreso de la República.<br />

Ley 30 de 1992. Por la cual se organiza el servicio público de<br />

educación superior<br />

REPÚBLICA DE COLOMBIA. Congreso de la República.<br />

Ley 115 de 1994. Por la cual se expide la ley general de<br />

educación.<br />

Schermerhorn J.R. Jr.(2002). Administración. México: Editorial<br />

Limusa Wiley.<br />

Toca T. C. E. (2006). ¿Qué significa en realidad marketing?.<br />

implementación del capital intelectual en las universidades:<br />

una aproximación. Ponencia presentada en el 4to Congreso<br />

Internacional de”Educación Superior”, La Habana, Cuba:<br />

Palacio de las Convenciones.


48<br />

Conocimiento y aprendizaje desarrolla cinco tópicos fundamentales<br />

para el ejercicio de la docencia universitaria. El primero rescata el trabajo<br />

en el aula de clase como obstáculo, pero a la vez como herramienta eficaz<br />

de aprendizaje. El segundo propone la sistematización como un proceso<br />

permanente y acumulativo de producción de conocimiento, a partir de<br />

experiencias que posibilitan la interacción entre el sujeto y el objeto, entre<br />

el que sabe y el que actúa. En el tercero se presenta el reto y la contribución<br />

de las bibliotecas universitarias desde una perspectiva posmoderna. En el<br />

cuarto se aborda y plantea la noción de conocimiento colectivo, como<br />

aquella capacidad que tienen las instituciones y las empresas para crearlo.<br />

Y el último artículo fundamenta el enfoque de la responsabilidad social<br />

empresarial, desde una concepción ética y de justicia.


Conocimiento y aprendizaje<br />

49<br />

Conocimiento<br />

y aprendizaje<br />

Knowledge<br />

and learning


50<br />

La sistematización en relación con el proceso de investigación | Fredy Leonardo Reyes Albarracín<br />

La sistematización<br />

en relación con el proceso de investigación<br />

Autor »<br />

Fredy Leonardo Reyes Albarracín*<br />

Resumen »<br />

La sistematización es una actividad que trasciende el propósito de organizar<br />

y clasificar la información obtenida durante el proceso de investigación, convirtiéndose<br />

en un ejercicio permanente que posibilita la constante reflexión<br />

sobre las actividades programadas, así como la producción de conocimiento.<br />

Abstract »<br />

Palabras clave »<br />

Keywords<br />

Systematization is an activity that transcends the purpose of organizing and classifying<br />

information obtained during the research process, becoming a permanent<br />

exercise that enables the constant reflection on planned activities and the production<br />

of knowledge.<br />

Entorno, prospectiva, universidad abierta<br />

Environment, prospective, open university.<br />

* Docente del área de<br />

investigación de la<br />

Facultad de Comunicación,<br />

Información y Lenguaje,<br />

INPAHU. Comunicador Social.<br />

Magíster en Literatura.<br />

La sistematización: proceso para<br />

la producción de conocimiento<br />

Confieso la preocupación que me asalta<br />

cuando pienso en el tema de la sistematización<br />

en relación con el trabajo que podemos<br />

adelantar como docentes en los ejercicios<br />

formativos de investigación, y es que tiendo<br />

a reducir el tema a un escenario teórico,<br />

evadiendo la tarea de reflexionar en torno a<br />

una propuesta metodológica y pedagógica<br />

que proporcione las herramientas suficientes<br />

para iniciar un proceso de sistematización<br />

en el terreno empírico.<br />

Aunque podemos estar de acuerdo en<br />

que la sistematización supone ordenar,<br />

clasificar, jerarquizar y priorizar información<br />

(Torres, Cendales & Peresson,<br />

1989, pág.129), abordar una propuesta<br />

metodológica no es tarea fácil, teniendo<br />

en cuenta las diversas formas de concebir<br />

el proceso.<br />

Por lo tanto, considero pertinente (sobre<br />

todo para poner en orden un par de ideas)<br />

partir por lo que entiendo respecto a sistematizar.<br />

Recogiendo las reflexiones de<br />

Barnechea M., González E. y Morgan M.<br />

(1998; pág. 4), asumo la sistematización<br />

como un “proceso permanente y acumulativo<br />

de producción de conocimientos a<br />

partir de las experiencias de intervención<br />

en una realidad social”, lo cual implica<br />

dos aspectos esenciales:


Conocimiento y aprendizaje<br />

51<br />

1. Unidad entre sujeto y objeto de conocimiento.<br />

Quien sistematiza busca “producir<br />

un conocimiento sobre su propia práctica, es<br />

decir, sobre sí mismo y su acción en el mundo,<br />

que transforma a su entorno y, a la vez,<br />

lo transforma a él mismo” (Barnechea et al.,<br />

1998, pág. 4).<br />

2. Unidad entre el que sabe y el que actúa.<br />

Quien sistematiza busca, ante todo, ser y hacer<br />

mejor lo que hace: “...un mejor hacer sólo<br />

es posible gracias a un mejor comprender, y<br />

esto incluye no sólo aquello sobre lo cual se<br />

interviene directamente, sino también los objetivos<br />

de esa intervención, incluyendo los de<br />

largo plazo. Es decir, se trata de que quien<br />

sistematiza haga explícito y se cuestione el<br />

sentido de su acción, la coherencia entre ésta<br />

y sus intenciones, se pregunte sobre la direccionalidad<br />

de su actuar” (Barnechea et al.,<br />

1998, pág. 4).<br />

Por su parte, Jara (2001) hace una distinción<br />

para entender el proceso que se debe adelantar<br />

con los estudiantes. Afirma el autor<br />

que comúnmente a la hora de trabajar con<br />

grupos poblacionales, hay dos opciones de<br />

concebir la sistematización: por una parte,<br />

la sistematización de datos y de información,<br />

haciendo referencia al ordenamiento<br />

y taxonomía de los mismos, estructurando<br />

categorías, relaciones y bases de datos organizadas,<br />

entre otros aspectos; por otra<br />

parte, la sistematización de experiencias, la<br />

cual parte de reconocer el trabajo empírico<br />

como proceso histórico ―enmarcado en<br />

un contexto social, cultural, político y económico―<br />

en el que interactúan diferentes<br />

actores (agentes o sujetos sociales) e instituciones,<br />

siendo necesario hacer una interpretación<br />

crítica, pues el proceso no sólo<br />

debe buscar reconstruir lo acontecido, también<br />

debe contribuir a entender el por qué<br />

del proceso y su desarrollo. Afirma Jara:<br />

“…en la sistematización de experiencias,<br />

partimos de hacer una reconstrucción<br />

de lo sucedido y un ordenamiento de los<br />

distintos elementos objetivos y subjetivos<br />

que han intervenido en el proceso, para<br />

comprenderlo, interpretarlo y así aprender<br />

de nuestra propia práctica” (2001, pág. 2).<br />

En consecuencia, la interpretación crítica<br />

contribuye, entonces a mejorar la práctica,<br />

compartir el aprendizaje con experiencias<br />

similares y al enriquecimiento de la teoría.<br />

Por otra parte, no existe ninguna “receta”<br />

para sistematizar, pues el proceso debe<br />

ajustarse a las circunstancias y al contexto<br />

del proceso, al tipo de institución y de<br />

actores participantes, a los objetivos de la<br />

propuesta de trabajo, al tipo de experiencia,<br />

al grado de participación de los diferentes<br />

actores involucrados, etc. <strong>No</strong> obstante,<br />

Jara propone una serie de enfoques<br />

básicos (aplicables por separado o combinándolos,<br />

según el trabajo) de los cuales<br />

quisiera destacar:<br />

a. Sistematización desde los actores,<br />

siguiendo un esquema participativo.<br />

b. Sistematización formal, a partir de<br />

la conclusión de la experiencia.<br />

c. Sistematización sobre la marcha.<br />

En cualquier caso, el proceso de sistematización<br />

supone unos momentos, que se<br />

deben tener en cuenta como punto de partida<br />

al delimitar o definir lo que se quiere<br />

sistematizar (objeto de la sistematización),<br />

pues no toda la experiencia es susceptible<br />

de ser registrada y sistematizada; la delimitación<br />

envuelve la identificación tanto<br />

de los criterios por tener en cuenta como de<br />

los intereses manifiestos por parte de todos<br />

los actores en relación con el proceso que se<br />

va a mostrar. Este momento involucra un<br />

primer ordenamiento de una experiencia<br />

percibida por el investigador desde la confusión<br />

y el desorden 1 :<br />

“Quienes han participado en ella (experiencia)<br />

muchas veces no están en condiciones de<br />

comprender exactamente lo que sucedió<br />

durante su curso, ni las causas por las cuales<br />

pasó así. En esa medida, les es muy difícil<br />

relatarla ordenadamente. Menos aún están en<br />

condiciones de dar cuenta de los aprendizajes<br />

obtenidos de manera organizada y,<br />

especialmente, de fundamentarlos”<br />

(Barnechea y cols. 1998: pág. 9).<br />

(1) En este punto Barnechea<br />

considera que la sistematización<br />

cumple una<br />

función importante, puesto<br />

que identificar los intereses<br />

y lo que se quiere sistematizar<br />

posibilita formalizar<br />

acuerdos que han sido<br />

producto de discusiones<br />

colectivas. Los acuerdos<br />

incluyen aspectos metodológicos<br />

y operativos.


52<br />

La sistematización en relación con el proceso de investigación | Fredy Leonardo Reyes Albarracín<br />

(2) Al respecto, García C, plantea<br />

en el artículo Investigación cualitativa<br />

como jazz que el ‘conocimiento<br />

emerge colectivamente’, toda vez<br />

que el conocimiento y el aprendizaje<br />

‘no se encuentran localizados<br />

en un cuerpo, sino en el cambiante<br />

movimiento de la experiencia, conduce<br />

a nuevas posibilidades sobre<br />

cómo pueden los investigadores<br />

percibir, interpretar, investigar e<br />

interactuar dentro de un mundo’<br />

(2003, pág. 14).<br />

Un segundo momento está en la reconstrucción<br />

de la experiencia como una mirada<br />

continúa, ordenándola a partir de un eje<br />

temático. Esta reconstrucción debe fijar una<br />

metodología de trabajo, la identificación de<br />

fuentes de información, la construcción de<br />

unas matrices analíticas, entre otros aspectos,<br />

buscando que los estudiantes inicien<br />

un ejercicio de interpretación y reflexión en<br />

torno a la experiencia vivida.<br />

Si bien la reconstrucción de la experiencia<br />

es fundamental, es en el tercer momento<br />

donde reposa el análisis y la interpretación<br />

de la experiencia para comprenderla y para<br />

construir conocimiento. Sobre el particular,<br />

Jara plantea un desafío interesante: superar<br />

la dicotomía entre saber empírico y saber<br />

científico:<br />

“Lamentablemente sufrimos un paradigma<br />

de ciencia que no valora el conocimiento<br />

empírico, el saber local y solo pone énfasis<br />

en el conocimiento acumulado, en el<br />

saber constituido académicamente. Es un<br />

error. La sistematización de experiencias<br />

es una gran posibilidad para que se<br />

expresen y se desarrollen y divulguen los<br />

conocimientos y saberes locales, que tienen<br />

mucho que aportar al enriquecimiento del<br />

pensamiento científico” (2001, pág. 5).<br />

Por otra parte, no podemos desconocer que<br />

en la cotidianidad los actores involucrados<br />

en una experiencia la están descomponiendo,<br />

están volviendo sobre sus acciones y sobre<br />

el quehacer de un proyecto para replantearse<br />

aspectos que mejoren el proceso. <strong>No</strong><br />

obstante, por lo general los actores no adelantan<br />

este proceso de manera consciente.<br />

El reto de la sistematización, precisamente,<br />

debe conducir a un proceso consciente y<br />

necesario.<br />

Un último momento del proceso de sistematización<br />

está en la socialización de los<br />

resultados y la comunicación del nuevo<br />

conocimiento. Como parte del proceso,<br />

los actores involucrados en la sistematización<br />

deberán concertar sobre los medios<br />

más idóneos para tal fin, recordando que<br />

si bien el documento escrito es importante<br />

porque posibilita el debate y la reflexión,<br />

también se pueden explorar otras formas<br />

de divulgación, acordes con los objetivos<br />

de la experiencia, los intereses de los<br />

participantes y los posibles receptores de<br />

los productos. Siendo la sistematización<br />

un proceso engorroso en cada una de las<br />

anteriores etapas, sería inaudito guardarla<br />

en una gaveta de archivo o de un ordenador.<br />

Por lo mismo, quisiera sugerir<br />

algunas orientaciones, para contribuir al<br />

proceso de sistematización.<br />

a. Cada una de las anteriores etapas<br />

requiere el diseño de un plan operativo<br />

de trabajo, cuyos componentes e<br />

instrumentos deben ser discutidos y<br />

concertados entre todos los actores<br />

(los estudiantes involucrados<br />

en la experiencia y los asesores<br />

que acompañan el proceso).<br />

b. Aunque suene a verdad suficientemente<br />

evidente, el proceso de sistematización<br />

debe propender por ser un ejercicio<br />

colectivo de trabajo, enriquecido por<br />

diversas valoraciones, percepciones<br />

e interpretaciones posibles 2 .<br />

c. En consonancia con lo anterior,<br />

en el proceso es necesario tener<br />

en cuenta los siguientes aspectos<br />

para trabajar con los estudiantes:<br />

C1. Narración y subjetividad: es un aspecto<br />

importante en el proceso, pues cada<br />

persona construye la historia vivida, reflejo<br />

de lo que ha hecho, lo que quiso o quiere<br />

hacer. En toda narración está siempre presente<br />

la realidad construida por cada sujeto,<br />

pero también la imaginación, los deseos,<br />

los símbolos, los sueños, las creencias<br />

(individuales y colectivas), los anhelos…<br />

Las personas deben ser conscientes que el<br />

proceso de reconstrucción histórica de una<br />

experiencia pedagógica desde sus propias<br />

voces es muy significativa; ellos son los<br />

protagonistas del proceso, y sus percepciones<br />

pueden dar cuenta de datos imposibles<br />

de rastrear en otros tipos de fuente.<br />

Las narraciones, entonces, nunca serán falsas,<br />

porque las afirmaciones, aunque no<br />

sean verdaderas, pueden ser sicológica-


Conocimiento y aprendizaje<br />

53<br />

mente verdaderas para los actores involucrados<br />

(Portielli, 1985, pág.13).<br />

Desde esa perspectiva, en la narración<br />

entran a jugar los mitos, las creencias, las<br />

emociones, los miedos… 3 , no sólo la racionalidad<br />

y la lógica.<br />

Miremos, por ejemplo, el tema del tiempo:<br />

las narraciones, por lo general, manejan un<br />

tiempo subjetivo, especialmente cuando<br />

las condiciones iniciales de un acontecimiento<br />

han cambiado. Aunque se conserve<br />

una historia a partir de rasgos comunes, se<br />

narran o se omiten aspectos no porque se<br />

hayan olvidado, sino porque en el momento<br />

en que sucedieron guardaban un sentido<br />

que ha ido transmutando.<br />

C2. Narración y selectividad: de acuerdo<br />

con el ítem anterior, toda narración es selectiva,<br />

porque el recuerdo siempre opera<br />

desde el presente (Torres, et. al., 1989, pág.<br />

139), y los acontecimientos no siempre se<br />

manifiestan con la misma intensidad. Las<br />

personas, al hablar de su experiencia en<br />

un proyecto colectivo, por lo general no<br />

narran cómo sucedieron las cosas sino<br />

cómo quisieron que fueran, sobre todo<br />

cuando el relato entra a formar parte de<br />

un imaginario colectivo. Esa selectividad<br />

se acentúa, aún más, cuando los relatos no<br />

son sistemáticos. Todo relato, y eso es lo<br />

interesante, siempre deja aspectos abiertos,<br />

permitiendo nuevas exploraciones y<br />

complementaciones.<br />

C3. Narración oral y lenguaje: las narraciones<br />

orales enriquecen la reconstrucción<br />

de la historia. En ese sentido, el tono, el<br />

ritmo, el volumen o los gestos empleados<br />

marcan puntos muy significativos, los cuales<br />

están atravesados por la emoción que<br />

se despierta en el narrador (la riqueza del<br />

lenguaje oral está en escucharlo).<br />

Finalmente, aunque la reflexión del artículo<br />

enfatiza en el proceso de sistematización<br />

para los ejercicios formativos de investigación,<br />

los planteamientos no excluyen un<br />

diálogo con la sistematización de experiencias<br />

o proyectos sociales.<br />

(3) Al respecto, Jara afirma que<br />

en la relación entre objetividad<br />

y subjetividad “el paradigma<br />

positivista y patriarcal con el que<br />

nos hemos formado, pretende<br />

que no valoremos las dimensiones<br />

subjetivas, lo cual lleva a que se<br />

pretenda tener una neutralidad<br />

ante lo que sucede o ante lo que<br />

vivimos, lo cual es imposible. Lo<br />

que si debemos buscar es objetivar<br />

lo vivido y objetivizar nuestra<br />

práctica, explicitando y mirando<br />

críticamente lo que hacemos, pero<br />

no pretendiendo ser neutrales<br />

ante ello” (2001, pág, 5)<br />

Referencias Bibliográficas<br />

Barnechea, M., González, E. & Morgan, M. (1998). La<br />

producción de conocimientos en sistematización. Seminario<br />

Latinoamericano de Sistematización de prácticas de animación<br />

sociocultural y participación ciudadana en América Latina.<br />

Medellín, Colombia.<br />

García, C. I. (2003). Investigación cualitativa como Jazz. En<br />

Nómadas 18: 10 – 19.<br />

experiencias. Seminario ASOCA. Cochabamba: Bolivia.<br />

Portielli, A. (1985). Peculiaridades de la historia oral. En<br />

revista Tareas 11: 10 – 17.<br />

Torres, A., Cendales, L. & Peresson, M. (1989). Los otros<br />

también cuentan. Elementos para la recuperación de la memoria<br />

colectiva. Bogotá: Editorial Alternativas Pedagógicas.<br />

Jara, O. (2001). Dilemas y desafíos de la sistematización de


54<br />

Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria | Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />

Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria<br />

frente a la sociedad y la gestión del conocimiento<br />

Autor »<br />

Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza*<br />

Resumen »<br />

En este artículo se propone una nueva perspectiva de trabajo de las bibliotecas<br />

universitarias como unidades especializadas en la administración de información,<br />

para apoyar a las instituciones de educación superior en su respuesta<br />

al reto de consolidar la sociedad del conocimiento. Por tal motivo, se buscará<br />

responder la pregunta ¿Qué nuevos retos deben enfrentar las bibliotecas universitarias<br />

para apoyar a las instituciones de educación superior en la gestión<br />

del conocimiento académico y organizacional que aporte a la innovación y<br />

competitividad? Se plantea y sustenta en el artículo que la gestión del conocimiento<br />

estratégico en la universidad de hoy, aporta de manera significativa<br />

a la innovación y a la competitividad organizacional, y la biblioteca, frente a<br />

este reto, desempeña un rol decisivo.<br />

Abstract »<br />

In this article it is presented a new work perspective for the university libraries, as specialized<br />

units in the information administration for supporting the Higher Education<br />

Institutions in their reply to the challenge to consolidate a knowledge society. For this<br />

reason, it attempts to answer the question ¿What new challenges must the university<br />

libraries face up to support the Higher Education Institutions in the management<br />

of the academic and organizational knowledge, which contribute to the innovation<br />

and competitivity? The article states and upholds that the strategic knowledge management<br />

contributes meaningfully to the organizational innovation and competitivity,<br />

and the library performs a key role in this challenge.<br />

Palabras clave »<br />

Keywords<br />

Sociedad del conocimiento, sociedad de la información, gestión del conocimiento,<br />

gestión de la información, bibliotecas universitarias.<br />

Knowledge society, information society, knowledge management, information<br />

management, university libraries.<br />

* Docente INPAHU. Licenciado<br />

en educación. Especialista<br />

en Pedagogía y Docencia<br />

Universitaria. Magíster en<br />

Ciencias de la Información<br />

y Administración del<br />

Conocimiento. Director de la<br />

biblioteca de la Universidad<br />

de San Buenaventura.


Conocimiento y aprendizaje<br />

55<br />

A manera de introducción 1<br />

Para responder a la pregunta sobre los<br />

nuevos retos que enfrentan las bibliotecas<br />

universitarias para apoyar en la gestión<br />

del conocimiento académico y organizacional<br />

que aporte a la innovación y a la<br />

competitividad institucional, se abordarán<br />

las características de la sociedad y la<br />

gestión de la información y del conocimiento,<br />

de tal forma<br />

que se presente una<br />

comprensión del contexto<br />

problemático.<br />

Posteriormente, este<br />

contexto se articulará<br />

con algunos planteamientos<br />

sobre la universidad<br />

en la sociedad<br />

del conocimiento,<br />

que permita proponer<br />

una nueva perspectiva<br />

del ser y saber hacer<br />

de las bibliotecas universitarias.<br />

1. Sobre la gestión<br />

de la información<br />

El concepto de información<br />

se emplea con mucha frecuencia en<br />

múltiples contextos y de ella se han dado<br />

diversas definiciones. Su valor polisémico<br />

nos puede llevar a considerar la información<br />

como mercancía (producto útil), comunicación,<br />

energía, hechos, datos y como<br />

conocimiento.<br />

Gómez (2003) y Rukstad (2001), conciben<br />

los datos como hechos básicos, con poca o<br />

ninguna relevancia por sí mismos y que no<br />

son explicativos del fenómeno asociado al<br />

hecho real. Por su parte, Davenport y Prusak<br />

(2001), afirman que “los datos son un<br />

conjunto de hechos discretos y objetivos<br />

acerca de los eventos. En un contexto organizacional,<br />

son los registros estructurados<br />

de las transacciones o eventos que ocurren.<br />

Los datos, por sí mismos, tienen poca relevancia”<br />

(pág. 2).<br />

"El conocimiento<br />

tácito se aprende, por<br />

lo general, a través<br />

de largos periodos<br />

de experimentación<br />

y realización de una<br />

tarea, durante la<br />

cual un individuo<br />

desarrolla muchas<br />

habilidades y<br />

conocimientos".<br />

Sobre el concepto de información, Gómez<br />

(2003) y Rukstad (2001), plantean que son<br />

datos con una cierta estructura y organización,<br />

con un significado que los dota de relevancia<br />

y propósito. Por su parte, Davenport<br />

y Prusak (2001, págs. 3-5), proponen que<br />

la información puede ser descrita como un<br />

mensaje, usualmente en forma de documento<br />

o una forma de comunicación audible o<br />

visible, lo que le posibilita su flujo en la organización<br />

a través de diferentes medios.<br />

Establecen que, en su generalidad, los<br />

datos son símbolos que no han sido interpretados<br />

como hechos,<br />

nombres, fotos,<br />

números. Además, la<br />

transformación de datos<br />

en información se<br />

realiza a través de cinco<br />

procesos: 1.1) contextualizar,<br />

identificar<br />

el propósito de la recopilación<br />

de datos; 1.2)<br />

categorizar, establecer<br />

las unidades de análisis<br />

o los componentes<br />

clave de los datos; 1.3)<br />

calcular, los datos pueden<br />

ser analizados de<br />

forma estadística o matemática;<br />

1.4) corregir,<br />

los errores deben ser<br />

removidos de los datos; y 1.5) condensar,<br />

donde los datos pueden ser resumidos.<br />

Como se puede inferir de los anteriores<br />

aportes, los datos y la información por sí<br />

mismos no significan nada. Se requieren<br />

uno al otro en una evolución cualitativa,<br />

siendo el dato un punto de partida básico<br />

que debe cualificar y convertirse en información.<br />

Pero lo que debe tomarse en consideración<br />

es el significado y la calidad de<br />

la información y no meramente su cantidad.<br />

Por lo tanto, uno de los desafíos que<br />

se presentan en la actualidad es la distinción<br />

entre la información de calidad y la<br />

de dudosa o mala calidad, para lo cual no<br />

existen recetas fáciles, pero sí es requerido<br />

desarrollar competencias para realizar esta<br />

labor sobre los datos y la información.<br />

Ahora bien, al considerarse la información<br />

como un bien económico y social, sale de<br />

su dimensión y tratamiento instrumental<br />

en la toma de decisiones, la realización<br />

de trabajos y en la gestión administrativa,<br />

(1) El presente artículo es una<br />

edición corregida y aumentada<br />

de la ponencia presentada por el<br />

autor en el IX Congreso Nacional<br />

de Bibliotecología y Ciencias de la<br />

Información, realizado en Armenia<br />

(Colombia) en septiembre de 2007,<br />

y surge de la experiencia, el trabajo<br />

y el análisis del autor, por avanzar<br />

en este tema en la Universidad de<br />

San Buenaventura, Sede Bogotá.


56<br />

Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria | Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />

y pasa a ser un valor en sí misma, convirtiéndose<br />

en un bien económico y social en<br />

el ámbito académico y organizacional que<br />

puede ser capitalizado como tal: adquiere<br />

valor y su pertinente gestión produce más<br />

valor institucional y social.<br />

La gestión de la información se enmarca<br />

en un contexto más amplio que es la constitución<br />

de la sociedad de la información,<br />

la cual, en palabras de Martin y Webster<br />

(citado por Estudillo García, 2001, págs.<br />

164-175), se identifican cinco elementos<br />

que ayudan a distinguir la sociedad de la<br />

información:<br />

a. El componente tecnológico<br />

caracterizado por la convergencia<br />

e interrelación entre tecnologías<br />

de información y comunicación,<br />

haciendo posible el procesamiento,<br />

almacenamiento, recuperación y<br />

transmisión de información.<br />

b. El componente económico que se<br />

materializa en que la información<br />

adquiere un valor monetario<br />

constituyéndose en una economía de la<br />

información, clasificada posteriormente<br />

en diversas ramas industriales<br />

(educación, escuelas y bibliotecas;<br />

medios de comunicación; máquinas de<br />

información; servicios de información;<br />

y otras actividades de información).<br />

c. El elemento ocupacional caracterizado<br />

por el uso predominante de<br />

la información en el ámbito<br />

laboral para diversos modos<br />

de producción intangible.<br />

d. El elemento tiempo-espacio<br />

representando fundamentalmente<br />

en el efecto espacial (vinculación<br />

de localidades, países, regiones<br />

y continentes) y en tiempo que<br />

produce la interconexión en redes.<br />

e. El componente cultural reconocido<br />

fácilmente por la explosión de datos<br />

y símbolos a través del desarrollo de<br />

muchos medios como la televisión,<br />

radio, impresiones, entre otros.<br />

2. Sobre la gestión del conocimiento<br />

El conocimiento no es ni datos ni información,<br />

aunque se relaciona con ambos y a<br />

menudo las diferencias entre ellos son de<br />

grados. Con respecto a lo que se entiende<br />

por conocimiento en el contexto de las<br />

organizaciones, Gómez (2003) y Rukstad<br />

(2001) lo identifican como la información<br />

puesta en contexto, unida a una comprensión<br />

de cómo utilizarla. Para que la información<br />

se convierta en conocimiento es<br />

necesario un proceso de incorporación que<br />

tenga en cuenta las distintas interrelaciones<br />

y sus consecuencias, siendo por tal un<br />

acto de la inteligencia.<br />

Por su lado, Davenport y Prusak (2001,<br />

págs. 5-7), explican que la información se<br />

transforma en conocimiento mediante los<br />

siguientes procesos: a) la comparación,<br />

identificando las similitudes y diferencias<br />

de una situación frente a otras conocidas o<br />

similares; b) las consecuencias, identificando<br />

las implicaciones que tiene la información<br />

en un contexto específico o en varios<br />

para las decisiones y acciones; c) conexiones,<br />

estableciendo cómo se relaciona un<br />

fragmento de conocimiento con otros factores;<br />

y d) conversación, identificando los<br />

significados que tienen las personas sobre<br />

una misma información.<br />

Una descripción interesante que busca establecer<br />

la similaridad entre información y<br />

conocimiento es la que realizan <strong>No</strong>naka y<br />

Takeuchi (1999, págs. 6-10), con tres observaciones<br />

específicas:<br />

2.1) Cuando se trata de conocimiento, a diferencia<br />

de la información, se refiere específicamente<br />

a las creencias y los compromisos.<br />

Desde esta perspectiva el conocimiento<br />

es una función de una postura, perspectiva<br />

o intención.<br />

2.2) El conocimiento, a diferencia de la información,<br />

es acción. Siempre es conocimiento<br />

hasta cierto punto.<br />

2.3) El conocimiento como la información,<br />

trata de significado, depende de contextos<br />

específicos y es relacional.<br />

Uno de los esfuerzos de la organización<br />

moderna consiste en intentar caracterizar<br />

el saber de las personas en beneficio<br />

de ellas mismas y de las instituciones. Al<br />

respecto se han ido construyendo varias


Conocimiento y aprendizaje<br />

57<br />

propuestas que no difieren mucho en su<br />

contenido, pero sí en aspectos de forma y<br />

en su generalidad, según la propuesta de<br />

Choo (1999, págs. 131-136), basado en la<br />

clasificación del conocimiento hecha por<br />

Boicot, propone que el conocimiento de<br />

una organización se puede diferenciar en<br />

conocimiento tácito, conocimiento explícito<br />

y conocimiento cultural.<br />

El conocimiento tácito, según Polanyi<br />

(1967), es aquel que la persona lleva incorporado,<br />

sin tenerlo permanentemente accesible<br />

a la conciencia, pero del cual hace<br />

uso cuando las circunstancias lo requieren<br />

y que es utilizado como instrumento para<br />

manipular el fenómeno que se está analizando.<br />

El conocimiento tácito se aprende, por lo<br />

general, a través de largos periodos de experimentación<br />

y realización de una tarea,<br />

durante la cual un individuo desarrolla<br />

muchas habilidades y conocimientos que<br />

le permiten hacer juicios sobre la ejecución<br />

satisfactoria de la misma. Este tipo<br />

de conocimiento, según Choo (1999, págs.<br />

136-142), es vital para una organización<br />

porque ellas sólo aprenden e innovan al<br />

sustentarse en el conocimiento implícito de<br />

sus integrantes.<br />

Por su parte, el conocimiento explícito,<br />

según <strong>No</strong>naka y Takeuchi, (1999, págs.<br />

65-67), es aquel que se puede expresar formalmente<br />

al utilizar un sistema de símbolos<br />

y, por lo tanto, puede comunicarse o<br />

difundirse con facilidad. Se puede hallar<br />

en especificaciones de productos, patentes,<br />

códigos de software, bases de datos, dibujos<br />

técnicos, herramientas, prototipos, fotografías,<br />

entre otros. En general, este tipo<br />

de conocimiento, a diferencia del tácito, es<br />

más fácil de transmitir.<br />

El conocimiento cultural, según Choo<br />

(1999), se refiere a las estructuras cognitivas<br />

y afectivas que utilizan habitualmente<br />

los integrantes de una organización para<br />

percibir, explicar, evaluar y construir la<br />

realidad. Esta forma de conocimiento abarca<br />

las conjeturas y las opiniones que se<br />

usan para describir y explicar la realidad,<br />

así como las convenciones y expectativas<br />

que se emplean para asignar valor y significado<br />

a la nueva información.<br />

Este es fundamentalmente el marco de referencia<br />

con base en el cual los integrantes<br />

de la organización construyen la realidad<br />

en sus mentes, reconocen rasgos destacados<br />

de la nueva información y evalúan interpretaciones<br />

y acciones alternativas. Este<br />

tipo de conocimiento no está codificado, y<br />

fundamentalmente desempeña el papel vital<br />

de proporcionar un patrón de conjeturas<br />

compartidas, y además proporciona valores<br />

y normas que determinan los tipos de<br />

conocimiento que se buscan y fomentan.<br />

Ahora bien, en el contexto de la sociedad<br />

del conocimiento surge un nuevo campo<br />

que es la gestión del conocimiento, el cual<br />

se refiere, en palabras de Gómez (2003) a<br />

una “nueva disciplina que se encarga del<br />

estudio de las herramientas tecnológicas,<br />

las técnicas y procedimientos organizativos,<br />

y los cambios en la gestión de las personas<br />

que permiten desarrollar y extraer el<br />

máximo aprovechamiento del conocimiento<br />

de una organización”(pág. 137)<br />

Drucker (2003, págs. 34-36) en su definición<br />

del trabajador con conocimiento describe<br />

a un ejecutivo que sabe cómo asignar<br />

conocimientos a usos productivos, justamente<br />

como el capitalista sabía asignar<br />

capital a usos productivos. Por su lado,<br />

Quinn (citado por <strong>No</strong>naka y Takeuchi,<br />

1999, pág. 5), menciona que la capacidad<br />

para administrar lo que llaman intelecto<br />

basado en conocimiento, se está convirtiendo<br />

en la habilidad ejecutiva más importante<br />

de esta era.<br />

En el mismo sentido, Reich (citado por <strong>No</strong>naka<br />

y Takeuchi, 1999, p.6) argumenta que<br />

la única ventaja competitiva verdadera se<br />

encontrará entre aquellos que llama analistas<br />

simbólicos, quienes están equipados<br />

con el conocimiento necesario para identificar,<br />

resolver y enfrentar nuevos problemas.<br />

Además, menciona que en una economía,<br />

donde la única certidumbre es la incertidumbre,<br />

la mejor fuente segura de ventaja<br />

competitiva duradera es el conocimiento.


58<br />

Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria | Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />

A su vez, Koulopoulus & Frappaolo<br />

(2000) expresan que el conocimiento se ha<br />

convertido en el factor económico más relevante<br />

de la producción en la economía y<br />

que se encuentra en la mente de los trabajadores.<br />

Añaden que en una economía<br />

basada en el conocimiento, la administración<br />

de este valioso recurso se constituye<br />

en el elemento crítico de una estrategia de<br />

negocios que le permitirá a una organización<br />

acelerar la velocidad con que maneja<br />

los nuevos retos y oportunidades en el<br />

mercado, permitiéndole apalancar su desarrollo<br />

en el conocimiento, el talento y la<br />

experiencia colectiva.<br />

Choo (1999, págs. 47-48) expresa que se<br />

requiere convertir en conocimiento lo que<br />

organizacionalmente se pueda convertir y<br />

transformar en innovaciones. Afirma que<br />

cuando hay suficiente comprensión y conocimiento,<br />

la organización está preparada<br />

para emprender una acción eligiendo su<br />

curso racionalmente, en coherencia con sus<br />

objetivos. En la misma perspectiva, Sveiby<br />

(2000) afirma que actualmente nadie discute<br />

que los activos intangibles constituyen<br />

un valor fundamental de la empresa. El conocimiento<br />

de su gente, la relación con los<br />

clientes y la confiabilidad de los proveedores<br />

valen su peso en oro.<br />

Una de las concepciones evolutivas más<br />

relevantes que aporta a una comprensión<br />

amplia de la gestión del conocimiento, es<br />

la que formula Carrillo (2001), en la que<br />

caracteriza las fases del desarrollo del movimiento<br />

y de esta forma permite apreciar<br />

la evolución del concepto. Precisa que las<br />

fases relevantes del desarrollo del campo<br />

de la administración del conocimiento se<br />

agrupan en tres.<br />

3. Fases relevantes de la<br />

administración del conocimiento<br />

a. Una denominada de dispersión,<br />

la cual acontece a mediados de la<br />

década de 1990, donde se presenta<br />

una enorme variedad y dispersión<br />

de prácticas y conceptos sin que haya<br />

planteamientos articulados con un<br />

mínimo de rigor científico, asumiendo<br />

el conocimiento como objeto o cosa;<br />

enfatizándose por tal la acumulación<br />

o registro del mismo desde el<br />

manejo de documentos, elaboración<br />

de repositorios, identificación y<br />

transferencia de mejores prácticas;<br />

por ende, se enfatiza en las soluciones<br />

basadas en tecnologías de la<br />

información que permitan codificar,<br />

registrar y almacenar el contenido.<br />

b. Una segunda que se define como<br />

fase de profesionalización, la cual<br />

se presenta en el tránsito del final<br />

y el comienzo del nuevo milenio,<br />

donde se evidencia un desarrollo<br />

más ordenado, con acciones más<br />

convergentes, conduciendo poco<br />

a poco a una formalización de la<br />

disciplina. Se caracteriza porque asume<br />

el conocimiento como proceso o como<br />

ciclo productivo. En este contexto, la<br />

administración del conocimiento es<br />

un método para identificar, codificar,<br />

estructurar, almacenar, recuperar<br />

y difundir el conocimiento. Por tal<br />

razón, se enfatiza en la interrelación<br />

y uso de la información personal,<br />

reconociendo, a la vez, el flujo<br />

de información interpersonal.<br />

c. Un tercer momento, denominado fase<br />

de consolidación, el cual acontece en<br />

los años actuales; es aún embrionario<br />

por lo que sólo hay rasgos iniciales e<br />

incipientes del mismo. En esta fase se<br />

asume el conocimiento como alineación<br />

de valor generado, como razón de ser<br />

de la administración de conocimiento<br />

con el surgimiento de enfoques<br />

alternativos formalmente estructurados<br />

sobre los sistemas de valor basados<br />

en conocimiento; el surgimiento de<br />

mercados de capitales de conocimiento;<br />

la generación de las prácticas contables<br />

basadas en sistemas de capitales<br />

involucrando los valores tangibles<br />

e intangibles; el replanteamiento<br />

económico y administrativo de la<br />

contradicción entre los factores<br />

de capital y trabajo. Se concibe la<br />

administración del conocimiento<br />

como una estrategia para identificar,<br />

sistematizar y desarrollar el universo<br />

de capitales de la organización. Por<br />

este motivo se enfatiza en el sistema


Conocimiento y aprendizaje<br />

59<br />

de valor personal como base para la<br />

toma de decisiones y de desarrollo.<br />

4. Sobre la universidad en la<br />

sociedad del conocimiento<br />

El conocimiento reside en las mentes de<br />

las personas y, por tanto, no siempre está<br />

disponible donde y cuando es necesario<br />

para el desarrollo de una organización o la<br />

solución de problemas vitales. Para tratar<br />

este problema surge una nueva disciplina,<br />

la gestión del conocimiento, que tiene<br />

como misión principal<br />

construir conocimiento<br />

de valor para que<br />

la organización lo use<br />

en su beneficio y el<br />

de la sociedad, como<br />

se ha expresado anteriormente.<br />

De ahí<br />

que Carrillo (2001)<br />

afirme que la gestión<br />

del conocimiento crea<br />

un ambiente en el que<br />

el conocimiento y la<br />

información disponibles<br />

en una organización<br />

tengan un valor,<br />

quiere decir, que sean<br />

accesibles y puedan<br />

ser usados para estimular<br />

la creatividad<br />

e innovación y hacer posible mejorar las<br />

decisiones y transformaciones organizacionales.<br />

Las universidades han sido siempre instituciones<br />

centradas en el conocimiento<br />

y en el contexto de la sociedad del conocimiento,<br />

es por ello que la gestión de<br />

este valor constituye un proceso natural<br />

y una necesidad en su responsabilidad<br />

formadora y en la preparación de escenarios,<br />

donde sea mejor aprovechado para<br />

el desarrollo organizacional y social. Esto<br />

implica asumir la gestión del conocimiento<br />

como un enfoque permanente de su<br />

desarrollo. Cuevas (2004), precisa que la<br />

gestión del conocimiento se inserta como<br />

un nuevo campo de investigación ligado a<br />

la organización educativa o institucional,<br />

a las estrategias directivas y el uso de la<br />

tecnología de la información.<br />

"La gestión del<br />

conocimiento se<br />

inserta como un<br />

nuevo campo de<br />

investigación ligado<br />

a la organización<br />

educativa o<br />

institucional, a las<br />

estrategias directivas y<br />

el uso de la tecnología<br />

de la información".<br />

Por esta razón, la Unesco (2005, págs. 11-<br />

12) propone a la sociedad mundial y de forma<br />

especial a la universidad, como institución<br />

formadora de las personas que afectan<br />

de forma directa el mundo productivo, social,<br />

económico y el desarrollo de la ciencia<br />

y las tecnologías, que apoyen de forma inteligente<br />

y creativa el tránsito de esta sociedad<br />

de la información a una sociedad del<br />

conocimiento.<br />

Este enfoque le permite a la universidad<br />

ahondar en su propio<br />

ser y quehacer, potenciándose<br />

a sí misma<br />

como organización<br />

académica y social.<br />

Por ello, Rivero y Vega<br />

(2004) proponen que la<br />

universidad conozca<br />

sus fuentes de recursos<br />

y sus capacidades, que<br />

contribuyan a lograr<br />

su autofinanciamiento,<br />

así como a elevar su<br />

imagen como institución,<br />

lo cual radica fundamentalmente<br />

en su<br />

producción científica<br />

e intelectual, en el talento<br />

de sus miembros<br />

aplicados a crear valor<br />

para la universidad, a su compromiso, su<br />

prestigio y su calidad tanto humana como<br />

profesional, así como en el soporte tecnológico<br />

que posee el componente humano para<br />

desarrollar sus conocimientos y difundirlos.<br />

Frente a este enfoque, sus retos y transformaciones,<br />

las universidades están llamadas<br />

a ser pioneras en gestión de conocimiento,<br />

ya que por su naturaleza ese es el activo<br />

con el que siempre han trabajado. Por su<br />

función formativa de las personas y su influencia<br />

en el desarrollo de los pueblos y en<br />

las transformaciones que acontecen, tienen<br />

un rol estratégico. Al respecto, Brunner<br />

(2000, pág. 9) sugiere que el desafío de la<br />

producción de conocimientos en red y las<br />

interconexiones sin tiempo y espacio que<br />

se establecen con los analistas simbólicos,<br />

son efectivamente un rasgo central de la<br />

sociedad de la información.


60<br />

Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria | Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />

Por tal razón, se espera que la globalización,<br />

la interconectividad, la movilidad y la<br />

multiplicación de los flujos de ideas, información,<br />

conocimiento, datos, experiencias,<br />

personas, productos y servicios, empujen<br />

a la universidad hacia una nueva reorganización<br />

de las actividades más avanzadas<br />

de conocimiento.<br />

5. Los nuevos retos de las<br />

bibliotecas universitarias<br />

Para todos, en el ámbito universitario, es conocido<br />

que la bibliotecas administran recursos<br />

de información centrándose en localizar,<br />

adquirir, clasificar, organizar y facilitar<br />

información a los usuarios. Por esta razón,<br />

son unidades familiarizadas con los factores<br />

y aspectos relacionados con las necesidades<br />

de información y la satisfacción de las mismas<br />

para apoyar, fundamentalmente, procesos<br />

de formación e investigación. Estas<br />

responsabilidades han permitido la construcción<br />

de un ser y un saber hacer de las<br />

bibliotecas universitarias para responder a<br />

las necesidades de información que surgen<br />

en la comunidad académica.<br />

Pero, en la actualidad, con el surgimiento<br />

de la sociedad del conocimiento, se plantean<br />

nuevos retos para estas unidades, las<br />

cuales requieren de cambios e innovaciones<br />

en las formas tradicionales de la formación,<br />

producción, comunicación y uso<br />

de información y conocimiento relevante<br />

y pertinente para la sociedad y las mismas<br />

organizaciones universitarias.<br />

Si, como se ha explicitado, la materia prima<br />

de la universidad es la información y<br />

el conocimiento, la biblioteca universitaria,<br />

como unidad especializada, adquiere un valor<br />

estratégico evidente, adentrándose en la<br />

gestión de estos dos importantes recursos.<br />

De la calidad de esta gestión se establecerá<br />

un mayor o menor aprovechamiento del<br />

conocimiento como materia prima, como<br />

resultado y como proceso dinámico.<br />

Para avanzar en la concreción, en el contexto<br />

de la sociedad del conocimiento, del nuevo<br />

rol de las bibliotecas frente a la gestión<br />

de la información y el conocimiento en las<br />

organizaciones universitarias, además de<br />

construir inferencias a partir del análisis de<br />

los conceptos anteriores, se tomarán desde<br />

los referentes del proceso de gestión del conocimiento<br />

planteado por Riesco González<br />

(2006, págs. 196-231) en lo que ha denominado<br />

el Modelo Integrado-Situacional de Gestión<br />

del Conocimiento (MIS), donde se proponen<br />

una serie de etapas procesuales que<br />

son: la creación, selección y adquisición del<br />

conocimiento; su organización; transformación<br />

y actualización; compartir y transferir;<br />

uso y aplicación. Se asume como un<br />

aspecto básico y previo, que toda comunidad<br />

universitaria ha decidido y propuesto<br />

un rumbo como organización educativa;<br />

en otras palabras, que ha propuesto, ya sea<br />

en planes y proyectos de desarrollo, un camino<br />

que le permite orientarse en el presente<br />

y hacia el futuro, definiendo el tipo<br />

de universidad que quiere llegar a ser.<br />

Se describirán a continuación, de forma<br />

breve, cada una de las etapas, estableciendo<br />

sus principales componentes e indicadores<br />

de realización, así como proponiendo,<br />

desde cada una de ellas, los nuevos<br />

roles que se derivan para las bibliotecas<br />

universitarias.<br />

Fase 1. El proceso de creación, selección<br />

y adquisición de conocimiento<br />

Dentro de la gestión del conocimiento, el<br />

propósito esencial de esta fase es que la<br />

universidad posea el conocimiento necesario<br />

y valioso, y para ello es preciso identificar<br />

cuál está disponible y cuál es el ausente,<br />

así como las fuentes donde reside. En la Tabla<br />

1, se especifican los elementos básicos<br />

de esta fase.<br />

En el contexto de esta fase, algunos de los<br />

roles que le surgen a la biblioteca universitaria<br />

son:<br />

••<br />

Colaborar en la identificación de cuál<br />

es el conocimiento valioso y estratégico<br />

que la institución requiere en el marco<br />

de su plan de desarrollo, tanto para<br />

la gestión universitaria como para el<br />

desarrollo del proceso académico.<br />

••<br />

Diseñar el mapa de la información<br />

y el conocimiento estratégico<br />

existentes en la institución.


Conocimiento y aprendizaje<br />

61<br />

••<br />

Identificar las fuentes de ese<br />

conocimiento (investigación, empresas,<br />

bases de datos, redes universitarias,<br />

actividad académica, entre otros)<br />

y proponer estrategias para su<br />

adquisición, ya sea por compra,<br />

alquiler, intercambio o creación dentro<br />

de la misma institución, especialmente<br />

datos empíricos primarios. Analizar<br />

a fondo las necesidades curriculares<br />

y de investigación para proveer<br />

datos e información que apoye la<br />

creación de conocimiento institucional<br />

y socialmente relevante.<br />

••<br />

Organizar procesos relacionados<br />

con la creación, selección y<br />

adquisición de conocimiento<br />

estratégico en la universidad.<br />

••<br />

Formar usuarios en las nuevas<br />

maneras, procesos y estrategias de<br />

informarse, así como en la lectura<br />

de información académica en<br />

redes, afianzando en los mismos<br />

altas competencias en el manejo y<br />

uso de información y la valoración<br />

de las fuentes de información.<br />

••<br />

Afianzar las competencias de los<br />

profesionales de la información en<br />

lo relacionado con los procesos de<br />

construcción y uso del conocimiento<br />

científico, para que, desde la<br />

biblioteca aporten de manera<br />

más significativa al mismo.<br />

••<br />

Analizar y proponer la incorporación<br />

o el diseño de tecnologías<br />

para apoyar este proceso.<br />

Creación, selección<br />

y adquisición de<br />

conocimiento<br />

¿En qué medida la<br />

Universidad crea y<br />

adquiere conocimiento<br />

relevante?<br />

¿Existen las condiciones<br />

requeridas para la<br />

creación y adquisición<br />

de conocimiento?<br />

¿Se tiene claro cuál es el<br />

conocimiento relevante<br />

para los propósitos<br />

institucionales?<br />

Organización<br />

del conocimiento<br />

¿Cómo se clasifica,<br />

organiza y guarda el<br />

conocimiento valioso?<br />

¿Con qué apoyos<br />

tecnológicos se cuenta<br />

para esta labor?<br />

Indicadores<br />

Mecanismos y<br />

estrategias para adquirir<br />

conocimiento valioso.<br />

Capacidad de<br />

aprendizaje del<br />

talento humano de la<br />

universidad.<br />

Estrategias y<br />

metodologías para el<br />

aprendizaje.<br />

Espacios, tiempos<br />

y recursos para el<br />

aprendizaje y la creación<br />

de conocimiento.<br />

Personas dedicadas a<br />

gestionar conocimiento.<br />

TIC para buscar y<br />

adquirir conocimiento.<br />

Indicadores<br />

Criterios y<br />

metodologías para<br />

clasificar información<br />

y conocimiento<br />

estratégico para la<br />

institución.<br />

Dispositivos para<br />

filtrar información y<br />

conocimiento.<br />

Depósitos y bases de<br />

datos.<br />

Diseño y estructura de la<br />

memoria corporativa de<br />

conocimientos.<br />

Tabla 1. Creación,<br />

selección y<br />

adquisición de<br />

conocimiento<br />

FUENTE: Riesgo G.M. (2006). El<br />

negocio es el conocimiento<br />

Tabla 2. Organización<br />

del conocimiento<br />

Fase 2. El proceso de organización<br />

del conocimiento<br />

Cuando la institución cuenta con información<br />

y conocimiento explícito de alta relevancia,<br />

es imprescindible clasificarlo para<br />

que sólo esté disponible el necesario y estratégico<br />

para el desarrollo organizacional<br />

y académico. Esta clasificación requiere<br />

de una codificación específica según los<br />

criterios institucionales determinados, ya<br />

sea por disciplinas, profesiones, servicios,<br />

componentes organizacionales como las<br />

funciones sustantivas y adjetivas, objetivos<br />

estratégicos, entre otros dominios o áreas<br />

de conocimiento. El resultado explícito de<br />

esta fase es la creación de la memoria cor-<br />

TIC para apoyar<br />

almacenamiento y<br />

memoria corporativa.<br />

porativa de conocimiento. En la Tabla 2, se<br />

especifican los elementos básicos de esta<br />

fase.<br />

En el contexto de esta fase, algunos de los<br />

roles que le surgen a la biblioteca universitaria<br />

son:<br />

••<br />

Proponer criterios y metodologías<br />

interdisciplinarias para clasificar<br />

información y conocimiento<br />

estratégico para el desarrollo de<br />

FUENTE: Riesgo G.M. (2006). El<br />

negocio es el conocimiento


62<br />

Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria | Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />

la universidad tanto académica<br />

como organizacionalmente.<br />

••<br />

Analizar y proponer la incorporación<br />

o el diseño de tecnologías<br />

para apoyar este proceso.<br />

••<br />

Diseñar, de acuerdo con los propósitos<br />

estratégicos de la universidad y<br />

al uso de la misma, la memoria<br />

corporativa o base de conocimientos<br />

••<br />

Organizar procesos y mapas<br />

relacionados con la clasificación<br />

del conocimiento estratégico<br />

en la universidad.<br />

Fase 3. El proceso de transformación<br />

y actualización del conocimiento<br />

El conocimiento como un recurso valioso<br />

en el entorno organizacional y académico<br />

es dinámico; por lo tanto, cambia y se<br />

transforma en función de las necesidades<br />

de información y conocimiento. Para que<br />

siga teniendo significado y uso pertinente<br />

en un contexto, ese conocimiento puede<br />

transformarse en diversas formas comunicativas,<br />

entre las cuales se mencionan:<br />

experiencias sistematizadas, relatos, hipótesis,<br />

modelos, anécdotas, informes,<br />

analogías, metáforas, mapas conceptuales<br />

o mentales, procesos y procedimientos,<br />

diagramas de flujo, descripciones, estrategias,<br />

propuestas, ventajas y desventajas,<br />

aportes e ideas valiosas, prácticas de valor,<br />

instrucciones y recomendaciones, conclusiones,<br />

esquemas, prácticas obsoletas y<br />

de poco valor, elementos y procesos conducentes<br />

a innovación, entre otras. Estas<br />

formas comunicativas en que se registra la<br />

información y el conocimiento estratégico<br />

pueden registrarse en distintos formatos<br />

(visual, audio, audiovisual, multimedia,<br />

texto, imagen, entre otros) de acuerdo con<br />

su nivel y uso.<br />

La dinámica de la transformación del<br />

conocimiento que proponen <strong>No</strong>naka y<br />

Takeuchi, (1999, págs. 69-80), se fundamenta<br />

en la interacción constante entre conocimiento<br />

tácito y explícito, desde el cual<br />

se postulan cuatro formas de conversión<br />

del conocimiento:<br />

a. Socialización, que es el proceso para<br />

adquirir conocimiento tácito a través<br />

de compartir otros conocimientos<br />

tácitos, cara a cara, a través de diversas<br />

experiencias, modelos mentales y<br />

habilidades técnicas validadas.<br />

b. Combinación, consistente en crear<br />

nuevo conocimiento explícito a<br />

partir del ya existente, donde los<br />

individuos intercambian y combinan<br />

su conocimiento explícito mediante<br />

estrategias como conversaciones,<br />

encuentros, documentos, informes,<br />

memorandos, redes, foros, etc.<br />

c. Interiorización, siendo un proceso<br />

de enriquecimiento del conocimiento<br />

tácito a partir del conocimiento explícito<br />

de la organización, y se da cuando se<br />

asimila e interiorizan las experiencias<br />

y conocimientos que otros integrantes<br />

de la institución han formalizado.<br />

d. Exteriorización, el cual es<br />

un proceso consistente en la<br />

conversión de conocimiento<br />

tácito en contenidos explícitos<br />

comprensibles para la institución,<br />

empleándose para ello diversas<br />

formas simbólicas de comunicación<br />

y diversos formatos para contener<br />

la información y el conocimiento.<br />

En la Tabla 3 se especifican los elementos<br />

básicos de esta fase. En el contexto de la<br />

misma, algunos de los roles que le surgen a<br />

la biblioteca universitaria son:<br />

••<br />

Apoyar el proceso de conversión o<br />

transformación del conocimiento<br />

estratégico para la universidad,<br />

recuperando todo el conocimiento<br />

estratégico que se genera en la<br />

institución desde diferentes niveles,<br />

procesos, agentes y propósitos,<br />

y organizarlo según el tipo de<br />

conversión o transformación,<br />

resaltando su naturaleza de origen.<br />

••<br />

Organizar procesos, criterios y niveles<br />

relacionados con la transformación<br />

y actualización del conocimiento<br />

estratégico en la universidad,<br />

de acuerdo con los intereses<br />

estratégicos institucionales, así como<br />

el mapa de actividades de valor<br />

relacionadas con la transformación<br />

y actualización de conocimiento.


Conocimiento y aprendizaje<br />

63<br />

••<br />

Organizar diversas formas<br />

comunicativas y formatos que<br />

permitan, de forma ágil, la<br />

conversión y actualización del<br />

conocimiento en la institución.<br />

••<br />

Trabajar, de forma interdisciplinaria<br />

y en equipos de colaboradores,<br />

en redes de personas apoyadas<br />

en las tecnologías de información<br />

y comunicación.<br />

••<br />

Analizar y proponer la incorporación<br />

o el diseño de tecnologías<br />

para apoyar este proceso.<br />

••<br />

Organizar y establecer relación con<br />

fuentes internas y externas relevantes<br />

de información y conocimiento<br />

que aportan para la actualización<br />

del existente en la institución.<br />

Fase 4. El proceso de compartir<br />

y transferir el conocimiento<br />

Este proceso se caracteriza por la capacidad<br />

y las acciones para compartir de forma<br />

colaborativa, haciendo llegar la información<br />

y el conocimiento, de forma pertinente<br />

y efectiva, a quienes lo requieren en la<br />

organización, para que, con la aplicación<br />

del mismo se logre, en palabras de Tamer<br />

Cavusgil (2003), alcanzar ventajas competitivas,<br />

fortalecer la capacidad de innovación,<br />

beneficiarse de la experiencia de colaboración<br />

y lograr reducción de los costos<br />

de la innovación y desarrollar innovación<br />

en ciclos cortos.<br />

Las dos principales estrategias utilizadas<br />

para el acceso al conocimiento por los<br />

usuarios son: la selección automática y<br />

programada sin realizar preguntas explícitas<br />

y la selección provocada por la acción<br />

o pregunta intencionada de quien busca el<br />

conocimiento.<br />

Transformación y<br />

actualización del<br />

conocimiento<br />

¿Cómo se transforma<br />

y actualiza el<br />

conocimiento?<br />

¿Cómo se relacionan<br />

las personas y las<br />

tecnologías en la<br />

administración<br />

de información y<br />

conocimiento?<br />

Indicadores<br />

Mecanismos de<br />

transformación y<br />

actualización del<br />

conocimiento.<br />

Criterios, grados y<br />

niveles de actualización.<br />

Implicación de las<br />

personas y equipos de<br />

colaboradores.<br />

Papel de las TIC en este<br />

proceso.<br />

Dado que el proceso de transferencia de<br />

conocimientos involucra por sobre todo la<br />

interacción humana y social en un contexto<br />

particular, De Michelis (1996) sugiere que la<br />

naturaleza de este proceso de alta complejidad,<br />

por la cooperación requerida para construir<br />

conocimiento, debe ser comprendido<br />

en toda su magnitud desde la perspectiva de<br />

dos factores: su multiplicidad y autonomía.<br />

Por un lado, la multiplicidad de un proceso<br />

de cooperación depende de los muchos actores,<br />

objetos, eventos, de las características de<br />

los usuarios, las herramientas usadas, el tipo<br />

de políticas y normas de la organización, de<br />

las acciones y conversaciones que ocurren.<br />

La autonomía del proceso de cooperación<br />

depende más de los seres humanos que participan<br />

y de los factores que determinan el<br />

impacto sobre el rendimiento (calidad de sus<br />

competencias profesionales, grado de participación<br />

en los distintos procesos, el nivel<br />

de dificultad de las acciones, grado de paralelismo<br />

en sus perfiles profesionales, etc).<br />

En la tabla que se muestra a continuación se<br />

especifican los elementos básicos de esta fase.<br />

Tabla 3.<br />

Transformación y<br />

actualización del<br />

conocimiento<br />

FUENTE: Riesgo G.M. (2006). El<br />

negocio es el conocimiento<br />

El éxito de este proceso radica, además de<br />

contar con una sólida base de conocimientos,<br />

en que el acceso al mismo sea fácil e inmediato<br />

así como en un formato adecuado<br />

para los usuarios específicos. Por lo tanto,<br />

el apoyo de las tecnologías de información<br />

y comunicación es vital, para que a través<br />

de las redes se accedan a las memorias corporativas,<br />

creando listas de distribución<br />

por diferentes dominios en la institución.<br />

Compartir<br />

y transferir<br />

conocimiento<br />

¿Cómo se accede y se<br />

transfiere conocimiento?<br />

¿Qué criterios y<br />

estrategias se usan para<br />

transferir conocimiento?<br />

Indicadores<br />

Procedimientos para el<br />

acceso al conocimiento.<br />

Criterios y<br />

procedimientos para<br />

transferir conocimiento.<br />

Papel de las TIC en el<br />

proceso.<br />

Tabla 4. El proceso de<br />

compartir y transferir<br />

el conocimiento<br />

FUENTE: Riesgo G.M. (2006). El<br />

negocio es el conocimiento


64<br />

Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria | Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />

Tabla 5. El proceso de<br />

uso y aplicación del<br />

conocimiento<br />

FUENTE: Riesgo G.M. (2006). El<br />

negocio es el conocimiento<br />

En el contexto de esta fase, algunos de los<br />

roles que le surgen a la biblioteca universitaria<br />

son:<br />

••<br />

Analizar y proponer modelos,<br />

estrategias, criterios y procedimientos<br />

institucionales de transferencia<br />

de conocimiento estratégico a<br />

diferentes niveles y actores de la<br />

organización universitaria.<br />

••<br />

Diseñar protocolos para la<br />

transferencia y el intercambio<br />

de conocimiento relevante<br />

para la organización.<br />

••<br />

Analizar y proponer la incorporación<br />

o el diseño de tecnologías para la<br />

transferencia de conocimiento en<br />

la organización universitaria.<br />

••<br />

Diseño constante de estudios y análisis<br />

sobre la información y el conocimiento<br />

relevante para cada fase en la dinámica<br />

del desarrollo institucional.<br />

••<br />

Liderar y gestionar acuerdos<br />

institucionales internos y externos de<br />

cooperación que se relacionen con el<br />

compartir y transferir conocimiento.<br />

Fase 5. El proceso de uso y<br />

aplicación del conocimiento<br />

El valor del conocimiento radica en su<br />

uso en un contexto particular o amplio.<br />

Por esta razón, a pesar de que exista una<br />

memoria organizacional con información<br />

y conocimiento relevante y unas redes<br />

de transferencia eficaces, el conocimiento<br />

Usos y aplicación del<br />

conocimiento<br />

¿Qué usos tiene el<br />

conocimiento en la<br />

universidad?<br />

¿En qué medida se<br />

explota en beneficio de la<br />

institución?<br />

¿Qué valor añadido aporta a<br />

la institución?<br />

Indicadores<br />

Relación entre<br />

el conocimiento<br />

valioso, necesario y<br />

existente.<br />

Nivel de uso del<br />

conocimiento.<br />

Valor añadido del<br />

conocimiento tácito<br />

y explícito.<br />

Resultados de<br />

innovación y<br />

mejoras.<br />

Valor agregado<br />

de los nuevos<br />

programas y<br />

servicios.<br />

sólo tendrá de valor corporativo cuando<br />

sea usado con alguna finalidad, ya sea<br />

para mejorar proceso, tomar decisiones<br />

estratégicas, innovar y mejorar servicios,<br />

productos y condiciones institucionales,<br />

entre otros. En otras palabras, en la universidad<br />

así como en la empresa no basta<br />

con ser brillante, hay que demostrarlo y<br />

evidenciarlo en lo concreto con el desarrollo<br />

de mejoras e innovación.<br />

En el contexto de esta fase, algunos de los<br />

roles que le surgen a la biblioteca universitaria<br />

son:<br />

••<br />

Apoyo en la gestión de<br />

experiencias internas y externas<br />

de aplicación de conocimiento<br />

••<br />

Apoyo en la organización y gestión<br />

de la base de conocimientos aplicados<br />

tanto internos como en otras<br />

organizaciones y su intensidad de uso.<br />

••<br />

Diseño de criterios y mecanismos para<br />

reutilizar y renovar el conocimiento<br />

estratégico para la institución.<br />

Conclusiones<br />

1. Lo anterior implica que las bibliotecas<br />

universitarias deben apoyar de forma<br />

explícita los procesos organizacionales<br />

y académicos, los procesos relacionados<br />

con la gestión del conocimiento<br />

tácito y explícito en las universidades,<br />

liderando una serie de procesos, estrategias<br />

y acciones, incrustándose en<br />

la dinámica y la lógica de la creación,<br />

organización, transformación, compartir-transferir<br />

y usar el conocimiento,<br />

trabajando más estrechamente con las<br />

comunidades disciplinares, interdisciplinares<br />

y administrativas para aportar<br />

de manera significativa al desarrollo e<br />

innovación de las organizaciones universitarias.<br />

2. Abordar estos nuevos roles requerirá<br />

no sólo un mejoramiento cualitativo<br />

en la gestión de los procesos y las tecnologías<br />

utilizadas en el ámbito de las<br />

bibliotecas universitarias, sino, por sobre<br />

todo el enriquecimiento del perfil<br />

que poseen los profesionales de la in-


Conocimiento y aprendizaje<br />

65<br />

formación que forman parte de estas<br />

unidades de información, ya que como<br />

se evidencia por todo lo formulado anteriormente,<br />

las bibliotecas universitarias,<br />

como unidades especializadas en<br />

la administración de información académica,<br />

están llamadas a cumplir un<br />

rol destacado en la gestión del conocimiento<br />

en las universidades de hoy y<br />

del futuro.<br />

Referencias Bibliográficas<br />

Brunner, J.J. (2000). Educación: Escenarios de futuro. Nuevas<br />

tecnologías y sociedad de la información. (Versión electrónica).<br />

Documento de Trabajo N 16, Santiago: PREAL.<br />

Carrillo, F.J. (2001). El futuro de la gestión del conocimiento: tres<br />

incógnitas, tres fases y tres escenarios (versión electrónica). En<br />

A. Arboníes (ed.), Cómo evitar la miopía en la administración del<br />

conocimiento. España: Ediciones Díaz de Santos.<br />

Choo, C. (1999). La organización inteligente. El empleo de la<br />

información para dar significado, crear conocimiento y tomar<br />

decisiones. México: Oxford University Press.<br />

Cuevas, S. (2004). Plataforma para la gestión del conocimiento<br />

en la universidad utilizando los mapas conceptuales. Ponencia<br />

presentada en el 4to Congreso Internacional de “Educación<br />

Superior”, La Habana, Cuba: Palacio de las Convenciones.<br />

Davenport, T. y Prusak, L. (2001). Conocimiento en acción. Cómo<br />

las organizaciones manejan lo que saben. Brazil: Prentice Hall.<br />

De Michelis, G. (1996). What does cooperation need to create<br />

knowledge? SIGOIS Bulletin, Vol. 17, <strong>No</strong> 3.<br />

Drucker, P. (2003). La sociedad postcapitalista. 3ª ed. Bogotá:<br />

Editorial <strong>No</strong>rma.<br />

Estudillo García, J. (2001). Elementos que conforman la sociedad<br />

de la información. Investigación Bibliotecológica, V. 15, <strong>No</strong> 31,<br />

págs. 163-194.<br />

Gómez, A. (2003). Las claves de la economía digital. Una<br />

reflexión sobre los nuevos retos que deben enfrentar las<br />

organizaciones en la sociedad de la información. México:<br />

Alfaomega.<br />

Koulopoulos, T. y Frappaolo, K. (2000). Lo fundamental y<br />

lo más efectivo acerca de la gerencia del conocimiento. Bogotá:<br />

McGraw-Hill.<br />

<strong>No</strong>naka, I. y Takeuchi, H. (1999). La organización creadora de<br />

conocimiento. Cómo las compañías japonesas crean la dinámica de<br />

la innovación. México: Oxford University Press.<br />

Polanyi, M. (1967). The Tacit Dimension. New York: Doubleday.<br />

Riesco G., M. (2006). El negocio es el conocimiento. España:<br />

Ediciones Díaz de Santos.<br />

Rivero, D. y Vega, V. (2004). Metodología para la<br />

implementación del capital intelectual en las universidades:<br />

una aproximación. Ponencia presentada en el 4to Congreso<br />

Internacional de”Educación Superior”, La Habana, Cuba:<br />

Palacio de las Convenciones.<br />

Ruskstad, M G.; Peter Coughkn, (2001). Daimler Chrysler<br />

Knowledge Management Strategy, Harvard Business School. <strong>No</strong>.<br />

12<br />

Sveiby, K. (2000). El valor del conocimiento. Gestión, Volumen<br />

5 / 2. Recuperado el 1 de marzo de 2005 de: http://www.<br />

sveiby.com/articles/gestionpdf<br />

Tamer Cavusgil, S. (2003). Tacit knowledge transfer and firm<br />

innovation capability. Journal of Business & Industrial Marketing.<br />

Vol. 18, Number 1, págs. 6-21.<br />

Unesco. (2005). Hacia las sociedades del conocimiento.<br />

Recuperada el 10 de octubre de 2006 del sitio web de la<br />

Unesco: www.unesco.org/es/worldreport


66<br />

Conocimiento colectivo | Jesús Antonio Peñaranda Bautista<br />

Conocimiento colectivo<br />

Autor »<br />

Jesús Antonio Peñaranda Bautista*<br />

Resumen »<br />

Para la educación superior es importante mirar hacia el sector productivo, en<br />

relación con la forma como se aprende y estructura el conocimiento. Conocer<br />

este sector, representado por las empresas formales y la manera como actúan<br />

frente al conocimiento dentro de ellas, es un deber de quienes estamos comprometidos<br />

con la educación.<br />

Este escrito presenta cómo este tipo de conocimiento que se desarrolla en<br />

el seno de las empresas, tiene unos expertos y unos enfoques, que al conocerlos,<br />

permitirán adaptar a este entorno los criterios educativos que rigen la<br />

formación de profesionales. Para ello, se tomaron ideas de <strong>No</strong>naka, Garvin y<br />

Andreu, quienes resaltan que el éxito de las empresas está en cómo aprovechan<br />

el conocimiento colectivo, lo reflejan hacia sus productos o servicios y lo<br />

fomentan a través de planes estructurados de capacitación o formación, con<br />

el fin de aumentar la efectividad y generar un distintivo propio.<br />

Abstract »<br />

In high education, it is very important to look over the manufacturing sector, in<br />

relation with the way knowledge is learnt and structured there. To know this sector,<br />

represented by the formal companies and the way they act in face to the knowledge<br />

inside them, is a duty for the ones who are committed with people’s education.<br />

This article attempts to show how this kind of knowledge developed inside the organizations,<br />

has some experts and approaches, which aim the educational criteria<br />

that leads the professional training, to this working environment.<br />

To do this, ideas from <strong>No</strong>naka, Garvin and Andreu were taken since they stand out<br />

that the companies’ success is based on the way they take advantage of the collective<br />

knowledge to reflect it on their products and services; promoting it through<br />

well structured training and education plans, in order to increase effectiveness and<br />

to create their own mark.<br />

Palabras clave »<br />

Keywords<br />

Conocimiento tácito, conocimiento explícito, conocimiento organizacional,<br />

conocimiento subjetivo.<br />

Tacit knowledge, explicit knowledge, organizational knowledge, subjective<br />

knowledge.<br />

* Decano de la Facultad de<br />

Ingeniería y Tecnologías de<br />

la Información de INPAHU.<br />

Ingeniero de Sistemas.<br />

Magister en Educación.


Conocimiento y aprendizaje<br />

67<br />

“Los libros nos permiten viajar a través del tiempo, explotar la sabiduría de nuestros antepasados. La biblioteca nos conecta con las<br />

instituciones y los conocimientos extraídos penosamente de la naturaleza, de las mayores mentes que hubo jamás, con los mejores<br />

maestros, escogidos por todo el planeta y por la totalidad de nuestra historia, a fin de que nos instruyan sin cansarse, y que nos inspiren<br />

para que hagamos nuestra propia contribución al conocimiento colectivo de la especie humana. Las bibliotecas públicas dependen<br />

de las contribuciones voluntarias. Creo que la salud de nuestra civilización, nuestro reconocimiento real de la base que sostiene nuestra<br />

cultura y nuestra preocupación por el futuro, se puede poner a prueba por el apoyo que prestemos a nuestras bibliotecas”.<br />

(Sagan, 2000, pág.279)<br />

De la reflexión de Carl Sagan nos surge<br />

un interrogante acerca de la importancia<br />

que tiene el hecho de que el conocimiento<br />

no se quede en un punto individual,<br />

sino que trascienda a entornos colectivos.<br />

Obviamente, la mirada de Carl Sagan es<br />

más general y este escrito se enfoca en lo<br />

que el entorno mundial ha llamado “conocimiento<br />

colectivo” desde la mirada del<br />

conocimiento organizacional. Cuando una<br />

empresa basa su funcionamiento en las<br />

competencias individuales, el conocimiento<br />

total de la organización es la suma de los<br />

conocimientos individuales. Sin embargo,<br />

cuando la organización funciona sobre la<br />

base de verdaderos equipos conectados<br />

que comparten su conocimiento, este es<br />

mucho más valioso debido a los efectos de<br />

creatividad y sinergia.<br />

1. Conocimiento en las empresas<br />

En una organización fundamentada en las<br />

competencias individuales, cuando un trabajador<br />

abandona la empresa, se lleva con<br />

él lo esencial de su conocimiento. El propósito<br />

de crear conocimiento colectivo es el<br />

de lograr que la mayor parte posible de ese<br />

conocimiento permanezca en las organizaciones.<br />

Abordar problemas en torno al conocimiento<br />

no es nada fácil, debido a que<br />

son muchas las dudas que se derivan de los<br />

tratados del conocimiento, por ser un tema<br />

especialmente complejo en nuestros tiempos.<br />

El conocimiento tratado en el mundo<br />

de los especialistas (los filósofos y los investigadores)<br />

se denomina epistemología o<br />

la “episteme que es lo que siempre se ha<br />

denominado la teoría del conocimiento”<br />

(Suárez, 2005, 13 marzo, pág. 65).<br />

Reconociendo el problema del conocimiento<br />

hoy en día, lo primero que se busca es el<br />

enfoque sobre el tema de aprendizaje del<br />

conocimiento en los entornos colectivos.<br />

Según Suárez, “<strong>No</strong> todo aprendizaje es<br />

un conocimiento. Lo que sí podemos decir<br />

es que cada instante de conocimiento<br />

tiene un momento distinto de aprendizaje,<br />

pues cada uno de ellos es independiente<br />

del otro, cada uno es específico” (Suárez,<br />

2005, 13 marzo, pág. 83) y agrega: “El<br />

aprendizaje puede ser de varios tipos, pero<br />

podemos destacar dos fundamentales. El<br />

primero, empírico, donde la persona se<br />

acerca al saber por sí mismo, sin la ayuda<br />

de un maestro que le oriente el camino, y<br />

un segundo aspecto, cuando se le ofrece a<br />

la persona por un maestro” (Suárez, 2005,<br />

13 marzo, pág. 83). De cualquier manera,<br />

existen otros tipos de conocimiento aún<br />

más complejos y uno de ellos es cuando<br />

se toman colectivos para orientaciones de<br />

algún tipo de aprendizaje o formación y<br />

nos surgen varios interrogantes: ¿hasta<br />

qué punto se logran y se manejan estos<br />

momentos de conocimiento? (que no<br />

siempre son impartidos por maestros,<br />

sino por instructores o especialistas de las<br />

disciplinas), ¿cómo manejan este tipo de<br />

procesos? Surge, además, otro interrogante<br />

para orientar este primer panorama del<br />

tema: ¿es efectivo y claro en los entornos<br />

organizacionales el proceso de aprendizaje<br />

que del conocimiento individual nos<br />

lleva al conocimiento colectivo?<br />

2. Conocimiento colectivo<br />

Inicialmente el interés es tratar el conocimiento<br />

colectivo, término que se ha acuñado<br />

en nuestros tiempos modernos como el<br />

conocimiento impartido en medios organizacionales<br />

y empresariales o conocimiento<br />

organizacional. Desde este punto de vista,<br />

no se tratará la sociología del conocimiento<br />

vista desde Scheler, muy profundo para<br />

este enfoque organizacional y que a través<br />

de uno de sus intérpretes nos dice: “La Sociología<br />

del conocimiento debe ocuparse


68<br />

Conocimiento colectivo | Jesús Antonio Peñaranda Bautista<br />

Figura 1.<br />

Importancia relativa<br />

de la información en<br />

las distintas etapas<br />

en la evolución<br />

tecnológica<br />

FUENTE: Unesco, 2007<br />

de todo lo que se considere conocimiento<br />

en sociedad” (Berger, 1971, pág. 30), ni gestión<br />

del conocimiento, que sólo citaremos<br />

de manera muy puntual. Estos son temas<br />

mucho más profundos y complejos que no<br />

son el objetivo de esta reflexión.<br />

El tratamiento del tema para responder los<br />

anteriores interrogantes y darle el matiz<br />

apropiado, plantea la siguiente tesis para<br />

debatir el tema: ¿Es creando organizaciones<br />

que aprendan, o transfieran los conocimientos<br />

individuales a entornos colectivos<br />

pero buscando una estrategia válida, como<br />

se puede dar el proceso de conocimiento<br />

personal al conocimiento colectivo? Este<br />

recorrido va del saber tácito al conocimiento<br />

explícito; este nuevo enfoque de organizaciones<br />

que aprenden, parte de un nuevo<br />

pensamiento para toda la empresa: el conocimiento<br />

también es un capital y muy<br />

valioso.<br />

2.1. Conocimiento como<br />

activo en las empresas<br />

Infortunadamente, no todas las empresas<br />

son conscientes de que el conocimiento es<br />

parte de la organización y que es diferente<br />

del resto de los recursos que se manejan (la<br />

tendencia del conocimiento y la información<br />

es irreversible, ver figura 1).<br />

El conocimiento como lo humano, está<br />

vivo, es independiente; lo único que lo hace<br />

semejante a los otros recursos es su escasez<br />

y en algunos casos su volatilidad (cuando<br />

no se registra debidamente).<br />

2.2. Los expertos en<br />

conocimiento colectivo<br />

Respecto a este tema del conocimiento individual<br />

en las empresas y la forma como<br />

se vuelve válido para un entorno colectivo,<br />

se vislumbrarán tres posiciones manejadas<br />

por algunos de los más destacados proponentes<br />

del conocimiento colectivo:<br />

a. Ikujiro <strong>No</strong>naka. Citamos a Ikujiro<br />

<strong>No</strong>naka, quien en su libro La empresa<br />

creadora del conocimiento, sugiere que<br />

muchos de los directores de empresas<br />

mantienen una visión demasiado<br />

estrecha acerca del conocimiento y<br />

no saben cómo debe ser explotado<br />

y aprovechado por la empresa.<br />

<strong>No</strong>naka nos explica cómo empresas<br />

de éxito como Honda, Canon y Sharp<br />

son conscientes de que la creación de<br />

nuevo conocimiento no consiste sólo<br />

en procesar información; tiene un gran<br />

sentido el aprovechar el conocimiento<br />

tácito y subjetivo, dado a través de<br />

ideas de los empleados en ambientes<br />

de conocimiento colectivo, pero<br />

poniendo esas ideas a disposición de<br />

toda la empresa para ser probadas.<br />

El mismo autor añade: “Las empresas de<br />

mayor éxito serán las que creen nuevo conocimiento,<br />

lo difundan por toda la em-


Conocimiento y aprendizaje<br />

69<br />

presa y lo incorporen de manera rápida”.<br />

Algo indispensable en su posicionamiento<br />

es contar siempre con directivos que sepan<br />

materializar ese conocimiento tácito.<br />

Dice <strong>No</strong>naka: “La empresa creadora de<br />

conocimiento se centra tanto en las ideas<br />

como en los ideales, y ese hecho fomenta<br />

la innovación. La esencia de la innovación<br />

consiste en recrear siguiendo a una determinada<br />

visión o ideal. El conocimiento colectivo<br />

es un estilo de conducta, un modo<br />

de actuar; de hecho, una forma de ser en<br />

donde todos son trabajadores del conocimiento”<br />

(<strong>No</strong>naka, 1999, pág. 45).<br />

Los planteamientos de <strong>No</strong>naka advierten<br />

que el conocimiento siempre se inicia con<br />

una persona que concibe una idea y la<br />

transmite a un director intermedio, quien<br />

la hace realidad en un producto o servicio.<br />

La esencia de su planteamiento es que el<br />

trabajo individual se lleva hacia un trabajo<br />

colectivo en lo que el autor citado denomina<br />

la espiral del conocimiento, la cual se<br />

concreta en las siguientes transmisiones de<br />

conocimiento:<br />

••<br />

De tácito a tácito: el aprendiz<br />

adquiere conocimiento de un<br />

experto. Pero si no se hace explícito<br />

a un colectivo, no se aprovecha<br />

por las organizaciones.<br />

••<br />

De explícito a explícito: combinando<br />

partes separadas de conocimiento<br />

explícito, para lograr un nuevo<br />

conjunto de conocimiento.<br />

••<br />

De tácito a explícito: es el ideal de<br />

compartir el conocimiento, para así<br />

llegar a conocimiento colectivo.<br />

••<br />

De explícito a tácito: a medida que<br />

un conocimiento se extiende a lo<br />

largo de la empresa los empleados<br />

empiezan a interiorizarlo (es decir, se<br />

usa en beneficio de su propio legado).<br />

Los cuatro modelos funcionan de manera<br />

interactiva y dinámica, para llegar a la espiral<br />

del conocimiento de <strong>No</strong>naka.<br />

b. David Garvin. Una segunda perspectiva<br />

del conocimiento colectivo es la de<br />

David Garvin en su libro titulado<br />

Crear una organización que aprende, antes<br />

de que la empresa pueda convertirse<br />

en una organización que aprende debe<br />

resolver tres elementos claves: primero,<br />

la fundamentación de organización<br />

que aprende; segundo, establecer<br />

orientaciones claras para la práctica<br />

del aprendizaje, y tercero, los sistemas<br />

de evaluación para estimar el nivel y<br />

ritmo de aprendizaje de la empresa.<br />

<strong>No</strong>s dice Garvin que siguiendo estas fundamentaciones<br />

la organización podrá ser<br />

muy fuerte en la resolución sistemática de<br />

problemas, experimentación de nuevos enfoques,<br />

aprovechamiento de las experiencias<br />

del pasado, aprendizaje de la competencia<br />

y transferencia rápida y efectiva de<br />

conocimiento a lo largo de la empresa.<br />

En los elementos fundamentales Garvin<br />

define: “Una organización que aprende<br />

es una organización experta en crear, adquirir<br />

y transmitir conocimiento, y en modificar<br />

su conducta para adaptarse a esas<br />

nuevas ideas y conocimientos” (Garvin,<br />

1995, pág. 16).<br />

Los pasos para llegar a este modelo se<br />

inician creando un entorno favorable al<br />

aprendizaje; es necesario dedicar tiempo<br />

para la reflexión y el análisis; establecer<br />

tiempo para planes estratégicos de aprendizaje<br />

que lleven al conocimiento, examinar<br />

los planes actuales de trabajo y mirar<br />

perspectivas. El aprendizaje se producirá<br />

y permitirá mejoras cuando también se<br />

den los tiempos necesarios para este, el<br />

cual debe darse en entornos abiertos y cooperativos.<br />

c. Rafael Andreu. Una tercera mirada es la<br />

de Rafael Andreu, quien señala que el<br />

desarrollo de conocimiento propio es<br />

indispensable para que una empresa<br />

u organización pueda competir<br />

efectivamente. La globalización,<br />

el constante cambio y desarrollo<br />

tecnológico están cambiando de<br />

manera fundamental la estructura<br />

competitiva de los mercados. En el<br />

nuevo ámbito, las fuentes tradicionales<br />

de ventaja competitiva de las empresas


70<br />

Conocimiento colectivo | Jesús Antonio Peñaranda Bautista<br />

(activos físicos, financieros, acceso<br />

privilegiado a materias primas o a<br />

segmentos de mercado protegidos, e<br />

incluso a tecnología (ver figura 1) no<br />

son ya suficientes porque todos ellos<br />

tienden a estar más y más a disposición<br />

de todo el mundo, en igualdad de<br />

condiciones y en mercados abiertos.<br />

En las organizaciones, esas capacidades<br />

distintivas tienen siempre un origen en las<br />

personas, que son quienes las desarrollan y<br />

las aplican basándose en su conocimiento,<br />

pero ello implica un aprendizaje tanto individual<br />

como colectivo que nos lleve a un<br />

verdadero conocimiento.<br />

Se podría pensar que se debe lograr la distinción<br />

de algunos tipos de conocimiento<br />

en relación con el conocimiento colectivo,<br />

para entender aún mejor el aprendizaje<br />

real que debe darse en las organizaciones.<br />

Una primera distinción entre tipos de conocimiento<br />

tiene, precisamente, en cuenta<br />

esta característica: se llama conocimiento<br />

explícito al que es fácil de ser representable<br />

externamente a las personas, y el implícito<br />

o tácito (<strong>No</strong>naka, 1994, pág. 45), al que no<br />

es representable por medios externos a las<br />

personas, que lo poseen (en parte porque<br />

les resulta difícilmente articulable a ellas<br />

mismas, que así de hecho saben más de<br />

lo que creen o de lo que pueden explicar).<br />

“Imitar conocimiento tácito es, pues, mucho<br />

más difícil y costoso que simplemente<br />

copiar conocimiento explícito” (Connor,<br />

1996, pág. 232). Por eso las ventajas competitivas<br />

basadas en conocimiento tácito<br />

tienden a ser más valoradas.<br />

Cuando las personas desarrollan conocimiento<br />

lo hacen en un contexto específico<br />

(social, organizativo, etc.) y cada una siguiendo<br />

su propio camino (dependiente,<br />

entre otras cosas, de su conocimiento y experiencias<br />

anteriores). Por eso se dice que<br />

el conocimiento depende “del camino” empleado<br />

en su desarrollo y “del contexto” en<br />

el que se ha desarrollado. En la medida en<br />

que duplicar ese contexto y esos caminos<br />

sea difícil (y a menudo lo es mucho, porque<br />

cada empresa tiene su propio estilo en<br />

caminos y contextos), imitar conocimiento<br />

será costoso, y las ventajas competitivas<br />

asociadas resultarán más sostenibles. Por<br />

todas estas razones, las empresas de hoy<br />

necesitan prestar mayor atención a los procesos<br />

de generación del conocimiento colectivo<br />

y sus implicaciones en los procesos<br />

generales y metas de las empresas.<br />

Para Andreu es necesario hacer la aclaración<br />

sobre la relación de este, con gestión<br />

del conocimiento, el cual tiene implicaciones<br />

con procesos más complejos que<br />

implican procesos y procedimientos de la<br />

organización. Al respecto, Rafael Andreu<br />

nos dice: “Gestionar bien los procesos que<br />

llevan al desarrollo de conocimiento propio<br />

y distintivo se está convirtiendo en<br />

una prioridad para muchas empresas”.<br />

De ahí la ubicuidad actual, en los ámbitos<br />

empresariales, de eso que se ha dado<br />

en llamar gestión del conocimiento (GC)<br />

como siempre ocurre con conceptos nuevos;<br />

sin embargo, no todo el mundo entiende<br />

lo mismo por GC. Para algunos el<br />

concepto ni es nuevo, "venimos gestionando<br />

el conocimiento desde siempre",<br />

dicen, y de hecho no les falta razón. Para<br />

otros, "el conocimiento no se puede gestionar,<br />

sólo el proceso de su creación", argumentan<br />

(Andreu, 2000, pág. 25).<br />

Algo importante en los preceptos de Andreu<br />

es conocimiento colectivo y acción.<br />

El enfoque nos dice que el desarrollo de<br />

conocimiento colectivo se hace con el objetivo<br />

de emplearlo para conseguir ventajas<br />

empresariales en el rol de desarrollo de los<br />

diferentes procesos de las organizaciones,<br />

es decir, las ventajas se obtienen cuando el<br />

conocimiento se emplea en acciones prácticas,<br />

no sólo se obtiene y se deja acumular<br />

o se deja estático. “Se entiende como<br />

conocimiento colectivo en acción, como la<br />

capacidad de resolver problemas con un<br />

grado de efectividad determinado” (Andreu,<br />

2000, pág. 34).<br />

Conviene analizar la relación entre conocimiento<br />

colectivo y conocimiento individual,<br />

para este último las personas utilizan<br />

capacidades básicas, modelos mentales, escalas<br />

de valores, entre otras, dependiendo<br />

del ambiente o contexto en que se muevan


Conocimiento y aprendizaje<br />

71<br />

» Aplicabilidad<br />

Lo anterior nos llevaría a una pregunta final: ¿Cómo mejorar el conocimiento de<br />

una empresa u organización? Aplicando algunos de los preceptos anteriores, debemos<br />

buscar siempre “mejorar la capacidad de resolución de problemas de la<br />

empresa”, ya sea a través de sus individuos, o de sus colectivos, cualquier cambio<br />

en el contenido del conocimiento de los miembros de la empresa que contribuya<br />

al objetivo anterior, de modo que se tenga la verdadera capacidad de resolver<br />

problemas relevantes para la empresa, es decir, gestionar adecuadamente el<br />

aprendizaje, individual y colectivo, de los miembros de esta.<br />

El conocimiento colectivo implica un proceso de carácter dinámico, es decir, es<br />

algo que se diseña, se implanta, se utiliza e incluye el desarrollo de conocimiento;<br />

estamos hablando también de gestionar los procesos de aprendizaje en la empresa.<br />

Además, se debe hacer referencia a las ventajas competitivas de la empresa.<br />

Pensamos que las organizaciones tienen que realizar un diagnóstico y unos inventarios<br />

de sus conocimientos para gestionar planes de aprendizaje y conocimientos<br />

(estrategia de conocimiento), ya sea con personal interno o externo<br />

dirigido a potenciar la organización.<br />

Del saber colectivo la base parte de la consideración de que el conocimiento es<br />

creado por los individuos, siendo después transformado en conocimiento colectivo.<br />

En esta línea de pensamiento, el papel de la empresa se debe centrar en<br />

la potenciación de los entornos de creatividad de los individuos, en el reconocimiento<br />

de sus aportes y en la definición de sistemas de gestión de personas<br />

centradas en este objetivo.<br />

Los autores citados no resaltan mucho el enfoque tecnológico. La naturaleza de<br />

este enfoque es la creencia de que el proceso de generación colectiva del conocimiento<br />

en las organizaciones se basa en la potenciación de la conectividad de<br />

los individuos de la organización. La masificación de la internet e intranets corporativas<br />

demuestra el éxito que esta aproximación viene teniendo en el mundo<br />

empresarial de hoy.<br />

La habilidad de escalar el conocimiento individual a un conocimiento colectivo<br />

entre los empleados de una empresa, juega un papel crítico en el éxito de esta. Se<br />

deben proveer de soluciones de potencializar el conocimiento en organizaciones<br />

comprometidas con la aceleración del conocimiento de sus empleados. A través<br />

del uso de la tecnología, servicios de aprendizaje, administración del conocimiento<br />

y soluciones de servicio al empleado, así se puede producir un potencial<br />

de trabajo más fuerte y un mejoramiento en los objetivos de la organización.


72<br />

Conocimiento colectivo | Jesús Antonio Peñaranda Bautista<br />

y de los planes de acción para afrontar determinadas<br />

situaciones o problemas. Andreu<br />

nos dice:<br />

“Todos tenemos experiencia de la existencia<br />

de este tipo de “reglas de invocación”,<br />

implícita o explícitamente. Por ejemplo, no<br />

evaluamos del mismo modo una situación<br />

conflictiva en el ámbito familiar que en el<br />

ámbito profesional, o incluso exactamente<br />

una misma situación la evaluamos distinto<br />

si lo hacemos a título personal o como<br />

miembros de un grupo (ya sea de amigos, de<br />

vecinos, o de colegas en el contexto de una<br />

organización)” (Andreu, 2000, pág. 35).<br />

Todos estos componentes de conocimiento<br />

individual son distintos y dan lugar a<br />

implicaciones diferentes a la hora de gestionar<br />

efectivamente el conocimiento en la<br />

empresa.<br />

Siguiendo los mismos parámetros, si aplicamos<br />

la definición anterior al concepto de<br />

“conocimiento colectivo”, el resultado es la<br />

capacidad colectiva de un grupo de individuos<br />

para resolver problemas colectivos<br />

con un grado de efectividad determinado.<br />

Además, la resolución colectiva de problemas<br />

requiere el establecimiento de planes<br />

de acción colectivos, que a su vez requieren<br />

esquemas de coordinación para combinar<br />

efectivamente las acciones de los miembros<br />

del colectivo.<br />

Conclusiones<br />

1. La particularidad del conocimiento colectivo<br />

de una organización o empresa<br />

debe ser tan elevado que resulte prácticamente<br />

imposible adquirirlo en el<br />

mercado y así buscar el sello distintivo<br />

que haga la diferencia con respecto a organizaciones<br />

similares.<br />

2. La posición de <strong>No</strong>naka es más informal,<br />

pero a la vez más explícita en<br />

procesos naturales donde se destaca el<br />

papel que ejercen los directivos, como<br />

dinamizadores del proceso de aprendizaje<br />

que nos lleve al conocimiento.<br />

La teoría de Garvin, en este proceso<br />

del conocimiento colectivo, suele estar<br />

en una posición más compleja, artificial,<br />

más estricta y clásica. Finalmente,<br />

Andreu relaciona el proceso del conocimiento<br />

colectivo con los contextos<br />

particulares, sellos distintivos y las acciones<br />

mediante la resolución de problemas<br />

en forma eficiente.<br />

3. De cualquier forma, todos coinciden<br />

en la importancia de utilizar el conocimiento<br />

individual, en pro de los intereses<br />

organizacionales, así se llegue por<br />

caminos diferentes a un método para<br />

aprovechar y dirigir el conocimiento. Es<br />

claro que existe un dilema entre el conocimiento<br />

colectivo y el aprendizaje, por<br />

tanto, las empresas u organizaciones de<br />

hoy necesitan cuidar de su desarrollo<br />

y expansión a través de la creación de<br />

condiciones propicias para que se dé un<br />

aprendizaje planeado del conocimiento<br />

colectivo.<br />

Referencias Bibliográficas<br />

Andreu, R. (2000). Gestión integral del conocimiento. Navarra:<br />

IESE editorial.<br />

Berger, P. (1971). Construcción social de la realidad. Buenos<br />

Aires: Amorrortu Editores.<br />

Connor, K. R., y Prahalad C. K. (1996). A Resource- based<br />

Theory of the Firm: Knowledge versus Opportunism. In<br />

Organization Science, 7(5), 477-501.<br />

<strong>No</strong>naka, I. (1999). La empresa creadora de conocimiento. Tokio:<br />

Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología.<br />

Sagan, C. (2000). Cosmos. Barcelona: Editorial Planeta.<br />

Suárez, G. (2005). Aproximación al problema Epistemológico, en<br />

<strong>Revista</strong> Actualidades Pedagógicas, Universidad de la Salle.<br />

Garvin, D. (1995). Crear una organización que aprende.<br />

Harvard Business Review.


Conocimiento y aprendizaje<br />

73<br />

¿Qué tanto saben de seguros<br />

los administradores de empresas?<br />

Autor »<br />

Juan Hernando Bravo Reyes*<br />

Resumen »<br />

Con una descripción específica sobre el origen de las necesidades propias de aseguramiento, involucradas<br />

en el desarrollo y evolución del hombre, se busca una primera aproximación dentro del proceso de<br />

concienciar sobre la realidad aseguradora, referenciada sobre la base del comportamiento cultural de los<br />

colombianos frente a inminentes situaciones azarosas y/o peligrosas; con una orientación básica hacia las<br />

pequeñas empresas, y su necesidad de asegurar el patrimonio que les garantiza el desarrollo de su objeto<br />

social; situación que coloca en un segundo plano los seguros personales o de vida.<br />

En segunda instancia, con el presente material se quiere sustentar de manera general la propuesta de<br />

crear una tarifa social de seguros, por lo que se hace un recuento que incluye: los orígenes del aseguramiento,<br />

el significado de lo social, la conceptualización sobre la administración de riesgos y la prevención<br />

de pérdidas como elementos base de la tarifa; el proceso de generación de pérdidas en una empresa,<br />

algunas definiciones de tipo técnico y sustento jurídico sobre el contrato de seguros. Como elemento<br />

clave dentro del proceso de cambio, se recuerda que los seguros tienen su origen en las mutualidades y<br />

para concluir se determinan los fundamentos y espíritu de la posible tarifa de seguros; de igual manera,<br />

se detallan gráficamente las variables que deben ser tenidas en cuenta al momento de trasladar un riesgo<br />

a las compañías aseguradoras.<br />

Abstract »<br />

With a specific description about the origin of the proper needs of assurance involved in the development and<br />

evolution of man, it is searched a first approach in the process of awareness about the insurer reality, based<br />

on the cultural behavior of Colombian people facing random situations and imminent dangers, with a basic<br />

orientation towards small companies and their need of assuring heritage that guarantees them the development<br />

of its social object, situation that puts in the background the personal or life insurance. On the other<br />

hand, with this material it is wanted to support -in a general way- the proposal of creating a social insurance<br />

fee, which is why it is made a review that includes the origins of assurance, the meaning of “social”, conceptualization<br />

of risks administration and loss prevention as basic elements of fee, the process of generating losses in a<br />

company and some technical definitions and legal support on the insurance contract. As a key element in the<br />

process of change, it is emphasized that insurances are rooted in mutuality and, to conclude, fundamentals<br />

and spirit of the possible fee are determined. Similarly, variables to be taken into account when transferring a<br />

risk to insurers are graphically detailed.<br />

Palabras clave »<br />

Keywords<br />

Riesgo, asegurado, asegurador, pequeño empresario, administración de riesgos.<br />

Risk, insured, insurer, small businessman, risk management.<br />

* Docente de la Facultad<br />

de Ciencias Económicas y<br />

Administrativas de INPAHU.<br />

Administrador de Empresas.<br />

Especialización en Pedagogía<br />

y Docencia Uniersitaria.<br />

Magister en Tecnología<br />

Educativa. Docente de la<br />

Universidad de la Salle.


74<br />

¿Qué tanto saben de seguros los administradores de empresas? | Juan Hernando Bravo Reyes<br />

En el presente ensayo se describe cómo<br />

desde la época de las cavernas la seguridad<br />

ha sido y es prioridad para el ser humano.<br />

Los riesgos evolucionan con los avances<br />

tecnológicos del mundo, igual que el comportamiento<br />

cultural de las personas frente<br />

a situaciones azarosas y peligros inminentes,<br />

entre ellas las pequeñas empresas, que<br />

a menudo toman decisiones contrarias a la<br />

sana lógica de proteger la vida y patrimonio<br />

individual y corporativo.<br />

Como alternativa de desarrollo en materia<br />

de seguros se presenta una propuesta para<br />

crear una tarifa social en seguros, considerando<br />

la tarea primordial de devolver la<br />

confianza, a asegurados y aseguradoras, en<br />

una transacción que tiene sus orígenes en<br />

la mutualidad, en donde comprar una póliza<br />

y reclamar por un siniestro dejarán de<br />

ser un problema para los asegurados y una<br />

carga para los aseguradores.<br />

Se incluye una conceptualización de lo<br />

social, en la que se determinan los fundamentos<br />

y el espíritu de la posible tarifa en<br />

seguros; de igual manera, se detallan en<br />

gráficas las variables que deben ser tenidas<br />

en cuenta al momento de trasladar un<br />

riesgo a las compañías aseguradoras, para<br />

terminar con algunas definiciones de tipo<br />

legal, importantes en cualesquiera de los<br />

contextos que se miren, en el que se proponen<br />

nuevos y mejores productos, justos<br />

a las necesidades de los asegurados, ya que<br />

el tema de los seguros debe ser una "segunda<br />

lengua" para los colombianos y en<br />

manos de todos está la construcción de un<br />

modelo social en seguros.<br />

Los riesgos no desaparecerán<br />

Desde el mismo momento en el que el<br />

hombre apareció sobre la tierra, los peligros<br />

son inherentes a su naturaleza; sobrevivir<br />

a tormentas, nevadas, inundaciones,<br />

terremotos, calores extremos, escasez de<br />

alimentos y depredadores, lo obligaron<br />

a tomar medidas de protección. Por eso,<br />

cuando decidió cubrir su cuerpo con pieles<br />

no lo hizo por recato o moda, sino para<br />

protegerse del frío; buscar tierras altas para<br />

alejarse de grandes lagos y ríos no era para<br />

vivir confortable sino seguro; así mismo, el<br />

no depender de lo ofrecido por la naturaleza<br />

y programar cultivos hicieron más tranquila<br />

su vida; no seguía dietas para exhibir<br />

cuerpos esculturales; sobre estas bases<br />

podemos concluir que el asegurar, prever,<br />

o disminuir los efectos de un peligro son<br />

prioridades actuales para la humanidad.<br />

En la presente época han surgido cambios<br />

que empeoran las situaciones de peligro<br />

a las que se dio una nueva nomenclatura;<br />

ahora se habla de riesgos, entendidos<br />

como aquellos hechos o situaciones imprevistas<br />

que pueden afectar la vida o destruir<br />

nuestro patrimonio. Con el desarrollo y<br />

evolución de la humanidad también aumentaron<br />

los riesgos; por ello, las grandes<br />

tecnologías aportan una cuota bien importante<br />

en los mismos. Para el hombre de las<br />

cavernas, por ejemplo, ¿qué importancia<br />

pudieron haber tenido los accidentes de<br />

tránsito, si en su época no existían los vehículos?<br />

Según el informe presentado en la<br />

<strong>Revista</strong> de Fasecolda (2001, págs. 14-15), en<br />

nuestros días los automóviles generan el<br />

mayor número de muertes en el país, muchas<br />

más de las ocurridas por el conflicto<br />

entre el gobierno y los alzados en armas.<br />

<strong>No</strong> se puede olvidar el aumento de las<br />

inundaciones y los fenómenos naturales<br />

considerados en los seguros como riesgos<br />

catastróficos, casi imposibles de evitar, a<br />

excepción de algunas predicciones en materia<br />

de terremotos, como el que se afirma<br />

se presentará en Bogotá; los colombianos<br />

nos acostumbramos a vivir en riesgo, “sabemos<br />

a qué hora salimos de casa, pero no<br />

sabemos si regresaremos”, por los inevitables<br />

accidentes, robos y atracos.<br />

Esta situación, descrita por Bravo (2005),<br />

encontró que para los colombianos es más<br />

importante asegurar el vehículo familiar<br />

que la propia vida. Situación que se replica<br />

en los pequeños empresarios (con capital<br />

menor de $60.000.000, y con nóminas<br />

que oscilan entre los cinco y los veinte empleados).<br />

El gerente de la pequeña empresa debe<br />

modificar su pensamiento, vislumbrar el<br />

futuro y predisponer su voluntad al tras-


Conocimiento y aprendizaje<br />

75<br />

lado de los riesgos que definitivamente no<br />

puede administrar; ya pasó la época del<br />

“esperar a ver qué pasa” y dejar el futuro<br />

en manos del azar. Los siniestros mencionados<br />

pueden acabar con el capital de toda<br />

una vida de trabajo.<br />

Las pequeñas empresas son el centro de<br />

atención de muchos sectores económicos<br />

del país; por ello, se desconocen las razones<br />

por las cuales el sector asegurador sigue<br />

creando y ofreciendo productos que nunca<br />

se han adaptado a sus necesidades.<br />

Dentro del estudio efectuado por Mapfre<br />

(2003) se considera a Colombia como uno<br />

de los países con mayores indicadores de<br />

violencia del mundo, factor que junto con<br />

el comportamiento climático y las catástrofes<br />

naturales (como el<br />

terremoto de Armenia<br />

en 1999 y Popayán en<br />

1983), no logran generar<br />

aún conciencia aseguradora<br />

en sus víctimas;<br />

tampoco motiva<br />

al sector asegurador<br />

para idear, producir y<br />

ofrecer pólizas de seguro<br />

con amparos y<br />

coberturas asequibles<br />

a la situación económica<br />

de sus clientes: es probable que la oferta<br />

de productos en seguros haya olvidado el<br />

principio del cooperativismo y las mutualidades<br />

por las que fueron creados.<br />

"Los colombianos<br />

nos acostumbramos<br />

a vivir en riesgo:<br />

sabemos a qué hora<br />

salimos de casa<br />

pero no sabemos si<br />

regresamos".<br />

Cuando se adquiere una póliza de seguro<br />

no se piensa en el riesgo que se traslada a<br />

la aseguradora, situación en la cual, de no<br />

presentarse siniestro es lo más favorable<br />

que le puede suceder al tomador, asegurado<br />

o beneficiario. Por<br />

el contrario, se piensa<br />

en una inversión en la<br />

que de una u otra manera<br />

el beneficiario de<br />

una póliza saldrá ganador,<br />

es decir se espera<br />

algo a cambio. Los<br />

seguros no son un negocio<br />

porque se crea la<br />

falsa sensación de que<br />

el riesgo no va a existir,<br />

y en ello, todo contrato<br />

de seguro es explícito: la empresa le<br />

minimiza la pérdida, pero eso no significa<br />

que se convierta en una fuente de enriquecimiento.<br />

Los delitos contra la propiedad como el<br />

hurto, la sustracción, el asalto a mano armada<br />

y los atentados terroristas –de incierta<br />

autoría– con explosión de bombas y efectos<br />

en el comportamiento de las personas,<br />

son fuente de riesgos comunes para todos<br />

los colombianos, que se suman a los riesgos<br />

de incendio, de operación y de corriente<br />

débil.<br />

Los riesgos, en su esencia, pueden ser asumidos,<br />

reducidos, trasladados a una aseguradora<br />

lo que puede y debe convertirse en<br />

práctica normal del colombiano.Los presupuestos<br />

de los pequeños empresarios rara<br />

vez incluyen la compra de seguros, a menos<br />

que se trate de una exigencia de tipo legal<br />

que los obligue a adquirirlos; lo mismo<br />

nos sucede a todos, a pagar por ejemplo,<br />

el seguro estudiantil por parte de los padres<br />

de familia de un jardín de niños, que<br />

se considera gasto innecesario en muchas<br />

ocasiones.<br />

Ante tantas circunstancias adversas y pensamientos<br />

erróneos, se puede pensar que al<br />

ofrecer un nuevo modelo de tarifa social se<br />

está dando inicio a una nueva época donde<br />

impere la confianza mutua para aseguradoras<br />

y asegurados. El respaldo al sector<br />

de las pequeñas empresas, y en general a<br />

la sociedad, contribuirá en la reactivación<br />

económica del país, mediante la generación<br />

de empleo, en donde el pequeño empresario<br />

y los asegurados encuentren las<br />

oportunidades, ventajas y beneficios de<br />

trasladar sus riesgos a un ente con mayor<br />

capacidad económica que actúa sobre la<br />

base de las mutualidades, con un flujo económico<br />

y social positivo, que redunde en<br />

beneficio de todos.<br />

A partir de la estructuración y fundamentación<br />

de la tarifa social para la compra de<br />

seguros en las pequeñas empresas, y en<br />

general para toda la sociedad, se generan<br />

una serie de cambios fundamentados en


76<br />

¿Qué tanto saben de seguros los administradores de empresas? | Juan Hernando Bravo Reyes<br />

la comunicación abierta y confiada de las<br />

partes, en donde comprar una póliza y reclamar<br />

por un siniestro dejarán de ser un<br />

problema para los asegurados y una carga<br />

para los aseguradores.<br />

Significado del concepto de lo social<br />

En las ciencias sociales se destacan los conceptos<br />

de política social y programas sociales,<br />

que deben determinar un alcance,<br />

unos fines y una metodología. Esta función<br />

se la ha asignado al Estado, como una acción<br />

normativa y direccional que favorezca<br />

a los sectores más desprotegidos en sus<br />

demandas, aspiraciones y necesidades, en<br />

búsqueda del bienestar y la mejoría de las<br />

condiciones materiales de vida de la sociedad,<br />

acciones que estarán íntimamente<br />

relacionadas con la distribución de los recursos<br />

de todo tipo en una sociedad.<br />

Asimismo, la noción de economía social<br />

toma progresivamente fuerza a partir de finales<br />

de los años setenta en países europeos<br />

como Francia, Bélgica, España y Portugal,<br />

refiriéndose al campo de la realidad integrado<br />

por aquellas formas sociales privadas<br />

que en su funcionamiento no encajan o<br />

cuestionan la lógica de funcionamiento y de<br />

desarrollo capitalista, pero sólo se designan<br />

como empresas de este tipo las cooperativas,<br />

las mutualidades y las asociaciones.<br />

La responsabilidad social implica que la empresa<br />

privada tiene obligaciones para con la<br />

sociedad. Esas obligaciones van más allá de<br />

la producción y comercialización de bienes<br />

y servicios, de modo que deben cooperar en<br />

la solución de los problemas, muchos de los<br />

cuales ellas mismas han contribuido a crear<br />

debido a que el mismo crecimiento económico<br />

como fuente de progreso para la empresa<br />

y para un país, trae consigo efectos indeseables<br />

que originan costos sociales para<br />

algunos sectores de la sociedad. En estas<br />

condiciones, también es asunto de supervivencia<br />

y sostenibilidad de la empresa ayudar<br />

a los sectores menos favorecidos buscando el<br />

equilibrio social y el bien común.<br />

El concepto social de una nueva tarifa en<br />

seguros, debe trascender los límites actuales<br />

con los que se mide la responsabilidad social<br />

empresarial en nuestro país, para algunas<br />

cadenas de almacenes su labor social se<br />

encuentra limitada a “obsequiar” a fundaciones<br />

de caridad, aquellos productos que<br />

por su naturaleza y fecha de vencimiento no<br />

son los más frescos, tratando por otras vías<br />

de obtener beneficios, en la mayoría de los<br />

casos de tipo tributario. En algunas otras situaciones<br />

casi se legaliza la mendicidad, al<br />

colocar jóvenes empacadores que viven de<br />

la buena voluntad de los que hacemos mercado,<br />

sin ningún tipo de vinculación laboral<br />

que los pueda favorecer.<br />

El sentido social de una tarifa en seguros<br />

no puede ser un espectáculo circense que<br />

aumente la publicidad o grado de recordación<br />

en los asegurados; la simple funcionalidad<br />

y aceptación en términos leoninos,<br />

por parte de los empresarios, no modifica<br />

las condiciones actuales en las que se olvida<br />

el origen asegurador.<br />

Administrar riesgos y prevenir pérdidas<br />

La administración de riesgos en las empresas<br />

se constituye en la segunda obligación<br />

de todo empresario. A continuación<br />

se definen algunas de las variables que<br />

componen el contrato de seguro y que determinan<br />

de manera gráfica su operatividad,<br />

en el deber ser del tema de seguros,<br />

utilizando argumentos técnicos y jurídicos,<br />

para concluir con el significado de la<br />

administración de riesgos.<br />

1. El riesgo: en el común de los casos, se<br />

define como la eventualidad de que ocurra<br />

un suceso dañoso. El Código de Comercio<br />

en su artículo 1054, define el riesgo: “denomínase<br />

riesgo el suceso incierto que no depende<br />

exclusivamente de la voluntad del<br />

tomador, del asegurado o del beneficiario,<br />

y cuya realización da origen a la obligación<br />

del asegurador. Los hechos ciertos, salvo<br />

la muerte, y los físicamente imposibles,<br />

no constituyen riesgo y son, por lo tanto,<br />

extraños al contrato de seguro. Tampoco<br />

constituye riesgo la incertidumbre subjetiva<br />

respecto de determinado hecho que<br />

haya tenido o no cumplido”.<br />

J. Efrén Ossa (1986) afirma: “se da el nombre<br />

de riesgo a la cosa o a la persona sobre


Conocimiento y aprendizaje<br />

77<br />

ELIMINAR O<br />

(PREVENIR)<br />

REDUCIR<br />

(PROTEGER)<br />

TRANSFERIR<br />

Figura 1. El proceso<br />

de generación de<br />

pérdidas en una<br />

empresa<br />

ACCIÓN<br />

LESIONES<br />

ACCIDENTE<br />

PÉRDIDAS<br />

CONDICIÓN<br />

DAÑOS<br />

la cual depende la amenaza que esconde y<br />

se lo califica en función de la permeabilidad<br />

del siniestro”. Tomando como base el proceso<br />

de generación de pérdidas en una empresa,<br />

presentado por este autor, la figura 1, es<br />

una adaptación de este proceso.<br />

De una acción determinada frente a una<br />

condición azarosa, muy posiblemente<br />

surja un accidente; este accidente puede<br />

implicar lesiones a personas o daños a los<br />

bienes de propiedad del empresario, lo<br />

que se resume en pérdidas. La administración<br />

de riesgos se define como la metodología<br />

lógica y sistemática de identificación,<br />

evaluación, tratamiento y control<br />

de los posibles riesgos a los que están expuestos<br />

los bienes de las empresas y de la<br />

sociedad en general.<br />

producir daños a la salud de los trabajadores<br />

o a los bienes, determinada por todas<br />

aquellas medidas de precaución ordinarias<br />

que se encuentran en la conciencia de los<br />

hombres y pueden considerarse como el<br />

resultado natural del instinto de conservación<br />

hacia su vida y sus propiedades.<br />

Con base en la definición de López Blanco<br />

y volviendo a Ossa, se esquematiza la estructura<br />

y metodología del manejo de los<br />

riesgos en la figura 2.<br />

Ante la presencia de un riesgo las acciones<br />

básicas contra el mismo pueden ser<br />

eliminarlo, transferirlo, retenerlo y reducido.<br />

Para el caso que nos ocupa, pensar<br />

en deshacernos del riesgo significa cerrar o<br />

vender la empresa, el retenerlo de manera<br />

FUENTE: Ossa, Efrén. El<br />

mundo del seguro y reaseguro,<br />

adaptado por el autor<br />

Figura 2. Estructura y<br />

metodología<br />

del manejo de los<br />

riesgos<br />

La administración de riesgos busca anticiparse<br />

a las posibles situaciones que genera<br />

un siniestro, sin ignorar que existen<br />

riesgos para los cuales simplemente se establecen<br />

medidas que impiden aumentar<br />

las pérdidas; tal es el caso de los terremotos<br />

inevitables para el hombre, por lo que<br />

construir edificaciones sismo-resistentes<br />

se convierte en la manera más efectiva de<br />

contrarrestarlos.<br />

ELIMINAR<br />

ASEGURAR<br />

TRANSFERIR RETENER REDUCIR<br />

OTROS<br />

ACTIVA PASIVA<br />

2. La prevención de pérdidas dentro del<br />

análisis de riesgos: definida por López<br />

(1994) como la metodología encaminada a<br />

prevenir cualquier contingencia que pueda<br />

FUENTE: Ossa, Efrén. El<br />

mundo del seguro y reaseguro,<br />

adaptado por el autor<br />

SEGURIDAD<br />

INDUSTRIAL Y DE<br />

PREVENCIÓN DE<br />

PÉRDIDAS<br />

PLANEACIÓN<br />

ORGANIZACIONAL


78<br />

¿Qué tanto saben de seguros los administradores de empresas? | Juan Hernando Bravo Reyes<br />

Figura 3. Costos y<br />

protección de riesgos<br />

FUENTE: Ossa, Efrén. El<br />

mundo del seguro y reaseguro,<br />

adaptado por el autor<br />

COSTO DE LA PÉRDIDA<br />

PUNTO ÓPTIMO<br />

NIVEL DE PROTECCIÓN<br />

COSTO TOTAL<br />

COSTO DE LA<br />

PRODUCCIÓN<br />

PUNTO ÓPTIMO<br />

NIVEL ÓPTIMO<br />

NIVEL DE PROTECCIÓN<br />

activa obliga al propietario de la empresa<br />

a buscar medidas de seguridad tendientes<br />

a reducirlo. Esas medidas de seguridad<br />

se encuentran previstas en los análisis de<br />

seguridad industrial, planeación y organización<br />

industrial. El transferirlo implica el<br />

aseguramiento del mismo, que involucra la<br />

suscripción de un contrato de seguro.<br />

3. ¿Cómo definir los riesgos?: para definir<br />

los riesgos que serán trasladados por el<br />

empresario, es necesario analizar sus características<br />

genéricas y globales, determinando<br />

la relación que existe entre los costos de<br />

la protección y las posibles pérdidas dentro<br />

de un panorama de riesgos general, como<br />

se muestra en la figura 3. Posteriormente,<br />

se debe determinar el cómo y el cuándo, es<br />

decir, el comportamiento del riesgo en una<br />

situación determinada y específica.<br />

Esta información deberá estar expresada<br />

en función de dos variables fundamentales<br />

de frecuencia y severidad, bajo un panorama<br />

de posibilidades, como se presenta en<br />

la figura 4.<br />

A continuación se describe la estructura<br />

que rodea el riesgo, como elemento fundamental<br />

del contrato de seguro y sus principales<br />

variables (figura 5), papel dentro del<br />

contrato de seguro, objeto del contrato de<br />

seguro en función del riesgo, aspectos legales<br />

vigentes del contrato de seguro (Ley 45<br />

de 1990), características del contrato, mérito<br />

ejecutivo de la póliza de seguro, actos<br />

inasegurables. Además, conservación del<br />

estado del riesgo y notificación de cambios,<br />

declaración del tomador sobre el estado del<br />

riesgo, término para pago de la prima, terminación<br />

automática del contrato de seguros,<br />

obligaciones del asegurado (una vez<br />

ocurrido el siniestro) y oportunidad para el<br />

pago de la indemnización, entre otros.<br />

4. ¿Qué es un contrato de seguro?: es un<br />

pacto o convenio entre dos o más partes<br />

para obligarse sobre una determinada materia<br />

o cosa determinada y a cuyo cumplimiento<br />

se comprometen. Desde el punto<br />

de vista conceptual, el contrato de seguro<br />

es aquel que permite resarcir el perjuicio<br />

Figura 4. Frecuencia<br />

y severidad de los<br />

riesgos<br />

IMPACTO DE<br />

VEHÍCULOS<br />

CAÍDA DE AVIONES<br />

INCENDIO INTERNO EXPLOSIÓN<br />

FUEGO, EXPLOSIÓN,<br />

DERRUMBAMIENTO,<br />

ROTURA DE MAQUINARIA<br />

PELIGROS<br />

DE LA NATURALEZA<br />

FUENTE: Ossa, Efrén. El<br />

mundo del seguro y reaseguro,<br />

adaptado por el autor<br />

DETERIORO DE LA<br />

PROPIEDAD<br />

INCENDIO O<br />

EFECTOS DESDE<br />

FUERA DE UNA<br />

EXPLOSIÓN<br />

CAÍDA DE RAYO<br />

DAÑOS ELÉCTRICOS<br />

O ELECTRÓNICOS<br />

NEGLIGENCIA DE PERSONAS<br />

PERTENECIENTES AL<br />

ESTABLECIMIENTO, HUELGA<br />

ACCIDENTE DE TRÁNSITO<br />

CONTAMINACIÓN<br />

AMBIENTAL<br />

MENOSCABO DEL<br />

MEDIO AMBIENTE<br />

ACCIDENTES<br />

CRIMINALES<br />

SUSTRACCIÓN<br />

ACCIDENTES<br />

PRODUCTOS<br />

DEFECTUOSOS<br />

RESPONSABILIDAD<br />

CIVIL<br />

INSOLVENCIAS<br />

DE DEUDORES<br />

ACTOS TERRORISTAS<br />

POLÍTICOS


Conocimiento y aprendizaje<br />

79<br />

económico, soportado como consecuencia<br />

de la realización de un determinado riesgo,<br />

a cambio de una prima. La legislación<br />

colombiana no expresa una definición, tan<br />

sólo se limita a establecer sus características<br />

(Artículo 1036, Código de Comercio).<br />

4.1. Objeto. El objeto del contrato de seguro<br />

es el pago de la indemnización a consecuencia<br />

de la realización del riesgo, cubriendo<br />

con esto el perjuicio económico experimentado<br />

por el asegurado en su patrimonio.<br />

De acuerdo con el Código de Comercio<br />

(artículo 1037), las partes o personas en<br />

el contrato de seguro son el asegurador,<br />

el tomador, el asegurado, el beneficiario y<br />

el damnificado; sus características desde<br />

el punto de vista legal (según el Código<br />

de Comercio, Artículo 1036), son: consensual,<br />

bilateral, oneroso, aleatorio, ejecución<br />

sucesiva.<br />

NO HAY<br />

RIESGO<br />

NO HAY<br />

RIESGO<br />

AUTOSEGURO<br />

NO<br />

SÍ<br />

EXISTE UN RIESGO<br />

¿PUEDE SER IDENTIFICADO?<br />

VALORE Y CUANTIFIQUE EL RIESGO<br />

NO<br />

SÍ<br />

SÍ<br />

SÍ<br />

¿PUEDE SER ELIMINADO?<br />

NO<br />

¿ES SIGNIFICATIVO?<br />

SÍ<br />

¿PUEDE SER REDUCIDO?<br />

NO<br />

¿ES CATASTRÓFICO?<br />

NO<br />

SELECCIÓN DE LA ACCIÓN POR SEGUIR<br />

SÍ<br />

ANÁLISIS<br />

DEL RIESGO<br />

MEDIDAS DE<br />

SEGURIDAD<br />

Los elementos esenciales del contrato de<br />

seguro son: el interés asegurable (Art. 1045,<br />

1083); riesgo asegurable (Art. 1054); prima<br />

o precio del seguro (Art. 1066, 1067, 1068)<br />

y la obligación condicional del asegurador<br />

(Art. 1083).<br />

4.2. Algunos aspectos legales del contrato<br />

de seguro. A partir de 1990, con la implementación<br />

de la Ley 45, las condiciones<br />

comerciales en seguros se fundamentaron<br />

en la liberación de tasas, es decir, las aseguradoras<br />

determinan (desde esta época,<br />

dentro de sus márgenes de solvencia y reservas<br />

técnicas) la prima por cobrar, obviamente<br />

incluyendo los porcentajes de utilidad<br />

esperados en los programas suscritos.<br />

La Superintendencia Financiera, como organismo<br />

de control, inspección y vigilancia<br />

de las aseguradoras, continúa en su tarea de<br />

propender por una práctica segura, sin intervenir<br />

en la formulación de tasas, ni condicionando,<br />

buscando una sana competencia, en<br />

la que proliferen nuevos productos a la medida<br />

de las necesidades de los asegurados.<br />

Ahora bien, considerando que las modificaciones<br />

fundamentales de la ley se ven reflejadas<br />

en varios de los artículos del Código de<br />

Comercio, las describimos en el Apéndice.<br />

SEGURO<br />

DEDUCIBLE<br />

Cuando se propone la creación de una nueva<br />

tarifa social en seguros, no se desechan<br />

los intentos que en esta materia han efectuado<br />

compañías como Aseguradora Colseguros,<br />

al implementar la venta de pólizas<br />

de seguro de accidentes a través de las<br />

grandes cadenas de almacenes como Carrefour<br />

donde, por un pequeño valor y sin<br />

mayores trámites que la voluntad de las<br />

partes, se suscribe el contrato.<br />

Algunas aseguradoras de tipo cooperativo<br />

como es el caso de la Aseguradora Solidaria<br />

de Colombia, han adelantado estudios en relación<br />

con la estructuración de pólizas de<br />

seguro de automóviles con características<br />

sociales, dirigidas a vehículos con edades<br />

de fabricación superiores a veinte años.<br />

Aseguradora Solidaria de Colombia desde julio<br />

de 2005, ofrece dentro de su portafolio<br />

de productos la mencionada póliza, con<br />

la denominación de póliza clásica de automóviles,<br />

de la que no conocemos ningún<br />

resultado de tipo siniestral o técnico, motivo<br />

y argumento para una futura investigación.<br />

FINANCIACIÓN<br />

Figura 5. Frecuencia<br />

y severidad<br />

FUENTE: Ossa, Efrén. El<br />

mundo del seguro y reaseguro,<br />

adaptado por el autor


80<br />

¿Qué tanto saben de seguros los administradores de empresas? | Juan Hernando Bravo Reyes<br />

Figura 6. Formas<br />

gráficas de<br />

aseguramiento<br />

FUENTE: Ossa, Efrén. El<br />

mundo del seguro y reaseguro,<br />

adaptado por el autor<br />

VALOR ASEGURADO ($)<br />

PROPORCIONALES<br />

PRIMERAS<br />

PÉRDIDAS<br />

EXCESOS<br />

PROPORCIÓN ASUMIDA<br />

PROPORCIÓN TRANSFERIDA<br />

COMBINACIÓN<br />

DE LOS TRES<br />

TIPOS<br />

La creación de una tarifa social en seguros<br />

debe ser un proyecto que involucre a toda la<br />

sociedad, ya que el tema asegurador compete<br />

a empresarios, empleados, aseguradores,<br />

intermediarios, ajustadores, corredores de<br />

reaseguros; por lo que reitero, dicho tema<br />

será una "segunda lengua" para los colombianos.<br />

Los más llamados a conocer sobre el<br />

mismo son los administradores de empresas.<br />

En conclusión, los riesgos han existido y<br />

seguirán existiendo con un aumento progresivo<br />

que va de la mano de la evolución<br />

del hombre y su entorno. Algunos de ellos<br />

serán imposibles de evitar pero si de minimizar.<br />

Asegurarse implica una conciencia<br />

clara y prudente del significado de los riesgos,<br />

en donde empresarios y aseguradores<br />

determinen un equilibrio que los beneficie<br />

mutuamente, con un punto de encuentro<br />

que puede significar la creación de una tarifa<br />

social en seguros.<br />

Referencias Bibliográficas<br />

Acosta, O. E. (1986). El principio indemnización en los seguros de<br />

personas. Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad Javeriana<br />

(Tesis).<br />

Acero G., L. E. (1991). El seguro como contrato de adhesión.<br />

Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad Javeriana (Tesis).<br />

Álvarez R., C. (1996). La intermediación en seguros en un<br />

mercado de apertura. Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad<br />

Javeriana (Tesis).<br />

Bahamón P., I. (1995). Régimen Legal de las Tarifas en Colombia.<br />

Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad Javeriana (Tesis)<br />

Blanco A., R. (1998). ¿Obligaciones de la parte aseguradora<br />

son solo cargas? Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad<br />

Javeriana (Tesis).<br />

Bravo R., J. H. (2005). La Cultura del Seguro en las Empresas de<br />

Familia Pequeñas y medianas de la Zona 12 (Barrios Unidos) de<br />

Bogotá D. C. Bogotá: Ediciones Universidad de la Salle.<br />

Cardozo C., M. (2000). La representación en el contrato de seguros.<br />

Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad Javeriana (Tesis)<br />

Cruz, C. J. (2001). De la realización del riesgo en el contrato de<br />

seguro. Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad Javeriana<br />

(Tesis)<br />

Gamboa, J. C. (2000). Principios Jurídicos del Seguro de Garantías.<br />

Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad Javeriana (Tesis)<br />

Fasecolda. (2001). <strong>Revista</strong> de Fasecolda, Órgano de difusión de la<br />

Federación de Aseguradores Colombianos <strong>No</strong> 98, abril - junio de<br />

2001. Bogotá. P. 14-15.<br />

Mapfre Estudios. (2003). <strong>Revista</strong>s MAPFRE Seguros <strong>No</strong> 37, 38,<br />

39, 40 2003, Colombia. Boletín Científico. Bogotá: Ediciones<br />

Mapfre Colombia.<br />

Miranda M., J. J. (2000). Gestión de proyectos. Santa Fe de<br />

Bogotá: Editores M & M.<br />

<strong>No</strong>ticolón. (2002). <strong>Revista</strong>s Aseguradora Colseguros “<strong>No</strong>ticolón”<br />

<strong>No</strong> 19, 20 23, 26, 27, 29 (2001, 2002) Bogotá: Ediciones<br />

Aseguradora Colseguros.<br />

Ossa G. J E.. (1990). El Mundo del Seguro y Reaseguro. Bogotá:<br />

Editorial Temis 1990.<br />

Ossa G. J Efrén (1991). Teoría General del Seguro. El Contrato.<br />

Bogotá: Editorial Temis.<br />

REPÚBLICA DE COLOMBIA. Congreso de la República.<br />

Ley 45 de 1990. Diario Oficial <strong>No</strong> 39.607, del 19 de diciembre<br />

de 1990 –Por la cual se expiden normas en materia de<br />

intermediación financiera, se regula la actividad aseguradora<br />

y se dictan otras disposiciones.<br />

REPÚBLICA DE COLOMBIA. Congreso de Colombia. López<br />

B., H. F. (1994). Comentarios al contrato de seguro Código<br />

de Comercio, Libro Cuarto Capitulo Quinto artículo 1054..<br />

Bogotá: Editorial Temis.<br />

Zornosa, H. (Varios). El riesgo y el interés asegurable. Pontificia<br />

Universidad Javeriana (Tesis).


Conocimiento y aprendizaje<br />

81<br />

» Apéndice<br />

Características del Contrato: Art. 1036.- Modificado. Ley 389 de 1997, Art. 1º. El seguro es un contrato consensual,<br />

bilateral, oneroso, aleatorio y de ejecución sucesiva. Conc.: 20 ord. 1o., 824, 1046, 1048; C.C. 1495 a 1501.<br />

Mérito Ejecutivo de la Póliza de Seguro: Art. 1053.- Modificado. Ley 45 de 1990, Art.80. La póliza prestará mérito<br />

ejecutivo contra el asegurador, por sí sola, en los siguientes casos: 1. En los seguros dótales, una vez cumplido el<br />

respectivo plazo; 2. En los seguros de vida, en general, respecto de los valores de cesión o rescate. 3. Transcurrido<br />

un mes contado a partir del día en el cual el asegurado o el beneficiario o quien los represente, entregue al asegurador<br />

reclamación aparejada de los comprobantes que, según las condiciones de la correspondiente póliza, sean<br />

indispensables para acreditar los requisitos del artículo 1077 , sin que dicha reclamación sea objetada de manera<br />

seria y fundada. Si la reclamación no hubiere sido objetada, el demandante deberá manifestar tal circunstancia en<br />

la demanda. Conc.: 793, 829 num. 1o, 1082, 1086; C.C. 1551; C. de P.C. 121, 488 y ss.<br />

Actos inasegurables: Art. 1055.- El dolo, la culpa grave y los actos meramente potestativos del tomador, asegurado<br />

o beneficiario son inasegurables. Cualquier estipulación en contrario no producirá efecto alguno, tampoco lo producirá<br />

la que tenga por objeto amparar al asegurado contra las sanciones de carácter penal o policivo. Conc.: 829,<br />

897, 1099, 1127, 1130; C.C. 63, 1532, 1535, 1604.<br />

Declaración del tomador sobre el estado del riesgo: Art. 1058.- El tomador está obligado a declarar sinceramente<br />

los hechos o circunstancias que determinan el estado del riesgo, según el cuestionario que le sea propuesto por el<br />

asegurador. La reticencia o la inexactitud sobre hechos o circunstancias que, conocidos por el asegurador, lo hubieren<br />

retraído de celebrar el contrato, o inducido a estipular condiciones más onerosas, producen la nulidad relativa<br />

del seguro. Si la declaración no se hace con sujeción a un cuestionario determinado, la reticencia o la inexactitud<br />

producen igual efecto si el tomador ha encubierto por culpa, hechos o circunstancias que impliquen agravación<br />

objetiva del estado del riesgo..<br />

Conservación del estado del riesgo y notificación de cambios: Art. 1060.- El asegurado o el tomador, según el caso,<br />

están obligados a mantener el estado del riesgo. En tal virtud, uno u otro deberán notificar por escrito al asegurador<br />

los hechos o circunstancias no previsibles que sobrevengan con posterioridad a la celebración del contrato y que,<br />

conforme al criterio consignado en el inciso lo del artículo 1058, signifiquen agravación del riesgo o variación de<br />

su identidad local. La notificación se hará con antelación no menor de diez días a la fecha de la modificación del<br />

riesgo, si ésta depende del arbitrio del asegurado o del tomador. Si le es extraña, dentro de los diez días siguientes<br />

a aquel en que tengan conocimiento de ella, conocimiento que se presume transcurridos treinta días desde el<br />

momento de la modificación.<br />

Término para pago de la prima: Art. 1066.- Modificado. Ley 45 de 1990, Art. 81. El tomador del seguro está obligado<br />

al pago de la prima. Salvo disposición legal o contractual en contrario, deberá hacerlo a más tardar dentro del mes<br />

siguiente a la fecha de entrega de la póliza o, si fuere el caso de los certificados o anexos que se expidan con fundamento<br />

en ella. Conc.: 829, 923, 1039, 1041, 1045, 1048 num. 2o., 1061; C.C. 15, 1602.<br />

Terminación automática del contrato de seguros: Art. 1068.- Modificado. Ley 45 de 1990, Art. 82. La mora en el<br />

pago de la prima de la póliza o de los certificados o anexos que se expidan con fundamento en ella, producirá la<br />

terminación automática del contrato y dará derecho al asegurador para exigir el pago de la prima devengada y de<br />

los gastos causados con ocasión de la expedición del contrato. Lo dispuesto en el inciso anterior deberá consignarse<br />

por parte del asegurador en la carátula de la póliza, en caracteres destacados. Lo dispuesto en este artículo no<br />

podrá ser modificado por las partes. Conc.: 870, 1043, 1070, 1152, 1153, 1162; C.C. 1608.<br />

Obligaciones del asegurado ocurrido el siniestro: Art. 1074.- Ocurrido el siniestro, el asegurado estará obligado a<br />

evitar su extensión y propagación, y a proveer al salvamento de las cosas aseguradas. El asegurador se hará cargo,<br />

dentro de las normas que regulan el importe de la indemnización, de los gastos razonables en que incurra el asegurado<br />

en cumplimiento de tales obligaciones. Conc.: 1075, 1076, 1128.<br />

Oportunidad para el pago de la indemnización: Art. 1080.- Modificado. Ley 45 de 1990, Art. 83. El asegurador estará<br />

obligado a efectuar el pago del siniestro dentro del mes siguiente a la fecha en que el asegurado o beneficiario<br />

acredite, aún extrajudicialmente, su derecho ante el asegurador de acuerdo con el artículo 1077. Vencido este<br />

plazo, el asegurador reconocerá y pagará al asegurado o beneficiario, además de la obligación a su cargo y sobre<br />

el importe de ella, la tasa máxima de interés moratorio vigente en el momento en que efectué el pago. El contrato<br />

de reaseguro no varía el contrato de seguro celebrado entre tomador y asegurador, y la oportunidad en el pago de<br />

éste, en caso de siniestro, no podrá diferirse a pretexto del reaseguro. El asegurado o beneficiario tendrá derecho<br />

a demandar, en lugar de los intereses a que se refiere el inciso anterior, la indemnización de perjuicios causados<br />

por la mora del asegurador. Conc.: 829, 830, 870, 1045 ord. 4o., 1054, 1072, 1077, 1162; C.C. 1608 y ss., 1613 y ss. 1


82<br />

Comunicación y sociedad es la última sección de la publicación que reúne<br />

y aborda, en cuatro temas, la discusión del papel de la comunicación y del<br />

periodista en la sociedad actual. Empieza con un artículo que pregunta<br />

sobre el verdadero papel del periodista en una sociedad globalizada, donde<br />

la información se comercializa, trivializa, se torna light y se confunde. Sigue<br />

el tema del “olfato periodístico”, ¿el periodista, formado académicamente,<br />

utiliza las herramientas metodológicas e investigativas para escudriñar la<br />

realidad hasta las últimas consecuencias? Un tercer capítulo que prosigue<br />

con la reflexión sobre la comunicación desde el enfoque comunitario y<br />

enfatiza su especial relevancia como motor de cambio y compromiso con<br />

la sociedad civil. Y esta cuarta parte, finaliza con una discusión acerca de la<br />

relación entre seguridad social y felicidad, a partir de conceptos tales como<br />

satisfacción de necesidades y evolución de la teoría de bienestar social.


Comunicación y sociedad<br />

83<br />

Comunicación<br />

y sociedad<br />

Communication<br />

and society


84<br />

Del "olfato" como "competencia" en el ejercicio periodístico | Rafael Arturo Parra Parra<br />

Del "olfato" como "competencia"<br />

en el ejercicio periodístico<br />

Autor »<br />

Rafael Arturo Parra Parra*<br />

Resumen »<br />

En un mundo cada vez más globalizado, interdependiente, concreción de la<br />

“aldea global” de McLuhan, donde la información se comercializa al vaivén de<br />

los acontecimientos y cada quien cree poseer la verdad o se siente ‘iluminado’<br />

para repartir afectos o desapegos, se requiere un tipo de periodista cada vez<br />

más comprometido con la profesión.<br />

Este artículo trata sobre lo que en el argot periodístico se denomina ‘olfato’ y<br />

en la academia ‘competencia’ que debe tener un comunicador para buscar no<br />

solo la verdad sino la manera de ‘masificarla’. Volverla parte de la conciencia<br />

colectiva. La verdad como instrumento para ‘abrirle los ojos’ al ciudadano del<br />

común. Ahí radica su diferencia con el seudoperiodista, con quien sólo quiere<br />

figurar.<br />

Abstract »<br />

In an every time more globalized world, interdependent, sum of McLuchan’s “global<br />

village”, where information is commercialized according to the events and<br />

each one thinks to be possessor of truth or consider him/herself as a “visionary”<br />

able to deliver affections and dislikes, it is required a kind of journalist every time<br />

more compromised with the profession.<br />

This article deals with what in journalistic jargon is called “good nose” and in academics<br />

“competence”, which must have a communicator for looking not only for<br />

the truth but for the way of making it massive. Turning it into part of collective<br />

consciousness. Truth as an instrument to open the common citizen’s eyes. There<br />

is where its difference with the pseudojournalist lies, with this one who just wants<br />

to appear.<br />

Palabras clave »<br />

Keywords<br />

“Olfato periodístico”, competencia, seudoperiodista.<br />

“Good nose”, competence, pseudojournalist.<br />

* Docente de INPAHU en la<br />

Facultad de Comunicación,<br />

Información y Lenguaje.<br />

Tecnólogo en Comunicación.


Comunicación y sociedad<br />

85<br />

Sin duda, la llamada ‘sociedad de la información’, como se coincide en llamar el momento histórico que vivimos, requiere de periodistas<br />

cada vez más comprometidos no sólo en la búsqueda de la verdad sino, y lo que es más importante, con la manera como su trabajo<br />

debe de servir a la formación de mejores y más instruidos ciudadanos. Conscientes de sus deberes pero dispuestos a exigir sus derechos.<br />

Profesionales capaces de ‘construir realidad a partir de la reflexión, la relación, la correlación y la proyección’<br />

(Sandoval, 2008) 1<br />

Siempre he pensado que el ejercicio periodístico<br />

no es más que el afán de los<br />

seres humanos de posar de sabios. Y no<br />

lo digo despectivamente,<br />

en realidad un<br />

periodista debe tener<br />

amplios y profundos<br />

conocimientos en<br />

muy diversas materias<br />

y a la vez poseer<br />

la capacidad de la<br />

prudencia, el equilibrio<br />

y la sensatez.<br />

Combinación de destrezas<br />

que los filósofos<br />

en la antigüedad<br />

manejan de manera<br />

acertada. El filósofo,<br />

en realidad, es un<br />

erudito que estudia la<br />

ignorancia para tratar<br />

de conocer y entender<br />

más la esencia<br />

del hombre. Platón,<br />

filósofo destacado,<br />

en últimas, nunca<br />

supo darnos una definición<br />

certera de su<br />

profesión. Lo intentó en sus diversas<br />

obras. Pero los periodistas –filósofos en<br />

potencia– debemos ir más lejos: nuestra<br />

obligación no está sólo en divulgar una<br />

información, un conocimiento nuevo,<br />

una manera de pensar, sino en hacer posible<br />

que siempre, dicho relato sea compresible<br />

para toda persona.<br />

Ni el científico ni los expertos económicos,<br />

culturales, políticos; ni el constitucionalista,<br />

ni el deportólogo, entre muchos<br />

otros especialistas, tienen la obligación<br />

de hacerse entender. Hablan su propio<br />

idioma. Les interesa ser comprensibles,<br />

"El periodista es<br />

un intérprete de la<br />

realidad, su objetivo<br />

y su responsabilidad,<br />

ha de ser no sólo<br />

cultivar e investigar<br />

las más diversas áreas<br />

del conocimiento<br />

para producir su<br />

información sino,<br />

y lo que es más<br />

importante, lograr<br />

profundizar tanto<br />

que termine por<br />

especializarse".<br />

pero sólo en lo que podríamos llamar<br />

el ‘gueto’ de sus competencias. Y tienen<br />

toda la razón: faltaba más que aparte<br />

del conocimiento que<br />

pregonan, inmerso<br />

en un procedimiento<br />

científico, tuvieran<br />

el deber de explicar<br />

el significado, en un<br />

lenguaje universal,<br />

de sus investigaciones.<br />

En cambio, el periodista,<br />

sí.<br />

Debe ser un intérprete<br />

de la realidad. Y un<br />

intérprete, según el<br />

Diccionario de la Real<br />

Academia, es aquel<br />

capaz de comprender<br />

y explicar, con inteligencia,<br />

la significación<br />

de un hecho. Sin<br />

embargo, también se<br />

refiere a la persona<br />

que tiene la habilidad<br />

para la apreciación,<br />

el análisis, la definición,<br />

la deducción, la<br />

conclusión, y en últimas, para descifrar e<br />

incluso comentar el devenir de los acontecimientos.<br />

Pues bien, eso es un periodista. Un<br />

profesional diestro para entender un<br />

proceso determinado y a la vez para<br />

interpretarlo, explicarlo y contextualizarlo,<br />

con el propósito de transformar<br />

una realidad. Será el receptor, en última<br />

instancia, mediante la aplicación o<br />

la utilización de la información dada,<br />

quien le dé destino a lo que ha escuchado,<br />

visto o leído en un medio de comunicación.<br />

(1) Sandoval A., Comunicación personal,<br />

correo-e, marzo 26, 2008.


86<br />

Del "olfato" como "competencia" en el ejercicio periodístico | Rafael Arturo Parra Parra<br />

Ahora bien, si el periodista es un intérprete<br />

de la realidad, su objetivo y su responsabilidad,<br />

ha de ser no sólo cultivar<br />

e investigar las más diversas áreas del<br />

conocimiento para producir su información<br />

sino, y lo que es más importante, lograr<br />

profundizar tanto que termine por<br />

especializarse. Sin duda, esto repercutirá<br />

en un mejor manejo de su oficio, de<br />

sus fuentes y en una mayor credibilidad<br />

en su trabajo.<br />

Hacia la “competencia” profesional<br />

Dicha especialización debe pasar en el<br />

ejercicio periodístico,<br />

por varias etapas.<br />

Saber detectar<br />

la clase de texto que<br />

llega a las manos de<br />

un periodista es crucial.<br />

Habrá que tener<br />

la agilidad para<br />

diferenciar un texto<br />

literario de uno<br />

científico y de otro<br />

informativo. Leerá<br />

narrativa –novelas,<br />

cuentos–, así como<br />

dramas y tragedias.<br />

Deberá saber qué es<br />

un texto lírico y diferenciar<br />

un himno de<br />

una oda, una elegía<br />

de una canción.<br />

De seguro tendrá que<br />

ver con textos científicos<br />

y sus investigaciones<br />

alrededor de la naturaleza, igual<br />

que con los fenómenos y procesos de<br />

una sociedad siempre mutante. Leerá<br />

textos sobre tecnología para entender<br />

bien un proceso técnico.<br />

A la vez, deberá tener el criterio para<br />

no confundir, y no confundirse él mismo,<br />

con su enorme influencia. En ningún<br />

momento puede olvidarse de que<br />

su objetivo, y su función, es servir de<br />

canal para que se conozca un determinado<br />

hecho, pero esto no lo convierte<br />

en el hecho mismo. El periodista gravita<br />

alrededor de la noticia, no es el centro<br />

"El periodista<br />

también deberá<br />

curtirse ante las<br />

constantes negativas<br />

provenientes de<br />

sus fuentes. Su<br />

obligación de volverse<br />

un "especialista en<br />

derrotas", no lo debe<br />

transformar en un<br />

pelele, profesional<br />

del canapé, del<br />

diván o el "bocadillo"<br />

periodístico".<br />

de ella. <strong>No</strong> puede posar de científico sin<br />

serlo, ni de gurú que reparte bendiciones<br />

o maldiciones al antojo de sus afectos o<br />

desapegos. Ni siquiera de diva, pues corre<br />

el riesgo de aparecer como la vedette<br />

que pudo haber sido y no fue.<br />

En fin. Especializarse significa conocer<br />

bien el oficio para transformar una noticia<br />

en crónica o una crónica en reportaje.<br />

Para entrevistar con la misma propiedad<br />

al presidente de un organismo multilateral,<br />

que al tendero, al sicario, al reciclador,<br />

al Papa o a quien se presente periódicamente<br />

como el<br />

‘anticristo’…<br />

Así, deberá acercarse<br />

a lo que los lingüistas<br />

llaman lectos, que no<br />

es más ni menos que<br />

el análisis de la variedad<br />

léxica y la capacidad<br />

expresiva y<br />

estética de la lengua<br />

en un lugar en particular,<br />

teniendo en<br />

cuenta los fenómenos<br />

sociológicos, de<br />

etnia, tecnológicos y<br />

antropológicos.<br />

Esa especialización<br />

deberá alcanzarle<br />

para ser muy versátil<br />

a la hora de informar<br />

sólo utilizando<br />

su voz a través de la<br />

radio o para captar lo que la gente quiere<br />

ver, cuando se desempeña como reportero<br />

de televisión, o para transmitir<br />

todo tipo de sensaciones, bien con un<br />

titular de prensa o una magra noticia<br />

escrita sobre farándula o un extenso reportaje<br />

al nuevo Secretario General de<br />

las Naciones Unidas.<br />

La especialización conlleva un conocimiento<br />

claro de las llamadas fuentes que<br />

sirven al periodista para lograr que la información,<br />

susceptible de ser publicada,<br />

consulte la mayor cantidad de opiniones,<br />

unas en pro otras en contra. Ya sea


Comunicación y sociedad<br />

87<br />

que la fuente asignada sea la política, la<br />

judicial, la económica, la cultural, la deportiva<br />

o la del entretenimiento, o la sección<br />

internacional o la reportería gráfica,<br />

lo ideal es NO "casarse" con los proveedores<br />

informativos y muchos menos dejar<br />

que estos crean que tienen "cazado"<br />

al periodista.<br />

A la vez, es substancial tener claro cuál es<br />

el perfil del "medio" en el que se desempeña<br />

el periodista. Saber cuál es su cubrimiento<br />

territorial, su especialidad temática,<br />

su periodicidad, de seguro incidirá en<br />

el trabajo responsable de un comunicador.<br />

Incluso conocer la filiación política, y<br />

por ende editorial de los dueños del medio,<br />

cosa que no es aceptada públicamente<br />

en la mayoría de los<br />

casos, es tarea obligada<br />

a la hora de firmar<br />

el anhelado contrato<br />

laboral.<br />

La especialización de<br />

un periodista no es<br />

tarea fácil. Sin embargo,<br />

se llega a ella de<br />

manera casual cuando,<br />

luego de varios<br />

años de práctica profesional, el director,<br />

el editor, el jefe de redacción o el editor<br />

de sección o en últimas el dueño del<br />

medio –casi siempre un profesional que<br />

sabe bien que empresa y periodismo no<br />

son opuestos sino complementarios– se<br />

da cuenta de las destrezas que acompañan<br />

a su pupilo. Habilidades que básicamente<br />

se resumen en lo que en el argot<br />

del oficio se conoce como ‘el olfato periodístico’<br />

y en el cerrado círculo académico<br />

como la ‘competencia’.<br />

Cualidad que se debe traducir como<br />

capacidad para intuir el desarrollo de<br />

una noticia, perspicacia para entender<br />

bien quién dice la verdad y quién<br />

miente, instinto para saber callar en un<br />

momento dado o para publicar en el<br />

instante preciso, y sagacidad a la hora<br />

de persuadir, de seducir, a una posible<br />

fuente de la información. Y sobre todo,<br />

competencia para no perder nunca la<br />

"La recursividad,<br />

como competencia,<br />

es una "especialidad",<br />

una destreza, que no<br />

puede ser ajena a un<br />

buen periodista".<br />

actitud de asombrarse con todo y ante<br />

todo. En una palabra, no convertirse,<br />

jamás, en presa de la apatía.<br />

Pero el periodista también deberá curtirse<br />

ante las constantes negativas provenientes<br />

de sus fuentes. Su obligación de<br />

volverse un "especialista en derrotas",<br />

no lo debe transformar en un pelele, profesional<br />

del canapé, del diván o el "bocadillo"<br />

periodístico. Al contrario: esto no<br />

es más que un incentivo para cultivar su<br />

recursividad…<br />

<strong>No</strong> nos conformemos con la definición<br />

del diccionario, según la cual el periodista<br />

sólo es una “persona legalmente autorizada<br />

para ejercer el periodismo o profesionalmente<br />

dedicada<br />

en un periódico o en<br />

un medio audiovisual<br />

a tareas literarias o<br />

gráficas de información<br />

o recreación de la<br />

información”, definición<br />

que abarca muy<br />

poco y que se queda<br />

corta a la hora de evaluar<br />

el real impacto<br />

del periodista, y de su<br />

labor, en la conciencia colectiva. <strong>No</strong> nos<br />

quedemos en la epidermis de los hechos,<br />

mucho menos dejemos que sea la forma y<br />

no el fondo la que dirija y controle nuestro<br />

quehacer profesional.<br />

La recursividad, como competencia, es<br />

una "especialidad", una destreza, que<br />

no puede ser ajena a un buen periodista.<br />

Esta le debe servir para lograr la táctica<br />

precisa al tiempo de hacer una llamada<br />

telefónica, o de conseguir la manera<br />

idónea de "colarse" en el hospital donde<br />

está recluido un político evasor de la justicia;<br />

o para averiguar la instancia que,<br />

dentro de la hermenéutica jurídica, servirá<br />

para ´sacar` de la cárcel a un inocente.<br />

En resumen, un periodista debe ser<br />

experto en recrear los medios necesarios<br />

para que su información no resulte ni un<br />

monumento a la pereza mental ni uno<br />

que certifique su equivocación al momento<br />

de elegir la profesión.


88<br />

Políticas de comunicación y comunicación comunitaria en Bogotá | Yeilor Rafael Espinel Torres<br />

Políticas de comunicación<br />

y comunicación comunitaria en Bogotá<br />

Autor »<br />

Yeilor Rafael Espinel Torres*<br />

Resumen »<br />

La comunicación permite proyectar las representaciones colectivas sobre los intereses, necesidades y<br />

decisiones de progreso de la propia comunidad, ya que surge de las acciones de diferentes grupos,<br />

individuos y actores sociales en la construcción de alternativas posibles de transformación y desarrollo<br />

social. En otras palabras, la comunicación es un factor definitivo para el fortalecimiento de la democracia<br />

y el desarrollo nacional y exige un papel decisivo del Estado.<br />

Debemos identificar la importancia de la comunicación no sólo como un mero negocio sino como motor<br />

de progreso social, entendido éste como el desarrollo del capital humano y social de un país, que<br />

implica una evolución o cambio positivo en las relaciones entre los individuos, grupos e instituciones de<br />

una sociedad.<br />

La anterior premisa exige retomar las políticas de comunicación, sobre la base de una reflexión abierta<br />

y democrática para satisfacer las necesidades comunicativas comunitarias. Dicho de otra forma, las políticas<br />

públicas en comunicación conciernen al mundo de lo estatal, a las relaciones de participación, de<br />

conflicto social, y de poder, materializadas en una desigual distribución de los recursos materiales, de<br />

saberes e información.<br />

Abstract »<br />

Communication allows to project the collective representations about the interests, necessities and progress<br />

decisions of the community itself, since it integrates different groups, individuals and social actors in the construction<br />

of possible alternatives of transformation and social development. In other words, the communication<br />

is a key factor for the democracy strengthen and the national development, which demand a decisive role from<br />

the State.<br />

We should identify the importance communication has, not only as a mere business but as a social development<br />

engine. Understanding this as the human and social force development of a country; it implies an<br />

evolution or positive change in the relationships among the individuals, groups and institutions of a society.<br />

The previous premise demands to take up the communication policies, on the base of an open and democratic<br />

reflection to satisfy the community communication necessities. In other words, communication policies concern<br />

to the state world, to the participation relationships, to social conflict, and the power relationships represented<br />

by an unequal distribution of material resources, knowledge and information.<br />

Palabras clave »<br />

Keywords<br />

Democracia, desarrollo, comunicación, políticas de comunicación, comunicación<br />

comunitaria.<br />

Democracy, development, communication, communication policies, community<br />

communication.<br />

* Coordinador del área<br />

de Sociales y Formación<br />

Humana de la Facultad de<br />

Comunicación, Información<br />

y Lenguaje de INPAHU.<br />

Politólogo. Candidato a<br />

Magister en Estudios Políticos.


Comunicación y sociedad<br />

89<br />

A pesar de que la historia de la comunicación<br />

comunitaria en colombia es extensa,<br />

sólo hasta después de diecisiete años<br />

de ser promulgada la Constitución Política<br />

se comienza a explorar en Bogotá las<br />

potencialidades de la comunicación en el<br />

ejercicio de la democracia; y se plantea<br />

de entrada el rescate de un viejo debate,<br />

el de las políticas de comunicación.<br />

Sin desconocer el acervo reflexivo ibérico<br />

y latinoamericano, lo cierto es que en<br />

los escenarios académicos colombianos<br />

no se ha cavilado suficientemente sobre<br />

el papel que juega la comunicación<br />

en el desarrollo de las naciones, y por<br />

consiguiente, en la necesidad de plantear<br />

políticas de comunicación para la<br />

comunidad. Hoy, a propósito del Acuerdo<br />

Distrital Nº 292 de 2007, se reabre el<br />

debate desde un contexto global y local<br />

muy particular; por un lado, presenciamos<br />

el ascenso de los monopolios informativos<br />

nacionales y extranjeros, y por<br />

otro, la tozuda, creativa y emprendedora<br />

insistencia de las comunidades por hacerse<br />

escuchar desde los rincones de sus<br />

barrios y veredas.<br />

Este artículo revisa el estado del arte del<br />

concepto de políticas de comunicación<br />

y su historia para aproximarse al escenario<br />

de comunicación comunitaria bogotana,<br />

reseñando someramente el proceso<br />

vivido durante los últimos cuatro<br />

años, identificando actores, dinámicas y<br />

las problemáticas que exigen mayor reflexión<br />

de la academia y propuestas en<br />

materia de políticas públicas.<br />

Marco de referencia para la reflexión<br />

A continuación se busca hacer una construcción<br />

histórica del concepto, para luego<br />

relacionarlo con campos de la ciencia<br />

política tales como el desarrollo y la comunicación,<br />

en el marco de lo que hoy se<br />

conoce como globalización.<br />

Entre “lo global” y “lo local”: Un abordaje<br />

apropiado de las políticas de comunicación<br />

exige tener en cuenta el actual<br />

contexto económico internacional y sus<br />

efectos sobre nuestros países. Conocer y<br />

estudiar los aspectos fundamentales sobre<br />

el Estado y la relación de éste con lo<br />

global, nos permitirá movernos por las<br />

azarosas aguas del desarrollo nacional<br />

en relación con la comunicación. En tal<br />

sentido, la Globalización norteamericana es,<br />

sin lugar a dudas, un factor decisivo a la<br />

hora de analizar nuestro tema en cuestión.<br />

Para Manuel Castells, la globalización se<br />

entiende como el cambio que se produce<br />

en la economía planetaria, “La economía<br />

actual se fundamenta en tres aspectos: es<br />

una economía informacional; es una economía<br />

que funciona en redes; y es una<br />

economía globalizada” (Castell, 1999,<br />

pág. 3). En primera medida hace referencia<br />

a la producción o creación de conocimiento;<br />

en segundo lugar, evidencia la<br />

descentralización de la producción con<br />

una centralización del capital que, a su<br />

vez, genera concentración de riqueza y<br />

por último define a la economía mundial<br />

como una sola.<br />

Este enfoque revela una ruptura entre lo<br />

local y lo global que, por un lado, fragmenta<br />

el territorio y por otro, lo unifica.<br />

Esto afecta la noción de Estado, ya<br />

que su localización política y territorial<br />

lo ata al concepto de nación clásica y el<br />

modelo económico lo ubica en el plano<br />

de lo global, difuminando cada vez más<br />

su soberanía. Sobre este aspecto y como


90<br />

Políticas de comunicación y comunicación comunitaria en Bogotá | Yeilor Rafael Espinel Torres<br />

(1) Criterios expuestos en los años<br />

1960, 1974, 1976.<br />

(2) Planteamiento central del<br />

informe Mc. Bride.<br />

consecuencia de lo anterior, Joseph Stiglitz<br />

aclara que las políticas económicas<br />

neoliberales como la liberalización de<br />

mercados y las privatizaciones, son proyectadas<br />

por el Banco Mundial (BM) y<br />

el Fondo Monetario Internacional (FMI)<br />

como condicionamientos propios de las<br />

relaciones globales entre Estados y agentes<br />

económicos multilaterales.Situación<br />

similar ha pasado con la promoción de<br />

políticas en materia de educación y comunicación<br />

para América Latina, las<br />

cuales han sido orientadas desde la Organización<br />

de las Naciones Unidas para<br />

la Educación, la Ciencia y la Cultura 1<br />

(Unesco) y los países de la Organización<br />

para la Cooperación y el Desarrollo Económico<br />

(OCDE).<br />

De modo que, el nuevo orden mundial<br />

económico les impone a los Estados múltiples<br />

dificultades, tales como la agudización<br />

de la pobreza y el desempleo. En<br />

la interacción Estado-sistema global, la<br />

capacidad del primero es cada vez más<br />

limitada. Según Fulvio Attiná: "la preeminencia<br />

de los Estados, como sistemas<br />

políticos de organización de la vida social,<br />

está sometida a una serie de fuerzas<br />

corrosivas que están transformando y<br />

redefiniendo la capacidad y la competencia”<br />

(Attiná, 2001, pág. 23). Fuerzas<br />

corrosivas son, para él, las innovaciones<br />

tecnológicas de la informática, el transporte<br />

y las telecomunicaciones.<br />

Vemos cómo el Estado se va debilitando<br />

de una u otra manera al darse un flujo<br />

de soberanía, en lo superior, con respecto<br />

a lo multilateral o supranacional. Esto<br />

es mencionado, a su vez, por Joan <strong>No</strong>gué<br />

Font y Joan Vicente Rufí en su libro<br />

Geopolítica, identidad y globalización. Así<br />

pues, el concepto de políticas de comunicación<br />

está íntimamente ligado a estas<br />

“influencias” de lo “global” (sistema<br />

internacional y multilateral) y relacionado<br />

con lo “local” (estados-nación), en<br />

la medida en que los planteamientos y<br />

lineamientos en torno a la comunicación<br />

y el desarrollo han sido trazados desde<br />

lo multilateral y han sido acogidos por<br />

los países.<br />

A pesar de lo anterior, se han presentado<br />

propuestas encaminadas a re-fortalecer<br />

al Estado frente al modelo actual. Stiglitz,<br />

al respecto señala: “El Estado desempeña<br />

un papel crucial en el desarrollo<br />

satisfactorio al estimular a sectores concretos<br />

y al ayudar a crear instituciones<br />

que promueven el ahorro y la asignación<br />

eficiente de la inversión” (Stiglitz, 2002,<br />

pág. 301). Es a partir de esta premisa<br />

que se hace apremiante el rescate de la<br />

comunicación como factor dinamizador<br />

de las democracias, a partir del diseño,<br />

planificación y ejecución de políticas públicas<br />

desde el Estado y acompañados de<br />

amplios sectores de la sociedad. Políticas<br />

realmente nacionales y pertinentes a<br />

nuestras necesidades económicas, sociales<br />

y culturales.<br />

Políticas de comunicación y desarrollo<br />

Como consecuencia de lo anterior, se<br />

debe identificar la importancia de la comunicación<br />

no sólo como un mero negocio<br />

sino como motor de desarrollo social 2 .<br />

(Unesco, 1987). Entendido éste como el<br />

desarrollo del capital humano y social<br />

de un país, que implica una evolución o<br />

cambio positivo en las relaciones entre<br />

los individuos, grupos e instituciones de<br />

una sociedad (ONU, Copenhague. 1995).<br />

La comunicación permite proyectar las<br />

representaciones colectivas sobre los intereses,<br />

necesidades y decisiones de progreso<br />

de la propia comunidad, ya que<br />

integra diferentes grupos, individuos y<br />

actores sociales en la construcción de alternativas<br />

posibles de transformación y<br />

desarrollo social. En otras palabras, la comunicación<br />

es un factor definitivo para<br />

el fortalecimiento de la democracia y el<br />

desarrollo nacional que exige un papel<br />

decisivo del Estado.<br />

La reflexión sobre la relación comunicación<br />

y desarrollo, hoy aparentemente<br />

relegada en América Latina e insuficientemente<br />

tratada en Colombia, se inició<br />

en Estados Unidos en las décadas de los<br />

cincuentas y sesentas con los aportes de<br />

Daniel Lerner y Wilbur Schraman, entre<br />

otros. Ellos orientaron su interés y es-


Comunicación y sociedad<br />

91<br />

fuerzos teóricos a sustentar la influencia<br />

existente entre los medios masivos<br />

de comunicación y el desarrollo de las<br />

naciones, en el marco de los procesos<br />

de modernización industrial-capitalista.<br />

Posteriormente, los países desarrollados<br />

-convocados en la Unesco- retomaron<br />

los planteamientos norteamericanos y<br />

los reorientaron hacia los países en vías<br />

de desarrollo, con el interés de democratizar<br />

los medios de comunicación y los<br />

sistemas de información en función del<br />

desarrollo.<br />

Esta vocación ha sido canalizada a través<br />

del concepto de políticas nacionales de<br />

comunicación, que en sentido estricto se<br />

debe entender como la política pública<br />

que “comprende la definición de objetivos,<br />

disposiciones y actividades de las<br />

instituciones y actores políticos conducentes<br />

a organizar y<br />

lograr desarrollos específicos<br />

en relación<br />

con las condiciones de<br />

materialización de la<br />

comunicación pública<br />

moderna (prensa,<br />

radio, cine, televisión,<br />

nuevas tecnologías,<br />

etc.)” (Sierra, 2005,<br />

pág. 25).<br />

Además, como disciplina<br />

de estudio que<br />

“aborda su objeto<br />

material desde una<br />

mirada pluridisciplinaria entre la ciencia<br />

política, la estructura de la información,<br />

la comunicación y el desarrollo, el derecho<br />

y la economía política de la comunicación”<br />

(Sierra, 2005, pág. 25).<br />

Ahora bien, el desarrollo social visto<br />

desde la óptica del ejercicio pleno de la<br />

comunicación exige la socialización de<br />

todo un universo de derechos comunicacionales,<br />

que abarcan un conjunto<br />

coordinado de sistemas de regulación,<br />

programas económicos sectoriales, capacitación<br />

social (capital humano), planes<br />

de integración social y articulación de los<br />

medios de comunicación en el plano de<br />

"Vemos cómo<br />

el Estado se va<br />

debilitando de una<br />

u otra manera al<br />

darse un flujo de<br />

soberanía en lo<br />

superior con respecto<br />

a lo multilateral o<br />

supranacional".<br />

las necesidades materiales y culturales<br />

de la comunidad.<br />

Los enfoques internacionales de administración<br />

pública, en materia de comunicación<br />

social (al igual que en muchos<br />

sectores), han evolucionado desde los<br />

esquemas de control centralizado (estatismo);<br />

pasando por la censura y la regulación<br />

de regímenes autoritarios, hasta<br />

enfoques igualitarios (Wellfare State) y,<br />

finalmente, en la imposición de modelos<br />

de mercado donde se incentiva la iniciativa<br />

privada -con miras a la conformación<br />

de monopolios mediáticos- (libertarianismo<br />

y neoliberalismo). Estos criterios<br />

se deben tener en cuenta a la hora de<br />

abordar teórica y prácticamente nuestro<br />

problema de estudio para dimensionar y<br />

ubicar acertadamente el contexto particular<br />

de nuestras naciones.<br />

En la actualidad, las<br />

políticas de comunicación<br />

comprenden la<br />

integración de objetivos<br />

para la organización<br />

de medios, tecnologías<br />

y contenidos<br />

de la comunicación<br />

pública, integrando<br />

diversos actores, niveles<br />

de análisis y formas<br />

de intervención<br />

distintos, así como<br />

problemas políticos,<br />

económicos y culturales<br />

relacionados con el proceso general<br />

del desarrollo de los estados y la gestión<br />

social de las comunidades. (Sierra, 2005).<br />

En otras palabras, las políticas públicas<br />

en comunicación conciernen al mundo<br />

de lo estatal y la ciudadanía, a las relaciones<br />

de participación y conflicto social, y a<br />

las relaciones de poder materializadas en<br />

una desigual distribución de los recursos<br />

materiales, de saberes e información.<br />

Francisco Sierra en su libro Políticas de comunicación<br />

y educación, crítica y desarrollo<br />

de la sociedad del conocimiento, a propósito<br />

del tema, manifiesta: “…todo análisis<br />

de las políticas públicas en materia de


92<br />

Políticas de comunicación y comunicación comunitaria en Bogotá | Yeilor Rafael Espinel Torres<br />

(3) <strong>No</strong>ta metodológica: la selección<br />

de muestra se realizó teniendo<br />

en cuenta la participación de los<br />

medios en los procesos de fortalecimiento<br />

de la administración<br />

distrital, su vigencia y periodicidad.<br />

(4) <strong>No</strong>ta metodológica: En los<br />

encuentros - taller se aplicó la<br />

metodología Diagnóstico Rápido<br />

Participativo a través de la cual,<br />

los asistentes priorizaron sus<br />

necesidades y manifestaron sus<br />

propuestas. Asistieron 113 medios,<br />

espacios y organizaciones de<br />

comunicación local, para un total<br />

de 184 personas.<br />

(5) El Acuerdo 175 y 226 de 2007<br />

fue aprobado por veintiséis votos a<br />

favor y tres en contra.<br />

comunicación (…) debe partir del reconocimiento<br />

de asimetrías, desniveles y<br />

contradicciones en el modelo de desarrollo<br />

de los sistemas de mediación” (Sierra,<br />

2005, pág. 27). En síntesis, este tema se<br />

relaciona estrechamente con el acceso a la<br />

información, los derechos sociales, el flujo<br />

de información diversificada y plural, y el<br />

acceso real a espacios comunicacionales.<br />

En tal sentido, la tarea de las políticas públicas<br />

en comunicación consiste en hacer<br />

visible un discurso social en la praxis comunitaria,<br />

a partir de la promoción, oferta<br />

y consolidación de mecanismos viables<br />

para un ejercicio pleno de la comunicación,<br />

la ciudadanía y la democracia.<br />

Políticas de comunicación en Bogotá<br />

En Bogotá existen entre setenta y uno 3<br />

(IDCT, 2007) y ciento trece 4 (EnREDate,<br />

2005) medios de comunicación comunitarios<br />

que, en palabras de Darío Ángel, reúnen<br />

a más de mil personas que trabajan<br />

en más de ciento cincuenta organizaciones,<br />

sin contar las emisoras ni los medios<br />

escolares que constituyen importantes<br />

semilleros de comunicación, los cuales están<br />

constituidos en más de un 80% por jóvenes<br />

entre los dieciséis y veintiséis años.<br />

Esta presencia juvenil se explica por su<br />

cercanía al mundo comunicativo y a su<br />

participación en colectivos de comunicación<br />

que, desde la gestión local, recurren<br />

a diversos formatos y medios de comunicación<br />

alternativos.<br />

Lo anterior manifiesta la intención de la<br />

comunidad y la juventud capitalina por<br />

participar en el espacio de lo público a<br />

partir de ejercicios comunicativos comunitarios<br />

(radio, prensa, televisión y nuevas<br />

tecnologías) simultáneamente se evidencia,<br />

durante los últimos cuatro años, un<br />

proceso social e institucional de discusión<br />

y apropiación del tema, con el objeto de<br />

adelantar la construcción de una política<br />

pública distrital en materia de comunicación<br />

comunitaria sin precedentes.<br />

Esta dinámica ha sido potenciada desde<br />

diversos sectores de la comunidad capitalina<br />

reunidos en la Mesa Bogotana de<br />

Comunicaciones - grupos, colectivos, individuos,<br />

“combos”, ONG, asociaciones<br />

y grupos de trabajo-.<br />

El proceso fue acompañado, por Planeta<br />

Paz, el Instituto Distrital para la Participación<br />

y Acción Comunal –IDPAC– la<br />

Fundación Red Social de Medios de Comunicación<br />

–RedSocial–, la Facultad de<br />

Comunicación Social de la Universidad<br />

Central y la Alcaldía Mayor, entre otros.<br />

Dicho proceso tuvo como referente el<br />

plan de desarrollo Bogotá Sin Indiferencia<br />

2003-2007, desde los ejes de reconciliación<br />

y gestión pública humana.<br />

Esta participación incidió con la elaboración<br />

y aprobación del Acuerdo Distrital<br />

Nº 292 de 2007, “por medio del cual se establecen<br />

los lineamientos de política pública,<br />

en materia de comunicación comunitaria<br />

en Bogotá, se ordena implementar<br />

acciones de fortalecimiento de la misma<br />

y se dictan otras disposiciones". Acuerdo<br />

que busca promover en la comunidad la<br />

formulación de propuestas sectoriales, a<br />

través de mesas de trabajo en radio, prensa,<br />

televisión e internet comunitarios.<br />

Los criterios de política de comunicación<br />

comunitaria, plasmados en el acuerdo 292<br />

se presentan, entonces, según el Distrito<br />

y múltiples sectores, como un “modelo<br />

nacional” de convivencia, participación<br />

y desarrollo social, ya que es pionera en<br />

política pública en comunicación, tanto<br />

en la ciudad como el país. Esta iniciativa<br />

contó con el apoyo de amplios sectores y<br />

partidos políticos en el Concejo Distrital<br />

y fue presentada por los concejales Gustavo<br />

de Roux y Leo César Diago 5 .<br />

A pesar de los avances y de la entrada<br />

en vigor de dichos criterios de política<br />

pública, se alcanzan a percibir múltiples<br />

problemas; uno de ellos está relacionado<br />

con la sostenibilidad y continuidad de los<br />

procesos comunicativos comunitarios, y<br />

otro con el grado de aceptación social y legitimidad<br />

de los criterios hoy planteados.<br />

Los problemas de continuidad y sostenibilidad<br />

responden a muchos factores,<br />

tales como, la falta de acceso a espacios,


Comunicación y sociedad<br />

93<br />

Eje <strong>No</strong>. Programa Meta<br />

RECONCILIACIÓN 5 Comunicación<br />

para la<br />

Promover y divulgar acciones comunicativas que<br />

propicien dinámicas de reconciliación.<br />

reconciliación<br />

9 Participación<br />

para la decisión<br />

Realizará acciones de fortalecimiento a la organización<br />

y al suministro de información, para que ciudadanos<br />

participen en la toma de decisiones públicas que les<br />

afecten en el ámbito del desarrollo local, distrital y<br />

regional, apoyando los organismos de control en sus<br />

programas de participación.<br />

Cuadro 1. Plan de<br />

desarrollo Bogotá Sin<br />

Indiferencia 2003-<br />

2007 - Ejes para la<br />

comunicación.<br />

10 Comunicación<br />

para la<br />

Promover y divulgar acciones comunicativas que<br />

propicien dinámicas de participación ciudadana e<br />

participacion<br />

incluyan la diversidad étnica, de género, cultural y<br />

generacional.<br />

Fortalecer los medios alternativos de comunicación<br />

local, entre ellos los medios impresos locales,<br />

radiofónicos y la televisión comunitaria y su confluencia<br />

en las localidades de Bogotá, como alternativa al<br />

derecho de informar y ser informado.<br />

FUENTE: Documento de<br />

GESTIÓN PÚBLICA<br />

HUMANA<br />

6 Comunicación<br />

para la<br />

solidaridad<br />

Fomentar canales de interacción para la construcción<br />

de ciudadanía y ejercicio del derecho fundamental a la<br />

libre expresión, fortalecerá la cultura organizacional,<br />

el sentido de pertenencia y el compromiso de los<br />

servidores públicos.<br />

propuesta de encuentro<br />

distrital de comunicación<br />

comunitaria. Proyecto <strong>No</strong>.<br />

3144 Propiciar espacios<br />

de comunicación en las<br />

organizaciones sociales.<br />

herramientas, conocimientos, recursos<br />

materiales y financieros mínimos, etc.<br />

Estas son carencias y ausencias que dificultan<br />

encaminar procesos comunicativos<br />

comunitarios y que obligan a revisar<br />

las concepciones y actuaciones sociales e<br />

institucionales que no permiten el funcionamiento<br />

permanente de los mismos.<br />

Por otra parte, algunos estudiosos consideran<br />

que dichos problemas se agudizan<br />

dependiendo de la forma en que sean<br />

tratadas. Por ejemplo, la segmentación<br />

por sectores sociales o poblacionales 6 ya<br />

genera en sí una dificultad que atenta<br />

contra la iniciativa comunitaria, puesto<br />

que la comunicación comunitaria, por<br />

naturaleza, es un proceso propio del conjunto<br />

social que no debería disolverse en<br />

una clasificación técnico-administrativa.<br />

Frente a esto, Andrés Ortiz, comunicador<br />

social experto en temas de comunicación<br />

popular y partícipe del proceso distrital,<br />

pone en evidencia lo problemático<br />

de dichas “segmentaciones”. Según él,<br />

“si miramos detenidamente, vemos que<br />

parte de los intereses que se quieren reivindicar,<br />

desde los procesos de comunicación<br />

comunitaria, es precisamente el<br />

trabajo articulado, conjunto, solidario,<br />

vinculante y organizado; lo que de entrada<br />

riñe con la fragmentación en sectores<br />

que propone la visión institucional”. (A.<br />

Ortiz, Entrevista sobre comunicación comunitaria<br />

en Bogotá, correo-e, Junio 22, 2007).<br />

Al margen de esas divisiones y segmentaciones<br />

institucionales, se debe reconocer<br />

que la juventud es un sector poblacional<br />

cuya incidencia no se puede desconocer,<br />

ya que su participación política y comunicativa<br />

–en lo comunitario–, ha estado<br />

integrada al conjunto de lo social a través<br />

de expresiones sindicales, estudiantiles,<br />

religiosas y culturales. Sector que, en su<br />

devenir, y al igual que muchos otros, ha<br />

enfrentado problemas materiales para su<br />

funcionamiento.<br />

Además, la diferencia generacional dada<br />

en el terreno comunal, genera dinámicas<br />

de exclusión natural 7 que obstaculizan<br />

(6) Mujeres, hombres, jóvenes,<br />

adultos mayores, etc.<br />

(7) Que se consolidan en lo<br />

institucional a través de políticas<br />

excluyentes o tutelares.


94<br />

Políticas de comunicación y comunicación comunitaria en Bogotá | Yeilor Rafael Espinel Torres<br />

(8) Propiciados por la administración.<br />

los procesos de gestión comunicativa, ya<br />

per se difíciles, tal como lo mencionara<br />

Darío Ángel en su ponencia sobre actores<br />

locales de comunicación durante el foro<br />

de Medios Comunitarios convocado por el<br />

Instituto Distrital de Cultura y Turismo<br />

(IDCT) en abril del 2004:<br />

“La construcción de una red como esta exige, de<br />

igual manera, que todos los miembros tengan<br />

validez en ella. Si hay quienes piensan que hay<br />

actores más válidos que otros, por antigüedad,<br />

por capacidades, por riqueza o por cualquier otra<br />

característica, no es posible consolidar los vínculos.<br />

Es como si en una familia un hijo fuese más hijo por<br />

ser el mayor o fuera merecedor de mejores raciones<br />

por ser más fuerte. Pues bien, los jóvenes, y muchos<br />

actores de comunicación lo son, deben demostrar<br />

antigüedad en este mundo para ser aceptados<br />

como socios válidos. Deben demostrar larga<br />

experiencia para ser admitidos en las conversaciones.<br />

Deben comprobar estabilidad otorgada por el<br />

tiempo, para ser merecedores de las posibilidades<br />

de la estabilidad” (Ángel, 2004, pág. 4).<br />

Por lo anterior, la política pública para<br />

la comunicación distrital debe ser integradora,<br />

amplia, incluyente, de forma tal<br />

que se supere cualquier tipo de diferenciación<br />

tecnocrática.<br />

Además de los planteamientos de los<br />

expertos es necesario identificar la perspectiva<br />

de la administración distrital y la<br />

comunidad frente a los problemas expresados.<br />

A continuación, se mencionarán<br />

algunos factores que influyen en las situaciones<br />

planteadas, vistas desde estas<br />

dos perspectivas.<br />

1. Perspectiva de la<br />

administración distrital<br />

Los estudios oficiales parten de la importancia<br />

del movimiento de medios comunitarios<br />

para señalar los aspectos (necesidades<br />

comunitarias) que para ellos<br />

(institución) son fundamentales. Centran<br />

su preocupación en la ausencia de un marco<br />

legal apropiado para esta actividad y<br />

desde una perspectiva instrumental, favorable<br />

a la institución, plantean de entrada<br />

un condicionamiento altamente alarmante.<br />

Según el Distrito, si bien existen espacios<br />

de intercambio y comunicación 8 entre los<br />

diferentes directores y promotores de medios<br />

comunitarios, es necesario institucionalizar<br />

un espacio que permita de forma<br />

sistemática y permanente la convergencia<br />

de aquellos que se encuentran al frente<br />

de los diferentes medios para desarrollar<br />

actividades conjuntas de mejoramiento y<br />

desarrollo.<br />

El Distrito es consciente y reconoce que,<br />

sin duda alguna, ese “importante movimiento<br />

de medios comunitarios”, está<br />

fundamentado en la motivación y capacidad<br />

de trabajo de sus gestores y directores.<br />

De este reconocimiento se desprende<br />

la necesidad de “aprovecharlos”<br />

e impulsarlos y en lo posible, según el<br />

Distrito, garantizar su futuro como medios<br />

no masivos de comunicación y para<br />

ello, plantea la Secretaría Distrital, es necesario<br />

contribuir a su sentida inquietud<br />

de contar con un marco legal, que trascienda<br />

la actual administración distrital<br />

(IDCT, 2007).<br />

Se podría compartir la reflexión institucional<br />

desde el punto de vista normativo,<br />

pero la palabra “aprovecharlos” expuesta<br />

por la Secretaría Distrital de Cultura,<br />

Recreación y Deporte en el estudio sobre<br />

medios comunitarios, insinúa posibles<br />

e inaceptables escenarios de cooptación<br />

social desde una lógica instrumental. Las<br />

políticas públicas, algunas veces, se prestan<br />

para institucionalizar prácticas de cooptación<br />

social donde, a partir del pago<br />

de pautas publicitarias o apoyos, además<br />

de facilitar la reproducción propagandística<br />

institucional, se busca comprometer<br />

o limitar la independencia del mensaje<br />

comunitario.<br />

2. Perspectiva de la comunidad<br />

De acuerdo con la priorización dada en<br />

diversos diagnósticos participativos, las<br />

siguientes son las necesidades comunes<br />

a todas las localidades que se encuentran<br />

ordenadas según su importancia:<br />

a. la falta de recursos económicos,<br />

técnicos y humanos;<br />

b. la falta de formación técnica


Comunicación y sociedad<br />

95<br />

en producción de medios<br />

de comunicación;<br />

c. la articulación de los medios,<br />

espacios u organizaciones<br />

de comunicación local;<br />

d. el fortalecimiento de los medios,<br />

espacios u organizaciones existentes;<br />

e. más organización y gestión de<br />

recursos en los medios, espacios y/u<br />

organizaciones de comunicación;<br />

f. democratización y circulación<br />

de la información;<br />

g. mayor divulgación y difusión de<br />

las actividades de la localidad a<br />

través de los medios y/o espacios;<br />

h. mayor alcance y cobertura de los<br />

medios locales y comunitarios;<br />

i. apoyo institucional y la promoción<br />

de mayor creatividad en los<br />

productos<br />

comunicativos<br />

locales<br />

(EnREDate, 2005).<br />

Las necesidades comunicativas<br />

expresadas<br />

explican, en parte,<br />

los antecedentes y<br />

posibles razones de<br />

"Se debe reconocer<br />

que la juventud<br />

es un sector<br />

poblacional<br />

cuya incidencia<br />

no se puede<br />

desconocer".<br />

los inconvenientes<br />

para funcionar, sostenerse<br />

y mantener una<br />

vigencia comunicativa.<br />

A pesar de la apertura democrática<br />

vivida durante los últimos años; el grado<br />

de aceptación social y el nivel de reconocimiento<br />

de los criterios de política propuestos<br />

en el 2007 son muy desiguales.<br />

De este modo, se genera un divorcio de<br />

intereses entre lo comunitario y lo estatal,<br />

algunas veces evidentes y otras no.<br />

A manera de conclusión<br />

En Colombia es urgente reubicar el debate<br />

del desarrollo nacional y las políticas<br />

públicas, de tal forma que se pueda<br />

controvertir y revertir el modelo actual<br />

que privilegia el crecimiento económico,<br />

la concentración de la riqueza y la<br />

intervención extranjera. Estos planteamientos<br />

nos llevan al terreno teórico y<br />

práctico de la comunicación para el desarrollo<br />

en Colombia, pero, ¿para qué<br />

tipo de desarrollo?, ¿de qué desarrollo<br />

estamos hablando?<br />

Lo primero es rescatar un proyecto nacional<br />

de desarrollo, autodeterminado y<br />

soberano, aquel que dinamice las fuerzas<br />

productivas y la ciencia a través del<br />

fortalecimiento no sólo de las estructuras<br />

clásicas de la economía, sino del ser<br />

humano en cuanto a su educación, formación<br />

política y ciudadana, desarrollo<br />

humano.<br />

Se debe reivindicar un modelo de desarrollo<br />

autónomo que tenga como finalidad<br />

salvaguardar los derechos y garantías<br />

democráticas de los colombianos.<br />

En tal sentido, la comunicación se debe<br />

entender como la herramienta que proyecta<br />

las representaciones<br />

colectivas<br />

sobre los intereses,<br />

necesidades y decisiones<br />

de progreso de<br />

la propia comunidad,<br />

integrando diferentes<br />

actores en la construcción<br />

de alternativas<br />

posibles de desarrollo<br />

social.<br />

En síntesis, la política<br />

pública, en materia de<br />

comunicación comunitaria y en muchos<br />

otros campos, debe ser la materialización<br />

de un modelo de desarrollo progresista;<br />

por lo que “los enfoques de desarrollo,<br />

en general, tienen en común la afirmación<br />

de que la realidad debe ser tenida<br />

en cuenta. La diferencia entre ellos está<br />

en la forma como se enfoca esa realidad”<br />

(Montoya, 2007, pág. 5). En consecuencia,<br />

el modelo de desarrollo que se necesita<br />

es uno que esté basado en el conocimiento<br />

de las realidades y necesidades<br />

económicas, sociales y comunicativas de<br />

la población.<br />

Es necesario profundizar conceptual y<br />

políticamente en los principios, valores y<br />

premisas que traen las políticas públicas<br />

actuales para que, desde una nueva perspectiva,<br />

podamos reconocer los princi-


96<br />

Políticas de comunicación y comunicación comunitaria en Bogotá | Yeilor Rafael Espinel Torres<br />

pios acá formulados de soberanía, desarrollo<br />

humano y democracia.<br />

Sin duda, los antecedentes analizados<br />

y la necesidad de promover el desarrollo<br />

nacional nos obligan a la imperiosa<br />

labor de describir, analizar y proponer<br />

lineamientos de política acorde con las<br />

necesidades comunicativas distritales y<br />

nacionales. Más si se tienen en cuenta los<br />

efectos políticos, económicos y culturales<br />

de la hoy denominada sociedad global<br />

de información en las comunidades y lo<br />

local.<br />

Para el caso colombiano y más específicamente<br />

la experiencia bogotana, es necesario<br />

y relevante profundizar más en el<br />

estudio teórico y práctico de las políticas<br />

de comunicación, desde un enfoque de<br />

análisis de política pública, que redunde<br />

en la construcción de una política para la<br />

comunicación comunitaria, acorde con<br />

las necesidades comunicativas reales de<br />

la ciudadanía, el fortalecimiento de la democracia<br />

y el desarrollo social; dinamizando<br />

así el debate académico, político y<br />

comunitario de las políticas de comunicación.<br />

Referencias Bibliográficas<br />

Ángel, D. (2004). Actores locales de comunicación. Ponencia<br />

presentada en el Foro del IDCT “Medios comunitarios”, Bogotá,<br />

Colombia.<br />

Attiná, F. (2001). El Sistema Político Global, Buenos Aires:<br />

Paidós Ibero América.<br />

Bogotá, Concejo de Bogotá, Distrito Capital (2007, 21<br />

<strong>No</strong>viembre). Acuerdo 292 del 21 de <strong>No</strong>viembre de 2007, por<br />

medio del cual se establecen lineamientos de política pública,<br />

en materia de comunicación comunitaria en Bogotá, se ordena<br />

implementar las acciones de fortalecimiento de la misma y se dictan<br />

otras disposiciones”, disponible en www.participacionbogota.<br />

gov.co/medios_c/acuerdo_292_2007.doc.<br />

Bogotá, (2005). Informe de Resultados Talleres EnREDate en<br />

Procesos de Comunicación Participativa 2005. Del Proyecto<br />

<strong>No</strong>.3144 Propiciar espacios de comunicación en las organizaciones<br />

sociales.<br />

Castell, M. (Mayo de 1999). Globalización, Sociedad y Política en<br />

la era de la información, <strong>Revista</strong> Análisis Político, 37.<br />

Montoya, A. (2007). Comunicación para el desarrollo desde lo<br />

local y lo comunitario, un compromiso para el desarrollo regional.<br />

<strong>Revista</strong> Ejes de Formación Eje de Comunicación Política<br />

Parte 3, Escuela de Formación Política para Consejeros de<br />

Juventud y Jóvenes Líderes Locales. Bogotá.<br />

<strong>No</strong>gué, F. J. y Rufí, J. V. (2001). Geopolítica, identidad y<br />

globalización. Barcelona: Ariel.<br />

Ortiz, A. (junio 22, 2007). Entrevista sobre comunicación<br />

comunitaria en Bogotá, Bogotá: correo-e.<br />

Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte. (2007).<br />

Procesos socioculturales de impacto, influencia, uso y relación que<br />

tiene la comunidad con los medios comunitarios en la ciudad de<br />

Bogotá. Bogotá: Aps Estrategia & Investigación Ltda.<br />

Sierra, F. (2005). Políticas de Comunicación y Educación, Crítica<br />

y Desarrollo de la Sociedad del Conocimiento. Barcelona: Gedisa<br />

Stiglitz, J. (2002). El malestar en la globalización, Bogotá: Taurus


Comunicación y sociedad<br />

97<br />

La felicidad y la seguridad social<br />

Autor »<br />

Doris Babativa* y Mario Ceballos**<br />

Resumen »<br />

A lo largo de la historia de Colombia, se ha mencionado en diferentes documentos<br />

la intención de ofrecer seguridad social a la población, aunque con<br />

diferentes ópticas, primero acompañada de felicidad y estabilidad política, y<br />

hoy como un ingrediente del empleo que sea consecuencia de mayores mercados.<br />

En el tiempo que va desde la fundación de la República, se han presentado<br />

muchas disposiciones legales que progresivamente fueron abarcando a<br />

diferentes grupos de la población.<br />

Hoy, después de la Constitución de 1991, hay un sistema de seguridad social<br />

integral, pero se han presentado diversas situaciones que ponen en peligro<br />

algunos de los logros de la Carta Magna, como el cierre de hospitales y la<br />

insolvencia del Seguro Social para cubrir las pensiones. Necesariamente surge<br />

la pregunta de si la seguridad social es solo felicidad para la población o toda<br />

una serie de medidas para hacer más eficiente la salud y más sostenibles a largo<br />

plazo las pensiones. Para lograr dicha disertación se analizó el significado<br />

de felicidad, bienestar social, satisfacción de necesidades, retomando autores<br />

como Freud, Andrews y Withey, Keynes y Beveridge.<br />

Abstract »<br />

Palabras clave »<br />

Keywords<br />

Throughout the history of Colombia, has been mentioned in various documents<br />

intended to provide social security to the population, but with different optics, first<br />

together with happiness and political stability and today as a companion of employment<br />

that is accordingly bigger markets. Throughout the time from the founding<br />

of the republic, there have been many laws that were progressively involving<br />

different population groups.<br />

Today, after the 1991 Constitution, there is a comprehensive social security system,<br />

but have been presented many situations that threaten some of the achievements<br />

of the Constitution, such as the closure of hospitals and the insolvency of Social<br />

Security to cover pensions . He wondered if social security is just happiness for the<br />

people or an entire series of measures to better health and more sustainable longterm<br />

pensions.<br />

Felicidad, seguridad social, estabilidad política, empleo, mercados.<br />

Happiness, social security, political stability, employment, markets.<br />

* Docente Área de<br />

Investigación de la Facultad<br />

de Ciencias Económicas y<br />

Administrativas de INPAHU.<br />

Psicóloga y Magister en<br />

docencia.<br />

** Economista. Magister<br />

en docencia. Docente<br />

de Investigaciones de<br />

la Universidad Libre de<br />

Colombia.


98<br />

La felicidad y la seguridad social | Doris Babativa y Mario Ceballos<br />

“Te quiero en mi paraíso es decir que en mi país la gente vive feliz aunque no tenga permiso”.<br />

Mario Benedetti<br />

(1) Según Avellaneda Campo<br />

Alcides y Beltrán Luis Humberto,<br />

en Bogotá por Acuerdo <strong>No</strong>. 1 del<br />

29 de enero de 1918, se creó el<br />

impuesto de fondo de pobres,<br />

como porcentaje de las entradas<br />

a espectáculos públicos, que aún<br />

subsiste. Este acuerdo entre otras<br />

cosas prohíbe la mendicidad.<br />

“El sistema de gobierno más perfecto es<br />

aquel que produce mayor suma de felicidad<br />

posible, mayor suma de seguridad social<br />

y mayor suma de estabilidad política”<br />

(Bolívar 1819). En los albores de la República<br />

de Colombia, Simón Bolívar, durante<br />

su discurso al Congreso de Angostura, se<br />

expresó así en relación con la seguridad<br />

social.<br />

En el prólogo del documento Visión Colombia<br />

II Centenario: 2019 (Departamento Nacional<br />

de Planeación, 2005), Álvaro Uribe,<br />

actual presidente de la República afirmó:<br />

“una nación con 44 millones de habitantes,<br />

que necesita crear urgente y masivamente<br />

empleo bien remunerado y con seguridad<br />

social, tiene que buscar mercados”. En el<br />

primer documento se habla de felicidad,<br />

seguridad social y estabilidad política, y<br />

en el segundo de seguridad social, empleo<br />

bien remunerado y búsqueda de mercados.<br />

Debe notarse que hay un tema común: seguridad<br />

social.<br />

Pero ¿alcanzó ya Colombia lo propuesto<br />

por Bolívar doscientos años atrás?, ¿qué<br />

tan lejos se está de alcanzar las metas del<br />

actual gobernante?, ¿qué es esa seguridad<br />

social que estuvo en la agenda de los fundadores<br />

de la república y sigue estando en<br />

la del actual gobernante, casi doscientos<br />

años después?; ¿por qué fue tema del documento<br />

de Bolívar y también ocupa espacio<br />

en el de los que hoy gobiernan la nación?,<br />

¿cómo es la seguridad social en Colombia?,<br />

¿satisface esa seguridad las necesidades de<br />

la población objetivo?, ¿qué relación hay<br />

entre la seguridad social y la felicidad?<br />

La seguridad social en el mundo<br />

Como referente del tema en la Edad Media<br />

en Inglaterra, en la época de los Tudor,<br />

se promulgaron las llamadas "leyes de los<br />

pobres", por los problemas que trajeron las<br />

guerras de la dinastía y durante el reinado<br />

de Enrique VIII la "disolución de los monasterios"<br />

y otras instituciones católicas. Estas<br />

estaban a cargo de las obras de caridad.<br />

La legislación era punitiva ya que prohibía<br />

la mendicidad y la vagancia y le asignaba la<br />

responsabilidad administrativa del sistema<br />

a las parroquias. Hasta el presente, en el Reino<br />

Unido a las entidades administrativas se<br />

les da la obligación de cuidar a sus pobres.<br />

En Colombia se tomó este mismo concepto<br />

a comienzos del siglo pasado, con el también<br />

llamado Impuesto de Fondo de Pobres<br />

creado en Bogotá y que sigue vigente<br />

hasta nuestros días. El impuesto también<br />

prohíbe la mendicidad 1 .<br />

La legislación inglesa rigió hasta cuando se<br />

introdujo el concepto de estado de bienestar<br />

o estado providencia, que es cuando el<br />

Estado asume esa responsabilidad social y<br />

asegura la protección social, entendida ésta<br />

como los derechos a la sanidad, la vivienda,<br />

la educación, los servicios sociales, las<br />

pensiones de jubilación o la protección del<br />

empleo o del empleado.<br />

El sociólogo T.H. Marshall define el término<br />

como una combinación especial de<br />

la democracia, bienestar social y capitalismo.<br />

Algunos otros lo identifican, erróneamente,<br />

con el llamado estado social o<br />

incluso con la economía social de mercado.<br />

Para algunos es el añadido de un quinto<br />

poder del estado: el de intervención económica,<br />

añadido a los tres poderes clásicos de<br />

Montesquieu y al cuarto poder que son los<br />

medios de comunicación. Para otros, como<br />

Claus Offe, es un cambio profundo que nos<br />

permite hablar de un estado moderno.


Comunicación y sociedad<br />

99<br />

El concepto más moderno de seguridad<br />

social nació en Alemania, durante la época<br />

del canciller Otto von Bismarck, con la<br />

Ley del Seguro de Enfermedad, en 1883.<br />

La expresión se popularizó a partir de su<br />

uso por primera vez en una ley en Estados<br />

Unidos, que se llamó Social Security Act de<br />

1935.<br />

Posteriormente, el concepto fue ampliado<br />

por sir William Beveridge en el llamado<br />

Informe Beveridge (conocido como Social Insurance<br />

and Allied Services Report) de 1942<br />

con las prestaciones de salud y la constitución<br />

de la entidad británica National<br />

Health Service (Servicio<br />

Nacional de Salud) en<br />

1948.<br />

En los años 80 del siglo<br />

pasado, hubo un retroceso<br />

en estas políticas<br />

cuando la denominada<br />

revolución conservadora<br />

de Margaret Thatcher<br />

y Ronald Reagan,<br />

redujo las ayudas del<br />

estado para la seguridad<br />

social.<br />

La seguridad social<br />

en Colombia<br />

En Colombia, incluyendo<br />

la mención anterior<br />

del Fondo de Pobres, la seguridad<br />

social ha tenido un proceso lento y desarticulado,<br />

constituido por leyes, decretos y<br />

acuerdos, que le han ido dando forma a lo<br />

que conocemos hoy.<br />

El concepto propiamente dicho se inició<br />

con los montepíos militares que eran<br />

organizaciones castrenses del gobierno<br />

español, y que se implantaron también<br />

en América. Después de proclamada la<br />

independencia de Colombia, tales instituciones<br />

continuaron vigentes hasta 1827<br />

tiempo en cual fueron suprimidas las contribuciones<br />

de los militares para su funcionamiento.<br />

"Según la<br />

Organización<br />

Internacional del<br />

Trabajo, OIT, los<br />

sistemas de seguridad<br />

social prevén unos<br />

ingresos básicos en<br />

caso de desempleo,<br />

enfermedad,<br />

accidente laboral,<br />

entre otros".<br />

Unos años más tarde, mediante Ley 9 de<br />

1843, se restableció esta institución a pedido<br />

de muchos militares, principalmente<br />

por el desamparo de las familias de quienes<br />

fallecieron en la Guerra de la Independencia<br />

y posteriormente en las campañas<br />

libertadoras 2 . Otra ley, del 30 de abril de<br />

1855, suprimió el montepío militar, pero<br />

una nueva ley, la del 7 de diciembre de<br />

1890, lo creó nuevamente. La Ley 120 de<br />

1892 reforma la anterior. La Ley 153, de<br />

diciembre de 1896, le dio una nueva reglamentación.<br />

Para unificar el sistema de protección integral<br />

de los militares y sus familias en una<br />

sola institución, el gobierno creó, mediante<br />

la Ley 75 de 1925, la<br />

Caja de Sueldos de Retiro<br />

de las Fuerzas Militares.<br />

Paralelamente,<br />

creó la Caja de Sueldos<br />

de Retiro de la Policía<br />

Nacional y mediante<br />

la Ley 32 de 1961 creó<br />

la Caja de Auxilios y<br />

Prestaciones de la Asociación<br />

Colombiana de<br />

Aviadores Civiles.<br />

La Ley 29 de 1905 estableció<br />

un régimen de<br />

pensiones a favor de<br />

los magistrados principales<br />

de la Corte Suprema<br />

de Justicia, mayores<br />

de sesenta años, con derecho como pensión<br />

de jubilación a la mitad del sueldo del último<br />

empleo que hubieren ejercido.<br />

La Ley 29 de 1912 consagró pensiones a<br />

favor de las viudas de los ciudadanos que<br />

hayan desempeñado la Presidencia de la<br />

República, y en su defecto a las hijas solteras.<br />

La Ley 80 de 1916 sobre pensiones y<br />

recompensas estableció límites máximos a<br />

tales beneficios, negó la acumulación de las<br />

pensiones y su posibilidad de ser transmitidas.<br />

La Ley 40 de 1922 estableció pensiones<br />

a favor de los militares, clases o individuos<br />

de tropa que comprueben haber contraído<br />

la enfermedad de lepra durante su servicio<br />

en el Ejército, la cual se hace extensiva a los<br />

médicos y empleados sanos que en los lazaretos<br />

se contagien de lepra.<br />

(2) Debe advertirse que el número<br />

de muertos en la guerra de la<br />

independencia, entre 1810 y 1814,<br />

llegó a doscientas mil personas<br />

aproximadamente, y que ese<br />

número equivale a 7.626.991<br />

habitantes en proporción con la<br />

población del país en 2004. Los<br />

cálculos son del profesor Diego<br />

Otero Prada en su libro Las cifras<br />

del conflicto colombiano Indepaz<br />

Uniciencia, 2007.


100<br />

La felicidad y la seguridad social | Doris Babativa y Mario Ceballos<br />

La Ley 86 de 1923 consagra que todo empleado<br />

público nacional tendrá derecho a<br />

la mitad del sueldo que devengue mensualmente,<br />

hasta por seis meses, cuando<br />

por consecuencia de enfermedad contraída<br />

en el servicio o agravada por causa de<br />

este, se halle imposibilitado para prestarlo.<br />

La Ley 102, de 1927, consagró pensiones a<br />

favor de las viudas de<br />

los magistrados de la<br />

Corte Suprema y de<br />

los magistrados de los<br />

Tribunales Superiores<br />

que hubieren servido<br />

por más de veinte años<br />

en la rama judicial.<br />

Luego, el gobierno fue<br />

autorizado a crear una<br />

caja de seguro de trabajo<br />

que debía cubrir los<br />

riesgos de invalidez, vejez,<br />

enfermedad y muerte,<br />

y también los cuidados<br />

de la maternidad de<br />

la obrera y de la mujer<br />

"La seguridad<br />

social se refiere, en<br />

consecuencia, a<br />

factores tales como<br />

el bienestar social,<br />

calidad de vida<br />

de las personas,<br />

tranquilidad<br />

y satisfacción<br />

humana".<br />

del obrero. En 1923 se presentó un proyecto<br />

sobre la creación de la Caja de Indemnizaciones<br />

Obreras como dependencia del Banco de<br />

la República, con el fin de garantizar y hacer<br />

efectivo, en forma práctica para el patrón y<br />

el obrero, el servicio de indemnizaciones por<br />

accidentes de trabajo y seguro colectivo.<br />

En septiembre de 1930 el Ministro de Industrias,<br />

presentó un proyecto de Código<br />

del Trabajo que, entre otras medidas, autorizó<br />

al gobierno para fundar la Caja de<br />

Seguros del Trabajo, proyecto que no tuvo<br />

buen desarrollo.<br />

En 1931 se presentó un proyecto de ley,<br />

mediante el cual se crea, bajo la dependencia<br />

del Ministerio de Industrias, el Fondo<br />

de Previsión Social. En 1933 se presentó<br />

un proyecto de ley por el cual se conceden<br />

unas facultades extraordinarias al Ejecutivo<br />

Nacional para la creación de un Instituto<br />

de Previsión Social cuyo fin sea establecer<br />

el seguro social obligatorio, cumplir<br />

y hacer cumplir toda la legislación social<br />

existente sobre seguros sociales, públicos<br />

y privados, seguros colectivos e individuales,<br />

accidentes de trabajo, sueldos y pensiones<br />

de retiro, vacaciones remuneradas,<br />

inmovilidad, recompensas y auxilios.<br />

En 1935 se presentó otro proyecto de ley por<br />

el cual se ordena establecer una caja de seguros<br />

sociales. En ese mismo año se presentó<br />

un proyecto sobre ahorro obligatorio de los<br />

empleados y obreros y<br />

se creó la Caja de Ahorro<br />

y Previsión Social.<br />

El proyecto se convirtió<br />

en la Ley 66 de 1936.<br />

En 1936 se presentó el<br />

proyecto de ley sobre<br />

reforma a la ley de accidentes<br />

de trabajo y se<br />

dictaron disposiciones<br />

sobre jubilación y bonificación<br />

de retiro. En<br />

1936, también, se presentó<br />

un proyecto por<br />

el cual se creó la Caja<br />

de Seguros Sociales,<br />

dependiente del Ministerio<br />

de Industrias y<br />

para cubrir los riesgos de enfermedad, invalidez<br />

prematura, vejez, maternidad, desempleo<br />

o cesantía voluntaria, muerte y contribución<br />

a soportar los gastos de las familias<br />

numerosas.<br />

La parte importante de este proyecto está<br />

en la cobertura familiar en los servicios<br />

asistenciales y en la unificación del campo<br />

de aplicación, pues de manera expresa ordena<br />

que ingresen a ella todos los asalariados,<br />

sean oficiales o particulares, que trabajen<br />

dentro del territorio de la República<br />

y cuyos ingresos sean hasta dos mil cuatrocientos<br />

pesos anuales.<br />

La legislación actual sobre el tema se desprende<br />

de la Constitución Política que en<br />

el Título I, De Los Principios Fundamentales,<br />

establece que Colombia es una República,<br />

“...fundada en el respeto de la dignidad<br />

humana, en el trabajo y la solidaridad de<br />

las personas que la integran y en la prevalencia<br />

del interés general”.<br />

Consagra los derechos fundamentales de<br />

los niños, entre los que está la seguridad


Comunicación y sociedad<br />

101<br />

social; establece que el Estado, la sociedad<br />

y la familia concurrirán para la protección<br />

y la asistencia de las personas de la tercera<br />

edad y promoverán su integración a la<br />

vida activa y comunitaria; determina que<br />

la seguridad social es un servicio público<br />

de carácter obligatorio que se prestará<br />

bajo la dirección, coordinación<br />

y control<br />

del Estado; garantiza<br />

a todos los habitantes<br />

el derecho irrenunciable<br />

a la seguridad social;<br />

propone que con<br />

la participación de los<br />

particulares, se ampliará<br />

progresivamente<br />

la cobertura de la<br />

seguridad social; dice<br />

que es deber del Estado<br />

promover el acceso<br />

progresivo a la... seguridad<br />

social.<br />

"Desprende de<br />

la Constitución<br />

Política: “fundada<br />

en el respeto de la<br />

dignidad humana,<br />

en el trabajo y la<br />

solidaridad de las<br />

personas que la<br />

integran y en la<br />

prevalencia del<br />

interés general".<br />

En uno de sus artículos<br />

transitorios, la Constitución<br />

mandó al Gobierno formar una<br />

comisión integrada por sus representantes,<br />

los sindicatos, los gremios económicos, los<br />

movimientos políticos y sociales, los campesinos<br />

y los trabajadores informales, para<br />

que en un plazo de ciento ochenta días a<br />

partir de la entrada en vigencia de la carta,<br />

elabore una propuesta que desarrolle las<br />

normas sobre seguridad social.<br />

Lo anterior se tradujo en la Ley 100 del 23<br />

de diciembre de 1993, que creó el sistema<br />

de seguridad social integral, que se entiende<br />

como el conjunto de instituciones, normas<br />

y procedimientos, de que disponen<br />

las personas y la comunidad para gozar de<br />

una vida de calidad.<br />

Esta norma creó en el país un importante<br />

número de instituciones públicas y privadas<br />

para atender las necesidades de la población<br />

en materia de seguridad social. Se<br />

refirió a las pensiones en las cuales creó básicamente<br />

dos regímenes, uno de ellos fue<br />

entregado al manejo de los particulares, denominados<br />

Fondos de Pensiones y Cesantías,<br />

y otro denominado Régimen de Prima<br />

Media, que en esencia es el que administra<br />

las pensiones tradicionales. También creó<br />

el Fondo de Solidaridad Pensional.<br />

En relación con la salud, creó la medicina<br />

prepagada particular, las entidades prestadoras<br />

de salud, también particular, además<br />

de la permanencia del<br />

Instituto de Seguros<br />

Sociales. Reglamentó<br />

también los riesgos<br />

profesionales, creó la<br />

ayuda para los ancianos<br />

indigentes, etc.<br />

En conclusión, hoy en<br />

Colombia la población<br />

cuenta con un régimen<br />

de seguridad social<br />

todavía perfeccionándose,<br />

ya que la Carta<br />

Constitucional asignó<br />

al Estado la obligación<br />

de promover, en<br />

concurrencia con la<br />

sociedad y la familia,<br />

el acceso progresivo a la seguridad social,<br />

entendida como el derecho a gozar de una<br />

vida de calidad.<br />

La felicidad<br />

Visto el concepto de seguridad social, hagamos<br />

una reflexión sobre la aspiración de<br />

Bolívar en el sentido de buscar la felicidad<br />

para los ciudadanos partiendo de algunas<br />

estadísticas.<br />

Estudios recientes muestran a los colombianos<br />

como personas felices en medio de<br />

la violencia, el desempleo y la desigualdad.<br />

Según encuesta de Invamer Gallup, los colombianos<br />

aparecen como los más felices<br />

del mundo y, "se consideran creativos (el<br />

96%), trabajadores (el 97%), persistentes<br />

(el 89%), emprendedores (el 93%) y tienen<br />

planes para mejorar el nivel de vida (el<br />

61%). En todos estos factores superan los<br />

indicadores de todos los demás países indagados”.<br />

Para los colombianos, según la encuesta<br />

mencionada arriba “es posible avanzar en<br />

la vida trabajando. Los colombianos es-


102<br />

La felicidad y la seguridad social | Doris Babativa y Mario Ceballos<br />

(3) José Eduardo Abadi Médico<br />

psiquiatra, psicoanalista, actor y<br />

dramaturgo. Fragmento extraído<br />

de su libro “De felicidad también se<br />

vive”, editado por Sudamericana,<br />

2008, Buenos Aires. Consultado<br />

ON LINE http://www.diarioperfil.<br />

com.ar/edimp/0231/articulo.<br />

php?art=5533&ed=0231<br />

tán entre la gente de América Latina que<br />

cuando piensan cinco años con proyección<br />

al futuro, tienen las más altas expectativas.<br />

Tienen mayor optimismo. Tienen un alto<br />

grado de autoestima”. Con todo lo que<br />

ello implica, estos indicadores miden el<br />

bienestar subjetivo, es decir, la cantidad<br />

de bienestar que dicen tener las personas<br />

de un país. Se elabora a partir de encuestas<br />

y se calcula con base en el porcentaje<br />

de personas que se consideran "felices" o<br />

"muy felices", menos el porcentaje de personas<br />

que se consideran "no muy felices"<br />

o "infelices".<br />

Pero veamos qué es la felicidad. Según el<br />

Diccionario de la Real Academia de la Lengua,<br />

"felicidad es el estado de ánimo que se<br />

complace en la posesión de un bien; satisfacción,<br />

gusto, contento; suerte feliz". Para<br />

Aristóteles es difícil definirla y describirla.<br />

Para él todos los hombres están de acuerdo<br />

en llamar “felicidad” a una unidad presupuesta<br />

de fines humanos, el bien supremo,<br />

el fin último. Son divergentes, en consecuencia,<br />

las opiniones: placer para algunos;<br />

honores, para otros; o riqueza, de acuerdo<br />

con otros puntos de vista.<br />

El concepto de felicidad para el ser humano,<br />

es considerado por Freud como el<br />

resultado de la decisión de emprender un<br />

viaje que le permita lograr una mayor libertad<br />

y un mayor alcance de creatividad<br />

y placer. Esto en movimiento constante y<br />

admitiendo una cuota de sufrimiento, que<br />

parece ser un acompañante inevitable de la<br />

vida de todo ser humano 3 .<br />

Lo anterior permite establecer que la felicidad<br />

es un estado subjetivo, pues es a partir<br />

del sentir particular, que los seres humanos<br />

pueden referirse a ella como la manera de<br />

percibir o experimentar estados emocionales<br />

positivos, o sentirse satisfechos con la<br />

vida, o con parte de lo que ellos han logrado.<br />

Andrews y Withey (1978) establecieron<br />

tres elementos de la felicidad:<br />

a. Emoción positiva.<br />

b. Satisfacción de vida.<br />

c. Ausencia de emociones negativas<br />

o perturbaciones psicológicas.<br />

Esto según la percepción de los colombianos<br />

quiere decir que si, existe una autopercepción<br />

favorable de creatividad, trabajo,<br />

persistencia y seguridad social, la probabilidad<br />

de sentirse felices será mayor, superando<br />

de esta manera sus experiencias<br />

positivas, en relación con las negativas,<br />

situación por la cual puede explicarse el<br />

sentido de felicidad. Y esta es la percepción<br />

mayoritaria de los colombianos, de acuerdo<br />

con las encuestas.<br />

Estabilidad política<br />

En relación con la meta de la estabilidad<br />

política, puede mencionarse que Colombia<br />

la ha conseguido en un alto grado durante<br />

los últimos tiempos y, como lo afirma el<br />

documento Visión Colombia II Centenario, el<br />

país “tiene una de las tradiciones electorales<br />

más largas del continente y del mundo”.<br />

La afirmación anterior se sustenta en<br />

datos como los siguientes: