Revista UNINPAHU No 6
Revista de Investigación UNINPAHU No 6
Revista de Investigación UNINPAHU No 6
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1<br />
NUESTRA CENEFA<br />
Esta figura forma parte de la serie "Marcas Mágicas", trabajadas hace más<br />
de dos décadas por el maestro Antonio Grass, noble pintor y dibujante<br />
colombiano.<br />
La selección corrió a cargo del profesor Nelson Ospina E., quien afirma que<br />
la investigación sobre la figura "Marcas Mágicas" ofrece "connotaciones de<br />
humanidad, comunicación, equilibrio y dinamismo".
2<br />
Content »<br />
8<br />
11<br />
20<br />
29<br />
36<br />
41<br />
University and context<br />
Special guest: Hernán Linares Ángel<br />
"Making proactive leaders"<br />
Young entreperneurs and the enterprise creation at INPAHU<br />
Jorge Gámez Gutiérrez<br />
University's social responsibility: an 'inpahuist' vision<br />
Jairo Enrique Cortes Barrera<br />
About justice and kindness at the institutions<br />
Álvaro Andrés Hamburger Fernández<br />
University's Prospective: The college opened to its enviroment, the new paradigm<br />
Zunilda Pabón Martínez<br />
Higher education institutions and the educative demand marketing in Colombia<br />
Juan Carlos Reyes Rojas<br />
50<br />
54<br />
66<br />
73<br />
Knowledge and learning<br />
The systematization related with the investigation processes<br />
Fredy Leonardo Reyes Albarracín<br />
The new challenges of the university's library facing the society<br />
and the knowledge management<br />
Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />
Colective knowledge<br />
Jesús Antonio Peñaranda Bautista<br />
How much does the entenprise managers know about insurances?<br />
Juan Hernando Bravo Reyes<br />
84<br />
88<br />
97<br />
Communication and society<br />
About "good nose" as "competence" in the journalistic practice<br />
Rafael Arturo Parra Parra<br />
Communication politics and communal communication in Bogotá<br />
Yeilor Rafael Espinel Torres<br />
Happiness and social security<br />
Doris Babativa <strong>No</strong>voa y Mario Ceballos Vásquez
3<br />
Contenido »<br />
Página<br />
Universidad y contexto<br />
Invitado especial: Hernán Linares Ángel<br />
"Formar líderes proactivos"<br />
Jóvenes emprendedores y la creación de empresa en INPAHU<br />
Jorge Gámez Gutiérrez<br />
La responsabilidad social universitaria: una visión inpahuista<br />
Jairo Enrique Cortes Barrera<br />
Acerca de la justicia y la bondad en las instituciones<br />
Álvaro Andrés Hamburger Fernández<br />
Prospectiva universitaria: La universidad abierta a sus entornos, el nuevo paradigma<br />
Zunilda Pabón Martínez<br />
Instituciones de educación superior y el mercadeo de la oferta educativa en Colombia<br />
Juan Carlos Reyes Rojas<br />
8<br />
11<br />
20<br />
29<br />
36<br />
41<br />
Conocimiento y aprendizaje<br />
La sistematización en relación con el proceso de investigación<br />
Fredy Leonardo Reyes Albarracín<br />
Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria frente a la sociedad y<br />
a la gestión del conocimiento<br />
Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />
Conocimiento colectivo<br />
Jesús Antonio Peñaranda Bautista<br />
¿Qué tanto conocen de seguros los administradores de empresas?<br />
Juan Hernando Bravo Reyes<br />
50<br />
54<br />
66<br />
73<br />
Comunicación y sociedad<br />
Del “olfato” como “competencia” en el ejercicio periodístico<br />
Rafael Arturo Parra Parra<br />
Políticas de comunicación y comunicación comunitaria en Bogotá<br />
Yeilor Rafael Espinel Torres<br />
La felicidad y la seguridad social<br />
Doris Babativa <strong>No</strong>voa y Mario Ceballos Vásquez<br />
84<br />
88<br />
97
4<br />
Diagonal 40 A <strong>No</strong>. 15-58<br />
PBX: 332 35 00<br />
www.inpahu.edu.co<br />
inpahu@inpahu.edu.co<br />
Bogotá, Colombia<br />
Hernán Linares Ángel<br />
Presidente de la Fundación<br />
María Paula Linares Venegas<br />
Canciller<br />
Myriam Velásquez Bustos<br />
Rectora<br />
Jesús Antonio Peñaranda Bautista<br />
Vicerrector Académico (E)<br />
Francesca Rivera Londoño<br />
Vicerrectora de Bienestar Universitario<br />
Jorge Humberto Rodríguez Martínez<br />
Vicerrector Administrativo<br />
Número 6, enero - junio de 2009<br />
ISSN 0121-3652<br />
Bogotá, Colombia.<br />
Publicación semestral<br />
de la Fundación Universitaria INPAHU<br />
TIRAJE<br />
1000 ejemplares<br />
DEPÓSITO LEGAL<br />
Se da cumplimiento a la Ley 44 de 1993<br />
Decreto 460 de 1995<br />
TARIFA POSTAL REDUCIDA <strong>No</strong>. 2009-461<br />
COMENTARIOS O SUGERENCIAS<br />
investigacion@inpahu.edu.co<br />
EDITOR<br />
MSc. Jairo Enrique Cortés Barrera (jcortes@inpahu.edu.co)<br />
COMITÉ EDITORIAL<br />
CPhD. Myriam Velásquez Bustos, Lic. en comunicación. José Manuel Alarcón<br />
Villar, MSc. Jesús Antonio Peñaranda Bautista, MSc. Juan Carlos Reyes<br />
Rojas, MSc. Roberto Gayón Tavera, MSc. Stella Márquez Verbel, Ing. William<br />
Castiblanco Vargas<br />
ASESORA EDITOR IAL<br />
Lilia Díaz Rodríguez<br />
CORRECCIÓN DE ESTILO<br />
Consuelo Montaño Arenas, Álvaro Sandoval Rubio, Luz Marina Rincón<br />
CORRECCIÓN DE NORMAS ASOCIACIÓN AMERICANA DE PSICOLOGÍA -APA-<br />
MSc. Educación. Rosabel Gómez Pedraza<br />
CONCEPTOR GRÁFICO<br />
Fernando Orjuela Leal<br />
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN<br />
Roberto Alejandro Morales y Luis Alberto Rubio<br />
El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva<br />
de los autores.<br />
IMPRESIÓN<br />
Centro de Producción de Artes Gráficas, CPAG INPAHU<br />
Se prohibe la reproducción parcial o total de esta revista<br />
por cualquier medio impreso o digital, sin permiso escrito<br />
del editor.<br />
Impresa en Colombia – Printed in Colombia © 2009<br />
COMITÉ CIENTÍFICO:<br />
MSC. EDUCACIÓN. CONSUELO MONTAÑO ARENAS, MSC. LITERATURA. FREDY REYES ALBARRACÍN, MSC. DOCENCIA.<br />
LUZ DARY GUZMÁN PÉREZ, MSC. ESTUDIOS DE LA CULTURA. ROBERTO GAYÓN TAVERA, MSC. STELLA MÁRQUEZ<br />
VERBEL, MSC. EDUCACIÓN. LUIS ALFREDO VARGAS, FILÓLOGO ÁLVARO SANDOVAL RUBIO, MSC. EDUCACIÓN. JAIRO<br />
JAMITH PALACIOS ROZO, MSC. DERECHO. RAMIRO ANDRÉS FLÓREZ GARROTT, MSC. FILOSOFÍA. ÁLVARO ANDRÉS<br />
HAMBURGER FERNÁNDEZ, MSC. DOCENCIA. LILIA CÁRDENAS DE FERNÁNDEZ, MSC. DOCENCIA. SAÚL MALDONADO<br />
MALDONADO, MSC. DOCENCIA. MARIO CEBALLOS VÁSQUEZ, ABOGADO PENALISTA. FAUSTINO CASTIBLANCO<br />
VARGAS, MSC. DOCENCIA. DORIS BABATIVA NOVOA.
Editorial<br />
5<br />
Renace la <strong>Revista</strong> INPAHU<br />
INPAHU, institución universitaria fundada hace 34 años<br />
bajo el lema de formar emprendedores con visión empresarial,<br />
responsabilidad ética y capacidad para utilizar los<br />
conocimientos en la solución de problemas y la generación<br />
de riqueza, presenta a la comunidad académica nacional<br />
su <strong>Revista</strong> INPAHU, medio institucional de difusión<br />
académica.<br />
En la sociedad contemporánea globalizada, las universidades<br />
y sus comunidades académicas se destacan y adquieren<br />
prestigio en razón de la producción y la difusión que<br />
hacen de sus hallazgos e investigaciones a través de los<br />
cuales formulan nuevas sistemas de explicación, generan y<br />
modifican tecnologías; establecen críticas argumentadas a<br />
la sociedad, crean formas de solución alternativa a diferentes<br />
problemas sociales, económicos y de la salud; patentan<br />
las invenciones y descubrimientos de nuevas formas de<br />
existencia, producen formas versátiles de interpretación artística<br />
y cultural y, en general, todo lo que la mente humana<br />
es capaz de producir de forma científica.<br />
Es tal el prestigio que se adquiere en el ámbito mundial e<br />
incluso en el panorama nacional, que se puede afirmar sin<br />
lugar a dudas que “académico, investigador o universidad”<br />
que no publique los resultados de sus investigaciones o de<br />
su experiencia y reflexión académica, no existe como tal.<br />
En este sentido y con el ánimo de largo aliento de retomar<br />
de nuevo el curso de la revista, se presenta ante la comunidad<br />
universitaria inpahuista y la comunidad académica<br />
nacional, la edición número 6 del 2009.<br />
aplicaciones en el campo técnico y tecnológico y de sus reflexiones<br />
acerca de la formación emprendedora en la concreción<br />
de planes de negocio y en la creación de empresa.<br />
El alcance de la revista permite reafirmar el papel de INPAHU<br />
en el contexto de la educación superior nacional, promover<br />
el intercambio, la transferencia de conocimientos y experiencias<br />
con otras instituciones y centros de investigación;<br />
mantener un diálogo permanente con pares y comunidades<br />
disciplinares, académicas, científicas y gremiales y, sobre<br />
todo, privilegiar y estimular la escritura y la producción<br />
de artículos y documentos de carácter científico en los profesores,<br />
estudiantes, directivos y en toda nuestra comunidad<br />
universitaria<br />
En este número, INPAHU invita a la reflexión y a la discusión<br />
que precede a la acción en temas de importante interés<br />
para la vida académica y de quienes, como miembros activos<br />
y comprometidos con la universidad, la abordamos<br />
de manera creativa y crítica, entendiendo que con ello contribuimos<br />
a su desarrollo, transformación y afirmación. Con<br />
esta premisa, tres temáticas recogen diferentes propuestas<br />
y perspectivas en torno a: Universidad y contexto, conocimiento<br />
y aprendizaje y comunicación y sociedad.<br />
Finalmente, INPAHU pone a disposición de la comunidad<br />
académica el número 6 de su revista universitaria e invita a<br />
la discusión de sus artículos y reflexiones a los profesores y<br />
estudiantes, de igual forma a escribir sus aportes y resultados<br />
investigativos para su difusión.<br />
La revista se creó en 1990 como un escenario para la divulgación<br />
del pensamiento científico y académico institucional,<br />
producto del resultado de sus investigaciones y<br />
Myriam Velásquez Bustos<br />
Rectora<br />
Fundación Universitaria INPAHU
6<br />
Universidad en el contexto actual es el título que acopia los cinco<br />
primeros artículos, los cuales convergen en un llamado a la reflexión<br />
sobre la universidad del Siglo XXI. Inicia con los planteamientos del doctor<br />
Hernán Linares Ángel, fundador de INPAHU, quien desde su vasta y amplia<br />
experiencia como educador, emprendedor y visionario de la educación<br />
superior nos indica que a la universidad moderna le corresponde el<br />
compromiso de formar líderes proactivos, éticos, con capacidad para<br />
asumir retos y resolver problemas de manera creativa. Esta visión de<br />
universidad moderna la complementan aportes interesantes sobre<br />
responsabilidad social, prospectiva universitaria y mercadeo educativo.
7<br />
Universidad<br />
y contexto<br />
University<br />
and context
8<br />
Proactividad y la universidad del siglo XXI | Jairo Enrique Cortés Barrera<br />
- Invitado especial -<br />
Hernán Linares Ángel<br />
Proactividad<br />
y la universidad del siglo XXI<br />
"Formar líderes capaces de asumir retos, es decir, proactivos",<br />
afirma el presidente de la institución.<br />
Entrevista:<br />
Jairo Enrique Cortés<br />
Barrera 1<br />
El presidente de la Fundación<br />
Universitaria INPAHU y la<br />
Fundación Universitaria Los<br />
Libertadores, en entrevista<br />
con el ingeniero Jairo Enrique<br />
Cortés Barrera, habla acerca de<br />
la prospectiva de la universidad<br />
colombiana, de la educación<br />
superior, de su papel en la<br />
coyuntura nacional y de la<br />
educación virtual, como tendencia<br />
mundial en la formación de<br />
profesionales.<br />
Edición:<br />
Stella Márquez 2 y<br />
Roberto Gayón 3<br />
Fotografía:<br />
John Angulo<br />
(1) Ex-vicerrector Académico,<br />
Fundación Universitaria INPAHU.<br />
Ingeniero Civil. Magister en Docencia<br />
Universitaria.<br />
(2) Coodinadora de Investigación,<br />
Facultad de Ciencias Económicas<br />
y Administrativas. Administradora<br />
de Empresas. Especialista en<br />
Diseño y Evaluación de proyectos.<br />
Magister en Docencia.<br />
(3) Director del programa Tecnología<br />
en Comunicación Social<br />
- Periodismo. Comunicador social.<br />
Magister en Estudios de la Cultura.<br />
Hernán Linares Ángel, psicólogo de profesión,<br />
considera que el emprendimiento<br />
es fundamental en la formación de profesionales,<br />
así como en el desarrollo de<br />
competencias orientadas a la resolución<br />
de problemas.<br />
En realidad se asume como emprendedor.<br />
<strong>No</strong> en vano el Concejo Municipal de<br />
Bogotá, 1994, le concedió la Orden Civil<br />
al Mérito José Acevedo y Gómez en el<br />
grado de Cruz de Oro, al considerar que<br />
INPAHU se ha “convertido en patrimonio<br />
moral educativo”.<br />
Después de tres décadas de gestión en instituciones<br />
de educación superior, Hernán<br />
Linares Ángel, sigue convencido de que la<br />
perseverancia, la disciplina y la vocación<br />
de servicio son elementos clave para posicionar<br />
a una empresa como exitosa.<br />
Esta gestión fue reconocida en el Congreso<br />
Internacional de Educación Tecnológica<br />
y Sector Productivo, por parte del<br />
presidente de la República Álvaro Uribe<br />
Vélez, al conferirle a INPAHU la Condecoración<br />
de la Orden al Mérito en grado<br />
Cruz de Plata.<br />
A continuación se presenta la parte central<br />
del diálogo sostenido entre el ex - vicerrector<br />
Académico y el presidente de la<br />
Fundación Universitaria INPAHU.
Universidad y contexto<br />
9<br />
Jairo Enrique Cortés Barrera: ¿Cuál es<br />
su apreciación acerca de la universidad<br />
colombiana actual?<br />
HLA: Hoy la universidad colombiana está<br />
en la búsqueda permanente de la calidad<br />
y la excelencia académica; asume con mucha<br />
seriedad los retos que impone la internacionalización<br />
de la educación. Pero más<br />
concretamente, en el mundo latinoamericano<br />
los programas y los proyectos universitarios<br />
son de alto contenido en general<br />
y de gran profundidad. En Colombia se<br />
encuentran muy bien supervisados por el<br />
Ministerio de Educación Nacional.<br />
JECB: Indudablemente, a nivel latinoamericano,<br />
la universidad colombiana<br />
se ha posicionado. ¿Cómo ve a INPAHU<br />
después de treinta y cuatro años de actividades<br />
académicas?<br />
HLA: INPAHU ha tenido un desarrollo extraordinario<br />
dentro del contexto de la educación<br />
superior. Su evolución ha sido notoria,<br />
pues de ser una institución de carreras<br />
técnicas, en sus inicios, pasó a convertirse<br />
en una reconocida institución tecnológica.<br />
Estas dos etapas han tenido gran aceptación<br />
dentro de la comunidad académica,<br />
convirtiéndose en una institución respetada<br />
en el ámbito empresarial y social: por su<br />
nombre, su seriedad, por la calidad de sus<br />
egresados y el posicionamiento que tienen<br />
los profesionales de INPAHU en los diferentes<br />
sectores de la sociedad colombiana,<br />
todo esto ha hecho posible el cambio de carácter<br />
a institución universitaria.<br />
JECB: A propósito de la coyuntura política<br />
que vive el país actualmente, ¿qué<br />
papel cree que debe cumplir la academia<br />
frente a estos escenarios de crisis?<br />
HLA: La universidad es un motor social generador<br />
de cambio. Considero que la crisis<br />
actual es más estructural que coyuntural.<br />
Llevamos más de cincuenta años de conflicto<br />
político. Hoy éste tiende a internacionalizarse,<br />
y como no se ha avanzado mucho<br />
en la lucha contra la impunidad y la falta de<br />
honestidad de algunos de nuestros dirigentes,<br />
estas circunstancias han acentuado la<br />
problemática social. Pienso que la solución<br />
no se dará en el corto plazo y requiere, claro<br />
está, del concurso de la academia y del<br />
compromiso decidido de todos los sectores<br />
políticos, sociales y económicos.<br />
JECB: Desde las políticas educativas,<br />
¿cómo se podría contribuir con el desarrollo<br />
real de la educación superior en el<br />
país?<br />
HLA: Es preciso hacer énfasis en la educación,<br />
sin importar el gobierno de turno. Se<br />
debe dar importancia tanto a la definición<br />
de políticas que dinamicen los procesos<br />
educativos, así como a su concretización,<br />
mediante la asignación de presupuestos<br />
que sean acordes con las actuales demandas<br />
de la educación, para que se incremente<br />
de manera significativa el acceso a ésta,<br />
en todos sus niveles de formación. Actualmente,<br />
en Colombia la participación de<br />
ciencia e investigación en el Producto Interno<br />
Bruto (PIB) es de alrededor del 1%,<br />
mientras que en otros países, como Corea,<br />
la participación de dicho sector en el PIB<br />
es del 4%, a pesar de la situación de crisis<br />
económica que afrontó dicha nación. Participaciones<br />
similares se dan en países latinoamericanos<br />
como Chile, México y Brasil,<br />
entre otros.<br />
JECB: Usted ha destacado una de las principales<br />
funciones sustantivas de la educación<br />
superior: la investigación. ¿Cuáles<br />
son las posibilidades reales de la investigación<br />
en la universidad colombiana?<br />
HLA: Necesariamente se requieren políticas<br />
macroeconómicas de apoyo a la investigación.<br />
Lo cual demanda mayores recursos<br />
de inversión a los que no sólo puedan<br />
tener acceso las universidades de mayor<br />
trayectoria investigativa, sino también las<br />
demás instituciones de educación superior<br />
como INPAHU, para que se les posibilite la<br />
realización de una investigación aplicada,<br />
realizable en el corto plazo y sostenible en<br />
el tiempo. Para que la investigación genere<br />
y adapte conocimiento pertinente a la realidad<br />
local es necesario formar profesores<br />
con maestría y doctorado; realizar convenios<br />
interinstitucionales con otros países;<br />
adecuar laboratorios, dotar de recursos<br />
bibliográficos a las instituciones y además<br />
desarrollar otras condiciones que permitan<br />
el cumplimiento de los estándares de calidad<br />
nacional e internacional.
10<br />
Proactividad y la universidad del siglo XXI | Jairo Enrique Cortés Barrera<br />
JECB: A propósito de estándares y tendencias<br />
globales, ¿cuál es su visión sobre<br />
la educación virtual?<br />
HLA: A pesar de ser una tendencia a nivel<br />
mundial, hay muchas personas en el ámbito<br />
educativo que no creen todavía en la<br />
educación virtual. Se oponen al cambio y<br />
es normal pues todo cambio genera resistencia.<br />
Personalmente la considero como<br />
una alternativa para educar a la gente,<br />
posibilitando el aumento en la cobertura<br />
de la educación superior, incluso a menor<br />
costo para los educandos. La política actual<br />
de gobierno ha hecho énfasis en la implementación<br />
de esta modalidad, por la oportunidad<br />
que brinda a determinados sectores<br />
de la población de estudiar desde sus<br />
barrios, fincas, casas, pero aún se requiere<br />
de mucha adecuación de infraestructura<br />
tecnológica. Así, los estudiantes tendrían<br />
la posibilidad de educarse usando las dos<br />
modalidades: presencial y virtual.<br />
JECB: El emprendimiento es un imperativo,<br />
dadas las tendencias mundiales de<br />
flexibilidad laboral. Usted como hombre<br />
emprendedor y que ha logrado demostrarlo<br />
a través de la creación, posicionamiento<br />
y proyección de instituciones educativas,<br />
¿qué recomendación cree necesaria para la<br />
formación de personas emprendedoras?<br />
HLA: En primer lugar, cualquier persona<br />
puede llegar a ser emprendedora. El<br />
emprendimiento se debe cultivar desde<br />
la niñez, a través de la perseverancia, la<br />
disciplina, la constancia y el servicio. En<br />
términos generales, formar líderes capaces<br />
de asumir retos, es decir, ser proactivos.<br />
Todas estas actitudes son fundamentales<br />
para crear empresa: si falla la perseverancia,<br />
la disciplina, la constancia, la vocación<br />
de servicio; si no hay motivación, si no hay<br />
proactividad, liderazgo para hacer algo<br />
grande; si no se tienen parámetros éticos,<br />
no se puede hacer nada. Necesariamente<br />
hay que conjugar todos estos elementos<br />
para poder crear una empresa exitosa.<br />
JECB: Infortunadamente vemos que muchos<br />
jóvenes con ideas emprendedoras<br />
difícilmente las traducen en planes de negocio<br />
con posibilidades reales de concretarse.<br />
¿Cómo analiza esta situación?<br />
HLA: Seguramente, la falta de constancia<br />
es la principal razón.<br />
JECB: De acuerdo, ¿pero no cree que falta<br />
apoyo por parte del gobierno en cuanto a<br />
incentivar la formación de incubadoras de<br />
empresas, destinación y acceso a los recursos<br />
de capital semilla, por ejemplo?<br />
HLA: Eso no se puede discutir en un país<br />
subdesarrollado. Pero, aún así hay muchas<br />
empresas privadas que están creciendo,<br />
han crecido y crecerán, debido al esfuerzo<br />
y gestión de sus dueños. Ahora, en el sector<br />
educativo, no puede ser que el gobierno capitalice<br />
a todas las universidades. Está bien<br />
que se cuente con fuentes de financiación<br />
para el desarrollo de proyectos específicos,<br />
sobre todo en lo que tiene que ver con el<br />
aumento de la cobertura para la población<br />
vulnerable, pero no siempre es el “papá gobierno”<br />
el responsable de que se creen o no<br />
nuevas empresas.<br />
JECB: El mundo de los negocios y el de<br />
las organizaciones de hoy, demandan<br />
profesionales emprendedores, capaces<br />
de resolver problemas. En algunas de sus<br />
conferencias ha planteado la necesidad de<br />
manejar y aplicar herramientas que faciliten<br />
el análisis de problemas. ¿Cómo sintetiza<br />
su visión al respecto?<br />
HLA: Cuando se logra identificar el problema<br />
se puede decir que ya se tiene parte de<br />
su solución. Si no se tienen claras las causas<br />
que lo originaron, su análisis fue equívoco.<br />
¿En Colombia habrá faltado capacidad y conocimiento<br />
acerca de metodologías eficaces<br />
para la resolución de problemas de orden<br />
político, empresarial, social y económico?<br />
Por ello, quizá, las medidas de orden fiscal;<br />
el manejo de las tarifas de los servicios públicos<br />
y de las tasas de interés; la fijación de<br />
metas de inflación, entre otras medidas, no<br />
han sido las más certeras.<br />
JECB: Para finalizar y en síntesis, ¿qué desafíos<br />
enfrenta INPAHU?<br />
HLA: Estoy en la tónica de la proactividad,<br />
de pensar en grande. <strong>No</strong> me interesa que<br />
INPAHU sea una universidad más; me interesa<br />
que tenga mayor auge, mayor impacto<br />
social y académico y que cuente con un<br />
potencial humano especial.
Universidad y contexto<br />
11<br />
Jóvenes emprendedores<br />
y la creación de empresa en INPAHU<br />
Autor »<br />
Jorge Gámez Gutiérrez*<br />
Resumen »<br />
Emprendedor es la persona que asume la creación de empresas, aprovecha<br />
un espacio en un mercado, usa investigación y desarrollo (I + D) como ventaja<br />
competitiva y tiene capacidad de acción; es sinónimo de empresario. El emprendimiento<br />
se vale de la creatividad para resolver problemas y permite generar<br />
posibilidades de negocio, crear productos y obtener beneficios; aunque<br />
la creatividad precede a la innovación no explica per se el emprendimiento.<br />
Entre tantas definiciones y disímiles enfoques para la medición de resultados<br />
tangibles en la creación de empresa, se debe optar por una que contemple<br />
que, de los estudiantes de INPAHU, solo un pequeño grupo de jóvenes es<br />
proclive a crear empresa y se deben conocer sus actitudes, motivaciones e<br />
intenciones emprendedoras hacia el autoempleo. En este artículo se revisan<br />
algunas definiciones de emprendimiento a partir de la economía, la psicología,<br />
la antropología y la sociología económica, para sustentar el espacio académico<br />
de emprendimiento de INPAHU.<br />
Abstract »<br />
An entrepreneur is the person who takes on the venture’s creation, makes the most<br />
of a space in the market, uses investigation and development (I + D) as a competitive<br />
advantage, and has a great action capacity. It is a synonym of businessman.<br />
The entrepreneurism makes use of creativity to solve problems and allows generating<br />
business possibilities, creating new products and getting benefits; even<br />
though creativity precedes innovation, it does not explains entrepreneurism per se.<br />
Palabras clave »<br />
Keywords<br />
Among the different definitions and dissimilar approaches to measure tangible results<br />
in venture creation, it must be chosen the one which considers that, from the<br />
Inpahu’s students, only a small group will be eager to create one and, in addition,<br />
it is very important to know about their attitudes, motivations and entrepreneurial<br />
intentions towards self-employment. In this article, the reader can find entrepreneurism<br />
definitions considering different areas such as economy, psychology, anthropology<br />
and economic sociology, in order to uphold an academic space for the<br />
entrepreneurism at INPAHU.<br />
Empresario, emprendimiento, creación de empresa, creatividad, innovación,<br />
autoempleo, posibilidades de negocio.<br />
Entrepreneur, entrepreneurism, venture creation, creativity, innovation, self-employment,<br />
business possibilities.<br />
* Economista, doctorando<br />
en ciencias empresariales.<br />
Especialista en formulación<br />
y evaluación de proyectos,<br />
en Pedagogía y en Docencia<br />
universitaria. Docente,<br />
Universidad de la Salle.
12<br />
Jóvenes emprendedores y la creación de empresa en INPAHU | Jorge Gámez Gutiérrez<br />
"Los viejos lo creen todo; los adultos todo lo sospechan; mientras que los jóvenes todo lo saben".<br />
Oscar Wilde<br />
"Mi sueño es el de Picasso: tener mucho dinero, para vivir tranquilo como los pobres".<br />
Fernando Savater<br />
(1) El servicio de formación para el<br />
empleo con 141.765 estudiantes,<br />
que no forma parte del sistema<br />
de educación superior, ejecuta<br />
el Programa Emprendedor que<br />
asesora y otorga financiación hasta<br />
por 80 millones de pesos.<br />
(2) Colombia tiene 49 instituciones<br />
de formación técnica<br />
profesional, 59 tecnológicas, 76<br />
universidades y 95 instituciones<br />
universitarias.<br />
(3) Entre ellos se destaca la Fundación<br />
Corona del Grupo Empresarial<br />
Corona -empresa de porcelanas<br />
y sanitarios- que brinda asesoría,<br />
acompañamiento y proporciona<br />
recursos.<br />
(4) La Cámara de Comercio de<br />
Bogotá y la Alcaldía Mayor se<br />
unieron en una propuesta de<br />
emprendimiento llamada Bogotá<br />
Emprende, que pretende generar<br />
3.000 empresas por año.<br />
El emprendimiento usa la creatividad para<br />
resolver problemas que permiten generar<br />
posibilidades de negocio, crear productos<br />
y obtener beneficios. La creatividad está<br />
al alcance de todo emprendedor, se puede<br />
gestionar y aprovechar la experiencia, las<br />
dotes y la motivación de cada persona. A<br />
su vez, esta habilidad parece preceder a<br />
la innovación en tanto un emprendedor<br />
genera ideas que implican la introducción<br />
de nuevos productos, gestación de nuevos<br />
métodos de producción, apertura de nuevos<br />
mercados, desarrollo de nuevas fuentes<br />
de materias primas y otros insumos, y<br />
la creación de nuevas estructuras de mercado<br />
en una industria.<br />
En general, el ámbito académico colombiano<br />
no comparte un claro concepto de<br />
emprendimiento; por tanto, se requiere<br />
describirlo y cuantificarlo, conocer las<br />
actitudes y motivaciones de los jóvenes<br />
y explicar las experiencias emprendedoras.<br />
INPAHU debe propender por que la<br />
comunidad académica se apropie de los<br />
conceptos de emprendedor –entrepreneur-<br />
y emprendimiento –entrepreneurship-<br />
para facilitar la medición del impacto<br />
de la educación terciaria en la intención<br />
emprendedora de sus estudiantes y la<br />
creación de empresas.<br />
A partir de la documentación como del<br />
análisis de las experiencias emprendedoras<br />
de jóvenes universitarios, las barreras<br />
que afrontan y la generación de situaciones<br />
que apoyen la intención emprendedora<br />
sería posible mejorar las propuestas curriculares<br />
de emprendimiento, los programas<br />
académicos y de contera, las ideas de negocio<br />
de estudiantes y egresados que crearán<br />
empresas para mejorar su gestión y supervivencia;<br />
la universidad puede así ampliar<br />
su participación en la conformación del<br />
tejido empresarial con propuestas de negocio<br />
sostenibles.<br />
Se pretende, entonces, construir un sólido<br />
soporte teórico en emprendimiento, creatividad<br />
e innovación, para que desde la<br />
educación superior colombiana se pueda<br />
contribuir a la creación de empresas con<br />
mayores posibilidades de sostenimiento<br />
en el tiempo, mejores herramientas de gestión,<br />
acceso a investigación, desarrollo e<br />
innovación (I + D + I) y más posibilidades<br />
de contribuir en la disminución de los índices<br />
de desempleo. La creación de empresa<br />
nace de los emprendedores y tiene positivos<br />
efectos para la sociedad expresados en<br />
la acumulación de capital, generación de<br />
empleo e ingresos. Colombia requiere tasas<br />
más altas de creación de nuevas empresas<br />
que, con el apoyo del sistema educativo,<br />
promuevan su permanencia en el tiempo.<br />
Al cerrar el año 2006 se contaron 1.591.043<br />
empresas en el sector formal (DANE, 2007)<br />
con tasas de mortalidad cercanas al 20% en<br />
Bogotá (Cámara de Comercio, 2003) y un<br />
número incierto en el sector informal que<br />
no forma parte de gremios ni asociaciones<br />
y, de contera, no cuenta con capital humano<br />
bien cualificado.<br />
Para ampliar el tejido empresarial a partir<br />
de los jóvenes, el Estado ha acudido, entre<br />
otros, al sistema educativo: instituciones<br />
de educación básica y media (Concejo de<br />
Medellín), el Servicio Nacional de Aprendizaje<br />
(SENA, 2006) 1 , y las instituciones de<br />
educación superior (MEN, 2007) 2 , que junto<br />
con grupos empresariales 3 , la Cámara de<br />
Comercio de Bogotá 4 y varias ONG, ofrecen<br />
programas académicos de emprendimiento<br />
y creación de empresas, ayudas económicas<br />
y otras formas de apoyo. Por tanto, existen<br />
diferentes enfoques e incomparables formas<br />
de medición de resultados 5 .
Universidad y contexto<br />
13<br />
A fin de evaluar su rol en la sociedad,<br />
INPAHU debe establecer el número total<br />
de empresas creadas por sus egresados 6 ,<br />
sus activos, ingresos, sectores de actividad,<br />
el tiempo que tiene con su empresa, rentabilidad,<br />
exportaciones, los grados y etapas<br />
en procesos de internacionalización, empleo<br />
generado y su calidad, la edad de esos<br />
emprendedores. Tampoco hay unanimidad<br />
sobre las características<br />
personales de los empresarios,<br />
su nacionalidad<br />
7 , edad y sexo, sus<br />
motivaciones e intenciones,<br />
cómo identificaron<br />
las oportunidades<br />
de negocio, su nivel<br />
educativo, de dónde<br />
obtienen sus recursos,<br />
grados de endeudamiento, duración de sus<br />
empresas, la cobertura geográfica, las etapas<br />
de su negocio, sus estilos de gestión, sus<br />
experiencias y los logros de creatividad e innovación<br />
8 . En España, 13,5% de estudiantes<br />
tienen intención de crear empresa y 4,11%<br />
efectivamente la crean (Moriano, 2005).<br />
El emprendedor desde la perspectiva<br />
de la teoría económica<br />
Se presentan algunos autores que desde la<br />
economía, la psicología, la antropología,<br />
la sociología y la administración han propuesto<br />
definiciones, teorías y modelos de<br />
emprendimiento. Un emprendedor no es<br />
inventor ni dueño de capital, es quien realiza<br />
procesos de cambios sociales (Moriano,<br />
2005, pág. 263). En general, se entiende que<br />
emprendedor es la persona que:<br />
••<br />
Asume la creación de empresas<br />
••<br />
Aprovecha un hueco en un mercado<br />
••<br />
Usa los resultados de<br />
una investigación<br />
••<br />
Utiliza I + D como ventaja competitiva<br />
••<br />
Tiene capacidad de acción<br />
••<br />
Es sinónimo de empresario<br />
En castellano emprender -del latín in, en, y<br />
prendĕre, coger- implica acometer y comenzar<br />
una obra, un negocio o un empeño, en<br />
especial si encierran dificultad o peligro.<br />
Emprender -hablando de sitios- significa<br />
tomar el camino con resolución de llegar a<br />
"El emprendedor tiene<br />
motivaciones, percibe<br />
probabilidad de éxito<br />
y valora los incentivos<br />
del mismo".<br />
un punto. Emprendedor es quien emprende<br />
con resolución acciones dificultosas o azarosas,<br />
es decir, se aventura según el diccionario<br />
de la Lengua española, RAE (RAE, 1992).<br />
De los fisiócratas a las<br />
vertientes innovadoras<br />
El economista Richard Cantillón (1973,<br />
pág.231), definió al emprendedor como<br />
alguien que invierte<br />
dinero para obtener<br />
beneficios; empresario<br />
en el campo era<br />
quien prometía pagar<br />
al dueño de la tierra<br />
una suma fija de dinero<br />
sin tener la certeza<br />
del beneficio obtenido<br />
en su empresa, es decir,<br />
asumía el riesgo y la “incertidumbre”;<br />
todos los empresarios se convertían en consumidores<br />
y clientes unos de otros que se<br />
ajustan y reparten los riesgos.<br />
Jean Baptiste Say, en 1803, definió al innovador<br />
como aquel que altera y desorganiza;<br />
el emprendedor, por tanto, es aquella<br />
persona que combina cualidades morales,<br />
conocimientos y experiencia; incluye, además,<br />
buen juicio, conocimiento del entorno<br />
y capacidad de gestión. En este contexto,<br />
William Baumol (1970) considera que el<br />
empresario siempre necesita innovar y los<br />
recursos para hacerlo no solo son sus ahorros<br />
sino el crédito; la innovación puede ser<br />
la introducción de un nuevo bien o de una<br />
nueva calidad en uno existente, la introducción<br />
de un nuevo método de producción o<br />
la apertura de un nuevo mercado. El beneficio<br />
como aumento de valor de la empresa se<br />
puede obtener solo por la innovación.<br />
El economista más citado en el tema de<br />
emprendimiento es Joseph Schumpeter,<br />
quien en 1939 describió la influencia del<br />
empresario en la economía a partir del<br />
análisis de los ciclos económicos. El emprendimiento<br />
es factor creativo en el proceso<br />
económico porque el emprendedor<br />
aporta ideas, percibe y explota oportunidades<br />
e innova -lo toma como emprendedor<br />
en solitario. El progreso tecnológico y<br />
la empresa van ligados, y no pueden se-<br />
(5) Según la Cámara de Comercio<br />
de Bogotá, que alberga el 28% de<br />
las empresas del país, en 2002 se<br />
crearon 12.832 nuevas empresas<br />
en la capital del país, de las cuales,<br />
12.267 eran microempresas.<br />
En el mismo año se liquidaron<br />
2.953, de las cuales 2.066 eran<br />
microempresas.<br />
(6) ICESI en la ciudad de Cali, con<br />
la dirección de Rodrigo Varela PhD,<br />
tiene un programa de emprendimiento<br />
con jóvenes universitarios;<br />
las universidades Javeriana y Andes<br />
de Bogotá también impulsan<br />
sendos programas de creación de<br />
empresa, además de investigaciones<br />
en universidades públicas<br />
como la Nacional, Antioquia, Valle<br />
y UIS, entre otras.<br />
(7) Según el informe GEM en<br />
España (2006) la tasa de actividad<br />
emprendedora equivale al 7,2%,<br />
donde el 0,5% corresponde a<br />
inmigrantes emprendedores. En<br />
Colombia no hay información y<br />
el país no se ha caracterizado por<br />
altos volúmenes de inmigración.<br />
(8) El informe GEM muestra que<br />
en innovación Colombia ocupa el<br />
puesto 21, por cuanto el 19,35% de<br />
las nuevas empresas están introduciendo<br />
productos innovadores. De<br />
los emprendedores colombianos<br />
2,7% tiene estudios de posgrado,<br />
el 29% estudios universitarios,<br />
el 20,9% estudios técnicos y el<br />
36,4% estudios de secundaria,<br />
y en promedio invierten para la<br />
creación de empresa $58 millones,<br />
equivalentes a 20.000 euros.
14<br />
Jóvenes emprendedores y la creación de empresa en INPAHU | Jorge Gámez Gutiérrez<br />
pararse. La acción del empresario crea fortunas<br />
y genera acumulación de riqueza; la<br />
función del empresario reorganiza de forma<br />
permanente el sistema económico y los<br />
estratos de la sociedad.<br />
De igual manera, Schumpeter describió<br />
en su obra la innovación como la serie de<br />
cambios tecnológicos en la producción de<br />
mercancías en uso, la apertura de nuevos<br />
mercados, el hallazgo de nuevas fuentes de<br />
aprovisionamiento, la taylorización del trabajo<br />
-unos planifican y otros ejecutan-, la<br />
mejor manipulación del material y la introducción<br />
de nuevas organizaciones económicas<br />
como los grandes almacenes.<br />
Es indudable que innovación no es sinónimo<br />
de invento; innovación es el resultado<br />
de esfuerzos conscientes para enfrentar<br />
problemas independientemente de la situación<br />
económica. La innovación combina<br />
los factores de producción de una nueva<br />
forma, es decir, si una cantidad de producto<br />
cuesta menos de lo que costaba sin disminución<br />
de los factores, eso es innovación.<br />
Muchas empresas nuevas se fundan con<br />
una idea y una finalidad definidas; mueren<br />
por diversas razones, aunque destaca que<br />
algunas lo hacen porque disminuye su capacidad<br />
de innovación. La innovación va<br />
asociada con el ascenso de nuevos hombres<br />
al liderazgo (Schumpeter, 1939).<br />
Max Weber, hacia 1905, definió al emprendedor<br />
como aquel que junta la finalidad de<br />
sus acciones con sus características individuales.<br />
El emprendedor es innovador y<br />
el espíritu emprendedor está asociado con<br />
factores religiosos; además, hubo, según él,<br />
una fuerte influencia del calvinismo en el<br />
capitalismo. Ante el refrán “comer bien o<br />
dormir tranquilo”, interpretó que, mientras<br />
el protestante prefiere comer bien, el<br />
católico prefiere dormir tranquilo (1972).<br />
El calvinismo favoreció el espíritu comercial<br />
en España, Alemania e Inglaterra. En el<br />
capitalismo occidental el tiempo es dinero,<br />
el crédito es dinero y el dinero es fértil y<br />
reproductivo; por tanto, para los calvinistas<br />
es legítima la ganancia de dinero -en<br />
busca de la salvación del alma- vivir con<br />
frugalidad y ahorrar, a la espera de la debida<br />
compensación en esta vida y no en la<br />
otra. Los grandes empresarios nacieron del<br />
cristianismo, pocos del judaísmo -capitalismo<br />
paria que no aborrecía la usura y que<br />
no estaban agremiados-. Los calvinistas<br />
creen que el hombre es solo administrador<br />
de los bienes que Dios les ha otorgado, no<br />
para gozarlos sino para colaborar en el dominio<br />
racional del universo (Weber, 1972,<br />
pág.331).<br />
Desde la psicología, McClelland (1989)<br />
hizo el perfil psicológico del emprendedor,<br />
habló de geografía humana y su rol en las<br />
organizaciones. El emprendedor tiene motivaciones,<br />
percibe probabilidad de éxito y<br />
valora los incentivos del éxito.<br />
En los años 60, hizo pruebas de formación<br />
de pequeños empresarios en la India con<br />
la finalidad de incrementar logro -intensidad<br />
de motivo-, la probabilidad percibida<br />
de éxito y el valor de incentivo de ser más<br />
emprendedor. Los resultados que obtuvo<br />
señalan que la enseñanza en la motivación<br />
de logro es eficaz en el incremento de nivel<br />
de actividad económica.<br />
Al parecer, la formación en motivación de<br />
logro parece incrementar el deseo de ejercer<br />
impacto o ser reconocido, lo que impulsa a<br />
algunos hombres a dar pasos emprendedores<br />
y asumir riesgos moderados para mejorar<br />
su economía. Basado en De Charms cree<br />
que los cambios en la educación refuerzan<br />
el pensamiento de logro, el concepto de sí<br />
mismo, la fijación de objetivos y aprender a<br />
actuar como alguien que controla su destino,<br />
mejora en los hombres los intereses por<br />
el poder socializado, prestigio y reconocimiento,<br />
y la resolución de problemas.<br />
Peter Drucker (1984), desde la administración,<br />
estudió la influencia del empresario<br />
innovador en la economía y no tanto en<br />
la tecnología; entendía la trascendencia de<br />
la tecnología en la generación de empresas,<br />
pero encontró que en 1980 el 75% de<br />
empresas nuevas eran tradicionales. Para<br />
él los empresarios de alta tecnología son<br />
inventores y especuladores más que innovadores;<br />
por el contrario, el empresario
Universidad y contexto<br />
15<br />
Contexto<br />
político,<br />
social y<br />
cultural<br />
Condiciones generales del<br />
entorno nacional<br />
• Apertura<br />
• Gobierno<br />
• Mercados financieros<br />
• Tecnología<br />
• Investigación y desarrollo<br />
• Infraestructura<br />
• Habilidades gerenciales<br />
• Mercados laborales<br />
• Instituciones<br />
Condiciones del entorno<br />
para la creación de empresas<br />
• Fuentes de financiación<br />
• Políticas gubernamentales<br />
• Educación y entretenimiento<br />
• Transferencia I+D<br />
• Infraestructura comercial y legal<br />
• Mercados internos<br />
• Acceso a infraestructura física<br />
• <strong>No</strong>rmas sociales y culturales<br />
Grandes empresas<br />
establecidas<br />
(Economía primaria)<br />
Micro, pequeñas y<br />
medianas empresas<br />
establecidas<br />
(Mipymes)<br />
(Economía secundaria)<br />
Oportunidades<br />
para la creación<br />
de empresa<br />
• Existencia<br />
• Percepción<br />
Potencial y<br />
capacidades para<br />
la creación de<br />
empresas<br />
• Habilidades<br />
• Motivación<br />
Dinámica empresarial<br />
• Nuevos establecimientos<br />
• Nuevas empresas<br />
• Expansiones<br />
• Cierres<br />
• Contrataciones<br />
Crecimiento<br />
económico<br />
(PIB, empleo)<br />
Figura 1. Modelo GEM<br />
FUENTE: Proyecto The Global<br />
Entepreneurship Monitor, (GEM<br />
Summary, 2006).<br />
innovador es minoría porque crea algo<br />
nuevo, diferente y con impacto en la economía,<br />
y de contera, provoca cambio de<br />
valores en la sociedad -el crédito genera<br />
poder adquisitivo- a tiempo que percibe<br />
al emprendedor rodeado por redes e instituciones.<br />
<strong>No</strong> creía en la personalidad emprendedora<br />
sino en rasgos distintivos de cada individuo<br />
en su conducta; la base de un emprendedor<br />
no es intuitiva, es conceptual<br />
y teórica; según Drucker, un empresario<br />
exitoso no espera a la musa, busca la necesidad<br />
que debe ser entendida; sin entender<br />
el problema no se puede encontrar una solución<br />
y tampoco se puede solucionar sin<br />
el conocimiento.<br />
El modelo GEM<br />
En el siglo XXI, el proyecto The Global Entrepreneurship<br />
Monitor, GEM 9, recoge información<br />
de los creadores de empresa en<br />
las etapas de nacimiento y de los propietarios<br />
de empresas establecidas en las etapas<br />
de desarrollo. Esta red de universidades<br />
y centros de investigación reúne informes<br />
con datos de cuarenta y dos países en el<br />
año 2006. En el modelo GEM, como se observa<br />
en la figura 1, el crecimiento económico<br />
-crecimiento del PIB y la generación<br />
de empleo- es resultado del surgimiento de<br />
nuevas empresas y la expansión de las establecidas.<br />
En general, cuando los emprendedores<br />
perciben oportunidad de negocio la aprovechan;<br />
se ven empujados a la opción de<br />
emprender porque no hay otras posibilidades<br />
de trabajo o las que hay no los satisfacen<br />
(GEM Summary, 2006).<br />
Los informes GEM muestran que la innovación<br />
es mayor en las nuevas empresas<br />
que en las establecidas; las nuevas empresas<br />
están en el sector de servicios -48% en<br />
países de ingreso medio y 30% en países<br />
de alto ingreso-, en el sector industrial -7%<br />
y 9% en países de ingreso medio y 22% y<br />
25% en países de alto ingreso-, y en sector<br />
de transformación -31% y 32%, y 28% y<br />
32% respectivamente-. El rango de edad de<br />
los nuevos empresarios es de 25 y 34 años.<br />
Crean más empresas los hombres que las<br />
mujeres; los nuevos empresarios tienen<br />
ocupación laboral previa y, en general, no<br />
son desempleados o estudiantes. La mayor<br />
parte de los nuevos empresarios cuentan<br />
con estudios universitarios y las personas<br />
que tienen mayor ingreso familiar muestran<br />
mayor tendencia a crear empresa<br />
(GEM 2006). En el 2006, Colombia ocupó<br />
la segunda posición entre todos los países<br />
analizados, con una tasa del 22,48%, des-<br />
(9) El Global Entrepreneurship<br />
Monitor, GEM, tiene índices de<br />
creación de nuevas empresas<br />
(Total early-stage entrepreneurial<br />
activity -TEA-), que mide los niveles<br />
de actividad en emprendimiento<br />
a través de las empresas nacientes<br />
(start ups) y las empresas jóvenes<br />
(empresas de menos de 42 meses<br />
de edad o baby businesses).
16<br />
Jóvenes emprendedores y la creación de empresa en INPAHU | Jorge Gámez Gutiérrez<br />
» Modelos de emprendimiento<br />
Moriano identifica cinco modelos de emprendimiento.<br />
1. Emprendedor: como una conducta intencionada y planificada. La intención es la mejor forma de predecir conductas planificadas,<br />
entre las que está la creación de empresa. La intención se define como el estado de la mente que dirige la mente al objeto.<br />
2. Modelo del “evento emprendedor”, la combinación de intención, atractivo percibido, viabilidad percibida y propensión a actuar<br />
(según oportunidad), explica el emprendimiento. El desarrollo normal de la conducta humana -inercia- es interrumpida por un<br />
evento, por ejemplo, terminar estudios o emigrar, que originarían la conducta emprendedora.<br />
3. Modelo de implementación de las ideas emprendedoras: una mezcla de aspectos personales, pensamiento racional, intención<br />
de emprendedor, acciones y pensamiento intuitivo (en un contexto social), explica el emprendimiento. La persona usa procesamiento<br />
racional, medición de causa efecto, análisis y ejecución de acciones de manera intuitiva. Las actitudes y percepciones sobre<br />
creación de empresa salen de los procesos cognitivos (lo analítico y lo intuitivo) e influyen en la intención del emprendedor.<br />
4. Modelo de la maximización de la utilidad esperada: la opción de emprender y generar autoempleo es una decisión racional de<br />
un sujeto racional que compara costos y beneficios; un individuo mide la utilidad esperada al crear empresa (ingresos, independencia,<br />
riesgos) y la considera mejor que ser empleado. <strong>No</strong> es un valor esperado sino la utilidad esperada por esa persona con<br />
base en sus actitudes hacia el esfuerzo laboral, el riesgo, la independencia y los ingresos.<br />
5. Modelo de la teoría de acción planificada: explica cómo una persona que tiene intención emprendedora y autoempleo toma<br />
la decisión de volverla carrera profesional. Esa intención es la conducta subjetiva en un contexto social y hay control percibido.<br />
En esa experiencia emprendedora influye indirectamente la experiencia emprendedora de su familia y su propia experiencia.<br />
(Moriano, 2005).<br />
(10) A partir de documentos<br />
institucionales de INPAHU.<br />
pués de Perú; a su vez, Colombia tiene uno<br />
de los porcentajes de cierre de empresas<br />
más elevados del mundo, de 10,52%, porcentaje<br />
superado solo por India, cuya tasa<br />
de cierre de empresas de 15,02%.<br />
El emprendimiento en el<br />
ideario de INPAHU 10<br />
INPAHU es una Institución de Educación<br />
Superior de derecho privado que propende<br />
por la formación integral del hombre<br />
colombiano desde la ciencia, la técnica,<br />
la tecnología, la investigación y los valores<br />
éticos, sociales, políticos, culturales,<br />
productivos y trascendentales. Su ideario<br />
educativo y formativo está expresado en el<br />
Proyecto Educativo Inpahuista (PEI). En consecuencia,<br />
el emprendimiento, la creatividad<br />
y la innovación están presentes en su<br />
doctrina.<br />
Ese compromiso incluye la formación de<br />
profesionales éticos, idóneos, con espíritu<br />
emprendedor, con actitud investigativa,<br />
capaces de adoptar, aplicar y transferir<br />
los conocimientos científicos, técnicos y<br />
tecnológicos a sus áreas de competencia,<br />
a las nuevas condiciones empresariales y<br />
a la realidad del país para contribuir a su<br />
desarrollo. Deber explícito en su misión,<br />
que “contempla la apropiación crítica de<br />
saberes y técnicas que aplican de forma<br />
proactiva en la solución de los problemas<br />
y de las nuevas necesidades generadas...”<br />
(INPAHU, PEI), en su visión al vislumbrarse<br />
como "entidad de educación superior<br />
que forma profesionales con capacidad de<br />
asumir de forma crítica el conocimiento y<br />
liderar procesos de cambio para el mejoramiento<br />
social” (INPAHU, PEI).<br />
La contribución al país desde el emprendimiento<br />
se ampara en el concepto de Responsabilidad<br />
Social que INPAHU asume<br />
como “compromiso de formar de manera<br />
integral a las personas para aportar soluciones<br />
a las problemáticas de la sociedad...”<br />
(INPAHU, PEI), con miras a ejercer<br />
la retribución social entendida como “su<br />
compromiso histórico de contribuir en la<br />
construcción y mejoramiento de la sociedad...”<br />
(INPAHU, PEI).
Universidad y contexto<br />
17<br />
Para ello, INPAHU propone la formación<br />
integral que forma en competencias<br />
e intenta transformar al “ser humano para<br />
que sea un ciudadano comprometido, un<br />
humanista y un profesional ético y ejemplar,<br />
capaz de actuar en los escenarios del<br />
siglo XXI con criterios equilibrados entre<br />
su potencial humano y su conocimiento<br />
profesional...” (INPAHU, PEI). La Educación<br />
en INPAHU “propicia espacios de<br />
reflexión que le posibiliten ser actor de su<br />
crecimiento personal...” (INPAHU, PEI).<br />
Para lograr resultados palpables de su espacio<br />
de emprendimiento se apoya en lo<br />
didáctico y se “refleja en la forma en que<br />
los educandos pueden explicar y racionalizar<br />
lo que se supone han aprendido... y<br />
desde lo pedagógico es más de tipo creativo,<br />
innovador, generador de múltiples<br />
posibilidades frente a la problemática<br />
económica y administrativa...” (INPAHU,<br />
PEI), con impacto en la sociedad porque<br />
sus egresados pueden desplegar “sus potencialidades<br />
para la transformación de<br />
sus mismas condiciones, en donde el hombre<br />
sea generador de acciones y decisiones<br />
que contribuyan a mejorar su calidad de<br />
vida” (INPAHU, PEI).<br />
INPAHU recoge el informe Visión Colombia<br />
II Centenario: 2019 el cual tiene previstas<br />
unas metas que van de la mano con las del<br />
documento Objetivos de Desarrollo del Milenio<br />
(2015) suscrito por los países miembros<br />
de las Naciones Unidas. La visión de este<br />
documento tiene dos principios rectores: 1)<br />
consolidar un modelo político profundamente<br />
democrático, sustentado en los principios<br />
de libertad, tolerancia y fraternidad,<br />
y 2) afianzar un modelo socioeconómico sin<br />
exclusiones, basado en la igualdad de oportunidades<br />
y con un estado garante de la<br />
equidad social; y cuatro grandes objetivos:<br />
1) una economía que garantice mayor nivel<br />
de bienestar, 2) una sociedad más igualitaria<br />
y solidaria, 3) una sociedad de ciudadanos<br />
libres y responsables y 4) un estado al<br />
servicio de los ciudadanos.<br />
Propuestas de emprendimiento<br />
en INPAHU<br />
Toda propuesta de espacio académico en<br />
INPAHU debe contemplar el fortaleci-<br />
» Clases de emprendedores<br />
A partir de estos autores se pueden describir varios tipos de<br />
emprendedores:<br />
• Por empuje (PUSH): personas insatisfechas con su trabajo actual que<br />
deciden arrancar un negocio<br />
• Por atracción (PULL): personas fascinadas con los negocios que<br />
emprenden.<br />
Otras formas de clasificarlos:<br />
1. Ambicioso: persona individualista que asume riesgos y planifica a<br />
largo plazo.<br />
2. Trabajador en red: persona con fuertes lazos familiares o tradición<br />
familiar en la creación de empresa.<br />
3. Trabajador duro: individuo con alta capacidad de trabajo, que poco se<br />
cansa; fanático del trabajo duro, optimista y persistente.<br />
4. Innovador: alguien que insatisfecho con trabajo anterior crea empresa, o<br />
la ha implementado a partir de su experiencia previa.<br />
5. Dualista: persona que busca flexibilidad y la posibilidad de combinar lo<br />
laboral con lo familiar.<br />
6. Returner: aquel que vuelve al negocio después de sacar la familia<br />
adelante.<br />
7. Sociales: pretenden promover y sostener algunos valores, buscan nuevas<br />
oportunidades, siguen procesos de innovación y tienen alto sentido de<br />
responsabilidad en el trabajo.<br />
8. Públicos: personas que proponen reformas a lo público, intentan<br />
trasladar la cultura de empresa a lo público, tienen orientación al servicio<br />
público, buscan la asociación de lo público con la sociedad civil y<br />
pretenden cubrir las necesidades insatisfechas de la población.<br />
• Por vocación: persona que tiene el impulso, la ilusión y el sueño de<br />
crear empresa.<br />
• Por necesidad: es quien crea empresa para mejorar su situación o es<br />
impulsado por sus circunstancias.<br />
Es posible que quienes crean empresa estén motivados por:<br />
a.) La oportunidad: personas que pueden tener otras opciones. Son los<br />
emprendedores ideales porque cuentan con más visión y medición de<br />
riesgo.<br />
b.) La necesidad: es aquel individuo que no tiene otra alternativa; se decide<br />
por un pequeño negocio, poco innovador y apuesta por poco crecimiento.<br />
c.) El cambio de ingresos: es quien busca otros ingresos y sostener un estilo de<br />
vida.
18<br />
Jóvenes emprendedores y la creación de empresa en INPAHU | Jorge Gámez Gutiérrez<br />
miento del emprendimiento con su propio<br />
enfoque. Se espera que los graduados<br />
y egresados de sus programas técnicos y<br />
tecnológicos, profesionales y posgraduales<br />
sean destacados en su desempeño laboral,<br />
y un grupo creciente de estudiantes y<br />
egresados genere empresas a partir de sus<br />
esfuerzos emprendedores, apoyados en la<br />
innovación y la creatividad.<br />
Para tal efecto, INPAHU brindará las herramientas<br />
académicas e institucionales<br />
necesarias para que aprovechen sus potencialidades,<br />
sus motivaciones y las posibilidades<br />
del Estado, empresas y ONG para<br />
crear empresas de alta sostenibilidad y longevidad<br />
con impacto en la sociedad.<br />
Las propuestas académicas de motivación,<br />
liderazgo y emprendimiento son dirigidas<br />
de manera general a los miembros<br />
de la comunidad de INPAHU, mientras<br />
que las propuestas académicas de profundización<br />
que incluyen innovación, creatividad<br />
y legislación son dirigidas a quienes<br />
tienen capacidad y suficiente motivación<br />
(McClelland, 1989).<br />
Las propuestas académicas de profundización<br />
deben entender las características<br />
personales y sociales (de emprendimiento,<br />
motivación y liderazgo), de los estudiantes<br />
de INPAHU. En ellas se abordarán los temas<br />
como: formulación del plan de negocio,<br />
la propuesta de creación de empresa<br />
(como medio y no como fin), y el acompañamiento<br />
de empresas en ciernes.<br />
Se formará en competencias de liderazgo,<br />
creatividad e innovación con las actividades<br />
académicas de participación activa del<br />
estudiante y del trabajo en grupo, para<br />
aprovechar los recursos del Estado, las incubadoras,<br />
la Cámara de Comercio de Bogotá,<br />
las empresas y las ONG para que, en<br />
lo posible, se cree empresa formal.<br />
Referencias Bibliográficas<br />
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Barcelona, Marcombo S. A.<br />
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histórico y estadístico del proceso capitalista. Zaragoza,<br />
Universidad de Zaragoza.<br />
Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, 2006. Red de<br />
Emprendimiento, varios números. Bogotá.<br />
Weber, M. (1942). Historia económica general. Bogotá, Fondo de<br />
Cultura Económica.
Universidad y contexto<br />
19<br />
Anexo A<br />
Sobran en Colombia los retos para que las organizaciones<br />
atiendan problemas estructurales,<br />
vías, comunicaciones, carencia de personal<br />
capacitado bilingüe y experto en tecnología,<br />
expresados en bajos niveles de productividad y<br />
eficiencia(Portafolio, Dinero) APA.<br />
Los problemas de las empresas colombianas incluyen<br />
la situación económica del país, el difícil<br />
acceso al financiamiento, el complejo sistema<br />
tributario, el acceso al mercado interno, el apoyo<br />
y funcionamiento del Estado, el orden público,<br />
el acceso a mercados externos, la legislación<br />
laboral, la calidad y disponibilidad del recurso<br />
humano, la infraestructura logística y servicios<br />
públicos, la seguridad jurídica, la representación<br />
gremial, el bajo acceso a recursos financieros y el<br />
alto nivel de desempleo.<br />
El crecimiento económico y sus beneficios se<br />
sustentan en la educación y la inversión; no obstante,<br />
en Colombia los modelos adoptados no<br />
generan suficiente empleo digno en condiciones<br />
de libertad, equidad, seguridad y dignidad.<br />
Las mujeres son el 51,4% de la población y el<br />
48,6% hombres. La generación de empleo es insuficiente<br />
-sólo 306.000 puestos fueron creados<br />
de 2.438.000 propuestos entre el 2002 y el 2006-<br />
(Gámez y Posada).<br />
El problema en Colombia no es crear empresas<br />
sino lograr su sostenibilidad. Los esfuerzos<br />
de la sociedad para facilitar su conformación y<br />
aprovechar el potencial de emprendimiento se<br />
pierden, cuando muchas sucumben en plazos<br />
menores a cinco años.<br />
El tiempo de funcionamiento del 78% de las empresas<br />
liquidadas es menor a cinco años y sólo el<br />
3.3% llevan más de 20 años constituidas (Gámez<br />
y Posada).<br />
En general, el cierre de empresas se hace más<br />
probable por falta de acompañamiento del Plan<br />
Nacional de Microempresa, incubadoras o entidades<br />
de apoyo y empresas que se benefician<br />
solamente de crédito y no de acompañamiento<br />
(Gámez y Posada).<br />
Tabla 1. Número de unidades económicas por tipo de actividad<br />
Unidades económicas Unidades auxiliares (*)<br />
Total Industria Comercio Servicios<br />
1.442.117 178.696 754.777 486.391 22.253<br />
FUENTE: Dane, 2006. (*) Las unidades auxiliares son separadas de la casa matriz, tales como<br />
bodegas, puntos de venta y oficinas de servicio al cliente entre otras.<br />
Tabla 2. Número de personas ocupadas en unidades económicas por<br />
tipo de actividad<br />
Personas ocupadas<br />
Personas ocupadas en unidades económicas<br />
en unid. aux. (*)<br />
Total Industria Comercio Servicios<br />
1.022.74 1.889.21 2.428.02 128.850<br />
5.468.836 2 6 8<br />
FUENTE: Dane, 2006.<br />
Tabla 3. Constitución de empresas según su tamaño, durante los años<br />
2004 y 2005 en Bogotá y Cundinamarca (en millones de pesos)<br />
Empresas 2004 2005<br />
Grande 5 16.992 9 222.164<br />
Mediana 18 29.279 17 31.355<br />
Pequeña 326 93.574 271 107.071<br />
Micro 8.180 128.173 7.373 129.001<br />
TOTAL 8.439 267.948 7.670 489.591<br />
FUENTE: Gámez y Posada a partir de Cámara de Comercio, 2005.<br />
Tabla 4. Liquidación de empresas según su tamaño, durante los años<br />
2004 y 2005 en Bogotá y Cundinamarca (en millones de pesos)<br />
Empresas 2004 2005<br />
Grande 35 473.350 21 437.296<br />
Mediana 134 91.487 112 82.259<br />
Pequeña 461 92.004 440 76.299<br />
Micro 2.108 97.080 2.599 157.236<br />
TOTAL 2.738 753.922 3.172 753.090<br />
FUENTE: Gámez y Posada a partir de Cámara de Comercio, 2005.
20<br />
La responsabilidad social universitaria: una visión inpahuista | Jairo Enrique Cortés Barrera<br />
La responsabilidad social universitaria:<br />
una visión inpahuista<br />
Autor »<br />
Jairo Enrique Cortés Barrera*<br />
Resumen »<br />
Este artículo aborda el tema de la responsabilidad social universitaria y la aplica<br />
al caso particular de INPAHU, de modo que sea posible intentar analizar su<br />
importancia y su incidencia en la vida de la institución. Para ello se enuncia<br />
brevemente el concepto de “responsabilidad social”, en general, y el de “responsabilidad<br />
social universitaria”, en particular. Esboza un modelo y un esquema<br />
de responsabilidad social universitaria ya abordados en otros contextos<br />
académicos, especialmente latinoamericanos, y termina proponiendo algunas<br />
sugerencias y repercusiones que este tema traería para el fortalecimiento<br />
de la Fundación Universitaria INPAHU.<br />
Abstract »<br />
This article deals with the topic about the university social responsibility, and<br />
applies it to the particular Inpahu’s case, so that it makes possible to attempt<br />
analyzing its importance and incidence on the Institution’s environment. Considering<br />
this fact, it briefly states the concept of “Social Responsibility” in general terms;<br />
and particularly, the one referring to university social responsibility. In addition, it<br />
breaks down university social responsibility approaches and outlines, which have<br />
already been tackled in other academic contexts, specially the latinamerican ones.<br />
Finally, it proposes some suggestions and repercussions this fact would bring to<br />
the Fundación Universitaria INPAHU strengthening.<br />
Palabras clave »<br />
Keywords<br />
Responsabilidad, responsabilidad social, responsabilidad social universitaria,<br />
administrar, gestionar.<br />
Responsibility, social responsibility, university social responsibility, to administer, to<br />
manage.<br />
* Ex-vicerrector Académico,<br />
INPAHU. Ingeniero Civil.<br />
Magister en Docencia<br />
Universitaria.<br />
“Era obvio que las universidades no podían quedarse alejadas de la reflexión sobre responsabilidad social, que ya muchas empresas<br />
han desarrollado durante los últimos años, no sólo porque ellas también son organizaciones, sino porque además, les toca formar<br />
a los futuros profesionales que laborarán en las empresas, a los futuros ciudadanos que tendrán que promover democráticamente<br />
los derechos humanos, y a los futuros funcionarios que tendrán a su cargo el bien común en nuestro mundo globalizado”.<br />
(Vallaeys, 2007)
Universidad y contexto<br />
21<br />
Desde hace algunas décadas el tema de la<br />
responsabilidad social ha venido cobrando<br />
una importancia particular, pues en él,<br />
según las élites intelectuales y académicas<br />
del mundo entero, se juega el futuro del<br />
hombre y del planeta. En 1970, el premio<br />
<strong>No</strong>bel de Economía, Milton Friedman,<br />
afirmó en un artículo bastante comentado<br />
lo siguiente: “la responsabilidad social de<br />
las empresas es una sola: producir dinero”.<br />
Hoy, casi cuatro décadas después, esta es<br />
una afirmación insostenible.<br />
Si en el pasado se creía que la responsabilidad<br />
social de las empresas consistía en<br />
maximizar la rentabilidad económica, hoy<br />
se sabe que las empresas socialmente responsables<br />
son aquellas que hacen énfasis<br />
en el desarrollo sustentable, el cual cobija<br />
dos aspectos clave: el desarrollo humano<br />
y la conservación del entorno natural<br />
(ecología).<br />
La teoría administrativa clásica, liderada<br />
por Frederick Wilson Taylor, limitaba el<br />
concepto de desarrollo al progreso tecnológico,<br />
material y económico de las sociedades.<br />
La nueva teoría administrativa, en<br />
cambio, está convencida de que el verdadero<br />
desarrollo es el humano; es decir, el que<br />
hace énfasis en el progreso de las personas,<br />
en su capacidad intelectual y creativa y en<br />
su calidad de vida.<br />
En el desarrollo de este artículo se enuncia<br />
brevemente el concepto de “responsabilidad<br />
social”, en general, y el de “responsabilidad<br />
social universitaria”, en particular.<br />
Se sostiene que la responsabilidad social<br />
universitaria exige como modalidad específica<br />
de organización, más que cualquier otro<br />
tipo de empresa, asumir la responsabilidad<br />
social que le compete. En este contexto, preguntamos:<br />
¿cuál es esa responsabilidad?, y<br />
concretamente, ¿qué responsabilidad social<br />
debe asumir INPAHU como institución<br />
universitaria comprometida con la sociedad<br />
capitalina y con el país?<br />
Responsabilidad social<br />
Según Álvaro Hamburger (2008), el término<br />
“responsabilidad” significa rendir<br />
cuentas de las propias actuaciones y asumir<br />
sus consecuencias. Cuando los sujetos<br />
actúan (y los sujetos pueden ser los individuos<br />
o las empresas, como en este caso),<br />
esa actuación produce unos resultados que<br />
pueden ser positivos o negativos. Ser responsable,<br />
entonces, consiste en tener la capacidad<br />
de vislumbrar los resultados de las<br />
actuaciones o comportamientos y, una vez<br />
aprehendidos estar dispuestos a aceptar<br />
sus consecuencias.<br />
La Real Academia Española (1994), por<br />
su parte, en el Diccionario de la Lengua Española,<br />
define la responsabilidad como “la<br />
capacidad existente en todo sujeto para reconocer<br />
y aceptar las consecuencias de un<br />
hecho realizado libremente” (Real Academia<br />
Española).<br />
Veamos también lo que, acerca de la responsabilidad<br />
social, sostiene el Banco Interamericano<br />
de Desarrollo, BID 2007:<br />
"La responsabilidad social empresarial es un<br />
enfoque que se basa en un conjunto integral<br />
de políticas, prácticas y programas centrados<br />
en el respeto por la ética, las personas,<br />
las comunidades y el medio ambiente.<br />
Esta estrategia, aplicada en la toma de<br />
decisiones y las operaciones de las empresas,<br />
aumenta el valor agregado y de esa manera<br />
mejora su competitividad" (BID, 2007).<br />
Por su parte, Business for Social Responsibility<br />
(2006), entidad creada en San Francisco<br />
en los años 90 y que hoy cuenta con más<br />
de 400 organizaciones afiliadas, define la<br />
responsabilidad social empresarial como<br />
“conjunto integral de políticas, prácticas y<br />
programas que obtienen éxito financiero y<br />
al mismo tiempo honran los valores éticos<br />
y respetan a las personas”.<br />
Ahora bien, en los inicios del siglo XXI,<br />
la responsabilidad social empresarial parece<br />
ser un proceso irreversible. Así lo<br />
demuestran hechos como los siguientes:<br />
el lanzamiento del Global Compact o Pacto<br />
Mundial en el 2001, la publicación del<br />
Libro Verde de la Comunidad Económica<br />
Europea en el 2002, los reportes de sostenibilidad<br />
con carácter obligatorio en<br />
Francia en el 2004, y la norma ISO 26000
22<br />
La responsabilidad social universitaria: una visión inpahuista | Jairo Enrique Cortés Barrera<br />
sobre responsabilidad social empresarial,<br />
planeada para el año 2008.<br />
Otro ejemplo de la fuerza que está tomando<br />
el tema de la responsabilidad social<br />
empresarial, lo constituye la norma SAI<br />
8000 creada por la Service Association International,<br />
SAI.<br />
Esta norma diseñada para ser aplicada en<br />
la Comunidad Económica Europea, expresa<br />
claramente unos lineamientos básicos<br />
que se deben tener en cuenta a la hora de<br />
formular un programa de responsabilidad<br />
social empresarial dentro de cualquier organización,<br />
a saber:<br />
1. Prohibición del trabajo infantil.<br />
2. Prohibición del trabajo forzado.<br />
3. Promoción de la salud y la seguridad en<br />
el trabajo.<br />
4. Respeto a la libertad de asociación y derecho<br />
de negociación colectiva.<br />
5. Prohibición de la discriminación.<br />
6. Claridad en las medidas disciplinarias.<br />
7. Respeto de los horarios de trabajo.<br />
8. Remuneración justa y digna.<br />
9. Calidad en los sistemas de gestión.<br />
La responsabilidad social empresarial,<br />
pues, se da en relación con el reconocimiento<br />
y la aceptación, por parte de la empresa,<br />
de los efectos que su actividad produce en<br />
el entorno social, entendido este desde tres<br />
dimensiones: humano, ecológico y comunitario.<br />
La responsabilidad social universitaria<br />
El Banco Interamericano de Desarrollo,<br />
BID, y el Banco Mundial reunidos en el II<br />
Diálogo Global sobre Responsabilidad Social<br />
Universitaria, durante noviembre de 2005,<br />
definieron la responsabilidad social universitaria<br />
como “la gerencia ética e inteligente<br />
de los impactos que genera la organización<br />
en su entorno humano, social y<br />
natural”. Banco Interamericano de Desarrollo,<br />
BID (2005).<br />
Por su parte, el grupo Proyecto Universidad<br />
Construye País (Jiménez de la Jara, 2006) de<br />
Chile, al definir la responsabilidad social<br />
universitaria afirma:<br />
“Entenderemos por responsabilidad social<br />
universitaria la capacidad que tiene la<br />
universidad de difundir y poner en práctica<br />
un conjunto de principios y valores generales<br />
y específicos, por medio de cuatro procesos<br />
clave: gestión, docencia, investigación y<br />
extensión. Así asume su responsabilidad<br />
social ante la propia comunidad<br />
universitaria y el país donde está inserta”.<br />
Para precisar aún más este concepto, se ha<br />
especificado de qué es responsable, ante<br />
quién responde y cómo es responsable la<br />
universidad, como sujeto de la responsabilidad<br />
social.<br />
¿De qué es responsable la universidad?<br />
La universidad es responsable de poner en<br />
práctica los principios generales de la vida<br />
universitaria, en cuanto sociedad inserta en<br />
un entorno mayor y los valores específicos<br />
que son propios de la vida universitaria;<br />
principios y valores que deberían atravesar<br />
la gestión y las funciones tradicionales de<br />
docencia, investigación y extensión.<br />
¿Ante quién responde?<br />
En primer lugar, la universidad responde<br />
ante la propia comunidad universitaria, es<br />
decir, ante los académicos, los funcionarios<br />
y los alumnos, tanto en particular como en<br />
su conjunto. Luego, responde al país; al de<br />
hoy y al del futuro. La universidad tiene que<br />
prever el futuro y adelantarse a la demanda<br />
que le hará el país de nuevos servicios.<br />
Además, en una sociedad mundializada, la<br />
universidad debe responder a los requerimientos<br />
de América Latina y del mundo.<br />
¿Cómo es responsable?<br />
Por medio del desarrollo de los procesos<br />
clave de gestión, docencia, investigación<br />
y extensión universitaria, atravesados por<br />
instancias de reflexión que le otorguen la<br />
profundidad y la contingencia social que<br />
requieren las respuestas universitarias.<br />
¿Cuándo una universidad es<br />
socialmente responsable?<br />
Cuando logra la interacción entre sus funciones<br />
sustantivas tradicionales (docencia, investigación,<br />
proyección social y gestión) y los<br />
valores y principios institucionales (figura 1).
Universidad y contexto<br />
23<br />
En el corazón del modelo presentado se encuentran<br />
los principios y valores generales<br />
y los específicos, que orientan y constituyen<br />
el contenido de responsabilidad social<br />
universitaria; los principios deben darse en<br />
la sociedad para que la universidad pueda<br />
desarrollarlos a cabalidad y los valores<br />
también puedan considerarse propios de la<br />
institución.<br />
Los principios y valores son faros que<br />
orientan, son guías para el comportamiento<br />
humano y son fundamentales y permanentes<br />
en una universidad socialmente<br />
responsable. Según el Proyecto Universidad<br />
Construye País, UCP (2006).<br />
Docencia<br />
PROCESOS CLAVE<br />
Gestión<br />
PRINCIPIOS Y VALORES<br />
GENERALES Y ESPECIFICOS<br />
Desarrollo y Difusión<br />
Investigación<br />
SOCIEDAD - INTERDEPENDENCIA<br />
Extensión<br />
Figura 1. Proyecto<br />
Universidad<br />
Construye País.<br />
La universidad se realiza a través<br />
de tres funciones tradicionales:<br />
docencia, investigación,<br />
extensión y de una actividad<br />
indispensable en toda organización<br />
cual la gestión.<br />
El quehacer universitario, relativo<br />
a estos cuatro procesos<br />
debe verificarse en la práctica<br />
de sus principios y valores.<br />
a) Principios y valores de la<br />
vida universitaria relacionados<br />
con la vida en sociedad:<br />
••<br />
Dignidad de la persona.<br />
••<br />
Libertad.<br />
••<br />
Ciudadanía, democracia y participación.<br />
••<br />
Sociabilidad y solidaridad para la convivencia.<br />
••<br />
Bien común y equidad social.<br />
••<br />
Desarrollo sostenible y medio ambiente.<br />
••<br />
Aceptación y aprecio a la diversidad.<br />
b) Principios y valores de la universidad:<br />
••<br />
Compromiso con la verdad.<br />
••<br />
Integridad.<br />
••<br />
Excelencia.<br />
••<br />
Interdependencia e interdisciplinariedad.<br />
Ahora bien, en concordancia con la Declaración<br />
Mundial sobre Educación Superior<br />
para el siglo XXI, aprobada en la Conferencia<br />
Mundial sobre Educación Superior<br />
organizada por Unesco (que tuvo lugar<br />
en París entre los días 5 y 8 de octubre de<br />
1998), una universidad socialmente responsable<br />
se alcanza:<br />
1. Preservando y creando el capital social<br />
del saber y del pensamiento, mediante la<br />
reflexión, la investigación interdisciplinaria<br />
y la difusión por distintos medios.<br />
2. Convirtiéndola en una comunidad real<br />
de aprendizaje y transmisión de conocimientos.<br />
Creando vínculos entre académicos,<br />
estudiantes y funcionarios; con una<br />
vigorosa política de desarrollo del personal<br />
y de estímulo a la innovación curricular y<br />
a los métodos de enseñanza - aprendizaje.<br />
3. Formando mujeres y hombres altamente<br />
calificados, íntegros e integrales, comprometidos<br />
con valores que defiendan y<br />
difundan activamente; que vean su profesión<br />
como una posibilidad de servicio a los<br />
demás; que sean capaces de aportar como<br />
ciudadanos a la construcción de la sociedad<br />
y de responder creativamente a los desafíos<br />
de su entorno.<br />
4. Incluyendo un currículo transversal que<br />
asuma con visión universal la realidad del<br />
país en toda su riqueza. Ofreciendo oportunidades<br />
a equipos de académicos y estudiantes<br />
para prestar servicios a personas y<br />
grupos que no pueden acceder a los beneficios<br />
del desarrollo.<br />
5. Ofreciendo formación permanente. Facilitando<br />
el reingreso a la educación superior<br />
para actualización y complementación de<br />
la formación, a fin de educar para la ciudadanía<br />
y la participación activa en la sociedad,<br />
considerando las tendencias en el<br />
mundo del trabajo y en los sectores científicos,<br />
técnicos y tecnológicos.<br />
6. Abriendo la institución al cambio; valorando<br />
e incorporando el conocimiento<br />
y experiencia del entorno; generando y<br />
manteniendo espacios de debate en el seno<br />
FUENTE: Proyecto Universidad<br />
Construye País. Observando<br />
la responsabilidad social<br />
universitaria, pág. 7,2004. www.<br />
construyepais.cl
24<br />
La responsabilidad social universitaria: una visión inpahuista | Jairo Enrique Cortés Barrera<br />
de la institución; buscando, diciendo y actuando<br />
con la verdad.<br />
Quedan varios aspectos claros en estas<br />
definiciones, que nos obligan a examinar<br />
nuestra responsabilidad como institución<br />
universitaria inscrita en un contexto tan<br />
particular como el de la capital:<br />
A.) La responsabilidad social universitaria<br />
es básicamente gestión. Este concepto<br />
implica un esfuerzo administrativo consciente<br />
y colectivo de parte de la comunidad<br />
académico-administrativa de la institución,<br />
lo que significa planear, dirigir,<br />
ejecutar y evaluar. De acuerdo con el concepto<br />
anterior, la Fundación Universitaria<br />
INPAHU se encuentra en este momento<br />
implementando en las unidades administrativas<br />
el Enfoque basado en procesos para los<br />
sistemas de gestión de calidad, a partir de los<br />
siguientes lineamientos:<br />
- Planificar.<br />
Establecer los objetivos y procesos necesarios<br />
para conseguir resultados de acuerdo<br />
con los requisitos del cliente y las políticas<br />
de la organización.<br />
- Hacer.<br />
Implementar los procesos.<br />
- Verificar.<br />
Realizar el seguimiento y la medición de<br />
los procesos y los productos respecto a las<br />
políticas, los objetivos y los requisitos para<br />
el producto e informar sobre los resultados.<br />
- Actuar.<br />
Tomar acciones para mejorar continuamente<br />
el desempeño del proceso. En la<br />
figura 2 podemos observar el círculo de<br />
calidad de acuerdo con el modelo PHVA<br />
(Ríos, 2008: 17).<br />
El PHVA es una metodología dinámica que<br />
puede ser desplegada dentro de cada uno<br />
de los procesos de la organización y sus interacciones.<br />
Está íntimamente asociada con<br />
la planificación, implementación, verificación<br />
y mejora. El mantenimiento y la mejora<br />
del desempeño del proceso se puede<br />
lograr mediante la aplicación del concepto<br />
PHVA en todos los niveles dentro de una<br />
organización. Se aplica igualmente a procesos<br />
estratégicos de alto nivel y a actividades<br />
de operación sencillas.<br />
B.) <strong>No</strong> es una gestión cualquiera, pues debe<br />
reunir dos características clave: ser ética y<br />
ser inteligente. Una gestión es ética cuando<br />
es honesta, transparente y abierta. Es inteligente<br />
cuando es capaz de dar respuestas<br />
eficaces a las realidades para las que fue<br />
creada.<br />
C.) La responsabilidad social mide los impactos<br />
que genera la universidad en tres<br />
sectores básicos: en el entorno humano, en<br />
el entorno social y en el entorno natural; es<br />
decir, la responsabilidad es con el hombre,<br />
con la sociedad y con la ecología. Estos tres<br />
aspectos son su razón de ser.<br />
Como podemos observar, en el II Diálogo<br />
Global sobre Responsabilidad Social Universitaria<br />
quedó claro también que la finalidad<br />
principal de esta es buscar armar mejor a la<br />
universidad latinoamericana del siglo XXI<br />
para hacer frente a las nuevas realidades y<br />
amenazas de la región. Banco Interamericano<br />
de Desarrollo, BID (2005).<br />
De la afirmación anterior se colige que la<br />
responsabilidad social universitaria debe<br />
ser contextual y concreta; es decir, debe<br />
responder a las realidades propias de la<br />
nación, la región y la localidad en la que se<br />
halla inserta la universidad. En tal sentido,<br />
es válido preguntarnos: ¿si como integrantes<br />
de la Fundación Universitaria INPAHU<br />
somos conscientes del tipo de realidad que<br />
nos rodea?, ¿conocemos a fondo la realidad<br />
de las personas, de la sociedad y del entorno<br />
natural en el que estamos insertos?, ¿los<br />
currículos que ofrece la institución están<br />
diseñados de acuerdo con las exigencias<br />
del contexto nacional e internacional?<br />
Para responder en parte a las preguntas<br />
planteadas analicemos lo que propone el<br />
Consorcio de Habilidades Indispensables para<br />
el Siglo XXl, organización conformada por<br />
entidades públicas y privadas que inició<br />
actividades en el 2002 y que tiene como<br />
objetivo crear un modelo de aprendizaje
Universidad y contexto<br />
25<br />
POLÍTICAS DE<br />
CALIDAD<br />
CLIENTE<br />
ACCIONES DE<br />
MEJORAMIENTO<br />
Figura 2. Círculo de<br />
calidad<br />
PLANEAR<br />
ACTUAR<br />
OBJETIVOS DE<br />
CALIDAD<br />
PLANEAR<br />
¿Qué hacer?<br />
¿Cómo hacerlo?<br />
¿Cómo mejorar<br />
la próxima<br />
vez?<br />
P<br />
A<br />
H<br />
V<br />
Hacer lo<br />
planeado<br />
¿Se realizaron las<br />
acciones según<br />
lo planeado?<br />
REVISIÓN<br />
GERENCIAL<br />
VERIFICAR<br />
PLANIFICACIÓN<br />
DEL SISTEMA<br />
PLANEAR<br />
exitoso, en el que se incorporen al sistema<br />
educativo las competencias necesarias<br />
para desempeñarse adecuadamente en<br />
este milenio.<br />
En palabras de Tom Vilsack, gobernador<br />
de Iowa:<br />
“La educación es la inversión más importante<br />
que se debe realizar para el futuro de una nación.<br />
El mundo de hoy es mucho más competitivo<br />
y complejo que lo que era en el pasado, por lo<br />
que debemos capacitar a nuestros jóvenes con<br />
el conocimiento y las competencias que van a<br />
necesitar para enfrentar los retos y oportunidades<br />
del mañana”.<br />
Para John Wilson, director ejecutivo de la<br />
Asociación Nacional de Educación (USA):<br />
“...integrar las competencias necesarias para el<br />
Siglo XXI en la educación básica, media, técnica,<br />
tecnológica y profesional empodera a los<br />
estudiantes para aprender y alcanzar logros en<br />
el nivel necesario para tener éxito en este siglo. La<br />
educación va a volverse más poderosa y relevante<br />
en la medida en que refleje las realidades y los<br />
retos de la vida contemporánea”.<br />
IMPLEMENTACIÓN<br />
HACER<br />
Con esta mirada prospectiva, a las instituciones<br />
de educación se les exige que<br />
asuman la responsabilidad que les corresponde<br />
y tengan en cuenta los elementos<br />
fundamentales propuestos para la educación<br />
en el siglo XXI, en los diseños curriculares<br />
de nuevos programas que ofrezca<br />
la Fundación Universitaria Inpahu y otras<br />
instituciones de educación superior:<br />
1. Materias básicas<br />
Los siguientes saberes se identifican como<br />
pilares fundamentales de la formación académica:<br />
lenguaje y comunicación; matemáticas;<br />
ciencias naturales y sociales; lenguas<br />
extranjeras; cívica y ciudadanía, ética; gobierno;<br />
economía; artes; historia y geografía;<br />
literatura.<br />
2. Competencias de aprendizaje<br />
Estas competencias comprenden tres categorías<br />
amplias:<br />
••<br />
Competencias de información<br />
y comunicación.<br />
••<br />
Información y alfabetismo en medios.<br />
••<br />
Competencias de comunicación.<br />
••<br />
Competencias de pensamiento<br />
y de solución de problemas.<br />
••<br />
Pensamiento crítico y<br />
pensamiento sistémico.<br />
••<br />
Identificación, formulación y<br />
solución de problemas.<br />
••<br />
Creatividad y curiosidad intelectual.<br />
••<br />
Competencias interpersonales<br />
y de autonomía.<br />
••<br />
Competencias interpersonales<br />
y de colaboración.<br />
••<br />
Autodirección o autonomía.<br />
••<br />
Capacidad de rendición de<br />
FUENTE: Adaptado del círculo<br />
de calidad, PHVA ‘DEMING’.
26<br />
La responsabilidad social universitaria: una visión inpahuista | Jairo Enrique Cortés Barrera<br />
Figura 3. Valores<br />
morales y<br />
compromiso social<br />
cuentas y de adaptación.<br />
••<br />
Responsabilidad social.<br />
En el curso sobre Perfiles Profesionales: diseño<br />
curricular por competencias en el contexto<br />
de la educación superior, la Escuela Complutense<br />
Latinoamericana (2008), considera las<br />
siguientes competencias sugeridas por A.<br />
Luisa Machado (Unesco), además, ser emprendedor,<br />
creativo e innovador, ya que son<br />
parte esencial de la formación en el Proyecto<br />
Educativo Inpahuista (PEI):<br />
a. Saber comunicarse de<br />
forma escrita y oral.<br />
b. Saber leer y entender lo que se lee.<br />
c. Saber anticiparse a problemas<br />
y saber resolverlos.<br />
d. Trabajar en equipo.<br />
e. Ser críticos frente al entorno social.<br />
f. Ser un ciudadano participativo.<br />
g. Desarrollar valores morales.<br />
h. Saber usar la tecnología.<br />
i. Tener capacidad de emprendimiento.<br />
j. Tener condiciones para seguir<br />
aprendiendo toda la vida.<br />
k. Posicionarse de manera<br />
autónoma frente a la vida.<br />
l. Ser emprendedor, creativo e innovador.<br />
m. Estas competencias no tienen<br />
una secuencia específica.<br />
La figura 3 ilustra la forma como van entrelazadas<br />
e incluidas las competencias:<br />
3. Herramientas para el siglo XXI.<br />
En el mundo digital en que vivimos, los estudiantes<br />
necesitan aprender a usar herramientas<br />
que les permitan adquirir las competencias<br />
de aprendizaje esenciales para la<br />
vida diaria y profesional. Estas habilidades<br />
se conocen como alfabetismo en Tecnologías<br />
de la Información y las Comunicaciones,<br />
(TIC).<br />
Pueden definirse como “el interés, la actitud<br />
y la habilidad de las personas para<br />
utilizar eficazmente las tecnologías digitales<br />
y las herramientas de comunicación<br />
con el objeto de acceder, manejar, integrar<br />
y evaluar información; construir nuevo conocimiento;<br />
y comunicarse con otros con<br />
el propósito de ser participantes efectivos<br />
en la sociedad”. Esta definición va mucho<br />
más allá de una habilidad técnica estrecha<br />
y limitada, es decir, de bajo nivel; debe ir<br />
acompañada de competencias intelectuales<br />
de orden superior como pensamiento crítico<br />
y utilización inteligente, creativa y ética<br />
de las TIC.<br />
4. Contexto para el siglo XXI<br />
Es importante que los estudiantes aprendan<br />
los contenidos académicos con ejemplos,<br />
aplicaciones y experiencias del mundo<br />
real, dentro y fuera de la institución<br />
educativa. Los estudiantes aprenden mejor<br />
cuando la educación es relevante, les interesa<br />
y tiene significado para sus vidas; de<br />
esta manera, no sólo entienden mejor los<br />
contenidos sino que retienen más conocimiento.<br />
Es necesario, también, que las competencias<br />
de aprendizaje se desarrollen en<br />
contextos que sean válidos para el siglo<br />
XXl. Por ejemplo, es necesario poder comunicarse<br />
y realizar trabajos de colaboración<br />
en contextos actuales haciendo uso de las<br />
herramientas del siglo XXl.<br />
5. Contenido para el siglo XXI<br />
Líderes, tanto de la educación como de<br />
los negocios, identificaron tres áreas de<br />
contenido emergentes que serán cruciales<br />
para tener éxito en las comunidades y en<br />
los trabajos.<br />
••<br />
Conciencia global.<br />
••<br />
Alfabetismo financiero,<br />
económico y de negocios.<br />
••<br />
Alfabetismo cívico.<br />
6. Evaluaciones para el siglo XXI.<br />
Los ministerios y secretarías de educación<br />
necesitan contar con evaluaciones de alta
Universidad y contexto<br />
27<br />
calidad, que midan el desempeño de los<br />
estudiantes en los distintos elementos que<br />
caracterizan la educación para el siglo<br />
XXl. La utilización exclusiva de pruebas<br />
estandarizadas permite medir únicamente<br />
algunas de las competencias y conocimientos<br />
importantes que el estudiante<br />
debe aprender. Un buen balance de evaluaciones<br />
-- esto es, utilizar tanto pruebas<br />
estándar de alta calidad con propósito de<br />
rendición pública de cuentas, como evaluaciones<br />
en la clase, que tienen por objeto<br />
mejorar la enseñanza y el aprendizaje<br />
en el aula-- ofrece a los estudiantes una<br />
forma poderosa de dominar el contenido<br />
y las competencias necesarias para tener<br />
éxito en el siglo XXI (Consorcio de Habilidades<br />
indispensables para el siglo XXI,<br />
2007).<br />
¿Qué debe hacer la comunidad<br />
inpahuista para fortalecer<br />
la responsabilidad social<br />
universitaria en la institución?<br />
<strong>No</strong> quisiera terminar este escrito sin esbozar<br />
los que, a mi juicio, serían los aspectos<br />
capitales que la institución universitaria<br />
debe abordar frente<br />
a la responsabilidad<br />
social que le compete.<br />
Desde ya, y frente al<br />
futuro se debe:<br />
1. Entender que la responsabilidad<br />
social<br />
universitaria responde<br />
a un nuevo pensamiento<br />
de organización. Por<br />
ello, es preciso cambiar<br />
ciertos esquemas mentales,<br />
abrirnos a nuevas realidades, capacitar<br />
a docentes y directivos con el propósito<br />
de crear una cultura universitaria, fortalecer<br />
y apoyar el desarrollo investigativo y<br />
también estimular el desarrollo de herramientas<br />
pedagógicas y virtuales.<br />
2. Tomar conciencia de que el fortalecimiento<br />
de nuestra responsabilidad social<br />
generará un impacto positivo en la sociedad<br />
bogotana y el país, que nos permitirá<br />
posicionarnos muy bien en su contexto; es<br />
decir, comprender que la responsabilidad<br />
"Los estudiantes<br />
aprenden mejor<br />
cuando la educación<br />
es relevante, les<br />
interesa y tiene<br />
significado para sus<br />
vidas".<br />
social, además de ser valiosa en sí misma,<br />
nos traerá una ventaja competitiva desde el<br />
punto de vista de la gestión universitaria.<br />
3. Asumir que la proyección social que desarrollamos<br />
en INPAHU, que por demás<br />
es función sustantiva de toda universidad,<br />
forma parte de la responsabilidad social<br />
universitaria pero que no la agota. Esto es,<br />
la responsabilidad social universitaria desborda<br />
la proyección social. En tal sentido,<br />
debemos diferenciar muy claramente las<br />
dos, a fin de complementarlas y lograr el<br />
impacto social que pretenden.<br />
4. Es necesario comprometerse con una<br />
proyección social, entendida como desarrollo<br />
humano sustentable y no sólo como<br />
desarrollo económico, profesional o material.<br />
Es decir, una responsabilidad social<br />
centrada en las personas (directivos, funcionarios,<br />
empleados y estudiantes), en su<br />
desarrollo intelectual y en la generación<br />
para ellos de una vida digna, pues como se<br />
afirma en la misión institucional “...nuestra<br />
razón de ser y sentido es la formación integral<br />
del hombre colombiano, entendida<br />
desde la racionalidad<br />
integradora del conocimiento<br />
en la ciencia,<br />
la técnica, la tecnología<br />
y los valores éticos, sociales,<br />
políticos y culturales”.<br />
Proyecto Educativo<br />
Inpahuista, PEI<br />
(2006).<br />
5. Entender que la responsabilidad<br />
social<br />
universitaria es un proceso<br />
y como tal, un camino lento y gradual<br />
que no puede ser recorrido de la noche a<br />
la mañana. Es decir, debemos empezar por<br />
tomar conciencia de lo que significa la responsabilidad<br />
social universitaria, además<br />
de los beneficios que ella pueda traer tanto<br />
a la sociedad en general como a nosotros<br />
como institución universitaria.<br />
Conclusiones<br />
1. La organizaciones dedicadas a la educación<br />
superior tienen un compromiso con<br />
la sociedad: ofrecer servicios educativos
28<br />
La responsabilidad social universitaria: una visión inpahuista | Jairo Enrique Cortés Barrera<br />
integrales con responsabilidad, calidad,<br />
pertinencia, equidad, creatividad e innovación.<br />
2. La brecha científica y tecnológica con<br />
los países más desarrollados obliga a las<br />
IES (Instituciones de Educación Superior)<br />
a reestructurarse y pensar en nuevas alternativas<br />
para el fortalecimiento de sus programas<br />
académicos y la prestación de sus<br />
servicios universitarios.<br />
3. La responsabilidad social universitaria<br />
como modelo de gestión es una opción.<br />
Este modelo exige a la universidad<br />
la conformación de equipos de trabajo,<br />
autoevaluación y reestructuración de los<br />
currículos, manejo de una gerencia ética,<br />
alianzas estratégicas con los diferentes<br />
sectores, conformación de redes, entre<br />
otros aspectos; todo esto encaminado a<br />
fortalecer el conocimiento, la ciencia y la<br />
tecnología.<br />
4. Las IES deben emprender acciones para<br />
la apropiación y generación de conocimientos,<br />
así como la formación humanística<br />
y profesional integral, a través de las<br />
cuales la docencia, la investigación aplicada,<br />
la proyección social y la gestión estén<br />
orientadas a la formación de personas éticas<br />
con las competencias necesarias para<br />
afrontar los retos personales y profesionales<br />
en esta sociedad mundializada.<br />
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Vallaeys, F. (2007). Marco teórico de responsabilidad social<br />
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Universidad y contexto<br />
29<br />
Acerca de la justicia<br />
y la bondad en las instituciones<br />
Autor »<br />
Álvaro Andrés Hamburger Fernández*<br />
Resumen »<br />
Las instituciones son organismos que desempeñan una función de interés<br />
público. El Estado está constituido fundamentalmente por instituciones que,<br />
entre otras denominaciones, suelen tomar la forma de corporaciones, fundaciones,<br />
sociedades, asociaciones, entidades, organizaciones y empresas. Por<br />
ser creaciones humanas, las instituciones se construyen sobre ciertos supuestos<br />
axiológicos y, por tanto, encarnan y expresan valores. A su vez, estos suelen<br />
agruparse en diferentes “regiones filosóficas” como la ética, la estética y la<br />
epistemología, por mencionar sólo algunas. La justicia y la bondad son valores<br />
éticos por excelencia.<br />
El artículo, en consecuencia, aborda dichos valores y los propone como componentes<br />
fundamentales del éxito institucional. Para ello inicia presentando<br />
un acercamiento general al concepto de ética.<br />
Abstract »<br />
Institutions are organisms that accomplish a public interest function. The State is<br />
fundamentally constituted by institutions that, among other denominations, take<br />
the figure of “corporations”, “foundations”, “societies”, “associations” “entities”, “organizations”<br />
and “companies”. Due to the fact of being human creations, institutions<br />
are built over some axiological assumptions and, therefore, personify and express<br />
values. These values, at the same time, can be grouped in different “philosophical<br />
regions” such as ethics, aesthetics and epistemology, to mention just some of<br />
them. Justice and goodness are ethic values par excellence.<br />
The article therefore deals with such values and proposes them as fundamental<br />
components for institutional success. To achieve this, it starts by presenting a general<br />
approach to the concept of ethics.<br />
Palabras clave »<br />
Keywords<br />
Institución, axiología, ética, justicia, bondad.<br />
Institution, axiology, ethics, justice, goodness.<br />
* Docente INPAHU. Filósofo.<br />
Magister en Filosofía. Editor<br />
general de la Universidad<br />
de San Buenaventura de<br />
Bogotá. Autor de la serie de<br />
libros Ética de la empresa y<br />
valores corporativos (Paulinas<br />
2004-2008). Ganador del<br />
premio Colombia a la Cultura<br />
Empresarial, 2006.
30<br />
Acerca de la justicia y la bondad en las instituciones | Álvaro Andrés Hamburger Fernández<br />
“La ética sirve para actuar racionalmente, para obrar bien, en el conjunto de la vida entera; ayuda a ordenar las metas de la vida<br />
inteligentemente”<br />
(Cortina, 2000, pág.17)<br />
1. Aproximación a la noción de ética<br />
La justicia y la bondad son valores de<br />
raigambre eminentemente ética. Por<br />
eso, antes de abordarlos es pertinente<br />
preguntarse:¿qué es la ética?<br />
Algunos de los conceptos más conocidos a<br />
lo largo de la historia son:<br />
••<br />
El término ética deriva de ethos,<br />
que significa “costumbre”. Por<br />
ello se ha definido con frecuencia<br />
la ética como la doctrina de las<br />
costumbres (Ferrater, 1958).<br />
••<br />
“En la evolución posterior del sentido<br />
del vocablo, lo ético se ha identificado<br />
cada vez más con lo moral, y la ética<br />
ha llegado a significar propiamente<br />
la ciencia que se ocupa de los objetos<br />
morales en todas sus formas, la filosofía<br />
moral” (Ferrater, 1958, pág. 459).<br />
••<br />
En general, la ética es la ciencia de la<br />
conducta humana (Abbagnano, 1996).<br />
••<br />
“Existen dos concepciones<br />
fundamentales de esta ciencia, a<br />
saber: a) la que la considera como<br />
ciencia del fin al que debe dirigirse<br />
la conducta de los hombres y de los<br />
medios para lograr tal fin y derivar,<br />
tanto el fin como los medios, de la<br />
naturaleza del hombre; b) la que la<br />
considera como la ciencia del impulso<br />
de la conducta humana e intenta<br />
determinarlo con vistas a dirigir<br />
o disciplinar la conducta misma”<br />
(Abbagnano, 1996, págs. 466-467).<br />
Cabe recordar que a la primera se le conoce<br />
como ética del fin, pues busca alcanzar<br />
el ideal al que el hombre se dirige por su<br />
naturaleza (pretende descubrir lo que el<br />
hombre es en esencia); mientras que a la segunda<br />
se le denomina ética del móvil, pues<br />
habla de los motivos o de las causas de la<br />
conducta humana.<br />
••<br />
La ética es la ciencia de las virtudes.<br />
La virtud que comprende a todas las<br />
demás es la justicia. (Platón, 2003).<br />
••<br />
El propósito o fin de la ética es la<br />
eudemonía (felicidad) del hombre.<br />
Sólo se puede ser feliz por las virtudes,<br />
tanto las virtudes éticas como las<br />
virtudes dianoéticas (Aristóteles, 2000).<br />
Ahora bien, cuando la ética sale del terreno<br />
específicamente filosófico y busca influir<br />
en diferentes ámbitos de la actividad humana,<br />
surgen las denominadas éticas aplicadas.<br />
La ética política, la ética médica, la ética<br />
de la empresa y la ética ecológica son, entre<br />
otras, algunas de estas éticas. En tal perspectiva,<br />
el asunto que se está tratando en<br />
este artículo es un tema de ética aplicada,<br />
concretamente de ética organizacional o<br />
empresarial, pues adapta dos principios<br />
éticos muy generales (la justicia y la bondad)<br />
a situaciones específicas del ámbito<br />
institucional.<br />
A. La justicia<br />
La justicia es para Platón, lo acabamos de<br />
decir, “la virtud que comprende o encierra<br />
a todas las demás”; mientras que para Aristóteles<br />
es “una de las principales virtudes<br />
éticas”.<br />
Si en un intercambio una de las partes recibe de la<br />
otra menos de lo que corresponde por lo que ha<br />
entregado a ésta, se dice que el intercambio no es<br />
justo. Si se supone que pertenecen a una persona<br />
o a una cosa ciertas propiedades que se le niegan<br />
o retiran, se dice que tal negación o tal sustracción<br />
no es justa. He aquí dos de las fuentes que suelen<br />
dar origen a la idea de la justicia: Una es la igualdad<br />
(en determinados respectos) entre dos partes;<br />
la otra es la posesión por una persona o cosa de lo<br />
que le corresponde y la restitución a una u otra de<br />
semejante posesión (Ferrater, 1958, pág. 756).
Universidad y contexto<br />
31<br />
Otras definiciones que se han dado a lo largo<br />
de la historia son las siguientes (Hamburger,<br />
2008):<br />
a. La justicia es una ley universal<br />
que restituye a cada cosa y a cada<br />
persona lo que se le debe y a la<br />
vez aniquila lo que no se debe<br />
(primeros pensadores griegos).<br />
b. La justicia es la condición de la<br />
felicidad. El hombre injusto no<br />
puede ser feliz (Sócrates).<br />
c. La justicia es algo que debe ser<br />
deseado por sí mismo y no por<br />
sus resultados (Platón).<br />
d. La justicia no es solamente una<br />
alta virtud; es la virtud esencial<br />
y suprema del Estado, que debe<br />
organizarse enteramente según<br />
ella: el Estado ideal es el Estado<br />
donde domina la justicia (Platón).<br />
e. Se debe distinguir entre “justicia<br />
distributiva” y “justicia conmutativa”.<br />
La primera consiste en dar a cada uno<br />
de los ciudadanos del Estado lo que<br />
le corresponde según sus méritos. La<br />
segunda regula las relaciones, tanto<br />
voluntarias como involuntarias,<br />
de unos ciudadanos con otros. La<br />
justicia distributiva es adjudicación<br />
de por un tercero; la conmutativa,<br />
mero intercambio (Aristóteles).<br />
f. Cuando los hombres se aman los<br />
unos a los otros no es necesaria<br />
la justicia (Aristóteles).<br />
Un concepto de justicia que puede ser perfectamente<br />
extrapolado al ámbito de las<br />
instituciones es el que propone Perelman<br />
(1945, citado por Ferrater, 1958). Según<br />
este autor, la justicia puede significar seis<br />
tipos de afirmación:<br />
••<br />
A cada uno lo mismo.<br />
••<br />
A cada uno según sus méritos.<br />
••<br />
A cada uno según sus obras.<br />
••<br />
A cada uno según sus necesidades.<br />
••<br />
A cada uno según su rango.<br />
••<br />
A cada uno según lo<br />
atribuido por la ley.<br />
Aclara Perelman que todas estas concepciones<br />
son incompatibles entre sí, pero<br />
hay en ellas algo de común, de tal manera<br />
que se puede definir la justicia como “un<br />
principio de acción según el cual los seres<br />
de una misma categoría esencial deben ser<br />
tratados del mismo modo”.<br />
Llevemos el concepto de justicia de Perelman<br />
a las instituciones y encontraremos<br />
entonces:<br />
1. Una institución es justa cuando da a<br />
cada uno lo mismo, es decir, cuando, a<br />
condiciones iguales, retribuye a todos<br />
de la misma manera; sin otorgar ventajas<br />
o privilegios a unos y a otros no;<br />
tratando a todos por igual.<br />
2. Una institución es justa cuando da a<br />
cada uno según sus méritos. Esto ocu-<br />
Un tipo de saber que orienta<br />
la acción humana en sentido<br />
racional<br />
Exige que las<br />
personas<br />
Reflexionen antes<br />
de actuar<br />
Actúen conforme a las<br />
decisiones tomadas<br />
Definan el fin de sus<br />
acciones<br />
Figura 1. Definiciones<br />
preliminares de ética<br />
Ética<br />
es<br />
La ciencia del bien vivir,<br />
del vivir bien<br />
Busca que las<br />
personas<br />
Identifiquen los hábitos<br />
que deben asumir<br />
La ciencia de las<br />
virtudes humanas<br />
Orienta a las<br />
personas<br />
hacia<br />
Determinen los valores que<br />
orientarán su conducta<br />
La prudencia<br />
(forjar el carácter)<br />
La Justicia (acatar los<br />
derechos humanos)<br />
FUENTE: Hamburger, 2004,<br />
pág. 21
32<br />
Acerca de la justicia y la bondad en las instituciones | Álvaro Andrés Hamburger Fernández<br />
rre cuando la entidad tiene en cuenta<br />
los esfuerzos, las acciones o las cualidades<br />
que hacen que una persona sea<br />
digna de aprecio o de recompensa. En<br />
este sentido, por ejemplo, es justo recompensar<br />
mejor a un empleado que ha<br />
acumulado mayores méritos que otro o<br />
que otros.<br />
3. Una institución es justa cuando da a<br />
cada uno según sus obras. Este es el mismo<br />
caso de los méritos y aplica de la misma<br />
manera, sólo que los méritos hacen<br />
alusión a cuestiones más cualitativas que<br />
cuantitativas; mientras que las obras se<br />
refieren a asuntos más cuantitativos que<br />
cualitativos. Así, es justo que una entidad<br />
recompense mejor a un empleado<br />
que con obras ha demostrado fidelidad a<br />
ella, que a otro que no lo ha hecho.<br />
4. Una institución es justa cuando da a<br />
cada uno según sus necesidades. En<br />
este caso la justicia está asociada no a<br />
virtudes, méritos, obras o cualidades,<br />
sino a carencias o dificultades. De esta<br />
manera, es justo que una empresa, por<br />
ejemplo, remunere mejor a un empleado<br />
que tiene dificultades económicas, o<br />
problemas de salud, o dificultades familiares,<br />
que a otro que, aunque igual o<br />
mejor trabajador, no experimenta estas<br />
necesidades.<br />
5. Una institución es justa cuando da a<br />
cada uno según su rango. Este tipo de<br />
justicia es quizá el que más se da o se<br />
aplica en las empresas. En efecto, las<br />
empresas elaboran sus escalas salariales<br />
con base en los rangos: cuanto más alto<br />
es el cargo y la responsabilidad de los<br />
funcionarios, mayor es la compensación<br />
salarial.<br />
6. Una institución es justa cuando da a<br />
cada uno según lo atribuido por la ley.<br />
Respetar y acatar la ley son ya, de por<br />
sí, acciones de justicia, pues la ley, como<br />
se sabe, busca regular las relaciones. Es<br />
mucho más justa con el Estado y con la<br />
sociedad una institución que cumple<br />
sus compromisos fiscales, por ejemplo,<br />
que otra que no lo hace. Lo mismo podría<br />
decirse de las entidades que respetan<br />
las políticas laborales y salariales<br />
promulgadas por las autoridades gubernamentales.<br />
Otros autores también proponen nociones<br />
de justicia que pueden ser aplicadas en el<br />
ámbito de las instituciones. Es el caso de<br />
Nicola Abbagnano (1996), para quien la eficiencia<br />
de la justicia se hace evidente en la<br />
capacidad que ella tenga de garantizar la<br />
consecución de un fin último o valor absoluto.<br />
Los fines a los que más a menudo se<br />
ha recurrido son:<br />
a. La felicidad. La justicia es eficaz cuando<br />
garantiza la felicidad conservando<br />
el orden en la sociedad. “Son justas<br />
las cosas que procuran o mantienen<br />
la felicidad o parte de ella en la<br />
comunidad” (Aristóteles). Cuanto más<br />
justa es una sociedad, más feliz es.<br />
b. La utilidad. La justicia es eficaz<br />
cuando es útil a la sociedad; es decir,<br />
cuando se convierte en solución a<br />
determinadas situaciones humanas.<br />
Las personas y las sociedades más<br />
justas son a la vez las personas<br />
y las sociedades más útiles.<br />
c. La libertad. La justicia es eficaz cuando<br />
ayuda a eliminar los obstáculos<br />
opuestos a la libertad. Cuanto más<br />
justa es una sociedad, más libre es.<br />
d. La paz. La justicia es eficaz cuando<br />
contribuye a alcanzar la paz.<br />
Un ordenamiento justo es un<br />
ordenamiento que garantice la<br />
paz, sustrayendo a los hombres<br />
del estado de guerra. Las<br />
personas y las sociedades más<br />
justas son a la vez las personas y<br />
las sociedades más pacíficas.<br />
Siguiendo estos cuatro fines se puede decir<br />
que una institución es más justa si produce<br />
felicidad a la sociedad y a los individuos,<br />
si es útil a la comunidad, si contribuye al<br />
logro de la libertad y si es fuente de paz y<br />
de reconciliación de las personas.<br />
En su obra Valores en la empresa, Emilio Planas<br />
(2000: 39) afirma:<br />
“La diferencia entre las empresas que<br />
establecen políticas hacia sus stakeholders<br />
más justas que las demás tienen como<br />
base la búsqueda de valores éticos que en<br />
función de proyección de utilidades, han
Universidad y contexto<br />
33<br />
PAZ<br />
FELICIDAD<br />
¿Contribuye la institución al logro<br />
de una mayor felicidad de<br />
las personas y de la<br />
sociedad?<br />
¿Ayuda la institución<br />
a mejorar las relaciones, la<br />
tolerancia, la comprensión y el buen<br />
trato entre personas y entre<br />
entidades?<br />
LIBERTAD<br />
¿Hace más libres la<br />
institución a sus miembros y a la<br />
comunidad en general procurándoles<br />
posibilidades de elección y decisión?<br />
UTILIDAD<br />
¿Es la institución útil a sus<br />
trabajadores, a su sociedad y a su<br />
entorno natural?<br />
Figura 2. La justicia<br />
en la institución como<br />
expresión de valores<br />
absolutos<br />
FUENTE: Hamburger, 2008,<br />
pág. 332 (Adaptación)<br />
demostrado que en el tiempo, es decir,<br />
en el mediano y largo plazos, aseguran un<br />
rendimiento mayor que las centradas en el<br />
rendimiento inmediato que no dudan en<br />
aprovecharse de la debilidad de alguna de<br />
las partes. (…) En general, las relaciones no<br />
equilibradas con bases justas, tenderán a<br />
romperse, es cuestión únicamente de tiempo”.<br />
Sostiene Planas que, además, las empresas<br />
y las instituciones juegan un importante<br />
papel en la labor de asegurar la paz que<br />
tanto necesitan todas las sociedades, y se<br />
pregunta: “¿cómo pensar que habrá paz en<br />
las empresas, si no existe una conciencia en<br />
las actos empresariales de que la injusticia<br />
es la principal causa del rompimiento de<br />
la paz?”. Puntualiza que, en las formas de<br />
organización del trabajo, la justicia es un<br />
valor de mucha trascendencia, porque las<br />
consecuencias de ser o no ser una empresa<br />
justa, ser o no ser un empresario justo, es<br />
vivir en un mundo más pacífico o en uno<br />
de guerra.<br />
Finalmente, Planas dice que la justicia en las<br />
instituciones tiene aplicaciones bastante amplias,<br />
destacándose los siguientes aspectos:<br />
••<br />
Justicia en la remuneración del trabajo.<br />
••<br />
Justicia en el trato a los clientes.<br />
••<br />
Justicia en la selección de personal<br />
para los ascensos en la institución.<br />
••<br />
Justicia en los sistemas de observación<br />
y evaluación del desempeño laboral.<br />
••<br />
Justicia en las relaciones con<br />
los proveedores y bancos.<br />
••<br />
Justicia en el manejo de las<br />
prestaciones sociales.<br />
••<br />
Justicia en el manejo de los<br />
permisos y horarios especiales.<br />
B. La bondad<br />
La bondad es la excelencia de una persona<br />
o de un objeto cualquiera. En sentido general,<br />
es la inclinación natural a hacer el bien.<br />
Para algunos pensadores como Baumgarten<br />
(citado por Abbagnano, 1996, pág. 134),<br />
“la bondad es la determinación de la voluntad<br />
para hacer bien a los demás. El beneficio<br />
es la acción útil para otro, sugerida<br />
por la bondad”. En este sentido, la bondad<br />
se identifica con lo que Aristóteles llamaba<br />
benevolencia (Abbagnano, 1996).<br />
Analizando estas definiciones, encontramos<br />
que el término bondad tiene las siguientes<br />
acepciones principales:<br />
a. Bondad como excelencia.<br />
b. Bondad como inclinación<br />
general hacia el bien.<br />
c. Bondad como benignidad o voluntad<br />
de hacer el bien a las personas.<br />
d. Bondad como benevolencia<br />
o propensión al afecto, a la<br />
indulgencia y a la tolerancia.<br />
Aunque en principio la bondad parece ser<br />
un valor que se restringe al mundo de las
34<br />
Acerca de la justicia y la bondad en las instituciones | Álvaro Andrés Hamburger Fernández<br />
Figura 3. La<br />
bondad como valor<br />
institucional<br />
FUENTE: Hamburger, 2008,<br />
pág. 334 (Adaptación)<br />
Búsqueda<br />
de la<br />
EXCELENCIA<br />
LA BONDAD INSTITUCIONAL<br />
Como expresión de<br />
Inclinación<br />
hacia el<br />
BIEN<br />
Sentido de<br />
BENIGNIDAD<br />
Propensión<br />
hacia la<br />
BENEVOLENCIA<br />
personas, también es posible extrapolarlo<br />
al ámbito de las instituciones. De estas se<br />
puede afirmar que son “buenas”, o que son<br />
“malas” dependiendo de las actitudes y las<br />
acciones que desplieguen en el ejercicio de<br />
sus labores. En tal sentido, es posible hacerse<br />
dos preguntas iniciales: ¿por qué las<br />
instituciones deben ser bondadosas?, y ¿de<br />
qué modo las instituciones pueden ser buenas?<br />
Las respuestas a estas preguntas es lo<br />
que podría permitirnos hablar de la bondad<br />
como valor corporativo que, en este caso, sería<br />
la inclinación consciente de la institución<br />
hacia la excelencia, hacia el bien, hacia la benevolencia<br />
y hacia la benignidad.<br />
1. La búsqueda de la excelencia<br />
en la institución<br />
La primera manifestación del valor de la<br />
bondad en la institución está relacionada<br />
con la búsqueda de la excelencia. La excelencia<br />
se hace evidente cuando la organización,<br />
en el desarrollo de sus actividades, alcanza<br />
los objetivos para los cuales fue creada. En<br />
otras palabras, una institución es buena si<br />
obtiene los resultados que espera. Joaquín<br />
Trigo (2006) lo expresa de esta manera:<br />
"La bondad de una empresa se mide, en primer<br />
lugar, por los resultados que obtiene y justifican su<br />
existencia. Es una condición necesaria y suficiente.<br />
A partir de ahí, es bueno que se fije más metas<br />
que sirvan directamente a otros, pero sin olvidar<br />
que la ordenación de los objetivos por cubrir es<br />
lexicográfica. Así, lo que hace la fundación de Bill<br />
Gates es encomiable, pero es posible gracias a los<br />
recursos que generó en su empresa, y con el trabajo<br />
en ella ha hecho más por la humanidad que<br />
con el buen uso de los beneficios generados…<br />
que no es poco (Trigo, 2006)".<br />
Se deduce de esta afirmación de Trigo, que<br />
la empresa debe “ser buena” en lo que hace;<br />
es decir, debe ser competitiva y alcanzar<br />
resultados económicos. Estos resultados le<br />
permitirán luego ser bondadosa en otros<br />
sentidos más profundos y altruistas que el<br />
financiero, como buscar el bien, ser benigna<br />
y ser benévola.<br />
2. La institución inclinada<br />
a hacer el bien<br />
Si la bondad se define como la determinación<br />
de la voluntad para hacer bien a los demás,<br />
las instituciones bondadosas son aquellas<br />
que generan bienestar, calidad de vida,<br />
prosperidad económica, altos estándares de<br />
comodidad, y confort para los individuos<br />
y las comunidades. Hacer el bien significa<br />
aumentar el beneficio, que es la acción útil<br />
para otro surgida de la bondad. Es buena<br />
entonces la institución que incrementa los<br />
beneficios individuales y sociales: tanto<br />
los económicos, productivos y financieros,<br />
como los sociales, culturales, humanos y<br />
ecológicos.<br />
Pero, como bien se afirma en la definición,<br />
la bondad no es algo que la institución<br />
deba dejar al azar o al acaso; por el contrario,<br />
debe responder a la voluntad explícita<br />
de la institución, mediante la cual<br />
se compromete a hacer el bien, a generar<br />
beneficios sociales, humanos y ecológicos.<br />
Concretamente, las instituciones deben<br />
crear o adscribirse a programas y a entidades<br />
sin ánimo de lucro, ONG y grupos de<br />
beneficencia o de carácter humanitario que<br />
luchan contra el hambre, la pobreza, la explotación,<br />
la discriminación, la violencia; o<br />
que tienen programas para favorecer a la<br />
niñez, el cuidado de los ancianos, la educación<br />
de los más pobres, la promoción<br />
de la salud, etcétera. En otras palabras, la<br />
bondad institucional es directamente proporcional<br />
al sentido humanitario, altruista<br />
y filantrópico que logre encarnar.<br />
3. La benignidad en la institución<br />
La benignidad, término raro o extraño en el<br />
mundo de las instituciones, alude al carácter<br />
de las personas que hace de ellas seres<br />
afables y benévolos; es decir, seres simpáticos,<br />
agradables, suaves en el trato y que
Universidad y contexto<br />
35<br />
manifiestan buena voluntad hacia las demás<br />
personas. ¿Cuándo entonces se puede<br />
decir que una institución es benigna? Esto<br />
ocurre cuando dentro de sus políticas y valores<br />
la entidad ha optado conscientemente<br />
por inculcar entre sus funcionarios una<br />
“cultura” del buen trato y del respeto.<br />
4. La benevolencia en la institución.<br />
Por ser manifestación de la bondad, benevolencia<br />
es un término muy parecido y<br />
cercano a benignidad. La bondad como benevolencia<br />
es la propensión al afecto, a la<br />
indulgencia y a la tolerancia. En tal sentido,<br />
la benevolencia es condición previa de la<br />
benignidad, pues prepara o sirve de base al<br />
carácter propio de las personas benignas.<br />
Las instituciones cuentan con dos formas<br />
concretas de fortalecimiento de la benevolencia:<br />
••<br />
Haciendo explícito en sus perfiles<br />
profesionales y ocupacionales lo<br />
que esperan de sus funcionarios<br />
y empleados al respecto.<br />
••<br />
Ofreciendo programas de formación<br />
y capacitación en relaciones humanas<br />
a todo el personal de la compañía.<br />
En todo caso, la aplicación del valor de la<br />
bondad en las instituciones no es un asunto<br />
de poca monta. En efecto, hemos dicho en<br />
reiteradas oportunidades que la institucional<br />
es una actividad humana, desarrollada<br />
por humanos y encaminada a resolver necesidades<br />
humanas con calidad. Para nadie<br />
es un secreto que todos anhelamos ser<br />
tratados humanamente, que nadie quiere<br />
ser humillado, explotado, maltratado o ignorado.<br />
En este contexto, definitivamente,<br />
la bondad es un valor fundamental, pues<br />
aporta elementos muy valiosos a la tarea<br />
de humanizar todos los ámbitos de la experiencia<br />
humana, entre ellos, obviamente,<br />
la experiencia del trabajo, la productividad<br />
y la búsqueda del bien común.<br />
Conclusiones<br />
1. Hoy nadie duda de la importancia de<br />
la ética tanto para los individuos como<br />
para las instituciones. De ahí el auge de<br />
las éticas aplicadas que buscan llevar a<br />
ámbitos concretos del actuar humano<br />
unos principios éticos generales o universales.<br />
La ética de las organizaciones,<br />
o institucional, es una de estas éticas entre<br />
las que destacan actualmente, entre<br />
otras, la ética médica, la ética ecológica<br />
y la ética política.<br />
2. Las instituciones que quieran generar<br />
una cultura de talante ético no podrán<br />
soslayar dos valores básicos: la justicia<br />
y la bondad. Tanto esta como aquella<br />
pueden ser aplicadas en el ámbito de<br />
la institución generando credibilidad,<br />
confianza y fidelidad de los usuarios y<br />
de la sociedad.<br />
3. Siendo las instituciones organismos que<br />
desempeñan una función de interés público,<br />
están obligadas a ser justas y bondadosas,<br />
pues de esta manera aseguran<br />
la transparencia y la equidad en el cumplimiento<br />
de su misión. Por otra parte,<br />
la responsabilidad social empresarial,<br />
tan en boga hoy por hoy, se fundamenta<br />
principalmente en valores éticos.<br />
Referencias Bibliográficas<br />
Abbagnano, N. (1996). Diccionario de filosofía. México DF,<br />
México: Fondo de Cultura Económica.<br />
Aristóteles (2000). Ética Nicomaquea. Madrid, España: Gredos.<br />
Cortina, A. (2000). Ética de la empresa. Claves para una nueva<br />
cultura empresarial. Madrid, España: Trotta.<br />
Ferrater, J. (1958). Diccionario de filosofía. Buenos Aires,<br />
Argentina: Editorial Suramericana.<br />
Ferrater, J. (1981). Diccionario de filosofía, 2. Barcelona, España:<br />
Alianza Editorial.<br />
Hamburger, A. (2004). Ética de la empresa, el desafío de la nueva<br />
cultura empresarial. Bogotá, Colombia: Paulinas.<br />
Hamburger, A. (2008). Los valores corporativos en la empresa,<br />
cómo suscitarlos, difundirlos y vivenciarlos. Bogotá, Colombia:<br />
Paulinas.<br />
Planas, E. (2000). Valores en la empresa. México DF, México:<br />
Trillas.<br />
Platón (2003). “República”, en: Diálogos, obra completa, Vol. IV.<br />
Madrid, España: Gredos.<br />
Trigo, J. (2006). Las facetas del beneficio, en:<br />
http://www.cincodias.com/articulo/
36<br />
Prospectiva universitaria | Zunilda Pabón Martínez<br />
Prospectiva universitaria:<br />
la universidad abierta a sus entornos, el nuevo paradigma<br />
Autor »<br />
Zunilda Pabón Martínez*<br />
Resumen »<br />
La universidad del nuevo milenio debe ser una institución abierta, que se relaciona<br />
con su medio, que establece vínculos relaciones y redes de cooperación<br />
interinstitucional rebasando la frontera de lo local. La extensión legitima la<br />
presencia de la universidad al establecer el vínculo del país y el mundo. Histórica<br />
y conceptualmente, la universidad es una institución creadora de cultura,<br />
que brinda un servicio público a la sociedad, que debe contribuir al desarrollo<br />
económico y social, aportando desde su saber a la competitividad planteada<br />
en el contexto de un mundo sin fronteras en una sociedad global. Para lograr<br />
este nuevo paradigma, la prospectiva es una herramienta útil para construir<br />
desde el presente, la universidad abierta a sus entornos.<br />
Abstract »<br />
The new millennium university must be an open university that interacts with its<br />
environment, establishes relations and interinstitutional cooperation networks,<br />
crossing over the local bounds. The extension legitimizes the university’s presence<br />
by establishing its link with the country and the world. Historically and conceptually,<br />
the university is a culture creator institution that provides a public service to the<br />
society, which must contribute to the social and economic development from its<br />
knowledge to the proposed competitivity in the context of a world without frontiers,<br />
in a global society. In order to achieve this new paradigm, the Prospective is<br />
a useful tool to build an open university to its environment, from the present time.<br />
Palabras clave »<br />
Keywords<br />
Entorno, prospectiva, universidad abierta<br />
Environment, prospective, open university.<br />
* Coordinadora de la<br />
Unidad de Prácticas<br />
de INPAHU. Socióloga.<br />
Especialista en Dirección<br />
Prospectiva Estratégica de las<br />
Instituciones de Educación<br />
Superior y Universitaria.
Universidad y contexto<br />
37<br />
“El futuro no está en las computadoras sino en las conexiones”<br />
Kevin Kelly<br />
Este milenio, caracterizado por la sociedad<br />
de la información, privilegia la gestión del<br />
conocimiento como factor primordial para<br />
el desarrollo productivo y el logro de la<br />
competitividad; factor que se ha ido demostrando<br />
como vital en los países de la<br />
Cuenca del Pacífico, donde se afirma claramente<br />
que “el conocimiento, teórico, articulado<br />
con las necesidades específicas de<br />
los sectores productivos, es un motor que<br />
acelera el crecimiento y potencia la productividad<br />
de los factores” (Niño, 2005).<br />
En el siglo XXI la valoración que se le hace a<br />
la universidad, adquiere relevancia, lo que<br />
implica para sus actores un mayor compromiso<br />
en la calidad y en la pertinencia<br />
de su saber. Por eso, es imperativo que las<br />
Instituciones de Educación Superior, IES,<br />
fomenten sus relaciones con el sector externo,<br />
no solo para “proyectar” su conocimiento,<br />
sino para que éste adquiera valor,<br />
sea eficaz, mejor conectado, aprendiendo<br />
de los agentes con quienes se relacionan.<br />
La sociedad colombiana necesita IES que se<br />
formulen nuevos retos, instituciones que<br />
dejen de ser eminentemente de tipo docente,<br />
superando las barreras de lo intramural,<br />
para abrirse a nuevas experiencias con el<br />
sector productivo, con las regiones y con<br />
el contexto internacional. Para ello deben<br />
consolidar su función investigativa y trascender<br />
con la función de extensión, de tal<br />
manera que se cierren las brechas y se acorten<br />
las fronteras entre el sector educativo,<br />
el sector productivo, el Estado e incluso<br />
el mundo mismo, mediante acciones conjuntas,<br />
articuladas y pertinentes que respondan<br />
al bienestar de la colectividad, al<br />
desarrollo nacional y a los requerimientos<br />
globales.<br />
La función sustantiva de proyección social<br />
es lo que permite a las IES desarrollar la capacidad<br />
de tejer redes de colaboración de<br />
mutuo beneficio. Tissen, Andriessen & Lekanne<br />
(2000) afirman que “el motivo más<br />
importante para crear una alianza, es obtener<br />
acceso al conocimiento complementario”.<br />
Mientras que Mójica Sastoque (1991,<br />
pág. 1) afirma “que el desarrollo puede ser<br />
modificado por la intervención de cuatro<br />
actores:<br />
1. El poder, conformado por las diferentes<br />
entidades del Estado.<br />
2. El saber, constituido por las Instituciones<br />
de Educación Superior.<br />
3. La producción, donde se hallan los gremios<br />
que congregan a los diferentes medios<br />
de producción.<br />
4. La comunidad representada en las formas<br />
organizadas de los usuarios.<br />
Desde esta perspectiva, es evidente que las<br />
IES deben ampliar la cobertura de sus relaciones<br />
no sólo para aportar a la sociedad y<br />
al desarrollo, sino para verse enriquecidas<br />
por los actores externos.<br />
En el escenario Visión 2019, que plantea<br />
el desarrollo prospectivo del país a través<br />
de la educación, se formula la necesidad<br />
de que las IES potencien su capacidad de<br />
construir futuro, para generar, recrear y<br />
ofrecer nuevas posibilidades de conocimiento;<br />
para gestionar de manera efectiva<br />
sus competencias; para desarrollar interacciones<br />
de manera proactiva y productiva<br />
con el sector externo, pues "el futuro no es<br />
algo determinado sobre el cual el hombre<br />
y sus colectivos sociales no puedan actuar.<br />
El futuro es ese espacio donde sí se puede<br />
y se debe actuar a diferencia del pasado”<br />
(Pabón, 2002) 1 .<br />
Por ello, las IES, para consolidar sus relaciones<br />
externas, deben planear procesos<br />
de transformación en la gestión del conocimiento<br />
y en la gestión administrativa,<br />
con cambios en sus estructuras organizacionales<br />
y académicas que generen nuevos<br />
procesos de interacción, tejiendo redes de<br />
cooperación a nivel interinstitucional, nacional,<br />
regional e internacional, rompiendo<br />
(1) Es consecuencia de los postulados<br />
planteados por Hugues<br />
de JOUVENEL, 1993, en los que<br />
plantea que el futuro es dominio<br />
de la libertad; el futuro es dominio<br />
del poder y el futuro es dominio<br />
de la voluntad. <strong>Revista</strong> Futuribles,<br />
París, <strong>No</strong>. 179 septiembre 1993<br />
Op. Cit Gil Bolívar Fabio Alberto<br />
Prospectiva estratégica: Desde el<br />
presente se forja el futuro, Bogotá,<br />
UNAD, Pág. 48.
38<br />
Prospectiva universitaria | Zunilda Pabón Martínez<br />
(2) Véase sobre este mismo aspecto<br />
el documento: Características<br />
de calidad: Hacia una universidad<br />
autorregulada, expedido por la<br />
Universidad de los Andes, Universidad<br />
del <strong>No</strong>rte, EAFIT, Universidad<br />
de Antioquia, entre otras.<br />
con el esquema de la universidad tradicional<br />
orientada exclusivamente a la formación<br />
de sus estudiantes.<br />
Hoy, la universidad debe ser parte activa<br />
de los diferentes contextos, debe contribuir<br />
al desarrollo de las comunidades, organizaciones<br />
y de la cultura; debe ser agente<br />
de participación política, aportando con su<br />
acervo de conocimientos al desarrollo integral<br />
de la sociedad; debe estar abierta a recibir<br />
lo que esta misma sociedad le ofrece;<br />
esto es lo que hace vital a la universidad al<br />
insertarse proactivamente en el fenómeno<br />
de la globalidad.<br />
El nuevo paradigma amplió el sentido que<br />
tiene la universitas o “saber universal”, al<br />
reconocer que las IES, no son el único estamento<br />
social poseedor de la verdad; el<br />
conocimiento existente en el medio enriquece<br />
a la universidad, renovándola desde<br />
los saberes que pueden ser construidos en<br />
interlocución efectiva con comunidades y<br />
organizaciones.<br />
Si indagamos en las fuentes de la universidad,<br />
según Borrero (1993), encontramos<br />
que la universidad medieval era parte<br />
constitutiva de la vida social. La academia<br />
aportaba su sabiduría y erudición en la<br />
búsqueda de soluciones a los problemas<br />
que se generaban; así hacía presencia la<br />
universidad en su contexto. Siglos más<br />
tarde, en la universidad estadounidense<br />
se desarrolla el concepto moderno de la<br />
función de extensión, mediante los procesos<br />
de investigación que pone al servicio<br />
de la sociedad como retribución a la comunidad<br />
que le cedía tierras para el campus<br />
universitario. Así mismo, nos dice<br />
Borrero Cabal (1993), que la reforma de la<br />
educación británica por William Sewel, en<br />
la segunda mitad del siglo XX, aporta nuevos<br />
elementos a la extensión, con la concepción<br />
de universidad abierta que rompe<br />
con el claustro universitario encerrado en<br />
sí mismo, para salir y extender sus beneficios<br />
en contextos espaciales diversos: “si<br />
es imposible que la masa social llegue a<br />
la universidad, no debe ser inconveniente<br />
que la universidad llegue a la masa” (Gordon<br />
y White, 1992, pág. 67).<br />
En cuanto a la universidad latinoamericana,<br />
implanta “servicio social” como parte<br />
de la formación del estudiante buscando<br />
que gestione su saber en ámbitos externos<br />
a los recintos universitarios, con los que<br />
empiezan a consolidarse las prácticas curriculares<br />
fuera del claustro universitario,<br />
donde se impulsa el trabajo académico del<br />
estudiante, contextualizado con su entorno,<br />
donde la teoría que asimila y construye<br />
en su proceso de aprendizaje en el aula<br />
debe estar contrastada con la realidad,<br />
hecho que trasciende paulatinamente al<br />
desarrollo de las prácticas en el sector empresarial,<br />
las cuales, en sus inicios, se consideraba<br />
que no respondían a los intereses<br />
esenciales de la academia debido a que el<br />
“saber” universitario debía trascender a las<br />
“necesidades inmediatistas y oportunistas”<br />
de las empresas.<br />
Autores de fines del siglo XX, consolidan<br />
un nuevo concepto: “extensión interactiva”<br />
(Gómez de Mantilla, 1993) 2 , donde<br />
universidad y comunidad participan en<br />
relaciones de horizontalidad en la búsqueda<br />
de sus propias soluciones, lo que permite<br />
a la universidad la retroalimentación<br />
de sus procesos académicos y a la comunidad<br />
el conocimiento y resolución de sus<br />
problemas. Este concepto de la extensión<br />
a la integración e interacción establece un<br />
nuevo paradigma que rompe con la concepción<br />
tradicional de extensión unilateral<br />
de la universidad, más de tipo "paternalista"<br />
o de "beneficencia", para hacer más<br />
dinámico y activo el rol que desempeña la<br />
comunidad, que aporta y crea conocimiento<br />
desde su experiencia.<br />
Serres y Coomb (1994) afirman que las<br />
instituciones universitarias no son guetos<br />
cerrados, ni campos de concentración<br />
del saber sino que, en libertad y autonomía,<br />
las universidades deben abrirse a<br />
su ambiente de influencia que trasciende<br />
las fronteras locales, donde los procesos<br />
de extensión interactiva son básicamente<br />
procesos comunicativos con una explícita<br />
intención formativa basada en una concepción<br />
del desarrollo humano y social;<br />
donde los agentes de extensión universitaria<br />
se insertan en contextos sociocultu-
Universidad y contexto<br />
39<br />
rales e históricos determinados, en los que<br />
interactúan de manera abierta y dinámica,<br />
propiciando la participación en la búsqueda<br />
de soluciones.<br />
En concordancia con la evolución planteada,<br />
se observa cómo la interacción universidad–comunidad-empresa,<br />
es de carácter<br />
bidireccional, mediante<br />
acciones en la sociedad,<br />
para la sociedad y<br />
con la sociedad, superando<br />
las barreras de<br />
"Las universidades<br />
deben abrirse a<br />
su ambiente de<br />
influencia, el cual<br />
trasciende las<br />
fronteras locales".<br />
desconfianza mutua,<br />
de transferencia lineal<br />
del conocimiento, donde<br />
la universidad es<br />
la creadora del conocimiento<br />
y las comunidades<br />
son entes minusválidos que para<br />
gestionar su desarrollo, requieren de un<br />
“lazarillo”: la universidad o en el caso de<br />
la empresa que, del rol de cliente, pasan<br />
a una interacción proactiva, donde la universidad<br />
valora la experticia de la empresa<br />
en campos de desarrollo tecnológico<br />
y la empresa, aprecia los conocimientos<br />
que le aporta la universidad en su gestión.<br />
La prospectiva y su papel para<br />
construir futuro desde un nuevo<br />
paradigma de la universidad<br />
En estricto sentido, hablar de futuro implica<br />
hablar sobre algo que no existe, pero<br />
de una u otra manera buscamos, soñamos<br />
con “construir el mañana”, hacemos planes<br />
para “forjar nuevas realidades”, realizamos<br />
investigaciones para definir y determinar<br />
las alternativas futuras a las que nos<br />
enfrentamos.<br />
La prospectiva, entendida como reflexión<br />
para iluminar la acción del presente con<br />
la luz de los futuros posibles, es herramienta<br />
fundamental para alcanzar resultados<br />
integrales y pertinentes en este<br />
campo de la interacción externa. Desde la<br />
visión prospectiva podemos afirmar que<br />
el futuro no es una realidad única y predeterminada<br />
sino una realidad múltiple,<br />
elegida y construida por el hombre y sus<br />
colectivos.<br />
Vivimos en un mundo de cambios constantes<br />
y acelerados, ya no es suficiente con<br />
tener organizaciones flexibles y adaptables<br />
para dar una respuesta pronta al entorno,<br />
bien podían haber sido válidos cuando el<br />
ritmo de los cambios eran lentos, pero no<br />
hoy, donde las transformaciones no dan<br />
espera, donde debemos ser competitivos<br />
si queremos ser exitosos.<br />
Sólo desde una<br />
reflexión anticipatoria<br />
se pueden generar<br />
cambios más pertinentes,<br />
la “adaptabilidad<br />
instantánea no deja de<br />
ser una vana ilusión”;<br />
por ello, se plantea que<br />
al interior de nuestras<br />
instituciones debemos<br />
“impulsar tres conceptos que son base de<br />
la competitividad estratégica: anticipación,<br />
innovación y rapidez (Mojica, 1998).<br />
Estos aspectos deben caracterizar a las organizaciones<br />
altamente productivas, en<br />
contraposición a las que se distinguen por<br />
prácticas de tipo contestatario, con posiciones<br />
conservadoras e insulares que las<br />
alejan de una realidad global e interdependiente.<br />
Llegar a la prospectiva es el resultado<br />
de un proceso de maduración de la<br />
corriente del pensamiento humano, no del<br />
azar; implica pasar de un proceso simplista<br />
de percepción del futuro, a un proceso<br />
sistematizado que acorte las brechas de la<br />
incertidumbre (Mojica, 1998).<br />
Para la universidad del futuro debe ser<br />
un “proceso histórico” y no un destino<br />
al que se llega, es un escenario elegido y<br />
construido por los esfuerzos y la voluntad<br />
proactiva de su colectivo que quiere llegar<br />
hasta él, interviniendo estratégicamente el<br />
presente para el mejoramiento de la calidad<br />
de vida humana, con ideales y valores<br />
universitarios que edifiquen un mundo<br />
mejor.<br />
Planear, prospectar, direccionar a través<br />
de proyectos de largo aliento y con visión<br />
futurista es lo que empieza a dotarnos de<br />
poder, a no estar al vaivén de los cambios,<br />
a tomar decisiones más libres, más pen-
40<br />
Prospectiva universitaria | Zunilda Pabón Martínez<br />
sadas y menos producto del impulso, del<br />
azar o de las presiones del cambio no esperado.<br />
Desde esta perspectiva, el futuro de la universidad<br />
es verdaderamente un espacio<br />
de construcción que lleva a la concepción<br />
más humanizadora del hombre, en su capacidad<br />
de autodeterminación, desde su<br />
esencia como institución con una responsabilidad<br />
social que interacciona con sus<br />
semejantes, para ir construyendo historia,<br />
para ir tejiendo sociedad, para ir aportando<br />
a la cultura, conforme a los parámetros que<br />
ella misma se demarca desde su proyecto<br />
histórico institucional.<br />
Esta metodología nos llevaría a que las<br />
instituciones universitarias se conviertan<br />
en vigías que otean permanentemente el<br />
horizonte, para realizar acciones de intervención<br />
del presente, en un ejercicio sistematizado<br />
de reflexión sobre la realidad que<br />
pretendemos abordar; donde la “arquitectura<br />
del futuro” debe ser asumida por el<br />
colectivo institucional a través de un PEI<br />
de largo plazo, que avizorando los escenarios<br />
futuribles del mundo, del país, de las<br />
organizaciones y de la misma universidad,<br />
direccione su presente para construir el escenario<br />
deseado por todos, en un contexto<br />
global.<br />
Estratégicamente necesitamos universidades<br />
abiertas, que aporten efectivamente a<br />
la sociedad, con una interacción que conjugue<br />
esfuerzos y experiencias para el beneficio<br />
mutuo.<br />
Referencias Bibliográficas<br />
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función universitaria de extensión. Simposio Permanente sobre<br />
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Mojica S., J. F. (1991). La prospectiva. Técnicas para visualizar el<br />
futuro, Bogotá: Legis Editores, S.A
Universidad y contexto<br />
41<br />
Instituciones de educación superior<br />
y el mercadeo de la oferta educativa en Colombia<br />
Autor »<br />
Juan Carlos Reyes Rojas*<br />
Resumen »<br />
La educación es un derecho de todos los ciudadanos y las instituciones de educación superior<br />
son organizaciones que posibilitan el acceso a este derecho, son empresas que deben<br />
ser viables económicamente. Esto quiere decir que a pesar de su estatus de organizaciones<br />
sin ánimo de lucro, deben preocuparse por la satisfacción de sus “clientes” y a la vez, generar<br />
ingresos. Una apropiada gestión de mercadeo 1 de estas instituciones es necesaria para<br />
lograr el cometido anterior.<br />
Esto supone la satisfacción de sus clientes (estudiantes), también de sus profesores, de sus<br />
proveedores, de sus empleados, de la comunidad en general, y por supuesto, de quienes<br />
han invertido su capital para ofrecer este servicio. Tomando como referente el texto Los diez<br />
pecados capitales del marketing y la experiencia del autor del presente artículo, se realiza<br />
una examen de la gestión de estas instituciones, en el logro de su papel como empresas<br />
de servicios. Si estas instituciones aplican correctamente las estrategias de marketing, que<br />
implica en primera instancia la mejor calidad de los servicios educativos ofrecidos, las instituciones<br />
pueden esperar el éxito frente a la competencia que le representan las demás<br />
instituciones. Si no es así y se comenten los pecados del marketing, las instituciones corren<br />
el riesgo de desaparecer.<br />
Abstract »<br />
Education is a right of all citizens and institutions of higher education, organizations that facilitate<br />
access to this law, its companies are to be economically viable. This means that despite its status as<br />
nonprofit organizations, must worry about the satisfaction of their "clients" and generate income too.<br />
An appropriate marketing management of these institutions is necessary to achieve the task earlier.<br />
This involves the satisfaction of their customers (students), also their teachers, their suppliers, their employees,<br />
the community in general and of course those who have invested their capital to offer this<br />
service. Drawing on the text, "The ten deadly sins of marketing" and the author's experience, there is a<br />
management review of these institutions, to achieve its role as service companies. If these institutions<br />
properly implemented marketing strategies, which involves primarily the highest quality of educational<br />
services offered, the institutions can expect success from competition that will represent the other<br />
institutions, if they commit the sins of marketing, institutions are at risk of disappearing.<br />
Palabras clave »<br />
Keywords<br />
Instituciones de educación superior, mercadeo, clientes, oferta educativa.<br />
Higher education institutions, marketing, marketing management, customers,<br />
students, teachers.<br />
* Decano Facultad de Ciencias<br />
Económicas y Administrativas<br />
de INPAHU. Administrador<br />
de Empresas. Magíster en<br />
Educación; especialista en<br />
Docencia Universitaria.
42<br />
Instituciones de educación superior y el mercadeo de la oferta educativa en Colombia | Juan Carlos Reyes Rojas<br />
(1) Según Toca (2006), la comunidad<br />
académica hispana sigue<br />
debatiendo alrededor de los términos:<br />
mercadotecnia, mercadología<br />
y mercadeo, para determinar cuál<br />
se ajusta a la palabra y al concepto<br />
anglosajón marketing. En este<br />
escrito se toma el término mercadeo<br />
pero también aparecen los<br />
otros según se encuentren en los<br />
textos originales, pero con idéntico<br />
significado.<br />
(2) Las organizaciones son<br />
grupos de personas que trabajan<br />
juntas para lograr el propósito de<br />
producir bienes y servicios que<br />
satisfagan las necesidades de los<br />
clientes y para que las organizaciones<br />
puedan justificar su existencia<br />
deben producir algo útil para la<br />
sociedad. (Schermerhorn,2002,<br />
pág. 5)<br />
(3) El mercadeo es un proceso<br />
social y administrativo por medio<br />
del cual los individuos y grupos<br />
obtienen lo que necesitan mediante<br />
la creación e intercambio<br />
de productos y valores con otros.<br />
(Kotler,, 1998, pág. 4)<br />
La educación es un derecho, con carácter<br />
de servicio público, que tiene toda persona<br />
y que resume las libertades de enseñanza,<br />
aprendizaje, investigación y cátedra. Este<br />
es el principal objetivo de la Ley General<br />
de Educación de 1994. Los establecimientos<br />
educativos, públicos y privados son las<br />
entidades que prestan este servicio, en los<br />
diversos niveles de la educación, con el fin<br />
de atender la demanda de formación de la<br />
población colombiana.<br />
El artículo que a continuación se presenta<br />
es ante todo una reflexión, que pretende<br />
dar una mirada a la gestión de mercadeo<br />
de las Instituciones de Educación Superior<br />
(IES), reconociendo que existen varias que<br />
son modelo de gestión y que, por lo tanto,<br />
su acreditación institucional obedece a la<br />
apropiada administración y gestión organizacional,<br />
que las ha llevado a la obtención<br />
de este reconocimiento 2 .<br />
Según información del CNA, las instituciones<br />
acreditadas hasta octubre del 2008 son:<br />
la Pontificia Universidad Javeriana, EAFIT,<br />
Universidad de Antioquia, Universidad<br />
Externado de Colombia, Universidad Industrial<br />
de Santander, Universidad del<br />
Valle, Universidad Tecnológica de Pereira,<br />
Universidad de los Andes, Universidad del<br />
Rosario, Universidad de la Sabana, Universidad<br />
Pontificia Bolivariana, Universidad<br />
de Caldas, Escuela Naval de Suboficiales y<br />
la Universidad de la Salle.<br />
En varios escenarios de discusión se olvida<br />
que las IES son ante todo organizaciones<br />
de servicios que deben ser viables económicamente,<br />
en el sentido de satisfacer necesidades<br />
de formación de los ciudadanos,<br />
pero garantizando, a quienes trabajan en<br />
este campo, un empleo digno que cumple<br />
los requerimientos de ley.<br />
La hipótesis para el lector: Las IES dependen<br />
de una apropiada gestión de mercadeo,<br />
ya que los registros calificados y las<br />
acreditaciones no garantizan que la oferta<br />
educativa se venda por sí misma.<br />
Para plantear esta reflexión, se aborda<br />
como referente teórico el texto los diez pecados<br />
capitales del marketing (Kotler, 2006) y se<br />
contrasta con algunas experiencias que al<br />
autor de este artículo ha tenido como actor<br />
en la educación superior, en IES contempladas<br />
en la ley colombiana: instituciones<br />
técnicas, tecnológicas, instituciones universitarias<br />
y universidades. (Ley 30 de 1992).<br />
El texto citado es fruto del análisis de muchos<br />
años de trabajo por parte del autor<br />
del libro, quien presenta a la comunidad<br />
académica un diagnóstico centrado en diez<br />
grandes aspectos que a continuación se<br />
describen:<br />
1. La empresa no está suficientemente focalizada<br />
en el mercado y orientada hacia<br />
el consumidor.<br />
2. La empresa no conoce totalmente a sus<br />
consumidores objetivo.<br />
3. La empresa tiene que definir y controlar<br />
mejor a sus competidores.<br />
4. La empresa no ha gestionado correctamente<br />
las relaciones con sus grupos de<br />
interés.<br />
5. A la empresa no se le da bien encontrar<br />
nuevas oportunidades.<br />
6. Los planes de marketing y los procesos<br />
de planificación de la empresa son deficientes.<br />
7. La empresa tiene que mejorar sus políticas<br />
de producto y servicio.<br />
8. Las capacidades de creación de marca<br />
y de comunicaciones de la empresa son<br />
insuficientes.<br />
9. La empresa no está bien organizada<br />
para llevar a cabo un marketing efectivo<br />
y eficiente.<br />
10. La empresa no ha hecho una utilización<br />
máxima de la tecnología.<br />
Es importante reconocer que como cualquier<br />
organización, las IES necesitan<br />
clientes, aunque por el tema relacionado<br />
con lo social el término clientes no suene<br />
muy bien, pero finalmente los estudiantes<br />
lo son. En el mismo sentido, es necesario<br />
aceptar que deben hacer mercadeo 3 . Como<br />
en toda organización, las ventas totales se<br />
componen de clientes nuevos y clientes actuales;<br />
para efectos de las IES los clientes<br />
nuevos son los estudiantes que ingresan a<br />
primer semestre y los clientes actuales son
Universidad y contexto<br />
43<br />
aquellos que cursan de segundo semestre<br />
en adelante.<br />
Esta reflexión no pretende desconocer el<br />
hecho relacionado con el derecho a la educación,<br />
ni mucho menos con el estatus de<br />
servicio público. Sin embargo, como se expone<br />
en el párrafo anterior, las instituciones<br />
que ofrecen este servicio, sean públicas<br />
o privadas, necesitan INPUTS (estudiantes,<br />
clientes) para ser viables social y económicamente.<br />
La empresa no está suficientemente<br />
focalizada en el mercado y<br />
orientada hacia el consumidor<br />
“Identificación deficiente de los segmentos<br />
de mercado, insuficiente priorización<br />
de los segmentos de mercado y<br />
carencia de gestores de segmentos de<br />
mercado” (Kotler, 1998, pág. 22).<br />
En este sentido, los segmentos van mucho<br />
más allá de un estrato o tipo de colegio, las<br />
IES deben establecer segmentos específicos<br />
por medio del conocimiento de sus clientes<br />
actuales, es decir, lograr entender la composición<br />
de quienes forman la comunidad<br />
académica de modo tal que se establezcan<br />
edades, ciudades de origen, tipos de colegio<br />
según las modalidades de formación,<br />
según el pago de la matrícula, según los<br />
resultados de las pruebas de estado.<br />
Por otra parte, es muy importante conocer<br />
las expectativas de los bachilleres, quienes<br />
deben llegar a la educación superior.<br />
Para ello se deben experimentar planes<br />
de orientación vocacional en los cuales se<br />
pueda establecer los gustos y afinidades.<br />
En función de lo anterior, las IES deben tener<br />
información acerca de las necesidades<br />
del país y del mundo, con el fin de ofrecer<br />
alternativas de formación pertinentes con<br />
el contexto local y mundial.<br />
Tradicionalmente se piensa que el estudiante<br />
forma parte de la comunidad académica<br />
y por ello no se le brinda trato de<br />
cliente. Las IES deben procurar darle el<br />
estatus de consumidor y actuar en consecuencia<br />
aunque se esté consolidando un<br />
proceso de formación. Muchas veces se<br />
confunde esta situación y al estudiante se<br />
le trata como alguien que no merece toda<br />
la atención y servicio.<br />
Las IES deben abordar los colegios que hayan<br />
sido fruto del estudio del segmento y<br />
preparar a sus “vendedores” para que los<br />
clientes sean abordados correctamente, ya<br />
que esta es una venta técnica en el sentido<br />
de la Ley y las normas que rigen la educación<br />
superior.<br />
La empresa no conoce totalmente<br />
a sus consumidores objetivo<br />
“El último estudio de los consumidores se<br />
hizo hace tres años, los consumidores no<br />
están comprando los productos al ritmo<br />
esperado, los productos de la competencia<br />
se están vendiendo mejor, existe un<br />
elevado nivel de devoluciones y quejas<br />
de los clientes” (Kotler, 1998, pág. 37).<br />
Las IES deben conocer plenamente a sus<br />
clientes con el fin de establecer los segmentos<br />
de mercado apropiados (Klainer, 2008),<br />
en este sentido, se debe conocer al cliente<br />
para establecer variables socioeconómicas,<br />
psicográficas y conductuales con el fin de<br />
mejorar los esfuerzos de mercadeo y concentrarse<br />
así en su segmento.<br />
Dentro de las variables psicográficas están:<br />
personalidad, estilos de vida, intereses,<br />
gustos, inquietudes, opiniones y valores.<br />
En cuanto a las variables conductuales se<br />
encuentran la lealtad de marca; beneficios<br />
buscados: precio, calidad, servicio, tipo de<br />
usuario y nivel de uso.<br />
Muchas IES no son conscientes de que estos<br />
clientes pueden identificarse con una<br />
marca y resolver sus necesidades de formación<br />
a todo nivel en una sola casa de<br />
estudios.<br />
Es necesario reconocer qué fase del ciclo de<br />
vida de los productos (Garrido, 2003, pág.<br />
72) está atravesando la oferta de cada IES.<br />
Esto podría explicar la disminución o incremento<br />
de la demanda de algunos programas.<br />
La oferta de programas puede encon-
44<br />
Instituciones de educación superior y el mercadeo de la oferta educativa en Colombia | Juan Carlos Reyes Rojas<br />
trarse en cualesquiera de las cuatro fases:<br />
emergente, creciente, madurez o declive.<br />
Las devoluciones para el caso de la educación<br />
equivale a la deserción, el estudio<br />
del Sistema de Prevención y Análisis de la<br />
Deserción en las instituciones de educación<br />
superior, SPADIES, ha mostrado que los<br />
estudiantes no se retiran únicamente por<br />
motivos económicos.<br />
La competencia se ha convertido en un factor<br />
de alta incidencia en la gestión de algunas<br />
IES, ya que han generado estrategias<br />
del mercadeo convencional y haciendo uso,<br />
bien sea de la publicidad y otras herramientas,<br />
quitan participación de mercado a otras<br />
que tradicionalmente no habían tenido problemas<br />
de ingreso de nuevos clientes.<br />
La empresa tiene que definir y<br />
controlar mejor a sus competidores<br />
“La compañía carece de un sistema que le<br />
permita reunir y distribuir la inteligencia<br />
competitiva; la compañía se está focalizando<br />
excesivamente en sus competidores<br />
más próximos y está pasando por alto<br />
competidores más alejados y tecnologías<br />
perjudiciales” (Kotler, 1998, pág. 55).<br />
Este punto tiene alta relación con el conocimiento<br />
del segmento, debido a que la<br />
educación superior ofrece varias alternativas<br />
de formación, lo cual hace que la competencia<br />
no se limite al tema estrictamente<br />
geográfico. Este es un aspecto que muchas<br />
IES no analizan con claridad.<br />
Otro aspecto de suma importancia es la comunicación<br />
y enganche de los clientes nuevos,<br />
que ocurre por mejor utilización de la<br />
tecnología; entonces facilitan los procesos<br />
de inscripción logrando así una ligera ventaja<br />
que junto a estrategias de admisión<br />
permiten un cierre de venta efectivo.<br />
La empresa no ha gestionado<br />
correctamente las relaciones con sus<br />
grupos de interés (Stakeholders)<br />
“Los empleados no están satisfechos, no ha<br />
atraído a los mejores proveedores, no tiene los<br />
mejores distribuidores y sus concesionarios<br />
están descontentos, los inversores no están<br />
satisfechos” (Kotler, 1998, pág. 61).<br />
Este aspecto se encuentra muy desigual en<br />
las diversas IES, puesto que los principales<br />
actores en la prestación del servicio son<br />
los docentes y en varias IES no está reglamentado<br />
un escalafón docente, tampoco<br />
responden a las expectativas de quienes<br />
prestan los servicios de docencia. De la<br />
misma manera influye la distribución de<br />
los tiempos en docencia, investigación y<br />
proyección social.<br />
Los proveedores juegan un papel primordial<br />
en la prestación de este servicio,<br />
puesto que las IES no son autosuficientes y<br />
demandan servicios externos. Para lograr<br />
esto, se debe consolidar alianzas estratégicas<br />
que permitan, a cualquier institución,<br />
dedicarse a su campo de acción, es decir, a<br />
la docencia y no a realizar actividades en lo<br />
que otros ya se han especializado.<br />
Aunque no sea común, las IES deben implementar<br />
una figura que haga las veces de<br />
distribuidores y concesionarios, con el fin de<br />
garantizar clientes nuevos en todos los períodos<br />
lectivos. Esto podría manejarse a través<br />
de orientadores profesionales, con el apoyo<br />
de un estudio individual de competencias.<br />
A la empresa no se le da bien<br />
encontrar nuevas oportunidades<br />
“La empresa no ha identificado ninguna<br />
oportunidad llamativa en los últimos<br />
años, la mayoría de las nuevas ideas<br />
que ha lanzado la compañía han<br />
fracasado” (Kotler, 1998, pág 71).<br />
Las IES deben diseñar un sistema para estimular<br />
las nuevas ideas de los empleados.<br />
Esto quiere decir que se debe concretar un<br />
espacio de discusión y análisis para hablar<br />
y debatir nuevas alternativas de negocios y<br />
por supuesto estar abiertos a ellas, sin incurrir<br />
en fraude ni cometer infracciones a la ley.<br />
Dentro de este sistema, se debe pensar en<br />
un plan de estímulos efectivo; por ejemplo,<br />
hacer partícipe del ahorro efectivo a quien
Universidad y contexto<br />
45<br />
generó y puso en marcha la idea de eliminar<br />
un trámite, analizando los beneficios y<br />
haciéndolo partícipe de ello; si en otro caso<br />
alguien puede generar un ingreso, pues<br />
debe participar con un porcentaje de la negociación<br />
realizada.<br />
Este punto se encuentra muy vinculado<br />
con las relaciones que tienen las IES con los<br />
grupos de interés; una persona motivada<br />
genera ideas y valor agregado, encuentra<br />
el buen trato, el respeto por lo que se hace,<br />
el cumplimiento de la jornada del trabajo,<br />
el aprovechamiento del tiempo y hasta los<br />
ingresos económicos.<br />
Los planes de marketing y los<br />
procesos de planificación de la<br />
empresa son deficientes<br />
“El plan de marketing carece de los<br />
componentes lógicos o adecuados,<br />
los planes carecen de un medio para<br />
simular las implicaciones financieras<br />
de estrategias alternativas, los<br />
planes carecen de planificación de<br />
contingencias” (Kotler, 1998, pág. 81).<br />
Se debe realizar un diagnóstico estratégico<br />
para conocer la realidad de la empresa.<br />
Esta realidad dará la medida de lo que<br />
es alcanzable en la organización. Existen<br />
instancias que pueden incidir en las propuestas<br />
y el logro de mejores resultados<br />
comerciales, cumpliendo la promesa básica<br />
ofrecida a los clientes.<br />
Lo anterior es viable siempre que se haga un<br />
análisis de debilidades, oportunidades, fortalezas<br />
y amenazas, DOFA, es decir, un ejercicio<br />
honesto, sincero y ante todo real, puesto<br />
que si la información que se suministra en el<br />
plan de mercadeo no corresponde a la realidad<br />
del entorno y de la empresa, las decisiones<br />
y estrategias tampoco corresponderán<br />
al momento histórico de la IES y por ende la<br />
probabilidad de malos resultados será alta.<br />
La empresa tiene que mejorar sus<br />
políticas de producto y servicio<br />
“La empresa tiene demasiados productos<br />
y muchos están perdiendo dinero. La<br />
empresa está ofreciendo muchos servicios<br />
gratuitamente. La empresa no es fuerte<br />
en la venta cruzada de sus productos<br />
y servicios” (Kotler, 1998, pág. 87).<br />
Se debe realizar un estudio de costos y validar<br />
toda la contabilidad de las IES con la<br />
contabilidad de costos, y generar los informes<br />
de ejecución presupuestal para estimular<br />
la cultura de la austeridad.<br />
Igualmente, analizar qué se está ofreciendo<br />
sin costo y replantear esta situación; también<br />
es importante tener estudios de capacidad<br />
con el fin de establecer si la tasa de<br />
servicio es superior a la tasa de retorno. Si<br />
esta situación no se presenta, se empieza a<br />
prestar el servicio de manera inadecuada.<br />
Por otra parte, las IES tienen una gran<br />
oportunidad en la venta cruzada, puesto<br />
que las necesidades de capacitación son<br />
muy amplias y pueden ofrecerse cursos de<br />
todo tipo, pero debe haber precios y condiciones<br />
que motiven a la compra de estos.<br />
Además, los estudiantes egresados son una<br />
fuente de educación continuada y posgradual.<br />
Si el estudiante se siente satisfecho<br />
con los servicios recibidos seguramente<br />
demandará los servicios de nuevo.<br />
Igualmente, las IES deben ser expertas en la<br />
aplicación del marketing, conocer sobre los<br />
aspectos básicos que deben tener en cuenta<br />
las empresas de servicios, los momentos de<br />
verdad y los principales aspectos que evalúan<br />
quienes demandan servicios.<br />
Con base en lo anterior, se dejaría de oir<br />
frecuentes quejas de los estudiantes, tales<br />
como: “qué desorden en la Facultad de Administración”,<br />
“no hay justicia en esta Facultad<br />
de Derecho”, “qué desinformación<br />
en esta Facultad de Comunicación”, “no se<br />
ve la tecnología en la Facultad de Ingeniería”,<br />
“qué mal atienden en esta Facultad de<br />
Mercadeo”.<br />
Estos comentarios son frecuentes en la comunidad<br />
estudiantil, por eso mismo las<br />
IES, como organizaciones de servicios, deben<br />
ser ejemplo de todo tipo de estrategias<br />
de servicios y preparar a los colaboradores
46<br />
Instituciones de educación superior y el mercadeo de la oferta educativa en Colombia | Juan Carlos Reyes Rojas<br />
con actitud y horarios en los que se atienda<br />
favorablemente sin llegar al servilismo.<br />
Hoy, la calidad es un tema relevante en las<br />
IES, aspecto en el que no se puede ahorrar<br />
dinero. Las IES acreditadas institucionalmente<br />
han demostrado que involucrar calidad<br />
y pensar por procesos significa mejor<br />
prestación del servicio, por lo tanto, mayores<br />
posibilidades de ingresos económicos.<br />
Las capacidades de creación de<br />
marca y de comunicaciones de<br />
la empresa son insuficientes<br />
“El mercado objetivo no sabe mucho de<br />
la empresa, la marca no se considera tan<br />
especial y mejor que las demás marcas,<br />
la empresa asigna el presupuesto a las<br />
mismas herramientas de marketing en las<br />
mismas cantidades aproximadamente<br />
cada año; la empresa hace muy poca<br />
evaluación del impacto de la rentabilidad<br />
de la inversión de sus diferentes programas<br />
promocionales" (Kotler, 1998, pág. 65).<br />
Esta es una labor que las IES deben revisar<br />
con detenimiento, aunque la educación sea<br />
un derecho, debe “ofertar sus servicios”<br />
empleando todos los mecanismos posibles<br />
de comunicación, ojalá haciendo énfasis en<br />
un segmento indicado.<br />
Hoy se ve cómo las IES acuden a canales<br />
que tradicionalmente no eran medios de<br />
comunicación para la educación superior.<br />
Se aprecian comerciales de televisión, cuñas<br />
radiales, avisos de todo tipo en los periódicos<br />
de circulación nacional, material<br />
promocional, eventos feriales, encuentros<br />
y concursos, entre otros medios.<br />
La empresa no está bien<br />
organizada para llevar a cabo un<br />
marketing efectivo y eficiente<br />
“El director de marketing no parece muy<br />
efectivo, el personal carece de algunos de<br />
los conocimientos de marketing necesarios<br />
en el siglo XXI, hay malas vibraciones<br />
entre marketing/ventas y los otros<br />
departamentos”. (Kotler, 1998, p. 111)<br />
Quienes lideran la gestión de mercadeo<br />
en las IES deben conocer sobre el sector<br />
educativo, las principales directrices y los<br />
aspectos legales para la apropiada promoción<br />
de la oferta educativa.<br />
Por otra parte, el líder de cada IES es quien<br />
da la categoría e importancia a los conflictos<br />
que se presentan en este sentido; por ejemplo,<br />
es el área de mercadeo quien realiza los<br />
contactos, y el académico la venta técnica,<br />
pero esta forma de actuar y proceder solo es<br />
fruto del consenso y la delimitación clara de<br />
funciones en las diversas actividades.<br />
También, la década pasada dejó ver que la<br />
educación en su totalidad no era de calidad.<br />
Los indicios de que esto no anda bien<br />
los anunció el texto Saldo rojo. Crisis en la<br />
educación superior (Cubillos, 1998), el cual<br />
daba cuenta de varias instituciones que se<br />
veían involucradas en diversas situaciones<br />
que no necesariamente indicaban calidad,<br />
por esta razón la educación perdió también<br />
credibilidad y los esfuerzos para volver a<br />
creer en las IES son un gran reto para los<br />
gestores de marketing en estas organizaciones,<br />
la información que se dé y los aspectos<br />
de ley son las dos principales herramientas<br />
para promocionar educación superior.<br />
La empresa no ha hecho utilización<br />
máxima de la tecnología<br />
“La compañía ha hecho un uso mínimo de<br />
internet, el sistema de automatización de<br />
las ventas está anticuado, la compañía no<br />
ha introducido ninguna automatización<br />
de mercado; el grupo de marketing carece<br />
de modelos de soporte de la toma de<br />
decisiones, el grupo de marketing tiene<br />
que desarrollar cuadros de mando de<br />
marketing” (Kotler, 1998, pág. 139).<br />
Esto lo han entendido las empresas del<br />
sector real y lo están aplicando a grandes<br />
pasos. Es común escuchar que las empresas<br />
están cambiando su plataforma tecnológica<br />
para soportar mejor la información<br />
de los clientes.<br />
Se hace necesario que las IES cambien sus<br />
plataformas y adopten las medidas nece-
Universidad y contexto<br />
47<br />
sarias para realizar este cambio ya que los<br />
datos de los estudiantes se han convertido<br />
en un activo muy valioso, una fuente de<br />
mucha información, que sabiendo emplear<br />
puede arrojar buenos resultados.<br />
Conclusiones<br />
1. Las Instituciones de Educación Superior,<br />
IES que piensan y aplican el mercadeo<br />
y los principios básicos del mercadeo<br />
de servicios, posiblemente no<br />
cometen los diez pecados capitales del<br />
marketing.<br />
2. Desconocer principios de mercadeo,<br />
por parte de las IES, podrá incidir en la<br />
disminución de sus clientes y por ende<br />
poner en peligro su existencia.<br />
3. La calidad juega un papel fundamental<br />
en la gestión empresarial. Varias IES<br />
están en camino hacia la búsqueda del<br />
logro del cumplimiento de altos estándares.<br />
Este aspecto incide en la comercialización<br />
de la oferta educativa.<br />
4. Las IES también tienen clientes (estudiantes)<br />
nuevos y antiguos que demandan<br />
estrategias de atención y servicios<br />
oportunos. La impresión que se llevan<br />
en la primera venta, pregrado, será crucial<br />
para la venta que se puede hacer en<br />
posgrado y educación continuada.<br />
5. Las IES son empresas de servicios que<br />
deben enfocarse al mercado (satisfacer<br />
la demanda) y al consumidor sin perder<br />
el rigor académico y la calidad.<br />
Referencias Bibliográficas<br />
Cubillos, C. (1998). Saldo Rojo: Crisis en la educación superior.<br />
Bogotá: Editorial Planeta<br />
Garrido B., S.(2003). Dirección Estratégica. Madrid: Editorial<br />
Mc Graw-Hill.<br />
Kotler P. (2006). Los diez pecados capitales del marketing.<br />
Barcelona: Editorial Deusto.<br />
Kotler P., Armstrong G. (1998). Fundamentos de Mercadotecnia.<br />
México: Editorial Prentice Hall.<br />
Klainer V. Conociendo al Consumidor. PDF Segmentación<br />
psicográfica, conocer al consumidor, en http://segmento.itam.<br />
mx/Administrador/Uploader/material/Segmentacion/<br />
Psicografica,<br />
REPÚBLICA DE COLOMBIA. Congreso de la República.<br />
Ley 30 de 1992. Por la cual se organiza el servicio público de<br />
educación superior<br />
REPÚBLICA DE COLOMBIA. Congreso de la República.<br />
Ley 115 de 1994. Por la cual se expide la ley general de<br />
educación.<br />
Schermerhorn J.R. Jr.(2002). Administración. México: Editorial<br />
Limusa Wiley.<br />
Toca T. C. E. (2006). ¿Qué significa en realidad marketing?.<br />
implementación del capital intelectual en las universidades:<br />
una aproximación. Ponencia presentada en el 4to Congreso<br />
Internacional de”Educación Superior”, La Habana, Cuba:<br />
Palacio de las Convenciones.
48<br />
Conocimiento y aprendizaje desarrolla cinco tópicos fundamentales<br />
para el ejercicio de la docencia universitaria. El primero rescata el trabajo<br />
en el aula de clase como obstáculo, pero a la vez como herramienta eficaz<br />
de aprendizaje. El segundo propone la sistematización como un proceso<br />
permanente y acumulativo de producción de conocimiento, a partir de<br />
experiencias que posibilitan la interacción entre el sujeto y el objeto, entre<br />
el que sabe y el que actúa. En el tercero se presenta el reto y la contribución<br />
de las bibliotecas universitarias desde una perspectiva posmoderna. En el<br />
cuarto se aborda y plantea la noción de conocimiento colectivo, como<br />
aquella capacidad que tienen las instituciones y las empresas para crearlo.<br />
Y el último artículo fundamenta el enfoque de la responsabilidad social<br />
empresarial, desde una concepción ética y de justicia.
Conocimiento y aprendizaje<br />
49<br />
Conocimiento<br />
y aprendizaje<br />
Knowledge<br />
and learning
50<br />
La sistematización en relación con el proceso de investigación | Fredy Leonardo Reyes Albarracín<br />
La sistematización<br />
en relación con el proceso de investigación<br />
Autor »<br />
Fredy Leonardo Reyes Albarracín*<br />
Resumen »<br />
La sistematización es una actividad que trasciende el propósito de organizar<br />
y clasificar la información obtenida durante el proceso de investigación, convirtiéndose<br />
en un ejercicio permanente que posibilita la constante reflexión<br />
sobre las actividades programadas, así como la producción de conocimiento.<br />
Abstract »<br />
Palabras clave »<br />
Keywords<br />
Systematization is an activity that transcends the purpose of organizing and classifying<br />
information obtained during the research process, becoming a permanent<br />
exercise that enables the constant reflection on planned activities and the production<br />
of knowledge.<br />
Entorno, prospectiva, universidad abierta<br />
Environment, prospective, open university.<br />
* Docente del área de<br />
investigación de la<br />
Facultad de Comunicación,<br />
Información y Lenguaje,<br />
INPAHU. Comunicador Social.<br />
Magíster en Literatura.<br />
La sistematización: proceso para<br />
la producción de conocimiento<br />
Confieso la preocupación que me asalta<br />
cuando pienso en el tema de la sistematización<br />
en relación con el trabajo que podemos<br />
adelantar como docentes en los ejercicios<br />
formativos de investigación, y es que tiendo<br />
a reducir el tema a un escenario teórico,<br />
evadiendo la tarea de reflexionar en torno a<br />
una propuesta metodológica y pedagógica<br />
que proporcione las herramientas suficientes<br />
para iniciar un proceso de sistematización<br />
en el terreno empírico.<br />
Aunque podemos estar de acuerdo en<br />
que la sistematización supone ordenar,<br />
clasificar, jerarquizar y priorizar información<br />
(Torres, Cendales & Peresson,<br />
1989, pág.129), abordar una propuesta<br />
metodológica no es tarea fácil, teniendo<br />
en cuenta las diversas formas de concebir<br />
el proceso.<br />
Por lo tanto, considero pertinente (sobre<br />
todo para poner en orden un par de ideas)<br />
partir por lo que entiendo respecto a sistematizar.<br />
Recogiendo las reflexiones de<br />
Barnechea M., González E. y Morgan M.<br />
(1998; pág. 4), asumo la sistematización<br />
como un “proceso permanente y acumulativo<br />
de producción de conocimientos a<br />
partir de las experiencias de intervención<br />
en una realidad social”, lo cual implica<br />
dos aspectos esenciales:
Conocimiento y aprendizaje<br />
51<br />
1. Unidad entre sujeto y objeto de conocimiento.<br />
Quien sistematiza busca “producir<br />
un conocimiento sobre su propia práctica, es<br />
decir, sobre sí mismo y su acción en el mundo,<br />
que transforma a su entorno y, a la vez,<br />
lo transforma a él mismo” (Barnechea et al.,<br />
1998, pág. 4).<br />
2. Unidad entre el que sabe y el que actúa.<br />
Quien sistematiza busca, ante todo, ser y hacer<br />
mejor lo que hace: “...un mejor hacer sólo<br />
es posible gracias a un mejor comprender, y<br />
esto incluye no sólo aquello sobre lo cual se<br />
interviene directamente, sino también los objetivos<br />
de esa intervención, incluyendo los de<br />
largo plazo. Es decir, se trata de que quien<br />
sistematiza haga explícito y se cuestione el<br />
sentido de su acción, la coherencia entre ésta<br />
y sus intenciones, se pregunte sobre la direccionalidad<br />
de su actuar” (Barnechea et al.,<br />
1998, pág. 4).<br />
Por su parte, Jara (2001) hace una distinción<br />
para entender el proceso que se debe adelantar<br />
con los estudiantes. Afirma el autor<br />
que comúnmente a la hora de trabajar con<br />
grupos poblacionales, hay dos opciones de<br />
concebir la sistematización: por una parte,<br />
la sistematización de datos y de información,<br />
haciendo referencia al ordenamiento<br />
y taxonomía de los mismos, estructurando<br />
categorías, relaciones y bases de datos organizadas,<br />
entre otros aspectos; por otra<br />
parte, la sistematización de experiencias, la<br />
cual parte de reconocer el trabajo empírico<br />
como proceso histórico ―enmarcado en<br />
un contexto social, cultural, político y económico―<br />
en el que interactúan diferentes<br />
actores (agentes o sujetos sociales) e instituciones,<br />
siendo necesario hacer una interpretación<br />
crítica, pues el proceso no sólo<br />
debe buscar reconstruir lo acontecido, también<br />
debe contribuir a entender el por qué<br />
del proceso y su desarrollo. Afirma Jara:<br />
“…en la sistematización de experiencias,<br />
partimos de hacer una reconstrucción<br />
de lo sucedido y un ordenamiento de los<br />
distintos elementos objetivos y subjetivos<br />
que han intervenido en el proceso, para<br />
comprenderlo, interpretarlo y así aprender<br />
de nuestra propia práctica” (2001, pág. 2).<br />
En consecuencia, la interpretación crítica<br />
contribuye, entonces a mejorar la práctica,<br />
compartir el aprendizaje con experiencias<br />
similares y al enriquecimiento de la teoría.<br />
Por otra parte, no existe ninguna “receta”<br />
para sistematizar, pues el proceso debe<br />
ajustarse a las circunstancias y al contexto<br />
del proceso, al tipo de institución y de<br />
actores participantes, a los objetivos de la<br />
propuesta de trabajo, al tipo de experiencia,<br />
al grado de participación de los diferentes<br />
actores involucrados, etc. <strong>No</strong> obstante,<br />
Jara propone una serie de enfoques<br />
básicos (aplicables por separado o combinándolos,<br />
según el trabajo) de los cuales<br />
quisiera destacar:<br />
a. Sistematización desde los actores,<br />
siguiendo un esquema participativo.<br />
b. Sistematización formal, a partir de<br />
la conclusión de la experiencia.<br />
c. Sistematización sobre la marcha.<br />
En cualquier caso, el proceso de sistematización<br />
supone unos momentos, que se<br />
deben tener en cuenta como punto de partida<br />
al delimitar o definir lo que se quiere<br />
sistematizar (objeto de la sistematización),<br />
pues no toda la experiencia es susceptible<br />
de ser registrada y sistematizada; la delimitación<br />
envuelve la identificación tanto<br />
de los criterios por tener en cuenta como de<br />
los intereses manifiestos por parte de todos<br />
los actores en relación con el proceso que se<br />
va a mostrar. Este momento involucra un<br />
primer ordenamiento de una experiencia<br />
percibida por el investigador desde la confusión<br />
y el desorden 1 :<br />
“Quienes han participado en ella (experiencia)<br />
muchas veces no están en condiciones de<br />
comprender exactamente lo que sucedió<br />
durante su curso, ni las causas por las cuales<br />
pasó así. En esa medida, les es muy difícil<br />
relatarla ordenadamente. Menos aún están en<br />
condiciones de dar cuenta de los aprendizajes<br />
obtenidos de manera organizada y,<br />
especialmente, de fundamentarlos”<br />
(Barnechea y cols. 1998: pág. 9).<br />
(1) En este punto Barnechea<br />
considera que la sistematización<br />
cumple una<br />
función importante, puesto<br />
que identificar los intereses<br />
y lo que se quiere sistematizar<br />
posibilita formalizar<br />
acuerdos que han sido<br />
producto de discusiones<br />
colectivas. Los acuerdos<br />
incluyen aspectos metodológicos<br />
y operativos.
52<br />
La sistematización en relación con el proceso de investigación | Fredy Leonardo Reyes Albarracín<br />
(2) Al respecto, García C, plantea<br />
en el artículo Investigación cualitativa<br />
como jazz que el ‘conocimiento<br />
emerge colectivamente’, toda vez<br />
que el conocimiento y el aprendizaje<br />
‘no se encuentran localizados<br />
en un cuerpo, sino en el cambiante<br />
movimiento de la experiencia, conduce<br />
a nuevas posibilidades sobre<br />
cómo pueden los investigadores<br />
percibir, interpretar, investigar e<br />
interactuar dentro de un mundo’<br />
(2003, pág. 14).<br />
Un segundo momento está en la reconstrucción<br />
de la experiencia como una mirada<br />
continúa, ordenándola a partir de un eje<br />
temático. Esta reconstrucción debe fijar una<br />
metodología de trabajo, la identificación de<br />
fuentes de información, la construcción de<br />
unas matrices analíticas, entre otros aspectos,<br />
buscando que los estudiantes inicien<br />
un ejercicio de interpretación y reflexión en<br />
torno a la experiencia vivida.<br />
Si bien la reconstrucción de la experiencia<br />
es fundamental, es en el tercer momento<br />
donde reposa el análisis y la interpretación<br />
de la experiencia para comprenderla y para<br />
construir conocimiento. Sobre el particular,<br />
Jara plantea un desafío interesante: superar<br />
la dicotomía entre saber empírico y saber<br />
científico:<br />
“Lamentablemente sufrimos un paradigma<br />
de ciencia que no valora el conocimiento<br />
empírico, el saber local y solo pone énfasis<br />
en el conocimiento acumulado, en el<br />
saber constituido académicamente. Es un<br />
error. La sistematización de experiencias<br />
es una gran posibilidad para que se<br />
expresen y se desarrollen y divulguen los<br />
conocimientos y saberes locales, que tienen<br />
mucho que aportar al enriquecimiento del<br />
pensamiento científico” (2001, pág. 5).<br />
Por otra parte, no podemos desconocer que<br />
en la cotidianidad los actores involucrados<br />
en una experiencia la están descomponiendo,<br />
están volviendo sobre sus acciones y sobre<br />
el quehacer de un proyecto para replantearse<br />
aspectos que mejoren el proceso. <strong>No</strong><br />
obstante, por lo general los actores no adelantan<br />
este proceso de manera consciente.<br />
El reto de la sistematización, precisamente,<br />
debe conducir a un proceso consciente y<br />
necesario.<br />
Un último momento del proceso de sistematización<br />
está en la socialización de los<br />
resultados y la comunicación del nuevo<br />
conocimiento. Como parte del proceso,<br />
los actores involucrados en la sistematización<br />
deberán concertar sobre los medios<br />
más idóneos para tal fin, recordando que<br />
si bien el documento escrito es importante<br />
porque posibilita el debate y la reflexión,<br />
también se pueden explorar otras formas<br />
de divulgación, acordes con los objetivos<br />
de la experiencia, los intereses de los<br />
participantes y los posibles receptores de<br />
los productos. Siendo la sistematización<br />
un proceso engorroso en cada una de las<br />
anteriores etapas, sería inaudito guardarla<br />
en una gaveta de archivo o de un ordenador.<br />
Por lo mismo, quisiera sugerir<br />
algunas orientaciones, para contribuir al<br />
proceso de sistematización.<br />
a. Cada una de las anteriores etapas<br />
requiere el diseño de un plan operativo<br />
de trabajo, cuyos componentes e<br />
instrumentos deben ser discutidos y<br />
concertados entre todos los actores<br />
(los estudiantes involucrados<br />
en la experiencia y los asesores<br />
que acompañan el proceso).<br />
b. Aunque suene a verdad suficientemente<br />
evidente, el proceso de sistematización<br />
debe propender por ser un ejercicio<br />
colectivo de trabajo, enriquecido por<br />
diversas valoraciones, percepciones<br />
e interpretaciones posibles 2 .<br />
c. En consonancia con lo anterior,<br />
en el proceso es necesario tener<br />
en cuenta los siguientes aspectos<br />
para trabajar con los estudiantes:<br />
C1. Narración y subjetividad: es un aspecto<br />
importante en el proceso, pues cada<br />
persona construye la historia vivida, reflejo<br />
de lo que ha hecho, lo que quiso o quiere<br />
hacer. En toda narración está siempre presente<br />
la realidad construida por cada sujeto,<br />
pero también la imaginación, los deseos,<br />
los símbolos, los sueños, las creencias<br />
(individuales y colectivas), los anhelos…<br />
Las personas deben ser conscientes que el<br />
proceso de reconstrucción histórica de una<br />
experiencia pedagógica desde sus propias<br />
voces es muy significativa; ellos son los<br />
protagonistas del proceso, y sus percepciones<br />
pueden dar cuenta de datos imposibles<br />
de rastrear en otros tipos de fuente.<br />
Las narraciones, entonces, nunca serán falsas,<br />
porque las afirmaciones, aunque no<br />
sean verdaderas, pueden ser sicológica-
Conocimiento y aprendizaje<br />
53<br />
mente verdaderas para los actores involucrados<br />
(Portielli, 1985, pág.13).<br />
Desde esa perspectiva, en la narración<br />
entran a jugar los mitos, las creencias, las<br />
emociones, los miedos… 3 , no sólo la racionalidad<br />
y la lógica.<br />
Miremos, por ejemplo, el tema del tiempo:<br />
las narraciones, por lo general, manejan un<br />
tiempo subjetivo, especialmente cuando<br />
las condiciones iniciales de un acontecimiento<br />
han cambiado. Aunque se conserve<br />
una historia a partir de rasgos comunes, se<br />
narran o se omiten aspectos no porque se<br />
hayan olvidado, sino porque en el momento<br />
en que sucedieron guardaban un sentido<br />
que ha ido transmutando.<br />
C2. Narración y selectividad: de acuerdo<br />
con el ítem anterior, toda narración es selectiva,<br />
porque el recuerdo siempre opera<br />
desde el presente (Torres, et. al., 1989, pág.<br />
139), y los acontecimientos no siempre se<br />
manifiestan con la misma intensidad. Las<br />
personas, al hablar de su experiencia en<br />
un proyecto colectivo, por lo general no<br />
narran cómo sucedieron las cosas sino<br />
cómo quisieron que fueran, sobre todo<br />
cuando el relato entra a formar parte de<br />
un imaginario colectivo. Esa selectividad<br />
se acentúa, aún más, cuando los relatos no<br />
son sistemáticos. Todo relato, y eso es lo<br />
interesante, siempre deja aspectos abiertos,<br />
permitiendo nuevas exploraciones y<br />
complementaciones.<br />
C3. Narración oral y lenguaje: las narraciones<br />
orales enriquecen la reconstrucción<br />
de la historia. En ese sentido, el tono, el<br />
ritmo, el volumen o los gestos empleados<br />
marcan puntos muy significativos, los cuales<br />
están atravesados por la emoción que<br />
se despierta en el narrador (la riqueza del<br />
lenguaje oral está en escucharlo).<br />
Finalmente, aunque la reflexión del artículo<br />
enfatiza en el proceso de sistematización<br />
para los ejercicios formativos de investigación,<br />
los planteamientos no excluyen un<br />
diálogo con la sistematización de experiencias<br />
o proyectos sociales.<br />
(3) Al respecto, Jara afirma que<br />
en la relación entre objetividad<br />
y subjetividad “el paradigma<br />
positivista y patriarcal con el que<br />
nos hemos formado, pretende<br />
que no valoremos las dimensiones<br />
subjetivas, lo cual lleva a que se<br />
pretenda tener una neutralidad<br />
ante lo que sucede o ante lo que<br />
vivimos, lo cual es imposible. Lo<br />
que si debemos buscar es objetivar<br />
lo vivido y objetivizar nuestra<br />
práctica, explicitando y mirando<br />
críticamente lo que hacemos, pero<br />
no pretendiendo ser neutrales<br />
ante ello” (2001, pág, 5)<br />
Referencias Bibliográficas<br />
Barnechea, M., González, E. & Morgan, M. (1998). La<br />
producción de conocimientos en sistematización. Seminario<br />
Latinoamericano de Sistematización de prácticas de animación<br />
sociocultural y participación ciudadana en América Latina.<br />
Medellín, Colombia.<br />
García, C. I. (2003). Investigación cualitativa como Jazz. En<br />
Nómadas 18: 10 – 19.<br />
experiencias. Seminario ASOCA. Cochabamba: Bolivia.<br />
Portielli, A. (1985). Peculiaridades de la historia oral. En<br />
revista Tareas 11: 10 – 17.<br />
Torres, A., Cendales, L. & Peresson, M. (1989). Los otros<br />
también cuentan. Elementos para la recuperación de la memoria<br />
colectiva. Bogotá: Editorial Alternativas Pedagógicas.<br />
Jara, O. (2001). Dilemas y desafíos de la sistematización de
54<br />
Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria | Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />
Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria<br />
frente a la sociedad y la gestión del conocimiento<br />
Autor »<br />
Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza*<br />
Resumen »<br />
En este artículo se propone una nueva perspectiva de trabajo de las bibliotecas<br />
universitarias como unidades especializadas en la administración de información,<br />
para apoyar a las instituciones de educación superior en su respuesta<br />
al reto de consolidar la sociedad del conocimiento. Por tal motivo, se buscará<br />
responder la pregunta ¿Qué nuevos retos deben enfrentar las bibliotecas universitarias<br />
para apoyar a las instituciones de educación superior en la gestión<br />
del conocimiento académico y organizacional que aporte a la innovación y<br />
competitividad? Se plantea y sustenta en el artículo que la gestión del conocimiento<br />
estratégico en la universidad de hoy, aporta de manera significativa<br />
a la innovación y a la competitividad organizacional, y la biblioteca, frente a<br />
este reto, desempeña un rol decisivo.<br />
Abstract »<br />
In this article it is presented a new work perspective for the university libraries, as specialized<br />
units in the information administration for supporting the Higher Education<br />
Institutions in their reply to the challenge to consolidate a knowledge society. For this<br />
reason, it attempts to answer the question ¿What new challenges must the university<br />
libraries face up to support the Higher Education Institutions in the management<br />
of the academic and organizational knowledge, which contribute to the innovation<br />
and competitivity? The article states and upholds that the strategic knowledge management<br />
contributes meaningfully to the organizational innovation and competitivity,<br />
and the library performs a key role in this challenge.<br />
Palabras clave »<br />
Keywords<br />
Sociedad del conocimiento, sociedad de la información, gestión del conocimiento,<br />
gestión de la información, bibliotecas universitarias.<br />
Knowledge society, information society, knowledge management, information<br />
management, university libraries.<br />
* Docente INPAHU. Licenciado<br />
en educación. Especialista<br />
en Pedagogía y Docencia<br />
Universitaria. Magíster en<br />
Ciencias de la Información<br />
y Administración del<br />
Conocimiento. Director de la<br />
biblioteca de la Universidad<br />
de San Buenaventura.
Conocimiento y aprendizaje<br />
55<br />
A manera de introducción 1<br />
Para responder a la pregunta sobre los<br />
nuevos retos que enfrentan las bibliotecas<br />
universitarias para apoyar en la gestión<br />
del conocimiento académico y organizacional<br />
que aporte a la innovación y a la<br />
competitividad institucional, se abordarán<br />
las características de la sociedad y la<br />
gestión de la información y del conocimiento,<br />
de tal forma<br />
que se presente una<br />
comprensión del contexto<br />
problemático.<br />
Posteriormente, este<br />
contexto se articulará<br />
con algunos planteamientos<br />
sobre la universidad<br />
en la sociedad<br />
del conocimiento,<br />
que permita proponer<br />
una nueva perspectiva<br />
del ser y saber hacer<br />
de las bibliotecas universitarias.<br />
1. Sobre la gestión<br />
de la información<br />
El concepto de información<br />
se emplea con mucha frecuencia en<br />
múltiples contextos y de ella se han dado<br />
diversas definiciones. Su valor polisémico<br />
nos puede llevar a considerar la información<br />
como mercancía (producto útil), comunicación,<br />
energía, hechos, datos y como<br />
conocimiento.<br />
Gómez (2003) y Rukstad (2001), conciben<br />
los datos como hechos básicos, con poca o<br />
ninguna relevancia por sí mismos y que no<br />
son explicativos del fenómeno asociado al<br />
hecho real. Por su parte, Davenport y Prusak<br />
(2001), afirman que “los datos son un<br />
conjunto de hechos discretos y objetivos<br />
acerca de los eventos. En un contexto organizacional,<br />
son los registros estructurados<br />
de las transacciones o eventos que ocurren.<br />
Los datos, por sí mismos, tienen poca relevancia”<br />
(pág. 2).<br />
"El conocimiento<br />
tácito se aprende, por<br />
lo general, a través<br />
de largos periodos<br />
de experimentación<br />
y realización de una<br />
tarea, durante la<br />
cual un individuo<br />
desarrolla muchas<br />
habilidades y<br />
conocimientos".<br />
Sobre el concepto de información, Gómez<br />
(2003) y Rukstad (2001), plantean que son<br />
datos con una cierta estructura y organización,<br />
con un significado que los dota de relevancia<br />
y propósito. Por su parte, Davenport<br />
y Prusak (2001, págs. 3-5), proponen que<br />
la información puede ser descrita como un<br />
mensaje, usualmente en forma de documento<br />
o una forma de comunicación audible o<br />
visible, lo que le posibilita su flujo en la organización<br />
a través de diferentes medios.<br />
Establecen que, en su generalidad, los<br />
datos son símbolos que no han sido interpretados<br />
como hechos,<br />
nombres, fotos,<br />
números. Además, la<br />
transformación de datos<br />
en información se<br />
realiza a través de cinco<br />
procesos: 1.1) contextualizar,<br />
identificar<br />
el propósito de la recopilación<br />
de datos; 1.2)<br />
categorizar, establecer<br />
las unidades de análisis<br />
o los componentes<br />
clave de los datos; 1.3)<br />
calcular, los datos pueden<br />
ser analizados de<br />
forma estadística o matemática;<br />
1.4) corregir,<br />
los errores deben ser<br />
removidos de los datos; y 1.5) condensar,<br />
donde los datos pueden ser resumidos.<br />
Como se puede inferir de los anteriores<br />
aportes, los datos y la información por sí<br />
mismos no significan nada. Se requieren<br />
uno al otro en una evolución cualitativa,<br />
siendo el dato un punto de partida básico<br />
que debe cualificar y convertirse en información.<br />
Pero lo que debe tomarse en consideración<br />
es el significado y la calidad de<br />
la información y no meramente su cantidad.<br />
Por lo tanto, uno de los desafíos que<br />
se presentan en la actualidad es la distinción<br />
entre la información de calidad y la<br />
de dudosa o mala calidad, para lo cual no<br />
existen recetas fáciles, pero sí es requerido<br />
desarrollar competencias para realizar esta<br />
labor sobre los datos y la información.<br />
Ahora bien, al considerarse la información<br />
como un bien económico y social, sale de<br />
su dimensión y tratamiento instrumental<br />
en la toma de decisiones, la realización<br />
de trabajos y en la gestión administrativa,<br />
(1) El presente artículo es una<br />
edición corregida y aumentada<br />
de la ponencia presentada por el<br />
autor en el IX Congreso Nacional<br />
de Bibliotecología y Ciencias de la<br />
Información, realizado en Armenia<br />
(Colombia) en septiembre de 2007,<br />
y surge de la experiencia, el trabajo<br />
y el análisis del autor, por avanzar<br />
en este tema en la Universidad de<br />
San Buenaventura, Sede Bogotá.
56<br />
Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria | Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />
y pasa a ser un valor en sí misma, convirtiéndose<br />
en un bien económico y social en<br />
el ámbito académico y organizacional que<br />
puede ser capitalizado como tal: adquiere<br />
valor y su pertinente gestión produce más<br />
valor institucional y social.<br />
La gestión de la información se enmarca<br />
en un contexto más amplio que es la constitución<br />
de la sociedad de la información,<br />
la cual, en palabras de Martin y Webster<br />
(citado por Estudillo García, 2001, págs.<br />
164-175), se identifican cinco elementos<br />
que ayudan a distinguir la sociedad de la<br />
información:<br />
a. El componente tecnológico<br />
caracterizado por la convergencia<br />
e interrelación entre tecnologías<br />
de información y comunicación,<br />
haciendo posible el procesamiento,<br />
almacenamiento, recuperación y<br />
transmisión de información.<br />
b. El componente económico que se<br />
materializa en que la información<br />
adquiere un valor monetario<br />
constituyéndose en una economía de la<br />
información, clasificada posteriormente<br />
en diversas ramas industriales<br />
(educación, escuelas y bibliotecas;<br />
medios de comunicación; máquinas de<br />
información; servicios de información;<br />
y otras actividades de información).<br />
c. El elemento ocupacional caracterizado<br />
por el uso predominante de<br />
la información en el ámbito<br />
laboral para diversos modos<br />
de producción intangible.<br />
d. El elemento tiempo-espacio<br />
representando fundamentalmente<br />
en el efecto espacial (vinculación<br />
de localidades, países, regiones<br />
y continentes) y en tiempo que<br />
produce la interconexión en redes.<br />
e. El componente cultural reconocido<br />
fácilmente por la explosión de datos<br />
y símbolos a través del desarrollo de<br />
muchos medios como la televisión,<br />
radio, impresiones, entre otros.<br />
2. Sobre la gestión del conocimiento<br />
El conocimiento no es ni datos ni información,<br />
aunque se relaciona con ambos y a<br />
menudo las diferencias entre ellos son de<br />
grados. Con respecto a lo que se entiende<br />
por conocimiento en el contexto de las<br />
organizaciones, Gómez (2003) y Rukstad<br />
(2001) lo identifican como la información<br />
puesta en contexto, unida a una comprensión<br />
de cómo utilizarla. Para que la información<br />
se convierta en conocimiento es<br />
necesario un proceso de incorporación que<br />
tenga en cuenta las distintas interrelaciones<br />
y sus consecuencias, siendo por tal un<br />
acto de la inteligencia.<br />
Por su lado, Davenport y Prusak (2001,<br />
págs. 5-7), explican que la información se<br />
transforma en conocimiento mediante los<br />
siguientes procesos: a) la comparación,<br />
identificando las similitudes y diferencias<br />
de una situación frente a otras conocidas o<br />
similares; b) las consecuencias, identificando<br />
las implicaciones que tiene la información<br />
en un contexto específico o en varios<br />
para las decisiones y acciones; c) conexiones,<br />
estableciendo cómo se relaciona un<br />
fragmento de conocimiento con otros factores;<br />
y d) conversación, identificando los<br />
significados que tienen las personas sobre<br />
una misma información.<br />
Una descripción interesante que busca establecer<br />
la similaridad entre información y<br />
conocimiento es la que realizan <strong>No</strong>naka y<br />
Takeuchi (1999, págs. 6-10), con tres observaciones<br />
específicas:<br />
2.1) Cuando se trata de conocimiento, a diferencia<br />
de la información, se refiere específicamente<br />
a las creencias y los compromisos.<br />
Desde esta perspectiva el conocimiento<br />
es una función de una postura, perspectiva<br />
o intención.<br />
2.2) El conocimiento, a diferencia de la información,<br />
es acción. Siempre es conocimiento<br />
hasta cierto punto.<br />
2.3) El conocimiento como la información,<br />
trata de significado, depende de contextos<br />
específicos y es relacional.<br />
Uno de los esfuerzos de la organización<br />
moderna consiste en intentar caracterizar<br />
el saber de las personas en beneficio<br />
de ellas mismas y de las instituciones. Al<br />
respecto se han ido construyendo varias
Conocimiento y aprendizaje<br />
57<br />
propuestas que no difieren mucho en su<br />
contenido, pero sí en aspectos de forma y<br />
en su generalidad, según la propuesta de<br />
Choo (1999, págs. 131-136), basado en la<br />
clasificación del conocimiento hecha por<br />
Boicot, propone que el conocimiento de<br />
una organización se puede diferenciar en<br />
conocimiento tácito, conocimiento explícito<br />
y conocimiento cultural.<br />
El conocimiento tácito, según Polanyi<br />
(1967), es aquel que la persona lleva incorporado,<br />
sin tenerlo permanentemente accesible<br />
a la conciencia, pero del cual hace<br />
uso cuando las circunstancias lo requieren<br />
y que es utilizado como instrumento para<br />
manipular el fenómeno que se está analizando.<br />
El conocimiento tácito se aprende, por lo<br />
general, a través de largos periodos de experimentación<br />
y realización de una tarea,<br />
durante la cual un individuo desarrolla<br />
muchas habilidades y conocimientos que<br />
le permiten hacer juicios sobre la ejecución<br />
satisfactoria de la misma. Este tipo<br />
de conocimiento, según Choo (1999, págs.<br />
136-142), es vital para una organización<br />
porque ellas sólo aprenden e innovan al<br />
sustentarse en el conocimiento implícito de<br />
sus integrantes.<br />
Por su parte, el conocimiento explícito,<br />
según <strong>No</strong>naka y Takeuchi, (1999, págs.<br />
65-67), es aquel que se puede expresar formalmente<br />
al utilizar un sistema de símbolos<br />
y, por lo tanto, puede comunicarse o<br />
difundirse con facilidad. Se puede hallar<br />
en especificaciones de productos, patentes,<br />
códigos de software, bases de datos, dibujos<br />
técnicos, herramientas, prototipos, fotografías,<br />
entre otros. En general, este tipo<br />
de conocimiento, a diferencia del tácito, es<br />
más fácil de transmitir.<br />
El conocimiento cultural, según Choo<br />
(1999), se refiere a las estructuras cognitivas<br />
y afectivas que utilizan habitualmente<br />
los integrantes de una organización para<br />
percibir, explicar, evaluar y construir la<br />
realidad. Esta forma de conocimiento abarca<br />
las conjeturas y las opiniones que se<br />
usan para describir y explicar la realidad,<br />
así como las convenciones y expectativas<br />
que se emplean para asignar valor y significado<br />
a la nueva información.<br />
Este es fundamentalmente el marco de referencia<br />
con base en el cual los integrantes<br />
de la organización construyen la realidad<br />
en sus mentes, reconocen rasgos destacados<br />
de la nueva información y evalúan interpretaciones<br />
y acciones alternativas. Este<br />
tipo de conocimiento no está codificado, y<br />
fundamentalmente desempeña el papel vital<br />
de proporcionar un patrón de conjeturas<br />
compartidas, y además proporciona valores<br />
y normas que determinan los tipos de<br />
conocimiento que se buscan y fomentan.<br />
Ahora bien, en el contexto de la sociedad<br />
del conocimiento surge un nuevo campo<br />
que es la gestión del conocimiento, el cual<br />
se refiere, en palabras de Gómez (2003) a<br />
una “nueva disciplina que se encarga del<br />
estudio de las herramientas tecnológicas,<br />
las técnicas y procedimientos organizativos,<br />
y los cambios en la gestión de las personas<br />
que permiten desarrollar y extraer el<br />
máximo aprovechamiento del conocimiento<br />
de una organización”(pág. 137)<br />
Drucker (2003, págs. 34-36) en su definición<br />
del trabajador con conocimiento describe<br />
a un ejecutivo que sabe cómo asignar<br />
conocimientos a usos productivos, justamente<br />
como el capitalista sabía asignar<br />
capital a usos productivos. Por su lado,<br />
Quinn (citado por <strong>No</strong>naka y Takeuchi,<br />
1999, pág. 5), menciona que la capacidad<br />
para administrar lo que llaman intelecto<br />
basado en conocimiento, se está convirtiendo<br />
en la habilidad ejecutiva más importante<br />
de esta era.<br />
En el mismo sentido, Reich (citado por <strong>No</strong>naka<br />
y Takeuchi, 1999, p.6) argumenta que<br />
la única ventaja competitiva verdadera se<br />
encontrará entre aquellos que llama analistas<br />
simbólicos, quienes están equipados<br />
con el conocimiento necesario para identificar,<br />
resolver y enfrentar nuevos problemas.<br />
Además, menciona que en una economía,<br />
donde la única certidumbre es la incertidumbre,<br />
la mejor fuente segura de ventaja<br />
competitiva duradera es el conocimiento.
58<br />
Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria | Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />
A su vez, Koulopoulus & Frappaolo<br />
(2000) expresan que el conocimiento se ha<br />
convertido en el factor económico más relevante<br />
de la producción en la economía y<br />
que se encuentra en la mente de los trabajadores.<br />
Añaden que en una economía<br />
basada en el conocimiento, la administración<br />
de este valioso recurso se constituye<br />
en el elemento crítico de una estrategia de<br />
negocios que le permitirá a una organización<br />
acelerar la velocidad con que maneja<br />
los nuevos retos y oportunidades en el<br />
mercado, permitiéndole apalancar su desarrollo<br />
en el conocimiento, el talento y la<br />
experiencia colectiva.<br />
Choo (1999, págs. 47-48) expresa que se<br />
requiere convertir en conocimiento lo que<br />
organizacionalmente se pueda convertir y<br />
transformar en innovaciones. Afirma que<br />
cuando hay suficiente comprensión y conocimiento,<br />
la organización está preparada<br />
para emprender una acción eligiendo su<br />
curso racionalmente, en coherencia con sus<br />
objetivos. En la misma perspectiva, Sveiby<br />
(2000) afirma que actualmente nadie discute<br />
que los activos intangibles constituyen<br />
un valor fundamental de la empresa. El conocimiento<br />
de su gente, la relación con los<br />
clientes y la confiabilidad de los proveedores<br />
valen su peso en oro.<br />
Una de las concepciones evolutivas más<br />
relevantes que aporta a una comprensión<br />
amplia de la gestión del conocimiento, es<br />
la que formula Carrillo (2001), en la que<br />
caracteriza las fases del desarrollo del movimiento<br />
y de esta forma permite apreciar<br />
la evolución del concepto. Precisa que las<br />
fases relevantes del desarrollo del campo<br />
de la administración del conocimiento se<br />
agrupan en tres.<br />
3. Fases relevantes de la<br />
administración del conocimiento<br />
a. Una denominada de dispersión,<br />
la cual acontece a mediados de la<br />
década de 1990, donde se presenta<br />
una enorme variedad y dispersión<br />
de prácticas y conceptos sin que haya<br />
planteamientos articulados con un<br />
mínimo de rigor científico, asumiendo<br />
el conocimiento como objeto o cosa;<br />
enfatizándose por tal la acumulación<br />
o registro del mismo desde el<br />
manejo de documentos, elaboración<br />
de repositorios, identificación y<br />
transferencia de mejores prácticas;<br />
por ende, se enfatiza en las soluciones<br />
basadas en tecnologías de la<br />
información que permitan codificar,<br />
registrar y almacenar el contenido.<br />
b. Una segunda que se define como<br />
fase de profesionalización, la cual<br />
se presenta en el tránsito del final<br />
y el comienzo del nuevo milenio,<br />
donde se evidencia un desarrollo<br />
más ordenado, con acciones más<br />
convergentes, conduciendo poco<br />
a poco a una formalización de la<br />
disciplina. Se caracteriza porque asume<br />
el conocimiento como proceso o como<br />
ciclo productivo. En este contexto, la<br />
administración del conocimiento es<br />
un método para identificar, codificar,<br />
estructurar, almacenar, recuperar<br />
y difundir el conocimiento. Por tal<br />
razón, se enfatiza en la interrelación<br />
y uso de la información personal,<br />
reconociendo, a la vez, el flujo<br />
de información interpersonal.<br />
c. Un tercer momento, denominado fase<br />
de consolidación, el cual acontece en<br />
los años actuales; es aún embrionario<br />
por lo que sólo hay rasgos iniciales e<br />
incipientes del mismo. En esta fase se<br />
asume el conocimiento como alineación<br />
de valor generado, como razón de ser<br />
de la administración de conocimiento<br />
con el surgimiento de enfoques<br />
alternativos formalmente estructurados<br />
sobre los sistemas de valor basados<br />
en conocimiento; el surgimiento de<br />
mercados de capitales de conocimiento;<br />
la generación de las prácticas contables<br />
basadas en sistemas de capitales<br />
involucrando los valores tangibles<br />
e intangibles; el replanteamiento<br />
económico y administrativo de la<br />
contradicción entre los factores<br />
de capital y trabajo. Se concibe la<br />
administración del conocimiento<br />
como una estrategia para identificar,<br />
sistematizar y desarrollar el universo<br />
de capitales de la organización. Por<br />
este motivo se enfatiza en el sistema
Conocimiento y aprendizaje<br />
59<br />
de valor personal como base para la<br />
toma de decisiones y de desarrollo.<br />
4. Sobre la universidad en la<br />
sociedad del conocimiento<br />
El conocimiento reside en las mentes de<br />
las personas y, por tanto, no siempre está<br />
disponible donde y cuando es necesario<br />
para el desarrollo de una organización o la<br />
solución de problemas vitales. Para tratar<br />
este problema surge una nueva disciplina,<br />
la gestión del conocimiento, que tiene<br />
como misión principal<br />
construir conocimiento<br />
de valor para que<br />
la organización lo use<br />
en su beneficio y el<br />
de la sociedad, como<br />
se ha expresado anteriormente.<br />
De ahí<br />
que Carrillo (2001)<br />
afirme que la gestión<br />
del conocimiento crea<br />
un ambiente en el que<br />
el conocimiento y la<br />
información disponibles<br />
en una organización<br />
tengan un valor,<br />
quiere decir, que sean<br />
accesibles y puedan<br />
ser usados para estimular<br />
la creatividad<br />
e innovación y hacer posible mejorar las<br />
decisiones y transformaciones organizacionales.<br />
Las universidades han sido siempre instituciones<br />
centradas en el conocimiento<br />
y en el contexto de la sociedad del conocimiento,<br />
es por ello que la gestión de<br />
este valor constituye un proceso natural<br />
y una necesidad en su responsabilidad<br />
formadora y en la preparación de escenarios,<br />
donde sea mejor aprovechado para<br />
el desarrollo organizacional y social. Esto<br />
implica asumir la gestión del conocimiento<br />
como un enfoque permanente de su<br />
desarrollo. Cuevas (2004), precisa que la<br />
gestión del conocimiento se inserta como<br />
un nuevo campo de investigación ligado a<br />
la organización educativa o institucional,<br />
a las estrategias directivas y el uso de la<br />
tecnología de la información.<br />
"La gestión del<br />
conocimiento se<br />
inserta como un<br />
nuevo campo de<br />
investigación ligado<br />
a la organización<br />
educativa o<br />
institucional, a las<br />
estrategias directivas y<br />
el uso de la tecnología<br />
de la información".<br />
Por esta razón, la Unesco (2005, págs. 11-<br />
12) propone a la sociedad mundial y de forma<br />
especial a la universidad, como institución<br />
formadora de las personas que afectan<br />
de forma directa el mundo productivo, social,<br />
económico y el desarrollo de la ciencia<br />
y las tecnologías, que apoyen de forma inteligente<br />
y creativa el tránsito de esta sociedad<br />
de la información a una sociedad del<br />
conocimiento.<br />
Este enfoque le permite a la universidad<br />
ahondar en su propio<br />
ser y quehacer, potenciándose<br />
a sí misma<br />
como organización<br />
académica y social.<br />
Por ello, Rivero y Vega<br />
(2004) proponen que la<br />
universidad conozca<br />
sus fuentes de recursos<br />
y sus capacidades, que<br />
contribuyan a lograr<br />
su autofinanciamiento,<br />
así como a elevar su<br />
imagen como institución,<br />
lo cual radica fundamentalmente<br />
en su<br />
producción científica<br />
e intelectual, en el talento<br />
de sus miembros<br />
aplicados a crear valor<br />
para la universidad, a su compromiso, su<br />
prestigio y su calidad tanto humana como<br />
profesional, así como en el soporte tecnológico<br />
que posee el componente humano para<br />
desarrollar sus conocimientos y difundirlos.<br />
Frente a este enfoque, sus retos y transformaciones,<br />
las universidades están llamadas<br />
a ser pioneras en gestión de conocimiento,<br />
ya que por su naturaleza ese es el activo<br />
con el que siempre han trabajado. Por su<br />
función formativa de las personas y su influencia<br />
en el desarrollo de los pueblos y en<br />
las transformaciones que acontecen, tienen<br />
un rol estratégico. Al respecto, Brunner<br />
(2000, pág. 9) sugiere que el desafío de la<br />
producción de conocimientos en red y las<br />
interconexiones sin tiempo y espacio que<br />
se establecen con los analistas simbólicos,<br />
son efectivamente un rasgo central de la<br />
sociedad de la información.
60<br />
Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria | Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />
Por tal razón, se espera que la globalización,<br />
la interconectividad, la movilidad y la<br />
multiplicación de los flujos de ideas, información,<br />
conocimiento, datos, experiencias,<br />
personas, productos y servicios, empujen<br />
a la universidad hacia una nueva reorganización<br />
de las actividades más avanzadas<br />
de conocimiento.<br />
5. Los nuevos retos de las<br />
bibliotecas universitarias<br />
Para todos, en el ámbito universitario, es conocido<br />
que la bibliotecas administran recursos<br />
de información centrándose en localizar,<br />
adquirir, clasificar, organizar y facilitar<br />
información a los usuarios. Por esta razón,<br />
son unidades familiarizadas con los factores<br />
y aspectos relacionados con las necesidades<br />
de información y la satisfacción de las mismas<br />
para apoyar, fundamentalmente, procesos<br />
de formación e investigación. Estas<br />
responsabilidades han permitido la construcción<br />
de un ser y un saber hacer de las<br />
bibliotecas universitarias para responder a<br />
las necesidades de información que surgen<br />
en la comunidad académica.<br />
Pero, en la actualidad, con el surgimiento<br />
de la sociedad del conocimiento, se plantean<br />
nuevos retos para estas unidades, las<br />
cuales requieren de cambios e innovaciones<br />
en las formas tradicionales de la formación,<br />
producción, comunicación y uso<br />
de información y conocimiento relevante<br />
y pertinente para la sociedad y las mismas<br />
organizaciones universitarias.<br />
Si, como se ha explicitado, la materia prima<br />
de la universidad es la información y<br />
el conocimiento, la biblioteca universitaria,<br />
como unidad especializada, adquiere un valor<br />
estratégico evidente, adentrándose en la<br />
gestión de estos dos importantes recursos.<br />
De la calidad de esta gestión se establecerá<br />
un mayor o menor aprovechamiento del<br />
conocimiento como materia prima, como<br />
resultado y como proceso dinámico.<br />
Para avanzar en la concreción, en el contexto<br />
de la sociedad del conocimiento, del nuevo<br />
rol de las bibliotecas frente a la gestión<br />
de la información y el conocimiento en las<br />
organizaciones universitarias, además de<br />
construir inferencias a partir del análisis de<br />
los conceptos anteriores, se tomarán desde<br />
los referentes del proceso de gestión del conocimiento<br />
planteado por Riesco González<br />
(2006, págs. 196-231) en lo que ha denominado<br />
el Modelo Integrado-Situacional de Gestión<br />
del Conocimiento (MIS), donde se proponen<br />
una serie de etapas procesuales que<br />
son: la creación, selección y adquisición del<br />
conocimiento; su organización; transformación<br />
y actualización; compartir y transferir;<br />
uso y aplicación. Se asume como un<br />
aspecto básico y previo, que toda comunidad<br />
universitaria ha decidido y propuesto<br />
un rumbo como organización educativa;<br />
en otras palabras, que ha propuesto, ya sea<br />
en planes y proyectos de desarrollo, un camino<br />
que le permite orientarse en el presente<br />
y hacia el futuro, definiendo el tipo<br />
de universidad que quiere llegar a ser.<br />
Se describirán a continuación, de forma<br />
breve, cada una de las etapas, estableciendo<br />
sus principales componentes e indicadores<br />
de realización, así como proponiendo,<br />
desde cada una de ellas, los nuevos<br />
roles que se derivan para las bibliotecas<br />
universitarias.<br />
Fase 1. El proceso de creación, selección<br />
y adquisición de conocimiento<br />
Dentro de la gestión del conocimiento, el<br />
propósito esencial de esta fase es que la<br />
universidad posea el conocimiento necesario<br />
y valioso, y para ello es preciso identificar<br />
cuál está disponible y cuál es el ausente,<br />
así como las fuentes donde reside. En la Tabla<br />
1, se especifican los elementos básicos<br />
de esta fase.<br />
En el contexto de esta fase, algunos de los<br />
roles que le surgen a la biblioteca universitaria<br />
son:<br />
••<br />
Colaborar en la identificación de cuál<br />
es el conocimiento valioso y estratégico<br />
que la institución requiere en el marco<br />
de su plan de desarrollo, tanto para<br />
la gestión universitaria como para el<br />
desarrollo del proceso académico.<br />
••<br />
Diseñar el mapa de la información<br />
y el conocimiento estratégico<br />
existentes en la institución.
Conocimiento y aprendizaje<br />
61<br />
••<br />
Identificar las fuentes de ese<br />
conocimiento (investigación, empresas,<br />
bases de datos, redes universitarias,<br />
actividad académica, entre otros)<br />
y proponer estrategias para su<br />
adquisición, ya sea por compra,<br />
alquiler, intercambio o creación dentro<br />
de la misma institución, especialmente<br />
datos empíricos primarios. Analizar<br />
a fondo las necesidades curriculares<br />
y de investigación para proveer<br />
datos e información que apoye la<br />
creación de conocimiento institucional<br />
y socialmente relevante.<br />
••<br />
Organizar procesos relacionados<br />
con la creación, selección y<br />
adquisición de conocimiento<br />
estratégico en la universidad.<br />
••<br />
Formar usuarios en las nuevas<br />
maneras, procesos y estrategias de<br />
informarse, así como en la lectura<br />
de información académica en<br />
redes, afianzando en los mismos<br />
altas competencias en el manejo y<br />
uso de información y la valoración<br />
de las fuentes de información.<br />
••<br />
Afianzar las competencias de los<br />
profesionales de la información en<br />
lo relacionado con los procesos de<br />
construcción y uso del conocimiento<br />
científico, para que, desde la<br />
biblioteca aporten de manera<br />
más significativa al mismo.<br />
••<br />
Analizar y proponer la incorporación<br />
o el diseño de tecnologías<br />
para apoyar este proceso.<br />
Creación, selección<br />
y adquisición de<br />
conocimiento<br />
¿En qué medida la<br />
Universidad crea y<br />
adquiere conocimiento<br />
relevante?<br />
¿Existen las condiciones<br />
requeridas para la<br />
creación y adquisición<br />
de conocimiento?<br />
¿Se tiene claro cuál es el<br />
conocimiento relevante<br />
para los propósitos<br />
institucionales?<br />
Organización<br />
del conocimiento<br />
¿Cómo se clasifica,<br />
organiza y guarda el<br />
conocimiento valioso?<br />
¿Con qué apoyos<br />
tecnológicos se cuenta<br />
para esta labor?<br />
Indicadores<br />
Mecanismos y<br />
estrategias para adquirir<br />
conocimiento valioso.<br />
Capacidad de<br />
aprendizaje del<br />
talento humano de la<br />
universidad.<br />
Estrategias y<br />
metodologías para el<br />
aprendizaje.<br />
Espacios, tiempos<br />
y recursos para el<br />
aprendizaje y la creación<br />
de conocimiento.<br />
Personas dedicadas a<br />
gestionar conocimiento.<br />
TIC para buscar y<br />
adquirir conocimiento.<br />
Indicadores<br />
Criterios y<br />
metodologías para<br />
clasificar información<br />
y conocimiento<br />
estratégico para la<br />
institución.<br />
Dispositivos para<br />
filtrar información y<br />
conocimiento.<br />
Depósitos y bases de<br />
datos.<br />
Diseño y estructura de la<br />
memoria corporativa de<br />
conocimientos.<br />
Tabla 1. Creación,<br />
selección y<br />
adquisición de<br />
conocimiento<br />
FUENTE: Riesgo G.M. (2006). El<br />
negocio es el conocimiento<br />
Tabla 2. Organización<br />
del conocimiento<br />
Fase 2. El proceso de organización<br />
del conocimiento<br />
Cuando la institución cuenta con información<br />
y conocimiento explícito de alta relevancia,<br />
es imprescindible clasificarlo para<br />
que sólo esté disponible el necesario y estratégico<br />
para el desarrollo organizacional<br />
y académico. Esta clasificación requiere<br />
de una codificación específica según los<br />
criterios institucionales determinados, ya<br />
sea por disciplinas, profesiones, servicios,<br />
componentes organizacionales como las<br />
funciones sustantivas y adjetivas, objetivos<br />
estratégicos, entre otros dominios o áreas<br />
de conocimiento. El resultado explícito de<br />
esta fase es la creación de la memoria cor-<br />
TIC para apoyar<br />
almacenamiento y<br />
memoria corporativa.<br />
porativa de conocimiento. En la Tabla 2, se<br />
especifican los elementos básicos de esta<br />
fase.<br />
En el contexto de esta fase, algunos de los<br />
roles que le surgen a la biblioteca universitaria<br />
son:<br />
••<br />
Proponer criterios y metodologías<br />
interdisciplinarias para clasificar<br />
información y conocimiento<br />
estratégico para el desarrollo de<br />
FUENTE: Riesgo G.M. (2006). El<br />
negocio es el conocimiento
62<br />
Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria | Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />
la universidad tanto académica<br />
como organizacionalmente.<br />
••<br />
Analizar y proponer la incorporación<br />
o el diseño de tecnologías<br />
para apoyar este proceso.<br />
••<br />
Diseñar, de acuerdo con los propósitos<br />
estratégicos de la universidad y<br />
al uso de la misma, la memoria<br />
corporativa o base de conocimientos<br />
••<br />
Organizar procesos y mapas<br />
relacionados con la clasificación<br />
del conocimiento estratégico<br />
en la universidad.<br />
Fase 3. El proceso de transformación<br />
y actualización del conocimiento<br />
El conocimiento como un recurso valioso<br />
en el entorno organizacional y académico<br />
es dinámico; por lo tanto, cambia y se<br />
transforma en función de las necesidades<br />
de información y conocimiento. Para que<br />
siga teniendo significado y uso pertinente<br />
en un contexto, ese conocimiento puede<br />
transformarse en diversas formas comunicativas,<br />
entre las cuales se mencionan:<br />
experiencias sistematizadas, relatos, hipótesis,<br />
modelos, anécdotas, informes,<br />
analogías, metáforas, mapas conceptuales<br />
o mentales, procesos y procedimientos,<br />
diagramas de flujo, descripciones, estrategias,<br />
propuestas, ventajas y desventajas,<br />
aportes e ideas valiosas, prácticas de valor,<br />
instrucciones y recomendaciones, conclusiones,<br />
esquemas, prácticas obsoletas y<br />
de poco valor, elementos y procesos conducentes<br />
a innovación, entre otras. Estas<br />
formas comunicativas en que se registra la<br />
información y el conocimiento estratégico<br />
pueden registrarse en distintos formatos<br />
(visual, audio, audiovisual, multimedia,<br />
texto, imagen, entre otros) de acuerdo con<br />
su nivel y uso.<br />
La dinámica de la transformación del<br />
conocimiento que proponen <strong>No</strong>naka y<br />
Takeuchi, (1999, págs. 69-80), se fundamenta<br />
en la interacción constante entre conocimiento<br />
tácito y explícito, desde el cual<br />
se postulan cuatro formas de conversión<br />
del conocimiento:<br />
a. Socialización, que es el proceso para<br />
adquirir conocimiento tácito a través<br />
de compartir otros conocimientos<br />
tácitos, cara a cara, a través de diversas<br />
experiencias, modelos mentales y<br />
habilidades técnicas validadas.<br />
b. Combinación, consistente en crear<br />
nuevo conocimiento explícito a<br />
partir del ya existente, donde los<br />
individuos intercambian y combinan<br />
su conocimiento explícito mediante<br />
estrategias como conversaciones,<br />
encuentros, documentos, informes,<br />
memorandos, redes, foros, etc.<br />
c. Interiorización, siendo un proceso<br />
de enriquecimiento del conocimiento<br />
tácito a partir del conocimiento explícito<br />
de la organización, y se da cuando se<br />
asimila e interiorizan las experiencias<br />
y conocimientos que otros integrantes<br />
de la institución han formalizado.<br />
d. Exteriorización, el cual es<br />
un proceso consistente en la<br />
conversión de conocimiento<br />
tácito en contenidos explícitos<br />
comprensibles para la institución,<br />
empleándose para ello diversas<br />
formas simbólicas de comunicación<br />
y diversos formatos para contener<br />
la información y el conocimiento.<br />
En la Tabla 3 se especifican los elementos<br />
básicos de esta fase. En el contexto de la<br />
misma, algunos de los roles que le surgen a<br />
la biblioteca universitaria son:<br />
••<br />
Apoyar el proceso de conversión o<br />
transformación del conocimiento<br />
estratégico para la universidad,<br />
recuperando todo el conocimiento<br />
estratégico que se genera en la<br />
institución desde diferentes niveles,<br />
procesos, agentes y propósitos,<br />
y organizarlo según el tipo de<br />
conversión o transformación,<br />
resaltando su naturaleza de origen.<br />
••<br />
Organizar procesos, criterios y niveles<br />
relacionados con la transformación<br />
y actualización del conocimiento<br />
estratégico en la universidad,<br />
de acuerdo con los intereses<br />
estratégicos institucionales, así como<br />
el mapa de actividades de valor<br />
relacionadas con la transformación<br />
y actualización de conocimiento.
Conocimiento y aprendizaje<br />
63<br />
••<br />
Organizar diversas formas<br />
comunicativas y formatos que<br />
permitan, de forma ágil, la<br />
conversión y actualización del<br />
conocimiento en la institución.<br />
••<br />
Trabajar, de forma interdisciplinaria<br />
y en equipos de colaboradores,<br />
en redes de personas apoyadas<br />
en las tecnologías de información<br />
y comunicación.<br />
••<br />
Analizar y proponer la incorporación<br />
o el diseño de tecnologías<br />
para apoyar este proceso.<br />
••<br />
Organizar y establecer relación con<br />
fuentes internas y externas relevantes<br />
de información y conocimiento<br />
que aportan para la actualización<br />
del existente en la institución.<br />
Fase 4. El proceso de compartir<br />
y transferir el conocimiento<br />
Este proceso se caracteriza por la capacidad<br />
y las acciones para compartir de forma<br />
colaborativa, haciendo llegar la información<br />
y el conocimiento, de forma pertinente<br />
y efectiva, a quienes lo requieren en la<br />
organización, para que, con la aplicación<br />
del mismo se logre, en palabras de Tamer<br />
Cavusgil (2003), alcanzar ventajas competitivas,<br />
fortalecer la capacidad de innovación,<br />
beneficiarse de la experiencia de colaboración<br />
y lograr reducción de los costos<br />
de la innovación y desarrollar innovación<br />
en ciclos cortos.<br />
Las dos principales estrategias utilizadas<br />
para el acceso al conocimiento por los<br />
usuarios son: la selección automática y<br />
programada sin realizar preguntas explícitas<br />
y la selección provocada por la acción<br />
o pregunta intencionada de quien busca el<br />
conocimiento.<br />
Transformación y<br />
actualización del<br />
conocimiento<br />
¿Cómo se transforma<br />
y actualiza el<br />
conocimiento?<br />
¿Cómo se relacionan<br />
las personas y las<br />
tecnologías en la<br />
administración<br />
de información y<br />
conocimiento?<br />
Indicadores<br />
Mecanismos de<br />
transformación y<br />
actualización del<br />
conocimiento.<br />
Criterios, grados y<br />
niveles de actualización.<br />
Implicación de las<br />
personas y equipos de<br />
colaboradores.<br />
Papel de las TIC en este<br />
proceso.<br />
Dado que el proceso de transferencia de<br />
conocimientos involucra por sobre todo la<br />
interacción humana y social en un contexto<br />
particular, De Michelis (1996) sugiere que la<br />
naturaleza de este proceso de alta complejidad,<br />
por la cooperación requerida para construir<br />
conocimiento, debe ser comprendido<br />
en toda su magnitud desde la perspectiva de<br />
dos factores: su multiplicidad y autonomía.<br />
Por un lado, la multiplicidad de un proceso<br />
de cooperación depende de los muchos actores,<br />
objetos, eventos, de las características de<br />
los usuarios, las herramientas usadas, el tipo<br />
de políticas y normas de la organización, de<br />
las acciones y conversaciones que ocurren.<br />
La autonomía del proceso de cooperación<br />
depende más de los seres humanos que participan<br />
y de los factores que determinan el<br />
impacto sobre el rendimiento (calidad de sus<br />
competencias profesionales, grado de participación<br />
en los distintos procesos, el nivel<br />
de dificultad de las acciones, grado de paralelismo<br />
en sus perfiles profesionales, etc).<br />
En la tabla que se muestra a continuación se<br />
especifican los elementos básicos de esta fase.<br />
Tabla 3.<br />
Transformación y<br />
actualización del<br />
conocimiento<br />
FUENTE: Riesgo G.M. (2006). El<br />
negocio es el conocimiento<br />
El éxito de este proceso radica, además de<br />
contar con una sólida base de conocimientos,<br />
en que el acceso al mismo sea fácil e inmediato<br />
así como en un formato adecuado<br />
para los usuarios específicos. Por lo tanto,<br />
el apoyo de las tecnologías de información<br />
y comunicación es vital, para que a través<br />
de las redes se accedan a las memorias corporativas,<br />
creando listas de distribución<br />
por diferentes dominios en la institución.<br />
Compartir<br />
y transferir<br />
conocimiento<br />
¿Cómo se accede y se<br />
transfiere conocimiento?<br />
¿Qué criterios y<br />
estrategias se usan para<br />
transferir conocimiento?<br />
Indicadores<br />
Procedimientos para el<br />
acceso al conocimiento.<br />
Criterios y<br />
procedimientos para<br />
transferir conocimiento.<br />
Papel de las TIC en el<br />
proceso.<br />
Tabla 4. El proceso de<br />
compartir y transferir<br />
el conocimiento<br />
FUENTE: Riesgo G.M. (2006). El<br />
negocio es el conocimiento
64<br />
Nuevos desafíos de la biblioteca universitaria | Gabriel Enrique Rodríguez Mendoza<br />
Tabla 5. El proceso de<br />
uso y aplicación del<br />
conocimiento<br />
FUENTE: Riesgo G.M. (2006). El<br />
negocio es el conocimiento<br />
En el contexto de esta fase, algunos de los<br />
roles que le surgen a la biblioteca universitaria<br />
son:<br />
••<br />
Analizar y proponer modelos,<br />
estrategias, criterios y procedimientos<br />
institucionales de transferencia<br />
de conocimiento estratégico a<br />
diferentes niveles y actores de la<br />
organización universitaria.<br />
••<br />
Diseñar protocolos para la<br />
transferencia y el intercambio<br />
de conocimiento relevante<br />
para la organización.<br />
••<br />
Analizar y proponer la incorporación<br />
o el diseño de tecnologías para la<br />
transferencia de conocimiento en<br />
la organización universitaria.<br />
••<br />
Diseño constante de estudios y análisis<br />
sobre la información y el conocimiento<br />
relevante para cada fase en la dinámica<br />
del desarrollo institucional.<br />
••<br />
Liderar y gestionar acuerdos<br />
institucionales internos y externos de<br />
cooperación que se relacionen con el<br />
compartir y transferir conocimiento.<br />
Fase 5. El proceso de uso y<br />
aplicación del conocimiento<br />
El valor del conocimiento radica en su<br />
uso en un contexto particular o amplio.<br />
Por esta razón, a pesar de que exista una<br />
memoria organizacional con información<br />
y conocimiento relevante y unas redes<br />
de transferencia eficaces, el conocimiento<br />
Usos y aplicación del<br />
conocimiento<br />
¿Qué usos tiene el<br />
conocimiento en la<br />
universidad?<br />
¿En qué medida se<br />
explota en beneficio de la<br />
institución?<br />
¿Qué valor añadido aporta a<br />
la institución?<br />
Indicadores<br />
Relación entre<br />
el conocimiento<br />
valioso, necesario y<br />
existente.<br />
Nivel de uso del<br />
conocimiento.<br />
Valor añadido del<br />
conocimiento tácito<br />
y explícito.<br />
Resultados de<br />
innovación y<br />
mejoras.<br />
Valor agregado<br />
de los nuevos<br />
programas y<br />
servicios.<br />
sólo tendrá de valor corporativo cuando<br />
sea usado con alguna finalidad, ya sea<br />
para mejorar proceso, tomar decisiones<br />
estratégicas, innovar y mejorar servicios,<br />
productos y condiciones institucionales,<br />
entre otros. En otras palabras, en la universidad<br />
así como en la empresa no basta<br />
con ser brillante, hay que demostrarlo y<br />
evidenciarlo en lo concreto con el desarrollo<br />
de mejoras e innovación.<br />
En el contexto de esta fase, algunos de los<br />
roles que le surgen a la biblioteca universitaria<br />
son:<br />
••<br />
Apoyo en la gestión de<br />
experiencias internas y externas<br />
de aplicación de conocimiento<br />
••<br />
Apoyo en la organización y gestión<br />
de la base de conocimientos aplicados<br />
tanto internos como en otras<br />
organizaciones y su intensidad de uso.<br />
••<br />
Diseño de criterios y mecanismos para<br />
reutilizar y renovar el conocimiento<br />
estratégico para la institución.<br />
Conclusiones<br />
1. Lo anterior implica que las bibliotecas<br />
universitarias deben apoyar de forma<br />
explícita los procesos organizacionales<br />
y académicos, los procesos relacionados<br />
con la gestión del conocimiento<br />
tácito y explícito en las universidades,<br />
liderando una serie de procesos, estrategias<br />
y acciones, incrustándose en<br />
la dinámica y la lógica de la creación,<br />
organización, transformación, compartir-transferir<br />
y usar el conocimiento,<br />
trabajando más estrechamente con las<br />
comunidades disciplinares, interdisciplinares<br />
y administrativas para aportar<br />
de manera significativa al desarrollo e<br />
innovación de las organizaciones universitarias.<br />
2. Abordar estos nuevos roles requerirá<br />
no sólo un mejoramiento cualitativo<br />
en la gestión de los procesos y las tecnologías<br />
utilizadas en el ámbito de las<br />
bibliotecas universitarias, sino, por sobre<br />
todo el enriquecimiento del perfil<br />
que poseen los profesionales de la in-
Conocimiento y aprendizaje<br />
65<br />
formación que forman parte de estas<br />
unidades de información, ya que como<br />
se evidencia por todo lo formulado anteriormente,<br />
las bibliotecas universitarias,<br />
como unidades especializadas en<br />
la administración de información académica,<br />
están llamadas a cumplir un<br />
rol destacado en la gestión del conocimiento<br />
en las universidades de hoy y<br />
del futuro.<br />
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Recuperada el 10 de octubre de 2006 del sitio web de la<br />
Unesco: www.unesco.org/es/worldreport
66<br />
Conocimiento colectivo | Jesús Antonio Peñaranda Bautista<br />
Conocimiento colectivo<br />
Autor »<br />
Jesús Antonio Peñaranda Bautista*<br />
Resumen »<br />
Para la educación superior es importante mirar hacia el sector productivo, en<br />
relación con la forma como se aprende y estructura el conocimiento. Conocer<br />
este sector, representado por las empresas formales y la manera como actúan<br />
frente al conocimiento dentro de ellas, es un deber de quienes estamos comprometidos<br />
con la educación.<br />
Este escrito presenta cómo este tipo de conocimiento que se desarrolla en<br />
el seno de las empresas, tiene unos expertos y unos enfoques, que al conocerlos,<br />
permitirán adaptar a este entorno los criterios educativos que rigen la<br />
formación de profesionales. Para ello, se tomaron ideas de <strong>No</strong>naka, Garvin y<br />
Andreu, quienes resaltan que el éxito de las empresas está en cómo aprovechan<br />
el conocimiento colectivo, lo reflejan hacia sus productos o servicios y lo<br />
fomentan a través de planes estructurados de capacitación o formación, con<br />
el fin de aumentar la efectividad y generar un distintivo propio.<br />
Abstract »<br />
In high education, it is very important to look over the manufacturing sector, in<br />
relation with the way knowledge is learnt and structured there. To know this sector,<br />
represented by the formal companies and the way they act in face to the knowledge<br />
inside them, is a duty for the ones who are committed with people’s education.<br />
This article attempts to show how this kind of knowledge developed inside the organizations,<br />
has some experts and approaches, which aim the educational criteria<br />
that leads the professional training, to this working environment.<br />
To do this, ideas from <strong>No</strong>naka, Garvin and Andreu were taken since they stand out<br />
that the companies’ success is based on the way they take advantage of the collective<br />
knowledge to reflect it on their products and services; promoting it through<br />
well structured training and education plans, in order to increase effectiveness and<br />
to create their own mark.<br />
Palabras clave »<br />
Keywords<br />
Conocimiento tácito, conocimiento explícito, conocimiento organizacional,<br />
conocimiento subjetivo.<br />
Tacit knowledge, explicit knowledge, organizational knowledge, subjective<br />
knowledge.<br />
* Decano de la Facultad de<br />
Ingeniería y Tecnologías de<br />
la Información de INPAHU.<br />
Ingeniero de Sistemas.<br />
Magister en Educación.
Conocimiento y aprendizaje<br />
67<br />
“Los libros nos permiten viajar a través del tiempo, explotar la sabiduría de nuestros antepasados. La biblioteca nos conecta con las<br />
instituciones y los conocimientos extraídos penosamente de la naturaleza, de las mayores mentes que hubo jamás, con los mejores<br />
maestros, escogidos por todo el planeta y por la totalidad de nuestra historia, a fin de que nos instruyan sin cansarse, y que nos inspiren<br />
para que hagamos nuestra propia contribución al conocimiento colectivo de la especie humana. Las bibliotecas públicas dependen<br />
de las contribuciones voluntarias. Creo que la salud de nuestra civilización, nuestro reconocimiento real de la base que sostiene nuestra<br />
cultura y nuestra preocupación por el futuro, se puede poner a prueba por el apoyo que prestemos a nuestras bibliotecas”.<br />
(Sagan, 2000, pág.279)<br />
De la reflexión de Carl Sagan nos surge<br />
un interrogante acerca de la importancia<br />
que tiene el hecho de que el conocimiento<br />
no se quede en un punto individual,<br />
sino que trascienda a entornos colectivos.<br />
Obviamente, la mirada de Carl Sagan es<br />
más general y este escrito se enfoca en lo<br />
que el entorno mundial ha llamado “conocimiento<br />
colectivo” desde la mirada del<br />
conocimiento organizacional. Cuando una<br />
empresa basa su funcionamiento en las<br />
competencias individuales, el conocimiento<br />
total de la organización es la suma de los<br />
conocimientos individuales. Sin embargo,<br />
cuando la organización funciona sobre la<br />
base de verdaderos equipos conectados<br />
que comparten su conocimiento, este es<br />
mucho más valioso debido a los efectos de<br />
creatividad y sinergia.<br />
1. Conocimiento en las empresas<br />
En una organización fundamentada en las<br />
competencias individuales, cuando un trabajador<br />
abandona la empresa, se lleva con<br />
él lo esencial de su conocimiento. El propósito<br />
de crear conocimiento colectivo es el<br />
de lograr que la mayor parte posible de ese<br />
conocimiento permanezca en las organizaciones.<br />
Abordar problemas en torno al conocimiento<br />
no es nada fácil, debido a que<br />
son muchas las dudas que se derivan de los<br />
tratados del conocimiento, por ser un tema<br />
especialmente complejo en nuestros tiempos.<br />
El conocimiento tratado en el mundo<br />
de los especialistas (los filósofos y los investigadores)<br />
se denomina epistemología o<br />
la “episteme que es lo que siempre se ha<br />
denominado la teoría del conocimiento”<br />
(Suárez, 2005, 13 marzo, pág. 65).<br />
Reconociendo el problema del conocimiento<br />
hoy en día, lo primero que se busca es el<br />
enfoque sobre el tema de aprendizaje del<br />
conocimiento en los entornos colectivos.<br />
Según Suárez, “<strong>No</strong> todo aprendizaje es<br />
un conocimiento. Lo que sí podemos decir<br />
es que cada instante de conocimiento<br />
tiene un momento distinto de aprendizaje,<br />
pues cada uno de ellos es independiente<br />
del otro, cada uno es específico” (Suárez,<br />
2005, 13 marzo, pág. 83) y agrega: “El<br />
aprendizaje puede ser de varios tipos, pero<br />
podemos destacar dos fundamentales. El<br />
primero, empírico, donde la persona se<br />
acerca al saber por sí mismo, sin la ayuda<br />
de un maestro que le oriente el camino, y<br />
un segundo aspecto, cuando se le ofrece a<br />
la persona por un maestro” (Suárez, 2005,<br />
13 marzo, pág. 83). De cualquier manera,<br />
existen otros tipos de conocimiento aún<br />
más complejos y uno de ellos es cuando<br />
se toman colectivos para orientaciones de<br />
algún tipo de aprendizaje o formación y<br />
nos surgen varios interrogantes: ¿hasta<br />
qué punto se logran y se manejan estos<br />
momentos de conocimiento? (que no<br />
siempre son impartidos por maestros,<br />
sino por instructores o especialistas de las<br />
disciplinas), ¿cómo manejan este tipo de<br />
procesos? Surge, además, otro interrogante<br />
para orientar este primer panorama del<br />
tema: ¿es efectivo y claro en los entornos<br />
organizacionales el proceso de aprendizaje<br />
que del conocimiento individual nos<br />
lleva al conocimiento colectivo?<br />
2. Conocimiento colectivo<br />
Inicialmente el interés es tratar el conocimiento<br />
colectivo, término que se ha acuñado<br />
en nuestros tiempos modernos como el<br />
conocimiento impartido en medios organizacionales<br />
y empresariales o conocimiento<br />
organizacional. Desde este punto de vista,<br />
no se tratará la sociología del conocimiento<br />
vista desde Scheler, muy profundo para<br />
este enfoque organizacional y que a través<br />
de uno de sus intérpretes nos dice: “La Sociología<br />
del conocimiento debe ocuparse
68<br />
Conocimiento colectivo | Jesús Antonio Peñaranda Bautista<br />
Figura 1.<br />
Importancia relativa<br />
de la información en<br />
las distintas etapas<br />
en la evolución<br />
tecnológica<br />
FUENTE: Unesco, 2007<br />
de todo lo que se considere conocimiento<br />
en sociedad” (Berger, 1971, pág. 30), ni gestión<br />
del conocimiento, que sólo citaremos<br />
de manera muy puntual. Estos son temas<br />
mucho más profundos y complejos que no<br />
son el objetivo de esta reflexión.<br />
El tratamiento del tema para responder los<br />
anteriores interrogantes y darle el matiz<br />
apropiado, plantea la siguiente tesis para<br />
debatir el tema: ¿Es creando organizaciones<br />
que aprendan, o transfieran los conocimientos<br />
individuales a entornos colectivos<br />
pero buscando una estrategia válida, como<br />
se puede dar el proceso de conocimiento<br />
personal al conocimiento colectivo? Este<br />
recorrido va del saber tácito al conocimiento<br />
explícito; este nuevo enfoque de organizaciones<br />
que aprenden, parte de un nuevo<br />
pensamiento para toda la empresa: el conocimiento<br />
también es un capital y muy<br />
valioso.<br />
2.1. Conocimiento como<br />
activo en las empresas<br />
Infortunadamente, no todas las empresas<br />
son conscientes de que el conocimiento es<br />
parte de la organización y que es diferente<br />
del resto de los recursos que se manejan (la<br />
tendencia del conocimiento y la información<br />
es irreversible, ver figura 1).<br />
El conocimiento como lo humano, está<br />
vivo, es independiente; lo único que lo hace<br />
semejante a los otros recursos es su escasez<br />
y en algunos casos su volatilidad (cuando<br />
no se registra debidamente).<br />
2.2. Los expertos en<br />
conocimiento colectivo<br />
Respecto a este tema del conocimiento individual<br />
en las empresas y la forma como<br />
se vuelve válido para un entorno colectivo,<br />
se vislumbrarán tres posiciones manejadas<br />
por algunos de los más destacados proponentes<br />
del conocimiento colectivo:<br />
a. Ikujiro <strong>No</strong>naka. Citamos a Ikujiro<br />
<strong>No</strong>naka, quien en su libro La empresa<br />
creadora del conocimiento, sugiere que<br />
muchos de los directores de empresas<br />
mantienen una visión demasiado<br />
estrecha acerca del conocimiento y<br />
no saben cómo debe ser explotado<br />
y aprovechado por la empresa.<br />
<strong>No</strong>naka nos explica cómo empresas<br />
de éxito como Honda, Canon y Sharp<br />
son conscientes de que la creación de<br />
nuevo conocimiento no consiste sólo<br />
en procesar información; tiene un gran<br />
sentido el aprovechar el conocimiento<br />
tácito y subjetivo, dado a través de<br />
ideas de los empleados en ambientes<br />
de conocimiento colectivo, pero<br />
poniendo esas ideas a disposición de<br />
toda la empresa para ser probadas.<br />
El mismo autor añade: “Las empresas de<br />
mayor éxito serán las que creen nuevo conocimiento,<br />
lo difundan por toda la em-
Conocimiento y aprendizaje<br />
69<br />
presa y lo incorporen de manera rápida”.<br />
Algo indispensable en su posicionamiento<br />
es contar siempre con directivos que sepan<br />
materializar ese conocimiento tácito.<br />
Dice <strong>No</strong>naka: “La empresa creadora de<br />
conocimiento se centra tanto en las ideas<br />
como en los ideales, y ese hecho fomenta<br />
la innovación. La esencia de la innovación<br />
consiste en recrear siguiendo a una determinada<br />
visión o ideal. El conocimiento colectivo<br />
es un estilo de conducta, un modo<br />
de actuar; de hecho, una forma de ser en<br />
donde todos son trabajadores del conocimiento”<br />
(<strong>No</strong>naka, 1999, pág. 45).<br />
Los planteamientos de <strong>No</strong>naka advierten<br />
que el conocimiento siempre se inicia con<br />
una persona que concibe una idea y la<br />
transmite a un director intermedio, quien<br />
la hace realidad en un producto o servicio.<br />
La esencia de su planteamiento es que el<br />
trabajo individual se lleva hacia un trabajo<br />
colectivo en lo que el autor citado denomina<br />
la espiral del conocimiento, la cual se<br />
concreta en las siguientes transmisiones de<br />
conocimiento:<br />
••<br />
De tácito a tácito: el aprendiz<br />
adquiere conocimiento de un<br />
experto. Pero si no se hace explícito<br />
a un colectivo, no se aprovecha<br />
por las organizaciones.<br />
••<br />
De explícito a explícito: combinando<br />
partes separadas de conocimiento<br />
explícito, para lograr un nuevo<br />
conjunto de conocimiento.<br />
••<br />
De tácito a explícito: es el ideal de<br />
compartir el conocimiento, para así<br />
llegar a conocimiento colectivo.<br />
••<br />
De explícito a tácito: a medida que<br />
un conocimiento se extiende a lo<br />
largo de la empresa los empleados<br />
empiezan a interiorizarlo (es decir, se<br />
usa en beneficio de su propio legado).<br />
Los cuatro modelos funcionan de manera<br />
interactiva y dinámica, para llegar a la espiral<br />
del conocimiento de <strong>No</strong>naka.<br />
b. David Garvin. Una segunda perspectiva<br />
del conocimiento colectivo es la de<br />
David Garvin en su libro titulado<br />
Crear una organización que aprende, antes<br />
de que la empresa pueda convertirse<br />
en una organización que aprende debe<br />
resolver tres elementos claves: primero,<br />
la fundamentación de organización<br />
que aprende; segundo, establecer<br />
orientaciones claras para la práctica<br />
del aprendizaje, y tercero, los sistemas<br />
de evaluación para estimar el nivel y<br />
ritmo de aprendizaje de la empresa.<br />
<strong>No</strong>s dice Garvin que siguiendo estas fundamentaciones<br />
la organización podrá ser<br />
muy fuerte en la resolución sistemática de<br />
problemas, experimentación de nuevos enfoques,<br />
aprovechamiento de las experiencias<br />
del pasado, aprendizaje de la competencia<br />
y transferencia rápida y efectiva de<br />
conocimiento a lo largo de la empresa.<br />
En los elementos fundamentales Garvin<br />
define: “Una organización que aprende<br />
es una organización experta en crear, adquirir<br />
y transmitir conocimiento, y en modificar<br />
su conducta para adaptarse a esas<br />
nuevas ideas y conocimientos” (Garvin,<br />
1995, pág. 16).<br />
Los pasos para llegar a este modelo se<br />
inician creando un entorno favorable al<br />
aprendizaje; es necesario dedicar tiempo<br />
para la reflexión y el análisis; establecer<br />
tiempo para planes estratégicos de aprendizaje<br />
que lleven al conocimiento, examinar<br />
los planes actuales de trabajo y mirar<br />
perspectivas. El aprendizaje se producirá<br />
y permitirá mejoras cuando también se<br />
den los tiempos necesarios para este, el<br />
cual debe darse en entornos abiertos y cooperativos.<br />
c. Rafael Andreu. Una tercera mirada es la<br />
de Rafael Andreu, quien señala que el<br />
desarrollo de conocimiento propio es<br />
indispensable para que una empresa<br />
u organización pueda competir<br />
efectivamente. La globalización,<br />
el constante cambio y desarrollo<br />
tecnológico están cambiando de<br />
manera fundamental la estructura<br />
competitiva de los mercados. En el<br />
nuevo ámbito, las fuentes tradicionales<br />
de ventaja competitiva de las empresas
70<br />
Conocimiento colectivo | Jesús Antonio Peñaranda Bautista<br />
(activos físicos, financieros, acceso<br />
privilegiado a materias primas o a<br />
segmentos de mercado protegidos, e<br />
incluso a tecnología (ver figura 1) no<br />
son ya suficientes porque todos ellos<br />
tienden a estar más y más a disposición<br />
de todo el mundo, en igualdad de<br />
condiciones y en mercados abiertos.<br />
En las organizaciones, esas capacidades<br />
distintivas tienen siempre un origen en las<br />
personas, que son quienes las desarrollan y<br />
las aplican basándose en su conocimiento,<br />
pero ello implica un aprendizaje tanto individual<br />
como colectivo que nos lleve a un<br />
verdadero conocimiento.<br />
Se podría pensar que se debe lograr la distinción<br />
de algunos tipos de conocimiento<br />
en relación con el conocimiento colectivo,<br />
para entender aún mejor el aprendizaje<br />
real que debe darse en las organizaciones.<br />
Una primera distinción entre tipos de conocimiento<br />
tiene, precisamente, en cuenta<br />
esta característica: se llama conocimiento<br />
explícito al que es fácil de ser representable<br />
externamente a las personas, y el implícito<br />
o tácito (<strong>No</strong>naka, 1994, pág. 45), al que no<br />
es representable por medios externos a las<br />
personas, que lo poseen (en parte porque<br />
les resulta difícilmente articulable a ellas<br />
mismas, que así de hecho saben más de<br />
lo que creen o de lo que pueden explicar).<br />
“Imitar conocimiento tácito es, pues, mucho<br />
más difícil y costoso que simplemente<br />
copiar conocimiento explícito” (Connor,<br />
1996, pág. 232). Por eso las ventajas competitivas<br />
basadas en conocimiento tácito<br />
tienden a ser más valoradas.<br />
Cuando las personas desarrollan conocimiento<br />
lo hacen en un contexto específico<br />
(social, organizativo, etc.) y cada una siguiendo<br />
su propio camino (dependiente,<br />
entre otras cosas, de su conocimiento y experiencias<br />
anteriores). Por eso se dice que<br />
el conocimiento depende “del camino” empleado<br />
en su desarrollo y “del contexto” en<br />
el que se ha desarrollado. En la medida en<br />
que duplicar ese contexto y esos caminos<br />
sea difícil (y a menudo lo es mucho, porque<br />
cada empresa tiene su propio estilo en<br />
caminos y contextos), imitar conocimiento<br />
será costoso, y las ventajas competitivas<br />
asociadas resultarán más sostenibles. Por<br />
todas estas razones, las empresas de hoy<br />
necesitan prestar mayor atención a los procesos<br />
de generación del conocimiento colectivo<br />
y sus implicaciones en los procesos<br />
generales y metas de las empresas.<br />
Para Andreu es necesario hacer la aclaración<br />
sobre la relación de este, con gestión<br />
del conocimiento, el cual tiene implicaciones<br />
con procesos más complejos que<br />
implican procesos y procedimientos de la<br />
organización. Al respecto, Rafael Andreu<br />
nos dice: “Gestionar bien los procesos que<br />
llevan al desarrollo de conocimiento propio<br />
y distintivo se está convirtiendo en<br />
una prioridad para muchas empresas”.<br />
De ahí la ubicuidad actual, en los ámbitos<br />
empresariales, de eso que se ha dado<br />
en llamar gestión del conocimiento (GC)<br />
como siempre ocurre con conceptos nuevos;<br />
sin embargo, no todo el mundo entiende<br />
lo mismo por GC. Para algunos el<br />
concepto ni es nuevo, "venimos gestionando<br />
el conocimiento desde siempre",<br />
dicen, y de hecho no les falta razón. Para<br />
otros, "el conocimiento no se puede gestionar,<br />
sólo el proceso de su creación", argumentan<br />
(Andreu, 2000, pág. 25).<br />
Algo importante en los preceptos de Andreu<br />
es conocimiento colectivo y acción.<br />
El enfoque nos dice que el desarrollo de<br />
conocimiento colectivo se hace con el objetivo<br />
de emplearlo para conseguir ventajas<br />
empresariales en el rol de desarrollo de los<br />
diferentes procesos de las organizaciones,<br />
es decir, las ventajas se obtienen cuando el<br />
conocimiento se emplea en acciones prácticas,<br />
no sólo se obtiene y se deja acumular<br />
o se deja estático. “Se entiende como<br />
conocimiento colectivo en acción, como la<br />
capacidad de resolver problemas con un<br />
grado de efectividad determinado” (Andreu,<br />
2000, pág. 34).<br />
Conviene analizar la relación entre conocimiento<br />
colectivo y conocimiento individual,<br />
para este último las personas utilizan<br />
capacidades básicas, modelos mentales, escalas<br />
de valores, entre otras, dependiendo<br />
del ambiente o contexto en que se muevan
Conocimiento y aprendizaje<br />
71<br />
» Aplicabilidad<br />
Lo anterior nos llevaría a una pregunta final: ¿Cómo mejorar el conocimiento de<br />
una empresa u organización? Aplicando algunos de los preceptos anteriores, debemos<br />
buscar siempre “mejorar la capacidad de resolución de problemas de la<br />
empresa”, ya sea a través de sus individuos, o de sus colectivos, cualquier cambio<br />
en el contenido del conocimiento de los miembros de la empresa que contribuya<br />
al objetivo anterior, de modo que se tenga la verdadera capacidad de resolver<br />
problemas relevantes para la empresa, es decir, gestionar adecuadamente el<br />
aprendizaje, individual y colectivo, de los miembros de esta.<br />
El conocimiento colectivo implica un proceso de carácter dinámico, es decir, es<br />
algo que se diseña, se implanta, se utiliza e incluye el desarrollo de conocimiento;<br />
estamos hablando también de gestionar los procesos de aprendizaje en la empresa.<br />
Además, se debe hacer referencia a las ventajas competitivas de la empresa.<br />
Pensamos que las organizaciones tienen que realizar un diagnóstico y unos inventarios<br />
de sus conocimientos para gestionar planes de aprendizaje y conocimientos<br />
(estrategia de conocimiento), ya sea con personal interno o externo<br />
dirigido a potenciar la organización.<br />
Del saber colectivo la base parte de la consideración de que el conocimiento es<br />
creado por los individuos, siendo después transformado en conocimiento colectivo.<br />
En esta línea de pensamiento, el papel de la empresa se debe centrar en<br />
la potenciación de los entornos de creatividad de los individuos, en el reconocimiento<br />
de sus aportes y en la definición de sistemas de gestión de personas<br />
centradas en este objetivo.<br />
Los autores citados no resaltan mucho el enfoque tecnológico. La naturaleza de<br />
este enfoque es la creencia de que el proceso de generación colectiva del conocimiento<br />
en las organizaciones se basa en la potenciación de la conectividad de<br />
los individuos de la organización. La masificación de la internet e intranets corporativas<br />
demuestra el éxito que esta aproximación viene teniendo en el mundo<br />
empresarial de hoy.<br />
La habilidad de escalar el conocimiento individual a un conocimiento colectivo<br />
entre los empleados de una empresa, juega un papel crítico en el éxito de esta. Se<br />
deben proveer de soluciones de potencializar el conocimiento en organizaciones<br />
comprometidas con la aceleración del conocimiento de sus empleados. A través<br />
del uso de la tecnología, servicios de aprendizaje, administración del conocimiento<br />
y soluciones de servicio al empleado, así se puede producir un potencial<br />
de trabajo más fuerte y un mejoramiento en los objetivos de la organización.
72<br />
Conocimiento colectivo | Jesús Antonio Peñaranda Bautista<br />
y de los planes de acción para afrontar determinadas<br />
situaciones o problemas. Andreu<br />
nos dice:<br />
“Todos tenemos experiencia de la existencia<br />
de este tipo de “reglas de invocación”,<br />
implícita o explícitamente. Por ejemplo, no<br />
evaluamos del mismo modo una situación<br />
conflictiva en el ámbito familiar que en el<br />
ámbito profesional, o incluso exactamente<br />
una misma situación la evaluamos distinto<br />
si lo hacemos a título personal o como<br />
miembros de un grupo (ya sea de amigos, de<br />
vecinos, o de colegas en el contexto de una<br />
organización)” (Andreu, 2000, pág. 35).<br />
Todos estos componentes de conocimiento<br />
individual son distintos y dan lugar a<br />
implicaciones diferentes a la hora de gestionar<br />
efectivamente el conocimiento en la<br />
empresa.<br />
Siguiendo los mismos parámetros, si aplicamos<br />
la definición anterior al concepto de<br />
“conocimiento colectivo”, el resultado es la<br />
capacidad colectiva de un grupo de individuos<br />
para resolver problemas colectivos<br />
con un grado de efectividad determinado.<br />
Además, la resolución colectiva de problemas<br />
requiere el establecimiento de planes<br />
de acción colectivos, que a su vez requieren<br />
esquemas de coordinación para combinar<br />
efectivamente las acciones de los miembros<br />
del colectivo.<br />
Conclusiones<br />
1. La particularidad del conocimiento colectivo<br />
de una organización o empresa<br />
debe ser tan elevado que resulte prácticamente<br />
imposible adquirirlo en el<br />
mercado y así buscar el sello distintivo<br />
que haga la diferencia con respecto a organizaciones<br />
similares.<br />
2. La posición de <strong>No</strong>naka es más informal,<br />
pero a la vez más explícita en<br />
procesos naturales donde se destaca el<br />
papel que ejercen los directivos, como<br />
dinamizadores del proceso de aprendizaje<br />
que nos lleve al conocimiento.<br />
La teoría de Garvin, en este proceso<br />
del conocimiento colectivo, suele estar<br />
en una posición más compleja, artificial,<br />
más estricta y clásica. Finalmente,<br />
Andreu relaciona el proceso del conocimiento<br />
colectivo con los contextos<br />
particulares, sellos distintivos y las acciones<br />
mediante la resolución de problemas<br />
en forma eficiente.<br />
3. De cualquier forma, todos coinciden<br />
en la importancia de utilizar el conocimiento<br />
individual, en pro de los intereses<br />
organizacionales, así se llegue por<br />
caminos diferentes a un método para<br />
aprovechar y dirigir el conocimiento. Es<br />
claro que existe un dilema entre el conocimiento<br />
colectivo y el aprendizaje, por<br />
tanto, las empresas u organizaciones de<br />
hoy necesitan cuidar de su desarrollo<br />
y expansión a través de la creación de<br />
condiciones propicias para que se dé un<br />
aprendizaje planeado del conocimiento<br />
colectivo.<br />
Referencias Bibliográficas<br />
Andreu, R. (2000). Gestión integral del conocimiento. Navarra:<br />
IESE editorial.<br />
Berger, P. (1971). Construcción social de la realidad. Buenos<br />
Aires: Amorrortu Editores.<br />
Connor, K. R., y Prahalad C. K. (1996). A Resource- based<br />
Theory of the Firm: Knowledge versus Opportunism. In<br />
Organization Science, 7(5), 477-501.<br />
<strong>No</strong>naka, I. (1999). La empresa creadora de conocimiento. Tokio:<br />
Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología.<br />
Sagan, C. (2000). Cosmos. Barcelona: Editorial Planeta.<br />
Suárez, G. (2005). Aproximación al problema Epistemológico, en<br />
<strong>Revista</strong> Actualidades Pedagógicas, Universidad de la Salle.<br />
Garvin, D. (1995). Crear una organización que aprende.<br />
Harvard Business Review.
Conocimiento y aprendizaje<br />
73<br />
¿Qué tanto saben de seguros<br />
los administradores de empresas?<br />
Autor »<br />
Juan Hernando Bravo Reyes*<br />
Resumen »<br />
Con una descripción específica sobre el origen de las necesidades propias de aseguramiento, involucradas<br />
en el desarrollo y evolución del hombre, se busca una primera aproximación dentro del proceso de<br />
concienciar sobre la realidad aseguradora, referenciada sobre la base del comportamiento cultural de los<br />
colombianos frente a inminentes situaciones azarosas y/o peligrosas; con una orientación básica hacia las<br />
pequeñas empresas, y su necesidad de asegurar el patrimonio que les garantiza el desarrollo de su objeto<br />
social; situación que coloca en un segundo plano los seguros personales o de vida.<br />
En segunda instancia, con el presente material se quiere sustentar de manera general la propuesta de<br />
crear una tarifa social de seguros, por lo que se hace un recuento que incluye: los orígenes del aseguramiento,<br />
el significado de lo social, la conceptualización sobre la administración de riesgos y la prevención<br />
de pérdidas como elementos base de la tarifa; el proceso de generación de pérdidas en una empresa,<br />
algunas definiciones de tipo técnico y sustento jurídico sobre el contrato de seguros. Como elemento<br />
clave dentro del proceso de cambio, se recuerda que los seguros tienen su origen en las mutualidades y<br />
para concluir se determinan los fundamentos y espíritu de la posible tarifa de seguros; de igual manera,<br />
se detallan gráficamente las variables que deben ser tenidas en cuenta al momento de trasladar un riesgo<br />
a las compañías aseguradoras.<br />
Abstract »<br />
With a specific description about the origin of the proper needs of assurance involved in the development and<br />
evolution of man, it is searched a first approach in the process of awareness about the insurer reality, based<br />
on the cultural behavior of Colombian people facing random situations and imminent dangers, with a basic<br />
orientation towards small companies and their need of assuring heritage that guarantees them the development<br />
of its social object, situation that puts in the background the personal or life insurance. On the other<br />
hand, with this material it is wanted to support -in a general way- the proposal of creating a social insurance<br />
fee, which is why it is made a review that includes the origins of assurance, the meaning of “social”, conceptualization<br />
of risks administration and loss prevention as basic elements of fee, the process of generating losses in a<br />
company and some technical definitions and legal support on the insurance contract. As a key element in the<br />
process of change, it is emphasized that insurances are rooted in mutuality and, to conclude, fundamentals<br />
and spirit of the possible fee are determined. Similarly, variables to be taken into account when transferring a<br />
risk to insurers are graphically detailed.<br />
Palabras clave »<br />
Keywords<br />
Riesgo, asegurado, asegurador, pequeño empresario, administración de riesgos.<br />
Risk, insured, insurer, small businessman, risk management.<br />
* Docente de la Facultad<br />
de Ciencias Económicas y<br />
Administrativas de INPAHU.<br />
Administrador de Empresas.<br />
Especialización en Pedagogía<br />
y Docencia Uniersitaria.<br />
Magister en Tecnología<br />
Educativa. Docente de la<br />
Universidad de la Salle.
74<br />
¿Qué tanto saben de seguros los administradores de empresas? | Juan Hernando Bravo Reyes<br />
En el presente ensayo se describe cómo<br />
desde la época de las cavernas la seguridad<br />
ha sido y es prioridad para el ser humano.<br />
Los riesgos evolucionan con los avances<br />
tecnológicos del mundo, igual que el comportamiento<br />
cultural de las personas frente<br />
a situaciones azarosas y peligros inminentes,<br />
entre ellas las pequeñas empresas, que<br />
a menudo toman decisiones contrarias a la<br />
sana lógica de proteger la vida y patrimonio<br />
individual y corporativo.<br />
Como alternativa de desarrollo en materia<br />
de seguros se presenta una propuesta para<br />
crear una tarifa social en seguros, considerando<br />
la tarea primordial de devolver la<br />
confianza, a asegurados y aseguradoras, en<br />
una transacción que tiene sus orígenes en<br />
la mutualidad, en donde comprar una póliza<br />
y reclamar por un siniestro dejarán de<br />
ser un problema para los asegurados y una<br />
carga para los aseguradores.<br />
Se incluye una conceptualización de lo<br />
social, en la que se determinan los fundamentos<br />
y el espíritu de la posible tarifa en<br />
seguros; de igual manera, se detallan en<br />
gráficas las variables que deben ser tenidas<br />
en cuenta al momento de trasladar un<br />
riesgo a las compañías aseguradoras, para<br />
terminar con algunas definiciones de tipo<br />
legal, importantes en cualesquiera de los<br />
contextos que se miren, en el que se proponen<br />
nuevos y mejores productos, justos<br />
a las necesidades de los asegurados, ya que<br />
el tema de los seguros debe ser una "segunda<br />
lengua" para los colombianos y en<br />
manos de todos está la construcción de un<br />
modelo social en seguros.<br />
Los riesgos no desaparecerán<br />
Desde el mismo momento en el que el<br />
hombre apareció sobre la tierra, los peligros<br />
son inherentes a su naturaleza; sobrevivir<br />
a tormentas, nevadas, inundaciones,<br />
terremotos, calores extremos, escasez de<br />
alimentos y depredadores, lo obligaron<br />
a tomar medidas de protección. Por eso,<br />
cuando decidió cubrir su cuerpo con pieles<br />
no lo hizo por recato o moda, sino para<br />
protegerse del frío; buscar tierras altas para<br />
alejarse de grandes lagos y ríos no era para<br />
vivir confortable sino seguro; así mismo, el<br />
no depender de lo ofrecido por la naturaleza<br />
y programar cultivos hicieron más tranquila<br />
su vida; no seguía dietas para exhibir<br />
cuerpos esculturales; sobre estas bases<br />
podemos concluir que el asegurar, prever,<br />
o disminuir los efectos de un peligro son<br />
prioridades actuales para la humanidad.<br />
En la presente época han surgido cambios<br />
que empeoran las situaciones de peligro<br />
a las que se dio una nueva nomenclatura;<br />
ahora se habla de riesgos, entendidos<br />
como aquellos hechos o situaciones imprevistas<br />
que pueden afectar la vida o destruir<br />
nuestro patrimonio. Con el desarrollo y<br />
evolución de la humanidad también aumentaron<br />
los riesgos; por ello, las grandes<br />
tecnologías aportan una cuota bien importante<br />
en los mismos. Para el hombre de las<br />
cavernas, por ejemplo, ¿qué importancia<br />
pudieron haber tenido los accidentes de<br />
tránsito, si en su época no existían los vehículos?<br />
Según el informe presentado en la<br />
<strong>Revista</strong> de Fasecolda (2001, págs. 14-15), en<br />
nuestros días los automóviles generan el<br />
mayor número de muertes en el país, muchas<br />
más de las ocurridas por el conflicto<br />
entre el gobierno y los alzados en armas.<br />
<strong>No</strong> se puede olvidar el aumento de las<br />
inundaciones y los fenómenos naturales<br />
considerados en los seguros como riesgos<br />
catastróficos, casi imposibles de evitar, a<br />
excepción de algunas predicciones en materia<br />
de terremotos, como el que se afirma<br />
se presentará en Bogotá; los colombianos<br />
nos acostumbramos a vivir en riesgo, “sabemos<br />
a qué hora salimos de casa, pero no<br />
sabemos si regresaremos”, por los inevitables<br />
accidentes, robos y atracos.<br />
Esta situación, descrita por Bravo (2005),<br />
encontró que para los colombianos es más<br />
importante asegurar el vehículo familiar<br />
que la propia vida. Situación que se replica<br />
en los pequeños empresarios (con capital<br />
menor de $60.000.000, y con nóminas<br />
que oscilan entre los cinco y los veinte empleados).<br />
El gerente de la pequeña empresa debe<br />
modificar su pensamiento, vislumbrar el<br />
futuro y predisponer su voluntad al tras-
Conocimiento y aprendizaje<br />
75<br />
lado de los riesgos que definitivamente no<br />
puede administrar; ya pasó la época del<br />
“esperar a ver qué pasa” y dejar el futuro<br />
en manos del azar. Los siniestros mencionados<br />
pueden acabar con el capital de toda<br />
una vida de trabajo.<br />
Las pequeñas empresas son el centro de<br />
atención de muchos sectores económicos<br />
del país; por ello, se desconocen las razones<br />
por las cuales el sector asegurador sigue<br />
creando y ofreciendo productos que nunca<br />
se han adaptado a sus necesidades.<br />
Dentro del estudio efectuado por Mapfre<br />
(2003) se considera a Colombia como uno<br />
de los países con mayores indicadores de<br />
violencia del mundo, factor que junto con<br />
el comportamiento climático y las catástrofes<br />
naturales (como el<br />
terremoto de Armenia<br />
en 1999 y Popayán en<br />
1983), no logran generar<br />
aún conciencia aseguradora<br />
en sus víctimas;<br />
tampoco motiva<br />
al sector asegurador<br />
para idear, producir y<br />
ofrecer pólizas de seguro<br />
con amparos y<br />
coberturas asequibles<br />
a la situación económica<br />
de sus clientes: es probable que la oferta<br />
de productos en seguros haya olvidado el<br />
principio del cooperativismo y las mutualidades<br />
por las que fueron creados.<br />
"Los colombianos<br />
nos acostumbramos<br />
a vivir en riesgo:<br />
sabemos a qué hora<br />
salimos de casa<br />
pero no sabemos si<br />
regresamos".<br />
Cuando se adquiere una póliza de seguro<br />
no se piensa en el riesgo que se traslada a<br />
la aseguradora, situación en la cual, de no<br />
presentarse siniestro es lo más favorable<br />
que le puede suceder al tomador, asegurado<br />
o beneficiario. Por<br />
el contrario, se piensa<br />
en una inversión en la<br />
que de una u otra manera<br />
el beneficiario de<br />
una póliza saldrá ganador,<br />
es decir se espera<br />
algo a cambio. Los<br />
seguros no son un negocio<br />
porque se crea la<br />
falsa sensación de que<br />
el riesgo no va a existir,<br />
y en ello, todo contrato<br />
de seguro es explícito: la empresa le<br />
minimiza la pérdida, pero eso no significa<br />
que se convierta en una fuente de enriquecimiento.<br />
Los delitos contra la propiedad como el<br />
hurto, la sustracción, el asalto a mano armada<br />
y los atentados terroristas –de incierta<br />
autoría– con explosión de bombas y efectos<br />
en el comportamiento de las personas,<br />
son fuente de riesgos comunes para todos<br />
los colombianos, que se suman a los riesgos<br />
de incendio, de operación y de corriente<br />
débil.<br />
Los riesgos, en su esencia, pueden ser asumidos,<br />
reducidos, trasladados a una aseguradora<br />
lo que puede y debe convertirse en<br />
práctica normal del colombiano.Los presupuestos<br />
de los pequeños empresarios rara<br />
vez incluyen la compra de seguros, a menos<br />
que se trate de una exigencia de tipo legal<br />
que los obligue a adquirirlos; lo mismo<br />
nos sucede a todos, a pagar por ejemplo,<br />
el seguro estudiantil por parte de los padres<br />
de familia de un jardín de niños, que<br />
se considera gasto innecesario en muchas<br />
ocasiones.<br />
Ante tantas circunstancias adversas y pensamientos<br />
erróneos, se puede pensar que al<br />
ofrecer un nuevo modelo de tarifa social se<br />
está dando inicio a una nueva época donde<br />
impere la confianza mutua para aseguradoras<br />
y asegurados. El respaldo al sector<br />
de las pequeñas empresas, y en general a<br />
la sociedad, contribuirá en la reactivación<br />
económica del país, mediante la generación<br />
de empleo, en donde el pequeño empresario<br />
y los asegurados encuentren las<br />
oportunidades, ventajas y beneficios de<br />
trasladar sus riesgos a un ente con mayor<br />
capacidad económica que actúa sobre la<br />
base de las mutualidades, con un flujo económico<br />
y social positivo, que redunde en<br />
beneficio de todos.<br />
A partir de la estructuración y fundamentación<br />
de la tarifa social para la compra de<br />
seguros en las pequeñas empresas, y en<br />
general para toda la sociedad, se generan<br />
una serie de cambios fundamentados en
76<br />
¿Qué tanto saben de seguros los administradores de empresas? | Juan Hernando Bravo Reyes<br />
la comunicación abierta y confiada de las<br />
partes, en donde comprar una póliza y reclamar<br />
por un siniestro dejarán de ser un<br />
problema para los asegurados y una carga<br />
para los aseguradores.<br />
Significado del concepto de lo social<br />
En las ciencias sociales se destacan los conceptos<br />
de política social y programas sociales,<br />
que deben determinar un alcance,<br />
unos fines y una metodología. Esta función<br />
se la ha asignado al Estado, como una acción<br />
normativa y direccional que favorezca<br />
a los sectores más desprotegidos en sus<br />
demandas, aspiraciones y necesidades, en<br />
búsqueda del bienestar y la mejoría de las<br />
condiciones materiales de vida de la sociedad,<br />
acciones que estarán íntimamente<br />
relacionadas con la distribución de los recursos<br />
de todo tipo en una sociedad.<br />
Asimismo, la noción de economía social<br />
toma progresivamente fuerza a partir de finales<br />
de los años setenta en países europeos<br />
como Francia, Bélgica, España y Portugal,<br />
refiriéndose al campo de la realidad integrado<br />
por aquellas formas sociales privadas<br />
que en su funcionamiento no encajan o<br />
cuestionan la lógica de funcionamiento y de<br />
desarrollo capitalista, pero sólo se designan<br />
como empresas de este tipo las cooperativas,<br />
las mutualidades y las asociaciones.<br />
La responsabilidad social implica que la empresa<br />
privada tiene obligaciones para con la<br />
sociedad. Esas obligaciones van más allá de<br />
la producción y comercialización de bienes<br />
y servicios, de modo que deben cooperar en<br />
la solución de los problemas, muchos de los<br />
cuales ellas mismas han contribuido a crear<br />
debido a que el mismo crecimiento económico<br />
como fuente de progreso para la empresa<br />
y para un país, trae consigo efectos indeseables<br />
que originan costos sociales para<br />
algunos sectores de la sociedad. En estas<br />
condiciones, también es asunto de supervivencia<br />
y sostenibilidad de la empresa ayudar<br />
a los sectores menos favorecidos buscando el<br />
equilibrio social y el bien común.<br />
El concepto social de una nueva tarifa en<br />
seguros, debe trascender los límites actuales<br />
con los que se mide la responsabilidad social<br />
empresarial en nuestro país, para algunas<br />
cadenas de almacenes su labor social se<br />
encuentra limitada a “obsequiar” a fundaciones<br />
de caridad, aquellos productos que<br />
por su naturaleza y fecha de vencimiento no<br />
son los más frescos, tratando por otras vías<br />
de obtener beneficios, en la mayoría de los<br />
casos de tipo tributario. En algunas otras situaciones<br />
casi se legaliza la mendicidad, al<br />
colocar jóvenes empacadores que viven de<br />
la buena voluntad de los que hacemos mercado,<br />
sin ningún tipo de vinculación laboral<br />
que los pueda favorecer.<br />
El sentido social de una tarifa en seguros<br />
no puede ser un espectáculo circense que<br />
aumente la publicidad o grado de recordación<br />
en los asegurados; la simple funcionalidad<br />
y aceptación en términos leoninos,<br />
por parte de los empresarios, no modifica<br />
las condiciones actuales en las que se olvida<br />
el origen asegurador.<br />
Administrar riesgos y prevenir pérdidas<br />
La administración de riesgos en las empresas<br />
se constituye en la segunda obligación<br />
de todo empresario. A continuación<br />
se definen algunas de las variables que<br />
componen el contrato de seguro y que determinan<br />
de manera gráfica su operatividad,<br />
en el deber ser del tema de seguros,<br />
utilizando argumentos técnicos y jurídicos,<br />
para concluir con el significado de la<br />
administración de riesgos.<br />
1. El riesgo: en el común de los casos, se<br />
define como la eventualidad de que ocurra<br />
un suceso dañoso. El Código de Comercio<br />
en su artículo 1054, define el riesgo: “denomínase<br />
riesgo el suceso incierto que no depende<br />
exclusivamente de la voluntad del<br />
tomador, del asegurado o del beneficiario,<br />
y cuya realización da origen a la obligación<br />
del asegurador. Los hechos ciertos, salvo<br />
la muerte, y los físicamente imposibles,<br />
no constituyen riesgo y son, por lo tanto,<br />
extraños al contrato de seguro. Tampoco<br />
constituye riesgo la incertidumbre subjetiva<br />
respecto de determinado hecho que<br />
haya tenido o no cumplido”.<br />
J. Efrén Ossa (1986) afirma: “se da el nombre<br />
de riesgo a la cosa o a la persona sobre
Conocimiento y aprendizaje<br />
77<br />
ELIMINAR O<br />
(PREVENIR)<br />
REDUCIR<br />
(PROTEGER)<br />
TRANSFERIR<br />
Figura 1. El proceso<br />
de generación de<br />
pérdidas en una<br />
empresa<br />
ACCIÓN<br />
LESIONES<br />
ACCIDENTE<br />
PÉRDIDAS<br />
CONDICIÓN<br />
DAÑOS<br />
la cual depende la amenaza que esconde y<br />
se lo califica en función de la permeabilidad<br />
del siniestro”. Tomando como base el proceso<br />
de generación de pérdidas en una empresa,<br />
presentado por este autor, la figura 1, es<br />
una adaptación de este proceso.<br />
De una acción determinada frente a una<br />
condición azarosa, muy posiblemente<br />
surja un accidente; este accidente puede<br />
implicar lesiones a personas o daños a los<br />
bienes de propiedad del empresario, lo<br />
que se resume en pérdidas. La administración<br />
de riesgos se define como la metodología<br />
lógica y sistemática de identificación,<br />
evaluación, tratamiento y control<br />
de los posibles riesgos a los que están expuestos<br />
los bienes de las empresas y de la<br />
sociedad en general.<br />
producir daños a la salud de los trabajadores<br />
o a los bienes, determinada por todas<br />
aquellas medidas de precaución ordinarias<br />
que se encuentran en la conciencia de los<br />
hombres y pueden considerarse como el<br />
resultado natural del instinto de conservación<br />
hacia su vida y sus propiedades.<br />
Con base en la definición de López Blanco<br />
y volviendo a Ossa, se esquematiza la estructura<br />
y metodología del manejo de los<br />
riesgos en la figura 2.<br />
Ante la presencia de un riesgo las acciones<br />
básicas contra el mismo pueden ser<br />
eliminarlo, transferirlo, retenerlo y reducido.<br />
Para el caso que nos ocupa, pensar<br />
en deshacernos del riesgo significa cerrar o<br />
vender la empresa, el retenerlo de manera<br />
FUENTE: Ossa, Efrén. El<br />
mundo del seguro y reaseguro,<br />
adaptado por el autor<br />
Figura 2. Estructura y<br />
metodología<br />
del manejo de los<br />
riesgos<br />
La administración de riesgos busca anticiparse<br />
a las posibles situaciones que genera<br />
un siniestro, sin ignorar que existen<br />
riesgos para los cuales simplemente se establecen<br />
medidas que impiden aumentar<br />
las pérdidas; tal es el caso de los terremotos<br />
inevitables para el hombre, por lo que<br />
construir edificaciones sismo-resistentes<br />
se convierte en la manera más efectiva de<br />
contrarrestarlos.<br />
ELIMINAR<br />
ASEGURAR<br />
TRANSFERIR RETENER REDUCIR<br />
OTROS<br />
ACTIVA PASIVA<br />
2. La prevención de pérdidas dentro del<br />
análisis de riesgos: definida por López<br />
(1994) como la metodología encaminada a<br />
prevenir cualquier contingencia que pueda<br />
FUENTE: Ossa, Efrén. El<br />
mundo del seguro y reaseguro,<br />
adaptado por el autor<br />
SEGURIDAD<br />
INDUSTRIAL Y DE<br />
PREVENCIÓN DE<br />
PÉRDIDAS<br />
PLANEACIÓN<br />
ORGANIZACIONAL
78<br />
¿Qué tanto saben de seguros los administradores de empresas? | Juan Hernando Bravo Reyes<br />
Figura 3. Costos y<br />
protección de riesgos<br />
FUENTE: Ossa, Efrén. El<br />
mundo del seguro y reaseguro,<br />
adaptado por el autor<br />
COSTO DE LA PÉRDIDA<br />
PUNTO ÓPTIMO<br />
NIVEL DE PROTECCIÓN<br />
COSTO TOTAL<br />
COSTO DE LA<br />
PRODUCCIÓN<br />
PUNTO ÓPTIMO<br />
NIVEL ÓPTIMO<br />
NIVEL DE PROTECCIÓN<br />
activa obliga al propietario de la empresa<br />
a buscar medidas de seguridad tendientes<br />
a reducirlo. Esas medidas de seguridad<br />
se encuentran previstas en los análisis de<br />
seguridad industrial, planeación y organización<br />
industrial. El transferirlo implica el<br />
aseguramiento del mismo, que involucra la<br />
suscripción de un contrato de seguro.<br />
3. ¿Cómo definir los riesgos?: para definir<br />
los riesgos que serán trasladados por el<br />
empresario, es necesario analizar sus características<br />
genéricas y globales, determinando<br />
la relación que existe entre los costos de<br />
la protección y las posibles pérdidas dentro<br />
de un panorama de riesgos general, como<br />
se muestra en la figura 3. Posteriormente,<br />
se debe determinar el cómo y el cuándo, es<br />
decir, el comportamiento del riesgo en una<br />
situación determinada y específica.<br />
Esta información deberá estar expresada<br />
en función de dos variables fundamentales<br />
de frecuencia y severidad, bajo un panorama<br />
de posibilidades, como se presenta en<br />
la figura 4.<br />
A continuación se describe la estructura<br />
que rodea el riesgo, como elemento fundamental<br />
del contrato de seguro y sus principales<br />
variables (figura 5), papel dentro del<br />
contrato de seguro, objeto del contrato de<br />
seguro en función del riesgo, aspectos legales<br />
vigentes del contrato de seguro (Ley 45<br />
de 1990), características del contrato, mérito<br />
ejecutivo de la póliza de seguro, actos<br />
inasegurables. Además, conservación del<br />
estado del riesgo y notificación de cambios,<br />
declaración del tomador sobre el estado del<br />
riesgo, término para pago de la prima, terminación<br />
automática del contrato de seguros,<br />
obligaciones del asegurado (una vez<br />
ocurrido el siniestro) y oportunidad para el<br />
pago de la indemnización, entre otros.<br />
4. ¿Qué es un contrato de seguro?: es un<br />
pacto o convenio entre dos o más partes<br />
para obligarse sobre una determinada materia<br />
o cosa determinada y a cuyo cumplimiento<br />
se comprometen. Desde el punto<br />
de vista conceptual, el contrato de seguro<br />
es aquel que permite resarcir el perjuicio<br />
Figura 4. Frecuencia<br />
y severidad de los<br />
riesgos<br />
IMPACTO DE<br />
VEHÍCULOS<br />
CAÍDA DE AVIONES<br />
INCENDIO INTERNO EXPLOSIÓN<br />
FUEGO, EXPLOSIÓN,<br />
DERRUMBAMIENTO,<br />
ROTURA DE MAQUINARIA<br />
PELIGROS<br />
DE LA NATURALEZA<br />
FUENTE: Ossa, Efrén. El<br />
mundo del seguro y reaseguro,<br />
adaptado por el autor<br />
DETERIORO DE LA<br />
PROPIEDAD<br />
INCENDIO O<br />
EFECTOS DESDE<br />
FUERA DE UNA<br />
EXPLOSIÓN<br />
CAÍDA DE RAYO<br />
DAÑOS ELÉCTRICOS<br />
O ELECTRÓNICOS<br />
NEGLIGENCIA DE PERSONAS<br />
PERTENECIENTES AL<br />
ESTABLECIMIENTO, HUELGA<br />
ACCIDENTE DE TRÁNSITO<br />
CONTAMINACIÓN<br />
AMBIENTAL<br />
MENOSCABO DEL<br />
MEDIO AMBIENTE<br />
ACCIDENTES<br />
CRIMINALES<br />
SUSTRACCIÓN<br />
ACCIDENTES<br />
PRODUCTOS<br />
DEFECTUOSOS<br />
RESPONSABILIDAD<br />
CIVIL<br />
INSOLVENCIAS<br />
DE DEUDORES<br />
ACTOS TERRORISTAS<br />
POLÍTICOS
Conocimiento y aprendizaje<br />
79<br />
económico, soportado como consecuencia<br />
de la realización de un determinado riesgo,<br />
a cambio de una prima. La legislación<br />
colombiana no expresa una definición, tan<br />
sólo se limita a establecer sus características<br />
(Artículo 1036, Código de Comercio).<br />
4.1. Objeto. El objeto del contrato de seguro<br />
es el pago de la indemnización a consecuencia<br />
de la realización del riesgo, cubriendo<br />
con esto el perjuicio económico experimentado<br />
por el asegurado en su patrimonio.<br />
De acuerdo con el Código de Comercio<br />
(artículo 1037), las partes o personas en<br />
el contrato de seguro son el asegurador,<br />
el tomador, el asegurado, el beneficiario y<br />
el damnificado; sus características desde<br />
el punto de vista legal (según el Código<br />
de Comercio, Artículo 1036), son: consensual,<br />
bilateral, oneroso, aleatorio, ejecución<br />
sucesiva.<br />
NO HAY<br />
RIESGO<br />
NO HAY<br />
RIESGO<br />
AUTOSEGURO<br />
NO<br />
SÍ<br />
EXISTE UN RIESGO<br />
¿PUEDE SER IDENTIFICADO?<br />
VALORE Y CUANTIFIQUE EL RIESGO<br />
NO<br />
SÍ<br />
SÍ<br />
SÍ<br />
¿PUEDE SER ELIMINADO?<br />
NO<br />
¿ES SIGNIFICATIVO?<br />
SÍ<br />
¿PUEDE SER REDUCIDO?<br />
NO<br />
¿ES CATASTRÓFICO?<br />
NO<br />
SELECCIÓN DE LA ACCIÓN POR SEGUIR<br />
SÍ<br />
ANÁLISIS<br />
DEL RIESGO<br />
MEDIDAS DE<br />
SEGURIDAD<br />
Los elementos esenciales del contrato de<br />
seguro son: el interés asegurable (Art. 1045,<br />
1083); riesgo asegurable (Art. 1054); prima<br />
o precio del seguro (Art. 1066, 1067, 1068)<br />
y la obligación condicional del asegurador<br />
(Art. 1083).<br />
4.2. Algunos aspectos legales del contrato<br />
de seguro. A partir de 1990, con la implementación<br />
de la Ley 45, las condiciones<br />
comerciales en seguros se fundamentaron<br />
en la liberación de tasas, es decir, las aseguradoras<br />
determinan (desde esta época,<br />
dentro de sus márgenes de solvencia y reservas<br />
técnicas) la prima por cobrar, obviamente<br />
incluyendo los porcentajes de utilidad<br />
esperados en los programas suscritos.<br />
La Superintendencia Financiera, como organismo<br />
de control, inspección y vigilancia<br />
de las aseguradoras, continúa en su tarea de<br />
propender por una práctica segura, sin intervenir<br />
en la formulación de tasas, ni condicionando,<br />
buscando una sana competencia, en<br />
la que proliferen nuevos productos a la medida<br />
de las necesidades de los asegurados.<br />
Ahora bien, considerando que las modificaciones<br />
fundamentales de la ley se ven reflejadas<br />
en varios de los artículos del Código de<br />
Comercio, las describimos en el Apéndice.<br />
SEGURO<br />
DEDUCIBLE<br />
Cuando se propone la creación de una nueva<br />
tarifa social en seguros, no se desechan<br />
los intentos que en esta materia han efectuado<br />
compañías como Aseguradora Colseguros,<br />
al implementar la venta de pólizas<br />
de seguro de accidentes a través de las<br />
grandes cadenas de almacenes como Carrefour<br />
donde, por un pequeño valor y sin<br />
mayores trámites que la voluntad de las<br />
partes, se suscribe el contrato.<br />
Algunas aseguradoras de tipo cooperativo<br />
como es el caso de la Aseguradora Solidaria<br />
de Colombia, han adelantado estudios en relación<br />
con la estructuración de pólizas de<br />
seguro de automóviles con características<br />
sociales, dirigidas a vehículos con edades<br />
de fabricación superiores a veinte años.<br />
Aseguradora Solidaria de Colombia desde julio<br />
de 2005, ofrece dentro de su portafolio<br />
de productos la mencionada póliza, con<br />
la denominación de póliza clásica de automóviles,<br />
de la que no conocemos ningún<br />
resultado de tipo siniestral o técnico, motivo<br />
y argumento para una futura investigación.<br />
FINANCIACIÓN<br />
Figura 5. Frecuencia<br />
y severidad<br />
FUENTE: Ossa, Efrén. El<br />
mundo del seguro y reaseguro,<br />
adaptado por el autor
80<br />
¿Qué tanto saben de seguros los administradores de empresas? | Juan Hernando Bravo Reyes<br />
Figura 6. Formas<br />
gráficas de<br />
aseguramiento<br />
FUENTE: Ossa, Efrén. El<br />
mundo del seguro y reaseguro,<br />
adaptado por el autor<br />
VALOR ASEGURADO ($)<br />
PROPORCIONALES<br />
PRIMERAS<br />
PÉRDIDAS<br />
EXCESOS<br />
PROPORCIÓN ASUMIDA<br />
PROPORCIÓN TRANSFERIDA<br />
COMBINACIÓN<br />
DE LOS TRES<br />
TIPOS<br />
La creación de una tarifa social en seguros<br />
debe ser un proyecto que involucre a toda la<br />
sociedad, ya que el tema asegurador compete<br />
a empresarios, empleados, aseguradores,<br />
intermediarios, ajustadores, corredores de<br />
reaseguros; por lo que reitero, dicho tema<br />
será una "segunda lengua" para los colombianos.<br />
Los más llamados a conocer sobre el<br />
mismo son los administradores de empresas.<br />
En conclusión, los riesgos han existido y<br />
seguirán existiendo con un aumento progresivo<br />
que va de la mano de la evolución<br />
del hombre y su entorno. Algunos de ellos<br />
serán imposibles de evitar pero si de minimizar.<br />
Asegurarse implica una conciencia<br />
clara y prudente del significado de los riesgos,<br />
en donde empresarios y aseguradores<br />
determinen un equilibrio que los beneficie<br />
mutuamente, con un punto de encuentro<br />
que puede significar la creación de una tarifa<br />
social en seguros.<br />
Referencias Bibliográficas<br />
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personas. Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad Javeriana<br />
(Tesis).<br />
Acero G., L. E. (1991). El seguro como contrato de adhesión.<br />
Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad Javeriana (Tesis).<br />
Álvarez R., C. (1996). La intermediación en seguros en un<br />
mercado de apertura. Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad<br />
Javeriana (Tesis).<br />
Bahamón P., I. (1995). Régimen Legal de las Tarifas en Colombia.<br />
Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad Javeriana (Tesis)<br />
Blanco A., R. (1998). ¿Obligaciones de la parte aseguradora<br />
son solo cargas? Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad<br />
Javeriana (Tesis).<br />
Bravo R., J. H. (2005). La Cultura del Seguro en las Empresas de<br />
Familia Pequeñas y medianas de la Zona 12 (Barrios Unidos) de<br />
Bogotá D. C. Bogotá: Ediciones Universidad de la Salle.<br />
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Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad Javeriana (Tesis)<br />
Cruz, C. J. (2001). De la realización del riesgo en el contrato de<br />
seguro. Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad Javeriana<br />
(Tesis)<br />
Gamboa, J. C. (2000). Principios Jurídicos del Seguro de Garantías.<br />
Bogotá: Ediciones Pontificia Universidad Javeriana (Tesis)<br />
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2001. Bogotá. P. 14-15.<br />
Mapfre Estudios. (2003). <strong>Revista</strong>s MAPFRE Seguros <strong>No</strong> 37, 38,<br />
39, 40 2003, Colombia. Boletín Científico. Bogotá: Ediciones<br />
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Miranda M., J. J. (2000). Gestión de proyectos. Santa Fe de<br />
Bogotá: Editores M & M.<br />
<strong>No</strong>ticolón. (2002). <strong>Revista</strong>s Aseguradora Colseguros “<strong>No</strong>ticolón”<br />
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Aseguradora Colseguros.<br />
Ossa G. J E.. (1990). El Mundo del Seguro y Reaseguro. Bogotá:<br />
Editorial Temis 1990.<br />
Ossa G. J Efrén (1991). Teoría General del Seguro. El Contrato.<br />
Bogotá: Editorial Temis.<br />
REPÚBLICA DE COLOMBIA. Congreso de la República.<br />
Ley 45 de 1990. Diario Oficial <strong>No</strong> 39.607, del 19 de diciembre<br />
de 1990 –Por la cual se expiden normas en materia de<br />
intermediación financiera, se regula la actividad aseguradora<br />
y se dictan otras disposiciones.<br />
REPÚBLICA DE COLOMBIA. Congreso de Colombia. López<br />
B., H. F. (1994). Comentarios al contrato de seguro Código<br />
de Comercio, Libro Cuarto Capitulo Quinto artículo 1054..<br />
Bogotá: Editorial Temis.<br />
Zornosa, H. (Varios). El riesgo y el interés asegurable. Pontificia<br />
Universidad Javeriana (Tesis).
Conocimiento y aprendizaje<br />
81<br />
» Apéndice<br />
Características del Contrato: Art. 1036.- Modificado. Ley 389 de 1997, Art. 1º. El seguro es un contrato consensual,<br />
bilateral, oneroso, aleatorio y de ejecución sucesiva. Conc.: 20 ord. 1o., 824, 1046, 1048; C.C. 1495 a 1501.<br />
Mérito Ejecutivo de la Póliza de Seguro: Art. 1053.- Modificado. Ley 45 de 1990, Art.80. La póliza prestará mérito<br />
ejecutivo contra el asegurador, por sí sola, en los siguientes casos: 1. En los seguros dótales, una vez cumplido el<br />
respectivo plazo; 2. En los seguros de vida, en general, respecto de los valores de cesión o rescate. 3. Transcurrido<br />
un mes contado a partir del día en el cual el asegurado o el beneficiario o quien los represente, entregue al asegurador<br />
reclamación aparejada de los comprobantes que, según las condiciones de la correspondiente póliza, sean<br />
indispensables para acreditar los requisitos del artículo 1077 , sin que dicha reclamación sea objetada de manera<br />
seria y fundada. Si la reclamación no hubiere sido objetada, el demandante deberá manifestar tal circunstancia en<br />
la demanda. Conc.: 793, 829 num. 1o, 1082, 1086; C.C. 1551; C. de P.C. 121, 488 y ss.<br />
Actos inasegurables: Art. 1055.- El dolo, la culpa grave y los actos meramente potestativos del tomador, asegurado<br />
o beneficiario son inasegurables. Cualquier estipulación en contrario no producirá efecto alguno, tampoco lo producirá<br />
la que tenga por objeto amparar al asegurado contra las sanciones de carácter penal o policivo. Conc.: 829,<br />
897, 1099, 1127, 1130; C.C. 63, 1532, 1535, 1604.<br />
Declaración del tomador sobre el estado del riesgo: Art. 1058.- El tomador está obligado a declarar sinceramente<br />
los hechos o circunstancias que determinan el estado del riesgo, según el cuestionario que le sea propuesto por el<br />
asegurador. La reticencia o la inexactitud sobre hechos o circunstancias que, conocidos por el asegurador, lo hubieren<br />
retraído de celebrar el contrato, o inducido a estipular condiciones más onerosas, producen la nulidad relativa<br />
del seguro. Si la declaración no se hace con sujeción a un cuestionario determinado, la reticencia o la inexactitud<br />
producen igual efecto si el tomador ha encubierto por culpa, hechos o circunstancias que impliquen agravación<br />
objetiva del estado del riesgo..<br />
Conservación del estado del riesgo y notificación de cambios: Art. 1060.- El asegurado o el tomador, según el caso,<br />
están obligados a mantener el estado del riesgo. En tal virtud, uno u otro deberán notificar por escrito al asegurador<br />
los hechos o circunstancias no previsibles que sobrevengan con posterioridad a la celebración del contrato y que,<br />
conforme al criterio consignado en el inciso lo del artículo 1058, signifiquen agravación del riesgo o variación de<br />
su identidad local. La notificación se hará con antelación no menor de diez días a la fecha de la modificación del<br />
riesgo, si ésta depende del arbitrio del asegurado o del tomador. Si le es extraña, dentro de los diez días siguientes<br />
a aquel en que tengan conocimiento de ella, conocimiento que se presume transcurridos treinta días desde el<br />
momento de la modificación.<br />
Término para pago de la prima: Art. 1066.- Modificado. Ley 45 de 1990, Art. 81. El tomador del seguro está obligado<br />
al pago de la prima. Salvo disposición legal o contractual en contrario, deberá hacerlo a más tardar dentro del mes<br />
siguiente a la fecha de entrega de la póliza o, si fuere el caso de los certificados o anexos que se expidan con fundamento<br />
en ella. Conc.: 829, 923, 1039, 1041, 1045, 1048 num. 2o., 1061; C.C. 15, 1602.<br />
Terminación automática del contrato de seguros: Art. 1068.- Modificado. Ley 45 de 1990, Art. 82. La mora en el<br />
pago de la prima de la póliza o de los certificados o anexos que se expidan con fundamento en ella, producirá la<br />
terminación automática del contrato y dará derecho al asegurador para exigir el pago de la prima devengada y de<br />
los gastos causados con ocasión de la expedición del contrato. Lo dispuesto en el inciso anterior deberá consignarse<br />
por parte del asegurador en la carátula de la póliza, en caracteres destacados. Lo dispuesto en este artículo no<br />
podrá ser modificado por las partes. Conc.: 870, 1043, 1070, 1152, 1153, 1162; C.C. 1608.<br />
Obligaciones del asegurado ocurrido el siniestro: Art. 1074.- Ocurrido el siniestro, el asegurado estará obligado a<br />
evitar su extensión y propagación, y a proveer al salvamento de las cosas aseguradas. El asegurador se hará cargo,<br />
dentro de las normas que regulan el importe de la indemnización, de los gastos razonables en que incurra el asegurado<br />
en cumplimiento de tales obligaciones. Conc.: 1075, 1076, 1128.<br />
Oportunidad para el pago de la indemnización: Art. 1080.- Modificado. Ley 45 de 1990, Art. 83. El asegurador estará<br />
obligado a efectuar el pago del siniestro dentro del mes siguiente a la fecha en que el asegurado o beneficiario<br />
acredite, aún extrajudicialmente, su derecho ante el asegurador de acuerdo con el artículo 1077. Vencido este<br />
plazo, el asegurador reconocerá y pagará al asegurado o beneficiario, además de la obligación a su cargo y sobre<br />
el importe de ella, la tasa máxima de interés moratorio vigente en el momento en que efectué el pago. El contrato<br />
de reaseguro no varía el contrato de seguro celebrado entre tomador y asegurador, y la oportunidad en el pago de<br />
éste, en caso de siniestro, no podrá diferirse a pretexto del reaseguro. El asegurado o beneficiario tendrá derecho<br />
a demandar, en lugar de los intereses a que se refiere el inciso anterior, la indemnización de perjuicios causados<br />
por la mora del asegurador. Conc.: 829, 830, 870, 1045 ord. 4o., 1054, 1072, 1077, 1162; C.C. 1608 y ss., 1613 y ss. 1
82<br />
Comunicación y sociedad es la última sección de la publicación que reúne<br />
y aborda, en cuatro temas, la discusión del papel de la comunicación y del<br />
periodista en la sociedad actual. Empieza con un artículo que pregunta<br />
sobre el verdadero papel del periodista en una sociedad globalizada, donde<br />
la información se comercializa, trivializa, se torna light y se confunde. Sigue<br />
el tema del “olfato periodístico”, ¿el periodista, formado académicamente,<br />
utiliza las herramientas metodológicas e investigativas para escudriñar la<br />
realidad hasta las últimas consecuencias? Un tercer capítulo que prosigue<br />
con la reflexión sobre la comunicación desde el enfoque comunitario y<br />
enfatiza su especial relevancia como motor de cambio y compromiso con<br />
la sociedad civil. Y esta cuarta parte, finaliza con una discusión acerca de la<br />
relación entre seguridad social y felicidad, a partir de conceptos tales como<br />
satisfacción de necesidades y evolución de la teoría de bienestar social.
Comunicación y sociedad<br />
83<br />
Comunicación<br />
y sociedad<br />
Communication<br />
and society
84<br />
Del "olfato" como "competencia" en el ejercicio periodístico | Rafael Arturo Parra Parra<br />
Del "olfato" como "competencia"<br />
en el ejercicio periodístico<br />
Autor »<br />
Rafael Arturo Parra Parra*<br />
Resumen »<br />
En un mundo cada vez más globalizado, interdependiente, concreción de la<br />
“aldea global” de McLuhan, donde la información se comercializa al vaivén de<br />
los acontecimientos y cada quien cree poseer la verdad o se siente ‘iluminado’<br />
para repartir afectos o desapegos, se requiere un tipo de periodista cada vez<br />
más comprometido con la profesión.<br />
Este artículo trata sobre lo que en el argot periodístico se denomina ‘olfato’ y<br />
en la academia ‘competencia’ que debe tener un comunicador para buscar no<br />
solo la verdad sino la manera de ‘masificarla’. Volverla parte de la conciencia<br />
colectiva. La verdad como instrumento para ‘abrirle los ojos’ al ciudadano del<br />
común. Ahí radica su diferencia con el seudoperiodista, con quien sólo quiere<br />
figurar.<br />
Abstract »<br />
In an every time more globalized world, interdependent, sum of McLuchan’s “global<br />
village”, where information is commercialized according to the events and<br />
each one thinks to be possessor of truth or consider him/herself as a “visionary”<br />
able to deliver affections and dislikes, it is required a kind of journalist every time<br />
more compromised with the profession.<br />
This article deals with what in journalistic jargon is called “good nose” and in academics<br />
“competence”, which must have a communicator for looking not only for<br />
the truth but for the way of making it massive. Turning it into part of collective<br />
consciousness. Truth as an instrument to open the common citizen’s eyes. There<br />
is where its difference with the pseudojournalist lies, with this one who just wants<br />
to appear.<br />
Palabras clave »<br />
Keywords<br />
“Olfato periodístico”, competencia, seudoperiodista.<br />
“Good nose”, competence, pseudojournalist.<br />
* Docente de INPAHU en la<br />
Facultad de Comunicación,<br />
Información y Lenguaje.<br />
Tecnólogo en Comunicación.
Comunicación y sociedad<br />
85<br />
Sin duda, la llamada ‘sociedad de la información’, como se coincide en llamar el momento histórico que vivimos, requiere de periodistas<br />
cada vez más comprometidos no sólo en la búsqueda de la verdad sino, y lo que es más importante, con la manera como su trabajo<br />
debe de servir a la formación de mejores y más instruidos ciudadanos. Conscientes de sus deberes pero dispuestos a exigir sus derechos.<br />
Profesionales capaces de ‘construir realidad a partir de la reflexión, la relación, la correlación y la proyección’<br />
(Sandoval, 2008) 1<br />
Siempre he pensado que el ejercicio periodístico<br />
no es más que el afán de los<br />
seres humanos de posar de sabios. Y no<br />
lo digo despectivamente,<br />
en realidad un<br />
periodista debe tener<br />
amplios y profundos<br />
conocimientos en<br />
muy diversas materias<br />
y a la vez poseer<br />
la capacidad de la<br />
prudencia, el equilibrio<br />
y la sensatez.<br />
Combinación de destrezas<br />
que los filósofos<br />
en la antigüedad<br />
manejan de manera<br />
acertada. El filósofo,<br />
en realidad, es un<br />
erudito que estudia la<br />
ignorancia para tratar<br />
de conocer y entender<br />
más la esencia<br />
del hombre. Platón,<br />
filósofo destacado,<br />
en últimas, nunca<br />
supo darnos una definición<br />
certera de su<br />
profesión. Lo intentó en sus diversas<br />
obras. Pero los periodistas –filósofos en<br />
potencia– debemos ir más lejos: nuestra<br />
obligación no está sólo en divulgar una<br />
información, un conocimiento nuevo,<br />
una manera de pensar, sino en hacer posible<br />
que siempre, dicho relato sea compresible<br />
para toda persona.<br />
Ni el científico ni los expertos económicos,<br />
culturales, políticos; ni el constitucionalista,<br />
ni el deportólogo, entre muchos<br />
otros especialistas, tienen la obligación<br />
de hacerse entender. Hablan su propio<br />
idioma. Les interesa ser comprensibles,<br />
"El periodista es<br />
un intérprete de la<br />
realidad, su objetivo<br />
y su responsabilidad,<br />
ha de ser no sólo<br />
cultivar e investigar<br />
las más diversas áreas<br />
del conocimiento<br />
para producir su<br />
información sino,<br />
y lo que es más<br />
importante, lograr<br />
profundizar tanto<br />
que termine por<br />
especializarse".<br />
pero sólo en lo que podríamos llamar<br />
el ‘gueto’ de sus competencias. Y tienen<br />
toda la razón: faltaba más que aparte<br />
del conocimiento que<br />
pregonan, inmerso<br />
en un procedimiento<br />
científico, tuvieran<br />
el deber de explicar<br />
el significado, en un<br />
lenguaje universal,<br />
de sus investigaciones.<br />
En cambio, el periodista,<br />
sí.<br />
Debe ser un intérprete<br />
de la realidad. Y un<br />
intérprete, según el<br />
Diccionario de la Real<br />
Academia, es aquel<br />
capaz de comprender<br />
y explicar, con inteligencia,<br />
la significación<br />
de un hecho. Sin<br />
embargo, también se<br />
refiere a la persona<br />
que tiene la habilidad<br />
para la apreciación,<br />
el análisis, la definición,<br />
la deducción, la<br />
conclusión, y en últimas, para descifrar e<br />
incluso comentar el devenir de los acontecimientos.<br />
Pues bien, eso es un periodista. Un<br />
profesional diestro para entender un<br />
proceso determinado y a la vez para<br />
interpretarlo, explicarlo y contextualizarlo,<br />
con el propósito de transformar<br />
una realidad. Será el receptor, en última<br />
instancia, mediante la aplicación o<br />
la utilización de la información dada,<br />
quien le dé destino a lo que ha escuchado,<br />
visto o leído en un medio de comunicación.<br />
(1) Sandoval A., Comunicación personal,<br />
correo-e, marzo 26, 2008.
86<br />
Del "olfato" como "competencia" en el ejercicio periodístico | Rafael Arturo Parra Parra<br />
Ahora bien, si el periodista es un intérprete<br />
de la realidad, su objetivo y su responsabilidad,<br />
ha de ser no sólo cultivar<br />
e investigar las más diversas áreas del<br />
conocimiento para producir su información<br />
sino, y lo que es más importante, lograr<br />
profundizar tanto que termine por<br />
especializarse. Sin duda, esto repercutirá<br />
en un mejor manejo de su oficio, de<br />
sus fuentes y en una mayor credibilidad<br />
en su trabajo.<br />
Hacia la “competencia” profesional<br />
Dicha especialización debe pasar en el<br />
ejercicio periodístico,<br />
por varias etapas.<br />
Saber detectar<br />
la clase de texto que<br />
llega a las manos de<br />
un periodista es crucial.<br />
Habrá que tener<br />
la agilidad para<br />
diferenciar un texto<br />
literario de uno<br />
científico y de otro<br />
informativo. Leerá<br />
narrativa –novelas,<br />
cuentos–, así como<br />
dramas y tragedias.<br />
Deberá saber qué es<br />
un texto lírico y diferenciar<br />
un himno de<br />
una oda, una elegía<br />
de una canción.<br />
De seguro tendrá que<br />
ver con textos científicos<br />
y sus investigaciones<br />
alrededor de la naturaleza, igual<br />
que con los fenómenos y procesos de<br />
una sociedad siempre mutante. Leerá<br />
textos sobre tecnología para entender<br />
bien un proceso técnico.<br />
A la vez, deberá tener el criterio para<br />
no confundir, y no confundirse él mismo,<br />
con su enorme influencia. En ningún<br />
momento puede olvidarse de que<br />
su objetivo, y su función, es servir de<br />
canal para que se conozca un determinado<br />
hecho, pero esto no lo convierte<br />
en el hecho mismo. El periodista gravita<br />
alrededor de la noticia, no es el centro<br />
"El periodista<br />
también deberá<br />
curtirse ante las<br />
constantes negativas<br />
provenientes de<br />
sus fuentes. Su<br />
obligación de volverse<br />
un "especialista en<br />
derrotas", no lo debe<br />
transformar en un<br />
pelele, profesional<br />
del canapé, del<br />
diván o el "bocadillo"<br />
periodístico".<br />
de ella. <strong>No</strong> puede posar de científico sin<br />
serlo, ni de gurú que reparte bendiciones<br />
o maldiciones al antojo de sus afectos o<br />
desapegos. Ni siquiera de diva, pues corre<br />
el riesgo de aparecer como la vedette<br />
que pudo haber sido y no fue.<br />
En fin. Especializarse significa conocer<br />
bien el oficio para transformar una noticia<br />
en crónica o una crónica en reportaje.<br />
Para entrevistar con la misma propiedad<br />
al presidente de un organismo multilateral,<br />
que al tendero, al sicario, al reciclador,<br />
al Papa o a quien se presente periódicamente<br />
como el<br />
‘anticristo’…<br />
Así, deberá acercarse<br />
a lo que los lingüistas<br />
llaman lectos, que no<br />
es más ni menos que<br />
el análisis de la variedad<br />
léxica y la capacidad<br />
expresiva y<br />
estética de la lengua<br />
en un lugar en particular,<br />
teniendo en<br />
cuenta los fenómenos<br />
sociológicos, de<br />
etnia, tecnológicos y<br />
antropológicos.<br />
Esa especialización<br />
deberá alcanzarle<br />
para ser muy versátil<br />
a la hora de informar<br />
sólo utilizando<br />
su voz a través de la<br />
radio o para captar lo que la gente quiere<br />
ver, cuando se desempeña como reportero<br />
de televisión, o para transmitir<br />
todo tipo de sensaciones, bien con un<br />
titular de prensa o una magra noticia<br />
escrita sobre farándula o un extenso reportaje<br />
al nuevo Secretario General de<br />
las Naciones Unidas.<br />
La especialización conlleva un conocimiento<br />
claro de las llamadas fuentes que<br />
sirven al periodista para lograr que la información,<br />
susceptible de ser publicada,<br />
consulte la mayor cantidad de opiniones,<br />
unas en pro otras en contra. Ya sea
Comunicación y sociedad<br />
87<br />
que la fuente asignada sea la política, la<br />
judicial, la económica, la cultural, la deportiva<br />
o la del entretenimiento, o la sección<br />
internacional o la reportería gráfica,<br />
lo ideal es NO "casarse" con los proveedores<br />
informativos y muchos menos dejar<br />
que estos crean que tienen "cazado"<br />
al periodista.<br />
A la vez, es substancial tener claro cuál es<br />
el perfil del "medio" en el que se desempeña<br />
el periodista. Saber cuál es su cubrimiento<br />
territorial, su especialidad temática,<br />
su periodicidad, de seguro incidirá en<br />
el trabajo responsable de un comunicador.<br />
Incluso conocer la filiación política, y<br />
por ende editorial de los dueños del medio,<br />
cosa que no es aceptada públicamente<br />
en la mayoría de los<br />
casos, es tarea obligada<br />
a la hora de firmar<br />
el anhelado contrato<br />
laboral.<br />
La especialización de<br />
un periodista no es<br />
tarea fácil. Sin embargo,<br />
se llega a ella de<br />
manera casual cuando,<br />
luego de varios<br />
años de práctica profesional, el director,<br />
el editor, el jefe de redacción o el editor<br />
de sección o en últimas el dueño del<br />
medio –casi siempre un profesional que<br />
sabe bien que empresa y periodismo no<br />
son opuestos sino complementarios– se<br />
da cuenta de las destrezas que acompañan<br />
a su pupilo. Habilidades que básicamente<br />
se resumen en lo que en el argot<br />
del oficio se conoce como ‘el olfato periodístico’<br />
y en el cerrado círculo académico<br />
como la ‘competencia’.<br />
Cualidad que se debe traducir como<br />
capacidad para intuir el desarrollo de<br />
una noticia, perspicacia para entender<br />
bien quién dice la verdad y quién<br />
miente, instinto para saber callar en un<br />
momento dado o para publicar en el<br />
instante preciso, y sagacidad a la hora<br />
de persuadir, de seducir, a una posible<br />
fuente de la información. Y sobre todo,<br />
competencia para no perder nunca la<br />
"La recursividad,<br />
como competencia,<br />
es una "especialidad",<br />
una destreza, que no<br />
puede ser ajena a un<br />
buen periodista".<br />
actitud de asombrarse con todo y ante<br />
todo. En una palabra, no convertirse,<br />
jamás, en presa de la apatía.<br />
Pero el periodista también deberá curtirse<br />
ante las constantes negativas provenientes<br />
de sus fuentes. Su obligación de<br />
volverse un "especialista en derrotas",<br />
no lo debe transformar en un pelele, profesional<br />
del canapé, del diván o el "bocadillo"<br />
periodístico. Al contrario: esto no<br />
es más que un incentivo para cultivar su<br />
recursividad…<br />
<strong>No</strong> nos conformemos con la definición<br />
del diccionario, según la cual el periodista<br />
sólo es una “persona legalmente autorizada<br />
para ejercer el periodismo o profesionalmente<br />
dedicada<br />
en un periódico o en<br />
un medio audiovisual<br />
a tareas literarias o<br />
gráficas de información<br />
o recreación de la<br />
información”, definición<br />
que abarca muy<br />
poco y que se queda<br />
corta a la hora de evaluar<br />
el real impacto<br />
del periodista, y de su<br />
labor, en la conciencia colectiva. <strong>No</strong> nos<br />
quedemos en la epidermis de los hechos,<br />
mucho menos dejemos que sea la forma y<br />
no el fondo la que dirija y controle nuestro<br />
quehacer profesional.<br />
La recursividad, como competencia, es<br />
una "especialidad", una destreza, que<br />
no puede ser ajena a un buen periodista.<br />
Esta le debe servir para lograr la táctica<br />
precisa al tiempo de hacer una llamada<br />
telefónica, o de conseguir la manera<br />
idónea de "colarse" en el hospital donde<br />
está recluido un político evasor de la justicia;<br />
o para averiguar la instancia que,<br />
dentro de la hermenéutica jurídica, servirá<br />
para ´sacar` de la cárcel a un inocente.<br />
En resumen, un periodista debe ser<br />
experto en recrear los medios necesarios<br />
para que su información no resulte ni un<br />
monumento a la pereza mental ni uno<br />
que certifique su equivocación al momento<br />
de elegir la profesión.
88<br />
Políticas de comunicación y comunicación comunitaria en Bogotá | Yeilor Rafael Espinel Torres<br />
Políticas de comunicación<br />
y comunicación comunitaria en Bogotá<br />
Autor »<br />
Yeilor Rafael Espinel Torres*<br />
Resumen »<br />
La comunicación permite proyectar las representaciones colectivas sobre los intereses, necesidades y<br />
decisiones de progreso de la propia comunidad, ya que surge de las acciones de diferentes grupos,<br />
individuos y actores sociales en la construcción de alternativas posibles de transformación y desarrollo<br />
social. En otras palabras, la comunicación es un factor definitivo para el fortalecimiento de la democracia<br />
y el desarrollo nacional y exige un papel decisivo del Estado.<br />
Debemos identificar la importancia de la comunicación no sólo como un mero negocio sino como motor<br />
de progreso social, entendido éste como el desarrollo del capital humano y social de un país, que<br />
implica una evolución o cambio positivo en las relaciones entre los individuos, grupos e instituciones de<br />
una sociedad.<br />
La anterior premisa exige retomar las políticas de comunicación, sobre la base de una reflexión abierta<br />
y democrática para satisfacer las necesidades comunicativas comunitarias. Dicho de otra forma, las políticas<br />
públicas en comunicación conciernen al mundo de lo estatal, a las relaciones de participación, de<br />
conflicto social, y de poder, materializadas en una desigual distribución de los recursos materiales, de<br />
saberes e información.<br />
Abstract »<br />
Communication allows to project the collective representations about the interests, necessities and progress<br />
decisions of the community itself, since it integrates different groups, individuals and social actors in the construction<br />
of possible alternatives of transformation and social development. In other words, the communication<br />
is a key factor for the democracy strengthen and the national development, which demand a decisive role from<br />
the State.<br />
We should identify the importance communication has, not only as a mere business but as a social development<br />
engine. Understanding this as the human and social force development of a country; it implies an<br />
evolution or positive change in the relationships among the individuals, groups and institutions of a society.<br />
The previous premise demands to take up the communication policies, on the base of an open and democratic<br />
reflection to satisfy the community communication necessities. In other words, communication policies concern<br />
to the state world, to the participation relationships, to social conflict, and the power relationships represented<br />
by an unequal distribution of material resources, knowledge and information.<br />
Palabras clave »<br />
Keywords<br />
Democracia, desarrollo, comunicación, políticas de comunicación, comunicación<br />
comunitaria.<br />
Democracy, development, communication, communication policies, community<br />
communication.<br />
* Coordinador del área<br />
de Sociales y Formación<br />
Humana de la Facultad de<br />
Comunicación, Información<br />
y Lenguaje de INPAHU.<br />
Politólogo. Candidato a<br />
Magister en Estudios Políticos.
Comunicación y sociedad<br />
89<br />
A pesar de que la historia de la comunicación<br />
comunitaria en colombia es extensa,<br />
sólo hasta después de diecisiete años<br />
de ser promulgada la Constitución Política<br />
se comienza a explorar en Bogotá las<br />
potencialidades de la comunicación en el<br />
ejercicio de la democracia; y se plantea<br />
de entrada el rescate de un viejo debate,<br />
el de las políticas de comunicación.<br />
Sin desconocer el acervo reflexivo ibérico<br />
y latinoamericano, lo cierto es que en<br />
los escenarios académicos colombianos<br />
no se ha cavilado suficientemente sobre<br />
el papel que juega la comunicación<br />
en el desarrollo de las naciones, y por<br />
consiguiente, en la necesidad de plantear<br />
políticas de comunicación para la<br />
comunidad. Hoy, a propósito del Acuerdo<br />
Distrital Nº 292 de 2007, se reabre el<br />
debate desde un contexto global y local<br />
muy particular; por un lado, presenciamos<br />
el ascenso de los monopolios informativos<br />
nacionales y extranjeros, y por<br />
otro, la tozuda, creativa y emprendedora<br />
insistencia de las comunidades por hacerse<br />
escuchar desde los rincones de sus<br />
barrios y veredas.<br />
Este artículo revisa el estado del arte del<br />
concepto de políticas de comunicación<br />
y su historia para aproximarse al escenario<br />
de comunicación comunitaria bogotana,<br />
reseñando someramente el proceso<br />
vivido durante los últimos cuatro<br />
años, identificando actores, dinámicas y<br />
las problemáticas que exigen mayor reflexión<br />
de la academia y propuestas en<br />
materia de políticas públicas.<br />
Marco de referencia para la reflexión<br />
A continuación se busca hacer una construcción<br />
histórica del concepto, para luego<br />
relacionarlo con campos de la ciencia<br />
política tales como el desarrollo y la comunicación,<br />
en el marco de lo que hoy se<br />
conoce como globalización.<br />
Entre “lo global” y “lo local”: Un abordaje<br />
apropiado de las políticas de comunicación<br />
exige tener en cuenta el actual<br />
contexto económico internacional y sus<br />
efectos sobre nuestros países. Conocer y<br />
estudiar los aspectos fundamentales sobre<br />
el Estado y la relación de éste con lo<br />
global, nos permitirá movernos por las<br />
azarosas aguas del desarrollo nacional<br />
en relación con la comunicación. En tal<br />
sentido, la Globalización norteamericana es,<br />
sin lugar a dudas, un factor decisivo a la<br />
hora de analizar nuestro tema en cuestión.<br />
Para Manuel Castells, la globalización se<br />
entiende como el cambio que se produce<br />
en la economía planetaria, “La economía<br />
actual se fundamenta en tres aspectos: es<br />
una economía informacional; es una economía<br />
que funciona en redes; y es una<br />
economía globalizada” (Castell, 1999,<br />
pág. 3). En primera medida hace referencia<br />
a la producción o creación de conocimiento;<br />
en segundo lugar, evidencia la<br />
descentralización de la producción con<br />
una centralización del capital que, a su<br />
vez, genera concentración de riqueza y<br />
por último define a la economía mundial<br />
como una sola.<br />
Este enfoque revela una ruptura entre lo<br />
local y lo global que, por un lado, fragmenta<br />
el territorio y por otro, lo unifica.<br />
Esto afecta la noción de Estado, ya<br />
que su localización política y territorial<br />
lo ata al concepto de nación clásica y el<br />
modelo económico lo ubica en el plano<br />
de lo global, difuminando cada vez más<br />
su soberanía. Sobre este aspecto y como
90<br />
Políticas de comunicación y comunicación comunitaria en Bogotá | Yeilor Rafael Espinel Torres<br />
(1) Criterios expuestos en los años<br />
1960, 1974, 1976.<br />
(2) Planteamiento central del<br />
informe Mc. Bride.<br />
consecuencia de lo anterior, Joseph Stiglitz<br />
aclara que las políticas económicas<br />
neoliberales como la liberalización de<br />
mercados y las privatizaciones, son proyectadas<br />
por el Banco Mundial (BM) y<br />
el Fondo Monetario Internacional (FMI)<br />
como condicionamientos propios de las<br />
relaciones globales entre Estados y agentes<br />
económicos multilaterales.Situación<br />
similar ha pasado con la promoción de<br />
políticas en materia de educación y comunicación<br />
para América Latina, las<br />
cuales han sido orientadas desde la Organización<br />
de las Naciones Unidas para<br />
la Educación, la Ciencia y la Cultura 1<br />
(Unesco) y los países de la Organización<br />
para la Cooperación y el Desarrollo Económico<br />
(OCDE).<br />
De modo que, el nuevo orden mundial<br />
económico les impone a los Estados múltiples<br />
dificultades, tales como la agudización<br />
de la pobreza y el desempleo. En<br />
la interacción Estado-sistema global, la<br />
capacidad del primero es cada vez más<br />
limitada. Según Fulvio Attiná: "la preeminencia<br />
de los Estados, como sistemas<br />
políticos de organización de la vida social,<br />
está sometida a una serie de fuerzas<br />
corrosivas que están transformando y<br />
redefiniendo la capacidad y la competencia”<br />
(Attiná, 2001, pág. 23). Fuerzas<br />
corrosivas son, para él, las innovaciones<br />
tecnológicas de la informática, el transporte<br />
y las telecomunicaciones.<br />
Vemos cómo el Estado se va debilitando<br />
de una u otra manera al darse un flujo<br />
de soberanía, en lo superior, con respecto<br />
a lo multilateral o supranacional. Esto<br />
es mencionado, a su vez, por Joan <strong>No</strong>gué<br />
Font y Joan Vicente Rufí en su libro<br />
Geopolítica, identidad y globalización. Así<br />
pues, el concepto de políticas de comunicación<br />
está íntimamente ligado a estas<br />
“influencias” de lo “global” (sistema<br />
internacional y multilateral) y relacionado<br />
con lo “local” (estados-nación), en<br />
la medida en que los planteamientos y<br />
lineamientos en torno a la comunicación<br />
y el desarrollo han sido trazados desde<br />
lo multilateral y han sido acogidos por<br />
los países.<br />
A pesar de lo anterior, se han presentado<br />
propuestas encaminadas a re-fortalecer<br />
al Estado frente al modelo actual. Stiglitz,<br />
al respecto señala: “El Estado desempeña<br />
un papel crucial en el desarrollo<br />
satisfactorio al estimular a sectores concretos<br />
y al ayudar a crear instituciones<br />
que promueven el ahorro y la asignación<br />
eficiente de la inversión” (Stiglitz, 2002,<br />
pág. 301). Es a partir de esta premisa<br />
que se hace apremiante el rescate de la<br />
comunicación como factor dinamizador<br />
de las democracias, a partir del diseño,<br />
planificación y ejecución de políticas públicas<br />
desde el Estado y acompañados de<br />
amplios sectores de la sociedad. Políticas<br />
realmente nacionales y pertinentes a<br />
nuestras necesidades económicas, sociales<br />
y culturales.<br />
Políticas de comunicación y desarrollo<br />
Como consecuencia de lo anterior, se<br />
debe identificar la importancia de la comunicación<br />
no sólo como un mero negocio<br />
sino como motor de desarrollo social 2 .<br />
(Unesco, 1987). Entendido éste como el<br />
desarrollo del capital humano y social<br />
de un país, que implica una evolución o<br />
cambio positivo en las relaciones entre<br />
los individuos, grupos e instituciones de<br />
una sociedad (ONU, Copenhague. 1995).<br />
La comunicación permite proyectar las<br />
representaciones colectivas sobre los intereses,<br />
necesidades y decisiones de progreso<br />
de la propia comunidad, ya que<br />
integra diferentes grupos, individuos y<br />
actores sociales en la construcción de alternativas<br />
posibles de transformación y<br />
desarrollo social. En otras palabras, la comunicación<br />
es un factor definitivo para<br />
el fortalecimiento de la democracia y el<br />
desarrollo nacional que exige un papel<br />
decisivo del Estado.<br />
La reflexión sobre la relación comunicación<br />
y desarrollo, hoy aparentemente<br />
relegada en América Latina e insuficientemente<br />
tratada en Colombia, se inició<br />
en Estados Unidos en las décadas de los<br />
cincuentas y sesentas con los aportes de<br />
Daniel Lerner y Wilbur Schraman, entre<br />
otros. Ellos orientaron su interés y es-
Comunicación y sociedad<br />
91<br />
fuerzos teóricos a sustentar la influencia<br />
existente entre los medios masivos<br />
de comunicación y el desarrollo de las<br />
naciones, en el marco de los procesos<br />
de modernización industrial-capitalista.<br />
Posteriormente, los países desarrollados<br />
-convocados en la Unesco- retomaron<br />
los planteamientos norteamericanos y<br />
los reorientaron hacia los países en vías<br />
de desarrollo, con el interés de democratizar<br />
los medios de comunicación y los<br />
sistemas de información en función del<br />
desarrollo.<br />
Esta vocación ha sido canalizada a través<br />
del concepto de políticas nacionales de<br />
comunicación, que en sentido estricto se<br />
debe entender como la política pública<br />
que “comprende la definición de objetivos,<br />
disposiciones y actividades de las<br />
instituciones y actores políticos conducentes<br />
a organizar y<br />
lograr desarrollos específicos<br />
en relación<br />
con las condiciones de<br />
materialización de la<br />
comunicación pública<br />
moderna (prensa,<br />
radio, cine, televisión,<br />
nuevas tecnologías,<br />
etc.)” (Sierra, 2005,<br />
pág. 25).<br />
Además, como disciplina<br />
de estudio que<br />
“aborda su objeto<br />
material desde una<br />
mirada pluridisciplinaria entre la ciencia<br />
política, la estructura de la información,<br />
la comunicación y el desarrollo, el derecho<br />
y la economía política de la comunicación”<br />
(Sierra, 2005, pág. 25).<br />
Ahora bien, el desarrollo social visto<br />
desde la óptica del ejercicio pleno de la<br />
comunicación exige la socialización de<br />
todo un universo de derechos comunicacionales,<br />
que abarcan un conjunto<br />
coordinado de sistemas de regulación,<br />
programas económicos sectoriales, capacitación<br />
social (capital humano), planes<br />
de integración social y articulación de los<br />
medios de comunicación en el plano de<br />
"Vemos cómo<br />
el Estado se va<br />
debilitando de una<br />
u otra manera al<br />
darse un flujo de<br />
soberanía en lo<br />
superior con respecto<br />
a lo multilateral o<br />
supranacional".<br />
las necesidades materiales y culturales<br />
de la comunidad.<br />
Los enfoques internacionales de administración<br />
pública, en materia de comunicación<br />
social (al igual que en muchos<br />
sectores), han evolucionado desde los<br />
esquemas de control centralizado (estatismo);<br />
pasando por la censura y la regulación<br />
de regímenes autoritarios, hasta<br />
enfoques igualitarios (Wellfare State) y,<br />
finalmente, en la imposición de modelos<br />
de mercado donde se incentiva la iniciativa<br />
privada -con miras a la conformación<br />
de monopolios mediáticos- (libertarianismo<br />
y neoliberalismo). Estos criterios<br />
se deben tener en cuenta a la hora de<br />
abordar teórica y prácticamente nuestro<br />
problema de estudio para dimensionar y<br />
ubicar acertadamente el contexto particular<br />
de nuestras naciones.<br />
En la actualidad, las<br />
políticas de comunicación<br />
comprenden la<br />
integración de objetivos<br />
para la organización<br />
de medios, tecnologías<br />
y contenidos<br />
de la comunicación<br />
pública, integrando<br />
diversos actores, niveles<br />
de análisis y formas<br />
de intervención<br />
distintos, así como<br />
problemas políticos,<br />
económicos y culturales<br />
relacionados con el proceso general<br />
del desarrollo de los estados y la gestión<br />
social de las comunidades. (Sierra, 2005).<br />
En otras palabras, las políticas públicas<br />
en comunicación conciernen al mundo<br />
de lo estatal y la ciudadanía, a las relaciones<br />
de participación y conflicto social, y a<br />
las relaciones de poder materializadas en<br />
una desigual distribución de los recursos<br />
materiales, de saberes e información.<br />
Francisco Sierra en su libro Políticas de comunicación<br />
y educación, crítica y desarrollo<br />
de la sociedad del conocimiento, a propósito<br />
del tema, manifiesta: “…todo análisis<br />
de las políticas públicas en materia de
92<br />
Políticas de comunicación y comunicación comunitaria en Bogotá | Yeilor Rafael Espinel Torres<br />
(3) <strong>No</strong>ta metodológica: la selección<br />
de muestra se realizó teniendo<br />
en cuenta la participación de los<br />
medios en los procesos de fortalecimiento<br />
de la administración<br />
distrital, su vigencia y periodicidad.<br />
(4) <strong>No</strong>ta metodológica: En los<br />
encuentros - taller se aplicó la<br />
metodología Diagnóstico Rápido<br />
Participativo a través de la cual,<br />
los asistentes priorizaron sus<br />
necesidades y manifestaron sus<br />
propuestas. Asistieron 113 medios,<br />
espacios y organizaciones de<br />
comunicación local, para un total<br />
de 184 personas.<br />
(5) El Acuerdo 175 y 226 de 2007<br />
fue aprobado por veintiséis votos a<br />
favor y tres en contra.<br />
comunicación (…) debe partir del reconocimiento<br />
de asimetrías, desniveles y<br />
contradicciones en el modelo de desarrollo<br />
de los sistemas de mediación” (Sierra,<br />
2005, pág. 27). En síntesis, este tema se<br />
relaciona estrechamente con el acceso a la<br />
información, los derechos sociales, el flujo<br />
de información diversificada y plural, y el<br />
acceso real a espacios comunicacionales.<br />
En tal sentido, la tarea de las políticas públicas<br />
en comunicación consiste en hacer<br />
visible un discurso social en la praxis comunitaria,<br />
a partir de la promoción, oferta<br />
y consolidación de mecanismos viables<br />
para un ejercicio pleno de la comunicación,<br />
la ciudadanía y la democracia.<br />
Políticas de comunicación en Bogotá<br />
En Bogotá existen entre setenta y uno 3<br />
(IDCT, 2007) y ciento trece 4 (EnREDate,<br />
2005) medios de comunicación comunitarios<br />
que, en palabras de Darío Ángel, reúnen<br />
a más de mil personas que trabajan<br />
en más de ciento cincuenta organizaciones,<br />
sin contar las emisoras ni los medios<br />
escolares que constituyen importantes<br />
semilleros de comunicación, los cuales están<br />
constituidos en más de un 80% por jóvenes<br />
entre los dieciséis y veintiséis años.<br />
Esta presencia juvenil se explica por su<br />
cercanía al mundo comunicativo y a su<br />
participación en colectivos de comunicación<br />
que, desde la gestión local, recurren<br />
a diversos formatos y medios de comunicación<br />
alternativos.<br />
Lo anterior manifiesta la intención de la<br />
comunidad y la juventud capitalina por<br />
participar en el espacio de lo público a<br />
partir de ejercicios comunicativos comunitarios<br />
(radio, prensa, televisión y nuevas<br />
tecnologías) simultáneamente se evidencia,<br />
durante los últimos cuatro años, un<br />
proceso social e institucional de discusión<br />
y apropiación del tema, con el objeto de<br />
adelantar la construcción de una política<br />
pública distrital en materia de comunicación<br />
comunitaria sin precedentes.<br />
Esta dinámica ha sido potenciada desde<br />
diversos sectores de la comunidad capitalina<br />
reunidos en la Mesa Bogotana de<br />
Comunicaciones - grupos, colectivos, individuos,<br />
“combos”, ONG, asociaciones<br />
y grupos de trabajo-.<br />
El proceso fue acompañado, por Planeta<br />
Paz, el Instituto Distrital para la Participación<br />
y Acción Comunal –IDPAC– la<br />
Fundación Red Social de Medios de Comunicación<br />
–RedSocial–, la Facultad de<br />
Comunicación Social de la Universidad<br />
Central y la Alcaldía Mayor, entre otros.<br />
Dicho proceso tuvo como referente el<br />
plan de desarrollo Bogotá Sin Indiferencia<br />
2003-2007, desde los ejes de reconciliación<br />
y gestión pública humana.<br />
Esta participación incidió con la elaboración<br />
y aprobación del Acuerdo Distrital<br />
Nº 292 de 2007, “por medio del cual se establecen<br />
los lineamientos de política pública,<br />
en materia de comunicación comunitaria<br />
en Bogotá, se ordena implementar<br />
acciones de fortalecimiento de la misma<br />
y se dictan otras disposiciones". Acuerdo<br />
que busca promover en la comunidad la<br />
formulación de propuestas sectoriales, a<br />
través de mesas de trabajo en radio, prensa,<br />
televisión e internet comunitarios.<br />
Los criterios de política de comunicación<br />
comunitaria, plasmados en el acuerdo 292<br />
se presentan, entonces, según el Distrito<br />
y múltiples sectores, como un “modelo<br />
nacional” de convivencia, participación<br />
y desarrollo social, ya que es pionera en<br />
política pública en comunicación, tanto<br />
en la ciudad como el país. Esta iniciativa<br />
contó con el apoyo de amplios sectores y<br />
partidos políticos en el Concejo Distrital<br />
y fue presentada por los concejales Gustavo<br />
de Roux y Leo César Diago 5 .<br />
A pesar de los avances y de la entrada<br />
en vigor de dichos criterios de política<br />
pública, se alcanzan a percibir múltiples<br />
problemas; uno de ellos está relacionado<br />
con la sostenibilidad y continuidad de los<br />
procesos comunicativos comunitarios, y<br />
otro con el grado de aceptación social y legitimidad<br />
de los criterios hoy planteados.<br />
Los problemas de continuidad y sostenibilidad<br />
responden a muchos factores,<br />
tales como, la falta de acceso a espacios,
Comunicación y sociedad<br />
93<br />
Eje <strong>No</strong>. Programa Meta<br />
RECONCILIACIÓN 5 Comunicación<br />
para la<br />
Promover y divulgar acciones comunicativas que<br />
propicien dinámicas de reconciliación.<br />
reconciliación<br />
9 Participación<br />
para la decisión<br />
Realizará acciones de fortalecimiento a la organización<br />
y al suministro de información, para que ciudadanos<br />
participen en la toma de decisiones públicas que les<br />
afecten en el ámbito del desarrollo local, distrital y<br />
regional, apoyando los organismos de control en sus<br />
programas de participación.<br />
Cuadro 1. Plan de<br />
desarrollo Bogotá Sin<br />
Indiferencia 2003-<br />
2007 - Ejes para la<br />
comunicación.<br />
10 Comunicación<br />
para la<br />
Promover y divulgar acciones comunicativas que<br />
propicien dinámicas de participación ciudadana e<br />
participacion<br />
incluyan la diversidad étnica, de género, cultural y<br />
generacional.<br />
Fortalecer los medios alternativos de comunicación<br />
local, entre ellos los medios impresos locales,<br />
radiofónicos y la televisión comunitaria y su confluencia<br />
en las localidades de Bogotá, como alternativa al<br />
derecho de informar y ser informado.<br />
FUENTE: Documento de<br />
GESTIÓN PÚBLICA<br />
HUMANA<br />
6 Comunicación<br />
para la<br />
solidaridad<br />
Fomentar canales de interacción para la construcción<br />
de ciudadanía y ejercicio del derecho fundamental a la<br />
libre expresión, fortalecerá la cultura organizacional,<br />
el sentido de pertenencia y el compromiso de los<br />
servidores públicos.<br />
propuesta de encuentro<br />
distrital de comunicación<br />
comunitaria. Proyecto <strong>No</strong>.<br />
3144 Propiciar espacios<br />
de comunicación en las<br />
organizaciones sociales.<br />
herramientas, conocimientos, recursos<br />
materiales y financieros mínimos, etc.<br />
Estas son carencias y ausencias que dificultan<br />
encaminar procesos comunicativos<br />
comunitarios y que obligan a revisar<br />
las concepciones y actuaciones sociales e<br />
institucionales que no permiten el funcionamiento<br />
permanente de los mismos.<br />
Por otra parte, algunos estudiosos consideran<br />
que dichos problemas se agudizan<br />
dependiendo de la forma en que sean<br />
tratadas. Por ejemplo, la segmentación<br />
por sectores sociales o poblacionales 6 ya<br />
genera en sí una dificultad que atenta<br />
contra la iniciativa comunitaria, puesto<br />
que la comunicación comunitaria, por<br />
naturaleza, es un proceso propio del conjunto<br />
social que no debería disolverse en<br />
una clasificación técnico-administrativa.<br />
Frente a esto, Andrés Ortiz, comunicador<br />
social experto en temas de comunicación<br />
popular y partícipe del proceso distrital,<br />
pone en evidencia lo problemático<br />
de dichas “segmentaciones”. Según él,<br />
“si miramos detenidamente, vemos que<br />
parte de los intereses que se quieren reivindicar,<br />
desde los procesos de comunicación<br />
comunitaria, es precisamente el<br />
trabajo articulado, conjunto, solidario,<br />
vinculante y organizado; lo que de entrada<br />
riñe con la fragmentación en sectores<br />
que propone la visión institucional”. (A.<br />
Ortiz, Entrevista sobre comunicación comunitaria<br />
en Bogotá, correo-e, Junio 22, 2007).<br />
Al margen de esas divisiones y segmentaciones<br />
institucionales, se debe reconocer<br />
que la juventud es un sector poblacional<br />
cuya incidencia no se puede desconocer,<br />
ya que su participación política y comunicativa<br />
–en lo comunitario–, ha estado<br />
integrada al conjunto de lo social a través<br />
de expresiones sindicales, estudiantiles,<br />
religiosas y culturales. Sector que, en su<br />
devenir, y al igual que muchos otros, ha<br />
enfrentado problemas materiales para su<br />
funcionamiento.<br />
Además, la diferencia generacional dada<br />
en el terreno comunal, genera dinámicas<br />
de exclusión natural 7 que obstaculizan<br />
(6) Mujeres, hombres, jóvenes,<br />
adultos mayores, etc.<br />
(7) Que se consolidan en lo<br />
institucional a través de políticas<br />
excluyentes o tutelares.
94<br />
Políticas de comunicación y comunicación comunitaria en Bogotá | Yeilor Rafael Espinel Torres<br />
(8) Propiciados por la administración.<br />
los procesos de gestión comunicativa, ya<br />
per se difíciles, tal como lo mencionara<br />
Darío Ángel en su ponencia sobre actores<br />
locales de comunicación durante el foro<br />
de Medios Comunitarios convocado por el<br />
Instituto Distrital de Cultura y Turismo<br />
(IDCT) en abril del 2004:<br />
“La construcción de una red como esta exige, de<br />
igual manera, que todos los miembros tengan<br />
validez en ella. Si hay quienes piensan que hay<br />
actores más válidos que otros, por antigüedad,<br />
por capacidades, por riqueza o por cualquier otra<br />
característica, no es posible consolidar los vínculos.<br />
Es como si en una familia un hijo fuese más hijo por<br />
ser el mayor o fuera merecedor de mejores raciones<br />
por ser más fuerte. Pues bien, los jóvenes, y muchos<br />
actores de comunicación lo son, deben demostrar<br />
antigüedad en este mundo para ser aceptados<br />
como socios válidos. Deben demostrar larga<br />
experiencia para ser admitidos en las conversaciones.<br />
Deben comprobar estabilidad otorgada por el<br />
tiempo, para ser merecedores de las posibilidades<br />
de la estabilidad” (Ángel, 2004, pág. 4).<br />
Por lo anterior, la política pública para<br />
la comunicación distrital debe ser integradora,<br />
amplia, incluyente, de forma tal<br />
que se supere cualquier tipo de diferenciación<br />
tecnocrática.<br />
Además de los planteamientos de los<br />
expertos es necesario identificar la perspectiva<br />
de la administración distrital y la<br />
comunidad frente a los problemas expresados.<br />
A continuación, se mencionarán<br />
algunos factores que influyen en las situaciones<br />
planteadas, vistas desde estas<br />
dos perspectivas.<br />
1. Perspectiva de la<br />
administración distrital<br />
Los estudios oficiales parten de la importancia<br />
del movimiento de medios comunitarios<br />
para señalar los aspectos (necesidades<br />
comunitarias) que para ellos<br />
(institución) son fundamentales. Centran<br />
su preocupación en la ausencia de un marco<br />
legal apropiado para esta actividad y<br />
desde una perspectiva instrumental, favorable<br />
a la institución, plantean de entrada<br />
un condicionamiento altamente alarmante.<br />
Según el Distrito, si bien existen espacios<br />
de intercambio y comunicación 8 entre los<br />
diferentes directores y promotores de medios<br />
comunitarios, es necesario institucionalizar<br />
un espacio que permita de forma<br />
sistemática y permanente la convergencia<br />
de aquellos que se encuentran al frente<br />
de los diferentes medios para desarrollar<br />
actividades conjuntas de mejoramiento y<br />
desarrollo.<br />
El Distrito es consciente y reconoce que,<br />
sin duda alguna, ese “importante movimiento<br />
de medios comunitarios”, está<br />
fundamentado en la motivación y capacidad<br />
de trabajo de sus gestores y directores.<br />
De este reconocimiento se desprende<br />
la necesidad de “aprovecharlos”<br />
e impulsarlos y en lo posible, según el<br />
Distrito, garantizar su futuro como medios<br />
no masivos de comunicación y para<br />
ello, plantea la Secretaría Distrital, es necesario<br />
contribuir a su sentida inquietud<br />
de contar con un marco legal, que trascienda<br />
la actual administración distrital<br />
(IDCT, 2007).<br />
Se podría compartir la reflexión institucional<br />
desde el punto de vista normativo,<br />
pero la palabra “aprovecharlos” expuesta<br />
por la Secretaría Distrital de Cultura,<br />
Recreación y Deporte en el estudio sobre<br />
medios comunitarios, insinúa posibles<br />
e inaceptables escenarios de cooptación<br />
social desde una lógica instrumental. Las<br />
políticas públicas, algunas veces, se prestan<br />
para institucionalizar prácticas de cooptación<br />
social donde, a partir del pago<br />
de pautas publicitarias o apoyos, además<br />
de facilitar la reproducción propagandística<br />
institucional, se busca comprometer<br />
o limitar la independencia del mensaje<br />
comunitario.<br />
2. Perspectiva de la comunidad<br />
De acuerdo con la priorización dada en<br />
diversos diagnósticos participativos, las<br />
siguientes son las necesidades comunes<br />
a todas las localidades que se encuentran<br />
ordenadas según su importancia:<br />
a. la falta de recursos económicos,<br />
técnicos y humanos;<br />
b. la falta de formación técnica
Comunicación y sociedad<br />
95<br />
en producción de medios<br />
de comunicación;<br />
c. la articulación de los medios,<br />
espacios u organizaciones<br />
de comunicación local;<br />
d. el fortalecimiento de los medios,<br />
espacios u organizaciones existentes;<br />
e. más organización y gestión de<br />
recursos en los medios, espacios y/u<br />
organizaciones de comunicación;<br />
f. democratización y circulación<br />
de la información;<br />
g. mayor divulgación y difusión de<br />
las actividades de la localidad a<br />
través de los medios y/o espacios;<br />
h. mayor alcance y cobertura de los<br />
medios locales y comunitarios;<br />
i. apoyo institucional y la promoción<br />
de mayor creatividad en los<br />
productos<br />
comunicativos<br />
locales<br />
(EnREDate, 2005).<br />
Las necesidades comunicativas<br />
expresadas<br />
explican, en parte,<br />
los antecedentes y<br />
posibles razones de<br />
"Se debe reconocer<br />
que la juventud<br />
es un sector<br />
poblacional<br />
cuya incidencia<br />
no se puede<br />
desconocer".<br />
los inconvenientes<br />
para funcionar, sostenerse<br />
y mantener una<br />
vigencia comunicativa.<br />
A pesar de la apertura democrática<br />
vivida durante los últimos años; el grado<br />
de aceptación social y el nivel de reconocimiento<br />
de los criterios de política propuestos<br />
en el 2007 son muy desiguales.<br />
De este modo, se genera un divorcio de<br />
intereses entre lo comunitario y lo estatal,<br />
algunas veces evidentes y otras no.<br />
A manera de conclusión<br />
En Colombia es urgente reubicar el debate<br />
del desarrollo nacional y las políticas<br />
públicas, de tal forma que se pueda<br />
controvertir y revertir el modelo actual<br />
que privilegia el crecimiento económico,<br />
la concentración de la riqueza y la<br />
intervención extranjera. Estos planteamientos<br />
nos llevan al terreno teórico y<br />
práctico de la comunicación para el desarrollo<br />
en Colombia, pero, ¿para qué<br />
tipo de desarrollo?, ¿de qué desarrollo<br />
estamos hablando?<br />
Lo primero es rescatar un proyecto nacional<br />
de desarrollo, autodeterminado y<br />
soberano, aquel que dinamice las fuerzas<br />
productivas y la ciencia a través del<br />
fortalecimiento no sólo de las estructuras<br />
clásicas de la economía, sino del ser<br />
humano en cuanto a su educación, formación<br />
política y ciudadana, desarrollo<br />
humano.<br />
Se debe reivindicar un modelo de desarrollo<br />
autónomo que tenga como finalidad<br />
salvaguardar los derechos y garantías<br />
democráticas de los colombianos.<br />
En tal sentido, la comunicación se debe<br />
entender como la herramienta que proyecta<br />
las representaciones<br />
colectivas<br />
sobre los intereses,<br />
necesidades y decisiones<br />
de progreso de<br />
la propia comunidad,<br />
integrando diferentes<br />
actores en la construcción<br />
de alternativas<br />
posibles de desarrollo<br />
social.<br />
En síntesis, la política<br />
pública, en materia de<br />
comunicación comunitaria y en muchos<br />
otros campos, debe ser la materialización<br />
de un modelo de desarrollo progresista;<br />
por lo que “los enfoques de desarrollo,<br />
en general, tienen en común la afirmación<br />
de que la realidad debe ser tenida<br />
en cuenta. La diferencia entre ellos está<br />
en la forma como se enfoca esa realidad”<br />
(Montoya, 2007, pág. 5). En consecuencia,<br />
el modelo de desarrollo que se necesita<br />
es uno que esté basado en el conocimiento<br />
de las realidades y necesidades<br />
económicas, sociales y comunicativas de<br />
la población.<br />
Es necesario profundizar conceptual y<br />
políticamente en los principios, valores y<br />
premisas que traen las políticas públicas<br />
actuales para que, desde una nueva perspectiva,<br />
podamos reconocer los princi-
96<br />
Políticas de comunicación y comunicación comunitaria en Bogotá | Yeilor Rafael Espinel Torres<br />
pios acá formulados de soberanía, desarrollo<br />
humano y democracia.<br />
Sin duda, los antecedentes analizados<br />
y la necesidad de promover el desarrollo<br />
nacional nos obligan a la imperiosa<br />
labor de describir, analizar y proponer<br />
lineamientos de política acorde con las<br />
necesidades comunicativas distritales y<br />
nacionales. Más si se tienen en cuenta los<br />
efectos políticos, económicos y culturales<br />
de la hoy denominada sociedad global<br />
de información en las comunidades y lo<br />
local.<br />
Para el caso colombiano y más específicamente<br />
la experiencia bogotana, es necesario<br />
y relevante profundizar más en el<br />
estudio teórico y práctico de las políticas<br />
de comunicación, desde un enfoque de<br />
análisis de política pública, que redunde<br />
en la construcción de una política para la<br />
comunicación comunitaria, acorde con<br />
las necesidades comunicativas reales de<br />
la ciudadanía, el fortalecimiento de la democracia<br />
y el desarrollo social; dinamizando<br />
así el debate académico, político y<br />
comunitario de las políticas de comunicación.<br />
Referencias Bibliográficas<br />
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<strong>No</strong>viembre). Acuerdo 292 del 21 de <strong>No</strong>viembre de 2007, por<br />
medio del cual se establecen lineamientos de política pública,<br />
en materia de comunicación comunitaria en Bogotá, se ordena<br />
implementar las acciones de fortalecimiento de la misma y se dictan<br />
otras disposiciones”, disponible en www.participacionbogota.<br />
gov.co/medios_c/acuerdo_292_2007.doc.<br />
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local y lo comunitario, un compromiso para el desarrollo regional.<br />
<strong>Revista</strong> Ejes de Formación Eje de Comunicación Política<br />
Parte 3, Escuela de Formación Política para Consejeros de<br />
Juventud y Jóvenes Líderes Locales. Bogotá.<br />
<strong>No</strong>gué, F. J. y Rufí, J. V. (2001). Geopolítica, identidad y<br />
globalización. Barcelona: Ariel.<br />
Ortiz, A. (junio 22, 2007). Entrevista sobre comunicación<br />
comunitaria en Bogotá, Bogotá: correo-e.<br />
Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte. (2007).<br />
Procesos socioculturales de impacto, influencia, uso y relación que<br />
tiene la comunidad con los medios comunitarios en la ciudad de<br />
Bogotá. Bogotá: Aps Estrategia & Investigación Ltda.<br />
Sierra, F. (2005). Políticas de Comunicación y Educación, Crítica<br />
y Desarrollo de la Sociedad del Conocimiento. Barcelona: Gedisa<br />
Stiglitz, J. (2002). El malestar en la globalización, Bogotá: Taurus
Comunicación y sociedad<br />
97<br />
La felicidad y la seguridad social<br />
Autor »<br />
Doris Babativa* y Mario Ceballos**<br />
Resumen »<br />
A lo largo de la historia de Colombia, se ha mencionado en diferentes documentos<br />
la intención de ofrecer seguridad social a la población, aunque con<br />
diferentes ópticas, primero acompañada de felicidad y estabilidad política, y<br />
hoy como un ingrediente del empleo que sea consecuencia de mayores mercados.<br />
En el tiempo que va desde la fundación de la República, se han presentado<br />
muchas disposiciones legales que progresivamente fueron abarcando a<br />
diferentes grupos de la población.<br />
Hoy, después de la Constitución de 1991, hay un sistema de seguridad social<br />
integral, pero se han presentado diversas situaciones que ponen en peligro<br />
algunos de los logros de la Carta Magna, como el cierre de hospitales y la<br />
insolvencia del Seguro Social para cubrir las pensiones. Necesariamente surge<br />
la pregunta de si la seguridad social es solo felicidad para la población o toda<br />
una serie de medidas para hacer más eficiente la salud y más sostenibles a largo<br />
plazo las pensiones. Para lograr dicha disertación se analizó el significado<br />
de felicidad, bienestar social, satisfacción de necesidades, retomando autores<br />
como Freud, Andrews y Withey, Keynes y Beveridge.<br />
Abstract »<br />
Palabras clave »<br />
Keywords<br />
Throughout the history of Colombia, has been mentioned in various documents<br />
intended to provide social security to the population, but with different optics, first<br />
together with happiness and political stability and today as a companion of employment<br />
that is accordingly bigger markets. Throughout the time from the founding<br />
of the republic, there have been many laws that were progressively involving<br />
different population groups.<br />
Today, after the 1991 Constitution, there is a comprehensive social security system,<br />
but have been presented many situations that threaten some of the achievements<br />
of the Constitution, such as the closure of hospitals and the insolvency of Social<br />
Security to cover pensions . He wondered if social security is just happiness for the<br />
people or an entire series of measures to better health and more sustainable longterm<br />
pensions.<br />
Felicidad, seguridad social, estabilidad política, empleo, mercados.<br />
Happiness, social security, political stability, employment, markets.<br />
* Docente Área de<br />
Investigación de la Facultad<br />
de Ciencias Económicas y<br />
Administrativas de INPAHU.<br />
Psicóloga y Magister en<br />
docencia.<br />
** Economista. Magister<br />
en docencia. Docente<br />
de Investigaciones de<br />
la Universidad Libre de<br />
Colombia.
98<br />
La felicidad y la seguridad social | Doris Babativa y Mario Ceballos<br />
“Te quiero en mi paraíso es decir que en mi país la gente vive feliz aunque no tenga permiso”.<br />
Mario Benedetti<br />
(1) Según Avellaneda Campo<br />
Alcides y Beltrán Luis Humberto,<br />
en Bogotá por Acuerdo <strong>No</strong>. 1 del<br />
29 de enero de 1918, se creó el<br />
impuesto de fondo de pobres,<br />
como porcentaje de las entradas<br />
a espectáculos públicos, que aún<br />
subsiste. Este acuerdo entre otras<br />
cosas prohíbe la mendicidad.<br />
“El sistema de gobierno más perfecto es<br />
aquel que produce mayor suma de felicidad<br />
posible, mayor suma de seguridad social<br />
y mayor suma de estabilidad política”<br />
(Bolívar 1819). En los albores de la República<br />
de Colombia, Simón Bolívar, durante<br />
su discurso al Congreso de Angostura, se<br />
expresó así en relación con la seguridad<br />
social.<br />
En el prólogo del documento Visión Colombia<br />
II Centenario: 2019 (Departamento Nacional<br />
de Planeación, 2005), Álvaro Uribe,<br />
actual presidente de la República afirmó:<br />
“una nación con 44 millones de habitantes,<br />
que necesita crear urgente y masivamente<br />
empleo bien remunerado y con seguridad<br />
social, tiene que buscar mercados”. En el<br />
primer documento se habla de felicidad,<br />
seguridad social y estabilidad política, y<br />
en el segundo de seguridad social, empleo<br />
bien remunerado y búsqueda de mercados.<br />
Debe notarse que hay un tema común: seguridad<br />
social.<br />
Pero ¿alcanzó ya Colombia lo propuesto<br />
por Bolívar doscientos años atrás?, ¿qué<br />
tan lejos se está de alcanzar las metas del<br />
actual gobernante?, ¿qué es esa seguridad<br />
social que estuvo en la agenda de los fundadores<br />
de la república y sigue estando en<br />
la del actual gobernante, casi doscientos<br />
años después?; ¿por qué fue tema del documento<br />
de Bolívar y también ocupa espacio<br />
en el de los que hoy gobiernan la nación?,<br />
¿cómo es la seguridad social en Colombia?,<br />
¿satisface esa seguridad las necesidades de<br />
la población objetivo?, ¿qué relación hay<br />
entre la seguridad social y la felicidad?<br />
La seguridad social en el mundo<br />
Como referente del tema en la Edad Media<br />
en Inglaterra, en la época de los Tudor,<br />
se promulgaron las llamadas "leyes de los<br />
pobres", por los problemas que trajeron las<br />
guerras de la dinastía y durante el reinado<br />
de Enrique VIII la "disolución de los monasterios"<br />
y otras instituciones católicas. Estas<br />
estaban a cargo de las obras de caridad.<br />
La legislación era punitiva ya que prohibía<br />
la mendicidad y la vagancia y le asignaba la<br />
responsabilidad administrativa del sistema<br />
a las parroquias. Hasta el presente, en el Reino<br />
Unido a las entidades administrativas se<br />
les da la obligación de cuidar a sus pobres.<br />
En Colombia se tomó este mismo concepto<br />
a comienzos del siglo pasado, con el también<br />
llamado Impuesto de Fondo de Pobres<br />
creado en Bogotá y que sigue vigente<br />
hasta nuestros días. El impuesto también<br />
prohíbe la mendicidad 1 .<br />
La legislación inglesa rigió hasta cuando se<br />
introdujo el concepto de estado de bienestar<br />
o estado providencia, que es cuando el<br />
Estado asume esa responsabilidad social y<br />
asegura la protección social, entendida ésta<br />
como los derechos a la sanidad, la vivienda,<br />
la educación, los servicios sociales, las<br />
pensiones de jubilación o la protección del<br />
empleo o del empleado.<br />
El sociólogo T.H. Marshall define el término<br />
como una combinación especial de<br />
la democracia, bienestar social y capitalismo.<br />
Algunos otros lo identifican, erróneamente,<br />
con el llamado estado social o<br />
incluso con la economía social de mercado.<br />
Para algunos es el añadido de un quinto<br />
poder del estado: el de intervención económica,<br />
añadido a los tres poderes clásicos de<br />
Montesquieu y al cuarto poder que son los<br />
medios de comunicación. Para otros, como<br />
Claus Offe, es un cambio profundo que nos<br />
permite hablar de un estado moderno.
Comunicación y sociedad<br />
99<br />
El concepto más moderno de seguridad<br />
social nació en Alemania, durante la época<br />
del canciller Otto von Bismarck, con la<br />
Ley del Seguro de Enfermedad, en 1883.<br />
La expresión se popularizó a partir de su<br />
uso por primera vez en una ley en Estados<br />
Unidos, que se llamó Social Security Act de<br />
1935.<br />
Posteriormente, el concepto fue ampliado<br />
por sir William Beveridge en el llamado<br />
Informe Beveridge (conocido como Social Insurance<br />
and Allied Services Report) de 1942<br />
con las prestaciones de salud y la constitución<br />
de la entidad británica National<br />
Health Service (Servicio<br />
Nacional de Salud) en<br />
1948.<br />
En los años 80 del siglo<br />
pasado, hubo un retroceso<br />
en estas políticas<br />
cuando la denominada<br />
revolución conservadora<br />
de Margaret Thatcher<br />
y Ronald Reagan,<br />
redujo las ayudas del<br />
estado para la seguridad<br />
social.<br />
La seguridad social<br />
en Colombia<br />
En Colombia, incluyendo<br />
la mención anterior<br />
del Fondo de Pobres, la seguridad<br />
social ha tenido un proceso lento y desarticulado,<br />
constituido por leyes, decretos y<br />
acuerdos, que le han ido dando forma a lo<br />
que conocemos hoy.<br />
El concepto propiamente dicho se inició<br />
con los montepíos militares que eran<br />
organizaciones castrenses del gobierno<br />
español, y que se implantaron también<br />
en América. Después de proclamada la<br />
independencia de Colombia, tales instituciones<br />
continuaron vigentes hasta 1827<br />
tiempo en cual fueron suprimidas las contribuciones<br />
de los militares para su funcionamiento.<br />
"Según la<br />
Organización<br />
Internacional del<br />
Trabajo, OIT, los<br />
sistemas de seguridad<br />
social prevén unos<br />
ingresos básicos en<br />
caso de desempleo,<br />
enfermedad,<br />
accidente laboral,<br />
entre otros".<br />
Unos años más tarde, mediante Ley 9 de<br />
1843, se restableció esta institución a pedido<br />
de muchos militares, principalmente<br />
por el desamparo de las familias de quienes<br />
fallecieron en la Guerra de la Independencia<br />
y posteriormente en las campañas<br />
libertadoras 2 . Otra ley, del 30 de abril de<br />
1855, suprimió el montepío militar, pero<br />
una nueva ley, la del 7 de diciembre de<br />
1890, lo creó nuevamente. La Ley 120 de<br />
1892 reforma la anterior. La Ley 153, de<br />
diciembre de 1896, le dio una nueva reglamentación.<br />
Para unificar el sistema de protección integral<br />
de los militares y sus familias en una<br />
sola institución, el gobierno creó, mediante<br />
la Ley 75 de 1925, la<br />
Caja de Sueldos de Retiro<br />
de las Fuerzas Militares.<br />
Paralelamente,<br />
creó la Caja de Sueldos<br />
de Retiro de la Policía<br />
Nacional y mediante<br />
la Ley 32 de 1961 creó<br />
la Caja de Auxilios y<br />
Prestaciones de la Asociación<br />
Colombiana de<br />
Aviadores Civiles.<br />
La Ley 29 de 1905 estableció<br />
un régimen de<br />
pensiones a favor de<br />
los magistrados principales<br />
de la Corte Suprema<br />
de Justicia, mayores<br />
de sesenta años, con derecho como pensión<br />
de jubilación a la mitad del sueldo del último<br />
empleo que hubieren ejercido.<br />
La Ley 29 de 1912 consagró pensiones a<br />
favor de las viudas de los ciudadanos que<br />
hayan desempeñado la Presidencia de la<br />
República, y en su defecto a las hijas solteras.<br />
La Ley 80 de 1916 sobre pensiones y<br />
recompensas estableció límites máximos a<br />
tales beneficios, negó la acumulación de las<br />
pensiones y su posibilidad de ser transmitidas.<br />
La Ley 40 de 1922 estableció pensiones<br />
a favor de los militares, clases o individuos<br />
de tropa que comprueben haber contraído<br />
la enfermedad de lepra durante su servicio<br />
en el Ejército, la cual se hace extensiva a los<br />
médicos y empleados sanos que en los lazaretos<br />
se contagien de lepra.<br />
(2) Debe advertirse que el número<br />
de muertos en la guerra de la<br />
independencia, entre 1810 y 1814,<br />
llegó a doscientas mil personas<br />
aproximadamente, y que ese<br />
número equivale a 7.626.991<br />
habitantes en proporción con la<br />
población del país en 2004. Los<br />
cálculos son del profesor Diego<br />
Otero Prada en su libro Las cifras<br />
del conflicto colombiano Indepaz<br />
Uniciencia, 2007.
100<br />
La felicidad y la seguridad social | Doris Babativa y Mario Ceballos<br />
La Ley 86 de 1923 consagra que todo empleado<br />
público nacional tendrá derecho a<br />
la mitad del sueldo que devengue mensualmente,<br />
hasta por seis meses, cuando<br />
por consecuencia de enfermedad contraída<br />
en el servicio o agravada por causa de<br />
este, se halle imposibilitado para prestarlo.<br />
La Ley 102, de 1927, consagró pensiones a<br />
favor de las viudas de<br />
los magistrados de la<br />
Corte Suprema y de<br />
los magistrados de los<br />
Tribunales Superiores<br />
que hubieren servido<br />
por más de veinte años<br />
en la rama judicial.<br />
Luego, el gobierno fue<br />
autorizado a crear una<br />
caja de seguro de trabajo<br />
que debía cubrir los<br />
riesgos de invalidez, vejez,<br />
enfermedad y muerte,<br />
y también los cuidados<br />
de la maternidad de<br />
la obrera y de la mujer<br />
"La seguridad<br />
social se refiere, en<br />
consecuencia, a<br />
factores tales como<br />
el bienestar social,<br />
calidad de vida<br />
de las personas,<br />
tranquilidad<br />
y satisfacción<br />
humana".<br />
del obrero. En 1923 se presentó un proyecto<br />
sobre la creación de la Caja de Indemnizaciones<br />
Obreras como dependencia del Banco de<br />
la República, con el fin de garantizar y hacer<br />
efectivo, en forma práctica para el patrón y<br />
el obrero, el servicio de indemnizaciones por<br />
accidentes de trabajo y seguro colectivo.<br />
En septiembre de 1930 el Ministro de Industrias,<br />
presentó un proyecto de Código<br />
del Trabajo que, entre otras medidas, autorizó<br />
al gobierno para fundar la Caja de<br />
Seguros del Trabajo, proyecto que no tuvo<br />
buen desarrollo.<br />
En 1931 se presentó un proyecto de ley,<br />
mediante el cual se crea, bajo la dependencia<br />
del Ministerio de Industrias, el Fondo<br />
de Previsión Social. En 1933 se presentó<br />
un proyecto de ley por el cual se conceden<br />
unas facultades extraordinarias al Ejecutivo<br />
Nacional para la creación de un Instituto<br />
de Previsión Social cuyo fin sea establecer<br />
el seguro social obligatorio, cumplir<br />
y hacer cumplir toda la legislación social<br />
existente sobre seguros sociales, públicos<br />
y privados, seguros colectivos e individuales,<br />
accidentes de trabajo, sueldos y pensiones<br />
de retiro, vacaciones remuneradas,<br />
inmovilidad, recompensas y auxilios.<br />
En 1935 se presentó otro proyecto de ley por<br />
el cual se ordena establecer una caja de seguros<br />
sociales. En ese mismo año se presentó<br />
un proyecto sobre ahorro obligatorio de los<br />
empleados y obreros y<br />
se creó la Caja de Ahorro<br />
y Previsión Social.<br />
El proyecto se convirtió<br />
en la Ley 66 de 1936.<br />
En 1936 se presentó el<br />
proyecto de ley sobre<br />
reforma a la ley de accidentes<br />
de trabajo y se<br />
dictaron disposiciones<br />
sobre jubilación y bonificación<br />
de retiro. En<br />
1936, también, se presentó<br />
un proyecto por<br />
el cual se creó la Caja<br />
de Seguros Sociales,<br />
dependiente del Ministerio<br />
de Industrias y<br />
para cubrir los riesgos de enfermedad, invalidez<br />
prematura, vejez, maternidad, desempleo<br />
o cesantía voluntaria, muerte y contribución<br />
a soportar los gastos de las familias<br />
numerosas.<br />
La parte importante de este proyecto está<br />
en la cobertura familiar en los servicios<br />
asistenciales y en la unificación del campo<br />
de aplicación, pues de manera expresa ordena<br />
que ingresen a ella todos los asalariados,<br />
sean oficiales o particulares, que trabajen<br />
dentro del territorio de la República<br />
y cuyos ingresos sean hasta dos mil cuatrocientos<br />
pesos anuales.<br />
La legislación actual sobre el tema se desprende<br />
de la Constitución Política que en<br />
el Título I, De Los Principios Fundamentales,<br />
establece que Colombia es una República,<br />
“...fundada en el respeto de la dignidad<br />
humana, en el trabajo y la solidaridad de<br />
las personas que la integran y en la prevalencia<br />
del interés general”.<br />
Consagra los derechos fundamentales de<br />
los niños, entre los que está la seguridad
Comunicación y sociedad<br />
101<br />
social; establece que el Estado, la sociedad<br />
y la familia concurrirán para la protección<br />
y la asistencia de las personas de la tercera<br />
edad y promoverán su integración a la<br />
vida activa y comunitaria; determina que<br />
la seguridad social es un servicio público<br />
de carácter obligatorio que se prestará<br />
bajo la dirección, coordinación<br />
y control<br />
del Estado; garantiza<br />
a todos los habitantes<br />
el derecho irrenunciable<br />
a la seguridad social;<br />
propone que con<br />
la participación de los<br />
particulares, se ampliará<br />
progresivamente<br />
la cobertura de la<br />
seguridad social; dice<br />
que es deber del Estado<br />
promover el acceso<br />
progresivo a la... seguridad<br />
social.<br />
"Desprende de<br />
la Constitución<br />
Política: “fundada<br />
en el respeto de la<br />
dignidad humana,<br />
en el trabajo y la<br />
solidaridad de las<br />
personas que la<br />
integran y en la<br />
prevalencia del<br />
interés general".<br />
En uno de sus artículos<br />
transitorios, la Constitución<br />
mandó al Gobierno formar una<br />
comisión integrada por sus representantes,<br />
los sindicatos, los gremios económicos, los<br />
movimientos políticos y sociales, los campesinos<br />
y los trabajadores informales, para<br />
que en un plazo de ciento ochenta días a<br />
partir de la entrada en vigencia de la carta,<br />
elabore una propuesta que desarrolle las<br />
normas sobre seguridad social.<br />
Lo anterior se tradujo en la Ley 100 del 23<br />
de diciembre de 1993, que creó el sistema<br />
de seguridad social integral, que se entiende<br />
como el conjunto de instituciones, normas<br />
y procedimientos, de que disponen<br />
las personas y la comunidad para gozar de<br />
una vida de calidad.<br />
Esta norma creó en el país un importante<br />
número de instituciones públicas y privadas<br />
para atender las necesidades de la población<br />
en materia de seguridad social. Se<br />
refirió a las pensiones en las cuales creó básicamente<br />
dos regímenes, uno de ellos fue<br />
entregado al manejo de los particulares, denominados<br />
Fondos de Pensiones y Cesantías,<br />
y otro denominado Régimen de Prima<br />
Media, que en esencia es el que administra<br />
las pensiones tradicionales. También creó<br />
el Fondo de Solidaridad Pensional.<br />
En relación con la salud, creó la medicina<br />
prepagada particular, las entidades prestadoras<br />
de salud, también particular, además<br />
de la permanencia del<br />
Instituto de Seguros<br />
Sociales. Reglamentó<br />
también los riesgos<br />
profesionales, creó la<br />
ayuda para los ancianos<br />
indigentes, etc.<br />
En conclusión, hoy en<br />
Colombia la población<br />
cuenta con un régimen<br />
de seguridad social<br />
todavía perfeccionándose,<br />
ya que la Carta<br />
Constitucional asignó<br />
al Estado la obligación<br />
de promover, en<br />
concurrencia con la<br />
sociedad y la familia,<br />
el acceso progresivo a la seguridad social,<br />
entendida como el derecho a gozar de una<br />
vida de calidad.<br />
La felicidad<br />
Visto el concepto de seguridad social, hagamos<br />
una reflexión sobre la aspiración de<br />
Bolívar en el sentido de buscar la felicidad<br />
para los ciudadanos partiendo de algunas<br />
estadísticas.<br />
Estudios recientes muestran a los colombianos<br />
como personas felices en medio de<br />
la violencia, el desempleo y la desigualdad.<br />
Según encuesta de Invamer Gallup, los colombianos<br />
aparecen como los más felices<br />
del mundo y, "se consideran creativos (el<br />
96%), trabajadores (el 97%), persistentes<br />
(el 89%), emprendedores (el 93%) y tienen<br />
planes para mejorar el nivel de vida (el<br />
61%). En todos estos factores superan los<br />
indicadores de todos los demás países indagados”.<br />
Para los colombianos, según la encuesta<br />
mencionada arriba “es posible avanzar en<br />
la vida trabajando. Los colombianos es-
102<br />
La felicidad y la seguridad social | Doris Babativa y Mario Ceballos<br />
(3) José Eduardo Abadi Médico<br />
psiquiatra, psicoanalista, actor y<br />
dramaturgo. Fragmento extraído<br />
de su libro “De felicidad también se<br />
vive”, editado por Sudamericana,<br />
2008, Buenos Aires. Consultado<br />
ON LINE http://www.diarioperfil.<br />
com.ar/edimp/0231/articulo.<br />
php?art=5533&ed=0231<br />
tán entre la gente de América Latina que<br />
cuando piensan cinco años con proyección<br />
al futuro, tienen las más altas expectativas.<br />
Tienen mayor optimismo. Tienen un alto<br />
grado de autoestima”. Con todo lo que<br />
ello implica, estos indicadores miden el<br />
bienestar subjetivo, es decir, la cantidad<br />
de bienestar que dicen tener las personas<br />
de un país. Se elabora a partir de encuestas<br />
y se calcula con base en el porcentaje<br />
de personas que se consideran "felices" o<br />
"muy felices", menos el porcentaje de personas<br />
que se consideran "no muy felices"<br />
o "infelices".<br />
Pero veamos qué es la felicidad. Según el<br />
Diccionario de la Real Academia de la Lengua,<br />
"felicidad es el estado de ánimo que se<br />
complace en la posesión de un bien; satisfacción,<br />
gusto, contento; suerte feliz". Para<br />
Aristóteles es difícil definirla y describirla.<br />
Para él todos los hombres están de acuerdo<br />
en llamar “felicidad” a una unidad presupuesta<br />
de fines humanos, el bien supremo,<br />
el fin último. Son divergentes, en consecuencia,<br />
las opiniones: placer para algunos;<br />
honores, para otros; o riqueza, de acuerdo<br />
con otros puntos de vista.<br />
El concepto de felicidad para el ser humano,<br />
es considerado por Freud como el<br />
resultado de la decisión de emprender un<br />
viaje que le permita lograr una mayor libertad<br />
y un mayor alcance de creatividad<br />
y placer. Esto en movimiento constante y<br />
admitiendo una cuota de sufrimiento, que<br />
parece ser un acompañante inevitable de la<br />
vida de todo ser humano 3 .<br />
Lo anterior permite establecer que la felicidad<br />
es un estado subjetivo, pues es a partir<br />
del sentir particular, que los seres humanos<br />
pueden referirse a ella como la manera de<br />
percibir o experimentar estados emocionales<br />
positivos, o sentirse satisfechos con la<br />
vida, o con parte de lo que ellos han logrado.<br />
Andrews y Withey (1978) establecieron<br />
tres elementos de la felicidad:<br />
a. Emoción positiva.<br />
b. Satisfacción de vida.<br />
c. Ausencia de emociones negativas<br />
o perturbaciones psicológicas.<br />
Esto según la percepción de los colombianos<br />
quiere decir que si, existe una autopercepción<br />
favorable de creatividad, trabajo,<br />
persistencia y seguridad social, la probabilidad<br />
de sentirse felices será mayor, superando<br />
de esta manera sus experiencias<br />
positivas, en relación con las negativas,<br />
situación por la cual puede explicarse el<br />
sentido de felicidad. Y esta es la percepción<br />
mayoritaria de los colombianos, de acuerdo<br />
con las encuestas.<br />
Estabilidad política<br />
En relación con la meta de la estabilidad<br />
política, puede mencionarse que Colombia<br />
la ha conseguido en un alto grado durante<br />
los últimos tiempos y, como lo afirma el<br />
documento Visión Colombia II Centenario, el<br />
país “tiene una de las tradiciones electorales<br />
más largas del continente y del mundo”.<br />
La afirmación anterior se sustenta en<br />
datos como los siguientes: