SQM_Nº15_ABRIL2021_DIGITAL
Número 15 de la Revista Especializada en buceo comercial y tecnología subacuática
Número 15 de la Revista Especializada en buceo comercial y tecnología subacuática
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Estudios médicos evidencian
que la deshidratación
es un factor que
aumenta el riesgo potencial
de padecer enfermedad
descompresiva
saría unos 500-600 cc de líquido entre 1 y 2 horas
antes de la inmersión. Y un volumen similar tras volver
a superficie.
La rehidratación oral con agua reduce la pérdida
de volumen plasmático y disminuye la deriva de la
frecuencia cardíaca y la hipertermia. Además, la inclusión
de sodio en la solución de rehidratación a
niveles que duplican los del sudor (es decir, alrededor
de 90 mmol / l de Na+) restaura y expande el
volumen de plasma si se ingiere antes de la inmersión.
LA HIDRATACIÓN EN BUCEO EN SATURACIÓN
El entorno hiperbárico e hiperóxico implícito del
buceo de saturación desencadena una serie de
cambios fisiológicos que pueden contribuir a romper
el estado de euhidratacion (hidratacion normofuncional),
propiciando la hipohidratación. El
factor principal que puede desafiar la homeostasis
de líquidos (estado de equilibrio, debido a la
interacción de los procesos reguladores del
cuerpo) en el buceo de saturación es la diuresis hiperbárica.
Esto se refiere a un exceso de producción
de orina, constatado en condiciones de
hiperoxia hiperbárica, que puede producir hasta un
aumento del 54% en la excreción de sodio (el aumento
de la pérdida de sodio puede contribuir a un
estado de hipovolemia ya mencionado) y una reducción
del 32% en la osmolalidad de la orina (concentración
de partículas en la orina, mOsm / Kg).
El objetivo principal previo al inicio de la inmersión
de saturación es garantizar que los buceadores
comiencen ya en un estado lo más euhidratado
posible, y que el consumo de alimentos y líquidos
que contengan sodio se utilice antes de la inmersión
de saturación, para facilitar la retención de líquidos.
La ingesta de sodio en este caso es
fundamental para la restauración eficaz del equilibrio
de líquidos dentro de los rangos de euhidratación.
Debido a la composición isoosmótica de la pérdida
de líquidos en inmersión, se recomienda de
forma preferente una bebida isotónica con electrolitos
durante la inmersión para reemplazar su
pérdida, reduciendo así la probabilidad de hiponatremia
(nivel insuficiente de sodio en sangre) o
grandes reducciones en el volumen plasmático,
que como hemos dicho, son determinantes en la
enfermedad descompresiva. Después, sería recomendable
realizar una hidratación más extensa con
el fin de una recuperación rápida y sin alteraciones
significativas.
CONCLUSIONES
La hidratación oral previa a la inmersión reduce la
volumetría y recuento de burbujas circulatorias, lo
que ofrece una táctica determinante y sencilla de
reducir el potencial riesgo de enfermedad por descompresión.
La condición de prehidratación permite
atenuar la deshidratación, por consiguiente,
prevenir la hipovolemia inducida por la inmersión,
máxime si ésta es una inmersión profunda y extensa
en el tiempo. En definitiva, la finalidad es preacondicionar
la normodinámica de la sangre, en
toda su magnitud e implicación de la enfermedad
descompresiva.
Hay que tener en cuenta que la hidratación no
es solo todo lo que se bebe, sino también todo lo
que se retiene.
Jesús Barrionuevo Rodríguez
Especialista en Medicina Hiperbárica y
Subacuática - Xanit Vithas
E
l Dr. Jesús Barrionuevo Rodríguez (Málaga,
1967) tiene una maestría en Medicina
Subacuática e Hiperbárica;
Actualmente, ejerce profesionalmente en la
Unidad de Medicina Subacuática e Hiperbárica
del Hospital Vithas Xanit Internacional
(Benalmádena, Málaga).
Además, es instructor de buceo profesional y
buceo técnico. En los últimos años ha trabajado
en el campo de la termodinámica vinculada
al buceo de saturación, materia en la que
es especialista. Igualmente, ha realizado el
Máster de Ingeniería Biomédica, sobre mezclas
Heliox en la Oxigenoterapia Hiperbárica.
En la infografía de la izquierda, diferencia del
volumen de flujo sanguíneo entre una arteria
de una persona sana y otra con hipovolemia.
SHUTTERSTOCK
Abajo, ilustración de buzos en saturación, un
ambiente que favorece la deshidratación por
diuresis hiperbárica MATT CHINWORTH
La administración de líquidos preferentemente
isotónicos ( aquellos cuya concentración osmótica
es similar a la de la sangre ) reduce la viscosidad de
la sangre como consecuencia de los efectos contrarrestantes
de hematocrito y la osmolalidad (niveles
de concentración) en la viscosidad y
viscoelasticidad de la sangre, antes descrita.
Es importante para la rehidratación completa,
sobre todo después de una inmersión de gran requerimiento
técnico, el consumo tanto de un volumen
adecuado de líquido como de la cantidad de
sodio. Sin ambos, la rehidratación no será rápida,
completa ni estable.
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