HISTOCOMIX "PRAT" Capítulo I
Histocomix "PRAT" Capítulo 1, La transformación del Hombre, en Líder y Héroe Nacional.
Histocomix "PRAT" Capítulo 1, La transformación del Hombre, en Líder y Héroe Nacional.
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Investigación, texto e ilustraciones: historiador y profesor Christian Olivares S.<br />
Proyecto acogido a la Ley de Donaciones Culturales<br />
©2021, Christian Olivares Salas<br />
©De esta edición:<br />
2021, Fundación “Mar de Chile”<br />
ISBN: 978-956-09365-1-6<br />
Inscripción N°146.479 y N°156.180<br />
Impreso en Quilicura Impresores, Santiago de Chile.<br />
Ejemplar gratuito, prohibida su venta y reproducción total o parcial.<br />
Todos los derechos reservados.
Con su masa de acero, el coloso<br />
avanza implacable. Sólo los separa<br />
el humo de las descargas, los gritos<br />
de lucha de su tripulación y una<br />
brisa marina que acaricia su frente.
El momento ha llegado.<br />
¿Qué es el deber? ... ¿qué es la tradición? ... ¿qué es hacer lo correcto?<br />
Toda su vida ha sido un continuo enfrentar con fe las<br />
adversidades que el destino le ha deparado.
La metralla del blindado surca el<br />
espacio y sus zumbidos de muerte<br />
y dolor se cruzan frente a él.<br />
Tiene el revólver en su cinturón y<br />
su espada se encuentra como unida<br />
naturalmente a su mano empuñada,<br />
firme y desafiante.<br />
¿Qué diría mi madre si me viera?
Sus ojos son<br />
lo primero que<br />
se me viene a la<br />
mente cuando<br />
recuerdo mi<br />
niñez.<br />
Arturo Prat nació el 3 de abril de 1848, cuando<br />
ella, junto a su querido viejo, ya casi cumplían<br />
más de una década viviendo en San Agustín de<br />
Puñual, la hacienda de su tío Andrés Chacón.<br />
¡Alégrese, misia<br />
Charito! ¡Es un<br />
hombrecito!<br />
Cuando la matrona le golpeó<br />
dijeron que no lloró.<br />
¡Por Dios, misia<br />
Rosario, su hijo<br />
salió mudo!<br />
Pero al segundo golpe, su<br />
voz se oyó fuerte...
Sus padres, Agustín Prat Barril y Rosario Chacón y Barrios,<br />
habían enfrentado, desde los inicios de su matrimonio, la<br />
desigual contienda que la adversidad les tenía preparada.<br />
Así, se sobrepusieron al incendio que destruyó, a las dos<br />
semanas de casados, el negocio que don Agustín poseía<br />
en la Plaza de Armas, quedando solamente con lo puesto.<br />
De esa manera, optaron por el abrigo que les<br />
ofrecía la hacienda del cuñado Andrés en los<br />
faldeos del cerro Coiquén: San Agustín de Puñual...<br />
La calamidad no los quiso<br />
abandonar, acompañándolos<br />
hasta el sur. Allí vieron nacer y<br />
morir, antes de cumplir un año, a<br />
sus tres primeros hijos...<br />
Por eso, cuando al<br />
nacer el pequeño<br />
Arturo vieron su débil<br />
contextura, por sus<br />
mentes se cruzó el<br />
recuerdo de la suerte<br />
de sus primeros hijos;<br />
mas doña Rosario<br />
estaba decidida a verle<br />
crecer fuerte y sano.<br />
Espero que sea un<br />
sufrido y se haga<br />
un valiente.
Así, sus padres<br />
le cuidaron<br />
solícitamente<br />
ese invierno de<br />
1848.<br />
De manera que sólo en los<br />
primeros días de marzo de 1849<br />
fue bautizado, en la parroquia<br />
de Ninhue, por el párroco<br />
Bartolomé Venegas.<br />
Agustín Arturo<br />
Prat Chacón.<br />
Pero los obstáculos continuaron golpeando<br />
a la familia Prat Chacón. El padre comenzó a<br />
sufrir repentinos ataques de parálisis, que<br />
afectaron su salud, y ese mismo año su cuñado<br />
Andrés, agobiado por graves problemas<br />
económicos, debió vender la hacienda.<br />
Las dos familias debieron<br />
abandonar San Agustín, viajando<br />
a Talcahuano para embarcarse<br />
luego hacia Valparaíso.
Mientras don Agustín descansaba en el camarote<br />
del velero, doña Rosario subió a cubierta con<br />
el hijo. Allí, Arturo Prat tuvo su primer<br />
contacto con el océano.<br />
Sonreía al recibir las pequeñas<br />
gotas de mar, producidas por<br />
el choque del suave oleaje<br />
contra el casco de la nave.<br />
¿Te gusta,<br />
Arturo?<br />
Es el océano.<br />
Grande y sereno, como<br />
ahora. Pero a veces puede<br />
enfurecerse.<br />
Es como la vida, hijo mío.<br />
Puede llegar a ser un desafío<br />
gigantesco, pero con fe uno lo<br />
puede llegar a sortear y salir<br />
airoso. Es algo que debes llegar a<br />
asimilar y aprender<br />
en tu vida.<br />
Rosario Chacón había tomado<br />
su decisión. Pondría sobre sus<br />
hombros, de ahí en adelante,<br />
la pesada carga de dirigir a su<br />
familia. El sentido del deber<br />
estaba arraigado en sus raíces<br />
valóricas, y para ello contaba<br />
con una sobriedad espartana<br />
inigualable y una fe en Dios a<br />
toda prueba.
La familia halló amparo en la chacra<br />
santiaguina del abuelo de Arturo,<br />
don Pedro Chacón, quien los recibió<br />
con los brazos abiertos.<br />
su padre se restableció un poco. Y a Arturo su<br />
madre no dejó ni un día de administrarle el<br />
llamado “método Priessnitz”, también llamado<br />
“hidropatía” o “sudores hidropáticos”, que eran<br />
masajes diarios con agua helada.<br />
Contra todo lo previsto, su salud se afirmó, contribuyendo<br />
notoriamente a ello la gran libertad y el contacto con la<br />
naturaleza, lo cual potenció su desarrollo físico y espiritual.<br />
¡Cabro chico vivo!<br />
Al mismo tiempo, durante esos<br />
cinco años la familia continuó<br />
creciendo con la llegada de<br />
más hermanos para Arturo.
Un nuevo ataque de<br />
parálisis afectó a don<br />
Agustín, postrándolo en<br />
una silla, pero eso nunca<br />
fue impedimento para que<br />
fuera un hombre bueno y<br />
cariñoso con sus hijos.<br />
Papá, ¿qué<br />
es eso?<br />
Son nubes,<br />
Arturo.<br />
¿Y eso de allá?<br />
Es la Luna, que ya<br />
está saliendo.<br />
El buen hombre nunca<br />
demostró la más mínima<br />
molestia.Incluso<br />
denotaba una alegría<br />
inmensa por estar<br />
compartiendo, aunque<br />
fuera sólo un poco, con<br />
los suyos.<br />
Debido a la enfermedad del<br />
padre de Arturo Prat, su madre<br />
buscó trabajo, convirtiéndose<br />
en preceptora. De esta forma,<br />
ganó algo de dinero y a la vez<br />
se ocupó de los primeros pasos<br />
de la educación de su hijo.<br />
Tiempo después, en 1854,<br />
don Pedro Chacón debió<br />
vender la chacra a la Casa<br />
de los Expósitos. Así, hubo<br />
un nuevo cambio de<br />
domicilio, trasladándose a<br />
una modesta vivienda en la<br />
calle Nueva San Diego (hoy<br />
Arturo Prat), en el centro<br />
de Santiago.
Prat inició su vida escolar el 1 de<br />
junio de 1856, a la edad de 8 años,<br />
en la escuela de la Campana, dirigida<br />
por don José Bernardo Suárez.<br />
Allí comenzó a “cumplir su deber”,<br />
realizando las tareas que el<br />
profesor entregaba y dedicando<br />
mucho tiempo al estudio.<br />
Dentro de sus<br />
compañeros se<br />
encontraría uno<br />
de los ingenieros<br />
de la “Esmeralda”,<br />
Vicente Mutilla,<br />
futuro camarada<br />
de una mañana de<br />
Iquique...<br />
Hola,<br />
Arturo.<br />
Pero, al mismo tiempo, tuvo<br />
algunos “encontrones” con<br />
niños mayores.<br />
¡Ja, ja! ¡Allá<br />
va el mateo<br />
Prat!<br />
¡Mañana te<br />
daremos un buen<br />
“capote”!<br />
¡Te estaremos<br />
esperando!<br />
Abusadores.
Al día siguiente, Prat<br />
fue donde un<br />
almacenero vecino.<br />
Gracias, don<br />
Ignacio.<br />
Bueno, cabrito. Te<br />
voy a prestar este<br />
cuchillo para cortar<br />
azúcar. Me lo traes a la<br />
tarde sin falta.<br />
Entonces, al<br />
llegar a la<br />
escuela...<br />
Ya, Prat, no<br />
te puedes<br />
arrancar.<br />
¡Sí, “mateíto”,<br />
enséñanos a<br />
pelear!<br />
¡Ja, ja!<br />
¿Quieren<br />
aprender?<br />
¡AAH, Prat tiene<br />
un machete!<br />
¡Mamáaaa!<br />
¡Huyamos!
Los agresores rápidamente<br />
regresaron acompañados por<br />
el Director de la escuela...<br />
Mire, señor. Ese<br />
es el machete.<br />
¿Cómo es<br />
posible esto,<br />
señor Prat?<br />
Fue sólo para<br />
asustarlos,<br />
señor.<br />
Ellos me amenazaron<br />
ayer con palos y hoy<br />
me iban a pegar entre<br />
los tres.<br />
¡Ah! ¡ Así fue<br />
la cosa entonces!<br />
Bien. Ustedes<br />
tendrán su castigo<br />
por cobardes.<br />
Y usted, señor Prat,<br />
por su arrojo.<br />
Vuelvan a clases.<br />
Arturo Prat continuó con su desarrollo<br />
normal en la escuela como todo niño, jugando,<br />
aprendiendo, estudiando y compartiendo.
La vida familiar del clan de don Pedro<br />
Chacón era muy activa, desarrollando<br />
todas las semanas entretenidas reuniones<br />
y tertulias, donde Arturo Prat pudo<br />
conocer a distintos parientes.
Entre éstos destacaba don Jacinto Chacón,<br />
hermano de la madre de Arturo Prat, personaje<br />
que tenía una atrayente personalidad.<br />
Se había casado con doña<br />
Rosario Orrego, viuda de don<br />
Juan José Uribe, con quien<br />
había tenido un hijo, Luis Uribe.<br />
Era maestro de<br />
oratoria sagrada,<br />
literatura e historia,<br />
a lo que sumaba su<br />
afición a la poesía, la<br />
teología y el derecho<br />
público, satisfaciendo<br />
sus dotes de escritor<br />
e intelectual.<br />
Hola Lucho.<br />
Hola Arturo.<br />
¿Vamos a comernos los<br />
pasteles?<br />
Con la enfermedad de don Agustín<br />
avanzando, doña Rosario buscó apoyo en su<br />
hermano Jacinto, quien ejercería una<br />
significativa influencia en los Prat Chacón.<br />
Un nuevo ataque de parálisis<br />
afectó otra vez al padre<br />
de Arturo Prat. La situación<br />
económica se hizo precaria<br />
y doña Rosario, con serias<br />
dificultades, debía velar por<br />
sus cinco hijos.
Los esporádicos trabajos<br />
como profesora sólo<br />
alcanzan para reunir un<br />
exiguo presupuesto familiar.<br />
Su hermano Jacinto llegó,<br />
como siempre, con una solución,<br />
la que sería decisiva...<br />
Arturo, existe la<br />
posibilidad de que puedas<br />
ingresar a la Escuela Naval como<br />
cadete por la provincia de<br />
Arauco, en una de las dos becas<br />
por provincia que ha dado el<br />
presidente Montt.<br />
Así es, mi niño.<br />
Luchito Uribe ha<br />
decidido postular<br />
también.<br />
Están abiertas<br />
las puertas, pequeño.<br />
Pero debe ser una<br />
decisión totalmente<br />
tuya.<br />
Y así fue. Arturo Prat envió su solicitud el 24 de junio<br />
de 1858 y el 12 de agosto fue nombrado cadete naval.<br />
El día 24 rindió sus exámenes de admisión, los que<br />
fueron aprobados totalmente, ingresando el 28 de<br />
agosto junto a Luis Uribe a la Escuela Naval, ambos<br />
apadrinados por don Jacinto Chacón.<br />
Tío Jacinto,<br />
entonces yo<br />
salto y la tomo.
Junto con los dos niños ingresaron también sus compañeros.<br />
Ninguno de ellos podría imaginarse que en el futuro serían<br />
recordados como el “Curso de los Héroes”. Entre otros,<br />
figuraban Carlos Condell, Juan José Latorre, Constantino<br />
Bannen, Jorge Montt, Wenceslao Frías, Guillermo Peña,<br />
Carlos Moraga y Miguel Gaona.<br />
El primer domingo de salida, Prat y<br />
Uribe salieron con don Jacinto,<br />
luciendo sus flamantes uniformes<br />
náuticos por las calles de Valparaíso.<br />
Aquí es,<br />
muchachos.<br />
Pasen...<br />
adelante,<br />
señores.<br />
Aquí le traigo a<br />
estos jóvenes cadetes, don<br />
Matías. Su entrada a la<br />
Escuela Naval amerita un<br />
recuerdo.<br />
Está todo<br />
preparado ya,<br />
don Jacinto.
Tomen posición,<br />
por favor, y eviten<br />
moverse demasiado.<br />
Posición de<br />
firme,<br />
muchachos.<br />
Durante su primer año en la Escuela Naval, Arturo<br />
Prat sometió a prueba su estirpe sureña,<br />
sobreponiéndose a la distracción, las dificultades<br />
en las matemáticas, las pruebas físicas y a la<br />
lejanía de su hogar.
Pero con sacrificio<br />
y mucho tesón<br />
venció toda clase<br />
de obstáculos.<br />
Paralelamente,<br />
su contextura<br />
débil y enfermiza<br />
fue cambiando<br />
hasta adquirir un<br />
gran vigor.<br />
En base a distintos sucesos,<br />
como juegos y distracciones<br />
(incluyendo algunas pequeñas<br />
riñas con compañeros y<br />
amigos), su personalidad se<br />
fue desarrollando.<br />
¡Condell, al encierro<br />
por pegarle a Prat!<br />
¡Prat! ¡Por pelear<br />
con Condell, cuatro<br />
horas de arresto!<br />
¡ Ja,ja,ja!<br />
Al finalizar 1859,<br />
Arturo Prat recibe<br />
una medalla de plata<br />
por sus logros en los<br />
estudios, seguido de<br />
otras distinciones.
Ese mismo año comienza su aprendizaje<br />
náutico, embarcado en el vapor<br />
“Independencia” hacia Caldera y luego a<br />
la costa de Arauco.<br />
Durante el viaje, los<br />
cadetes son instruidos en<br />
emocionantes ejercicios de<br />
vela y aparejo.<br />
¡Esto es<br />
espectacular,<br />
cabros!<br />
De vuelta en Valparaíso, los<br />
cadetes recibieron, en enero<br />
de 1860, una importante<br />
noticia.<br />
Señores cadetes, debo<br />
informarles que a contar de<br />
la próxima semana deberán<br />
embarcarse en la corbeta<br />
“Esmeralda”.
Era esta nave una bella corbeta de casco de madera<br />
y aparejo de tres palos. Desplazaba 850 toneladas<br />
y cuatro calderos producían 200 HP de sus máquinas,<br />
lo que con su velamen le permitía alcanzar una<br />
velocidad máxima de entre 7 y 8 millas por hora.<br />
Había sido construida en los astilleros ingleses de Northfleet entre<br />
diciembre de 1854 y septiembre de 1856. Su lema eran las palabras que<br />
ocupó como santo y seña Cochrane y sus marinos en la captura de la<br />
primera “Esmeralda”, en la bahía de El Callao en 1820: “Gloria y Victoria”.<br />
Los cadetes abordaron entusiasmados<br />
el orgullo de la Armada chilena,<br />
siendo recibidos por el estricto<br />
comandante José Anacleto Goñi.<br />
Prat pudo pisar por primera<br />
vez la toldilla de popa de<br />
la capitana.<br />
Arriba. Rápido,<br />
señores.
Pronto comenzaron<br />
los ejercicios de<br />
artillería y marinería.<br />
¡ Fuegooo! Embarque y desembarque,<br />
simulacros de combate y<br />
abordaje...<br />
Los primeros viajes a bordo<br />
de la “Esmeralda” son a<br />
Quintero y, durante 1861,<br />
a Talcahuano y Lota, como<br />
también al Archipiélago de<br />
Juan Fernández.<br />
El 13 de julio de 1861, Prat egresa<br />
de la Escuela Naval en calidad de<br />
guardiamarina sin examinar.<br />
Felicitaciones,<br />
hijo mío.
El 1 de octubre, mientras la “Esmeralda” se<br />
hallaba fondeada en Valparaíso, un pontón<br />
francés, llamado “Infernal” y en cuyo interior<br />
había importantes suministros de explosivos y<br />
municiones, de improviso comenzó a arder.<br />
¡Se quema el<br />
“Infernal”!<br />
¡Debemos sofocar ese<br />
incendio! ¡Puede estallar<br />
y causar problemas!<br />
Varios botes fueron despachados<br />
en su auxilio desde la “Esmeralda”.<br />
Uno de ellos iba comandado por<br />
el guardiamarina Arturo Prat, de<br />
tan sólo trece años.<br />
El pontón francés fue<br />
abordado por Prat y los<br />
marinos bajo su mando.<br />
¡Rápido, debemos<br />
apagar el fuego!
Después de más de dos horas el<br />
incendio se hizo incontrolable, por<br />
lo que los marinos chilenos tuvieron<br />
que abandonar el “infernal”.<br />
Esta cuestión no<br />
se hunde nunca, mi<br />
guardiamarina. Y está<br />
lleno de pólvora.<br />
Es cuestión<br />
de tiempo,<br />
marinero.<br />
Se trató de echarlo a pique<br />
desde una lancha a vapor<br />
con un cañón de bote.<br />
Repentinamente el “Infernal”,<br />
haciendo honor a su nombre,<br />
explosionó violentamente<br />
frente al bote de Prat, lo cual<br />
obligó a todos a arrojarse al<br />
suelo para cubrirse.<br />
El único que<br />
se mantuvo de<br />
pie había sido<br />
Arturo Prat...<br />
El buque, lentamente,<br />
se fue sumergiendo en<br />
las profundidades.
Luego de este incidente, la<br />
“Esmeralda” zarpó rumbo a<br />
Mejillones, en el norte de<br />
Chile, para defender los<br />
intereses de nuestros<br />
connacionales frente a las<br />
autoridades bolivianas de<br />
Cobija.<br />
Después de permanecer un<br />
tiempo en el litoral<br />
nortino, la capitana<br />
regresó al sur en 1863,<br />
pero cuando navegaba a la<br />
altura de Totoralillo, en<br />
medio de una densa niebla...<br />
¡Rayos!...<br />
¿Qué fue<br />
eso, Prat?<br />
Parece que<br />
tocamos<br />
fondo, Montt.<br />
Así había acontecido. El choque de la corbeta<br />
con las rocas produjo una avería considerable,<br />
debiendo ser remolcada hasta Valparaíso.<br />
Prat se reúne con sus compadres Juan<br />
José Latorre, Luis Uribe y Jorge Montt.<br />
Muchachos, ha<br />
surgido la posibilidad de<br />
zarpar hacia California, en<br />
los Estados Unidos.<br />
¿Pero<br />
cómo?<br />
Se está<br />
pensando enviar la<br />
“Esmeralda”a los astilleros<br />
del río Sacramento, en San<br />
Francisco, para que allí sea<br />
reacondicionada.
Prat y Uribe tienen la ocasión<br />
de reunirse con sus familias en<br />
Valparaíso.<br />
Estoy expectante.<br />
Esto de viajar por el mundo<br />
nos tiene a todos los que<br />
formamos parte de la<br />
tripulación realmente<br />
ansiosos.<br />
Entre los asistentes a la tertulia<br />
estaba la joven Carmela<br />
Carvajal. Ella era huérfana de<br />
padre y madre y por esa razón<br />
vivía junto a su hermano mayor,<br />
José Jesús, quien se encontraba<br />
casado con Concepción Chacón,<br />
hermana de la<br />
madre de<br />
Arturo Prat.<br />
La química y afinidad entre los<br />
dos muchachos había hecho lo<br />
suyo, surgiendo un idilio entre<br />
Carmelita y Arturo.<br />
Quizás el viaje<br />
a Sacramento sea<br />
más entretenido.<br />
Las estaciones<br />
que cubrimos en el norte<br />
a veces resultan irritantes.<br />
Incluso hay semanas de<br />
ocio obligado.
De regreso los recibió Carlos<br />
Condell con noticias...<br />
¡Muchachos, les<br />
tengo noticias!<br />
¿Qué pasó?<br />
El viaje a Sacramento<br />
ha sido cancelado. El lugar<br />
de las reparaciones fue<br />
sustituido por el varadero<br />
de Huito.<br />
¡Chiloé!<br />
Y yo que quería<br />
aprender inglés.<br />
La “Esmeralda” debió viajar<br />
entonces a la costa oriental<br />
de la Isla Grande de Chiloé,<br />
al solitario Huito, donde fue<br />
sometida a reparaciones por<br />
varias semanas.<br />
La tripulación tuvo que<br />
soportar con tedio la soledad<br />
de la región y las inclemencias<br />
del tiempo.<br />
Prat, incluso, confesaría a su<br />
madre en una carta el “pecado de<br />
haber llegado a leer novelas<br />
románticas para matar el tiempo”.
Ya reparada, la corbeta chilena debió zarpar una<br />
vez más hacia Mejillones, donde los problemas<br />
entre chilenos y bolivianos no cesaban.<br />
Durante estas estaciones, Prat se esforzaba en<br />
poner al día su libro de memorias, descripciones<br />
y planos de puertos, experiencias a bordo, etc.<br />
Tengo que<br />
estar bien preparado<br />
para los próximos<br />
exámenes de<br />
Guardiamarina.<br />
Y así, el 21 de julio de<br />
1864, en Valparaíso...<br />
De esta manera<br />
finaliza mi exposición,<br />
mi Comandante.<br />
¡Excelente, señor Prat!<br />
¡ Magníficamente<br />
presentado!<br />
¡Felicitaciones,<br />
señor Prat! Su examen ha<br />
sido aprobado con<br />
mención especial de<br />
competencia.<br />
Gracias, mi<br />
comandante<br />
Williams.<br />
Y es más,<br />
solicitaré de<br />
inmediato que usted<br />
sea trasbordado a la<br />
“Esmeralda”, bajo mi<br />
mando.<br />
Será un honor<br />
seguir bajo sus<br />
órdenes, mi<br />
Comandante.
Más tarde...<br />
¡Bravo!<br />
Un brindis por<br />
nuestros muchachos,<br />
Arturo y Lucho, los<br />
nuevos guardiamarinas de<br />
la Armada de Chile.<br />
Gracias, tío<br />
Jacinto.<br />
¡Bravo!<br />
Muchas felicidades,<br />
Arturo. Estoy muy<br />
orgullosa de tí.<br />
Ya sólo te<br />
falta un buque<br />
propio.<br />
No, ya lo tengo. He<br />
sido confirmado en mi<br />
querida “Esmeralda”.<br />
¡Salud por<br />
nuestra<br />
capitana!<br />
Gracias,<br />
Carmelita.
Mientras esto ocurría, la situación internacional<br />
del Perú era sumamente delicada, debido a la<br />
presencia de la flota de guerra de España en<br />
sus costas. El país ibérico exigía al Perú reconocer<br />
las deudas contraídas por el Virreinato y que<br />
estaban impagas al declararse la independencia.<br />
Al no acatar el Perú esa demanda, la<br />
escuadra española ocupó las islas peruanas<br />
de Chinchas, en abril de 1864.<br />
El único país americano<br />
que reaccionó ante este<br />
hecho fue Chile.<br />
Se organizó un Congreso Americano en Lima, para<br />
tratar de atenuar las diferencias entre hispanos<br />
y peruanos. La “Esmeralda” zarpó en septiembre,<br />
llevando consigo una delegación encabezada por<br />
don Manuel Montt.<br />
Pero las conversaciones llevadas<br />
a cabo no llegaron a buen<br />
término, debido a problemas<br />
internos del Perú.<br />
Asumió el mando de la escuadra<br />
española el almirante José<br />
Manuel Pareja, quien recibió<br />
orden de zarpar hacia Chile<br />
para exigir disculpas públicas<br />
por las manifestaciones<br />
hostiles contra España.<br />
El almirante Pareja era hijo del<br />
general fallecido en Chile durante las<br />
campañas de Independencia de la Patria<br />
Vieja, y por esta razón mantenía un<br />
resentimiento contra el pueblo chileno.
Se ordenó, entonces, a la corbeta “Esmeralda”<br />
entrar al dique “Duprat”, reembarcar su<br />
artillería y alistarse para zarpar.<br />
Ten mucho cuidado,<br />
Arturo, y compórtate<br />
como siempre lo has<br />
hecho.<br />
Así lo haré, mamá.<br />
Te tendré en mis<br />
pensamientos.<br />
El 17 de septiembre arribó<br />
frente a Valparaíso la<br />
poderosa escuadra española.<br />
Desde la cubierta de la<br />
“Esmeralda”, el comandante<br />
Williams y su tripulación<br />
observaron la llegada de las<br />
naves españolas.<br />
Señores, esa imponente<br />
fragata de 46 cañones es la<br />
“Villa de Madrid”, comandada<br />
por el almirante Pareja.
De la “Villa de Madrid” se desprende un bote<br />
llevando un ultimátum del almirante Pareja<br />
a las autoridades chilenas, exigiendo saludar<br />
al pabellón español con 21 cañonazos y<br />
dar las satisfacciones correspondientes por<br />
las ofensas a la Corona.<br />
Señor<br />
oficial, informe a los<br />
chilenos que, de lo contrario,<br />
quedarán rotas las relaciones<br />
y las reclamaciones se harán<br />
extensivas a una indemnización<br />
de guerra.<br />
Tan pronto como el gobierno chileno recibió<br />
el ultimátum, dio instrucciones al comandante<br />
Williams Rebolledo para zarpar hacia Chiloé.<br />
Señor<br />
Thomson, ordene a<br />
los hombres alistarse para<br />
zarpar junto con el<br />
vapor “Maipú”.<br />
A su orden, mi<br />
Comandante.<br />
A la medianoche del 18<br />
de septiembre, la<br />
“Esmeralda” y el “Maipú”<br />
levaron anclas y se<br />
pusieron en movimiento.<br />
Frente a las naves chilenas,<br />
la escuadra española.
Toda la tripulación chilena cubría con expectación<br />
los puestos de zafarrancho de combate.<br />
Lenta, pero resuelta<br />
a todo, la corbeta<br />
chilena pasó a<br />
escasos cien metros<br />
de la “Villa de<br />
Madrid”, seguida del<br />
vapor “Maipú”.<br />
Es la corbeta<br />
chilena “Esmeralda”,<br />
señor Almirante.<br />
Dejémosla<br />
salir... Pronto la<br />
volveremos a<br />
ver.<br />
Ya fuera de la bahía, las dos naves chilenas tomaron<br />
rumbo a Chiloé. El vapor “Maipú” no era una nave de<br />
guerra, siendo recientemente artillado, y la “Esmeralda”<br />
había logrado montar sus 16 cañones, teniendo una<br />
tripulación de 120 hombres, a lo que se agregaba que<br />
hacía agua a razón de 3 a 4 pulgadas por hora.<br />
Mas el pueblo chileno no estaba<br />
dispuesto a ser humillado, y su<br />
respuesta al ultimátum de Pareja<br />
fue la declaración de guerra<br />
inmediata. De esta manera Chile,<br />
empujado por la opinión pública,<br />
entraba en un conflicto necio, a<br />
manera de Quijote, defendiendo<br />
la honra del Perú.<br />
Pareja reaccionó<br />
rápidamente, iniciando<br />
las hostilidades con el<br />
bloqueo a todos los<br />
puertos chilenos.<br />
No tendrán entrada<br />
ni salida de ninguna<br />
naturaleza.
La pequeña flotilla chilena<br />
arribó a Huito, donde<br />
completó sus reparaciones.<br />
Williams recibió instrucciones<br />
para partir al Perú, tratando<br />
de concertar una alianza y<br />
efectuar un ataque sorpresivo<br />
a la escuadra española.<br />
Los chilenos llegaron al vecino país el 28 de octubre,<br />
reuniéndose Williams con el almirante Lizardo<br />
Montero, jefe de la escuadra peruana, pero...<br />
Williams decidió regresar entonces, sin<br />
esperar el desenlace de los problemas<br />
internos peruanos.<br />
Así es, comandante Williams.<br />
A la oficialidad peruana no le interesa<br />
operar con Chile contra los españoles,<br />
mientras no se resuelvan los problemas<br />
de gobernabilidad que afectan a<br />
nuestra nación.<br />
El jefe chileno<br />
había decidido<br />
atacar de<br />
“guerrilla” a la<br />
flota hispana.<br />
Terminamos<br />
combatiendo<br />
solos, amigos.<br />
Creo que los peruanos se<br />
encuentran en una especie<br />
de guerra civil y por eso<br />
no nos pueden acompañar,<br />
Latorre.<br />
Quizás<br />
debamos felicitarnos<br />
de esta situación, pues sería más<br />
crítico el estado en que nos<br />
dejarían si se les hubiera ocurrido<br />
esto a punto de entablar<br />
combate.
En tanto el “Maipú” se dirigía hacia<br />
Chiloé, la “Esmeralda” llegó a Lebu,<br />
donde Williams recibió noticias<br />
importantes...<br />
Señores<br />
oficiales, he recibido la<br />
noticia de que el vapor “Matías Cousiño”<br />
ha sido capturado y ahora, junto a la nave<br />
española “Virgen de la Covadonga”, se<br />
hallan sosteniendo el bloqueo de<br />
Coquimbo.<br />
Mi intención es atacar<br />
esa división de la flota hispana,<br />
recuperando al “Matías” y<br />
capturando a la “Covadonga”.<br />
El teniente Manuel Thomson recibió<br />
Guardiamarina Prat,<br />
el encargo de organizar una<br />
usted ha sido asignado<br />
división de abordaje.<br />
para acompañarme en una<br />
partida de abordaje.<br />
A su orden,<br />
mi Teniente.<br />
Verifique que cada<br />
hombre lleve un<br />
puñal y un revólver.<br />
Nuestro santo y<br />
seña será...<br />
“Patria-Chile”.
La corbeta chilena navegó hasta llegar frente<br />
a Tongoy, donde supo que la fragata española<br />
“Blanca” se había sumado al bloqueo. Luego de<br />
esto prosiguió su viaje al sur, y en la mañana<br />
del 25 de noviembre...<br />
Se creyó reconocer a la<br />
“Covadonga” y toda la tripulación<br />
se llenó de entusiamo, preparándose<br />
para el combate.<br />
¡Huuuumooooo<br />
al suur!<br />
Pero, al acercarse, se dieron cuenta que se<br />
trataba del vapor chileno “Fósforo”...<br />
¡Solemne chasco!...<br />
es el “Fósforo”.<br />
A la distancia<br />
era parecido.<br />
Mas la “Esmeralda” continuó su<br />
proyectada cacería, y en la<br />
mañana del 26 de noviembre de<br />
1865, a la altura de Papudo...<br />
¡Humo a<br />
proaaa!
¡Esta vez sí<br />
es la “Covadonga”, señores! ¡Teniente<br />
Thomson, toque de zafarrancho de<br />
combate!<br />
¡A su<br />
orden!<br />
Tratando de evitar una fuga<br />
precipitada de la nave<br />
hispana, Williams ordenó izar<br />
el pabellón inglés.<br />
La “Covadonga” cayó en el engaño,<br />
deteniendo su andar. No obstante, cubrió sus<br />
puestos de combate. La “Esmeralda” continuó<br />
acercándose hasta llegar a una distancia<br />
conveniente.<br />
Los cañones, dirigidos por los<br />
guardiamarinas Prat, Latorre, Condell<br />
y Montt, retumbaron frente a Papudo.<br />
Entonces, Williams<br />
ordenó izar el<br />
pabellón chileno y...<br />
¡Baterías de<br />
estribor...<br />
FUEGOOOO!
La “Covadonga” respondió, pero la puntería de los<br />
guardiamarinas chilenos causó serios destrozos en la<br />
arboladura y casco de la goleta española.<br />
Un certero disparo cayó justo en el<br />
centro del personal que servía el<br />
cañón de proa de la nave hispana.<br />
¡ Bravo,<br />
muchachos!<br />
¡Inutilizamos su<br />
cañón de proa!<br />
Los españoles intentaron escapar, pero<br />
la distancia con la “Esmeralda” era muy<br />
corta y, viendo inminente el desastre,<br />
abrieron sus válvulas, al mismo tiempo<br />
que arriaban su bandera.<br />
¡Prepararse para<br />
el abordaje!<br />
¡Preparados, mi<br />
Teniente!
Concluía el combate naval de Papudo<br />
y se reunían, por primera vez, las dos<br />
naves que en un futuro darían gloria<br />
y orgullo a Chile.
Rápidamente, el grupo de abordaje<br />
chileno, con Thomson y Prat a la cabeza,<br />
saltaron sobre la cubierta enemiga.<br />
¡Hyatt, revise las<br />
válvulas de fondo por<br />
si las han abierto para<br />
hundir la nave!<br />
¡ Allá voy,<br />
mi Teniente!<br />
La “Covadonga” ya tenía 4 pies de agua en la<br />
bodega. El ingeniero Hyatt y sus hombres<br />
actuaron de inmediato, deteniendo la inundación.<br />
¡Ya, aquí están<br />
las válvulas!<br />
La tripulación española fue<br />
trasbordada a la corbeta<br />
chilena y Thomson asumió el<br />
mando de la nueva nave de la<br />
armada chilena.<br />
Prat, ice<br />
nuestra<br />
bandera.<br />
¡A su orden,<br />
mi Teniente!
La “Esmeralda”, seguida por la<br />
“Covadonga” y el “Maipú”, zarpó con<br />
rumbo sur. Al llegar a Ancud, Arturo<br />
Prat escribió a su madre, dejando un<br />
vivo testimonio de sus sentimientos y<br />
de los de sus compañeros de armas:<br />
“ Hoy la senda de la gloria se nos<br />
presenta a la vista, nadie vacila en<br />
seguirla, todos la deseamos, pues en<br />
Chile no es conocida la cobardía y en<br />
nuestros buques se la desprecia”.
La victoria chilena de Papudo trajo consigo<br />
muchas consecuencias importantes: el almirante<br />
Pareja no soportó la derrota y se suicidó,<br />
asumiendo el mando hispano Casto Méndez Núñez,<br />
mientras el Perú declaró la guerra a España y<br />
ordenó el zarpe de su escuadra hacia el sur para<br />
unirse a la chilena.<br />
La figura del comandante Juan<br />
Williams Rebolledo fue elevada a<br />
nivel de héroe. Todos los<br />
participantes del combate fueron<br />
ascendidos y recibieron una medalla<br />
al honor obsequiada por Bolivia. El<br />
ahora teniente Arturo Prat era<br />
trasbordado a la “Covadonga”,<br />
bajo las órdenes de Manuel<br />
Thomson.
Por fin se reunieron las naves chilenas y peruanas en el estuario de<br />
Challahué, estacionándose entre el continente y la isla de Abtao.<br />
Para su infortunio, la nave peruana “Amazonas” encalló, perdiéndose<br />
totalmente al igual que el vapor “Lautaro”, que luego del estallido<br />
de su caldera quedó totalmente inmovilizado.<br />
Williams Rebolledo se<br />
reunió con los jefes<br />
peruanos, entre los que<br />
se encontraba el capitán<br />
Miguel Grau.<br />
Señores, partiré<br />
con la “Esmeralda” hacia<br />
Ancud en busca del<br />
carbón y los pertrechos<br />
que vuestras naves<br />
necesitan.<br />
De esta manera,<br />
usted queda al mando de<br />
la división estacionada en<br />
Abtao, comandante<br />
Manuel del Villar.<br />
El día 5 de febrero de<br />
1866 la”Esmeralda”<br />
zarpaba, dejando a la<br />
flota chileno-peruana.<br />
Ésta estaba conformada por las naves peruanas<br />
“Unión”, “América” y “Apurimac”, más la goleta<br />
chilena “Covadonga”, encontrándose bajo el<br />
mando de Manuel Thomson y entre cuyos<br />
oficiales estaba el joven Arturo Prat.
Pero mientras Williams<br />
emprendía su viaje, la<br />
escuadra española buscaba<br />
venganza de la derrota<br />
de la “Covadonga”,<br />
merodeando por los mares<br />
del sur de Chile tratando<br />
de encontrar el<br />
apostadero aliado.<br />
Así, al amanecer del día 7, las poderosas<br />
fragatas hispanas “Villa de Madrid” y “Blanca”<br />
se presentaron frente al apostadero de<br />
Abtao.<br />
La flota chileno-peruana se formó en una sola<br />
línea de fila cerrada, dominando las dos bocas<br />
formadas por la punta norte de la isla de Abtao<br />
y el continente.<br />
¡Es el<br />
enemigo! ¡Todos<br />
a sus puestos de<br />
combate!<br />
La “Blanca” se asomó por la boca<br />
del puerto, siendo recibida por una<br />
descarga cerrada de artillería...<br />
Había comenzado el combate<br />
de Abtao. Las naves rivales se<br />
enfrascaron en un cañoneo<br />
sin descanso por más de dos<br />
horas.
La fragata hispana<br />
“Blanca” fue afectada<br />
por un tiro bajo la línea<br />
de flotación, viéndose<br />
obligada a refugiarse<br />
tras un islote.<br />
¡Se han varado!<br />
¡Vamos! ¡Proa hacia<br />
la “Blanca”!<br />
Con una audacia sin límites, Thomson<br />
lanzó a la “Covadonga” rumbo a la nave<br />
española con la idea de cañonearla.<br />
Mas la nave española, aún<br />
operativa, recibió con una<br />
granizada de proyectiles a<br />
la pequeña nave chilena.<br />
La tripulación, sorprendida,<br />
se arrojó sobre cubierta<br />
mientras los disparos pasaban<br />
sobre sus cabezas...
Thomson se disponía a reprochar la actitud de sus hombres,<br />
cuando observó que uno solo se había mantenido en pie.<br />
Era el teniente Prat,<br />
quien conservaba la<br />
mayor tranquilidad.<br />
La “Covadonga” se mantuvo por casi 10 minutos<br />
enfrentándose a las dos naves españolas...<br />
un cañón contra noventa y seis...<br />
Luego de más de 1.500 cañonazos<br />
entre ambos contendientes sin<br />
resultados positivos, las fragatas<br />
hispanas se retiraron.
Continuará