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DIGITAL Teselas

Teselas Gipuzkoa presenta su primer número este verano. Un viaje alrededor del mundo, historias de la ciudad de San Sebastián, rutas, cementerios, entrevistas... 6 artículos para disfrutar de esta provincia vasca desde un punto de vista singular y diferente. ¡Esperamos que la disfrutéis!

Teselas Gipuzkoa presenta su primer número este verano. Un viaje alrededor del mundo, historias de la ciudad de San Sebastián, rutas, cementerios, entrevistas... 6 artículos para disfrutar de esta provincia vasca desde un punto de vista singular y diferente. ¡Esperamos que la disfrutéis!

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Gipuzkoa

VERANO 2021



Editorial

Cuando Teselas vea la luz a finales de abril habrán pasado

tres meses desde que mudamos nuestro domicilio

en San Sebastián. El barrio de Gros lo cambiamos por

Aiete y, en consecuencia, el medio de transporte dejó

de ser el, hasta el momento, habitual tren de Renfe.

Ahora hago el desplazamiento en autobús. De lunes a

viernes, en mi camino a Urnieta, suelo plantarme siempre

en el mismo sitio, el cual encuentro ya como algo

propio: en la fila opuesta al conductor, el último asiento

que hay justo antes de la primera salida del vehículo.

Dicen que el ser humano es un animal de costumbres,

que se halla más cómodo en el medio que conoce. Y,

efectivamente, al igual que hago yo, hay dos estudiantes

(especulo) de la Escuela Politécnica Superior del campus

de Orona, en Hernani, a las que la cotidianeidad

de sus asientos parece confortarles también. La energía

con la que impregnan el autobús no siempre es correspondida.

A veces agradezco el buen humor de su conversación,

que suele ir acompañada de risas y alguna

que otra anécdota, mientras que en otras ocasiones desearía

que no hablaran en todo lo que resta de camino.

Y esta condición tan cambiante no depende de nadie

más que de la persona que recibe estos estímulos, ya

que hay días en los que estoy lleno de vitalismo desde

primera hora de la mañana y otros en los que, más apagado,

incluso amago con cerrar los ojos azotado por la

desidia, exponiéndome así a pasarme de parada.

La forma en la que experimentamos lo que nos sucede

es bastante improbable que sea dos veces la misma.

Siempre condicionados por factores externos a nosotros,

reaccionamos de maneras diferentes a ellos, incluso

si a dos personas les ocurre lo mismo, en cada una

accionará unos resortes completamente diferentes.

Así, no es nuestra intención propiciar a los lectores de

Teselas una reacción plana e insípida ante nuestros artículos,

sino un mosaico lleno de matices y de experiencias

sensoriales. La elaboración de esta edición ha contado

con la visión de unos redactores ajenos hace unos

meses a la provincia de Gipuzkoa, pero que con el paso

de los meses comienzan a sentir como propia, gracias a

sus gentes y la mejor comprensión de sus costumbres,

cultura e idiosincrasia.

Teselas es el resultado de varias semanas de trabajo,

pero su enfoque lleva recibiendo referencias desde el

momento en el que un extremeño y un murciano decidieron

cambiar su Cáceres y Murcia natales por Urnieta,

con el objetivo de seguir formándose y crecer. Deseamos

honestamente que las páginas en las que están a

punto de sumergirse les permitan descubrir esas partes

de Gipuzkoa que desconocían y les animen a su vez a

vivirla, tal como lo estamos haciendo nosotros.

Los editores


Sumario



El nómada que

apostó por soñar

Emulando un viaje que no se realizaba

en 500 años, Peio Arruabarrena no

ceja en su empeño de dar la vuelta al

globo mientras sigue la estela de los

marineros vascos Elcano y

Pedro de Tolosa.


¡Estrecho a la vista! Peio

Arruabarrena atisba el horizonte

desde la cofa de la

nao Victoria, ubicada en su

museo homónimo. Punta

Arenas, Chile.


8

T e s e l a s

Puerto del Hambre, estrecho

de Magallanes.

Peio y Sirimiri posan en el

monumento dedicado a

los marinos fallecidos por

el hambre.


Pocas personas tienen el privilegio de ser

dueñas de su tiempo. Y Peio Arruabarrena

es una de ellas. Este periodista, que

imaginó desde pequeño una vida alejada de

convencionalismos y llena de aventuras,

lleva 24 meses siguiendo la estela de aquellos

marinos vascos que demostraron al mundo

que era redondo tras, sin pretenderlo,

completar la circunnavegación al globo

terráqueo hace ahora cinco siglos.

9

Circunnavegando el globo


10

T e s e l a s

No es sencillo escribir sobre Peio

Arruabarrena (Tolosa, País Vasco,

1962). Si alguna vez tienes la oportunidad

de cruzarte en su camino

e intercambiáis una conversación,

comprenderás el por qué. No deja

indiferente. Habrá personas a las que les resulte incómodo

su lenguaje directo, mordaz en ocasiones a la

par que cristalino, sin eufemismos. Una voz capaz de

elogiar cuando toca y de denunciar si así lo cree necesario.

Por esa misma razón hay otros que, admirados por

su vitalismo y tenacidad, unas cualidades que le hacen

implicarse hasta en las causas perdidas, encontrarán en

este periodista de origen vasco la sinceridad y cercanía

propias de un ser querido.

Según sea la inquietud que se esconde en su interior,

Arruabarrena clasifica a sus iguales en individuos sedentarios

o nómadas. Él no tiene ninguna duda sobre

dónde encasillarse y adivino que usted, lector, también

habrá acertado. Con solo 13 años se escapó de casa, llegó

hasta Barcelona y se puso a trabajar “para trabajar

y poder aportar algo a la familia de casa”, nos cuenta.

“Creo que eso lo lleva cada uno en sus genes. Yo tenía

claro que era nómada y si hubiera hecho una vida sedentaria

no hubiera sido feliz. Así de claro”, sentencia.

Es por ello que, pese a la crudeza y dificultades inherentes

a un estilo de vida alejado de toda comodidad,

decidió hace unos años dar la vuelta al mundo en bicicleta.

Porque en esos momentos se siente vivo. Y es esa

la sensación que te transmite cuando hablas con él por

teléfono a la hora del Vermú en Buenos Aires -las 12.00

del mediodía, 17.00 hora española- y te explica sus razones

para embarcarse en un periplo que le lleva ahora

tras los pasos de los hombres que protagonizaron, hace

cinco siglos, la primera circunnavegación a la Tierra.

El interruptor

Pero no adelantemos acontecimientos, porque hubo

un tiempo en el que la vida de este tolosarra era más

convencional. Arruabarrena trabajó como periodista

en las Canarias, primero para una cadena local y más

tarde para Televisión Española. Lo hizo como cámara.

Y en la que fue la última rueda de prensa que cubrió

a lo largo de su carrera profesional, quiso preguntarle

al regidor de una localidad de Lanzarote qué había pasado

con la mitad de los 50 metros de una piscina que

a priori se había presentado como olímpica, pero que

en la práctica era de tamaño ‘familiar’. Su compañero,

el redactor, le contestó que no podía cuestionarle eso

al alcalde. Arruabarrena, decidido, recogió sus cosas y

se marchó: “Ahí dejé el periodismo oficial. Porque no

admito que el periodismo haga eso”. Sin embargo, una

cosa es dejar los medios oficiales y otra muy distinta

dejar de ser como uno se siente. “Desde entonces hago

periodismo humano, cuento la verdad. No voy a dejar

de ser periodista”, apostilla.

La vida es sueño

Los versos más famosos de Pedro Calderón de la Barca

recitan:

¿Qué es la vida? Un frenesí / ¿Qué es la vida?

Una ilusión / Una sombra, una ficción / Y el

mayor bien es pequeño: / Que toda la vida es

sueño, / Y los sueños, sueños son.

Ya a la edad de siete años, Peio Arruabarrena -quien

es más que probable que no hubiera leído todavía al

dramaturgo español-, intuyó su condición de libre albedrío.

Quizá no era capaz de definir el significado de

libertad, pero quién mejor que un niño para imaginar

que vuela sin necesidad de alas. Durante los períodos

estivales que pasaba con sus padres en la localidad portuaria

de Guetaria, cuna de Juan Sebastián Elcano, un

joven Peio preguntaba: “Aita, ¿quién es ese señor de la

estatua de Elcano?” Y su papá le respondía: “Ese, hijo, es

el primer hombre que dio la vuelta al mundo”.

Aquella ilusión por conocer lo que le era ignoto, sito

allende los mares, le marcó, y ya nunca dejaría de leer

libros de viajes y navegación. Fue incluso voluntario de

Cruz Roja en rescate marítimo e hizo el servicio militar

en la Marina. Pero no fue hasta muchos años más tarde,

tantos que ya le había dado tiempo a completar la

vuelta al mundo en bicicleta, cuando llegó a sus manos

un ejemplar de un periódico local en el que leyó que un

productor vasco iba a hacer una producción sobre el

viaje de Juan Sebastián Elcano. En aquel instante, Peio

Arruabarrena, que estaba en su casita del bosque en

Tolosa, miró a Sirimiri, que le dijo: “¿Qué? ¿La última

vuelta?” A lo que él contestó: “Pues vamos allá.”


Estatua a Elcano en la villa

de Guetaria. El puerto

marinero de la costa guipuzcoana

mantiene vivo

el legado del capitán que

logró circunnavegar el

globo.

Peio preguntaba: “Aita, ¿quién es

ese señor de la estatua de Elcano?”

Y su papá le respondía: “Ese, hijo,

es el primer hombre que dio la

vuelta al mundo”


Sirimiri. Con las especias

buscadas en las islas del

Moluco.

A bordo del Esmeralda.

El comandante del buque

escuela chileno recibe a

nuestro protagonista en

Valparaíso.

12

T e s e l a s


“Hay momentos de bajona, muy

pocos, pero qué va. [...] Ahora

mismo soy la única persona en

toda esta historia del V Centenario

que continúa en pie cubriendo esta

aventura. ¿Será porque soy vasco?

[...] ¿O porque soy testarudo?”

La última vuelta por el mundo

Ahora imagino que os estaréis preguntando quién es

Sirimiri. Y con razón. Si no os lo he presentado aún era

porque quería hacerlo en el momento previo a sumergirnos

en toda esta aventura. Sirimiri y Peio llevan viajando

juntos 11 años. Este robot-reportero nació con el

objetivo de ayudar a Ana, una niña afectada de parálisis

cerebral. “Nos dimos cuenta de que la robótica podía

ser una herramienta muy útil para nuestros niños preferidos”,

nos cuenta el periodista. Por eso, cuando Ana

les confesó que “no podía viajar” y les pidió que dieran

la vuelta al mundo por ella, ambos lo vieron claro y se

lanzaron a la aventura. “Sirimiri es el primer robot-reportero

que trata de mostrar la realidad tal y como es”,

nos cuenta Arruabarrena. “Por eso él no opina; a él le

cuentan las cosas. Pero el día que abra la boca… (risas)”.

Peio y Sirimiri enarbolan la bandera de la independencia,

tanto informativa como económica. No les gusta

opinar en cuanto a presentar la información a sus lectores

se refiere. “Un periodista tiene que recoger testimonios

de un lado y del otro, contrastar y mostrar la

realidad tal y como es. Y dejar que el lector o la audiencia

se forme su propia opinión.” Admite que a veces

pasan “hambre y necesidad”, pero que esa libertad es la

que les permite seguir contando sin tener que dar explicaciones

a nadie más que a ellos mismos. Aunque el

vasco trabaja siempre que le es posible para financiar su

viaje, no deja de sentirse “eternamente agradecido” por

los que él llama “amigos incondicionales de Sirimiri”,

que nunca fallan “cuando estamos en apuros”. “No nos

gusta pedir”, subraya el cámara, “pero cuando estamos

en apuros, pues con esos 50 euritos vamos tirando”.

No todo han sido luces en su periplo por tierras sudamericanas.

“Hemos pasado hambre, frío, sed… Hemos

pasado necesidad.” A veces, un pensamiento cruza su

mente y le dan ganas de volver a Madrid y “mandarlo

todo al carajo”, pero no es más que un espejismo: “Hay

momentos de bajona, muy pocos, pero qué va”. No

piensa abandonar. “Ahora mismo soy la única persona

en toda esta historia del V Centenario que continúa en

pie cubriendo esta aventura. ¿Será porque soy vasco?”,

se pregunta orgulloso “¿O porque soy un testarudo?”

13

Circunnavegando el globo


Sirimiri en el cabo de las

once mil vírgenes. Inicio

del estrecho de Magallanes.

El nombre se lo dio

el cronista de la expedición

Antonio de Pigaffeta.

Actualmente se conoce

como punta Dungeness.


Personaje a la vista

En realidad, Arruabarrena tiene fuertes vínculos que le

amarran a este viaje. De una primera impresión, cualquiera

podría pensar que es porque es vasco, como lo

era Elcano, capitán de la única nao, la Victoria, que regresó

a Sanlúcar de Barrameda de entre las cinco que

partieron comandadas por Fernando de Magallanes

(fallecido durante el viaje en Mactán, Filipinas). O quizá

porque la estatua que Peio contemplaba cada verano

en Guetaria, villa natal de aquel marino, alumbró un

sueño que se está cumpliendo ahora. Pero hay otro argumento

más, que seguramente sea el de mayor peso.

La historia, como nos recuerda Arruabarrena, “está

llena de grandes monumentos a grandes déspotas y a

grandes miserables, pero no hay ni un solo monumento

u homenaje a los marineros de aquel viaje”. Un viaje

que, como tantos otros, nunca hubiera sido posible sin

sus protagonistas anónimos. Por eso, cuando conoció

la historia del grumete Pedro de Tolosa –ya predispuesto

a comenzar esta aventura- y descubrió las coincidencias

que con él compartía –madre de Tolosa, padre de

Lazkano-, averiguó que había encontrado al personaje

con el que mejor se identificaba: “Me di cuenta de que

esa era mi visión, contar el sufrimiento y la tenacidad

de aquellos marineros que tuvieron que aguantar órdenes

de capitanes y almirantes a los que les importaban

bien poco”.

Tras la estela de la nao Victoria

Con este nuevo enfoque a su relato, Peio Arruabarrena

abrazó la pericia de estar presente, cinco siglos más tarde,

en los lugares por los que la expedición había pasado.

“Soy el único, en tiempo y fecha aproximadamente, que

ha documentado en 360º cada lugar, cada puerto. Eso

tiene un gran valor”. Casi dos años de material audiovisual

deben dan para mucho. Por esa razón, y teniendo

en cuenta que, tras el descubrimiento del estrecho de

Magallanes, la expedición continuó su periplo hacia

las islas del Moluco (en el archipiélago indonesio), el

tolosarra tiene pensado volar de vuelta desde Argentina

a Madrid. Una vez allí, “buscaré un productor para

empezar a editar”, nos cuenta. “Me gustaría hacer algo

antes de 2022 (fecha del regreso a Sanlúcar, efeméride

de la que se harán eco los medios), porque entonces

todo el mundo se tira (a contar la historia). Mi misión

ahora va a ser esa, conseguir un editor, un productor…

Tengo que conseguir un poco de pasta para eso. A mí

cobrar no me importa mucho, pero los que hagan el

trabajo, que lo cobren. La gente tiene que comer, tiene

que vivir.”

“Soy el único, en tiempo y fecha

aproximadamente, que ha documentado

en 360º cada lugar, cada

puerto. Eso tiene un gran valor”

Para eso, y con la vista puesta en Filipinas, Arruabarrena

asegura que removerá cielo y tierra una vez vuelva

a España en las próximas semanas. “Haré las gestiones,

intentaré hacer mucho ruido en medios de comunicación,

concederé entrevistas… Me he puesto en contacto

incluso con el Ministerio de Asuntos Exteriores, así

que estoy a la espera de respuesta.” Pretende encontrar

apoyo en la cartera que dirige Arancha González Laia,

compatriota tolosarra. Si el plan sigue el curso previsto,

le gustaría proseguir su viaje y llegar al archipiélago que

vio morir a Magallanes en abril de 1521 y allí ser testigo

de los actos conmemorativos que se celebren. Y solo

cuando sea el momento, continuar con su aventura teniendo

siempre en mente, al igual que lo tenían aquellos

marineros de principios del siglo XVI, el regreso al

lugar del que partieron.

Peio Arruabarrena es dueño de su tiempo, y eso no

siempre es fácil de encontrar. Sobre todo porque es

una elección que implica renunciar a la vida convencional

para seguir ese fuego que arde dentro de él e

irremediablemente le empuja a la vida nómada. Pero su

rumbo es claro: contar la historia de Pedro de Tolosa, el

humilde grumete que dio la vuelta al mundo junto a Elcano

y acomodar el hueco que se merece en la Historia.

Y es que Pedro de Tolosa tocó la gloria pero de forma

más amarga que sus compatriotas. Fue apresado por los

portugueses en Cabo Verde y no llegó a su tierra hasta

varios meses más tarde. Pero para entonces, la expedición

ya había pasado a la ida por este enclave del Atlántico

portugués, así que ya había logrado circunnavegar

el globo. Pero esta es otra historia y debemos dejar que

sea Peio Arruabarrena, su coprotagonista, quien nos la

acerque. Hasta entonces, deseémosle suerte.

15

Circunnavegando el globo


“Cuando conoció la historia del

grumete Pedro de Tolosa [...],

[Peio] averiguó que había encontrado

al personaje con el que mejor

se identificaba.”

Pedro de Tolosa

16

T e s e l a s

Los libros de historia no suelen

acomodar un hueco entre

sus páginas a los humildes

campesinos, a los laboriosos

pajes o a imprescindibles grumetes

como Pedro de Tolosa,

protagonista de la primera circunnavegación

al mundo.

Este vasco se enroló con 19

años en la expedición liderada

por Fernando de Magallanes

que pretendía alcanzar las Islas

de la Especiería pero por una

ruta desconocida hasta entonces:

la sudamericana, entre el

océano Atlántico y el Mar del

Sur (océano Pacífico).

Durante los primeros meses

ejerció labores de grumete,

aunque tiempo después, ya con

Elcano, fue nombrado despensero.

“Imagínate el papel de un

despensero en una despensa

vacía”, nos recordaba Peio

Arruabarrena.

En el camino de vuelta a Castilla,

la nao Victoria recaló en

Cabo Verde –dominio portugués-

para avituallarse. Allí,

Pedro de Tolosa fue apresado

con otros compañeros. Elcano,

por su parte, se vio forzado a

abandonar a sus compatriotas

y emprender el regreso a Sevilla,

puerto al que llegarían

varias semanas después.

Ya en tierras españolas, Elcano

escribió al emperador Carlos

V para pedirle la liberación

de Pedro de Tolosa y sus compañeros.

Tras pasar por una

cárcel en Lisboa fue puesto en

libertad.

De Pedro de Tolosa se sabe que

declaró en una “fiscalización”

que pretendía saber lo ocurrido

en el viaje, nos contaba

Arruabarrena. “De él luego no

se sabe nada más. Yo creo que

volvió a su casita en el bosque,

aventura.


17

Circunnavegando el globo



Un incendio con más

de 200 años

En 1813, las llamas devoraron las calles de San

Sebastián y sus habitantes aún recuerdan los

sucesos acontecidos.


20

T e s e l a s

Es 31 de agosto de 1813. Telmo, un vecino

de San Sebastián, lleva días esperando la

liberación de los franceses que ocuparon

la ciudad hace unos años; las tropas anglo-portuguesas

han estado toda la madrugada

preparándose para sitiar la ciudad.

Entonces sucede: a las 11 de la mañana comienzan los primeros

disparos, los franceses resisten las primeras columnas

de soldados ingleses desde la muralla, mientras cientos de

cadáveres se acumulan alrededor de un escenario sangriento.

Telmo presencia desde los tejados, junto a sus vecinos, la

batalla liberada frente a las viviendas. Al mediodía, los atacantes

cruzan por fin las murallas gracias a una explosión

cerca de estas, generando la huida de los franceses hacia el

monte Urgull. Cuando esto sucede, todos los habitantes, salen

a las calles y balcones a dar la bienvenida a sus supuestos

salvadores, a lo que estos responden con balazos, asesinatos y

violaciones. Nuestro protagonista logra esconderse a tiempo

mientras los recién llegados saquean Donostia; desde una

pequeña mirilla, Telmo ve como su sueño se diluye entre las

llamas del incendio que consume las calles de la ciudad, salvo

una: la calle Trinidad, aunque en la actualidad es conocida

como Calle 31 de agosto.

La situación en la que se encontró nuestro protagonista

se alargó más de una semana; los habitantes de Donostia

sufrieron saqueos, violaciones y asesinatos por

parte de las tropas inglesas. Las Guerras Napoleónicas

golpearon con fuerza a la ciudad, pero los habitantes

de esta supieron responder. Pero comencemos por el

principio.


21

Incendio 31 de Agosto


“No hubo persona que no

fuese maltratada, herida

o muerta”

22

T e s e l a s

Vista general de la calle. En el origen de su nombre se

esconde un hecho histórico de la ciudad.


Invadidos desde 1808

Allá por noviembre de 1807, Napoleón decidió atravesar

España con la supuesta intención de invadir Portugal,

lo que a la postre se demostraría un craso error.

Todo el mundo conoce qué desencadenó esto: el asalto

a la Corona por parte del emperador junto a su ejército

y, seguidamente, la famosa Guerra de la Independencia,

aprendida por todo estudiante en una lección de historia.

San Sebastián no se libró de esta invasión, y la

ciudad fue sitiada por los franceses. Durante la estancia

de estos, los habitantes de la ciudad no mostraban

aparentes problemas con los invasores, a diferencia de

gran parte de la Península, donde se sucedían distintas

guerrillas; aunque tras esa aparente indiferencia,

se escondía el deseo de ser socorridos. Tras un primer

asedio fallido, planeado desde el 7 de julio, en el que los

franceses consiguieron repeler al enemigo, llegó el día

tan ansiado narrado al principio del artículo, donde los

casacas rojas pasaron de comenzar por salvar la ciudad

a destrozarla en su totalidad.

De amigos a enemigos

Según cuenta el cronista Baldomero Anabirarte en el

Archivo Municipal de San Sebastián: “no hubo persona

que no fuese maltratada, herida o muerta, sin que

nadie pudiera dar razón de cuántos y quiénes fueron

los que experimentaron esta última suerte, porque se

encontraban familias enteras muertas dentro de sus

propias casas, otras en los tránsitos o puertas de casa,

otras en las calles y las enfermas o imposibilitadas o heridas

perecieron por falta de auxilio en los incendios de

las casas”.

¿Qué llevó a las tropas que actuaban como salvadores

a realizar una masacre? Durante el asalto se dieron

muchas bajas en el bando británico, lo que causó rabia

entre estos; esta rabia, mezclada con el alcohol que

robaron en casas y tiendas después del asedio, hizo que

actuaran contra los donostiarras, saqueando, violando

y asesinando, haciendo que la ciudad pasase de tener

9000 habitantes a reducirse, prácticamente, a la mitad.

Donosti estaba en ruinas prácticamente, unas ruinas en

las que, para algunos, floreció la esperanza.

Calle 31 de Agosto…

Antes del incendio, su nombre era calle Trinidad,

donde se situaban las viviendas que escogieron los

mandos ingleses como acomodo durante su estancia

en la ciudad; ya podemos imaginar por qué se

cambió el nombre de esta rua.

23

Incendio 31 de Agosto


La reunión de Zubieta

Entre los días 8 y 9 de septiembre de 1813, justo después del

destrozo causado por los ingleses, un grupo de donostiarras

se reunió en Zubieta, actualmente un barrio situado entre

San Sebastián y Usurbil, para sopesar los daños causados

y decidir qué hacer con la ciudad; no solo se tenían que

reponer del golpe vivido esa semana, sino que también se

acumulaban años de guerras, asaltos y ocupaciones. ¿Qué se

podía hacer? Pues contar lo sucedido y reconstruir la ciudad,

esa fue la decisión que tomaron los vecinos en las actas

recogidas durante la reunión de Zubieta. Baldomero, mencionado

anteriormente, fue secretario del ayuntamiento de

San Sebastián a los pocos años de ocurrir la fatídica tragedia

que sacudió a la ciudad, y fue encargado de recuperar el

archivo municipal anterior que se quemó en el incendio,

escrito desde el año 1200, donde incluyó, entre otros, los

hechos acaecidos en la fecha que tratamos en este artículo.


El 31 de agosto donostiarra

El hecho histórico dejó huella en la ciudad, una huella

que persiste hasta la actualidad, y cada 31 de agosto

se recrea lo que se vivió en dicha fecha, simulando la

batalla por las calles, con un posterior homenaje a las

víctimas, donde a las 21:30 Donosti vive un apagón

completo para ser iluminada con las llamas de las velas

que invaden sus calles, no arrasada con las llamas de un

incendio.


Lo que callan

los muertos...

Las tumbas de los tres cementerios más

grandes de San Sebastián esconden

secretos que permanecerán ocultos ante

el eterno silencio de quienes los guardan.



28

T e s e l a s


Se hace saber...

Corría el año 1787 cuando una epidemia de

peste en la villa de Pasages propició que Carlos

III promulgara una Real Cédula en la que

ordenaba enterrar las almas de los difuntos fuera

de las iglesias. Así, dio comienzo la época de los

cementerios a extramuros.

Aunque la Iglesia estuvo a favor de propiciar este

cambio muchos años antes, la reticencia de los

feligreses era acusada, y no fue hasta que estalló la

enfermedad cuando el monarca cambió una forma

de enterrar que se prolongaba siglos en el tiempo.

29

Cementerios San Sebastián




De esta manera, la ciudad de San Sebastián

desarrollaría a lo largo de los años venideros los

cementerios de Polloe, Altza e Igueldo.

32

T e s e l a s

El cuarto enterramiento de la ciudad, el conocido

como Cemetenterio de los Ingleses, está situado en

el monte Urgull.


33

Cementerios San Sebastián



35

Cementerios San Sebastián

Cementerio de Polloe. Entre otros ilustres, alberga los

féretros de personajes como Clara Campoamor o Miguel

Mihura. Sus nichos han inspirado series televisivas como

Patria, de HBO.



La ciudad moderna de Donostia ha crecido mucho

respecto a cómo la conocieron sus habitantes a

finales del siglo XVIII.


38

T e s e l a s


39

Es por esta razón que los cementerios de Polloe y Altza, antaño situados a las

afueras del casco urbano, se funden hoy día con los barrios de la ciudad.

Cementerios San Sebastián




42

T e s e l a s


Por su parte, el cementerio municipal de Igueldo se posa sobre la ladera del

monte homónimo, y su entrada es lugar de paso, además, para los peregrinos

del Camino de Santiago.

43

Cementerios San Sebastián



Entre vinilos y

reflexiones

Beltza Records, la tienda de música

que todo aficionado a los discos

busca.


46

T e s e l a s

Estamos en el año 2021 después de Jesucristo.

Toda la música está ocupada por

el digitalismo… ¿Toda? ¡No! Una tienda

poblada por irreductibles galos resiste,

todavía y como siempre, al invasor. Y

la vida no es fácil para Beltza Records,

una tienda de música situada en la calle San Juan de San

Sebastián.

Esta clásica introducción de Astérix, la creación de

Uderzo y Goscini, creo que se adapta a lo que vive Luis

y su tienda; no quiero pintar al digitalismo como el

enemigo de la música, pero sí de los formatos físicos.

¿Quién compra actualmente discos? A mí, personalmente,

me gusta coleccionarlos, no solo para escucharlos,

sino para ver también los diseños de los libretos, en

los que a veces encontramos la letra de las canciones,

pensamientos del artista, dibujos, o, en los más simples,

fotos con algo de texto. Pero dentro de mi entorno no

conozco mucha gente que sea aficionada a acercarse a

una tienda de música para buscar, o encontrar, música

de algún artista favorito o desconocido.

Cuando empecé a hablar con Luis, el propietario y dependiente

de Beltza Records, me di cuenta que en su

tienda no solo puedes encontrar música, sino también

grandes reflexiones. Dejémonos de tanto rollo, y comencemos

con las preguntas.



48

T e s e l a s

¿En qué año se abrió la tienda?

Desde 1990, abrí en mayo del 90. 31 años lleva abierta.

En mayo haré 31 años abierta.

Ya tiene mérito que una tienda de música

aguante tanto tiempo abierta, sobre todo

con el auge de las plataformas digitales como

Spotify…

Ha habido momentos mejores y peores, momentos de

todo tipo, pero aquí aguantamos. Ahora, por ejemplo,

está siendo de los peores momentos, como a principios

de siglo con el eMule (plataforma de descargas), desde

el que la gente se bajaba la música: Pero ahora con motivo

de la pandemia.

Justo ahora te iba a preguntar, ¿se nota mucho

la hegemonía digital sobre los soportes

físicos?

Como llevo desde los 90, he visto de todo. Los 90 fueron

una época muy interesante, muchas producciones

y muchos discos. Pero a principios de los 2000 se empezó

a digitalizar todo, la gente empezó a descargarse

música por la cara, y eso fue una decadencia descomunal,

con pérdidas del 75% con respecto a los 90. Desde

el 2010 parece que quiere remontar, pero nunca como

para echar cohetes. Los primeros 10 años de la tienda

bien, pero los siguientes 20 venimos arrastrando el digitalismo.

Claro, no debe de ser bueno para la música.

No, a la música no le afecta el digitalismo, sí le afecta

a los formatos tradicionales, por la acumulación, el

cuidado de estos, tener un espacio para guardarlos…

El digitalismo ha matado el formato físico, no solo en

LPS, sino también en libros, etc. Aparte de la pregunta,

recalcar que entre libros y discos hay diferencias al momento

de pagar, ya que uno te cobran un 4% y otro un

21% de iva. Tratándose de cultura.

¿Y a qué se debe este hecho? ¿Responde a

alguna explicación lógica?

Rollos burocráticos, legales, políticos... No hay una explicación,

la única que el día de navidad te recuerdan

que compres cultura, pero ya. Son muchos factores los

que castigan una y otra vez al disco.

Ya que hablas de cultura, ¿crees que la digitalización

está matando la cultura, está haciendo

a la gente más inculta?

No, no creo eso. Es más, gracias a internet, gracias a las

redes sociales, tienes todo lo que quieras escuchar, investigar

y profundizar. Sí es cierto que a lo mejor tienes

que tener una estructuración para asimilar todo y no

llevarlo a la nada, al haber una cantidad tan grande de

información. La digitalización es una nueva era: estuvo

la edad de piedra, la de bronce, el industrialismo, y

ahora toca el digitalismo. Dentro de cuatro siglos habrá

otra era. Son eras con otras formas de tecnología. Por

ejemplo, la gente sitúa la tecnología mal en el tiempo,

¿cuándo dirías tú que empezó?

Mmm…yo creo que desde el principio de la

humanidad, ¿no?

Efectivamente, creo que eres de los pocos que me ha

dicho eso bien. La tecnología empezó con la primera

piedra pulida, y ha habido millones de tecnologías a lo

largo del tiempo, el digitalismo es una de ellas, y habrá

más. La tecnología no te va a impedir avanzar en la cultura,

no te impide aprender; la cosa es la utilización de

esta lo que te lleva a saber más o menos. Por ejemplo en

el tema redes, si las usas para compartir tu vida, poco

sacarás de estas; si en cambio, las usas para contactar

con otros aficionados, en este caso, a la música, compartir

discos, gustos musicales, les sacarás provecho.

Claro; yo por ejemplo tengo un hermano más

pequeño, y me fijo que, siguiendo con lo que

tú dices de las redes sociales, le hace tonto.

Está en la edad. Yo tengo 57 años, y estoy tonto; mi hijo

tiene 24, crees que eres el más listo, y eres más tonto

que las piedras (Risas).

No te lo voy a negar, yo con su edad era tonto,

pero ahora sigo igual (Más risas).

Y el sistema es lo que quiere: favorecer la tontería, que

cuanto más extiendan en el tiempo tu tontería, a ellos

les va mejor. Por eso es la típica pregunta, y no creo que

la respuesta sea saber usar la tecnología, sino profundizar

en uno mismo y saberse usar a uno mismo.


“La tecnología no te va a impedir

avanzar en la cultura, no te impide

aprender”

49

Entrevista Beltza Records


“El sistema siempre te va a engañar,

[...]. Tú tienes que tener un concepto

global de las cosas.”


A ver… qué preguntas hay por aquí.

Ya ves que conmigo tienes para un libro. (Risas)

Sí, aquí por hablar hay para rato. Pero bueno, están saliendo preguntas interesantes...

Otra cosa; no hay preguntas interesantes, hay respuestas interesantes. (Risas) Yo estudié periodismo, y te digo que

cualquier pregunta, de lo más banal o insulsa posible, se puede convertir en una buena pregunta por la respuesta.

¿Estudiaste periodismo?

Cinco años, licenciado por la Universidad del País Vasco.

¿Y cómo el cambio de periodista a vendedor de discos?

No, no hubo cambio, esto fue algo que tuve claro desde pequeño. Desde niño sabía que iba a tener una tienda de

cómics. Primero porque me gustaban los cómics y luego ya, cuando entró el rock and roll en mi vida. pues dije,

cómics y rock and roll. Y poco a poco se ha ido comiendo más la tostada el rock and roll a los cómics, pero bueno,

en casa tengo miles de cómics. Pero desde niño yo ya tenía claro que iba a abrir una tienda de cómics, tío. En octavo

de básica ya había decidido lo que quería. Lo que pasa es que bueno, para contentar a los padres y esas cosas de “hay

que hacer una carrera, hay que hacer una carrera…”, [estudié periodismo]. Tampoco me ha venido mal la carrera.

Es lo que te decía antes. Por ejemplo, las tecnologías. A mí me sirven para comunicar mi proyecto y para comunicar

mis conocimientos, para formar mis inquietudes, para desarrollar conceptos filosóficos, mentales, artísticos,

vitales, etc.. Entonces yo ahí escribo mis cosas…

No paras, por lo que se ve…

Tampoco hago mucho, antes hacía más, porque me lo tomaba como si fuera un fanzine. Cuando llegaron las

nuevas tecnologías, los Fotolog, Flickr, MySpace, estas redes sociales me sirvieron para difundir y comunicar mis

inquietudes. Yo me los tomaba como los antiguos fanzines, porque yo en los 80 hacía fanzines. Y cuando vi que

había plataformas digitales en las que podías hacer el concepto fanzine pero en la red…

Te lanzaste…

Claro, si yo antes repartía un fanzine entre lo que daban de sí mis contactos, por correo y así, pues la difusión era

un campo reducido. Con las nuevas tecnologías y las redes sociales, podía hacer las mismas cosas que se hacían en

los fanzines, pero el campo de difusión era ilimitado.

Últimamente se ha hablado mucho de que el vinilo está volviendo, ¿tú has notado que de

verdad sea así?

Todo es, como diría Einstein, relativo. Mientras sube el vinilo, baja mucho el CD, que igual el consumo es el mismo,

pero los datos estadísticos siempre… El sistema siempre te va a engañar, siempre va a metértela, a desinformar.

Tú tienes que tener un concepto global de las cosas. Por aquí puede subir el vinilo, pero bajar el CD, por lo tanto el

consumo de música física puede ser el mismo, o menos incluso. A ti te pueden decir por el telediario, internet o los

periódicos: “El vinilo supera ya en ventas al CD”, “EL vinilo está volviendo”, “Los discos de vinilo están arrasando

en los mercados”, “En EEUU ya solo se compran discos de vinilo”, etc. Eso es una parte de la información. La parte

importante e interesante para mí es mi cajón. ¿Tengo más dinero en el cajón? ¿O tengo menos dinero en el cajón?

Eso es lo importante. Vendo más discos [vinilos] que CDS. Los CDS no se venden ya. Llevo 31 años aquí vendiendo

discos, no he dejado de vender discos ni cuando el mundo entero gritaba que el disco iba a desaparecer.

Pues desaparecerá en tu casa, porque en la mía no va a desaparecer. Aquí no va a desaparecer. En Beltza Records

no va a desaparecer. Y yo, como tantos otros discjockeys, coleccionistas, nos entraba por aquí y nos salía por allá

lo que decían los medios de comunicación.

51

Entrevista Beltza Records


52

T e s e l a s

La realidad ha demostrado que nosotros teníamos razón,

que el formato digital se ha convertido en un formato

para el móvil. ¿Para qué te vas a comprar un CD

si ya lo tienes en el móvil con Spotify? Pero no es lo

importante, es como la pregunta y la respuesta. Así que

pueden decir misa sobre si sube menos o más. Porque

mi cajón de ventas, como te digo, está bajando. No vendo

CDS, solo vendo vinilos. Y te vas a la FNAC y hasta

de Miguel Bosé o Alejandro Sanz tienes discos en vinilo,

los más mainstream están editando en vinilo.

Pero esa no es la cuestión. A nivel físico, sí que va a

persistir, pero porque ha habido mucho coleccionista,

mucho aficionado, que hemos sido muy tercos y nos

daba lo mismo lo que dijese el uno o el otro. Yo llevo

coleccionando discos cuarenta años de mi vida y me vas

a decir tú que ha muerto el vinilo. Además, teniendo

una tienda de discos, a mí me venía de puta madre, porque

me venía la gente diciendo que el disco ya no valía.

Y yo, perfecto, ya te los compro yo mucho más baratos.

Eso fue una buena época también.

Ahora me vienen diciendo, tengo este disco de Miguel

Bosé que vale mogollón. Yo me río y les digo, ¿pero qué

va a valer ese disco? Ese disco no vale nada… (Risas)

No tienes ni puta idea, no tenías ni puta idea antes, no

tienes ni puta idea ahora, ni tendrás nunca ni puta idea

porque no te centras en lo que es realmente importante.

Entonces la gente cree que tiene un disco de Camel,

o un disco de no sé qué y ya se cree que tiene unas joyas

de la hostia. ¡Que ha vuelto el vinilo! Mira, los discos


valen por lo que valen, valen

por lo que están cotizados. Y

hay miles de matices para cotizar

un disco de vinilo, por

lo tanto, vuelve el vinilo, deja

de vender…

Esa es la cuestión, puede subir

el vinilo pero las ventas

en formato físico pueden

bajar. ¿Qué es lo importante,

que suba el vinilo en ventas

en comparación con el CD

o que las ventas globales de

formato físico suban? Hay

que hacer pensar, reflexionar,

con lo mínimo puedes

hacer un pedazo discurso,

pero claro tienes que tener

las herramientas, y esas herramientas

pasan por pensar

en el conjunto entero, no en

las pequeñas partes. El sistema

te va a llevar hacia las

pequeñas partes, para que

estés centrado en las pequeñas

partes y no veas el conjunto.

Esa pequeña parte, si

la analizas bien, se te abre el

conjunto.

53

Entrevista Beltza Records



¿Nos recomendarías varias canciones favoritas?

Rock: Sunday morning - The Velvet Underground

Flamenco: La leyenda del tiempo - Camarón

Soul: What’s going on - Marvin Gaye

Reggae: Skylarking - Horace Andy


Para una experiencia más completa, se recomienda

visitar el código QR y el uso de cascos.


De paseo por el

monte Ulía

Una ruta que recorre la zona

de acantilados entre Donostia y

Pasaia.


Durante este trayecto podremos apreciar desde lo alto

las vistas al mar, a través de picados alcantilados o al

horizonte entre hierbas. Desde el primer instante, notamos

como la brisa del mar y el ruido de las olas invaden

el ambiente.

58

T e s e l a s


59

Ruta Donosti - Pasaia





63

Ruta Donosti - Pasaia

El verde y el azul son los colores que

predominan durante este viaje.




66

T e s e l a s


Los caminos serpentean entre

árboles y zonas totalmente

desprovista de estos, lo que

hace de la ruta una excursión

propicia para días soleados.

67

Ruta Donosti - Pasaia




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T e s e l a s


71

Ruta Donosti - Pasaia

El paseo acaba en la carretera del faro de la Plata, en

Pasajes San Pedro, donde se puede apreciar el monte

Jaizkibel enfrente. Siguiendo la carretera hacia el pueblo,

nos podemos desviar por unas escaleras y llegar

hasta puntas de San Pedro, donde encontraremos su

conocido faro.


Cerveza con matices

Para unos, una bebida más dentro de la carta.

Para otros, un estilo de vida.



74

T e s e l a s


¿Desde qué año está abierta la tienda?

Abrí para navidades del 2019, y para marzo estábamos confinados. Entonces lleva abierta un año y algo más pero

ha sido un año... el año de la pandemia, algo que nadie se espera: abrir un negocio y justo le caiga una pandemia;

son cosas que pasan.

Te ha pillado justo…

Sí... hay que tomárselo con tranquilidad.

¿Después de la pandemia has notado que le cueste venir a la gente?

¿Sabes qué sucede? Que seguimos en una situación muy extraña, hay mucha gente en ERTE, gente que todavía

no tiene claro qué va a pasar... Muchos lo pasan mal y hay mucha incertidumbre, y comprendo que locales como

este donde pagas por una birra artesana... cuesta; aparte que poca gente me conoce porque, como te dije, acabo de

empezar. Yo creo que se me han juntado un poco las dos cosas: empiezo y cae esto, entonces... hay que ir viendo.

Ir tirando un poco hacia delante, ¿no?

Esto es carrera de fondo, cuando uno empieza, tiene que resistir.

A mí, personalmente, me gustaría que este tipo de locales aguantaran, porque me gusta este

estilo y sobre todo el trato que suele haber.

Yo sí creo que eso se nota más, que la gente aprecia más que se les pueda atender de una manera muy personal: te

gusta una cerveza afrutada, tostada, agria, amarga, etc. Entonces cuando atinas con el gusto de cada persona, creo

que es algo que el cliente valora y es algo que me gusta hacer: pensar qué le gusta a ese cliente, qué le puede apetecer

y qué puedo encontrar que vaya acorde con ello. Creo que es lo interesante de un local de este tipo. Es cierto que

ahora mismo es una puñeta que por internet se puede pedir cerveza, pero quiero pensar que en algún momento

haremos un poco de conciencia y fomentar la compra donde vivimos, al fin y al cabo, es bienestar para todos.

75

“Quiero pensar que en algún momento

haremos un poco de conciencia

y fomentar la compra

donde vivimos.”

Entrevista Berruta

Sí, es cierto lo que dices, aparte que se agradece tener a alguien que te pueda guiar un poco.

Sí, puedes hablar, qué te gusta, un día te llevas esta, al otro algo distinto.

¿Por qué abriste la tienda?

Este es mi trabajo de ocio y luego tengo un trabajo más serio, donde llevo 30 años, y claro, cuando llevas 30 años

en el mismo trabajo... Yo es algo que necesitaba cambiar, hacer algo diferente y probar, ver que lo puedes hacer,

porque cuando eres joven tienes esa motivación para hacer algo sin miedo. Pero cuando llegas a una edad, te preguntas

si puedes arriesgarte a probar, porque quieres esto pero debes seguir con lo otro. Entonces bueno, ver que sí

se puede, eso es algo que quiero transmitir a la gente, que uno puede hacer algo que realmente le guste, que puede

cambiar su estilo de vida, salir de lo que se espera y conocer mucha gente diferente.


76

T e s e l a s

Claro, con cada cerveza que tienes aquí, ya es

un contacto distinto.

Sí, para mí ha sido algo muy bueno, el ver que la vida

te puede dar un cambio y realmente poner un proyecto

en marcha, y luego claro...ver si puedes vivir de ese

proyecto, pero es intentar, y eso es un poco el motivo

personal que he tenido yo para montar un negocio así,

sobre todo eso, de cerveza artesana. Empecé con 80 referencias

de cerveza, y ahora se han sumado 100 más,

o sea que ahora mismo habrá más de 180 referencias.

Entonces vas conociendo cerveceras, cervezas diferentes

en cada una de estas, vas viendo también un poco

qué gusta a la gente, qué buscan: para un regalo, encontrar

algo distinto…

Salir un poco de lo convencional, ¿no?

Efectivamente, y recordar que es un producto artesano,

porque nos hemos acostumbrado a comer y beber

sin tener en cuenta la procedencia del producto, ni el

proceso, algo que creo que hay que cuidar mucho. La

cerveza artesana cuida mucho el producto y el proceso,

y eso me parece algo muy interesante.

Es cierto, a veces vemos los precios de estos

productos y nos da un poco de palo comprarlo...porque

no tenemos en cuenta el proceso.

Sí, a mí me dicen: “¿cómo puede valer esta 7,90€ y

esta 3€?”. Y le doy los motivos, alguna tiene un proceso

sencillo, la otra la han lupulado tres veces, la han

enfriado, la han calentado, la han pasado a otro sitio

y luego la han vuelto a lupular, etc...Entonces claro,

tiene un proceso y a lo mejor hacen unos tantos litros

y luego no la vuelven a hacer; son personas reales, no

son máquinas, es gente haciendo eso. Con la pandemia,

muchas cerveceras han tenido que tirar mucha cerveza

porque esta cerveza se pasa, no es una cerveza que dura

mucho ni se puede conservar; se pasa y se acabó, por lo

que han tenido muchas pérdidas, algo que grandes cerveceras

no han sufrido tanto. En resumen, no se paga

solo la cerveza: se pagan los diseños, los procesos, la

originalidad.

Mientas Jaione me contaba acerca de los productos de su tienda,

donde destacó una cerveza hecha en una isla del mar

Báltico (la cual solo usa ingredientes de la isla y una fermentación

única y curiosa, algo que la convierte en una cerveza

auténtica), entró un hombre a la tienda que le proporciona

un aceite de la zona, donde cortamos la entrevista por un

momento.

Ahora he podido ver de cerca la atención que

comentabas antes.

Sí, eso era lo que me refería, guiar al cliente un poco

por la gran variedad que existen de cervezas, hablar con

él, ofrecer lo que tienes, atender de una manera personal.

Claro, que todos queremos vender, sobrevivir y salir

adelante, pero también me importa mucho el cómo

se hacen las cosas.

El no perder la interacción, ¿no? Yo creo

que los humanos somos seres sociales, y por

internet, queramos o no, resulta una interacción

demasiado artificial.

Deberíamos. Deberíamos no perder eso. Aparte que el

propio local es un local que tiene mucho espíritu, porque

se ha restaurado de su estado anterior; los muebles

son muebles muy antiguos, como este (me señala una

gran mesa) donde se hacía pan, pertenecía a un caserío.

Se divide en dos partes porque en una de ellas se preparaba

la orea y en el otro se dejaba fermentar. Fue algo

que me resultó interesante por la conexión con los productos

que aquí se fermentan, como es la cerveza, y así

recordar también lo que se hacía no hace tanto tiempo.

“Nos hemos acostumbrado a comer

y beber sin tener en cuenta [...] el

proceso, algo que creo que hay que

cuidar mucho.”


77

Entrevista Berruta


78

T e s e l a s

Interior de la tienda. La

atmósfera que envuelve

la tienda guarda mucha

tradición.


Sí, además son procesos lentos. Procesos que,

actualmente, no nos interesan, porque nos

hemos acostumbrado a una vida demasiado

rápida.

Sí, representan la realidad de lo que era el trabajo antaño.

Me pareció interesante, sobre todo en eso, en un

mundo donde todo va tan rápido y en el que, de vez en

cuando, se nos olvida parar.

A mí, por ejemplo, me gusta cocinar. Y a muchos

amigos míos no, y todos coinciden en el

mismo factor: la impaciencia. Como tú dices,

necesitamos parar y disfrutar de ese proceso.

Con la cocina tenemos un gran problema. Mucha gente

joven no cocina porque hay mucho preparado ya. La

cuestión es la misma, ¿cómo se ha hecho? ¿Qué productos

se han utilizado? Entonces creo que es mejor comer

menos pero comer bueno, beber menos pero beber

bien. Yo soy defensora de la cerveza artesana por eso,

porque son cervezas que te debes tomar una pero con

tranquilidad, y degustarla desde principio a fin, porque

no sabe igual el primer trago que el último.

“En este poco tiempo sí

que he visto que es un

mundo muy vivo, porque

la gente [...] descubren

cerveceras de

todos sitios, entonces

empiezan a traer.”

Justo en ese momento, entró otro cliente y cortamos la entrevista.

Jaione se preocupa en cada cliente, por lo que se toma su

tiempo. Yo de mientras, sigo paseando por la tienda, echando

un vistazo general.

He visto la cantidad de cerveza que tienes

aquí y flipo; mi conocimiento solo llega a la

tostada y a la rubia, lo clásico (Risas).

Pero sabes lo que quieres. Aquí no es el que más sepa,

sino dentro de lo que te gusta vamos a mirar qué es

lo que hay y probamos qué hay. Es probar un poco de

todo (Risas).

79

Entrevista Berruta

Y cuando abriste el negocio, ¿notaste toda la

variedad de cerveza que existe?

Yo llevo poco tiempo, pero en este poco tiempo sí que

he visto que es un mundo muy vivo, porque la gente

que distribuye descubren cerveceras de todos sitios, entonces

empiezan a traer. Me traen muchas del norte de

Europa, donde han tenido mucha tradición de cervezas,

algo que aquí [en España] no ha sucedido, porque hemos

sido más de vino, pero menudos vinos tenemos en

España, espectaculares. Aunque últimamente se ha ido


80

T e s e l a s


haciendo más cerveza porque está habiendo

un público en auge.A mi hija por ejemplo

le gusta este mundo, y me dice que una

caña ya no le sabe igual.

Estoy con ella; a mí también me

ha dado por tomar cervezas más

elaboradas, y el otro día me bebí

una normal de lata, y dije: “Coño,

es que esta ya no me sabe igual”.

Claro, aunque también te puede pasar lo

contrario, que pruebes una artesana y no

te guste. Es buscar el estilo que te pueda ir.

Claro, te va cambiando el gusto.

Eso es, y también recalcar que es otra forma

de beber: una caña puedes tomarla rápido,

pero este tipo de birra se debe consumir

con tiempo, sin prisas.

Disfrutarla, claro.

O también se puede tomar de un golpe.

Cada uno como quiera (Risas).

Y siguiendo el tema, ¿tú qué cervezas

recomendarías a alguien que

está empezando a beber cerveza?

Porque creo que a todo el mundo

le cuesta al principio hasta que le

coge cariño.

Yo empezaría siempre por una suave, sin

mucho alcohol, no muy turbia. Una rubia

sencillita. Y a partir de ahí, hay gente que

ya le pica la curiosidad y entran con una

tostada, con otro color, otros matices, un

cuerpo distinto, y luego ya meterte con las

ipas, unas cervezas con otro proceso.

Y ya para terminar, como tratamos

un recorrido por el País Vasco…¿qué

cervezas me recomendarías

probar?

¡Uf! Hay mucho para elegir. Aquí mismo

en Irún tenemos cervecera, yo soy de aquí

pero apenas distribuyo de esta, porque la

gente normalmente va a comprarlas allí

directamente. Te recomiendo que te pases

por allí. También está Basqueland,

que fueron tres americanos que vinieron

a Hernani a vivir los que la crearon, y me

parece que hacen unos cervezones. O los

de Gros, Laugar (Bizkaia), Navarra. Entonces

como aqui, seguro que en muchos

sitios hay gente haciendo cerveza, que si

se le dedica tiempo, si se usan buenos ingredientes,

tienen conocimientos y hacen

muchas pruebas, les acabará saliendo muy

buena cerveza.

O sea, que la recomendación es ir

punto por punto probando, ¿verdad?

(Risas)

Eso eso (risas). Eso me parece muy interesante,

allá donde vayas, prueba no solo

la cerveza local, sino todo lo que haya de

la tierra. Nos empeñamos en lo de fuera,

pero creo que hay que promover lo que

uno tiene.

81

Entrevista Berruta



Contacta con nosotros:

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teselas.info@gmail.com


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