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6 Jueves 7 de octubre de 2021 Nacionales
Diario Co Latino
COPPES: 41 años de existencia en
defensa de los derechos humanos
Redacción Nacionales
@DiarioCoLatino
Prácticas de torturas a los reos políticos de los años ochenta. Foto Diario CoLatino/Cortesía.
Susana Rodríguez, presidenta
de la Junta Directiva
del Comité de
Presos Políticos de El Salvador
(COPPES), señaló que tras el nacimiento
de la organización resguarda
los acontecimientos de
las décadas de los años setenta
y ochenta, cuando un Estado de
corte totalitario con apoyo militar,
trataron de destruir la resistencia
social de una parte de
la población, ante la conflictividad
social.
“Nuestra organización nació
en las cárceles de Santa Tecla
(La Libertad) y las siglas significan
Comité de Presos Políticos
de El Salvador (COPPES), su
fundación fue el 15 de septiembre
de 1980. Allí, estuvieron recluidos
solo porque se oponían
a la línea del gobierno militar”,
dijo Rodríguez.
“Ellos llegaron luego de ser
torturados a ese lugar, sin ninguna
atención médica, y ahí los seguían
reprimiendo en esas cárceles.
Y también, después de unos
meses, ahí mismo nace la idea de
organizarse dentro de la cárcel, y
enfrentando el control de lo represores
y para denunciar por lo
menos, todos esos atropellos que
ellos sufrían dentro de la cárcel”,
recordó.
El contexto socio político del
país entre las décadas de los años
setenta y ochenta era de alta conflictividad,
el 24 de marzo había
sido asesinado el Arzobispo de
San Salvador, Oscar Arnulfo Romero,
las represiones a la población
campesina, obreros, maestros,
estudiantes y sindicatos,
era una realidad que no se podía
ocultar ante la Comunidad
Internacional, y que llevó al conflicto
armado interno de doce
años que culminó con la firma
de los Acuerdos de Paz, en enero
de 1992, en el castillo de Chapultepec,
México.
“Al principio del conflicto
eran pocos en la cárcel de Santa
Tecla, fue quizás al principio
seis compañeros, pero luego fue
aumentando el número y con la
misma condición capturados arbitrariamente,
torturados y encarcelados
de inmediato”, prosiguió.
“Sabemos que la principio todas
sus peticiones fueron desoídas
y sus acciones las trataron de
doblegar las autoridades del gobierno,
pero en la medida que los
años pasaban la represión se agudizó
y las cárceles se llenaron, y
creció también la resistencia de
la gente que era opositora al régimen
militar y fueron reconocidos
como presos políticos”, agregó.
“De esta forma se fortaleció el
COPPES y lograron que el Gobierno,
aceptara también, que existían
los presos políticos. Porque en un
principio no querían reconocerlo
para no salir afectados que existían
estos reos encarcelados por
razones políticas, pero desde esa
lucha obligaron al Estado a aceptarlo”,
reseñó Rodríguez.
Con 41 años de existencia
COPPES se fortaleció históricamente,
agregó Rodríguez, por la
“unidad” que se generó en esa década
entre los presos y presas políticos,
que al interior de los reclusorios
tuvieron el incentivo de defenderse
de los malos tratos, cateos
sorpresivos de madrugada
que podían comenzar a las 3 de
la madrugada hasta las 5 de la mañana,
y otros abusos físicos de los
guardias custodios, sin enfrentar
sanciones a ese comportamiento
agresivo y abusador.
Susana Rodríguez recordó sus
días encarcelada por defender el
patrimonio salarial de sus compañeras
trabajadoras cuando laboraba
en una zona franca en los años
ochenta, en lo más alto de la represión
a los sindicatos de los y
las trabajadoras salvadoreñas.
“Estuve en Cárcel de Mujeres,
y en el lapso que quedé presa junto
a otras compañeras no nos golpearon
de esa manera atroz como
lo hicieron con los compañeros
en Mariona y Santa Tecla. Allí llegaban
los llamados cuerpos de seguridad
a las cárceles a reprimirlos
constantemente”, relató.
En Santa Tecla, entre los fundadores
del COPPES están Héctor
Bernabé Recinos, Antonio
Morales Carbonel y Blandino Nerio.
“Yo fui sindicalista del área
textil pero esa fábrica cerró y los
dueños dijeron que resolviéramos
nosotros y que a ver como hacíamos.
Abandonaron la empresa y
nos quedaron debiendo vacaciones,
aguinaldos, salarios y las indemnizaciones.
Nos quedamos
en la fábrica Confecciones Santa
Mercedes, se llamaba, para obligar
a los dueños a que pagaran a los
trabajadoras”, dijo.
“Era la mitad del año de 1988,
y llegamos a 1989, cuando el Juzgado
4to de lo Laboral, emitió
una orden que obligaba a la empresa
a solventarnos, porque era
ilegal lo que había hecho el dueño.
Pero el 18 de septiembre nos
llegó a sacar a la fuerza la Guardia
Nacional y nos golpearon,
destruyeron toda la documentación
fiscal que teníamos y como
sindicato nos llevaron a tres mujeres
y dos hombres, estuve 8 meses
en la cárcel como presa política”,
relató.
Sobre la situación de actualidad
en la que se concentra de
nuevo todo el poder en un solo
órgano del Estado, Susana señaló
que la experiencia que se acumuló
fue “dura y llena de muchas
injusticias”, por lo que se
debe estar atentos como ciudadanía,
para no repetir esa experiencia
de abusos a los derechos
humanos y a la libertad de expresión.
“Esto me enseñó que si no
luchamos por nuestros derechos,
nadie lo va hacer por
uno. Tenemos que unirnos porque
actualmente es una situación
presente y la resistencia social
va de nuevo y es un valor
que no está desfasado, tiene vigencia”,
añadió.
“Ahora será el pueblo salvadoreño,
en general, sean sindicalistas
o no; trabajadores sin
importar el lugar, sino se unen
para defender sus derechos y
sus libertades, van a pisotearlos
mucho más que ayer”, puntualizó.