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Revista La Placeta de Lorca - enero 22 - numero 89

Enero nos trae un Planeta. Bueno, no a nosotros, al escritor lorquino Agustín Martínez, pero lo hemos sentido como si nos lo hubiesen entregado a todos por aquello de que es un tocayo y estamos tremendamente orgullosos. Nuestra apertura de enero habla de responsabilidad, la de todos y la de la Administración en el cumplimiento y aplicación de medidas para tratar de paliar los efectos del cambio climático en el municipio. ¿Qué podemos hacer? ¿Qué se ha hecho ya? reflexionamos sobre la vida en el día 1 de enero y compartimos las 'Visiones' de García Cano. Con el Cñub de Patinaje vemos la vida sobre ruedas y en nuestra mirada al pasado nos vamos al circo. ¿Te apuntas?

Enero nos trae un Planeta. Bueno, no a nosotros, al escritor lorquino Agustín Martínez, pero lo hemos sentido como si nos lo hubiesen entregado a todos por aquello de que es un tocayo y estamos tremendamente orgullosos. Nuestra apertura de enero habla de responsabilidad, la de todos y la de la Administración en el cumplimiento y aplicación de medidas para tratar de paliar los efectos del cambio climático en el municipio. ¿Qué podemos hacer? ¿Qué se ha hecho ya? reflexionamos sobre la vida en el día 1 de enero y compartimos las 'Visiones' de García Cano. Con el Cñub de Patinaje vemos la vida sobre ruedas y en nuestra mirada al pasado nos vamos al circo. ¿Te apuntas?

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necesitan siete caballos diarios para su alimentación».

Entre artistas y empleados pasaban de mil y la

capacidad de sus pabellones era de 12.000 personas,

lo que da cuenta de su magnitud.

Imaginemos por un momento lo que pudo suponer

para esta Lorca agraria y aún adormecida de

principios del siglo XX un entretenimiento de estas

características. Juan López Barnés, director del periódico

La Tarde de Lorca, escribía: «La expectación

crece ante lo que se ve. Todo lo que se diga es poco.

[…] La huerta y los campos de Lorca están inundados

de carteles y nuestros huertanos y campesinos se disponen

a venir estos días para visitar el asombroso

circo». Y al día siguiente, reiteraba: «Lorca entera

acudirá a presenciar el espectáculo original y nunca

visto, y con Lorca las poblaciones inmediatas,

Águilas, Pulpí, Vera, Almanzora, Huércal, Vélez-Rubio,

Vélez-Blanco, María, Totana, Alhama, Mazarrón,

Librilla... La región entera vendrá a Lorca esos días y

la animación será enorme por esas calles». En suma,

todo un acontecimiento que quedó grabado en la memoria

y del que se hablaría en Lorca durante mucho

tiempo.

El propietario de este circo alemán era entonces

Carl Krone, hijo del fundador. El transporte se realizaba

en siete trenes especiales con 297 vagones. El

circo, con sus tres carpas, quedó emplazado en el

Ramblar, próximo a los Sangradores, un lugar espacioso

y capaz para albergar una instalación de estas

dimensiones. Nuestro fotógrafo, Pedro Menchón,

acudió solícito a inmortalizar con su cámara tan sorprendente

espectáculo y el ambiente que rodeaba

todo aquello. En la imagen que nos ilustra vemos a

visitantes que merodean por el lugar, la gran carpa

de cuatro mástiles ya montada, la torre de inspiración

oriental a modo de minarete en un lado, varios

vagones o compartimentos, algunos de los cuales se

utilizaban como taquillas o para imprimir la propaganda

y todo el material necesario para el despacho

de entradas. Los atuendos de los curiosos que rondan

por allí revelan que son hombres de la huerta, campesinos

de los alrededores que no resisten la tentación

de mirar algo sorprendente y excepcional. Al

fondo podemos ver parte del puente de hierro del ferrocarril

sobre el Guadalentín y las estribaciones de

la sierra de Tercia. Otras fotografías realizadas esos

días por Menchón registran también los animales en

jaulas y a domadores, representantes de la empresa

junto a autoridades locales y varias perspectivas de

las instalaciones. Las representaciones tuvieron lugar

desde el jueves 12 hasta el domingo 15 de enero, con

dos funciones cada día a las 4 y a las 9 de la noche,

excepto el viernes con sólo la de la tarde. Una entrada

general con asiento costaba 2 pesetas, la butaca-centro

12, y la más cara 20 ptas.; los espectadores también

podían visitar desde la 10 de la mañana el

parque zoológico y observar a los animales mientras

comían.

López Barnés, tras la visita que realizó, escribió:

«El circo es monumental; la gran pista es ovalada y

dentro del amplio espacio que ocupa, hay tres pistas;

todo es allí amplio, cómodo […] Fuera, una gran masa

de público contempla con interés y curiosidad cuantos

trabajos se ejecutan a través de la valla; guardia

civil de caballería custodian la entrada [...] Carlos

Krone es un profesor de energía que ha convertido

en realidad un cuento de Las mil y una noches».

En octubre de 1927 el circo Krone actuó en

Barcelona y a lo largo del año siguiente recorrió otras

poblaciones españolas, como Granada, Málaga,

Madrid, Bilbao, Zaragoza, San Sebastián, etc. Su presencia

en algunas de las grandes ciudades suscitó

protestas de los dueños de teatros, cines y otros espectáculos

públicos que se sentían perjudicados,

pues, como señalaba algún periódico, mientras aquel

«conseguía recaudaciones de 100 y 150 mil pesetas

diarias, varios teatros tuvieron que cerrar y experimentaron

un enorme descenso en sus ingresos».

Ítem más, algunos calificaban su estancia de «calamidad

nacional» y reclamaban al Gobierno que les obligase

a salir de España. Así, no es de extrañar que

alguna prensa recogiera bulos sobre la llegada del

Krone, como «la desaparición de todos los perros y

gatos en las poblaciones donde actuaba, lo que es debido

a que tales animales domésticos se utilizan

como alimento de las fieras domesticadas».

El mayor espectáculo del mundo, en Lorca, ¡vaya!

Trapecistas, fieras, zoo, malabaristas, payasos... El circo

Krone, asombro de los tiempos modernos, algo «jamás

visto y oído por estos lugares», como relata José

Quiñonero ‒vecino de página en esta revista‒ en una

colaboración en un periódico digital el 1 de octubre de

2018, que recomiendo lean encarecidamente. Puedes

hacerlo a través del siguiente enlace o código QR.

www.diarioelsol.info/circo-krone-asombro-los-tiempos-modernos/

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