Historia de Argentina
Si no sabemos quiénes somos ni de dónde venimos, no podemos preguntarnos hacia dónde vamos. He aquí la importancia de la historia. Conocer el pasado nos permite comprender el presente y nos brinda la posibilidad de proyectarnos al futuro. Recorramos a través de estas páginas el proceso histórico de nuestra conformación nacional.
Si no sabemos quiénes somos ni de dónde venimos, no podemos preguntarnos hacia dónde vamos.
He aquí la importancia de la historia. Conocer el pasado nos permite comprender el presente y nos brinda la posibilidad de proyectarnos al futuro. Recorramos a través de estas páginas el proceso histórico de nuestra conformación nacional.
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Una historia de conflictos
La historia argentina no se ha caracterizado por ser tranquila,
ni por tener un devenir estable. Muy por el contrario, podemos
decir que nuestra historia se ha construido con pasión, y también
con la desgracia de haberla transformado en intolerancia.
Desde los albores de la colonización, se han producido en nuestras tierras
numerosos enfrentamientos. Primero, con el aborigen de estas tierras,
que concluyó casi en su completo exterminio. Después, con los españoles.
Lograda ya la independencia patria, comenzaron a separarse los bandos que luego
constituirían las sangrientas luchas entre unitarios y federales. Más tarde se
enfrentaron los partidarios de Sarmiento y de Rosas... Y la historia sigue.
En el siglo XX y XXI continuaron los conflictos y tomaron nuevos matices. Pero si
bien es correcta la postura activa frente a los hechos, sería mucho más provechoso
para nuestro país que todos tomáramos conciencia de entender la lucha
como un objetivo común. Si partimos del propósito de no destruir buenas
iniciativas simplemente porque provienen de sectores con los cuales
no compartimos la totalidad de las ideas, y tratamos de construir entre todos
una Argentina mejor, lograremos un país más justo, donde sean respetados
los derechos de cada uno. Una Argentina donde todos seamos libres de tener
nuestra simpatía política, sin enarbolarla como bandera para oponernos
a nuestros hermanos.