28.03.2022 Views

El día que murió mi madre

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>El</strong> <strong>día</strong> <strong>que</strong> <strong>murió</strong> <strong>mi</strong> <strong>madre</strong><br />

Este artículo cuenta la historia de <strong>mi</strong> fa<strong>mi</strong>lia, de la <strong>que</strong> hacen parte varios servidores de<br />

la salud. Juntos vivimos el dolor de la muerte de nuestra <strong>madre</strong>, Mariela, en un hospital<br />

de Quito, Ecuador, justo en uno de los picos del covid-19, en marzo de 2021. Fueron<br />

muchas las dificultades <strong>que</strong> atravesamos, pues <strong>mi</strong> <strong>madre</strong> no recibió una atención<br />

oportuna. Nuestra experiencia muestra la realidad <strong>que</strong> vivió el país durante la pande<strong>mi</strong>a.<br />

Por Sofía Meneses *<br />

Mariela era <strong>mi</strong> <strong>madre</strong>. <strong>El</strong> viernes 19 de marzo de 2021 su saturación de oxígeno en sangre<br />

estaba por debajo de lo establecido como normal para su edad. Esa noche ingresó al<br />

hospital IESS Quito Sur, ubicado al sur de Quito, la capital de Ecuador. En ese momento,<br />

la doctora <strong>que</strong> decidió internarla le dijo: “usted llega a tiempo, casi no hay camas. Se<br />

<strong>que</strong>dará unos dos <strong>día</strong>s y volverá a casa”. Esa fue la última vez <strong>que</strong> <strong>mi</strong> <strong>madre</strong> tuvo contacto<br />

con su fa<strong>mi</strong>lia. <strong>El</strong>la <strong>murió</strong> la tarde del viernes 26 de marzo de 2021.<br />

Mariela era una mujer fuerte. Se había jubilado en el 2017, después de servir por más de<br />

35 años en un hospital público de Quito como auxiliar de enfermería; allí, vio nacer a<br />

<strong>mi</strong>les de niños durante toda su vida. <strong>El</strong>la los recibía y los protegía de los peligros médicos<br />

<strong>que</strong> existían en los hospitales públicos del país.<br />

En el 2021, <strong>mi</strong> <strong>madre</strong> fue una de las 57.425 personas <strong>que</strong> murieron en los hospitales de<br />

Ecuador a causa del covid-19, entre marzo de 2020 y abril de 2021, según datos<br />

encontrados en la página web del Registro Civil.<br />

<strong>El</strong> 29 de febrero de 2020, se confirmó en Ecuador el primer caso positivo de covid-19. Se<br />

trataba de una mujer de 71 años <strong>que</strong> arribó al país el 14 de febrero de 2020 proveniente<br />

de Madrid. Días después y tras la presencia de síntomas evidentes, el Ministerio de Salud<br />

Pública confirmó <strong>que</strong> estaba contagiada con el covid-19. Debido a sus complicaciones de<br />

salud fue internada con pronóstico reservado en un hospital de Guayaquil, donde falleció<br />

el 13 de marzo de 2020.<br />

Ese año, cuando empezó la pande<strong>mi</strong>a, fue evidente la falta de preparación de los sistemas<br />

de salud para abordar la crisis. Por esta razón, quiero entender <strong>que</strong> fue lo <strong>que</strong> pasó, si<br />

hubo negligencias o no se hicieron los esfuerzos necesarios para atender esta emergencia.<br />

Me pregunto si las medidas <strong>que</strong> tomó el gobierno de Ecuador para atender la pande<strong>mi</strong>a<br />

fueron coherentes, si la falta de acceso a la salud influyó en el número de muertes por<br />

covid-19, como lo evidencian las cifras de defunciones publicadas por el Registro Civil.<br />

***<br />

En Ecuador, desde la Constitución Política de 1979, el derecho a la salud está<br />

contemplado por la ley. <strong>El</strong> doctor e investigador colombiano, Wilson Jiménez, en su<br />

investigación Transformaciones del sistema de salud ecuatoriano, recuerda <strong>que</strong> el 16 de<br />

junio de 1967 se creó el Ministerio de Salud Pública del Ecuador (MSP), y desde ese<br />

momento el acceso a la salud ha sido un tema de constante lucha: en repetidas ocasiones<br />

la ciudadanía ha salido a las calles para reclamar este derecho.<br />

Según la Organización Internacional del Trabajo, en el artículo <strong>El</strong> sistema de salud<br />

ecuatoriano y la covid-19, cuando inició la pande<strong>mi</strong>a, la respuesta inicial de los países<br />

frente a los primeros casos reportados se centró en adoptar medidas de aisla<strong>mi</strong>ento y<br />

control para evitar la propagación del virus, así como en el fortaleci<strong>mi</strong>ento de los servicios<br />

de salud. En el Ecuador, según la Secretaría Técnica Planifica Ecuador, entidad encargada


de transparentar el manejo econó<strong>mi</strong>co de la pande<strong>mi</strong>a, durante el 2020 “la prestación de<br />

servicios de salud asociados a las atenciones por covid-19 representó el 83 % de los costos<br />

totales en el período, con un monto de 724,69 <strong>mi</strong>llones de dólares incluyendo recursos<br />

para curación, prevención, atención prehospitalaria, diagnóstico, medicamentos y<br />

dispositivos médicos y gestión de fallecidos”.<br />

***<br />

Paola, <strong>mi</strong> hermana, es médica general y durante la pande<strong>mi</strong>a trabajó en el hospital Pablo<br />

Arturo Suárez y en el Centro de Salud de Nanegal, en el noroccidente de la ciudad. Para<br />

ella trabajar en tiempos de covid-19 fue muy difícil. En Quito, cuando comenzó la<br />

emergencia, todas las personas infectadas eran trasladadas al Pablo Arturo Suárez, pues<br />

ningún hospital de la red pública estaba en capacidad de atender a estos pacientes. Mi<br />

hermana recuerda <strong>que</strong> una de las cosas más difíciles fue la falta de insumos médicos: “no<br />

teníamos mascarillas, guantes, botas o algún recurso para protegernos. ¿Cómo se po<strong>día</strong><br />

evitar el contagio de esta manera?”.<br />

Por su parte, <strong>mi</strong> hermano Roberto y su esposa durante la pande<strong>mi</strong>a trabajaron en un<br />

hospital público de Quito. Para él también fue difícil atender a los pacientes sin tener a la<br />

mano los recursos ni los medicamentos necesarios. “Yo tuve <strong>que</strong> aislarme en <strong>mi</strong> casa para<br />

no contagiar a <strong>mi</strong>s hijas de 5 y 7 años”. Sin embargo, Paola, Roberto y su esposa no<br />

pudieron evitar contagiarse. <strong>El</strong> 11 de marzo de 2021, sin saber <strong>que</strong> ya eran portadores del<br />

virus, acudieron a celebrar el <strong>que</strong> sería el último cumpleaños de Mariela, contagiando a<br />

casi toda su fa<strong>mi</strong>lia.<br />

Mariela, <strong>mi</strong> <strong>madre</strong>, cuando ingresó al hospital. Foto: archivo fa<strong>mi</strong>liar.<br />

Roberto y su esposa hacían parte de la llamada primera línea de atención prioritaria. <strong>El</strong>los<br />

se habían vacunado <strong>día</strong>s antes, pero confundieron los síntomas de la vacuna con los del<br />

covid-19, y los resultados de la prueba no llegaron a tiempo: “acudimos a un hospital<br />

público para hacernos los exámenes, pero se demoraron mucho en decirnos <strong>que</strong> éramos<br />

positivos, y nosotros no teníamos el dinero para hacernos un examen pagado”.<br />

En el país, según Ana Delgado, directora de la Asociación Nacional de Clínicas y<br />

Hospitales Privados de Ecuador, el precio de una prueba PCR oscila entre 80 y 120


dólares en los laboratorios autorizados por la Agencia de Asegura<strong>mi</strong>ento de la Calidad de<br />

los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess). Ecuador es uno de los países con<br />

los precios más costosos; por esta razón, estos exámenes no son asequibles. De acuerdo<br />

con información publicada en el medio Pichincha Universal en Paraguay una prueba<br />

cuesta 115 dólares; en Brasil, 70; en Chile, 29; y en Argentina y Perú son gratis.<br />

<strong>El</strong> costo de las pruebas para detectar el covid-19 no fue controlado durante la pande<strong>mi</strong>a,<br />

esta responsabilidad no se le designó a ningún estamento público, a pesar de <strong>que</strong> el<br />

acuerdo <strong>mi</strong>nisterial 00126-2020, publicado el 12 de marzo de 2020 en el Registro Oficial<br />

del Ecuador, declaró el estado de emergencia sanitaria en todos los estableci<strong>mi</strong>entos del<br />

sistema nacional de salud: servicios de laboratorio, unidades de epide<strong>mi</strong>ología y control,<br />

ambulancias aéreas, servicios de médicos y paramédicos, hospitalización y consulta<br />

externa.<br />

En marzo de 2020, el presidente Lenin Moreno aseguró en cadena nacional <strong>que</strong> el<br />

gobierno aumentaría el presupuesto de salud, pero esto no se cumplió: según la<br />

Organización Internacional del Trabajo, el presupuesto destinado por el Estado para la<br />

salud no cubrió completamente las necesidades <strong>que</strong> se presentaron durante la pande<strong>mi</strong>a.<br />

En el 2020, el Ministerio de Salud Pública recibió 2.557 <strong>mi</strong>llones de dólares, con una<br />

dis<strong>mi</strong>nución anual del 8,1 %, es decir, 227 <strong>mi</strong>llones de dólares menos <strong>que</strong> en el 2019, de<br />

acuerdo con información del Ministerio de Economía y Finanzas. En el 2021, el<br />

presupuesto del Ministerio de Salud Pública fue de 2.681 <strong>mi</strong>llones de dólares, cifra <strong>que</strong><br />

refleja un incremento anual cercano al 5 %, muy por debajo de lo <strong>que</strong> exigía el estado de<br />

emergencia sanitaria <strong>que</strong> decretó la Autoridad Sanitaria Nacional del Ecuador.<br />

La falta de acceso oportuno a los resultados de la prueba no fue el único inconveniente<br />

<strong>que</strong> encontró <strong>mi</strong> fa<strong>mi</strong>lia. Roberto cuenta <strong>que</strong> después de un <strong>día</strong> de hospitalización lo<br />

llamaron del Hospital IESS Quito Sur para decirle <strong>que</strong> Mariela necesitaba un<br />

acompañante. Para <strong>mi</strong> hermano el cuadro <strong>que</strong> vio en el hospital fue espantoso: “Mi mamá<br />

estaba acostada en una cama, en la <strong>mi</strong>sma sala había muchísimas personas más <strong>que</strong> hacían<br />

un gran esfuerzo para respirar y mantenerse vivas. Mi mamá estaba con la mascarilla<br />

completa, le costaba respirar y en ese momento le estaban aplicando medicamentos para<br />

el dolor. Su estado era crítico, pues la neumonía era grande”. Los médicos le dijeron <strong>que</strong><br />

necesitaba urgente una cama en una unidad de terapia intensiva, pero <strong>que</strong> había una larga<br />

lista de espera y se priorizaban a las personas más jóvenes; sin embargo, la doctora<br />

Fernanda, 1 le dijo: “si yo estuviera en su lugar, haría lo imposible por salvar a <strong>mi</strong> mamá,<br />

pagar una cama UCI es lo único <strong>que</strong> <strong>que</strong>da”.<br />

1<br />

<strong>El</strong> nombre fue cambiado por solicitud de la fuente.


<strong>El</strong> examen médico <strong>que</strong> le hicieron a <strong>mi</strong> <strong>madre</strong> antes de hospitalizarla. Foto: archivo<br />

fa<strong>mi</strong>liar.<br />

En Ecuador, según la OIT, la atención hospitalaria para pacientes con covid-19 se<br />

concentró en deter<strong>mi</strong>nados hospitales públicos y privados; luego, se incorporaron más<br />

hospitales a la red de servicios. En el primer mes de la pande<strong>mi</strong>a, se designaron 27<br />

hospitales para atender la emergencia sanitaria; un año después, en el 2021, había 176<br />

hospitales públicos y 35privados preparados para recibir a los pacientes contagiados por<br />

el covid-19 en todo el país.<br />

Durante las dos oleadas de covid-19, entre marzo y abril de 2020 y marzo y abril de 2021,<br />

la Asociación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados del Ecuador (Achpe) registró<br />

un 100 % de ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) en Guayaquil,<br />

Quito, Cuenca y Loja. En hospitalización, <strong>que</strong>daban una o dos camas <strong>que</strong> inmediatamente<br />

se llenaban. Por ejemplo, en Pichincha hay trece clínicas privadas asociadas a la Achpe;<br />

no obstante, según información entregada por esta asociación al Ministerio de Salud<br />

Pública, solamente siete de ellas reciben pacientes contagiados por covid-19: Hospital<br />

Vozandes, Hospital de los Valles, Clínica Internacional, Hospital Metropolitano, North<br />

Hospital, Novaclínica y Clínica Pasteur. En estos centros de salud, como lo aclara Ana<br />

Delgado, directora de la Achpe, una UCI cuesta aproximadamente 2.500 dólares diarios.<br />

Para el doctor Ismael Hernández, <strong>que</strong> trabaja en el Consultorio Médico Fa<strong>mi</strong>liar Dra<br />

Veronica Barahona, una clínica privada de Quito, “la situación de los hospitales y clínicas<br />

privadas <strong>que</strong> atienden pacientes con covid-19 se puede entender si se analiza el contexto<br />

<strong>que</strong> vivió el país en la primera y segunda oleada de la pande<strong>mi</strong>a. Para esto es importante<br />

comprender <strong>que</strong>, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, en el 2020 se<br />

registraron 907.515 egresos hospitalarios y 23.212 camas disponibles en 625<br />

estableci<strong>mi</strong>entos de salud a nivel nacional”. Además, el doctor Hernández explica <strong>que</strong> en<br />

Quito existen, aproximadamente, 50 camas UCI con los materiales necesarios para<br />

atender a pacientes críticos con covid-19. Pero este no es el único factor <strong>que</strong> encarece el<br />

precio de una cama, pues para brindar un trata<strong>mi</strong>ento óptimo se necesitan recursos<br />

humanos: médicos especialistas <strong>que</strong> no están disponibles en el país.<br />

Hay <strong>que</strong> destacar <strong>que</strong> los costos por casos de covid-19 son diferentes. Para Eduardo<br />

Izurieta, presidente de la compañía de seguros médicos Saludsa, los seguros privados<br />

tienen distintos planes y diferentes coberturas; incluso, en Ecuador los seguros cubrieron<br />

la pande<strong>mi</strong>a, algo <strong>que</strong> no sucede en otros países. Sobre este tema Ana Delgado explica<br />

<strong>que</strong> “los costos del covid-19 en Ecuador y el mundo pueden llegar a ser sumamente altos,


pues las Unidades de Cuidados Intensivos son áreas de alta complejidad <strong>que</strong> cuentan con<br />

diferentes especialistas”. Está información la presentó en el webinar Los costos de la<br />

salud y los seguros privados durante el covid-19, organizado por la Universidad San<br />

Francisco de Quito, la Universidad UTE y el portal Código Vidrio, al <strong>que</strong> fueron<br />

convocados varios periodistas.<br />

Además, Delgado dice no puede dar cifras sobre el costo <strong>que</strong> cada clínica tiene para<br />

atender esta emergencia sanitaria, pues son autónomas a la hora de definir la tarifa de una<br />

UCI; sin embargo, explica <strong>que</strong> ningún centro de salud puede negarles atención a las<br />

personas <strong>que</strong> lo necesiten, pues estarían violando un derecho constitucional.<br />

Las cifras sobrepasan los <strong>mi</strong>les de dólares, <strong>mi</strong> hermano Roberto lo pudo constatar:<br />

“cuando los médicos nos dijeron <strong>que</strong> <strong>mi</strong> mamá necesitaba urgente terapia intensiva,<br />

empezamos a llamar de inmediato a todos los hospitales del país y nos decían <strong>que</strong> nos<br />

po<strong>día</strong>n ayudar, pero si contábamos con una garantía de veinte <strong>mi</strong>l dólares”. En ese<br />

momento pensamos en vender todo, pero <strong>mi</strong> <strong>madre</strong> me dijo, en lo poco <strong>que</strong> conversamos,<br />

<strong>que</strong> no nos endeudáramos, <strong>que</strong> ella no <strong>que</strong>ría causar problemas. Cristina, <strong>mi</strong> hermana<br />

mayor, fue la única de la fa<strong>mi</strong>lia <strong>que</strong> no se contagió de covid-19. <strong>El</strong>la nos cuenta <strong>que</strong> la<br />

noche <strong>que</strong> buscaron una cama UCI pasaron por más de diez clínicas en Quito y en todas<br />

le pe<strong>día</strong>n una garantía de mínimo diez <strong>mi</strong>l dólares. <strong>El</strong>la, desesperada, les entregaba las<br />

llaves de su carro. Entre lágrimas comenta <strong>que</strong> solo recibían efectivo”.<br />

<strong>El</strong> informe médico de <strong>mi</strong> <strong>madre</strong> antes de ingresar a la UCI. Foto: archivo fa<strong>mi</strong>liar.<br />

Para Ana Delgado “el costo de la salud es un tema complicado por<strong>que</strong> no puede ser<br />

analizado a la ligera. Se debe tomar en cuenta el tiempo <strong>que</strong> el paciente estuvo<br />

hospitalizado. Por ejemplo, el costo de una UCI por <strong>día</strong> es de 2.500 dólares, y cuando se<br />

trata de un hospital público el paciente nunca se entera de lo <strong>que</strong> pagaron por él”. Sobre<br />

las garantías en las clínicas privadas explica <strong>que</strong> “si el paciente entra en peligro no le<br />

pueden negar la atención”. Lo <strong>que</strong> le sucedió a nuestra fa<strong>mi</strong>lia demuestra <strong>que</strong> la atención<br />

en salud urgente no se cumple en el país, pues Cristina fue de hospital en hospital y lo<br />

único <strong>que</strong> encontró fueron negativas por no tener una tarjeta de crédito <strong>que</strong> respaldara el<br />

pago.<br />

Este panorama se repitió durante todo un año y no hubo un pronuncia<strong>mi</strong>ento de parte de<br />

la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros, organismo técnico <strong>que</strong> vigila y<br />

controla la organización, las actividades y el funciona<strong>mi</strong>ento de las clínicas privadas. Por<br />

esta razón, la Defensoría del Pueblo, en un comunicado <strong>que</strong> publicó 16 abril de 2021,<br />

exhortó al gobierno nacional a declarar “de uso público la infraestructura de clínicas y<br />

hospitales privados para afrontar la emergencia sanitaria”. Ya esta entidad, <strong>que</strong> vela por<br />

el cumpli<strong>mi</strong>ento de los derechos humanos, había manifestado su preocupación por la falta


de camas en las UCI de los hospitales públicos en todo el país, lo <strong>que</strong> pone en riesgo la<br />

salud de los ecuatorianos, un derecho <strong>que</strong> está contemplado en los artículos 3 y 32 de la<br />

Constitución de la República.<br />

Pero las camas UCI de las clínicas privadas no son las únicas <strong>que</strong> tienen un alto costo en<br />

Quito. Lo <strong>mi</strong>smo le sucedió a Fernanda. 2 Su <strong>madre</strong> estaba internada en el Hospital<br />

Eugenio Espejo, y tuvo <strong>que</strong> pagarle diez <strong>mi</strong>l dólares a un funcionario público para <strong>que</strong> le<br />

asignara una cama UCI. <strong>El</strong> contacto con este funcionario se lo dieron otros pacientes <strong>que</strong><br />

intentaban conseguir el dinero para salvar a sus fa<strong>mi</strong>liares. “<strong>El</strong> pago lo hicimos en<br />

efectivo”, cuenta. <strong>El</strong>la dice <strong>que</strong> la lista de espera para una cama UCI era de más de sesenta<br />

personas. Fernanda y su padre hicieron un préstamo a chul<strong>que</strong>ras (personas <strong>que</strong> prestan<br />

dinero a intereses muy altos) y lograron obtener el dinero. Su <strong>madre</strong>, tras un mes<br />

hospitalización, logró superar el covid-19.<br />

Este panorama de corrupción se presenta en varios países; incluso, el Co<strong>mi</strong>té de Naciones<br />

Unidas de Derechos Econó<strong>mi</strong>cos, Sociales y Culturales (CESCR), en una declaración del<br />

17 de abril de 2020, exhortó a los Estados a “<strong>que</strong> velen por<strong>que</strong> la extraordinaria<br />

movilización de recursos para hacer frente a la pande<strong>mi</strong>a del covid-19”.<br />

<strong>El</strong> caso de Fernanda no fue el único, pues en el país se presentaron otros hechos de<br />

corrupción <strong>que</strong> fueron expuestos por la prensa, como el de Daniel Salcedo, quien fue<br />

acusado por el delito de peculado por la compra irregular de insumos médicos en el<br />

hospital Los Ceibos durante la pande<strong>mi</strong>a. Estos sobrecostos en mascarillas N95,<br />

medicamentos y otros elementos están siendo investigados por la Fiscalía de Ecuador.<br />

***<br />

Mi hermana Paola todavía se pregunta qué hubiera pasado si a <strong>mi</strong> <strong>madre</strong> le hubieran<br />

asignado a tiempo una cama UCI. Tal vez estaría con nosotros. Su muerte nos dejó una<br />

un montón de preguntas. “<strong>El</strong> Estado intenta culpar a la ciudadanía de los contagios, y no<br />

cumplió con los re<strong>que</strong>ri<strong>mi</strong>entos para una buena atención en los hospitales públicos”, dice<br />

Paola.<br />

Algo distinto opina el gobierno: según el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y<br />

Emergencias y el co<strong>mi</strong>té de Operaciones de Emergencia Nacional, se hicieron los<br />

esfuerzos necesarios para frenar las muertes en la pande<strong>mi</strong>a. Entre las acciones <strong>que</strong> se<br />

llevaron a cabo, destacan la identificación de hospitales para la atención de pacientes con<br />

covid-19; la ampliación y certificación de la red de laboratorios para toma de muestras;<br />

el fortaleci<strong>mi</strong>ento del Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública para la<br />

detección de casos; la reprogramación de atenciones y cirugías para descongestionar las<br />

emergencias, las unidades de cuidado intensivo y salas de aisla<strong>mi</strong>ento; la implementación<br />

de telemedicina en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) para personal<br />

asistencial con perfil de riesgo; el aumento progresivo de la capacidad resolutiva; el<br />

incremento de camas hospitalarias y de unidades de cuidado intensivo en la red de<br />

servicios; la regulación de horarios de funciona<strong>mi</strong>ento de farmacias y botiquines; el<br />

fortaleci<strong>mi</strong>ento del talento humano y la obligatoriedad de recibir las capacitación de la<br />

Organización Panamericana de la Salud.<br />

Aun<strong>que</strong> las acciones presentadas por las entidades gubernamentales parecerían ser un<br />

aporte significativo para frenar las muertes por covid-19, para la OIT “en Ecuador la<br />

emergencia sanitaria ha generado presiones al sistema de salud, con mayores necesidades<br />

2<br />

<strong>El</strong> nombre fue cambiado por solicitud de la fuente.


de recursos financieros, humanos, materiales y de infraestructura. La respuesta financiera<br />

del Gobierno no ha reflejado, al menos para el sector de la salud, esos mayores<br />

re<strong>que</strong>ri<strong>mi</strong>entos. Frente a los altos costos derivados de la atención relacionada a la covid-<br />

19, y el costo de oportunidad por el desplaza<strong>mi</strong>ento de otras atenciones y la distribución<br />

del presupuesto”. Además, esta entidad internacional explica <strong>que</strong> “las condiciones<br />

estructurales del sistema con barreras de acceso, inequidad, segmentación y<br />

fragmentación se suman a las dificultades generadas por la pande<strong>mi</strong>a, y se mantienen e,<br />

incluso, se pueden complejizar por los cambios impuestos por la covid-19”.<br />

En definitiva, el país no pudo frenar las muertes. <strong>El</strong> 19 de marzo de 2021 Ecuador reportó<br />

2.214 contagios en 24 horas. De acuerdo con información del Ministerio de Salud,<br />

Pichincha fue la provincia con el mayor número de contagios (106.633 casos) y<br />

falleci<strong>mi</strong>entos (2.343 muertes) durante este mes. Para el 26 de marzo de 2021, <strong>día</strong> en <strong>que</strong><br />

<strong>murió</strong> Mariela, <strong>mi</strong> <strong>madre</strong>, se confirmaron 2.795 nuevos casos de covid-19 y 16.632<br />

fallecidos.<br />

Esta es la tumba donde visitamos a <strong>mi</strong> <strong>madre</strong>. Foto: archivo fa<strong>mi</strong>liar.<br />

Mi hermana Cristina recuerda el momento en <strong>que</strong> recibió la noticia: “a las tres de la tarde<br />

me dijeron <strong>que</strong> <strong>mi</strong> ma<strong>mi</strong> tuvo un infarto y una falla masiva de sus órganos, y <strong>murió</strong>. En<br />

ese momento me puse en contacto con las personas de la funeraria, se acercaron a <strong>mi</strong> casa<br />

y me explicaron el protocolo <strong>que</strong> tenían con las personas <strong>que</strong> fallecían a causa del covid-<br />

19. En la noche me dijeron <strong>que</strong> no po<strong>día</strong>mos verla, <strong>que</strong> ellos la trasladaban directamente<br />

al crematorio. Al <strong>día</strong> siguiente me acer<strong>que</strong> al hospital y de la morgue sacaron el cuerpo<br />

de <strong>mi</strong> <strong>madre</strong>. Estaba cubierta con una funda negra y no me per<strong>mi</strong>tieron abrirla para<br />

verificar si la persona <strong>que</strong> estaba ahí era <strong>mi</strong> ma<strong>mi</strong>. Solamente, y bajo <strong>mi</strong> responsabilidad,<br />

me dejaron palpar la funda. Así pude despedirme de <strong>mi</strong> ma<strong>mi</strong>”.


Mi <strong>madre</strong> un año antes de la pande<strong>mi</strong>a. Foto: archivo fa<strong>mi</strong>liar.<br />

***<br />

Escribí este artículo para entender los esfuerzos y negligencias <strong>que</strong> se presentaron durante<br />

el primer año de la pande<strong>mi</strong>a. Como periodista reporté varios casos de covid-19 en las<br />

fa<strong>mi</strong>lias del personal de salud. Me <strong>que</strong>dó claro <strong>que</strong> hicieron falta medidas de protección<br />

<strong>que</strong> evitaran el contagio masivo en las fa<strong>mi</strong>lias de este sector. Nunca pensé <strong>que</strong> la historia<br />

de <strong>mi</strong> fa<strong>mi</strong>lia me per<strong>mi</strong>tiría retratar el ca<strong>mi</strong>no <strong>que</strong> vivieron los seres <strong>que</strong>ridos de las<br />

personas <strong>que</strong> fallecieron esperando una cama UCI en el Ecuador.<br />

* Esta historia fue elaborada por Sofía Meneses en el marco del Curso de periodismo científico<br />

Vientos Alisios, conoci<strong>mi</strong>ento colectivo, un proceso de formación <strong>que</strong> per<strong>mi</strong>tió un primer<br />

acerca<strong>mi</strong>ento al periodismo científico para periodistas, comunicadores y comunicadoras de<br />

medios locales en Ecuador, Colombia y Perú.<br />

Vientos alisios es un proyecto de DW Akade<strong>mi</strong>e financiado por el Ministerio Federal de<br />

Cooperación Econó<strong>mi</strong>ca y Desarrollo en el marco de la iniciativa “Transparencia y libertad de los<br />

medios de comunicación – Resiliencia ante la crisis en la pande<strong>mi</strong>a mundial”. Vientos Alisios se<br />

realiza con el apoyo de la Alianza Ríos Voladores.<br />

Esta y las demás historias resultantes del proceso, se pueden leer también en<br />

www.vientosalisios.net.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!